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LECTURA SESIÓN 10
Reproducido con fines educativos únicamente, según el Decreto 37417-JP del 2008 con fecha del 1 de
noviembre, 2012 y publicado en La Gaceta el 4 de febrero del 2013, en el que se agrega el Art 35-Bis al a
la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, No. 6683.
POR LOS MUCHOS
CAMINOS DE DIOS
III
Teología latinoamericana pluralista de la liberación
ISBN: 9978-22-598-6
REVELACIÓN Y REVELACIONES
El tema que se me ha asignado es: «De Revelación a Revelaciones, los principios
que expresan los cambios de visión de una teología inclusivista a una teología pluralista de
la Revelación, la validez de otras revelaciones, la nueva posición de Cristo en esta nueva
visión teocéntrica».
Parecería que la propuesta es lidiar con la teología inclusivista tradicional sobre la
revelación cristiana y su actual apertura a otras revelaciones. Una breve reflexión sobre la
comprensión de la Revelación en y por las religiones puede ser útil para situar el tema.
Los seres humanos desde los tiempos más remotos tienen la intui-
ción de un ser o poder divino trascendente–inmanente relacionado con la
vida humana y el universo, y responsable de la existencia y el destino de
los seres humanos.
Este trascendente-inmanente es un poder o un ser desconocido. Su
conexión y su diferencia con el universo son desconocidas y es reflexio-
nado de diferentes maneras por las escuelas de pensamiento filosófico. Se
dice que el universo o emana de o es creado por dicho poder divino, fre-
cuentemente llamado Dios. Hay quienes reclaman –especialmente las reli-
giones- tener una intuición especial sobre dicho poder.
I. Revelación y Revelaciones
La revelación realizada por lo divino trascendente-inmanente puede
ser implícita o explicita. Implícita sería cuando se lleva a cabo a través de
una acción sobre una persona humana o una comunidad. Explícita sería la
realizada mediante una comunicación a través de una persona privilegiada
o una comunidad que reclama haber recibido un mensaje divino. A partir
de esta revelación explícita podría haber teologías que reclamaran alguna
inspiración divina especial de privilegiados maestros de humanidad o auto-
res de textos divinamente inspirados.
14 · Tissa Balasuriya
II. Cristianismo
El cristianismo es una de estas reivindicaciones de revelación divi-
na, que proviene de la comunidad judía y sus sagradas Escrituras, que
constituyen la mayor fuente de la Biblia cristiana.
Las religiones que existieron antes del cristianismo pueden no haber
tenido ningún el concepto de exclusividad respecto a la verdad y a los tér-
minos de la salvación para todo el mundo. No tenían la posibilidad de rela-
cionarse con otras personas como lo pudieron hacer los cristianos más
tarde. En la tradición cristiana la afirmación más ampliamente difundida
sobre la revelación divina es aquella propuesta por la Iglesia Católica
Romana. (Mis comentarios se refieren especialmente a esta Iglesia, porque es la tradi-
ción que mejor conozco).
El cristianismo primitivo, por los datos que tenemos, consideraba que
el corazón de las enseñanzas de Jesús era la defensa del amor al prójimo y
a Dios. Los Hechos de los Apóstoles parecen indicar que la Iglesia primi-
tiva estaba preocupada por implementar estas enseñanzas con la práctica
de compartir sus recursos para que así nadie tuviera necesidad (Hch 4, 32).
La rápida conversión de muchas personas al cristianismo en el mundo
conocido se debió también al buen ejemplo de los cristianos, que eran más
considerados hacia sus semejantes de lo que se podía esperar en tiempos
de esclavitud e imperialismo.
En los primeros dos o tres siglos los cristianos fueron sometidos a
persecución por sus creencias. Sus numerosos mártires consideraron la
fidelidad a la fe más importante que la vida misma. Pero la situación cam-
bió mucho, después de la conversión del emperador romano Constantino
al cristianismo, y la Iglesia se volvió la religión del imperio. A partir de
entonces el desarrollo de la teología cristiana se vió más influenciado por
su asociación con el poder, que por ninguna revelación directa a través de
Jesucristo.
16 · Tissa Balasuriya
Vientos de cambio
Teologías morales
regla de oro: «haz a los otros lo que te gustaría que hicieran contigo». Una
reflexión de las nobles verdades, enseñadas por Buda y el budismo nos
mostraría como éstas son tan similares a las enseñanzas básicas de todas
las religiones del mundo.
Las teologías que conciernen a la vida moral y a los actos de los
seres humanos tendrían que estar en un acuerdo general defendiendo valo-
res, acciones y relaciones similares. De otra forma dichas teologías llevarí-
an a conflicto. Respecto a esto podemos subrayar que las teologías mora-
les cristianas sobre las relaciones con otras religiones, como por ejemplo
sobre los matrimonios mixtos, podrían llevar a una desarmonía social.
Muchos de los conflictos pasados de las religiones se debieron a la visión
cristiana de que las otras religiones eran falsas, no salvíficas, y que los cris-
tianos tenían que vivir más o menos separados de los otros. Su culto, edu-
cación y vida familiar tenía que estar distanciado de los demás. Esto reque-
riría una evaluación sobre el cómo y el porqué las interpretaciones cristia-
nas de la revelación llevaron a tantas discriminaciones religiosas y a con-
flictos en la historia humana a través de los siglos.
dijo: «Por sus frutos los conoceréis». Frutos del odio o insulto no pueden venir
de Jesús o de Dios. Esto nos da un principio para la purificación de la teolo-
gía cristiana hegemónica y con frecuencia dominante. Si existen tales elemen-
tos degradantes en la teología cristiana sus raíces deben de ser investigadas:
quizás son una inferencia ilegítima de una fuente aceptable, o quizás la fuente
misma puede ser una presuposición que no es justificable o no es justificada.
En último caso, la fuente misma debe de ser analizada muy críticamente y
luego evaluada. Debemos de ser cuidadosos para no atribuirle a Dios lo que
es una mera elaboración humana. Con la aplicación de este principio una
buena cantidad de la construcción tradicional de la teología cristiana occiden-
tal tendrá que ser revisada.
b) positivo: puesto que creemos que todo lo bueno en el mundo viene
de Dios, también podemos suponer que todo lo que es verdaderamente humani-
zador y ennoblecedor de cualquier religión o ideología también proviene de la fuente divina
y debe de ser respetado como tal. Dios desea la felicidad y la plenitud de todas
las personas y pueblos. Podemos concluir de esto que una religión, cuanto más
sinceramente lleva a la auto-realización genuina del ser humano, más cerca está
de la fuente divina, por ejemplo: más ayuda a la resolución de los problemas
personales de los individuos así como mejora las relaciones sociales de los gru-
pos. Este principio de evaluación y crítica es en primer lugar ético y racional.
En este sentido puede ser presentado y aplicado a cualquier religión e ideolo-
gía. Al mismo tiempo se basa en la enseñanza central de Jesucristo. Trata de
tomar seriamente el corazón del mensaje de Jesús y volverlo la piedra de toque
de la buena teología. ¿No debería de tener la teología cristiana esto como un
principio guía? Este principio crítico afirma al Dios revelado a Jesucristo bási-
camente como un Dios de amor que se preocupa por todas las divisiones
irrespetuosas, incluso de credo. Es una afirmación de la centralidad del amor
universal que se vuelve una cuerda de medir la autenticidad de cualquier texto
sagrado, enseñanza de la Iglesia o práctica.
Jesús mismo, en su época, estuvo a favor de la purificación de la reli-
gión. Luchó contra las interpretaciones equivocadas de la ley y de los profetas
que habían acabado imponiendo unos pesos terribles e innecesarios sobre la
gente en nombre de la religión. La enseñanza de Jesús gira alrededor de la vida
moral inspirada por el amor de Dios. Las definiciones dogmáticas del cristia-
nismo posterior no se encuentran en sus enseñanzas. Al mismo tiempo a gran
parte de la enseñanza simple y evangélica de Jesús no se le da un lugar ade-
cuadamente significativo en las presentaciones de la teología dogmática.
Este principio necesita ser trabajado en cada caso, puesto que pare-
cería tener validez tanto en relación con las enseñanzas de Jesús y la racio-
nalidad humana como con la teología natural. Nos da una manera de aplicar
la llave de valor del evangelio de Jesús a las teologías y revelaciones que
reclaman provenir de Él. Ayuda liberar las teologías cristianas de las imáge-
nes de Dios que no son fieles a las enseñanzas de Jesús, por ejemplo las de
un Dios intolerante, parcial y cruel y estimulando la inhumanidad, la deshu-
manización y la explotación de los seres humanos, o las, llamadas, guerras
por la civilización. También nos obliga a investigar más profundamente los
orígenes de ciertas enseñanzas teológicas y en las prácticas que no pueden
proceder de Dios o de la revelación del Dios en Jesús y que son fuentes
puramente humanas y sectarias.
22 · Tissa Balasuriya
C. Plenitud y felicidad
Concluyendo
Tissa Balasuriya
Traducción de Francesca TOFFANO