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Breve biografía de Pablo

Nacimiento y educación
En cuanto a sus orígenes, sabemos por medio de la Escritura -la cual es nuestra
mejor fuente sobre Pablo- que él había nacido en Tarso de Cilicia. Por tanto,
para entender un poco de su lugar de nacimiento y educación, tenemos que
introducirnos en alguna fuente que nos arroje datos de cómo era esa ciudad.
Tarso (características)
Con relación al nivel cultural de la ciudad de Tarso de Cilicia, Estrabón nos da
una referencia de su importancia como centro cultural: :
“Tan grande llegó a ser la dedicación de los hombres allí a la filosofía y a toda
la educación restante en general, que han superado a Atenas, Alejandría y a
cualquier otro lugar que pueda nombrarse en el que haya habido escuelas y
sedes de filósofos” (Xiv. 13).
Encontramos algunos otros datos de importancia en Estrabón: Nos dice que a
los extranjeros no les gustaba quedarse en Tarso, mientras que los nativos
estaban muy interesados por su educación y que muchos se iban buscando otros
rumbos sin volver a la ciudad. Esto quizá pueda explicar el hecho de que Pablo
se hubiese quedado para siempre a estudiar en Jerusalén a los pies de Gamaliel
y que por lo tanto nunca añorase, ni mencionase su lugar de nacimiento como
evidencia de su formación cultural.
Se discute, en el campo de la investigación sobre Pablo, acerca de cuánto tiempo
residió en Tarso, porque los Hechos de los apóstoles nos dicen que fue criado
en Jerusalén a los pies de Gamaliel (Hec. 22:31). Además, esto es doblemente
confirmado por Lucas, cuando nos dice que “se encontraba en Jerusalén un
sobrino de Pablo, hijo de una hermana suya” (Hec. 23: 16).
Sin embargo, es probable que haya pasado parte de su niñez en esa ciudad,
puesto que al comienzo de su labor misionera, antes de ir a lugares más remotos,
es enviado a Tarso (Ga. 1:21; Hec. 9:30; 11: 25)
Entre los que postulan que Pablo pasó hasta su adolescencia en Tarso, aluden
a una serie de evidencias que implicarían un tiempo de residencia importante en
su ciudad natal:
a) Su buen dominio del griego reflejado en sus epístolas.
b) El uso del género literario llamado diatriba (discusión) -de origen cínico –
estoico- utilizado en la argumentación de sus cartas.

1
El teólogo G. Laad nos dice: el término “criado” antethrammenos “muy bien podría significar “educado
desde la infancia”, y expresar la pretención de que aunque hubiera nacido en Tarso, su familia se
trasladó a Jerusalén mientras aún era un niño, y toda su educación escolar se llevó a cabo en esa
ciudad”.
c) La utilización de la alegoría de los miembros del cuerpo humano.
d) Alguna cita2 que se recoge de su discurso en el Areópago, por ejemplo
la que dice: “Sí, estirpe suya somos”, tomada del poeta Arato de Solos.
En suma, aunque fuere cierto eso de que haya vivido unos pocos años hasta la
adolescencia, lo que es evidente, es que su cultura es la de un hombre de su
tiempo, no nos debemos olvidar que Pablo fue un judío de la diáspora, y terminó
siendo un habitante de tres mundos: judío, griego y cristiano.
El judaísmo de Pablo
Pablo describe su propia biografía ceñida al judaísmo en Fil. 3: 5-7. “Nos dice
que fue circuncidado al octavo día, del linaje de Israel de la tribu de Benjamín,
hebreo de hebreos; en cuanto a la ley fariseo; en cuanto al celo perseguidor de
la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley hallado irreprensible”
En hechos (22:3) se relata lo que fue parte de su educación, nos dice que fue
criado en Jerusalén y a los pies de Gamaliel, un miembro del sanedrín, y de la
rama moderada de los fariseos3.
En todas las ocasiones que menciona algo de su biografía, Pablo utiliza la
palabra griega Zelos transliterada al español. Dicha palabra, refleja el rigor con
él que defendía sus tradiciones y todo lo concerniente al cumplimiento de la Ley.
Y ese celo, fue lo que le llevó a convertirse en un acérrimo perseguidor de la
iglesia, porque no podía entender como un grupo de personas anunciaban la
resurrección de un crucificado (de un maldito) y no solo eso, sino que estas
personas también decían tener una correcta interpretación del judaísmo, tal
como se puede ver en el discurso de Esteban. Razón por la cual, el cristianismo
enfurecía a Pablo.
Antes de avanzar hacia el encuentro de Jesús con Pablo, me gustaría detenerme
en un paréntesis y hacer una breve reflexión.
En este tránsito de Pablo, que va desde el judaísmo hacia el cristianismo, hay
que hacer una distinción que me parece fundamental. La diferencia entre la
“creencia” y “fe”:
La creencia es el resultado de “la cohesión orgánica” de un determinado grupo
de personas, que se apoyan en un sistema de creencias (puede ser una
sociedad tribal, por ejemplo). Esas creencias, les permiten a tales grupos, ser
parte de una totalidad y de fijar costumbres y prácticas que le otorguen identidad.
En base a esto, la creencia consiste en retener y fijar la praxis.

2
Tres son las citas a las que alude Pablo: a) “Porque en el vivimos y nos movemos, y somos” (cita
implícita de Epiménides de Creta en su poema Minos s. Vi a. C); b) “porque linaje suyo
somos”(referencia a un verso del poeta Arato, en el s. III a. C.). La cita también puede encontrarse en
Cleantes, s. III a. C, en su Himno a Zeus.
3
Las escuelas rabínicas en la época de Pablo eran dos: Hillel quien había estudiado en Jerusalén, pero
venía de la sinagoga babilónica. El segundo fue Shamai, rabino rigorista, aristócrata y cercano al templo.
Por el contrario, la “Fe” es mucho más personal e interpela al sujeto a ser
dinámico, a romper con un cierto estatismo, aun si fuera en contra de sus propias
creencias.
En este sentido, la “Fe” es distinta de la creencia, pero también es cierto que
cuando la fe se estanca y se ubica en un estado de confort, tiende a convertirse
en una creencia.
Y digo esto, porque a grandes rasgos, lo que le sucedió al judaísmo antes de la
llegada del Mesías fue, que pasó de la “Fe” a la “Creencia”.
Si repasamos brevemente la historia del pueblo judío, podemos remontarnos
hasta el llamado de Abrahán, al cual se le dan una serie de promesas que
requieren de fe para su cumplimiento. Una fe que se debe ir trasladando de
generación en generación y con nuevos obstáculos a sortear. Pero a medida
que pasa el tiempo, su propia historia nos demuestra que el pueblo va perdiendo
poco a poco su fe, su dinamismo, y se van acomodado a las creencias de sus
pueblos aledaños.
Sus reiterados fracasos en seguir los mandamientos de Yahvé, desembocaron
en el cautiverio bajo distintos imperios, y esto no hizo otra cosa que empeorar
aún más la situación. Para no perecer bajo otras naciones, tuvieron que fijar su
sistema de creencias alrededor de la Torá y los ritos del Templo.
Cuando llegamos al comienzo del primer siglo, el sistema de creencias judío
sigue profundamente enquistado. Hasta que irrumpen en la historia, dos
personajes muy importantes, el último profeta del At y Jesús de Nazaret (el
mesías).
Es interesante que Juan el bautista y Jesús intentan dinamizar e interpelar a sus
compatriotas. Revitalizar esa fe que se había vuelto una creencia. Por eso su
mensaje es “arrepentíos el Reino de Dios se ha acercado”. Es decir, debían
volver a la naturaleza de lo que fue su fe, debían volver a la dinámica del “Reino
de Dios”, porque “el fin estaba cerca”.
Es en este contexto al que podríamos denominar: la “plenitud de los tiempos” en
el que aparece Saulo de tarso, y es interpelado por Jesús camino a Damasco
luego de su resurrección.
Los relatos del encuentro de Pablo con Jesús, aparecen en hechos de los
apóstoles en tres versiones ligeramente distintas. Y nos quedaría de la siguiente
manera:
Pablo se dirige hacia Damasco a buscar cristianos para meterlos en la cárcel.
Una luz del cielo los rodea, Saulo es confrontado por Jesús. Algunos de los que
iban con Pablo escuchan el sonido de la voz, pero no entienden lo que se dice.
A raíz del encuentro con el Cristo resucitado, pablo pierde momentáneamente la
visión.
A modo de reflexión, este es un claro ejemplo, de que el Cristo es el que viene
al encuentro de nosotros. Pablo creía estar en su verdad, su lugar de confort
eran sus creencias ancestrales. Pero a través del encuentro con el Señor,
comienza el camino de fe para Pablo.
Veamos un poco más de las características del judaísmo de Pablo:
a) Sin lugar a dudas, pablo era un ferviente monoteísta como es expresado
en Gálatas 3: 20 y Rom. 3:30. Donde afirma tajantemente que “Dios es
uno”
b) En sintonía con lo anterior, Pablo rechaza la religión pagana, sus cultos y
su extravío moral (Col. 2:8; 1Co. 10: 14-21; Ro. 1:26).
c) Pablo considera al AT como Escritura Sagrada (Ro. 1: 2: 4:3).
d) Por su educación en el rabinismo tenía en alta estima la Ley: a) por su
origen divino; b) por su carácter de santa y justa (Ro. 7:12) c) Por su
pedagogía antropológica (Ga. 3: 24).
e) Se encuentran alrededor de 93 citas del AT (LXX) en Pablo, de las cuales
26 se encuentran en Romanos. Pablo cita al Antiguo Testamento para
demostrar la continuidad de la “historia de la salvación” que ha sido
revelada a través de Cristo (el misterio).
Con respecto a la centralidad de Ley en Pablo, hay que decir que por mucho
tiempo dominó la interpretación de Pablo como un antijudío y quizá tengamos
que remontarnos hasta el mismo Marcion s. II d. C.
Pero, quizá sea prudente considerar que Pablo no cambió de religión (como
veremos más adelante), sino que luego del encuentro con Jesús, pensó que el
cristianismo era el verdadero judaísmo. En su teología, se ve claramente que él
no intenta abjurar del judaísmo, más bien considera que la llegada del mesías
ha abierto una nueva era para el judaísmo y eso implicaba una reinterpretación
de su antigua creencia.
Esta interpretación de Pablo –en cuanto al influjo judío en sus enseñanzas - se
pueden ver en algunas de sus cartas:
1) Comparte la idea escatológica de que Dios intervendría nuevamente en
la historia, establecería su Reino, y redimiría a Israel de sus enemigos.
2) De la literatura apocalíptica (siglo II) comparte su idea del “presente siglo
malo” y del “siglo que vendrá” (Ef. 1:21; Ga. 1: 4).
3) Pablo utiliza la expresión del “Dia del Señor” como un tiempo de juicio
para la tierra, expresión que retoma de los profetas del AT (Joel: 2:31;
Amós 5:18). En ese juicio se pondrá fin al “presente siglo malo”.
Volviendo al encuentro de Pablo con Jesús, podríamos profundizar lo siguiente:
a) si Pablo se convirtió a una nueva religión; b) si se inventó una nueva religión;
c) si recibió el llamado del Cristo como la continuación del verdadero judaísmo.
A la primera pregunta, podemos contestar que se nos hace muy difícil pensar
que un hombre tan devoto a sus creencias y tan aferrado al estudio de la ley y
sus tradiciones cambiara su forma de pensar tan radicalmente, como para pasar
de una religión a otra.
La segunda, de si Pablo creó una nueva religión, hay que decir que esto parte
de algunos presupuestos compartidos por un grupo de académicos
independientes y de teólogos liberales. Y como resumen del pensamiento de
estos estudiosos, podemos decir los siguiente:
a) El libro de los Hechos no es digno de crédito como para recuperar algo
cierto de la biografía de Pablo, por tanto, eso de que era fariseo y que
había estudiado en Jerusalén, quizá solo sea una mera leyenda.
b) El libro de los Hechos no coincide en absoluto con lo que relata Pablo de
su biografía en la epístola a los Gálatas, además está plagado de
contradicciones.
c) El cristianismo de Pablo es el vencedor, de un conflicto o escisión que
ocurrió en la iglesia primitiva, entre la iglesia de Jerusalén liderada por
Santiago y Pedro, y la iglesia de corte helenista fundada por Pablo. La
diferencia radical entre las dos iglesias estriba, en que la primera
consideraba a Jesús como un maestro de moral, mientras que la iglesia
helenista, idealizó al personaje, convirtiéndolo en el Hijo de Dios (es decir
realizó una apoteosis).
d) Los escritos de Pablos son solo 7 (Gálatas, Romanos, 1 y 2 Corintios,
Filipenses, Filemón, 1 Tesalonicenses). Por tanto, su pensamiento
teológico solo debe circunscribirse a estas cartas, las demás son escritas
por sus discípulos.
e) Para construir su teología, pablo bebe de las religiones mistéricas4 -
directa o indirectamente- sobre todo en lo tocante a dioses que mueren y
resucitan, y que ofrecen a través de un sacramento, una oferta de
salvación. La diferencia entre los cultos mistéricos y la doctrina de Pablo,
es que la del apóstol se ofrece gratis y para todo el mundo.
Probablemente estas ideas sobre Pablo, sean un poco anacrónicas al día de
hoy, puesto que grandes estudiosos como Larry Hurtado, James Dunn o N T
Wright, han tirado por tierra muchas de estas ideas. Pero, lo cierto es que se
siguen repitiendo por todos lados.
Además, es evidente que nosotros entendemos que el estudio de la vida de
Pablo o de cualquier personaje bíblico, es posible abordarlo desde el punto de
vista histórico y desde la vía de la fe. Aunque también aceptamos, que, por una
cuestión de metodología histórica, es factible abordar a un personaje solo desde
el rigor histórico. Pero, las fuentes cristianas no han nacido con la intención de
que solo sean vistas desde el punto de vista histórico. No nos olvidemos que los
académicos independientes y los teólogos liberales no son neutrales, sino que
tienen sus propios aprioris y su sesgo ideológico. Por tanto, sepamos respetar
las distintas maneras en cómo se puede abordar el estudio bíblico e histórico.
Lo más probable de acuerdo a nuestra humilde opinión, es que Pablo recibe una
revelación de parte del Cristo resucitado y que él la interpreta como la

4
La influencia griega la podemos encontrar en el siguiente vocabulario: sineydesis (conciencia), Ro. 2:15;
physis (naturaleza), Ro. 2:14; autarkes (autonomía), Fil. 4: 11; mysterion (misterio), Co. 1:26; teleios
(perfecto), 1 Cor. 13: 10. Aunque hay que dejar en claro que Pablo le da otro sentido a esos términos.
continuación del judaísmo, pero entendida esta, no como orientada hacia la
centralidad de la Ley, sino hacia la persona de Cristo, como aquél que ha
irrumpido en la historia para universalizar su oferta de salvación.
En este sentido, Pablo no se convierte a una religión, ni crea una nueva, sino
que recibe la vocación de ser enviado a misionar por ese mensaje universal,
donde también los gentiles son invitados a participar (injertados).
Paréntesis.
Se ha repetido mucho que el cambio de nombre de Saulo a Pablo (Hec. 13:1) se
debió a su conversión. Pero, lo más probable es que haya cambiado su nombre
por el hecho de que su predicación, estaba siendo enfocada al mundo
grecorromano, es decir, por razones estratégicas. Además, algunos estudiosos
afirman que el nombre Saulo les sonaba mal a los griegos, porque el adjetivo
“saulos” “se aplicaba a los individuos de tipo afeminado”.
En suma, Pablo no ha cambiado su judaísmo en absoluto, solo ha recibido una
vocación de parte de Jesús (al que Pablo ahora considera Mesías) para la
expansión de ese judaísmo que se había enquistado es sus creencias y en su
exclusivismo.
Por último, vamos a ver la Centralidad de su mensaje después de su vocación.
El Pablo helenista y cristiano
Dijimos hace un momento que Pablo era ciudadano de tres mundos (judaísmo,
helenismo y cristianismo). Y que esto se debía a que era un judío de la diáspora
inserto en el mundo grecorromano. Esto, desde el punto de vista de la fe, nos
muestra que Dios elige a Pablo como el sujeto más conspicuo y preparado para
expandir la fe cristiana. Por tanto, veamos algunas pinceladas de la centralidad
de su mensaje, ya como seguidor del mesías.
Sin lugar a duda, para Pablo su encuentro con Jesús significó un cambio radical
de comprensión y reelaboración de su antigua creencia. Y de antemano decimos
lo siguiente: las explicaciones psicologistas del porqué cambió tan tajantemente
su manera de pensar, tropiezan con la realidad de ver que aquí se trata de una
experiencia sobrenatural, a la cual se llega con los ojos de la fe.
No fueron sus estudios académicos ni la influencia de algún pensador lo que lo
hizo cambiar de rumbo, sino lo que le fue revelado por Jesucristo, algo que deja
bien en claro en la carta a los gálatas 1: 11-12: Pues quiero que sepáis,
hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el
hombre. Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por
medio de una revelación de Jesucristo.

En este contexto hay que entender a Pablo, con respecto a su desarrollo de la


teología, la nueva revelación de Jesucristo le hizo reformular su antiguo
judaísmo. Aunque tuvo otras experiencias que podríamos llamar “extáticas” ( 2
Cor. 12), no alude a ellas como información que deba trasmitir, solo aquella
revelación de Jesucristo que recibió camino a Damasco.
Veamos alguna de sus reformulaciones teológicas:
a) Cambia su concepto de justicia, comprende que el Mesías era el Dios de
los cristianos a los que antes el perseguía, por tanto, la justicia de Dios
debía extenderse a todo el mundo, pero ya no por las “obras de la ley” de
un solo pueblo exclusivista, sino que, a través de la fe puesta en el
mesías, todo hombre podía ser justificado. Pablo se dirige a los gentiles,
no solo por el rechazo de sus compatriotas, sino por la oferta universal
que contiene el ADN de ese mensaje. El Mesías ha muerto por los
pecados de todo el mundo por eso es “poder de Dios para salvación a
todo aquel que en él cree”.
b) Pablo conserva el “Celo” que tenía por la ley, pero reformulando su
alcance. Como dice en Romanos 3: 10, el apóstol entiende que sus
compatriotas no entendieron la justicia de Dios porque ellos hicieron con
la Ley su propio sistema de justicia, cuando en realidad lo que tenían que
hacer, era someterse a la justicia de Dios. La ley no debía ser un fin en sí
misma sino un medio que educa al hombre sobre lo que es el pecado,
pero que no tenía un fin salvífico en sí misma, sino que era un medio, para
que a través de la fe en Cristo el hombre alcanzara la justicia.
c) Pablo sigue manteniendo el concepto veterotestamentario de que Dios se
revela en la historia de los hombres y que tiene el control de ese devenir
histórico, el cual culminará con la segunda venida del Mesías. Por tanto,
Pablo no renuncia al concepto de “una historia de la salvación” que tiene
su punto culminante al final de los tiempos. Además, reconoce que, entre
la primera venida y la segunda, el cristiano se ve envuelto en un “presente
siglo malo” gobernado por el maligno que se opone al pueblo de Dios.
d) Pablo entiende que la resurrección y la exaltación de Cristo han abierto
una nueva era para la humanidad. La resurrección no es solo un evento
aislado del pasado ni del futuro (en cuanto a que seremos transformados).
La “primicia” que es Cristo, otorga esperanza y seguridad al creyente, a
tal punto de que, si ese acontecimiento histórico no fuera cierto, el
cristianismo quedaría reducido a la nada.
e) La victoria del mesías inyecta en el que cree, una potencia que lo anima
a vencer porque el mesías ya sometió a sus enemigos a través de la cruz
y la resurrección. Para Pablo, nosotros luchamos contra enemigos que en
el fondo ya están vencidos.
f) Pablo se remonta a los orígenes de la Torá para elaborar su
impresionante teología del “Viejo y Nuevo Adán”. El hombre ha sido
infectado por lo que solemos llamar “el pecado original” y como resultado
hemos obtenido la paga de la muerte. Todos hemos pecado en Adán por
eso necesitamos del Nuevo Adán que es Cristo. Porque si por un hombre
entró el pecado, por un hombre también seremos justificados (paráfrasis).
g) Pablo entiende que el don del Espíritu Santo que Dios le ha provisto a los
cristianos, es el pago, la garantía anticipada de esa culminación
escatológica que comienza con la resurrección como “primicia”.
h) Pablo enfatiza la importancia de la Nueva Vida en cristo, donde lo viejo ha
quedado atrás. Y es tan enfático en esto, hasta el punto de decir que no
le interesa recuperar al Jesús que vivió en la carne, sino al Cristo
resucitado, porque “ahora lo conocemos así”. Por tanto, aquel que recibe
por la fe al Cristo de Dios, es una “nueva criatura” “las cosas viejas
pasaron, ahora son hechas nuevas”.
i) Pablo se convierte en un misionero exitoso, forma comunidades
cristianas, y en su correspondencia hacia ellas, manifiesta la
preocupación que tiene, de que los cristianos no pierdan el enfoque en el
evangelio de Jesucristo.
Nota: hay que tener en cuenta que Pablo no escribe una teología sistemática
como muchos de nosotros tenemos en nuestra biblioteca. La doctrina de
Pablo se recoge de sus cartas y muchas de ellas son de carácter personal.
Por tanto, no se debe abusar del “argumento del silencio”, con relación a lo
que él no abordó.
j) Pablo se enfrentó con dos acérrimos enemigos del evangelio, los
judaizantes y la gnosis incipiente. Estas sectas tomaban algunos
elementos del evangelio, pero terminaban tergiversando su núcleo
principal. Por el lado de los judaizantes, faltaba añadir para tener un
evangelio superador, y del lado de los “gnósticos” el evangelio era solo
para unos iluminados, aunque hay que decir que las herejías a las que
Pablo combate tienen un sabor judeo-gnóstico. En este sentido, Pablo no
solo se ha convertido en un el apóstol a los gentiles sino en un adalid del
evangelio, al cual hay que conservar como un depósito muy valioso. Y lo
cierto es que podríamos decir con total seguridad, que Pablo tuvo éxito en
conservar el evangelio porque aun en el siglo XXI seguimos los cristianos
valorando sus doctrinas y estudiando su teología de origen divino.
Para terminar, Como resumen, podemos decir que Pablo fue un hombre que
habitó en tres mundos (el judío, griego y cristiano). Que había sido formado en
el judaísmo con la centralidad en la Ley pero que había nacido en Tarso, y esto
lo situaba dentro de la designación como judío de la diáspora. Su celo no solo
por la Ley, sino por las tradiciones de sus antepasados, lo hizo odiar al
cristianismo, por ser un movimiento que anunciaba la resurrección de un maldito,
de un hombre crucificado. Lo que más lo irritaba, era el ahínco que ponían los
cristianos en tener la verdadera interpretación del judaísmo. Pero, su encuentro
con el Cristo resucitado, significó para él, no un cambio de religión, ni tampoco
la creación de una nueva, sino la continuidad del verdadero judaísmo (aunque
sabemos que gran parte de judaísmo no aceptó al mesías ni siquiera al día de
hoy).
En suma, estas solo algunas de las pinceladas que podemos extraer de quien
fue el genio del cristianismo. El hombre que sigue desvelando a los
investigadores modernos tal como también lo ha hecho y lo sigue haciendo su
maestro: ¡JESUS EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS!
Bibliografía:
 LADD, G. “Teología del Nuevo Testamento” (Clie)
 CENCILLO, L. “La Psicología de la Fe” (Trotta)
 HELMUNT, K. “Introducción al Nuevo Testamento” (Sígueme)
 PIÑERO, A. “Guia para entender a Pablo de Tarso” (Trotta)
 ESTRABÓN “libro V” (gredos)
 Sagrada Biblia (LBLA)

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