Teorías Psicológicas II

Síntesis del Cap.VI del texto “Vivir a la manera existencial” De. E. Martínez Ortiz. Et. al.

El enmascaramiento existencial
Por Dra. Adriana Sosa Terradas

El concepto “enmascaramiento” alude a eventuales confusiones a las que nos pueden llevar los
síntomas del paciente si tenemos en cuenta sólo la dimensión biológica y/o psicológica del
consultante, y no la tridimensionalidad biopsicoespiritual, tal como plantea la Logoterapia de
Viktor Frankl.

La dimensión espiritual se caracteriza por múltiples atributos: es aquella dimensión que nunca
enferma debido a que es una potencialidad de manifestación; es inseparable del organismo
psicofísico dado que brinda unidad y totalidad a la persona humana siendo instrumentalizadora
del mismo; es conciencia de sí mismo y del otro en un proceso de trascendencia; es el origen de
los recursos existenciales de autodistanciamiento y autotrascendencia; es el centro de la
consciencia del amor, del arte, de la moralidad y de todas las manifestaciones específicamente
humanas.

Dado que la persona es unidad y totalidad, cada una de sus dimensiones (ser
biopsicosocioespiritual) se implican, causan y afectan entres sí.

A pesar de ser lo espiritual la única dimensión que no enferma es probable que partan desde ella
dificultades vinculadas a lo que ella implica: libertad, responsabilidad, captación de valores,
sentido de la vida, toma de decisiones, motivación ética, aceptación del sufrimiento, entre otras; y
que desde ella se infiltre a las demás dimensiones humanas.

La principal dificultad que emerge desde lo espiritual es la frustración de la orientación hacia el

sentido de nuestra existencia. Esta frustración existencial puede estar presente y que las otras 2
dimensiones funcionen adecuadamente o por el contrario puede tener un fuerte impacto al punto
de que origine alteraciones en los planos biológico y psicosocial (pej. adicciones, comportamientos
antisociales, ideación suicida, autolesiones, entre otras). Esta impregnación puede originar
diagnósticos erróneos y por ende líneas de intervención inadecuadas.

Como mencionáramos anteriormente, dado que la dimensión espiritual instrumentaliza las

restantes dimensiones para su expresión, así como una vida dotada de sentido repercute en
indicadores altamente positivos de salud mental y física, en el caso contrario es probable que la
frustración existencial repercuta en un mal funcionamiento de las restantes dimensiones.

El peligro es que el terapeuta poco avezado y/o que desconoce la posibilidad de una dimensión
existencial subsuma la misma a las otras 2 dimensiones originando un evidente proceso
iatrogénico.

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Entre las manifestaciones de conflicto que emergen de la dimensión existencial que pueden
manifestarse durante la psicoterapia encontramos:

- pobre conciencia de sí y de los otros;

- restricción del uso de una libertad responsable;
- dificultad en la captación de valores y sentido;
- reducida expresión de los recursos personales;
- conflicto en la toma de decisiones orientadas al sentido de la vida;
- dificultad en la aceptación del sufrimiento;
- sensación de vacío e inutilidad;
- pensamiento consumista y/o constante estimulación por la vía de los placeres sensibles;
- aburrimiento, apatía o indiferencia;
- distintos tipos de conductas compulsivas o adictivas (drogas, alcohol, sexo, trabajo, juego,
redes sociales)

Síntomas propios de la Depresión Noógena

La depresión noógena se produce como consecuencia del vacío existencial que no logra resolverse
y en ocasiones puede ser diagnosticada como un cuadro de depresión psicógena, ignorando el
terapeuta un posible desencadenamiento de la misma desde la dimensión existencial.

Algunos de los síntomas que aparecen pueden ser compartidos con otros tipos de depresiones,
pero otros nos permiten realizar un diagnóstico diferencial, p.ej: falta de interés e iniciativa;
pensamiento consumista y búsqueda desenfrenada del placer; aburrimiento; búsqueda de riesgos
innecesarios; falta de visión de futuro; frustración por sentir que se ha dejado “pasar la vida”;
inconformidad con el mundo o la sociedad en la que se vive sin comprometerse con ella; fantasías
de lo que “podría haber sido y no fue”.

Adicciones Noógenas

Son procesos adictivos fruto de un sentimiento de pérdida de algo/alguien valioso para la persona.
Se manifiestan a partir de pérdidas por duelo, jubilación o paro laboral, divorcios y separaciones.,
experiencias en las que la persona vivencia que “lo valioso” deja de estar.

¿Estilos de personalidad o falta de sentido?

Nuestra personalidad se expresa a través de diferentes rasgos más o menos estables a lo largo del
tiempo. Dichos rasgos suponen un estilo de afrontamiento de la realidad, que en tanto no se
rigidicen y le permitan a la persona seguir funcionando tanto adaptativa como satisfactoriamente
para sí y los otros, se mantienen como rasgo y no como trastorno.

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A continuación analizaremos 4 estilos de personalidad, destacando lo valioso que cada uno puede
tener pero cuestionando críticamente cuando lo que se supone valioso pueda enmascarar una
limitación.

Estilo de personalidad Valor Implicado Limitación posible

Evitativo prudencia Miedo de ser rechazado o

lealtad burlado

fidelidad

Dependiente genersoso Huye de ser abandonado

solidario Cede ante el conflicto por no

pacífico perder a aquél de quien depende

Obsesivo puntual Lucha por no ser visto como

ordenado incompetente, insuficiente o

responsable prescindible

Narcisista altruista Lucha porque lo admiren

generoso

abierto

Hoy sabemos que cualquier enfoque psicoterapéutico es eficaz en la medida en que ayude a los
pacientes al cambio o la aceptación.

Quien percibe la propia vida con sentido puede activar los procesos de cambio y aceptación ( y por
lo tanto hacer de la psicoterapia un proceso más eficaz) mucho mejor porque tiene un motivo de
fondo para poder hacerlo. Quien, por el contrario, percibe la propia vida como insignificante y sin

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sentido, no está motivado y no tiene un “para qué” comprometerse a cambiar o aceptar (y por lo
tanto convierte a la psicoterapia en más ineficaz). Por esto enfatizar el logos personal se convierte
en una precondición esencial para la eficacia de cualquier psicoterapia.

Para discutir:

¿Conoces ejemplos de casos en los que se haya producido por parte del terapeuta un
enmascaramiento existencial?

¿ Cómo imaginas que se puede esclarecer en la persona la diferencia entre un rasgo valioso y otro
limitante?

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