Sei sulla pagina 1di 194

Nº20 - Julio de 2020 / Revista online gratuita. www.egiptologia20.

es

Egipto y Chipre
el comercio en la Edad del Bronce

Egipto
y los Pueblos del Mar

El hombre y la muerte en Egipto


creencias y prácticas

Los Nubios
de esclavos a faraones de Egipto

La Pirámide
de Menkaura

VASOS
CANOPOS
Egiptología 2.0 | 1
Editorial
Bienvenidos al Nº 20 de la Revista Egiptología 2.0, corres-
pondiente al mes de julio de 2020. Un refrescante y veraniego
Dirección número, repleto de interesantes temas y grandes contenidos
Moisés González Sucías que esperamos disfruteís.
moibcn@hotmail.com
Abrimos este nuevo número con un artículo de Marco Antonio
Edición Loáiciga Vargas: ‘‘Vasos canopos: Hijos de un dios y protecto-
Moisés González Sucías (Barcelona). res para la eternidad’’.

Diseño gráfico y maquetación Los vasos canopos eran los recipientes donde se depositaban
David Claros Lozano las vísceras de los difuntos, lavadas y embalsamadas, para
mantener a salvo la imagen unitaria del cuerpo. Estos vasos
Jordi Romera Sevillano
se introducían en una caja de madera, o caja canópica, que,
durante el cortejo fúnebre, era transportada en un trineo.
Documentación
Sara López Caiz La denominación de vasos canopos es fruto de un error, pues
fueron asociados por los primeros arqueólogos con este tipo
Colaboradores de recipientes que poseían tapas con forma de cabeza hu-
Marian Romero Gil mana, hallados en la ciudad de Canopus, en el Bajo Egipto,
Bartomeu Egea Resino aunque no había ninguna relación entre ellos.
Marco Antonio Loáiciga Vargas
Lucía Avial-Chicharro Al principio, desde su aparición durante la VI Dinastía, se ce-
Julio López Saco rraban con una losa plana pero a principios del Imperio Nuevo
Luis Miguel Carranza Peco el tapón adquirió la forma de la cabeza del difunto y ya desde
finales, en época ramésida, la de la cabeza de cada uno de
Ildefonso Robledo Casanova
los genios que protegían el funcionamiento del órgano en el
José Antonio Moya Vargas cuerpo vivo.Llamados Hijos de Horus, protegían su contenido
Alberto A. Vela Rodrigo de la destrucción.
María Isabel Cubas Contreras
Marta Pérez Torres En la sección de entrevistas, hablaremos con Vicky Almansa,
Sandra Pajares Sotillo una joven estudiante del cuarto año de doctorado en Egipto-
Heródoto de Halicarnaso logía. Obtuvo su grado de Historia (Universidad de Sevilla,
Alfonso Daniel Fernández Pousada 2013) con una tesis sobre la Tumba de Meryra II en Amarna
realizando una nueva aproximación arqueológica-filológica al
ISSN: 2444-6254 monumento y sus textos. Obtuvo su máster ‘‘cum laude’’ en
Egiptología y Orientalística (Universidad de Pisa, 2015) con
www.egiptologia20.es una tesis sobre la voz pasiva en los Textos de las Pirámides.
https://www.facebook.com/egiptologia20
Bartomeu Egea nos hablará de una pequeña figura de Imho-
https://twitter.com/egiptologia20 tep conservada en el Museu de Menorca, conoceremos el co-
t.me/egiptologia20 mercio en la Edad del Bronce en Egipto y Chipre de la mano
de Lucía Avial-Chicharro, con Julio López Saco descubrire-
Egiptología 2.0 es una marca registrada. mos como fueron los inicios del arte en el Antiguo Egipto, Luis
Todos los derechos reservados. Esta publi- Miguel Carranza nos explicará todo sobre los denominados
cación no puede ser reproducida ni total ni Pueblos del Mar, Ildefonso robledo nos mostrará todo lo re-
parcialmente ni registrada o tramitada en nin- lacionado con el hombre y la muerte en el Egipto de los fa-
guna forma ni por ningún medio sin permiso raones, conoceremos a Kha y Meryt con Jose Antonio Moya,
previo por escrito de la editorial. Egiptología Alberto A. Vela nos hablará de Martín Almagro y el Comité
2.0 no se hace responsable de los juicios, crí- científico para la salvación de los tesoros de Nubia, María
ticas y opiniones expresadas en los artículos Isabel Cubas nos explicará como los nubios pasaron de es-
clavos a faraones de Egipto, conoceremos a la joven reina
publicados.
Ankhesenpatoon con Marta Pérez, Sandra Pajares Sotillo nos
desvelará todos los secretos de la pirámide de Menkaura y
Egiptología 2.0 ha hecho lo posible por locali- conceremos los principales dioses del pateón egipcio con He-
zar los derechos de autor de todas las imáge- ródoto de Halicarnaso.
nes. Cualquier posible omisión no es intencio-
nada y se agradecerá cualquier información Todo ello junto con nuestros contenidos habituales y un ar-
sobre los mismos. tículo especial de Alfonso Daniel Fernández: ‘‘De piedras y
de estrellas: Simbolismo de la alineación solsticial de la Gran
Contacto: egiptologia2.0@hotmail.com Esfinge de Guiza’’.

2 | Egiptología 2.0 Imagen de portada: Detalle de un conjunto de vasos canopos. Tercer Periodo Intermedio. 1069-
664 a.C. The Field Museum. | John Weinstein.
Sumario
6. Entrevistas - Vicky Almansa: ‘‘He sabido que quería ser egiptó-
loga desde que era pequeña’’.
Entrevistas - Vicky Almansa.
11. Testimonios del pasado - Figura votiva de Imhotep.

15. Momificación - Vasos canopos: Hijos de un dios y protectores


para la eternidad.

24. Historia - Egipto y Chipre: el comercio en la Edad del Bronce.

30. Arte - Los inicios del arte en Egipto: el Predinástico.


Historia - Egipto y Chipre: el comercio en la
36. Historia - Egipto y los Pueblos del Mar. Edad del Bronce.

43. Creencias - El hombre y la muerte en Egipto. Creencias y


prácticas.

53. Personajes - Kha y Merit: Una vida en el poblado de Deir


El-Medina.

59. Arquitectura - Martín Almagro Basch y el Comité para la salva-


ción de los tesoros de Nubia.
Arte - Los inicios del arte en Egipto: el
64. Historia - Los nubios, de esclavos a faraones de Egipto (Parte Predinástico.
I).

70. Personajes - Ankhesenpaaton, la Reina niña.

75. Arquitectura - La pirámide de Menkaura.

82. Mitología - Los principales dioses del panteón egipcio.

95. Especiales - De piedras y de estrellas: Simbolismo de la ali- Historia - Egipto y los Pueblos del Mar.
neación solsticial de la Gran Esfinge de Guiza.

173. Novedades Editoriales - Secretos del Antiguo Egipto / Cleo-


patra.

175. Noticias - Noticias destacadas del trimestre.

Creencias - El hombre y la muerte en Egipto.


Creencias y prácticas.

Historia - Los nubios, de esclavos a faraones de Egipto (Parte I).

Personajes - Kha y Merit: Una vida en el


poblado de Deir El-Medina.

Mitología - Los principales dioses del panteón egipcio. Arquitectura - Martín Almagro y el Comité
para la salvación deEgiptología |3
2.0Nubia.
los tesoros de
Los primeros enterramientos canópicos estaban des-
En portada tinados a contener los órganos desecados y venda-
dos, los que eran colocados en un cofre o en una
cavidad especialmente construida en la pared de la
cámara mortuoria.

Ya desde la dinastía IV se hizo común colocar el nicho


para estos enterramientos al nivel del suelo o de la
pared en dirección sureste repecto al extremo distal
del sarcófago en la cámara mortuoria. Estos primeros
nichos probablemente contenían cofres de madera,
aunque a finales de esta dinastía aparecen única-
mente los vasos canopos, con tapas planas o above-
dadas. Los primeros vasos canopos encontrados pro-
ceden de la tumba de la reina Meresanj III en Guiza,
durante el reinado de Menkaura (Micerinos).

A partir del Primer Período Intermedio las tapas de


los vasos comienzan a representarse con cabeza hu-
mana, en lugar de las características planas o abo-
vedadas del Reino Antiguo. Asimismo las vísceras
aparecen ocasionalmente cubiertas por máscaras de
encartonado también con cabezas humanas dentro
de los vasos. En este período, las figuras antropomor-
fas parecen haber representado al difunto, en vez de
a las divinidades menores protectoras de los órganos
como lo harían más adelante. Así lo demuestran los
textos colocados en los vasos y cofres, los que solo
contienen el nombre del difunto.

Ya a finales del Reino Medio se encuentra completo


el ajuar canópico: un cofre exterior de piedra, similar
al sarcófago; otro interior de madera, similar al ataúd;
ambos contentivos de los cuatro vasos de alabastro.
Durante la dinastía XVII se reemplaza el tradicional
cofre rectangular interior de madera por uno con as-
pecto momiforme; de igual modo el cofre exterior
comienza a albergar una fugura sedente de Anubis
Upuaut en la parte superior. A inicios de la dinastía
XVIII la decoración cambia nuevamente, enfocándo-
se en las imágenes de las cuatro diosas protectoras
y las cuatro divinidades menores, ahora con el cofre
exterior imitando una naos (altar).

También a finales de esta dinastía se produce el cam-


bio definitivo en las representaciones de las tapas de
los vasos canopos. Este cambio se produce por la
modificación durante el Imperio Nuevo de la icono-
grafía de tres de los cuatro seres divinos protectores
de las vísceras. De igual modo cambia la inicial iden-
tificación del vaso con el difunto por su identificación
definitiva con los cuatro hijos de Horus. El último ente-
Detalle de un vaso canopo. Museum of rramiento canópico real con vasos de cabeza huma-
Fine Arts, Boston. | Christian Skorik na fue el del rey Tutankhamon.
4 | Egiptología 2.0
www.egiptologia20.es

egiptologia20 #Egiptología20 @egiptologia20 @egiptologia20

¡Egiptología 2.0, siempre contigo!


Egiptología 2.0 | 5
Entrevistas
Marian Romero Gil

Vicky Almansa: ‘‘He sabido que


quería ser egiptóloga desde
que era pequeña’’.
E n este nuevo número de Egiptología 2.0 con-
tamos con la presencia de una joven promesa,
pero que no os engañe su juventud porque tiene un
curriculum impresionante.

Vicky es estudiante del cuarto año de doctorado en


Egiptología. Obtuvo su grado de Historia (Universi-
dad de Sevilla, 2013) con una tesis sobre la Tumba
de Meryra II en Amarna realizando una nueva apro-
ximación arqueológica-filológica al monumento y sus
textos. Obtuvo su máster cum laude en Egiptología
y Orientalística (Universidad de Pisa, 2015) con una
tesis sobre la voz pasiva en los Textos de las Pirá-
mides.

Está trabajando actualmente en una tesis doctoral


sobre los aspectos sociológicos e ideológicos de la
variación lingüística en las cartas privadas y docu-
mentos reales del Reino Antiguo, y la relación entre
cambio lingüístico y socio-político entre el final del
Reino Antiguo y el Primer Período Intermedio.

Vicky usa psicolingüística, sociolingüística, pragmá-


tica y lingüística digital entre otras aproximaciones
sociales y lingüísticas para determinar cómo identi-
dad social e ideología real está subliminalmente in-
troducida en la lengua de los textos del Reino Anti-
guo. Su investigación doctoral ha recibido distintos
Vicky Almansa Villatoro. | Vicky Almansa Villatoro. premios y becas dentro y fuera de Brown, como el

Theodore N. Romanoff Prize de ARCE-CAORC.

Tiene varias publicaciones científicas en egiptología e historia antigua desde estudios literarios, religiosos y
lingüísticos. Vicky está actualmente trabajando en la publicación de fragmentos de papiros inéditos del Reino
Antiguo del Brooklyn Museum. Su experiencia arqueológica y epigráfica empezó en 2007 como estudiante de
instituto.

Desde entonces ha participado en excavaciones arqueológicas en Egipto (Templo a Valle de Micerinos, Giza) e
Italia, y ha estudiado colecciones de escarabeos en Italia y España.

Vicky colabora en proyectos arqueológicos y filológicos con fuentes egipcias incluyendo el Giza Mapping Pro-
ject, y es miembro del equipo AERA. Ha enseñado egiptología en el Museo Egizio de Turín, Brown University y
la Universidad de Arizona.

6 | Egiptología 2.0
Vicky Almansa Villatoro. | Vicky Almansa Villatoro.

Vicky Almansa Villatoro, bienvenida a nuestra re- menor conocimiento de culturas antiguas cuyos
vista. sistemas de escritura aún no están completamente
descifrados, como la Minoica.
¡Muchas gracias! Un placer charlar con vosotros.
¿Cuándo fuiste por primera vez a Egipto y como
Vicky, ¿Que fue lo que hizo que te picara el gu- fue, que impresión te llevaste al ver el país de los
sanillo de la egiptología? faraones?

Pues la verdad es que no recuerdo. He sabido que Aunque siempre fue mi sueño, por distintos moti-
quería ser egiptóloga desde que era pequeña. Los vos no pude ir a Egipto hasta muy recientemente,
primeros libros que he leído en mi vida han sido li- en 2019 cuando empecé a excavar en Giza. ¡No he
bros sobre el antiguo Egipto, desde aquellos con estado nunca en Egipto de turista! Cuando íbamos
contenido infantil, hasta enciclopedias. Uno de los aterrizando en el avión, después de 12 horas de vue-
primeros libros con inspiración egipcia que recuer- lo desde Nueva York, recuerdo ver ese color entre
do haber leído es el de Astérix y Cleopatra que me rojizo y anaranjado, que los egipcios describieron
regaló mi abuelo. ¡Todavía hoy, soy una gran fan de mucho mejor que yo con la palabra dSr (desher),
Astérix! acercándose cada vez más. Yo estaba en los asien-
tos del medio, e intentaba como podía mirar hacia
¿De donde viene tu interés por la filología? la ventana más cercana (¡con lágrimas en los ojos!),
hasta que una mujer me notó, y teniendo el sitio a
Creo que el mejor modo de entender una civilización su lado vacío, me invitó a sentarme allí. No se me
antigua es a través de lo que nos pueden decir ellos olvidará nunca ese momento tan mágico.
mismos. Es decir, lo que dejan por escrito en sus
textos. No podemos decir que la egiptología nazca Lo primero que vi del Egipto faraónico fueron las
como tal hasta que Champollion no descifrase los pirámides de Giza, desde el coche de Mustafá, uno
jeroglíficos egipcios, y tenemos de hecho mucho de los conductores que trabajan para AERA. Le pre-

Egiptología 2.0 | 7
Vicky Almansa Villatoro. | Vicky Almansa Villatoro.

gunté si uno se podía acostumbrar alguna vez a ver Merer!


las pirámides todos los días.
Acudí a la charla junto con mi supervisor de tesis,
En tu presentación hemos visto que eres miem- James P. Allen, y algunos compañeros de Brown. Mi
bro del equipo AERA (Ancient Egypt Research As- profesor me presentó a Mark diciendo algo así como
sociates), el director de este grupo y del proyecto “esta es Vicky Almansa, trabaja en el Reino Antiguo
en el que estáis trabajando en las pirámides es y tiene un gran talento leyendo epígrafes minúsculos
Mark Lehner, ¿Como le conociste y cómo surgió porque ha estudiado escarabeos. No ha estado nun-
la oportunidad de entrar a formar parte de este ca en Egipto”.
equipo?
La presentación llamó la atención de Mark porque
Conocí a Mark Lehner en el Museum of Fine Arts de en los yacimientos que excava se han encontrado
Boston. Acudió a dar una charla allí junto con Pierre numerosas marcas de sellos del Reino Antiguo, tan
Tallet en 2018 como motivo del descubrimiento de pequeños y difíciles de leer como los escarabeos.
los papiros de Wadi el Jarf con el diario de Merer Así nos intercambiamos emails y fuimos concordan-
(inspector en la construcción de la Pirámide de Ke- do que me uniría al proyecto desde el año siguiente
ops), y las implicaciones que estos textos traían a la para trabajar en sellos. Al final, por distintos motivos,
arqueología alrededor de las pirámides. no pude trabajar en esos objetos en 2019, pero me
uní al equipo arqueológico, y me gustó tanto que allí
El MFA de Boston era una localización excelente seguí al año siguiente.
para esta conferencia, ya que allí se encuentra una
de las mayores colecciones de arte del Reino Anti- ¿Cuál es tu trabajo en la meseta de Guiza?
guo del mundo, con objetos provenientes principal-
mente de las excavaciones de George Reisner (Uni- Soy arqueóloga, y como tal, excavo, superviso a
versidad de Harvard) en Giza. Estos objetos incluyen los trabajadores, tomo fotografías, dibujo y preparo
el famoso busto del príncipe Ankhaf, ¡quizás el mis- modelos 3D con fotogrametría, y asisto en la prepa-
mo Ankhaf que aparece mencionado en el diario de ración y publicación de la campaña. Me uní a la cam-

8 | Egiptología 2.0
paña para excavar el templo a valle de Micerinos, un mo. Encontramos miles de huesos (principalmente
templo creado en la IV dinastía y con ampliaciones de ternera) y cuchillos de sílex, así como una bar-
posteriores hasta la VI dinastía. El templo fue exca- ba faraónica (sin duda, parte de alguna tríada aún
vado hace mas de cien años por George Reisner, por descubrir) que debió escapársele a Reisner. Los
quien halló numerosos documentos artísticos y tex- huesos y cuchillos son evidencias de consumo de
tuales de gran valor para nuestro conocimiento de carne proveniente de la zona central del templo,
vida religiosa y cotidiana del Egipto del Reino An- donde sacerdotes y trabajadores del templo vivieron
tiguo. Entre otras cosas, Reisner encontró en este durante siglos. A medida que Reisner excavaba las
templo las célebres tríadas de Micerinos que repre- casas del patio central del templo, iba depositando
sentan al faraón junto a Hathor y la personificación la tierra que levantaba sobre la parte occidental del
de un nomo egipcio. templo para cubrirla. Por ese motivo encontramos en
la parte occidental restos de la parte central.
Trabajamos todos los días menos los viernes, que es
día festivo en Egipto. Usamos una metodología de Para darnos cuenta de este detalle, y no confundir
excavación y registro muy precisa y estricta, la del el análisis espacial del templo, teníamos que con-
Museum of London Archaeology. Concretamente, sultar regularmente los viejos diarios de excavación
las dos últimas campañas nos hemos concentrado de Reisner. Es posible que estos huesos, comple-
en la zona sudoccidental del templo, que estaba tamente desechados por Reisner, sean una de las
completamente cubierta de arena cuando empeza- pruebas arqueológicas más claras del pago de la
mos a excavar, y ahora tenemos distintos niveles de administración central, el faraón, a sus trabajadores
arquitectura del cuarto milenio a.C. con varios met- a cambio de los servicios que prestaban en el culto
ros de altura. real.

¿Cuáles son los resultados que habéis obtenido ¿El equipo tiene alguna meta en este proyecto?
hasta ahora en este proyecto? Queremos decir ¿sabéis que podéis encontrar
algo que hasta ahora no habéis encontrado?
No podemos hablar de descubrimientos que no
hayan sido reportados al Ministerio de Turismo y En este respecto una de las frases favoritas de Mark
Antigüedades de Egipto y debidamente publicados Lehner es “no estamos buscando cosas. Estamos
primero, así que no puedo mencionar nada del 2020, buscando información”. Reisner fue un arqueólogo
por desgracia. En 2019 nos reencontramos con un increíblemente impecable para su época. Pero esta-
templo perfectamente conservado, con habitaciones, mos hablando de arqueología a principios del siglo
suelos, y niveles. Excavamos en profundidad has- pasado. Cuando Selim Hassan brevemente excavó
ta el llamado “hoyo de los ladrones” donde Reisner el templo en los años 30 encontró un nivel de la di-
encontró la famosa díada de Micerinos y una mujer nastía V que Reisner no notó.
desconocida (quizás su mujer o su madre).
La relación estratigráfica entre distintos niveles de ar-
En su diario de excavación, Reisner escribe que en- quitectura tampoco está bien registrada por Reisner,
contraron numerosos más fragmentos de estatuas quien además estaba principalmente interesado en
en el hoyo, pero debido a la condición lodosa de la objetos que pudiesen atraer la atención de museos
zona, tuvo que abandonar la excavación, aún con- occidentales, como estatuas. Sellos con nombre y
vencido de que más fragmentos se podían hallar allí títulos de funcionarios del Reino Antiguo, huesos de
mismo. Encontramos el hoyo justo al final de la cam- animales, y cerámica fragmentaria todavía están a la
paña, así que no tuvimos tiempo de concluir nuestra espera de ser registrados y analizados.
investigación completamente hasta el año siguiente.
En cuanto a cultura material, encontramos más de En muchos casos, Reisner simplemente no vio es-
100 kg de fragmentos de alabastro en una sección tos objetos pequeños, ya que por aquel entonces no
fuera de la muralla del templo, muchos de ellos prob- era costumbre cribar los depósitos como nosotros sí
ablemente partes de estatuas, y algunos con por- hacemos ahora. Además, AERA quiere entender la
ciones de inscripciones jeroglíficas (cartuchos). relación y movimientos de población entre los dis-
tintos yacimientos habitados en el Reino Antiguo en
En otra zona del templo al este de la muralla re- Giza: Heit el Ghurab (la ciudad de los trabajadores
movimos la arena que Reisner había depositado de las pirámides), la aldea de Khentkaues, y la del
intencionalmente para cubrir el templo y evitar que templo a valle de Micerinos, todas zonas arqueológi-
este se deteriorase durante los años que perman- cas dentro de la concesión de AERA.
ecería abandonado. En esta arena encontramos una
gran cantidad de material en el que Reisner no es- ¿Es muy complicada una excavación en la mese-
taba interesado, pero que en realidad es valiosísi- ta?

Egiptología 2.0 | 9
La meseta de Giza es uno de los lugares más visit- ular actualmente era que la palabra debía significar
ados de Egipto, y somos muy privilegiados al poder otra cosa, ya que el hierro en el tercer milenio es
excavar a los pies de las pirámides. El yacimiento no extremadamente raro, y los Textos de las Pirámides
tiene complicaciones especiales como, por ejemplo, mencionan tronos de hierro, que los egipcios segur-
algunas zonas de Sudan que están parcialmente in- amente no podían fabricar por aquel entonces.
undadas. Sin embargo, y como los yacimientos que
excavamos tienen potencial de apertura al turismo, En mi artículo demuestro que el signo N 41 (que se
hay que tratar la arquitectura con especialmente lee como bjA) en los Textos de las Pirámides sig-
cuidado. La arqueología siempre es destructiva, ya nifica “hierro”, y representa la visión del cielo en los
que sondeos y secciones pueden crear un daño per- Textos de las Pirámides como un recipiente de hierro
manente e irreversible (por eso la fotografía y dibujo que contiene agua, y a su vez representa el útero
son fundamentales en estos proyectos), pero cuando de Nut en el que el faraón debe renacer. A medida
se excava un edificio que en algún momento podría que leía más sobre el argumento, y consultaba con
abrirse al público hay que tomar decisiones complica- expertos de distintos campos, encontraba más evi-
das que comprometen investigación y conservación. dencias que hacían que todo encajase. Fue una in-
Aunque estoy segura de que este tipo de problemas vestigación preciosa de realizar, y una satisfacción
se pueden presentar en cualquier yacimiento. enorme recibir la aceptación del Journal of Egyptian
Archaeology.
¿Que significa para ti estar trabajando en un proyec-
to tan importante y con una persona de la relevan- ¿Qué proyectos tienes próximamente?
cia de Mark Lehner?
¡Muchos! Además de publicar algunos descubrimien-
Pues es una experiencia maravillosa. El yacimiento tos de mi tesis doctoral, tengo que seguir trabajando
está particularmente legado a mi tesis doctoral, ya en sus siguientes capítulos. Tengo varias colabora-
que dos decretos reales aparecieron entre el templo ciones pendientes con colegas, seguir excavando
a valle y el templo funerario de Micerinos. Es una en Giza, enseñar más cursos en Brown, y realizar
oportunidad única de interactuar con el contexto ar- visitas de investigación a museos en distintas partes
queológico de algunos de mis documentos. Además, del mundo que conservan decretos reales. Además,
la posibilidad de colaborar con Mark Lehner, que es llevo varios años trabajando en la publicación de los
un profesional maravilloso, me está proporcionando fragmentos de papiro inéditos del Reino Antiguo del
una formación de 360 grados en la arqueología e Brooklyn Museum (Nueva York).
historia del Reino Antiguo, así como abriendo puer-
tas a futuros proyectos. Vicky, muchísimas gracias por esta entrevista y de-
jar que te conozcamos un poquito más.
Hace poco, conocímamos la noticia de que has de-
scubierto que una de las creencias religiosas de ¡Siempre, gracias a vosotros por haberme invitado!
los egipcios era que el cielo era un recipiente de
hierro que contenía agua y que podían caer trozos
a la tierra en forma de meteoritos, por lo que has
llegado a la conclusión de que conocían su ex-
istencia y que provenían del espacio, 1.000 años
antes de lo que se pensaba. ¿Como ha sido ese Sobre el autor
descubrimiento?
Marian Romero Gil fue Directora, productora y presen-
Empecé a trabajar en ese proyecto durante mi prim- tadora, durante cuatro años, del programa de radio
online: ‘’Las enseñanzas de Maat’’, donde podrás en-
er año de doctorado, justo después de estudiar
contrar todo tipo de temas relacionados con el antiguo
sumerio. La idea partió de las palabras para “hierro”
Egipto y la Egiptología.
en sumerio, que contienen el signo para “cielo”. Ya
conocía la palabra bjA n pt del Reino Nuevo egip- Desde el año 2014 dirige el proyecto web, ‘‘Las ense-
cio que significa “hierro” y se traduce como “el metal ñanzas de Maat’’, donde podrás encontrar: noticias,
del cielo”. Decidí investigar textos contemporáneos novedades editoriales relacionadas con el antiguo
a las primeras atestaciones textuales del hierro en Egipto, información sobre conferencias y cursos, artí-
sumerio (tercer milenio), es decir, los Textos de las culos especializados, novedades editoriales...etc.
Pirámides. En el Reino Antiguo el compuesto bjA
n pt no existía, pero se encuentra la palabra bjA, Enlaza con el autor
comúnmente traducida como “cobre” o simplemente
“metal”. Aunque algunos egiptólogos propusieron el
significado de “hierro” para bjA, la corriente más pop-

10 | Egiptología 2.0
Testimonios del pasado
Bartomeu Egea Resino

Figura votiva de Imhotep


Localización: Museu de Menorca (Mahón, Me-
norca - Islas Baleares, España).

Nº Invetario: 19999.

Objeto: Estatua / escultura.

Material / soporte: Bronce.

Técnica: Fundición / molde.

Dimensiones: 45 x 150 m.

Datación: VII - VI a.C.

Historia del Objeto: La figura de Imhotep deifica-


do fue descubierta en el poblado Talayótico de la
Taula d’en Gaumes (Torre de Galmés), cerca de
Alaior, al lado de la ciudad de Mahón, en la isla
Gimnésia pequeña; Menorca.

Catalogador: Antigüedades Egipcias y Próximo


Oriente.

E n 1974 los arqueólogos hicieron el hallazgo de


una magnifica figura en bronce del Visir y gran
sacerdote de Ptah, arquitecto, astrónomo y médico,
dentro de una cista de piedra. Se encontró junto con
una espátula o bisturí de bronce.

Imhotep, que vivió en Egipto durante la III dinastía. El examen técnico de su producción nos dice que se
hizo en molde, no a la cera perdida.
Su prestigio era tan grande, que su fama llegó hasta
los griegos, que lo conocían como Imutes y le asimi- Figura masculina sedente de bronce. Los ojos tienen
laron a su dios Asclepios, el Esculapio romano. incrustaciones de oro, lleva falda de pliegues, un co-
llar rico y ancho, torso desnudo y sandalias.
La figura de Imhotep deificado fue descubierta en el
poblado Talayótico de la Taula d’en Gaumes (Torre En el rollo de papiro que lleva sobre la falda se lee,
de Galmés), cerca de Alaior, al lado de la ciudad de en la primera línea: ‘‘El que viene en paz’’.
Mahón, en la isla Gimnésia pequeña; Menorca.
En la segunda línea: ‘‘Imhotep, dos veces adorado,
Según (Fernández-Miranda 1981) su llegada a Me- hijo de Ptah, nacido de Hrdw-nh’’.
norca se podría datar en el Talayótico III (800-450
aC.). El tipo de letra del texto jeroglífico es de época he-
lenística.
Ahora la podemos contemplar en las vitrinas del Mu-
seu de Menorca, al tiempo de otros objetos de icono- Imhotep médico
grafía egipcia de indudable interés.
La importancia de la medicina egipcia se traduce en
Encontrada durante las excavaciones dentro del re- la figura de Imhotep, considerado como el fundador
cinto de la Taula d’en Gaumes en el lateral izquierdo de la medicina egipcia, y autor del papiro Edwin Smi-

Egiptología 2.0 | 11
th acerca de curaciones, dolencias y observaciones
anatómicas. La concepción mítico-religiosa de la en-
fermedad, en el Egipto de Imhotep, conducía a un
enfoque mágico-religioso y empírico a la terapia mé-
dica. Es decir, una combinación de ritos, prácticas
quirúrgicas y un extenso recetario farmacológico.

También se registran algunos intentos de racionali-


zación, como los que se aprecian en el papiro Smith,
que describe 48 casos clínicos sin mencionar causas
ni tratamientos mágicos y aportando un enfoque ra-
cional sobre el tratamiento de ciertas enfermedades
y las heridas.

En este texto Imhotep recomienda el uso de vahos


de opiáceos como anestésico. Describe observacio-
nes anatómicas, el examen, diagnóstico, tratamiento
y pronóstico de numerosas heridas con todo detalle.

Los tratamientos son racionales, y en un solo caso


se recurre a remedios mágicos. El papiro contiene
las primeras descripciones de suturas craneales, de
la meninge, la superficie externa del cerebro, del lí-
quido cefalorraquídeo, y de las pulsaciones intracra-
neanas. Imagen del lugar de hallazgo de la figura de Imho-
tep. | Bordoy, 1974.
Según un grabado de una losa sepulcral en Saqqa-
de unos mil quinientos metros de perímetro, constru-
ra, Imhotep preconizaba la aplicación de presión en
yó diversas edificaciones como decorado, y hacia el
las arterias carótidas para calmar el dolor de cabe-
centro erigió una pirámide de seis gradas con una
za, al disminuir el flujo de sangre al cerebro. Imhotep
altura de sesenta metros. A su vez, se excavó en
afirmaba que el pulso era un índice del corazón y de
la roca del terreno, bajo la pirámide, la que sería la
las condiciones del enfermo.
tumba de Dyeser (Zoser) y un conjunto de galerías
para almacenar miles de vasijas funerarias, muchas
Imhotep arquitecto
grabadas con los nombres de sus predecesores.
Imhotep fue el autor del complejo funerario de la “Pi-
Imhotep como Dios
rámide Escalonada” de Saqqara, cerca de Menfis​
en tiempos del rey Dyeser (2650 a.C.).​La pirámide
Durante siglos, los egipcios consideraron a Imho-
necesitó la extracción, transporte y montaje de mi-
tep como el dios de la medicina y la sabiduría y se
les de toneladas de piedra caliza, desafío notable ya
le representa sentado, como a los escribas, con un
que tal material nunca se había utilizado en grandes
papiro desplegado sobre sus rodillas, tocado con un
construcciones, para las que se usaban ladrillos de
casquete. Ciertamente, en la época de Tolomeo fue
adobe, fáciles de hacer y baratos.
elevado a rango de dios.
Un gran problema técnico era el peso de la piedra:
En el Imperio Nuevo fue venerado como patrón de
Imhotep lo solucionó en parte usando bloques re-
los escribas y deificado en el periodo tardío de Egip-
lativamente pequeños, más fáciles de transportar y
to, para lo cual fue identificado con Nefertum, hijo de
manejar.
Ptah y Nut. Posteriormente se le vinculó al dios Thot
-una práctica común en el Antiguo Egipto-.
Por otra parte, las columnas son decorativas o están
adosadas a los muros, sin sustentar mucho peso.
Su veneración como protector de los escribas se
Hay que tener en cuenta que en esta época el metal
debe a una de sus grandes innovaciones relaciona-
utilizado en herramientas era el cobre, poco adecua-
da con mejora de la escritura gracias a la utilización
do para estos trabajos.
de una tinta más eficaz hecha a partir de ahumar el
agua, procedimiento que fue incorporado por otras
Tuvo que organizar todo el proceso de construcción,
culturas y civilizaciones posteriores.
controlar el trabajo de cientos de obreros, y realizar
la primera ciudad funeraria: rodeada por una muralla
Su culto principal estaba en Menfis. También fue ve-

12 | Egiptología 2.0
nerado en Tebas, File y Deir el-Medina en la época ptolemaica junto a Hathor, Maat, y Amenhotep (hijo de
Hapu), otro ingeniero deificado. Su prestigio era tan grande, que su fama llegó hasta los griegos, que lo cono-
cían como Imutes y le asimilaron a su dios Asclepio, el Esculapio romano.

Figura votiva de Imhotep. Museu de Menorca. | Museu de Menorca.

Egiptología 2.0 | 13
14 | Egiptología 2.0
Momificación
Marco Antonio Loáiciga Vargas

Vasos canopos: Hijos de un


dios y protectores para
la eternidad
U na de las principales creencias funerarias del Antiguo Egipto, era la preservación del cuerpo de la persona
fallecida como requisito necesario para asegurar la continuación de la existencia en el más allá. Como es
lógico, el proceso de momificación estaba estrechamente asociado con dicha creencia, no obstante, debe te-
nerse presente que la momificación incluía no solamente el tratamiento y embalsamamiento del cuerpo como
tal, sino también en muchísimos casos, implicaba también la evisceración y en consecuencia, la conservación
de algunos órganos especialmente apreciados por los antiguos egipcios.

Es aquí justamente donde entran en escena los recipientes denominados “vasos canopos” (o también cano-
pes, según el Diccionario de la Lengua Española), siendo que estos, como se explicará en el presente artículo,
cumplían la función de almacenar y proteger algunos de los órganos del fallecido una vez extraídos del cuerpo,
para que este a su vez, pudiera utilizarlos en el más allá.

Ahora bien, los vasos canopos como elementos básicos del equipamiento funerario del Antiguo Egipto, tuvieron
un interesante desarrollo a lo largo de la extensa historia de la civilización egipcia, que se refleja no solo en
sus formas e inscripciones, sino también en las creencias asociadas directamente con ellos. A continuación, un
breve recorrido por esta historia.

Vasos canopos de la Dinastía XXVI. | University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology.

Egiptología 2.0 | 15
La momificación y los vasos canopos tracción del contenido del abdomen a través de una
incisión realizada en el costado del cuerpo (general-
Antes de iniciar propiamente con el análisis de los mente en el costado izquierdo según se desprende
vasos canopos, debe estudiarse aunque sea breve- de investigaciones más recientes); este método ex-
mente la práctica funeraria que les da sentido, esto plicado por Heródoto, es muy similar al que podría
es, la momificación. llamarse “clásico” o de la Dinastía XVIII que además
implicaba que ciertos órganos eran lavados, tratados
Si bien el origen de la momificación es un tema que
por aparte, envueltos y puestos en unos recipientes
escapa de la finalidad del presente artículo, resulta
en específico (Ikram, 2003). Los órganos, como es
necesario indicar que tradicionalmente se ha creído
de suponerse, también resultaban necesarios para
que la momificación artificial data del periodo dinás-
la continuación de la existencia en el más allá, con lo
tico (a partir de la unificación del Alto y Bajo Egipto),
cual, no es de extrañar que se les prestara especial
siendo esta una consecuencia del deseo de los an-
atención dentro del proceso de momificación.
tiguos egipcios de preservar el cuerpo de sus muer-
tos, de la misma manera que en tiempos predinás- Sin embargo, no todos los órganos eran conserva-
ticos, los cadáveres eran momificados de manera dos; algunos permanecían dentro del cuerpo (como
natural por el desierto; no obstante, excavaciones por ejemplo el corazón) o bien, eran descartados del
recientes han encontrado evidencia asociada al pe- todo (como era caso del cerebro), generalmente se
riodo de Nagada II (período predinástico), en cuanto apartaban el hígado, los pulmones, el estómago y
a intentos de preservar de manera artificial el cuerpo los intestinos, aunque el criterio exacto para la selec-
incluyendo posible evisceración (Ikram, 2003). ción de los órganos a eviscerar no necesariamente
coincide en todos los casos, siendo que en algunos
cuerpos los pulmones se ha encontrado dentro del
cuerpo del fallecido, para citar un ejemplo (Bouman,
Habicht, & Rühli, 2015).

Ahora bien, para efectos prácticos del presente artí-


culo, lo que interesa tener presente en relación a la
momificación es que, como parte de este elaborado
proceso, se incluía la extracción y tratamiento de al-
gunas vísceras que eran consideradas como nece-
sarias para la continuación de la existencia en el más
allá, de la persona fallecida. Sin embargo, la mera
Cuerpo naturalmente momificado conocido como
extracción no resultaba suficiente, sino que además,
“ginger” debido al tono rojizo de su cabello. Periodo
las vísceras debían ser almacenadas cuidadosa-
de Nagada II. | British Museum.
mente en contenedores especialmente concebidos
Más allá de si la momificación artificial comenzó en para esta función, que en la actualidad conocemos
el dinástico o anteriormente, lo cierto es que esta como “vasos canopos” y que aseguraban la protec-
ya formaba parte desde tiempos primigenios de las ción de estos órganos.
creencias funerarias del antiguo Egipto. En esta lí-
nea, los egipcios consideraban que el cuerpo de la Como dato curioso, los vasos canopos eran utiliza-
persona fallecida debía ser preservado, para que de dos no solamente en enterramientos de humanos,
esta forma, el espíritu de su dueño tuviera a dónde por el contrario, se ha encontrado evidencia de la
regresar, extraer el sustento de las ofrendas que se utilización de vasos canopos en animales; siendo un
le presentaban y por ende, de seguir existiendo en el excelente ejemplo de lo anterior, los enterramientos
más allá (David, 2002). de algunos de los toros sagrados Apis y Mnevis que
dentro de su ajuar funerario incluían contenedores
Curiosamente, los antiguos egipcios dejaron poca para sus vísceras (Ikram, 2003).
información al respecto de los detalles de la momifi-
cación, y salvo algunas referencias propias, son las Canopo: De héroe griego a guardián egipcio
fuentes clásicas como Diodoro Sículo y en especial
Estos contenedores formaban parte de todo un equi-
Heródoto de Halicarnaso, quienes dan una mayor
pamiento funerario que incluía no solamente los va-
descripción del proceso de momificación (Ikram,
sos canopos como tal, sino también en la mayoría
2003), teniendo presente claro está, que se trata de
de los casos (aunque no necesariamente siempre)
fuentes, no necesariamente de primera mano (o in-
una caja canope para alojar los vasos canopos y en
clusive ni de segunda o tercera).
otros supuestos, ataúdes miniatura para vísceras,
Según Heródoto, el más completo de los procesos por ejemplo (Bouman, Habicht, & Rühli. 2015). Así,
de momificación implicaba entre otras cosas, la ex- el término en general “canopo” se asocia con todos
estos elementos que protegían vísceras, aunque a

16 | Egiptología 2.0
Vaso canopo representado a Hapy. 664-525
a.C. | Metropolitan Museum of Art. Egiptología 2.0 | 17
su vez el concepto de “vaso canopo” propiamen- duraderos como calcita, caliza, porcelana, etc. Inclu-
te dicho, se vincula más con los contenedores que sive, se han encontrado casos de combinación de
protegían los ya mencionados, hígado, pulmones, materiales, como sería el contenedor propiamente
estómago e intestinos. de un material, mientras que la tapa podía ser de otro
distinto. Como sucede con los cuatro vasos canopos
Así entonces, cuando se habla de vaso canopo, se identificados con el número de museo EA59197 del
hace referencia exclusivamente al contenedor que Museo Británico, al ser el contenedor de calcita,
protegía los cuatro órganos vitales antes menciona- mientras que las tapas fueron hechas de madera.
dos, una vez removidos del cuerpo (Li, 2010), más
allá de que exista todo un equipamiento canopo aso-
ciado. Si bien no existe un término egipcio específico
para referirse a estos contenedores, los egipcios se
referían de manera general a ellos como qebu en wt
es decir, “frascos de embalsamiento” (Ikram, 2003).

Por lo tanto, si los egipcios se referían a ellos de esa


manera, ¿por qué entonces son llamados “canopos”
en la actualidad? La historia detrás del origen del tér-
mino moderno es un reflejo del sincretismo de las
culturas griega y egipcia, propio de periodos tardíos
de la historia del Antiguo Egipto.

Según Salima Ikram, el término proviene de una


confusión ocurrida, cuando estos contenedores fue-
ron tomados por una representación de Osiris muy
Juego de vasos canopos de la Dinastía XXI.
popular en la ciudad de Canopus, un puerto cercano
| British Museum.
a Alejandría, en la cual el dios tomaba la forma de un
vaso con cabeza humana; a su vez, el término “Ca- Desde el Reino Antiguo (ca. 2686 – 2181 a. C) tene-
nopo” en nuestro idioma, proviene del héroe griego mos registros arqueológicos de vasos canopos, aun-
del mismo nombre, piloto del barco del rey Menelao que como se verá, estos son lo que podría llamarse,
y quien según la leyenda, murió en dicha ciudad. Así una versión originaria de los que fueran realizados
pues, los primeros investigadores europeos asocia- cientos de años después. Sin embargo, el hecho
ban los vasos con cabezas humanas a esta mani- que desde los primeros años del periodo dinástico
festación de Osiris, propia de la ciudad de Canopo se encuentre este equipamiento en las tumbas egip-
(David, 2002) y en consecuencia, los contenedores cias (y en especial de miembros de la élite), refleja
de las vísceras al tener en muchos casos, tapas con la importancia que ya debían tener para la época y
cabezas humanas, obtuvieron por asociación, el de su importante presencia dentro de las creencias
nombre “vasos canopos”. religioso-funerarias egipcias.
Utilización y evolución En asociación con lo anterior, se tiene que inclusi-
ve en los propios Textos de las Pirámides (textos
Tal y como se ha venido indicando, la conserva- funerarios inscritos en las paredes de algunas pirá-
ción del cuerpo humano era parte importante de las mides del Reino Antiguo), se encuentran menciones
creencias religiosas del Antiguo Egipto, pero en es- directas a los Hijos de Horus, como protectores del
pecial, la protección de las vísceras es un rasgo ca- cuerpo del rey Unas; deidades que como se verá
racterístico y esencial de su cultura funeraria (Klein, más adelante, eran las encargadas de proteger los
2016); siendo entonces equipamiento claramente órganos del fallecido y por ende fueron asociados
funerario, su uso estaba reservado para las tumbas con los vasos canopos en tiempos posteriores:
y específicamente, para las cámaras funerarias pro-
piamente dichas. No obstante, y si bien este concep- “(…) Tus brazos son (aquellos de) Hapy y Duamu-
to se mantuvo relativamente incólume a través de tef, a quienes necesitas para ascender a los cielos,
la historia del Antiguo Egipto, lo cierto es que, como tus piernas son (aquellas de) Imsti y Qebenhsenuf, a
muchos de los elementos propios de su cultura, los quienes necesitas para descender (…)” (Traducción
vasos canopos fueron cambiando, no solamente en libre) (Encantamiento 215: 149, Pirámide de Unas).
su uso, sino también en su apariencia e importancia Versión original: Ver enlace
dentro del ajuar funerario.
De acuerdo a Bouman, Habicht, y Rühli el más an-
En cuanto a sus materiales, se tienen ejemplos muy tiguo contenedor canopo encontrado pertenece a la
variados, desde vasos canopos totalmente hechos reina Hetepheres (2015), nada menos que la madre
de madera, hasta otros con materiales mucho más de Jufu, el rey de la Dinastía IV (llamado Keóps por

18 | Egiptología 2.0
los griegos), el dueño de una de las pirámides de cionarios y élite en general de este periodo recalca
Guiza. Este primer ejemplo de vaso canopo tenía la importancia funeraria que tenían para los egipcios.
más bien forma caja con cuatro compartimientos, no
obstante, dentro de la propia Dinastía IV, encontra- Con la llegada del Reino Medio (2055 – 1650 a.C)
mos también ejemplos de vasos canopos con una se comienzan a ver cambios distintivos en los vasos
idea más próxima a lo que conocemos (Ikram, 2003). canopos, no solamente en la apariencia física de
los mismos, que ahora pasan a tener ahora tapas
Estos primeros vasos canopos del Reino Antiguo, con cabezas humanas (Ikram, 2003), sino también
eran relativamente sencillos, si los comparamos con en el contenido mágico religioso asociado con ellos,
sus sucesores, siendo que generalmente no tenían en tanto de manera expresa estos se encuentran
inscripciones y su diseño era muy básico (Bouman, inscritos, a diferencia de sus semejantes del Reino
Habicht, & Rühli, 2015). Un excelente ejemplo de Antiguo que no tenían anotaciones; teniendo en mu-
vasos canopos de este periodo, constituyen los en- chos casos fórmulas de ofrendas (Hayes, 1978) o
contrados en Saqqara en la tumba de Perneb, un bien referencias a los cuatro dioses protectores de
funcionario de la corte de la Dinastía V. los órganos, tema que se analizará más adelante
(Bouman, Habicht, & Rühli. 2015).

Un fósil director de vaso canopo del Reino Medio, se


encuentra en la colección del Metropolitan Museum
(MET) de Nueva York.

Vaso canopo encontrado en la tumba de Perneb.


Reino Antiguo. Dinastía V.
| Metropolitan Museum of Art.

Tal y como puede apreciarse, este vaso canopo


hecho de calcita, no contiene inscripciones y tiene
además un diseño tosco y sencillo; de igual manera,
presenta una particularidad que comparte con otros
ejemplos de este periodo: al parecer no nunca fue
usado (Hayes, 1978). Estudios del Instituto Checo
de Egiptología han indicado, que si bien se conside-
ra que los contenidos encontrados en algunos vasos
canopos del Reino Antiguo, corresponden a vísce-
Vaso canopo encontrado en la tumba de Imho-
ras; lo cierto es que no hay análisis que así lo confir-
tep, Lisht. Reino Medio Dinastías XII-XII.
men, así como se observa también la presencia de | Metropolitan Museum of Art.
vasos meramente simbólicos. Más adelante se verá,
que la práctica de utilizar contenedores simbólicos o En este ejemplar puede observarse una de las ca-
falsos fue retomada tiempo después. racterísticas principales del desarrollo de los vasos
canopos para el Reino Medio, esto es, que las ta-
Si bien algunos vasos canopos del Reino Antiguo al pas adquieren ahora forma de cabeza humana. No
parecer no tienen evidencia de vísceras, lo cierto es obstante y tal y como se indicó líneas arriba, en este
que su presencia en los enterramientos de altos fun-

Egiptología 2.0 | 19
periodo también se empieza a asociar a los vasos
canopos con los cuatro hijos de Horus. Estos cuatro
dioses que eran también llamados “amigos del rey”
y/o “hijos de Osiris”, tenían originalmente la función
de proteger el cuerpo el sarcófago de Osiris, como
miembros a su vez, de otro grupo de dioses llama-
dos los “siete benditos”; no obstante, su mitología
se orientó más hacia una finalidad funeraria y espe-
cialmente fueron asociados con los vasos canopos,
como protectores de los órganos: Imsety con forma
humana (y a su vez protegido por la diosa Isis), guar-
daba el hídgado, Hapy, con forma de babuino (pro-
tegido por Neftis) se encargaba de velar por los pul- Vasos canopos del escriba Tjuli Reinado de Ramsés
mones, Duamutef con cabeza de chacal protegía el II. Reino Nuevo Dinastía XIX. | Brooklyn Museum.
estómago (asociado con la diosa Neith) y finalmente
Qebesenuef, deidad con cabeza de halcón (protegi- Otra novedad que trajo el Reino Nuevo, fue el cam-
do por Serket), guardaba los intestinos (Wilkinson, bio en la ubicación de los vasos canopos dentro de
2003, p. 88). las tumba. Generalmente, los contenedores de las
vísceras eran puestos a los pies de las momias, pos-
Como puede verse, cada uno de los hijos de Horus, teriormente, para el Reino Medio se creó un nicho
estaba encargado de la protección de un órgano en especial en el punto cardinal este de la tumba, para
particular, pero a su vez, se encontraban bajo el res- que difunto pudiera tener a la vista sus vísceras des-
guardo de una diosa; para un mayor entendimiento de su ataúd; todo esto cambió en el Reino Nuevo,
se aporta a continuación una tabla resumen. siendo que se empezó a colocar los vasos canopos
de manera dividida, a los lados de la momia (Ikram,
Hijo de Diosa Pro- Apariencia Órgano 2003) (David, 2002).
Horus tectora
Imsety Isis Humano Hígado Debe recordarse que en muchas ocasiones lo vasos
canopos se encontraban a su vez dentro de una caja
Hapy Neftis Babuino Pulmones
canope, y así eran colocados en la tumba, aunque
Duamutef Neith Chacal Estómago también podían aparecer de manera separada. De
Qebesenuef Serquet Halcón Intestinos igual manera, en muchas ocasiones los vasos eran
orientados de acuerdo a puntos cardinales especí-
Cabe resaltar, que si bien en la mayoría de las oca- ficos para cada Hijo de Horus: Imsety al sur, Hapy
siones lo anteriormente expuesto en el cuadro, es al norte, Dumautef al este y Qebesenuef al oeste; o
lo que generalmente se encuentra en las tumbas bien, Hapy y Qebesenuef al oeste mientras que Dua-
egipcias, lo cierto es que la selección y conservación mutef e Imsety al este (Wilkinson, 2003).
de los órganos en ocasiones no es necesariamente
exacta; así como tampoco el rol de los dioses, sien- Si bien curiosamente el Reino Nuevo implicó un ce-
do que en ocasiones, por ejemplo, Qebesenuef toma nit artístico de los vasos canopos, los periodos pos-
la forma de un chacal y Duamutef la de un halcón, teriores y en especial el Tercer Periodo Intermedio
especialmente en el tercer periodo intermedio (Bou- (1069 – 664 a.C) tuvieron un acercamiento un tanto
man, Habicht, & Rühli, 2015). Aún así, puede hablar- complejo al uso de estos recipientes, lo que a su vez
se de una generalidad de casos, según lo expuesto iba de la mano con el cambio de costumbres fune-
anteriormente. rarias asociadas a la momificación. Así por ejemplo,
para las Dinastías XXI y XXII las vísceras eran trata-
No obstante, no fue hasta el Reino Nuevo (1550 – das, pero posteriormente eran regresadas al cuerpo
1069 a.C) cuando los vasos canopos empiezan a de difunto, por lo que de existir vasos canopos en el
tomar la forma de las deidades que representaban, enterramiento, estos se encontraban vacíos o bien
pasando de tener cabezas humanas en todas sus eran vasos falsos (Ikram, 2003); algo que como se
tapas, a contar con la forma distintiva de cada uno de indicó previamente, ocurrió en ocasiones en el Reino
los hijos de Horus, siendo esta la mayor innovación Antiguo.
en vasos canopos durante este periodo.
Ahora y si bien los inicios del Tercer Periodo Inter-
La colección de recipientes canopos de Tjuli (figu- medio trajeron consigo cambios significativos en la
ra 6) es un claro ejemplo de la evolución de estos forma en qué se manejaban las vísceras durante el
contenedores para el Reino Nuevo, al tener tapas proceso de momificación, lo cierto es que esto no ne-
en las cuales se representa cada uno de los Hijos de cesariamente implica que los vasos canopos hayan
Horus y además inscripciones asociadas con estas perdido total relevancia dentro del ajuar funerario
deidades.

20 | Egiptología 2.0
Vaso canopo de Sithathoryunet - Qebehsenuef.
1187-1813 a.C. | Metropolitan Museum of Art. Egiptología 2.0 | 21
egipcio. Por el contrario, se ha encontrado evidencia Haciendo un paréntesis en el desarrollo histórico y
arqueológica de la importancia que estos ostentaban centrándose brevemente en el tema de los vasos
también en dicho periodo, ejemplos significativos de falsos (conocidos como dummy jars en inglés), re-
lo anterior, corresponden a los casos de las momias sulta interesante cuestionarse la finalidad que estos
y enterramientos de Nesikhnosu y Taihuty, dos muje- podían tener, al no constar con la posibilidad de al-
res tebanas de la Dinastía XXI. macenar órgano alguno. Si bien como se ha visto
anteriormente, la práctica no es exclusiva del Tercer
En el caso de Nesikhnosu, esposa del Sumo Sacer- Periodo Intermedio, lo cierto es que en este período
dote de Amón Pinedjem II, su ajuar funerario incluía histórico los vasos falsos fueron especialmente po-
cuatro vasos canopos vacíos, con tapas en forma pulares (Li, 2010), lo que, demuestra una vez más la
de los cuatro Hijos de Horus, pero curiosamente con importancia que tenían dentro de las creencias fune-
inscripciones asociadas con fórmulas de ofrenda y rarias del Antiguo Egipto, siendo que aún y cuando
no con la tradicional fórmula de protección de las estos vasos no tenían la capacidad de almacenar ór-
vísceras; mientras que en el enterramiento Taihu- ganos, seguían formando parte del ajuar funerario,
ty, cantora de Amón, su equipamiento funerario no manteniendo su estatus de protectores de los órga-
tenía vasos canopos, pero dentro de su cuerpo se nos, o como se explicó líneas arriba, tal vez como
encontraron cuatro figurines de cera, de los cuatro guardianes del cuerpo en general; en todo caso, aún
Hijos de Horus (Klein, 2016). para un periodo tan posterior en la historia egipcia
como el Tercer Periodo Intermedio eran parte impor-
Los vasos canopos vacíos de Nesikhnosu y en espe-
tante de los enterramientos, perpetuando su finali-
cial la ausencia de inscripciones de protección de las
dad protectora.
vísceras, reflejan el cambio en las creencias fune-
rarias de la época, aunque también, según propone
Klein, podría implicar un uso mucho más genérico de
los vasos canopos, no necesariamente asociados a
unos órganos en específico, sino más bien en un rol
de protección de la totalidad del cuerpo como tal; en
todo caso su presencia en el ajuar funerario (en una
época donde por la relativa inestabilidad económica
resultaba necesario apegarse a lo estrictamente ne-
cesario) demuestra que más allá de su rol, los vasos
canopos seguían siendo parte importante del equi-
pamiento funerario.

Ahora bien, en cuanto al caso de Taihuty, y también


siguiendo las conclusiones del estudio hecho por
Klein, la utilización de figurines de los Hijos de Horus
dentro del cuerpo momificado, resulta una práctica
común de este periodo que pudo haber sustituido en
cierta manera el uso de de vasos canopos; no obs-
tante, y aún y cuando esta fue una práctica extendi-
da, los recipientes canopos no dejaron de utilizarse,
según se desprende de la información de otros en-
terramientos, concluyendo dicha autora que resulta
posible asociar la utilización de vasos canopos con
el ajuar funerario de sacerdotes de alto rango y fi-
gurines para sacerdotes de bajo rango, entre otros
casos. Ejemplo de vaso canopo falso, representando a
Hapy. Tumba de Aafenmut. Tercer Periodo Inter-
Asimismo, no debe perderse de vista que el uso medio Dinastía XXV.
de vasos canopos para proteger las vísceras de la | Metropolitan Museum of Art.
persona fallecida, así como muchos otros concep-
tos “tradicionales” egipcios (Textos de las Pirámides, Para el Periodo Tardío o Baja Época (664 – 332
temas esculturales del Reino Antiguo, etc.), tuvieron a.C), los vasos canopos nuevamente almacenaron
un renacimiento en la Dinastía XXVI, con lo cual nue- las vísceras de las personas fallecidas, no obstante,
vamente formaron parte del ajuar funerario egipcio para el Periodo Ptolemaico (332 – 30 a.C) y la Épo-
de la forma en que se les conocía tradicionalmente ca Romana (años), su uso fue abandonado (Ikram,
(David, 2002), es decir, como contenedores de las 2002). Las razones para su abandono no están cla-
vísceras. ras realmente, no obstante, no es de extrañar que la
influencia de dos culturas tan diferentes a la egipcia

22 | Egiptología 2.0
en muchos aspectos, como la greco-macedonia y la romana, trajeran consigo nuevas creencias funerarias y en
consecuencia cambios en el ajuar funerario.

Comentarios finales

Una vez terminado este breve recorrido por la historia de los vasos canopos, resulta necesario exponer tam-
bién, el interés al que estos recipientes están siendo objeto, en tiempos más recientes. Esto debido a que tra-
dicionalmente se ha estudiado el vaso canopo desde su apariencia externa y sus características físicas, siendo
esto lógico, al ser elementos del ajuar funerario muy particulares; no obstante, algunos investigadores consi-
deran que estos contenedores pueden aportar mucha más información, si se analiza con mayor profundidad el
contenido de los mismos, es decir, las vísceras o lo que queda de estas.

Así por ejemplo, se ha planteado la posibilidad de que a través del análisis científico del contenido de los vasos
canopos, podría accederse a información valiosa, como perfiles genéticos de los dueños de esos vasos y su
relación con otras personas de época, así como también podría conocerse sobre los padecimientos que tenían
dichas personas, etc.; siendo que inclusive existen vasos que se encuentran todavía sellados y por ende, sin
contaminación alguna, (Bouman, Habicht, & Rühli, 2015) lo que a todas luces, es material valioso de estudio.

Así pues, a pesar del paso de cientos de años, de la extinción de la civilización egipcia, de haber tenido cambios
en su apariencia física y en las creencias con las que se asociaban, puede decirse que los vasos canopos, en
su largo viaje de héroes griegos, a hijos de un dios y protectores del cuerpo del fallecido, siguen teniendo un
lugar importante en el estudio del Antiguo Egipto y que en el futuro, es posible que sean útiles en la solución de
grandes incognitas.

Bibliografía Sobre el autor

Bouman, A. Habicht, M & Rühli, F. (2015): Canopic Marco Antonio Loáiciga Vargas (Cartago, Costa Rica;
Jars: A New Source for Old Questions. En: Ikram, S. 1988), es abogado, máster en Derecho y obtuvo un
Kaiser, J & Walker, R. (2015). Egyptian Bioarchaeolo- Certificate of Higher Education en Egiptología por la
gy Humans, Animals, and the Environment. Sidestone Universidad de Mánchester, Inglaterra. Asimismo ha
Press. pp. 105-118. realizado diversos cursos en Egiptología en la Univer-
sidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Murcia,
David, R. (2002): Religion and Magic in Ancient Egypt. Pennsylvania State University, entre otras.
London: Penguin Books.
En la actualidad, combina el ejercicio profesional en
Hayes, W. (1978): The Scepter of Egypt: A Back- Derecho Público, con el estudio constante de la Egip-
ground for the Study of the Egyptian Antiquities in The tología, una de sus grandes pasiones.
Metropolitan Museum of Art. Vol. 1, From the Earliest
Times to the End of the Middle Kingdom. New York: Enlaza con el autor
Metropolitan Musem of Arts.

Ikram, S. (2003): Death and Burial in Ancient Egypt.


Harlow: Longman.

Klein, S. (2016): A journey through burial practices:


The protection of the viscera in the 21st dynasty
(c.1070–945 BCE) in Thebes. En Klein S., Alvarez C.,
Belekdanian A., & Gill A. (Eds.), Current Research in
Egyptology 2015: Proceedings of the Sixteenth An-
nual Symposium (pp. 88-101). Oxford; Philadelphia:
Oxbow Books.

Li, J. (2010): Elite Theban Women Of The Eighth-Sixth


Centuries BCE In Egypt: Identity, Status And Mortuary
Practice. Doctor in Philosophy. Berkeley: University of
California.

Wilkinson, H. (2003): Todos los dioses del Antiguo


Egipto. London: Thames & Hudson.

Egiptología 2.0 | 23
Historia
Lucía Avial-Chicharro

Egipto y Chipre: el comercio


en la Edad del Bronce
L a isla de Chipre (la tercera más grande del mar
Mediterráneo) ha ocupado, ya desde la Antigüe-
dad, una destacada posición dentro de la cultura y la
historia del Próximo Oriente, incluso durante la Edad
del Bronce. Precisamente durante este periodo (es-
pecialmente en la etapa del Bronce Final), Chipre
fue un territorio sumamente próspero y avanzado
culturalmente, que disfrutaba de la alfabetización
(aunque su alfabeto, el Chipro-minoico aún no ha
conseguido ser descifrado por completo), producía y
exportaba grandes cantidades de cobre y realizaba
intercambios comerciales con el Egeo, el Levante si-
ro-palestino y, por supuesto, Egipto. Como muchos
investigadores actuales consideran, la gran impor-
tancia que tuvo Chipre como puerto comercial y de
intercambio de bienes (tanto de prestigio como de Vista actual de la ciudad de Enkomi, identificada
primera necesidad), provenía de su importante si- con Alashiya. | O. Mustafin.
tuación geoestratégica, que le permitía actuar como
puente entre los diferentes territorios del Mediterrá- uniese a Egipto con Chipre, en la que los navegantes
neo oriental. aprovechaban las corrientes marinas y los vientos
favorables para alcanzar ambos territorios.
Toda esta situación anteriormente descrita es lo que
ha permitido la identificación de Chipre como la Alas- Las relaciones comerciales entre Egipto y Chipre co-
hiya que aparece mencionada en diversos documen- menzaron en torno a finales del Imperio Antiguo o
tos ugaríticos, hititas o egipcios. De hecho, a través comienzos del Imperio Medio, aunque durante ese
de las Cartas de Amarna se pudo comprobar que lle- periodo tuvieron un carácter bastante esporádico.
garon a Egipto comerciantes procedentes de Alashi- Ello se debió a que, la distancia existente entre la
ya, autorizados a realizar diversos intercambios con isla y el Delta del Nilo era demasiado grande para
el país del Nilo, entre cuyos productos destacaba el ser navegada por los barcos de la Edad del Bronce
cobre. Por ello, a continuación, realizaremos un re- Temprano y Medio. Pese a las dificultades, la prime-
corrido a través de las relaciones comerciales entre ra referencia a la isla se fecha sobre el año 1900
Chipre y Egipto durante la Edad del Bronce, a través a.C., cuando una incursión del rey Amenemhat II
de las evidencias literarias y arqueológicas. exportó cobre y otros metales desde Chipre hasta
Egipto, no sabemos si a través de una ruta directa o
Origen de las relaciones comerciales entre Egip- indirecta, por Siria. En cambio, arqueológicamente,
to y Chipre se ha podido documentar material egipcio en sue-
lo chipriota ya durante el Calcolítico y comienzos de
La posición de Chipre fue una de las principales cla- la Edad del Bronce Temprana, con el hallazgo de
ves para el desarrollo de su floreciente comercio in- cuentas de collar elaboradas con fayenza o vasos
ternacional, debido a que se encontraba conectada de alabastro depositados en tumbas. Este material
con las rutas más importantes del Próximo Oriente. ha sido considerado como prueba del contacto indi-
Suponía el centro del tradicional itinerario de na- recto, seguramente a través de ciudades sirias como
vegación seguido por los marinos de la Edad del Ras Shamra.
Bronce y que conectaba a la Grecia continental con
Creta, la costa sur de Anatolia, Egipto y el Levante Sin embargo, fue durante el dominio hicso (o el pe-
siro-palestino. Por ello, no es de extrañar que muy riodo Chipriota Medio, según la cronología de la isla)
pronto surgiese una transitada ruta de cabotaje que cuando estas relaciones se incrementaron poco a

24 | Egiptología 2.0
fomentar los contactos con la isla. Esta política se
mantuvo hasta prácticamente el reinado de Tu-
tankhamón, coincidiendo con la expansión comer-
cial y diplomática de Egipto por todo el Mediterráneo
oriental. De esta forma, en el periodo comprendido
entre el reinado de Thutmosis III hasta el de Akhe-
natón, los egipcios realizaron diversas expediciones
comerciales y diplomáticas en los territorios del Me-
diterráneo oriental, como era el caso de Chipre. Ello
nos permite afirmar que, durante la XVIII Dinastía,
se intensificaron los contactos entre Egipto y Chipre.
Escarabeo egipcio, del periodo hicso, encontrado
en Amatunte. | Booschloos, V. (2015).
De hecho, Thutmosis III supone una figura relevan-
te dentro de las relaciones comerciales egipcio-chi-
poco, hasta alcanzar su máximo apogeo durante el priotas, ya que en el año 1470 a.C. emprendió una
Imperio Nuevo. Gracias a las excavaciones de Tell-el expedición militar contra Siria, con la que consiguió
Daba (la antigua Avaris) conocemos la existencia de que los habitantes de Isy (uno de los nombres usa-
más de quinientas vasijas chipriotas, datadas a partir dos en las fuentes egipcias para referirse a Chipre)
de la segunda mitad del siglo XVII a.C., entre las que le ofreciesen tributos al faraón. Como reflejó en la
destacaban jarritas y ungüentarios, que debían con- Sala de los Anales del Gran Templo de Amón (Kar-
tener esencias perfumadas. A cambio de los produc- nak), estos tributos consistieron principalmente en
tos recibidos, Egipto exportaba en estos momentos a cobre, plomo, madera, marfil, lapislázuli y caballos.
Chipre productos como oro, marfil, huevos de aves- Chipre no era productora de marfil o de lapislázuli,
truz, vasos de alabastro y fayenza o escarabeos. por lo que tuvo que obtener estos materiales a través
del comercio, facilitando su distribución por el Próxi-
Una vez que dio comienzo el Imperio Nuevo, los mo Oriente y Egipto. Asimismo, durante la XVIII Di-
egipcios emprendieron una serie de agresivas cam- nastía encontramos la Cartas de Amarna, un archi-
pañas militares con el objetivo de conquistar nuevos vo del segundo cuarto del siglo XIV a.C, que reunía
territorios que les otorgasen el control económico so- la correspondencia entre el faraón (probablemente
bre el Levante y el sur de Siria, lo que incluía Chipre, Akhenaton), el rey de Alashiya (término con el que
debido a su situación geoestratégica. A partir de este se identifica actualmente a toda la isla de Chipre y no
periodo, Egipto estableció su dominio en estas zonas sólo a una única ciudad) y diversas ciudades-estado
del Cercano Oriente, obteniendo tributos anuales de del Próximo Oriente. A través de las cartas denomi-
las ciudades y estados vasallos. A su vez, comercian- nadas como EA 33-40, conocemos el intercambio de
tes de origen egipcio se asentaron en los territorios presentes y objetos de prestigio entre los monarcas,
de Levante y de Chipre, lo que permitió que llegasen que complementaban las transacciones comercia-
a estas zonas grandes cantidades de mercancías y les. De esta forma, encontramos el envío de made-
diversas influencias culturales, detectables tanto en ra, cobre, aceite o cerámica desde Chipre a cambio
ajuares mortuorios como en contextos arqueológicos del marfil, aceite, perfume, carros, caballos, plata o
de ocupación y de culto. prendas de lino que Egipto enviaba.

La relación comercial entre Egipto y Chipre En cuanto a la ruta utilizada, en un primer se usó la
que conectaba la costa noreste de Chipre hasta el
A partir del Imperio Nuevo, Egipto volvió a tomar de puerto de Minet el-Beida, en la costa norte de Siria y,
nuevo el control militar y económico del Mediterráneo desde allí, la de cabotaje, que bordeaba la costa si-
oriental, lo que permitió que se comenzasen a desa- ro-palestina (con escalas en las ciudades de Biblos,
rrollar unas intensas relaciones comerciales entre el Tiro, Sidón y Dor) y llegaba hasta el Delta del Nilo.
país del Nilo y otros territorios, que permitieron que Sin embargo, cuando se encontraban con una situa-
muchos objetos extranjeros llegasen hasta aquí. De ción conflictiva, los navegantes chipriotas evitaban
esta forma, la pacificación del Mediterráneo oriental, los puertos de la costa siria, por lo que aprovecha-
conseguida por Egipto, terminó por fomentar activa- ban las corrientes marinas favorables que permitían
mente el comercio internacional. que sus barcos llegasen a los puertos de la costa
palestina, desde donde se tomaba la ruta habitual
Durante el periodo Chipriota Tardío II (c. 1450-1200 hasta Egipto.
a.C.), correspondiente a la XVIII Dinastía, las rela-
ciones entre Egipto y Chipre alcanzaron su máxi- Las Cartas de Amarna
mo apogeo, especialmente en el reinado del faraón
Amenofis III, cuya política exterior se centró en ex- Durante la XVIII Dinastía, se desarrolló en Egipto y
tender la influencia egipcia por Asia, lo que incluía en el Mediterráneo oriental un clima político favora-

Egiptología 2.0 | 25
ble al desarrollo del comercio marítimo y terrestre y presencia de chipriotas en la ciudad de El Amarna
a la existencia de mercaderes en el Mediterráneo como el movimiento internacional de los mercaderes
oriental. Una de las mejores fuentes para conocer como agentes ya que, además de sus actividades
la diplomacia y los intercambios comerciales de este comerciales, sirvieron también como enviados diplo-
periodo, es el estudio y análisis del archivo de la ciu- máticos.
dad de Akhetaton, las conocidas como Cartas de
Amarna. A través también de estas cartas, sabemos que el
rey de Alashiya fue una figura de gran importancia
política y económica dentro del Mediterráneo orien-
tal, puesto que mantenía contactos comerciales y
diplomáticos con gran parte de las potencias de la
zona. En los textos, este gobernante era llamado “mi
hermano” por el faraón egipcio, mientras que el rey
de Ugarit lo denomina como “mi padre”. Este tipo de
titulatura es la que nos indica que Alashiya se veía
como un igual de Egipto, mientras que otros reinos,
como Ugarit, lo consideraban como un superior.

Una de las tablillas del Archivo de El Amarna.


| Wikimedia Commons. Vista actual de la ciudad de Enkomi, identificada
con Alashiya. | Lucía Avial-Chicharro.
Gracias a las Cartas de Amarna, podemos saber
cuáles eran las mercancías más intercambiadas por Las evidencias arqueológicas
los egipcios y los chipriotas. El faraón demandaba
frecuentemente al rey de Alashiya el cobre, produ- Es a través de la arqueología como mejor se han
cido en numerosos lugares de la isla (como Enkomi, podido los contactos entre Chipre y Egipto, ya que
Hala Sultan Tekke, Kition o Maroni, entre otros), ya ha proporcionado una gran cantidad de hallazgos
que era un metal necesario para la industria egipcia. que han corroborado dichas conexiones. Por ello, se
Sin embargo, no era el único producto solicitado; en ha comprobado que desde el reinado de Thutmosis
las cartas se mencionaban otras mercancías, como III hasta el de Horemheb, los egipcios realizaron di-
el marfil o la plata. Curiosamente, estos productos versas expediciones comerciales y diplomáticas por
no se producían en Chipre, pero el hecho de que el todo el Mediterráneo oriental, que incluyeron a Chi-
faraón los demandase no hace sino confirmar que la pre. Y, aunque parece que disminuyó la intensidad,
isla (como todos los grandes centros comerciales del los contactos comerciales continuaron durante el pe-
Mediterráneo oriental) almacenaban diversos pro- riodo ramésida.
ductos de lujo, como los mencionados, que redistri-
buían y vendían a otras zonas. Asimismo, el análisis Durante la XVIII Dinastía, continuó llegando a Egip-
individual de cada una de estas cartas proporciona to la cerámica chipriota, entre la que destacaban las
información sumamente relevante; en la EA39 po- jarras y los ungüentarios de tipo Base-Ring o Red
demos ver cómo el rey de Alashiya pidió al faraón Lustrous Wheelmade, que contenían esencias per-
que le mandase de vuelta a sus mercaderes. Igual- fumadas u opio (sustancias usadas tanto como anal-
mente, la EA35, procedente de Chipre, solicitaba al gésicos como para provocar el éxtasis), la cual tuvo
faraón que devolviese los bienes correspondientes una amplia distribución, ya que ha podido documen-
a un “habitante de Alashiya” que había muerto en tarse hasta en Nubia. La cerámica chipriota era un
su territorio. Por ello, estas cartas reflejaban tanto la producto destinado al comercio especializado, por lo

26 | Egiptología 2.0
que aquellas piezas destinadas a los altos funciona- nectados con las rutas comerciales entre Anatolia,
rios de la corte contaban con una factura excelente y Grecia y el Próximo Oriente) o en lugares con una
una gran calidad. En cambio, aquella que se vendía importante actividad cultural, tanto en contextos ri-
a los funcionarios menores o a particulares, era de tuales como funerarios.
peor calidad y contaba con escasa decoración.

Además de la cerámica, Chipre exportó a Egipto


grandes cantidades de cobre, en forma de lingotes
de “piel de toro”. Si hubo un producto por el Egip-
to estuvo interesado en Chipre, fue precisamente
el cobre, metal del que la isla era gran productora.
Exportó gran cantidad de cobre, por el que recibía a
cambio una gran cantidad de oro y diversos objetos,
especialmente productos manufacturados.

En cuanto a Chipre, las evidencias de los intercam-


bios comerciales han sido muy numerosas. Han
aparecido diversos escarabeos con nombres de fa-
raones de la XVIII Dinastía, como el anillo de oro con
la cartela de Thutmosis III, localizado en el santuario
de Ayios Iakovos y fechado en el periodo Chipriota
Tardío I, el escarabeo con montura de oro con una Escarabajo egipcio montado en oro con el nombre
representación esquemática del faraón y un cartu- de Tutmosis III, encontrado en Hala Sultan Tekke.
cho con el nombre de coronación de Thutmosis III, | P. M. Fischer. Arqueología sueca en Jordania, Pa-
hallado en la tumba X de Hala Sultan Tekke o el lestina y Chipre.
gran escarabeo de Amenofis III, encontrado en una
tumba del siglo IX a.C. en Paleopaphos. Debido a
la gran diferencia cronológica entre el escarabeo y
el restante contenido de la tumba, se ha considera-
do como un bien hereditario, lo que nos habla de la
pervivencia de los bienes de prestigio en la sociedad
chipriota. Asimismo, debemos señalar que los esca-
rabeos con el nombre de Thutmosis III se produjeron
durante un periodo muy amplio de tiempo (además
de encontrarse en gran cantidad de sitios del Próxi-
mo Oriente), lo que contribuyó a que se mantuviesen
como “reliquias” dentro de las elites de la isla. De
esta forma, su hallazgo no sirve como indicador cro-
nológico claro, pero si atestigua la relación comercial
entre Chipre y Egipto.
Cuenta de collar (620765001), elaborada con es-
Los contactos con el Egipto ramésida han sido bien teatita esmaltada, que contiene el nombre de coro-
documentados; las excavaciones realizadas en 1979 nación del faraón Ramsés II. | British Museum.
en Hala Sultan Tekke han proporcionado un escara-
beo de fayenza, con una franja de oro rodeando un Sin embargo, no sólo encontramos cartelas con
cartucho con el nombre del faraón Ramsés II. Este nombres de faraones en los escarabeos; en estas
mismo yacimiento ha proporcionado una cuenta de líneas vamos a destacar especialmente el hallazgo
collar de esteatita esmaltada con los jeroglíficos que de la cabeza de un cetro de fayenza con el nombre
componían el nombre de coronación de Ramsés II. de Horemheb. Encontrado en la gran ciudad portua-
Debemos añadir que los escarabeos han aparecido ria de Hala Sultan Tekke, consistía en la cabeza de
en gran número dentro de Chipre, por lo que se han un cetro de fayenza azul (de 3,65 centímetros de al-
utilizado como prueba de la gran intensidad de los tura), decorada con bandas de papiro en blanco y
contactos entre la isla y Egipto. Sin embargo, mu- el cartucho con el nombre del monarca Horemheb.
chos de ellos son imitaciones o adaptaciones loca- En la parte inferior de la pieza se localiza un agujero
les, por lo que hay que distinguirlos cuidadosamente. rectangular, con restos de marfil en su interior, inter-
En cualquier caso, se han podido extraer una serie pretados como la barra que formaba el cetro com-
de conclusiones a través de sus hallazgos, ya que la pleto. Se desconoce cómo llegó hasta Chipre, pero
gran mayoría han aparecido en sitios costeros (co- probablemente tuvo que ser a través del intercam-
bio comercial o a través de un embajador egipcio.

Egiptología 2.0 | 27
Sin embargo, no es el único nombre real que nos
ha proporcionado este yacimiento; durante las pros-
pecciones del sitio, se localizó el asa de una jarra,
estampada con el cartucho de Seti I.

Cetro de Horemheb. | Åström 1984: 59.


Plato de fayenza encontrado en Enkomi (Chipre).
La cerámica egipcia también se ha podido documen- Fechado en el periodo Chipriota Tardío IIC y consi-
tar en Chipre, a través de gran número de hallazgos. derado como importación egipcia. | British Museum.
Los primeros tipos localizados fueron las cerámicas
Tell el-Yahudiyeh y el-Lisht, fechadas en torno al año Los ajuares funerarios de las tumbas chipriotas han
1600 a.C. y vinculadas a contextos mortuorios y, en proporcionado también una gran cantidad de infor-
menor medida, domésticos. Sin embargo, si una mación acerca de los contactos comerciales con
producción ha destacado especialmente fue la de la Egipto. Se componían de objetos muy variados y
fayenza, debido a la gran cantidad de objetos en- realizados, en ocasiones, con materiales exóticos
contrados en la isla que se realizaron con este mate- como el oro o el marfil. Sin embargo, algunos de
rial. Aprendida de las técnicas egipcias, muy pronto estos objetos egipcios se deben interpretar como
surgieron artesanos capaces de trabajar estos mate- bienes hereditarios, por lo que puede disminuir su
riales, elaborando piezas de fayenza que seguían la valor como prueba de los contactos mantenidos
estética propia del país del Nilo, aunque podían mos- con Egipto. Podemos citar como ejemplo una de las
trar también rasgos iconográficos propios del Chipre tumbas de Akhera, donde se encontró un pequeño
o del mundo siro-palestino. Sin embargo, pese al escarabeo, cuyos descubridores adjudicaron al pe-
dominio local de la fayenza, continuaron exportán- riodo hicso, concretamente a su fase final, la tum-
dose piezas de este material procedentes de Egipto, ba X de Hala Sultan Tekke, en la que se encontró
especialmente copas, cuencos, jarras u objetos de- un amuleto de fayenza con una figura del dios Bes
corativos como collares o pendientes. (divinidad de origen egipcio muy popular en todo el
Mediterráneo oriental) o las dos tumbas chipriotas de
Morphou-Toumba tou Skorou y Ayia Irini, en las que
aparecieron dos navajas de afeitar de bronce con
gancho, de tipología egipcia y fechadas a comienzos
del XVIII Dinastía. Asimismo, queremos mencionar
un hallazgo sumamente importante, consistente en
un fragmento de vaso de serpentina con una inscrip-
ción jeroglífica y ligeramente desgastada. En dicho
texto, se menciona el nombre del faraón Ahmosis I.
Fue localizado en el relleno del dromos de un com-
plejo funerario ubicado en Palaeopaphos-Teratsoud-
hia, y debe su importancia al hecho de que se trata
de la primera cartela real encontrada en Chipre, ade-
más de la más antigua (hasta la fecha).

Las evidencias arqueológicas han demostrado que


Cuenco de fayenza encontrado en Klavdia (Chipre). los contactos comerciales entre Egipto y Chipre se
Fechado en el periodo Chipriota Tardío y conside- desarrollaron de manera ininterrumpida desde el Im-
rado como importación egipcia. | British Museum. perio Medio/Chipriota Medio III hasta el Imperio Nue-

28 | Egiptología 2.0
vo/Chipriota Tardío III. Chipre desempeñó un importante papel como intermediario entre el mundo Egeo, la cos-
ta asiática y Egipto, lo que le permitía intercambiar diferentes productos con todos estos lugares. Asimismo, las
relaciones interculturales entre Chipre y Egipto permitieron la incorporación de importaciones y adaptaciones
entre ambas culturas, lo que incluía la arquitectura, el arte, el lenguaje o incluso la religión, además de ciertos
productos de prestigio entre los que incluimos los objetos de alabastro o de fayenza. El comercio se convirtió
en un mecanismo básico para transmitir los distintos artículos egipcios, inspirando las imitaciones locales y
regionales de estos productos, como se puede comprobar en distintos objetos de origen chipriota que imitaban
las técnicas o la iconografía propia del país del Nilo.

Bibliografía Sobre el autor

Aström, P. (1984): “Excavations at Hala Sultan Tekke”. Nació en Madrid en 1987. Es licenciada en Historia,
Archaeology, vol.37, número 2, Archaeological Institu- con un máster en de Arqueología del Mediterráneo en
te of America, pp. 58-59, 77, 81. la Antigüedad Clásica por la Universidad Complutense
de Madrid y actualmente, se encuentra doctorándose
Clerc, G. (1990): “Un fragment de vase au nom d´Ah- en la misma universidad en el programa de Historia y
mosis (?) à Palaepaphos-Teratsoudhia”. En KARA- Arqueología. Aunque sus temas de investigación se
GEORGHIS, V. Tombs at Palaepaphos 1. Teratsoud- centran en la cultura, la educación y la intelectualidad
hia, 2. Eliomylia, Nicosia, pp. 95-103. en el mundo romano ha sido a través de su contacto
desde el año 2016 con la New Swedish Cyprus Ex-
Fischer, P. y Bürge, T. (2017): “Tombs and Offering pedition, cuando ha comenzado a interesarse y for-
Pits at the Late Bronze Age Metropolis of Hala Sul- marse en arqueología chipriota, especialmente en la
tan Tekke, Cyprus”. BASOR, número 377, American Edad del Bronce. Es autora de varias publicaciones
Schools of Oriental Research, pp. 161-218. en revistas, tanto científicas como de divulgación al
gran público, y Actas, además de ponente en diversos
Gestoso Singer, G. N. (1996): “Las relaciones diplo- seminarios y jornadas.
máticas y comerciales entre Chipre y Egipto durante el
II milenio a.C.”. Revista Stylos, 5(5), pp. 89-104. Asimismo, cuenta con experiencia arqueológica.
Desde el año 2016 forma parte de la New Swedish
(2008): El intercambio de bienes entre Egipto y Asia Cyprus Expedition que, bajo la dirección del profesor
Anterior. Desde el reinado de Thutmosis III hasta el P.M. Fischer (Universidad de Gotenburgo), excava en
de Akhenatón. Ancient Near East Monographs-Mono- el yacimiento de finales de la Edad del Bronce, Hala
grafías sobre el Antiguo Cercano Oriente Society of Sultan Tekke (Chipre). También ha excavado en Italia
Biblical Literature, volumen 2. (yacimiento de La Guastuglia, Gubbio) y en España,
donde ha participado en los trabajos de La Magdalena
Karageorghis, V. (1995): “Relations between Cyprus (Alcalá de Henares), Castillo de la Estrella (Montiel,
and Egypt. Second Intermediate Period and XVIIIth Ciudad Real), Libisosa (Lezuza, Albacete) o Los Villa-
Dinasty”. Egypt and the Levant, vol. 5, pp. 73-79. res (Alhambra, Ciudad Real).

Merrillees, R. S. (1968): The Cypriote Bronze Age Po-


ttery found in Egypt. SIMA XVIII, Lund.

Perazzone Rivero, E. (2018): “El Delta del Nilo como


espacio de intercambios entre Egipto y el Egeo en la
Edad de Bronce: el ejemplo del palacio de Avaris”. Re-
vista Antesteria, número 7, pp. 91-102.

Egiptología 2.0 | 29
Arte
Julio López Saco

Los inicios del arte en Egipto:


el Predinástico
L os más antiguos ejemplos de arte en Egipto corresponden a una serie de dibujos hechos en roca en las
orillas del río Nilo, en Nubia y el Alto Egipto. Se pueden datar hacia 7000 a.e.c. Se trata de dibujos geométri-
cos, sobre todo círculos y círculos concéntricos, además de determinadas figuraciones abstractas y motivos en
forma de redes. Solamente con posterioridad aparecerá la figuración, en particular dibujos de animales que son
perseguidos por cazadores, además de la presencia de trampas y algunas armas. Por su parte, la presencia
de imágenes de ganado o de barcas parece asociarse con culturas neolíticas del Alto Egipto y también con las
culturas del grupo C de Nubia.

Reproducción de las pinturas de Sayala, Hechas


sobre roca. | Wikimedia Commons.

Los cementerios de estos primeros tiempos, con


presencia de cerámica y ajuares funerarios, corres-
ponden a dos grupos, el amraciense (Nagada I) en
el Alto Egipto y el gerzeense (Nagada II). Son los Vasija cerámica: Naqada II. Musée du Louvre.
períodos del Predinástico inicial y medio. El tardío ha | Wikimedia Commons.
sido denominado semainiano, aunque su indefinición
precisa ha dado pie a seguir hablando de gerzeense Es el periodo Predinástico el momento en el que se
hasta la transición al período histórico. Los objetos comenzaba a aprender a usar un metal como el co-
que caracterizan el segundo grupo se han encontra- bre para fabricar herramientas y armas. En las repre-
do cerca de El Fayum, en el norte de Egipto. Al perío- sentaciones sobre la cerámica así como en las figu-
do transicional (de la I Dinastía) pertenecen un grupo ras hechas de hueso, arcilla o marfil, se encontraría
de objetos esculpidos que se depositaron en el san- el comienzo del arte egipcio. Se trata de un artesano
tuario de la capital meridional de Hieracómpolis. Los egipcio que aprende a modelar la piedra en forma
mismos homenajeaban las victorias del sur sobre el de vasijas o de paletas. Además de la cerámica roja
norte en la pugna que daría lugar al sometimiento de la etapa badariense, la cerámica amraciense se
del Delta del Nilo, que había sido controlado desde destaca por piezas también rojas pero decoradas
Buto. Este sería el verdadero Predinástico tardío o, con pintura de color crema. Esto contrasta con el si-
si se quiere, Protodinástico (o incluso momento de la lueteado de líneas rojas sobre vasijas amarillas de
Dinastía 0). los artesanos gerzeenses. Si bien son los motivos

30 | Egiptología 2.0
en el gerzeense tardío que pudieran provenir de los
sepulcros de Nagada o quizá de Semaineh. Algu-
nos muestran ya cierto naturalismo. Es sin duda, sin
embargo, el denominado hombre desnudo (hoy en
el Museo de la Universidad de Filadelfia), el mejor
ejemplo de representación de la figura humana de
estos tiempos arcaicos.

Los marfiles de Hieracómpolis presentan una notable


variedad en relación a las vestimentas, los tocados
o las posturas adoptadas. Del mismo modo que las
paletas y las cabezas de maza talladas, estuvieron
en uso desde finales del gerzeense hasta el inicio
del dinástico. Varias pequeñas tallas pétreas, de fa-
yenza, así como un grupo de objetos de marfil fueron
hallados en depósitos del templo de Abidos. Es muy
probable que se daten de la época de las Dinastías I
y II, al igual que las tallas de marfil de las tumbas de
la I Dinastía en Helwan. Las muy conocidas paletas
y cabezas de maza ceremoniales, además de las ta-
llas en las que se observan procesiones de pájaros y
Cerámica amraciense y gerzeense con decoración
figurada. | Wikimedia Commons.
otros animales (sobre todo en los mangos de cuchi-
llos ceremoniales de pedernal), desaparecen prác-
geométricos los que predominan en el dibujo amra- ticamente por completo al inicio de la Dinastía I. No
ciense, ya empiezan a surgir diseños de figurativos, se puede descartar que se estuviera desarrollando
tanto de animales y plantas como de seres humanos. un estilo arcaico definido cuya culminación se habría
Son las vasijas decoradas que sintetizan el inicio de dado en el Dinastía III.
la pintura egipcia.
En los escasos ejemplos de pintura del Predinás-
Un ejemplo destacable es la repetición de un hipo- tico se destaca algún tratamiento monumental de
pótamo, animal bien conocido en Egipto, en torno al motivos representados en líneas rojas sobre vasijas
centro del interior de un cuenco hallado en Mesaeed. gerzeenses, los cuales se muestran ampliados en
Este mismo animal aparece también modelado de los muros enlucidos de una cámara funeraria (la nº
manera simple en arcilla. De la época gerzeense se 100 de Hieracómpolis, que formaba parte, tal vez, de
puede rescatar, en este mismo sentido, la figura de un cementerio real dinástico temprano o del protodi-
un chacal hecho en pizarra y hallado en la necrópo- nástico), con revestimiento de ladrillo, ubicada en la
lis de El Ahaiwah, cerca de Naga-ed-Dev, que hasta
el Reino Medio fue uno de los sitios de inhumación
del nomo tinita. Esta pieza, plana, tiene un aspecto
análogo al de las célebres paletas predinásticas a
las que en ocasiones se les daba forma animalesca,
tanto de peces como de aves. Sin embargo, no pare-
ce que hubiese sido confeccionada para una función
cosmética. Tallada por las dos caras pudiera tratarse
de una de las más antiguas imágenes de una deidad
en forma de animal, del tipo Anubis.

Hacia los momentos finales del predinástico, los es-


cultores egipcios comienzan a tallar en piedra caliza
algunas figuras de deidades. En este sentido, des-
tacan varias figuras de pie que representan a Min,
deidad de la fertilidad, que fueron desenterradas en
el templo en Coptos dedicado a esta divinidad. Tales
figuras se asocian con algunos pequeños relieves
protodinásticos confeccionados en marfil y piedra,
los cuales se solían ubicar como ofrendas votivas
en los templos arcaicos de localidades como Abidos
o Hieracómpolis. Del mismo modo, también se rela- Mesaeed. Cerámica con hipopótamos. Predinástico
cionan con la serie de marfiles de enanos datados amraciense. | Fine Arts Museum, Boston.

Egiptología 2.0 | 31
población prehistórica de Hieracómpolis, cuyo flore-
cimiento aconteció en época del amraciense.

Esta estructura contenía varios objetos análogos a


los del ajuar típico de una tumba. Corresponde, ti-
pológica y cronológicamente hablando, a fines de
la etapa gerzeense. Es un arcaico ejemplo del uso
del ladrillo en la construcción. En uno de sus muros,
unas barcas, semejantes a las que se observan so-
bre cerámica, pudieran aludir a una escena funera-
ria. Se observan las figuras de dos plañideras sobre
una de las barcas, además de otra sentada.

Un grupo de animales se esparcen descuidadamen-


te entre las naves. Abajo, en el sector izquierdo, un
hombre golpea a tres presumibles prisioneros con
una maza, un motivo posteriormente muy usado
como símbolo del dominio y poder del faraón sobre
sus enemigos. Hacia la derecha, un hombre lucha
con un par de leones, (de modo semejante a lo que
hace la figura del mango de cuchillo de Gebel el Parte frontal de la Paleta de Libia (también llama-
Arak). Los animales caen en una trampa y pares de da Tehenu) datada en Nagada III o Protodinástico,
hombres armados combaten entre sí. entre 3200 y 3000 a.C; Museo Egipcio de El Cairo.
| Zeinab Mohamed.
En síntesis, las barcas pueden representar la au-
toridad y el orden, mientras que el soberano con el
flagelo (simulando la fiesta Sed), simboliza el poder
sobre los enemigos-prisioneros y se identifica como
el pacificador del caos y las fuerzas antagónicas del
universo (que representan los leones).

Estos ejemplos pictóricos de Hieracómpolis suponen


un avance sobre el tratamiento lineal unicolor de las
vasijas cerámicas. La carne es roja, las faldas blan-
cas, y los animales, como las embarcaciones, ne-
gros y blancos, pero con un color de relleno frente a
los contornos rojos. El verde puede apreciarse sobre
los cascos de algunas barcas.

Los relieves sobre las paletas y cabezas de maza


de piedra intentan establecer paulatinamente una
disposición ordenada de la figuración a partir del
que parece ser el primer ejemplo tipológico conoci-
do, la Paleta de Oxford de Hieracómpolis, en la que
la confusión de animales es muy notable. En este
caso, las figuras de los caídos en el campo de bata-
lla atacados por un león se disponen libremente, de
modo semejante a lo que ocurriría en el fragmento Cabeza de maza ceremonial en piedra caliza del
del Louvre hecho en pizarra. Sin embargo, ya en la Predinástico Tardío (Dinastía 0), hacia 3100 a.C; re-
cabeza de la maza del rey Escorpión, así como en conocida como del rey Escorpión.
la célebre paleta de Narmer, las figuras se disponen | Ashmolean Museum of Art and Archaeology, Oxford.
sobre un fondo lineal que establece la forma de com-
los títulos de los faraones en los tiempos históricos.
posición egipcia en registros que se superponen. En
En el caso de la cabeza de maza del rey Escorpión
estos últimos ejemplos las figuras parecen relacio-
(gobernante prehistórico del sur del país), hay una
narse entre sí. Se trata de una suerte de pequeños
referencia al gobernante meridional. Los estandartes
documentos iconográficos que recogen los conflictos
con los emblemas de las deidades de la confedera-
entre el Bajo (el Delta) y el Alto Egipto.
ción de los estados sureños poseen manos y brazos
Animales como el toro y el león son manifestaciones humanos con los que tiran de una soga para atra-
simbólicas del poder regio, tal y como se constata en par al enemigo. El soberano preside la apertura de

32 | Egiptología 2.0
Paleta de Narmer. Anverso y reverso. Museo Egipcio de El Cairo. | Wikimedia Commons.

un canal, empuñando una azada, en tanto que un liza la fachada y muralla del palacio real. La idea es-
funcionario agachado sostiene una cesta. Los porta- cenográfica se expresa pictográficamente, en forma
dores de abanicos y demás funcionarios son asisten- de dibujo-escritura del lenguaje, pues se observa el
tes. La sugerencia de un paisaje lo constatamos en halcón de Horus sobre varios papiros.
la banda irregular de agua que descubre pequeñas
áreas en las que se observan la proa de una embar- El ave sostiene atada con una cuerda la cabeza bar-
cación, hombres laborando, la palma de un cercado bada que forma la parte última del signo referido a la
y chozas de juncos trenzados, tierra, en la que crecen las plantas. Se expresa así el
control sobre la tierra del norte por la deidad estatal
Quienes portan los estandartes se ubican en un meridional, cuya encamación sobre la tierra es Nar-
subregistro sobre las figuras principales. En el regis- mer. El soberano lleva la corona blanca del sur, y en
tro superior se ven estandartes con imágenes de di- el reverso la roja del norte, durante una inspección
vinidades. De los postes cuelgan cuerpos de pájaros sobre el campo de batalla.
con cresta (que simbolizarán al pueblo llano), si bien
habitualmente en el sentido de rebeldes o inadap- En el período protodinástico o fase del gerzeense
tados. Puede existir una referencia a la victoria so- tardío del predinástico, existió, por consiguiente, una
bre los del Delta pues se aprecian ramos de papiros, conformación política antesala de la civilización de
grupos de danzantes y algunas figuras en sillas de los arcaicos tiempos dinásticos, así como un par de
mano. elementos relevantes, como fueron la arquitectura
en ladrillo y la escritura.
La paleta de Narmer, por su parte, simboliza el so-
metimiento del Delta. En ella la figura humana prin- Aunque apenas han sobrevivido construcciones, el
cipal domina todo el conjunto de la composición. El marco del nombre Horus de Narmer en su paleta
faraón, al lado de un funcionario que porta sus san- puede verse como una prueba de que los palacios
dalias, blande la maza sobre un prisionero. Sobre protodinásticos estaban elaborados con ladrillos. Los
la cabeza de Narmer, entre las cabezas de vaca de bastiones salientes se aprecian en los amurallamien-
Hathor, se ubica su nombre en un marco que simbo- tos de las pictografías de las paletas protodinásticas.

Egiptología 2.0 | 33
Estas construcciones regias sobrevivieron en las fa- de las estructuras de los muros pueden verse en va-
chadas con reentrantes de las tumbas con ladrillos rios ejemplos posteriores que continúan la tipología
de la Dinastía I, así como en los amurallamientos de y las representaciones realizadas sobre sarcófagos
Abidos ya de la Dinastía II y en las edificaciones inte- y puertas falsas.
riores que, probablemente, remedaban la residencia
real fortificada. Un asunto tal vez de relevancia no menor es el refe-
rente a la más que probable influencia mesopotámi-
Por otra parte, las puertas flanqueadas por paneles ca en aspectos estéticos y estructurales. Hoy no se
que entran y salen siguieron presentes en las ca- duda de la existencia de antiguos contactos, aunque
pillas de la arcaica necrópolis de Saqqara. Aquí se las influencias asiáticas occidentales también pudie-
conservaron vestigios de la unión de planchas he- ron provenir de Elam, en el Irán actual, estimuladas
chas en madera que sostenían el enladrillado en la por el comercio de productos como el cobre o el la-
capilla de Hesy-ra (Dinastía III). Del mismo modo, pislázuli. Muy probablemente debieron haber sido a
como es sabido, las puertas flanqueadas por torres través del Delta y por mediación de las poblaciones
con entrantes fueron imitadas en piedra sobre las libias al occidente y con pueblos asiático-occidenta-
murallas de las famosas pirámides escalonadas Se- les hacia el nordeste, siguiendo la región septentrio-
jemjet y Zoser de Saqqara, también de la Dinastía III nal de la península del Sinaí. Tales conexiones con
que, a su vez, imitan con toda probabilidad la antigua la costa del Mediterráneo oriental comenzarían a ser
muralla de Menfis, que habría sido fundada en los efectivas a comienzos del gerzeense.
inicios de la Dinastía I.
La importación de cerámica de la región de Siria y
En Egipto, tal y como pasó también en Mesopota- Palestina durante la Dinastía I así lo pone en evi-
mia, los detalles arquitectónicos se imitaron en re- dencia. En este caso, deben destacarse las vasijas
lieves sobre pequeños objetos, un hecho que con pintadas de la necrópolis real de la Dinastía I en Abi-
posterioridad fue perfeccionado en un estilo propia- dos o las piezas halladas en los enterramientos de la
mente tradicional. En tal sentido, las construcciones misma Dinastía en Saqqara y en el arcaico cemente-
de ladrillo o adobe sustituyeron a las estructuras he- rio de Abusir. Vasijas con dibujos característicos en
chas de juncos sobre un bastante endeble armazón pintura roja sobre franja blanca han sido halladas, en
y con un tejado arqueado. Las secciones superiores efecto, en Kinnereth, Palestina y también en la llanu-

Reconstrucción hipotética de la tumba de la reina Merneith, rodeada de las tumbas de sus cortesanos.
Dinastía I, Abidos (Umm el Qaab). | Wikimedia Commons.

34 | Egiptología 2.0
ra de Antioquía, al norte de Siria. Ya de la Dinastía II es un frasco sirio-palestino protodinástico de una tumba
de Helwan.

Bibliografía Sobre el autor

Baumgartel, E. J. (1970): “Predynastic Egypt” en Julio López Saco (Caracas, 1966), es profesor e in-
Edwards, I. E. S. & Gadd, C. J. & Hammond, N. G. vestigador titular en la Universidad Central de Vene-
L. (Edits.), The Cambridge Ancient History I, parte I, zuela y en la Universidad Católica Andrés Bello.
Cambridge, pp. 463-497.
Ex-coordinador del Doctorado en Historia en la UCV y
Case, H. C. & Payme, J. C. (1973): “Tomb 100: the ex-coordinador Académico en la Escuela de Historia.
Decorated Tomb at Hierakonpolis Confirmed”, EA, nº
59, pp. 31-35. Doctorado en Historia y doctor en Ciencias Sociales.

Davis, W. M. (1976): “The Origins of Register Compo- Es miembro asociado activo de varios centros de in-
sition in Predynastic Egyptian Art”, JAOS, nº 96, pp. vestigación, entre ellos el Centro de Estudios de Áfri-
404-418. ca y Asia (ULA-Mérida), perteneciente a la Asociación
Latinoamericana de Estudios de Asia y África, y el
Davis, W. M. (1979): “Sources for the Study of Rock Centro de Investigaciones Filosóficas y Humanísticas
Art in the Nile Valley”, CM, nº 32, pp. 59-74. de la UCAB, además de autor de más de una decena
de libros y múltiples artículos en publicaciones perió-
Goldwasser, O. (1992): “The Narmer Palette and the dicas cuyas temáticas se centran en los ámbitos cul-
Triumph of Metaphor”, Lingua Aegyptia, nº 2, pp. 67- turales de la historia antigua.
97.
Se ha especializado en el estudio de las antiguas tra-
Hoofman, M-A. (1979): Egypt befare the Pharaohs. diciones míticas y sus referentes iconográficos, de-
Nueva York. sarrollando una línea de investigación que lleva por
nombre: El mito como sustrato de la cultura.
Michalowski, K. (1991): El arte del antiguo Egipto. Ma-
drid: Akal. Enlaza con el autor

Ridley, R. T. (1973): The Unification of Egypt: a study


of tite major knife handles, palettes, and maceheads,
Deception Bay. Australia.

Stevenson Smith, W. (2000): Arte y arquitectura del


Antiguo Egipto. Madrid: Cátedra.

Ward, W. A. (1964): “Relations between Egypt and


Mesopotamia from Prehistoric Times to the End of the
Middle Kingdom”, Journal of the Economic and Social
History of the Orient, nº4, pp. 19-27.

Egiptología 2.0 | 35
Historia
Luis Miguel Carranza Peco

Egipto y los Pueblos


del Mar
E l II milenio a.C. fue una etapa de gran floreci-
miento cultural y comercial en el Próximo Orien-
te y el Mediterráneo oriental. A partir de la segunda
mitad del milenio, el escenario político aparece do-
minado por Hatti y Egipto alcanzando cierto equili-
brio, a los que se suman otras entidades políticas de
importancia secundaria, como Carchemish, Mittani,
Elam o Asiria, además de varios estados comercia-
les de escaso territorio (Ugarit, Tiro, Biblos, Sidón, Batalla naval de Ramsés III contra los Pueblos del
etc.) y ciudades como las de Alashiya (Chipre), po- Mar. Medinet Habu. | Nelson 1930.
líticamente menos centralizadas. Sin embargo, en
los últimos siglos que marcaron la transición de la los movimientos migratorios masivos. La desestabili-
Edad del Bronce a la Edad del Hierro, se dieron una dad y los conflictos dominan la esfera internacional,
serie de cambios profundos en toda la zona, de los por lo que resulta necesario conocer el marco en el
cuales se ha responsabilizado en gran medida a los que se encontraron (y al que contribuyeron) los ata-
denominados “Pueblos del Mar”, aunque existiendo ques de los Pueblos del Mar. Estas dinámicas des-
diferentes hipótesis sobre el germen de la convulsión pojaron del protagonismo internacional a las poten-
y el verdadero impacto que produjeron. cias dominantes, como los casitas, hititas y mitanios,
imperios que ya eran propensos a la inestabilidad.
Egipto no fue ajena a las nuevas dinámicas y ame- La principal duda a la hora de analizar este pano-
nazas, fijando en el reinado de Ramsés III el princi- rama recae en si se produjo de una manera repen-
pal enfrentamiento con estos pueblos, aunque, como tina o si estamos tratando un proceso de formación
se verá, deben ser tratados como una consecuencia gradual cuya culminación se dio con los Pueblos del
de los cambios que se fueron fraguando en el ámbito Mar, por lo que hay que estudiar la situación de una
nacional e internacional, ya desde la dinastía XVIII. manera global.
Para acometer el estudio de los conflictos que rela-
Asumiendo la tesis multifactorial, se podrían diferen-
cionaron a los Pueblos del Mar con Egipto contamos
ciar los principales factores de desestabilización a
con variadas fuentes, como la Estela de Merenptha,
finales de la Edad del Bronce como internos y ex-
o los famosos relieves de Medinet Habu, además de
ternos, intrínsecamente ligados y en retroalimenta-
disponer de referencias posteriores a la Batalla del
ción continua. Entre los internos, destacaron la caída
Delta, como el Papiro Harris.
de los niveles de producción y el incipiente ascen-
so de la inseguridad, provocando a su vez la huida
Los Pueblos del Mar atacaron primeramente la zona
a zonas más seguras y la disminución de los flujos
de Anatolia, llegando hasta Hatti y derrotándola con
comerciales, lo que hizo que los factores internacio-
poco esfuerzo. Lo mismo sucede con Chipre, isla es-
nales, como fueron las migraciones arameas y los
tratégica por el cobre, y con las ciudades de la costa
movimientos de los Pueblos del Mar, tuviesen mayor
siriopalestina, provocando la caída de Ugarit entre
repercusión, a lo que se podrían sumar importantes
otras. Egipto fue la única gran potencia que logró re-
variaciones climáticas. Ambos contingentes migrato-
pelerlos, aunque perdió gran parte de sus dominios
rios compartieron responsabilidad, pero ni fueron los
asiáticos, pasando a tomar a partir de entonces un
únicos causantes de la crisis, ni hay que sobrevalo-
papel defensivo y en progresivo deterioro.
rar su aportación poblacional, pasando a integrarse y
diluirse a excepción de los peleset (posibles filisteos
Marco Histórico
de las fuentes bíblicas). Si estos pueblos desmante-
lan y arrasan el sistema de las tierras a las que lle-
A finales del II milenio a.C. todo el Próximo Oriente
gan es porque ya existían problemas internos, ade-
y el Mediterráneo oriental se encontraba sufriendo
más de relaciones con las gentes locales, por lo que
transformaciones profundas, entre las que destacan

36 | Egiptología 2.0
no fueron necesariamente invasores desconocidos. Para conocer las relaciones diplomáticas entre Egip-
to y los pueblos asiáticos de este momento, hay que
Egipto también se vio involucrada, en un momento destacar las Cartas de Amarna, correspondencia en-
en el cual su poder de influencia comprendía zonas tre Egipto y la administración de Cananán, Amurru,
de Libia y Palestina. En este panorama de transfor- Mitanni, los diferentes vasallos sirios, etc. Las data-
maciones comenzaron los problemas de abasteci- ciones más tempranas las sitúan en el reinado de
miento, por lo que los faraones se vieron empujados Amenhotep III (r. 1390-1352 a.C.) y las más tardías
a un mayor control de los recursos cananeos. La pre- con Amenofis IV/Akhenaton (r. 1352-1336 a.C.). Pre-
sencia de Egipto en tierras asiáticas la situó como cisamente este faraón herético coincidió en el tiempo
uno de los principales protagonistas en la etapa de con Suppililiuma, el rey hitita conquistador de Mitan-
cambio, con la diferencia de que el país del Nilo logró ni, pasando a tener frontera directa con Asiria y Egip-
perdurar. to. Tras los episodios amarnienses se devolvieron
los recursos al templo y se les autorizó a comerciar
Todos estos cambios desembocaron en una impor-
con sus propios excedentes en tierras cananeas. No
tante ruptura con lo anterior, alterando el mapa polí-
obstante, este privilegio se fue concediendo a más
tico y trasladando los centros de poder, con nuevas
personas fieles al faraón y ajenas al templo. Esto
distribuciones del poblamiento y transformaciones
produjo a su vez la búsqueda de productos de inter-
radicales de la cultura material.
cambio paulatinamente más escasos y la inflación
Egipto en Asia económica, relatándose en algunos textos el inicio
de la degeneración moral y social, incluso mencio-
Tras la expulsión de los hicsos por Kamose (r. 1554- nando el expolio de tumbas y robos en templos y
1549 a.C.) y la subida al trono de su hermano Ahmo- graneros. Por consiguiente, la decadencia y proble-
se (r. 1549-1524 a.C. [en disputa]) quedó inaugurada mas internos ya eran palpables, implicando conflic-
la dinastía XVIII (1550-1292 a.C.) y con ella la etapa tos sociales económicos, demográficos, etc.
de mayor crecimiento territorial, el denominado Rei-
no Nuevo (1550-1077 a.C.). Las principales vías de
expansión se dieron hacia el sur (Nubia), alcanzando
Tutmosis I (r. 1520-1492 a.C.) la Cuarta Catarata y
hacia Canaán, ampliando su influencia hasta el río
Orontes. Su nieto Tutmosis III (r. 1458-1425 a.C.) lo-
gra la mayor expansión territorial de la historia de
Egipto, recuperando los dominios sirios y llegando
hasta el Líbano y el río Éufrates a lo largo de varias
campañas.

El control sobre la zona levantina aportó importantes


contactos comerciales, en tanto que se trataba de
una zona estratégica para el enlace de rutas, a lo
que se sumaban sus codiciados recursos naturales.

Carta de Amarna EA38, de un rey anónimo de Alas-


hiya mencionando a los lukka. Vorderasiatisches
Museum Berlin. | SMB-digital.

El pueblo hitita fue junto a Egipto el poder más rele-


vante del Próximo Oriente durante el Bronce Final,
por lo que sus enfrentamientos y relaciones involu-
craron de manera directa a las ciudades cananeas,
llegando a alcanzar un statu quo. De entre las poten-
Mediterráneo oriental y extensión del Reino (Impe- cias menores de la zona destacaba Ugarit, uno de
rio) Nuevo en el siglo XV a.C. los grandes centros urbanos del Bronce en Canaán y
| Luis Miguel Carranza Peco. de buena relación con el Egipto amarniense, aunque

Egiptología 2.0 | 37
su fidelidad basculaba entre Hatti o Egipto según el colapso del Bronce Final.
el momento. Esta ciudad era una de las que servía
como intermediaria Hatti-Egipto, siendo los Pueblos A partir de aquí, diferentes autores pasan a interpre-
del Mar los que romperían más tarde esa relación tar el proceso. S. Sherrat y Bernard Knapp propo-
dual. nen que la actividad de estos pueblos no debe ser
estudiada étnicamente, sino que debería entenderse
Finalmente, Horemheb (r. 1320-1292 a.C.) nombra como el resultado de la importancia pujante de una
como sucesor al anciano Ramsés I (r. 1292-1290 clase comercial posiblemente centrada en Chipre.
a.C.), primer faraón de la dinastía XIX (1292-1186 Así, el colectivo de los Pueblos del Mar surgiría como
a.C.). En definitiva, desde antes de la etapa ramé- una combinación de diferentes pueblos asentados
sida ya se visibiliza la naciente debilidad interna de en el Mediterráneo oriental, siendo sus invasiones
Egipto y la dificultad en mantener el control sobre la una consecuencia directa del debilitamiento y caída
periferia. de las grandes potencias del momento. En contrapo-
sición, T. Barako rompe con esta idea, defendiendo
¿Quiénes son los Pueblos del Mar? que esas migraciones no tuvieron el porqué estar
motivadas por intereses comerciales, apoyado en
La denominación “Pueblos del Mar” se utilizó por
la evidencia arqueológica de destrucción. A. Bauer
primera vez por Emmanuel de Rougé, sucesor de
apunta que las invasiones pudieron tener el inte-
Champollion en la cátedra de Arqueología Egipcia
rés de asentarse en lugares concretos, puesto que
en el College de France. Se basó en la mención que
se establecieron en lo que habían sido importantes
se hace en Medinet Habu a los “procedentes de las
centros comerciales durante el Bronce. Por último, A.
islas en medio del mar” para referirse a las gentes
Largacha pasa a dar una importancia secundaria al
que atacaron Egipto, pasando a ser un término que
origen o búsqueda de una sola causa. Afirma que las
continuaría en la investigación.
diferentes crisis del Egeo obligaron a desplazarse a
Uno de los principales problemas recae en precisar esas gentes a otras regiones más favorables, y a su
qué gentes componían las invasiones, puesto que vez, estas regiones de destino vieron intensificados
se trataba de contingentes heterogéneos de migran- sus problemas con la llegada de los migrantes.
tes de distinta procedencia, a los que se les agrupa
Ramsés II (r. 1279-1213 a.C.)
dentro del apelativo de “Pueblos del Mar”. Su im-
pacto ha sido considerado como uno de los gran- Aunque la dinastía XVIII retomó el interés expan-
des motores de cambio en las alteraciones sociales, sionista hacia zona asiática, sería Ramsés II, tercer
políticas y económicas que se dieron en los últimos faraón de la dinastía XIX quien se proyectase con
siglos del II milenio a.C. Otra dificultad que conviene mayor intensidad militar hacia la franja siriopalestina.
tener en cuenta es que su estudio se da a partir de Su búsqueda se centraba en asegurarse el control
fuentes literarias y epigráficas indirectas, como las de materias primas, manufacturas y la influencia so-
ugaríticas, hititas, bíblicas, o las egipcias, con Me- bre importantes ciudades nodo como Gaza, Ugarit,
dinet Habu funcionando como principal elemento de Karkemish o Megido.
información. La prudencia y amplia contextualización
a la hora de interpretar las fuentes egipcias resulta En el año dos de su reinado sufrió el primer ataque
clave, puesto que suelen ser destinadas a la exalta- pirático, protagonizado por los shardana, aunque
ción del monarca victorioso y su propaganda, sin ser apenas ha quedado evidencia a excepción de la Es-
documentos carentes de intencionalidad. Las fuen- tela II de Tanis y algunos relieves en Abidos. Se co-
tes arqueológicas logran evidenciar los procesos de noce poco sobre los shardana, aunque ya fueron an-
cambio y las destrucciones que las acompañaron, teriormente mencionados en las Cartas de Amarna
por lo que deben ser fundamentales para acercarse como mercenarios al servicio de Biblos, siendo una
a una lectura completa. de las hipótesis el situar su procedencia en Cerdeña,
teoría que se reforzó gracias a su mención en la Es-
La identidad de estos pueblos y su peso en el cam- tela de Nora. Según la Estela II de Tanis, para Ram-
bio de paradigma Bronce-Hierro ha sido fuente de sés II supuso la primera y aplastante victoria militar,
intensos debates historiográficos, pudiendo desta- derrotando en el Delta a la coalición de shardana,
carse tres puntos fundamentales de interés: 1) in- lukka y shekelesh.
vestigaciones centradas en las fuentes textuales
e iconográficas que proponen la existencia de dos Tras la derrota de los invasores, Ramsés II pasó
oleadas (Merenptha [r. 1213-1203 a.C.] y Ramsés III a engrosar las filas de su ejército con los supervi-
[r. 1186-1155 a.C.] ); 2) las que tienen como objeto vientes. Estos shardana aparecen representados en
de trabajo el colapso de las diferentes sociedades, inscripciones y relieves de Abidos y Abu Simbel que
indagando si la degradación se dio de manera in- narran la batalla de Qadesh contra las huestes de
terna o si fue invasionista, y 3) teorías que llegan a Hatti. En esta batalla el faraón se enfrentó a su aná-
negar la responsabilidad de los Pueblos del Mar en logo hitita, Muwatalli II, sin un vencedor claro, pero

38 | Egiptología 2.0
quedando establecido como punto de frontera, pues- Gran Inscripción Libia de Karnak, la cual menciona
to que ni Egipto ni los Hititas tenían potencial para a la coalición de pueblos, aunque la más relevante
avanzar. A partir de aquí, las dificultades y amenazas es la Estela de Israel. Fue erigida por Amenhotep
que se sentían en la zona, llevaron a Ramsés II a fir- III (r. 1390-1352 a.C.) y retallada por Merenptha con
mar un tratado de amistad con los hititas de Hattusili la intención de conmemorar la victoria egipcia con-
III, dando paso a una etapa de relativa estabilidad. tra la coalición de libios y Pueblos del Mar. Tanto la
imagen como la inscripción suponen la glorificación
monárquica a modo de relato épico, por lo que se ha
sugerido que este tipo de composiciones pudo ser
una tipología de uso común en época ramésida, na-
rrando los hechos de las batallas, referenciando al
castigo de los vencidos, informando sobre las etnias
presentes y el cómo pasaron luego a engrosar las
filas del ejército egipcio.

Guardia personal shardana de Ramsés II. Abu Sim-


bel. | Nelson 1930.

Merenptha

El sucesor y decimotercer hijo de Ramsés II fue


quien afrontó los primeros envites de cierta entidad
al enfrentarse con algunas de las gentes que com-
pondrán los Pueblos del Mar. En esta etapa, Egipto
se comienza a perfilar con una política internacio-
nal defensiva, estrategia disonante con respecto
al afán expansionista de sus antecesores, aunque
continúan las relaciones de cordialidad con el Impe-
rio Hitita. Las disputas internas y externas estaban
provocando que el poder hitita se debilitase de ma-
nera paulatina, por lo que el impacto de los Pueblos
del Mar supondría un golpe letal, teniendo en cuenta
que la decadencia ya estaba presente. Merenptha
presta ayuda a Hatti en forma de grano, lo que mues-
tra que antiguos enemigos intentaron ayudarse ante
una amenaza que parecía compartir origen.

El reinado de Merenptha comenzaba con un com-


plicado panorama internacional y con los Pueblos
del Mar iniciando los asaltos al Mediterráneo orien-
tal. Una parte de estos (lukka, shardana, tursha y
ajauash) se asentaron en tierras libias, engrosando Estela de Merenptha. Museo Egipcio de El Cairo.
las filas del líder Meriari. Libios y mercenarios ataca- | Old Stones.
ron el país del Nilo el año cinco del reinado de Me-
Otro punto importante sobre esta inscripción es que,
renptha a través del Delta occidental. Un detalle im-
según algunos autores, refleja la incipiente debilidad
portante en este ataque recae en que el contingente
y retroceso egipcio en Asia, puesto que las campa-
iba acompañado de sus familias y posesiones, por
ñas faraónicas se encuentran cada vez más cerca-
lo que estaban tratando de establecerse de mane-
nas a las tierras del Nilo, por lo que el Delta necesita
ra permanente. Egipto venció en la contienda, pero
más protección, como se verá con Ramsés III.
ya sirvió para constatar la presencia de los pueblos
migrantes provocando inestabilidad, apareciendo en Ramsés III
este caso unidos a los libios.
Ya dentro de la dinastía XX (1190-1077 a.C.) destaca
Las fuentes más destacadas que recogen estos he- la persona de Ramsés III, uno de los últimos grandes
chos son la inscripción de la Columna del Cairo y la

Egiptología 2.0 | 39
gobernantes del Reino Nuevo, aunque su memoria entorno directo de Menfis, por lo que la batalla, no
viene marcada por los conflictos e invasiones a los ubicada con exactitud, debió acontecer cerca de la
que tuvo que hacer frente, tanto de origen libio como ciudad. El faraón ramésida venció, y siguiendo con
de los Pueblos del Mar. Tradicionalmente se sitúa el la tradición, sometió a la incorporación a su ejército
ataque decisivo en el octavo año de reinado de Ram- a los supervivientes.
sés III, como es mencionado en Medinet Habu. No
obstante, autores como Cifola (1988) y Lesko (1992) En el año ocho de reinado es cuando tuvo que en-
han propuesto que la iconografía podría estar refe- frentarse a otra oleada, más fuerte e intensa, cuyo
renciando y aglutinando un conjunto de victorias me- desenlacé marcó el futuro de Egipto. Ahora atacaban
nores, pasando a estar agrupadas como propaganda los Pueblos del Mar con los peleset a la cabeza, y al
regia. Sea como fuere, su defensa logró preservar la igual que ocurrió en las anteriores, presentaba am-
independencia del país, además de su continuidad biciones de asentamiento en el territorio nilótico. Se-
étnica, lingüística y cultural. gún las inscripciones de Medinet Habu, los Pueblos
del Mar se encontraban en un momento de apogeo
posterior a sus victorias sobre importantes zonas del
Levante mediterráneo. Antes del enfrentamiento, ya
habían destruido a los hititas y la región siriopalesti-
na, reorganizándose para la nueva campaña.

Ante la amenaza de correr la misma suerte que sus


antiguos aliados, Ramsés III se preparó fortificando
la costa del Delta y las zonas fronterizas con Ca-
naán, además de reestructurar el ejército. Esta pre-
visión y estrategia le permitió salir victorioso en las
dos batallas decisivas (una naval y otra terrestre),
aunque como las fuentes no explicitan ni el lugar
ni el día concreto, puede que fuesen una serie de
enfrentamientos en lugar de dos grandes combates
puntuales.

En primer lugar, aconteció el episodio terrestre.


Ramsés III venció sin grandes dificultades, con pro-
tagonismo de la infantería y de los carros, tecnológi-
camente superiores a los de sus rivales. Llegando a
la retaguardia encontraron a mujeres, niños y víve-
res, una prueba más de que llegaban con intención
de instalarse de manera permanente. Tras vencer a
esta coalición, otro grupo invasor se precipitó, aho-
ra en barcos por el Delta, mientras el ejército faraó-
nico aún estaba recuperándose del enfrentamiento
terrestre. La batalla se desarrolló, probablemente,
Ramsés III, templo de Khonsu (Karnak). dentro del Delta, echando mano de mercenarios re-
| Wikimedia Commons. clutados de pueblos vecinos con tradición marina,
puesto que Egipto no destacaba por su tecnología
En el año cinco de su reinado ya tuvo que enfrentar
naval. La estrategia de Ramsés III consistió en atraer
una coalición de libios junto con etnias pertenecien-
a los barcos del enemigo al interior del Delta, a su
tes a los Pueblos del Mar, con investigadores propo-
vez obstruido por naves egipcias, evitando que el
niendo diferentes componentes, como Padró (1996):
ataque fuese mayor y atacándoles desde las orillas
dauna, shakalash, uashasha, peleset, alasa y che-
con arqueros.
kker; o Jesús Trello (2000) con los libu, mashauash,
tchemehu, thekel y peleset. En este primer conflicto, Tras estas victorias, Ramsés III defendió con ímpe-
los invasores comenzaron a ocupar las orillas del tu las fortalezas fronterizas, realizando una serie de
Nilo en la zona que comprendía la región de Men- campañas en Levante contra los Pueblos del Mar
fis hasta Qerben. Ramses III reaccionó rápidamente que se estaban asentando, aunque sus sucesores
con una importante flota y ejército terrestre, de nue- no continuaron con la misma eficacia, perdiendo de-
vo con integrantes de orígenes dispares y antiguos finitivamente el control al sur de Canaán en la segun-
enemigos a su lado, como los shardana. Esta vez, da mitad del siglo XII a.C. La pérdida de ese territorio
a diferencia de las incursiones contra Meremphat, fue rápida, desde final del reinado de Ramsés III o
los invasores lograron ocupar el Delta, afectando al inicios de Ramsés IV (r. 1155-1149 a.C.), destru-

40 | Egiptología 2.0
yéndose los cuarteles egipcios cananeos, mientras que proporciona una importante información gráfica
que con Ramsés VI (r. 1145-1137 a.C.) se perdieron sobre las luchas que el Egipto de Ramsés III llevó
enclaves estratégicos como Megido, nodo que co- a cabo, tanto las referentes a las guerras contra los
nectaba el delta del Nilo con Siria y Mesopotamia, libios, como las que implicaron directamente a los
acabando una presencia asiática existente desde la Pueblos del Mar, ocupando la pared exterior del lado
dinastía XVIII. norte del templo. Las representaciones permiten di-
ferenciar a individuos de diferentes orígenes por los
Medinet Habu
atributos asociados, por lo que el templo de Medinet
La información de todos estos hechos resulta extre- Habu y la disección pormenorizada de sus relieves
madamente parca, a los que se suma la cuestionada supone un punto de análisis ineludible para el estu-
credibilidad de las fuentes egipcias. Sin embargo, dio de estos conflictos.
lo importante de las fuentes que se encuentran en
Egipto es que aportan nombres y algunos aspectos
iconográficos sobre los distintos componentes de los
Pueblos del Mar, siendo fundamental el templo de
Medinet Habu erigido por Ramsés III.

A finales del siglo XVIII una expedición militar co-


mandada por Napoleón inicia la conquista de Egipto,
pero el interés científico también fue un enfoque pre-
sente, por lo que se realizaron importantes expedi-
ciones y descripciones del país, siendo Dominique V. Localización de las imágenes que referencian a los
Denon quien descubrió el conjunto de Medinet Habu. Pueblos del Mar en Medinet Habu. | Nelson 1930.
En un primer momento creyó estar en el templo del
Sesostris que menciona Heródoto (figura que puede Consecuencias
estar compuesta por varios faraones) y ante las re- Tras el rechazo de Egipto, estos pueblos fueron
presentaciones de sus conquistas fuera de Egipto. rápidamente asimilados en diversas zonas geográ-
En este momento, ya supo diferenciar por sus atuen- ficas, como los peleset en Canaán, cerca del Egipto
dos y adornos a las gentes egipcias de los enemigos. que habían atacado. El Papiro Harris revela el des-
Tras Denon, fue Jean-François Champollion en el tino de los pueblos que fueron derrotados en el Del-
primer tercio del siglo XIX quien, unos años después ta, mencionando cómo el faraón les cobraba tributo
de trabajar con la piedra de Rosetta, llegase a Medi- anual en grano y tejidos. Entonces, los Pueblos del
net Habu para estudiarlo con la compañía de Hipóli- Mar fueron reubicados en zonas fronterizas de Egip-
to Rossellini. Champollion reconoció la doble función to con estatuto de vasallaje y pagando tributo anual.
del edificio como funerario y conmemorativo gracias Con todo esto, parece ser que estas invasiones fue-
a la transcripción de textos, además de identificar ron aprovechando las crisis del momento, por lo que
que no se relacionaba con Sesostris, sino que los re- no serían las causantes del gran cambio que se dio
lieves y relatos conmemoraban la defensa de Ram- del Bronce al Hierro, sino que se produjo por la acu-
sés III. Tras regresar a Francia, siguió traduciendo mulación de problemas y conflictos.
los jeroglíficos del templo y trató de ir identificando a
los distintos pueblos, aunque falleció antes de con- La victoria de Ramsés III sobre los Pueblos del Mar
cluir la investigación. Durante la segunda mitad del
siglo XIX y ya durante el siglo XX se acometieron las
excavaciones que vaciaron la totalidad del templo.

Medinet Habu se encuentra en el margen occidental


del Nilo frente a Tebas, localidad destacada por el
templo construido por Ramsés III, el cual además de
cumplir con funciones funerarias, se fundó con el in-
terés de ser un recinto conmemorativo, relatando las
grandes victorias de Ramsés III. Este templo ejem-
plifica las denominadas “casas de millón de años”,
tipología característica del Reino Nuevo, construidos
por las dinastías XVIII, XIX y XX en el ámbito de las
necrópolis tebanas con el objetivo del culto funerario
hacia el faraón divinizado, laureándose, magnifican-
do sus logros, y asociándose a la divinidad tebana
Amón. La importancia de este conjunto radica en Extracto del Papiro Harris. British Museum.
| British Museum.

Egiptología 2.0 | 41
es considerada como la última gran victoria egipcia, tras Megido y Qadesh. Lo interesante es que mientras
que Megido marcó la máxima expansión faraónica y Qadesh la posibilidad de mantenimiento de influencia en
Asia, la Batalla del Delta supuso la defensa del propio territorio, lo que refleja una evolución paralela a lo que
se había estado produciendo en la totalidad del Mediterráneo oriental. Egipto evitó correr el mismo destino que
Hatti o Ugarit, aunque los grandes esfuerzos y consecuencias fueron notables, perdiendo su poder de influencia
sobre los territorios cananeos y sin volver a ser la gran potencia militar de antaño, por lo que el episodio puede
entenderse como el inicio de la decadencia de la civilización egipcia.

Bibliografía Sobre el autor

Díaz Alonso, Y. (2015): “Las invasiones de los pueblos Luis Miguel Carranza Peco (Madrigalejo, 1990) ha
de mar en Egipto, contadas a través de las fuentes sentido siempre una enorme atracción por la cultura
arqueológicas”, en BAEDE nº4: 207-236. egipcia, ahora encauzada a través de sus estudios de
Grado en Arqueología, que está a punto de concluir en
García Bargueño, J; García García J; Martín García, la Universidad de Sevilla.
J. Mª.: Ramírez Valiente, P. (2013): “Los Pueblos del
Mar a través de las tendencias historiográficas”, en Ab Ello le ha llevado también a realizar numerosos cur-
Initio 8:3-41. sos de especialización en Egiptología (UAB), diferen-
tes aspectos del Próximo Oriente Antiguo (CEPOAT,
Hornung, E; Krauss, R; Warburton, D. A. (2006): An- Univ. de Murcia), gestión del patrimonio (UDIMA) o ar-
cient Egyptian Chronology. Leiden: Koninklijke Brill. queología subacuática (Univ. de Alcalá de Henares),
entre otros. Ha participado en diferentes proyectos
Largacha, A. (2003): “Egipto ante la llegada de los arqueológicos de excavación y prospección tanto en
Pueblos del Mar”, en Supplementa ad Isimu Estudios España como en el extranjero. En Bolivia ha tenido
Interdisciplinares sobre Oriente Antiguo y Egipto. Se- la oportunidad de colaborar con el Instituto de Investi-
rie II. Vol II (2003): 209-218. gaciones Antropológicas y Museo Arqueológico de la
Universidad Mayor de San Simón y, en España, poner
Liverani, M. (1995): El antiguo Oriente: historia, socie- su granito de arena en el Museo Municipal de Madri-
dad y economía. Barcelona: Crítica. galejo, en Cáceres.

Moreau, C. J. (2003): “Los Pueblos del Mar y el tras- Actualmente, está profundizando en el estudio de la
fondo histórico de la Guerra de Troya”, en Mediterra- protohistoria del Mediterráneo, así como en la etapa
nean Archaeology: 107-124. orientalizante y la colonización fenicia, en especial en
cuestiones identitarias y procesos de etnogénesis.
Nelson, H. H. (1930): Medinet Habu, Vil I: Earlier His-
torical Records of Ramesses III. Chicago: The Chica- Enlaza con el autor
go University Press.

Padró, J. (1999): Historia del Egipto faraónico. Madrid:


Alianza Editorial

Ruíz-Gálvez, M. (2013): Con el fenicio en los talones.


Los inicios de la Edad del Hierro en la cuenca del Me-
diterráneo. Barcelona: Ediciones Bellaterra.

Sanmartín, J.; Serrano, J.M. (2012): Historia antigua


del Próximo Oriente. Mesopotamia y Egipto. Madrid:
Akal.

Trello, J. (2000): “Ramsés III: un faraón guerrero a fi-


nales del segundo milenio a.C.”, en Gladius XX: estu-
dios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y
vida cultural en Oriente y Occidente 20: 209-218.

42 | Egiptología 2.0
Creencias
Ildefonso Robledo Casanova

El hombre y la muerte en
Egipto. Creencias y prácticas
E n el antiguo Egipto el Universo se entendía como un equilibrio entre las fuerzas del orden y las manifesta-
ciones del caos. El momento de la Creación, amenazado cada noche por el caos, se tenía que reproducir
cada amanecer cuando el gran dios primordial Atum-Re emergía en el horizonte, teñido de rojo –el color de la
sangre- tras haber cruzado los mundos subterráneos de la noche y haber derrotado al caos.
Inundación llegaba cada año en el momento espera-
do; las Estrellas Imperecederas (las Circumpolares)
brillaban cada noche en el cielo… Igualmente, ese
aspecto cíclico impregnaba también la existencia del
hombre, que nacía, vivía y fallecía, para volver luego
a renacer tras la muerte.

Osiris, legendaria divinidad civilizadora del Egipto


más antiguo, brindaba a los hombres la esperanza
de que una nueva vida les esperaba tras la muerte.
Osiris, engañado y asesinado por Set, había muerto
para luego, gracias a los trabajos de Isis (su herma-
na-esposa) y Anubis (el dios chacal que custodiaba
las necrópolis y conducía a los difuntos al Más Allá),
volver de nuevo a la vida y ser convertido en Rey del
Mundo de la Ultratumba, en tanto que su hijo Horus,
engendrado gracias al poder mágico de Isis, tras una
conocida y prolongada disputa con su tío Set se ha-
bría convertido en el legítimo heredero del reino de
Egipto.

Pues bien, los antiguos egipcios con sus creencias


en relación con la muerte y el más allá pretendían
conseguir, al igual que Osiris, verse convertidos tras
un proceso de Glorificación en seres inmortales, asi-
milados al propio Osiris. Ese es el motivo de que en
los textos funerarios el difunto “N” sea denominado
“Osiris N”.

Los vivos y los muertos

Esta es una materia en la que los egipcios lograron


brillar con una luminosidad especial. En sus creen-
cias, tan distintas de las modernas, el hombre estaba
integrado por diversos componentes que hoy se nos
manifiestan muy sugerentes. Nosotros distinguimos
Osiris con la corona Atef y los atributos del faraón. entre cuerpo y alma. Los egipcios eran mucho más
Walters Museum. | Walters Museum. sutiles y, en ese sentido, su capacidad de distinguir
entre lo que ellos llamaban ka, ba y aj reviste una
Del mismo modo que la Creación se renovaba perió-
clara importancia.
dicamente, los egipcios atribuían un carácter cíclico
a las manifestaciones de esa Creación: la vegeta- Distinguía al ka su componente de tipo energético.
ción nacía, moría y luego renacía de nuevo; la Gran A través del ka el hombre participaba de la energía

Egiptología 2.0 | 43
que reina en el Cosmos. Esta energía vital la repre- asimilado a una divinidad y alcanzar la unión con
sentaban los egipcios como un doble del hombre. Atum-Re, y sin embargo no fue capaz de dejar atrás
Ese es el motivo de que Khum, dios creador, cuando algo tan material como es la necesidad de conserva-
elabora el cuerpo del hombre en su torno de alfarero ción del cuerpo del difunto.
no haga una sino dos imágenes: una de ellas era el
propio hombre, la otra su ka. ¿Pretendían los egipcios, con la momificación, im-
pedir que algo que temían y que nosotros descono-
Respecto al ba, se piensa, con ciertos reparos, que cemos se produjera? No lo sabemos. Viene siendo
podría ser algo así como nuestro espíritu o alma. Se usual que pensemos que gracias a la momificación
distinguiría, sobre todo por su capacidad de movi- estos hombres conseguían que el cuerpo siguiera
miento. Los textos egipcios nos hablan de la amplísi- siendo el soporte del ka, de modo que este pudiera
ma libertad de movimientos del difunto. En el “Libro subsistir. En todo caso, esta era una práctica anti-
de los Muertos” es frecuente referirse al difunto afir- gua, ya que desde la Primera Dinastía, al menos,
mando que avanza rápidamente, “a grandes zanca- se tiene constancia de que el cuerpo del difunto era
das”. El espacio no parece tener limitaciones para sometido a algún tipo de manipulación.
los bas de los muertos. Una vez que “las puertas del
cielo quedan abiertas” (según se nos dice al finalizar Todo parece sugerir que los antiguos egipcios no
el capítulo de “La Apertura de la Boca”) el difunto eran capaces de entender la vida eterna si la misma
puede entrar y salir siempre que lo desee. “Tú an- no estaba vinculada de algún modo a un cuerpo o a
darás con grandes pasos”, se nos dice literalmente. una estatua que la encarnaran gracias al inmenso
poder de la magia.
El ba, hemos de puntualizar, parece que solamen-
te se manifestaba cuando el hombre había muerto. Tanto el proceso de la momificación como el de la
Gracias al ba el difunto podía entrar y salir de su tum- Apertura de la Boca debieron ser una obsesión para
ba a su voluntad y pasearse por el mundo de los los egipcios. En relación con estas materias llama la
vivos o por el reino celeste. atención la afirmación de Heródoto de que los egip-
cios fueron los primeros hombres que desarrollaron
También solamente después de la muerte se mani- la idea de la reencarnación de las almas de los difun-
festaba, finalmente, el aj (el difunto, una vez termina- tos, y que de los egipcios habrían tomado esta idea
do el proceso de Glorificación, se veía transformado los antiguos griegos (hemos de entender que entre
en un Luminoso, Brillante o Ser de Luz), sin duda la otros los órficos y los pitagóricos, ya que Heródoto,
expresión más elevada de las creencias funerarias prudente, no indica claramente a quien se refiere,
egipcias. El difunto, plenamente purificado conse- aunque dice que lo sabe).
guía arribar entonces a un estado en el que asimila-
do a la divinidad habría de disfrutar de una vida de En la mística griega, en la que encajarían los dos
Millones de años, es decir, eterna. grupos citados, se mantenía esa creencia en la reen-
carnación de las almas de los hombres que fallecían
Resurrección sin estar adecuadamente purificados. Es conocido,
sin embargo, que aparentemente no hay nada en los
A través de los rituales de la momificación y de la textos de los propios egipcios que permita sostener
Apertura de la Boca, los egipcios contaban con me- que creían en la reencarnación. La gran pregunta es:
dios materiales que les permitían avanzar en el pro- ¿y porque Heródoto lo afirmaba?
ceso que habría de culminar con la inmortalidad del
difunto. Con respecto a la momificación, no parece La influencia egipcia en otras facetas de las creen-
que estén claros los motivos que obligaban a que el cias órficas es, sin embargo, evidente. Las láminas
cadáver del difunto hubiera de conservarse eterna- de oro encontradas en las tumbas de los iniciados
mente y es que el trasfondo espiritual que domina el órficos, o el denominado “Papiro Derveni”, contienen
proceso de la Glorificación, que debe culminar con la indicaciones que resultan similares, en su concep-
transformación del difunto en una divinidad, en una ción, a las que se encierran, por ejemplo, en “El Libro
manifestación del propio Osiris, en un Ser de Luz, de los Muertos” egipcio. En ambos casos, tenemos
hace que aspectos de tipo puramente material, como guías de viaje para el más allá, y es que desde anti-
es la momificación, se manifiesten, aparentemente guo se conocía que Orfeo se había iniciado en Egip-
al menos, como algo pobre en su concepción, si lo to.
comparamos con el destino que espera al hombre
resucitado, que es integrarse en una naturaleza di- El funeral de un rey en el Reino Antiguo
vina.
Las creencias según los “Textos de las Pirámi-
Esta sería una de las paradojas de la espiritualidad des”
egipcia. Fue capaz de alcanzar niveles elevados de
En un intento de aproximarnos a los ritos y creencias
misticismo, en el sentido de ansia del hombre de ser

44 | Egiptología 2.0
Anubis era el dios del Antiguo Egipto asociado a la momificación y son los rituales de enterramiento. Aquí
aparece atendiendo a una Momia. | Ignati.

funerarias vamos a comentar lo que vendría a ser Atum-Re y la pirámide, símbolo del culto solar, es la
el funeral de un rey en los tiempos del Reino Anti- rampa o escalera por la que el faraón ascenderá al
guo. Pensemos, para ello, que se trata de un faraón cielo.
perteneciente a la dinastía VI, con objeto de poder
profundizar en las creencias plasmadas en los “Tex- Las creencias, que se plasman por escrito en la di-
tos de las Pirámides”, que aparecen en las pirámi- nastía V (en la pirámide de Unis), eran ya conoci-
des de los reyes de las dinastías V y VI. Se trata de das, sin embargo, desde los primeros tiempos del
unos textos que no tenían como finalidad decorar las Reino Antiguo, constituyendo los textos rituales que
cámaras y corredores de la tumba real, sino que se los sacerdotes recitaban y cantaban con ocasión de
esculpieron con una intencionalidad de tipo simbóli- dar sepultura al rey en la pirámide. Antes de que se
ca y mágica. plasmaran en las paredes internas de las pirámides
estos textos se habían transmitido de modo oral o
En los “Textos de las Pirámides” el rey fallecido no escritos en un material perecedero, papiro posible-
se nos presenta en cuanto hombre sino revestido de mente. Sus redactores habían sido los sacerdotes
su naturaleza divina, intermediario entre los dioses del culto solar de Heliópolis. En la medida en que los
y los hombres. En estos textos nunca encontramos viejos conjuros orales se escribían ahora en signos
alusiones a aspectos biográficos del rey sino que to- jeroglíficos (la escritura de los dioses) estos textos,
dos los contenidos se insertan en un contexto arque- gracias al intenso poder mágico de la palabra y de la
típico y mitológico. El faraón vivo es Horus, el faraón escritura, intensificaban la eficacia de los ritos fune-
muerto es Osiris. rarios.

En los “Textos de las Pirámides” nada tiene un sen- Las pirámides y el culto solar
tido literal, sino un valor simbólico-mágico. Al rey fa-
llecido le espera un más allá celeste y solar, junto a Las pirámides, en una primera aproximación, fueron
las tumbas de determinados faraones del Reino An-

Egiptología 2.0 | 45
tiguo. Cuando el culto solar triunfó plenamente, los
faraones de las dinastías IV, V y VI se hicieron se-
pultar en pirámides que, a modo de rampas dirigidas
al cielo, facilitaban el proceso ascensional del faraón
hacía su destino final: el reino celeste de Atum-Re,
allí donde se manifiestan las Estrellas Imperecede-
ras (las Circumpolares), que los egipcios pensaban
que eran inmortales, ya que nunca desaparecían del
cielo nocturno.

La pirámide, destino final de los funerales de estos


reyes, simbolizaba la colina primordial que había
emergido en los primeros tiempos de las aguas pri-
mordiales del Nun. Sobre esa colina primigenia se
había posado el Pájaro Benu, que habría de trans-
formarse en sol y elevarse a los cielos, dando así
comienzo a la Creación.

La pirámide era una construcción funeraria (una tum-


ba, en suma) destinada exclusivamente a los reyes.
Solamente el rey tenía asegurado en estos tiempos
un destino solar junto a Atum-Re y solamente él as-
cendía a los cielos, viendo favorecido el viaje gracias
al simbolismo y al poder mágico de la pirámide.

El complejo funerario en el que se daba sepultura a


los reyes fallecidos estaba integrado por cuatro ele-
mentos: el templo bajo, situado a orillas del Nilo; la
rampa por la que había de transitar el cortejo funera- Detalle de la pirámide roja. | Ivrienen.
rio; el templo funerario (o templo alto, situado junto a
jo del templo solar.
la pirámide) y la propia pirámide. El complejo estaba
orientado siguiendo un eje este-oeste, simbolizando Recorrido del cortejo funerario
así el camino del Sol a lo largo de cada jornada.
Estamos pensando en un faraón de finales del Reino
A partir de la V dinastía se manifestó una tendencia Antiguo, de modo que el complejo funerario estaría
a aumentar el tamaño del templo alto, en el que se situado en Saqqara, la gran necrópolis menfita.
presentaban las ofrendas al rey muerto. Igualmente
en estos momentos finales del Reino Antiguo en los El cadáver del rey fallecido llegaría, en un primer
que nos encontramos fue frecuente la construcción momento, al templo bajo, situado en el valle. Parece
de templos solares que reproducían el templo de Re que ese era el lugar en el que se procedía a la puri-
en Heliópolis, es decir, en estos momentos existían ficación y embalsamamiento, así como a los rituales
dos complejos que estaban próximos entre sí, de un de Apertura de la Boca. Ya comentamos que resulta-
lado el propio complejo piramidal y de otro el comple- ba imprescindible que el cuerpo no se corrompiera,

46 | Egiptología
Detalle de un 2.0
cortejo fúnebre. Tumba de Ramose, TT55. | Chrisdelachal.
para que pudiera garantizar la eterna pervivencia del
ka (embalsamamiento) y era necesario también que
mágicamente se consiguiera que la vida volviera al
cuerpo (Apertura de la Boca).

Por la rampa que nacía en el templo bajo, el cortejo


se dirigiría al templo solar o funerario, en donde el
rey habría de ser objeto de culto y se le presenta-
rían las ofrendas funerarias. Seguidamente, siempre
en un contexto de ritos mágicos que los sacerdotes
iban recitando o cantando (y que los “Textos de las
Pirámides” reproducen) se procedería a trasladar al
difunto a la cámara funeraria de la pirámide, no sin
antes haber purificado el féretro real en el camino a
su definitivo sepulcro.
Vasos canopos. Piedra caliza. 712-664 a.C. Metro-
Hablemos algo de los sarcófagos en estos tiempos. politan Museum of Art.
El sarcófago era un elemento que cumplía dos mi- | Metropolitan Museum of Art.
siones. De un lado, protegía a la momia y facilitaba
“Libro de los Muertos”. En los tiempos del Reino An-
su conservación; de otro, potenciaba la regenera-
tiguo los sacerdotes de Heliópolis habían plasmado
ción del difunto depositado en su interior. En estos
en los “Textos de las Pirámides” unas fórmulas fune-
momentos de la dinastía VI lo usual es que la caja
rarias que solamente se aplicaban cuando fallecía
fuera doble (la más interna, de madera; la externa
el rey; ahora, los contenidos del “Libro de los Muer-
de piedra) y que contara con una decoración que in-
tos”, elaborado por los sacerdotes tebanos, serán de
corporaba bandas horizontales y verticales de ins-
aplicación para los demás hombres, sobre todo para
cripciones y el denominado “panel de ojos”. En estos
quienes cuenten con recursos para costearlo.
tiempos, la tapa solía ser plana y era frecuente que
el propio sarcófago, en su interior, estuviera decora- Destaca en el “Libro de los Muertos” que nos presen-
do con una representación de la diosa Nut (el cielo), ta un Más Allá que se distingue por su carácter dual.
símbolo de las creencias solares imperantes en el De un lado, existe un mundo subterráneo en el que
momento. reina Osiris; de otro, se nos habla de un mundo ce-
leste, más elevado que el anterior, en el que el dueño
En el Reino Antiguo el ajuar funerario estaba integra-
y señor es Re.
do por diversos elementos necesarios para la vida
del difunto en el Más Allá (vajillas, grandes vasos Llama también la atención ahora la creencia, plas-
realizados en piedra, alabastro o calcita…); estatui- mada en su capítulo 125, en un juicio al que deberá
llas que tenían el carácter de ofrendas votivas; los someterse el difunto como medio de ser declarado
vasos canopos, en los que se depositaban las vísce- “Justo de Voz” y tener así libre el paso para ser admi-
ras, que en esos momentos suelen ser anepígrafos tido en el Reino de Occidente, donde los bienaven-
y que a partir del Reino Medio contendrán invocacio- turados habrán de disfrutar de una vida feliz y eter-
nes a los cuatro Hijos de Horus; diversos amuletos, na. Esta idea de un tribunal que debe juzgar a los
que usualmente reproducirán partes del cuerpo hu- difuntos parece que tiene antecedentes en el Reino
mano cuya vida se pretende asegurar; signos jeroglí- Medio, pero entonces se necesitaba que alguien ac-
ficos, debido a la creencia en la magia de la palabra tuara como acusador del difunto.
escrita…
Leyendo los “Textos de las Pirámides” vemos tam-
Cumplidos todos los ritos y depositado el sarcófago bién que en diversas ocasiones el rey manifiesta su
en la cámara funeraria se cerraría la pirámide, te- temor de que alguna divinidad pudiera oponerse a
niendo los sacerdotes la seguridad de que se había su pretensión de acceder al reino celeste. En esos
conseguido la transfiguración y resurrección del rey tiempos antiguos parece que solamente el rey podía
muerto, que transformado en estrella imperecedera ser juzgado si alguna divinidad actuaba como acusa-
brillaría durante Millones de Años (toda la eternidad) dora. Ya sabemos que entonces el rey y sus súbditos
junto a Atum-Re, la divinidad primordial. no compartían un destino igual tras la muerte.
Un funeral privado en el Reino Nuevo En el Reino Nuevo, sin embargo, ha triunfado la
creencia de que todos los hombres han de ser juz-
Aspectos doctrinales
gados, sin necesidad de que nadie actúe como acu-
En el Reino Nuevo los aspectos doctrinales de las sación. El destino que espera al hombre en el Más
creencias funerarias reposan en los contenidos del Allá es igual para todos, trátese del propio rey o del

Egiptología 2.0 | 47
más humilde de sus súbditos. Todos serán juzgados
y todos tendrán las mismas expectativas.

Aspectos textuales

Ya hemos hablado del “Libro de los Muertos”, cono-


cido por los egipcios como “Fórmulas del salir del
alma a la luz del día”. Su finalidad era que el ba del
difunto pudiera salir del sepulcro y alcanzar la luz, es
decir, la revitalización, en el Más Allá. Los primeros
ejemplares del libro parece que se destinaron al rey
y a los miembros de su familia, pero pronto se amplió
su uso para todos los egipcios, al menos para aque-
llos más adinerados.

No obstante, también existieron otros textos que se


han identificado en las tumbas reales del Valle de
los Reyes y que estaban destinados solamente a los
faraones. Estos libros pretendían profundizar en el
conocimiento topográfico del Más Allá así como en el
viaje que por esos parajes habría de realizar, al igual Plañideras. Tumba de Ramose, TT55.
| Wikimedia Commons.
que Osiris-Re, el propio rey difunto. Podemos citar
como ejemplo el denominado “Libro de Amduat”, pañeros del difunto), que serían los que arrastrarían
plasmado en las paredes de la tumba de Tutmosis el trineo cuando este llegaba a la necrópolis; y final-
III. En este texto se nos habla del viaje de la barca mente los Iauu o ancianos, que serían algunas de
solar de Re, que se manifiesta acompañado de su las autoridades o mandatarios locales que se piensa
séquito, por el mundo subterráneo a lo largo de las que acudirían al sepelio de los miembros más distin-
doce horas de la noche. guidos de la localidad.
El cortejo fúnebre de un particular Es conocido que la momificación y la Apertura de la
Boca son dos momentos cruciales del proceso fu-
En relación con esta materia y como momentos o
nerario egipcio. A través de la momificación se con-
aspectos más destacados podemos citar:
seguía vincular al ka del difunto con su cuerpo inco-
El sarcófago, en un pequeño barco, sale de la orilla rrupto; gracias a la Apertura de la Boca, practicada
este del Nilo (la ciudad de los vivos) y se dirige a la por el sacerdote Sen junto a la entrada de la tumba,
orilla oeste (la ciudad de los muertos). Una vez en el se lograba que la vida retornara de nuevo al cuerpo
otro lado del Nilo, el sarcófago, colocado sobre un muerto.
trineo, será transportado a la necrópolis. Tirarán de
Es también significativo el ritual de las “Cuatro An-
él varios bueyes, toros o vacas. Cuando llegue a la
torchas”, con el que se pretendía traer el calor vital
necrópolis, será un grupo de hombres el que tirará
de Re al cuerpo del difunto. Estos ritos se detallan
del trineo.
en el capítulo 137 A del “Libro de los Muertos”, sien-
En el cortejo, entre otros sacerdotes, estarán presen- do de destacar que se realizaban en el interior de la
te el Maestro de la Purificación, que porta la leche tumba. En ese mismo capítulo se nos habla también
purificadora, y el sacerdote Sem, que llevará sobre de los diversos amuletos protectores que había que
sus hombros una característica piel de leopardo. colocar en puntos determinados de la cámara (un
Djed de loza fina, una figura de Anubis, una mecha
Las plañideras son uno de los elementos más ca- impregnada de aceite sefet y una figurilla humana en
racterísticos del cortejo. Mezclados con ellas puede madera).
haber también hombres y lo usual es que en el grupo
que se lamenta estén integrados la esposa y los hi- La tumba y los ajuares
jos del difunto.
Hemos de pensar que nuestro difunto era un perso-
En las representaciones de las tumbas de particula- naje que había vivido en Tebas, por lo que su tumba
res se suelen distinguir tres grupos de personas que estaría ubicada en la necrópolis de Tebas Oeste, al
pasamos a comentar: De un lado, lo que se conoce otro lado del río, excavada en la roca. Sería una tum-
como “La gente de la ciudad de N”, que sería una de ba que contaría con un espacio para el culto funera-
las poblaciones mencionadas en el mito de Osiris; rio y con la propia cámara funeraria. Para acceder
de otro, los denominados Semeru (amigos o com- a la cámara se bajaría por una rampa escalonada o
por medio de un pozo. Es frecuente que a partir de

48 | Egiptología 2.0
a los cuatro Hijos de Horus y en los que estarán de-
positadas las vísceras del difunto.

- Las ofrendas, destinadas a alimento del ka.

- Las estatuillas (Ushebtis) que eran la mano de obra


que habría de sustituir al difunto si este tuviera que
hacer algún trabajo en el Más Allá (de ellas se trata
en el capítulo 6 del libro).

Después de que se hubiera realizado lo que los


egipcios llamaban “un bello entierro” se habría con-
seguido, gracias a la magia de los conjuros y de las
prácticas realizadas, que el difunto, vuelto a la vida,
arribase felizmente al Occidente, a la tierra de los
justos, como nos dicen multitud de inscripciones que
se han conservado.

Cartas a los muertos

En el antiguo Egipto existían unas relaciones casi


cotidianas entre los vivos y los muertos. Uno de sus
exponentes serían lo que conocemos como “Cartas
a los muertos”, ya que, en efecto, en ese contexto de
relaciones con los espíritus está constatado que en
determinados momentos los egipcios no dudaban en
hacer llegar mensajes a sus difuntos, escribiéndoles
cartas que depositaban en las tumbas de sus deu-
dos fallecidos. Se han conservado varias de esas
cartas, lo que acredita que su emisión hubo de ser
una costumbre extendida.
Tumba de Sennedjem en Deir el-Medina. Estos textos, que constituyen una singularidad que
| Roland Unger.
distingue a la literatura egipcia, solían escribirse so-
la dinastía XIX encima de la cámara subterránea se bre los recipientes cerámicos en los que se deposi-
construya una pequeña pirámide de adobe, lo que taban las ofrendas dirigidas al fallecido; es también
ocurre por ejemplo en la necrópolis de Deir el-Me- usual que se utilizara como soporte la tela de lino o
dina. Todo parece indicar que el nivel superior (la el papiro, sobre todo en el caso de mensajes que te-
capilla funeraria y la pirámide) nos remitirían a las nían una mayor extensión. Los primeros ejemplos de
creencias solares (el reino celeste de Re), en tanto cartas a difuntos que se han conservado son de los
que el nivel inferior (la cámara funeraria) se vincula- tiempos finales del Imperio Antiguo (dinastía VI) y se
ría al reino subterráneo de Osiris. cree que la costumbre debió extenderse cuando se
difundieron entre la población los cultos funerarios
En el ajuar funerario se integrarían: propios del mito de Osiris.

- Ante todo, un ejemplar del “Libro de los Muertos”, o Las cartas dirigidas a los fallecidos reposaban en
al menos de algunos de sus capítulos. una doble creencia que imperaba entre los egipcios.
De un lado, pensaban que los espíritus eran seres
- La máscara (cabeza misteriosa) a través de cuyos luminosos que tenían poderes mágicos y que goza-
ojos puede ver el difunto y que actúa como elemento ban de una gran movilidad, visitando la tierra tantas
de elevación y de protección. veces como deseaban; de otro, atribuían un inmen-
so poder creador a la palabra y, a fin de cuentas, a
- Diversos amuletos, algunos insertados entre las través de las cartas conseguían fijar la palabra en
vendas de la momia y otros situados en diversos un soporte concreto (fuese un recipiente o una tela
espacios concretos de la tumba (nichos, etc.). Entre o papiro) y gracias a los poderes mágicos de los sa-
esos amuletos podemos citar el escarabajo (símbolo cerdotes que llevaban a cabo los cultos funerarios
de resurrección), el corazón (que no debe testificar conseguían neutralizar los peligros por los que los
en contra del difunto en el juicio), el Ojo de Horus remitentes se sentían amenazados. Las cartas no se
(potente talismán protector)... depositaban, sin más, en la tumba, sino que además
- Los vasos canopos, que contendrán invocaciones el sacerdote llevaba a cabo rituales determinados

Egiptología 2.0 | 49
te en diversos alimentos, Dedi pide ayuda al espíritu
de su hermano haciéndole saber que una joven sir-
vienta, precisamente la muchacha que se encarga
del cuidado y mantenimiento de la tumba de Intef, se
encuentra enferma y temen por su vida. Dedi, que
es consciente de que su hermano se ha convertido
en un ser de luz dotado de poderes mágicos, ruega
su intercesión para que la joven, que lleva tiempo
manteniendo la capilla del difunto en buen estado,
se recupere. Nuestro personaje, finalmente, temien-
do que su hermano no atienda su petición, incluye en
el escrito la amenaza de dejar abandonado el culto
funerario de la tumba de Intef en el caso de que este
no se tome interés en ayudar a la joven sirvienta.
Reproducimos el contenido de la carta:

“A propósito de la joven sirvienta Imiu que está en-


ferma. ¿Acaso no puedes protegerla durante el día
y la noche contra cualquier hombre o mujer que la
esté provocando su mal? ¿Acaso quieres que tu ca-
pilla funeraria sea destruida y abandonada? ¡Lucha
de nuevo por ella, a fin de que tu capilla sea restau-
rada y se viertan libaciones para ti! Si no obtengo tu
ayuda, tu tumba será destruida. ¿Acaso no sabes
que es esa criada la que mantiene tu capilla en buen
estado en medio de los hombres? ¡Lucha por ella,
protégela! ¡Sálvala contra todo el que quiera dañarla!
Entonces tu casa y tus hijos serán establecidos, tus
peticiones serán bien escuchadas y atendidas”.
Ushebti elaborado en fayenza. | Harrogate Museums.
Sobresale en la carta que Dedi cree que la mucha-
que aseguraban que su contenido cobrase un gran cha está enferma debido a que alguien, usando po-
poder mágico y llegase a conocimiento del difunto. deres mágicos negativos, la está provocando el mal.
En estrecha sintonía con esa idea, Dedi piensa que
A través de las cartas a los difuntos lo usual es que Intef está obligado a utilizar sus poderes como es-
se hiciera una petición o ruego al espíritu del falle- píritu luminoso para salvar a Imiu de aquellos que
cido, del que, insistimos, se pensaba que se había quieren dañarla.
convertido en un ser dotado de poderes especiales.
En estos casos, el destinatario del escrito era un es- Carta a Ankhiry
píritu benéfico al que se solicitaba alivio ante una en-
Fechada en el entorno de la dinastía XIX, esta carta
fermedad o ayuda para tomar una decisión o ganar
(Papiro Leyden, 371) contiene las quejas que un in-
un pleito. No era inusual que en la carta, además
dividuo dirige al espíritu de su esposa. De su conte-
de pedir el favor del fallecido, se le amenazara con
nido se deduce que la difunta le viene recriminando
dejar abandonado el culto funerario de su tumba en
algo que realmente no se llega a exponer y el viu-
el caso de no acceder a ello.
do, molesto ya que no se siente culpable, la indica
Otro tipo de cartas, por contra, se dirigían a espíri- con claridad que se ha visto obligado a presentar
tus maléficos, que estaban causando algún daño al una acusación contra ella ante el gran tribunal de la
remitente. En ese caso es frecuente que además de Enéada de Dioses que tiene su sede en el Occiden-
reprochar al difunto su actuación se le amenace con te.
plantear un litigio ante el tribunal de los dioses, todo
“¿Qué crimen cometí contra ti, se pregunta el indivi-
ello para conseguir que el maleficio o las molestias
duo, para llegar a la miserable situación en que me
cesen.
encuentro?, ¿qué es lo que te he hecho?”
En una de las cartas que se han conservado, que se
En la carta el viudo recrimina al espíritu de su esposa
ha datado en los tiempos del Imperio Medio (dinas-
que no sabe apreciar todo el bien que hizo por ella
tía XII), un individuo de nombre Dedi se dirige a su
mientras vivió, por lo que se ve obligado a escribirla
hermano Intef, que en vida había sido sacerdote. Al
para que Ankhiry tome conciencia de los males que
tiempo de hacerle una ofrenda funeraria que consis-
su actuación le están provocando.

50 | Egiptología 2.0
Como vehículo mágico de tipo material, es decir, Reino Antiguo los textos ofrecen información de
como soporte de la carta, escrita sobre papiro, se tipo biográfica del difunto, que suele manifestar que
utilizó una figurilla femenina en madera, recubierta durante su vida actuó de acuerdo con Maat.
de yeso y coloreada, sobre la que se enrolló el escri-
to, depositándose todo ello en la tumba. Cuando se produjo el triunfo pleno de las creencias
solares los reyes habrán de ser enterrados en
Nuestro hombre, angustiado, insiste una y otra vez pirámides, que simbolizan precisamente el culto a
en su carta en que mientras Ankhiry vivió cuidó de Re y que vienen a ser las rampas por las que los
ella con gran diligencia, no entendiendo la situación faraones se elevaban al cielo. En esos tiempos, los
de acoso en que vive, causada por el espíritu, por lo demás mortales eran enterrados en pozos, fosas o
que ha decidido presentar una petición de respaldo mastabas y su futuro en el más allá estaba vinculado
a los dioses: “Voy a presentar -nos dice- un litigio al reino terrestre o subterráneo de Osiris. En suma,
contra ti con palabras de mi boca ante la Enéada de en el Reino Antiguo, coexistían dos soteriologías
Dioses que está en Occidente, y se decidirá entre tú opuestas y aparentemente irreconciliables: una para
y yo ...” Insiste el viudo en que ya que “no permites el faraón y otra para el común de los mortales.
que mi corazón se reconforte seré juzgado contigo, y
se discernirá la maldad de la justicia” En el conjuro 251 de los “Textos de las Pirámides” se
expresa claramente esa idea de que el destino solar
En suma, viendo que Ankhiry no parece distinguir
del rey es distinto al del resto de los espíritus, que
entre el bien y el mal, su viudo ha tomado la decisión
se encuentran en un espacio inferior: “Abre tu lugar
de que sean los dioses los que decidan entre ella y
en el cielo entre las estrellas celestes (le dice Nut al
él, que tras cuidarla durante toda su vida no pudo
rey), porque tú eres la Estrella Solitaria, el compañe-
sino llorar, nos dice, cuando conoció su muerte.
ro de Hu; mira hacia abajo a Osiris cuando gobierna
Entonces, no reparó en gastos para proporcionar las los espíritus, porque estás de pie lejos de él, no es-
ropas de lino con las que habría de ser ataviado su tás entre ellos y no estarás entre ellos”.
cadáver y no permitió que ninguna cosa buena se
Tras los acontecimientos del Primer Periodo
dejase de hacer por ella. Ankhiry, sin embargo, no
Intermedio todos los muertos pasarán a identificarse
solo no muestra ningún agradecimiento por todos los
con Osiris, en lo que se conoce, quizás de modo
desvelos que tuvo con ella en vida, sino que además
no demasiado correcto, como democratización de
está usando sus poderes para inquietar al pobre viu-
las creencias funerarias. En sintonía con lo anterior,
do, que vive una situación de temor y angustia antes
cuando llegamos al Reino Nuevo, el texto funerario
esas inquietantes influencias.
más destacado, el “Libro de los Muertos”, tendrá unos
El escrito que esta persona desesperada dirigía al contenidos que servirán para todos los hombres. En
espíritu de Ankhiry constituye un documento que re- este momento más avanzado se seguirá ofreciendo,
viste especial interés en la medida en que nos per- sin embargo, una imagen dual del más allá, ya que
mite contrastar con claridad el modo en que la vida en este libro se mencionan dos espacios distintos:
cotidiana en el antiguo Egipto estaba influenciada de un lado, el reino de Osiris (simbolizado por el
por las creencias sobre el mundo espiritual y por las Campo de los Juncos); de otro, el reino celeste de Re.
frecuentes relaciones que los egipcios tenían, gra- Diversos conjuros del libro sugieren la idea de que el
cias al intenso poder de la magia, con los seres del reino de Osiris podría ser un lugar de purificación.
más allá. Una vez libre de las impurezas que se agarran a su
ser el espíritu pedirá a los guardianes de las puertas
Conclusiones celestes que le dejen pasar para alcanzar el reino
celeste. En efecto, dice el capítulo 86 del libro: “Me
En el Reino Antiguo los destinos funerarios de los he purificado en la gran altiplanicie, (allí) arroje mis
hombres comunes y los del rey eran distintos. En los faltas, extirpé mis pecados y lancé las impurezas que
“Textos de las Pirámides”, destinados exclusivamente tenía unidas a mí en mi vida terrenal. ¡Guardianes de
al faraón, los textos y la iconografía son arquetípicos las puertas, despejadme el camino, pues soy vuestro
y mitológicos. El rey, por definición, está integrado en igual!”
el universo. El rey vivo es Horus y cuando muere es
Osiris. Solo al faraón se le brinda tras la muerte un En el Reino Antiguo el espíritu de un hombre común
destino celeste. En esos momentos sabemos poco de jamás hubiera podido tener esta esperanza de al-
las esperanzas de supervivencia de los hombres tras canzar el reino celeste. Esta es la diferencia esen-
la muerte, si bien está documentado que desde los cial en las creencias de los reinos Antiguo y Nuevo.
tiempos más antiguos los cuerpos eran preparados La otra gran diferencia que distingue a las creencias
y vestidos y se depositaban en sus tumbas ajuares funerarias de estos dos momentos históricos hace
sencillos: sobre todo ofrendas destinadas al ka referencia a la idea de un juicio al que deben some-
(alimentos y bebidas). En las tumbas privadas del terse los difuntos. En el Reino Antiguo no existe esa

Egiptología 2.0 | 51
creencia en un juicio a los muertos. Irán surgiendo en el Reino Medio, pero siempre que exista alguien que
actúe como acusador. En el Reino Nuevo, sin embargo, estará consolidada la idea de que todos y cada uno
de los hombres habrán de ser juzgados tras la muerte. Es el denominado Juicio de Osiris (Confesión Negativa),
que se celebrará en la Sala de las dos Maat, ante 42 dioses-jueces.

En el Reino Nuevo los reyes serán enterrados, no ya en pirámides sino en hipogeos como los situados en el
Valle de los Reyes (Tebas), en tanto que los particulares descansarán en tumbas excavadas igualmente en
la roca, en las que es frecuente que se distingan dos espacios. Uno de ellos (sala del culto, rampa o pozo y
cámara funeraria) nos hace alusión al reino de Osiris; el otro, una pequeña pirámide de adobes encima de la
tumba, nos remite al reino solar de Re.

En fin, acerca de los rituales funerarios la momificación y la Apertura de la Boca son los momentos más
importantes de ellos y lo cierto es que sus antecedentes ya se remontan al Reino Antiguo, si bien a través
del tiempo habrá sucesivas modificaciones. Destacar, en todo caso, que en el Reino Antiguo los cuerpos ya
eran sometidos a determinadas manipulaciones y que en los ritos de animación de las estatuas existen claros
antecedentes del rito de la Apertura de la Boca. Los ajuares funerarios, finalmente, fueron variando lógicamente
a lo largo del tiempo: por ejemplo, en el Reino Antiguo no existían todavía las máscaras ni los denominados
ushebtis (mencionados en el capítulo VI del “Libro de los Muertos”).

Bibliografía Sobre el autor

Alegre García, S. (2017): Dioses, mitos y rituales en el Licenciado en Derecho, desarrollando su actividad
antiguo Egipto. Madrid: Dilema Editorial. profesional en el mundo de la empresa. Desde joven
ha sentido una profunda atracción por el antiguo Egip-
Cashford, J. (2009): El mito de Osiris. Los misterios de to, en la que ha intentado profundizar realizando diver-
Abidos. Gerona: Atalanta. sos cursos de Egiptología impartidos en la Universi-
dad Nacional de Educación a Distancia, la Universitat
David, R. (2003): Religión y magia en el Antiguo Egip- Autónoma de Barcelona y el Centro de Estudios del
to. Barcelona: Editorial Crítica. Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía, de la Univer-
sidad de Murcia. Está también titulado en un programa
Dunand, F. y Lichtenberg, R. (1999): Las momias, un de especialización impartido por la Universitat Oberta
viaje a la eternidad. Barcelona: Ediciones B. de Catalunya, que profundizaba en el mundo funerario
de los antiguos egipcios.
Fletcher, J. (2002): Egipto: el libro de la vida y la muer-
te. Barcelona: Círculo de Lectores. En relación con su pasión por la historia es miembro
fundador de la Asociación “Arte, Arqueología e Histo-
Janot, F. (2009): Momias reales. La inmortalidad en el ria”, de Córdoba, habiendo publicado diversos traba-
antiguo Egipto. Madrid: Libsa. jos sobre el antiguo Egipto en revistas especializadas,
como “Revista de Arqueología”, “Historia y Vida”. “His-
Lara Peinado, F. (1993): Libro de los Muertos, Edición toria 16”, “Arte, Arqueología e Historia”, “Adalid”…
y notas. Madrid: Editorial Tecnos.
Dentro de su interés por el Egipto antiguo se siente
Quirke, S. (2003): La religión del Antiguo Egipto. Ma- especialmente atraído por su espiritualidad: religión,
drid: Editorial Oberón. magia, creencias sobre la concepción del hombre y la
ultratumba, literatura… También siente un interés cre-
Serrano, J. M. (1993): Textos para la historia antigua ciente por la Historia de Género, habiendo publicado
de Egipto. Madrid: Editorial Cátedra. diversos estudios acerca de la mujer egipcia.

Mantiene un blog titulado “Egipto, Tierra Sagrada”, en


el que viene dando a la luz algunos de los estudios
que tiene publicados en las revistas especializadas
que antes hemos citado.

Enlaza con el autor

52 | Egiptología 2.0
Personajes
José Antonio Moya Vargas

Kha y Merit: Una vida en el


poblado de Deir El-Medina
C uando en febrero de 1906 el egiptólogo y arqueólogo italiano Ernesto Schiaparelli y su equipo encontraron
cerca del poblado de Deir el-Medina el acceso a un antiguo pozo funerario, no se podían hacer una idea del
fabuloso descubrimiento que estaban por hacer.

mado Kha, que había sido inhumado junto a su espo-


sa Merit. Kha fue “capataz” durante los reinados de
los faraones Amenhotep II, Tutmosis IV y Amenhotep
III por lo que vivió en plena dinastía XVIII entorno a
los años 1425-1353 a.C., y su posición dentro de la
jerarquía de la aldea debió ser muy destacada lo que
le permitió llevar una vida cómoda y apacible.

Estado de la cámara funeraria de Kha y Merit tras


su hallazgo. | Rosa Pujol.

En la cámara se encontraron cerca de 500 objetos


entre los que destacaban los dos grandes sarcófa-
gos de los propietarios de la tumba acompañados de
Detalle de una escultura de Kha. objetos de uso cotidiano como lámparas, sillas, tabu-
| Arqueología 3.0. retes, camas, ofrendas de comida, jarras, cofres, etc.
Después de un tortuoso y peligroso descenso al fon- La tumba fue vaciada con cierta prisa en apenas tres
do del pozo y tras recorrer un par de corredores, se días por lo que el trabajo no fue todo lo metódico que
encontraron frente a una puerta de madera cerrada debió haber sido, y el contenido casi en su totalidad
y previsiblemente inviolada. Tras abrirla y acceder a (el Museo Egipcio de El Cairo se quedó con algunos
la cámara, lo que vieron superó todas sus expectati- objetos) fue transferido al Museo Egizio de Turín en
vas. Habían descubierto la tumba intacta de uno de Italia donde hoy se expone.
los antiguos trabajadores del poblado de Set Maat El descubrimiento de la tumba intacta de Kha y Merit
(el Lugar de la Verdad), donde vivían los artesanos es de suma importancia porque nos permite conocer
y obreros encargados de la construcción de las tum- y estudiar cómo era el día a día de una familia del
bas reales de los faraones del Reino Nuevo en el poblado de Deir el-Medina a través de los objetos de
cercano Valle de los Reyes. uso cotidiano que en ella se encontraron, algunos de
La tumba pertenecía a un importante personaje lla- los cuales veremos en este artículo.

Egiptología 2.0 | 53
Cofre (8212). Madera.1425-1353 a.C.
Cama de Merit (8629). Madera.1425-1353 a.C.
| Museo Egizio di Torino.
| Museo Egizio di Torino.
Mobiliario se acompañaba de un pequeño reposapiés cuyo uso
Cofre (N.º inventario: 8212) probable fuera el de mantener los pies un poco en
alto una vez que la persona estuviera acostada. El
Si bien se hallaron trece cofres en total en la tumba, lecho de Merit es relativamente pequeño lo que nos
se podría distinguir entre aquellos decorados (como indica que debió ser una mujer de estatura baja y
el que observamos en la imagen) y aquellos que no menuda, tal y como lo confirmó el hallazgo y análisis
presentan decoración o que apenas contienen algu- de su momia.
na inscripción acerca de su propietario.
Silla (N.º inventario: 8333)
Este cofre de patas cortas y tapa a dos aguas con
pomo para cerrarlo presenta decoración en sus cua-
tro lados y en la tapa. El motivo principal que se ob-
serva es una escena (bastante ruda y previsiblemen-
te hecha por un no muy hábil dibujante) típicamente
funeraria en la que el hijo de Kha y Merit, Nakhtta-
neb, hace una ofrenda de flores de loto y otras vian-
das a sus padres. Los otros tres lados restantes y la
tapa presentan una decoración de tablero de ajedrez
enmarcado dentro de un marco de color blanco.

Aunque estos cofres de madera albergaban una gran


cantidad de piezas de lino, se cree (a juzgar por las
inscripciones) que fueron hechos ex profeso como
parte del ajuar funerario y que nunca formaron parte
del mobiliario cotidiano en la casa del matrimonio.

Cama de Merit (N.º inventario: 8629)

Se hallaron dos camas de madera en la tumba. La


de Kha, que fue hallada en el segundo corredor de
la tumba, y la de Merit que se encontró dentro de la
cámara funeraria y podemos observar en la fotogra-
fía. Estos objetos, al contrario que los cofres cuya
finalidad era puramente funeraria, sí fueron objetos
de uso cotidiano en los que durmieron nuestros pro-
tagonistas.

La cama de la “Señora de la Casa” (en egipcio


“Nebet-Per”) Merit se halló cubierta con una sábana
y otras piezas de lino, bajo las cuales aparecieron Silla (8333). Madera.1425-1353 a.C.
dos bellos reposacabezas uno de ellos inscrito con el | Museo Egizio di Torino.
nombre de la difunta. Pintada de blanco y con un en-
Esta preciosa silla de madera de respaldo alto fue
tramado de cuerdas que hacía las veces de colchón,
uno de los objetos que más llamó la atención de

54 | Egiptología 2.0
Schiaparelli.

Su estado de conservación es excelente y al pare-


cer, al igual que los cofres, fue realizada como parte
del mobiliario fúnebre de la pareja tomando como
modelo una silla real y de uso doméstico de la casa
de Kha. Sobre ella se encontró una estatuilla que re-
presenta el Ka del difunto, quien sabe si dejada allí
por las piadosas manos de sus familiares en un últi-
mo gesto de respeto por el capataz.

La decoración del respaldo es de motivos vegetales


con flores de loto y otras cenefas. Las patas son de
león y están apoyadas sobre unas pequeñas patas
cilíndricas tan comunes en el mobiliario del Antiguo
Egipto. El entramado de cuerda que conforma el
asiento se encuentra en perfecto estado de conser-
vación y no se aprecia desgaste alguno por el uso.

La alimentación

Hogaza de pan (N.º inventario: 8268)

El pan junto con la cerveza eran los alimentos bási-


cos del pueblo egipcio. En la TT8 (Theban Tomb 8, el
número que se le dio a la tumba de Kha y Merit) se
encontraron una gran cantidad de alimentos, entre
los que destacan varios tipos de pan como el que Hogaza de pan (8268) y cuenco con uvas pa-
podemos observar en la fotografía. sas (8349). | Museo Egizio di Torino.

Dos mesitas bajas dispuestas muy cerca de la puerta distinta a la del común de los egipcios cuya comida
de entrada de la cámara contenían estos alimentos. se basaba en el pan y la cerveza, comiendo en con-
Había panes con levadura, sin levadura y panes (o tadas y excepcionales ocasiones alimentos con un
más bien galletas) con forma de animal o abanico y mayor contenido calórico como la carne.
todos perfectamente conservados después de 3000
El cuidado corporal
años.
Peluca de Merit (N.º inventario: 8499)
Aunque probablemente la función de estos panes,
así como la del resto de alimentos, fuera meramen- Para los antiguos egipcios el cuidado del pelo era de
te la de una ofrenda funeraria, no se puede decir a vital importancia, debido a que era asociado con la
ciencia cierta debido a la ausencia de otros ejemplos plenitud y la vitalidad.
similares.
En la tumba de Kha y Merit se halló, dentro de una
Cuenco con uvas pasas (N.º inventario: 8349) hermosa caja dedicada para tal fin, esta magnífica
peluca de pelo natural. Si bien se la identifica como
Entre los alimentos hallados en la TT8, aparte de los
una peluca, se trataría mejor dicho de una especie
distintos tipos de pan, había cuencos con alimentos
de extensiones que se pondría sobre la cabeza, en
secos como dátiles y uvas pasas (como el de la fo-
este caso de Merit, para realzar el peinado.
tografía). También se encontraron restos de comidas
preparadas, así como cestas que contenían espe- Está conformada por varias trenzas de diferentes
cias como comino o enebro. formas y longitudes, que una vez colocada caería
cubriendo el cuello y los hombros hasta el pecho.
Realmente impresionantes son los racimos de cebo-
llas y ajos por su increíble buen estado de conser- Su estado de conservación es impresionante al
vación, y la gran cantidad de ánforas que contenían punto que cuando fue hallada en 1906, aún se
vino o aceite. podía observar el brillo y aspirar el perfumado olor
de los aceites con los que había sido rociada en la
Todos estos alimentos, aunque presumiblemente
antigüedad.
fueran ofrendas mortuorias, nos muestran cómo po-
día ser la dieta de una familia de clase media alta En la tumba se encontraron también varios peines y
durante el Reino Nuevo, y que era significativamente horquillas entre los efectos personales de Merit.

Egiptología 2.0 | 55
Tarro con ungüento perfumado de Kha (8385) y
aplicador de Kohl (8489). | Museo Egizio di Torino.

azul, blanco y amarillo. Con forma de lo que parece


ser una pequeña columna palmiriforme, cuenta con
su aplicador de madera que se utilizaría como ac-
tualmente se utiliza la máscara de pestañas. En su
interior aún se encuentran restos de producto.

Fue hallado en una pequeña caja compartimenta-


da junto a otros cosméticos, tarros de ungüentos y
botes de perfume que conformaría algo así como el
Peluca de Merit (8499). | Museo Egizio di Torino. tocador de la dama Merit.
Tarro con ungüento perfumado de Kha (N.º inventa-
rio: 8385)

Este pequeño tarro de calcita blanca inscrito con el


nombre de Kha, contiene los restos de un ungüento
perfumado cuyo ingrediente base parece ser miel de
abeja y que se usaría aplicado como bálsamo sobre
la piel, posiblemente para paliar los efectos del incle-
mente sol egipcio, así como para prevenir o calmar
picaduras de insectos.

Se halló dentro de una caja junto a otros objetos que


debieron pertenecer al jefe de obras y entre los que
se encontraban cuchillas de afeitar, unas curiosas
pinzas con el mango en forma de caballo, un botecito Tocador. Madera. 1425-1353 a.C.
con colirio para los ojos, una cantimplora de terraco- | Museo Egizio di Torino.
ta o paletas de escriba, entre otros.
El trabajo
Aplicador de kohl (N.º inventario: 8489)
Paleta de escriba (N.º inventario: 8388)
Si hay algo que es inherente al pueblo egipcio es el
uso del kohl. Aplicado en el contorno de los ojos y en Kha fue un personaje importante dentro del poblado
los párpados, el kohl es un cosmético a base de ga- de Deir el-Medina debido a su condición de “capa-
lena molida y que cumplía una doble función: ejercer taz” o “jefe de obras”, cargo que ocupó durante el
como bactericida frente a agresiones y enfermeda- reinado de los faraones Amenhotep II, Tutmosis IV y
des oculares, y oscurecer el ojo para evitar el des- Amenhotep III por lo que posiblemente le debamos a
lumbramiento por los fuertes rayos del sol de Egipto. él las magníficas tumbas de estos tres monarcas de
la dinastía XVIII.
Este precioso aplicador de kohl perteneciente a Merit
está hecho de cristal con los típicos colores egipcios Es posible que Kha empezara su carrera como es-

56 | Egiptología 2.0
criba y por lo tanto supiera leer y escribir, condición
sine qua non para haber llegado tan lejos.

Esta paleta de escriba perteneció a un tal Amenmés,


cuyo título era el de “Superintendente del Tesoro”, y
fue un regalo que hizo a Kha. En ella aún se conser-
van los tres cálamos que se usaban para escribir y se
aprecian restos de pigmentos, pero lo más llamativo
son los cartuchos con los nombres de Tutmosis IV
lo que viene a confirmar la cronología y el tiempo en
el que vivieron Kha, Merit y por supuesto Amenmés.

Entre los artículos hallados en su tumba se encuen-


tran más objetos pertenecientes a lo que Schiaparelli
denominó “donaciones”, y que son básicamente re-
galos que sus allegados e incluso un par de faraones
hizo a Kha durante su vida o tal vez a la hora de su
muerte.

Codo real (N.º inventario: 8647)

El “codo real” era la unidad de longitud base para los


antiguos egipcios, pudiéndose éste a su vez dividirse
en 28 “dedos” o 7 “palmos”. Según nuestro sistema
métrico actual, un codo real equivaldría a 52,29 cen- Paleta de escriba (8388) y codo real (8647).
tímetros. | Museo Egizio di Torino.

Este ejemplo de “codo real” de madera dorada ha- extremos se encuentra el cartucho de Amenhotep II
llado en la TT8, fue un regalo o recompensa que el junto a la representación de una avefría, el pájaro
faraón Amenhotep II hizo a Kha quizás por los servi- que se asocia con el pueblo egipcio llano.
cios prestados de cara a la construcción de su tumba
en el Valle de los Reyes (KV35). Este objeto, junto al enorme collar “shebyu” de discos
de metal que se observó en 1966 en las radiografías
Profusamente decorado, en tres de sus lados se na- que hicieron a la momia de Kha y que se asocia con
rran las victorias bélicas del rey en Nubia y en los la condecoración conocida como “Oro del Honor”

Radiografía de Kha donde se aprecia el collar “shebyu”. | Rosa Pujol.

Egiptología 2.0 | 57
que otorgaban los monarcas egipcios como recom-
pensa, nos muestran que Kha era un personaje de la
corte estimado y valorado por su trabajo.

El tesoro de Kha y Merit es espectacular, y nos mues-


tra el cariño con el que la pareja fue acompañada
hasta la tumba por su familia. Aparte del mobiliario y
demás provisiones funerarias, se encontraron ramos
de flores y guirnaldas, los sarcófagos que contenían
los ataúdes se cubrieron con sábanas y es probable
que incluso la bella lámpara que hay cerca de la en-
trada junto al sarcófago de Merit se dejara encendida
en el silencio eterno de la tumba hasta que se consu-
miera el aceite con el que la mecha ardía.

Hoy en día todos podemos participar de la eterni-


dad de la pareja en Turín, en el Museo Egizio donde
se expone en una amplia sala. Podemos ver el bello
rostro de la máscara funeraria de Merit, apreciar el
impresionante y largo texto del “Libro de los Muertos”
con el que fue enterrado Kha, o admirar la bella esta-
tuilla que representa al ka, esa energía vital, de éste.
Ver los trucos de belleza de nuestra protagonista o
acompañar a Kha por el camino desde la aldea al
Valle de los Reyes desde donde contemplaría el fértil
valle y respiraría la suave brisa de la colina tebana.

Quiero agradecer a Roja Pujol (presidenta de la Aso-


ciación Española de Egiptología), Rafel Hernández
y a Jorge Andrés Colmenares por su inestimable y
desinteresada ayuda en forma de información para Máscara funerari de Merit. Lino, estuco, pan de oro
este artículo. Gracias. y vidrio. 1425-1353 a.C. | Museo Egizio di Torino.

Bibliografía Sobre el autor

AA.VV. (2015): Museo Egizio : guide. Módena: Franco José Antonio Moya (Úbeda, 1986) es graduado en In-
Cosimo Panini. formación y Documentación por la Universidad Com-
plutense de Madrid.
Barros, C. (2018): Perfume en el Antiguo Egipto: su
uso en la sociedad, desde lo cotidiano hasta la reli- Su afición por el Antiguo Egipto le llegó en la niñez
gión. Egiptología 2.0, Nº 11. pp 23-26. y desde entonces no ha dejado de profundizar en el
estudio de esta civilización.
Cubas Contreras, M. I. (2019): La comida en el Anti-
guo Egipto. Egiptología 2.0, Nº 15. pp 70-72. Ha realizado diversos cursos de especialización en el
Antiguo Egipto en centros como la UAB o el CEPOAT.
Estrada Laza, F. (2001): Los obreros de la muerte.
Barcelona: Planeta. En la actualidad está centrado en el estudio de la XVIII
dinastía egipcia y más especialmente en el poblado
Forbes, D. C. (1998): Tombs, treasures, mummies: de Deir el-Medina.
seven great discoveries of Egyptian archaeology. Se-
bastopol, Calif.: KMT Comm., Inc. Enlaza con el autor

58 | Egiptología 2.0
Arquitectura
Alberto A. Vela Rodrigo

Martín Almagro Basch y el


Comité para la salvación de los
tesoros de Nubia
L a década de los sesenta fue un momento clave en la historia de la egiptología española, ya que su partici-
pación en la salvación de los templos de Nubia supuso su entrada por la puerta grande en la escena de la
arqueología internacional. Con la construcción de la Presa de Asuán, Mustafa Amer, Director del Servicio de
Antigüedades en aquel momento, comunicó al ministro de Antigüedades su preocupación por los monumentos
nubios, que quedarían irremediablemente inundados. Partiendo de este punto, en 1955 un equipo de expertos
egipcios elaboró un informe con los monumentos que tenían que ser objeto de excavación, que fue enviado,
en un llamamiento de auxilio internacional, a todas las cancillerías e instituciones científicas del mundo. Así,
a través de la UNESCO, se creó el Documentation and Study Center for the History of the Art and Civilization
of Ancient Egypt en El Cairo en 1955, con la clara intención de coordinar la faraónica obra de ingeniería que
indudablemente iba a tener que realizarse.

Templo de Filae cubierto por las aguas de la presa. | Wikimedia Commons.

La Comunidad Internacional reaccionó, organizan- de los templos de Abu Simbel y Filae.


do la mayor operación de salvamento arqueológico
de todos los tiempos, bajo el lema “Ahora o nunca”. Los templos de Abu Simbel, descubiertos hace dos
Cuarenta y ocho países contribuyeron a la finan- siglos por el suizo John Lewis Burckhardt y el ita-
ciación de las obras, que costaron 41,7 millones de liano Giovanni Battista Belzoni a 290 kilómetros de
dólares de la época (la mitad a cargo del gobierno Asuán, suponían el objetivo más complejo de salvar,
egipcio) y España, que empezaba a recuperarse al tratarse de templos esculpidos en la roca. Se ba-
económicamente, participó activamente aportando rajaron distintos proyectos, como el de aislarlos en
525.000 dólares para los trabajos de campo y para el una especie de acuario de cristal con ascensores
Fondo Económico Internacional para el salvamento hasta la superficie, pero finalmente Egipto optó por

Egiptología 2.0 | 59
el plan de rescate de la firma de ingenieros suecos otros organismos culturales. De su dirección técni-
Vattenbyggnadsbyran. El gran templo de Ramsés II ca se encargó Martín Almagro Basch (Tramacasti-
y el dedicado a su esposa Nefertari serían cortados lla, Teruel, 1911- Madrid, 1984), catedrático de las
como piezas de un gigantesco rompecabezas y re- Universidades de Madrid y Barcelona, que fue direc-
constituidos en la cima de la meseta, por encima de tor del Museo Arqueológico Nacional (1968-1974)
la cota máxima que alcanzaran las aguas. En total se y creador del Instituto Español de Prehistoria del
trasladaron 1.036 bloques de arenisca cuyos cortes CSIC, así como uno de los principales arqueólogos
y señales serían restaurados con arcillas, pinturas y de la postguerra en España.
arena para hacerlos imperceptibles, dando por termi-
nado el trabajo con grúas en 1967. Un año más tar- Martín Almagro tuvo una prolífica y extensa carrera
de, se levantaron dos inmensas cúpulas por encima que cubrió periodos muy dispares de la Historia, des-
de cada uno de los templos, que permitirían soportar de el Paleolítico hasta la Edad Media, impulsando
las rocas que cubren el conjunto. las labores arqueológicas del rupestre del Levante
español, trabajando en los yacimientos de Segóbri-
Durante la campaña de Nubia se desplazaron, a ga, Cueva de Chufín o Albarracín entre otros, ade-
su vez, más de veinte templos y santuarios a otros más de desarrollar parte de su carrera profesional
lugares diferentes a los originales. Así, la región en la Ciudadela Omeya de Ammán en Jordania o en
comprendida entre Asuán y la tercera catarata, en el Santuario de Juno de la ciudad de Gabii en Ita-
Sudán, fue escenario de la mayor campaña de ex- lia, lo que le valió numerosas condecoraciones por
cavaciones de la historia, con misiones de Polonia, parte de las más prestigiosas universidades e insti-
Italia, Checolovaquia, la URSS, Austria, Francia, Ale- tuciones arqueológicas europeas, como la Medaglia
mania, Estados Unidos, los Países Bajos, Gran Bre- d’oro della Cultura de la Repubblica Italiana, la Me-
taña, Suiza, y Finlandia que se sumaron al esfuerzo dalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes de España,
egipcio por salvar el patrimonio nubio del olvido y de o la Croix de Chevallier y Croix d’Officier des Palmes
la destrucción. España, cada vez más potente en el Académiques del Ministerio de Educación Nacional
plano político y económico, ya no se quedó atrás, y de Francia.
creó el 8 de marzo de ese mismo año, el Comité Es-
pañol para la Salvación de los tesoros de Nubia. En
él estaban representados los Ministerios de Asuntos
Exteriores y Educación Nacional, Patrimonio Artísti-
co, la Comisión de Cooperación con la UNESCO y

Situación del templo de Abu Simbel con la presa


de Asuán cada vez más cerca.
| National Geographic.

Bajo sus órdenes, se envió una misión arqueológica


española, la primera en el país como tal, que se ocu-
pó de documentar importantes zonas de Nubia en
Egipto y Sudán y, por vez primera, España comenzó
a codearse con equipos internacionales de primera
línea de la egiptología mundial. A nuestro país le co-
rrespondió desarrollar varias campañas sucesivas
para documentar todas las inscripciones rupestres
existentes en las orillas del Nilo entre Korosko y Kasr
Ibrim, unas trescientas en total. La primera conce-
sión obtenida por España fue para excavar en la for-
taleza de Sheij Daud cerca de Tumas. Más tarde se
Templo de Filae cubierto por las aguas. Colección le concedió la excavación de una necrópolis del Gru-
Matson. | Wikimedia Commons.

60 | Egiptología 2.0
Martín Almagro Basch. | Museo Arqueológico Na-
cional, Madrid.

de Ellesiya a Italia, instalado en el Museo Egipcio de


Turín; y la capilla de Taffa a Holanda, hoy en el Mu-
seo Nacional de Antigüedades de Leiden.

El templo de Debod, empezado a construir por el


rey meroita Adijalamani a inicios del siglo II a.C. y
ampliado sucesivamente por Ptolomeo VI, VIII y XII,
quedaba parte del año bajo las aguas tras construir-
se la primera presa de Asuán, por tanto, la donación
a España fue, en sí misma, un instrumento de salva-
ción. Desde que fuese incluido en una lista pública
de templos que el gobierno egipcio había creado con
la intención de donarlos a países de la UNESCO
Desmantelamiento del templo. participantes en el rescate, el interés internacional
| National Geographic. desató una carrera diplomática por conseguir su ad-
judicación. España formalizó en febrero de 1964 su
po X en Masmás, en el Alto Egipto, a la que seguirían intención de obtener el mayor de ellos, el de Debod,
otras campañas entre 1961 y 1964, en las localida- algo a lo que Francia y Gran Bretaña se opusieron
des de Mirmad y Nag Sakoli, en la Nubia sudanesa, ferozmente, a través de la francesa Madame Desro-
así como en las islas de Kasr Ico y Abk Anarti, en ches-Noblecourt y el británico Prof. Walter B. Emery.
la segunda catarata del Nilo, donde su expedición Sin embargo, gracias a la excelente labor del Prof.
descubriría varias necrópolis faraónicas, meroíticas Almagro y su tesón, y también a los movimientos di-
y cristianas. plomáticos del Canciller de la Embajada de España
en El Cairo, Constantino Fronista, España pudo con-
El resultado de sus trabajos dio lugar a una impor-
seguir su objetivo. No obstante, también debieron
tante serie de publicaciones titulada Memorias de
pesar algunas cuestiones de política exterior en la
la Misión Arqueológica Española en Nubia (Egipto
decisión final del gobierno egipcio, como el incues-
y Sudán) que recogió un total de once monografías
tionable papel mediador y de apoyo a los países
publicadas bajo la dirección del Profesor Martín Al-
árabes que España ejerció en aquel momento en la
magro Basch y de los Ministerios de Asuntos Exte-
crisis de Oriente Medio.
riores y Educación y Ciencia.
El templo fue desmontado en 1961, a la vez que un
El templo de Debod
equipo de arqueólogos polacos realizaba algunas
En reconocimiento a esta labor científica y al apoyo excavaciones en sus cimientos y en los alrededores,
en la financiación española, Egipto donó a España a expensas de la UNESCO y ejecutados por el Servi-
diversos objetos arqueológicos, otorgó la concesión cio de Antigüedades de Egipto. Dentro de los prepa-
de la excavación en Heracleópolis Magna y conce- rativos iniciales para su traslado a España, primero
dió, el 30 de abril de 1968, el templo de Debod, uno se llevó de la isla de Elefantina hasta Alejandría. Allí
de los cuatro santuarios que salieron de las fronteras embarcaron las 1.359 cajas con 1.724 sillares en el
egipcias con destino a Occidente. Las otras entregas buque Benisa hasta Valencia, donde noventa camio-
fueron el templo de Dendur a Estados Unidos, hoy nes lo trasladaron a la montaña del Príncipe Pío en
en el Metropolitan Museum de Nueva York; el speos Madrid, reconstruyéndolo, no sin dificultad, e inaugu-

Egiptología 2.0 | 61
Traslado del Templo de Debod. | SIT / ABC.

rándolo en 1972. y de la ausencia de memorias del proceso, lo cual


no facilitó las tareas, más aún cuando la numeración
Paralelamente, Almagro Basch dirigió la prime- de algunos sillares se borró por el camino.
ra campaña en Herakleópolis Magna, para lo cual
permaneció en Egipto durante enero y la primera Cabe destacar que de todos los templos donados
quincena de febrero de 1969. Para continuar los por Egipto es el único que permanece en un espa-
preparativos volvió a Egipto la semana del 24 al 31 cio abierto, rodeado de un parque diseñado para la
de octubre de 1969, y para la firma de la entrega ocasión, donde se recreó un estanque fluvial de la
marchó a El Cairo el 9 de enero de 1970, durante Baja Nubia que aporta un gran valor estético al en-
seis días, según permiso concedido el día 8. Pocos torno. Sin embargo, la humedad del agua y los brus-
meses después, el 17 de abril, se desplazó a El Cai- cos contrastes de temperatura de la capital están
ro con el Alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, resultando muy dañinos para la piedra del templo,
el Subdirector General de Bellas Artes, el Teniente habiéndose tenido que sustituir algunos sillares por
Alcalde Jesús Suevos y el concejal Jiménez Millas. caliza de Salamanca. Este hecho ha llevado a las
autoridades de la ciudad de Madrid a replantearse
Los arqueólogos tuvieron que llevar a cabo un difí- su ubicación o el posible cubrimiento del mismo en
cil trabajo en su reconstrucción, que duró dos años, un futuro no lejano.
ya que tan solo disponían de algunas fotografías del
Centro de Documentación del Antiguo Egipto, un Tras estos acontecimientos, el interés de la egipto-
plano del monumento y un croquis de los alzados logía creció en nuestro país: se concedieron becas
con una numeración de la situación de los sillares. El para estudiar la carrera en Francia y en Egipto y se
profesor Almagro se lamentaba de la premura con la dotó una plaza de conservador de antigüedades
que el equipo polaco hizo los trabajos de desmontaje egipcias en el Museo Arqueológico Nacional (ocupa-

Templo de Debod. | Fred Romero.

62 | Egiptología 2.0
da por Mª Carmen Pérez Die). Sin embargo, aun valorando muy positivamente estos avances, todavía queda
mucho camino por recorrer en el apasionante mundo de la egiptología española, que tarde o temprano tendrá
que plantearse la implantación de estudios universitarios reconocidos de la disciplina en forma de grado, máster
y doctorado, así como nuevas formas de difusión del contenido de sus investigaciones al público general.

Bibliografía Sobre el autor

Abu Wafa, T. (1964): “The Aswan High Dam; key to Alberto Vela es Licenciado en Traducción e Interpreta-
a nation’s future”, The UNESCO Courier: a window ción por la Universidad de Salamanca y Graduado en
open on the world, XVII, nº. 12, pp. 40-41. Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza.

Almagro Basch, M. (1971): El Templo de Debod, Insti- Se especializó en Estudios Asiáticos por la Universi-
tuto de Estudios Madrileños, Madrid, p. 30 dad Rey Juan Carlos de Madrid, lo que le llevó a vivir
y trabajar en Pekín durante un año en entornos em-
Martín Valentín, F. J. (2013): Documentación del Tem- presariales y de mercado, y en Arqueología del Mun-
plo de Debod. Salida y llegada a España. Madrid: Ins- do Antiguo por la Universidad de Zaragoza, con un
tituto de Estudios del Antiguo Egipto. trabajo final sobre el estado actual de la Egiptología
en España.
Martini, K. H. (1964): “How Abu Simbel will be saved”,
The UNESCO Courier: a window open on the world, Su pasión por Egipto se remonta a la corta edad de
XVII, nº. 12, pp. 10-15. seis años, y desde entonces la ha venido cultivando
hasta convertirla en un campo de estudio propio den-
Mederos Martín, A. (2017): “Martín Almagro Basch, un tro de su formación interdisciplinar, lo que le permite
balance de su trayectoria científica (1934-1984)”, Cu- abordar la historia material, social y cultural de Egip-
PAUAM 43, pp. 251-289. to, Europa y Asia desde la Antigüedad hasta nuestros
días.
Okasha, S. (1971): Rameses recrowned: the interna-
tional campaign to preserve the monuments of Nubia, Es redactor habitual de la revista Ecos de Asia.
1959-1968, Cairo.

Säve Söderbergh, T. (1987): Temples and Tombs of


Ancient Nubia. The International Rescue Campaign at
Abu Simbel, Philae and Other Sites. Londres, pp. 64-
97.

VV. AA. (1964): “El salvamento español de los templos


de Abu Simbel”, Atlántida, nº. 7, vol. II, Madrid; PRE

Sedo Velo, F. y Pellicer Catalán, M. (1963): “Report


on the Spanish excavations in the Sudan, 1961-62”,
Kush, nº. 11, París.

Egiptología 2.0 | 63
Historia
María Isabel Cubas Contreras

Los nubios, de esclavos a


faraones de Egipto (Parte I)
D esde antiguo, la interacción entre distintas comunidades humanas hace surgir la idea del nosotros frente
al ellos. Los criterios usados para juzgar quién pertenece a la comunidad o no se basan principalmente en
rasgos observables (color de piel, lengua, forma de vestir, etc.).

bias para la época nos impide saber si los nubios


tenían ese mismo sentimiento xenófobo hacia los
egipcios.

El Estado egipcio canalizó y utilizó estos sentimien-


tos de amor (a lo egipcio, es decir, el Orden) y odio
(los extranjeros, el Caos) en su propio beneficio a lo
largo de su extensa historia.

La tierra del oro

La antigua Nubia se situaba entre el sur del actual


Egipto y el norte de Sudán, y recibía su nombre de
la palabra egipcia para oro, Nebu. Estaba dividida en
dos zonas:

- Alta Nubia o Kush (región entre la segunda y sexta


Nubios en la tumba de Amenhotep Huy (TT 40). catarata del Nilo).
| Ginapicart.
- Baja Nubia o Wawat (la zona entre Elefantina y la
Esta xenofobia derivada del nosotros frente al ellos segunda catarata).
también estuvo presente en el antiguo Egipto. Los
egipcios, grandes observadores del mundo que los Durante el Predinástico ya había presencia en Egipto
rodeaba, percibieron que los países y pueblos veci- de productos exóticos procedentes del sur de la pri-
nos tenían varias diferencias con respecto a ellos: en mera catarata, gracias a los lazos comerciales de la
el arte, los hombres egipcios suelen representarse cultura Nagada con el llamado Grupo A nubio. Estos
en un tono rojizo, mientras que asiáticos y nubios productos reales de lujo –como se los conocerá en
presentan piel amarillenta y negra, respectivamente. época dinástica– consistían en marfil y ébano princi-
Los egipcios consideraban su lengua la palabra de palmente, pero también pieles de pantera, incienso
Dios, mientras que los extranjeros hablaban un ga- y mirra, maderas aromáticas, especias, oro y cobre,
limatías inentendible. Además, vestían pieles, lleva- piedras semipreciosas, granito y diorita para la cons-
ban plumas, o no se afeitaban, y malvivían lejos de la trucción, animales subsaharianos, etc.
prosperidad y fertilidad de la tierra de Egipto.
Desde la I dinastía los egipcios van a intentar con-
En general, el extranjero en su conjunto era visto con quistar y someter Wawat para controlar las rutas co-
una mezcla de curiosidad, desdén y miedo. Habita- merciales que les darían acceso a dichos productos
ban un mundo caótico (frente al Orden de Egipto) y y a recursos humanos, y también para evitar el sur-
podían traer con ellos ese Caos a Kemet, por lo que gimiento de un rival que pudiera suponer un peligro
el faraón debía someterlos. Sin embargo, cuando en el sur. Para ello se construyeron fortificaciones
se producía la aculturación de un individuo extranje- en la frontera desde las que vigilar y regular el mo-
ro este podía integrarse en la sociedad egipcia: los vimiento de personas y mercancías –en la isla de
matrimonios mixtos eran comunes y aceptados y, en Abu (Elefantina) se construyó un gran puesto adua-
teoría, el extranjero tenía derechos y obligaciones nero fortificado–, y con campañas militares, de las
similares a otros egipcios (si bien es cierto que no que ya tenemos constancia en las inscripciones de
siempre se produjo esa integración, y hay pruebas Gebel Sheij Suliman, que nos muestran una escena
de discriminación). La falta de fuentes escritas nu- del reinado de Dyer, el tercer faraón de la I dinas-

64 | Egiptología 2.0
comunidades nubias. Esto coincide con la llegada a
la Baja Nubia (Wawat) de un nuevo grupo étnico de
granjeros y pastores seminómadas. Bautizado por
George A. Reisner como Grupo C nubio –entre los
que estaba la tribu medyay–, la progresiva deseca-
ción los había expulsado de su lugar de origen en
el desierto suroccidental, entre la tercera y la cuarta
catarata, con centro en Kerma.

La presencia de hachas, espadas cortas y dagas en


sus tumbas da muestra de su belicismo. De manera
que las expediciones que se aventuraban al sur de la
primera catarata para extraer piedra y metales y las
caravanas comerciales o informativas (como las del
jefe de los exploradores Harjuf) no se encontraban
ya con una Nubia dócil. Las primeras debían hacerse
acompañar por barcos de guerra, y las segundas,
precisaban de la ayuda de soldados y mercenarios
nativos.

La amenaza que suponía el surgimiento de estas


nuevas potencias al sur de la primera catarata llevó
a los reyes del Reino Antiguo a establecer nuevos
puestos fortificados –como el del oasis de Dajla–, al-
gunas ciudades se reforzaron con gruesas murallas
Situación de la antigua Nubia. | Wikimedia Commons. defensivas y una guarnición de soldados, y los pues-
tos de guardia vigilaban las entradas y salidas de las
tía (3000-2890 a.C.) en la que el serej de este rey rutas de los oasis a Nubia para controlar posibles
contempla a los cautivos nubios muertos o moribun- infiltraciones de nubios hostiles en territorio egipcio.
dos. La llamada piedra de Palermo (un fragmento de Sin embargo, la crisis dinástica que vivió Egipto des-
basalto que contiene los anales de los últimos años pués de la muerte del centenario rey Pepi II llevó al
del Predinástico hasta la V dinastía) nos informa de abandono de esos puestos de defensa en el desier-
que en el año 13-14 de Esnofru, de la IV dinastía, to.
se obtuvo un botín de 200000 cabezas de ganado y
7000 prisioneros del país de los nubios. Esos cauti-
vos eran destinados al servicio doméstico o a las uni-
dades paramilitares utilizadas como tropas auxiliares
o como policías, porque los nubios tenían fama de
buenos luchadores.

Nubios cautivos y muertos en inscripción de Gebel


Sheij Suliman. | Wikimedia Commons.

Las campañas militares del Reino Antiguo, destina- Oasis de Dajla. | Lonely planet.
das a pacificar y disuadir de rebelarse a los habitan-
tes de la zona, tuvieron como resultado la despobla- En la guerra civil entre Heracleópolis (la Nen Nesu
ción de la Baja Nubia y la aparente desaparición de egipcia) y Tebas se menciona a las gentes de Medya
la cultura local, el llamado Grupo A. y Wawat, es decir, mercenarios nubios que servían en
el ejército tebano, y que habían conseguido entrar en
A finales del Reino Antiguo (2686-2125 a.C.) el de- Egipto por el abandono de los puestos de vigilancia.
bilitamiento de la autoridad real –que desencadena- Al sur de la provincia de Tebas se asentó una colo-
ría en la descentralización del poder y la ruptura de nia de estos soldados –famosos por su destreza con
Egipto durante el llamado Primer Periodo Interme- el arco–, que adoptaron las costumbres funerarias
dio–, permitió no solo la entrada de nubios para tra- egipcias, pero sin olvidar su propia identidad cultural.
bajar como mercenarios de los gobernantes locales Su fama de valientes guerreros reforzó su estatus en
del Alto Egipto, sino también el crecimiento de las la sociedad egipcia, que dejó de verlos como ellos.

Egiptología 2.0 | 65
Sesostris III. The Walters Art Museum.
| The Walters Art Museum.

66 | Egiptología 2.0
Cuando Tebas empezó a destacar sobre su rival del varios sirvientes, sacrificados con tal fin.
norte, el rey tebano Intef II (XI dinastía), que tenía de
nuevo el control sobre la isla de Elefantina, entró en «Todo esto indica una vigorosa cultura nativa que
la Baja Nubia para restablecer el poder egipcio por fomentaba sus propias formas con poca influencia
primera vez en más de un siglo, y lo mismo hizo Men- del exterior. Aparte del Egipto faraónico, Kerma re-
tuhotep II, el vencedor de la guerra civil y fundador presenta el primer florecimiento autóctono de alta
del Reino Medio, que asentó una guarnición en Ele- cultura en el continente africano» (D.B. Redford,
fantina, desde donde las tropas podían desplegarse 2005, p. 99).
rápidamente hacia el sur en caso de necesidad.
El nuevo declive de Egipto –que desencadenaría
Ya durante el Reino Medio (2055-1650 a.C.), Egip- en un Segundo Periodo Intermedio– coincidió con
to llevó a cabo una progresiva expansión en Nubia el auge de Kerma. Hay indicios de una hostilidad
hasta alcanzar la segunda catarata, y construyó po- creciente entre nubios y egipcios, y para el reinado
derosas fortalezas al sur de la primera catarata. En de Sobekhotep IV muchos de los fuertes en la Baja
una estela ubicada en la de Semna Sesostris III dice: Nubia fueron quemados. La presencia de estatuas y
«No son (los nubios) gente digna de respeto, son mi- otros utensilios de origen egipcio en tumbas kushitas
serables de corazón cobarde. […] He capturado a sugieren que fueron llevadas a Kerma como botín
sus mujeres, me he traído a sus familiares […] he del saqueo en territorio egipcio. La debilitada admi-
arrebatado su ganado, he cortado su cereal y le he nistración faraónica se vio obligada a ir abandona-
prendido fuego. Yo he dicho la verdad, sin que exa- do los fuertes nubios, que fueron tomados por los
geración alguna haya salido de mi boca». El respeto kushitas, y la frontera volvió a situarse en Elefantina.
a la autoridad egipcia se volvía a imponer en Nubia Ahora eran los egipcios los que estaban al servicio
por la fuerza del ejército del faraón. del rey de Kush en Wawat.

La situación de abandono fue similar en el noreste


del delta. La entrada de los hyksos en Egipto a me-
diados del siglo XVII a.C. dejó a los faraones teba-
nos atrapados entre el gobierno hykso al norte, y el
avance kushita desde el sur –controlaban la prime-
ra catarata y la ruta de los oasis, que les permitía
comerciar directamente con sus aliados hyksos–. El
faraón Kamose (1555-1550 a.C.) se quejaba de la
situación con estas palabras: «¿Por qué he de con-
templar mi poder mientras hay un Gran Hombre en
Avaris y otro en Kush, sentados unidos con un asiáti-
Fortaleza de Semna Oeste. | Wikimedia Commons. co y un nubio mientras cada hombre posee su parte
de Egipto?». Antes de lanzarse contra el enemigo
El reino de Kush hykso en el norte, Kamose debía asegurar la frontera
sur para evitar un ataque desde allí, por lo que con-
Sesostris III (1870-1831 a.C.) anexionó la segunda dujo su ejército hasta Wawat y recuperó el control
catarata, y situó la frontera meridional de Egipto en sobre la fortaleza de Buhen –lo que le daba acceso a
Semna-Kumma (a 50 kilómetros de dicha catarata). las minas de oro–. El rey restauró las defensas, dejó
allí una guarnición de soldados y restableció la admi-
A 200 kilómetros de allí, junto a la tercera catara-
ta, se encontraba el reino de Kush, con capital en
Kerma, al que los egipcios del Reino Antiguo habían
llamado reino de Yam.

Kerma contaba con dos mil habitantes, una muralla


y era en gran parte autosuficiente gracias a que se
asentaba en una vasta llanura del margen oriental
del Nilo que, al igual que sucedía en Egipto, se inun-
daba periódicamente. Además, sus habitantes goza-
ban de cierta protección natural frente a los egipcios
gracias a la tercera catarata y a un árido valle, que
frenaba los avances del ejército del faraón. Su so-
ciedad estaba estratificada, como nos indican las
diferencias existentes en las tumbas y hogares, y la
correspondencia con faraones como el hykso Apofis
nos indica que sus gobernantes eran considerados
monarcas –y no meros caudillos de tribu–, que se
hacían enterrar con un rico ajuar y acompañados de Arquero Nubio. | Wikimedia Commons.

Egiptología 2.0 | 67
Mercenarios nubios. Museo Egipcio de El Cairo. | Wikimedia Commons.

nistración egipcia en la región, con vistas a volver a atención al sur con la intención de iniciar una recon-
ocupar Nubia en un futuro próximo. Para asegurar- quista a gran escala de Nubia que le garantizara el
se la fidelidad al Estado egipcio y un mayor control acceso al oro, especialmente en la región aurífera
sobre la zona creó la figura del virrey de Kush, un al sur de la segunda catarata. Por ello, se construyó
funcionario de confianza que actuaría en nombre del una nueva fortaleza más al sur de Semna, en la isla
soberano y respondería ante este de todos los asun- de Sai, a medio camino de la segunda y tercera ca-
tos nubios. tarata, y se repelieron un par de intentos de insurrec-
ción contra la autoridad real, enviando después a los
El hermano de Kamose, Ahmose, fue el rey que prisioneros a trabajar a las minas de oro.
consiguió tomar Avaris, la capital de los hyksos, po-
niendo así fin a más de un siglo de división entre Amenhotep I continuó las campañas de su padre
norte y sur. Tanto él como los demás faraones de contra los nubios –de las que nos ha quedado cons-
la XVII dinastía tebana se sirvieron de mercenarios tancia en la tumba del comandante de la marina Ah-
nubios, que habían seguido aventurándose al norte mose, hijo de Abana–, mientras Kerma se debilitaba.
de la primera catarata para ganarse la vida al servi-
cio de los gobernantes egipcios e hyksos –mercena- El fin de esta próspera ciudad llegaría en tiempos
rios medyay de Wawat vigilaban la frontera entre la de Tutmosis I, que se dirigió al sur con una flotilla de
zona dominada por los hyksos, al norte de Cusae, y barcos de guerra para atacar la capital del reino de
la gobernada por los reyes tebanos, al sur. También Kush y acabar definitivamente con la amenaza que
hubo nubios de Kerma en el ejército de Kamose y suponía para los intereses egipcios en la zona. Ah-
Ahmose, pero no se sabe si eran mercenarios o pri- mose hijo de Abana nos relata en su biografía cómo
sioneros de guerra reclutados a la fuerza durante las el rey se puso al frente de sus barcos para arremeter
campañas de Kamose para recuperar los fuertes. contra los navíos kushitas y matar al rey de Kush,
al que el propio Tutmosis I atravesó con una certera
Expulsados los hyksos de Egipto, Ahmose dirigió su flecha. Muerto su líder, la ciudad fue destruida y sus

68 | Egiptología 2.0
habitantes capturados. Después, el faraón y su ejército prosiguieron su viaje de conquista y llegaron más allá de
la cuarta catarata –llegando al punto más al sur alcanzado nunca por el ejército egipcio–. El rey mandó erigir en
Tombos una estela que relatara su triunfo sobre Nubia. Tutmosis estableció entonces un vasallaje para controlar
las minas de oro, quedando el territorio bajo la influencia egipcia.

Kerma. | Wikimedia Commons.

Bibliografía Sobre el autor

Redford, D. B. (2005): De esclavo a faraón. Los fa- Mª Isabel Cubas Contreras nació en la localidad tole-
raones negros de la XXV dinastía. Barcelona: Crítica. dana de Talavera de la Reina en 1989.

Shaw, I. (2000): Historia del antiguo Egipto. Madrid: La Su afición por el antiguo Egipto comenzó desde pe-
esfera de los libros. queña y fue lo que la llevó a estudiar la licenciatura en
Historia en la Universidad de Alcalá de Henares entre
Wilkinson, T. (2011): Auge y caída del antiguo Egipto. 2007 y 2012.
Barcelona: Debate.
Actualmente es bloguera de ‘’El templo de Seshat’’,
Castel, E. (2012): “Nubia. El país del oro”. En Historia dedicado al mundo del antiguo Egipto, y del blog de
National Geographic, nº 120, pp. 26-35. reciente creación ‘’La gaceta de Menfis’’, donde se
pueden encontrar las últimas noticias egiptológicas.
Además es colaboradora esporádica en el blog sobre
Historia Universal ‘’Historiae’’.

Enlaza con el autor

Egiptología 2.0 | 69
Personajes
Marta Pérez Torres

Ankhesenpaaton,
la Reina niña
P ara adentrarnos en el personaje de Ankhesen-
paaton, debemos conocer en primer lugar el
complicado contexto histórico en el que nació.

Esta misteriosa mujer nació al final de la dinastía XVIII,


una de las tres que forman el Imperio Nuevo egipcio.
Era una época convulsa, con grandes cambios,
desorden, descontentos, crisis y conspiraciones.
Una época tan atrayente como desconocida: la
actualmente llamada “Época de Amarna”.

Esta etapa marcó un antes y un después en toda


la historia de Egipto, a nivel económico, político,
administrativo y religioso, en la que un faraón,
Amenhotep IV, Akhenatón, destinó todo su esfuerzo
a crear el culto a un dios único, dejando de lado el
culto a los dioses ancestrales de su sociedad. Esto
supuso la pérdida de poder del muy poderoso clero
de Amón, el cambio de la capital del Imperio a una
ciudad recién creada en una zona hostil y desértica,
a la que llamaron Akhetatón, y la presencia de Posible busto de Ankhesenpaato. Cuarcita. Ägyp-
consejeros de inexpertos allegados al faraón. Todos tisches Museum und Papyrussammlung der Staatli-
estos cambios también dejaron su huella en las chen Museen zu Berlin.
representaciones artísticas del momento. | Ägyptisches Museum und Papyrussammlung der
Staatlichen Museen zu Berlin.
Pero volviendo a nuestra reina, Ankhesenpaatón
y de la que se dice: “La nodriza de la hija del rey
fue uno de los personajes desconocidos pero
Ankhesenpaaton, Tia.”
apasionantes de esta Época Amarniana. Observaréis
que en el presente artículo, utilizo en números
Algunos de sus títulos fueron: Princesa Heredera,
ocasiones las palabras “probablemente”, “se
Grande de Alabanzas, Dulce de Amor, Señora de las
especula”, y otras expresiones parecidas, debido
Dos Tierras, Esposa del Gran Rey, señora del Alto
al gran desconocimiento existente sobre este
y Bajo Egipto. Aunque también se lee en algunos
personaje, para el que la mayoría de los datos no
monumentos de Amarna: Hija del Rey ,de su cuerpo,
dejan de ser hipótesis, unas más lógicas que otras.
su amada Ankhsenpaaton, nacida de la Esposa
Real, su amada, Señora de las Dos tierras.
Fue la tercera de las seis hijas que Akhenaton tuvo
con su esposa Nefertiti. Su nacimiento se sitúa
Se especula con que su padre la pudo tomar como
probablemente en Tebas, entre el quinto y sexto año
esposa tras la desaparición de Nefertiti de la vida
del reinado de su padre, ya que la familia real se
política, aunque no existen pruebas claras que lo
trasladó a la ciudad de Akhetaton en el sexto año del
confirmen. Se habla incluso de una Ankhesenamón
reinado. Le pusieron por nombre Ajkhesenpaaton,
Tasherit, que pudo ser hija de Ankhesenpaaton y de
“la que vive por Atón”.
su padre, Akhenaton.
Es de la única hija de Nefertiti de la que se conoce
Lo que sí sabemos con certeza es que, debido a la
el nombre de su nodriza, tal y como reza un bloque
muerte de su madre y de sus hermanas mayores, a
expuesto en el Metropolitan Museum de Nueva York,
sus trece años de edad, fue la elegida para contraer

70 | Egiptología 2.0
Akhenaton. Ägyptisches Museum und Papyrus-
sammlung der Staatlichen Museen zu Berlin.
| Miguel Hermoso Cuesta Egiptología 2.0 | 71
matrimonio con su medio hermano Tutankhaton, de
nueve años, probablemente hijo de Akhenaton y su
segunda esposa Kiya, convirtiéndose así en Gran
Esposa Real.

Posteriormente tuvo dos abortos, dos pequeñas


niñas que fueron momificadas y que serían
depositadas en la Kv 62, tras la muerte de su padre,
Tutankhamon.

Cuando Tutankhatón restablece el culto a Amón,


reabre los templos y restaura las antiguas costumbres
y cultos anteriores a la revolución religiosa que llevó
a cabo su padre, y ambos cambiaron sus nombres,
cambiando la referencia a Atón por el nombre de
Amón, siendo respectivamente Tutankhamón y
Ankhesenamón. Coincidió con su vuelta a la vida de
Tebas y a Menfis.

Hemos de tener en cuenta que el restablecimiento


de la antigua religión politeísta y la vuelta a la
“normalidad” no puede ser debida a un niño de
apenas doce años, sino que detrás de todo eso iban
a estar personajes como Horemheb o Ay (poderoso
miembro del clero de Amón) , y por supuesto todo
el clero de Amón, antes dueños de gran parte del
país y que, probablemente, habrían buscado alguna
forma de mantener el poder.

Se conserva el texto del Decreto de la en Templo de


Karnak, que fue luego usurpado por Horemheb, al
grabar su nombre sobre el del rey niño, y que, tras
su descubrimiento fue llevada al Museo de El Cairo.
Incluyo un pequeño fragmento del extenso texto: Parte superior de una estatua colosal de Tutankha-
mon. The Oriental Institute of the University of Chi-
“El buen gobernante que hace lo que es útil para su cago. | Saiko.
padre y para todos los dioses. Él ha restaurado lo que
Akhetatón ante la tesitura de unirse a un personaje
estaba en ruinas, como un monumento para siempre,
quizás más cercano a Amón que a sus enseñanzas
eternamente. Él ha rechazado el delito a lo largo de
de todo la vida. Todo ello unido a la lógica sospecha
las Dos Tierras, mientras Maat es establecida”.
de quién o quienes pudieron ser los inductores de
la muerte de su esposo, así como verse sola en
En este Decreto, no aparece el nombre de la
un mundo convulso totalmente opuesto al universo
reina por ninguna parte, como era costumbre en
donde ella habia sido educada, y rodeada por todas
sus antecesores inmediatos. Era una forma de
partes de “enemigos”.
restablecer las normas respecto a la mujer, que
habían sido favorables a ellas tras el reinado de
Por ello, y aunque este tema causa controversia,
Hatshepsut.
es una posibilidad que fuera ella la que escribió al
rey de los hititas pidiéndole a uno de sus hijos como
Ankhesenamon se quedó viuda prematuramente. Su
esposo.
esposo murió en el año 10 de su reinado, a la edad
de 19 años.
El rey hitita Sippiluliumas recibió una carta firmada
por Dahamunzu, que se suponía que era la
Sus perspectivas eran las de contraer matrimonio
traducción hitita de Ankhesenamon, aunque algunos
con Ay, probablemente su abuelo, idea que
egiptólogos, como John Harris, sostienen que la carta
probablemente, no le agradaría. Por un lado estaría el
fue enviada por la propia Nefertiti tras la muerte de
tema de la diferencia de edad, más habiendo estado
Akhenaton. La mayoría piensan que Dahamuzu no
unida a un esposo joven, por otro el sentimiento
es más que la traducción de “esposa del rey”, por lo
de una princesa amarniana criada toda su vida en
tanto, pudo ser tanto Anhesenamon como Nefertiti,

72 | Egiptología 2.0
Detalle de una estela de Akhenaton y su familia. | Gérard Ducher.

pero la balanza se inclina hacia la primera. acerca de mi vergüenza y la de mi país a una tierra
extraña? ¡No me has creído y así me lo has hecho
La primera carta decía textualmente: saber! Aquél que era mi esposo, ha muerto. ¡No
tengo hijos! ¡Jamás tomaré a uno de mis súbditos
“Mi esposo falleció. No tengo un hijo varón. Pero para convertirlo en mi esposo! ¡No he escrito a
dicen que tú tienes muchos hijos. Si quisieras darme ningún otro país. Sólo a ti me he dirigido! Dicen que
a uno de tus hijos, se convertiría en mi esposo. tus hijos son muchos: así pues, entrégame a uno de
¡Jamás escogeré a uno de entre mis súbditos para tus hijos. ¡Para mí será un esposo, pero en Egipto
convertirlo en mi esposo!...¡Tengo miedo!” (Reeves, será el rey!”. (Reeves, N. Akhenaton, el falso profeta
N. Akhenaton, el falso profeta de Egipto). de Egipto).

Lógicamente, Sippiluliuma no se fió de la carta, y así Sippiluliuma, rey de los hititas, así lo hizo, enviando
se lo hizo saber a la reina. Ella le respondió con la a su hijo Zannanazyash (Zannanza) para convertirse
siguiente carta: en esposo de la reina y ser rey de Egipto. Pero no
resultó. Antes de que cruzara la frontera del país,
“¿Por qué me dijiste “me están engañando” con este fue asesinado, con probabilidad a manos de los
asunto? Si hubiera tenido un hijo, ¿hubiese escrito secuaces de Ay, o de Horemheb, ambos unidos por

Egiptología 2.0 | 73
la ambición de poder.

No se sabe exactamente si Ankhesenamon se casó o no con Ay, cediéndole así los derechos del trono de
Egipto, pero es bastante probable, ya que en la lista de reyes, Ay figura como sucesor de Tutankhamon, y la
línea sucesoria se trazaba por medio de las mujeres.

A partir de ese momento, no tenemos noticias sobre Ankhesenamon.

Sobre el paradero de su momia, aún no se ha podido arrojar luz. Se ha especulado sobre si ésta pudiera ser la
encontrada en la KV21. Otra teoría, defendida por Nicholas Reeves es que su tumba fuera la KV63, cercana a
la de Tutankhamon, ya que en ella, a pesar de no encontrarse momias, se encontraron ataúdes y objetos de la
XVIII dinastía, y una etiqueta de arcilla con el nombre de Ankhesenpaaton.

Lo que sí podemos ver son representaciones de esta reina en algunos objetos de la tumba de Tutankhamon,
como el cofre de marfil y el respaldo del trono real, en relieves familiares, bustos o en la Estela de los
Enamorados del Museo de Berlín.

Me llama la atención el relieve que forma parte del respaldo del trono encontrado en la tumba de Tutankhamon,
por Howard Carter, en la que su esposa le está untando aceites. Me parece que la imagen habla por sí sola
de la relación que debió de existir entre ambos, además de ser una representación muy características del
arte amarniano, lleno de humanidad y familiaridad. Un detalle a tener en cuenta es que en dicha imagen las
figuras del Rey y de la Reina aparecen con sólo un pié calzado. El rey lleva una sandalia en su pié izquierdo, la
reina sólo en su pié derecho. Indico que, tras examinar fotos, incluso el propio trono en el Museo de El Cairo,
me quedan algunas dudas. Parece como si el artista hubiese querido calzar al Rey en ambos pies, pero al
final, o bien se arrepintió, o bien en el azar de los miles de años transcurridos, esas partes de la indumentaria
se desprendieron. Puede observarse como sobre el empeine del pie derecho del Rey subsiste una fina tira
del mismo material del calzado que lleva en el pie izquierdo, también puede observarse una fina línea en el
pie derecho que podría ser una huella de la pieza que falta. Pero si observamos el pié izquierdo de la Reina,
veremos que no hay ningún indicio que suponga la presencia en el pasado de ningún tipo traza de calzado,
excepto bajo el pie donde se extiende una posible suela. ¿Escena romántica? ¿Deterioro por el paso del
tiempo? Todo sigue siendo un enigma alrededor de esta mujer, Ankhesenamon, Reina de Egipto.

Bibliografía Sobre el autor

Ares, N. (2002): Tutankhamón El último hijo del sol. Marta Pérez Torres, es profesora de pedagogía tera-
Madrid: Oberon. péutica en ejercicio desde 1990, aunque su gran pa-
sión es el Antiguo Egipto.
Kemp, Barry J. (1992): El Antiguo Egipto, anatomía de
una civilización. Barcelona: Critica. En 2002 comenzó, junto al coautor de su libro “Ne-
heh”, a escribir artículos y publicarlos en su página
Shaw, I. (2007): Historia del Antiguo Egipto. Madrid: web Egiptodreams. Durante los 15 años que lleva
La esfera. operativa la web, han ido creando blogs, foros y dife-
rentes comunidades.
Shaw, I. y Nicholson, P. (2004): Diccionario Akal del
Antiguo Egipto. Madrid: Akal. Ha realizado numerosos cursos de egiptología con
la UNED (Universidad de Málaga), CEPOAT (Uni-
Armijo, T. (2012): Amarna. Ajenaton y Nefertiti. Ma- versidad de Murcia), UB (Universidad de Barcelona),
drid: Alderaban. Universidad de Manchester, Asociación Andaluza de
Egiptología, Instituto Virtual de Ciencias Humanas y el
Laboury, D. (2012): Akhenaton. Madrid: La esfera. Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.

Reeves, N. (2004): Akhenaton, el falso profeta de Ha impartido diversas conferencias para múltiples
Egipto. Madrid: Oberon. asociaciones e instituciones y talleres para niños de
secundaria y bachillerato.
AA.VV (2010): Tutankamón, secretos de familia. En
National Geographic, Septiembre, 2010. Enlaza con el autor

Wilkinson, T. (2011): Auge y caída del antiguo Egipto.


Madrid: Debate.

74 | Egiptología 2.0
Arquitectura
Sandra Pajares Sotillo

La pirámide de Menkaura
A l suroeste de la meseta de Guiza se levanta la tercera de las grandes pirámides de que se edificaron en esta
necrópolis. Perteneciente a Menkaura (a quienes los griegos llamaron Micerinos), el complejo funerario de
este monarca marca el punto final de los enterramientos de reyes en la necrópolis de Guiza.

La meseta de Guiza vista desde el oeste. | Olaf Tausch.

De menor tamaño que las pirámides de sus prede- la cara norte de las mismas mira directamente hacia
cesores, algunos han querido ver en esta “pequeña” la ciudad de Letópolis, situada al norte. De este trián-
pirámide la falta de recursos para la construcción de gulo resultante en el paisaje (Guiza-Heliópolis-Letó-
una obra megalómana, tal como hicieron con sus pi- polis) se ha calculado que la distancia entre Guiza
rámides su padre (Khafra) y su abuelo (Khufu), o bien y Letópolis, y de ésta a Heliópolis sería, en los dos
la falta de tiempo para su edificación. Demostrado ha casos la misma, 100 estadios egipcios -30.000 co-
quedado que el reinado de Menkaura fue tan próspe- dos egipcios-.
ro como longevo -reinó unos 28 años, entre 2.532 y
2.503 a.C.-, y que el motivo de esta disminución en La pirámide de Menkaura
el tamaño de su pirámide pudo ser el hecho de que
el resto de edificaciones asociadas a la misma, y la Con una base ligeramente rectangular, de 104,6 x
decoración de éstas, adquirió mayor importancia. 102,2 m, la pirámide del rey, llamada en la antigüe-
dad “Divina es la pirámide de Menkaura”, llegó a los
Comparada con sus dos grandes compañeras, la 66 m de alto y tiene 51º de inclinación. Su exterior se
pirámide de Menkaura representa 1/10 del volumen planeó para ser recubierto con granito rojo en las 16
de la pirámide de Khufu, y su base es ¼ parte que la primeras hiladas -las cuales representan ¼ parte de
pirámide de Khafra. su altura-, y el resto con caliza de Tura.

Su complejo funerario se ubicó en la meseta de Gui- La entrada a la pirámide, en el centro de la cara nor-
za siguiendo un plan urbanístico que lo relaciona con te, se sitúa a unos 4 m del suelo. Desde ella un co-
las tumbas de sus antecesores. De esta forma, las rredor descendente, de 1,2 m de alto por 1,05 de
esquinas sureste de las tres grandes pirámides se ancho y unos 31 m de largo, se adentra en la cons-
unen en una línea imaginaria (la de Khafra ligera- trucción -sus primeros metros recubiertos en granito
mente desviada), que las conectaba con la sagrada y excavados en la propia pirámide, para luego ser
ciudad de Heliópolis (situada al noreste). Por su lado excavados directamente en la roca de la meseta,

Egiptología 2.0 | 75
Pirámide de Menkaura. | Alejandro Raviolo.

76 | Egiptología 2.0
Siguiendo el corredor se accede a la cámara fune-
raria. Ésta, con orientación norte-sur y excavada a
casi 16 m de la base de la pirámide, fue revestida
enteramente en granito. Sus medidas son de 6,6 m
de largo por 2,62 m de ancho, y el techo, creado en
forma de bóveda con bloques de granito, tiene una
altura de 3,43 m. En su interior, Vyse, el primer occi-
dental que entró en la pirámide junto a Perring en su
exploración en 1837, se encontró un sarcófago de
basalto y decorado en forma de fachada de palacio.
Sacado de la pirámide y embarcado en el Beatrice,
el sarcófago terminó hundido en la bahía de Carta-
gena, después del naufragio del barco en 1838 ca-
mino a Inglaterra.

Saliendo de la pirámide, en la parte este de la misma,


aún se conserva parte del muro de perimetral que
Vista del complejo funerario de Menkaure visto des- la rodeaba. Sus cimientos, de caliza, habrían sido
de el oeste. | Olaf Tausch. colocados durante el reinado de Menkaura, pero su
levantamiento, en ladrillo, sería obra del reinado de
como el resto de las cámaras y corredores-. Shepseskaf. Con 10 m de anchura, este muro habría
rodeado toda la pirámide y es probable que todo este
Tras descender por el corredor se abre una antecá- corredor hubiera estado pavimentado con piedra ca-
mara de 3,63 por 3,16 m, cuyas paredes fueron de- liza.
coradas en forma de “fachada de palacio” y donde
se encuentra un dintel tallado en forma de cortina de Pirámides subsidiarias
juncos enrollada que recuerda a la decoración pre-
sente en la pirámide escalonada de Netjerikhet -Djo- Al sur de la pirámide de Menkaura se encuentran las
ser-. Tras la antecámara se encuentra la primera cá- 3 pirámides subsidiarias. La primera de ellas, situada
mara de rastrillos, con 2,58 m de largo. Este espacio al este y denominada G-IIIa, es la más grande. Con
era el contenedor de los tres rastrillos de granito que, 44 m de lado y, actualmente, 10 de alto, se constru-
bajados a través de un sistema de poleas similar a yó con caras lisas de piedra caliza local y con sus
los de la Gran Pirámide, habrían impedido el paso al primeras hiladas en granito. Las otras dos, G-IIIb y
resto de la subestructura de la pirámide. G-IIIc, son iguales, pirámides de 36 m de base y 9 de
altura actualmente, en la antigüedad eran pirámides
A continuación un corredor, unos 30 cm más alto que escalonadas de 4 escalones y se realizaron también
el anterior y de 12,6 m de largo, conecta con la si- con caliza local. Todas ellas habrían tenido una altu-
guiente cámara. Ésta, de 3,87 m norte-sur y 14,2 m ra de unos 30 m.
este-oeste, tiene una altura de 4,87 m, y en ella, por
encima de la salida del corredor anterior, existe otro Con sus entradas también en la cara norte, todas
pasaje que quedó sin terminar y que se interna en el poseen una subestructura bajo la pirámide. Tanto en
núcleo de la pirámide. la G-IIIa como en la G-IIIb se encontró el nombre
escrito de Menkaura, en esta última se descubrieron,
Volviendo a la cámara, en su extremo oeste existe además, los restos de una mujer en el interior de un
un nicho, de 2,6 m de profundidad en cuyo suelo se sarcófago.
excavó un rectángulo de 2,62 por 1,2 m y 40 cm de
profundidad. En la pared oeste de este nicho un pe- Separadas entre sí unos 12 m, todas ellas poseen un
queño corredor conecta directamente con la parte templo en su cara este. Éstos, de diferentes tama-
superior de la bóveda de la cámara funeraria. ños, tienen su entrada en el lado norte y constaban
de un patio y estancias interiores. Un muro de unos
En el suelo de esta cámara se encuentra, además, 80 cm de ancho, y del que aún quedan vestigios,
una rampa revestida con granito y con dirección es- habría rodeado las pirámides y sus templos.
te-oeste, de casi 10 m de largo y 1,5 de alto, y que
conecta con un corredor horizontal que en la anti- Templo alto
güedad estuvo taponado por un rastrillo. Con 4 m
de largo, 2 de alto y 1,5 m de ancho, a su derecha En la cara este de la pirámide se edificó el templo
conecta con una sala con orientación norte y a la alto, con orientación este-oeste y similar al templo
cual se accede bajando 6 escalones. Con 5,2 m de alto de Khufu.
largo y 1,87 m de ancho, la sala contiene 6 nichos Comenzado en caliza por Menkaura y con idea, pro-
(de 2,57m de profundidad y 1,4 de alto y entre 0,7 y bablemente, de recubrirlo en granito, fue terminado
0,9 m de ancho), dos en la pared norte y 4 en la este, en ladrillo durante el reinado de Shepseskaf. Su ves-
y cuya finalidad aún se desconoce.

Egiptología 2.0 | 77
Detalle de las pirámides subsidiarias. | Eric López Contini / Kairoinfo4u.

78 | Egiptología 2.0
Comlejo funerio de Menkaura. | Sandra Pajares Sotillo.

tíbulo, la parte más oriental del templo, conectaba propuesto que este vestíbulo tuviera la finalidad de
directamente con la calzada, algunos autores han albergar un barco, similar famoso al barco funerario

Egiptología 2.0 | 79
Complejo funerario de Menkaure. | Ramón Mata.

de Khufu. Es probable que este vestíbulo estuviera queño templo con enlosado de granito y cuya planta
techado con madera, y era el punto de conexión en- sufrió varias modificaciones. Este templo pudo ser
tre la calzada y el patio del templo, espacio al aire una capilla para ofrendas funerarias que será la pre-
libre de 44,6 m norte-sur y con muros de ladrillo en- cursora de los cambios en el culto y en las prácticas
lucido. Este patio, en cuyo centro se colocó una pila funerarias que se desarrollarán más adelante en la
de piedra para realizar rituales, fue pavimentado en historia de Egipto.
caliza y poseía un camino que lo cruzaba, en direc-
ción este-oeste, realizado con caliza amarilla. Calzada

En el extremo oeste del patio existía un pórtico, su- Con una longitud de casi 610 m, la calzada unía el
jeto por 6 pilares, cuyas paredes fueron recubiertas templo alto y el del valle. Una vez más se cree que
en granito. Tras él, una cámara de unos 12 m de durante el reinado de Menkaura sólo se habrían
largo y 4 de ancho, y forrada en granito, habría sido realizado sus cimientos en piedra caliza, y que su
el lugar donde se llevasen a cabo los rituales al culto sucesor habría sido el responsable de realizar los
a Menkaura. A los lados de esta cámara había, en muros de 2 metros de grosor en ladrillo. Se desco-
la parte norte, un largo pasillo que conectaba con el noce si tuvo decoración o si estuvo techada en algún
corredor que bordeaba la pirámide, y con dos estan- momento.
cias: una al norte que conectaba con una sala con 5
almacenes, y una sala rectangular al sur de la que Templo del valle
salía una perpendicular a ella, y desde las que se El templo del valle conecta con la calzada, la cual se
podía acceder a la cubierta del templo a través de integra en la fachada sur del propio templo. De nue-
unas escaleras. En el lado norte del pórtico había vo, durante su reinado, Menkaura sólo pudo realizar
una estancia de gran tamaño que no llegó a termi- los cimientos de este templo.
narse.
La entrada, al este, conectaba con un vestíbulo, de
Detrás de este templo, dentro del corredor que ro- unos 8 x 7 m y que estuvo sujeto por columnas con
dea la pirámide y pegado a ella, se construyó un pe- bases de alabastro. En su extremo, dos corredores,

80 | Egiptología 2.0
meridional del corredor sur se accedía a la calzada.

En línea recta desde la entrada el vestíbulo conecta-


ba con el patio del templo, de 41 m norte-sur por 19,4
m este-oeste, y cuyas paredes fueron decoradas con
fachada de palacio. Un camino pavimentado en ca-
liza cruzaba el patio en dirección oeste y conectaba
con una pila de caliza donde se llevaban a cabo los
rituales. Los líquidos derramados en la misma eran
evacuados por un canal de caliza que conectaba con
el camino del patio.

Este camino conducía a una rampa que conectaba


con un nuevo pórtico de 6 columnas y techado en
madera, donde habrían sido ubicadas dos estatuas
sedentes de Menkaura. En el centro existía una sala
rectangular de orientación este oeste, a ambos lados
de la misma se abrían dos pasillos: el norte comuni-
caba con 11 almacenes, y el sur, que llegaba tam-
bién hasta la calzada, poseía dos estancias a cada
lado, una de ellas, la del extremo suroeste, de gran
tamaño. En este pasillo sur se descubrieron las cin-
co famosas tríadas del monarca, así como restos de
otras de sus estatuas.

Durante las excavaciones de Reisner -llevadas a


cabo entre 1905 y 1927- se encontraron los restos
de un poblado realizado con ladrillos de barro que,
edificado primero la parte delantera del templo, con
el tiempo fue ocupando el interior del mismo. Se cree
que este pequeño poblado se situó aquí aprove-
chando que, al habitar el lugar para llevar a cabo los
Triada de Menkaura. Museo Egipcio de El Cairo. ritos al monarca fallecido, los habitantes del mismo
| Wikimedia Commons. estaban exentos del pago de impuestos. Los restos
descubiertos en el interior del templo confirmaron
a norte y a sur, conectaban con una zona con cua- que el culto al rey siguió realizándose, ya que duran-
tro almacenes a cada lado. Desde el extremo sep- te las excavaciones aparecieron, en la parte trasera
tentrional del corredor norte se podría acceder a la del templo, restos de ceniza ante las estatuas del
cubierta a través de una escalera, y desde la zona monarca que aún permanecían en el lugar.

Bibliografía Sobre el autor

Belmonte, J. A. (2012): Pirámides, templos y estrellas. Arquitecta y amante del antiguo Egipto, su principal in-
Astronomía y arqueología en el Egipto antiguo. Barce- terés es el estudio de la arquitectura del país del Nilo.
lona: Crítica.
Autora del blog Bajo las arenas de Kemet, donde estu-
Lehner, M. (2007): The Complete Pyramids. Londres: dia la arquitectura egipcia, su pasión por la egiptología
The American University in Cairo Press. le llevó a participar como arquitecta en la escuela de
campo del Proyecto Visir Amenhotep-Huy, en 2016, y
Parra, J. M. (2001): Las pirámides. Historia, mito y a cursar el certificado en Egiptología de la Universidad
realidad. Madrid: Editorial Complutense. de Manchester, donde finalizó sus estudios con un en-
sayo dedicado a los shabtis de la época ramésida.
Parra, J. M. (2009): Historia de las pirámides de Egip-
to. Madrid: Editorial Complutense. Además del estudio de su historia, dedica su tiempo a
la documentación de los monumentos egipcios a tra-
vés de la realización de planimetrías actualizadas.

Enlaza con el autor

Egiptología 2.0 | 81
Mitología
Heródoto de Halicarnaso

Los principales dioses del


panteón egipcio
L a religión practicada por los habitantes del anti-
guo Egipto es posiblemente la más compleja de
cuantas hubo en la Antigüedad. La mayoría de los
más de 1500 dioses que se adoraron en el Egipto
faraónico empezaron siendo divinidades locales du-
rante el Periodo Predinástico que, con el posterior
desarrollo político y económico del país, terminaron
extendiéndose a toda la tierra del Nilo. Así se generó
una religión no homogénea en la que podía vener-
arse el mismo elemento bajo la forma de diferentes
divinidades.

Dado el carácter breve y divulgativo de esta publica-


ción, me centraré únicamente en las características
de la religión vinculadas a la siguiente lista de los dio-
ses egipcios más importantes: Amón, Anubis, Apis,
Atón, Atum, Bes, Gueb, Hathor, Horus, Isis, Maat,
Min, Neftis, Nekhbet, Nut, Osiris, Ptah, Re, Set, Shu,
Sobek, Tefnut, Thot, Tueris y Uadyet.

Características de los dioses egipcios

Antes de hacer una descripción de los dioses egip-


cios, cabe definir exactamente qué eran los dioses Representación de una mujer alabando a Ra-Hora-
en el antiguo Egipto. En egipcio, la palabra “dios” se jty, a quien la bendice con rayos de luz.
escribía con un jeroglífico que representaba un más- | Wikimedia Commons.
til con una banderola ondeando en el extremo y se
bien temprano, concretamente desde la III Dinastía
pronunciaba de un modo parecido a “netcher”.
(2686-2613 a.C.), en el Reino Antiguo. Cabe des-
Básicamente, se refería a un ser que vivía en un tacar que los antiguos egipcios no adoraban a los
mundo ajeno al humano y podía actuar en éste por animales como tales, sino que encontraban en cada
medio de la heka, es decir, la magia, que al final no uno de ellos un rasgo particular de un dios, por lo
era otra cosa que la energía vital de cada dios en que pensaban que era una manifestación suya.
acción, es decir, el ka.
Otra particularidad de los dioses egipcios es que
En general, los dioses egipcios se caracterizaban prácticamente nunca se mostraban directamente
por ciertos rasgos físicos comunes: su carne era de ante sus fieles. De hecho, el faraón era el único ser
oro, sus huesos de plata, sus cabellos de lapislázul y humano capacitado para actuar como intermediario
desprendían un olor embriagador. entre el mundo de los dioses y el de los hombres.

Partiendo de esta base, una divinidad egipcia se po- Sin embargo, como le era físicamente imposible estar
día presentar con muchos aspectos diferentes gra- en todos los templos del antiguo Egipto a la vez, de-
cias a las formas de su bai, es decir, la capacidad legaba este poder sobrehumano en los sacerdotes,
divina de poder adoptar distintas apariencias. nombrados por el soberano y con un tiempo limitado
en el cargo hasta el inicio del Reino Nuevo. Le gente
En este sentido, muchos dioses egipcios eran re- común ni siquiera podía penetrar en los templos de
presentados como híbridos con cuerpo humano las divinidades egipcias más lejos del primer patio,
y cabeza de animal. Esta simbiosis se dio desde por lo que solo las veían cuando salían en procesión.

82 | Egiptología 2.0
Geb, en la zona inferior, con Shu y Nut.
| Wikimedia Commons.

Los dioses egipcios y la creación del mundo

Una característica llamativa de la religión egipcia es


que existía una versión diferente de la creación del
mundo por cada uno de los dioses principales, sien-
do todas válidas y difundidas por los sacerdotes de
cada centro religioso. No obstante, todas las cosmo-
gonías mostraban una serie de elementos comunes:
de un caótico, informe y oscuro océano primordial
(conocido como Nun) surgía una colina primigenia
en la que se posaba un dios, que es quien por diver- Representación de Ptah. | Wikimedia Commons.
sos medios se encargaba de crear el mundo y todo
su contenido. Predinástico, cuando ya aparece con el mismo as-
pecto que mantendría a lo largo de toda la historia fa-
Las principales cosmogonías egipcias eran cuatro, raónica: un hombre de pequeña estatura envuelto en
protagonizada cada una de ellas por un dios dife- un sudario del que salen sus manos, que sujetan un
rente: heliopolitana (dios Atum-Re), hermopolitana cetro compuesto por el pilar dyed (la vegetación y la
(la Ogdóada, es decir, cuatro dioses con cabeza de fertilidad). Además, sobre la cabeza porta un bonete
rana y cuatro diosas con cabeza de serpiente lide- y desde el Reino Medio se le añadió el uas (la esta-
rados por el dios Thot), menfita (dios Ptah) y teba- bilidad) y el anj (la vida) al cetro. Como dato curioso,
na (dios Amón). En la heliopolitana, por ejemplo, el Ptah es el único dios que lleva una barba recta, en
constructor del mundo fue Atum-Re, divinidad que lugar de la tradicional con el extremo curvado.
se creó a sí mismo al emerger del Nun y abando-
nar la forma de serpiente inconsciente que tenía. En Una de las funciones más antiguas de Ptah es la de
ese momento, al sentirse solo, decidió masturbarse patrón de los artesanos, puesto que se le considera-
o escupir (dependiendo de la versión) para crear la ba el inventor de todas las técnicas y prácticas ma-
primera pareja de un conjunto de nueve dioses, la nuales. Por este motivo era venerado siempre en las
Enéada Heliopolitana: Shu (el aire) y Tefnut (la hu- proximidades de aldeas de artesanos y trabajadores
medad). Esa pareja divina dio vida a Gueb (la tierra) como Deir el Medina.
y Nut (el cielo), que a su vez tuvieron cuatro hijos que
se emparejaron entre ellos: Isis (la madre y esposa) Más allá de todos estos dioses, si hubo una divini-
con Osiris (el Más Allá) y Set (el caos, el mal) con dad demiurga poderosa por excelencia en el antiguo
Netfis (la plañidera y protectora de su hermana). Egipto esa es Ra/Re. Es el artífice de la creación y
de todo lo que se encuentra en la Tierra y en los
El dios Ptah, protagonista de la cosmogonía menfita, cielos en muchas cosmogonías. Su importancia
era uno de los dioses más egipcios más importantes arrancó en las dinastías tinitas, empezó a despun-
del panteón. Según este mito de la creación, Ptah tar en la Dinastía IV (2613 - 2494 a.C.) y ya para la
creó el mundo por medio de conceptos espirituales Dinastía V (2494 - 2345 a.C.) su clero era el más
−y no sexuales como en Heliópolis− como su cora- importante de todos. Fue precisamente un monarca
zón, su lengua y la Maat (la justicia, el orden, la ver- de esta última dinastía, Userkaf (2494 - 2487 a.C.)
dad, la armonía universal). quien inició la moda de construir un templo dedicado
específicamente al dios solar para la otra vida en las
Los orígenes de Ptah datan de finales del Periodo cercanías del complejo piramidal. Un templo solar de

Egiptología 2.0 | 83
Representación de Ra. Templo de Hatshepsut.
| Olaf
84 Tausch. 2.0
| Egiptología
Ra consistía en un templo del valle unido mediante
una calzada de acceso a un templo superior. En este
había un pedestal gigantesco con un obelisco, y en
un patio abierto al sol había un altar. Estos templos
solares eran monumentos personales a la relación
continua de cada rey con el dios sol en la otra vida.

La influencia de Ra era tal que casi todos los dioses


egipcios sufrieron una “solarización” a partir de este
momento y sobre todo del Reino Medio, de manera
que a sus propios nombres se les agrega el de Ra:
Amón-Ra, Sobek-Ra, Horus-Ra... Los únicos dioses
que no experimentaron esta fusión fueron Ptah, qui-
zás por ser un dios creador con un clero muy influ-
yente, y Osiris, cuya leyenda era demasiado popular.
El propio Atum sufre esta asociación desde bien tem-
prano, interpretándose que Ra era como su cons-
ciencia, la energía que se manifestaba a través de
los rayos del Sol.

Ra podía representarse como un hombre con ca-


beza de halcón o de carnero que llevaba sobre la
cabeza un tocado con un disco solar y el ureo, que
le protege escupiendo fuego contra sus enemigos.
También se podía presentar como un ave fénix, un
halcón, un carnero, una musaraña, un elefante, un
macaco, un gato, un león, un toro, una mangosta o
un escarabajo pelotero.

La importancia del dios solar Ra llegó a impregnar


también el mundo funerario. Se creía que Ra tenía
dos barcas: en una viajaba cruzando el cielo en las
horas diurnas, y en otra navegaba durante las horas
nocturnas por el inframundo para amanecer rejuve-
necido por la mañana. Aparte, no podemos olvidar-
nos de los monumentos más famosos del Reino Anti-
guo en particular, y del antiguo Egipto en general: las
pirámides. El requisito obligatorio a la hora de elegir
la ubicación para una pirámide era que estuviera en
la orilla izquierda del río Nilo, en el oeste, allí donde
se ponía el Sol y donde los egipcios situaban el Más
Allá. Asimismo, la línea imaginaria que une la esqui- Isis sosteniendo al faraón Seti I en su regazo.
| Olaf Tausch.
na suroeste de las tres pirámides de Guiza apunta
directamente hacia Heliópolis, la principal ciudad de tiempo necesario para que ella engendrara al dios
culto a Ra. Horus, cuyos descendientes se convirtieron en los
primeros reyes mortales de Egipto.
El faraón y los dioses de la realeza
Aparte de este cuarteto básico existían muchas di-
La última generación divina de la cosmogonía he-
vinidades egipcias protectoras de la monarquía. De
liopolitana (Isis, Osiris, Set y Neftis) forma un mito
entre estas, las dos más importantes a lo largo de
monárquico para justificar el papel del monarca egip-
toda la historia egipcia fueron la diosa buitre Nekh-
cio. Se explica que Set mató a su hermano Osiris por
bet/Nejbet, divinidad titular del Alto Egipto, y la diosa
envidia y arrojó su cuerpo encerrado en un ataúd al
cobra Uadyet, deidad titular del Bajo Egipto. Ambas
río Nilo. Su esposa y hermana Isis lo encontró, pero
fueron protectoras del monarca en su función de Rey
antes de que pudiera enterrarlo Set lo despedazó y
de las Dos Tierras y personificaban las coronas en
repartió los trozos por todo Egipto. Isis, desespera-
sí mismas. Más concretamente, Nekhbet y Uadyet
da, recorrió el país junto a su hermana Neftis para
eran dos poderosas diosas que defendían al rey po-
buscar y recomponer todos los pedazos, pero le faltó
sadas en su cabeza, desde donde podían escupir
uno de vital importancia, el pene. Aun así, la diosa
fuego para aniquilar cualquier amenaza.
fabricó un pene de barro y dotó de vida a Osiris el

Egiptología 2.0 | 85
Aunque aparece mencionado desde el Reino Anti-
guo, no fue hasta la XII Dinastía (1985 - 1773) cuan-
do el dios Amón se convirtió en el dios principal de
la monarquía. A Amón se le representaba como un
hombre de piel negra o azul adornado con una tia-
ra en forma de mortero de la que salían dos altas
plumas de halcón fraccionadas horizontalmente en
siete divisiones. Ocasionalmente lo encontramos
también bajo apariencia de momia, carnero, esfinge,
serpiente, león u oca.

Para los antiguos egipcios, Amón simbolizaba mu-


chas cosas. Era el aire que estaba en todos los luga-
res y momentos, por lo que los humanos no podían
verle pero sí sentirle. En su honor se celebraba una
de las festividades religiosas más importantes del
antiguo Egipto: el festival de Opet. Celebrada anual-
mente durante el segundo mes de la estación de la
inundación (akhet), tenía como gran acto central una
multitudinaria procesión en la que se trasladaban las
estatuas del dios Amón y su familia desde el templo
de Karnak hasta el templo de Luxor, conectados por
una avenida de esfinges de tres kilómetros de longi-
tud en la orilla oriental del río Nilo.

Aunque fuese originario de Tebas, hay templos en Akhenatón y su familia adorando a Atón.
honor de Amón por todo Egipto y hasta Nubia. En | Wikimedia Commons.
Napata, por ejemplo, recibió especial veneración
como Amón de Napata desde la Dinastía XVIII. Si- - 1390 a.C.) y Amenhotep III (1390 - 1352 a.C.) se
glos más tarde, los faraones kushitas de la Dinas- había comenzado a considerar que Atón era la luz
tía XXV (747 - 656 a.C.) afirmaron que la verdadera que surgía del Sol en forma de infinidad de rayos
casa del dios se ubicaba en la montaña sagrada de acabados en pequeñas manos que ofrecían la vida
Gebel Barkal para declararse hijos suyos y legitimar en forma de símbolos anj al faraón y su familia. De
así su estancia en el trono egipcio. esa manera, Atón era el creador de todo y no hacía
distinción entre los hombres a la hora de dispensar
Entre los muchos títulos del dios Amón destaca el sus favores porque tenía bondad infinita.
de “Señor de los Oasis”, documentado a partir de
la Dinastía XXVI (664 - 525 a.C.). Fue de hecho en Al contrario de lo que piensa mucha gente, este “ato-
esta dinastía cuando se construyó el famoso oráculo nismo” no es una de las primeras religiones mono-
dentro del templo de Amón en el oasis de Siwa, uno teístas de la historia, ya que el pueblo llano siguió
de los lugares más sagrados de la Antigüedad y que adorando a los dioses tradicionales. Esto se eviden-
visitó siglos después Alejandro Magno. El aura sacro cia gracias a los numerosos amuletos protectores
del santuario de Siwa causó tal impresión al sobera- hallados en diversas excavaciones arqueológicas.
no macedonio que, en sus últimos momentos de vida Por tanto, sería más correcto decir que el culto a
en el 323 a.C., manifestó a sus generales que quería Atón del periodo de Amarna fue un henoteísmo, es
ser enterrado en el oasis de Siwa. decir, un momento concreto en el que un dios eclip-
sa por completo al resto de dioses del panteón, sin
Sin embargo, si hubiera un premio a la más estrecha que signifique que éstos dejen de existir. De hecho,
relación entre un dios y un faraón probablemente Akhenaton hasta llegó a permitir el culto a otras dei-
se lo llevaría Amenhotep IV/Akhenatón (1352-1336 dades de origen solar, siempre que fueran interpre-
a.C.) por su vinculación con el dios Atón. Antes de tadas como manifestaciones de Atón.
que empezara su breve pero revolucionario auge,
Atón era la forma de designar al Sol, la fuerza vital Esta revolución religiosa también afectó al modo en
que animaba todo cuanto había en la Tierra, y solo que se veía al faraón, ya que, al contar con titulatura
a partir del amarniense parece que el dios Ra es la real y ureo propio, Atón era un dios-rey que goberna-
esencia del Disco que se fusiona con el rey. ba el mundo. Al mismo tiempo, Akhenaton ya no solo
era un intermediario entre hombres y dioses, sino
Este dios no fue una invención de Akhenatón duran- que era una divinidad viviente en sí mismo. De este
te el periodo de Amarna (1347 - 1336 a.C.), puesto modo, los seres humanos solo podrían tener acceso
que ya durante los reinados de Tutmosis IV (1400

86 | Egiptología 2.0
al dios Atón a través de su soberano, Akhenaton, y
su familia. Asimismo, la nueva doctrina afirmaba que
el rey era el único que obtendría inmortalidad en el
Más Allá, de manera que el resto del pueblo tendría
que limitarse a servirle al igual que lo hizo en su vida
terrenal.

Con el ascenso al trono de Tutankhamon (1336 -


1327 a.C.), la ciudad de Amarna (Akhetaton) se
abandonó completa y definitivamente, se reinstauró
la doctrina religiosa tradicional egipcia y se prohibie-
ron todas las menciones y prácticas al dios Atón y al
faraón hereje.

Dioses de la muerte

A pesar de que la primera mención aparece en la


mastaba de la princesa Hemet-Re, hija del rey Khafra
(Kefrén en griego, 2558 – 2532 a.C.), el dios Osiris
no adquiere su característica apariencia de momia
hasta el final del Reino Antiguo. Más concretamente,
la iconografía habitual de Osiris lo presenta como un
hombre de rostro verde o negro envuelto en un su-
dario ceñido a la cintura con una banda de lino roja
del que solo salen las manos para sujetar los cetros
de poder, el cayado y el flagelo. Sobre la cabeza lle-
va una corona troncocónica formada por la corona
blanca del Alto Egipto y flanqueada por dos plumas Representación de Osiris. Tumba de
de avestruz. Ya durante el Reino Nuevo este tocado Sennedjem. | Wikimedia Commons.
podía complementarse con una cobra a cada lado,
el disco solar y unos cuernos de carnero retorcidos tante” germinaría más tarde, simbolizando la resu-
en su base. rrección tal y como la hacía el dios.

Como soberano de los muertos, el dios Osiris presi- Hasta ser reemplazado por Osiris, Anubis era el prin-
día la psicostasia, el juicio que se realizaba a todos cipal de los dioses egipcios de la muerte. Entre otras
los fallecidos para comparar sus hechos buenos con cosas, era el señor de la momificación, pues había
sus hechos malos y determinar si era merecedor de inventado este procedimiento al realizarlo sobre Osi-
alcanzar la vida eterna. Más en detalle, en el juicio ris una vez fue asesinado; era el guardián de las ne-
se pesaba simbólicamente el corazón de la persona crópolis, ya que aparecía en los sellos que cerraban
en una balanza cuyo contrapeso era una pluma de las puertas de las tumbas; y estaba asociado a las
Maat, la diosa de la justicia, la verdad y la armonía nébridas, amuletos formados por la piel clavada en
universal. un palo de un animal decapitado. Asimismo, Anubis
era uno de los encargados de realizar la psicostasia
En el acto intervenían cuarenta y dos jueces, ante junto a Horus, velando además por la correcta ejecu-
los cuales el fallecido tenía que declarar que no ha- ción de todo el procedimiento.
bía cometido una serie de actos reprobables que
le impedirían alcanzar la inmortalidad. Para lograr El dios Anubis siempre es representado como un
la vida inmortal, era imprescindible que el corazón cánido de cuerpo entero o un hombre con cabeza
fuera tan ligero como la pluma. En caso contrario la de cánido, pero siempre de color negro, símbolo de
monstruosa Ammyt, la devoradora de los muertos, los cuerpos putrefactos y el limo del río Nilo. Entre
se comía el órgano haciendo que el individuo desa- sus atributos destaca un collar rojo que le rodea el
pareciera para siempre. cuello en su forma de cánido, y también una hoja de
palmera que puede llevar en las manos en su forma
La muerte de Osiris se recordaba anualmente a tra- homínida.
vés de la muerte y resurrección de la vegetación en
el entorno del festival conocido como los Misterios El hijo de Isis, Horus, es uno de los dioses egipcios
de Osiris, celebrado a finales de la estación de la más importantes y antiguos del panteón. Desde las
inundación (otoño). Cada día 18 del mes de Joiak dinastías tinitas (Dinastía I y II, 3000 – 2686 a.C.,
(octubre-noviembre) se elaboraba una figura de ba- aprox.) se convirtió en la encarnación de la divinidad
rro mezclado con granos de cebada. El “Osiris vege- del monarca, que se transforma en él al asumir la

Egiptología 2.0 | 87
Estatua de Horus. Templo de Horus,
Edfu.
88 | Wikimedia
| Egiptología 2.0 Commons.
realeza tras la coronación. En otras palabras, el so- Al igual que pasa con Osiris, la iconografía de Isis
berano es la manifestación de Horus en la Tierra, y es muy numerosa, aunque normalmente la encon-
así lo veía el pueblo egipcio. tramos bajo una forma predeterminada: una mujer
humana que lleva el símbolo de su nombre, el tro-
A Horus se le representaba como un halcón o un no, sobre su cabeza. Es precisamente este símbolo,
hombre con cabeza de halcón, un ave que en Egipto presente en sus representaciones desde la Dinastía
era muy apreciada por su majestuosidad, su fuerza y I (aprox., 3000 - 2890 a.C.), el que hace que sea tan
su capacidad de volar muy alto en el cielo. Además, identificable. No obstante, a partir del Reino Nuevo
sobre su cabeza llevaba la corona blanca o la doble también la encontramos con dos cuernos con forma
corona. de lira y un disco solar entre ellos.
Horus no solo era el encargado de cuidar del mundo Siglos después, el Egipto de los inicios de la Dinastía
de los vivos, sino que, como hijo de Osiris en la Tie- Ptolemaica (305 - 30 a.C.) puso el foco sobre esta
rra, tenía que vigilar el mantenimiento de las tumbas diosa como elemento para cohesionar a la nueva
y de las ofrendas funerarias. De hecho, a menudo élite macedonia con la población egipcia autóctona.
acompañaba al difunto a la presencia de Osiris para El resultado fue que su culto se expandió por todo
iniciar la psicostasia. Estas funciones las compar- el Mediterráneo, desde la Grecia continental hasta
tía con sus cuatro hijos −Amset (chacal), Duamutef Hispania. Muchas ciudades de la Grecia continen-
(mono), Hapy (halcón) y Quebehsenuf (hombre)−, tal (Atenas incluso desde antes de los ptolomeos),
encargados de proteger los vasos canopos en los de las islas del Egeo y de Asia Menor adoptaron a
que se guardaban las vísceras de los difuntos. Son Isis y a su familia, la gens isiaca, como miembros de
también representantes de los vientos, de los puntos sus respectivos panteones. En la península Ibérica,
cardinales y ayudan al soberano una vez muerto en por ejemplo, su primer santuario data del 100 a.C.,
su viaje al Más Allá. aproximadamente, y con el tiempo los hubo en Car-
thago Nova (Cartagena), Baelo Claudia (provincia
El gran enemigo de Horus a causa del asesinato
de Cádiz), Itálica (provincia de Sevilla) o en Panóias
de su padre fue su tío Set. Aunque las connotacio-
(Portugal). Ya con Egipto como provincia romana, el
nes negativas de esta divinidad se relacionen con la
culto no solo no decayó sino que se popularizó en la
sequía, la esterilidad, la violencia, las tormentas, la
totalidad de los territorios del Imperio. Solo en Italia
guerra, el caos y el desorden, en su origen no era así,
encontramos cultos a Isis en Roma, Nápoles, Cam-
puesto que era el dios de los metales y el protector
pania, Ostia, Sicilia... El santuario de Isis en Pom-
del Alto Egipto. Hay que pensar que este contrapeso
peya, por ejemplo, fue construido en el siglo II a.C.,
negativo era totalmente necesario porque, sin la pre-
pero fue reconstruido casi por completo en el 62 d.C.
sencia del mal, el concepto del bien no podría existir
debido a los daños que sufrió durante un terremoto.
y los aspectos beneficiosos carecerían de sentido.
Sin embargo, de todos los rituales religiosos relacio-
La iconografía de Set es muy curiosa, puesto que
nados con Isis, quizás el más importante fuera el que
aparece generalmente como un animal en su totali-
tenía lugar en el templo de Filé, donde el mito de Isis
dad o como un hombre con cabeza de animal, y en
cobraba anualmente vida bajo una forma dramatiza-
ambos casos no se identifica que especie es.
da. Este culto pervivió aquí hasta el año 535 d.C.,
En este sentido, muchos expertos han sostenido que cuando fue prohibido por Justiniano I, convirtiéndose
es similar al resultado de un cruce entre perro, asno, en el último lugar de culto pagano del Mediterráneo.
okapi y oso hormiguero. Minoritariamente también
Neftis, esposa de Set, fue la diosa que ayudó a Isis
se manifestaba como un cerdo macho, una serpiente
en la búsqueda de los fragmentos de Osiris, por lo
con cabeza de asno, un hipopótamo macho, un co-
que tiene más vinculación con esta pareja que con
codrilo o un toro alado con un doble par de cuernos.
su marido. Por esta razón, algunas veces es men-
Deidades de la vida cotidiana cionada como la “imitación de mujer que no tiene va-
gina”. Entre otras cosas, se la consideró una de las
Tal y como se observa en la cosmogonía heliopolita- plañideras divinas, la amamantadora de los reyes en
na, la diosa Isis representaba el ideal de la perfecta el Más Allá y protectora de los ataúdes y los vasos
madre y esposa. Como esposa, practicó la ceremo- canopos de los fallecidos. Se la representaba como
nia de Apertura de Ojos y Boca y la momificación so- una mujer con el símbolo jeroglífico de su nombre
bre el cuerpo del Osiris asesinado para posibilitarle sobre la cabeza, con forma de copa.
tener una existencia eterna. Como madre, fue diosa
tutelar de la infancia y protectora de las picaduras Por su parte, Hathor era una de las deidades más
venenosas por proteger a Horus de su tío Set con polivalentes del antiguo Egipto. Estaba asociada con
la ayuda de siete escorpiones que le servían de de- la maternidad, el amor y la feminidad, pero también
fensa. era la diosa de la música, la danza, el canto, la em-

Egiptología 2.0 | 89
Hathor como una vaca amamantando a la faraón Hatshepsut, en su templo en Deir el-Bahari. | Rémih.

briaguez, el sexo, la felicidad... Asimismo, se la con- de la escritura, la lengua, las ciencias y la palabra
sideraba una de las plañideras divinas junto a Isis divina en particular. En esta calidad se convirtió en
y Neftis. Los templos dedicados a esta divinidad en el intermediario entre los dioses y el demiurgo, de
Dendera, Deir el Bahari, Abu Simbel y File, donde la manera que a él debían ser notificadas todas las ór-
rendían culto mayoritariamente sacerdotisas, tenían denes para que las registrara y fueran cumplidas. En
una particularidad: en los capiteles de las columnas la ciudad de Heliópolis se le consideró la lengua o
se esculpía la cabeza de la diosa con orejas de vaca, el corazón de Ra, además del escriba y archivero
su animal sagrado. de la Enéada Heliopolitana, y en Menfis se ligó a la
lengua del dios Ptah. En la cosmogonía hermopoli-
Su representación pasa por la de una mujer o una tana, era el dios a la cabeza de la Ogdóada, debido
vaca de cuerpo entero, o una mujer con cabeza de a que había hecho posible la creación del mundo a
vaca, con orejas de vaca, cuernos con forma de lira y través de la palabra. Con sus propias manos escribió
disco solar colocado entre éstos. Por objetos sagra- en cuarenta y dos libros toda la ciencia del mundo.
dos tenía el collar menat y el sistro, que simboliza- Asimismo, Thot es un dios relacionado con la luna o,
ban la vida. De forma minoritaria se la representaba para ser más precisos, con las fases de la luna, por
también como una vaca en su totalidad, una leona, lo que a veces lo podemos encontrar identificado con
una gata o una serpiente, y en el periodo Ptolemaico la misma. Al dios Thot se le representaba como un
como una mujer con cuatro cabezas dirigidas a los ibis o un babuino, o un hombre con cabeza de ibis o
puntos cardinales. babuino que lleva sobre ésta un disco solar y un cre-
ciente lunar y que porta en las manos los utensilios
En otro orden de cosas, uno de los dioses egipcios
de escritura.
más importantes vinculados a las profesiones hu-
manas fue Thot, dios de la sabiduría en general, y En último lugar, una subcategoría muy interesante

90 | Egiptología 2.0
de los dioses egipcios es la de aquellas divinidades
relacionadas con la creación y primeros momentos
de la vida humana, es decir, con los embarazos, par-
tos, lactancias, bebes... Este es el caso de Bes, una
deidad que se representaba en forma de genio ena-
no deforme, barbudo y con melena que enseñaba la
lengua. Solía estar representado desnudo, aunque
también podía estar cubierto con una piel de león a
modo de capa y llevar entre las manos instrumentos
musicales o un cuchillo. A veces llevaba un cinturón
formado por serpientes y una corona formada por
altas plumas en la cabeza. Desde que apareció en
el Reino Nuevo se convirtió en la deidad titular del
matrimonio y de las mujeres en el momento del par-
to. Asimismo, Bes alejaba los genios malignos que
podían atacar a las personas, por lo que solía repre-
sentarse en las cabeceras de las camas y en multi-
tud de amuletos mágicos para los niños.

También es el caso de Tueris y Min. La primera,


protectora de las mujeres durante el embarazo y el
parto, fue una diosa híbrida formada por el cuerpo
embarazado de una hipopótamo hembra, las patas
de un leona, los pechos de una mujer y la cola de
un cocodrilo. Podía sujetarse sobre dos símbolos de
protección sa y sobre la cabeza llevaba el disco solar
y cuernos con forma de lira. Además, como protecto-
ra de la alimentación y la leche materna, Tueris apa-
Representación de Apis. Kunsthistoris-
recía en unos vasos especiales donde se introducía
ches Museum. | Gryffindor.
el sustento de los bebes, para que los demonios no
pudieran secar los pechos de los madres. el dios toro Apis. Los sacerdotes buscaban por todo
el país un ejemplar de toro que reuniera veintinueve
El segundo, dios de la fertilidad masculina y de las marcas precisas, entre ellas pelo negro, un pequeño
cosechas, es uno de los dioses egipcios más an- triángulo blanco en la frente, un buitre con las alas
tiguos, pues está presente en el panteón desde el desplegadas en su lomo, los pelos de la cola dividi-
Periodo Predinástico. La iconografía más usual de dos en dos y la figura de un escarabajo en su lengua.
Min es la de un hombre ataviado con un traje ceñido, El toro escogido vivía en Menfis, donde disfrutaba de
piernas juntas y siempre con el pene en erección. un harén de vacas y recibía toda clase de ofrendas y
Sobre la cabeza porta un casquete coronado por cuidados. Este animal hecho divinidad también rea-
dos altas plumas rectas y una cinta que cae por su lizaba oráculos, por lo que muchos fieles se dirigían
espalda. El brazo derecho lo usa para levantar por al lugar donde residía para hacerle consultas. Las
encima de los hombros un flagelo, mientras que el respuestas afirmativas o negativas del dios toro se
brazo derecho lo utiliza pata agarrarse el falo. Otra interpretaban a partir de sus movimientos.
de las funciones más importantes del dios Min fue la
de defensor de los viajeros y protector de los cami- Muchos otros animales estaban asociados a cultos
nos, protegiendo las caravanas de los bandidos que religiosos en los templos del antiguo Egipto, aunque
pudieran asaltarles. no se los mantenía vivos como a Apis. Por ejemplo,
en el templo de Kom Ombo, dedicado al culto del
Los animales sagrados dios Sobek, se criaron y momificaron muchos co-
A partir de la observación de su entorno natural, con codrilos para esta divinidad. Asimismo, en Saqqara
su abundante y variada fauna, los antiguos egipcios se enterraron momias de gatos en honor a las dio-
adquirieron un gran conocimiento de zoología que sas Pakhet y Bastet, y en las catacumbas de Tunah
luego traspasaron al mundo religioso. De este modo, el-Gebel se depositaron miles de momias de ibis y
todas aquellas características del comportamiento babuinos, emblemas del dios Thot. Curiosamente,
animal que no podían entender ni explicar, y que a su en la Baja Época (664 - 332 a.C.) la momificación de
juicio eran sobrenaturales, las aplicaron a los dioses. animales se hizo tan popular que se vendían a las
puertas de los templos para que los devotos pudie-
Estos animales no eran sagrados por sí mismos, sal- ran usarlas para agasajar al dios, con la esperanza
vo algunas excepciones. La más famosa de ellas era de que éste atendiera a sus ruegos.

Egiptología 2.0 | 91
Hay dioses cuya forma no se ha podido identificar claramente con una especie animal concreta, como es el
caso de Set. No obstante, en la mayoría de los casos el notable realismo del arte egipcio permitía identificar la
forma animal bajo la que se presentaba el sinfín de dioses egipcios. En otras ocasiones se usaban animales
fantásticos de la religión egipcia, tales como el serpopardo −cuerpo felino, cuello largo y cabeza de leopardo− o
el grifo, también con cuerpo felino, cuello corto y cabeza de halcón. También es el caso de las formas mixtas en-
tre animales reales, como el híbrido entre halcón y cocodrilo que representaba la forma acuática del dios Horus,
o el híbrido entre cuerpo de escorpión y cabeza de mujer que usaba la diosa Serqet para curar los problemas
respiratorios y las picaduras venenosas.

También el río Nilo se utilizó como una inagotable fuente de inspiración para los artistas egipcios a la hora de
representar a los dioses egipcios. Más allá de los ya mencionados hipopótamos y cocodrilos hallamos, por
ejemplo, que se creía que los renacuajos nacían por generación espontánea, para luego transformarse en ra-
nas. Esto hizo que se las relacionara con las ideas de preexistencia y transmutación. Por otra parte, entre las
diversas clases de peces reflejadas en la iconografía destaca la carpa, que por su forma ovalada, color y modo
de criar se asoció al recimiento.

Es probable que todo este panorama cause cierta perplejidad ante nuestro pensamiento contemporáneo. Para
nosotros resulta difícil de entender que uno o más animales se asocien a dioses y compartan leyendas. Sin
embargo, lo que hay que hacer es tratar de introducirse en la mentalidad de los antiguos egipcios para entender
que lo importante era el concepto que se quisiera expresar y no el nombre local que recibiera la divinidad.

Bibliografía Sobre el autor

Alvar, J. (2019): “Isis, la diosa egipcia que viajó a tra- Heródoto de Halicarnaso nació en Tenerife en 1990,
vés del Mediterráneo”, en Historia National Geogra- mostrando desde pequeño su afición por el conoci-
phic nº181, pp. 40-55. miento de lo sucedido en el pasado. Se licenció en
Historia por la Universidad de La Laguna en 2013,
Bongioanni, A. (2001): Atlas del antiguo Egipto. Ma- mostrando interés sobre todo por la historia antigua
drid: Alianza Editorial. de Egipto y Próximo Oriente, la Historia del Siglo XX,
la creación de la imagen real en la edad moderna, y la
Castel, E. (2018): “Animales sagrados. Fauna y re- Historia militar antigua y contemporánea.
ligión en Egipto”, en Historia National Geographic
nº173, pp. 38-53. Desde febrero de 2014 lleva el blog “Historiae”, en
el que trata de enseñar la Historia de la Humanidad,
Castel, E. (2017): “Osiris. El dios egipcio del Más Allá”, independientemente del nivel de conocimientos del
en Historia National Geographic nº 162, pp. 40-53. lector, y de una forma en la que se trata de combinar
el rigor, la profesionalidad y la veracidad, con la sen-
Castel, E. (2001): Gran diccionario de mitología egip- cillez, la amenidad y la visualidad. Además, es redac-
cia. Madrid: Aldebarán. tor habitual en la sección de Historia de la web “Que
Aprendemos Hoy”.
Shaw, I. (2014): Historia del Antiguo Egipto. Madrid:
La esfera de Libros. Enlaza con el autor

VV.AA (2013): Egipto. National Geographic. Barcelo-


na: RBA.

92 | Egiptología 2.0
Una mirada inédita al fascinante
mundo de la Egiptología

Egiptología 2.0 | 93
Del 1 de junio de 2020
al 14 de febrero de 2021

94 | Egiptología 2.0
De piedras y de estrellas:
Simbolismo de la
alineación solsticial de
la Gran Esfinge de Guiza
Alfonso Daniel Fernández Pousada

Egiptología 2.0 | 95
L a Gran Esfinge de Guiza, con sus setenta metros
de largo y veinte de alto, no es solamente la es-
cultura más colosal que nos ha legado la civilización
del Nilo. Posiblemente se trate, junto a las pirámi-
des, el busto de Nefertiti y la máscara funeraria de
Tutankamón, de uno de los iconos más representa-
tivos del arte egipcio. Por este motivo, la Gran Es-
finge ha captado siempre la atención de cientos de
investigadores, algunos más serios, otros más he-
terodoxos. Son muchas las preguntas que en torno
a este monumento han surgido a lo largo del último
siglo y también muy dispares las respuestas que han
La Esfinge. | Best Wallpaper.
aparecido para rellenar los huecos y lagunas, debi-
do a la escasez de testimonios relativos a él, que la Campiña de las Juncias, esto es, los Campos Elí-
procedan de fuentes coetáneas a su construcción, seos de la mitología egipcia:
con práctica seguridad en tiempos de la IV Dinastía,
durante el Imperio Antiguo: ¿Con el rostro de qué “El león, símbolo del poder soberano, guardián de
faraón se debe identificar la imagen de la Gran Es- las puertas oriental y occidental del mundo subterrá-
finge? ¿Qué soberano la mandó tallar? ¿Fue este neo, era también el guardián de los lugares de culto;
monarca o alguno de sus herederos quien culminó el clero de Heliópolis le dotó de una cabeza huma-
con éxito tal empresa? ¿La piedra que da forma a na, la de Atum, y así nació la esfinge, de las que la
esta gigantesca escultura ha sido objeto de erosión más antigua y gigantesca es la de Gizeh, ejecutada
acuática, eólica o ambas? ¿En qué período histórico por orden de Kefrén. Como núcleo de la monumental
debe enmarcarse su datación? ¿A qué animal co- escultura, se talló un cerro natural de piedra caliza
rresponde el cuerpo que representa la Gran Esfin- que soporta la cabeza del faraón, convertido así en
ge? ¿Es parte de algún proyecto conjunto donde se guardián de la necrópolis real y de la puerta occiden-
engloban otros edificios de su entorno? ¿Cuál es su tal, por la que parten el Sol y los muertos. Ante la
función dentro de la necrópolis de Guiza? ¿Cuenta entrada del templo funerario de dicho faraón, se es-
con su propia y significativa alineación astronómica? culpieron otras esfinges de menor tamaño” (Rachet;
Y, en tal caso, ¿con qué estrellas y constelaciones 1995:109).
del antiguo Egipto la quisieron conectar sus artífices
y bajo qué pretexto o finalidad? ¿Es posible que al En algunas paletas de pizarra del Período Protodi-
descifrar esta última pregunta se descorra también nástico de Egipto, como la del “Campo de Batalla”
el velo que, al menos en parte, empaña a todas las (Museo Británico, EA20791), el faraón es retratado
demás cuestiones? bajo la efigie de un león, devorando las entrañas del
enemigo, haciendo ostentación de su fuerza y poder,
Un vigía con el rostro de Kefrén capaz de sobrecoger y domar a la mismísima natu-
raleza, imponiendo el orden y suprimiendo el caos.
La Gran Esfinge de Guiza y su templo adyacente En realidad, el autor que popularizó la atribución de
están emplazados junto al Templo del Valle de la pi- la Gran Esfinge de Guiza a Kefrén fue el egiptólogo
rámide de Kefrén. El nombre de este faraón parece Selim Hassan (1886-1961), en la monumental co-
citarse en uno de los pasajes de la Estela del Sue- lección de diez volúmenes que dedicó a divulgar el
ño, mandada colocar entre las patas delanteras de la trabajo de campo llevado a cabo por su equipo en
Gran Esfinge por el faraón Menjeperura Tutmosis IV, la meseta de Guiza, en el segundo cuarto del siglo
cuando éste la liberó de la arena que ocultaba el mo- XX. Previamente, egiptólogos de la categoría de sir
numento, a mediados de la XVIII Dinastía. Estos dos William Matthew Flinders Petrie (1853-1942) o Er-
hechos circunstanciales se han tomado como proba- nest Alfred Thompson Wallis Budge (1857-1934),
torios de que fue el propio Kefrén quien encargó la integrantes de una generación de arqueólogos ante-
realización de la Gran Esfinge de Guiza. Constituye rior a la de Hassan, reconocieron en la Gran Esfinge
la versión oficialista y tradicional, que se enseña en de Guiza un elemento mucho más tosco y antiguo
la práctica totalidad de los manuales de egiptología que el reinado de Kefrén e, incluso, que la propia
y que goza de mayor prestigio y acogida entre los IV Dinastía, partiendo del siguiente razonamiento: el
expertos. Por consiguiente, el semblante de la Gran Templo del Valle de Kefrén no está alineado con el
Esfinge de Guiza sería una representación idealiza- eje central de su pirámide, si no que manifiesta un
da de la fisonomía de Kefrén; su cuerpo el de un sensible desvío hacia el sur; esta circunstancia, a su
león y su objetivo, velar por el descanso eterno de vez, repercute en el trazado de la calzada procesio-
este soberano y salvaguardarlo de cualquier peligro nal que comunica ambas edificaciones. En conjunto,
o amenaza que se le interpusiese en su viaje hacia la anomalía no parece fortuita: más bien, al haber

96 | Egiptología 2.0
Paleta del Campo de Batalla. British Museum. | British Museum.

optado por este diseño en diagonal –en lugar de resca interpretación dada en los años noventa a la
uno ortogonal más acorde a mAat, el equilibrio cós- acción corrosiva de los elementos, los atlantólogos
mico, como atestigua la disposición cuadricular de sumaron, a favor de su causa, el análisis comparati-
las matabas de Guiza-, se evita el recinto de la Gran vo entre los rostros de Kefrén –tomado éste a partir
Esfinge de Guiza, pudiendo ser ésta la causa de tal de sus representaciones escultóricas- y de la Gran
desvío. Así, se concluiría que tanto la escultura como Esfinge, verificado por una acreditada autoridad en
el templo a ella anexo preexistían a la época de Ke- materia de explanometría facial criminalística, Frank
frén. Muy al contrario, Hassan dedujo que el Templo Domingo, forense oficial del departamento de policía
del Valle de Kefrén y el Templo de la Esfinge forman de Nueva York. Según este asesor científico, Kefrén
parte de un plan constructivo único y que, en conse- y la Gran Esfinge muestran rasgos distintivos, perte-
cuencia, se trata de obras coetáneas, proyectadas necientes a dos sujetos diferentes. Por si fuera poco,
por el mismo soberano cuyo nombre se cita en la y en lo tocante a la mención del nombre de Kefrén en
Estela del Sueño. En apoyo de esta posibilidad se la Estela del Sueño, en realidad, la cita se inserta en
apelaría, más adelante, al parecido físico detectado medio de una laguna en el texto original de la inscrip-
entre el rostro de la Gran Esfinge de Guiza y las es- ción jeroglífica: el cartucho faraónico se encuentra
culturas de Kefrén. en estado fragmentario, conservando solamente una
de las sílabas, xaf, y habiéndose extraviado, lamen-
Este discurso se mantuvo hasta finales del siglo XX, tablemente, el contexto del cual formaba parte esta
cuando la versión oficial empezó a ser cuestionada. referencia. En otras palabras, aunque la sílaba xaf se
Desde fuera del ámbito de la egiptología, una serie puede vincular efectivamente con Kefrén, se desco-
de pruebas geológicas –no libres de polémica, al con- noce qué se predicaba de este sujeto en la Estela
tar con el patrocinio del egiptólogo heterodoxo John del Sueño.
Anthony West, uno de los más firmes partidarios de
la herencia atlante de la civilización del Nilo- vinieron Por supuesto, existen explicaciones más
a discrepar por completo de la datación tradicional, convencionales que justifican el desgaste acuático
asegurando que la Gran Esfinge sería, incluso, an- del recinto de la Gran Esfinge de Guiza sin tener
terior a la civilización egipcia. Más allá de la pinto- que recurrir a civilizaciones perdidas en la noche de

Egiptología 2.0 | 97
del ámbito egiptológico, sobre la antigüedad, autoría
y representación de la Esfinge. Fue en dicha década
cuando el geólogo y paleontólogo Robert Schoch dio
a conocer su controvertido análisis sobre la erosión
de este monumento, advirtiendo que el desgaste de
la piedra caliza es acuático en mayor grado, en lu-
gar de eólico, como cabría esperar a partir del clima
árido que ha caracterizado a Egipto durante los últi-
mos cinco milenios. Según Schoch, la Gran Esfinge
de Guiza hubo de ser tallada en una época en la
que Egipto gozó de una climatología radicalmente
opuesta a la actual, caracterizada entonces por co-
piosas precipitaciones, explicando de este modo los
surcos redondeados que se han formado entre los
distintos estratos de la roca sedimentaria, a causa de
la variabilidad de su dureza:

“Las mastabas de Saqqara señalan que el clima ha


sido seco en el norte de África desde cerca del año
3000 a.C. Si la Esfinge hubiera sido construida en
esa época, entonces, como los otros monumentos
de Guiza y Saqqara de los que existen evidencias de
que fueron levantados en ese período, debería mos-
trar principalmente marcas de erosión provocada por
el viento (erosión eólica). La erosión que presenta
la Esfinge, producida principalmente por la lluvia, in-
dica que debió ser construida cuando el clima era
mucho más húmedo. Egipto no ha sido siempre el
desierto que fue en la época del Reino Antiguo o el
que vemos en la actualidad, con lluvias muy esca-
sas. El estudio de la historia del clima demuestra que
en algún momento entre los años 10000 y 8000 a.C.
Kefrén entronizado. | AKG / ALBUM.
–el periodo asociado con el final de la era glacial más
los tiempos y borradas de la faz de la Tierra por un reciente-, Egipto era mucho más húmedo y lo que
cataclismo apocalíptico. Sin embargo, la entrada en hoy es un desierto fue en realidad una verde saba-
escena de teorías contracorriente puso de relieve lo na. Esta época de clima húmedo, que se denomina
endeble de las pruebas circunstanciales que hasta Pluvial de Nabta (se llama pluvial al periodo de tiem-
entonces se habían considerado de entidad suficien- po en el que se altera, incrementándose, el régimen
te como para sustentar la atribución del monumento de lluvias), cambió en algún momento entre el 3000
a Kefrén. Pero, al hacerse patentes las grietas de a.C. y el 2500 a.C., cuando comenzaron a aparecer
la interpretación tradicional, fue obligado reabrir el las condiciones áridas que hoy conocemos. Me pa-
debate sobre la autoría de la Gran Esfinge de Gui- recía obvio que la Esfinge había sido esculpida antes
za. Desde entonces, la controversia ha dividido a los de que se dieran las condiciones climáticas que aho-
egiptólogos en dos bandos bien diferenciados: un ra hay en la región” (Schoch; 2002:60).
grupo, bastante mayoritario, sigue considerando a
Kefrén como el mecenas de la Gran Esfinge de Gui- Kefrén se habría limitado a restaurar un monumen-
za; frente a otro grupo más reducido de expertos que to que, para aquel entonces, ya era antiquísimo.
la atribuye a alguno de sus inmediatos antecesores Schoch quedó extrañado por la ostensible diferencia
en el trono, ya se trate de su hermano Dyedefra o de entre la profundidad erosiva de la Gran Esfinge: en
su padre Keops. No obstante, antes de revisar los los cuartos traseros es de apenas 1’25 metros, fren-
pros y los contras de cada una de ambas opciones, te a las muestras tomadas en la zona norte, sur y
conviene echar un vistazo a la datación geológica este de la trinchera, donde la erosión se interna en la
desde un prisma que sí resulte coherente con la evi- roca hasta los 2’5 metros (Schoch; 2002:60). Desde
dencia arqueológica. el punto de vista geológico, al duplicarse el nivel de
profundización también habría de duplicarse, según
Un león pasado por agua Schoch, la antigüedad de determinadas zonas del
recinto. Siguiendo esta línea, argumentó que de la
Como va dicho, desde los años noventa del siglo XX época de Kefrén dataría la reparación del frontis de
se ha prodigado la discusión, principalmente fuera la Gran Esfinge de Guiza, siendo este faraón quien

98 | Egiptología 2.0
el Templo del Valle de Kefrén, donde se manifiesta
además su mismo patrón erosivo, Reader también
anticipa la construcción de estas estructuras hasta
la era del Período Dinástico Temprano. De hecho, el
británico únicamente suscribe a tiempos de Kefrén
las obras de retallado de la cabeza de la Gran Es-
finge: hasta su reinado mostraría una testa leonina,
metamorfoseando entonces su apariencia a fin de
dotarla de rostro y carácter semihumano.

Son muchas las variables que Schoch y Reader se


dejaron en el tintero y que los egiptólogos han apro-
vechado para contestar severamente sus afirmacio-
nes, acudiendo en gran medida al contexto arquitec-
tónico… Hoy por hoy, la creencia más extendida es
que la piedra caliza de la meseta de Guiza contiene
grandes depósitos salinos, en razón de haberse for-
mado hace millones de años, cuando la región norte
de Egipto estaba sumergida bajo las aguas del Mar
de Tetis –de ahí la multitud de restos de fósiles mari-
nos que la constituyen-. La elevada salinidad termina
por producir cristalizaciones al nivel de la superficie,
Plano de la meseta de Guiza. | Lost on Art. agrietándola, desconchándola y pulverizándola, ace-
lerando así la corrosión de todo el monumento. Se
ordenó retallar la cabeza –cuyas proporciones re- trata de haloclastismo, un proceso natural de me-
sultan bastante reducidas, en contraste con las del teorización física durante el cual la acción física y
resto del cuerpo- así como esculpir sus cuartos tra- química de las propias sales produce una expansión
seros: “Si la erosión de estas caras es de un 50 a un volumétrica capaz de desintegrar la roca. Esta ver-
100 por ciento más profunda, es razonable estimar sión ha sido defendida por James A. Harrell, profesor
que la excavación en estos puntos es de un 50 a un de geología del departamento de ciencias medioam-
100 por ciento más antigua que la de la parte nueva bientales de la Universidad de Toledo, en Ohio, con-
de los cuartos traseros de la Esfinge, fechados hacia cordando además con las prospecciones del lecho
el 2500 a. C. Esta línea de razonamiento fecha la rocoso de la Gran Esfinge efectuadas entre 1990 y
Esfinge en algún momento entre el 7000 y el 5000 a. 1992 por el Getty Conservation Institute de Califor-
C., teoría que encaja con la historia climática deduci- nia.
ble de las muestras de erosión por el agua” (Schoch;
2002:62). En realidad, la erosión acuática de la Gran Esfinge de
Guiza no es, de por sí, un indicador concluyente so-
El geólogo británico Colin Reader matizaría los plan- bre su antigüedad: los informes técnicos de Schoch
teamientos de Schoch, asumiendo la teoría de la ero- están basados en el análisis comparativo entre los
sión acuática, aunque descartando por completo las efectos provocados sobre la piedra caliza dentro del
estimaciones paleometeorológicas que retrotraerían recinto de la Gran Esfinge y sobre la misma piedra
la Gran Esfinge a tiempos del Pluvial de Nabta. Rea- caliza en mastabas bastante próximas y correspon-
der prefirió situarla en fechas del Período Dinástico dientes al mismo período, que no acusan, ni de lejos,
Temprano, que engloba a las dos primeras dinastías el mismo grado de desgaste. Dado que los patro-
egipcias. Fundamentó su propuesta al analizar cómo nes de erosión de la Gran Esfinge duplican al de las
la excavación de las canteras de Keops, ubicadas mastabas de la IV Dinastía, argumenta Schoch, por
aguas arriba de la Gran Esfinge, vino a alterar la consiguiente, que su antigüedad también debe du-
morfología de Guiza hasta el punto de transformar plicar a la edad de las mastabas, atribuyéndola a un
los flujos pluviales de toda la meseta, conduciendo el período de grandes precipitaciones en pleno Neolí-
aluvión hacia el lugar donde se localiza la Gran Es- tico. Pero, lo cierto es que el comportamiento, apa-
finge y dejándola expuesta a un mayor grado de ero- rentemente anómalo, de la piedra caliza de la Gran
sión por esta vía. Para Reader, tal hecho solamente Esfinge, podría atribuirse a circunstancias inheren-
se explicaría si la Gran Esfinge de Guiza es anterior tes al propio monumento que justifiquen este rasgo
a la época en la que dio comienzo la extracción de distintivo: por ejemplo, que los tallistas encargados
bloques pétreos para la Gran Pirámide de Keops y, de esculpirla, tuviesen por costumbre humedecer la
en consonancia, adelanta su hechura a algunas dé- superficie de la piedra, a fin de reblandecerla y faci-
cadas o centurias antes de la IV Dinastía. Dado que litar las tareas de cincelado, optimizando la vida útil
parece formar un todo con el Templo de la Esfinge y de sus delicadas herramientas de cobre o de hierro

Egiptología 2.0 | 99
ser remojada y quedar expuesta al tremendo cam-
bio de temperatura que se produce a lo largo de un
día en el desierto, se dilata, ensanchando la grieta
original y permitiendo la introducción de nuevas cu-
ñas; así, con la repetición de esta misma operación
durante un número oportuno de veces, la hendidura,
cada vez mayor, terminaría por resquebrajar y sepa-
rar un bloque completo a partir de la roca madre. La
cantidad de agua vertida sobre las rendijas, a fin de
humedecer constantemente las cuñas en la cantera
situada en la actual zanja de la Gran Esfinge de Gui-
za, hubo de suponer un aporte adicional de líquido
Erosión acuática de la trinchera de la Esfinge. sobre el terreno donde se asienta, alterando la con-
| National Geographic. centración de agua en su lecho rocoso, agua que
meteórico, mucho más frágiles que las de bronce o luego exudaría a través de la piedra por capilaridad.
hierro forjado. Otrosí pudo ocurrir que, para evitar el Salvando las distancias, otras civilizaciones de la an-
continuo acúmulo de partículas de arena arrastradas tigüedad hicieron aprovechamiento de la energía del
por el viento, una amenaza que constantemente de- agua, como es el caso del Imperio Romano con su
safió a la Gran Esfinge con sumergirla bajo una enor- minería hidráulica: si bien entre las grandes obras
me duna, los egipcios baldeasen todo este recinto de de ingeniería egipcia no se incluyen los acueductos,
forma periódica, vertiendo agua sobre muros, suelo sí que diseñaron ingeniosos canales de conducción,
y escultura, manteniéndolos libres del yugo del de- tal y como los que existieron en la meseta de Guiza.
sierto pero provocando, a la larga, más mal que bien
Debido a que la Gran Esfinge se encuentra en me-
a su estado de conservación.
dio de una pendiente que pierde elevación hacia el
Ambas hipótesis de trabajo concuerdan con uno de este, su altitud con respecto al nivel del mar resulta
los hallazgos del equipo de Robert Schoch: la ero- algo inferior que la de las mastabas que conforman
sión es mucho mayor en la parte frontal de la Gran la necrópolis del Imperio Antiguo, repercutiendo, ya
Esfinge de Guiza, en comparación con la que se no solamente a efectos de la evacuación del agua
puede verificar en sus cuartos traseros. Este descu- en la meseta de Guiza, sino también en lo tocante
brimiento llevó al geólogo a determinar que la Gran a su mayor proximidad a la capa freática, esto es,
Esfinge se talló en dos fases distintas, separadas el horizonte de las aguas subterráneas. A mayores,
entre sí por miles de años. No obstante, dado que frente al Templo del Valle de Kefrén, el Templo de la
la caliza más dura de todo el monumento se halla Esfinge y la Gran Esfinge de Guiza –que acusan un
en la cabeza, sería lógico deducir que aquí se haya grado anómalo de erosión acuática en comparación
empleado una mayor cantidad de agua a la hora de con el cementerio de la IV Dinastía- existió en el pa-
ayudar a dar forma al tocado y al rostro del faraón. Al sado un embarcadero de grandes proporciones, ma-
mismo tiempo, el plano de la Gran Esfinge vierte ha- yor al área ocupada por la Gran Pirámide de Keops
cia su parte frontal, por lo que también sería en este (53.067 m2), el cual se comunicaba con el Nilo me-
preciso espacio donde se habría de acumular una diante dos grandes canalizaciones. En este muelle
mayor cantidad de líquido durante las operaciones se desestibaba la piedra caliza fina blanca prove-
de baldeado y limpieza. Además, esta zona goza- niente de las canteras de Tura, así como el granito
ría de preferencia en tales labores, pues una cosa rosa de Asuán, a medida que iban llegando por el
es que las nalgas y el abdomen de la Gran Esfinge curso del río a bordo de un tren de gabarras. Me-
fuesen sucumbiendo a sucesivas capas de arena y nos pragmático, pero más teológico, lo mismo hubo
otra cosa bien distinta es que ocurriese lo propio con de amarrarse aquí la barca ceremonial con la que el
su busto. cortejo fúnebre de los tres grandes faraones enterra-
dos en Guiza cruzó a la orilla occidental, antes de su
Tampoco se puede obviar el hecho de que la Gran sepelio en las pirámides. La presencia de un promi-
Esfinge de Guiza está enclavada en el corazón de nente malecón a escasos metros de la Gran Esfinge
una antigua cantera. El agua, junto con la madera, y de las edificaciones circunvecinas hubo de alterar
fue uno de los materiales de uso más frecuente por el patrón erosivo de sus sillares, al verse incrementa-
parte de los trabajadores de la piedra en el antiguo do el ratio de humedad en la roca. Todavía en el siglo
Egipto: la extracción de cada bloque fue producto de V a.C., cuando Herodoto de Halicarnaso (484-425
un concienzudo esfuerzo, consistente en crear una a.C.) compiló sus Historias, se mencionan canales
serie de pequeñas grietas en los puntos más débi- de irrigación, acuíferos e incluso islas en plena me-
les de la roca madre, para luego introducir cuñas de seta de Guiza. Posiblemente se trate de los vestigios
madera en el interior de estas fisuras; la madera, al de aquel antiguo sistema de conducción de aguas y
cisternas que parece haber tenido su epicentro en el

100 | Egiptología 2.0


gran embarcadero de Kefrén y que justificaría, por la postura esgrimida por el geocientífico Jørn Chris-
esta vía, un aporte extraordinario de humedad que tiansen, según sus hallazgos publicados en enero de
se prolongaría en el tiempo durante un mínimo de 2015 en la revista GEO ExPro, con el artículo “The
dos milenios. Así, además de la influencia del halo- Great Sphinx of Egypt: Nature’s Shabby-Chic Trick?”.
clastismo, en la erosión de la Gran Esfinge también
habría intervenido un proceso conocido como per- De lo que no cabe duda es que una mayor benig-
colación, consistente en el paso lento de fluidos a nidad del clima habría favorecido de forma notoria
través de materiales porosos, como ha señalado el las obras de ingeniería civil y religiosa de la IV Di-
egiptólogo Peter Lacovara, conservador del Michael nastía: los egipcios debieron de precisar de una in-
C. Carlos Museum, en la Universidad Emory de At- gente cantidad de madera, para confeccionar trineos
lanta. y rodaduras sobre los cuales arrastrar los pesados
bloques de piedra; para fabricar las barcazas que
Por otra parte, las casuísticas particulares que afec- transportaban la caliza desde las canteras de Tura
tan a la Gran Esfinge de Guiza la tornan en única: a y el cobre desde las minas del Sinaí –los Anales de
diferencia del resto de construcciones de mampos- Palermo dan buena cuenta del repunte de la indus-
tería existentes en sus alrededores, la Gran Esfinge tria naval (Serrano Delgado; 1993:64), con la flotilla
no está formada por bloques de piedra recortados en de Seneferu-; para mantener activas las forjas en las
una cantera y luego apilados unos sobre otros, sino que se remodelaban las herramientas de cobre, de-
que está tallada in situ, directamente sobre una coli- formadas constantemente por la dureza de la mate-
na. El yacimiento arqueológico de Bet Jalaf, al oeste ria prima a trabajar; para asentar los escombros del
de Girga, muestra cómo en las mastabas de la III núcleo de las pirámides –como los troncos de cedro
Dinastía ya se empleó un mortero de barro, técnica empleados en la pirámide de Dyeser o las vigas que
que se iría perfeccionando en las décadas siguien- cruzan sobre el falso arco de la cámara funeraria de
tes, mediante la utilización de mortero a base de la Pirámide Romboidal de Dashur-; etcétera. Es im-
yeso o de arcilla mezclada con arena. Esta especie posible valorar hasta qué punto pudo haber influido
de argamasa, tan sencilla como primitiva, satisfaría la tala de árboles durante el Imperio Antiguo en la
una mera función de sellado y de sujeción aunque, deforestación de los bosques egipcios y en la de-
de forma indirecta, también contribuiría a entorpecer sertización de las zonas próximas a las riberas del
el tránsito de la humedad, obstaculizando la capila- Nilo. La película Rapa Nui, dirigida en 1994 por Ke-
ridad y minorando con ello el impacto de la misma, vin Reynolds, retrata, desde el caleidoscopio de la
gracias a la ligera impermeabilización que supuso la ficción cinematográfica, el colapso de la cultura de
inclusión de una capa de mortero entre cada hilada los constructores de moáis, en la isla de Pascua, a
de sillería. Ahora bien: este mecanismo antierosivo consecuencia de la sobreexplotación de los recursos
no intervino de modo alguno en el proceso de de- de su hábitat natural, después de haber esquilma-
gradación de la Gran Esfinge de Guiza, abocándola do hasta la última palmera (Paschalococos Disper-
a un desgaste más evidente que el de las otras edi- ta) a fin de trasladar sus inconfundibles colosos de
ficaciones de su época e invalidando gran parte de roca volcánica. Otro tanto pudo haber acontecido en
la cronología comparada que estableció el equipo de Egipto, a partir del reinado de Menkaura, con cuyos
Robert Schoch; máxime, tomando en consideración herederos se inaugura el declive de la construcción
las demás especificidades de que se viene hablando piramidal, al solaparse crisis ecológica y cambio cli-
en este apartado. mático.

A lo dicho, cabe añadir que varios climatólogos, caso Solucionado el contratiempo de la erosión, cabe
de los alemanes Rudolph Kuper y Stefan Kröpelin, arrojar algo de luz sobre otro de los debates más
de la Universidad de Colonia, han descubierto evi- candentes: el de su fisonomía. En este sentido, un
dencias de que el cambio climático en Egipto no se rasgo distintivo de la Gran Esfinge de Guiza ha mo-
produjo de forma repentina, sino gradualmente, en- tivado bastante especulación al respecto: su anor-
tre los años 3500 y 1500 a .C., variando, en conse- mal proporción. La cabeza resulta irregularmente
cuencia, el extremo más reciente del Pluvial de Nab- pequeña, en comparación con las dimensiones de
ta. De similar opinión es la geóloga de la Universidad su cuerpo y de sus extremidades. Así, uno de los
de Cambridge, Judith Bunbury, quien, tras examinar colaboradores de Colin Reader, el arquitecto Jona-
muestras sedimentarias del valle del Nilo, ha proba- than Foyle, puso el acento sobre esta incoherencia,
do cómo el proceso de aridificación de la región de llegando a la conclusión de que la escultura habría
Guiza empezó a producirse a comienzos del Impe- contado, en sus orígenes, con una cabeza de ma-
rio Antiguo. Es más: dado que para el diseño de la yor tamaño, posiblemente leonina, que hubo de ser
Gran Esfinge se aprovechó la forma de un montículo retallada con el paso del tiempo, hasta reducirla a
preexistente, parte de la erosión que hoy se observa su aspecto actual. Reader vislumbró en esta posibi-
podría provenir de la época en la que ésta todavía lidad el modo perfecto para justificar la inexistencia
no había sido esculpida; se trata, precisamente, de de esfinges antropocéfalas con carácter previo a la

Egiptología 2.0 | 101


IV Dinastía, atribuyendo esta jibarización al Impe- de los siglos, distando bastante de cómo hubo de lu-
rio Antiguo y manteniendo la datación del resto del cir en su aspecto original. De estar tallada y cortada
monumento, como va dicho, en el Período Dinásti- directamente sobre la roca, ha pasado a que su ab-
co Temprano; aunque esta interpretación se estrella domen y extremidades están recubiertos ahora por
contra las pruebas geológicas arriba reseñadas. sillares: esta obra de cantería se ha practicado a fin
de compensar y restituir la progresiva pérdida de ma-
Otra teoría, con menor número de adeptos, es las terial, contribuyendo a reparar aquellos desperfectos
del chacal. Robert Temple se enmarca dentro del que ha sufrido por la acción corrosiva de los elemen-
controvertido círculo de eruditos que consideran que tos, como ocurre necesariamente con todo objeto si-
los egipcios no fueron lo suficientemente perspica- tuado a la intemperie durante largo trecho. Por esta
ces como para desarrollar por sí mismos las avanza- misma razón, es imposible adivinar si sus cuartos
das nociones sobre astronomía que se le atribuyen a delanteros y traseros guardaban más similitud con
esta civilización: en su lugar, habrían heredado tales los de un gran felino que con los de un cánido, o si
conocimientos o los tomarían prestados a partir de su cola estaba rematada, o no, por un penacho. A la
exploradores alienígenas, provenientes de algún re- erosión derivada de las condiciones medioambien-
moto planeta, en órbita alrededor del sistema triple tales hay que añadir otro tipo de agresiones, como
de la estrella Sirio. Esta singular explicación se da cuando su rostro fue utilizado como diana, durante
de bruces con la evidencia arqueológica, especial- unas pruebas de tiro, o cuando en 1378 un fanáti-
mente porque las ingeniosas alineaciones, tanto so- co religioso sufí, llamado Muhammad Sa’im al-Dahr,
lares como estelares, del yacimiento de Nabta Playa, estragó el rosto, alarmado por las heréticas ofrendas
localizado sobre el Trópico de Cáncer a no mucha que los campesinos ofrecían a la Gran Esfinge, se-
distancia de Abu Simbel, demuestran que este en- gún el relato de Al-Maqrizi.
clave bien pudo haber servido como auténtico labo-
ratorio astronómico, como un rudimentario hervidero Pese a todo, Temple insiste, justificándose en la teo-
intelectual, entre uno y dos milenios antes del surgi- logía subyacente al contexto de la Gran Esfinge de
miento del Egipto dinástico. Desde su casual descu- Guiza: “Se parece más al cuerpo de un perro. Las
brimiento, en la década de los setenta, Nabta Playa imágenes del dios Anubis, que se representaba
se ha convertido en la más que probable cuna del como un cánido, seguramente no un chacal (aunque
valioso saber que los egipcios manejaron sobre la a menudo se lo llame así) sino más bien un perro (del
ciencia astronómica, sin necesidad de apelar a la tan cual se cree que desciende, en parte, el moderno
discutida visita de los hombrecillos verdes del espa- mastín Faraón), muestran un animal agachado con
cio exterior. la línea de la espalda más o menos recta, como la de
la Esfinge. Y con frecuencia tiene la cola rizada, de
Más allá de las tesis principales de Temple, rebati- la misma manera que la de la Esfinge, y carece de
das hace décadas por Carl Sagan, algunos de sus penacho. Además no tiene melena ni el pecho mus-
argumentos no resultan del todo descabellados. Por culado” (Temple; 1998:20). Con este alegato trata de
ejemplo, su reflexión con respecto al diseño, erosión explicar la insólita desproporción entre la cabeza de
y datación de la Gran Esfinge de Guiza: “A menudo la Gran Esfinge de Guiza y su cuerpo; explorando
se dice que la Esfinge egipcia es una gran estatua además la identidad de Anubis como guardián de la
con cuerpo de león y cabeza humana (…). Me re- necrópolis, velando por el buen recimiento de los di-
sulta imposible distinguir rasgo leonino alguno en el funtos en su tránsito al más allá, lo que se adecuaría
cuerpo de la Esfinge, a menos que se entienda que a su privilegida posición, presidiento el gran cemen-
cualquier cuerpo con cuatro patas y una cola es a la terio de la IV Dinastía. No obstante, Temple pasa por
fuerza un león. No tiene melena. No tiene músculos alto un detalle geológico que resulta crucial a la hora
sobresalientes en el pecho por encima de las patas de determinar la morfología de la Gran Esfinge: la
delanteras, como a menudo se ve en las estatuas de fragilidad de la colina pétrea sobre la cual se ha talla-
leones. No tiene el penacho en la punta de la cola do ésta y que motivó en el pasado que se descartase
que sí tienen los leones y las estatuas que los re- este mineral con fines constructivos. De hecho, una
presentan. Pero lo más revelador es que los cuartos enorme grieta atraviesa el vientre del animal: esta
traseros no se levantan prominentes por encima del hendedura fue conocida ya en la antigüedad, cuan-
nivel de la espalda. La Esfinge tiene la espalda recta, do se la trató de rellenar mediante pequeños frag-
y si se observa un jeroglífico egipcio de la letra <r>, mentos de piedra, disimulando una herida que ha-
puede verse un león en cuclillas de perfil y se com- bría sido fatal en caso de adaptarse a la proporción
prueba que en Egipto se representaba a los leones ideal atribuida a estos seres fabulosos: es cierto que,
con los enormes cuartos traseros sobreelevados con mientras el cuerpo de una esfinge normal equivale
respecto a la línea de la espalda” (Temple; 1998:19). a tres de sus cabezas, el cuerpo de la Gran Esfin-
ge de Guiza abarca cinco de sus cabezas; pero, de
Es cierto que la forma actual de la Gran Esfinge de
no haber procedido siguiendo este inusual canon, la
Guiza ha sufrido graves alteraciones con el discurrir
grieta se habría agigantado, provocando que todo el

102 | Egiptología 2.0


monumento se desmoronase sobre sí mismo. No se
trata, por tanto, de la figura estilizada de un chacal,
sino de la de un león con busto humano que, gracias
al ingenio de los tallistas, ha logrado no acabar su-
cumbiendo ante su propia magnitud, pese a la falla
que lo amenza desde hace cuatro milenios y medio.

Cuatro argumentos

Durante el año 2003, cuando el debate sobre la au-


toría de la Gran Esfinge de Guiza se encontraba en
pleno apogeo, el presidente de la Asociación Andalu-
za de Egiptología (ASADE), Juan de la Torre Suárez,
publicó un interesantísimo artículo sobre esta mate-
ria, La Cara de la Gran Esfinge, tratando de recoger
y de rebatir los cuatro principales argumentos que
se han esgrimido por los detractores de Kefrén, con
respecto a quién ordenó esculpir el gigante pétreo
recostado ante las pirámides.

El primer escollo data de los tiempos de Flinders Pe-


trie y de Wallis Budge, como queda esbozado con
anterioridad: si la calzada procesional del Templo del
Valle de Kefrén evita el recinto de la Gran Esfinge de
Guiza, este hecho debe significar que la Gran Esfin-
ge de Guiza preexiste tanto al Templo del Valle de
Kefrén como a su calzada. Ahora bien, otra posible
explicación para este dilema es que “en los planes
de construcción pudieron preverse también la talla
de la esfinge, que no tendría que estar ya realiza-
da” (De la Torre Suárez; 2003); es decir, considerar
la Gran Esfinge de Guiza, el Templo de la Esfinge Estatuilla de marfil de Keops (JE 36143).
y el Templo del Valle de Kefrén parte integrante de | Museo Egipcio de El Cairo.
un proyecto unificado, tal y como ya enunció Selim representan a Isis tampoco fueron mandadas hacer
Hassan. por Isis, ni las de Amón por Amón: “Se piensa que
El segundo punto de discordia es la apariencia fí- Jufu llegó a identificarse con el mismísimo Ra y el
sica de la Gran Esfinge de Guiza: después de que culto solar fue en aumento en los siguientes reinados
Frank Domingo, forense oficial del departamento de y dinastías. Entonces ¿qué demostraría que la cara
policía de Nueva York, rechazase la identificación de la Esfinge fuese la de Jufu? Jafra, como orgulloso
de este monumento con el perfil de Kefrén, algu- hijo de Ra, pudo haberla tallado con los rasgos de su
nos especialistas han llamado la atención sobre el padre sin que ello signifique que no sea obra suya.
gran parecido que se evidencia entre el rostro de la Y esto en el supuesto de que los rasgos sean los
Gran Esfinge de Guiza y la estatuilla de marfil (JE de Jufu, cosa que está por demostrar” (De la Torre
36143), de apenas siete centímetros de altura, que Suárez; 2003). Es más, incluso ha surgido la duda
Flinders Petrie desenterró en 1903 durante la exca- acerca de la datación de la estatuilla de Keops, cuya
vación de Kom el-Sultan, en Abidos, y que supone factura Zahi Hawass sitúa hacia la XXVI Dinastía: la
la única representación de Keops que ha perdurado tipología del trono –extraña para el Imperio Antiguo-,
hasta nuestros días. Esta nueva interpretación con- la utilización del flagelo nejej –inédita hasta el Impe-
taría con el apoyo del egiptólogo bávaro Rainer Sta- rio Medio- y la anatomía de Keops –similar a la de las
delmann (1933-2019), renombrado director del Ins- cabezas de granito del faraón Nefertumjura Taharqo-
tituto Arqueológico Alemán de El Cairo y uno de los llevarían a Hawass a suponer que constituye un ex-
mayores expertos en la meseta de Guiza; así como voto de la Baja Época, ofrecido por algún peregrino
del egiptólogo búlgaro Vassil Dobrev (1961), miem- durante su visita a la ciudad santa de Abidos.
bro del Instituto Francés de Arqueología Oriental de Por otra parte, al contrastar las diferentes imágenes
El Cairo. En todo caso, la atribución de una nueva que se conservan de Kefrén y tras analizar las su-
identidad a la cara de la Gran Esfinge no zanjaría tilezas estilísticas de cada una, de la Torre Suárez
definitivamente el asunto de su encargo y construc- expone cómo estas obras muestran un semblante
ción, en la misma medida en que las estatuas que cuyos rasgos varían de una a otra escultura, debi-

Egiptología 2.0 | 103


do, probablemente, a la libertad artística de cada es- de Kefrén una evidencia de que la Gran Esfinge no
cultor. Además, una de las efigies de Kefrén, tocada le pertenece? “Como no nos han llegado demasia-
con la corona blanca, guarda muchas similitudes con das representaciones reales del Imperio Antiguo y
la estatuilla de marfil de Keops; en virtud de lo cual menos aún con el nemes, creo que no podemos ba-
“todo argumento fisonómico que se pueda dar sobre sarnos en unas cuantas estatuas para tomar como
el parecido de rasgos entre el último y la esfinge, norma general (…). Si avanzamos en el tiempo, nos
podría aplicarse a esta estatuilla de Jafra encontrada encontramos numerosos nemes lisos y plisados, por
junto a su pirámide en las galerías o barracones de tanto y en mi opinión, ambas formas de representa-
los artesanos” (De la Torre Suárez; 2003). Sin olvi- ción fueron válidas desde sus inicios” (De la Torre
dar que, dado el reducido tamaño de la estatuilla de Suárez; 2003).
marfil de Keops (JE 36143), sus minúsculos rasgos
no son el mejor ejemplo a la hora de realizar compa- Otro tanto acontece con la barba postiza ceremonial,
raciones con una escultura monumental, de la enver- presente en todas las imágenes que se conservan
gadura de la Gran Esfinge de Guiza, pues sus ojos, de Kefrén, pero ausente tanto en la Gran Esfinge
nariz, boca y orejas, casi milimétricos, responden a como en la estatuilla de marfil de Keops: “Nos en-
una labor casi de orfebrería, en la que el artista tuvo contramos con una escasez de imágenes que nos
que amoldarse al reducido espacio de que dispuso impide poder afirmar que Jufu nunca llevaba barba
para inmortalizar las facciones del faraón. y que los demás sí. Cercanos a estos reinados es-
tán los de Userkaf, Teti I, Pepi I, etc. y encontramos
Un tercer aspecto a tener en cuenta es la represen- representaciones con y sin barba ceremonial. Sin ir
tación del nemes: el de la Gran Esfinge no tiene cinta más lejos, el propio padre de Jufu, Seneferu, tiene
de sujeción en relieve sobre la frente y está plisado representaciones sin y con barba… Si sólo se hu-
por completo, tanto en la parte de la toca como en biesen encontrado representaciones de Seneferu sin
la que reposa sobre los hombros. Este modelo coin- barba…, ¿podríamos afirmar que jamás la llevó con
cide con el que porta Keops en el fragmento de la tan escasos ejemplos?” (De la Torre Suárez; 2003).
cabeza de una estatua suya, expuesta en el Museo En otras palabras, y apelando al manido latinajo
Metropolitano de Nueva York. Por el contrario, la ico- testis unus testis nullus, una sola representación de
nografía de Kefrén prescinde del plisado en la toca Keops no es prueba de valor suficiente como para
e incluye la cinta, sin que ninguna de sus esculturas inferir a partir de este documento histórico todas las
muestre el mismo diseño que luce la Gran Esfinge formas oficiales a través de las cuales pudo haber
de Guiza. ¿Podría ser este patrón en la indumentaria sido representado este faraón. Es necesario matizar
que, si bien en el Museo Británico se conservan al-
gunos fragmentos de la barba trenzada de la Gran
Esfinge de Guiza (EA58), parece tratarse de un aña-
dido posterior, incorporado en tiempos de la XVIII
Dinastía, más que parte integrante de la estructura
original pues, de lo contrario, se harían evidentes los
estragos ocasionados a la quijada por causa de esta
pérdida volumétrica, tal y como se constata en el
hueco abierto por la desaparición del puente nasal.

El desvío de la calzada procesional, el parecido en-


tre los rostros, el plisado de la toca o el uso de la
barba ceremonial no son pruebas en sí mismas, sino
solamente indicios. En los dos primeros casos, ade-
más, no existe una contestación unívoca. El proble-
ma de que existan dos o más argumentos a través
de los cuales explicar estas circunstancias no resta
validez al primer argumento para otorgarle todo el
crédito al segundo: más bien, deja a ambos argu-
mentos expuestos a la duda razonable. Podría ser
tal y como razona de la Torre Suárez, o su antítesis,
como sugieren Stadelmann y Dobrev. No sucede
así en el caso de la iconografía de la Gran Esfin-
ge de Guiza –haciendo gala de toca plisada y sin
barba ceremonial-, pues cuando de la Torre Suárez
se decanta por invertir el razonamiento de sus opo-
Fragmento de la barba postiza ceremonial de sitores en realidad está incurriendo en la falacia ad
la Esfinge. | British Museum. ignorantiam: es cierto que las representaciones de

104 | Egiptología 2.0


La Esfinge. | National Geographic.

Keops son tan escasas que no resultan suficientes una dirección, ni en la otra, de la Torre Suárez se
para inducir un patrón estilístico; ahora bien, que no preocupa por encontrar una nueva secuencia lógica
existan pruebas a favor de algo no es evidencia de que sí ayude a desentrañar el enigma de la Gran
lo contrario. De hecho, de Kefrén sí se conserva una Esfinge de Guiza: “El nemes la sitúa en el Imperio
considerable colección estatuaria, cuya tipología –lu- Antiguo y siempre tras el reinado de Dyeser. Por su
ciendo barba ceremonial y toca lisa- convierten en tamaño y zona en la que se talló, la situamos en la
sumamente controvertida la suposición de que este IV dinastía y tras el reinado de Seneferu. Los posi-
faraón hubiese elegido para su más grandiosa ima- bles candidatos hasta el momento son Jufu, Jafra y
gen un modelo impropio cuyas formas no se puedan Menkaura, que son los que construyeron en la época
rastrear o reconocer en el resto de su producción y zona de la forma <colosal> sus complejos funera-
escultórica, hasta el punto de ser incompatible, in- rios. Los estudios del carbono 14 la sitúan también
cluso, con los retratos que Kefrén ordenaría colocar en esta dinastía y el hecho de no existir esfinges an-
apenas a unos metros, en el patio de su Templo del tes del reinado de Dyedefra, creo que también nos
Valle. Al condicionar el asunto al hallazgo futuro de ayuda a situarla (de haber estado ahí mucho antes,
más estatuas de Keops que vengan a corroborar o a como afirman algunos, es bastante raro que no exis-
refutar si la iconografía de este rey se corresponde ta ninguna representación por ninguna parte)” (De la
o no con la de la Gran Esfinge, o de más estatuas Torre Suárez; 2003). Adoptando como marco contex-
de Kefrén en las que este faraón sí comparta el mis- tual estas cuatro nuevas premisas, este investigador
mo estilismo, de la Torre Suárez, inconscientemente, añade un quinto elemento que, a priori, resolvería de
da por nulos o infravalora los indicios ya existentes, forma definitiva el conflicto sobre la atribución de la
por ser contradictorios con su propia formulación de Gran Esfinge de Guiza: “El único rey de la IV dinastía
los hechos, que no con los hechos en sí mismos. que construyó patios completamente rodeados de
A falta de pruebas directas, la conclusión sobre la sus propias estatuas sedentes en sus templos fue
autoría de la Gran Esfinge de Guiza solamente se Jafra y el de la Gran Esfinge es casi idéntico al del
puede acotar a través de las pistas indirectas de que Templo Alto. Si él construyó sus templos con esa ca-
ya dispone la egiptología, en lugar de hipotecarse a racterística común y única, posiblemente hizo lo mis-
descubrimientos venideros. mo con el de la Gran Esfinge y por tanto debió ser
el autor de la misma, al haber utilizado en su templo
Posiblemente, habida cuenta de que los cuatro ar- los bloques retirados del montículo rocoso que más
gumentos arriba citados no son concluyentes, ni en tarde sería la Esfinge” (De la Torre Suárez; 2003). No

Egiptología 2.0 | 105


obstante, hallazgos recientes han puesto en entredi-
cho esta conclusión, aparentemente incontrovertible,
que ahora debe enfrentarse a dos inconvenientes:
las excavaciones en Guiza han sacado a la luz una
importante labor creativa sufragada por Dyedefra,
hasta ahora inédita; además, diversos estudios so-
bre la necrópolis de Guiza parecen demostrar que el
proyecto original de Keops hubo de ser mucho más
ambicioso de lo que se había imaginado, abarcan-
do incluso la pirámide de Kefrén, aunque este último
mausoleo, por falta de tiempo material, se termina-
ría de ejecutar por los herederos de Keops, quienes
usurparon al mismo tiempo su titularidad.
Hierofanía astronómica de Guiza en el solsticio
Un proyecto unificado de verano. | Giulio Magli.

Al verificar la alineación solsticial de la Gran Esfin- nes de radiocarbono practicadas por el equipo capi-
ge de Guiza, el astrofísico murciano José Antonio taneado por Georges Bonani, miembro del Instituto
Belmonte Avilés, miembro destacado de la Misión de Física de Partículas de la Escuela Politécnica Fe-
Hispanoegipcia de “Arqueoastronomía del Egipto deral de Zúrich. Los promedios del carbono-14 para
Antiguo”, junto al Mosalam Shaltout, miembro del la necrópolis de Guiza reflejan fechas casi idénticas
Instituto Nacional de Investigaciones sobre Astrono- para las muestras provenientes de las pirámides de
mía y Geofísica de El Cairo, llegaron a la conclusión Keops y Kefrén: “La conclusión lógica bien pudiera
de que gran parte del trazado monumental de Guiza ser que las dos pirámides de Guiza son casi contem-
tuvo que ser necesariamente planificado bajo el rei- poráneas, mientras que la tercera pirámide es como
nado de Keops: “Un año más tarde, el 21 de junio de mínimo unos 40 años más joven” (Belmonte Avilés;
2006, volvimos a Guiza al atardecer para observar 2012:223).
otra espectacular hierofanía astronómica (…). En
esta ocasión, la idea era observar la puesta del sol Esta teoría alternativa es novedosa en cuanto a su
en el solsticio de verano por detrás de la Esfinge, forma, al apelar a la recreación del signo jeroglífico Axt
desde una posición donde se viera la estatua en el a través de la arquitectura, aunque no lo es tanto en
centro de las dos grandes pirámides de la meseta. su fondo, pues han sido muchos los investigadores
Durante el Reino Nuevo, la Esfinge era conocida –heterodoxos en su mayoría- que han alcanzado a
como Hor-em-akhet, “Horus en el horizonte”, y Ri- identificar en la geometría sagrada de Guiza atisbos
chard Wilkinson y Mark Lehner, habían sugerido, de de un proyecto unitario, con mayor o menor acierto,
manera independiente, que este nombre habría sido generando más o menos polémica. En este sentido,
inspirado por la similitud entre la posición de la gi- una de las más populares y que cuenta con mayor
gantesca escultura en medio de las dos pirámides y número de adeptos –pese a su carácter pseudocien-
el término en escritura jeroglífica para Hor-em-akhet. tífico- sea quizás la teoría de la correlación de Orión,
El fenómeno que se pudo observar en Guiza confir- enunciada en 1989 por el ingeniero civil angloegip-
maba esta sugerencia cuando, a la imagen propues- cio Robert Bauval (1948) a través de una serie de
ta por Wilkinson y Lehner, se le sumó el brillo del artículos divulgados en la publicación Discussions in
disco solar exactamente por detrás de la cabeza de Egyptology, explicando que la disposición de las tres
la Esfinge. Nuestra idea intuitiva, reforzada a partir grandes pirámides de Guiza procuraría recrear con
de ese día, es que esta fenomenología podría ser su planta la posición relativa de las tres estrellas del
deliberada y que la tríada formada por la pirámide de cinturón de Orión, Alnitak, Alnilam y Mintaka: otras
Kefrén, la Esfinge y la pirámide de Keops fue dise- pirámides en Abu Roash y Zawyet el-Arian comple-
ñada, en parte, con este objetivo en mente (…). Por tarían la reconocible silueta del reloj de arena que
consiguiente, se va a proponer una teoría alternativa constituye el esqueleto de la constelación de Orión,
basada en la espectacular hierofanía astronómica, mientras las dos pirámides de Seneferu en Dashur
tan cargada de simbolismo. Para mí, la Esfinge y las interpretarían el papel de las dos estrellas principa-
dos grandes pirámides, la mayoría de los templos les del cúmulo abierto de las Híades. A su vez, el río
asociados y la gran necrópolis de planta hipodámica Nilo constituiría un reflejo especular de la Vía Lác-
para los demás miembros de la familia real formarían tea. El propósito de esta configuración terrenal de
parte de un plan único, para reproducir sobre el terre- las pirámides consistiría en facilitar la osirificación de
no el nombre del complejo funerario de Keops, Akhet los faraones difuntos, al vislumbrar los egipcios en
Khufu, <el Horizonte de Khufu>” (Belmonte Avilés; Orión la encarnación astral de Osiris, un eco celestial
2012:220-22). A fin de apuntalar esta probabilidad, de su dios de ultratumba. Nos remitimos al artículo
apeló también a los datos arrojados por las medicio- Los Canales Astronómicos de la Gran Pirámide, pu-

106 | Egiptología 2.0


blicado en el XIV volumen de Egiptología 2.0, corres-
pondiente a enero de 2019, donde ya se ha pasado
revista a la teoría de la correlación de Orión, citando
ciertas razones de peso que desechan y ponen en
entredicho la verosimilitud de la misma. Además, en
su siguiente libro, Guardián del Génesis, Bauval, es-
crito en colaboración con el pseudoarqueólogo es-
cocés Graham Bruce Hancock (1950), ahondaría en
la poco solvente conjetura de que la Gran Esfinge se
talló con figura leonina y mirando al este para radio-
balizar el equinoccio de primavera del año 10.500 a.
C., ocurrido sobre la constelación de Leo, cuando,
según estos autores, habría tenido lugar la estadía
de los atlantes en Egipto.

Entre las explicaciones más extravagantes y dispa-


ratadas que se han postulado para justificar un dise-
ño único en la meseta de Guiza merece un puesto de Correlación de Orión con la meseta de Guiza.
honor la del ingeniero espacial soviético Aleksándr | Bauval y Gilbert.
Abramov. Hay que retrotraerse hasta el 31 de ene-
jeto de controversia hasta aquel mismo año, ya no
ro de 1966, cuando la sonda espacial Luna 9 fue
solamente por parte de conspiranoicos y seguidores
lanzada desde el Cosmódromo de Baikonur, con-
del fenómeno “ovni”, sino incluso en el seno de la
virtiéndose, tres días más tarde, en el primer objeto
propia comunidad científica. Así, Erol Torun, uno de
construido por el ser humano capaz de posarse con
los cartógrafos estrella de la Agencia de Defensa en
suavidad sobre la superficie de otro cuerpo celeste,
Cartografía, organismo encargado de apoyar al go-
para el caso, la Luna. Una de las imágenes de nues-
bierno estadounidense a la hora de recabar, analizar
tro satélite captadas por la sonda espacial Luna 9
y distribuir datos de inteligencia geoespacial en apo-
se filtraría a los medios de comunicación años más
yo de la seguridad nacional, atraído por la rareza de
tarde, en julio de 1970, acaparando desde entonces
la orogenia de Cidonia, empezó a aplicar sus vastos
las portadas de la prensa sensacionalista: en esta
conocimientos de matemáticas y geofísica sobre la
instantánea, las sombras del Sol crepuscular, al pro-
Cara de Marte, así como en las demás estructuras
yectarse sobre los cráteres lunares, parecen delimi-
de su vecindario, caso de una asombrosa pirámide
tar la presencia de un conjunto de postes verticales,
de base pentagonal, quedando plenamente con-
altos y estilizados, similares a los obeliscos egipcios.
vencido de que todas ellas compartirían un mismo
Los partidarios de la ufología aprovecharían para
origen artificial. Después de advertir la presencia de
catalogar este efecto óptico como un signo evidente
determinadas constantes matemáticas en la geo-
de vida inteligente en la Luna. Abramov llegaría to-
morfología de Cidonia, entre las cuales se expresa
davía más lejos con sus suposiciones: “Había lleva-
el número áureo, Torun se volcó en descubrir una re-
do a cabo un análisis geométrico extremadamente
lación idéntica entre las pirámides y la Gran Esfinge
sorprendente sobre la disposición de tales objetos.
de Guiza, con la voluntad de arrogar tanto a Egipto
De acuerdo con este examen, tal disposición obe-
como a Cidonia un patrón cultural común: “Erol Torun
decía a un viejo esquema, conocido ya en el antiguo
ha mostrado que, si utilizamos los vértices de las tres
Egipto por el nombre de <abaka>. El ingeniero había
pirámides para formar una <curva de Fibonacci> (la
afirmado igualmente que los centros de las torretas
curva producida según fi, la sección áurea), enton-
del <abaka> lunar tienen precisamente una disposi-
ces la situación exacta de la Esfinge viene determi-
ción exacta a los ápices o extremos de las puntas de
nada por los rectángulos que albergan dicha curva,
las tres grandes pirámides egipcias” (Benítez López;
lo que indica que los constructores de las pirámides
2002:80).
debían de conocer fi” (Hancock; 1999:216).
Otro tanto ocurriría durante la exploración del planeta
En gran medida, este enfoque matemático roza el
rojo: en julio de 1976 la sonda espacial Viking I tomó
absurdo, al igual que tantos y tantos tratados de
la imagen de un curioso cerro, cuya simetría, poten-
piramidología que se afanan por encontrar mensa-
ciada por el ángulo de iluminación lateral, genera-
jes ocultos en la geometría de la Gran Pirámide de
ba, mediante pareidolia, la apariencia de un rostro
Keops, aseverando que su altura se corresponde
humano. Si bien las fotografías de mayor resolución
con la millonésima fracción de la distancia entre la
tomadas en 2001 por la sonda Mars Global Surveyor
Tierra y el Sol, que su apotema alargada hasta el
dejaron bien patente que se trata de una formación
suelo por la mitad de 432.000 equivale al períme-
geológica de origen natural, la Cara de Marte, tam-
tro medio de la Tierra o que las coordenadas sitúan
bién conocida como Esfinge de Cidonia, sería ob-

Egiptología 2.0 | 107


el emplazamiento de la Gran Pirámide en la inter- contaron los sacerdotes de la IV Dinastía resultan
sección del meridiano y del paralelo que atraviesan del todo incompatibles con la obtención y aplicación
mayor número de tierras emergidas en la corteza de dichos valores astronómicos, aunque, más allá de
terrestre. Esta búsqueda aleatoria de cifras en las la aberración que a priori suponen las conclusiones
dimensiones de la tumba de Keops es una moderna de Kane, sus diagramas demuestran taxativamente
derivación de los postulados defendidos a ultranza que las tres pirámides de Guiza forman parte de una
en el siglo XIX por el Astrónomo Real de Escocia, retícula deliberada, construida a partir de triángulos
Charles Piazzi Smyth (1819-1900): a su entender, pitagóricos, compartiendo entre sí otras relaciones
los arquitectos de la Gran Pirámide, producto de la matemáticas que evocan y transpiran la existencia
inspiración divina, habrían incorporado en las medi- de un plan maestro subyacente a todo el conjunto y
das de este mausoleo una serie de profecías acerca que difícilmente se puede atribuir a una providencial,
de los acontecimientos venideros en la historia del meticulosa y milimétrica intervención del azar. De ahí
género humano, relacionados con la redención ju- que John A. Wilson, pese a su rechazo inicial, aca-
deocristiana, como el Éxodo bíblico o el nacimiento base por ceder ante el material enviado por Kane,
de Jesús de Nazaret. Las doctrinas de Piazzi Smyth llegando a afirmar lo siguiente en la introducción que
deberían haber caído por su propio peso, especial- rubricó para el prólogo de esta obra en agosto de
mente, a partir de 1880, año en que Flinders Petrie 1939: “Me encontré a mí mismo recurriendo cons-
se trasladó a Egipto e inició su concienzuda pesquisa tantemente al llamado de la <coincidencia>. Ahora
sobre la realidad histórica, técnica y simbólica de la bien, la coincidencia puede invocarse una vez, o
Gran Pirámide, demostrando los errores que habían incluso dos, pero cuando varios elementos diver-
sido pasados por alto en anteriores mensuraciones. gentes coinciden una y otra vez, la coincidencia se
torna en conformidad más que en casualidad”. Por
Pese a todo, uno de los discípulos de Piazzi Smyth si fuera poco, la diagonal más importante de la retí-
lograría fascinar al egiptólogo John A. Wilson, del cula de Guiza, se alinearía con el orto solar durante
Instituto Oriental de la Universidad de Chicago: en el solsticio de verano (Kane; 1940:131-133), fecha
1940 se reunieron bajo un volumen único los cerca idéntica a la que propone Belmonte Avilés para la
de doscientos gráficos elaborados por el arquitecto activación de la maquinaria celeste programada por
James A. Kane, donde se analiza el trazado de la los artífices del “Horizonte de Keops”. En palabras
Acrópolis ateniense –poniendo el acento en el Par- de Wilson: “Estoy convencido de los principios apli-
tenón- y de la meseta de Guiza –en este caso, ha- cados y acepto su aplicación sobre el sistema métri-
ciendo énfasis en la Gran Pirámide de Keops-. Para co. Entonces, ¿podría yo rechazar ahora, de forma
ello, se toma como punto de partida a Marco Vitruvio categórica, la aplicación de tales principios en los
Polión, el arquitecto romano que, en el siglo I a.C., cálculos astronómicos, aun cuando el conocimiento
estudió el cuerpo humano a fin de transferir sus mis- del Universo que presupone para los egipcios no en-
mas proporciones al arte. No en vano, durante las caja con la comprensión que tengo de este antiguo
vanguardias, de las que forma parte el propio James escenario? Todo se resuelve por sí mismo, mediante
A. Kane, el modelo vitruviano caló tan hondamente la siguiente proposición: hay algo en esto de gran
que, en 1948, el celebrado padre de la arquitectu- interés y, posiblemente, de enorme valor. ¿En qué
ra moderna, Le Corbusier (1887-1965), apostó por punto podemos trazar una línea y decir: hasta aquí
crear un nuevo sistema de medidas extrapolado di- es demostrable, desde aquí es inaceptable? Estoy
rectamente desde la antropometría e indirectamen- seguro de que, incluso después de haber traspasado
te desde la sección áurea: el Modulor. Los antiguos esa línea, obtendremos un beneficio neto en cuanto
egipcios no parecen haber sido ajenos a este princi- a conocimiento del mundo antiguo y su arquitectura”.
pio, según se desprende de los nombres dados a las
unidades de longitud de su sistema métrico –dedo, Dado que el sistema métrico egipcio se inspira en la
palmo, mano, puño y codo- y que bien podrían en- anatomía humana, que a su vez responde a la sec-
cuadrarse dentro de la misma escuela que el Modu- ción áurea, en base a la cual se organizan las leyes
lor, pero aventajándolo en varios miles de años. universales que gobiernan la astrofísica –determi-
nando desde la forma de los brazos de las galaxias
Es cierto que el compendio de Kane, The Ancient espirales, hasta los ritmos lumínicos de las estrellas
Building Science and the containing rectangles of variables, pasando por la topología del espacio-tiem-
the human figure, porfía en la idea de descifrar datos po y la mecánica cuántica-, la extracción y detección
cósmicos a través de las dimensiones de las pirámi- de datos cósmicos de alta precisión a partir de la es-
des, ya sean el diámetro del Sol, los diámetros ecua- cala empleada por la ingeniería egipcia, más que un
torial y polar de la Tierra, el radio terrestre, el ángulo fenómeno intencional o que una simple casualidad,
de oblicuidad de la eclíptica en el año 3384 a.C. o las podría consistir sencillamente en un efecto colateral
distancias medias que separan el astro rey de varios de la eterna búsqueda y plasmación de la armonía a
planetas del Sistema Solar, desde Mercurio hasta Jú- través del arte. Así, y volviendo una vez más la mira-
piter. También lo es que los medios técnicos con que da hacia las proposiciones de Aleksándr Abramov o

108 | Egiptología 2.0


de Erol Torun, la apariencia artificial de las geologías
marciana y lunar, por muy razonable que sea el pa-
recido físico que ambas guarden con la producción
artística del antiguo Egipto, no va a redundar nece-
sariamente en una conditio sine qua non de su hipo-
tético origen artificial: desde la perfecta alineación de
los prismas basálticos de la Calzada de los Gigantes,
en Irlanda; hasta las extrañas formaciones calcáreas
de la Ciudad Encantada de Cuenca; pasando por las
plataformas escalonadas formadas por láminas de
arenisca en Yonaguni…; las caprichosas formas que
adopta la naturaleza responden a procesos y leyes
universales posibles de expresar a través del len-
guaje de las matemáticas, motivando que, en ciertas
ocasiones, los naturofactos consigan asemejarse
en modo superlativo a complejos artefactos tras los
La meseta de Guiza, vista desde el aire.
cuales parece ocultarse la intermediación de un ser
| Windfall.
inteligente, como ocurre con el hexágono fractaliza-
do de un diminuto cristal de nieve o con la espiral obteniendo unos resultados de lo más revelador. Por
de Fibonacci trazada por la rosca de una concha de ejemplo, el lado este del rectángulo dista 250√2 co-
molusco. dos con respecto a la cara occidental de la pirámide
de Kefrén y 250√5 con respecto a su vértice; por su
La teoría del todo
parte, la proyección de la línea trazada por la cara
Frente a las tentativas de Bauval, Abramov, Torun o oriental de la pirámide de Kefrén dista 250√3 codos
Kane para explicar un plan constructivo único en Gui- hasta el vértice de la pirámide de Keops, mientras
za, cargadas de grandes dosis de imaginación y de que la distancia entre las prolongaciones de los late-
fantasía, otros estudios sobre el diseño de la planta rales sur de las pirámides de Keops y de Kefrén es de
de las tres grandes pirámides, sus satélites y la Gran 250√7 codos. En otras palabras, la separación entre
Esfinge, parecen inclinar la balanza a favor de esta cada una de las tres pirámides, el tamaño de las mis-
posibilidad, dando la razón a Belmonte Avilés en lo mas y su ubicación en la meseta de Guiza respon-
tocante a la existencia de un simbolismo que sola- de a principios matemáticos comunes. Si cada uno
mente se puede explicar y comprender a través de de estos tres mausoleos hubiese sido planificado de
una visión de conjunto. En realidad, el uso de la es- forma independiente por tres faraones distintos, a
piral de Fibonacci o de los triángulos pitagóricos a la saber, Keops, Kefrén y Menkaura, los maestros de
hora de determinar la ubicación de estos monumen- obra de los dos últimos monarcas apenas habrían
tos, después de liberar estas cifras de su presunta dispuesto de libertad creativa, obligados a ceñirse
atribución a contactos interplanetarios o civilizacio- estrictamente a una serie de condiciones ya regla-
nes perdidas en la noche de los tiempos, avalaría la das y estipuladas desde los inicios de la erección de
intencionalidad de un único trazado geométrico para la pirámide de Keops. Lo más sorprendente es que,
toda la necrópolis. El físico John A. R. Legon, sin más de no haber previsto desde un primer momento el
afán que demostrar esta última cuestión, cayó en la emplazamiento de la futura pirámide de Menkaura,
cuenta de que las vertientes sur-oeste de la pirámide ocupando el canto sudoeste de este rectángulo de
de Menkaura y norte-este de la de Keops delimitan 1000√2 por 1000√3 codos, todas las demás medidas
un rectángulo cuyos lados se prolongan a lo largo insertas en las dimensiones y posiciones relativas de
de 1732 codos en el eje sur-norte y 1417’5 codos a las pirámides de Keops y de Kefrén no podrían ser
lo ancho, en la dirección este-oeste. La primera cifra cuantificables, al carecer de una llave maestra que
equivale precisamente a 1000√3 codos, mientras la permitiese su decodificación por sí solas.
segunda se acerca, con un margen de error inferior
Legon no se preocupa en absoluto por desentrañar
al 0’2%, al valor de 1000√2 codos. A mayores, la dia-
las motivaciones religiosas o el trasfondo histórico
gonal de tal rectángulo no sería otra que 1000√5 co-
que supone la creación de un proyecto unificado
dos. Legon dio a conocer tal hallazgo a través de su
para Guiza, prescindiendo de causas y efectos a
artículo “A Ground Plan at Giza”, publicado en 1988
fin de poder centrarse exclusivamente en la lógica
en la revista Discussions in Egyptology: partiendo de
geométrica. Así, se limita a afirmar que “estos facto-
estos datos, dedujo que los arquitectos de los farao-
res nos llevan a concluir que las tres pirámides fue-
nes habrían empleado una unidad modular básica
ron concebidas según un gran diseño singular, frente
de 1000 codos (o lo que es igual, 1000√1 codos);
a cómo una explotación gradual de la meseta desde
en consecuencia, aplicó este presupuesto al resto
su estado virginal habría conducido, probablemente,
de las medidas introducidas en el diseño de Guiza,

Egiptología 2.0 | 109


Mark Lehner junto a la Esfinge.
| National Geographic.

a una solución distinta” (Legon; 1989:54), situando a de proseguir la investigación sobre Guiza por la vía
Keops ya no solo como iniciador de este ambicioso de un diseño transgeneracional. El resultado de la
plan, sino como principal aspirante a finiquitarlo, a completa radiografía a que fueron sometidos por
imitación de cómo durante el reinado de su padre, Cook los logros constructivos de la IV Dinastía en
Seneferu, se habían llevado a ejecución otras tres pi- la necrópolis menfita se plasmaría en la siguiente
rámides, dos en Dashur y una en Meidum. En 1989, serie de volúmenes: The Giza Pyramids: A Study in
Legon presentaría una nueva aportación al análisis Design, que vio la luz en 1988 en la editorial Open
de este plan maestro, reuniendo sus hallazgos más Mind; The Sacred Geometry of the Giza Plateau, dis-
recientes bajo el título “The Giza Ground Plan and tribuido en 1991, The Pyramids of Giza, publicado
Sphinx”, admitido para su publicación en Discus- en 1992, y The Horizon of Khufu, comercializado en
sions in Egyptology. Con este segundo estudio trató 1996, estos tres últimos en la editorial Seven Islands.
de probar la estrecha ligazón entre la Gran Esfinge y Una de sus principales contribuciones ha sido des-
el plan maestro de Guiza, en general, y con la Gran velar una utilización recurrente del ángulo de 26º 30’,
Pirámide de Keops, de modo particular: por una par- correspondiente a la diagonal del doble cuadrado.
te, la longitud de la Gran Esfinge, 138 codos, se pue- No solamente se corresponde con la inclinación de
de expresar también como 1000(√2 - 1)/3 codos; por los pasajes interiores de la Gran Pirámide de Keops,
otra, la distancia entre las garras de la Gran Esfinge si no que parece haber sido clave a la hora de fijar
respecto a la prolongación de la cara occidental de la ubicación de las llamadas pirámides de las reinas
la Gran Pirámide es de 1000/3 codos. Finalmente, el (las tres pirámides satélite de la Gran Pirámide de
eje de la Gran Esfinge queda definido a partir de dos Keops y las otras tres de la de Menkaura). Si se tra-
cuadrados de 1000 codos de lado, cada uno de ellos, za una línea desde la pirámide G3-b –la que está
trazados a partir de la esquina noreste de la Gran en medio de las tres compañeras de la pirámide de
Pirámide, después de transportar con un compás la Menkaura- hasta el vértice de la pirámide de Kefrén,
intersección entre la diagonal del cuadrado meridio- se forma un ángulo de 26º 30’ con respecto al eje
nal y la del rectángulo que forma la suma de ambos norte-sur; ahora bien, si desde el vértice de esta úl-
cuadrados. Legon compaginaría la triple conexión tima se proyecta otra línea hacia la pirámide G1-b
de la Gran Esfinge de Guiza con la Gran Pirámide –la que está en medio de las tres compañeras de la
de Keops apelando a la obra de Rainer Stadelmann, Gran Pirámide de Keops, atribuida por algunos auto-
quien en 1985, en su Die ägyptischen Pyramiden, res a la reina Meritites I-, vuelve a formarse el mismo
ya había preferido datar la Gran Esfinge en la época ángulo, en este caso, con respecto a la dirección es-
de Keops, en lugar de asignársela a su hijo Kefrén, te-oeste. Otro tanto ocurre con las demás pirámides
contraponiéndose al grueso de los especialistas. satélite: desde la G3-a hasta la esquina noreste de la
pirámide de Kefrén y desde este punto exacto hasta
Estimulado por los descubrimientos de Legon, el la G1-a –que hubo de pertenecer, quizás, a la reina
geólogo Robin John Cook se planteó la posibilidad

110 | Egiptología 2.0


Hetepheres I- se crean dos líneas paralelas a aque- trata de la jornada en que, a tenor de lo descrito por
llas que unen el vértice de la pirámide de Kefrén con Belmonte Avilés, cobra pleno sentido el nombre del
las pirámides satélite centrales de Keops y Menkau- complejo funerario de Keops, cuando la intervención
ra, formando, por lo tanto, el mismo ángulo de 26º de la naturaleza por una parte y la de la mano huma-
30’. Este fenómeno se reproduce en las pirámides na por otra recrean en Guiza el signo jeroglífico del
G3-c y G1-c –donde probablemente se haya dado horizonte, Axt.
sepultura a los restos de la reina Henutsen-, cuando
se traza una línea uniendo sus vértices con la esqui- De la misma manera en que Erol Torun fue capaz
na sudoeste de la pirámide de Kefrén. Es el llamado de vislumbrar el uso de la sección áurea y de la es-
“Alineamiento Cook”. piral de Fibonacci en la meseta de Guiza, Cook tam-
bién repasaría a fondo cómo la geometría de esta
Esta característica demostraría que las pirámides necrópolis queda sometida por completo a la espiral
G1-a, G1-b, G1-c, G3-a, G3-b y G3-c conforman una de plata, formada a partir de los llamados números
unidad indisoluble, cuyo eje vertebrador lo constitu- de Pell, consistentes en una sucesión infinita de nú-
ye la pirámide de Kefrén (G2). Se trata de una cir- meros enteros que comprenden los denominadores
cunstancia verdaderamente notable, puesto que las de la fracción continua de la raíz cuadrada de dos
pirámides G1-a, G1-b, G1-c se agrupan, sin lugar (1/1, 3/2, 7/5, 17/12, 41/29, etc.). Según Cook, sus
a dudas, dentro del complejo funerario de Keops. múltiplos habrían sido utilizados para concretar las
Con total seguridad, y dado el perfil de las ocupan- medidas presentes en la necrópolis de Guiza, tanto
tes de estos enterramientos regios, su construcción a nivel macro como microarquitectónico, regulando
hubo de implementarse reinando todavía Keops. De tanto las distancias y relaciones matemáticas entre
lo cual se deduce, por consiguiente, que el empla- las tres grandes pirámides como el largo y el an-
zamiento exacto de la pirámide G2, la monumental cho de cámaras, conductos y pasajes interiores de
tumba de Kefrén, ya habría sido acotado cuando me- la Gran Pirámide de Keops. Hace una década, el
nos en tiempos de su padre. Esto hace posible que arquitecto húngaro András Göczey (1950) cayó en
bajo las instrucciones de Keops ya diesen comienzo la cuenta de cierto patrón astronómico con que se
las faenas de apilado de los bloques definitorios del completa el significado del “Alineamiento Cook” y su
perímetro de la base de la pirámide G2 e, incluso, de relación con el movimiento latitudinal: observó que,
colocación de sus primeras hiladas. Entrando a va- al amanecer de cualquiera de los dos equinoccios,
lorar ya el trasfondo astronómico, el hecho de haber con el Sol naciendo exactamente por el este, la som-
apostado por el ángulo de 26º 30’ al norte del este, bra de las pirámides G1-a y G1-b se proyecta sobre
bastante próximo al punto del horizonte por donde la cara oriental de la Gran Pirámide, con el vértice
emerge el orbe solar durante el solsticio estival, hace de la G1-b y sus aristas meridionales superpuestas
participar a todo el diseño de la meseta de Guiza de sobre la arista sureste de la Gran Pirámide. En con-
la siguiente alineación cósmica: un observador situa- traposición, durante el orto del solsticio estival, con
do en el vértice de la pirámide de Kefrén al amanecer el Sol emergiendo a 28º al norte del este, solamente
del día más largo del año en el hemisferio boreal, la sombra de la pirámide G1-a continúa siendo visi-
podría contemplar el nacimiento del Sol justo detrás ble, con su vértice y arista sureste solapada sobre su
de la pirámide G1-b; con el despertar de Ra y el sa- equivalente en la G1. Finalmente, en el equinoccio
ludo de la aurora, las piedras apicales o piramidio- hiemal, con el Sol del alba elevándose a 28º al sur
nes que culminan ambas pirámides, recubiertos por del este, sobre el revestimiento externo de la Gran
una fina lámina de oro o de electro, serían bañados Pirámide se hubo de perfilar la sombra de las tres
por un mismo y vivificante haz de luz. La elección pirámides satélite, con el vértice y arista suroeste de
de esta fecha no puede resultar más evocadora: se la G1-c mimetizándose con la arista sureste de la
monumental tumba de Keops. En su afán por llevar
a un estadio superior el desarrollo de su teoría so-
bre el reloj solar de la IV Dinastía en la meseta de
Guiza, Göczey enunció más tarde la posibilidad de
que las pirámides G3-a, G3-b y G3-c del recinto de
Menkaura funcionasen, a su vez, como hitos de las
fases lunares, si bien esta explicación resulta mucho
menos satisfactoria y convincente.

Una de las autoridades más relevantes, a día de hoy,


en el ámbito de las pirámides, es el egiptólogo nor-
teamericano Mark Lehner, director de las excavacio-
nes de la meseta de Guiza. En el pasado, fue coor-
dinador de las tareas de cartografía del Giza Plateau
Necrópolis de Abusir. | Nile Magazine. Mapping Project, fruto de las cuales se desvelaría un

Egiptología 2.0 | 111


nuevo vaso comunicante dentro de la configuración (Belmonte Avilés; 2012:225).
de las tres grandes pirámides de Guiza: la “Línea
Lehner”, una recta imaginaria que arranca en el án- Por su parte, el físico italiano Giulio Magli, profesor
gulo sudeste de la pirámide de Menkaura (G3) y que de arqueoastronomía del Politécnico de Milán, ha
atraviesa justo por el mismo ángulo de las pirámides escrutado a fondo la “Línea Lehner” y la “Línea Ver-
de Kefrén (G2) y Keops (G1). Su proyección hacia ner”, a propósito de comprender mejor la razón que
el horizonte apunta directamente hacia la ciudad sa- llevó a los egipcios a practicar este tipo de ejercicios
grada de Heliópolis, sede del Templo de Atum-Ra y geométricos en sus recintos funerarios. Ha publica-
centro neurálgico del culto solar, la religión mayori- do multitud de artículos en las revistas más prestigio-
taria del pueblo y la favorita de los faraones durante sas, producto de los cuales vería la luz el volumen
el Imperio Antiguo. Esta circunstancia no semeja ser Architecture, Astronomy and Sacred Landscape in
casual y podría implicar que la opinión del clero he- Ancient Egypt, editado en 2013 por la Universidad
liopolitano fue crucial a la hora de acordar el lugar de Cambridge. Al concepto de visibilidad ritual, Magli
señalado para el eterno descanso del rey de las Dos sumaría los de invisibilidad e invisibilidad simbólica:
Tierras, como futuro miembro del cortejo de la barca de hecho, los pirámides de Kefrén y Menkaura no ha-
solar. En todo caso, la “Línea Lehner”, de por sí, no brían resultado visibles desde el Templo de Atum-Ra
es sintomática de un trazado unitario de Guiza: des- en Heliópolis, al verse eclipsadas por la de Keops.
de 1976, el egiptólogo checo Miroslav Verner ha di- El investigador italiano adscribe este fenómeno a la
rigido la misión arqueológica checa en la necrópolis filiación dinástica de cada soberano con respecto a
de Abusir, panteón de la casa real en tiempos de la V sus antecesores, legitimándose en el trono de los vi-
Dinastía; a raíz de la exploración de este yacimiento vos y fusionándose como un único monarca en el rei-
arqueológico, Verner reconoció la presencia de una no de los muertos, gracias al nexo visual que se vino
alineación que afectaba a tres de las pirámides. La a establecer entre la tumba del faraón reinante con la
“Línea Verner” comienza en el ángulo noroeste de la de aquellos gobernantes que le precedieron al frente
pirámide inacabada de Neferefra (L. XXVI), conver- de las Dos Tierras, convertidos todos ellos en un solo
ge en el mismo ángulo de las pirámides de Neferir- ser junto con el dios Sol. Magli define esta recurso
kara (L. XXI) y de Sahura (L. XVIII) y su trayectoria como invisibilidad simbólica; además, se aventura a
hacia el horizonte septentrional continúa hasta lle- explicar por qué los monarcas de la V Dinastía, cuya
gar a Heliópolis. Estos tres faraones gobernaron de adhesión al culto heliopolitano queda libre de toda
forma inversa: primero Sahura, luego Neferirkara y, duda como artífices que fueron de los templos so-
finalmente, Neferefra, de modo que los últimos mo- lares de Abu Gurab, se decantaron por Abusir como
narcas debieron de tomar como referente la pirámide lugar de enterramiento, pese a que desde este en-
de su directo precursor, siguiendo un formulismo que clave no se podía establecer contacto visual directo
ya se evidencia en Guiza. con la urbe de Heliópolis por mor de los cerros que
se yerguen entremedias. Como buen continuador de
En realidad, las relaciones geodésicas entre Helió- la “Línea Lehner” a través de la “Línea Verner”, lo
polis y la necrópolis menfita fueron exploradas pre- idóneo habría sido que Sahura se plantease edifi-
viamente por el egiptólogo francoegipcio Georges car su pirámide en Guiza, más allá de la pirámide
Goyon (1905-1996), cuando verificó que la urbe de de Menkaura, con su ángulo sudoeste encabalgado
Letópolis se halla justo en la intersección del para- sobre la diagonal que conforman las mismas esqui-
lelo que atraviesa el antiguo recinto de Atum-Ra en nas de las pirámides G1, G2 y G3. No obstante, los
Heliópolis con el meridiano que cruza sobre el vérti- obreros de Sahura habrían tenido entonces que in-
ce de la Gran Pirámide de Keops (Belmonte Avilés; ternarse demasiado en el desierto y enfrentarse ya
2012:224). Dado que las pirámides de Abusir no pa- no solamente al problema de transportar la materia
recen obedecer a un proyecto unificado, construyén- prima a una distancia mayor y en peores condiciones
dose en fechas distintas, de una en una, a medida sino también al progresivo agotamiento de las cante-
que Sahura, Neferirkara y Neferefra accedieron al ras de la meseta, tras décadas de extracción masiva
trono egipcio; la “Línea Lehner” tampoco debe to- de mineral. Para Magli, elegir Abusir –primer punto
marse necesariamente como un síntoma indicativo de invisibilidad de la orilla occidental del Nilo para un
de un plan maestro para Guiza, aunque redunda observador situado en Heliópolis- a la hora de levan-
más en un hecho favorable que en un factor discre- tar la L. XVIII, fue la solución más práctica de cara a
pante. Pero, ¿a qué motivación responde el simbo- simular la invisibilidad simbólica que esta misma pi-
lismo oculto tras esta serie de alineaciones? En este rámide habría experimentado en Guiza, de haberse
sentido, “David Jeffreys ha propuesto que la mayoría ejecutado a continuación de la de Menkaura.
de las pirámides de la IV Dinastía, con la excepción
de las más antiguas, construidas por Sneferu, se ha- Un doble enterramiento
brían erigido en un lugar con visibilidad mutua con
Como va dicho, diversos indicios, caso de la nomen-
la ciudad de Heliópolis, sugiriendo una cierta cone-
clatura del complejo funerario y su relación con la
xión con el proceso de solarización de la monarquía”

112 | Egiptología 2.0


sitios de la reconquista de Jasejemuy), Maragioglio y
Rinaldi (pirámides-hitos de las batallas habidas entre
Horus y Seth), Werner Kaiser (pirámides-recordato-
rios de la presencia del faraón en una región por él
subyugada) y Stephan Seildmayer (pirámides erigi-
das por los nomarcas como expresión de la riqueza
de una provincia frente a sus vecinas). Es posible
que la pirámide escalonada provincial de Seila sea
obra ya de Seneferu, por estar su estilo más desa-
rrollado que el de las otras seis. El egiptólogo Nabil
Swelim añade dos nuevas pirámides provinciales a
la lista: una en Atribis, así como la capilla funeraria
de Ay en Abidos. Estas pirámides no funerarias, cuya
verdadera simbología se nos escapa, son la eviden-
Pirámide provincial de Edfu. | Instituto Orien- cia de que la estructura piramidal no era exclusiva-
tal de la Universidad de Chicago. mente de carácter funerario.
astronomía, la armónica geometría de sus planos o
Pese a que las pirámides de Guiza son mudas y ca-
la datación por carbono-14, secundan la hipótesis de
recen, prácticamente, de inscripciones –con la salve-
que la pirámide hoy atribuida a Kefrén pueda haber
dad de las marcas de cantería halladas en las cáma-
sido concebida e incluso comenzada a erigir como
ras de descarga que alivian el peso sobre la Cámara
parte integrante del recinto mortuorio de su padre,
del Rey de la Gran Pirámide-, los antiguos egipcios
Keops. Existen, sin embargo, dos cuestiones de
atestiguaron de múltiples maneras su creencia en
peso que entorpecen gravemente la posibilidad de
cómo los soberanos de la IV Dinastía habían recibido
un proyecto unificado para Guiza: ¿Cómo se entien-
sepultura en el interior de las mismas. Además de los
de que un faraón se empeñe en construir al menos
numerosos grafiti repartidos por la meseta, la Gran
dos pirámides –o incluso tres- para sí mismo, cuando
Estela de la Esfinge narra un episodio de monta del
solamente podría ser inhumado en una de ellas? ¿Y
faraón Aajeperura Amenhotep II, donde Guiza apa-
por qué causa quedaría este proyecto paralizado, en
rece como la última morada de los faraones Keops
stand-by, durante el reinado de Dyedefra, intercala-
y Kefrén: “Él crio caballos que no tenían igual, que
do entre los de su padre Keops y su hermano menor
no se fatigaban cuando tomaba las riendas, y que
Kefrén? Con respecto a la primera de ambas pre-
no sudaban (yendo) al galope. Ajustó los aparejos
guntas, conviene recordar que consta a ciencia cier-
(de los caballos) en Menfis (?) y se paró a descansar
ta la existencia de ciertas pirámides construidas con
en el lugar de reposo de Harakhty. Allí pasó un
una finalidad distinta a la de convertirse en meros
tiempo haciéndoles dar vueltas y contemplando
panteones para la familia real y, en segundo término,
la excelencia de los lugares de reposo de Keops y
que durante muchas centurias los egipcios rindieron
Kefrén, justificados. Su corazón concibió el deseo
tributo a sus faraones concediéndoles el curioso ho-
de hacer vivir sus nombres” (Serrano Delgado;
nor de poder gozar de un doble enterramiento, una
1993:160).
práctica inherente a la propia naturaleza dual del rey
de las Dos Tierras, en cuanto a soberano del Alto y Asombra también que la Gran Esfinge de Guiza fue-
del Bajo Egipto, del tortuoso y serpenteante valle del se entendida, en el Imperio Nuevo, como lugar de
Nilo y de su limoso y pródigo Delta. reposo de Ra-Horajty, es decir, como una especie
de sepulcro para el dios Sol; todo ello tamizado al
En lo que respecta a la evidencia de pirámides cuya
trasluz de las creencias egipcias sobre la existencia
función es necesariamente distinta a la sepulcral,
ultraterrena y la pervivencia del alma, considerando
existe una serie de siete pequeñas pirámides esca-
que las tumbas funcionan como auténticos vasos co-
lonadas, de entre 10 y 17 metros de altura, que el
municantes entre la esfera de los vivos y la de los
faraón Huny y/o su hijo Seneferu –abuelo y padre
muertos, al permitir el renacimiento de los justos de
de Keops, respectivamente- ordenaron construir en
voz durante el orto solar y su regreso a la Duat con
Zawyet el-Maiyitin (Menia), El-Kula (Hieracómpolis),
el ocaso, a bordo de la barca celestial, en compañía
Nubt (Naqada), Sinki (Abidos), Naga el Ghonemiya
del Sol, formando parte de su excelente cortejo. Un
(Edfu), Elefantina y Seila, todas las cuales carecen
matiz importante: dada la naturaleza inmortal de los
de cámaras interiores, lo que descarta completamen-
dioses, en la estela de Amenhotep II el nombre de
te la hipótesis del recinto funerario. Entre las teorías
Ra-Horajty no va sufijado por la expresión mAa xrw,
propuestas para explicar la simbología de estas pi-
justo de voz, comparable a nuestra apostilla “descan-
rámides no funerarias, las más interesantes son las
se en paz”, algo que sí acontece con los cartuchos
de Jean-Phillippe Lauer (pirámides-hitos que indican
de Keops y Kefrén. De esta manera, el estatus de la
el lugar de nacimiento de las reinas o los principales
Gran Esfinge de Guiza como lugar de reposo, más

Egiptología 2.0 | 113


Necrópolis tinita de Umm el-Qaab, en Abidos.
| Campbell Price.

que corresponder al de una tumba propiamente di- sepultado en las pirámides; pues la multitud, por la
cha, habría de limitarse a satisfacer la función simbó- penalidad de los trabajos y por sus muchas cruel-
lica de transición diurna y nocturna encomendada a dades y violencias, trató con cólera a los culpables
la propia tumba, vinculándose entonces al equilibrio y amenazaba con destruir sus cuerpos y arrojarlos
de las potencias divinas, rigiendo los períodos del ignominiosamente fuera de los sepulcros. Por esto,
Sol y ordenando su ciclo de apariciones y desapa- cuando cada uno murió, encargó a sus parientes
riciones en el horizonte: la Gran Esfinge catalizaría que los enterrasen en un lugar no señalado y ocul-
así el umbral entre el día y la noche, a imitación de tamente” (Biblioteca Histórica; I 64, 5-6). Frente a
cómo la falsa puerta de una mastaba, situada en la ello, se mantuvo viva la memoria e intacta la convic-
pared oeste de la capilla funeraria, cumplía la misión ción sobre el sacratísimo carácter de la Gran Esfin-
de rasgar el espacio y el tiempo, creando un pun- ge, verbalizadas por Plinio el Viejo en los siguientes
to de acceso al Lejano Occidente, facilitando el flujo términos: “Los habitantes de la región la consideran
de entrada y salida al cuerpo espiritual del difunto y, un dios. Consideran que en su interior se halla ente-
para el caso concreto de la Gran Esfinge de Guiza, la rrado cierto rey Harmais” (Historia Natural; XXXVII
entrada y salida de Ra-Horajty en los dos momentos 12), donde Harmais es la corrupción helenizante del
cruciales de su viaje diario a través del firmamen- nombre egipcio Horemajet, Hr m Axt, “Horus en el ho-
to. Esta conexión entre la Gran Esfinge y los dos rizonte”, con el que fue bautizado el Sol matutino.
crepúsculos del cielo, matutino y vespertino –a los
cuales hace alusión el propio nombre de Ra-Horajty, En cuanto al privilegio ostentado en exclusiva por los
el Horus Sol de los dos horizontes- quizás implique faraones de contar con un doble enterramiento, los
que la hierofanía astronómica verificable en Guiza al orígenes de esta tradición se remontarían, cuando
atardecer del solsticio estival, según ha sido detecta- menos, a los albores de su propia historia, tras la uni-
do por Belmonte Avilés, no hubo de pasar desaper- ficación: “A fines del siglo XIX, Amelineau descubrió
cibida a ojos del clero heliopolitano en tiempos del e inició las excavaciones de una necrópolis real del
Imperio Nuevo. Período Tinita en Abido. Las excavaciones fueron
proseguidas por Petrie, y al final de sus trabajos ha-
Sin embargo, con el discurrir de los siglos, la convic- bían sido identificadas algunas tumbas de reyes de
ción expresada en el anterior párrafo sí que debió de la dinastía 0, las de Aha, Dyer, Uadyi, Den, Andyib,
ir cayendo en el olvido, hasta el punto de que el his- Semerjet y Qa, así como la de la reina Merneit, todas
toriador griego Diodoro de Sicilia, escribiendo en el de la dinastía I, y aún las de Peribsen y Jasejemuy
siglo I a. C., al departir sobre las pirámides de Guiza, de la dinastía II. Por otra parte, las excavaciones de
hizo anotación del siguiente comentario: “Pero ocu- Emery en Saqqara a partir de 1936, descubrieron a
rrió que ninguno de los dos reyes [Keops y Kefrén], su vez las mastabas de Aha, Dyer, Uadyi, Den, And-
aunque las construyeron para ser sus tumbas, fue yib, Qa y de la reina Merneit. Asimismo se ha descu-

114 | Egiptología 2.0


dos diosas protectoras de la monarquía –Uadyet y
Nejbet-, con dos instrumentos para ejercitar el poder
–cetro y flagelo-, etcétera.

Fiel continuador de esta costumbre ritual fue, pese a


haber transcurrido más de un milenio desde los tiem-
pos del Período Tinita, el faraón Jakaura Senusert
III, el más poderoso estadista del Imperio Medio,
en la XII Dinastía, “al erigirse dos tumbas, una en
el norte con un carácter solar (en Dahshur) [la pirá-
mide Lepsius XLVII] y otra en el sur con un carácter
osiriano (en Abidos) en lo que podría ser calificado
como una expresión de búsqueda del equilibrio cós-
mico” (Flammini; 2006:16). Su hijo, Nimaatre Ame-
nemhat III, ordenó la erección de dos pirámides, la
Pirámide Negra en Dashur y la Pirámide de Hawa-
Ajuar funerario de la reina Hetepheres I. ra (asociada al monumental palacio que los griegos
| Museo Egipcio de El Cairo.
rebautizarían como Laberinto). La vinculación de la
bierto que Dyoser tenía una tumba del Norte, debajo XII Dinastía con el Período Dinástico Temprano y el
de la Pirámide Escalonada de Saqqara, y una tum- Imperio Antiguo, además de por la recuperación de
ba del Sur, en el extremo meridional de su conjunto esta costumbre funeraria, puede guardar relación
funerario de Saqqara. Por todo ello se ha supuesto con la Profecía de Neferrohu (Papiro 1116 del Museo
que la complejidad teológica de la persona del rey de L’Ermitage, en San Petersburgo), donde el lector
exigía en estos tiempos primitivos que cada monar- jefe de Bastis, Neferrohu, anuncia al faraón Sene-
ca tuviese dos tumbas” (Egiptomanía; 1997:303). Es feru el advenimiento del Primer Periodo Intermedio,
más, la pirámide de Dyeser, como una superposición dando paso a una caótica situación que sólo sería
de seis mastabas, no deja de ser, al fin y al cabo, la estabilizada por un Ameny, que no es otro que Se-
reintegración de seis tumbas en una sola. hetepibra Amenemhat I, fundador de la XII Dinastía.
En efecto, durante los convulsos tiempos del Primer
Por causa de esta dicotomía, se cree que las tum- Período Intermedio, con el poder diluido entre los
bas de Saqqara vendrían a representar el cenotafio nomarcas, no resultaría ni sostenible ni convincente
–o monumento funerario en ausencia de cadáver- mantener el doble enterramiento del faraón en cuan-
de cada uno de los gobernantes tinitas, quienes se to a símbolo de su soberanía sobre las Dos Tierras,
supone que fueron enterrados físicamente en el ce- al quedar privado de la autoridad efectiva. Lo mismo
menterio de Umm el Qaab, en Abidos. De hecho, en ocurrirá durante el Segundo Período Intermedio, a
esta última localidad han aparecido los únicos restos través de la fragmentación del territorio, con hasta
mortales que se han logrado atribuir fehacientemen- seis gobernantes rigiendo el destino de Egipto de
te a estos faraones: se trata del brazo momificado forma paralela: la Dinastía XIV en Xois, la Dinastía
del rey Dyer, ataviado de cuatro brazaletes, en uno XV de los grandes hicsos en Ávaris, la Dinastía XVI
de los cuales ha pervivido su titulatura real, haciendo de los pequeños hicsos, la Dinastía XVII en Tebas,
factible tal identificación (Egiptomanía; 1997:1322). la Dinastía de Abidos y la Dinastía de Kush. Así, no
Para explicar esta extraña conducta se suele apelar se volverá a hacer uso de esta prebenda faraónica
al siguiente simbolismo: mediante la construcción de hasta la Dinastía XVIII, cuando la reunificación de las
dos tumbas, una norteña y otra sureña, el faraón es- Dos Tierras preludia el auge y apogeo del Imperio
taría manifestando su poder sobre las Dos Tierras, Nuevo: fue su primer señor, Nebpehtyra Ahmose I,
esto es, sobre el Alto y el Bajo Egipto. Con esta po- quien, además de la tumba que encargó para sí mis-
lítica salomónica se prevendría la existencia de súb- mo en Dra Abu el-Naga, ordenó la dedicación de una
ditos de primera y súbditos de segunda categoría, pirámide para su memoria en Abidos. No conforme
evitando posibles suspicacias entre los pobladores con ello, en su complejo funerario abidense incluyó
de ambas regiones, unificadas apenas unas déca- una diagonal similar a las líneas Lehner y Verner, al
das atrás y, por lo tanto, todavía con muchas heri- conectar mediante un eje central sus cuatro edificios
das físicas y psicológicas pendientes de cicatrizar, principales: el templo aterrazado, el nicho subterrá-
permitiendo ahora que cada bando, vencedores y neo, el monumento a la reina Tetisheri dedicada por
vencidos, contase con su propio panteón real don- su nieto y la pirámide de éste último.
de poder venerar al difunto soberano. El doble ente-
rramiento perseguiría ser, entonces, una concreción El ejemplo cundiría entre sus sucesores: tanto Men-
más de la eterna dualidad que caracterizó a la perso- maatra Seti I como Ramsés II Meriamón, al margen
na del faraón: con dos coronas –roja y blanca-, con de las moradas eternas que excavaron en el Valle
de los Reyes (KV17 y KV7), también previeron sen-

Egiptología 2.0 | 115


dos cenotafios en Abidos, siguiendo el trazado de rica” (Christian Jacq, 1998: 35-39). Desde entonces
los templos funerarios tebanos. No en vano, la pala- se han propuesto algunas teorías alternativas: para
bra cenotafio tiene su etimología en el griego, don- Mark Lehner, la G7000X sería la primera tumba de
de κενοτάφιον significa exactamente “tumba vacía”. Hetepheres I, trasladando después su cuerpo a la
Caso excepcional parece haber sido el de Senenmut, G1-a tras la terminación de dicha pirámide satéli-
el más aventajado entre los funcionarios y miembros te, dejándose quedar atrás el ajufar funerario; Zahi
de la corte tebana en tiempos de la reina-faraón Hawass aglutina esta explicación con la de Reisner,
Maatkara Hatshepsut, como su canciller real. Sigue asegurando que la reina fue inhumada originalmente
siendo un completo misterio por qué cuenta con dos en la G1-a y, después de producirse el saqueo, el
enterramientos: uno público en el Valle de los Nobles material no robado pasaría a la G7000X.
(TT71) y otro privado en Deir el-Bahari (DB353). Se
ha especulado siempre con la posibilidad de que Se- Una situación similar volvió a producirse el 26 de ju-
nenmut mantuviese una relación romántica, quizás nio de 1954, durante la apertura del sarcófago her-
tan solo platónica, con la soberana de las Dos Tie- méticamente sellado del faraón Sejemjet, de la III Di-
rras, atribuyendo a esta circunstancia la disposición nastía. Según pudo comprobar el arqueólogo egipcio
de una tumba secreta para él lo más cerca posible Muhammed Zakaria Goneim (1905-1959), los sellos
del templo que bajo sus propias directrices se erigió del sarcófago de alabastro amarillo hallado en la cá-
para mayor gloria de su amada. En realidad, lejos de mara mortuoria de esta pirámide, en Saqqara, per-
esta visión folletinesca y decimonónica de la historia, manecían indemnes mientras que, sobre la losa co-
el casi todopoderoso Senenmut, gran visir y arqui- bertora, todavía estaban diseminadas las guirnaldas
tecto, a quien algunos egiptólogos vislumbran como florales dejadas allí más de cuatro milenios antes,
el hombre que pudo reinar sobre Egipto, habría dis- como colofón a las honras fúnebres. Su apertura
frutado de una prerrogativa que, ya fuese con el causó gran expectación, reuniendo a la prensa inter-
conocimiento de Hatshepsut y su autorización bajo nacional, al tratarse, en teoría, de la tumba y momia
cuerda, ya bajo la propia responsabilidad de Senen- real más antigua no profanada de las que se habían
mut, estaba restringida ciertamente a los faraones; catalogado y excavado en Egipto. Sin embargo, para
aunque quizás también a las reinas consortes. sorpresa de todos, el sarcófago estaba inexplicable-
mente vacío… A no ser que ambos sepulcros, el de
El 8 de marzo de 1925, el egiptólogo americano Sejemjet y el de Hetepheres I deban incluirse dentro
George Andrew Reisner (1867-1942) penetraba en de la tradición del doble enterramiento, tratándose
la cámara mortuoria de un pozo funerario (G7000X), de simples cenotafios, aceptando que sus momias
aparentemente intacta, de la reina Hetepheres I, hayan recibido sepultura en una tumba distinta. En
consorte de Seneferu y madre de Keops, cuyo se- el caso específico de Hetepheres I, se aclararía con
pulcro inviolado contenía su maravilloso ajuar, in- ello su presunta relación con la pirámide G1-a sin
cluido el sarcófago sellado de la reina. No obstan- tener que recurrir a traslados, robos, destrucción de
te, el interior del mismo no contenía absolutamente cadáveres, etcétera… Además, corroboraría la vi-
ningún cuerpo momificado, lo que ha valido las más gencia de esta vieja usanza dentro del marco con-
excéntricas explicaciones por parte de los arqueólo- textual de Keops.
gos, como es el caso de un supuesto saqueo de la
tumba original o la destrucción accidental de la mo- Contemplada desde este nuevo prisma, la posibili-
mia durante el traslado a su nuevo lugar de reposo, dad de que Keops urgiese a levantar para sí mismo
ninguna de las cuales está sustentada por pruebas dos enormes pirámides en Guiza, formando un úni-
arqueológicas y que algunos estudiosos han llegado co y monumental complejo, va dejando de sonar a
a definir como una simple novela de ficción policía- simple disparate; especialmente, si sumamos a este
ca: “Reisner dejó volar la imaginación. Hetep-Heres, repertorio de mausoleos múltiples el programa ar-
esposa de Snefru, el constructor de las dos grandes quitectónico ejecutado bajo el reinado de su propio
pirámides en Dashur, habría sido sepultada allí, junto padre, Seneferu, quizás el más paradigmático y ha-
a su marido. Desdichadamente para ella, su tumba bilidoso de los casos de enterramiento múltiple.
habría sido saqueada por los ladrones, hecho que
Los caprichos de un faraón bipolar
habría sumido a Snefru en una profunda desespe-
ración. Snefru habría decidido entonces recuperar el Uno de los mayores quebraderos de cabeza al que
cuerpo de su difunta esposa de la tumba de Dashur se ha enfrentado la egiptología moderna es tratar de
para ocultarlo definitivamente en la tumba secreta explicar la controversial decisión de Seneferu de le-
de Gizeh; pero la momia habría resultado destruida vantar no una, ni siquiera dos, sino hasta tres pirá-
durante el traslado, y nadie se habría atrevido a co- mides de proporciones ciclópeas, las más altas de
municárselo al rey (…). Hemos subrayado el modo su tiempo, a saber: la Falsa Pirámide de Meidum, la
condicional porque esta trágica historia sólo ha exis- Pirámide Romboidal de Dashur y la Pirámide Roja,
tido en la imaginación de Reisner. Desgraciadamen- también en Dashur. “No se ha descubierto en Mei-
te ha sido repetida varias veces como verdad histó-

116 | Egiptología 2.0


mirra fresca, que destile incienso sobre el techo del
templo del rey Esnofru’>. Otro grafito del templo, que
data de una fecha tan temprana como la Dinastía IV,
menciona el nombre de Esnofru, pero no afirma de
forma explícita que el templo fuera suyo” (Edwards;
2003:92). Pero este rascacielos, de 175 codos rea-
les de alto (91’65 metros), que quitaría los colores a
la mismísima Pirámide escalonada de Saqqara, de
apenas 119 codos reales (62’5 metros), parece que
no satisfizo adecuadamente las expectativas del fa-
raón, quien, por oscuras razones, cambió diametral-
mente de opinión y encomendó a sus arquitectos el
encargo de una segunda pirámide, la Romboidal, de
200 codos reales de alto (104’71 metros) cuya auto-
ría está libre de sospechas. Seneferu tampoco que-
daría contento con la marcha del proyecto y, tras una
serie de avatares que dotó al edificio de su peculiar
silueta, se embarcó en la ambiciosa construcción de
una tercera pirámide, la Roja, también de 200 codos
de alto.

Si cabía alguna duda sobre este comportamiento


antojadizo del rey, si los arqueólogos esperaban sa-
car a la luz algún vestigio que pudiese contradecir la
atribución de esta última pirámide, una piedra de su
revestimiento aclara la identidad de su poseedor, Se-
neferu, a través de su nombre de Horus, Nebmaat,
inscrito en ocre rojo. Además, en 1982 se descubrió
en su templo funerario un relieve del faraón ataviado
con los ropajes típicos del Heb Sed, tal y como se
muestra también en las estelas de la Pirámide Rom-
boidal: “Ya en 1905 Ludwig Borchardt publicó un de-
creto que, según su información, había sido descu-
bierto en las márgenes de los cultivos cerca de la
Pirámide Roja. Estaba fechado en el vigésimo primer
año del reinado del rey Fiope de la Dinastía VI, y su
finalidad era eximir de ciertas tareas e impuestos a
los sacerdotes de las <Dos Pirámides (llamadas) Ja
Esnofru>. Un sacerdote llamado Duara, que vivió en
la Dinastía V y cuya mastaba fue construida al este
de la Pirámide Romboidal, tenía el título de <Super-
intendente de las Dos Pirámides de Esnofru>, mien-
Seneferu. | Bridgeman /ACI. tras que su forma de nombrar a lo que únicamente
puede ser la Pirámide Romboidal aparece en la figu-
dum ninguna inscripción contemporánea con el nom- ra de un sacerdote del Reino Medio que, de hecho,
bre del constructor de esta pirámide. Sin embargo, fue descubierta en el templo del valle de la pirámide.
en el pasadizo y en la cámara del templo mortuorio Con toda probabilidad, el nombre de <Pirámide Sur>
hay algunos grafitos, garabateados por los visitantes sólo se utilizaba localmente para referirse a Dashur”
durante la Dinastía XVIII, que demuestran que en (Edwards; 2003:103). Desde entonces, una pregun-
aquella época se creía que la pirámide era obra de ta permanece en el aire, flotando de forma etérea,
Esnofru, el primer rey de la Dinastía IV. Por ejemplo, yendo y viniendo periódicamente, incentivando el
uno de estos grafitos puede traducirse como sigue: debate entre los investigadores: ¿Para qué necesi-
<En el duodécimo día del mes cuarto de verano del taría Seneferu tres pirámides?
cuadragésimo primer año del reinado de Tutmosis III,
el Escriba Aajeperkare-seneb, hijo de Amenmesu [el Se especuló inicialmente con que una gran catástro-
Escriba y Ritualista del difunto rey Tutmosis I], visitó fe hubo de paralizar las obras en Meidum: el ruinoso
el hermoso templo del rey Esnofru. Le pareció como estado que presenta la Falsa Pirámide en la actuali-
si el cielo estuviera dentro de él y el sol emergie- dad es diáfana manifestación de un antiguo derrum-
ra de su interior. Entonces dijo: ‘Que el cielo llueva bamiento de sus caras laterales. Tal fatídico evento

Egiptología 2.0 | 117


La Falsa Pirámide de Meidum.
| Wikimedia Commons.

conduciría a Seneferu a replantear su complejo fune- se fue la de Meidum, prevista inicialmente como una
rario desde cero, ahora en Dashur. No obstante, los pirámide escalonada de siete peldaños y siguiendo
grafiti de la XVIII Dinastía prueban que la pirámide una técnica característica de la III Dinastía, consis-
seguía en pie, intacta y en todo su esplendor, por tente en inclinar las hiladas de bloques 15º hacia el
aquel entonces, de modo que el desmoronamiento interior del núcleo, garantizando así la estabilidad
se hubo de producir tardíamente, mucho después de toda la estructura. En algún momento dado, este
de las vidas de Seneferu y de sus operarios. Otro diseño sufrió una primera modificación, destinada
escenario que se ha barajado es que Seneferu se a aumentar un escalón más a los siete niveles pre-
limitase a rematar en Meidum los trabajos iniciados vios. Aun así, la cámara funeraria quedó toscamente
por su padre y antecesor en el trono, Huny, inconclu- labrada, en apariencia inconclusa, sin sarcófago ni
sos a su muerte, y de quien se desconoce a ciencia antesala. Más o menos al llegar a este punto, co-
cierta su lugar de enterramiento. Esta especulación, menzaron los trabajos en la Pirámide Romboidal de
que hace caso omiso de las fuentes originales egip- Dashur, trazada con la misma técnica de 15º de in-
cias, ha sido severamente contestada en las últimas clinación en las hiladas y, externamente, como la pri-
décadas, proponiéndose hasta cuatro soluciones mera de caras lisas en la historia del antiguo Egipto,
alternativas para esclarecer el paradero de Huny: con una fuerte pendiente, cercana a los 60º. Pero los
Karl Richard Lepsius sugirió a este monarca como problemas estructurales no se hicieron de rogar: al
promotor de la pirámide Lepsius I de Abu Roash, si ángulo excesivo se sumó la escasa solidez de suelo
bien esta identificación no se ajusta a ninguna prue- y cimientos, en pleno desierto, sobre grava y arcilla.
ba tangible, más allá de la intuición del egiptólogo Tras la aparición de las primeras fisuras, se procedió
alemán; por su parte, Rainer Stadelmann es parti- a ampliar el área de la base y a corregir la pendien-
dario de asignarle la Pirámide Estratificada de Zaw- te, ajustándola a 54º 34’, si bien estas medidas no
yet el-Aryan (identificando entonces a Huny con el lograron detener el agrietamiento de las caras latera-
escurridizo Jaba) o de hacerlo titular de la mastaba les. Luego, la pirámide se terminó de modo apresu-
M17 de Meidum; finalmente, Miroslav Bárta, del Ins- rado: la técnica de las junturas del revestimiento es
tituto Checo de Egiptología, ha propuesto la mastaba relativamente mala, completándose con pequeños
AS-54 de Abusir Sur como depositaria de los restos remiendos de piedra; además, a medio cuerpo, el
mortales de este faraón. ángulo se altera abruptamente, pasando de 54º 34’
a 43º 21’, minorando la altura y acelerando con ello
Al menos, los detalles arquitectónicos de las pirámi- el plazo de finalización. En el interior, los resultados
des de Meidum y Dashur ayudan a comprender me- no fueron menos deplorables: en efecto, la bóveda
jor su proceso constructivo. La primera en levantar- amorfa que cubre la cámara funeraria es producto

118 | Egiptología 2.0


del colapso de su falso arco en tiempos de la propia
construcción.

Ante las constantes intervenciones de urgencia para


corregir las fallas estructurales de la Pirámide Rom-
boidal, se optó por iniciar los trabajos en la Pirámide
Roja, ésta sobre lecho rocoso, con un refinado re-
vestimiento y un primoroso acabado de sus pasajes
y cámaras internas, coronados por unos falsos ar-
cos de calidad muy superior a los de la Romboidal.
Como principal novedad, las hiladas de mamposte-
ría son aquí totalmente horizontales. Pero, pese a su
aparente perfección, no tiene sarcófago, ni antesala
con sistema de rastrillo para bloquear la cámara fu-
neraria, ni cuenta con pirámide satélite, ni con ce- Pirámides Romboidal, en primer plano,
y Roja, en segundo. | AKG / ALBUM.
menterio asociado, ni Templo del Valle… Lo que a
priori descartaría la Pirámide Roja como monumento inhumó el cadáver del faraón: la cámara funeraria de
funerario; frente a la Pirámide Romboidal que, pese la Falsa Pirámide sería, por tanto, un cebo, una sim-
a todos sus defectos, sí dispone de todas estas ins- ple maniobra de distracción a propósito de despistar
talaciones, necesarias tanto para oficiar las pompas a los profanadores de tumbas, tras cuya extraña e
fúnebres como para propiciar el culto al faraón divi- irregular pared parte, en la zona más alta de su falso
nizado. arco, aún debe de permanecer, oculto y sellado, un
pasadizo que comunicaría con la verdadera cámara
Si los planes de Seneferu hubiesen acabado aquí,
mortuoria de Seneferu, reproduciendo el mismo es-
habría que solventar alguna incógnita: ¿Por qué no
quema que luego se repetirá en la distribución inte-
aprovechar la Pirámide Romboidal como cantera de
rior de la Pirámide Roja. Se trata de la hipótesis que
piedra ya extraída y tallada para la Pirámide Roja,
defiende el arquitecto francés Gilles Dormion. No es
agilizando sustancialmente la hechura de ésta últi-
un recurso aislado: pasajes laberínticos, conductos
ma? Algunos arqueólogos, olvidándose de la exis-
ciegos, falsos pozos funerarios, trampillas ocultas,
tencia de la Falsa Pirámide de Meidum, argumentan
cámaras disuasorias, todo tipo de ingeniosos dispo-
que, de haber obrado así, Seneferu podría verse sor-
sitivos fueron empleados por los arquitectos de Ny-
prendido por la muerte con una tumba a medio des-
maatra Amenemhat III en sus pirámides de Dashur y
mantelar y la otra a medio terminar. Esta pregunta se
Hawara, con la intención de evitar a toda costa que
vuelve todavía más incómoda, si cabe, al descubrir
los ladrones accediesen a la Cámara del Rey. Pese
que, con los trabajos bastante avanzados en Dashur,
a estos artificios, no logró frustrar la entrada de asal-
Seneferu volvió a prestar atención a la necrópolis de
tantes, que no solo encontraron su sarcófago, sino
Meidum. Fue entonces cuando la Falsa Pirámide su-
que redujeron el cuerpo de Amenemhat III a cenizas,
frió una nueva y definitiva revisión, agrandando su
tras despojarlo de su magnífico ajuar, destinado a
perímetro y transformándola en una pirámide de ca-
proporcionarle al difunto rey una lujosa existencia en
ras lisas. La técnica de las hiladas es horizontal, al
el más allá.
igual que en la Pirámide Roja, pero la artesanía del
revestimiento externo de Meidum, por su finura, da El hijo de Seneferu, Keops, vino a adoptar el modelo
muestras de estar todavía más desarrollada y per- de su padre, al incorporar una falsa cámara mortuo-
feccionada que la de la Pirámide Roja, un aspecto ria en la Gran Pirámide Guiza, con el mismo aspecto
que remite al siguiente corolario: la primera pirámide desordenado e irregular que la de Meidum, o incluso
de Seneferu fue también la última en culminar. De peor, a modo de señuelo, con el objetivo de hacer
ahí que sea en esta necrópolis donde se haya dado creer a los profanadores que la tumba nunca llegó
sepultura a los notables de su corte, caso, por ejem- a ser ocupada y dejándoles un ilusorio sendero de
plo, de los hijos del rey: los príncipes Nefermaat (que migas de pan que no conduciría hacia ninguna par-
ostentó el rango de gran visir y cuya mastaba, la nú- te: la Cámara Subterránea, angosta y deforme, cuya
mero 16, es célebre por el refinado friso de las ocas), labor de mazas y escoplos parece haber quedado en
Rahotep (Sumo Sacerdote de Ra en Heliópolis y titu- suspenso súbitamente, pese que en su flanco meri-
lar de la mastaba 6, conocido por el distinguido e in- dional arranca un corredor de unos 20 metros, tras
usual bigote de su bello grupo escultórico) y Ranefer los cuales se interrumpe de modo abrupto. Richard
(supervisor de las obras de su padre, inhumado en William Howard Vyse (1784-1853) mordería el an-
la mastaba 9). zuelo, cuando hacia 1837, durante su exploración de
la Gran Pirámide, mandó excavar en la Cámara Sub-
A raíz de estos hallazgos, algunos investigadores
terránea un foso cercano a 15 metros de profundi-
vislumbran en Meidum el recinto donde finalmente se
dad, sin obtener logro alguno. Sin salir de Guiza, otra

Egiptología 2.0 | 119


pirámide, la de Menkaura, dispone de dos cámaras car? Toda vez descartada la teoría de los abandonos
funerarias: la primera, aunque está precedida de an- sucesivos, y recurriendo a la práctica ritual del do-
tecámara, está penosamente labrada, con remates ble enterramiento cultivada por los predecesores de
demasiado burdos y sin siquiera sarcófago, simulan- Seneferu, “podía entenderse que las dos pirámides
do abandono, según Vassil Dobrev, a fin de distraer funerarias eran un símbolo de la soberanía de Es-
y confundir a los buscadores de tesoros; del suelo de nofru sobre el Alto y el Bajo Egipto, pero una tercera
ésta cámara funeraria parte un pasaje descendente, pirámide del mismo tipo parecería no tener justifica-
otrora oculto bajo el embaldosado, que conduce a la ción” (Edwards; 2003:103). Las últimas investigacio-
auténtica cámara funeraria. En 1838, Howard Vyse nes inclinarían la balanza a favor de una posibilidad
embarcó el magnífico sarcófago de basalto aquí des- novedosa: el primer faraón de la IV Dinastía pudo
cubierto, decorado siguiendo la técnica de “fachada haberse acogido a esta ancestral costumbre, aun-
de palacio”, si bien la goleta Beatrice nunca llegaría que elevándola hasta su máximo exponente. Así,
a su destino, Londres, al irse a pique el 13 de octubre en lugar de planear una tumba en Abidos (en el Alto
de aquel año frente a la costa española, cerca del Egipto) y otra en Saqqara (en el Bajo Egipto), Sene-
puerto de Cartagena, en cuyo lecho marino todavía feru habría optado por abandonar ambas necrópolis,
debe encontrarse, dado que nunca se han localizado a fin de instalar su tumba física en Meidum, en el
los restos del naufragio. nomo de pr sbk, el más norteño del Alto Egipto en la
orilla occidental del Nilo; a cambio de levantar, como
Si Seneferu finalizó sus tres pirámides con escasos contrapartida, un doble cenotafio, conmemorativo de
meses de diferencia, pese a haberlas iniciado suce- la doble corona, en el nomo de inbw HD, el más su-
sivamente, la anomalía de Dashur se torna flagrante: reño del Bajo Egipto en la misma margen del río. No
con Meidum prácticamente a punto, proseguir con en vano, las dos pirámides de Dashur campean hoy
los costosísimos trabajos en las pirámides Romboi- sobre la que antaño fue divisoria natural entre los
dal y Roja en lugar de concentrarse en esta última, dominios del norte y del sur, en el equilibrio de las
en detrimento de la Romboidal, arrebata toda lógica Dos Tierras, en el punto de unión entre el Alto y el
a la teoría de los abandonos sucesivos. Dentro de la Bajo Egipto. Es el faraón quien personifica la alianza
egiptología, no falta quien proponga que una o varias entre ambos reinos y, por extensión, también lo es la
de las tres pirámides de Seneferu no tuvieron otro Doble Corona que ciñe sobre su cabeza.
propósito que convertirse en un simple ensayo, pero,
siendo serios, resulta difícil equiparar cualquiera de La firma de un faraón dual
estas tres impresionantes estructuras, las tres más
grandes de su tiempo, y en el top five de las más al- Durante el V Congreso Ibérico de Egiptología, ce-
tas y robustas de toda la historia del antiguo Egipto, lebrado en Cuenca entre el 9 y el 12 de marzo de
con la simple mesa de trabajo de un arquitecto entu- 2015, Belmonte Avilés y Giulio Magli dieron a cono-
siasta a quien su faraón le habría dado carta blanca cer su interpretación del errático comportamiento de
para despilfarrar los recursos de un país entero. Val- Seneferu. Su teoría estriba de forma especial en el
ga la siguiente comparación: las pirámides Romboi- nombre con el cual los egipcios conocieron las dos
dal y Roja suman la friolera de tres millones y medio grandes pirámides de Dashur: xa snfrw, la Roja, y xa
de metros cúbicos de piedra, frente a los dos millo- snfrw rsy, la Romboidal. El término xa se expresa a
nes que contiene la Gran Pirámide de Keops. Pese través del signo N28 del listado de Gardiner. Su fa-
al enorme esfuerzo que conllevó la construcción de milia de palabras, no muy extensa, cuenta con múlti-
esta última, del cual nadie duda seriamente, supon- ples e interesantes acepciones, que van desde “apa-
dría para Keops y especialmente para sus súbditos, recer”, hasta “resplandecer” (que no es otra cosa que
a tenor de la teoría de los ensayos, poco más de la “aparecer como el Sol”), pasando por “coronar” (esto
mitad de la piedra que su padre Seneferu se permi- es, “aparecer como faraón”). Con carácter general,
tiría malgastar en las maquetas gigantes a partir de el nombre de los dominios piramidales de Seneferu
las cuales ir perfeccionando las técnicas y descifran- se ha traducido hasta ahora como “Resplandor de
do las medidas de su verdadero mausoleo. Seneferu” y “Resplandor de Seneferu en el sur”. No
obstante, dado que algunas inscripciones se expre-
Pero, si no fueron ideadas como mero ensayo, si no san sobre ambos recintos bajo el título colectivo xawy
responden a una progresión casual de aciertos y de snfrw, Belmonte Avilés y Magli optaron por la traduc-
errores –aunque éstos contribuyesen, sin duda, a ción, igualmente válida, de “Las dos coronas de Se-
mejorar las técnicas y a subsanar las dificultades-, neferu”. En apoyo de esta versión lingüística, estos
sino a una relación causal subyacente al simbolis- expertos apelaron a la tonalidad particular de ambos
mo de estos recintos, entonces, otra vez se plantea monumentos: la Pirámide Roja, situada más al norte,
la misma pregunta: ¿Por qué razón necesitaría Se- está fabricada a partir de bloques de piedra caliza ro-
neferu tres pirámides, máxime, cuando la hipótesis jiza, representando pues la Corona Roja, dSrt, propia
más probable es que haya elegido como sepulcro, del reino septentrional, el Bajo Egipto; en contrapo-
precisamente, la primera de las tres que mandó edifi- sición, la Pirámide Romboidal, emplazada en el sur,

120 | Egiptología 2.0


aparecen en ambas) habrían sido definidas con un
peculiar simbolismo astronómico (solsticio de verano
y festival del año nuevo o Wepet Renpet) que po-
dría estar relacionado con la invención y el desarro-
llo posterior del calendario civil egipcio. También se
incluirían alineaciones astronómicas. Las pirámides
están casi perfectamente orientadas hacia el norte,
y sus corredores de acceso fueron construidos con
una pendiente tal que ésta facilitaría la ascensión del
rey a los cielos del norte, dominio de las estrellas
imperecederas, las <Ikhemu Seku>. Además, las pi-
rámides podrían estar asociadas a fenómenos ce-
lestes concomitantes con posibles manifestaciones
del poder del rey tras su muerte. En particular, la luz
zodiacal, Venus (o ambos) para el caso de la corona
blanca y la aurora boreal o la luz del amanecer para
el de la corona roja. Las pirámides bien pudieran ser
consideradas como luz petrificada” (Belmonte Avilés
y Magli; 2017:189-90).

Los Textos de las Pirámides incluyen una fórmula de


ascensión del faraón difunto, en medio de un paisa-
je celeste donde cobra especial importancia la Do-
ble Corona, asumiendo la maternidad del soberano:
“Conozco a mi madre, no he olvidado a mi madre
la Corona Blanca, resplandeciente y robusta, que
habita Nejeb, Señora de pr wr, Señora de la Tierra
de los Pastos, Señora de la Tierra Secreta, Señora
de los Campos de Pescadores, Señora del Valle de
los Bienaventurados. ‘Oh Roja, Oh Corona Roja, Oh
Señora de las Tierras de Dep, Oh Madre mía’, digo
yo, ‘dame tu pecho para que pueda succionar de él’,
Relieve de Seneferu, durante el Heb
Sed. | AKG / ALBUM.
así digo yo. ‘Oh hijo mío’, dice ella, ‘toma mi pecho
y succiónalo’, dice ella, ‘para que puedas vivir’, dice
fue elaborada a partir de piedra caliza blanca, como ella, ‘y ser pequeño (de nuevo)’, dice ella. ‘Tú as-
fiel espejo de la Corona Blanca, HDt, característica cenderás al cielo, como hacen los halcones, siendo
del reino meridional, el Alto Egipto. A mayores, en tus plumas las de los patos’, dice ella (…). ‘Voy al
sus estudios trajeron a colación un valioso registro cielo, para que pueda ver a mi padre, para que pue-
del reinado de Seneferu recogido en los Anales de da ver a Ra’, digo yo, ‘A los Montículos Altos o a los
Palermo, que Belmonte Avilés y Magli emparejaron de Seth. Los Altos Montículos me pasarán hacia los
con la intervención arquitectónica de este sobera- Montículos de Seth, a aquel alto sicomoro del este
no en Dashur, homenaje en piedra a la dualidad de del cielo, vibrante (de hojas), en el que los dioses se
la monarquía egipcia y del país amado por los dio- sientan, porque yo soy un halcón vivo que explora
ses: “El año de la erección de <Exaltada es la Co- el firmamento; porque soy el gran remo de la maña-
rona Blanca de Snofru sobre la Puerta Meridional> na que transporta el xAtAwy del cielo, porque soy de
y <Exaltada es la Corona Roja de Snofru sobre la paso grande y amplia zancada” (Declaración 470).
Puerta Septentrional>” (Serrano Delgado; 1993:64). A lo largo de los Textos de las Pirámides hacen acto
de presencia los Montículos de Seth, los de Horus y
A su modo de ver, Dashur es producto de un pro- los de Osiris, sin aclarar el simbolismo de estos ac-
yecto unificado que, desde un principio, ya preveía cidentes geográficos, aunque su explicación podría
la construcción de dos pirámides. Más allá de con- relacionarse con las montañas artificiales que los fa-
formarse con ser un simple lugar de enterramiento, raones mandaron alzar en las necrópolis del Imperio
representaría “la manifestación del poder del sobe- Antiguo, esto es, las propias pirámides. En cuanto
rano como Rey Dual del Alto y Bajo Egipto por imi- a la identificación del alma del rey a lo largo de su
tación simbólica (color, ubicación, tal vez también en viaje astral, los atributos que se le acomodan en el
la forma de los propios monumentos, troncocónica y citado pasaje coinciden con los de la constelación de
aplanada, respectivamente) de las coronas blanca y “Orión, largo de piernas y de amplia zancada” (De-
roja del Alto y del Bajo Egipto, respectivamente. Las claración 477).
pendientes de las pirámides (intercambiables pues

Egiptología 2.0 | 121


De ser cierta esta interpretación, en Dashur, más que
ante los caprichos de un faraón bipolar, nos encon-
traríamos ante la inflexible firma de un faraón dual,
comprometido por completo con su pueblo, liman-
do sus asperezas y evitando las escisiones. Ahora
bien, ¿fue Keops partícipe de la misma vocación que
su padre? ¿Asumió esta visión acerca de la identi-
dad faraónica, imprimiendo su carácter personal a
la usanza del doble enterramiento? ¿Es acaso su
complejo funerario de Guiza símbolo proverbial de
esta dualidad? Desde luego, la lectura astronómica
que Belmonte Avilés y Magli ratifican para Dashur Pirámides de Dashur. | Graham Parkin y
sirve de llave maestra a la hora de reconectar con Daniel López.
Guiza y abrir el cerrojo de su sentido, en función de
la lógica aplicada por el propio Belmonte Avilés al mide. También actuaba como enlace con las minas
“Horizonte de Keops”, a través de la hierofanía so- sinaíticas, como Uadi Maghara, donde se extraía el
lar, abarcando las dos pirámides más altas, la Gran cobre necesario para fraguar el instrumental de los
Esfinge y sus templos adyacentes, reproduciendo el picapedreros. El egiptólogo Pierre Tallet (1966), de
jeroglífico Axt durante el ocaso del solsticio estival. la Universidad de París IV París-Sorbonne, otrora
Al contemplar Guiza desde esta nueva perspectiva, presidente de la Sociedad Francesa de Egiptología
son muchas las evidencias, hasta ahora pasadas por y codirector de las intervenciones en el yacimiento
alto, que empiezan a encajar, como teselas de un de Uadi al-Yarf, divulgó los resultados de las campa-
mosaico incompleto. Una de estas pruebas se en- ñas en este sitio arqueológico a través de diversos
cuentra en el interior de la Gran Pirámide de Keops, artículos, como “Des serpents et des lions: la flot-
dentro de las cámaras de descarga que el arquitecto te stupéfiante de Chéops en mer Rouge”, en 2017,
planificó con objeto de distribuir las fuerzas y cargas contenido en el tomo Du Sinaï au Soudan. Itinéraire
del edificio y evitar el colapso de la Cámara del Rey: d’une archéologue. En él aborda Tallet la nomencla-
cuando Howard Vyse examinó estas salas por vez tura de cinco de las cuadrillas que desempeñaban
primera, allá por el año 1837, cayó en la cuenta de su oficio en las instalaciones anexas a la dársena:
que, sobre la mampostería, pervivía la tinta frescal rxw nbwy (“Los conocidos de los dos halcones de
de una secuencia jeroglífica, torpemente grafiada. oro”, siendo “los dos halcones de oro” el nombre de
Consiste, posiblemente, en marcas e indicaciones Horus de Keops), pr Smsw wr mAi (“Equipo, el gran
de los canteros que trabajaron en la construcción de león”), pr Smsw Xnmw xwf dwA wADyt (‘‘Equipo, Keops
la Gran Pirámide. Si bien los teóricos de la conspira- es quien reverencia a Uadyet’’), pr Smsw Xnmw xuf
ción especulan con la hipótesis de que haya sido el in wADyts (“Equipo, Keops es quien porta a Uadyet”)
propio Howard Vyse quien mandó garabatear estos y pr Smsw mA wrrt Xnmw xuf (“Equipo, su proa es el
bosquejos, dada su simplicidad y defectos ortográ- Ureo de Keops”). La diosa cobra Uadyet era patro-
ficos, lo cierto es que no cabe la menor duda sobre na del Bajo Egipto. Proveía al soberano dos de los
su autenticidad: muchas de las líneas continúan más más destacados iconos de la parafernalia faraónica:
allá de las junturas, por detrás de los bloques, de- el Ureo y la Corona Roja. De forma indirecta, tres
jando patente que son genuinas. Pues bien, entre de estas cuadrillas guardan relación con la Corona
estas inscripciones, Lepre pudo identificar en 1990 el Roja, en concomitancia con la referencia, más ex-
nombre de algunas cuadrillas de operarios, entre las plícita, a la Corona Blanca, hallada en el interior de
cuales figura “El equipo, la Corona Blanca de Xnmw la Gran Pirámide. Aunque contribuye a ello, este he-
xuf es poderoso”, donde Xnmw xuf, “el protegido del cho no constituye por sí solo, una prueba sólida del
dios Jnum”, constituye el cartucho de Keops, con la propósito final de las pirámides de Keops y Kefrén,
versión egipcia de su nombre. ¿Si hubo una cuadrilla como réplica de la Doble Corona, en modo parejo a
trabajando bajo el patrocinio de la Corona Blanca, cómo su padre plasmó este concepto en Dashur.
podría otra haber recurrido al socorro de la Corona
Roja? Uadi al-Yarf aporta un par de pistas más a favor de
un proyecto unificado en Guiza: en 2013 se descu-
Uadi al-Yarf, en la costa del Mar Rojo, no es solamen- brió allí el Diario de Merer, que comprende el con-
te el puerto artificial más antiguo del mundo: data de junto de papiros egipcios más antiguo de que hay
los tiempos de Keops y constituye uno de los centros noticia y que saltó directamente a las portadas de los
neurálgicos de la construcción de su complejo fune- medios de comunicación de todo el planeta por ayu-
rario en Guiza. En Uadi al-Yarf se embarcaban una dar a comprender mejor el sistema seguido por los
media de 200 bloques de caliza blanca al mes, de constructores de las pirámides. Contiene el albarán
entre 2 y 3 toneladas de peso cada uno, se cree que de un funcionario egipcio, llamado Merer, encargado
destinados al revestimiento externo de la Gran Pirá- de supervisar e inspeccionar el tráfico de gabarras

122 | Egiptología 2.0


canal que, desde el Nilo, alimentaba las aguas de
dicho embarcadero. Cualquiera que sea, entre estos
tres topónimos, la correcta identificación de Roshe
Jufu, la boca o entrada al lago de Keops, entonces
el hidrónimo “lago de Keops”, S Xwfw(i), en ocasiones
desarrollado en el Diario de Merer como S Axt Xufw(i),
el “lago del Horizonte de Keops”, tan solamente po-
dría aplicarse al vasto estanque artificial dispuesto
frente a la Gran Esfinge de Guiza, que la arqueología
moderna ha rebautizado como embarcadero de Ke-
frén, pese a que esta denominación, a la luz de los
nuevos datos, quizás conduzca a equívocos: ¿Si el
embarcadero de Kefrén fue, realmente, el “lago del
Horizonte de Keops”, no es posible también que sus
edificios anexos, como la Gran Esfinge de Guiza, el
Templo de la Esfinge e incluso el Templo del Valle de
Kefrén, fuesen proyectados por los arquitectos del
propio Keops, como parte integrante de un complejo
funerario único? Belmonte Avilés así lo piensa.

La Gran Esfinge de Keops

Las marcas de control de Uadi al-Yarf proporciona-


rían una tercera evidencia a favor de esta teoría: en
2016, el investigador español Georgeos Díaz-Mon-
texano (conocido en el ámbito académico por sus
controvertidas tesis sobre el emplazamiento de la
Atlántida en la península ibérica, cotejándola con el
antiguo reino de Tartessos) postuló que el nombre
de una de las cuadrillas operativas en el puerto eri-
treo, a saber, pr Smsw wr mAi (“Equipo, el gran león”),
se habría escogido en alusión al gigantesco felino
que a la sazón se tallaba a las puertas del “Horizonte
de Keops”, esto es, la Gran Esfinge de Guiza. Dicha
proposición no solamente coincide con la nomencla-
tura de las demás cuadrillas, en lo tocante a la co-
rrelación de las dos pirámides con las dos coronas,
sino que parece acomodarse a cierto cargo ejercido
Reconstrucción de la Doble Corona. por uno de los más altos mandatarios de la corte de
| Bob deWitt. Keops, el gran visir Hemiunu. Se le suele identificar
con el personaje homónimo citado entre los hijos del
hacia Guiza. En sus anotaciones menciona hasta príncipe Nefermaat, gran visir y vástago de Sene-
17 veces el lugar r S Xwfw(i), la “entrada al lago de feru, en su mastaba de Meidum, lo que lo convertiría
Keops”, según la versión editada en 2017 por el Ins- a Hemiunu en sobrino carnal de Keops. No obstante,
tituto Francés de Arqueología Oriental, bajo el epí- en 1941 el egiptólogo alemán Herman Junker (1877-
grafe Les papyrus de la Mer Rouge i le <Journal de 1962) prefirió incluir a Hemiunu entre los hermanos
Merer> (Papyros Jarf A et B). El tren de gabarras que menores de Keops, apelando al grado de parentesco
atracaba en Roshe Jufu tardaba solamente un día en que se le atribuye en su tumba, como sA nsw n Xtf,
desplazarse hasta el muelle de Guiza, descargar una “hijo del rey, de su cuerpo” y que, aun sin aclarar su
ingente cantidad de bloques –actividad que consu- paternidad, los indicios lo apuntarían como hijo de
miría la mayor parte de esas 24 horas- y poner rum- Seneferu, en lugar de su nieto.
bo de retorno a las canteras, razón por la cual Roshe
Jufu se enclavaría en un entorno muy cercano a las Sea como fuere, en el Museo Roemer y Pelizaeus de
pirámides. Considerando, además, que la desestiba Hildesheim se custodia la magnífica estatua sedente
se efectuaría en el embarcadero ubicado frente a los de Hemiunu, procedente de la mastaba G4000: glo-
templos de la Esfinge y del Valle de Kefrén, se ha sa los oficios que profesó en vida, entre los cuales se
tratado de identificar Roshe Jufu con el poblado de cita el de mDH nsw, literalmente “carpintero del rey”,
Heit el-Gorab o con alguna de las aldeas de Nazlet una fórmula abreviada para la expresión mDH qdw nsw,
el-Sissi y Nazlet el-Batran, antaño separadas por el “carpintero-constructor del rey” o, lo que es igual, ar-

Egiptología 2.0 | 123


tructiva de la historia de Egipto, solamente encuentra
parangón en una estatua concreta: la Gran Esfinge
de Guiza. No en vano, los dos edificios más altos fa-
bricados por el ser humano hasta la construcción de
la Torre Eiffel (1889) requerirían, para gloria de Mehit
y siguiendo una proporción más propia de gigantes,
la más colosal de todas las esculturas de la época
antigua, con sus cerca de 20.000 toneladas.

De ser así, sorprendería el escaso protagonismo de


Mehit dentro del culto heliopolitano: los Textos de las
Pirámides la mentan solamente en una jaculatoria de
Yacimiento arqueológico de Uadi al-Yarf. resurrección, considerándola diosa de la lactancia y
| Pierre Tallet. asociándola a Anubis, en medio de un oscuro pasaje
astronómico en el que se escenifica la entrada del
quitecto real. Concuerda con otro de los oficios a él
faraón difunto a través del horizonte occidental y su
encomendados, mr kAt nbt n nsw, “supervisor de todas
posterior ascenso al firmamento, siguiendo la órbita
las obras del rey”. Se trata, de hecho, del único fun-
del Sol (Ra), en presencia de Canopo (Horus-Sopdu)
cionario de Keops que ocupó tal posición; de ahí que
en el sur y las estrellas circumpolares en el norte:
se tome a Hemiunu como el máximo responsable de
“Oh Osiris Rey (…), entrarás en estas tierras occi-
la construcción del “Horizonte de Keops” y los de-
dentales por el camino de los Seguidores de Ra (…).
más trabajos auspiciados por este faraón. Más allá
Tú eres quien les impide quedar inertes en tu abra-
de esta circunstancia, en uno de los arquitrabes de
zo; subes hacia ellos con poder efectivo, como todos
la G4000, justo a continuación del cargo de arquitec-
mis hijos, como todos mis hijos, en este tu nombre
to real, figura una enigmática función: mDH qdw mHyt,
de Sopdu. Tu mayal está en tu mano, tu cetro está
“carpintero-constructor (de la imagen) de la diosa
en tu mano, los asesinos caen sobre sus caras ante
leona Mehit”, título habitualmente interpretado como
ti, las Estrellas Imperecederas se arrodillan ante ti.
“artesano de Mehit” o “capataz de las edificaciones
Tú eres quien les impide soltarse de tu abrazo; ven
de Mehit”.
a ellos en este tu nombre de Mehit. Ellos te reco-
Según Toby A. H. Wilkinson, a esta deidad benefac- nocen en este tu nombre de Anubis; los dioses no
tora, de apariencia felina, se la tuvo durante el Pe- descenderán contra ti en este tu nombre de Diosa de
ríodo Dinástico Temprano como guardiana de los la leche” (Declaración 578). De representar Anubis y
lugares sagrados. Por ello, en agosto de 2013, en su Mehit algún objeto celeste o constelación, segura-
artículo “Hem-Iun, ¿arquitecto de la Gran Pirámide o mente ocuparía el flanco vacante del cielo, el oriente,
de la Esfinge?”, Georgeos Díaz-Montexano sugirió a fin de simbolizar la jurisdicción del faraón sobre los
que la efigie de Mehit tallada bajo la supervisión de cuatro puntos cardinales, como luego se verá. Ocu-
Hemiunu podría corresponderse, en realidad, con la rre, en todo caso, que el culto a Mehit tenía su sede
Gran Esfinge, celosa cuidadora de la meseta de Gui- en Tinis, en el Alto Egipto, quedando su ámbito de
za en general y de los espíritus que en habitan este influencia muy lejos del círculo heliopolitano. Otro
cementerio en particular. Por su parte, Manu Seyf- tanto le sucedió al dios Jnum, demiurgo y alfarero,
zadeh, Robert M. Schoch y Robert Bauval apunta- sacrosanto patrono de Keops, titular de las tríadas
rían en 2017 una imaginativa traducción, tan poética de Esna y Elefantina, pero prácticamente invisible en
como surrealista, rayana en el absurdo, “Guardián los Textos de las Pirámides.
de los Archivos de Mehit”, señalando igualmente a
De ser cierto que el “Horizonte de Keops” se planificó
Mehit como el modelo primigenio en que se inspiró
como encarnación física del signo Axt, el Sol entre las
la Gran Esfinge. Más allá de estas elucubraciones, el
dos montañas, lo cierto es que las obras de la segun-
título de mDH qdw mHyt está constatado al menos des-
da pirámide no solamente fueron terminadas bajo el
de la III Dinastía, cuando el noble Hesy-Ra (S2405)
mecenazgo de Kefrén, sino que éste aprovecharía
lo detentó en tiempos del faraón Dyeser. Luego, en
para apropiarse la autoría de dicha infraestructura a
la IV Dinastía, un hijo de Keops, el príncipe Upemne-
tal punto de convertirla en su monumento funerario.
feret (G1201), alcanzaría este mismo privilegio, pro-
Pero, ¿quién fue este gobernante y cómo accedió
bablemente tras la desaparición de Hemiunu. Más
al trono? Los cuentos mágicos del Papiro Westcar
tarde, a finales de la V Dinastía, lo obtuvo el digna-
(Papiro de Berlín 3033), fechado en la XII Dinastía,
tario Sechu (G2352). No cabe duda de que, entre la
señalan a Kefrén como hijo de Keops, si bien Hero-
III y la V Dinastía, fueron muchos los santuarios y
doto de Halicarnaso, escribiendo muchas centurias
muchas las estatuas consagradas a la veneración de
después, en el siglo V a. C., lo considera su herma-
Mehit; sin embargo, la notoriedad de Hemiunu y su
no, una filiación idéntica a la que luego contiene la
responsabilidad al frente de la mayor empresa cons-
obra de Diodoro de Sicilia. Al departir sobre Keops y

124 | Egiptología 2.0


so, lo que arrojaría un mandato de, cuando menos,
22 años. Es posible que tras éste reinase, aunque de
forma efímera, un hijo suyo, puede que Baka, quizás
Setka, comenzando a edificar la Pirámide septentrio-
nal de Zawyet el-Aryan y dejándola inconclusa por
causa de su brevísimo reinado, de apenas 2 años de
duración. La otra opción que se baraja es que Kefrén
haya accedido al rango de faraón directamente tras
la muerte de su hermano Dyedefra. Aun partiendo
de los cálculos más prudentes, llama la atención que
durante los 48 años transcurridos, como mínimo,
bajo las administraciones de su padre y de su her-
mano, ninguna inscripción constate la presencia o la
mera existencia de Kefrén, pese a que las funcio-
nes principales del gobierno quedaban circunscritas
precisamente a los parientes más allegados del rey.
En alguna parte, el hombre que la historia recordaría
como Kefrén, debería de estar preparando su tumba
como noble, ejerciendo un cargo público acorde a su
estatus social, mientras veía pasar el poder supre-
mo, primero a las manos de Dyedefra y luego a las
de su progenie, hasta que la repentina desaparición
de Setka/Baka supuso un inesperado giro de 180º
en el devenir de los acontecimientos.
Diario de Merer. | Pierre Tallet.
Para salvar esta problemática, se ha sugerido que,
la construcción de su pirámide, el relato del historia- antes de ser coronado, Kefrén sí pudo haber forma-
dor griego se torna fantasioso por momentos –como do parte activa de la corte, si bien como otro perso-
cuando menciona que este faraón, de personalidad naje, con otro nombre, después modificado de for-
impía y codiciosa, habría ordenado el cierre de los ma oportuna de cara a su ascenso al trono. El mejor
templos y prostituido a su propia hija para conseguir candidato para esta identificación, en la opinión de
los fondos necesarios para completar la empresa de Rainer Stadelmann, es el príncipe Jufujaf, poseedor
Guiza-, mientras que otros pasajes resultan tan verí- de una mastaba doble (G7130-7140) en el cemen-
dicos que parecieran extraídos del Diario de Merer: terio oriental de Guiza, junto a la del príncipe Kauab
“A unos, pues, se les encomendó, desde las can- (G7110-7120) y al pie de las pirámides G1-b y G1-
teras en la montaña arábiga –desde ellas- arrastrar c: se desempeñó Jufujaf como gran visir, prueba de
piedras hasta el Nilo; y de estas piedras, una vez su preeminencia, e incluso fue laureado con el título
pasadas al otro lado con barcas, ordenó a otros de iry pat, “vigilante de los patricios”, un epíteto tan
hacerse cargo de ellas ya hasta la que se denomina selecto que se solía reservar para el príncipe here-
montaña líbica –hasta ella- arrastrarlas” (Historias, II dero. Sus nombres son paralelísticos: mientras el de
124,2). Algunas veces se ha malinterpretado cierta Kefrén, xafra, significa “el que aparece como Ra” o
afirmación de Herodoto, al aseverar que fue Keops “resplandeciente como Ra”, el de Jufujaf, xafxwfw(i),
quien, con el capital obtenido por su hija en la casa se traduce como “el que aparece como Keops” o
de lenocinio, “había construido la pirámide que se “resplandeciente como Keops”. Aconteció a la muer-
alza en medio de las tres –delante de la gran pirámi- te de Keops que su sucesor, Dyedefra, hizo uso del
de-, de la que cada lado es un pletro y medio” (His- nomen por primera vez en la historia de la titulatura
torias, II 126,2). No debe ponerse en paralelo con real del antiguo Egipto: consiste en un cartucho en-
la pirámide de Kefrén, sino que, dadas sus dimen- cabezado por la expresión sA ra, “hijo de Ra”. Para
siones, conviene mejor aplicar esta noticia a las tres el resto de los faraones, sA ra representaría una le-
pirámides de las reinas y, concretamente, a la pirá- gitimación metafórica de su sangre divina, como
mide G1-b, hoy por hoy asignada a Meritites I. miembros y descendientes de un linaje ancestral
que hacía remontar sus orígenes al mismísimo dios
La fecha más alta conocida para el reinado de Keops Sol. Para los hermanos Dyedefra y Kefrén, este títu-
es la decimotercera ocasión del censo. Dado que es- lo invocaba un significado mucho más tangible, en
tas matrículas tenían una ocurrencia bianual, según cuanto a hijos carnales del hombre que había hecho
se deduce por los Anales de Palermo, su reinado un dios de sí mismo, solarizándose, a través de la
abarcaría un mínimo de 26 años. A continuación se meticulosa disposición astronómica de su complejo
produjo la entronización de Dyedefra, cuya fecha funerario, recreando las dos colinas entre las que se
más alta conocida es la undécima ocasión del cen- pone y renace el Sol. Con motivo de su tránsito a la

Egiptología 2.0 | 125


lares entre 1900 y 1901, cuando el egiptólogo Émile
Gaston Chassinat (1868-1948), miembro del Institu-
to Francés de Arqueología Oriental, exploró el sitio
arqueológico de Abu Roash, un gran pozo funerario
con una rampa de acceso, en el corazón de un re-
cinto cuadrangular, formado por las primeras hiladas
de lo que supuso, por diseño, que antaño hubo de
ser una pirámide o, cuando menos, un templo so-
lar. A medida que avanzaban las excavaciones de
Chassinat, salió a la luz gran multitud de fragmen-
tos escultóricos de cuarcita, cuyos jeroglíficos las
identificaban como estatuas del faraón Dyedefra:
pese a ser hijo de Keops, hermano de Kefrén y tío
de Menkaura, tres monarcas cuya fama ha pervivi-
do al paso de los siglos y traspasado las barreras
del tiempo debido al monumental conjunto de Guiza,
Dyedefra apenas aparece referenciado por las fuen-
tes históricas, inscripciones y monumentos del anti-
guo Egipto. Dicha circunstancia extrañó sobremane-
ra a Chassinat, alertado además por el lamentable
estado de conservación de todo el complejo de Abu
Roash: presupuso que, en el mejor de los escenarios
posibles, la pirámide de Dyedefra nunca había llega-
do a terminarse, quizás por causa de un reinado tan
breve como caótico; o que, en el peor de los casos,
después de terminada la pirámide, se habría proce-
dido a su demolición. Cayó también en la cuenta de
que Dyedefra no fue el hijo mayor de Keops y que,
por consiguiente, no se trataba del heredero directo
del trono.

La imaginación del arqueólogo francés echó a vo-


lar, considerando todo el yacimiento de Abu Roash
como la perfecta escena de un crimen. En gran me-
dida, la interpretación de Chassinat ha de contem-
plarse dentro del contexto histórico determinado que
Hemiunu, el arquitecto de la Gran Pirámide.
le tocó vivir, haciéndonos cargo de la metodología
| Wikimedia Commons.
propia de su tiempo, cuando las lagunas que iban
otra vida, Keops dejó atrás su identidad de xwfw(i), apareciendo en la fase de documentación se solían
para ser Ra, uno con Ra y verdaderamente Ra, en la rellenar, con mejor o peor fortuna, echando mano de
misma medida en que el nombre de xafxwfw(i) hubo ingenio y de grandes dosis de fantasía. Así, el resu-
de experimentar esta misma metamorfosis, quizás men de la biografía de Dyedefra, según la mirada
no de forma inmediata, pero sí necesaria al tiempo de Chassinat, entregado por completo a su papel de
de su coronación, reescribiéndose entonces su nom- criminalista de ocasión, sería el siguiente: el ambi-
bre de pila como xafra, con objeto de ajustarse mejor cioso segundogénito de Keops, deseando hacerse
a las nuevas naturalezas tanto del padre como del con las riendas del estado, habría incurrido en fratri-
hijo. Ahora bien, ¿qué sucedió en Egipto durante el cidio, asesinando al primogénito, el príncipe Kauab,
largo paréntesis de 22 años, según el cómputo más a fin de ocupar su lugar en el trono, a la muerte de su
favorable, que se extiende entre el pretendido doble padre. Al mismo tiempo, y para legitimar su posición,
enterramiento de Keops y la entronización del hom- se desposaría rápidamente con la viuda de Kauab, la
bre que habría de usurpar la segunda pirámide de princesa Hetepheres II, la cual, debido a las costum-
su Horizonte? bres endogámicas de la casa real egipcia, era her-
mana de ambos. Encarnando al dedillo el estereo-
Un crimen pasional en la Era de las Pirámides tipo de oveja negra de la familia, Dyedefra también
evitaría enterrarse cerca del lugar elegido por su pa-
En plena IV Dinastía, a la que se atribuye la cons- dre Keops, decidiendo proyectar su propia pirámide
trucción de las pirámides más altas y sólidas de fuera de la necrópolis de Guiza, ocho quilómetros al
Egipto, confunde encontrar un faraón prácticamente norte, en el enclave de Abu Roash. Más tarde, un
desconocido: Dyedefra. Su existencia saltó a los titu- cuarto hermano, Kefrén, entraría en escena. Apoya-

126 | Egiptología 2.0


reinado de Dyedefra no constituyó más que un im-
passe de espera durante el cual los egipcios pare-
cen haberse limitado a elevar plegarias a sus dioses,
clamando por la restauración de la dinastía real a
través la línea de sangre correcta, representada en
este caso por Kefrén. No obstante, en las últimas
décadas, nuevas exploraciones están ayudando a
refutar los planteamientos de Chassinat.

Para empezar, ahora sabemos que la pirámide de


Abu Roash sí fue terminada: al pie de su cara orien-
tal se han localizado los restos del templo funerario,
en activo, con un grupo de sacerdotes dedicados
por completo al culto del faraón divinizado, al me-
nos hasta finales de la V Dinastía. Igualmente, se
han encontrado millares de pequeños recipientes
Restos de la pirámide de Abu Roash.
de ofrendas, que arrojan una visión muy distinta de
| Wikimedia Commons.
Dyedefra: más allá de ser el villano que en él qui-
do por el grueso de los cortesanos –horrorizados por so entrever Chassinat, parece haber sido un gober-
el sanguinario alzamiento de Dyedefra-, Kefrén se nante muy querido y honrado por el pueblo egipcio,
levantaría contra su hermano, despojándolo por fin merced a la gran devoción patente por el cuantioso
de su cruento ejercicio del poder. Habiendo prospe- material de carácter votivo que se ha hallado alre-
rado el golpe de estado, el fratricida caería definitiva- dedor de esta pirámide. El hecho de que el nombre
mente en desgracia, muriendo quizás a resultas de de Dyedefra sea glorificado por Meresanj III, hija de
la revuelta. Su monumento funerario sería entonces Kauab y esposa de Kefrén, en los textos inscritos en
desmantelado, piedra a piedra, mientras su indus- su mastaba (G7530), no concuerdan con los que ca-
tria estatuaria sufriría una persecución sistemática. bría esperar por parte de la resentida hija del hombre
Y penaría por su delito a través de la damnatio me- presuntamente asesinado por su hermano, ni tam-
moriae, quedando privado de la posibilidad de salir poco con los de la esposa del hombre que se habría
al día, negándole por completo el don de la inmorta- levantado violentamente en armas contra él. Así, la
lidad del alma. gentileza que Meresanj III tiene para con su tío y pa-
drastro, Dyedefra, echa por tierra tanto la hipótesis
Esta versión de los hechos, con gran abuso de la del asesinato de Kauab como la del posterior golpe
conjugación en condicional, quedó registrada en de estado liderado por Kefrén. En lo tocante a las es-
“Note sur les fouilles d’Abou Roash (1900-1901)”, el tatuas rotas y al desmontaje de la práctica totalidad
brevísimo artículo publicado en la revista Comptes de las hiladas de la pirámide de Abu Roash, este sa-
rendus de l’Académie des Inscriptions et Belles-let- queo dataría, en realidad, del período romano, cuan-
tres con el que Chassinat despachó en unas pocas do todo el recinto fue empleado como cantera de pie-
páginas la exploración de este sitio arqueológico. dra ya tallada, reciclada para la puesta en marcha de
Este compendio sirvió para forjar el falso mito de nuevas infraestructuras. El expolio continuaría hasta
enfant terrible que desde entonces persigue a la fi- las postrimerías del siglo XIX, poco antes de las ex-
gura de Dyedefra, culpabilizándolo y condenándolo cavaciones de Chassinat, de cuando existe constan-
en base a pruebas circunstanciales, sin derecho a cia de una operación comercial a gran escala que
un juicio justo. Es más, prácticamente ninguna publi- servía de piedra los mercados de El Cairo, con un
cación seria discutirá esta presunción a lo largo del movimiento de 300 camellos cada día.
siglo XX, pasando de escribirse la historia de Dyede-
fra en condicional a conjugarse en pretérito perfecto En líneas generales, el presunto abandono de Gui-
simple; haciendo que el hipotético asesino pasase za y la selección del emplazamiento de Abu Roash
a serlo de facto. Para colmo de males, que el entor- como morada para la eternidad por parte de Dyede-
no de Abu Roash permaneciese inmerso en medio fra no prueban, de por sí, que su comportamiento
de una zona militarizada no ayudaría a equilibrar la refleje la actitud de un renegado. Echando la vista
situación, por haber limitado durante décadas el ac- atrás, su bisabuelo, el faraón Huny, se había man-
ceso de expertos a esta región. En cierta medida, la dado inhumar posiblemente en Zawyet el-Aryan (o
solución de continuidad dada por Belmonte Avilés a puede que en Abusir Sur); a continuación, el hijo de
los reinados de Keops y Kefrén a la hora de asignar éste, Seneferu, prefirió Meidum y Dashur como ce-
a ambos faraones el gran proyecto común de Guiza, menterios, edificando la Falsa Pirámide, la Pirámide
obviando el período de Dyedefra, es casi un efec- Roja y la Romboidal; luego, su hijo, Keops, determi-
to secundario de esta percepción de la historia, tan nó que Guiza sería el lugar más idóneo para levan-
interiorizada por la egiptología tradicional, donde el tar su propio mausoleo; acto seguido, haciendo lo

Egiptología 2.0 | 127


Cabeza en cuarcita de Dyedefra. Museo del Louvre. | DEA / ALBUM.

propio, Dyedefra buscará también su propia identi- tre los 76 reyes de la Lista Real de Abidos, conocida
dad, alejándose de los complejos mortuorios de sus por la sonada ausencia de ciertos soberanos, purga-
ancestros, tal y como estos mismos ancestros ha- dos como consecuencia de pertenecer a una etapa
bían obrado, haciendo gala de unas pautas y patrón turbia en la historia de Egipto o haber sido víctimas de
habituales que, en realidad, solamente serán altera- la damnatio memoriae, caso de las dinastías hicsas,
das con Kefrén, al enterrarse éste junto a su padre, del período amarniano o de la reina-farón Hatshep-
dando pábulo a una nueva costumbre. Si bien nun- sut. La Lista Real de Saqqara, grabada en la tumba
ca se ha teorizado sobre la existencia de disputas del sacerdote Tenry y que reproduce un listado más
entre Seneferu y Huny, ni entre Keops y Seneferu, selecto de 58 gobernantes, tampoco se olvida de ci-
ante una determinada forma de actuar, sí que estos tar a Dyedefra. Es más, la Tablilla de Escritura de
modos han levantado sospechas cuando el protago- Guiza, descubierta en 1904 en la mastaba del oficial
nista es Dyedefra; aspecto que, más que justificar Sedyemu (G1011), solamente incluye ofrendas para
la culpabilidad de Dyedefra, demuestra una caza de cinco mandatarios de entre la II y la V Dinastía, sien-
brujas contra su persona, encabezada por la arqueo- do Dyedefra y Kefrén los únicos representantes de la
logía moderna. En este sentido, son de agradecer IV Dinastía. Se ha perdido el primero de los cuentos
los esfuerzos llevados a cabo recientemente para mágicos del Papiro Westcar (Papiro de Berlín 3033),
poner en valor su figura y la campaña para limpiar su aunque su estructura permite adivinar que se trata
imagen, haciendo llegar este complejo affaire inclu- de cuatro relatos puestos en boca de los cuatro hijos
so al público generalista, de la mano del documental de Keops que ceñirían la Doble Corona: Dyedefra,
The Lost Pyramid, dirigido por Dan Oliver y distribui- Kefrén, Baufra y Dyedefhor, cuyos cuatro nombres
do en 2008 por The History Channel. aparecen en el interior de otros tantos cartuchos, en
una inscripción del Uadi Hammamat, donde excava-
Existen múltiples razones para pensar que Dyedefra ron en busca de basalto y esquisto.
fue digno sucesor de su padre: su nombre figura en-

128 | Egiptología 2.0


Ciertos indicios apuntan a Dyedefra como acérrimo vez no debe achacarse a la falta de documentación,
defensor del régimen de su padre, como por ejem- sino que estaría en consonancia con el nuevo ‘culto’,
plo, su nombre de Horus de Oro: mientras Seneferu en el que el monarca se habría equiparado con el
se hizo coronar como “el halcón dorado”, Keops dio dios mismo. De ser cierto, entonces los reyes ‘solari-
un paso más en este sentido para convertirse en “el zados’ tendrían la necesidad de mostrar, de un modo
doble halcón dorado”, mientras Dyedefra culminó explícito y monumental, su estirpe directa con el dios
esta tradición, eligiendo para sí el nombre de “el triple Sol en sus en sus complejos funerarios”. Recuerda a
halcón dorado”, homenajeando con ello a su padre la mala fama y reputación de que gozó Keops entre
y a su abuelo. El hecho de que sea el primer faraón los sacerdotes de la Baja Época, transmitida a He-
en añadir a su titulatura el epíteto de sA ra, glorifican- rodoto de Halicarnaso por sus guías, al afirmar que
do así la majestad de su padre terrenal y elevándolo este faraón decretó la clausura de templos y la abo-
al rango celestial, le otorga a Dyedefra un papel re- lición de ceremonias: “Al reinar sobre ellos Quéops,
levante en el proceso de solarización de mediados los condujo a una total desventura: en efecto, tras
del Imperio Antiguo, haciendo despuntar el culto he- cerrar todos los santuarios, en primer lugar les impi-
liopolitano como religión de estado. Precisamente, la dió los sacrificios y, luego, ordenó a todos los egip-
elección de Abu Roash como lugar de enterramiento cios trabajar para él” (Historias, II 124,1). Quizás se
se ha tratado de explicar apelando al hecho de que trate de un eco amplificado y desvirtuado del hipoté-
este promontorio constituye el techo de la necrópolis tico enfrentamiento entre el palacio real y las teolo-
menfita, el punto más alto que existe en el entorno de gías locales de cada provincia –aun sin constancia
Heliópolis y, por lo tanto, el más cercano a la bóveda histórica de su prohibición, sino más bien de su sim-
celeste y, con ello, también a la singladura diurna de ple secundarización-, al primar sobre todas ellas la
la barca de Ra. Gracias a la elevación de Abu Roash, helipolitana; gesto al que los sacerdotes de Atum-Ra
aunque la altura de la pirámide de Dyedefra, de ape- habrían correspondido otorgándole, póstumamente,
nas 128 codos reales (67 metros), fue sensiblemente la unión física y espiritual con este dios.
inferior a la Gran Pirámide, la elevación del terreno
tuvo como efecto colateral que su cúspide estuviese Los ecos de esta solarización se perpetuarían en
muy por encima de la piedra apical de Keops y del la historia egipcia, resonando todavía en el Imperio
vértice de cualquier otra pirámide egipcia. Además, Nuevo: a uno de los himnos más exquisitos del Libro
la distancia entre Abu Roash y el Templo de Atum de los Muertos, la fórmula LXIV, se le solía añadir
en Heliópolis es bastante menor a la que existe en- una rública explicativa, dando a conocer que el prín-
tre este último santuario y la meseta de Guiza. Fue cipe Dyedefhor, otro hijo de Keops y hermano, por
Dyedefra quien inauguró la costumbre de incluir la tanto, de Dyedefra, había localizado el texto original
mención al Sol en el nombre de pila del gobernante, en el Templo de Tot, durante su labor fiscalizadora en
Ddfra (“Perdurable como Ra”), xafra (“Resplandecien- los santuarios y centros religiosos: “Esta fórmula fue
te como Ra”), mnkAwra (“Estable como los -14- kas de encontrada en Hermópolis sobre un bloque de cuar-
Ra”), auspiciando el advenimiento de la V Dinastía, cita del Alto Egipto pintada con auténtico lapislázuli,
de la que siempre se ha entreveído su posible filia- bajo los pies del dios [Tot], en tiempos de la Majestad
ción sanguínea con Dyedefra, a través de la princesa del Rey del Alto y Bajo Egipto, Micerino, prolamado
Neferhetepes. justo, por el príncipe Djedefhor, proclamado justo,
que lo encontró cuando marchó a inspeccionar los
Esta hoja de ruta le vino pautada a Dyedefra en virtud templos, al tiempo que un séquito lo acompañaba
de la política religiosa de Keops, quizás el equiva- para ello. Lo había solicitado para sí como obsequio
lente egipcio de Luís XIV de Francia, “le Roi Soleil”, y la había dado a conocer, como una maravilla, al
así recordado acudir al Ballet Royal de la Nuict, en rey cuando vio que se trataba de una cosa de mu-
1653, ataviado con los ropajes del dios olímpico Apo- cho secreto, que no había sido vista nunca antes ni
lo. Giulio Magli, en las conclusiones de su artículo conocida”, según la traducción de Federico Lara Pei-
“Topography, astronomy and dynastic history in the nado. Otras tres fórmulas del Libro de los Muertos,
alignments of the pyramid fields of the Old Kingdom”, la 30 B, 137 A y 148, procederían, igualmente, del
publicado en el décimo número de la revista Medi- Templo de Tot, aunque ninguna aborda de modo tan
terranean Archaeology and Archaeometry y editado clarificador la fusión de Ra y el faraón bajo una sola e
por la Universidad del Egeo, en Mitilene, vislumbra indivisible personalidad: “<Yo soy ayer y conozco el
cómo las aspiraciones de Keops a la divinidad trae- mañana. Yo soy Ra y Ra es yo mismo… Yo soy due-
rían aparejado un cambio sustancial en los rituales y ño del alma (de Ra), que me envuelve en su seno>.
monumentos funerarios: “De acuerdo con los acadé- De este modo el rey se confunde con el propio gran
micos más reputados, como Stadelmann y Hawass, dios; por consiguiente, al igual que el dios, será el
Keops se presentó a sí mismo como la encarnación protector para los seres humanos, al que nunca se
de Ra. A este respecto, Hawass subraya el hecho invocará en vano. El <buen señor> le ha permitido
de que no se conozca ningún relieve donde Keops anunciar: <Yo reanimo al que desfallece, puesto que
aparezca realizando ofrendas a los dioses, lo cual tal el que llora será salvado>. El himno termina con esta

Egiptología 2.0 | 129


más recientes sobre dicha necrópolis avalan este úl-
timo escenario, favorable a la existencia de una cro-
nología larga de Dyedefra hasta ahora desestimada
y de la que existen más indicios: en el foso de la
barca solar de Keops, junto a la mayor de las pirá-
mides de Guiza, se ha descubierto un par de inscrip-
ciones con el cartucho de Dyedefra, indicando que
el depósito de esta embarcación formó parte de una
ofrenda en memoria de su padre, hecha con ocasión
del undécimo censo. Por consenso académico, los
reinados de la IV Dinastía se calculan en base a las
fechas máximas de sus censos bianuales, con la ex-
cepción de Seneferu, dado que para éste faraón se
conoce, al menos, la existencia de dos censos en
años consecutivos, según los registros de los Anales
de Palermo. Los defensores de la cronología corta de
Dyedefra parten de la hipótesis de que este faraón
haya asumido un sistema anual de censos cuando,
en realidad, no consta ni la menor evidencia a favor
de esta posibilidad; de hecho, se cree que Seneferu
optó por tal vía a fin de afrontar la construcción de
tres pirámides distintas, prácticamente al mismo
tiempo, una circunstancia tan excepcional que no
tiene parangón dentro del reinado de Dyedefra o de
cualquiera de los otros faraones de la IV Dinastía.
La cronología larga es, de hecho, la más plausible,
ajustándose bien a la evidencia arqueológica de Abu
Roash y Guiza.

El valor de las inscripciones de Dyedefra en el foso


de la barca solar de Keops va mucho más allá de una
Hetepheres II, consorte de Kauab y de Dye- mera contribución a la cronología: es la prueba feha-
defra, junto a su hija Meresanj III. ciente de que, pese a su labor constructiva en Abu
| Wikimedia Commons. Roash, no abandonó del todo Guiza, al completar allí
el complejo funerario de su padre, en lo tocante a la
magnífica exaltación del rey al Sol en la cual anun-
barca solar que habría de permitir a este soberano
cia su fusión con el Todo: <¡Oh Sol!... tú estás en
completar su destino estelar, ascendiendo a los cie-
mí y yo en ti, tus formas son mis formas. Yo soy la
los y acompañando al dios Sol en su infinito ciclo de
inundación (es decir, la fuerza creadora). El gran lí-
regeneraciones. Tras la entronización, el deber filial
quido ignorado (esto es, el caos primordial), es mi
obligaba al nuevo faraón a consumar aquellos pro-
nombre. Las transformaciones de Atum (el espíritu
yectos que su predecesor dejase a medio hacer, es-
difuso que anima la materia), la vegetación terrena
pecialmente, aquellos conexos con el cumplimiento
de Atum, soy yo… ¡Yo veo eternamente las formas
de las pompas fúnebres. Es lo que se colige, al me-
de los hombres!>. Este himno, en el que el rey se da
nos, del decreto más antiguo que ha subsistido del
como encarnación del mismo Ra, nos da a entender
Imperio Antiguo, en el que Shepseskaf se compro-
al propio tiempo lo que es el poder divino que el fa-
metió a finalizar el complejo mortuorio de Menkaura:
raón ejerce sobre la tierra. Ra y el rey se confunden
“Horus Shepsejet, en el año después de la prime-
en el Gran Dios. Tienen la misma <forma>, el mismo
ra ocasión del censo del ganado y de los rebaños
ka, la misma esencia divina” (Pirenne; 1963:156).
(…). El Rey del Alto y del Bajo Egipto, Shepseskaf.
El retorno de Dyedefra Para el Rey del Alto y del Bajo Egipto [Menkaura], él
ha establecido un monumento (en la forma de) una
El Canon Real de Turín le atribuye a Dyedefra un rei- ofrenda pekher (…) en la pirámide de Menkaura (…).
nado de 8 años de duración que, en realidad, parece Con respecto a la ofrenda pekher presentada para el
haber sido bastante más largo: la cronología corta Rey del Alto y del Bajo Egipto (...) el deber sacerdotal
resultaría compatible con un complejo funerario in- (se hace) con respecto a él para siempre (…) [nunca
concluso en Abu Roash, pues, de haberse finaliza- debe ser retirado por nadie] en el curso de su deber
do este proyecto según los planes previstos, estos para siempre (...) la pirámide de Menkaura (...) entie-
8 años resultarían exiguos. Ahora bien, los estudios rro (...) la pirámide de Menkaura. [Su majestad] no
permite (...) sirvientes (...) sacerdotes”. Ahora bien,

130 | Egiptología 2.0


riamente bajo su potestad.

Varios elementos arquitectónicos de la pirámide de


Kefrén inclinan la balanza a favor de la teoría de la
apropiación. El primero radica en la simplicidad de
su diseño interior, en contraposición con el galima-
tías de pasajes y cámaras que conforman el entra-
mado de la de Keops: de hecho, la cámara funeraria
de Kefrén carece de antecámara, un espacio funda-
mental a la hora de frustrar las tentativas de acceso
de los saqueadores, mediante dispositivos bloquea-
dores como el sistema de rastrillo. Mientras algunos
expertos dudan, en base a esta circunstancia, de
que se trate de la auténtica Cámara del Rey; otros
especulan, incluso, con que el monumento podría
haber sido concebido con una finalidad diferente a
la de sepulcro. El segundo elemento llamativo es su
diseño exterior, dada la gran similitud con las dimen-
siones escogidas por su padre, apareciendo en el
horizonte como dos pirámides gemelas: su altura en
codos reales es prácticamente idéntica, de 280 la de
Keops frente a los 274 de la de Kefrén. Ésta última
simplemente aparenta la magnificencia de la prime-
ra, empleándose a fondo en los efectos ópticos: no
solamente se ubica en un punto más elevado de la
meseta de Guiza, lo que equilibra la ligera diferen-
cia, sino que su ángulo de inclinación, de 53º10’, es
Barca solar de Keops, dádiva de Dyedefra a su sutilmente superior a la de Keops, de 51º52’, de ma-
padre. | Kairoinfo4u. nera que la pirámide de Kefrén consigue una altura
similar tomando como punto de partida una base,
mientras el soberano reinante no escatimaba gastos
de 411 codos reales de lado, que genera un área
en su vida ultraterrena, no así su sucesor: en vez
6734 m2 menor a la de Keops, de 440 codos reales
de piedra, para acelerar la consumación del templo
de lado. Así que, más que ser verdaderas pirámides
de Menkaura se utilizó ladrillo, mucho más rápido y
gemelas, la de Kefrén se podría considerar la her-
económico que la piedra, a costa de rebajar consi-
mana melliza mal parada, una copia elaborada con
derablemente su vocación de perdurar en el tiempo.
menos mimo, más artificial, en la que las primeras
Cabe imaginar que el mismo deber filial de Shepses- hiladas solamente fingen serlo, al haberse excavado
kaf guio la mano de Dyedefra a la hora de intervenir directamente a partir del promontorio original. Estas
en Guiza, puede que sin siquiera recortar en el pre- sutilezas del diseño permiten señalar que, de ser dos
supuesto, llevando a plenitud el legado de su padre, piezas pertenecientes a un único engranaje, la pirá-
en la misma medida en la que él se esforzaba por mide de Keops sería de índole principal, relegando
sentar las bases de su propio legado en Abu Roash. a la de Kefrén a un papel accesorio o que refleje,
Es notable que la inhumación de la barca solar de cuando menos, una política de recortes dentro del
Keops en el foso adyacente a su pirámide date del deber filial de los herederos de este proyecto, con
undécimo censo de su hijo, esto es, en el año vigési- reminiscencias al pragmatismo encarnado por Shep-
mo segundo de su reinado: se trata de un aditamen- seskaf, aunque sin llegar al extremo de su ladrillazo.
to bastante tardío, sintomático, quizás, de que gran
Existe una prueba contundente de que la pirámide
parte de este complejo funerario todavía se encon-
hoy atribuida a Kefrén se edificó en dos oleadas.
traba en proceso de construcción en las dos déca-
Entre los dos primeros tercios de la pirámide y las
das que precedieron a dicha ofrenda. De ser cierto
hiladas próximas a la parte superior donde las caras
el planteamiento de Belmonte Avilés y de Shaltout
conservan el revestimiento, se evidencia un brusco
acerca del “Horizonte de Keops”, es imposible deter-
cambio en la disposición de los bloques interiores:
minar qué partes de este proyecto unificado corres-
los de la parte inferior están colocados con desor-
ponderían a la época de Keops, qué a la de Dyedefra
den, mezclando grandes y pequeños, frente a la
y qué a la de Kefrén, partiendo del hecho de que,
cuidada disposicion del tercio superior, donde las
para propiciar la usurpación protagonizada por este
hiladas se vuelven metódicas y homogéneas. “Jus-
último sobre una mitad del conjunto, la terminación
to debajo de las hiladas inferiores de las piedras de
de las obras tendría que haberse producido necesa-
revestimiento que han sobrevivido, se observa una

Egiptología 2.0 | 131


la iconografía de la diosa felina Mehit. La versión de
este animal fabuloso que se encuentra en Guiza,
aquí de género masculino, debe de responder a una
semiótica común, pero con distinto matiz.

Mehit formaba parte de la tríada principal de Tinis,


como consorte del dios cazador Onuris, cuyo nom-
bre en egipcio, in Hrt, significa literalmente “(aquél
que) trae a la (diosa) lejana” o “portador de la dis-
tante”, la cual no es otra que su propia esposa: al
parecer, esta mujer leona merodeaba por tierras de
Nubia, siendo encontrada allí por Onuris y llevada
a Egipto para desposarse con ella. Este mito –en el
que siempre se ha vislumbrado un trasfondo astro-
nómico vinculado, quizás, a los eclipses solares o
lunares- fue asociado con el Ojo de Ra y, por lo tan-
Esfinge de Hetepheres II, en el Museo de El
to, vería a Sejmet convertirse, debido al sincretismo
Cairo. | Jon Bodsworth.
de las tríadas provinciales egipcias, en un alter ego
serie de escalones regulares de piedra. El resto de de Sejmet. En el artículo “Muerte en Amarna: Inci-
la superficie hasta la base –la mayor parte de la pi- dencia del Cometa Halley en el cisma religioso de
rámide-, consiste en piedras muy hoscas, irregula- la XVIII Dinastía”, publicado en enero de 2020 en la
res y desordenadas (…). Esta discontinuidad podría revista Egiptología 2.0, se ha esbozado la posibilidad
ser indicativo de diferentes estilos de construcción, de que tal relato describa, en realidad, la órbita de
quizás incluso un paréntesis y luego la reanudación aproximación de un cometa, con su perihelio cerca
de las faenas” (Lehner; 2008:122). Esta demarca- del núcleo del Sistema Solar y su posterior distan-
ción da la impresión ya no solamente de distintas ciamiento, al menos, en la versión del mismo que
técnicas de construcción, sino incluso de dos etapas ha perpetuado el Libro de la Vaca Sagrada, a través
claramente diferenciadas, separadas por un interva- de La Destrucción de la Humanidad. En la capilla de
lo de tiempo desconocido. Aceptando la posibilidad Mehit del Templo de Edfu –aunque de época lágida,
de que Keops promoviese un proyecto unificado en sus cimientos datarían de la III Dinastía-, esta divi-
Guiza, ¿podría, entonces, Kefrén ser responsable nidad es considerada como aquella cuya llamarada
únicamente del tercio superior de su propia pirámi- consume a los enemigos de Ra, carboniza a los de
de? Y, dado que no se puede comparar la rudimen- Horus y achicharra a los de Osiris; es la identidad del
taria artesanía de los dos tercios inferiores de este cuarto Ureo, junto con Neftis, Menhit y Sejmet, las
mausoleo a la pericia demostrada por los obreros de dos últimas, también de rostro leonino. Dicen los tex-
Keops en la Gran Pirámide, ¿hasta qué punto habría tos: “Su ira es jubilosa” (Edfu II, 106) y que es “aman-
intervenido Dyedefra en la ejecución de los mismos? te de la carnicería, pero gusta del regocijo; amante
¿O encomendaría el propio Keops esta labor a un del terror, pero que gusta de ser apaciguada” (Edfu
equipo de segunda categoría, a fin de poder centrali- IV, 116). Este aparente contrasentido viene dado por
zar sus esfuerzos en el acabado perfecto de la Gran la total asimilación de Mehit a Sejmet y a los rituales
Pirámide? Toda respuesta traspasa los límites de la etílicos que se le tributaban a esta última, teniendo
especulación, aunque no está de más formularse es- en cuenta la inequívoca asociación entre el consu-
tas preguntas. mo excesivo de cerveza con la resultante algarabía:
“Palabras que deben ser pronunciadas por Sejmet,
En el caso particular de la Gran Esfinge de Guiza, la la grande, señora de todas las demás facetas de Se-
única referencia contextual válida data de los tiem- jmet, Mehit, la hija de Ra, que reside en Behedet,
pos de Dyedefra: entre las ruinas de su pirámide, en señora del miedo en Bubastis, dama del regocijo en
Abu Roash, ha aparecido la primera esfinge egipcia Dendera, la guardiana que defiende a todos los dio-
de que hay constancia, esculpida sobre piedra cali- ses, que da protección al halcón bik, el Ojo de Ra
za, con vestigios de policromía, representando las en todos (sus) nombres: <Custodio a Su Majestad
facciones de su hermana y esposa, Hetepheres II. contra todo lo perjudicial, resguardo su cuerpo de las
En la parte posterior de la cabeza se adivina el trazo flechas>” (Edfu VI, 263).
original de esta parte del cuerpo, preparado inicial-
mente para representar una testa leonina, y luego En contraposición al significado simbólico de la es-
rebajado a partir de la mitad delantera del cráneo, finge de género femenino, donde la absorción de las
a fin de cincelar los rasgos de la reina consorte. Por características de Mehit la enaltecerían como pro-
cierto que esta esfinge, de género femenino, en la tectora del monarca, la esfinge de género masculino
que no hay nemes, sino falsa peluca, concuerda bien es un icono de la solarización de la propia realeza.
con un posible origen para esta pieza en deuda con Uno de los apodos de Atum-Ra fue rwty, el león dual.

132 | Egiptología 2.0


La Esfinge, durante el espectáculo de luz
nocturno. | Four Seasons.

Esta fisonomía es la que, de hecho, cabría esperar una esfinge se elaboró reinando éste último, es una
a partir de la propia naturaleza de sus dos hijos, los posibilidad cada vez más plausible que el proyecto
dioses zoomorfos Shu y Tefnut, león y leona, vás- de la Gran Esfinge de Guiza se haya desarrollado,
tagos, lógicamente, de otro gran león. Ruty ya era o al menos finiquitado, bajo su mecenazgo, tratán-
reconocido y venerado en tiempos del Imperio An- dose, por lo tanto, de una representación idealizada
tiguo y estaba asociado, de forma especial, con las del rostro de su padre, tal y como defendieron en su
necrópolis, al custodiar las ofrendas de los muertos. día Rainer Stadelmann y Vassil Dobrev, apelando a
En las palabras de la egiptóloga Rosa Thode, Ruty las razones aducidas al comienzo de este estudio:
“es una personificación del lugar de donde surgió el la familiaridad entre el rostro de la Gran Esfinge con
sol; su imagen sustituye a veces a la del horizon- el de la estatuilla de marfil de Keops, la ausencia de
te (…). También era el guardián del Santuario de la barba postiza ceremonial y el plisado de los pliegues
corona real que se colocaba al difunto para que pu- del nemes. Dobrev insiste en que, pese a constituir
diera circular por los caminos del cielo. Su morada un vivo retrato de Keops, sería su hijo Dyedefra el
era el signo de Leo. Se representa como un busto autor de este homenaje, descartando la autoría del
doble de león, o como dos felinos adosados. En los primero al considerar que éste habría priorizado, de
Textos de las Pirámides aparece estrechamente uni- entre todos sus proyetos arquitectónicos, la termina-
do a Aker, guardián de la puerta del Mundo Inferior”. ción de la Gran Pirámide.
Al igual que Ruty, la Gran Esfinge de Guiza queda
ligada al horizonte mediante el nombre elegido por La clave está en el color
Keops para su complejo funerario y por la hierofanía
Tras la decisión de Dyedefra de construir en Abu
astronómica del solsticio de verano, en una fecha –a
Roash una pirámide de altura sensiblemente inferior
comienzos del último decano de junio- en la que el
a la de su padre, sin sobrepasar siquiera los 67 me-
Sol se encuentra en conjunción con la constelación
tros, podría estar latente su férreo compromiso en
zodiacal egipcia del león. Además, con las pirámides
Guiza, su gran preocupación por dar término al pro-
de Keops y Kefrén encarnando a la Corona Roja del
grama arquitectónico iniciado allí por su progenitor.
Bajo Egipto y a la Corona Blanca del Alto Egipto, la
La necesidad de dosificar y optimizar los recursos a
Gran Esfinge de Guiza vendría a escoltar, lo mismo
su disposición habría restado protagonismo a su pro-
que Ruty, a la Doble Corona, convirtiendo a ambas
pio proyecto funerario, buscando formas alternativas
edificaciones en un santuario dual en honor de sxmty.
de conseguir un objetivo parejo al del “Horizonte de
Dado que uno de los principales actores que intervi- Keops” pero de forma más eficiente y sofisticada,
nieron en el proceso de solarización de Keops, des- aprovechando la altura del cerro natural, utilizan-
pués de fallecido, fue su hijo Dyedefra y teniendo en do dos tipos de piedra distinta en el revestimiento y
cuenta que la primera representación escultórica de valiéndose de una cercana pirámide de ladrillos de
adobe ya existente, la Lepsius I, para completar el

Egiptología 2.0 | 133


simbolismo de este recinto sagrado, como más ade-
lante se irá desgranando. Se podría apelar, partien-
do de la cronología corta de Dyedefra, que su breve
paso por el poder le habría impedido planificar un
mausoleo de mayores dimensiones: no obstante, la
muerte es una cuestión, por lo general, imprevisible,
así que, durante su primer año de mandato, cuando
este faraón llevó a cabo el rito de estiramiento de
la cuerda a fin de determinar el perímetro de su fu-
tura pirámide, lo hizo con total desconocimiento del
número de años que tendría por delante para con-
sumar esta tarea; y, aún así, se ciñó a un perímetro
poco ambicioso, consciente, quizás, del doble reto
que estaba asumiendo, al compaginar las obras de
Abu Roash con las de Guiza. Montaña de Agua de Dyedefra.
| Wikimedia Commons.
En el año 2000, el explorador alemán Carlo Berg-
mann realizó un descubrimiento excepcional, en me- de templos, palacios y tumbas, o para el noble ejer-
dio del desierto líbico, mientras trataba de localizar cicio de la escritura sobre papiro, a partir de algunos
la ciudad perdida de Zerzura. Siguió una indicación depósitos ubicados en el Sinaí, a lo largo de la fa-
dada a comienzos del siglo XX por los oasitas de chada eritrea de Egipto y, más al sur, en las inme-
Dakhla, refiriendo la existencia de un grandioso tem- diaciones de Abu Simbel. En cuanto al procedente
plo de piedra, a 18 horas de viaje al oeste de Ain de la Montaña de Agua de Dyedefra, en pleno de-
el-Gedida. En base a estas instrucciones, Bergmann sierto líbico, está dotado de una especial carga sim-
logró dar con la pista de una colina cónica, de 30 bólica: en jeroglíficos, desierto se translitera dSrt, “la
metros de alto y 60 de largo que, desde la distancia, (tierra) roja”, dentro de la misma familia de palabras
se le antojó muy similar a los palacios y tumbas na- que dSrt, “la (Corona) Roja”; dSrt, “ruinas”; dSr, “rojo”;
bateas de Petra, excavados directamente sobre la dSrw, “sangre”; y dSrw, “furia”. En realidad, todos es-
vertical rocosa. A siete metros del suelo, esta colina tos vocablos guardan una estrecha relación entre sí:
cónica dispone de una especie de terraza o platafor- las rocas cobrizas del desierto, el color bermejo de
ma natural, donde se han descubierto inscripciones la sangre, el tono rojizo que distingue la piel y los
jeroglíficas de la IV Dinastía, con los cartuchos de ojos de aquél que está rabioso… Además, un edificio
Keops y de Dyedefra, además de diversas marcas ruinoso y devastado, reducido a gravilla, recuerda al
de cantería, un par de representaciones del faraón estado del desierto: un auténtico pedregal arenoso,
en actitud de golpear al enemigo, así como un con- en medio de un paisaje totalmente desolado, a mer-
junto de glifos cuyo significado todavía es objeto de ced de las alimañas, gobernadas por el dios Seth.
debate. Bergmann bautizó el yacimiento como Mon- No en vano, frente a la piel verduzca de Osiris –cuyo
taña de Agua de Dyedefra, en base a la siguiente cromatismo es un eco de la floración y de la rege-
corazonada, al asociar alguno de los extraños glifos neración estacional-, Seth es una criatura pelirroja,
con las raciones diarias de agua entregadas a los de piel carmesí, por afinidad al color de sus propios
operarios. El estudio de este sitio arqueológico reve- dominios.
laría la existencia de varias expediciones de Keops, Gracias a este análisis semántico, se deduce
en sus años 25 y 27 de reinado, que se habrían fácilmente cómo el ocre rojo extraído en el desierto
aventurado en el desierto occidental en busca de un posee, desde la óptica egipcia, una significación muy
valioso pigmento, muy posiblemente, ocre rojo, que precisa, un poder mágico mucho más enérgico que
aquí parece haberse producido en ingente cantidad el de otro pigmento de este tipo que procediese del
en tiempos de su hijo Dyedefra. Sinaí, de la costa del Mar Rojo o de Abu Simbel. La
El ocre rojo fue utilizado en la construcción de las arquitectura egipcia nos ha regalado algunos pro-
pirámides, donde resultó útil a la hora de marcar los totipos del uso fetichista en los materiales de cons-
sillares, señalando sus puntos de aserrado y pulido, trucción: por ejemplo, los Colosos de Memnón, en
así como su lugar exacto de colocación. En el interior la orilla occidental de Tebas, que otrora jalonaron la
de la Gran Pirámide de Keops han pervivido algu- megalómana entrada al Templo Funerario de Amen-
nas de estas señales, visibles, por ejemplo, en las hotep III, fueron tallados sobre sendos bloques de
cámaras de descarga, así como en el tramo final de cuarcita, provenientes de la cantera de Gebel el Ah-
los dos conductos astronómicos de la Cámara de la mar, ubicada a 7 quilómetros de Heliópolis y a 8 de
Reina. Fue uno de los pigmentos más cotizados de Guiza. Hubo de resultar una empresa harto compli-
la civilización egipcia, que solía extraerlo, con fines cada y prodigiosa desplazar ambos bloques, de 18
cosméticos y artísticos, de cara a la ornamentación metros de largo y 720 toneladas de peso, todo ello

134 | Egiptología 2.0


Restos de pigmentación roja en el rostro de la
Esfinge. | Tjetjep Rustandi.

a contracorriente, 500 quilómetros Nilo arriba, cuan- reproducir el signo Axt: a semejanza de las dos pi-
do mucho más sencillo hubiese sido recortarlos en rámides del “Horizonte de Keops”, esta metáfora se
las canteras de cuarcita de Asuán, prácticamente a activa en el preciso instante en que el Sol, elevándo-
mitad de camino, a 300 quilómetros de Tebas, trans- se ya algunos grados sobre el horizonte oriental, lo-
portándolos luego a favor de la corriente, río abajo. gra la altura suficiente como para que desde los pa-
Este esfuerzo no fue pura trivialidad: no es la geolo- tios interiores del Templo Funerario de Amenhotep III
gía lo que distingue las facultades de la cuarcita de se pudiese recrear la visión del signo jeroglífico N26
Asuán de la de Heliópolis, sino su significación meta- (el Sol entre dos montículos) del listado de Gardiner.
física (Magli; 2018:204). El fin último de los Colosos Hasta su posterior demolición, este resorte astronó-
de Memnón sería mostrar al faraón observando el mico hizo efectiva la resurrección astral del propio
nacimiento de su divino padre, con la aurora del sols- Nebmaatra Amenhotep III cada solsticio de invierno,
ticio de invierno: ésta es la efeméride con la que se en unión con el disco solar. Sus inmediatos suceso-
vertebra el plano del Templo Funerario de Amenho- res en el trono, Ajenatón y Tutankamón, en tiempos
tep III, así como otros muchos edificios sagrados de del cisma religioso de la XVIII Dinastía, mantuvieron
la región tebana. El homenaje al Sol quedaría cojo abierta la cantera de Gebel el Ahmar, bajo la super-
de faltarle un vínculo efectivo, un catalizador físico, visión, primero de Huy, luego de Hori, capataces de
rol que aquí asume la piedra, entre Heliópolis y la las obras de fomentadas por la realeza egipcia.
Heliópolis del Sur, iwnw Smaw, uno de los epítetos de
Tebas. En cuanto a los Colosos, hoy se alzan so- Ahora bien, de cara a garabatear algunas indicacio-
litarios, pero antaño se encaramaron a un ciclópeo nes sobre el tratamiento y colocación de los bloques
pilono, ya inexistente. El pilono más antiguo data de de la Gran Pirámide de Keops, que luego resultarían
los tiempos de Tutmosis I, en el complejo sagrado totalmente invisibles, fuera de la red de pasadizos
de Karnak: recibe, en jeroglíficos, el nombre de bxnt, accesibles para el visitante, no estaría justificado el
perteneciente a la familia de palabras de bxn (“ciuda- uso de este ocre rojo en particular, de tan valiosas
dela”, “fortín”, “bastión”…) y bxnw (“basalto”, una de propiedades, a causa de las dificultosas expedicio-
las piedras más duras trabajadas por los canteros nes al desierto occidental. Hubo de emplearse en
egipcios), respondiendo, por lo tanto, al concepto de un propósito superior, más trascendente y elevado,
algo firme y/o robusto. Pero bxnt incluye entre sus acorde al simbolismo que su única y lejana proce-
determinativos el signo jeroglífico F5 (una cabeza dencia le imprime. Las fechas de Keops en la Mon-
de búbalo, o búfalo de agua), cuya cornamenta, wp taña de Agua de Dyedefra, en los años 25 y 27 de
(“abrir”, “abridor”, “apertura”…), puntualiza todavía su reinado, coinciden en el tiempo con los envíos,
más el significado de la palabra pilono, como pórtico desde el puerto de Uadi al-Yarf, de las piedras de
de entrada. Con sus dos atalayas, el pilono viene a caliza blanca destinadas al revestimiento externo de

Egiptología 2.0 | 135


tangencial, aborda un asunto que ahora se torna de
especial interés: “Las muestras de la Gran Pirámide
proporcionadas por Lauer están cubiertas con una
capa blanca superpuesta con una coloración super-
ficial de color rojo parduzco. Tal coloración aparece
también en algunos bloques conservados de la car-
casa exterior de esta pirámide, variando de rojo par-
duzco a negro grisáceo. Se ha debatido largamente
sobre si la coloración se corresponde con un tipo de
pintura o con una pátina, derivada, ésta última, de
la exposición progresiva a las condiciones climáticas
del desierto (…). André Pochan, en 1934, analizó la
Cromatismo original de la Esfinge. pigmentación que aparece en estas pirámides. Sus
| National Geographic. pruebas revelaron la presencia de minerales muy
poco habituales en la piedra caliza, lo que a su vez lo
la Gran Pirámide, según se colige del Diario de Me-
llevó a concluir que la coloración no podría consistir
rer, datado en el año 26, por lo que, a la sazón, las
en una pátina, al requerir ésta de una migración de
obras en Guiza debían de encontrarse en un estado
minerales desde el interior de la piedra misma. Por
bastante avanzado, próximo a su finalización. Enton-
lo tanto, propuso que algún tipo de aglutinante duro
ces, ¿a qué uso, colmado de alegorías, se consig-
y silíceo fue aplicado y pintado con un pigmento de
nó el ocre rojo traído por Keops y Dyedefra desde
ocre rojo”.
la ciudad perdida de Zerzura? Uno de los destinos
más probables fue dotar de vida a los rasgos inertes Esta noticia apenas ha logrado repercusión en el
de la Gran Esfinge de Guiza: “La cara de la Esfinge ámbito egiptológico, donde el acabado original de la
exhibe restos de pintura roja y hay otros vestigios Gran Pirámide siempre se ha visualizado en blanco
de rojo y negro por toda la figura. En los escombros fulgente, en lugar de en rojo terroso, dentro de una
cercanos se han documentado restos de amarillo y gama muy similar al almagre que visten los bisontes
azul (posiblemente, de la ureo y las cejas) y hay ves- de Altamira. Pese a todo, éste último matiz es pre-
tigios de rojo en la barba, lo que tal vez nos indique cisamente el que cabría esperar de aceptarse que
que, en cierto tiempo, la Esfinge fue roja por entero” las dos pirámides mayores de Guiza representen la
(Booth; 2010:61). Dado que los cartuchos de Kefrén Doble Corona: considerando que la Gran Pirámide
no aparecen inscritos en este yacimiento del desierto se encuentra más al norte, habría entonces de ad-
líbico, es lógico deducir que las faenas de coloreado herirse a los símbolos identitarios del Bajo Egipto
de la Gran Esfinge de Guiza se finiquitaron con an- y, para el caso, a la máxima expresión de los mis-
telación, en algún año indeterminado del reinado de mos, su icono por excelencia, la Corona Roja (dSrt).
Dyedefra, apoyando la teoría de que fue éste último, Para cumplir con óptima eficiencia este propósito, el
en lugar de Kefrén, quien ordenó esculpir al gigan- ocre rojo extraído en la Montaña de Agua de Dye-
tesco guardián de la necrópolis. De haber ocurrido defra aportaría una lectura interlineal, simbólica, so-
así, surge otra pregunta crucial: ¿Qué monumento lamente asequible para un pigmento de color rojo
de Keops fue destinatario del ocre rojo? (dSrt) procedente del mismísimo corazón del desierto
(dSrt). Pero, ¿qué ha sido del cromatismo que anta-
Durante las vigésimo novenas conferencias interna-
ño lucieron los bloques de revestimiento externo de
cionales de la Asociación de Microscopía del Cemen-
la Gran Pirámide de Keops? La respuesta es obvia:
to, celebradas en Quebec en mayo de 2007, el petro-
al igual que en el caso de la Gran Esfinge de Gui-
grafista Dipayan Jana refutó con holgura la, cuando
za, han sido decolorados por la acción corrosiva del
menos, pintoresca teoría defendida hasta esa fecha
tiempo y la continua exposición a los elementos me-
por el químico francés Joseph Davidovits (1935),
teorológicos, condicionados a su permanencia a la
luego de que éste hubiese propuesto, en 1979, que
intemperie, no sin antes dejar su inconfundible huella
la materia prima de la Gran Pirámide no fue autén-
dactilar, detectada a nivel microscópico por Pochan
tica piedra, sino un sucedáneo moldeado a base de
en 1934 y, mucho antes que él, a ojo desnudo, por
geopolímeros: un conglomerado sintético inorgánico
los etnógrafos que llevan visitando Egipto desde la
de aluminosilicatos bautizado como hormigón de los
antigüedad.
faraones. La ponencia de Dipayan Jana, “Evidence
from detailed petrographic examinations of casing Herodoto de Halicarnaso menciona ciertas inscrip-
stones from the great pyramid of Khufu, a natural li- ciones jeroglíficas, aunque su traducción suena cla-
mestone from Tura, and a man-made (Geopolyme- ramente a embuste: “Y está indicado con letras egip-
ric) limestone”, no solamente disipa todo resquicio de cias en la pirámide cuánto en rábano silvestre y en
duda que se pudiese albergar sobre el origen natural cebollas y ajos se empleó para los que trabajaban y
de la caliza empleada en Guiza, sino que, de forma si yo recuerdo bien lo que el intérprete, al leerme las

136 | Egiptología 2.0


repleta de inscripciones consignadas en los caracte-
res de las naciones antiguas y de los reinos que ya
no subsisten. No sabemos qué es esta escritura, ni
qué significa”; en cuanto al geógrafo y cronista Ibn
Hawqal (943-988), llama greco-siríaco al alfabeto
grabado sobre la Gran Pirámide, según perpetúa la
copia de la Kitāb ṣūrat al-arḍ conservada en la biblio-
teca de Leiden; el cronista Sibt ibn al-Jawzi (1186-
1256) amplía este repertorio a siete tipos distintos
de escritura, a saber, griego, hebreo, siríaco, mus-
nádico, himyarítico, rumi y persa; el noble alemán
Los Colosos de Memnón, durante el amanecer Wilhelm von Boldensele (1285-1339), en su viaje a
del solsticio de invierno. Tierra Santa, aseguró categóricamente haber visto
| Miguel Ángel Molinero y Noemí Delgado. inscripciones en distintos idiomas sobre la Gran Pi-
rámide de Keops, reportando, al menos, seis versos
letras, dijo, se gastaron mil seiscientos talentos de en latín; otro tanto recoge el historiador de la época
plata” (Historias; II 125,6). Dado el carácter fúnebre mameluca Al-Maqrizi (1364-1442), habiendo “con-
de la edificación, no parece el texto más adecuado templado la superficie de estas dos grandes pirámi-
para adornar sus paredes; es más, un registro tan des, recubiertas de inscripciones de arriba a abajo:
intrascendente habría mancillado la sublime meta a las líneas eran apretadas y bien enderezadas, las
la que se destinaba la pirámide, como mecanismo unas frente a las otras; fueron escritas en los signos
discurrido para revitalizar al faraón en la vida ultra- utilizados por quienes construyeron estos edificios;
terrena. Diodoro de Sicilia transcribe esta misma hoy no conocemos estas letras y no podemos adi-
anécdota, fiel al dictado de Herodoto: “Sobre la más vinar su significado”. Además, el anticuario italiano
grande, hay una inscripción que cuenta la suma de Ciríaco de Ancona (1391-1455), deslumbrado por la
dinero gastado en verduras y rábanos para los obre- grandilocuencia de las pirámides, ascendió a la cima
ros; se lee en la inscripción que se gastaron más de la de Keops y reconoció una inscripción en carac-
de mil seiscientos talentos” (Biblioteca Histórica; I teres fenicios, “phoenicibus characteribus epigram-
64,3). Siglos después, el polímata iraquí Abd al-Latif ma”. Su proeza es sintomática de que, a la sazón,
al-Baghdadi (1162-1231) dedicó el capítulo IV de su la Gran Pirámide ya era un completo graderío, tras
Relación del Egipto a describir los monumentos más verse despojada de su capa de revestimiento a fin
vetustos con que se cruzó a su paso por el país del de reconstruir El Cairo, luego de que el 8 de agos-
Nilo, dando buena cuenta de una escritura vestigial to de 1303, un terremoto con epicentro en Creta y
e ilegible sobre el recubrimiento de la Gran Pirámide: 8 grados de magnitud en la escala sismológica de
“Estas piedras están revestidas de escritura en estos Ricther, sacudiese el país, desmoronando muchas
antiguos caracteres, cuyo valor no se conoce hoy en de sus construcciones más icónicas, caso del malo-
día. No he encontrado en todo Egipto a nadie que grado Faro de Alejandría.
pudiera decir que la sabe, incluso de oídas, o a al-
guien que estuviera al tanto de estos caracteres. Son No obstante: la Pirámide Romboidal de Dashur con-
tantas las inscripciones que si quisiéramos copiar en serva un elevadísimo porcentaje de su revestimiento
papel solo aquellas que vemos en la superficie de calcáreo, sin ninguna evidencia de signos jeroglífi-
estas dos pirámides, llenaríamos más de diez mil
páginas. He leído en algunos libros de los antiguos
sabeos que de estas dos pirámides, una es la tumba
de Agatodemon [Shu] y la otra de Hermes [Tot]. Son,
según ellos, dos grandes profetas; pero Agatodemon
es el mayor de los dos y el más grande. Dicen que
de todas las regiones de la tierra vienen en peregri-
nación a estas dos pirámides”.

Otros autores árabes se pronuncian en términos si-


milares: en la descripción geográfica de Ibn Khorda-
dbeh (820-912) se señala que “todos los secretos de
la magia y todas las recetas de las artes médicas
están escritas en estas pirámides en musnad”, sien-
do musnad la denominación del abecedario árabe
meridional; por su parte, Al-Masudi (896-956) men-
ciona que “las pirámides son edificios muy altos y Bloque de revestimiento de la Gran Pi-
de una construcción maravillosa: su superficie está rámide. | Museo Nacional de Escocia.

Egiptología 2.0 | 137


cos cincelados sobre estos bloques; en la propia me- pedreros había dañado, también por caprichos del
seta de Guiza todavía subsiste el cuarto superior del azar, uno de los sillares que protegía y ocultaba los
recubrimiento de la pirámide de Kefrén, falto también tapones de granito del pasaje ascendente. Al opo-
de escritura, como tampoco consta ningún grabado ner este material demasiada resistencia, dada su
de este tipo en las primeras hiladas de la pirámide de dureza, decidieron crear un nuevo túnel en paralelo,
Menkaura, en cuya sección ha pervivido la cobertura hasta conseguir superar este obstáculo. No se es-
original de granito. Las caras exteriores de las pirámi- catimaron gastos: un magnífico tesoro, similar al de
des lisas han demostrado ser, hasta ahora, palmaria- la cueva de Alí Babá, debía de esconderse detrás
mente mudas y nada parece indicar que la de Keops de tales estorbos que, por su mera presencia, con-
haya sido una excepción a esta regla, pues, como firmaban que nunca nadie antes había llegado tan
modelo a seguir, su linaje habría heredado y conti- lejos como la expedición de Al-Mamún. Sin embargo,
nuado esta metodología. Además, los Textos de las pese a que el núcleo de la pirámide demostró estar
Pirámides aparecen escritos siempre en las cámaras herméticamente sellado, en la Cámara del Rey no
interiores de faraones que se mandaron enterrar en se hallaron ni las joyas de la corona, ni las ofrendas
las dinastías V y VI, nunca en el exterior. Cabe la po- votivas destinadas a saciar el apetito del faraón en
sibilidad, quizás, de que los trazos avistados sobre el más allá, ni tampoco el mobiliario que garantizase
la Gran Pirámide no hayan sido más que manchas su comodidad en la otra vida: nada, absolutamente
sinuosas y simples borrones, siluetas, curvas y rec- nada, salvo un sarcófago de granito vacío.
tas, dibujadas por la lluvia y por el viento, juguetean-
do sobre la piedra, al resbalar sobre la rancia capa Muchos investigadores continúan con la búsqueda
de ocre rojo, erosionándola, como maquillaje que se de Al-Mamún, contagiados por la misma fiebre del
diluye entre lágrimas, sugiriendo formas y patrones oro arqueológico, convencidos de que la Gran Pi-
que, a cierta distancia, pudieran antojarse las letras rámide todavía se reserva grandes sorpresas y que
incomprensiobles de un idioma ya olvidado. De he- la auténtica cámara funeraria de Keops permanece
cho, donde los guías de Herodoto de Halicarnaso oculta en algún lugar, disimulada con maestría. El
hablan de cebollas, HDw, o de ajos, también dicho mundo contuvo el aliento en 1992, cuando el inge-
HDw (literalmente, “los blancos”), resulta que ambos niero alemán Rudolf Gantenbrik, en el marco del pro-
términos vienen a pronunciarse prácticamente igual yecto Upuaut, descubrió una losa de protección al
que la palabra Hdi, “borrado”, esto es, “blanqueado”, final del canal astronómico sur de la Cámara de la
un término comodín que los antiguos amanuenses Reina. El canal norte fue explorado el 17 de septiem-
anotaban durante la copia de un papiro para indicar bre de 2002, con idéntico resultado: la decepción fue
la existencia de lagunas en el original –carcomido general cuando, en 2011, el proyecto Dyedi perforó
por la polilla, afectado por los hongos o echado a ambas losas y, al introducir una cámara minúscula
perder por la humedad-, o simplemente grupos de a través del agujero, mostró un habitáculo, peque-
palabras ininteligibles, tal y como ocurre en el Canon ño e irregular, con varias marcas de cantería pinta-
Real de Turín o en la Lista Real de Saqqara, al inter- das en ocre rojo. Más adelante, entre 2016 y 2017,
calar varios cartuchos con la expresión HwDfA, “des- el equipo internacional responsable del proyecto
vaído”. Una mala interpretación del cicerone y aquel ScanPyramids anunció a bombo y platillo el hallazgo
conjunto de surcos de pigmento rojo desteñidos se de varias cavidades en el interior de la Gran Pirá-
habría travestido, por arte de magia, en un descomu- mide, una de ellas de dimensiones tales como para
nal recuento de ajos y cebollas. alojar una segunda Gran Galería. La información se
difundió sin seguir las instancias oficiales reguladas
La puerta del Mundo Inferior por el gobierno egipcio –preocupado, lógicamente,
por salvaguardar el registro de sus antigüedades- y
En el año 823, siguiendo las órdendes del califa la prórroga del permiso acabó siendo denegada. Es
Al-Mamún (786-833), la Gran Pirámide de Keops de suponer que titulares análogos continuarán apa-
fue penetrada de forma violentísima: corría el rumor reciendo a corto o medio plazo, al igual que ha ocu-
de que el corazón de este mausoleo albergaba una rrido en los últimos años con las anomalías detec-
montaña de tesoros; no en vano, el oro de los farao- tadas tras los estucos de la tumba de Tutankamón
nes había alimentado desde antiguo a generaciones (KV62). De localizarse, en algún tiempo futuro, la tan
y generaciones de profanadores de tumbas. Al no soñada cámara secreta, entonces quedará patente
dar con el paradero de la entrada original, camufla- que la Cámara del Rey no es más que un segundo
da entre el revestimiento, los canteros de Al-Mamún señuelo... Incluso podría darse el caso de que toda
fueron resquebrajando la caliza, bloque a bloque, la Gran Pirámide lo sea, por la simple razón de que,
excavando un lento y costoso túnel. Tras varios me- al igual que las dos edificaciones de su padre Sene-
ses de trabajo improductivo y, a punto casi de aban- feru en Dashur, más que un verdadero lugar de en-
donar este método tan invasivo, por caprichos del terramiento, podría limitarse a representar un doble
azar, tropezaron con el pasaje descendente. La for- cenotafio, un monumento conmemorativo en honor
tuna sonreiría al califa doblemente: la labor de estos de las coronas del Alto y del Bajo Egipto.

138 | Egiptología 2.0


de que fuese concebido para representar la tumba
de este dios. El hallazgo de cerámica pulida roja con
restos de pintura blanca ha permitido fechar el nivel
más bajo en los tiempos del Imperio Antiguo, al tra-
tarse de un estilo propio de la VI Dinastía, demos-
trando que la estructura ya existía, cuando menos,
en esta época tan temprana.

Hawass, entre otros muchos expertos, conside-


ra que el Pozo de Osiris, un espacio en uso activo
todavía durante la XXVI Dinastía, apenas un siglo
antes de la visita de Herodoto de Halicarnaso, es,
Exploración de los canales de la Gran con total certeza, la misma isla subterránea a la que
Pirámide. | Real Robotics. hace alusión este historiador griego cuando describe
Queda dicho que en los tiempos de Diodoro de Sici- el sepulcro de Keops: “El agua, alrededor del ente-
lia, la convicción general era que Keops no se había rramiento, se relaciona probablemente con el papel
mandado inhumar en la Gran Pirámide (Biblioteca de Osiris como dios de la vegetación y de la resu-
Histórica; I 64, 5-6), lo que no significa que su tum- rrección, identificándose como dios creador, que sur-
ba se encontrase fuera de la meseta de Guiza. Los ge en el montículo primordial, rodeado por el Nun.
guías de Herodoto de Halicarnaso, durante su visi- La inmersión del sarcófago por debajo del acuífero
ta a la necrópolis, le informaron de la existencia de también proporciona evidencias de la vinculación de
una isla subterránea en la que yacería, al parecer, el este complejo con Osiris, dado que su reino puede
cuerpo del rey: “Diez años, pues, se gastaron en ella ubicarse bajo las aguas. Considero que los cuatro pi-
y en las cámaras bajo tierra que están en la colina so- lares, de los cuales solo restan las partes inferiores,
bre la que están levantadas las pirámides, cámaras pueden representar las cuatro piernas sagradas del
que hizo construir como sepultura suya en una isla, dios, otro concepto importante mostrado por textos
conduciendo hasta allí un canal del Nilo” (Historias, funerarios posteriores, vinculados con el Inframun-
II 124, 4). Desde los comienzos de la egiptología, do. La meseta de Guiza era conocida en el Imperio
ha sido escaso o nulo el crédito que se le dio a esta Nuevo como pr Wsir nb RA-sTAw, que significa la <mo-
información, hasta que entre los años 1933 y 1934 el rada de Osiris, señor de Rostau>. Rostau se puede
egiptólogo Selim Hassam excavó el Pozo de Osiris, traducir como cementerio o túneles subterráneos y
ubicado al borde de la calzada procesional que con- generalmente se refiere específicamente a Guiza.
duce desde la pirámide de Kefrén hasta su Templo Por esta razón, es lógico que haya una tumba en
del Valle. Décadas más tarde, en 1999, Zahi Hawass Guiza para Osiris. La zanja llena de agua alrededor
volvió a explorar este insólito lugar, de forma exhaus- del emplazamiento del entierro, que tiene la forma
tiva, de cuyos trabajos dio cuenta en el cuaderno 36 del jeroglífico para morada, pr, refuerza esta iden-
de los Annales du Service des antiquités de l’Egypte, tificación. Simbólicamente, Osiris habría sido en-
en 2007, a través del artículo “The Discovery of the terrado dentro del pozo para dar poder a los reyes
Osiris Shaft at Giza”. El Pozo de Osiris, abierto al pú- que fueron enterrados bajo las pirámides cercanas.
blico desde 2017, consiste en una estructura confor- A este respecto, los reyes que fueron enterrados en
mada por tres cámaras rectangulares, comunicadas sus propios <túneles subterráneos> ganarían poder
entre sí mediante tres pozos verticales: en el nivel como Osiris” (Hawass; 2007:391-92). Claro está que
superior no se descubrió ningún artefacto, dificultan- el emplazamiento elegido para esta estructura, justo
do así la datación contextual; el nivel intermedio lo al lado de la calzada procesional de Kefrén, a prio-
conforman una sala principal y seis cabinas adya- ri sustrae valor a las palabras de Herodoto, repre-
centes, habiendo aparecido en ellas cuatro sarcófa- sentando un eco de la tumba de Osiris, en lugar del
gos y distintos objetos correspondientes a la XXVI verdadero enterramiento de los restos mortales de
Dinastía; el nivel inferior, y más extraordinario, es un Keops. Pero solamente a priori, ya que si la pirámide
pequeño cuadrilátero, anegado de agua, a modo de de Kefrén fue realmente proyectada por su padre,
estanque, de cuyo centro emerge sobre el líquido entonces podría darse la circunstancia de que el
elemento una plataforma rectangular, con cuatro pi- Pozo de Osiris, asociado a su calzada procesional,
lares en sus esquinas y un sarcófago –que de alguna haya sido a la pirámide de Keops, lo mismo que el
manera recuerdan a la distribución de las columnas pozo funerario (G7000X) fue a la pirámide G1-a de
en la cámara funeraria de Nefertari (QV66)-. La ubi- su madre, la reina Hetepheres I. Además, el hecho
cación de este santuario, en los límites de la capa de que durante la VI Dinastía, de cuando data la cas-
freática, ha servido para asociarlo a otro monumento cotería más antigua hallada en el nivel inferior del
similar, el Osirión de Abidos, razón por la cual ha sido Pozo de Osiris, todavía se mantuviese el culto fu-
nombrado como Pozo de Osiris, ante la posibilidad nerario a Keops divinizado con hasta 29 sacerdotes
en activo, resulta indicativo de que, aun habiéndose

Egiptología 2.0 | 139


ducido de la Gran Esfinge de Guiza, circunstancia
que ha suscitado un amplio debate fuera del ámbito
académico: “La estatua de la esfinge es de piedra
dorada de unos 3’64 metros de altura (siete codos),
nada que ver con la Gran Esfinge, que ni siquiera
es nombrada en la estela, aunque diversos autores
señalen lo contrario. Toda la disposición de las es-
tatuas nombradas, describen una procesión de 22
estatuas encabezada por Min y cuatro estandartes,
seguida de la barca (con barras horizontales para
transportarla) y otras estatuas de pequeño tamaño,
para terminar con las estatuas de mayores dimensio-
nes” (De la Torre Suárez).

El recuadro exterior de la Estela del Inventario reco-


ge una de las referencias más antiguas al Pozo de
Osiris (Hawass, 2007:392): “¡Viva el Horus Medyed,
rey del Alto y Bajo Egipto, Keops, a quien se da vida!
Él encontró la Morada de Isis, Señora de las Pirámi-
des, al lado de la Morada de Hwrwn y al noroeste de la
Morada de Osiris, Señor de Rostau. Él construyó su
pirámide al lado del templo de esta diosa y construyó
la pirámide de la hija real Henutsen, al lado de este
templo”. En efecto, directamente al sur de la “Morada
de Isis” se encuentra el Pozo de Osiris, cuya caverna
subterránea recrea la forma del signo O1 del listado
de Gardiner, pr, “morada”, dando sentido a la identifi-
cación del Pozo de Osiris con la “Morada de Osiris”,
según reconoce el propio Zahi Hawass. ¿Hasta qué
punto es simple casualidad que el presunto sepulcro
insular de Keops y la pirámide de su esposa Henut-
Estela del Inventario. | Wikimedia Commons.
sen se hayan convertido, con el paso de los siglos,
excavado en ese período, si no antes, en tiempos de en el enterramiento de la pareja divina formada por
la IV Dinastía, su construcción debió de satisfacer Osiris e Isis? No en vano, Henutsen, además de ser
una misión ritual, con un determinado valor simbóli- la consorte de Keops, fue también madre de Jufujaf
co que, ora en la IV Dinastía, ora en la VI, hubo de –posiblemente, la identidad principesca de Kefrén,
contar con el beneplácito de dicho clero. antes de su ascenso al trono-, completando así la
encarnación terrenal de la tríada divina conformada
Existe una reliquia de la XXVI Dinastía que ofrece por Horus y sus dos progenitores. En cuanto al Pozo
detalles interesantes sobre la geografía de Guiza y de Osiris, como umbral de Rostau, conduce nueva-
sus monumentos: se trata de la controversial Estela mente la mirada a Ruty, la faceta leonina de Atum-
del Inventario, a la que muchos autores del ámbito Ra –inspiradora, quizás, de los rasgos de la Gran
de la arqueología fantástica, producto de una grave Esfinge de Guiza- que los Textos de las Pirámides
confusión, han apelado para refrendar que las pirá- asocian al vigía de las puertas del inframundo. Am-
mides y la Gran Esfinge ya existían mucho antes de bos puntos, Gran Esfinge y el Pozo de Osiris están
la época de Keops. La estela fue descubierta en la conectados por la calzada procesional de Kefrén,
“Morada de Isis”, un templo dedicado a esta diosa y con la primera escoltando el arranque de la ruta que
levantado hacia el Imperio Medio o quizás a finales dirige hacia el segundo.
de la XVIII Dinastía –dañando parte de la mastaba
del príncipe Jufujaf (G7130-7140)- a los pies de la Por cierto que, en el Mundo Inferior de Guiza existe
cara este de la pirámide de Henutsen (G1-c), una de cierto elemento discordante que podría demoler de
las esposas principales de Keops, aunque un grafiti un solo golpe la vision de un plan unificado para el
de sus gradas la identifica con el lugar de enterra- “Horizonte de Keops”, tal y como sugieren Belmonte
miento de Isis, la gran maga. Al igual que el Pozo Avilés y Shaltout: la Cámara Subterránea de la Gran
de Osiris, la “Morada de Isis” gozó de cierta fama en Pirámide. Durante décadas se ha justificado la dis-
la XXVI Dinastía, momento en que un escriba puso posición de las estancias y pasadizos de este monu-
por escrito los distintos objetos destinados al culto mento a través de la llamada teoría de los abandonos
litúrgico y, entre ellos, una réplica a tamaño más re- sucesivos, a tenor la cual la Cámara Subterránea no
sería otra cosa que el primer proyecto para albergar

140 | Egiptología 2.0


la hora de desentrañar la distribución y proporción
de conjunto. La solución a este enigma pasaría, a
ojos del norteamericano Mark Lehner, por invertir la
teoría de los abandonos: para él, la Cámara Sub-
terránea no habría sido la primera, sino la última,
quedando interrumpida al producirse la muerte del
faraón. Sin embargo, si la construcción de la tumba
de Keops formó parte de un proyecto más amplio,
que continuó ejecutándose bajo los reinados de sus
hijos Dyedefra y Kefrén, entonces constituiría un au-
téntico contrasentido: la perfección a la que aspira
todo monumento egipcio, y especialmente la Gran
Pirámide, choca de lleno con el hecho de dejar una
cámara inacabada, quebrantando el mAat que fluye
y se articula por el resto de sus pasillos, desequili-
Pozo de Osiris. | Robert Temple. brando su simbólica armonía al completo…, a me-
nos que forme parte de una estrategia intencionada,
el sarcófago de Keops, luego descartado; otro tanto tal y como ya se ha anticipado al aludir a las trampas
ocurriría con la Cámara de la Reina, en la que duran- y señuelos que los arquitectos incorporaban a sus di-
te largo tiempo no se ha visto más que una segunda seños como maniobra de despiste, para desorientar
intentona, acabada igualmente en fracaso; dejando y confundir a los ladrones.
a la Cámara del Rey como la tercera solución y la
definitiva. “Si están en lo cierto los egiptólogos, la Otra hipótesis razonable para justificar el aspecto
excavación y extracción de las dos mil toneladas de de la Cámara Subterránea es la que defiende desde
roca para la apertura del Corredor Descendente – 2015 Nehad Kamal Eldeen, docente de la Universi-
roca que primero había que picar y después subir a dad de Mansura. En su artículo “The Great Pyramid
la superficie desde una profundidad cada vez mayor, as the First Amduat Tomb”, publicado en el Journal
por un estrecho túnel mal ventilado con una incli- of The General Union of Arab Archeologists, alega
nación de 26 grados– hubieran sido inútiles. Como que las cámaras y pasajes interiores de la Gran Pi-
inútil habría sido la excavación de la Cámara Subte- rámide recrearían el viaje del faraón difunto a través
rránea propiamente dicha, y también la de sus fosas de la Duat: así, a diferencia de las tumbas faraóni-
y pozos. Toda la empresa hubiera sido fútil si hubiera cas del Imperio Nuevo, donde las salas del más allá
tenido como resultado el dejar, a una profundidad de son descritas por los textos funerarios inscritos en
más de treinta metros debajo de la meseta de Gui- las paredes, la Gran Pirámide de Keops sería algo
za, una cripta inacabada de toscas paredes y techo así como una verbalización en piedra de las mismas,
bajo” (Bauval y Hancock; 1997:53). una especie de maqueta del Lejano Occidente. La
Cámara Subterránea representaría a rSTaw, Rostau,
El descalabro de la teoría de los abandonos llegó la boca de las siringas, la gruta de Socar, que ocupa
en 1992, cuando Rudolf Gantenbrik demostró que el las horas cuarta y quinta del Libro del Amduat. En la
supuesto canal de ventilación sur de la Cámara de la Cámara de la Reina se escenificaría la sexta hora,
Reina sobrepasaba al menos en diez metros el nivel donde el difunto se asimila a Osiris y a Ra, mediante
de la Cámara del Rey, deteniéndose a esa altura ante la intermediación de la diosa Seshat, cuya imagen
unas pulcras losetas de protección. Desde entonces, podría haber presidido el extraño nicho con forma de
la egiptología se ha visto obligada a proponer una falso arco. La séptima hora de la noche se plasmaría
lectura alternativa de la configuración interna de la en la Gran Galería, donde los enemigos de Ra son
Gran Pirámide. De hecho, el exquisito remate de la derrotados a fin de permitir el ascenso del Sol en
Cámara de la Reina nunca debería haber dado pie a la bóveda celeste. Finalmente, la Cámara del Rey
tal interpretación: el grotesco túnel que arranca en el constituiría la imagen de la duodécima hora, final del
nicho con falso arco es producto de unos negligentes trayecto, donde el faraón, ahora solamente bajo la
buscadores de tesoros, no de la dejadez de los es- faceta de Ra, se eleva a través del horizonte con la
merados artesanos de Keops. Pero, ¿cómo justificar amanecida, separándose de su faceta de Osiris, que
entonces el tremebundo estado de la Cámara Sub- no abandona la Duat, aguardando el regreso de Ra
terránea? El búlgaro Vassil Dobrev es partidario de con la siguiente caída de la noche.
considerar dicho espacio como una cata, realizada a
fin de conocer el aspecto del lecho rocoso sobre el El padre de la teogamia
cual se habría de asentar todo el monumento, si bien
Además de modificar las rutinas fúnebres, la divini-
se trata de una posibilidad bastante dudosa, pues
dad de Keops también hubo de alterar los ritos de
al analizar la geometría de la Gran Pirámide, la Cá-
coronación e incluso los formulismos para la legiti-
mara Subterránea viene a ocupar un lugar clave a

Egiptología 2.0 | 141


mación de cada nuevo monarca. Al asumir la con- En el Templo de Deir el-Bahari, la reina-faraón Hats-
dición de sA ra, “hijo de Ra”, Dyedefra se convirtió en hepsut hizo representar a su madre, Ahmose, con-
el primer faraón que justificó, de facto, su derecho sorte de Aajeperkara Tutmosis I, en el instante de la
a la sucesión en el trono apelando a que en su en- divina concepción: “Amón-Ra decidió el nacimiento
gendramiento había intervenido, como parte activa, de un nuevo faraón. El dios adoptó la apariencia fí-
el mismísimo dios Sol. En su caso, la idea se expre- sica de Tutmosis I y se introdujo en la cámara donde
saría sin más, únicamente a través del epíteto que la reina se encontraba descansando. Ésta despertó
precede a su nomen, sin desarrollar un concepto re- al percibir el maravilloso perfume que su real y divino
ligioso –el de la ascendencia divina del faraón- que esposo esparció a su alrededor (…). Abrasado de
más tarde quedaría pródigamente retratado en la amor por la visión de la reina, Amón-Ra se dirigió a
iconografía real del antiguo Egipto. Numerosas cul- ella haciéndole ofrenda de su amor y su deseo (…).
turas disfrutaron de una costumbre similar. Sin ir más El dios y la reina se unen en un abrazo. Amón-Ra
lejos, el dictador vitalicio de Roma, en el siglo I a. C., declara <La que está unida a Amón, Hatshepsut, ése
Julio César, se ufanaba de pertenecer a la familia será el nombre de la hija que he depositado en tu
Julia, la gens Iulia, cuya matriarca no habría sido otra cuerpo... Ella ejercerá la función de faraón>” (Jacq;
que la diosa Venus Generatrix. 1998:81-82). En la tercera parte del artículo “El len-
guaje astronómico como subtexto del discurso mito-
Es curioso el testimonio del historiador griego He- lógico en el Antiguo Egipto”, publicado en el volumen
rodoto de Halicarnaso, al relatar que los antiguos XVII de la revista Egiptología 2.0, correspondiente a
egipcios fueron pioneros en determinar que no se octubre de 2019, al analizar la alineación astronómi-
podía copular en ningún tipo de santuario o recin- ca de Deir el-Bahari se ha apuntado como momento
to sagrado, tanto humanos como animales (Historia, más propicio para la fecundación de la reina Ahmose
II, 64). No existen pruebas de que las sacerdotisas y el engendramiento divino de su hija Hatshepsut el
egipcias hayan practicado la prostitución sagrada. día del solsticio de invierno, al amanecer, cuando el
Pero el ritual de fertilidad egipcio tiene unos funda- Sol en el horizonte oriental (Ra), fundido con la cons-
mentos puramente simbólicos, sin que medie para telación del carnero (Amón-Capricornio-Acuario) se
ello la consumación real del coito. De hecho, la in- adentra en el speos, penetrando como un rayo de luz
seminación se produciría en términos metafóricos, en el útero de la montaña tebana.
a través de una disposición especial de los astros,
cuyo horóscopo predeterminaría la función regia. Esta costumbre no perdería vigencia con el paso de
En este sentido, sí existe constancia de represen- los siglos, durante el proceso de entronización de los
taciones de procreación ritual en las paredes de los monarcas egipcios; más bien, parece haber ido en
templos egipcios, la teogamia, que expresa la unión aumento: así, el monarca macedonio y gran conquis-
carnal entre los dioses varones más importantes de tador Alejandro Magno, que libertó a los egipcios de
su panteón y la reina madre, con objeto de concebir la dominación persa, decía ser vástago, tal y como
al faraón reinante. Es la ceremonia que legitima al relatan Plutarco y el pseudo Calístenes, del último
gobernante como heredero de la divinidad misma y faraón nativo de Egipto, Nectanebo II, quien, bajo la
como faraón de Egipto. apariencia de una serpiente y poseído por el espíritu
del dios Zeus-Amón, se uniría a Olimpia, su madre.
Al igual que en el caso de Hatshepsut, fue el Oráculo
de Amón el que prognosticó su coronación y decre-
tó, ya de paso, su ascendencia divina. Antes de la
caída definitiva de Egipto ante el azote de los roma-
nos, el último faraón lágida, Ptolomeo XV Cesarión,
vio confirmado su derecho dinástico como hijo del
Sol: “Cleopatra hizo acuñar monedas donde apare-
cía como Isis-Afrodita sosteniendo en brazos a un
Horus-Eros. Mandó decorar los muros del templo de
Hermontis, cerca de Tebas, con una escena que ce-
lebraba la llegada del niño al mundo. La propia Cleo-
patra fue representada al lado de Amón, mientras
otros dioses presidían el nacimiento del niño divino.
Los sacerdotes afirmaron que el joven Cesarión ha-
bía sido engendrado por el dios Amón-Ra bajo la
forma humana de César. De este modo el niño fue
legitimado y las tradiciones egipcias quedaron res-
petadas” (Flammarion; 1998:50-51), por última vez.
Amón y Mutemuia, en la teogamia de Amenhotep
III. | Unison Antiquity Journal. Del Período Helenístico de Egipto data, precisa-

142 | Egiptología 2.0


Mammisi de Dendera. | Aidan McRae Thomson.

mente, la mayor parte de los mammisi, unas edifi- práctica ceremonial, vaciándola, por lo tanto, de sen-
caciones de trazado períptero, anexas a un templo tido y desmagnetizándola de su atávica energía.
principal, en cuyo interior se conmemoraban los ri-
tuales de hierogamia –matrimonio sagrado- y teoga- En el artículo “Los canales astronómicos de la Gran
mia –engendramiento divino- de la tríada titular de Pirámide”, que vio la luz en enero de 2019, en el nú-
cada templo. Sus columnas venían a imitar los “ta- mero XIV de la revista Egiptología 2.0, se ha profun-
llos de papiro, símbolos de la marisma primordial”, dizado en el simbolismo que se expresa mediante
entre los cuales “Isis había traído al mundo a Horus, la conexión del “Horizonte de Keops” con las cons-
poniéndolo a salvo de las fuerzas maléficas” (Jacq; telaciones de Isis-Sotis-Sirio, Osiris-Sah-Orión, Se-
1998:214). Cuando un faraón dedicaba un mammisi, th-Osa-Mayor-y-Osa-Menor y Neftis-Draco, dioses
su identidad quedaba intrínsecamente vinculada a la cuyo nacimiento, en el año ideal egipcio, se produci-
del dios que nacía, autoproveyéndose de su misma ría en los cinco días previos al solsticio estival, fecha
filiación divina: “Las paredes de esos templos, donde de la hierofanía solar de Keops en Guiza. Su pirá-
resonaban cantos alegres y músicas de júbilo, esta- mide funcionaría, por lo tanto, como la prefiguración
ban en ocasiones revestidas de hojas de oro pega- de un mammisi, planificada ya no tanto de cara a la
das sobre un baño de estuco. El sol hacía eficaces legitimación del faraón para reinar físicamente sobre
las escenas al iluminarlas. Un gran lecho esperaba los mortales, sino en lo tocante a su renacimiento di-
a la parturienta, calificada de ‘madre del sol divino’ vino como sumo gobernante de las esferas celestes,
(…). El misterio del nacimiento divino es un verda- el primer día del calendario, fecha del cumpleaños
dero drama ritual, que así se cumple eternamente. de Atum-Ra: “En realidad, este término arquitectó-
El niño-dios es llamado a convertirse en faraón y nico, mammisi, no es propiamente egipcio, sino que
reunir las Dos Tierras” (Jacq; 1998:217). Algunos fue acuñado por Jean François Champollion, el céle-
emperadores romanos, caso de Octavio Augusto o bre estudioso de la Piedra de Rosetta que propició el
de Trajano, adoptaron la costumbre local de edificar descifrado del sistema jeroglífico. En la lengua ver-
un mammisi, aunque su acceso a las dignidades de nácula de los egipcios, estos santuarios recibían la
Princeps Senatus y Pontifex Maximus nunca estu- denominación de Per-Mes, pr ms, con el significado
vo condicionado a la observación rigurosa de dicha de ‘casa del nacimiento’. ¿Podría, entonces, el tér-
mino Per-Mes ocultarse detrás de la palabra pyramis

Egiptología 2.0 | 143


(πυραμίς) con que los griegos se refirieron a este tipo
de construcciones y de la cual proviene nuestro ac-
tual vocablo ‘pirámide’?”

Los inicios de la teogamia en Egipto manifiestan una


curiosa conexión con el propio Keops y con su pi-
rámide. Y es que la alusión explícita más antigua a
este rito es la que el Papiro Westcar (Papiro de Ber-
lín 3033) enuncia con respecto a los trillizos, hijos
de Reddyedet y del Gran Sacerdote de Heliópolis,
Rauser. El relato argumenta que el auténtico padre
de las criaturas –que luego ascenderían al trono con
los nombres de Userkaf, Sahura y Neferirkara Kakai-
es el dios Ra, señor de Sajebu, quien habría tomado Sello de Keops (E 22350), con el nombre de la
la apariencia del esposo engañado para poder ya- pirámide. | Museo del Louvre.
cer con Reddyedet. Según el escriba, tales hechos nace –sale de la placenta- a través del horizonte”.
acontecieron durante el reinado del faraón Keops, A mayores, el ibis crestado remite a Tot, por repre-
aunque la datación resulta anacrónica, dado el lapso sentarse habitualmente este dios con la cabeza de
de tiempo, de casi un siglo de diferencia, transcurrido dicho pájaro, cuyo santuario secreto pretendería re-
entre los reinados de Keops y de Userkaf. Además, producir Keops en Guiza según la versión ofrecida
los últimos hallazgos arqueológicos desmienten la por el Papiro Westcar. De hecho, la hierofanía as-
relación fraterna de los tres primeros soberanos de tronómica descrita por Belmonte Avilés, al atardecer
la V Dinastía que, de hecho, en lugar de hermanos, del solsticio de verano, habría coincidido en el año
habrían sido padre, hijo y nieto. Uno de los puntos ideal egipcio con el primer día del mes dedicado a
más interesantes de la trama argumental es su Mac- Tot, jornada de su fiesta principal, como señor del
guffin, es decir, el recurso del guion que hace avan- tiempo, padre de la escritura y creador de los cinco
zar la historia y evolucionar a sus personajes, como días previos, los epagómenos, con que había posi-
el Cœur de la Mer en Titanic o el Santo Grial en las bilitado el nacimiento de los dioses: Isis-Sotis-Sirio,
aventuras de Indiana Jones. En el caso del Papiro Osiris-Sah-Orión, Seth-Osa-Mayor-y-Osa-Menor y
Westcar, es un mapa, no del tesoro, sino del diseño Neftis-Draco. Era también el primer día de la esta-
de un fabuloso edificio: “Se daba la circunstancia de ción de Axt, la inundación, una palabra homófona a
que Su Majestad el rey Keops había pasado todo Axt, horizonte.
su tiempo buscando personalmente esas cámaras
secretas del santuario de Tot, a fin de construir algo Pero el Papiro Westcar no elige esta grafía: se de-
semejante que le sirviera de tumba” (Vidal Manzana- canta por los signos N26 (el Sol entre dos montícu-
res; 1998:70). los), ideograma para Axt; X1 (una rebanada de pan),
complemento fonético para t; y el determinativo O1
La versión original de este pasaje en lengua jeroglí- (el plano cenital de una vivienda) del listado Gardi-
fica aporta un notable valor añadido, a nivel gráfi- ner, con el que se matiza el significado de esta pala-
co, frente a las traducciones que se pueden hacer bra como lugar para su uso residencial, haciendo de
a través de nuestras actuales escrituras alfabéticas: Keops un verdadero morador en el horizonte y repre-
ist wrS Hm n nsw bity xwf mAa xrw Hr HHy nf nA n ipwt sentándolo como Sol resplandeciente entre dos coli-
n wnwt nt DHwty r irtnf mytt iri n Axtf. En realidad, el nas, las dos pirámides de su complejo funerario. Los
texto no menciona una tumba o enterramiento (qrsw) jeroglíficos representan así la viva imagen de Guiza,
cualquiera, sino que se refiere expresamente a la con el faraón enfrascado en la búsqueda de los pla-
palabra Axt, “horizonte”, esto es, el nombre concreto nos que le permitiesen alcanzar esta meta. Un corte-
del complejo funerario de Keops. Oficialmente, este sano, Dyedi, traído a palacio por el príncipe Dyede-
nombre solía escribirse utilizando los signos G25 (un fhor, afirmó en presencia del rey conocer el paradero
ibis crestado), signo fonético para Ax; Aa1 (una pla- de este papiro, guardado en el interior de un cofre de
centa), complemento fonético para x; X1 (una reba- pedernal en el archivo de Heliópolis. Cuando Keops
nada de pan), signo fonético para t; y los determinati- reclama el acceso a este documento, Dyedi le ad-
vos N17 (un surco de tierra) y O24 (una pirámide) del vierte de que solamente un hombre podrá traérselo:
listado de Gardiner, aclarando, los dos últimos, que Userkaf, el mayor de los trillizos todavía nonatos que
se trata de una construcción terrestre con la referida se encuentran en el vientre de Reddyedet, hacién-
forma. Mientras el término Axt denota simplemente dole saber al faraón que el tal Userkaf y sus her-
“horizonte”, la combinación de Ax, “espíritu glorifica- manos reinarían sobre las Dos Tierras, transcurridas
do” y x, “niño” (el salido de la placenta) le imprime tres generaciones después de la del propio Keops.
un profundo misticismo a toda la expresión, conno- Aunque el Papiro Westcar queda interrumpido, sus
tando algo así como “Aquel cuyo espíritu glorificado

144 | Egiptología 2.0


pliegos contendrían necesariamente el hallazgo –no
falto de peligros, sortilegios y criaturas fabulosas,
muy al gusto de la literatura egipcia- del cofre de
pedernal y de los planos arquitectónicos donde se
detallan las salas secretas del Santuario de Tot, por
parte de Userkaf, favorecido, quizás, por el rango de
su padre putativo, Rauser, como Gran Sacerdote de
Heliópolis, o puede que por la intervención de su pa-
dre divino, Ra, señor de Sajebu. Esta heroica acción
–o cualquier otra que protagonizase a lo largo de su
viaje con rumbo a la corte de Keops- justificaría, al fi-
nal del relato, la encumbración del linaje de Userkaf.

El Papiro Westcar es ficción pura, simple entreteni-


miento, pero también es la prueba de que, durante
el Imperio Medio, los egipcios vieron en Keops a un
hombre sumamente preocupado por el diseño de su
pirámide, obsesionado hasta el extremo con el sim-
bolismo de su monumento mortuorio. En la actuali-
dad, cualquier productor de cine, cualquier impresor
literario, sabe que las películas más taquilleras y los
mayores éxitos editoriales son aquellos que echan
mano de algún elemento, sea histórico, sea legenda-
rio, que lleve siglos fascinando al público. Así, utilizar
el diseño de los pasadizos interiores de la Gran Pirá-
mide de Keops como hilo conductor de una narración
no solamente convierte al croquis de Guiza en el pri-
mer Macguffin de la historia, sino en un asunto de al-
cance nacional, público y notorio, capaz de suscitar
una significativa curiosidad en el Egipto de la XII Di-
nastía, cuando no desde mucho antes, atendiendo a
la regla de oro de los propios Macguffin: si tiene sole-
ra, funciona. De hecho, algunas rúbricas del Libro de
los Muertos vendrían corroborar las ansias de Keops
por descubrir el referido documento: así, al príncipe
Dyedefhor, el mismo que según el Papiro Westcar
hizo a Dyedi comparecer ante su padre, se le enco-
mendó una minuciosa y sistemática exploración de
“templos, ciudades, campos y colinas de los dioses”,
sacando a la luz ciertos ensalmos, hasta entonces
secretos, hallados en el propio Santuario de Tot, en
Hermópolis, luego reescritos y adaptados como los
capítulos 30 B, 64, 137 A y 148 del Libro de los Muer-
tos. Gracias a esta expedición, en la que consultó los
archivos más arcanos, Dyedefhor alcanzó gran fama
y sabiduría entre sus compatriotas, llegando a com-
poner las Instrucciones (sbAyt), a saber, la primera y Estatuilla de Tot con cabeza de ibis, bronce de la
más antigua pieza de la literatura sapiencial egipcia, Baja Época. | Thierry de Maigret.
una sucesión de proverbios conservada en estado de todos: ¿Dónde están ahora sus casas? Sus mu-
fragmentario y que se cita como obra paradigmáti- ros se han derrumbado, sus casas ya no existen, es
ca de la razón en los Cantos del Arpista, de finales como si jamás hubieran existido. Nadie regresa del
del Primer Período Intermedio: “Unos cuerpos des- más allá para decirnos cómo es, cuáles son sus ne-
aparecen y otros los reemplazan desde los tiempos cesidades, para tranquilizar nuestro corazón hasta el
de los ancestros. Los reyes divinos que vivieron en momento en que nosotros vayamos también al lugar
tiempos lejanos reposan en las pirámides, y los no- donde han ido ellos” (Rachet; 1995:58). Por cierto
bles y los bienaventurados yacen en sus tumbas. De que el noveno verso, nTrw xprw Xr HAt Htpwi m mrw sn,
las moradas que antaño construyeron, ya no que- no alude tanto a reyes divinos sino, literalmente, a
da nada. ¿Qué ha sido de ellos? Oí las palabras de “dioses de tiempos pasados (que) descansan en sus
Imhotep y de Dyedefhor, cuyas frases están en boca

Egiptología 2.0 | 145


pirámides”. A ojos de los egipcios, Keops y compa-
ñía habían dejado de ser simples humanos, de ser
grandes reyes, para convertirse en dioses genuinos.
Además, todo el pasaje es una referencia cruzada
a la megalomanía funeraria de la IV Dinastía, una
mentalidad captada con preciosismo por la genial
síntesis hecha por el propio Dyedefhor, cuando trata
de aleccionar a su hijo Auibra sobre la trascenden-
cia de la vida venidera: “Embellece tu morada en la
necrópolis. Enriquece tu lugar en Occidente. Hazme
caso porque la muerte nos humilla. Hazme caso por-
que la vida nos entusiasma y la casa de la muerte es
para la vida” (Vidal Manzanares; 2008:76).

Diagonales, solsticios y estrellas Pirámides de Guiza. | Digital Vision / Getty Images.

Vista la influencia a largo plazo que ejercería la divi- rramiento único y dual al mismo tiempo, en cuanto a
nidad de Keops, como encarnación del propio Atum- representación pétrea de sxmty. La misma estrategia
Ra, en la solarización de los ritos de coronación y el fue seguida por Kefrén, a cuyo revestimiento inferior
consecuente cambio de mentalidad que predispuso alude incluso Herodoto de Halicarnaso, aunque el
el alzamiento de la V Dinastía, es necesario dete- que mejor se ha preservado hasta nuestros días es el
nerse ahora a observar la alteración de las costum- del cuarto superior, elaborado a partir de caliza blan-
bres funerarias. Uno de los aspectos más palpables ca de Tura: “Tras haber construido la primera hilera
será la caída en desgracia de la cultura del doble de piedra etiópica de varios colores, habiendo reba-
enterramiento, de la que no hace gala ninguno de jado cuarenta pies su altura en relación con la otra, la
los gobernantes posteriores de la IV Dinastía, así construyó a continuación de la grande” (Historias, II
como tampoco los faraones de la V y la VI Dinastía. 127,3). Con respecto a Menkaura, es posible que el
La evidencia arqueológica únicamente le atribuye prematuro deceso de este monarca le haya impedi-
a Dyedefra su pirámide de Abu Roash; lo mismo le do completar el recubrimiento de su tumba, aunque
ocurre a Kefrén, quien se habría limitado a terminar sus planes pasarían por copiar el estilo de su padre
la segunda de las pirámides iniciadas por su padre y y de su tío: las caras lisas aún conservan en ciertas
a hacer uso de ella como lugar de enterramiento; su zonas los bloques de granito rojizo de Asuán, unos
sucesor, Menkaura, mantuvo la ubicación en Guiza, con un corte perfectamente pulido y acabado, otros
con una única construcción, de tamaño bastante in- todavía en bruto, con sus rugosidades y salientes, a
ferior al de sus predecesoras y que muy posiblemen- medio tallar, mostrando claros visos de la interrup-
te no llegó a ver terminada. Sin embargo, estas pi- ción y abandono de estos trabajos.
rámides cuentan con una particularidad excepcional:
mientras Seneferu y Keops habrían dispuesto de dos Las dos pirámides del “Horizonte de Keops” se ha-
pirámides a fin de representar tanto la Corona Roja bían diseñado en línea, formando una diagonal que
del Bajo Egipto como la Corona Blanca del Alto Egip- unió la esquina sudeste de cada una de ellas con el
to, metáfora de su dominio extendiéndose a ambas Templo de Atum-Ra en Heliópolis: se trata de la “Lí-
regiones, Dyedefra optaría por una vía intermedia. nea Lehner”, de la que ya se ha hablado, y que fue
prolongada más adelante gracias a la construcción
El estudio de las piedras de revestimiento de Abu de la pirámide de Menkaura. Como apunta Giulio Ma-
Roash ha sacado la luz el uso de dos materiales gli, este mismo esquema fue imitado a la perfección
constructivos diferenciados: en las franjas más ba- por su hijo Dyedefra, quien, aun sin edificar más que
jas, las hiladas estuvieron en su día revestidas por una sola pirámide en la necrópolis de Abu Roash,
una robusta capa de granito rojizo de Asuán, mien- aprovecharía –y tal vez usurparía-, para satisfacer
tras que la parte más elevada del monumento fue este requisito, la existencia de una pirámide anterior
forrada por una delicada capa de caliza blanca de en dicho emplazamiento –conocida como Lepsius I,
Tura. La mitad inferior roja surmontada de la mitad de entre 107’5 y 150’5 metros de alto y hecha, como
superior blanca reproduce a la perfección los dos co- la pirámide provincial de Atribis, a partir de ladrillos
lores nacionales del antiguo Egipto, a imitación de de adobe, lo que la pondría en relación con los reina-
cómo aparecen éstos dispuestos en la Doble Coro- dos de Huny o Seneferu-, a propósito de definir una
na, sxmty, “la dos veces poderosa”, formada en su nueva línea diagonal que, de modo parejo a la traza-
parte inferior por la Corona Roja y en la superior por da por su progenitor en Guiza, también quedó orien-
la Corona Blanca. Esta fusión hubo de permitir un tada hacia la posición de la ciudad santa de Heliópo-
sustancial ahorro de medios y de energía a los ope- lis en el horizonte nororiental. En octubre de 2007,
rarios de Dyedefra, al proveer al faraón de un ente- Mosalam Shaltout, Belmonte Avilés y Magdi Fekri,

146 | Egiptología 2.0


Lista Real de Abidos. | Wikimedia Commons.

en la segunda parte del artículo “On the orientation meridional de la pirámide, situada a más de 20 km.
of Ancient Egyptian Temples: (3) Key Points in Lower de distancia, lo que sugiere que el emplazamiento
Egypt and Siwa Oasis”, publicado en Journal for the de Abu Rowash pudo haber sido elegido delibera-
History of Astronomy, propusieron que, desde Helió- damente. Nos encontramos, pues, ante una nueva
polis, las dos pirámides de Abu Roash podrían haber relación solsticial en el contexto de las pirámides de
simulado la forma del jeroglífico Axt, al igual que en la IV Dinastía, que se sumaría a las de Guiza y Das-
Guiza, mediante las dos montañas entre cuyo valle hur” (Belmonte Avilés; 2012:227).
surge y agoniza el Sol.
En lo que respecta a la diagonal de Guiza, vista desde
La usurpación de la segunda pirámide de Keops por Heliópolis, a 45º al sur del oeste, concurriría, a nivel
parte de Kefrén no involucra ningún cambio sustan- general, con la franja del horizonte coincidente con
cial con repecto a estas alineaciones geodésicas, a la sección más brillante de la Vía Láctea y, en par-
las cuales se incorporaría más tarde Menkaura, con- ticular, con la puesta de las constelaciones Cruz del
tinuando así con la tradición familiar inaugurada por Sur y Centauro, ofreciendo un alineamiento óptimo
su abuelo. Por su parte, los reyes Sahura, Neferirka- para Alfa Centauri a finales de julio, la tercera estrella
ra Kakai y Niuserra, ya en la V Dinastía, obrarían de en magnitud de nuestro firmamento, descontando el
igual modo, proyectando su diagonal desde Abusir Sol. Finalmente, la diagonal con mayor angular, la de
hasta Heliópolis, mediante la llamada “Línea Verner”, Abusir, proyectada desde Heliópolis a 71º al sur del
adecuándose a la regla sagrada que habían hereda- oeste aunque invisible a simple vista, conectaría con
do de sus antecesores y que les vendría a garantizar el ocaso de Canopo a principios de abril, la segunda
también la unión sobrenatural con Ra en la otra vida. estrella más radiante y cuerpo astral de Horus. A la
Al término de la V Dinastía, quizás ante la dificul- orientación astronómica de estas diagonales, Mag-
tad material o imposibilidad física de prolongar estas li suma la necrópolis de Zawyet el-Aryan, donde se
diagonales ad infinitum a través del desierto, esta encuentran la Pirámide Estratificada (cuya datación,
misma aspiración ultraterrena del faraón de hacerse a finales de la III Dinastía, es compatible con su atri-
uno con la divinidad se revelaría bajo la forma de bución a Jaba o a Huny, pudiéndose tratar ambos de
plegarias e invocaciones escritas en la propia tumba una misma persona) y la Pirámide Septentrional (de
real: los Textos de las Pirámides. la autoría de Baka/Setka, el hijo de Dyedefra). Dada
su posición, a 56º al sur del oeste, desde Heliópolis
En la opinión de Magli, partiendo de los datos y con- se podría contemplar el ocaso de Fomalhaut a co-
clusiones de Shaltout, Belmonte y Fekri, la disposi- mienzos de noviembre, la estrella más luminosa de
ción de estas diagonales no sería casual, sino que la constelación de Piscis Austrinus y la decimosépti-
habría sido determinada por los sacerdotes-horarios ma del cielo nocturno.
de Heliópolis al igual que las manecillas de un re-
loj, para cumplir con un propósito determinado, re- Sin embargo, para el caso concreto de Zawyet el-Ar-
marcando una determinada efeméride estelar. Así, yan, los investigadores Shaltout, Belmonte y Fekri in-
la localización de Abu Roash, vista desde Heliópolis vierten la dirección de la observación, a 56º al norte
a 28º al sur del oeste, guardaría relación con dos del este, de modo que, desde esta necrópolis, mi-
posibles eventos: o bien el crepúsculo vespertino del rando hacia Heliópolis, se podría divisar otro lucero
solsticio hiemal, o bien la puesta de la estrella Sirio a de gran relevancia en la liturgia funeraria del antiguo
principios de mayo, la más brillante de todo el cielo Egipto: “La estrella Arturo, la quinta más brillante de
nocturno y cuerpo astral de la diosa Isis: “La puesta los cielos egipcios, la más cercana al Polo y tal vez
de sol en el solsticio de invierno, observada desde el una estrella Ikhemu-sek, tenía su orto sobre Helió-
límite norte del recinto sagrado del templo del Sol en polis en torno al año 2450 a.C. (…). Arturo ha sido
esta ciudad, habría sido visible tras la esquina más identificada como la estrella más importante del No-

Egiptología 2.0 | 147


ray, una constelación de los relojes estelares ramé- manifestaciones del Sol, según la cifra recogida por
sidas que, curiosamente, también aparece mencio- las Letanías de Ra, transcritas por vez primera vez
nada en los Textos de las Pirámides en el contexto sobre los pilares de la cámara funeraria de Menjepe-
del viaje astral del faraón difunto hacia las estrellas rra Tutmosis III (KV34) y que también fueron cincela-
imperecederas, en el que el propio Noray llama al das en las paredes de los dos cenotafios abidenses,
rey a ocupar su lugar entre éstas” (Belmonte Avilés; confiriendo a estos recintos una compleja alegoría
2012:227). En realidad, esta inversión de la obser- solar. Así, cada uno de los 75 antecesores de Seti
vación se podría aplicar también a las otras diago- I fue asimilado por correspondencia íntima con una
nales y, de forma muy especial, a la de Abu Roash, de las 75 formas del dios Sol. Es la expresión plás-
puesto que desde este enclave, visualizando el cielo tica de los últimos versos de la propia letanía, que
a 28º al norte del este, se vislumbraría el orto solar alude directamente a la unión física y espiritual de
durante el solsticio estival, sin poder asegurar a cien- Ra con el faraón difunto: “El rey atraviesa la esfera
cia cierta cuál de sus dos alineaciones solsticiales, más secreta, él explora los misterios contenidos en
estival o hiemal, sería la intencionada o, incluso, si ella. El rey te habla como Ra, él te alaba con su inte-
podrían serlo ambas. Este fenómeno se debe a que ligencia. El rey es como el dios; y recíprocamente”,
la posición del Sol en ambos solsticios es especular: según la traducción realizada en 2003 por Enrique
fue esta circunstancia la que condujo erróneamente Fernández de Córdova. No extraña la presencia ha-
a Joseph Norman Lockyer (1836-1920) a interpretar bitual de este texto en los corredores de entrada de
que el eje del Templo de Amón-Ra en Karnak esta- las tumbas faraónicas de la época ramésida, a fin de
ba dispuesto de tal manera que los rayos solares lo que sus dueños compartiesen la misma divinidad del
atravesarían de parte a parte durante el ocaso solar Sol, recurriendo a la vieja fórmula de la IV Dinastía
del solsticio de verano –cosa imposible, debido a la pero a través de un método novedoso, a falta de una
interposición de la cordillera tebana, que impide esta alineación astronómica que subraye el carácter solar
visión-, cuando en realidad este complejo sagrado, del monumento.
así como los santuarios de Nebhepetra Mentuhotep
II (de la XI Dinastía) y de Maatkara Hatshepsut (de la El carnero celestial
XVIII) al pie del circo rocoso de Deir el-Bahari, están
La teoría que atribuye la ubicación de las pirámides
enfocados únicamente hacia el nacimiento del Sol
a las elecciones tomadas por el clero heliopolitano,
en el solsticio hiemal.
creando las líneas diagonales que vendrían a con-
Otra diagonal, la del complejo funerario de Ahmose verger en el patio del Templo de Atum-Ra, donde se
I en Abidos, es perpendicular a la dirección del ama- veneraba la piedra bnbn original, modelo de todos los
necer en el solsticio de invierno, entrando dentro de piramidiones, cuenta con su propio talón de Aquiles.
la categoría de aquellos monumentos egipcios que Debe cumplir la siguiente premisa: “El mayor proble-
requieren de la simbólica rotación de 90º (Belmonte ma respecto a los ritos de fundación de los templos
Avilés; 2012:164), a fin de expresar el concepto de radica en definir hasta qué punto la orientación astro-
subsidiariedad, lo mismo que ocurre en Karnak con nómica jugaba un papel importante en el momento
el templo de Ramsés III Heqaiunu o con los pilonos de decidir la localización definitiva. Al respecto hay
séptimo y octavo, o en Dendera con el mammisi. Si mucha leyenda pero muy pocas mediciones fiables.
bien el culto de Abidos estaba centralizado en torno Es evidente que el eje de cualquier edificio puede
a la adoración de Osiris, ni siquiera en este enclave prolongarse hasta alcanzar un punto en el horizonte
pasa desapercibida la voluntad de los faraones de y que por éste salga alguna estrella en uno u otro
fusionarse con el dios Sol: en los cenotafios de Men- momento del año, pero esto no es válido para definir
maatra Seti I y de su hijo Ramsés II Meriamón, edi- una orientación astronómica si no se puede explicar
ficados siguiendo el mismo esquema de los templos qué significado juega esa estrella en la cosmología,
funerarios de Tebas, se mandó esculpir un extenso teología o culto del dios tutelar del templo –o sus pa-
listado de los reyes que les habían precedido en el rientes divinos-. Si no se puede relacionar ese aste-
trono, como dedicatarios de una ofrenda conjunta rismo con algún aspecto de las creencias religiosas
a Ptah-Socar-Osiris. Uno de los objetivos prácticos la orientación no es tal” (Molinero Polo; 2000:81).
de esta recopilación sería conectar a los reyes de Los Textos de las Pirámides –plasmados por escri-
tiempos pasados con los monarcas de la XIX Di- to a finales de la V Dinastía pero fiel reflejo de las
nastía, carentes de vínculo sanguíneo con los de la ideas religiosas de los siglos anteriores-, a la hora
XVIII, dándoles el sentido de pertenencia a un co- de determinar el destino de ultratumba del faraón
lectivo que va mucho más allá de los límites de una difunto, tanto en su faceta solar como estelar, seña-
simple familia, a través de la genealogía del poder. lan cómo el faraón se hace uno con la constelación
Ahora bien, el número de soberanos escogidos para de Osiris-Orión y con las estrellas imperecederas
configurar la Lista Real de Abidos, 75 desde Menes (en el eje sur-norte) y su ascenso celestial lo aúpa
hasta Menpehtyra Ramsés I, no es casual en abso- hasta el cortejo de Ra, consiguiendo formar parte
luto: se corresponde con la cantidad exacta de las de la tripulación de su barca (en el eje este-oeste).

148 | Egiptología 2.0


Doble Esfinge en la Estela del Sueño. | National Geographic.

La alineación de las diagonales de Abu Roash con Roash, a 28º al sur del oeste, durante el ocaso del
Isis-Sotis-Sirio, de Guiza con Alfa Centauri y de Abu- solsticio de invierno, de manera que los últimos ra-
sir con Horus-Sopdu-Canopo poco, o nada, aporta a yos de la tarde bañarían, en línea recta, la cúspide
la transfiguración del rey difunto en uno de los cuer- de la Pirámide perdida y la piedra bnbn; de la misma
pos astrales a que estaba llamado a convertirse en manera, desde Abu Roash, otro observador vería
el más allá. el Sol levantándose tras Heliópolis, a 28º al norte
del este, durante el amanecer del solsticio de vera-
Queda dicho cómo toda línea se puede proyectar en no. Son las dos facetas de la alineación solsticial,
dos direcciones: de la misma manera que desde el las dos caras intercambiables e inevitables de una
Templo de Atum-Ra en Heliópolis se podría observar misma moneda, tal y como acontece en Guiza, con
el ocaso de determinadas estrellas justo por encima la alineación solsticial de las pirámides de Keops y
de los grupos de pirámides de Abu Roash, Guiza y Kefrén con la Gran Esfinge: a fin de cuentas, la es-
Abusir; también desde estas tres necrópolis se po- trecha relación entre ésta última y la faceta de Atum-
dría vislumbrar el orto de otras estrellas sobre el Ra como doble león divino quizás no responda a la
horizonte de Heliópolis. Por ejemplo, desde Zawyet existencia de una segunda Gran Esfinge, también
el-Aryan, donde se levantan la Pirámide estratifica- de proporciones ciclópeas, gemela de la que hoy se
da –en estado ruinoso, ordenada levantar en la III conserva, como viene defendiendo desde 2007 el in-
Dinastía, quizás por Jaba o puede que por Huny- así vestigador egipcio Bassam el-Shammaa basándose
como la Pirámide inacabada –cuya autoría y data- en los Textos de las Pirámides (“Yo soy el que perte-
ción se sigue debatiendo, a causa de su diseño anó- nece a los dos obeliscos de Ra que están en la tierra
malo para la IV Dinastía y que podría atribuirse bien y pertenezco a las dos esfinges de Ra que están en
a Neferkara, sucesor de Jaba, o a alguno de los hijos el cielo”; Declaración 515), la representación dual de
de Dyedefra-, se contemplaría el nacimiento de la la Gran Esfinge de Guiza en la Estela del Sueño de
estrella Arturo, sobre la vertical de Heliópolis. Ahora Menjeperra Tutmosis IV y en el análisis fotográfico
bien, si la dirección funcional en Zawyet el-Aryan es de la densidad de las capas geológicas de esta me-
la que nace allí y culmina en el horizonte noreste del seta. Muy al contrario, podría deberse a la función
firmamento, siguiendo la diagonal que comunica con dual de un único monumento, capaz de volver a la
Heliópolis, ¿debe aplicarse también esta lectura al vida en dos jornadas del año, de forma simbólica,
resto de las llamadas líneas Lehner? a través de la formación del jeroglífico Axt en ambos
solsticios. Así, el cuerpo de cada uno de los dos leo-
El trazado concreto de la pirámide de Dyedefra es
nes que intervienen en la escritura jeroglífica de Ruty
particularmente llamativo: desde Heliópolis, un ob-
sería el de la Gran Esfinge de Guiza, uno en repre-
servador podría ver el Sol refulgiendo tras Abu
sentación del ocaso del solsticio estival y otro por el

Egiptología 2.0 | 149


orto del solsticio hiemal.

A mayores, en caso de aceptar la clave de cifrado


obtenida en Zawyet el-Aryan, proyectando la “Línea
Lehner” hacia el horizonte noreste –no en vano, la
Gran Esfinge está recostada contemplando el hori-
zonte oriental del cielo-, entonces, la alineación prin-
cipal sería la del amanecer del solsticio de invierno.
Podría corroborar esta suposición el propósito de los
complejos funerarios en el Antiguo Egipto, ideados
para devolver la vida al rey difunto, asociándose a la
regeneración del Sol con cada nueva aurora, ponien-
do el acento en la franja horaria matutina. El propio
padre de Keops, Seneferu, concedió una importan-
cia vital a esta precisa fecha del año: Belmonte Avi- Anochecer del solsticio de invierno, en la Pirámide
lés contempló en 2006 la puesta del astro rey en el Romboidal. | Belmonte Avilés.
solsticio de invierno, desde el centro del Templo del
sentación del montículo primitivo o de la piedra bnbn
Valle asociado a la Pirámide Romboidal de Dashur,
original de Heliópolis.
observando el orbe solar en conjunción con la esqui-
na noroeste. Es la misma efeméride que cobró espe- Nebhepetra, en el ejercicio de esta vuelta a la orto-
cial vigencia durante el Imperio Nuevo, a través de doxia, va a usurpar el nombre de un monumento de
las alineaciones de la diagonal de Abidos y el eje de gran antigüedad para el de su propio mausoleo: se
los principales templos tebanos, como el de Amón- trata del nombre de la pirámide de Keops. La no-
Ra en Karnak, el de Maatkara Hatshepsut en Deir menclatura de la Gran Pirámide es xwfw Axt, “Hori-
el-Bahari o el Templo de Millones de Años de Neb- zonte de Keops”, lema rematado por el determinativo
maatra Amenhotep III, cuya trayectoria se dispuso a mr, con el significado de “pirámide”. Con respecto al
propósito de remarcar la salida del Sol en el solsticio Templo de Mentuhotep II, el sintagma nominal esco-
hiemal. La prueba definitiva de que el “Horizonte de gido por su artífice es nb Hpt ra Axt stw, “Los lugares
Keops” enfatizó de forma especial el solsticio de in- del Horizonte de Nebhepetra” (a veces escrito imn
vierno –frente al de verano, también importante para Axt stw, “Los lugares del Horizonte de Amón”), al final
comprender su simbolismo, pero a un escalafón por del cual se suma también el determinativo específi-
debajo- es el intento de un monarca del Imperio Me- co para las estructuras piramidales, mr. Es preciso
dio por replicar su geometría sagrada, en otro lugar aclarar que la introducción del término “horizonte” no
y bajo otra apariencia. es una convención frecuente en la denominación de
las pirámides: “Grandeza de Kefrén”, “Dyedefra es
Nebhepetra Mentuhotep II es el responsable de una
la estrella-Sehedu”, “Nebka/Setka es una estrella”,
de las numerosas unificaciones de Egipto, concre-
“Divino es Menkaura”, “Purificación de Shepseskaf”,
tamente la que inaugura el periodo conocido como
“El alma de Sahura aparece gloriosa”, “Perfecto es
Imperio Medio, hacia el año 2000 a. C., después de
Isesi”, “Merenra aparece en perfección”, “Estable y
la anarquía reinante en el Primer Periodo Intermedio,
perfecta es la vida de Neferkara”, son algunos de los
con un país donde cada nomarca ejercía el poder
numerosos ejemplos que huyen del vocabulario em-
como si las provincias egipcias fuesen auténticos rei-
pleado por Keops y Nebhepetra. Este nombre, más
nos de Taifas. En el programa de gobierno de este
que ser producto de una elección azarosa, conviene
faraón, la filiación con el Imperio Antiguo era un fac-
mejor a la campaña de vinculación entre ambos Im-
tor determinante, obviando la brecha de las cuatro
perios, poniendo en práctica incluso los conocimien-
caóticas dinastías que lo separan del esplendoroso
tos astronómicos más ancestrales. El Papiro West-
tiempo de las pirámides. Esta declaración de inten-
car (Papiro de Berlín 3033), escrito precisamente en
ciones quedó plasmada en la política religiosa que
el Imperio Medio, parece haber satisfecho una mi-
caracterizará a Nebhepetra y a sus sucesores: la
sión propagandística: al legitimar el ascenso de los
recuperación de la forma piramidal. El Templo Fu-
soberanos de la V Dinastía –a través de una fórmula
nerario de Mentuhotep II en Deir el-Bahari, cuyo eje
que se ha extraviado, al perderse el final de dicho
está alineado con el amanecer solar del solsticio de
documento-, subyacería con seguridad el anhelo de
invierno es, precisamente, una forma novedosa de
legitimar, por una vía análoga, al linaje de Nebhepe-
concepción piramidal: desde el patio inferior se ac-
tra Mentuhotep II.
cede, a través de una rampa, a la terraza del templo,
cuyo deambulatorio está encaramado a una monu- El vínculo de este faraón con Keops fue mucho más
mental pirámide de la que apenas subsisten algunos allá: en la titulatura real completa de Nebhepetra, el
restos. Es posible, incluso, que en lugar de pirámide cartucho con el nombre de nacimiento de Nebhe-
hubiese una cúpula cónica o colina artifical, en repre- petre aparece escrito sA HwtHr nbt iwnt mnTw Htp, “El

150 | Egiptología 2.0


rio). En dicho estudio también quedó visto cómo el
solsticio de invierno, determinado astronómicamente
por la conjunción del Sol y el carnero celeste, pudo
haber provocado la solarización del dios criocéfalo
Amón y su conversión en Amón-Ra, justificando el
trazado del templo dedicado a este dios en Karnak,
así como el engendramiento divino –a través de un
rayo de luz- de Maatkara Hatshepsut, en su santua-
rio de Deir el-Bahari. En este último emplazamiento,
el “Horizonte de Nebhepetra” protagoniza una noto-
ria hierofanía astronómica, al igual que el “Horizonte
de Keops” en Guiza, también durante la mañana del
solsticio de invierno: ahora bien, la tumba de Mentu-
hotep II revela su simbolismo gracias al sobrenom-
bre de “Horizonte de Amón”, mediante un proceso de
sustitución que transforma en Amón, tras su muerte,
a quien en vida fue Nebhepetra. Así, esta alineación
facilitaría, desde la mentalidad de los egipcios, la
apertura de una especie de portal cósmico, destina-
do a permitir la resurrección astral del faraón, divini-
zado bajo la apariencia de Amón-Ra, en esa jornada
específica del año. Ahora bien, ¿debe hacerse una
lectura paralela en Guiza?

En 2010, la datación por radiocarbono de las vigas


de madera de cedro utilizadas junto a los escombros
Templo Funerario de Mentuhotep II, en Deir el-Ba- del núcleo para asentar la estructura de la Pirámide
hari. | Pinterest.
Escalonada de Dyeser en Saqqara permitió fechar
hijo de Hathor, Señora de Dendera, Mentuhotep”. su construcción hacia el año 2570 a. C., obligando
El Templo de Hathor en Dendera, aunque data en a revisar a la baja la cronología del Imperio Antiguo.
su mayor parte del Período Helenístico de Egipto, Este dato es compatible con las estimaciones de
remonta sus cimientos precisamente a la época de Dodson y Hilton, situando el reinado de Dyeser en-
Keops, constituyendo tal nomen, un homenaje indi- tre los años 2584 y 2565 a. C., así como con las de
recto hacia su persona: fue bajo su reinado cuando Hornung, Krauss y Warburton, que emplazan a este
los planos de este magnífico templo, escritos sobre faraón entre los años 2592 y 2566 a. C. (Belmonte
piel de gacela y salvaguardados en el archivo real, Avilés; 2012:304). Esta misma cronología coloca el
fueron localizados y llevados a la práctica, siguien- mandato de Keops entre los años 2470 y 2447, el de
do un modus operandi idéntico al que se recoge en Dyedefra entre 2447 y 2439 a. C. y el de Kefrén entre
el propio Papiro Westcar, al relatar la búsqueda, por 2437 y 2414 a. C., según Dodson y Hilton, mientras
parte del mismo faraón, de los planos de otro santua- que Hornung Krauss y Warburton distribuyen a estos
rio, éste dedicado a Tot, que habrían de servirle para tres monarcas entre 2509 y 2483 a. C., para Keops,
el diseño de su complejo funerario, el “Horizonte de 2482 y 2475 a. C. para Dyedefra y 2472 y 2448 a. C.
Keops”. para Kefrén (Belmonte Avilés; 2012:304). De todas
maneras, estas cronologías de la IV Dinastía siguen
Según la versión 0.18.3 del programa Stellarium, siendo inciertas e inexactas, al optar todavía por un
al amanecer del solsticio hiemal del año 2000 a. reinado breve para Dyedefra, en contraposición con
C., el orbe solar se encontraba cerca de la estre- la versión extendida para el mismo. Entre los años
lla HIP 102587, en la constelación de Capricornio, 2500 y 2450 a.C., el solsticio de invierno, visto des-
marcando la orientación del Templo de Mentuhotep de Guiza, acontecía sobre la estrella Dorsum (Theta
II en Deir el-Bahari. Tal y como se ha expuesto en Capricorni) con el Sol superpuesto a la constelación
la tercera parte del artículo “El lenguaje astronómico egipcia del carnero, siguiendo la versión 0.18.3 del
como subtexto del discurso astronómico en el anti- programa Stellarium.
guo Egipto”, publicado en octubre de 2019, en el nú-
mero XVII de la revista Egiptología 2.0, los paneles Dada la apariencia zoomorfa de muchas divinida-
astronómicos del Imperio Nuevo recogen únicamen- des del panteón egipcio, no se puede determinar,
te cuatro constelaciones zodiacales: el huevo (Aries de forma concluyente, con qué dios podría haberse
y Tauro), el león (Cáncer y Leo), la barca (Libra, Es- asociado el carnero celestial en tiempos del Imperio
corpio y Sagitario) y el carnero (Capricornio y Acua- Antiguo o, siquiera, si los sacerdotes horarios ya de-
finieron dicha constelación en una época tan tempra-

Egiptología 2.0 | 151


do el gran visir Imhotep el que hubo de interpretar
sus propios sueños: “Se le apareció Jnum mientras
dormía y le habló: Soy Jnum, tu creador. Mis brazos
te rodean para proteger tu cuerpo. Soy señor de la
creación, el que se ha creado a sí mismo, el gran
océano que estaba aquí desde el origen de los tiem-
pos, el Nilo que fluye según mis propios deseos. Yo
haré medrar el Nilo para ti, el hambre cesará, los co-
razones de los egipcios rebosarán más que antes de
júbilo”.

Los Textos de las Pirámides definen a Jnum como el


artesano de cuyo taller salió la barca celestial (De-
claraciones 300 y 522), así como la escalera “para
que el Rey pueda ascender por ella al cielo y escoltar
a Ra en el cielo” (Declaración 586A); es identifica-
do también con “uno de los dos pilares de la Gran
Mansión”, dicho de otro modo, el Templo de Atum-
Ra en Heliópolis; es a él a quien el faraón difunto
pide, como demiurgo y alfarero, que remodele y dé
forma a su cuerpo luminoso (Declaración 323) y que
el portador del Ojo de Horus trata como a su padre
(Declaración 524). Otra de las menciones, algo fa-
rragosa, sitúa a Jnum junto al faraón, dirigiéndose
hacia la heredad de la luz solar –probablemente el
horizonte-, en el instante mismo de su nacimiento a
la vida eterna: “El Rey se clasifica como Primogénito
en el grado de la eternidad (…). El Rey (va) hacia el
Campo de la Luz del Sol, sus manos han caído so-
bre Aquel cuyos cuernos están al norte de la isla de
Estatuilla broncínea de Jnum, en el Museo del Lou- Elefantina, que sembró la tierra en su primera ima-
vre (N 3577). | Rama. gen sagrada al lado de (… el ureo) fue (guiado) a su
primer nacimiento” (Declaración 627). Este escena-
na. Aunque Amón, y su paredra Amonet, aparecen rio es compatible con la visión del cielo matutino en
citados en los Textos de las Pirámides como protec- el solsticio de invierno, con el Sol emergiendo sobre
tores de los dioses (Declaración 301), en realidad, la constelación del dios carnero Jnum, suscitando la
su culto no se popularizaría hasta el Imperio Medio, resurrección de su protegido, Keops, a través de una
beneficiándose de su proceso de sincretización con hierofanía astronómica en Guiza inversa a la pos-
la figura de Ra. Quien sí acaparó el protagonismo tulada por Belmonte Avilés y Shaltout. Las fuentes
de esta composición religiosa fue Atum: no obstan- egipcias atestiguan, entre la IV y la V Dinastía, un
te, su asociación al crepúsculo vespertino, así como progresivo proceso de solarización de Jnum, deri-
su representación leonina en Guiza, combinada con vando en la aparición de la figura sincrética Jnum-
el busto humano del faraón, generando la criatura Ra: ésta vendría a ser al solsticio hiemal (con el Sol
fabulosa que hoy denominamos esfinge, no cuadra sobre el carnero celeste) en el Imperio Antiguo, lo
bien con la iconografía criocéfala. Además, la versión que Amón-Ra en el Imperio Nuevo.
celeste de Atum la encarna el Sol mismo, extralimi-
tándose a un simple grupo de estrellas más o menos La gestación de un dios
radiantes, diseminadas por el plano de la eclíptica.
La reina Meresanj III, hija del príncipe Kauab y espo-
Cabe señalar la existencia de una tercera deidad, con sa de su tío, Kefrén, sobrevivió un año a su marido,
cabeza de carnero, que ejerció tal ascendente sobre falleciendo a una edad de entre 50 y 55 años y re-
el propio Keops que a él debió su nombre, xnmw xu- cibiendo sepultura en la mastaba G7530-7540. Fue,
fu(i), “el protegido del dios Jnum”. Para entender la por tanto, nieta de Keops. En las jambas de la en-
posición del Jnum en el Imperio Antiguo basta citar la trada de su monumento funerario se han registrado
Estela del Hambre, cincelada en Sehel, donde se re- dos fechas: la del descanso de su ka e ingreso en la
lata un episodio de sequía ocurrido bajo el mandato Casa de la Purificación, es decir, su óbito y embalsa-
de Dyeser, en su año decimoctavo, un siglo antes de mamiento, el día 21 del primer mes de Smw del año 1,
Keops, en el que podría haberse inspirado la historia con toda seguridad de Menkaura, dada la edad de la
bíblica de José en Egipto pero, en este caso, sien- momia; y la de sus funerales y conducción a su mag-

152 | Egiptología 2.0


tiempos de Menkaura. Las fechas son similares al
emplear el Ciclo Sotíaco de 1.460 años de duración,
generado por el año juliano de 365’25 días y con
apocatástasis en los años 2781 ± 3 a. C., 1321 ± 3
a. C. y 139 ± 3 d. C., en que el calendario civil habría
adelantado 89 días frente al calendario ideal, al ritmo
de un día cada 4 años, situando entonces la muerte
de Meresanj III entre el 10 y el 12 de diciembre y
sus funerales entre el 7 y 9 de septiembre. El prime-
ro de ambos métodos, propuesto en la “Revisión de
las Apocatástasis del Ciclo Sotíaco”, publicado en el
Alineación solar de la mastaba de Meresanj III. volumen XII de la revista Egiptología 2.0, en julio de
| The Giza Project. Universidad de Harvard. 2018, deja patente la conexión entre la astronomía y
la liturgia luctuosa, a través de una muerte simbólica
nífica tumba, el día 18 del segundo mes de prt del relacionada con el curso de los solsticios y de los
año 2 del mismo soberano. Ambos eventos están se- equinoccios, un engranaje en estrecha ligazón con
parados por 272 días, una cifra que poco o nada se las cuatro constelaciones zodiacales egipcias.
asemeja a los 70 días del proceso de momificación
referenciados en fuentes clásicas, como Herodoto Gracias a un pequeño tragaluz, próximo a su puerta
de Halicarnaso o Diodoro de Sicilia. Ante este pa- de acceso, la mastaba de Meresanj III cuenta con
norama, George Andrew Reisner echó mano de la un su propia hierofanía solar: “En lo alto de la pared
imaginación, al igual que había hecho para el aná- oriental de la tumba, se dispuso un estrecho venta-
lisis del pozo funerario de Hetepheres I (G7000X), nuco. Su principal propósito habría sido permitir que
concluyendo que la mastaba G7530-7540 no habría la luz solar iluminase la capilla de Meresanj. Los
estado lista para este enterramiento y hubo de ser egipcios se imaginaron la singladura diaria del Sol,
adaptada a marchas forzadas para recoger en sus de este a oeste, en paralelo al ciclo de vida humana.
cámaras los restos mortales y ajuar de la consorte Mientras el Poniente, como lugar por donde desapa-
del faraón. Reisner no cayó en la cuenta del profun- rece el Sol todas las noches, pasaba por ser el reino
do simbolismo de aquellos 272 días, equivalentes de los muertos, el Levante era visto como un espacio
a 9 meses, el tiempo que implica la gestación hu- para el renacimiento y la resurrección. Por lo tanto, la
mana. Tras formarse en el vientre de la diosa Nut arquitectura funeraria seguía, con carácter general,
durante este período, el nuevo cuerpo de Meresanj un eje este-oeste, para que los rayos solares, dado-
III estaba preparado para su renacimiento celestial, res de vida, pudiesen penetrar en la tumba y alcan-
quizás como una estrella imperecedera, puede que zar al difunto, a menudo pensando que éste saldría
a bordo de la barca solar, compartiendo el destino de del Occidente a través de la llamada “puerta falsa”
ultratumba estipulado para el faraón. De hecho, los (una representación, tallada e inscrita, de un pórtico
Textos de las Pirámides aparecen escritos también por donde el espíritu del difunto emergería del infra-
en las tumbas de cuatro esposas del faraón Pepi II mundo, según las creencias egipcias, para nutrirse
Neferkara, a saber: las reinas Behenu, Neit, Iput II y de su mesa de ofrendas). Durante la creación del
Udjebten. modelo 3D de la mastaba G7530-7540 se reveló, cu-
riosamente, que dicho haz de radiante luz solar iría a
Las fechas de la gestación divina de Meresanj III no parar en la pared occidental opuesta (…), una falsa
son, en absoluto, producto del azar: partiendo del Ci- puerta poco profunda, donde están representados
clo Sotíaco de 1.423 años de duración, generado por el nombre, los títulos y la imagen de la soberana.
el año sidéreo de 365’256363 días y con apocatásta- Cada vez que se abrían las puertezuelas de la cá-
sis en los años 2718 ± 3 a. C., 1295 ± 3 a. C. y 128 ± mara principal, el rayo de Sol se proyectaría desde
3 d. C., hacia el año 2425 a. C., el calendario civil se el ventanuco directamente hasta esta falsa puerta,
habría adelantado 75 días con respecto al calendario el punto más significativo de toda la tumba, el nexo
ideal, a razón de un día cada 3’90071890249 años. emblemático entre la capilla y el pozo funerario, en-
Así, el 21 del primer mes de Smw, correspondiente al tre este mundo y el venidero” (Aronin; 2018:53-56).
día 262 del calendario egipcio y que en el año de la Así, el nombre de Meresanj III, privado de vida al
apocatástasis habría tenido lugar entre el 9 y el 11 de verse sumido en medio de la oscuridad, recobraría la
marzo, se produjo entre los días 24 y 26 de diciem- existencia y lograría abandonar las tinieblas median-
bre del año 2425 a. C., de modo que el 18 del segun- te este sistema de caja de luces, permitiendo la sali-
do mes de prt, 272 días más tarde, hubo de coincidir da al día de su portadora. Convendría llevar a cabo
entre el 21 y el 23 de septiembre del año 2424 a. C. una minuciosa exploración in situ, para determinar la
De este modo, la fecha del deceso de Meresanj III fecha exacta en que esta iluminación se adapta más
habría coincidido con el solsticio de invierno y sus finamente al friso con la inscripción o a la propia ima-
pompas fúnebres con el equinoccio de otoño, en gen de Meresanj. A ojo de buen cubero, dado que

Egiptología 2.0 | 153


de primavera señala el inicio de la momificación del
faraón difunto, un N. Osiris, practicada por su hijo,
Anubis –una suerte de sacerdote tanatopractor-, al
retirar las vísceras, deshidratar el cuerpo durante
más de dos meses en sal de natrón desecante, re-
llenarlo de mirra pura triturada mezclada con otras
sustancias aromáticas y envolverlo en los vendajes,
con sus debidos amuletos. La leyenda del Fénix in-
cluye, de forma vagamente adaptada y metafórica, el
proceso de embalsamamiento, cuando en los cielos
de Arabia, es decir, al rayar el alba en la ribera orien-
tal del Nilo, el vástago envolvía a su difunto padre
en mirra, a través de varias capas, hasta conformar
una corteza tan consistente como el cascarón de un
huevo.

El solsticio estival se solapa con el signo del león. El


“Horizonte de Keops” hubo de cobrar vida al ocaso
de esta jornada, por primera vez, a través de una
cuidada hierofanía astronómica. El Calendario del
Cairo (Papiro 86637), confeccionado en tiempos del
Imperio Nuevo, bajo el reinado de Ramsés II Meria-
món, relaciona la segunda estrella más brillante de
este asterismo, Denébola, con Anubis: “El II Axt 4 (21
de agosto), el Calendario registra “el día de la salida
de Anubis para la inspección de su wabt para la pro-
tección del cuerpo del dios”. En el año 1312 a. C.,
esto señala el orto helíaco de Denébola (Beta Leo-
Alineación matutina de la Esfinge en el equinoccio
de primavera, 1999. | Santha Faiia.
nis), lo cual es apoyado por III prt 6 (20 de enero):
“Jubileo de Osiris en Busiris; salida de Anubis, (sus)
la tumba está alineada con gran precisión hacia el adoradores (o, adoración) le siguen; él ha recibido
este, se intuye que el momento más propicio debería a todos en el vestíbulo”. Esta jornada marca el orto
de ser poco después del amanecer, en la mañana acrónico de Denébola –la elevación de la estrella al
de ambos equinoccios o, dicho de otra manera, en anochecer. El Calendario hace otras tres referencias
la nada azarosa fecha de su enterramiento, el 18 del a Anubis. De estas tres, dos podrían indicar eventos
segundo mes de prt. para Denébola. En IV prt 2 (15 de febrero), Denébola
culmina a medianoche. Para esta noche leemos: “La
El reloj solar marca, con el orto del equinoccio de Majestad de Geb procesiona al trono de Busiris para
primavera, la entrada de los muertos en la conste- ver a Anubis, quien ordena al concilio de los requi-
lación del huevo: en los Textos de las Pirámides, el sitos (del día)”. La “Fiesta de Anubis que está en su
faraón renace a la vida eterna después de rasgar el montaña”, en IV Smw 22 (5 de julio) ocurre poco antes
cascarón de un huevo, esto es, la crisálida de lino del ocaso acrónico de Denébola” (Hardy; 2003:52).
y madera que envuelve su cuerpo inerte, formada Anubis, una deidad zoomorfa con cabeza de chacal,
por las vendas que ciñen la momia o el ataúd que no era solamente el santo patrono de la embalsama-
la confina; a su vez, este huevo es una alusión al miento, sino que también tenía encomendado recibir
del Fénix, la piedra bnbn, de cuyo interior está lla- a los difuntos a su llegada a la Duat, acompañándo-
mado a resurgir su difunto padre, Osiris, imitando la los durante su viaje de ultratumba, presentándolos al
geometría de las pirámides la forma de este huevo y cortejo de los dioses y conduciéndolos a la Sala de
resultando en la costumbre de colocar en la cúspide la Doble Verdad, a fin de que pudiesen comparecer
de estos mausoleos una réplica de dicha reliquia sa- ante el tribunal de Osiris y realizar allí la psicostasia
grada. Desde antiguo se creía que el dios Jnum ha- o pesaje del corazón. Que la hierofanía astronómica
bía modelado en su torno, con sus propias manos, de Guiza se produzca con el crepúsculo vespertino,
el huevo primordial, colocándolo él mismo o, quizás, con el Sol penetrando en el Lejano Occidente, ayuda
un pájaro celestial –el Gran Graznador-, sobre la a aclarar el simbolismo de esta fecha, en la que el
colina primigenia, la “isla de la llama”, en medio de horizonte se abre por primera vez para Keops, tras
las aguas de Nun, el Océano Primordial: del huevo romper el cascarón de su huevo, permitiéndole la en-
cósmico surgió Ra, la luz solar, elevándose hacia el trada al inframundo, bajo la supervisión de Anubis
firmamento, iniciando el cómputo de las edades y la (Denébola).
creación de la humanidad. Con ello, el equinoccio

154 | Egiptología 2.0


Alineación vespertina de la Esfinge durante el equinoccio
de primavera, 2020. | Ministerio Egipcio de Antigüedades.

El equinoccio de otoño descubre al Sol a bordo de curiosa hierofanía astronómica, relacionada con la
la constelación de la barca, que se extiende por posición de las dos grandes barcas funerarias: las
nuestras modernas Libra, Escorpio y Sagitario. Los caras norte y sur de la Gran Pirámide están perfecta-
Textos de las Pirámides mencionan el nombre de las mente alineadas con el eje este-oeste, así que, tanto
numerosas embarcaciones usadas por el faraón du- al alba como al ocaso de los equinoccios, el Sol se
rante su ascenso a la bóveda celeste, a fin de poder yergue y oculta a través de los extremos de esta lí-
alcanzar su destino entre las estrellas circumpolares nea imaginaria. Ahora bien, las barcas funerarias de
o imperecederas en el eje sur-norte, sumándose al Keops han sido dispuestas en paralelo a la cara sur,
cortejo de las barcas diurna y nocturna de Ra en el con su proa apuntando hacia occidente, calcando la
eje este-oeste. Es, por eso, en este momento del año trayectoria aparente de la órbita solar en este equi-
cuando, al menos de algún modo metafísico, los ba- noccio, para cruzar a la otra orilla del río celestial:
jeles funerarios sepultados en las fosas al pie de la una de ellas, ya restaurada, se muestra al público
Gran Pirámide de Keops le vienen a prestar un sus- desde 1982 en un pabellón adjunto a la Gran Pirámi-
tancial servicio a este faraón en la vida ultraterrena, de, en el propio lugar de su hallazgo; la otra prosigue
abriéndole el paso más allá de la realidad tangible y con su proceso de reensamblaje, bajo la dirección
dejándolo avanzar por el espacio sideral, siguiendo del egiptólogo japonés Sakuyi Yushimura, rumbo de
la estela de los dioses. La necesidad de un navío su futura exposición en el Gran Museo Egipcio. Dado
en esta precisa región del firmamento viene dada que dichas barcas fueron ofrendas votivas del faraón
por la intersección, justo entre las constelaciones de Dyedefra, agasajadas en la undécima ocasión del
Escorpio y Sagitario, del plano de la eclíptica –por censo, hacia el año 22 de su reinado, gran parte de
el que discurren el Sol y los planetas- con el manto la cohrencia astronómica del “Horizonte de Keops”
estrellado de la Vía Láctea, que los egipcios cono- hubo de completarse, cuando menos, un par de dé-
cieron como el “Curso de Agua Sinuoso”, o “Canal cadas tras el fallecimiento del propio interesado.
Sinuoso”, y en donde creyeron reconocer la versión
celeste del río Nilo. De hecho, se trata de una de las El solsticio hiemal tiene lugar cerca de 270 días tras
zonas más esplendente y poblada de la Vía Láctea, el equinoccio de primavera, completándose en esta
por encontrarse aquí su bulbo o núcleo galáctico, fecha la gestación del faraón divinizado que se inició
con el centro en la radiofuente Sagitario A*, posición 9 meses antes, en el interior del huevo del Fénix, el
ocupada, según recientes investigaciones, por un vértice de la colina primigenia del culto heliopolita-
agujero negro supermasivo. De la misma manera no. El horizonte se abre para expulsar al Sol desde
que la posición del Sol a lo largo de un año, en deter- las entrañas de la tierra, desde las cavernas del in-
minados puntos de su movimiento latitudinal, activa framundo, en comunión con la constelación del dios
o desactiva el simbolismo del “Horizonte de Keops”, criocéfalo Jnum, el carnero celestial, balizando el
en el equinoccio de otoño también se produce una instante mismo de la transmutación de Keops, xnmw

Egiptología 2.0 | 155


xwfw, “el protegido del dios Jnum” en un espíritu lumi- La escueta mención a Mehit presente en los Textos
noso, Ax, bajo la apariencia de Jnum-Ra: “El Rey está de las Pirámides es plasmación de otra estampa as-
vinculado al lado oriental del cielo, porque el Rey fue tronómica que coincide a la perfección con el solsti-
concebido allí y el Rey nació allí” (Declaración 668). cio de invierno: “Oh Osiris Rey (…), entrarás en estas
Contemplando la Gran Esfinge desde algún lugar del tierras occidentales por el camino de los Seguidores
Campo Occidental de Guiza, lo suficientemente dis- de Ra (…). Tú eres quien les impide quedar inertes
tante como para divisar este paisaje entre las pirámi- en tu abrazo; subes hacia ellos con poder efectivo,
des de Keops y Kefrén, cobra vida, por segunda vez, como todos mis hijos, como todos mis hijos, en este
el signo jeroglífico del horizonte, Axt, dos montañas tu nombre de Sopdu. Tu mayal está en tu mano, tu
separadas por el Sol, dando sentido pleno al nombre cetro está en tu mano, los asesinos caen sobre sus
de este complejo funerario así como a cierto pasaje caras ante ti, las Estrellas Imperecederas se arro-
inserto en los Textos de las Pirámides: “Las aguas de dillan ante ti. Tú eres quien les impide soltarse de
la vida (Nun) que están en el cielo llegan, las aguas tu abrazo; ven a ellos en este tu nombre de Mehit.
de la vida (Nun) que están en la tierra llegan, el cielo Ellos te reconocen en este tu nombre de Anubis; los
está en llamas por ti, la tierra tiembla junto a ti ante dioses no descenderán contra ti en este tu nombre
el nacimiento del dios; las dos montañas son separa- de Diosa de la leche” (Declaración 578). El Sol (Ra)
das, el dios llega a la existencia, el dios tiene poder ya se ocultado tras la línea del horizonte occidental,
en su cuerpo; (así) las dos montañas son separadas, adónde el faraón difunto lo sigue. Las estrellas cir-
este Rey llega a la existencia, este Rey tiene poder cumpolares, a la sazón, señalarían el norte en con-
en su cuerpo” (Declaración 685). Esta descripción traposición con la estrella Canopo (Horus-Sopdu),
viene acompañada de una referencia cronológica, que hubo de funcionar en la época faraónica como la
“el mes ha nacido”, en alusión a la salida de la luna polar en el sur, dejando vacante un único flanco del
nueva, durante el festival del primer día del mes. En cielo, el oriental, ocupado por la diosa felina Mehit y
efecto, el solsticio de invierno habría coincidido en el el dios chacal Anubis (previamente identificado con
año ideal egipcio a principios del tercer mes de prt. Denébola).
Además, es bien sabido que este evento astronómi-
co sí puede sincronizarse con el novilunio, tal y como Choca que, pese a la importancia de Anubis y su cle-
ocurrió, sin ir más lejos, en 2014. Tal efeméride dejó ro en las religiones del antiguo Egipto, la constela-
una impronta indeleble en la cultura y piedad popular ción en la que se inserta Denébola haya adoptado
egipcia, tomando el testigo de Keops los arquitectos la iconografía de Mehit, tomando la apariencia de un
de algunos faraones de los imperios Medio, como león. Mehit, uno de los nombres de la diosa lejana,
Nebhepetra Mentuhotep II, y Nuevo, caso de Neb- protectora de la monarquía, fiero Ojo de Ra, fue sin-
pehtyra Ahmose I, Maatkara Hatshepsut y Nebma- cretizada con otras divinidades leontocéfalas, que-
atra Amenhotep III. Otras religiones asociarían más dando su mito entremezclado con el de Sejmet. El
adelante el solsticio de invierno al nacimiento de sus mismo Calendario del Cairo que asocia a Anubis con
respectivos dioses, entre las cuales cabe destacar el Denébola, la segunda estrella más brillante de Leo,
Mitraísmo y el Cristianismo: ésta última define a su ubica a Mehit-Sejmet en dicha constelación: “Sejmet
institutor como “Cordero de Dios” y “Luz del Mundo”, “sale” el I Axt 25 (12 de agosto). El orto helíaco de
acomodando su muerte y resurrección a otro signo Zosma (Delta Leonis) tiene lugar en este día. El Ca-
celeste, el primer plenilunio tras el equinoccio de pri- lendario contiene otras siete referencias a Sejmet,
mavera, la Pascua. cuatro de las cuales podrían ser eventos de Zosma.
La fecha I prt 5 (20 de noviembre) coincide con el
tránsito de Zosma al amanecer; I prt 9 (24 de no-
viembre) y 1 prt 12 (27 de noviembre) se refieren a
las acciones de Sejmet en I prt 5. En I prt 5, Sejmet
“coloca la llamarada delante de los Grandes”. Esta
llamarada es posiblemente Régulo, la estrella de la
hora anterior. El tránsito de Zosma al anocecher se-
ñala “el día de los verdugos de Sejmet”, en III Smw 25
(8 de junio)” (Hardy; 2003:57-58). En cuanto a Ré-
gulo, la estrella más brillante de Leo, representa el
aliento de fuego con el cual Mehit-Sejmet, en cuanto
a soberana del desierto, consume a los enemigos de
Ra, carboniza a los de Horus y achicharra a los de
Osiris, tal y como rezan los jeroglíficos del Templo de
Edfu, en la capilla allí dedicada al culto de la néme-
Ocaso en el solsticio de verano, visto desde el eje sis egipcia: “En I Axt 11 (29 de julio), “es el día de la
del patio porticado del Templo de la Esfinge. Mark salida de la gran llamarada que arde en el santuario
Lehner. | ARCE Sphinx Project. inaccesible (…), que está en el séquito de Su Majes-

156 | Egiptología 2.0


Orto en el equinoccio de otoño, 1980. Mark Lehner.
| ARCE Sphinx Project.

tad”. El orto helíaco de Régulo sucede en este día.


En I prt 10 (25 de noviembre), “es el día de la apari-
ción de la llamarada (junto a Horus de las marismas)
en esta jornada”. Las referencias a un gran incendio
o llamarada se repiten en I prt 1, I prt 3, I prt 5, I prt 7
y I prt 11. Durante este período, el tránsito de Régulo
marca la duodécima hora, la última de oscuridad. En
III prt 10 (24 de enero), la “gran llamarada” es guia-
da “a su morada en el desierto de la infinitud, (a lo
largo) del camino que ha encontrado entre ellos”. De
hecho, es de notar que Régulo se pone en el oeste
durante el crepúsculo del amanecer del 24 de ene-
ro. Debido a todo esto, se esperaría encontrar el re-
gistro para la “primera hora”, el tránsito de Régulo Ocaso en el equinoccio de otoño, 1982. Mark Leh-
al anochecer, alrededor del 28 de marzo. Lamenta- ner. | ARCE Sphinx Project.
blemente, esta fecha, I Smw 13, se encuentra entre
las que son ilegibles en el papiro original, quedando un ángulo de 28º al sur del este, con el rostro vuelto
privados de tan decisiva prueba” (Hardy; 2003:55). hacia el amanecer en el solsticio de invierno y los
Pues bien, durante el ocaso del solsticio de invierno cuartos traseros orientados hacia el ocaso en el sols-
en tiempos del Imperio Antiguo, cuando el espíritu ticio de verano. Sin embargo, su perfecta alineación
luminoso de Keops, esto es, la constelación del car- este-oeste es de naturaleza equinoccial, mirando ha-
nero celestial (Capricornio y Acuario), en conjunción cia el oriente perfecto. Así, las fotografías tomadas
con Ra, el Sol, se ocultaba por el oeste (con Canopo al amanecer de los equinoccios desde detrás de la
resplandeciendo en los cielos del sur, cerca del polo Gran Esfinge muestran al Sol emergiendo justo por
austral, a muy baja altura sobre el horizonte y con encima de la cabeza de este colosal monumento.
las estrellas circumpulares señalando el polo boreal, Pero, en dicho instante, la cabeza se encuentra de
sobre los cielos del ártico), por el este –hacia donde espaldas al espectador, por lo que, frente a la multi-
mira la Gran Esfinge de Guiza- despuntan Anubis y tud de representaciones frontales de los dioses egip-
Mehit, englobados bajo la constelación egipcia del cios tocados con el disco solar, la de la Gran Esfinge
león (Cáncer y Leo), al encontrarse en las antípo- durante el orto solar en los equinoccios resultaría
das del círculo zodiacal, con respecto a Capricornio defectiva, incompleta, conviniendo mejor que el Sol
y Acuario. Corresponde, con exactitud, a la visión del coronase su cabeza durante el ocaso, a fin de sa-
cielo crepuscular contenida en la Declaración 578 de tisfacer a la perfección las expectativas alimentadas
los Textos de las Pirámides, remarcando la significa- por la imaginería egipcia. Es aquí cuando surge otro
ción de tal fecha dentro de la simbología funeraria problema: justo detrás de la Gran Esfinge se yergue
del Imperio Antiguo. la pirámide de Kefrén, impidiendo contemplar al Sol
al coronarla en su descenso hacia Occidente. De
Existe, de hecho, una pequeña falla en la explicación este modo, la alineación original tampoco podría ser,
dada por Belmonte Avilés y Shaltout a la hierofanía unívocamente, equinoccial. En conclusión, al quedar
astronómica de Guiza: si la Gran Esfinge hubiese la Gran Esfinge de Guiza huérfana de una orienta-
sido concebida únicamente para recrear el signo Axt ción natural implícita, la lógica dicta que su vocación
durante el solsticio de verano, su eje debería formar astronómica haya de exceder a lo meramente equi-

Egiptología 2.0 | 157


embargo, y en contraposición con la teología tebana,
el final de la XVIII Dinastía estuvo marcado por una
progresiva descentralización, volviendo la mirada a
Guiza –y, por consiguiente, al clero heliopolitano-,
haciéndole recuperar su añeja importancia: fue en
esta época cuando se edificó, al parecer, la “Morada
de Isis”, junto a la pirámide de Henutsen (G1-c).

Hacia el año 1438 a. C., un escriba de la capital, Te-


bas, peregrinó hasta Meidum, a fin de contemplar
la magnífica pirámide de Seneferu, todavía en pie,
grafiando sobre la sillería un testimonio tan breve
como valioso: “En el duodécimo día del mes cuarto
de verano del cuadragésimo primer año del reinado
Orto en el solsticio de invierno, 1979. Mark Lehner. de Tutmosis III, el Escriba Aajeperkare-seneb, hijo
| ARCE Sphinx Project. de Amenmesu [el Escriba y Ritualista del difunto rey
Tutmosis I], visitó el hermoso templo del rey Esnofru.
noccial tanto como a lo meramente solsticial, abar- Le pareció como si el cielo estuviera dentro de él y
cando los cuatro puntos de inflexión del movimiento el sol emergiera de su interior. Entonces dijo: ‘Que
latitudinal del Sol. el cielo llueva mirra fresca, que destile incienso so-
bre el techo del templo del rey Esnofru’” (Edwards;
Grandes señales en el cielo 2003:92). Por una parte, esta descripción evoca a la
Intencionadamente o no, tanto la Gran Pirámide perfección los efectos de la iluminación simultánea
de Keops como las demás de Egipto, por causa de de las cuatro caras piramidales, durante el cénit de
su propia morfología, son escenario de un peculiar ambos solsticios. Por otra, la fecha del registro ven-
efecto astronómico que se reproduce al mediodía de dría a refrendar esta posibilidad. Partiendo de la apo-
ambos solsticios, verano e invierno, apenas durante catástasis del año 1295 ± 3 a. C., en los 143 años
unos minutos, “cuando el sol en su ascenso cruza el de diferencia con respecto a 1438 a. C., se habrían
primer vertical (…). En este preciso instante, el sol, acumulado 36’66 días (a tenor del Ciclo Sotíaco de
que ya ilumina las caras sur y oeste, de forma ins- 1.423’76 años sidéreos y el acúmulo de un día cada
tantánea iluminaría las caras sur y oeste, por lo que 3’9 años sidéreos), haciendo corresponder la visita
la pirámide al completo estaría de repente iluminada de Aajeperkare-seneb con el decimotercer día del
durante unos minutos (puesto que el sol no es una primer mes de Axt en el calendario ideal egipcio. Ela-
fuente puntual de luz, sino un disco con un diámetro borando el mismo cálculo, pero con la apocatástasis
aparente de 36’)” (Belmonte Avilés; 2012:192), un fe- del año 1321 ± 3 a. C., los 117 años transcurridos
nómeno cuyo descubrimiento se debe a la intuición desde 1438 a. C. habrían arrojado una diferencia de
del arqueólogo sardo Mauro Zedda. 29’25 días (siguiendo el Ciclo Sotíaco de 1460 años
julianos y el acúmulo de un día cada 4 años julianos),
Los egipcios fueron sabedores de este aconteci- de manera que el grafiti de Meidum se equipararía
miento. Con sus cuatro caras iluminadas al mismo al día sexto del primer mes de Axt en el calendario
tiempo, durante el tránsito del Sol solsticial por el ideal egipcio. Ya sea el 6 de Tot, ya el 13, el solsti-
cénit, las pirámides vendrían a llenarse de luz, como cio de verano estaba circunscrito, en el calendario
si sus cámaras interiores estuviesen habitadas por ideal egipcio, a los comienzos del primer mes de Axt,
el mismísimo Ra. El faraón difunto ya no sería sola- acercándose la reseña de Aajeperkare-seneb lo sufi-
mente un cuerpo inerte y momificado, sino el astro ciente a esta efeméride astronómica, así en tiempo y
rey en persona, capaz de emitir luz propia, desde contenido, como para superar los límites de la mera
su sarcófago en el corazón de la pirámide. La nue- casualidad y adentrarse en los de la causalidad.
va hierofanía astronómica en Guiza, con el Sol en el
cénit, se puede rastrear hasta los tiempos del Impe- El clero heliopolitano fue medrando poco a poco en
rio Nuevo. El clero tebano, especialmente desde la las décadas que siguieron a esta anotación, achi-
coronación de Maatkara Hatshepsut, había logrado cando la influencia del dios Amón. Los prolegóme-
acaparar por aquel entonces la atención de la di- nos de la herejía solar de Ajenatón se remontan a
nastía reinante, asumiendo como propia la fórmula los tiempos de su bisabuelo, Aajeperura Amenhotep
de legitimación en el acceso al trono y su relación II, quien ordenó colocar en Guiza la Gran Estela de
con el solsticio de invierno a través de la teogamia, la Esfinge en la cara nordeste de este monumento,
mediante el uso de un lenguaje mítico, entre líneas donde fue descubierta en 1936. Relata un episodio
astronómico, tal y como se constata en el diseño del ocurrido a este faraón, cuando todavía era un joven
templo de la propia Hatshepsut en Deir el-Bahari. Sin príncipe (al igual que ocurriría después en el caso
de Menjeperura Tutmosis IV). El heredero del trono,

158 | Egiptología 2.0


Templo de Amenhotep II, junto a la Esfinge.
| National Geographic.

gran atleta, “crió caballos que no tenían igual, que tensión, así como cuanto ilumina el ojo del Señor de
no se fatigaban cuando tomaba las riendas, y que Todo. Recibirás provisiones abundantes del interior
no sudaban (yendo) al galope. Ajustó los aparejos de las Dos Tierras y de todos los países extranjeros,
(de los caballos) en Menfis (¿) y se paró a descansar así como una vida larga en años. Mi rostro lleva fi-
en el «lugar de reposo» de Harakhty [la Esfinge]. Allí jándose en ti desde hace muchos años: mi corazón
pasó un tiempo haciéndoles dar vueltas y contem- te pertenece, y tú me perteneces a mí. Fíjate: estoy
plando la excelencia de los «lugares de reposo» [pi- destrozado y mi cuerpo en ruinas. La arena del de-
rámides] de Keops y Kefrén, justificados. Su corazón sierto sobre la que solía estar, ahora me cubre por
concibió el deseo de hacer vivir sus nombres. Mas completo. He estado esperando para que puedas
él guardó en su corazón lo que tenía dentro, hasta hacer lo que está en mi corazón, pues sé muy bien
que sucediera lo que su padre Re había dispuesto que tú eres mi hijo y protector. Acércate: estoy conti-
para él” (Serrano Delgado; 1993:160). Al igual que la go, soy tu guía’. Al finalizar el discurso, este príncipe
Estela del Sueño, también la Gran Estela de la Esfin- miró fijamente, pues acababa de escuchar estas pa-
ge contiene la legitimación al trono de Amenhotep II, labras del Señor de Todo” (Vázquez Garcés; 2017).
aunque enunciada en este caso por boca de su pa-
dre, el faraón Tutmosis III, encarnación terrenal del La teofanía ocurre a mediodía, con el Sol en el cénit,
Sol, cautivado con los logros deportivos y marciales como la descrita en tiempos antiguos por el escri-
de su hijo, que lo llevan a declarar: “Él será el señor ba Aajeperkare-seneb y en los modernos por Mau-
de toda la tierra” (Serrano Delgado; 1993:159). Con ro Zedda. En contraposición, la última frase legible
este precedente, llaman la atención las dos principa- de la Estela del Sueño, cuyo contexto se ha perdi-
les novedades incorporadas a la Estela del Sueño, do, reza así: “Para Jepri, en el horizonte, al oeste
con respecto al discurso de la Gran Estela de la Es- de iwnw (Heliópolis)”, aludiendo a la puesta de Sol
finge: por una parte, la intervención personal de Ra, y, por coherencia interna, a la hierofanía astronómi-
con diálogo propio, sin necesidad de intermediarios ca señalada por Belmonte Avilés y Shaltout para el
humanos y, por otra, el compromiso arrancado a Tut- ocaso del solsticio de verano. La teogamia tebana,
mosis IV: concebida para destacar el ascendente ejercido por
Amón-Ra sobre el faraón, relegaba al Sol a un papel
“Uno de aquellos días sucedió que el príncipe Tut- de coordinación necesaria con el dios nacional de
mosis llegó de un viaje hacia la hora del mediodía. las dinastías XVII y XVIII, imn, “el oculto”, “el escon-
Tras tumbarse a la sombra de este gran dios, se su- dido”, asumiendo ambos el 50% de la paternidad de
mió en un profundo sueño en el que vio cómo to- la monarquía egipcia, uno como luz y el otro como
maba posesión de él en el preciso momento en el sombra. No obstante, la teogamia de Guiza devol-
que él alcanzaba su cénit. A continuación, vio cómo verá la totalidad de la acción semental y legitimado-
la majestad de este noble dios hablaba a través de ra al Sol, Atum-Ra, padre único del rey. Como dios
su propia boca del mismo modo en que un padre se hieracocéfalo, él es el halcón que cruza el cielo de
dirige a su hijo, y decía: ‘Mírame, obsérvame, Tut- horizonte a horizonte, Hr axty, el crepúsculo matutino
mosis, hijo mío. Soy tu padre Harmaquis-Re-Atum. y el verpertino, en igual grado que dos son también
Te daré el trono de la tierra de los vivientes y llevarás los horizontes de Keops, a través de la doble hie-
la corona blanca y la corona roja sobre el trono de rofanía astronómica de la Gran Esfinge de Guiza y
Gueb, el heredero. La tierra será tuya en toda su ex- sus dos majestuosas montañas artificiales, inspira-

Egiptología 2.0 | 159


Con Amenhotep II y Tutmosis IV se puso en prácti-
ca el retorno a los orígenes de la teogamia, a imita-
ción de Dyedefra y Kefrén, como verdaderos hijos
del Sol, sA ra. De hecho, Amenhotep II llegó a edificar
en Guiza un pequeño templo anexo al recinto de la
Gran Esfinge, dedicado al dios Horemajet, “Horus en
el Horizonte”, muy cerca de otra capilla algo anterior,
levantada por su abuelo, Aajeperkara Tutmosis I. En
ambos casos, llama la atención el extraño ángulo de
subsidiaridad formado por sus ejes: mientras la Gran
Esfinge, el Templo de la Esfinge y el Templo del Va-
lle de Kefrén, están perfectamente alineados con los
puntos cardinales, el pórtico del templo de Tutmosis
I estaba orientado a 40º al sur del oeste; mientras
que el de Amenhotep II alcanza un desvío todavía
mayor, de hasta 45º al sur del oeste, de modo que
mientras su entrada principal se abre hacia el rostro
de la Gran Esfinge, un postigo lateral está enfoca-
do hacia la Gran Pirámide de Keops. Entre 1979 y
1983, el egiptólogo Mark Lehner participó activa-
mente en el ARCE Sphinx Project, financiado por el
Centro Americano de Investigación en Egipto, dejan-
do constancia fotográfica de algunas de las alinea-
ciones astronómicas de esta región: entre ellas, la
que se produce al atardecer del solsticio de invierno,
cuando el Sol, al situarse sobre el ureo de la Gran
Esfinge, se proyecta a través del eje principal del
Templo de Amenhotep II, penetrando por su puerta
de acceso y cruzando el vestíbulo. Es remarcable el
hecho de que las estelas descubiertas en el interior
Solsticio de invierno. Mark Lehner. de este santuario muestren al disco solar alado, do-
| ARCE Sphinx Project. tado de varios brazos, sosteniendo el cartucho real,
como prefiguración de las catorce extremidades
das en la Doble Corona, al oscurecer del solsticio con que Atón bendecía y abrazaba a sus súbditos,
estival y al clarear del solsticio hiemal. Al igual que, según recoge uno de los motivos artísticos más so-
en Tebas, el Oráculo de Amón auspició la coronación nados del Período Amarniense. Uno de los hijos de
de Hatshepsut, no es del todo descabellado que la Amenhotep II, el príncipe Amenemopet, dedicó una
visión onírica de Tutmosis IV constituya, en realidad, estela de ofrendas, descubierta en este yacimiento,
una cuidada puesta en escena, representada bajo la a Horemajet, esto es, la Gran Esfinge de Guiza, en
batuta del clero heliopolitano: “Una cavidad, obstrui- la que ésta sustituye al dios Anubis como divinidad
da recientemente por medio de una placa de metal, funeraria a la que encomendarse para garantizar
que hay en la parte superior de la cabeza, dio lugar el abastecimiento de vianda y libaciones en el más
a una leyenda, según la cual desde aquel agujero allá. Un amplio surtido de pequeñas esfinges, este-
hablaba el oráculo por boca de los sacerdotes. En las y ofrendas votivas desenterradas en este espacio
realidad, puede haber servido para asegurar algún corrobora la fama y notoriedad que adquirió, como
adorno monumental que no ostentaba la esfinge en meta de peregrinaje, consolidándose entre las dinas-
un principio, sino que fue añadido seguramente por tías XVIII y XIX casi con la misma, o incluso mayor,
el Imperio Nuevo, que gustaba de decorar y recargar veneración que durante el Imperio Antiguo.
suntuosamente sus estatuas” (Lange; 1998:64). Esta
versión como espacio para vaticinios lleva circulan- Nebmaatra Amenhotep III llevaría este reformismo
do, cuando menos, desde los tiempos de Próspero religioso mucho más lejos –a tenor de las averigua-
Alpini (1553-1617), quien para poder dedicarse al ciones del egiptólogo español Francisco José Martín
estudio de las plantas exóticas, trasladó su residen- Valentín-, siendo divinizado incluso antes de morir,
cia al norte de África en calidad de médico personal pasando a ser venerado por su pueblo como la en-
del cónsul de la República de Venecia en El Cairo, carnación viviente del disco solar, Atón, en un nuevo
publicando diversos tratados sobre la flora egipcia, culto que vio erigirse como sumo pontífice a su hijo y
donde menciona de pasada la meseta de Guiza y el corregente, Ajenatón. La atonización de Amenhotep
propósito oracular de la Gran Esfinge. III se produjo, a más tardar, durante el jubileo real del
año 30, el Heb Sed, en cuyas celebraciones se hizo

160 | Egiptología 2.0


Solsticio de invierno. Mark Lehner. | ARCE Sphinx “Horizonte de Atón”, fotografía tomada el 19 de fe-
Project. brero de 2005. | Marc Gabolde.

representar a bordo de la barca solar, asumiendo la primer monoteísmo, en realidad parece haberse limi-
identidad de Ra; es más, un año antes, el soberano tado a promulgar el retorno a los orígenes, exaltando
había fijado su residencia en Malkata, en el “Palacio y reinstaurando el ancestral culto al Sol, siguiendo
del Deslumbramiento de Atón”, en la orilla occiden- unos usos y costumbres basados directamente, al
tal del Nilo, reservada para los faraones divinizados, menos en lo que a creencias funerarias se refiere, en
esto es, ya difuntos (Magli; 2018:203-05). Y, así, los practicados en el apogeo de la IV Dinastía.
al “Horizonte de Amón” levantado por Nebhepetra
Mentuhotep II en Deir el-Bahari, siguiendo las pau- El lento proceso de solarización de la religión domi-
tas establecidas por el “Horizonte de Keops” en Gui- nante, en la segunda mitad de la XVIII Dinastía, se
za, se vino a sumar el “Horizonte de Atón”, Axt itn, la produjo en paralelo a la sejmetización de la misma,
nueva ciudad sagrada, a medio camino entre las ne- según lo abordado con mayor hondura en el artículo
crópolis menfita y tebana, máximo exponente de la “Muerte en Amarna: Incidencia del Cometa Halley en
democratización del destino solar de los soberanos el cisma religioso de la XVIII Dinastía”, publicado en
egipcios: el “Horizonte de Atón” ya no consiste en enero de 2020 en la revista Egiptología 2.0. En dicho
una magnífica tumba, planificada para dar sepultura estudio se ha puesto dicha sejmetización en concur-
a los restos mortales de un rey difunto y orientar su so con varios retornos del Halley bastante próximos
viaje sobrenatural hacia la reagrupación con el su- a la Tierra, acaecidos en los años 1404 y 1334 a. C.
premo hacedor en el Inframundo; sino en una ciudad y que bien podrían haber desembocado en la calami-
bulliciosa, ideada para disfrute de un faraón vivo que dad que barrió Egipto durante el período de Amarna
la pueda compartir con la corte y sus más leales súb- y décadas previas, a causa de un invierno nuclear
ditos, sumándose a diario al viaje de Atón a través parejo al desencadenado por este cometa en su re-
de la bóveda celeste sin tener que aguardar al óbito greso del año 530 d. C., ligado a la Pequeña Edad
para unirse a este cortejo. De ahí que las tradiciona- de Hielo de la antigüedad tardía y al surgimiento de
les escenas sobre la recepción del difunto en el más un fortístimo episodio de peste bubónica: la llama-
allá y su comparecencia ante el tribunal de Osiris, en da plaga de Justiniano. Es innegable que la escala-
Amarna hayan sido sustituidas por la representación da del culto a Sejmet, a fin de apaciguar su sed de
de la familia real, auténticos catalizadores de esa sangre y poner freno al constante goteo de muertes
energía cósmica del Sol, intermediarios cualificados ocasionadas por el brote pandémico, cobró vigor en
entre el dios y su pueblo amado. Por supuesto: lo una sociedad profundamente marcada por la visión
mismo que en Guiza o en Tebas, las alineaciones escatológica de su contexto vital, una sociedad que,
astronómicas del “Horizonte de Atón” preservan un en plena crisis sanitaria, temió estar enfrentándose
profundo simbolismo vinculado al movimiento lati- cara a cara con su propio apocalipsis, con su propia
tudinal del Sol. Dos veces al año, en febrero y en extinción, reversible únicamente in extremis, hasta
octubre, el Sol emerge a través de una muesca en el punto de darle forma a este pesimismo existencial
el horizonte, recreando a la perfección el signo Axt mediante la intervención castigadora de los dioses,
(Magli; 2018:212) y alinéandose con el eje principal a través del relato mítico de La Destrucción de la Hu-
del Pequeño Templo de Atón. El valle que separa manidad.
ambas montañas no es otro que el Uadi Abu Hasan
En el Imperio Nuevo, Sejmet era la más represen-
el-Bahri, donde se excavaría la tumba de Ajenatón
tativa de las diosas lejanas, siendo, por tanto, fiel
y que, por ende, también recibe la denominación de
retrato de la también leontocéfala Mehit. Echando
Valle Real de Amarna: aunque mucho se ha escrito
atrás la mirada, de regreso a los tiempos del Imperio
sobre este reformador, calificándolo como artífice del

Egiptología 2.0 | 161


Antiguo, Mehit parece subyacer a la iconografía de obteniendo ahora como fechas más probables los
la esfinge femenina de la reina Hetepheres II desen- años 2311-2312 y 2387-2389 a. C. Más adelante,
terrada en Abu Roash; su nombre hace acto de pre- en 1982, Joseph L. Brady, del Laboratorio Nacional
sencia, además, en uno de los empleos de Hemiunu, Lawrence Livermore de la Universidad de California,
arquitecto responsable del “Horizonte de Keops” y revisaría los datos de Kamieński, dando a conocer
mDH qdw mHyt, “carpintero-constructor (de la imagen) sus propias estimaciones, divergiendo bastante de
de la diosa leona Mehit”, puede que la Gran Esfinge las anteriores. Así, en “Halley’s Comet: AD 1986 to
de Guiza. Cabe preguntarse si, en consonancia con 2647 BC”, recogido por Journal of the British As-
la posible interpretación del mito de Sejmet-Mehit tronomical Association, Brady señaló como pasos
como aproximación del Cometa Halley en la segun- más antiguos los acaecidos en los años 2646, 2571,
da mitad de la XVIII Dinastía, por paralelismo, haya 2496, 2422 y 2346 a. C.
tenido un significado equivalente en la IV Dinastía y
si tal acontecimiento pudo participar, incluso, en el Esta última fecha encajaría dentro del rango de ac-
proceso de divinización de Keops. ción de un desastre natural conocido como la Ano-
malía de Oriente Medio de circa 2350 a. C., coligado
El Cometa de Keops a la proliferación de incendios forestales y graves
inundaciones. Se suele atribuir a la colisión, al sur
En 1984, el astrofísico alemán Werner Landgraf re- de Irak, de un asteroide o fragmento de algún co-
calculó las órbitas pasadas del Halley, remontándo- meta, generando una explosión superior a los 100
se hasta el año 2317 a. C. Dicha fecha se acerca megatones de potencia y provocando una cuenca de
bastante a la propuesta en 1956 por el astrónomo impacto cercana a los 3’4 quilómetros de diámetro,
ruso Michael Kamieński (1897-1973): el grueso de hoy ocupada por el lago Umm al-Binni. La datación
su producción científica, cercana a los 140 artículos, de este cataclismo depende de los testigos de hie-
se concentró en analizar el problema del movimiento lo de los glaciares groenlandeses de Camp Century
cometario. Kamieński, en “The Probable Apparition y Dye3, así como de los anillos anuales arbóreos,
of Halley’s Comet in 2320 B. C.”, incluido en la re- los cuales reflejan un mínimo de crecimiento hacia
vista Acta Astronomica, relacionó este paso con la el año 2345 a. C. Tal evento podría asociarse al
mención del cometa más antiguo registrado, según desmoronamiento del Período Dinástico Arcaico de
el catálogo general de Fernand Baldet (1885-1964) y Sumeria y a su ocupación por parte del Imperio Aca-
cuyo acercamiento señalan las fuentes chinas hacia dio –imprimiendo su huella en algunos pasajes del
el año 2312 a. C., sobre la constelación Crater, re- tipo ‘encrucijada finisecular’ presentes en la Epope-
lacionándolo con grandes catástrofes. Apela, de he- ya de Gilgamesh-; así como al paulatino declive del
cho, a las palabras del astrónomo polaco Stanisław Imperio Antiguo de Egipto, con la creciente pérdida
Lubieniecki (1623-1675), quien asimiló este funesto de poder por parte de los faraones en las dinastías
acercamiento con el mito hebreo del diluvio univer- V y VI, la construcción cada vez más decadente de
sal: “Anno Mundi 1657 hoc est, ante Christum Natum sus complejos funerarios, el fortalecimiento de los lo-
2312, cum Noha natus esset annos 600, … diluvium calismos abanderado por los nomarcas y el adveni-
totam terram obruit. Apparuit tum Cometa in Piscibus miento del Primer Período Intermedio. No falta quien,
sub Jove, qui spatio dierum 29 omnia Zodiaci signa como hace Lloyd D. Graham en su artículo “Then a
perlustravit”. Poco después, en 1957, Kamieński re- Star Fell: Folk-Memory of a Celestial Impact Event
plantearía estos cómputos, al publicar “Researches in the Ancient Egyptian Tale of the Shipwrecked Sai-
on the Periodicity of Halley’s Comet. Part III: Revised lor?”, relacionen la caída de la estrella contenida en
List of Ancient Perihelion Passages of the Comet”, El Cuento del Náufrago (o La Isla de la Serpiente)
con la Anomalía de Oriente Medio de circa 2350 a.
C. La historia era conocida en tiempos del Imperio
Medio, para cuando ya se había extraviado su final;
en cuanto a la composición, podría remontarse ha-
cia el año 2200 a. C., algunas décadas después del
reinado de Pepi II Neferkara, dado que el listado de
obsequios entregados por la serpiente al náufrago
coincide con los productos típicos del comercio con
el país de Punt, lugar de donde se intitula príncipe la
serpiente del Papiro Ermitage 1115 y a cuyo litoral
realizó al menos una expedición la flota de Pepi II
Neferkara. Otras 75 criaturas habitaban en aquella
isla y perdieron la vida a resultas del brutal impacto
de aquel astro, 75, ni una más, ni una menos, un
guarismo que no coincide solamente con la secuen-
Cometa Halley. | NASA / W. Liller. cia faraónica de la Lista Real de Abidos o con las

162 | Egiptología 2.0


Reconstrucción tridimensional del Templo del Co-
meta, en el Foro Romano. | Wikimedia Commons.

manifestaciones del Sol en las Letanías de Ra, pues cielos como uno más entre los olímpicos. Se acu-
estos 75 soles se contraponen a los 75 años solares ñaron monedas conmemorativas de tal efeméride
que, en promedio, tarda el Cometa Halley en cubrir astronómica, denominada Sidus Iulium (“Estrella Ju-
dos perihelios consecutivos, entre retorno y retorno. liana”) o Caesaris Astrum (“Astro de César”). Uno de
los más interesados en este endiosamiento no fue
Ahora bien, partiendo de la posible asociación entre otro que su hijo adoptivo, Octavio Augusto, esperan-
el paso del Halley y la Anomalía de Oriente Medio, do ver transferida en sí mismo la recién estrenada
a mediados del siglo XXIV a. C., debería estudiarse divinidad de su padre putativo, como luego ocurriría,
si los pasos de los años 2496 y 2422 a. C. (o sus al ser elevado al rango de Princeps Senatus y Pon-
equivalentes, en función del reajuste de fechas, tan- tifex Maximus. Para propiciar tal encumbramiento,
to para la cronología de la IV Dinastía como para los en el año 42 a. C., Octavio Augusto ordenó levan-
períodos orbitales prehistóricos del Halley) repercu- tar el Templum Divi Iuli, esto es, el “Templo del Di-
tieron de algún modo en el proceso de solarización vino Julio”, en el Foro Romano, descrito por Plinio
de la monarquía. Valga como ejemplo el Cometa de el Viejo en los siguientes términos: “Un cometa es
César (C/-43 K1), uno de los más brillantes jamás objeto de culto en un solo lugar del mundo entero:
registrados, alcanzando una magnitud lumínica ab- en un templo de Roma. Fue considerado absoluta-
soluta negativa y visto en Roma entre el 23 y el 25 mente propicio por el Divino Augusto en persona, ya
de julio del año 44 a. C., incluso a plena luz del día, que apareció cuando él iniciaba su reinado, durante
apenas unos meses tras el asesinato del dictador vi- los juegos que ofrecía a Venus Generadora, no mu-
talicio, haciendo correr entre la población, como un cho después de la muerte de César, su padre, en el
reguero de pólvora, el rumor de que se trataba de colegio fundado por él. Precisamente manifestó su
su alma, catasterizada por los dioses e izada a los

Egiptología 2.0 | 163


de nunca antes había caído una gota, sino también
sangre; y hubo destellos metálicos entre las nubes a
la par que esta lluvia sanguinolenta se iba precipitan-
do desde ellas. En otra parte se oyeron tambores y
címbalos, así como un estruendo de auloses y trom-
petas; de arrebato, una serpiente de gran tamaño
se presentó ante ellos, emitiendo un siseo de timbre
formidable y atroz. Entre tanto, se observaron come-
tas y deambularon los fantasmas de los muertos, las
estatuas fruncieron sus ceños y el toro sagrado Apis
prorrumpió en un alarido de tribulación, echándose a
llorar” (Historia Romana, LI 17, 4-5). No está claro si
el Cometa de Cleopatra VII debe equipararse al de
César o tomarse, simplemente, como una pavorosa
tormenta de meteoros: no en vano, la muerte de la
última soberana de Egipto, entre el 10 y 12 de agosto
del 30 a. C., hubo de coincidir con el máximo de la
tasa horaria zenital de las Perseidas. Sea como fue-
re, aquel mismo año se extendió una gran pestilencia
y hambruna por Jerusalén, precedida de terremotos,
mientras Roma se vio acosada por graves inundacio-
nes, a causa de una inusual crecida del Tíber, pareja
a un invierno más nivoso de lo normal, acompañado
de terribles granizadas, truenos y relámpagos, poco
después de que el Etna entrase en erupción; señales
de la naturaleza que el poeta Quinto Horacio Flaco
(65-8 a. C.) aprovecharía para hacer propaganda en
favor de su amigo, Octavio Augusto, según apuntan
los comentaristas de The British Critic para el segun-
Muerte de Cleopatra, mármol esculpido en 1876 do semestre del año 1800, al recensionar la obra “A
por Edmonia Lewis. Museo Smithsoniano de Arte Brief History of Epidemic and Pestilential Diseases:
Americano. | Caroline Léna Becker. With the Principal Phenomena of the Physical World,
Which Precede and Accompany Them, and Obser-
alegría en los siguientes términos: «en los mismos
vations Deduced From the Facts Stated”, del erudito
días de mis juegos se ha visto una estrella de cola
estadounidense Noah Webster (1758-1843).
durante siete días en la parte septentrional del cielo.
[...] Con esta estrella la gente creyó que se indica- Sigue extrañando la versión oficial sobre la muerte
ba que el alma de César había sido admitida entre de Cleopatra, envenenada por la mordedura de una
los númenes de los dioses inmortales y en nombre cobra egipcia que sus siervos le hicieron llegar, ocul-
de ello se le añadió como distintivo a la cabeza de ta en una cesta de higos, de lo cual da buena cuenta
la estatua que poco después hemos consagrado en Plutarco de Queronea (46-120) en sus Vidas Parale-
el foro»” (Historia Natural, II, 23). Posteriormente, el las. Esta escenificación de los hechos, que no con-
Cristianismo asociaría el nacimiento de su dios he- vence ni a legos ni a expertos, ha logrado traspasar
cho hombre, a la inversa del hombre que se hace las barreras del espacio y del tiempo, inmortalizada
dios, con la aparición de un cometa seguido por un gracias a la genial pluma de William Shakespeare
grupo de sacerdotes astrólogos: la llamada Estrella (1564-1616) y a la memorable interpretación de Eli-
de Belén, no atestiguada por otras fuentes históricas zabeth Taylor (1932-2011) en una de las superpro-
y que, probablemente, consista en un añadido de la ducciones más ambiciosas de toda la historia de Ho-
tradición para remarcar el carácter divino atribuido a llywood: “Entonces, revestida de sus mejores galas,
Jesús de Nazaret. se colocó junto al cadáver de Antonio, en una estan-
cia perfumada, y aproximó a sus venas la serpiente
Dión Casio (155-235), al departir sobre el suicidio
que irritó hasta hacer que le mordiera inyectándole
de Cleopatra VII Thea Filopátor, menciona una se-
el veneno que le quitaría la vida tras sumirla en un
cuencia de fenómenos atmosféricos que recuerdan,
sopor del que no despertaría”. La ponzoña del ás-
en parte, a las plagas bíblicas: “Así fue esclavizado
pid no es necesariamente letal; además, un envena-
Egipto. Todos los habitantes que por un tiempo se
miento de esta categoría resultaría lento y doloroso,
habían resistido, fueron finalmente sometidos, como,
provocando unas perturbaciones físicas contrarias
de hecho, el cielo había anunciado con antelación y
a la visión narcisista del más allá propia del pueblo
con mucha claridad. Porque llovió no solo agua don-
egipcio, donde el cuerpo glorificado del difunto per-

164 | Egiptología 2.0


mayores atractivos es Algol. Los egipcios asimilaron
los ciclos de esta estrella eclipsante a la lucha entre
el bien y el mal, el litigio entre Horus y Seth, según
un moderno estudio efectuado por la Universidad de
Helsinki sobre el Calendario del Cairo. En el Período
Helenístico de Egipto, Algol recibió la denominación
de Gorgona, según consta en los Catasterismos de
Eratóstenes (276-194 a. C.), director de la Biblioteca
de Alejandría, quien llama a este astro “Cabeza de la
Gorgona”, así como por los escritos algo posteriores
de Claudio Ptolomeo (100-170), quien la denomina
“Gorgona de Perseo”. Se trata del Ojo de Medusa, la
mujer fatal capaz de petrificar a quien la observa de
frente y cuyos monstruosos mechones de cabello se
erizan hasta engendrar unas vivarachas y malinten-
cionadas culebras: cada meteoro de las Perseidas,
surgiendo de la cabellera de Medusa, ayudaría a
nutrir un multitudinario ejército de serpientes, sitian-
do Egipto desde la bóveda celeste, anunciando la
inexorable derrota de una cultura trimilenaria frente
a la ignominiosa victoria de la arrogante y pérfida im-
piedad. Llámese ésta Apofis, llámese Roma.

El vínculo entre las estrellas fugaces y la petrifica-


ción, desde el punto de vista de la antropología re-
ligiosa, encuentra un parentesco lejano en el mito
hebreo de la destrucción de Sodoma y Gomorra,
por medio de fuego y azufre bajados del cielo, pro-
Cabellera de Medusa, durante las Persei- vocando la conversión de quienes observaban este
das. | Petr Horálek.
fenómeno en estatuas de sal, como le ocurrió a la
manecería, para la eternidad, en el mismo estado en mujer de Lot. Quizás trate este mito de explicar el
que había partido hacia el Lejano Occidente, redun- hallazgo de meteoritos tras la contemplación de es-
dando la forma de morir elegida por Cleopatra VII telas flamígeras surcando el firmamento nocturno.
en un grave inconveniente para sus intereses ultra- De cualquier modo, en la época de Cleopatra VII, el
terrenos. Diversos especialistas, caso de Christoph sincretismo había conducido a una condensación de
Schaefer o Dietrich Mebs, han propuesto un suicidio las historias de Horus y Perseo: “El mito de Dánae,
más indoloro y menos efectista, un cóctel de drogas Perseo y el arca parece estar relacionado con el de
a base de cicuta, opio y acónito, quedando la ser- Isis, Osiris, Set y el Niño Horus. En la primitiva ver-
piente relegada a encarnar un rol simbólico: la cobra sión, Preto es el padre de Perseo, el argivo Osiris;
es uno de los principales emblemas de la realeza Dánae es su esposa-hermana, Isis; Perseo, el Niño
egipcia, el Ojo de Ra, la diosa Uadyet, que abrasa Horus; y Acrisio, el celoso Set que mató a su herma-
con su ardiente picadura a los enemigos del rey; otra no mellizo Osiris y que recibió la venganza de Horus.
serpiente, Apofis, constituyó desde antiguo la más El arca es la barca de acacia en la que Isis y Horus
temida amenaza de la civilización del Nilo, acosando recorrieron el delta buscando el cadáver de Osiris”
día y noche con profanar la sagrada creación de Ra, (Graves; 2004:239). Para Horus-Perseo, como ma-
sembrar el caos y la destrucción en Egipto y devorar tarife de Medusa, la estrella Algol y sus inseparables
el próspero imperio que aquí se había instaurado. compañeras, las Lágrimas de San Lorenzo, habrían
Con ello, la intervención de un reptil en la muerte representado un personaje antagónico, en tanto en
de Cleopatra ejemplificaría el triunfo definitivo de las cuanto aliadas del maligno Seth. Es más, el moralis-
tinieblas en la lucha que éstas mantuvieron contra el ta Plutarco, iniciado en los misterios de Isis y Osiris,
orden luminoso de los faraones, como bienamados menciona en sus tratados a una concubina de Seth,
hijos del Sol. puede que una versión femenina de este dios a fin
de asimilarlo al sexo de la Gorgona, perseguida por
Sin embargo, la fecha en que se produjo el funesto una terrible serpiente, luego “cortada en trozos por
desenlace de Cleopatra VII alumbra una tercera ex- los partidarios de Horus, por esta razón aún hoy en
plicación, sustentada por el factor astronómico: las día lanzan entre sus filas una cuerda y la despeda-
Perseidas, o Lágrimas de San Lorenzo, tienen su ra- zan” (De Iside et Osiride; 358 C-D). La dominación y
diante en la constelación de Perseo, uno de cuyos vasallaje de Egipto, impuesta por Octavio Augusto,
tras el suicidio de Cleopatra VII y el asesinato de su

Egiptología 2.0 | 165


hijo, hubo de revestir para el pueblo egipcio gran- estival, como un intenso halo de luz sobre la cabe-
des analogías con su mito más elemental: primero, za de la Gran Esfinge: el alma del faraón, como un
la muerte de Julio César-Osiris, a manos de Roma, pájaro de fuego, el Fénix, penetrando en el Lejano
luego su viuda, Cleopatra-Isis-Dánae, y su huérfano, Occidente, después de haber rasgado el cascarón
Cesarión-Horus-Perseo, enfrentándose a su insacia- de su pirámide.
ble enemigo, de nuevo Roma, aunque, por vez pri-
mera desde los tiempos de los dioses, la fortuna no Se trata de un escenario difícil, por no decir impo-
habría de sonreir a la gran maga y a su vástago. Fue sible, de demostrar, que no pasa de mera hipótesis
así como, en agosto del año 30 a. C., por sorpresa de trabajo. Aunque este incierto cometa vendría a
y sin consideración, Seth derrotaría por fin a su so- explicar, de igual modo, el extraño nombre dado por
brino; y Medusa, usando sus serpenteantes trenzas Dyedefra a su pirámide en Abu Roash, Ddfra sHdw,
como arma letal, lograría petrificar a un viejo adver- “Dyedefra es la estrella-Sehedu”, siempre que los
sario, Perseo, tal y como demandaba la correcta in- egipcios hubieran bautizado el cometa de Keops
terpretación de las estrellas, el irrehusable dictado bajo el nombre sHdw, un término relacionado, qui-
de los cielos. zás, con el verbo sHD, con el significado de “brillar” o
“iluminar”. Por su parte, la terminación en plural, –w,
¿Pudo haberse producido algún evento similar al al igual que nuestras modernas construcciones “rey
Cometa de César o a la lluvia de meteoros de Cleo- de reyes” o “mal de males”, podría expresar algo así
patra, poco después de la muerte de Keops, inter- como que Sehed sería “la estrella de las estrellas”
pretable en clave astronómica y vinculable al mito o, lo que es lo mismo, “la extrella por excelencia”
de Mehit, la llegada del Ojo de Ra, la diosa lejana, o, una “estrella múltiple”. De los tres determinativos
al igual que en la XVIII Dinastía ocurrió con Sejmet? que complementan y matizan la frase Ddfra sHdw, los
¿Aprovechó Dyedefra, al igua que Octavio Augusto, signos F18 (un colmillo de elefante), N14 (una es-
esta oportunidad de oro para divinizar ya no sola- trella) y O24 (una pirámide) del listado de Gardiner,
mente el espíritu su difunto padre, sino al resto de el último alude con seguridad al diseño piramidal de
la monarquía, él inclusive, adoptando el título de todo el monumento funerario; mientras el segundo
sA ra? ¿Fue este acontecimiento el detonante de la refleja con claridad la naturaleza de Sehedu, como
creación de la Gran Esfinge de Guiza, mitad Ruty, un refulgente astro del firmamento nocturno… Pero,
mitad Mehit? ¿En caso afirmativo, se trataría de un ¿y el colmillo de elefante? ¿Vendría a referirse a la
simple cometa anónimo de los muchos que se entre- gama cromática de su resplandor, blanco hueso o
cruzan una sola ocasión con la Tierra para alejarse marfil? ¿O definiría la forma alargada y levemente
después en un viaje sin retorno, o de uno con órbita curvada que distingue a los cometas de las simples
periódica? Los cometas suelen desplazarse a través estrellas? Mucho más lacónico, el hijo de Dyedefra,
del Sistema Solar en un plano oblicuo al de la eclíp- Nebka/Setka, nombraría a su complejo funerario, la
tica, donde se observan las constelaciones zodiaca- Pirámide septentrional de Zawyet el-Arian, simple-
les. En el caso específico del Halley, el ángulo de in- mente como …kA sbA, “(Neb/Set)ka es una estrella”,
clinación resulta ser de 18º, provocando que uno de sin ofrecer mayor información sobre cuál es la estre-
los escasos momentos en que los cometas se aden- lla a la que hace alusión.
tran en la región celeste atravesada por el círculo
zodiacal sea durante su perihelio, en el punto de ma- La duración del reinado de Keops oscila entre los 26
yor proximidad al Sol y, por tanto, también de mayor y los 46 años (la fecha segura más alta de su reinado
esplendor de su cola cometaria. Dado que la diosa es el decimotercer censo bianual, aunque en las cá-
leontocéfala Mehit-Sejmet quedó indisociablemente maras de descarga de la Gran Pirámide podría exis-
ligada a las estrellas Régulo y Zosma, en la conste- tir una mención no tan fiable a su decimoséptimo),
lación del león, lo ideal sería que un cometa vincula- mientras que la de Seneferu se estima entre los 28
do al mito de Mehit-Sejmet haya tenido su perihelio y los 47 años (hay constancia de su vigesimocuarto
cuando el Sol se sitúe sobre dicha constelación: para censo, aunque no está claro cuántos habrán sido
el caso de Leo, tal concurrencia se daba, en tiempos anuales y cuántos bianuales). Así, la cronología para
del Imperio Antiguo, desde finales de junio hasta fi- ambos faraones se movería dentro del siguiente ran-
nales de julio, a la par que el solsticio de verano. Por go: un mínimo de 54 años y un máximo de 93, con
otra parte, dado que la visión de la cola cometaria en un valor intermedio de 73’5 años, que sigue pare-
el perihelio resulta espectacular poco antes del orto ciendo poco razonable –por exceso- para dos reina-
o poco después del ocaso, esta circunstancia desen- dos, de padre e hijo, de manera que tal cociente aún
cadenaría, de haberse producido de esta forma, que podría sobrepasar entre un lustro y una década el
la hierofanía astronómica del “Horizonte de Keops” lapso de tiempo que mejor se aproxime a la realidad
señalada por Belmonte Avilés y Shaltout para Guiza, histórica. Ahora bien, con estos datos encima de la
resultase, si cabe, todavía más grandilocuente, con mesa, se obtendría la siguiente casuística: un retor-
la cola cometaria brotando del horizonte, entre las no del Cometa Halley algunos meses después del
dos pirámides, tras la puesta del Sol en el solsticio fallecimiento de Keops, situaría su anterior perihelio

166 | Egiptología 2.0


a comienzos del reinado de Seneferu o en los años
que preceden directamente a la ascensión al trono
del mismo. Por otra parte, situando esta efeméride
astronómica hacia el undécimo censo de Dyedefra,
cuando éste ofrendó las barcas funerarias destina-
das a la navegación celestial de su padre, el anterior
perihelio del Cometa Halley habría ocurrido en pleno
reinado de su abuelo, Seneferu, el gran moderniza-
dor de la arquitectura funeraria egipcia.

El eterno retorno del ave Fénix

Hacia el octavo censo de Seneferu, algo trascenden-


tal debió de suceder en Egipto, alterando de forma
radical las costumbres funerarias. Se supone que en Piedra apical de la Pirámide Roja, el primer pirami-
esa fecha, el proyecto de pirámide escalonada de dión. | Jeh (J. E.) Bruce.
Meidum fue suspendido y el faraón volvió sus ojos a
Dashur, a fin de erigir allí su monumento conmemo- sobre el suelo, un humeante e incandescente huevo,
rativo a la Doble Corona, mediante la construcción del color ambarino de la mirra, forma apuntada y con
de las pirámides Romboidal y Roja. Hasta aquel año, una textura similar a la resina antes de su endureci-
el perfil de las tumbas faraónicas recordaba, como miento.
sucesión de peldaños, al signo jeroglífico O40 (una
La primera fuente clásica que recoge el mito del Fé-
doble escalera) del listado de Gardiner: es la abre-
nix es el griego Herodoto de Halicarnaso, conside-
viatura de rwd, “escalera”, como si el graderío as-
rándolo una leyenda local de Heliópolis. Cada 500
pirase a facilitar la ascensión de los muertos. Este
años, cuando muere una de estas sagradas aves,
simbolismo quedó abortado en tiempos de Seneferu:
alguno de sus hijos la introduce en el interior de un
es cierto que, más que una escalera, las pirámides
enorme huevo de mirra y, “partiendo de Arabia hasta
de caras lisas consisten en la unión de cuatro ram-
el Santuario de Helios, transporta a su padre envuel-
pas y que, siguiendo la misma premisa, proyectarían
to en mirra y lo sepulta en el Santuario de Helios”
el alma del rey difunto hacia las esferas celestiales.
(Historias, II 73,3), es decir, el Templo de Atum-Ra,
No obstante, en el artículo “Pirámides en Egipto: Los
donde los Textos de las Pirámides ubican la Morada
embriones del Fénix”, publicado en octubre de 2018
o Mansión del Fénix. El poeta romano Publio Ovidio
en el volumen XIII de la revista Egiptología 2.0, se
Nasón (43 a. C. - 17 d. C.) sitúa su procedencia en
ha tratado de demostrar que la geometría de las pi-
Asiria, también en tierras orientales, hablando por
rámides de caras lisas pretende ser, en realidad, una
primera vez de su regeneración en un bucle infinito,
esquematización del huevo del Fénix, la reliquia sa-
al resurgir el Fénix de su propio cadáver, padre e hijo
grada de Heliópolis, la piedra bnbn original, un betilo
de sí mismo: “Luego, dicen, del cuerpo del padre re-
de origen meteórico venerado en el Templo de Atum-
nace un pequeño fénix, destinado a vivir otros tantos
Ra. Su réplica más antigua conservada es, precisa-
años; cuando la edad le ha dado fuerzas y es capaz
mente, la cúspide de la Pirámide Roja, descubierta
de llevar una carga, libera del peso del nido las ra-
en 1982 por Rainer Stadelmann. Ahora bien, en la
mas del árbol y acarrea piadoso su cuna y sepulcro
misma medida que al debatir sobre la edad de la
de su padre, y surcando las auras ligeras alcanza
Gran Esfinge de Guiza se ha apelado con frecuencia
la ciudad de Hiperión y lo deposita delante de las
al manido argumento de que ésta no puede prece-
sagradas puertas del templo de Hiperión” (Metamor-
der a la IV Dinastía pues, de lo contrario, se habrían
fosis; XV, 401-07). Hiperión es un nombre poético
hecho copias escaladas mucho antes de la esfinge
dado al Sol entre los griegos, recogido ya por Home-
femenina de la reina Hetepheres II, también se debe
ro en la Ilíada, al hablar de Helios Hyperion, el “Sol
razonar que el huevo del Fénix no puede preceder
en lo más alto”, esto es, el cénit solar. Ovidio alude,
a la época de Seneferu puesto que, de ser así, se
mediante esta bella metáfora, a Heliópolis y a su sa-
habrían localizado piramidiones, e incluso pirámides
crosanto recinto.
lisas, con antelación a su propio reinado. Quizás el
cambio de mentalidad que se produjo en la segun- Plinio el Viejo (29-79), por su parte, amplía el ciclo
da década del mandato de Seneferu, paralizando las a 540 años y menciona un falso Fénix que habría
obras de su pirámide escalonada en Meidum, edifi- sido expuesto en el Comitium de Roma en tiempos
cando dos de caras perfectas en Dashur y plantean- del Emperador Claudio (41-54), hacia el año 47, en
do entonces la posibilidad de alisar el revestimien- el octavo centenario de la fundación de la ciudad
to de Meidum, guarde relación con la aparición del (Historia Natural, X 2, 3-5). Una de las referencias
Fénix, es decir, una señal divina, equiparable a un de mayor interés es, quizás, la del historiador Cor-
pájaro de fuego, que rasga el cielo y deja tras de sí,

Egiptología 2.0 | 167


Los obeliscos son la suma del pilar fálico de Ra y el huevo del Fénix. | Kenneth Garret.

nelio Tácito (55-120), pues establece una secuencia éste no figura en el compendio dedicado por el sículo
de apariciones históricas del Fénix: “Después de un al antiguo Egipto. Ahora bien, existe un curioso nexo
largo discurrir de siglos, en el consulado de Paulo de unión entre los reinados de Ramsés II Meriamón
Fabio y de Lucio Vitelio, apareció en Egipto el ave (Sesóosis), Jenemibra Ahmose II (Amasis) y Ptolo-
fénix, la cual dio materia a los más doctos de aque- meo III Evergetes: todos ellos fueron testigos, siendo
lla provincia y de Grecia para discurrir mucho sobre ya reyes, de un formidable paso del Cometa Halley.
esta maravilla (…). Cuanto al número de los años, lo Los consules Paulo Fabio Pérsico y Lucio Vitelio lo
escriben variamente. Algunos hablan de mil cuatro- fueron en el año 34, bajo el mandato de Tiberio (14-
cientos sesenta y uno; pero la más común opinión es 37), catalogándose este avistamiento como de falso
que se ve cada quinientos. Vióse la primera vez en Fénix, al igual que el del año 47. En efecto, en nin-
tiempo de Sesosis, la segunda de Amasis, la tercera guna de ambas fechas se registraron perihelios del
de Tolomeo, que fue también el tercer rey macedón, Halley.
en una ciudad llamada Heliópolis, volando con una
gran banda de otras aves que seguían la maravilla En 1266 a. C., tal y como se ha abordado en “Muer-
de aquel nuevo aspecto (…). Entre Tolomeo y Tibe- te en Amarna: Incidencia del Cometa Halley en el
rio corrieron menos de doscientos cincuenta años, cisma religioso de la XVIII Dinastía”, la arribada de
de lo que resultó la opinión de algunos que ésta no esta roca cósmica a los cielos egipcios, como señal
fue la verdadera fénix, ni venida de Arabia” (Anales; enviada por los dioses, pudo precipitar la dedicación
VI, 28). Sesóosis es el nombre que Diodoro de Sicilia y consagración de Abu Simbel, en el año vigesimo-
(siglo I a. C.) atribuyó a un faraón en quien los egip- cuarto de Ramsés II Meriamón (1290-1224 a.C.),
tólogos reconocen una amalgama entre las gestas antes incluso de la terminación de tan fabuloso hipo-
de Jakaura Senusert III y las hazañas de Ramsés II geo, orientado hacia el nacimiento del Sol en la jor-
Meriamón; puede que Tácito bebiese de alguno de nada de mayor actividad de las Oriónidas, la lluvia de
los libros ahora extraviados de la Biblioteca Histórica meteoros más importante de entre las que genera el
de Diodoro, ya que, pese a la notable fama del Fénix, debris del Cometa Halley. Por su parte, el reinado de

168 | Egiptología 2.0


Jenemibra Ahmose II (570-526 a. C.) se vio marca- en tiempos del neolítico, con aquello que hay de fértil
do por otro tránsito de este objeto, que los modelos en la tierra y lo que hay de fecundo en los clanes que
de predicción emplazan hacia el año 540 a. C., con la habitan, un brindis al dios Sol por la germinación
perihelio, según los cálculos de Kiang y Yeomans, de las cosechas, la reproducción de los ganados y la
hacia el 10 de mayo del año 539 a. C. Este evento ha prosperidad de los humanos. Tal columna acabó por
sido relacionado, en “Nitocris, ¿realidad o ficción?”, convertirse en epónima de la ciudad de Heliópolis
publicado en el anterior número de Egiptología 2.0, (iwnw), al igual que ocurriría en los asentamientos
con la instauración de un nuevo Oráculo de Amón de Armant (iwny), Esna (iwnyt) y Dendera (iwnt), a
en el desierto líbico, gracias a la hipotética caída de partir de fetiches de naturaleza análoga. Ahora bien,
otro betilo, el ónfalo de Siwa, de modo similar a cómo se sospecha que en algún momento dado entre la I y
el siguiente acercamiento del Halley, en verano del la IV Dinastía, a este talismán itífalo se le superpuso
año 466 a. C., estuvo aparejado al impacto de una otra reliquia, el huevo del Fénix, el primer piramidión,
gran roca contra el río Egospótamos, en Tracia. Fi- la piedra bnbn original. El pilar iwn y la piedra bnbn,
nalmente, bajo el reinado de Ptolomeo III Evergetes juntos, la una sobre el otro, ofrecerían una imagen
(246-222 a. C.), tercer soberano del Egipto lágida, se similar a la del obelisco, aunque no de fuste tan alto,
produjo otra aproximación del Halley, con perihelio fino y estilizado como los tallados durante los impe-
hacia el 25 de mayo del año 240 a. C., a tenor de las rios Medio y Nuevo, sino de constitución gruesa y
Memorias Históricas del cronista chino Sima Qian algo achatada, como los incorporados a los templos
(145-90 a. C.). Fue más o menos por aquel entonces solares de la V Dinastía. De hecho, no existe cons-
cuando los astrónomos de la corte ptolemaica, me- tancia de obeliscos antes de Userkaf, más allá de
ticulosos escrutadores del firmamento bajo el para- aquél que rotulaba el punto más sagrado de Heliópo-
guas de la mayor institución cultural de su tiempo, la lis. Por cierto que a la familia de palabras de la piedra
Biblioteca de Alejandría, aconsejaron a Ptolomeo III bnbn pertenencen tanto los sustantivos piramidión
la modificación del calendario para introducción del (bnbnt) y Fénix (bnnw), como el verbo bnn que, en
día bisiesto, mediante una reforma que el soberano función del determinativo, significa “crear” o “eyacu-
ratificó con el Decreto de Canopo (237 a. C.), pero lar”, en perfecta sincronía con el sentido metafórico
que nunca fue llevada a la práctica. del pilar sobre el cual fue colocado el huevo del Fé-
nix. No en vano, la cosmogonía heliopolitana narra-
En cuanto al texto de Cornelio Tácito, llaman pode- ba cómo Atum-Ra, mediante la masturbación, había
rosamente la atención las noticias sobre la duración procreado a la primera pareja de la Divina Enéada,
de la vida del Fénix: 1461 años, quizás, una de las los dos leones, Shu y Tefnut. Así, la columna de He-
primeras alusiones al gran año canicular o Ciclo So- liópolis no constituía solamente el pene petrificado
tíaco. Sorprendentemente, el paso del Halley inme- de Atum-Ra, ni siquiera el mismísimo escenario de la
diatamente posterior a la redacción de los Anales, Creación: era, sobretodo, un artilugio capaz de con-
compuestos entre los años 115 y 117, tuvo su peri- jurar la magia más potente, gracias a su capacidad
helio a 25 de marzo del año 141, dentro de la tetrae- para crear vida desde la nada. Es más, las pirámi-
téride de la apocatástis tradicional del Ciclo Sotía- des, como réplicas suyas, surtirían este mismo efec-
co, señalada por Censorino para el año 139. Pese a to, concediendo tal don al faraón que se ordenase
todo, el sacrificio del padre del Fénix, consumido por sepultar en ellas, dotándolo eternamente de vida, al
medio del fuego, en el Templo de Atum-Ra, recuer- igual que los largoplacistas retornos del Fénix o las
da a la ablación meteórica, su ardiente inmolación salidas diarias del Sol, a través del círculo vicioso de
a medida que atraviesa las distintas capas atmosfé- las regeneraciones.
ricas: “Llevándolo al altar del Sol, quemándolo allí,
lo sacrifica; cosas ni ciertas de suyo, y aumentadas Es posible que el regreso del Fénix al tercer lustro
con fábulas. Mas lo que no se duda es haberse visto de reinado de Seneferu, con el avistamiento de un
estos pájaros muchas veces en Egipto” (Anales; VI, deslumbrante meteorito, desprendido quizás del
28). En los comienzos de la civilización egipcia, el Cometa Halley y hallado en las cercanías de Helió-
amuleto más preciado del Templo de Atum-Ra hubo polis, motivase el cambio de paradigma arquitectó-
de ser un pilar (iwn) o monolito vertical, quizás un nico, sustituyendo a la pirámide escalonada por la
menhir o puede que algún tipo de tótem de carácter de caras lisas, tratando de copiar la silueta de aquel
fálico, en representación del miembro viril del dios, betilo, el bnbn original, como si de una maqueta se
en plena erección, como mejor conviene a su culto tratase, enviada por la asamblea de los dioses. Al-
como demiurgo, petrucio y precursor de la humani- gunas tradiciones egipcias mencionan este tipo de
dad. fenómenos, planos mágicos caídos del cielo, seña-
lando el estilo y enclave que cada divinidad había
Desde el punto de vista de la antropología religiosa, elegido para sus santuarios: “Los egipcios honran la
se trata de una representación con reminiscencias a memoria de un Imhotep maestro de obras y le atri-
los idolillos y venus paleolíticas, de atributos sexua- buyen la creación del plano del inmenso templo de
les exageradamente desarrollados, relacionable, ya Edfú, en el Alto Egipto. La leyenda afirmaba que un

Egiptología 2.0 | 169


libro había descendido del cielo en el norte de Men- en conjunción con el ocaso en el solsticio de verano,
fis, la antigua capital de Zóser; Imhotep había leí- en una posición que a su vez permita distinguir este
do el milagroso libro descubriendo en él el plano de fenómeno en todo su esplendor, exactamente entre
Edfú” (Jacq; 2001:62-63). Por cierto que el solsticio las dos pirámides, hay que situarse en un espacio de
de invierno está muy presente en Edfú, al igual que la necrópolis carente, a priori, de trascendencia reli-
en Guiza. A mediodía, los rayos del Sol se filtran por giosa. No obstante, como punto clave para la obser-
un tragaluz ubicado al final de una escalinata ascen- vación de esta hierofanía, tal lugar debería de haber
dente, permitiendo que, durante unos cinco minutos, gozado de una relevancia especial. Por ejemplo: el
incidan directamente sobre la faz de una imagen de ocaso en el sosticio de invierno en la esquina no-
Horus, dotándola de vida. Existe una claraboya simi- roeste de la Pirámide Romboidal es visible desde el
lar, en una escalera del mammisi de Dendera. Se da patio de su templo; lo mismo que el orto a través de
la circunstancia de que los planos de este otro tem- la muesca de Amarna resulta excepcional desde el
plo, al igual que en el caso de Edfú, levitaron desde altar solar del Pequeño Templo de Atón; en igual me-
la bóveda celeste hasta Egipto, pero en tiempos de dida que la teofanía solar se materializa en la cáma-
Keops. Algún ónfalo demarcaría el enclave, como si ra más profunda de los hipogeos de Deir el-Bahari y
de una suerte de mapa pétreo se tratase que, rei- Abu Simbel… No es lo que ocurre en Guiza, salvo
nando Seneferu, guio al monarca mediante una no- que se tome en consideración cierta particularidad:
vedosa revelación, descubriéndole el atajo para la cuando el egiptólogo Mark Lehner capturó la plas-
vida eterna, satisfaciendo finalmente la aspiración de mación del Axt, el “Horizonte de Keops”, lo hizo des-
los faraones por convertirse en dioses y renacer de de el eje del patio porticado del Templo de la Esfinge,
sus despojos, a imitación del Fénix. Keops heredaría con un Sol equidistante a las pirámides de Keops
este nuevo formulismo: así, mientras el cementerio y Kefrén. Dicho en otras palabras: éste debería ser
favorito de las primeras dinastías se encontraba a el punto preciso de observación, donde Keops ha-
cientos de quilómetros más al sur, en Abidos, donde bría previsto el emplazamiento de su serdab, pr twt
la tradición situaba el enterramiento del mismísimo (“morada de la imagen”), una estructura similar a
Osiris, Keops trató de conjugar las viejas costumbres la instalada por Dyeser en el recinto de la Pirámi-
–incluyendo la del doble enterramiento-, al recrear su de Escalonada de Saqqara y cuyo carácter sagra-
versión personal de Abidos cerca de la capital solar, do vendría a amplificar Dyedefra, levantando aquí,
Heliópolis, cuna del Fénix y patria de la resurrección. para su padre, sobre los restos de su serdab (quizás
No es casual que Abidos se escriba AbDw, incluyen- la pirámide G1-d, trasladada por aquel entonces a
do el signo N26 del listado de Gardiner, Dw, consis- su actual posición, completamente anómala y diso-
tente en el ideograma para montaña y cuya única nante), un monumento imperecedero, presidiendo el
diferencia con el N27 es la ausencia del Sol entre complejo funerario y sustituyendo la estatua doble
los dos montículos. Por sí solas, las pirámides de o kA del rey por una representación idealizada del
Keops y Kefrén conformarían el jeroglífico para Dw, mismo, ya no como hombre, sino como dios: la Gran
que había garantizado la apertura del más allá para Esfinge de Guiza, el Sol hecho piedra, el inmortal,
los dinastas tinitas, mientras que la hierofanía astro- renacido como el ave Fénix, el observador inmutable
nómica, en el marco de un palio de rosicler y arrebol, de las revoluciones trazadas sobre el horizonte por
al amanecer del solsticio hiemal y al anochecer del el círculo infinito de los solsticios y los equinoccios,
estival, metamorfosearía este signo en la expresión Atum-Ra, el protegido de Jnum, el divinizado Keops.
gráfica del Axt, ya no solo desbloqueando las puertas
del Lejano Occidente, sino brindando una unión post
mortem con el dios supremo.

No queda claro que la Gran Esfinge de Guiza haya


formado parte integrante, desde un principio, del
simbolismo del “Horizonte de Keops” o si el retorno
del Cometa Halley, al poco de su muerte, contribuyó
a la cuadratura del círculo, sugiriendo a Dyedefra la
incorporación de una serie de elementos ajenos al
programa fundacional de su padre, completando su
significado, acrecentando la meseta de Guiza con los
templos del Valle y de la Esfinge, creando al grandio-
so felino de piedra, valiéndose de la existencia, en
la cantera vecina, de una colina de roca demasia-
do endeble como para ser utilizada en la producción
de sillares. Lo más probable es que el artífice fuese
Dyedefra, a tenor del siguiente razonamiento: para El dios Sol, Ra, elevándose junto a las pirámides.
fotografiar la alineación de la Gran Esfinge de Guiza | Windfall Films / Frankie Fathers

170 | Egiptología 2.0


Bibliografía Sobre el autor

Antón, J. (1995): “El Gobierno egipcio cree que la Alfonso Daniel Fernández Pousada se licenció en pe-
tumba hallada en el oasis de Siwa es la de Alejandro riodismo por la Universidad de Santiago de Compos-
Magno”. En El País, 1 de febrero de 1995. tela, profesión que ha ejercido en Radio Voz y Cadena
COPE, emisora, ésta última, a la que está vinculado
Belgrave, C. D. (1923): Siwa. The Oasis of Jupiter Am- desde 2005 y donde actualmente dirige un magazine
mon. Plymouth: The Mayflower Press. dominical.

Belmonte Avilés, J. A. (2012): Pirámides, templos y Su pasión por la egiptología le ha llevado a participar
estrellas. Astronomía y arqueología en el antiguo en diversos seminarios organizados por el Instituto de
Egipto. Barcelona: Crítica. Estudios del Antiguo Egipto y a publicar un trabajo de
investigación sobre los adelantos astronómicos de la
Dodson, A. y Hilton, D. (2005): Las Familias Reales civilización del Nilo.
del Antiguo Egipto. Madrid: Oberón.
Enlaza con el autor
Egea Resino, B. (2020): “Oráculo de Amón de Siwa”.
En Egiptología 2.0, XVIII, pp. 71-76. Barcelona.

Fernández Pousada, A. (2019): “El lenguaje astronó-


mico como subtexto del discurso mitológico en el An-
tiguo Egipto (III)”. En Egiptología 2.0, XVII, pp. 92-131.
Barcelona.

Gill, J. C. R. (2016): Dakhleh Oasis and the Western


Desert of Egypt under the Ptolemies. Oxford: Oxbow
Books.

Grimal, N. (2004): Historia del Antiguo Egipto. Madrid:


Ediciones Akal.

Jacq, C. (1998): Las Egipcias. Barcelona: Círculo de


Lectores.

Kuhlmann, K. P. (2005): “Siwa Oasis, Late period and


Graeco-Roman sites”. En Bard, K. A. (2005): Encyclo-
pedia of the Archaeology of Ancient Egypt, pp. 900-
07. Londres: Routledge.

Sánchez Rodríguez, A. (2000): Astronomía y Mate-


máticas en el Antiguo Egipto. Madrid: Aldebarán.

Serrano Delgado, J. M. (1993): Textos para la Historia


Antigua de Egipto. Madrid: Cátedra.

Trigo-Rodríguez, J. M. (2013): “El fenómeno meteóri-


co y las clases de meteoritos”. En Enseñanza de las
Ciencias de la Tierra, Vol. 21.3, pp. 234-42. Girona:
Universidad de Girona.

VV.AA. (1997): Egiptomanía. Barcelona: Planeta


DeAgostini.

Egiptología 2.0 | 171


Todos los números de Egiptología 2.0 en:
http://egiptologia20.es/descargas

172 | Egiptología 2.0


Novedades Editoriales
Secretos del Antiguo Cleopatra
Egipto
Autor: Alberto Angela
Autor: Josep Padró i
Parcerisa Idioma: Castellano

Idioma: Castellano Año: 2019

Año: 2021 Editorial: Harper Collins

Editorial: Crítica ISBN: 9788491394181

ISBN: 9788491992158
Egipto es una pasión inagotable. Por mucho que Del ocaso de un reino al amanecer de un imperio: el
visitemos sus monumentos, resigamos sus huellas encuentro entre Cleopatra, hábil y poderosa sobe-
en los museos, excavemos en sus yacimientos o in- rana de Egipto, y tres grandes protagonistas de la
tentemos recuperar su pasado a través de libros o antigua Roma cambiará para siempre el curso de la
documentales, jamás conseguiremos desvelar todos historia.
sus secretos.
El mundo de hoy no sería el mismo sin Cleopatra,
Padró, uno de los máximos especialistas en el An- una soberana culta, inteligente y dotada de una ex-
tiguo Egipto, ha recogido en esta obra una multitud traordinaria habilidad tanto para la mesa de nego-
de aspectos sorprendentes poco o nada conocidos ciaciones como para la guerra. Una mujer poderosa,
por el público general, al que ofrece la oportunidad increíblemente moderna para su época, y al mismo
de acercarse a las excavaciones del sepulcro de tiempo capaz de sentir grandes pasiones amorosas.
Sehu en Heracleópolis Magna, conocer de cerca la Pero ¿quién fue realmente la última reina de Egipto?
lengua, la escritura, la religión y las costumbres de
una de las civilizaciones más complejas y ricas que Cleopatra. La reina que desafió Roma y conquistó
conocemos, o descubrir el complot que acabó con la eternidad supone un viaje por el tiempo entre Oc-
la vida de Rameses III. Secretos del Antiguo Egipto cidente y Oriente, para volver a descubrir, con una
no es, pues, una historia de Egipto, ni tampoco una mirada nueva, a una mujer carismática e inteligen-
exposición global de la civilización faraónica: es un te, y un periodo histórico fascinante y convulso, rico
compendio de muchos de los aspectos de una civili- en contradicciones, intrigas, pasiones y guerras que
zación de la que a menudo no conocemos más que han marcado nuestro presente y que han contribuido
momias y pirámides pero que, mirada con más aten- a hacer del mundo el lugar que hoy día todos cono-
ción, nos muestra un mundo más próximo a nosotros cemos.
de lo que podríamos imaginar.
Alberto Angela, nació en París en 1962. Licencia-
Josep Padró, nacido en Barcelona en 1946, estu- do en Ciencias Naturales, tras una larga actividad
dió Historia Antigua en la Universidad de Barcelona de excavaciones e investigación en África y en Asia,
y Egiptología en París y Montpellier, doctorándose se dedica a tiempo completo a la divulgación. Es el
en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde creador de las series Superquark y Quark Speciale.
ha sido docente. También ha impartido clases en la
UNED, en la UB y en Tarragona, además de ser pro- Desde hace años presenta los programas de la te-
fesor visitante de la Universidad de Lisboa. Padró es levisión italiana Passaggio a Nord Ovest y Ulisse, il
fundador y presidente de la Sociedad Catalana de piacere della scoperta.
Egiptología, considerada la sede de la Biblioteca de
Egiptología. Ha escrito Musei (e mostre) a misura d’uomo y varios
libros en colaboración con su padre, Piero Angela,
En su haber cuenta con más de cuatrocientos ar- entre los que destacan Squali, Viaggio nel Cosmo,
tículos publicados sobre su especialidad. Padró La extraordinaria historia de la vida: una gran aven-
también ha participado en diferentes excavaciones, tura hacia los orígenes de nuestro planeta y La ex-
entre ellas una en Oxirrinco, donde dirige la Misión traordinaria historia del hombre. En esta editorial ha
Arqueológica. publicado con gran éxito Un día en la antigua Roma.

Egiptología 2.0 | 173


174 | Egiptología 2.0
Noticias
L as excavaciones españolas en Egipto, en cua-
rentena por el coronavirus.

“La tumba E1 era muy prometedora porque estaba


llena de escombros y llevábamos un año y medio
para meterle mano. Había sido saqueada en la an-
tigüedad pero nadie había entrado en tiempos mo-
dernos”, relata Antonio Morales, profesor de la Uni-
versidad de Alcalá de Henares y director del “Middle
Kingdom Theban Project” que horada las colinas
cercanas al templo de Hatshepsut en Luxor. La es-
peranza de descifrar al dueño del enterramiento y el
período concreto en el que fue edificada se ha topa-
do con la crisis sanitaria del coronavirus.
Trabajo de la mision Middle Kingdom Theban Pro-
“Pensamos que podríamos recuperar materiales ject durante esta campaña. | UAH / MUNDO.
como madera, huesos y objetos menores que no
fueran de metal y que no habrían sido robados por- algo. Contemplé, además, la posibilidad de que los
que carecían de interés en la antigüedad”, enumera egipcios cerraran los yacimientos, como finalmente
Morales, recién regresado de Egipto. La incursión en ha sucedido. Era evidente que teníamos que volver-
su pasillo cortado en la roca en busca de los últimos nos”, desliza.
restos del naufragio, prevista para estas semanas de
trabajo, tendrá ahora que esperar. “La campaña está El ministerio de Antigüedades ha decretado la clau-
perdida porque los esfuerzos para llegar son muy sura de todos los yacimientos y monumentos hasta
importantes y para arrancar brutales”, reconoce el el 15 de abril. Una parálisis que también ha termina-
egiptólogo que fundó el proyecto hace un lustro en do precipitando el cierre de las otras dos misiones
la milla de oro de la arqueología del antiguo Egipto. españolas que se hallaban sobre el terreno en Egip-
to y su abrupto retorno a casa. “Estábamos teniendo
“Tendríamos que haber trabajado hasta el 26 de la mejor campaña desde que empezamos”, asevera
abril. De las siete semanas programadas, solo he- con cierta amargura Miguel Ángel Molinero, profesor
mos podido excavar dos”, admite el investigador, de Historia Antigua de la Universidad de la Laguna y
concienciado con el parón. Hace una semana el director del proyecto “Dos nueve cero”, también radi-
anunciado cierre de los aeropuertos egipcios, am- cado en Luxor.
pliado hasta mediados de abril, obligó a un rápido
repliegue. “Desde el principio, tuvimos que cambiar “Quedábamos nueve personas y, si no hubieran
de estrategia. De los 45 investigadores que debían surgido problemas, esperábamos la llegada de seis
llegar esta campaña, solo pudieron hacerlo 14. Al- más. En realidad, desde hace una semana ya empe-
gunas universidades invitaron a su personal a no zamos a pensar que sería un riesgo y comenzamos
viajar y nos quedamos sin varios de los miembros a plantear que no llegasen y la campaña se reduje-
alemanes, ingleses y estadounidenses”, rememora ra. En origen estaba prevista para dos meses, con
Morales. seis semanas de excavación y dos de prospección”,
detalla el egiptólogo. Hasta el precipitado adiós, la
Los españoles, que representan a dos tercios del expedición estaba cerca de completar la excava-
equipo científico, adelantaron la llegada pero el avan- ción interior del enterramiento TT 209 -”todo lo que
ce de la pandemia de Covid-19 acabó por frustrar las aparece es novedoso para reconstruir la historia del
expectativas de un proyecto que estudia sepulturas monumento”, indica- y en el exterior, entretanto, se
en las zonas de Deir el Bahari y Asasif, en la orilla dedicaba a un “wadi” y a reconstruir el paisaje.
occidental de Luxor, en un intento de desentrañar las
transformaciones que condujeron a la unificación so- El coronavirus también ha obligado a cambiar el ca-
cial durante el Reino Medio. lendario de la misión de la Universidad de Jaén que
excava en Qubbet al Hawa, en Asuán, 240 kilóme-
“Como director, ante las circunstancias, me plan- tros al sur de Luxor. El grueso de la expedición ya
teé permanecer trabajando durante un mes y medio había regresado. “Quedaban tres investigadores.
pero teníamos alumnos y no quería que se queda- Dos de ellos tenían por delante dos semanas dedi-
ran y ser responsable de que pudiera sucederles cadas al estudio de la cerámica hallada en el ente-

Egiptología 2.0 | 175


rramiento”, comenta a este diario Alejandro Jiménez, que forma parte de la necrópolis de la antigua Tebas,
profesor de la universidad jiennense y director del ubicada en la orilla occidental del Nilo en la ciudad
proyecto. “Ha sido una campaña de estudio. Casi monumental de Lúxor.
todos los esfuerzos han ido dirigidos al análisis del
material y a realizar acciones de investigación que El sepulcro, perteneciente a la XVIII dinastía (1550
con la vorágine de una excavación arqueológica no y 1295 a. C.), es “una de las tumbas más bellas y
es fácil hacer”, explica. mejor preservadas”, según el Ministerio de Turismo
y Antigüedades egipcio, que ha lanzado por primera
El proyecto, uno de los más veteranos de la arqueo- vez esta iniciativa bajo el lema “Vive Egipto desde
logía española en la tierra de los faraones, prepara la casa. Quédate en casa. Mantente a salvo”. “Al estar
inauguración el próximo otoño de una exposición en cerrados los museos y los lugares históricos, el obje-
Asuán que levanta acta de la década de hallazgos tivo es que la gente mantenga la pasión y el interés
en el cementerio de los gobernadores de Elefantina. por los sitios históricos” de Egipto, dijo la asistente
del ministro de Turismo y Antigüedades, Eman Zei-
“Lo que nos ha fastidiado el coronavirus es que te- dan.
níamos pensado dejar en El Cairo la solicitud de per-
miso para excavar el próximo año”, reconoce Jimé- Zeidan remarcó que la iniciativa, lanzada como una
nez. La repercusión de la pandemia en la próxima medida para hacer frente a la propagación del coro-
campaña resulta aún una incógnita. “Esperemos que navirus, fue posible gracias al “material que ya te-
no afecte. Egipto se juega mucho. Tiene que recons- nían preparado y explicado los organismos de inves-
truir su imagen turística después de esta crisis, como tigación de egiptología”. Asimismo, añadió que dará
todos los países, y los primeros embajadores del tu- la bienvenida a todas aquellas instituciones o fotó-
rismo egipcio somos las misiones arqueológicas ex- grafos amateur que quieran compartir su contenido
tranjeras”, aventura el académico. De momento, la con el Ministerio para que pueda ser incluido en las
cuarentena que ha cancelado sine die el trajín de las próximas iniciativas.
excavaciones impone como única alternativa el estu-
dio lejos del terreno y recuperar, en cambio, el pulso La asistente dijo que “cada semana” se irán abriendo
de las publicaciones científicas. nuevos monumentos al público en un formato virtual,
con explicaciones de las piezas y visitas guiadas de
“Se pueden volver a estudiar temas que teníamos la mano de guías turísticos egipcios, un sector se-
abiertos y que necesitan biblioteca. Lo que en Huma- veramente afectado por la pandemia. Añadió que el
nidades se suele llamar estudio de gabinete. Sentar- proyecto durará “lo que lo haga esta circunstancia
se a trabajar con fuentes, con recursos ya existentes especial por el coronavirus”. Zeidan dijo que el Mi-
y arqueólogos que ya pasaron y trabajaron por allí; nisterio no tiene intención de revelar cuáles serán los
con objetos que hay en museos y que seguimos bus- próximos sitios que vayan a ser abiertos virtualmente
cando porque, cuanto más objetos identifiquemos en las próximas semanas para que los usuarios de
que proceden de nuestro yacimiento, más conoce- las redes sociales estén pendientes del anuncio so-
remos el yacimiento sin necesidad de excavar allí. bre el siguiente monumento expuesto.
Esperemos que la situación se controle de aquí al
verano”, concluye Morales. Así, la tumba de Menna es la primera pieza de este
nuevo proyecto, impulsado por el Gobierno egipcio
en colaboración con el American Research Center in
Francisco Carrión. Egypt, que ha contribuido a proporcionar contenido y
desarrollar una inmersión completa a los tiempos de
E gipto abre sus tumbas de manera virtual.

Pasear entre los pasadizos de algunas de las tum-


bas de los faraones del Antiguo Egipto ya es posi-
ble, después de que Egipto haya lanzado hoy una
iniciativa para abrir sepulcros de manera virtual y así
animar a que la gente se quede en casa durante la
crisis del coronavirus.

Entre la suspensión de vuelos internacionales y el


cierre de museos y sitios arqueológicos, disfrutar de
las maravillas de los faraones es ahora un sueño di-
fícil de alcanzar, por lo que Egipto ha inaugurado la La tumba de Menna, en la necrópolis de la antigua
primera visita virtual a la tumba de Menna, una pieza Tebas. | ABC.

176 | Egiptología 2.0


los grandes faraones y reyes del Antiguo Egipto. El
sitio web dispone de herramientas para ver los pla-
nos de las tumbas, hacer un recorrido en 3D entre
los pasadizos e incluso incluye un sistema de reali-
dad virtual, y se puede visitar en: Ver enlace

EFE.

E gipto aplaza la inauguración del Gran Museo


de arqueología, el mayor del mundo.

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ordenó el


pasado mes de abril aplazar hasta 2021 la inaugu-
ración del Gran Museo Egipcio y otros grandes pro-
yectos nacionales previstos para este año, como la
Nueva Capital Administrativa, debido a la crisis del
coronavirus.

El Gran Museo Egipcio, el más grande de arqueolo-


gía del mundo y a pocos pasos de abrir sus puertas
al público, está ubicado a la sombra de las pirámides
de Guiza y, con un espacio de 480.000 metros cua-
drados, albergará más de 100.000 piezas de egipto-
logía, entre ellas 3.500 relíquias del famoso “faraón
niño” Tutankamón.
Trabajos en el Grand Egyptian Museum.
La inauguración estaba prevista para la segunda mi-
| Lonely Planet.
tad de este año, pero las medidas preventivas im-
puestas por las autoridades egipcias para frenar la de 19.00 horas a 06.00, ha ordenado el cierre de es-
propagación del coronavirus han hecho que la joya tablecimientos de ocio, restaurantes y cafeterías y
de la corona de la egiptología se haga esperar. Asi- ha suspendido las actividades en los museos y sitios
mismo, también las reformas del Museo de la Civili- arqueológicos en todo el país. También los vuelos in-
zación Egipcia, ubicado en el suroeste de El Cairo, ternacionales han sido suspendidos hasta mediados
serán postergadas hasta el próximo año. de abril.

Por su parte, el megaproyecto insignia del mandato El pasado mes de abril, el Ministerio de Turismo y
de Al Sisi, la Nueva Capital Administrativa de Egipto Antigüedades informó de que está realizando la es-
que se está construyendo a unos 45 kilómetros al terilización de hoteles y barcos de crucero sobre el
este de El Cairo, también se inaugurará con retraso Nilo en las provincias de Asuán y Lúxor (sur), esta úl-
por la pandemia. Esta megalópolis de 700 kilóme- tima donde se registró el primer brote de coronavirus
tros cuadrados, según datos oficiales, acogerá todas a bordo de una de las embarcaciones con turistas de
las instituciones gubernamentales y sedes diplomá- varias nacionalidades.
ticas, además incluir una zona financiera y diferentes
distritos destinados al ocio, campus universitarios y
centros culturales. EFE.

Durante la reunión del gabinete también se trató la


remodelación de El Cairo histórico, que incluye la D escubren pinturas en el interior de un sarcó-
gafo del Antiguo Egipto tras abrirlo por pri-
mera vez en un siglo.
icónica plaza Tahrir, donde en los últimos meses el
Gobierno egipcio ha alzado un obelisco con inscrip-
ciones faraónicas. Estas son las últimas medidas Descubren una serie de pinturas dentro del sarcó-
impuestas por las autoridades egipcias para luchar fago de una momia egipcia de más de 3.000 años
contra la pandemia del coronavirus, del que hasta de antigüedad que ha permanecido cerrado durante
el momento se han registrado 985 casos y 66 muer- más de un siglo.
tes, según las últimas cifras del Ministerio de Salud
egipcio. El hallazgo ha sido realizado por los conservadores
del Perth Museum & Art Gallery (Escocia, Gran Bre-
El Gobierno ha impuesto un toque de queda parcial taña). La momia se encontraba en unas condiciones

Egiptología 2.0 | 177


muy frágiles, tras los sucesivos profanamientos que
ha sufrido a lo largo de la historia por parte de los
ladrones.

Los especialistas abrieron el sarcófago, que había


permanecido cerrado durante más de cien años, con
el fin de que frenar el deterioro de la valiosa pieza fu-
neraria, que perteneció a Ta-Kr-Hb, que se cree que
fue una sacerdotisa o princesa de Tebas.

Al abrir el sarcófago, los conservadores se sorpren-


dieron al descubrir figuras pintadas en las bases in-
ternas. Se trata de representaciones de Amentet o
Imentet, diosa egipcia de la muerte. Representada
con ropas faraónicas y portando el símbolo de Occi-
El sarcófago de Ta-Kr-Hb.
dente en la cabeza, era la patrona de las puertas del
| Perth Museum & Art Gallery.
inframundo.

La pintura muestra a Imentet de perfil derecho y vis-


tiendo su típico vestido rojo. Sus brazos están lige-
ramente extendidos y se encuentra sobre una plata-
forma, lo que indica que la representación es de una
estatua sagrada o figura procesional.

Los conservadores también han afirmado que la


base del ataúd presenta dibujos de la diosa, aunque
peor conservados, y que contiene restos de tierra,
plantas e insectos. Los investogadores confían en
que el análisis científico de este material, y también
de la resina utilizada para cubrir las vendas, revelará
más detalles sobre la momificación de Ta-Kr-Hb y los
lugares donde se mantuvo su cuerpo.

ABC.

E l Proyecto Djehuty halla el ataúd y la momia


de una joven que vivió hace 3.600 años con
su ajuar.

El Proyecto Djehuty, liderado por el Consejo Supe-


rior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha halla-
do en la colina de Dra Abu el-Naga, en Luxor (an-
tigua Tebas), un ataúd antropomorfo de la dinastía
XVII del Antiguo Egipto (hace unos 3.600 años). En
el interior descansaba sobre el costado derecho la
momia de una mujer de unos 15 o 16 años y 1,59
metros de altura con su ajuar: dos pendientes, dos
anillos y cuatro collares, uno de ellos de gran valor.
El hallazgo se enmarca en los trabajos de excava-
ción llevados a cabo los pasados meses de enero
y febrero en Luxor, durante la 19ª campaña de esta
misión arqueológica.

El ataúd, de madera pintado de blanco, ha sido des-


cubierto a unos metros del patio de entrada a la tum-
ba-capilla de Djehuty (supervisor del Tesoro y de los
Interior del sarcófago de Ta-Kr-Hb. trabajos artesanos de la reina Hatshepsut), junto a
| Perth Museum & Art Gallery. una pequeña capilla hecha en adobe del año 1600

178 | Egiptología 2.0


El ataúd fue tallado en un solo tronco de árbol,
probablemente sicomoro. | José M. Galán. Egiptología 2.0 | 179
a. C. El ataúd fue tallado en un solo tronco de árbol,
probablemente sicomoro, y mide 1,75 de alto por
0,33 de ancho. Según los investigadores, el ataúd
fue abandonado sobre el suelo por saqueadores de
tumbas en época antigua. A pesar de ello, fue dejado
con cierto cuidado y sin abrir.

Tras realizar una radiografía a la momia dentro de su


ataúd, los arqueólogos descubrieron que llevaba dos
pendientes en la oreja izquierda y dos anillos (uno en
cada mano), uno de hueso y otro de vidrio azul con
un engarce y un cordel alrededor del dedo. Sobre
el pecho se habían colocado, formando un pequeño
montón, cuatro collares de entre 61 y 70 centímetros
de longitud. Dos de ellos están hechos con cuentas Sandalias de cuero teñidas con decoración repuja-
de fayenza (un tipo de cerámica artesanal con aca- da. | José M. Galán.
bado vidrioso) de distintos tonos de azul. Un tercero del cuerpo de la figurilla momiforme.
combina cuentas de fayenza con cuentas verdes de
vidrio. “Djehuty era un nombre relativamente popular entre
1600 y 1400 a. C. En este caso, la datación debe
“El cuarto es el más elaborado y valioso, pues está situarse en torno al año 1600 a. C., es decir, más de
formado por 74 piezas de distintas formas talladas cien años antes de la existencia del personaje que
en amatista, cornalina y otras piedras semiprecio- da nombre al proyecto y que se hizo enterrar en una
sas que todavía no han sido identificadas, además gran tumba no muy lejos del lugar de hallazgo del
de vidrio, y siete amuletos de fayenza. Un halcón de pequeño ataúd y su momia en miniatura. La tumba
ámbar, representando al dios Horus, parece haber o la capilla a la que debe asociarse este último es
sido la figura central, flanqueado por dos escarabeos todavía una incógnita”, explica el investigador del
(amuletos egipcios con forma de escarabajo pelote- CSIC.
ro). Sorprende la riqueza del ajuar para una persona
tan joven y con un ataúd relativamente modesto”, En la misma zona del yacimiento, pero esta vez den-
destaca José Manuel Galán, investigador del CSIC tro de un pozo funerario, los investigadores hallaron
en el Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterrá- durante la campaña del año pasado un par de san-
neo y Oriente Próximo y coordinador del Proyecto dalias de cuero teñidas y con la decoración repu-
Djehuty. jada, incluyendo una pareja de gatos, cabras Ibex,
una roseta, la diosa hipopótamo Toeris/Taweret y la
En la zona de la necrópolis donde se han desenterra- figura del dios Bes. Por su tamaño y la presencia de
do estos objetos se ordenó enterrar a al menos tres dos divinidades asociadas a la gestación y el parto,
reyes de la dinastía XVII y, junto a ellos, a algunos las sandalias podrían haber pertenecido a una mujer
miembros de sus familias y cortesanos de la época que debió de vivir en torno al año 1600 a. C. Justo
residentes en Tebas. “En el yacimiento se ha hallado debajo de las sandalias, se ha descubierto una pare-
hasta la fecha una docena de ataúdes dejados sobre ja de bolas de cuero rellenas de cáscara de cebada,
el suelo sin protección alguna, algo inusual. Además, unidas entre sí por un cordel. Podrían haber formado
el porcentaje de enterramientos infantiles y mujeres parte también de los bienes funerarios de una mujer.
es también más elevado que en otras partes de la
necrópolis”, detalla Galán. De una época posterior (de la dinastía XX, en torno
al año 900 a. C.), el proyecto ha sacado a la luz dos
Al otro lado de la capilla de adobe, ha sido hallado un objetos de metal dentro del cuerpo de dos momias
pequeño ataúd de barro, de 22 centímetros de largo que habían sido descuartizadas y abiertas violenta-
por 15 de ancho, que todavía conservaba anudada mente por los saqueadores en época antigua. “Para-
la cuerda con la que se pretendía que permaneciera dójicamente, lo que buscaban con mayor ansia los
cerrado. En su interior se había depositado una figu- ladrones, que era el metal y las piedras semiprecio-
rilla humana de madera (shabti) envuelta en cuatro sas, fue los que no vieron por actuar demasiado rá-
vendas de lino anudadas por el cuello y los tobillos. pido y con muy poca iluminación. Uno de los cuerpos
Las cuatro telas son distintas y una de ellas lleva una conservaba todavía en su lugar una placa de estaño
inscripción en horizontal, en escritura hierática con con el Ojo de Horus grabado en una de las caras, el
tinta negra y caracteres cursivos, que identifica al cual protegería el cuerpo de la putrefacción. El es-
propietario como “El Osiris, Djehuty”. Esa misma eti- taño era en aquella época un metal valioso por ser
queta fue escrita en vertical sobre la parte delantera muy escaso y son muy pocas las placas de este tipo

180 | Egiptología 2.0


Ataúd de la joven que vivió hace 3.600
años. | José M. Galán.

que han sido halladas in situ”, explica Galán.

En el segundo cuerpo, en el lugar del corazón, se ha-


bía colocado un puñado de tierra amarillenta y, sobre
este, un collar de ocho plaquitas de plata recubiertas
de oro. El collar debió de pasar desapercibido a los
ladrones porque los encargados de la embalsama-
ción derramaron resina sobre él, ennegreciendo así
el oro. Las ocho plaquitas llevan cada una grabado
un amuleto que, supuestamente, protegería de dis-
tintos males a quien lo llevara colgado al cuello. Tras
limpiar de resina las placas, el collar ha vuelto a bri-
llar como antaño.

La última campaña de esta misión arqueológica ha Réplica de un jardín funerario descubierto por los
supuesto también la instalación de una réplica de un arqueólogos del proyecto en 2017.
jardín funerario descubierto por los arqueólogos del | José M. Galán.
proyecto en 2017, a la entrada de una gran tumba
del año 2000 a.C. Cada uno de los cuadrados en que El Proyecto Djehuty tiene como objetivo la excava-
se dividía este jardín de barro y adobe, conocido solo ción, restauración y publicación de una zona de la
por la iconografía, conservaba los restos de plantas necrópolis de la antigua Tebas, en la orilla occidental
de hace 4.000 años. de Luxor, en Egipto. La iniciativa toma su nombre
de Djehuty, supervisor del Tesoro y de los trabajos
Como se trata del único jardín funerario de este tipo artesanos de la reina Hatshepsut, una de las pocas
bien conservado y documentado hasta la fecha, el mujeres que ejerció de faraón en el antiguo Egipto y
proyecto, gracias a la financiación del American Re- cuyo reinado se extendió durante 22 años en la di-
search Center in Egypt (ARCE–USAID), encargó la nastía XVIII, en torno al año 1470 a. C. Los trabajos
realización de una réplica exacta del jardín en Ma- arqueológicos y de restauración se centran también
drid, en colaboración con Factum Arte. Esta fue tras- en la vecina tumba de Hery, fechada alrededor de 50
ladada a Egipto y ha sido montada sobre la estructu- años antes.
ra rígida que cubría y protegía el jardín original.
La campaña de excavación ha contado con el apo-
“Cuando dentro de un par de años los visitantes se yo y la ayuda financiera del Ministerio de Cultura y
acerquen a disfrutar de la decoración interior de la Deporte, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Uni-
tumba-capilla de Djehuty y de su vecino Hery, po- versidades y, además, con el patrocinio de Técnicas
drán contemplar esta réplica de una de las estructu- Reunidas, la Fundación Palarq y casi 300 mecenas,
ras más significativas de la necrópolis”, asegura el que hicieron sus aportaciones a través de una plata-
investigador del CSIC. forma online de crowdfunding.

Egiptología 2.0 | 181


Este invierno, como los últimos 28 años, una expe-
dición arqueológica española ha excavado en ese
lugar, uno de los cinco yacimientos más grandes de
Egipto, para seguir poniendo piezas del infinito puzle
de la historia.

Oxirrinco es un yacimiento fechado entre los años


664 aC y 7dC, y superpone por ello restos de dife-
rentes épocas: saíta (el último momento de apogeo
de la civilización faraónica, con capital en Sais), per-
sa, griega y romana. Por ello, la necrópolis –epicen-
tro de las excavaciones de este año– ha sido una
mina de sorpresas funerarias, con sistemas de ente-
rramientos que se mezclan unos con otros.

La misión de este año, entre el 14 de febrero y el


14 de marzo, debió acabar a toda prisa por la crisis
sanitaria. “Bajamos del avión y nos metimos en casa,
por los pelos”, relata la arqueóloga Maite Mascort,
egiptóloga del Institut del Pròxim Orient Antic, ads-
crito a la Universitat de Barcelona y codirectora de
la misión, junto a Es­ther Pons, conservadora del Mu-
seo Arqueológico Nacional.

La referencia a Makaria está en estudio. Aparece so-


bre una lápida funeraria escrita en griego en un gran
edificio religioso de época cristiano-bizantina, en el
Parte del ajuar funeriario descubierto.
que se han recuperado muchos elementos decorati-
| José M. Galán.
vos, ricos en flores y cenefas, así como lámparas y
Las 19 campañas de excavaciones llevadas a cabo monedas y restos de una canalización de drenaje y,
hasta el momento por Galán y su equipo han dado sobre todo, restos de un papiro con una inscripción
numerosos frutos, como el descubrimiento del ataúd en griego que podría hacer referencia a un texto pa-
de Iqer (en torno al año 2000 a. C.), enterrado con raliterario. Ni un dato más sobre Makaria.
sus arcos, flechas y bastones de mando; el ataúd
alado de Neb (1600 a. C.), la cámara sepulcral del La excavación de este año se centró en la llamada
propio Djehuty, decorada por completo con pasajes Necrópolis Alta, donde se superponen restos fune-
del Libro de los Muertos (1470 a. C.); la denomina- rarios, desde la Época Saíta hasta el periodo cris-
da Tabla del Aprendiz, un pizarrín de escuela de esa tiano-bizantino, y donde aparecen un total de 65
misma época empleado para aprender a manejar el individuos, momificados o no, que están siendo ana-
pincel escribiendo y dibujando; o los cincuenta ra- lizados para averiguar sexo, edad, posibles enfer-
mos de flores del año 1000 a. C. aproximadamente. medades y modo de enterramiento. Todo eso perfila
una fotografía de los últimos momentos de uno de
Además de excavar e investigar de forma científica los reinos más fascinantes de la antigüedad. El ya-
los hallazgos, el proyecto dedica esfuerzos y recur- cimiento es gigantesco, posiblemente Oxirrinco fue
sos a la conservación y musealización de las piezas una de las ciudades más importantes de Egipto tras
halladas, así como a la conservación de los monu- la fundación de Alejandría. “No sabemos ni el perí-
mentos y musealización del yacimiento. metro del lugar”, explica Mascort a La Vanguardia.

En una tumba de cronología romana aparecen va-


CSIC. rios sujetos de época cristiano-bizantina que eviden-
cian su reutilización en una época posterior: en las

¿ Quién fue Makaria?, un nuevo misterio del an-


tiguo Egipto.
capas inferiores aparecen individuos momificados,
algunos con restos de cartonaje policromo, algunos
con sellos de limo estampillados entre las vendas.
Makaria. Un simple nombre, en una lápida funeraria Están decorados con divinidades funerarias.
a las puertas del desierto, es uno de los misterios y
a la vez de las delicias de la última campaña de ex- La expedición descubrió este año también seis nue-
cavaciones catalanas en el yacimiento de Oxirrinco, vos enterramientos individuales de época saíto-per-
190 kilómetros al sur de El Cairo.

182 | Egiptología 2.0


ron detenerse por la emergencia sanitaria. El mes se
hizo corto.

Por primera vez en la historia de las excavaciones


en Oxirrinco –que durante años lideró el egiptólogo
Josep Padró, ahora jubilado– se localizan tumbas
saíto-persas justo debajo de las de época romana,
lo que sugiere un cambio en el uso del espacio fu-
nerario de este yacimiento, donde –hasta ahora– las
épocas y culturas estaban más marcadas. Pero la
expedición, como quien dice, acaba de volver, y a
partir de ahora profundizará en el estudio de los ha-
Vista de las tumbas individuales núm 41 y 43 de llazgos.
época saíto-persas del Sector 36 de la Necrópolis
Alta. | Misión Arqueológica de Oxirrinco.
Poco antes de partir, los arqueólogos detectaron otra
sa y dos más romanos. Todas las tumbas están cámara, con un sarcófago de piedra sin epigrafía y
construidas con bloques de piedra caliza. pseudo-antropomorfo. Tenía la cubierta rota y los
restos del interior removidos. Saqueada, sin duda.
Para fortuna de los arqueólogos, las tumbas estaban
completas, de hecho había dos que conservaban to- En su primer informe de las excavaciones de este
davía la puerta sellada: contenían sendas momias, año, el equipo de Oxirrinco destaca algunos ha-
una de ellas con los vendajes protegidos por una red llazgos de la época bizantina, como dos tinteros de
de malla hecha con numerosas cuentas y canutillos bronce y, en un entierro infantil, dos pendientes del
de fayenza. mismo material. Una de las lápidas lleva una inscrip-
ción en latín donde al parecer habla de un libertus,
Otra tumba, de una única cámara, contenía en sus esto es, un esclavo liberado que pudo prosperar has-
capas superiores varios cuerpos del periodo cris- ta el punto de encargar una bella plancha de roca
tiano-bizantino, lo que demuestra su reutilización.
También aquí las momias están recubiertas con car-
tonajes de decoración multicolor. Algunas de ellas
ocultan entre su vestuario para el más allá sellos de
barro seco bellísimamente decorados. Uno de ellos
anuncia a qué han venido: “Vida eterna”, dice el je-
roglífico.

Momias de época romana en el Interior de la Tum-


ba 19 de la Necrópolis Alta.
| Misión Arqueológica de Oxirrinco.

Además del análisis de los humanos localizados y


de sus ajuares, el equipo dirigido por las doctoras
Mascort y Pons ha dedicado parte del músculo a tra-
Vista de la tumba 38 de época saíto-persa del Sec-
bajos de consolidación y restauración de las pinturas tor 36 de la Necrópolis Alta.
murales y de los objetos recuperados; al final debie- | Misión Arqueológica de Oxirrinco.

Egiptología 2.0 | 183


bajo la que pasar la eternidad.

Aparte de las directoras, la expedición estaba com-


puesta por las arqueólogas Núria Castellano, Mar-
guerite Erroux-Morfin, Adriana Recasens, Leah
Mascia, Hassan Amer, Ibrahim Amer y José Javier
Martínez, la antropóloga Bibiana Agusti Farjas, el ar-
quitecto Eloy Algorri García, la restauradora Marga-
lida Munar y el topógrafo Antonio López Cano. Las
instituciones que han financiado la operación son el
Ministerio de Cultura, las universidades de Barcelo-
na y Paul Valéry 3 de Montpellier, la Fundación Pa-
larq y la Societat Catalana d’Egiptologia.

Ignacio Orovio.

L os seis órganos de la momia Didibastet, el úl-


timo misterio de Egipto.

Oculta bajo un muro de piedra con 2.600 años de an-


tigüedad y construida al final de un pozo de 30 me-
tros de profundidad que una vez guardó los secretos
de un insólito y boyante taller de momificación. Una
nueva cámara funeraria ha aflorado bajo las arenas
de la necrópolis de Saqqara, a los pies de la pirámi-
de de Unas. Y de sus entrañas ha emergido el ataúd
de una mujer llamada Didibastet con un enigma en-
redado entre sus pliegues: fue enterrada con seis va-
sos canopos, donde se depositaban los órganos de
la difunta, desafiando la tradición conocida de cuatro
recipientes.

“Sus seis vasos canopos son una auténtica sorpresa


pues la tradición consistía en extraer, embalsamar y
almacenar en cuatro recipientes los pulmones, el es-
tómago o bazo, el hígado y los intestinos”, reconoce
Ramadan Badri Husein, director de la misión germa-
no egipcia de la Universidad de Tübingen, que desde
hace cuatro años horada el área sur del cementerio
de Saqara, un complejo emplazado a unos 40 kiló-
metros al sur de El Cairo y que -junto a las de Abusir, Máscara funeraria de plata bañada originalmente en
Saqara y Giza- es Patrimonio de la Humanidad de la oro. | Ahmed Ihab Saqqara Saite Tombs Project.
Unesco.
Duamutef, del estómago.
“Parece que Didibastet había ofrecido o solicitado
una forma especial de momificación que suponía La misión ha sometido las dos vasijas extra halladas
guardar todos sus órganos en seis vasos. Es una en el ataúd de la mujer a una tomografía computari-
indicación de su posición socioeconómica”, relata el zada. El análisis preliminar sugiere que ambas guar-
egiptólogo. dan tejidos humanos. El radiólogo del equipo trata
ahora de identificar los órganos que, fuera de la nor-
Una anomalía para una costumbre funeraria, que en- ma conocida, acompañaron a Didibastet en su vida
comendaba la protección del cuarteto de recipientes por el más allá. La fémina y su misterioso embalsa-
a cuatro deidades, los conocidos como cuatro hijos mamiento fueron descubiertos en una cámara fune-
de Horus: Kebehsenuf, Imset, Duamutef, Hapi. Sus raria, la sexta localizada en el pozo, que compartía
nombres asomaban por las tapaderas de los vasos con otros tres ataúdes de madera, muy deteriorados
en correspondencia al órgano que cada uno de ellos por el paso del tiempo.
tenía asignado. Kebehsenuf cuidaba de los intes-
tinos; Imset, del hígado; Hapu, de los pulmones y “No hemos hallado ningún otro caso similar de em-

184 | Egiptología 2.0


balsamamiento. De hecho, muchos de los individuos la momificación no solo como una práctica religiosa
que aparecieron en el pozo funerario comunitario sino también como un negocio”.
del complejo de momificación fueron enterrados con
un solo vaso, realizado en arcilla y no en alabastro”, De sus profundidades también ha sido rescatada una
precisa Husein. “Evidentemente fueron casos de bella máscara de plata bañada en oro. “Se trata de la
clientes mucho menos adinerados que Didibastet”, primera que se encuentra en Egipto desde 1939 y la
recalca quien lidera un proyecto que hace dos años tercera con estas características, tras las halladas en
saltó a los titulares por un hallazgo sin precedentes, 1902 y 1939. Era un objeto cargado de simbolismo
a un tiro de piedra de la pirámide escalonada de Zo- religioso porque los antiguos egipcios creían que los
ser, la primera construcción en piedra de la Historia. huesos de los dioses estaban hechos de plata, mien-
tras que su carne y su piel eran de oro. La plata y el
En un pozo de 30 metros de profundidad, tras retirar oro son los principales metales del cuerpo de una
42 toneladas de escombros, la expedición localizó deidad. Llevar una máscara como ésta es un paso
un taller de embalsamamiento, jamás visto hasta hacia la transformación del difunto en una divinidad”.
entonces. “El descubrimiento del complejo no tiene
precedentes en la arqueología egipcia. Nuestra in- La joya del enterramiento -que lucía una sacerdoti-
formación sobre la momificación en el antiguo Egipto sa de origen extranjero de Niut-shaes, un trasunto
procede de papiros que incluyen textos y escenas de en forma de serpiente de Mut, la diosa madre del
rituales y actos de momificación durante un proceso antiguo Egipto- fue estudiada por fluorescencia de
que duraba 70 días”, explica Husein. “Algunos pa- rayos X. La prueba indicó que la pureza de la plata
piros proporcionan nombres interesantes sobre las superaba el 99%.
instalaciones arquitectónicas del taller de momifica-
ción. El complejo es llamado “Per-nefer” o Casa del La misión y su fecunda labor aún prometen nuevas
Rejuvenecimiento”. sorpresas en el laberinto excavado bajo tierra, donde
aún late -fiel a la tradición de los faraones- el arte
El yacimiento ofrece, por primera vez, una prueba de de guardar intacto el cuerpo para almacenar el alma
su existencia más allá de los legajos. “Los arqueólo- durante la vida de ultratumba. “Vamos a seguir exca-
gos siempre han buscado un Per-nefer y sus edifi- vándolo. Es, con seguridad, un monumento sobre-
cios asociados, pero nunca hallaron una estructura saliente de Saqqara. Muchas tumbas debieron ser
que pudiera vincularse al complejo descrito en los construidas a su alrededor”, pronostica Husein.
papiros. Los cementerios egipcios deberían tener
talleres de momificación, pero quizás fueron destrui-
dos o pasados por alto en tiempos modernos duran- Francisco Carrión.
te las primeras décadas de la excavación en Egipto”,
argumenta Husein.
L os arqueólogos denuncian el traslado de cua-
tro esfinges de Luxor a la plaza de Tahrir de
El Cairo.
La estructura, localizada hace dos años y pertene-
ciente a la dinastía XXVI (664-525 a.C.), encaja con
las descripciones. “Incluye un taller donde se han Durante la última década la plaza Tahrir de El Cairo,
encontrado cientos de tazas y recipientes de momi- el corazón de la rebelión contra Hosni Mubarak, ha
ficación con inscripciones; un edificio de purificación mudado de piel mil veces. Una cadena de transfor-
donde se preparaban las momias para el enterra- maciones, acordes a los tiempos y la narrativa oficial
miento final y un pozo comunitario que cuenta con imperante, que firma ahora su enésima metamorfo-
seis tumbas y donde se enterraron 54 momias”, de- sis.
talla el egiptólogo.
Hace meses apareció en mitad del cruce de caminos
Los primeros análisis químicos han detectado la pre- un obelisco, al que se le acaban de sumar cuatro es-
sencia de betún, aceite y resina de cedro, resina de finges procedentes del templo de Karnak en Luxor.
pistacho, cera de abejas, grasa animal y aceites de
oliva y enebro, entre otros líquidos. “La momificación Un traslado polémico que ha cosechado la oposición
fue una gran industria donde humanos y animales de arqueólogos y expertos.
sacrificados fueron momificados y enterrados. Este
hallazgo acentúa el aspecto comercial de la momifi- Las figuras mitológicas con cabeza de carnero han
cación como una transacción diaria entre individuos asomado por la céntrica Tahrir en plena oscuridad,
y embalsamadores que ofrecían diferentes paquetes aprovechando el toque de queda nocturno decretado
de momificación y opciones de equipamiento fune- por el régimen egipcio para detener la propagación
rario”, comenta Husein. “El conocimiento que obte- del coronavirus. Durante los meses previos, mien-
nemos de este complejo nos permite comprender tras se construía el pedestal en el que han sido situa-
das, fueron sometidas a una completa restauración.

Egiptología 2.0 | 185


Las estatuas habían permanecido hasta su viaje a
la capital egipcia en el primer patio del templo de
Karnak, el gran santuario del dios Amón construido
durante más de dos milenios por una sucesión de
faraones que buscaron siempre dejar su huella en su
monumental recinto. El complejo y su inmenso uni-
verso de pilones, estatuas y patios se halla en la ac-
tual Luxor, a unos 600 kilómetros al sur de El Cairo.
Todas las joyas arquitectónicas de la urbe figuran en
el listado de patrimonio mundial de la Unesco desde
1979.

El cuarteto, aunque ya situado en su lugar definiti-


vo, seguirá oculto a la mirada de los transeúntes por
unas cajas de madera hasta su inauguración oficial,
para la que no se ha comunicado aún fecha. “Cuan-
do vamos a las capitales europea como Roma, París
o Londres y también Washington vemos que usan
obeliscos egipcios para decorar sus principales pla-
zas turísticas, ¿por qué nosotros no podemos hacer
lo mismo?”, se interrogó hace meses Jaled el Anani,
ministro de Antigüedades y Turismo del país árabe.

De la pregunta del ministro nació un proyecto, el


enésimo lifting a Tahrir, que ha suscitado la censu-
ra de académicos y expertos. La arqueóloga egipcia
Monica Hanna ha presentado una demanda en los
tribunales contra el primer ministro, Mustafa Madbuli,
y el titular de Antigüedades exigiendo la cancelación
de la mudanza de las esfinges. La petición lleva tam-
bién la firma del parlamentario Haizam al Hariri -uno
de los contados políticos rebeldes del hemiciclo- y el
abogado Tarek al Awadi.

El órdago legal alega el riesgo que afrontan las es-


culturas, emplazadas en uno de los puntos con más
tráfico de la megalópolis cairota, con 20 millones de
almas. Los autores de la demanda, muestran su in-
quietud por la preservación de las piezas en un en-
torno de elevada contaminación y el daño causado
a la integridad del templo de Karnak. Proponen, en
cambio, el uso de réplicas, una alternativa empleada
para decorar la nueva capital administrativa que se
levanta en las áridas afueras de El Cairo.

“Las esfinges están hechas de arenisca. Son parte


del ambiente seco de Luxor. Al ser trasladadas a Ta-
hrir con toda la contaminación, se deteriorarán como
resultado de las reacciones con el dióxido de car-
bono y el monóxido de carbono en el aire”, explica
Hanna a Associated Press.

La aventura de las autoridades egipcias y su repen-


tina pasión por decorar el callejero con piezas de
museo ha suscitado también la crítica del Centro Re-
gional Árabe para el Patrimonio Mundial, afiliado a la
Detalle de las esfinges en su nuevo emplazamiento Unesco. “Cualquier cambio que afecte a un monu-
en la plaza Tahrir. mento de esta importancia debe estar precedido por
| Ministry of Tourism and Antiquities.

186 | Egiptología 2.0


una consulta con el Centro de Patrimonio Mundial de
la Unesco, el envío de informes que evalúen el im-
pacto en el yacimiento y otros asuntos mencionados
por la Convención de Patrimonio Mundial”, advierte
la directora del organismo, Sheija Mai bin Mohamed
al Jalifa.

Las esfinges acompañan en la plaza a un obelisco


de 90 toneladas recuperado del yacimiento arqueo-
lógico de San al Hagar, en la provincia norteña de
Sharqiya. El monumento, que llegó a Tahrir en varios
fragmentos, ha sido restaurado y ensamblado y luce
desde hace meses en el centro de la rotonda, donde
hasta hace poco ondeaba un gigantesco mástil con
una enseña egipcia.

Hasta la irrupción del obelisco y las esfinges, la ban-


dera era la última modificación de una plaza que ha
sufrido -como ningún otro rincón del país- los vaive-
nes políticos de la última década. Hasta enero de
2011 Midan Tahrir (La plaza de la Liberación, en ára-
be) era una intersección ahogada por el tráfico caó-
tico y ruidoso de El Cairo. Su mayor virtud era unir
siete arterias a las puertas del centro de la ciudad
(“Wust el Balad”, para los oriundos), el decimonóni-
co barrio que con el aire decadente de sus edificios
coloniales reúne el trajín de comercios, restaurantes
y cines.

Las revueltas contra Mubarak lo convirtieron en un


icono. Durante los años que sucedieron a su caída
fue el kilómetro cero de todas las manifestaciones
contra la junta militar que tuteló la fallida transición
democrática y contra los islamistas que las urnas au-
paron al poder. Desde el golpe de Estado de 2013,
en cambio, el régimen militar ha tratado de erradicar
cualquier referencia a su lado más contestatario.

Francisco Carrión.

E gipto restaura 29 estatuas en el templo de


Karnak.

El Gobierno de Egipto anunció el pasado mes de


mayo que ha comenzado a restaurar 29 estatuas
de carneros ubicadas en el complejo del templo de
Karnak, en la ciudad monumental de Luxor (sur), lo
que constituye su mayor proyecto de restauración en
cerca de medio siglo.

“El Consejo Supremo de Antigüedades comenzó los


trabajos del proyecto de restauración más grande
que se ha implementado en casi 50 años, que es
la restauración de un grupo de estatuas de carne-
ros ubicados detrás del primer edificio del Templo de
Amun-Re”, informó en un comunicado el Ministerio
de Antigüedades. El departamento explicó que cuan- Detalle del traslado de las 29 esfinges para ser res-
do las autoridades trasladaron recientemente cuatro tauradas. | Ministry of Tourism and Antiquities.

Egiptología 2.0 | 187


de estas estatuas para colocarlas en la plaza Tahrir
de El Cairo se descubrió que estaban mal conserva-
das y habían perdido algunas partes debido a una
restauración “defectuosa” en la década de los 70.

De acuerdo con el secretario general del Consejo


Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri, la mala
condición de las estatuas se debe a la utilización de
materiales “inapropiados” en el proyecto de hace cin-
co décadas para crear un espectáculo de luz y soni-
do en esta joya arqueológica.

En aquella época, las reliquias faraónicas fueron co-


locadas sobre una capa de materiales “modernos”
cubiertos de cemento, ladrillo rojo y pequeñas piezas
de piedra, lo que permitió que, con el tiempo, el agua
subterránea se filtrase y convirtiese en polvo alguna
de sus partes.

La absorción de esa agua con alto contenido en sal


ayudó a romper los enlaces de los granos de la are-
nisca, a lo que se sumó el crecimiento de malezas y
hongos dentro de la piedra, dijo, por su parte, el jefe
del Departamento de Restauración de Karnak, Saadi
Zaki.

Esta vez, el proceso de restauración consistirá en


una limpieza mecánica para eliminar el polvo, la utili-
zación de materiales para fortalecer las partes débi-
les y, en el caso de las piezas grandes, su ensambla-
miento con acero inoxidable, agregó Zaki.

Por el momento se han restaurado tres de los 29 car- Máscara hallada en las tumbas ptolemaica-roma-
neros. nas. | Misión Arqueológica de Oxirrinco.

-huérfanas de sarcófago, lucidos ajuares e incluso


El traslado de cuatro carneros desde Luxor a la ca-
murales- que han alumbrado una nueva y particular
pital ha generado críticas entre los arqueólogos por
tipología arquitectónica.
los peligros de exponerlos a un lugar público con una
alta contaminación y tráfico, e incluso el Centro Egip-
“Es una forma de construir las tumbas que hasta
cio de Derechos Económicos y Sociales llegó a inter-
ahora desconocíamos. Para nosotros, es totalmen-
poner una demanda contra las autoridades.
te nuevo”, reconoce Esther Pons, codirectora junto
a Maite Mascort de la misión de la Universidad de
El complejo de Karnak, junto con las ruinas del tem-
Barcelona que, desde 1992, excava el yacimiento de
plo de Luxor y la necrópolis de Tebas, la antigua ca-
Oxirrinco, en la provincia egipcia de Minya, a unos
pital de los faraones, fueron declarados Patrimonio
190 kilómetros al sur de El Cairo.
de la Humanidad por la Unesco en 1979 y constitu-
yen una de las principales atracciones turísticas de
Las tumbas de época saíto-pesa (664-332 a.C.) -uno
Egipto.
de los últimos instantes de la civilización faraónica,
bautizada así porque la corte del monarca se esta-
EFE. bleció en la localidad de Sais, ubicada en el delta
del Nilo- fueron levantadas con losas planas o incli-

A rqueólogos españoles descubren tres tum-


bas faraónicas desprovistas de lujos.
nadas. “Hasta ahora, en este periodo, habíamos en-
contrado siempre techos abovedados. En este caso,
sin embargo, son techos planos o con losas inclina-
Aparecieron bajo el suelo de una vivienda de época das. Es un cambio total”, confirma Pons.
cristiano-bizantina. A tres metros de profundidad, una
misión española ha hallado tres tumbas enterradas Otras tres tumbas de la misma época han sido res-
hace más de 2.600 años. Unas sepulturas sin lujos catadas bajo el suelo de otras sepulturas posterio-

188 | Egiptología 2.0


Tumbas Saito-Persas. | Misión Arqueológica de Oxirrinco.

res, de época ptolemaica-romana. “Nunca hasta


ahora habían aparecido bajo el suelo de unas tum-
bas”, desliza la egiptóloga. En las seis, destaca la
sobriedad con la que sus moradores inauguraron su
vida de ultratumba. “Estamos en el final de época
saíta e inicios de la persa. Empieza a cambiar el tipo
de enterramiento”.

“No hay sarcófagos. Como mucho, apoyan los cuer-


pos sobre una plancha de madera para que no estén
directamente sobre el suelo. No hay ajuar funera-
rio más allá de las cuentas y canutillos de fayenza,
piedra y cornalina que pertenecieron a una malla ya
desaparecida y unos ushebtis de fayenza color ver-
Fotografía aérea del Sector 36.
de-azul [figurillas funerarias colocadas en las tum- | Misión Arqueológica de Oxirrinco.
bas del Antiguo Egipto con la creencia de que sus
espíritus trabajarían para el difunto en la otra vida]”, financiada por el ministerio de Cultura y Deporte, la
detalla Pons. fundación Palarq, la Sociedad Catalana de Egiptolo-
gía y las universidades de Barcelona y Paul Valéry 3
Los muros de las tumbas proyectan también una de Montpellier.
desnudez extrema. “No hay textos ni decoración. To-
das las tumbas tenían una sola cámara funeraria”, Durante la última campaña, firmada entre los pasa-
señala la experta. “Dos de ellas estaban aún pre- dos febrero y marzo, la misión también ha desem-
cintadas después de 3.000 años. Y solo estaba el polvado dos tumbas de época ptolemaica-romana
muerto, ni siquiera vasos canopos ni cerámica”. Sin -de una y dos cámaras funerarias- que capturan la
apenas pesquisas para identificar a los cuatro difun- metamorfosis que empieza a acaecer en los confi-
tos momificados y vendados que han encontrado, el nes del Egipto de los faraones. “Entre las vendas de
equipo ha podido establecer que se trata de adultos, las momias aparecen unos sellos de limo con una
varones y mujeres. decoración impresa de motivos y divinidades funera-
rias egipcias: el signo de la vida Anj o las figuras de
“Es imposible saber su identidad pero pensamos que Anubis, de un cocodrilos y liebres”, enumera Pons.
debieron ser personas relativamente importantes en
su comunidad porque tenían una tumba propia aun- “Son sellos de protección para el difunto en el más
que ésta fuera de una sola habitación”, indica Pons, allá”, agrega la egiptóloga. Los primeros asomaron
al frente desde hace un año de una de las expedi- en las tumbas el año pasado y, desde entonces, es-
ciones más veteranas de la egiptología española, tán rodeados de misterio. “No tenemos ningún para-

Egiptología 2.0 | 189


lelo. Hemos ido a congresos y nadie sabe nada de 90% de Oxirrinco”, concluye.
este tipo de sellos. No sabemos si son sellos propios
de esta zona. Sus representaciones de deidades
egipcias nos hablan de que hay sincretismo entre las Francisco Carrión.
culturas egipcia y romana”.

Las sepulturas arrojan un panorama que aún inves- U na pequeña momia que durante mucho tiem-
po se creyó que era la de un halcón es en rea-
lidad un feto con malformaciones severas.
tiga el equipo de arqueólogos, antropólogos, restau-
radores, epigrafistas, arquitecto y topógrafo. “Uno de
los individuos momificados llevaba una máscara-yel- Los escáneres detallados de micro-TC práctica-
mo policroma; otro de los individuos estaba cubierto mente han desenvuelto a la momia para revelar lo
por un cartonaje, también polícromo, con figuras de que habría sido una tragedia familiar incluso hace
divinidades egipcias e inscripciones en griego”, des- dos milenios: un hombre nacido muerto a las 23 a
vela Pons. 28 semanas de gestación, y con una condición rara
llamada anencefalia. Este es un defecto en el que el
Los hallazgos que arrojan luz sobre la arquitectura cerebro y el cráneo fallan para desarrollarse adecua-
y los rituales funerarios se han localizado en la Ne- damente.
crópolis Alta, asentada sobre un montículo de uno
de los yacimientos más extensos de Egipto, situado
en el margen izquierdo del Bahr Yussef, un brazo del
Nilo que desemboca en el oasis de El Fayum.

Oxirrinco, hoy acosado por el crecimiento del munici-


pio de El Bahnasa, fue un próspero cruce de caminos
para los comerciantes que se dirigían hacia los oasis
del desierto occidental y en su geografía emergieron
tumbas familiares de los gobernadores-sacerdotes Momia que durante mucho tiempo se creyó que era
del enclave. de un halcón. | Western University.

Las ruinas de Oxirrinco fueron descubiertas por Vi- Su identificación errónea en el Museo Maidstone en
vant Denon, uno de los intelectuales que acompa- el Reino Unido, como un halcón, salió a la luz en
ñaron a Napoleón Bonaparte en su expedición a 2016 cuando el museo decidió escanear por CT a
Egipto a principios del siglo XIX. Las excavaciones varias momias. Fue entonces cuando la momia más
posteriores desenterraron miles de papiros que aún pequeña sorprendió a los expertos, quienes lo iden-
se estudian en Reino Unido. tificaron como un feto humano.

Hace ocho años, la misión española protagonizó uno Sin embargo, las tomografías computarizadas ca-
de sus descubrimientos más espectaculares: un en- recían de detalles y Nelson trabajó con el museo y
terramiento ritual de miles de peces de río, asociado Nikon Metrology para llevar a cabo una exploración
a la diosa Tueris, divinidad principal de la ciudad en micro-CT. Esta es una exploración de resolución ex-
época ptolemaica-romana...“Nos encontramos con tremadamente alta que no implicaba dañar a la mo-
una ofrenda de 50.000 peces oxirrincos, dispuestos mia de ninguna manera.
unos encima de otros y más de la mitad pseudomo-
mificados. Es una ofrenda que jamás se ha encon- Nelson luego reunió a un equipo interdisciplinario
trado en Egipto. Es un caso único. Tuvimos que po- para examinar e interpretar las imágenes. Por lo que,
nernos en contacto con el mayor especialista, que se ha convertido en la exploración de mayor resolu-
vino a la excavación y nunca pensó encontrar lo que ción jamás realizada de una momia fetal.
encontramos”.
“Toda la parte superior de su cráneo no está forma-
El suelo de Oxirrinco está aún lejos de revelar todos da. Los arcos de las vértebras de su columna no se
sus secretos. “Es uno de los cinco yacimientos más han cerrado. Sus auriculares están en la parte pos-
grandes de Egipto. Ha tenido una cronología muy terior de su cabeza. No hay huesos para dar forma
amplia de forma sistemática. Nunca ha existido el al amplio techo y a los lados del cráneo, donde el
abandono. Se han ido superponiendo las diferentes cerebro normalmente crecería”, expresó.
culturas y etapas cronológicas, unas encima de las
otras”, recuerda Pons. “Precisamente su superficie “En este individuo, esta parte de la bóveda nunca se
es tan amplia porque siempre ha estado habitada, formó y probablemente no había un cerebro real”,
hasta nuestros días. Y todavía queda por excavar el aclaró Nelson. Eso la convierte en una de las dos
momias anencefálicas que se sabe que existen (la

190 | Egiptología 2.0


un feto de aspecto muy extraño, no un feto de aspec-
to normal en absoluto. Así que este era un individuo
muy especial ”, dice Nelson.

Un equipo de más de una docena de investigadores,


especialistas en egiptología, radiología, anatomía,
neonatología y urología, desde la Universidad del
Oeste hasta Inglaterra, Francia y El Cairo, prestaron
su experiencia al proyecto.

National Geographic.

S ólo cuatro arqueólogos al mismo tiempo en


cada tumba faraónica para evitar el contagio
de coronavirus.

Mascarillas, guantes y desinfección de las herra-


mientas son algunas de las medidas preventivas que
deben seguir las misiones arqueológicas en Egipto,
donde mantener la distancia de seguridad para no
contraer el coronavirus es especialmente difícil en el
interior de las tumbas faraónicas.

El Ministerio de Antigüedades egipcio ha hecho pú-


blicas una serie de normas de cara al regreso de
las misiones extranjeras para retomar su actividad
Los escaneos de micro-CT determinaron que una
a pleno rendimiento después del parón debido a la
momia de halcón es un hombre nacido muerto con
anormalidades congénitas. | Western University.
emergencia por la Covid-19, que obligó a muchos
arqueólogos a marcharse. El director del Departa-
otra se describió en 1826) y, con mucho, la momia mento de Misiones Arqueológicas del Ministerio, Ay-
fetal más estudiada en la historia. man Ashmawy, explicó que las medidas ya se vienen
aplicando a las misiones egipcias, pero que la vuelta
Nelson presentó recientemente los hallazgos del de las extranjeras conllevará un aumento de las per-
equipo en el Congreso Mundial Extraordinario sobre sonas que trabajan en los sitios arqueológicos, que
Estudios de la Momia en las Islas Canarias. Asimis- nunca han cerrado del todo.
mo, esta investigación proporciona pistas importan-
tes sobre la dieta materna. Las medidas incluyen medir la temperatura de todos
los miembros de la misión, que deben llevar masca-
rilla y guantes durante su trabajo, además de desin-
fectar los utensilios que emplean en la excavación
de forma periódica. Asimismo, el Ministerio fijó un
máximo de 30 trabajadores por misión en sitios ar-
queológicos al aire libre, pero sólo cuatro personas
podrán acceder al mismo tiempo al interior de tum-
bas y otros lugares de enterramiento típicos de la
época faraónica.

“Publicamos estas medidas para demostrar que es-


Detalle de los escaneos de micro-CT. tamos preparados para recibir de nuevo a los miem-
| Western University. bros de las misiones que expresaron más de una vez
su deseo de volver a Egipto y continuar su trabajo”,
Ya que, la anencefalia puede ser el resultado de la
afirmó Ashmawy. Explicó que esas misiones podrán
falta de ácido fólico, que se encuentra en las verdu-
volver en cuanto sean restablecidos los vuelos co-
ras verdes. Además, plantea nuevas preguntas so-
merciales a y desde Egipto, suspendidos a finales
bre si la momificación en este caso se produjo por-
de marzo, y que su Departamento está en contacto
que se cree que los fetos tienen cierto poder como
con los directores de las misiones con esa finalidad.
talismanes, dice Nelson. “Hubiera sido un momento
trágico para la familia perder a su bebé y dar a luz a
Ashmawy agregó que el Departamento de Misiones

Egiptología 2.0 | 191


Todos los miembros de las misiones deberán llevar
mascarillas y guantes durante su trabajo. | EFE.

Arqueológicas ha seguido recibiendo solicitudes de Detalle del templo de Debod en Madrid. | EFE.
países que desean empezar excavaciones en Egipto
de cara al 2021, “a pesar de la crisis” del coronavi- entre otros, durante el confinamiento se redactó un
rus. A finales de marzo, las autoridades egipcias ce- proyecto de actuación para paliar esos desperfectos
rraron al público los sitios arqueológicos, los museos y las causas que los producen.
y otros atractivos, en el marco de las medidas pre-
ventivas para evitar la propagación de la Covid-19. En primer lugar, la climatología de la capital dista
mucho de la de su lugar de origen, al sur de Egipto,
A día de hoy, las pirámides, los templos faraónicos y donde sólo se producen precipitaciones en contados
los lugares más visitados de Egipto permanecen ce- días al año. Las losas del templo, de tipo arenisca,
rrados, pero el Gobierno ha anunciado que reabrirán se desgastan con mayor facilidad que otros materia-
a partir de julio. Ante esa reapertura, el Ministerio de les, por lo que su exposición al clima local multiplica
Turismo está elaborando un protocolo que se apli- su deterioro. Sin embargo, los técnicos del Área que
cará a todos los sitios arqueológicos y museos para dirige Andrea Levy han ideado una forma de aliviar la
“garantizar la seguridad de los visitantes”, y planea presencia de agua en la base del monumento y así
asimismo la inauguración de nuevos atractivos en mejorar su conservación.
varios puntos del país.
La inclinación del terreno sobre el que se asientan
los muros exteriores y la ausencia de protección ante
ABC. la lluvia provoca que la primera hilera de sillares reci-
ba todo el agua que discurre por la fachada. Por ello,
R ehabilitación del templo de Debod: cinco me-
ses para subsanar los daños del monumento
milenario.
se ejecutará un drenaje perimetral para canalizar la
escorrentía y permitir de esta manera la ventilación
de las piedras del zócalo, lo que aminorará las posi-
bilidades de generar humedades y filtraciones.
Mientras se decide la solución arquitectónica más
idónea para proteger de forma definitiva el templo En segundo lugar, se intervendrá en la cubierta del
de Debod en el futuro, en un concurso de interna- edificio. Tras el desmontaje, el complejo traslado e
cional de ideas que se celebrará el año que viene, instalación en Madrid del templo, entre 1970 y 1972,
el monumento más antiguo de Madrid será someti- se construyó el tejado de nuevo, para cubrir la terra-
do a una rehabilitación para mantener su esplendor. za y permitir tanto el desarrollo museístico del mo-
Los trabajos de reparación comenzarán durante la numento como para protegerlo de la climatología.
primera semana de julio, según confirmaron desde el El tiempo transcurrido desde entonces obliga aho-
Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamien- ra a la reparación y sustitución de algunos de sus
to. Con esta actuación, que se prolongará durante elementos de plomo. «Su conservación supera en
cinco meses, se pretenden atajar las patologías que intensidad y detalle las labores de mantenimiento
atacan sus losas milenarias. continuado que se desarrollan habitualmente en el
monumento», explican desde Cultura.
Fruto de un extenso análisis, se han extraído una
serie de conclusiones técnicas sobre los daños que Esta intervención, en la que se invertirán 48.147,58
hay que subsanar en el oráculo nubio. Tras recabar euros, se centra en «asegurar las medidas necesa-
los datos de los estudios petrológicos, de morteros, rias para su permanente conservación y seguridad»,
de subsuelo, de variables ambientales y funciona- una de las condiciones establecidas por la Unesco
miento climático del templo y altimetría de relieves, para asignar a España uno de los cinco templos que

192 | Egiptología 2.0


Egipto donó tras colaborar en su rescate.

Precisamente, su conservación preocupó al reputa-


do egiptólogo Zahi Hawass que a finales de febrero
pidió reclamó protección del santuario nubio, que lle-
va medio siglo a la intemperie. «Todos los regalos
que se han hecho a otros países sí están cubiertos;
así que si España no puede protegerlo, entonces
tiene que devolverlo porque no lo está valorando»,
criticó con dureza.

A raíz de su toque de atención, la edil socialista, Interior del templo de Debod. | EFE.
Mar Espinar, registró una proposición, que acordó
con la delegada Levy, para encontrar una solución al público durante meses durante el mandato pasa-
definitiva que evite tener que ejecutar este tipo de do- y se va a añadir un control remoto y una cortina
intervenciones puntuales cada cierto tiempo. La con- de aire. También se va a mejorar la red eléctrica y la
vocatoria del concurso internacional de ideas, se iluminación interior.
lanzará a partir de 2021, cuando haya «finalizado el
diagnóstico completo del estado de conservación del A pesar de que el 9 de junio Debod reabrió con
templo». De hecho, tal y como indicaron a este diario las limitaciones de aforo marcadas por el protoco-
fuentes de Cultura, tras la aprobación unánime de la lo anti Covid-19, es posible que sus visitas se vean
iniciativa, la dirección general de Patrimonio concer- interrumpidas de nuevo como consecuencia de las
tó citas con «varias ingenierías para ver propuestas obras. Cultura estudia junto a la empresa encargada
para cubrir el templo y conocer las alternativas que de los trabajos la posibilidad de mantener la apertura
hay -si será total o parcial-, los materiales y posibles al público, ya que es uno de los más visitados de Ma-
presupuestos». drid, «por lo menos en la fase de las intervenciones
que no afecte a la coordinación de seguridad y salud
Pero hasta que llegue el momento, ya se han aco- de la obra».
metido algunas mejoras: se ha sustituido el sistema
de climatización -cuya avería impidió abrir el templo
ABC.

Egiptología 2.0 | 193


www.egiptologia20.es

194 | Egiptología 2.0

Potrebbero piacerti anche