Resumen de los fragmentos del libro La fábrica del hombre
endeudado, pp. 24-74.
- Empezamos el tópico ¿Por qué hablar de economía de la deuda, y no de
finanzas? con una constatación de Lazzarato: el sistema financiero es un poderoso mecanismo de explotación. La producción real, la llamada “economía real” (industrial, intelectual, científica, etc.) son partes de un proceso de valorización que va más allá de esa realidad. - Veremos que en esas páginas el sistema financiero está conectado con un sistema de deuda que lo caracteriza. Los acreedores son los explotadores. Que se confundan renta con ganancia significa que el dinero produce dinero sin necesidad de un intermediario material. La renta de capital es la misma ganancia. - El capitalismo ya no es aquél que es dueño de medios de producción, de fábricas y de trabajadores, el capitalista es aquél que administra, que gerencia el capital, sus movimientos. Si son propietarios de algo son de capital (no de bienes y propiedades). Y a su vez, los propietarios de bienes, los industriales, empresarios, etc. son “reducidos a meros ‘funcionarios’ (‘asalariados’ o remunerados con acciones) de la valorización financiera” p. 25. - En las páginas 26 y 27 tenemos una explicación de la relación entre valor especulativo de la moneda, lo que él está llamando de renta, y el valor de capital social y capitalista colectivo que presenta el sector financiero. No hay que separar producción de finanzas, industria de la Bolsa, no se extingue lo de la propiedad privada, todo lo contrario. El sector financiero no es solo un problema de renta, de especulación, sino que tambien es algo que produce, produce ganancia. No sólo produce ganancia como produce parte bastante representativa de las producciones nacionales de los países capitalistas occidentales. - Ahora bien, ¿qué significa finanzas para Lazzarato, esa otra producción que se diferencia de la renta? Significa un “crecimiento espectacular de la relación acreedor-deudor.” - Lazzarato no ve una contradicción entre propiedad y finanzas, todo lo contrario, la potencia de las finanzas (que integra moneda y función bancaria en su producción) acentúa la relación entre propietarios y no propietarios del capital. - Lo de la titulación es sobre las deudas que se vuelven acciones. “La conversión de un bien en un valor que coloca en la bolsa”. En tanto el titulo es una deuda inicial, hay una relación entre acreedor-deudor, es decir, una relación de poder. Así, las finanzas son en primer lugar una relación de poder entre alguien que presta y alguien que tiene que pagar. En la misma postura de Bifo, no hay equilibrio, no se trata de regular los flujos, las finanzas se mueven gracias a una situación de desequilibrio entre un acreedor y un deudor. Tampoco es la codicia y la avaricia de una supuesta naturaleza humana lo que explica la acumulación capitalista. Hay finanzas en tanto hay que pagar la deuda (hace mover el capital) y el interés (lucro) sale de la garantía del acreedor de que le van a pagar. - Tambien como Bifo tenemos el problema de los levantamientos sociales actuales relacionado con el problema de la insolvencia, como lo llama Bifo, ese acto de no pagar la deuda. La lucha en contra el capitalismo financiero es una lucha en contra el endeudamiento general de individuos e instituciones sociales. - Economía real y economía virtual no están separadas aunque no se confundan. La economía financiera funciona en lo real en tanto produce una deuda generalizada de la población, en tanto vía esa deuda saca su plusvalía, su valorización acelerada de capital. Por eso, para Lazzarato, “es necesario examinar el influjo creciente de la deuda sobre las políticas neoliberales.” P. 30. - La deuda no es una desventaja para el crecimiento económico sino su motor. La inflexión del neoliberalismo, su salto al capitalismo financiero, a su versión actual, se da cuando en “el golpe de 1979”, en la famosa crisis del capital, los déficits públicos aumentan al doble las deudas públicas internas y las externas. La polariza al extremo la relación entre deudores y acreedores. Esa proporción gigantesca de valor endeudado exige un tipo de monetarización que los mecanismos monetarios estatales no pueden realizar, lo que obliga el desarrollo de los mercados financieros. En esa lógica, es la propia economía de la deuda que crea esa economía virtual como principal producción de valor y luego propietaria del capital social. - El Estado no es contrario a esa economía de la deuda, del capital financiero. El Estado, en un proceso de mutación, pasa a ayudar en ese proceso, pasa a adaptarse a esa nueva modalidad de la producción capitalista. “Los mercados financieros fueron estructurados y organizados, en consecuencia, a través de la gestión de las deudas la de los Estados, generadas por el golpe de 1979. Pero estos últimos no limitaron su intervención a liberalizar esos mercados, sino que también acompañaron la organización y estructuración de su funcionamiento. - Cuando habla de los programas de reducción de la deuda, política vigente hoy, que podría parecer algo positivo en su nombre, nada más hace que incrementar la deuda, fortalecer el sistema. ¿Por qué? Por qué lo que pasa en esas políticas es que a fin de reducir la deuda, el Estado y la sociedad tienen que pasar al sector financiero sus deudas y servicios sociales. Es lo que pasa en las políticas de austeridad que el FMI y la Unión Europea imponen a Grecia, Portugal, y España. Los seguros sociales, seguros desempleos, salarios, fondos de la educación, jubilación, etc., todo pasa a ser controlado por el sector privado, todo pasa a las manos de investidores privados. Eso es la forma de reducir la deuda del Estado, pasando el control social a las manos del sector privado y financiero. Lo que fue conquistado por las luchas sociales y movimiento de los trabajadores, en sus peleas contra el Estado, parece perderse al pasar al control privado (garantía salarial, seguros, servicios, derechos, etc.). Lo social tiene que estar controlado y sometido a las exigencias económicas, es el plano político neoliberal que gobierna en los días actuales. La gestión de la sociedad pasa a ser una función empresarial. - Además, hay que privatizar las empresas nacionales. - La deuda tiene un funcionamiento macro y micro, actúa en el nivel molar de las instituciones, de los organismos, y en un nivel molecular de la subjetividad, del deseo. Un gobierno de sí acompaña ese gobierno macroeconómico. - La relación acreedor/deudor es ya en su misma naturaleza una relación de poder, es decir, influye directamente sobre las relaciones sociales. Por ser un dispositivo de poder, crea sus modalidades específicas de producción y control de la subjetividad. Esa subjetividad económica es llamada por Lazzarato como la subjetividad del hombre endeudado. Cuando se cae la figura del trabajador cognitivo como la subjetividad prometedora del capitalismo, lo que queda es la subjetividad del hombre endeudado, es la única subjetividad verdaderamente capitalista. Trabajadores, consumidores, y usuarios son todos deudores. La deuda atraviesa Estado, empresa, individuo. “(…) la deuda es una relación de poder universal, porque todo el mundo está incluido en ella: aun quienes son demasiado pobres como para tener acceso al crédito deben pagar intereses a acreedores ante la necesidad de reembolsar la deuda pública, y aun los países que son demasiado pobres como para tener un Estado benefactor deben reembolsar sus deudas.” P. 39. - Con la deuda tenemos una moral, una construcción de subjetividades, diferente de la subjetividad del trabajador. El par esfuerzo-recompensa del trabajo es sustituido por la promesa y culpa. Veremos en el capítulo 2 más de cerca sobre la influencia del trabajo de Nietzsche en esa concepción de economía de la deuda, pero ya adelantamos en la página 37 la relación intrínseca entre culpa (Schuld) y deuda (Schulden). En el caso griego queda evidente: la culpa es de ellos, dicen periodistas, economistas, etc. Ellos son libres para elegir las deudas, deben calcular su modo de vida de acuerdo al contrato de la deuda. - El ejemplo del estudiante en EUA nos enseña que la deuda no está conectada con estar en un mercado laboral. Es antes mismo de que empieces a trabajar que la deuda determina cuándo y cómo vas a trabajar (mucho, y años, para pagar la deuda de tus estudios). Aún más, en la página que siguen vemos que hasta un bebe europeo al nacer ya tiene una deuda historia, generacional, de 22.000 euros. La deuda se pasa y se acumula de generación en generación. Al nacer nos acompaña ya no solo un pecado original, una deuda interior, sino una deuda económica infinita. - El poder de la deuda nos deja libre para seguir contrayendo más deuda. Es ahí que encontramos una falsa liberta ya que los dispositivos de control son más finos, más invisibles, más internos, más subjetivos. No hay libertad ya que hay una captura de los flujos subjetivos desde la acción de una moral, de una imposición de un modo de ser que va más allá de la libertad de acción del individuo (como la deuda de los bebes, por ejemplo). - Lazzarato regresa al problema de que el capital no es solo especulativo, no es solo un problema de crisis en la renta, sino un modo de funcionar de una máquina de captura, de efectos reales de destrucción en el mundo y en la sociedad. El capital es una economía de la deuda más que de las finanzas, del poder especulativo de capital. Es ahí que entra la subjetividad que nos interesa. “El concepto de especulación sólo comprende una parte de la maquinaria de la deuda e impide ver sus funciones productivas, distributivas, de captura y modelización de la subjetividad.” P. 39 - Como ustedes podrán ver en el capítulo II, en la parte de Nietzsche, el arquetipo de la organización social es un sistema de crédito, de deuda. Desplazamos el intercambio a un lugar secundario en esa economía. Lo que hace Nietzsche, y lo siguen Deleuze y Guattari, es darle a la economía es carácter de organización de poder. Es decir, una sociedad de poderes diferentes, de disparidad de poderes, en vez de una sociedad que intercambiaba en armonía cosas iguales. No hay un principio de igualdad que rige la sociedad sino un principio de desigualdad, de desequilibrio entre instancias de poderes. La moneda cambia de sentido tambien: es poder de mando, no de equivalencia. La moneda en su aspecto creación/destrucción, en tanto potencia, y no en tanto medio de pago, magnitud, circulación. - Cuando partimos de la deuda, y no del intercambio, para analizar las sociedades, tenemos tambien a nuestro favor que esa economía es INMEDIATAMENTE subjetiva, es decir, “para realizarse presupone una modificación y un control de la subjetividad, de tal manera que el ‘trabajo’ sea indisociable de un ‘trabajo sobre sí mismo’. P. 40-41. - Como podemos ver, no hay oposición entre Deleuze y Guattari y el pensamiento de Marx (como hay con entre los autores y Hegel, por ejemplo). Deleuze y Guattari, principalmente en El anti-Edipo (en el índice onomástico del libro podemos ver que el nombre de Marx, junto al nombre de Freud, son en disparado, los dos nombres y referencias más usadas en el libro), pretenden hacer una relectura de Marx, tocando algunos puntos de los cuales Lazzarato nos recuerda dos: (1) la concepción de moneda en tanto pura valor de cambio, en tanto tiene un poder de potencia, de creación y destrucción (no la moneda como medio de pago, aquella que es magnitud y no potencia, no crea nada); así, la moneda está disociada de la mercancía y del trabajo, la moneda es potencia de creación, no intercambio (no deja de existir la moneda de intercambio, los medios de pagos, pero son monedas de naturalezas diferentes). (2) El concepto de producción modificado: una producción subjetiva que no está separada de la economía (no hay separación entre infra y superestructura). “Además, en la economía contemporánea, la producción de subjetividad demuestra ser la primera y más importante fuente de producción, ‘mercancía que participar de la producción de todas las otras.” P. 42