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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD


CENTRO DE FORMACIÓN BARINAS
BARINAS ESTADO BARINAS

Autor:
Ordosgoitte Allan
CI: 24.111.872
Fecha: Junio 2020
PNF Policial (T.S.U)

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN PARA MINIMIZAR LA VIOLENCIA


CONTRA LA MUJER EN LA COMUNIDAD LA PLANTA PARROQUIA
BARINITAS DEL MUNICIPIO BOLÍVAR ESTADO BARINAS.

Es preciso aportar inicialmente el enfoque investigativo de este apartado,


relacionado al conocimiento de la violencia contra la mujer, es por ello que
debemos ubicar esta crítica reflexiva en las Líneas de Investigación UNES
(2019) que son altamente representativas en cuanto a los ejes temáticos de
todo estudio de investigación, sobre todo para el realce de las políticas
públicas en materia de Seguridad Ciudadana, en relación con esto se enmarca
en la Segunda línea matriz: Convivencia Solidaria, Cultura de Paz y
Prevención del Delito, que conduce claramente al respeto de los derechos
humanos, y a su vez al fomento de la cultura preventiva ante eventos de
peligrosidad o riesgo inminente, de esta línea matriz se desprenden las líneas
potenciales donde se desea ubicar este ensayo las cuales son la líneas b)
Expresiones de la violencia que atentan contra la convivencia solidaria y k)
Igualdad y equidad de género, masculinidades hegemónicas y discriminación,
ya que se pretende minimizar la violencia contra la mujer a través de
estrategias de prevención en la comunidad La Planta Parroquia Barinitas Del
municipio Bolívar estado Barinas.

A partir de esto se puede apreciar que la violencia de género es un


fenómeno o flagelo social, que se ha dado durante toda la historia en todas las
sociedades y culturas, formando un duro movimiento de desigualdad en la
población femenina, resaltando que este tipo de violencia se clasifica en
diversos tipos que van desde lo social hasta lo económico, incluyendo el
feminicidio como otra forma de violencia en contra la mujer, es preciso señalar
que la principal causa de que la violencia de género se ha dado durante siglos,
es la cultura misógina que a lo largo de la historia se ha ido creando
alimentada por las falsas creencias sobre el significado de masculinidad y
feminidad y sobre la superioridad “natural” de los unos sobre los otros, o
también por atribuirle a los hombres un orden de superioridad regular que no le
permitía darle a la mujer claras responsabilidad o estatus social, pensamiento
errado que aún se establece en ciertos sectores sociales.

A lo largo de la historia de la humanidad, la violencia ha sido uno de los


principales problemas presente en las relaciones sociales, siendo el sexo
femenino el más afectado de los embates de este flagelo, por sus condiciones
propias del género y por las desigualdades que históricamente han recibido en
relación con los hombres; debido a esto, movimientos feministas en todo el
mundo, emprendieron una lucha que ha llevado siglos para lograr el
reconocimiento de los derechos humanos, sociales y políticos de las mujeres y
el respeto a su dignidad, cuya máxima expresión se obtuvo, con la Declaración
de los Derechos Humanos de la Mujer y la Ciudadana en 1791.

Es preciso resaltar que, la violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar, fue considerada por mucho tiempo como un problema privado,
ahora es apreciada como un problema social, de salud y de orden público que
afecta internamente a los miembros de la familia y repercute en el entorno
social. La violencia de género es considerada también como “Una pandemia”.
Así denomina la ONU la violencia contra la mujer en el mundo, una asignatura
pendiente marcada por la discriminación de género que impera en todos los
países del mundo, ante esto El diario (2015) subrayo lo siguiente:

Las regiones ricas y empobrecidas del globo comparten su


maltrato a la mujer por el hecho de serlo. En la Declaración
sobre la eliminación de la violencia contra la mujer de las
Naciones Unidas se define ésta como “todo acto de violencia
basado en la pertenencia del sexo femenino que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas
de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida pública o en la vida
privada” (p.1).

Así mismo, la violencia contra las mujeres se da a través de muchas formas:


física, sexual, psicológica y económica. Estas formas de violencia se
interrelacionan y afectan a las mujeres desde el nacimiento hasta la edad
mayor. Las mujeres que experimentan violencia sufren de una variedad de
problemas de salud y se disminuye su capacidad para participar en la vida
pública.

Es de hacer mención, que muchas veces la violencia se da en propio seno


familiar, lo cual es motivo de asombro, la preocupación por el aumento de la
violencia en el seno familiar que afecta a las personas de ambos sexos,
especialmente a mujeres y niños, reconoce las graves consecuencias
inmediatas y futuras que la violencia tiene para la salud, el desarrollo
psicológico y social de los integrantes del grupo familiar lo cual hace
imprescindible que la familia reciba la protección y la asistencia necesaria,
convencidos más aún de que la familia es fundamental para el desarrollo de la
sociedad y medio natural para el crecimiento y bienestar de todos sus
miembros, requiere protección y asistencia que les permita asumir plenamente
dentro de la comunidad y de la sociedad, sus responsabilidades.
Del mismo modo, realizando un acercamiento histórico se indica que hasta
hace tan solo una década, la violencia de género se ha considerado una
cuestión privada, un derecho del marido y algo “normal”. Esto se puede
comprobar incluso en la legislación de algunos países, sin ir más lejos, en
España hasta 1975 el Código Civil autorizaba al marido a corregir a su esposa
y obligaba a esta a obedecerle. Pensando que cada país tiene su propia
normativa legal que regula este tipo de eventos y la acciones a ejecutar para
solucionarlos.

Tal y como se ha visualizado actualmente, la violencia de género no es un


fenómeno nuevo, lo que si se considera relativamente nuevo es su
reconocimiento como problema social, es ampliamente conocido y definido
como problema social y como un fenómeno social que tiene un impacto
negativo en las vidas de un segmento considerable de población.

Esto lleva al esclarecimiento donde si existe un problema social cuando un


grupo significativo de la sociedad percibe y define ciertas condiciones como
problema y pone en marcha acciones para solucionarlas, además este grupo
debe tener suficiente poder como para transmitir esa percepción a otros
sectores, es decir, debe tener influencia social para concienciar a la población
del problema y de que este puede ser remediado mediante una acción
colectiva.

Sin duda alguna, la mujer ha tenido un progreso participativo en el área


social, educativo, político, laboral que genera en ella un gran desarrollo
personal, siempre en la búsqueda de la reivindicación de sus derechos
humanos enfocados en el género, inspirada en los principios de igualdad y
justicia social ante los hombres, este avance fortalece la figura femenina cada
vez más comprometida a la lucha, a la participación social activa evidenciando
roles relevantes y significativos. De manera contradictoria, es en situaciones
de violencia social, donde la mujer es la víctima más vulnerable, la que se
encuentra más propensa a diversos tipos de agresión, esto conlleva a que la
violencia de género se manifieste como un grave problema de salud pública y
de violación de los derechos humanos.

Es por esta razón, que las mujeres en materia de violencia basada en


género son afectadas significativamente en un inicio por las concepciones
jurídicas tradicionales con paradigmas positivistas y sexistas se reconoce que
sus causas están en las características estructurales de la sociedad, es allí
donde el Estado debe proporcionarle seguridad a la mujer, como garante de
los derechos humanos de las mismas, dando un lugar de privilegia en las
estructuras sociales.

La violencia de género es una situación que se presenta a nivel mundial;


adoptando formas diversas, incluidos la violencia en el hogar; actos lascivos,
irrespeto al ser humano; trata de mujeres y niñas; prostitución forzada;
asesinatos, violaciones sistemáticas, esclavitud sexual, embarazo forzado,
mutilación de órganos genitales, sufrimiento, maltrato físico y psicológico, así
como otras prácticas y tradiciones perjudiciales en detrimento del sexo
femenino.

Es importante destacar que la sociedad imperante actualmente, es


totalmente frágil a los ojos invisibles de algunos, ella experimenta sin duda
alguna, problemas significativos, que no han sido abordados por las políticas
públicas actuales, uno de esas problemáticas es la violencia contra la mujer. A
través de la historia, la violencia contra la mujer siempre ha estado presente en
todos los contextos, esto aunado a la revisión de los datos arqueológicos y
antropológicos se deduce que diversas civilizaciones en el mundo
desarrollaron diversas formas de violencia contra la mujer.

Así mismo, desde edades antiguas, han existido hombres que en sus
culturas eran vistos como seres superiores y de poder absoluto, por lo que
abusaban de su fuerza física o política para someter, humillar y asesinar a las
mujeres, este tipo de situaciones negativas se visualizan cada vez más, en
países como Perú, México, Chile, Guatemala y España, con altos niveles de
feminicidio caracterizados en estadísticas constantes, según lo detallado el
artículo de Amnistía Internacional, “Está en nuestras manos: No más violencia
contra las mujeres”, (2004), profundizo en decir que “Las estructuras de poder
de la sociedad que la perpetúan se caracterizan por su profundo arraigo y su
intransigencia; impidiendo a las mujeres ejercitar sus derechos humanos y
disfrutar de ellos”. Muchas veces estas estructuras de poder suelen ser
caracterizados por el sexo masculino, que aun suele ser tomado como
poderosos, y que ha impedido que este fenómeno sea eliminado.

A pesar de todos los esfuerzos en materia de violencia contra la mujer, las


cifras de violencia contra la mujer se mantienen activas en distintos ámbitos
sociales y a escalas mundiales, las mujeres continúan siendo las víctimas
favoritas de violaciones a sus derechos humanos, es por esto que hablar de
estrategias de prevención, nos hace aportarle a las mujeres un nivel de
información amplio, para que no se sumerjan en este mar de violencia y
maltratos, sino que sean capaces de sacar a la luz su nivel de
empoderamiento femenino, motivando a la construcción de una sociedad
igualitaria.

La violencia contra la mujer impide que se logren los objetivos de igualdad


de desarrollo y paz, con lo cual se menoscaba el cumplimiento de los deberes
y el disfrute de los derechos fundamentales de las personas, razón por la cual
se instó a que los Estados adoptaran medidas que prevengan y eliminen esta
forma de violencia. Desde el punto de vista legal, la igualdad de las mujeres y
los hombres en la Constitución de 1999 es asumida como valor, como principio
y como derecho humano positivado, es la igualdad, según el desarrollo ulterior
en otros textos legales, el derecho de derechos para la Revolución Bolivariana
o el socialismo expuesto, esa igualdad es concebida teóricamente no sólo
como igualdad ante la ley (igualdad formal) y la igualdad de oportunidades
sino, y esto es importante en nuestra temática, como igualdad material o
igualdad concreta, misma que en la Filosofía del Derecho estudiamos como
Justicia.

De igual manera, la violencia contra la mujer es un problema de salud


pública con alta prevalencia en el Perú y en el mundo, la OMS realizó un
estudio en diez países, incluyendo al Perú, entre el 2000 y 2003; se encontró
una prevalencia de violencia física y sexual en algún momento de sus vidas
entre 15 a 71% en el Perú, 51% en el área urbana y 69% en el área rural. Las
mujeres japonesas sufrieron menos violencia física o sexual, o ambas,
mientras que la mayor frecuencia se encontró en la población rural de
Bangladesh, Etiopía, Perú y la República Unida de Tanzania. La violencia
contra la mujer puede ocasionar efectos en su salud física y mental, así como,
en su relación con la familia, el ámbito relacional y la comunidad.

Es inevitable, pensar que la violencia de género se mueve con rapidez, no


se queda de manera estática en el lugar inicial de agresión, ella se propaga en
otras generaciones familiares, Los mitos y estereotipos de género, permiten
que la violencia contra las mujeres se perpetúe y se transmita de generación
en generación. Siguiendo a Monreal (2008), “Los estereotipos son creencias
generalizadas sobre los atributos que caracterizan a determinado grupo social,
y son transmitidos en el proceso de socialización” (pp. 89-108).
Aunado a esto, se estima que la prevalencia mundial de maltrato a la mujer
oscila entre el 16 y 30%. En Canadá 29% de las mujeres de 18 a 40 años
afirman haber sido agredidas físicamente por su compañero actual o anterior
desde los 16 años de edad. En América Latina hay datos de maltrato
conyugal, como en Chile donde el 26% de las mujeres entre 22 a 55 años
manifestaron ser víctimas de al menos un episodio de violencia por parte de su
compañero, y el 15% informaron un episodio de violencia de mayor gravedad.

De la misma manera, La violencia contra las mujeres se caracteriza por su


grave impacto en el corto y largo plazo sobre su salud y su bienestar, las
mujeres que sufren abusos tienen una peor salud mental y física, más lesiones
y mayor necesidad de recursos médicos que las mujeres no abusadas. Las
sobrevivientes de abuso suelen exhibir conductas de salud negativas,
incluyendo el consumo de alcohol y drogas. Los problemas crónicos de salud
a causa del abuso incluyen dolor crónico (cefalea, lumbalgia, dolor pélvico
crónico, trastornos neurológicos, gastrointestinales y cardiacos).

Es por esta razón, que la violencia contra la mujer debe ser prevenida en
todos los sentidos, para no seguir experimentando situaciones de dolor en las
familias, es por ello que para entender esta situación se debe realizar un
acercamiento conceptual, es por ello que la violencia de genero para Rivera
Garretas (2001) “Es una construcción cultural de los roles o papeles
supuestamente adecuados para cada uno de los dos sexos en los que se
presenta en el mundo el cuerpo humano: pues el poder es siempre, en primer
lugar, poder sobre los cuerpos” (p. 21). Esta explicación desde la concepción
del autor, incluye la consideración de lucha de poder entre los sexos y el poder
sobre los cuerpos como constante, esto entonces no circunscribe sexo a lo
biológico por el análisis lingüístico del castellano que le da al término alcance
social.
Asociando entonces la idea anterior, se debe acudir a estrategias solidas
que minimicen la violencia contra la mujer, que tanto daño y maltrato deja a su
paso, claro sin duda, estas estrategias ejecutadas desde el rol policial, porque
sin duda este organismo de seguridad, se debe dedicar al resguardo de la
integridad física, moral y psicológica de la mujer, despojándose de viejas
prácticas que le impidan ejercer este rol, estas estrategias pueden llevar
entonces a la aplicación de campañas de concienciación, charlas
motivacionales, foros y conversatorios, ejecutadas por funcionarios y personal
especializado en el área, es preciso decir entonces lo referente a la estrategia
explicada por Chandler (2003), donde “La estrategia es la determinación de las
metas y objetivos de una empresa a largo plazo, las acciones a emprender y la
asignación de recursos necesarios para el logro de dichas metas” (p. 6). Este
concepto es asentado en las empresas, pero se puede llevar al ámbito
comunitario e institucional, ya que al final se logran los objetivos siendo este el
fin de una estrategia.

Es necesario, resaltar de igual forma, lo expresado por Schendell y Hatten


(1972) afirmando que: “La estrategia es el conjunto de fines y objetivos básicos
de la organización, los principales programas de acción escogidos para
alcanzarlos, y los sistemas más importantes de asignación de recursos usados
para relacionar a la organización con su entorno”. Lo importante es que la
estrategia se convierte en el inicio del proceso de planeación que todo gestor
debe conocer y que, luego de implementarla, es necesario evaluarla para
determinar si se encuentra funcionando o cumple con lo que se ha esperado.

Las estrategias son amplias por supuesto, pero es necesario que también la
mujer sepa como defender, tener los conocimientos necesarios para defender
así mismo uno de ellos es conocer a profundidad la legislación que la proteger,
esto sustentando según lo descrito por Córdova (2000) que manifiesta:
El sólo hecho de saber que existen vías legales para
combatir la desigualdad de género no es suficiente. Aparte
de conocer sus derechos legales, las mujeres deben
“entender las dimensiones sociales, políticas, culturales y
psicológicas de su opresión y su expresión en el derecho,
junto con acciones eficaces tendientes a una
transformación”. De aquí la importancia de introducir una
perspectiva de género a los derechos humanos, con el don
de crear un sistema eficaz y favorable para asegurar el
cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres y la
reparación de las violaciones de los mismos. (p.33)

Es entonces, donde una estrategia marca una clara diferencia en cuanto al


problema de la violencia contra la mujer, pues predomina un aire preventivo, y
de ataque inmediato ante este flagelo tan negativo, para no llegar a
consecuencias nefastas, hablar de estrategias también no lleva a la
prevención, pues es pieza fundamental para un trabajo armónico, tener una
cultura preventiva puede evitar situaciones violentas como la agresión a
mujeres, para Goldstone (1977) “La prevención constituye un conjunto de
actividades dirigidas específicamente a identificar los grupos vulnerables de
alto riesgo y para los que pueden emprenderse medidas con el objetivo de
evitar el comienzo de problema" (p. 5). Estas actividades son emanadas por
las estrategias en este caso para lograr prevenir la violencia contra la mujer,
siendo un grupo sensible el conformado por mujeres.

En relación con lo antes expuesto se indica que en la Comunidad la Planta


Parroquia Barinitas del municipio Bolívar estado Barinas, se evidencia un
hecho problemático, relacionado con la vivencia y experimentación de
violencia contra la mujer, fenómeno que ha afectado a la población femenina
de la referida comunidad, situación que sin duda se refleja en otros sectores
sociales, esto es mayormente originado, por múltiples causas, entre ellas el
establecimiento del machismo que aún se evidencia en las estructuras
sociales, por considerarse el hombre el ser principal y de respeto en el seno
familiar.
Así mismo está la tolerancia de la mujer al recibir el maltrato, pues deja
pasar estos episodios violentos y no realiza la denuncia correspondiente, de
igual modo la violencia contra la mujer es causada por problemas económicos,
sociales y sexuales o incompatibilidad de caracteres, o también la madre al
presenciar que alguno de sus hijos o hijas son maltratados interviene en el
momento pero recae en ella el maltrato severo por parte del hombre.

De igual manera, ya conociendo las causas de este flagelo, se resaltan las


consecuencias mayormente negativas, entre ellas, Maltrato físico y psicológico
contra la mujer, no todo maltrato se ejerce con golpes, sino con ofensas o
palabras obscenas al momento de originarse una discusión entre un hombre y
una mujer, también puede existir la muerte o fallecimiento de la mujer por
soportar este tipo de trato continuamente, y finalmente puede existir el quiebre
en el seno familiar o un desajuste significativo. Es preciso acotar que la
violencia contra la mujer no solo se da en la relación de matrimonio, sino en
algún noviazgo o por acoso constante, pero es rol de la mujer detener este tipo
de abuso, mediante alguna denuncia y ayuda psicológica oportuna.

Finalmente esto nos lleva a pensar que es idóneo aplicar estrategias de


prevención que logren minimizar la violencia contra la mujer en esta
comunidad, que también las mujeres de esta comunidad logren un sentido de
pertinencia de sus propios derechos, del mismo modo las acerque a conocer la
legislación que las ampara, para no volver a caer en estas situaciones, así
rompiendo con estos pensamientos negativos que tanto daño le hacen a la
sociedad.

Del mismo modo, hacer frente a esta problemática requiere de la


concertación entre las distintas instituciones del gobierno local y nacional, así
como el compromiso de la comunidad en su conjunto, teniendo como objetivo
principal el respeto y consideración del derecho de las personas a vivir en un
ambiente de paz y tranquilidad, a vivir sin sufrir ningún tipo de violencia,
promoviendo la igualdad de género y velando por el pleno ejercicio de los
derechos humanos de la mujer.

También, la mujer debe empoderarse, asumir un rol protagónico en las


requerida, transformaciones sociales fundamentada en el reconocimiento de
los derechos; desde luego este empoderamiento no solo es responsabilidad de
la mujer, implica que desde los estados, instituciones y entes gubernamentales
donde los hombres y mujeres hacen vida, que estos trabajen de manera
mancomunada en la asignación de recursos, servicios, y la creación de
políticas dirigidas al logro de una igualdad sustantiva. De León (1997)
establece un punto de inflexión en lo manifestado por la antropóloga social
Kate Young, donde afirma que para lograr el empoderamiento colectivo se
necesita involucrar a las personas oprimidas en el proceso de toma de
decisiones, para que de esta manera alcancen identificar sus necesidades y
limitaciones con el objeto de que se produzca un cambio individual y colectivo.

Es por esto que la violencia contra la mujer puede reducirse con las políticas
y los recursos necesarios que coadyuven a la correcta aplicación de las
normas a nivel local; teniendo en cuenta las condiciones de alta vulnerabilidad
en la vida de las mujeres y las nuevas formas de violencia que han surgido
como producto de los constantes cambios por los que atraviesa la sociedad,
tales como demográficos, económicos, sociales, culturales, y tecnológicos, que
nos instan a una pronta solución.

Es imprescindible orientar a la población en general de que todo acto de


violencia es contrario a la ley, y por consiguiente, es factor fundamental para
entorpecer el completo y armónico desarrollo del ser humano; por lo tanto, es
necesario generar conciencia en las personas para que reconozcan que las
actuaciones violentas repercuten en el sano crecimiento social ocasionando
consecuencias nefastas para su población, que se manifiestan luego como
rabia, inseguridad, egoísmo y todos estos factores producen efectos negativos
que impiden su avance individual en la sociedad; y más aún, que la mujer es
parte integral de ésta, por lo tanto, debe ser tratada con amor, respeto,
consideración y no debe ser subyugada, ni permitir que sus derechos
humanos sean vulnerados por ningún concepto.

Estas estrategias, no solo podrían ser aplicadas en las mujeres, sino


también en la generación futura, es de vital importancia, para establecer
soluciones al problema de la violencia de género, colocar gran atención a la
formación de los niños como parte integral de una familia ya que es
precisamente en esta etapa donde a través de los padres, se transmiten todos
aquellos valores que servirán al individuo en su futuro para una debida
adaptación en la sociedad, obteniendo como resultado personas capaces de
respetar los derechos de cualquier ser humano y por ende los derechos de las
personas que conforman su propia familia, ya que se considera según la
sociología que para evitar problemas sociales como es la delincuencia,

La solución a la violencia de género debe basarse en la reconstrucción del


tejido social que actualmente se encuentra alterado por los procesos
acelerados, los cambios políticos, el alto índice de inflación, la falta de políticas
públicas a los problemas de la nación y todas estas situaciones que hacen
vulnerable a los individuos por tener miles de necesidades insatisfechas. Son
nuevas políticas públicas incluyentes de la realidad actual las que permitirán
disminuir los efectos de la desigualdad y exclusión para darle paso a la
prevención y eliminación del problema de los hogares venezolanos. Una forma
de prevenirla, es alentando a toda la comunidad a respetarse y entender que
todos los seres humanos son iguales a pesar de los problemas; la familia es
única y en consecuencia, se debe proteger, razón por la cual la violencia debe
ser desterrada del hogar para brindar al mismo estabilidad, amor y equilibrio.

Referencias Bibliográficas

Córdova, A. D. (2000). Liderazgo y Empoderamiento. Córdova.

Chandler, A. D. (2003). Strategy and Structure. Chapters in the history of the


Ameri-can Industrial Enterprise. New York: Beard Books

El diario. es. (2015). Diez datos sobre la violencia contra la mujer en el mundo.
Disponible en: https://www.eldiario.es/desalambre/datos-violencia-mujer-
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Goldstone (1977). Prevención. Recuperado de:


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Rivera-Garretas, María Milagros, (2001). «La violencia contra las mujeres no


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Schendell & Hatten, D. K. (1972). Business policy or strategic management. A


broader view for an emerging discipline. USA: Citado por Castellanos
Castillo José Ramón en: El enfoque estratégico. Bases conceptuales.
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Monreal, M. C. (2008). “Esquemas de género y violencia hacia la mujer”. En
López de la Cruz, L. (coord.) Ni el aire que respiras, pensamiento
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[http://www2.ohchr.org/spanish/law/mujer_violencia.htm] [Consulta en
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Percy. C. (2009). “Teoría de conflictos de Johan Galtung”, en Revista Paz


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mujeres: pautas para mirar el futuro en un mundo globalizado”. En Curso
de Verano de la Universidad Pública de Navarra: Raíces de la violencia
de género y claves para su erradicación. accesible en
https://upnatv.unavarra.es /unes/valcarcel (consulta 1/9/2014).

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