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Varias son las razones por las que he seleccionado estas cuatro lecturas para realizar los
resúmenes que se indican en la guía de esta asignatura. Al margen de razones de tipo
práctico, como puede ser el acceso al material necesario para su elaboración, la principal de
todas es la pretensión de ampliar mis conocimientos de los teóricos de la Sociología
mediante un contacto directo con sus obras.
Precisamente por esta razón, autores tan relevantes como Montesquieu o Rousseau, no son
objeto de este trabajo por haber sido estudiados en el curso pasado en la asignatura de
Historia de las Ideas y de las Formas Políticas. “El Espíritu de las Leyes” y “El Contrato
Social”; “una idea aplicada en un medio diferente es otra idea” o “el redescubrimiento de la
sociedad”, son ideas en las que ya he indagado y por lo tanto considero más provechoso
involucrarme en horizontes diferentes.
Estos horizontes a los que me refiero, sin embargo, no me resultan del todo novedosos.
Tezanos ya nos señaló a los Padres de la Sociología, si bien solamente de una manera
introductoria. Ésta ha sido la razón que me ha hecho inclinarme por estas lecturas:
profundizar más en los Padres de la Sociología, a la vez que establecer un contacto más
directo con ellos a través de sus obras.
Si bien Spencer no es considerado como tal por Tezanos y sí lo es Saint-Simon, el que me
haya inclinado por el primero se debe a lo novedoso que me resulta su enfoque organicista
de la sociedad y la directa relación que se puede observar con el enfoque funcionalista de
Parsons que se basa en los sistemas, ya en el ámbito de la Sociología contemporánea.
En todos los autores que contemplo en este trabajo subyace una idea común, ahora bien,
enfocada desde diferentes perspectivas. Todos aprecian que el individuo se mueve en un
medio que ha sido generado por la interacción de los hombres, y que este medio se
constituye como un ente independiente y condiciona la vida del individuo.
Comte se enfrenta a esta idea desde una perspectiva evolucionista. Su “Ley de los Tres
Estados” supone una filosofía de la historia con la que trata de mostrarnos como ha
progresado la sociedad a lo largo de una serie de etapas donde el pensamiento y la forma de
conocimiento que se daba en cada una de ellas eran una premonición de la etapa siguiente:
los acontecimientos históricos adquieren categoría de necesidad para llegar al Estado
Positivo.
Por su parte Spencer, a este ente autónomo que surge de la interacción de los individuos, le
asignará un carácter de organismo vivo. Le atribuye los principios de organización de éste
para elaborar una teoría evolucionista apoyada en las leyes de la biología.
Durkheim entrará en conflicto con la psicología al atribuir a la sociedad una “mente colectiva”.
Pero sabrá salir airoso al subrayar que esta mente colectiva, que es exterior al individuo,
existe precisamente porque es captada por éste. Establecerá una clara delimitación entre la
Sociología y la Psicología mediante su método sociológico para objetivizar y sistematizar los
“hechos sociales”, haciendo que éstos trasciendan de la naturaleza individual.
Y por último Marx, economista y sociólogo del capitalismo, nos mostrará, mediante su
didáctico e ilustrado análisis de la mercancía, cómo el dinero ha sido creado por la sociedad.
Cómo surgiendo del trabajo a partir del valor de cambio, la sociedad le ha proporcionado un
status independiente del trabajo y es capaz, siendo una creación humana, de regir al hombre
en lugar de ser dominado por él.
De entre todas las acepciones propias de la palabra positivo, será aquella que se opone a lo
negativo la que nos interese aquí. En filosofía adquiere un sentido organizador al indicar una
nueva tendencia en diferencia con la filosofía metafísica que no ha conseguido pasar de un
espíritu crítico.
Esta nueva filosofía, gracias a su genio relativo, podrá apreciar siempre el valor de las teorías
que se le opongan sin necesidad de hacer concesiones.
El espíritu del positivismo se caracterizará por los atributos de realidad, utilidad, certeza y
precisión que permiten la generalización y sistematización a la vez que distinguen la razón
antigua de la razón moderna. Por otro lado, su carácter universal le alejará del espíritu crítico
metafísico. Se anuncia así el destino social del positivismo para reemplazar al teologismo en
el gobierno espiritual de la humanidad.
Con esta ley se explicará de manera sistemática las fases históricas del desarrollo del
hombre desde el inicio de la inteligencia humana hasta la actualidad, apreciando el
verdadero carácter de cada una de ellas, así como su emancipación natural de la precedente
y su tendencia espontánea hacia la siguiente.
En este gran intervalo de tiempo se aprecian los dos primeros estados y la tendencia inicial
hacia el tercero. En él se conformará la educación preliminar intelectual, moral y política. Está
caracterizado por la preponderancia de la imaginación sobre la razón y también de la guerra
sobre la paz. Se pueden apreciar tres fases: un desarrollo inicial espontáneo, seguido de una
expansión mental y social, y una posterior decadencia. En cada una de ellas se observa un
específico espíritu teológico: fetichismo, politeísmo y monoteísmo respectivamente.
Se trata pues, de observar la manera en que cada una de estas tres fases ha participado en
el destino general de la humanidad.
Partimos del Estado Teológico, que basado en el fetichismo, hace posible liberar la
inteligencia y sociabilidad humanas de su torpeza inicial. Su principal característica es la
espontaneidad; será la directora de la industria y la ciencia que se dan en esta fase. Se
pueden apreciar dos periodos.
La astrolatría sería el segundo periodo, que constituiría la decadencia del Estado Teológico.
Es la antesala del politeísmo. En esta fase la actividad divina se aleja de los seres reales
para pasar a seres ficticios debido a la necesidad, que surge de la observación, de
generalización, concentración y simplificación. La razón humana abre paso a la metafísica
que sustituirá las divinidades materiales por sus peculiares entidades.
Este politeísmo prestará fáciles recursos para explicar los diferentes fenómenos. Su principal
cualidad será la capacidad de dirigir la educación estética de la humanidad. En el aspecto
social, será en este estado donde se instituya la esclavitud, esencial para el desarrollo de la
industria. Así como la concentración de los poderes, temporal y espiritual, en los mismos
jefes. De esta manera los avances que se consiguieron en la moral personal vinieron
dictados por una exigencia política.
En el Estado Teológico hay que distinguir dos sistemas: el teocrático y el militar, éste
consecuencia de aquel. En el primero se observará un régimen de castas, siendo la
sacerdotal la depositaria de la cultura. Dado su carácter conservador dará lugar a un régimen
estacionario y consecuentemente decadente debido a la naturaleza progresiva del hombre.
Este inmovilismo provocará la aparición del sistema militar con dos vertientes, una intelectual
y otra política.
Surge así la división de la filosofía: una natural, metafísica, y otra moral, teológica. De sus
respectivas orientaciones políticas y monoteísta, surgirá el sistema militar en su vertiente
política (Roma Antigua), que tratará de incorporar a todos los pueblos civilizados a una sola
nación. Para ello será necesaria la desaparición del politeísmo a favor del monoteísmo,
imprescindible para aunar tal diversidad de civilizaciones en una moral universal.
La Edad Media viene a ser la última etapa del monoteísmo. Éste se intensificaría con el
debilitamiento de aquella sociedad universal causado por las invasiones. Se hacía cada vez
más necesario el lazo espiritual. Pero antes de su desaparición, esta civilización dejó
establecido el principio de moral universal a la vez que unos elementos propios de la
sociabilidad moderna, lo que constituiría el germen del sentimiento de progreso.
El progreso será dirigido en sus comienzos por el catolicismo. La independencia moral frente
a la política, así como la abolición de la esclavitud serán aportaciones clave.
En esta transición humana que supone superar la Antigüedad se pueden apreciar dos fases.
Una primera que abarca el periodo comprendido entre los siglos V y VII, donde encontramos
la transformación de la esclavitud en servidumbre, lo que constituye un primer paso hacia la
emancipación personal. Y una segunda fase, que se subdivide en dos periodos de tres siglos
cada una y que alcanzaría hasta el siglo XIII.
La emancipación personal que se produce en la primera fase tiene lugar en las ciudades, lo
que constituirá la piedra angular del Renacimiento. La ciencia y la filosofía se incorporan a la
nueva sociedad.
La segunda fase se caracterizará por una suficiente independencia política del poder
espiritual y la constitución plena del sistema feudal. Esto permitirá un nuevo desarrollo de la
industria que conllevará la abolición de la servidumbre rural, dando lugar a una ya plena
realización de la persona.
Esta independencia del poder espiritual debería suponer la libertad de acción del poder
político para sus fines absolutistas sin tener que rendir cuentas al poder espiritual. No podía
ser; Imperio e Iglesia chocaban continuamente debido a esa concesión de la moral universal
a la metafísica. Pero a medida que iba aumentando la intelectualización de la sociedad, la
metafísica se convertía en un cada vez más fuerte oponente de la teología.
Con el Estado Metafísico comienza la demolición del sistema teológico y militar, y comienza
la elaboración de los primeros elementos del último y definitivo estado que se basará en la
política. En este estado hay que distinguir dos épocas.
La primera comprende los siglos XIV y XV, en ella el poder temporal anula al poder espiritual,
dando paso a un nuevo conflicto que se establecerá entre el poder local y el poder central. El
desarrollo industrial de este periodo hace que la población se sustraiga de los lazos del
feudalismo, pues éste se mostraba incapaz de regular la sociabilidad desde una moral
puramente teológica.
Dará comienzo entonces la segunda época que alcanza hasta la Revolución Francesa. Se
caracterizará por la aparición de nuevos elementos sociales basados en la sistematización.
En esta época hay que distinguir dos caminos.
El Positivismo comienza, ya sin obstáculos, con el estudio del mundo exterior. Esto
supondría un gran progreso tanto en la esfera estética como científica e industrial. Ésta
última, aliada de la actividad militar, tomará gran auge entrando en desequilibrio con las otras
dos esferas. Lo que implica una desorganización social.
Se hacía evidente entonces, que el progreso moderno requería una reorganización total. La
metafísica ya no aportaba soluciones. Se hacía urgente una solución al margen del sistema
teológico y militar, pues resultaban incongruentes con la nueva mentalidad establecida.
Por un lado no se admitía ya una restauración retrógrada del régimen antiguo y por otro la
sociedad captaba al progreso moderno como algo negativo.
El gobierno temporal se reconocía impotente para una reorganización espiritual, lo que le
llevará a aplicarse exclusivamente al orden material, atendiendo nada más a propuestas
filosóficas no metafísicas.
Será entonces cuando se percatará de la necesidad de una coordinación general de los
diferentes progresos que se producían en cada esfera y que solamente podían llevarse a
cabo mediante la aplicación del método positivo.
Con ley de los tres estados, queda patente una teoría de la evolución que establece la
relación existente entre cada fase, cómo es el carácter de cada una y cómo en cada una se
dan unas condiciones previas para que se establezca la siguiente.
De esta manera se puede establecer la tendencia de la civilización actual: “la dirección que
hay que imprimir al movimiento sistemático para hacerle converger con el movimiento
espontaneo”.
El estado al que acaba de llegar la humanidad, la Vida Positiva, dispone de los elementos
necesarios para elaborar un nuevo sistema social. Solamente es necesario su coordinación,
que se efectuará a partir del plano intelectual; cambiando la mentalidad del hombre,
haciéndola positiva para conseguir un sistema mental armonizado.
Esta nueva filosofía política servirá para devolver a la historia sus derechos científicos sobre
sus especulaciones sistemáticas referentes a la sociedad, ya que se desprenderá de los
antiguos razonamientos de la metafísica.
1.-¿QUÉ ES LA SOCIEDAD?
Se considera a la sociedad como una entidad. Aunque esté formada por unidades, en ella se
observa la permanencia en el tiempo de una coordinación que mantiene una determinada
fisionomía en toda la región que ocupa dicha sociedad.
Esto implica que la ensambladura de dichas unidades es una cosa concreta: es la
sociedad.
Si se puede considerar entonces como una cosa, ¿Qué tipo de cosa es?
Es una cosa que no se percibe por los sentidos, sino por la razón. Lo único en que se puede
parecer una sociedad a otra cosa es en que tienen en común unos principios que regulan la
coordinación de sus partes.
La siguiente cuestión que se plantea es la comparación del agregado social con los dos tipos
de agregados que existen: orgánicos e inorgánicos. ¿Es la sociedad un cuerpo viviente?
Hay razones para afirmarlo.
Al igual que los cuerpos vivos, las sociedades, según crecen van dotándose de una
estructura cada vez más compleja. Esta diferenciación de estructuras, al igual que en los
animales, no se detiene hasta que se alcanza la madurez y comienza la declinación.
Observese el paralelismo con el desarrollo de un embrión.
Del mismo modo que en los organismos vivos, la diferenciación progresiva de estructuras va
acompañada de una diferenciación progresiva de funciones, cosa que no ocurre en los
agregados inorgánicos. Al igual que en un organismo vivo los órganos van adaptándose para
realizar cada vez mejor sus funciones, así ocurre en la sociedad: aparecen grupos que se
especializan en diferentes funciones.
Estos cambios que se observan en las diferentes estructuras del organismo vivo tienen
influencia y relación con las otras estructuras de la agregación orgánica. Esto es en sí la
base de la evolución: un órgano renuncia a una función, que otro asumirá con mayor
especialización, para especializarse en una función más específica. Un órgano renuncia a
digerir alimentos en beneficio de otro, para especializarse en su consecución.
3.-CRECIMIENTO SOCIAL.
Es a partir de pequeñas hordas errantes de donde surgen las sociedades mayores.
Antes de la aparición de la agricultura, es posible que existieran pequeños grupos que, dado
los utensilios que manejaban y la ausencia de arte, se puede deducir que no existiera una
especialización diferenciada de funciones, lo cual hacía imposible cualquier agregación
humana.
Viendo la sociedad actual se puede suponer que es el resultado de una agregación directa o
indirecta de estos pequeños grupos. La sociedad crece de forma gradual al igual que los
cuerpos vivos.
Este proceso se repite sucesivamente hasta que llega un momento en que un determinado
asentamiento, por sus recursos, es motivo de disputa. Algunas hordas menguan o se
extinguen, otras crecen y se dividen.
Para que se forme una sociedad mayor es necesaria una combinación que permita la unión
de estas sociedades más pequeñas. Los salvajes más adelantados presentan signos de
cohesión que permiten hordas más numerosas.
Una ley general de la biología viene a decir que los grandes agregados poseen una
complicada organización. Una masa social pequeña es homogénea, pero se va haciendo
cada vez más heterogénea a medida que va creciendo. Este proceso tiene sus fases.
Esta primera diferenciación social se puede justificar por la actividad militar del hombre;
capta prisioneros que serán esclavizados, lo que dará lugar a una clase regulada.
Por otro lado, puede darse el caso de que la agregación de grupos se realice para combatir a
otro determinado grupo. Entonces se establecerá la selección de un jefe de jefes. La tribu
que pertenece a ese gran jefe desarrollará un carácter más militar.
La repetición de este proceso lleva a una estructura de gobierno cada vez más compleja: rey,
jefes locales, pequeños jefes. Al mismo tiempo se van estableciendo diferentes clases:
militar, sacerdotal, servil, etc.
Se observa claramente que el aumento de la masa hace más compleja la estructura. Cada
una de estas tribus integradas en esta estructura superior mantiene su particular estructura,
lo que implica diferentes industrias y simultáneamente intercambio de bienes. Ésto supone
una dependencia mutua de las partes que a medida que aumenta se hace más radical la
diferenciación entre ellas.
A pesar de estas diferencias tan específicas, en todas ellas subyace una estructura
funcional común. Es cierto que pueden producir bienes de muy diferente naturaleza, pero
para realizarlos necesitan de unas estructuras que aporten la materia prima, otras que la
elaboren y otras que distribuyan lo elaborado. Estas coordinaciones son comunes entre un
organismo social y un organismo animal.
Al igual que en los organismos animales las funciones se van especializando; por ejemplo, el
órgano de la secreción en animales inferiores pasa de ser un conjunto de células
independientes a formar una glándula en animales superiores.
Conviene señalar que una vez adquirido cierto nivel, éste se mantiene. Se trasmite
directamente. Encontrada la materia prima, a ésta se le aplicará para su transformación la
industria ya desarrollada.
5.-FUNCIONES SOCIALES.
Si entendemos por organización un conjunto de partes que ejecutan funciones para su
dependencia mutua, entonces, cuanto menos avanzada sea la organización más
independientes serán sus partes. Por el contrario, cuanto más avanzada sea, mayor
dependencia tendrán las partes respecto del conjunto, hasta el punto de que la separación
de las partes puede resultar nefasta. De la misma manera que esto es así en los organismos
animales, igualmente ocurre en los organismos sociales.
No es lo mismo que sea reemplazado un individuo que desempeña un oficio que requiere
poca maestría, que es le caso de las sociedades simples, que reemplazar en una sociedad
avanzada, por ejemplo, a los agricultores en el caso de que se declararan en huelga. Su
reemplazo sería muy impreciso.
6.-TIPOS SOCIALES.
Si bien se pueden observar evidentes analogías entre los organismos sociales y los
organismos animales, aquellos no serán tan fácilmente clasificables como éstos.
Los agregados sociales propagan sus características de una manera menos decidida que los
organismos individuales; a aquellos la influencia del medio les afecta de tal manera que no
admiten clasificaciones en base al género, orden o clase.
Fijaremos, pues, dos criterios para clasificarlos. Por su grado de complejidad obtendríamos
cuatro categorías: simples, compuestos, doble y triplemente compuestos. Y por su tipo
de organización: militares o industriales.
Las sociedades compuestas se caracterizan por un estado en que los grupos simples tienen
un jefe subordinado a un jefe general. Comienzan a ser sedentarios, lo que implica el
desarrollo de una organización: jerarquía de autoridad, autoridad eclesiástica, división del
trabajo, edificios permanentes, etc.
En cuanto al criterio de actividad social predominante los tipos que se establecen, militar e
industrial, corresponderían con los extremos de una gradación. En todas las sociedades se
aprecian organizaciones para el ataque o para la defensa, al mismo tiempo que para su
mantenimiento es necesaria la actividad industrial. Por lo tanto habrá que observar al
respecto qué es lo que predomina.
El tipo militar sería aquel en el que el ejército es toda la nación; la estructura del ejército y de
la nación se superponen. El jefe es el mismo en tiempo de guerra como de paz, es la cabeza
de una jerarquía despótica en la que todos son esclavos de sus jefes.
La relación existente entre el estado y sus miembros es de entrega absoluta, los derechos
individuales no son nada, mientras que los del agregado lo son todo. La sumisión es la virtud
suprema. La sociedad militar se basa en una cooperación obligatoria.
A medida que las guerras van siendo menos frecuentes, o se establecen fuera del territorio,
van apareciendo instituciones libres a raíz del desarrollo de la agricultura, la industria y el
comercio. Es el comienzo del tipo de sociedad industrial.
El contraste principal entre el tipo sociedad militar y el tipo industrial radica en que en el
primero los individuos existen para provecho del estado, mientras que en el segundo, por el
contrario, es el estado el que existe para beneficio de los individuos. En este último
proliferarán las instituciones destinadas a la cultura, a la estética y a lo intelectual, que no van
precisamente dirigidas al sostenimiento de la vida sino a la satisfacción del espíritu.
7.-METAMORFOSIS SOCIALES.
El cambio de la vida nómada a la vida sedentaria supone una metamorfosis tanto en el
aparato de conservación como de gasto. Uno u otro se anulan o potencian según el tipo de
vida que lleve el agregado, militar o industrial.
Se observa que las sociedades que surgen de otra y que llevan evoluciones semejantes en
su desarrollo, madurez y decadencia, son resistentes a las metamorfosis. Pues esa
semejanza indica que han llevado una regulación perfecta en su adaptación con el entorno.
Una vez que la sociedad ha llegado a la consolidación del tipo industrial, llama la atención
ver como se transforma en militar si surgen conflictos bélicos.
Aquellos caracteres que se basaban en una cooperación voluntaria sufren una metamorfosis.
Es suficiente observar lo que ocurre en ciertos países (se refiere a la Alemania, Francia o
Inglaterra de su época) para ver que ante la amenaza bélica se despiertan las funciones
depredadoras que conllevan la organización de un aparato para la función ofensiva a la vez
que defensiva.
Tanto Platón como Hobbes cometen el error de comparar las sociedades con el hombre, lo
que hace que la analogía sea excesivamente específica y por lo tanto muy criticable.
Por su parte Comte nos dirá que la sociedad con sus aparatos no es una creación artificial,
sino un producto de un desarrollo gradual. Si bien evita caer en la artificialidad cuando se
refiere al aspecto evolutivo de la sociedad, no podrá evitar caer en artificios cuando propone
su regeneración mediante su método positivo.
Hay que dejar claro que la única analogía que existe entre un cuerpo social y un cuerpo vivo
es la de “dependencia mutua de las partes que lo integran”.
El método que se presenta consiste en considerar los hechos sociales como cosas cuya
naturaleza, por flexible y maleable que nos pueda parecer, no es modificable a voluntad. El
objetivo es introducir un racionalismo científico en la conducta humana que nos permita llegar
a establecer reglas de acción para el porvenir a partir de su pasado.
2.- INTRODUCCIÓN.
Los sociólogos se han preocupado muy poco por una definición del método que hay que
aplicar a los hechos sociales. Solamente Comte se tomará cierto interés por esta cuestión en
su obra “Cours de Philosophie Positive”, pero no se ocuparía de las precauciones que hay
que tomar a la hora de observar los hechos, la manera de plantear los problemas, el sentido
de las investigaciones, prácticas específicas o reglas para administrar la prueba.
En esta obra se presenta el método que se utilizó para la elaboración de “La División del
Trabajo Social”, y especificará la particular naturaleza de los hechos sociales.
El carácter reflexivo de la naturaleza humana hace que nos fijemos en el porvenir. Si esto es
lo que hizo de la física una ciencia, ¿Por qué no puede ocurrir lo mismo con la Sociología?
Se percibe la existencia de unas prenociones o ideas de los hombres que acompañan a sus
relaciones, que se hacen evidentes cuando queremos librarnos de ellas pero no lo
conseguimos. Constituyen la evidencia de una realidad social, la materia objeto de la
Sociología.
Estas ideas o prenociones han venido siendo utilizadas por la Sociología sin pasar por
ningún proceso de conceptualización, expresando sin definición científica sino más bien con
una carga ideológica acepciones confusas que no van mucho más allá del campo de la
subjetividad. Encadenan una serie de hechos de una manera real pero no llegan a ser una
expresión de las leyes de la Naturaleza.
Como consecuencia de lo anterior se hace necesario pues, tratar los hechos sociales
desligándolos de los sujetos conscientes que los representan; es decir como cosas. Esto no
debe entenderse como un fin, sino como una forma de afrontar los hechos que permite, a
medida que avanza la ciencia, ir despejando la apariencia de las cosas.
Peculiaridad a la vez que ventaja de la Sociología es que los hechos sociales son
detectables en la medida que no pueden ser modificados por la voluntad individual.
“Evitar de manera sistemática todas las prenociones”. Cosa difícil en Sociología, pues
están basadas en sentimientos que toman autoridad en nosotros y no permiten la menor
contradicción. Son producto de la historia, de una experiencia confusa e inorganizada que
atrae a mentes que trabajan con la sensibilidad, no con el conocimiento
“Método para considerar los hechos sociales”. Primeramente definir las cosas de que
se trata, lo que permitirá constituir el objeto de la ciencia. Para evitar la influencia de los
sentimientos, expresar aquellas propiedades que sean inherentes. Éstas se encuentran en
el exterior; es decir, el conocimiento científico comienza por lo real.
“Conformar un grupo de hechos que se ajusten a la definición”. Ahora entra en juego
el principio de causalidad: todos los fenómenos en los que se encuentran los mismos
caracteres se relacionan entre sí por sus consecuencias. Esta solidaridad inicial entre los
hechos percibida por los sentidos nos abre el acceso al conocimiento científico. Para
pasar de la subjetividad a la objetividad es preciso establecer un punto constante y fijo de
referencia que en Sociología son los “hechos cristalizados”: los que se presentan aislados
de manifestaciones individuales.
Hay que ser conscientes de que la sociedad tiene su propia evolución, pues en ella son
evidentes los periodos de transición. Por ello será necesario confirmar la generalidad del
hecho que se haya establecido investigando las condiciones en que se haya establecido y
observar si han variado en el presente.
Esto quedará ilustrado si consideramos como ejemplo el hecho del crimen. El método nos
permite afirmar que el crimen es un hecho normal y constituye un factor de salud social. A
primera vista puede parecer algo inadmisible, pero resulta ser una paradoja.
Hay que señalar que las nuevas sociedades engendradas son de una especie distinta a las
generadoras, ya que al combinarse éstas dan como resultado combinaciones inéditas. De
esta manera se constituirá la “morfología social”, fundamental para explicar el carácter
científico de la Sociología.
7.- REGLAS RELATIVAS A LA EXPLICACIÓN DE LOS HECHOS SOCIALES.
Para Comte, los hechos sociales se definían por sus causas finales. Pero no es la necesidad
lo que genera los hechos, pues ello equivaldría a decir que los hechos surgen de la nada.
Los hechos tienen su origen en causas, en ellas hay que fijarse y posteriormente en su
función.
Causa y función están relacionadas. La función, que no hay que confundir con finalidad, nos
ayudará a descubrir la causa, pero hay que investigar de manera independiente.
Para unos hechos que coaccionan desde el exterior las conciencias individuales este método
no es aplicable. Al no provenir del individuo esta coacción, no será lo que suceda en el
interior del individuo lo que permita explicarlos.
Será en la misma naturaleza de la sociedad donde habrá que buscar la explicación, teniendo
en cuenta que la sociedad no es la mera suma de los individuos que la componen, sino que
representa una realidad específica con sus propios caracteres: es una individualidad psíquica
de nuevo género, que genera hechos sociales en la medida que son captados por las
conciencias individuales.
Por lo tanto: “la causa determinante de un hecho social debe buscarse entre los hechos
sociales antecedentes y no en los estados de la conciencia individual”. Y como
consecuencia “la función de un hecho social debe buscarse en la relación que sostiene
con algún fin social”, independientemente de la utilidad individual.
Desde esta perspectiva quedan descartadas las anteriores teorías de la sociedad basadas
en la coacción y el pacto como instrumentos inventados por los hombres (Hobbes y
Rousseau). Coacción y pacto son ahora lo que conformarán la sociedad; producidos por la
realidad y entendidos como algo exterior y superior al individuo.
9.- CONCLUSIÓN.
Los caracteres generales de este método se pueden reducir a tres factores:
1. Independencia del método de toda filosofía. No se alinea con ninguna corriente
metafísica, simplemente exige que el principio de causalidad se aplique a los hechos
sociales. No debe confundirse con ideologías prácticas; éstas aspiran a reformar los
hechos, mientras que este método solamente a mostrarlos.
2. Objetividad del método. Los hechos sociales son considerados como cosas, no en base
a su utilidad, sino entendidos como fuerzas capaces de engendrar otras fuerzas.
3. Carácter exclusivo del método. Al explicar los hechos sociales mediante otros hechos
sociales, éstos se convierten en objeto de estudio propios infiriendo un carácter de ciencia
autónoma a la Sociología.
El autor postula, efectivamente, una “mente colectiva” exterior al individuo, pero deja muy
claro que esta fuerza exterior es tal porque ya viene dada, nos coacciona y resulta muy difícil
para el individuo poder cambiarla.
Esto viene a significar que dicha fuerza era percibida por el individuo, con lo cual no quedaba
eliminado el aspecto mental de la Sociología, pero si establecía una clara línea divisoria con
la Psicología.
Esta fuerza exterior la denomina “institución”. Y a partir de esta denominación, Durkheim
elaborará una definición de la Sociología como la ciencia que se ocupa de las
instituciones, su génesis y su funcionamiento.
Respecto a su método el autor deja claro que no pretende algo definitivo. Su objetivo es
conseguir el status de cosa para los hechos sociales, para conseguir una equiparación de
la Sociología con las demás ciencias.
Es consciente de la perfectibilidad de su método y encuentra muy saludable la discusión y el
debate en torno a él.
1.1.-VALOR; SU SUSTANCIA.
Las mercancías en cuanto su valor de uso, difieren unas de otras por sus cualidades.
Respecto a su valor de cambio la única diferencia es la cantidad.
Si obviamos las propiedades naturales de la mercancía, el valor de uso quedará reducido a
ser un producto del trabajo, algo común a toda mercancía.
Por lo tanto se puede decir que las mercancías manifiestan que en su producción se ha
gastado una fuerza de trabajo. Esta fuerza de trabajo tiene un valor, que es lo que se
observa en la relación de cambio de las mercancías.
Se observan casos en que una cosa puede tener valor de uso sin ser valor; es decir, que sea
útil pero que no provenga del trabajo del hombre: es el caso del aire. También puede
observarse el caso de que una cosa siendo útil y siendo un producto del trabajo, no sea
mercancía; para este caso sería suficiente con que el producto solamente satisfaga las
necesidades de la persona que lo produce. Y cabe decir que ningún producto es valor si no
es útil; ya que supondría un gasto de trabajo que no genera valor.
Los orígenes de la sociología como disciplina científica están asociados a los nombres de
Karl Marx, Henri de Saint-Simon, Auguste Comte, Herbert Spencer, Émile Durkheim, Georg
Simmel, Talcott Parsons, Ferdinand Tönnies, Vilfredo Pareto, Max Weber, Alfred Schütz,
Harriet Martineau, Beatrice Potter Webb y Marianne Weber. A pesar de esto, ya desde la
Edad Media, pensadores de origen árabe, como Ibn Jaldún, realizaron reflexiones
académicas que podrían ser consideradas sociológicas.
Algunos de los sociólogos más destacados del siglo XX han sido Robert K. Merton, Erving
Goffman, Peter Blau, Herbert Marcuse, Wright Mills, Pierre Bourdieu o Niklas Luhmann. En la
actualidad, los análisis y estudios más innovadores de los comportamientos sociales corren a
cargo de autores como George Ritzer, Anthony Giddens, Zygmunt Bauman, Ulrich Beck,
Alain Touraine, Manuel Castells, entre otros.
Distintas corrientes han nutrido el cuerpo teórico de la sociología, entre las que destacan, la
Escuela Francesa, la Escuela Inglesa, la Escuela de Chicago y la Escuela de Fráncfort. C La
sociología, al ser la ciencia dedicada al estudio de las relaciones sociales del ser humano, y
siendo ésta de carácter heterogéneo, ha producido diversas y en ocasiones opuestas
corrientes dentro de su mismo que hacer; tal situación se ha enriquecido, mediante la
confrontación de conocimientos, el cuerpo teórico de esta disciplina.
Historia de la Sociología
Durante la época de la Ilustración y después de la Revolución Francesa, lo social y las
actividades del hombre ganan un gran interés. Escritores como Voltaire, Montesquieu,
Giambattista Vico se interesan por analizar las instituciones sociales y políticas europeas.
Lord Kames inicia el de las causas del cambio social, y tras él, surge una
corriente conservadora, muy interesada en saber las razones de los cambios y
estabilidad existentes en la sociedad, liderada por Joseph de Maistre y
Edmund Burke, quienes criticaron muchas de las premisas de la Ilustración.
Auguste Comte.
La voluntad de crear una "física social", esto es, un conocimiento indiscutible de la sociedad
de la misma forma que la Física, apareció con el positivismo del siglo XIX. El primero en
defender una teoría e investigación científica de los fenómenos sociales fue Henri de Saint-
Simon (1760-1825) a mediados del siglo XIX. Auguste Comte, quien fue secretario de Saint-
Simon entre 1817 y 1823, desarrolló sus teorías bajo las premisas del positivismo. Comte
acuñó la palabra sociología en 1824 (del latín: socius, "socio, compañero"; y el sufijo griego
-logía, "el estudio de"). La primera vez que aparece impresa esta palabra es en su Curso de
filosofía positiva de 1838.
La sociología continuó con un desarrollo intenso y regular a principio del siglo XX. Émile
Durkheim, quien se inspiró en algunas teorías de Auguste Comte para renovar la sociología,
quería en particular "estudiar los hechos sociales como si fueran cosas". Uno de los retos de
la sociología era desarrollarse como una ciencia autónoma. Durkheim buscó distinguir a la
sociología de la filosofía por un lado y de la psicología por el otro. Se le considera como uno
de los padres fundadores de la sociología.
Él postuló las bases de una metodología científica para la sociología, en particular en la obra
Las reglas del método sociológico (1895), y en La división del trabajo social (1893), libro que
además es su tesis. Su método reposa esencialmente en la comparación de estadísticas y
características cuantitativas, buscando liberarse de todo subjetivismo ligado a toda
interpretación cualitativa, y a desembarazarse de todos los prejuicios morales o
moralizadores a priori para comprender los hechos sociales como en su obra: El Suicidio.
Karl Marx es otro pensador que ha tenido una profunda influencia en el pensamiento social y
la crítica del siglo XIX. Fue principalmente en Alemania donde desarrollara una
teoría mayor de la sociología, influenciando posteriormente, entre otros, en la
Escuela de Frankfurt.
Karl Marx.
Entre los más prominentes pensadores con enfoque sociológico de los últimos tiempos hay
que tener en cuenta al pensador francés Michel Foucault (1926-1984) y al autor alemán
Jürgen Habermas (nacido en 1929). Al igual que los clásicos de la disciplina, estos autores
no sólo han sido sociólogos sino que se han ocupado ampliamente de la filosofía y de la
historia. Foucault ha sido una de las figuras más sobresalientes del pensamiento social del
siglo XX. En sus obras se ocupó de materias similares a las analizadas por Weber en sus
estudios de la burocracia: el desarrollo de las prisiones, hospitales, escuelas y otras
organizaciones a gran escala. Por ejemplo, consideraba que la sexualidad siempre está
vinculada al poder social y cuestionaba la idea de que un mayor conocimiento conduzca a
una mayor libertad, porque lo concebía como una forma de "etiquetar" a las personas y de
controlarlas.
Concepto y Objetivo de la Sociologia
Descripción de la sociología mexicana y sus campos de la sociología
Definición - Historia
Definición
Historia
El término sociología fue creado por Comté para designar la "ciencia positiva" de
los hechos sociales, basada en la observación de los fenómeno y encaminada a la
determinación de sus interconexiones estables (las llamadas leyes). Para subrayar
el carácter científico de la nueva disciplina, Comte la designó también como "física
social" y la dividió, según el modelo de la física propiamente dicha, en estática -
que tiene por objeto el estudio de las condiciones de equilibrio ("orden")- y
dinámica -o ciencia de las leyes de la transformación ("progreso") de la sociedad.
Surge la distinción entre Razón Pura y Razón Práctica, lo material, puede ser
conocido; lo cultural sólo puede ser intuido. Los hechos históricos son únicos e
irrepetibles.
Áreas de la sociología.
Por esta razón, la teoría sociológica y los métodos de investigación son dos
asignaturas obligatorias para cualquier sociólogo.
Teoría Sociológica:
Augusto Comte y el positivismo
El positivismo: la búsqueda de las leyes invariantes del mundo natural y social.
El positivismo se refiere a la búsqueda de leyes invariantes del mundo natural, así
como del mundo social; para obtener estas leyes según Comte se requiere de la
investigación y teorización sobre el mundo social. Según Comte, los hechos
derivados de la investigación tienen una importancia secundaria comparada con la
especulación reflexiva del cual obtenemos la teoría.
El pensamiento de Comte dice que “ahí afuera existe un mundo real y la tarea del
científico consiste en descubrirlo y dar cuenta de él”, por lo que su pensamiento cae
dentro del grupo de estudiosos que ahora llamamos realistas.
Hay dos caminos para llegar a este mundo real que existe fuera de la mente:
investigar y teorizar.
La sociología para Comte era una ciencia POSITIVA. Comte Desarrolla jerarquías
entre las ciencias: matemáticas, física, biología, química y en la cúspide la sociología
como jerarca de las ciencias sociales. Esta jerarquía desciende a partir de las
ciencias que son más generales, abstractas y alejadas de las personas como las
matemáticas, para llegar a las más concretas y cercanas a las personas como la
Sociología.
Comte aplicó la ley de los tres estadios a una gran variedad de situaciones.
Consideraba que la gente experimentaba los tres estadios durante su vida, entonces,
veía a los niños como representantes del pensamiento teológico, los adolescentes del
metafísico, y los adultos del positivo. También pensaba que todas las ciencias
atravesaban los tres estadios como por ejemplo la historia primitiva del mundo era el
estadio teológico, posteriormente, el mundo alcanzó el estadio metafísico, y por último
el positivo. Creía que en el estadio positivista llegaría mejor a comprender las leyes
invariantes que los dominaban y a adaptarse a ellas con menores dificultades y mayor
rapidez.
Estática social
El estudio sociológico de la estática social se define como “la investigación de las
leyes que gobiernan la acción y reacción de las diferentes partes del sistema sociaí’.
El estudio de la estática social (sistema social) se deduce de la naturaleza humana,
por lo que de nuevo prefiere la teoría a la investigación empírica.
Cuando habla de estática social se anticipa a las ideas de los funcionalistas
estructurales posteriores a él. Inspirándose en la biología, desarrolla una
perspectiva sobre las partes de la sociedad (o estructuras), el modo en el que
funcionan y su relación (funcional) con el conjunto del sistema social. Comte
veía las partes del conjunto y el sistema en armonía y ésta idea de armonía es la que
posteriormente se transformaría la teoría funcionalista estructural en el concepto del
equilibrio. Respecto a la metodología, pensaba que debemos de partir del todo
para luego analizar las partes, y es por esto que se le considera como el
fundador del funcionalismo estructural.
La estática social concebida por Comte nunca existió en el mundo real; se trataba de
un modelo ideal del mundo social en un momento determinado (sincrónico).
Comte hizo una Macro sociología de la estática (y dinámica) puesto que analizaba la
interrelación entre las partes y el todo del sistema social.
Dinámica Social
Comte prefirió la dinámica social que a la estática, pues sabía más de la historia
del mundo que de la sociedad en la que vivía.
El objeto de la dinámica social era es estudio de las leyes de la sucesión de los
fenómenos sociales. La sociedad se encuentra siempre en proceso de cambio, pero
un cambio que se produce ordenadamente, de acuerdo con leyes sociales. Se da un
proceso evolutivo por el que la sociedad progresa de un modo constante hacia su
último y armonioso destino bajo las leyes del positivismo. Comte llamaba a su
dinámica social “teoría del progreso natural de la sociedad humana”. Comte veía
la humanidad en una continua evolución hacia “las más nobles disposiciones”, hacia
el predominio del altruismo sobre el egoísmo.
En su opinión, la sociedad sigue invariablemente esta ley del desarrollo progresivo y
solo puede variar el ritmo al que se produce, el cambio de uno a otro período, o de
una a otra sociedad.
Son las leyes invariantes las que controlan este proceso de cambio, las personas
pueden hacer relativamente poco para influir en la marcha general del proceso.
Se dedica a estudiar la historia del mundo para verificar si los datos verificaban su
teoría abstracta, pero no realiza una investigación en el sentido positivista, y de hecho
lo reconoce al afirmar que todo lo que ofrecía era historia abstracta, la ciencia aun no
estaba preparada para la historia concreta del mundo.
Debilidades:
1. Su vida privada se ve claramente comprometida debido a su insatisfactoria
relación con su amada Clotilde que lo le llevaron a producir ideas absurdas sobre
las mujeres y la sociedad.
2. Pierde contacto con la realidad lo que le hace desarticular la lógica interna con sus
ideas.
Su idea de la investigación empírica consiste en ofrecer generalizaciones vagas
sobre los estadios históricos y la evolución del mundo.
3. Pierde contacto con el trabajo intelectual de su tiempo; evitaba por higiene
cerebral leer periódicos, revistas y libros evitando así influencias sobre su propia
teorización.
4. Fracasó como positivista teórica y empíricamente y solo hizo vagas
generalizaciones sobre la historia del mundo.
5. Hay muy poca sociología en su obra; abrió campos diferenciados (estática y
dinámica social) que sus sucesores se encargarían de complementar y
convertirían en auténtica sociología.
6. No hizo contribuciones originales, solo reconoció a sus percusores como
Montesquieu. Si bien es cierto que inventó el término sociología, en realidad no
creo la práctica de la sociología.
7. Su sociología sufría de distorsiones derivadas de un organismo primitivo que le
llevaba a ver un gran parecido entre el funcionamiento del cuerpo humano y el
social. Por ejemplo, las clases sociales y las ciudades equivalían a tejidos y
órganos animales, y la familia las células del organismo, por lo tanto si la medicina
se encarga de las enfermedades físicas, el positivismo tiene por tarea curar la
larga enfermedad social de su época denominada anarquía.
8. Estaba convencido de que las cosas suceden en tríos y muchas de sus ideas
teóricas tenían tres componentes.
9. La concepción extravagante y colosal que Comte tenía de sí mismo lo condujo a
una serie de disparates ridículos. Su endeble sistema teórico se debilitaba a
medida que subordinaba el intelecto a los sentimientos, por ejemplo. Su idea
romántica y poco realista de la clase trabajadora y de las mujeres como agentes
de la revolución positivista. Carecía de higiene mental y poseía un enorme ego
que lo hizo caer en la sugerencia de cambios sociales ridículos.
10. Proponeuna religión positivista que parece estar fuertemente influenciada por la
estructura del catolicismo.
Para Durkheim la sociología nació en Francia en el siglo XIX, teniendo sus raíces en
la filosofía antigua y sus fuentes más próximas en Montesquieu, Condorcet y Saint-
Simon; este último reconocido por ser el primero que formuló la noción de ciencia en
el mundo social; aunque les reconocía ciertos aciertos, a todos los considera
imperfectos y difusos, sin embargo, a Comte se le reconoce el esfuerzo.
En la época de Durkheim solo existían la psicología y la filosofía como ciencias, las
que se oponían a la aparición de la sociología. Solo algunos pensadores se ocupaban
de algunas cuestiones sociológicas, por lo que Durkheim se da a la tarea de crearle a
la sociología un nicho. Para diferenciarse de la filosofía, la sociología debería de
orientarse hacia la investigación científica.
Pero la sociología tenía mucho de filosofía, siendo sus principales seguidores en ese
sentido Comte y Spencer, a los cuales tuvo que atacar acusándoles de sustituir el
auténtico estudio de los fenómenos del mundo real por ideas preconcebidas de los
fenómenos sociales. A Comte lo culpa de suponer que el mundo evolucionaba a la
perfección en lugar de llevar a cabo un trabajo duro para estudiar la naturaleza
cambiante de las sociedades, y a Spencer, de dar por supuesta una armonía social
en lugar de estudiar si realmente existía.
Para Durkheim los hechos sociales son externos y coercitivos para el actor y son
el estudio de objeto de la sociología, mientras que los hechos psicológicos son
internos y heredados, y con ésta diferencia separó a la sociología de la psicología y
la filosofía, aunque su conducta se vuelve extremista al limitar a la sociología solo al
estudio de los hechos sociales.
Los hechos sociales se dividen en materiales e inmateriales; el hecho material se
puede materializar y convertirse en parte del mundo externo como con la
arquitectura y el derecho que son considerados como hechos materiales.
Los hechos sociales inmateriales son las normas y valores que forman parte de
la cultura y que residen en la mente del actor; son externos y coercitivos respecto a
los hechos psicológicos; todos los hechos inmateriales de alguna manera son
mentales puesto que todos consisten en maneras de ser y de pensar, pero son
externos y coercitivos respecto a los hechos psicológicos.
El análisis de los hechos sociales a nivel macro es la base del desarrollo del
funcionalismo estructural. Basándose en la biología Durkheim consideraba que la
sociedad estaba constituida por “órganos” (hechos sociales) o estructuras sociales
que realizaban diferentes funciones para la sociedad, y la función de los sociólogos
era distinguir las funciones o fines de las diversas estructuras y de los factores
causales de su existencia en esa sociedad. Durkheim estudia las causas y las
funciones que cumplían estas estructuras sociales.
Otra diferencia entre la solidaridad mecánica o primitiva es que al realizar las mismas
actividades hay competencia entre sí y en la orgánica, la diferencia facilita la
cooperación entre las personas, por lo tanto, la idea del orden social y la autonomía
individual era compatible.
Densidad dinámica
Otro hecho social material que constituía la principal interacción en el mundo social
y estrechamente relacionada con la transición de la solidaridad mecánica a la
orgánica es la densidad dinámica que se refiere a la cantidad de personas que
integran una sociedad y el grado de interacción entre ellos; mientras más
personas hayan, más interacción existe y esta conduce a la transición de la
solidaridad mecánica a la orgánica, pero si se produce simultáneamente, provocará
competencia entre los escasos recursos y una lucha en la sociedad primitiva .
Derecho
El estudio de los hechos sociales inmateriales era más filosófico que sociológico y
para estudiarlo científicamente Durkheim afirmaba que una sociedad que presentaba
solidaridad mecánica se caracterizaba por el derecho represivo, pues presentan
una fuerte moralidad común y cualquier ofensa contra su sistema de valores
compartido suele ser de mayor importancia para la mayoría de los individuos, por
ejemplo el castigo que se da por robar a un cerdo es la mutilación de las manos y por
blasfemia, la amputación de la lengua.
Anomia
El debilitamiento de la moralidad común del mundo moderno que llevaría a la pérdida
patológica de los vínculos morales que llevaría a los individuos a un estado de
anomia, es decir, cuando la moralidad no les constriñe lo suficiente, carecen de un
concepto claro de lo que es una conducta apropiada y aceptable, de la que no la
es. Los individuos pueden caer en la anomia debido a la realización de trabajos
altamente especializados (división del trabajo) se sienten totalmente aislados. La
división estructural de la sociedad moderna era una fuente de cohesión que reforzaba
el debilitamiento de la moralidad colectiva. El trabajo les crea distanciamiento y
abandono (anomia) y esto es lo que lleva al suicidio.
La conciencia colectiva
La conciencia colectiva es un ejemplo de los hechos inmateriales. Es el conjunto
de creencias y sentimientos comunes en una sociedad y con un sistema
determinado
Representaciones colectivas
Son estados específicos de la conciencia colectiva; son las normas y valores de
una colectividad específica como la familia, la ocupación, el Estado, las
Instituciones educativas y la religión. Con esto, Durkheim conceptualiza los hechos
sociales inmateriales de manera más específica que con el concepto “conciencia
colectiva”
Los define como hechos sociales inmateriales que influyen sobre el individuo como
por ejemplo los grandes movimientos de masa guiadas por el entusiasmo, la
indignación o la piedad. Son menos concretos que otros hechos sociales pero
desde el exterior pueden influir en cualquiera y nos pueden hacer perder la
calma sin que nosotros lo queramos. Por ej. Llevarnos al suicidio.
En el suicidio Durkheim demostró que los hechos sociales y los particulares son
externos y coercitivos para el individuo; eligió el suicidio por ser un fenómeno
relativamente concreto. Porque tenía los datos y por ser uno de los actos más
privados y personales de un individuo.
Cuatro tipos de suicidio
Los cuatro tipos de suicidio los vincula cada uno con el grado de integración y
regulación en la sociedad en la que aparecen. La integración se refiere al grado en el
que se comparten los sentimientos colectivos.
Religión
Es un hecho social inmaterial por excelencia. La religión es dinamo génica, es
decir, tiene la capacidad de dominar a los individuos y de llevarlos por encima
de sus capacidades y aptitudes.
Durkheim estudia a los Arunta porque lo primitivo es más fácil de entender que lo
moderno y segundo, porque los sistemas ideológicos primitivos presentan menos
desarrollo que los modernos y son menos confusos; tercero, en la sociedad primitiva
hay conformidad social e intelectual, además de ser más original.; cuatro, arroja luz
sobre la las sociedades modernas a través de las primitivas.
Lo sagrado y lo profano
Lo más importante para Durkheim es el origen de la religión, la cual ubica en la
sociedad. La sociedad creaba la religión al definir ciertos fenómenos como
sagrados y otros como profanos. Los aspectos de la realidad que conforman lo
sagrado son los que integran la esencia de la religión, lo sagrado infunde
obediencia, respeto, misterio temor y honor. El resto como los aspectos
mundanos, comunes y útiles en la vida, conforman lo profano y el respeto a
ciertos fenómenos profanos los transforma en sagrados.
Totemismo
La idea de Durkheim de que la religión venía de la sociedad hizo que analizara el
totemismo entre los Arunta de Australia. El totemismo es un sistema religioso en el
que ciertas cosas, en particular plantas y animales llegan a considerarse sagradas
y emblemas del clan. Considera que el totemismo es la forma más si
representaciones materiales de la fuerza inmaterial que emana de ellos y esta
fuerza inmaterial no es sino la ya familiar conciencia colectiva de la sociedad.
El totemismo y los casos más generales, la religión se deriva de la moralidad colectiva
y se convierte en una fuerza impersonal.
Efervescencia Colectiva
¿De dónde proviene la conciencia colectiva? Para Durkheim de la sociedad.
La efervescencia colectiva se refiere a los grandes movimientos históricos, en
los que una colectividad alcanza un nuevo y alto nivel de exaltación colectiva que
produce marcados cambios en la estructura de la sociedad. La Reforma y el
Renacimiento son ejemplos en que la efervescencia colectiva influye sobre la
estructura de la sociedad.