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Hora Santa

1er viernes de junio


Introducción
Hoy nos hemos reunido en actitud de adoración, ante el sacramento admirable de la Eucaristía, por el
cual Cristo permanece realmente presente entre nosotros. Que nuestra plegaria de esta noche nos
ayude a comprender más y más el don que el Señor nos ha hecho de su Cuerpo y de su Sangre, para
que siempre que participemos del convite pascual, seamos conscientes de la gracia que se nos da.

Canto:
/En el nombre del padre
En el nombre del hijo
Es en nombre del Santo Espíritu estamos aquí/

/Para alabar y agradecer


Bendecir y adorar
Estamos aquí Señor
A tu disposición /

En el nombre…

Exposición del Santísimo Sacramento


Canto. Cantemos al amor de los amores. (#2 hoja)

v. Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el santísimo sacramento del altar


r. sea para siempre bendito, alabado y adorado.

v. Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo


r. Quien te amara tanto que de amor por ti muriera

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Señor Jesús Sacramentado, en esta noche, estamos aquí a tus pies, para contemplar tu gloria, esa que
irradia y llena este lugar. Reconocemos, Señor, de acuerdo a nuestra fe, que estás presente en este
augusto sacramento; por eso, Oh Señor, nos reconocemos como tus creaturas y reconocemos que tú
eres nuestro único salvador y nuestro único Señor; y desde lo más profundo de nuestro ser, te
adoramos; te adoramos porque tú eres nuestro Rey; te adoramos porque tú eres nuestro Redentor; te
adoramos porque tú eres nuestro jefe; el Señor de los Señores y el Rey de Reyes. Te adoramos porque
eres el pan de vida que nos alimenta en nuestro camino hacia ti y por eso te alabamos, bendecimos y
te adoramos.

v. Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el santísimo sacramento del altar


r. sea para siempre bendito, alabado y adorado.

v. Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo


r. Quien te amara tanto que de amor por ti muriera

Contemplación en silencio

Estamos ante ti Señor, postradas ante tu presencia, contemplando la inmensidad de tu amor presente
en el santísimo sacramento de la eucaristía. Tu grandeza ante nuestra pequeñez no hace reconocer
nuestra debilidad ante el pecado. Somos pecadoras, pero confiamos en tu misericordia infinita y en el
poder de tu Santo Espíritu que nos fortalece y nos alienta ante los momentos de debilidad.
Arrepentidas venimos ante ti reconociendo nuestras culpas…

Canto: Vengo ante ti (#278 libro)


Del santo Evangelio según san Lucas 24, 13-35.

Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de
Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos
conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos
para que no le conocieran. Él les dijo: «¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?» Ellos
se pararon con aire entristecido. Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único
residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?» Él les dijo: «¿Qué
cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras
delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a
muerte y le crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él el que iba a librar a Israel; pero, con todas
estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres de las nuestras
nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron
diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. Fueron también
algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le
vieron». Él les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas!
¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?» Y, empezando por Moisés y
continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. Al
acercarse al pueblo a donde iban, Él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado». Y entró a quedarse con ellos. Y
sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo
iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se
dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en
el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y
encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha
resucitado y se ha aparecido a Simón!» Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino
y cómo le habían conocido en la fracción del pan.
Palabra del Señor…
Interiorización de la palabra

Oremos
Gracias, Señor, por buscarme, por no dejarme solo en el camino. Me conoces y sabes que soy presa
fácil del desánimo y del abatimiento y me cuesta mucho reconocerte en mi oración. Ilumina mi mente
y mi corazón para que sepa descubrirte y experimente esa cercanía que me llena de paz y amor.

Canto: Te conocimos Señor (#301 libro)

SALMO DE ACCIÓN DE GRACIAS


(Pág 66 de un Corazón Joven)

Canto:
Den gracias al, al Señor
Porque es bueno, por qué su amor es eterno
Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia
Y su fidelidad es para siempre
Y su gran amor se esparcirá por los siglos amén

/En mi angustia yo clamé al señor


El me escuchó y me liberó
El Señor está conmigo, no temeré/
HIMNO EUCARISTICO

Gloria a ti, carne gloriosa 4-Su palabra misteriosa


gloria a ti, sangre preciosa torne el pan carne gloriosa
del príncipe universal y  y el vino sangre de amor;
del místico Cordero, lo que al ojo se le encubre
rescate del mundo entero,
la sola fe lo descubre
don de Madre virginal
y da fuerza el corazón.
2-Hijo de Madre Divina
5-Gloria al sacro pan y vino,
nos dio el don de su doctrina,
gloria y honor al divino
sus palabras y su ser;
sacramento del altar;
cuando terminó su vida,
cese ya la alianza antigua,
nos dio su carne en comida,
el plan de amor atestigua
nos dio su sangre a beber.
que Dios se nos dio en manjar.
3- Con los suyos en la Cena
6- Al divino sacramento,
comió el cordero que ordena
al angélico sustento
Antiguo Rito pascual;
rindamos adoración;
Se dio con sus propias manos
gloria al Padre de esplendores
en comida a sus hermanos
y al Espíritu de amores,
Y en bebida espiritual
por su gracia y galardón. Amén.

Letanías a Jesús sacramentado


*Bendito sea Dios
-Que escogió a María para hacerla su Santuario
*Bendito sea su Santo Nombre,
-Tres veces Santo.
*Bendito sea Jesucristo,
-Dios, por quien se vive.
*Bendito sea Jesús Eucaristía
-Pan bajado del cielo que da vida eterna.
*Bendito sea su Sacratísimo Corazón,
-Custodiado en el Inmaculado Corazón de María
*Bendita sea su Preciosísima Sangre,
-Derramada por la salvación de muchos.
*Bendita sea su gloriosa Ascensión
-Esperanza de los que dejan todo por él.
*Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
-Esposo de María.
*Bendito sea el Santísimo Hijo de María.
-Salvador de todos los hombres.
*Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre
-Primera evangelizadora de nuestro pueblo.

Canto: Eres tú (#8 hoja)


Oración Final
Amable Jesús mío, viniste al mundo para dar tu vida divina a todas las almas. Quisiste hacerte nuestro
alimento diario para conservar y fortalecer esta vida sobrenatural, frente a las debilidades y faltas de
cada día.

Te pedimos humildemente que derrames tu Espíritu Divino sobre nosotros por amor de tu Sagrado
Corazón. Vuelvan a ti las almas que llevadas del pecado han perdido la vida de la gracia. Que acudan
frecuentemente a tu sagrado Altar todos los que se hallan en gracia, para que, participando en tu
Sagrado Banquete, reciban la fortaleza que les haga victoriosos en la batalla de cada día contra el
pecado y así crezcan siempre ante tus ojos en pureza y santidad hasta alcanzar la vida eterna en tu
compañía. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos, amén.

Que el Señor nos bendiga…

ORACIÓN CONSAGRATORIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Corazón sagrado de mi amado Jesús: yo, aunque vilísima criatura, te doy y consagro mi persona, vida y
acciones, penas y padecimientos, deseando que ninguna parte de mi ser me sirva si no es para amarte,
honrarte y glorificarte. Esta es mi voluntad irrevocable: ser toda tuya y hacerlo todo por tu amor,
renunciando de todo mi corazón a cuanto pueda desagradarte.

Te tomo, pues, oh Corazón divino, por el único objeto de mi amor, protector de mi vida, prenda de mi
salvación, remedio de mi inconstancia, reparador de todas las culpas de mi vida; y asilo seguro en la
hora de mi muerte. Sé, pues, oh Corazón bondadoso, mi justificación para con Dios Padre, y aleja de mí
los rayos de su justa cólera. Oh Corazón amoroso, pongo toda mi confianza en ti, pues aunque lo temo
todo de mi flaqueza, sin embargo, todo lo espero de tu misericordia; consume en mi todo lo que te
desagrada y resiste, y haz que tu puro amor se imprima tan íntimamente en mi corazón, que jamás
llegue a olvidarte ni a estar separado de ti. Te suplico, por tu misma bondad, escribas mi nombre en tu
mismo, pues quiero tener cifrada toda mi dicha en vivir y morir como tu sierva. Amén.

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