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INTRODUCCIÓN

Augusto Roa Bastos (1917- ), escritor paraguayo, uno de los grandes


narradores latinoamericanos contemporáneos. Fue testigo de la revolución de
1928, trabajó como voluntario en el servicio de enfermería durante la etapa final
de la guerra del Chaco (1932-1935) contra Bolivia, y, sin afiliarse a partido
alguno, fue poniéndose al lado de las clases oprimidas de su país. En 1947
tuvo que abandonar Asunción, amenazado por la represión que el gobierno
desataba contra los derrotados en un intento de golpe de Estado, y se
estableció en Buenos Aires, donde sobrevivió con trabajos muy diversos y dio a
conocer buena parte de su obra. Otra dictadura lo obligó en 1976 a abandonar
Argentina para trasladarse a Francia y enseñar literatura y guaraní en la
Universidad de Toulouse le Mirail. En 1982, tras un breve viaje a su país, fue
privado de la ciudadanía paraguaya, y se le concedió la española en 1983. En
1989 obtuvo el Premio Cervantes.
Augusto Roa Bastos
(Asunción, 1917 -2005) Narrador y poeta paraguayo, sin duda el escritor de su
país más importante del siglo XX y uno de los grandes novelistas de la
literatura hispanoamericana. Pasó su niñez en el pueblo de Iturbe, lugar que le
sirvió de inspiración para muchas de sus creaciones. En 1932 se escapó de su
casa para alistarse en el ejército durante la guerra del Chaco. Esos años,
durante los que permaneció en la retaguardia, fueron cruciales al
proporcionarle anécdotas y vivencias que alimentarían su literatura.

En 1936 trabajó en Asunción como periodista para El País, del que fue luego
director. Por entonces, con J. Pla, H. Campos Cervera y otros pocos, inició la
que sería la renovación poética paraguaya de la década de 1940. En 1944 viajó
a Gran Bretaña, con una invitación del Consejo Británico, y trabajó allí como
corresponsal para su periódico y también en la BBC de Londres, donde fue el
primer locutor paraguayo.

Poco después de regresar al país, fue forzado al exilio tras la Revolución de


1947, cuando se ordenó su arresto, hecho que lo obligaría a vivir en el exterior
por más de cuarenta años, de los cuales los primeros treinta transcurrieron en
Buenos Aires.

Durante este largo período trabajó entre otras cosas como guionista
cinematográfico, una profesión que calificaría como "de supervivencia" pero
que sin embargo influyó en su "estilo descriptivo", tras haber estructurado los
argumentos de una docena de películas. En 1953 publicó su colección de
cuentos El trueno entre las hojas, libro al que le siguió, en 1960, la novela Hijo
de hombre, por la que recibió el unánime reconocimiento de la crítica. De modo
fragmentario, esta obra abarca cien años de historia paraguaya, y en ella hay
que destacar el rigor técnico con que el autor traza su complejo relato y la
fuerza expresiva de una prosa mestiza (mezcla de español y guaraní) que
transcribe el habla regional.
Más tarde dio a conocer El baldío (1966), Madera quemada (1967)
y Moriencia(1969). Pero su fama internacional no llegaría hasta 1974, cuando
publicó Yo el Supremo, novela histórica que protagoniza el dictador Gaspar
Rodríguez de Francia, obra que lo estableció definitivamente en la vanguardia
de los escritores del continente y por la que pasó a formar parte del
llamado boom latinoamericano.

Figura siniestra y a la vez fascinante, con visos de déspota ilustrado, Gaspar


Rodríguez de Francia encerró materialmente a su país dentro de un círculo de
autoritarismo y de aislamiento. En la novela, el narrador queda sustituido por un
compilador que proporciona materiales al lector para que sea éste quien la
monte o construya. Como obra del lenguaje, profundiza en las raíces del
español paraguayo, en busca de lo que se ha calificado de "oralidad escrita", lo
cual potencia la creación de neologismos, deformaciones y continuos juegos
tanto léxicos como sintácticos.

En 1976 se integró al plantel de profesores de la Universidad de Toulouse, en


Francia, donde enseñó literatura y guaraní hasta 1984. En 1982, durante una
visita que realizó a su país, fue expulsado del Paraguay y se le confiscó el
pasaporte, acusado por el régimen de Stroessner de adoctrinar a la gente joven
con la ideología marxista. Como única prueba se presentaron documentos que
demostraban que había estado en Cuba.

De 1985 en adelante fue un opositor activo al gobierno de Stroessner y actuó


como embajador no oficial del Acuerdo Nacional en Europa. En febrero de
1986 publicó una Carta Abierta al pueblo paraguayo, que circuló ampliamente
dentro del país y en la que se exigía una transición a la vida democrática. Poco
después de la caída de Stroessner regresó al Paraguay. En noviembre de 1989
recibió el Premio Cervantes.

Obras
El estreno de su pieza teatral La carcajada, en 1930, señala el comienzo de su
carrera literaria. Sólo o en colaboración, escribiría después otras piezas,
como La residenta y El niño del rocío, fechadas en 1942, o Mientras llegue el
día, estrenada en 1946, a la vez que trabajaba como administrativo de banca o
como periodista para El País, diario de Asunción que le facilitaría los primeros
viajes a Europa. En 1937 tenía escrita la novela Fulgencio Miranda, nunca
publicada, y en 1942 apareció El ruiseñor de la aurora y otros poemas. En 1944
Roa Bastos formó parte del grupo Vy'a Raity (El nido de la alegría), decisivo
para la renovación de la poesía y la plástica en Paraguay. Con esos
antecedentes llegó a Buenos Aires, donde dio a conocer un nuevo poemario en
1960, El naranjal ardiente (Nocturno paraguayo), pero sobre todo consolidó su
condición de narrador con los relatos El trueno entre las hojas (1953) y El
baldío (1966), que se acercaron a los problemas sociales y políticos de su país,
y con sus novelas Hijo de hombre (1960) y Yo el Supremo (1974), que le
permitieron el análisis de episodios decisivos de la historia paraguaya, desde la
dictadura inicial de José Gaspar Rodríguez de Francia (1814-1840), de quien
se ocupó en la segunda, hasta la guerra del Chaco y los tiempos más
recientes. Diversas colecciones de relatos conocidos y nuevos completan la
producción de Roa Bastos: Los pies sobre el agua(1967), Madera
quemada (1967), Moriencia (1969), Cuerpo presente y otros
cuentos (1971), Antología personal (1980), Contar un cuento y otros
relatos (1984). También ha dado a conocer una nueva pieza teatral, Yo el
Supremo (1985), que aprovecha un episodio de la novela del mismo título. En
1992, con ocasión del Quinto Centenario del Descubrimiento de América, dio a
conocer Vigilia del Almirante, novela sobre Cristóbal Colón, iniciando un nuevo
periodo de gran creatividad que ya ha dado las novelas El
fiscal (1993), Contravida (1994) y Madama Sui(1996). Con ellas Roa Bastos ha
insistido en la recreación de momentos y personajes de la historia de su país,
enriquecidos a veces con ingredientes autobiográficos y —como ya había
hecho en obras anteriores— referencias complejas a la condición del propio
discurso narrativo. Desde los artículos reunidos en La Inglaterra que yo
vi (1946), fruto de su primer viaje a Europa, son numerosos los ensayos que ha
publicado. También ha escrito varios guiones cinematográficos.
ANEXO
CONCLUSIÓN

AUGUSTO ROA BASTOS Es el escritor paraguayo que ha conquistado la


mayor fama nacional e internacional y cuya obra ha ido creciendo
constantemente a partir de los años 40, que son los de su iniciación. Gran
trabajador intelectual, el suyo es el caso del escritor en incansable lucha, en su
afán de perfección artística, en su alerta tensión en la creación de nuevas
formas de expresión, de nuevos temas en varios géneros. 
BIBLIOGRAFIA

 http://www.portalguarani.com/537_augusto_roa_bastos.html
 es.scribd.com/document
 www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/munic
h_augusto_roa_bastos.htm

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