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La Bolivia posible
Gonzalo Lema
Mayo,1 2020
“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
Mayo, 2020.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
La Bolivia posible
En las democracias inestables se vive cierta ansiedad por encontrar héroes que conduzcan la nación. La ciudadanía
desconfía y sospecha de sus prójimos, los encuentra semejantes a ella misma. Piensa, en intimidad, que gobernar es cosa
de dioses, no de hombrecitos. De semidioses, no vecinos. Como no los encuentra, sufraga sin convicción plena. Por éste,
por aquella, repitiendo con desánimo que se trata del mal menor. Descree de la entereza humana porque se conoce a sí
misma. Sabe que su obra es imperfecta, que debe corregirla sin cesar. Pero a veces voltea para mirar hacia atrás y, con
indisimulable orgullo, observa el camino recorrido. Ya no estamos donde la historia empezó. En palabras del poeta, se ha
hecho camino al andar.
Apenas faltan unos años para el bicentenario de Bolivia. Los libros nos dicen cómo se vivieron los tres siglos de
Colonia, cómo se fundó esta patria y cuáles fueron las luces y sombras de la república. No sólo eso: nos dicen a quiénes
de nosotros no tomamos en cuenta en principio, qué parte del territorio estuvo abandonado, lo difícil que es construir un
Estado que proteja y sirva a todos. Nos dicen de nuestras contradicciones y también de las certezas. Los libros y el arte,
porque muchas veces sucede que el bolero de caballería o el portal de San Lorenzo, la iglesia potosina, son capaces de
expresar mejor nuestros sentimientos y esperanzas que las palabras. O la gastronomía, porque la deshidratación de la
papa nos llena de alegría, más aún cuando recordamos que tunta y chuño son tecnología aimara/quechua. No es poco:
se sabe que el imperio no ha generado gastronomía, que no ha conservado la cultura indígena y que se sienten, como
ciudadanos, nacidos del gajo el día de ayer.
No es nuestro caso. Los estudiosos indican que somos un país vital de matriz indígena, de raíz española/árabe/judía,
que aún espera esenciales ideas políticas capaces de conducirnos, simplemente, al bienestar común. Sontag diría: la
continuación de la poesía por otros medios. No hace falta ocultar nuestros traumas. ¿Acaso se debe ocultar la propia
vida? Tanto la Colonia, como la república, han golpeado a los pueblos indígenas. Importa saber el origen de la resistencia
permanente de nuestros pueblos, y son los nombrados más la sociabilidad cotidiana. Importa para enfrentar la causa, para
superarla. No es posible remar en barro. Importa para tomar decisiones en conjunto y alejarnos del provincianismo. Del
lamento. No es necesario ser infeliz por siempre aunque se pueda estar completamente esclarecido en la historia nacional.
Gertrude Stein nos ha dicho de manera maravillosa: “¿De qué sirven las raíces si no las puedes llevar contigo?”
Es necesario reinstalar un horizonte de vida todo lo más intercultural posible. Fernando Calderón y Carlos Toranzo Roca
razonan en términos similares. El substrato indígena y la cultura europea americanizada son los materiales fundamentales
que tenemos para vivir la vida. Debemos lograr un pluralismo político y cultural institucionalizado, hacerlo camino para la
resolución de conflictos. La Bolivia posible es un todo abigarrado, nunca la visión de tan sólo una facción.
No hay héroes en democracia, sino ciudadanos. Prójimos similares a nosotros mismos. Con ellos se debe concretar
los sueños de la patria. Todo lo que esta actualidad tiene de ella, comenzó con esta gente. Otras miopías determinaban
su horizonte, otros prejuicios y otras miserias. Pero, al mismo tiempo, también hubo grandeza. Generosidad. Altruismo.
De ese molino de dientes feroces surgió la economía minera, el congreso indigenal, la fáctica asamblea constituyente en
trincheras del Chaco, la revolución del 52, y con los hijos de esa gente se movieron las masas en noviembre y se reinstaló
la democracia en 1982, y con sus nietos en las calles se combatió el estúpido prorroguismo el 2019. El derrotero está
visualizado por numerosos hitos, a cuál más removedor de conciencias.
El pasado se mueve y remueve, no está quieto. Nuestro país se mece en aguas turbias. La gente razona y debate con
intensidad el presente y el probable porvenir. Es necesario que se incorpore el pasado con su cable a tierra. Ya sabemos
que casi nada comenzó con nosotros mismos. Nuestras ideas y sentimientos se pierden en los siglos. Cuesta creerlo,
pero el joven de la Colonia Altoperuana y el joven de la república y el joven de hoy aún comparten mucho en común. La
Bolivia posible comenzó por entonces y debe terminar de hacerse entendiéndose a sí misma. Comprendiéndose. Al mismo
tiempo, haciéndose, una y otra vez, de nuevo.
Mayo, 2020.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
Fernando Calderón:
“Si Potosí no hubiera existido, el mundo sería
diferente”
F 1.
ernando Calderón, en 2018, fue titular de la Cátedra Simón Bolívar de Gonzalo Lema (GL): ¿Por dónde debemos empezar a con-
Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge. Asimismo, versar? Cuando se habla de América Latina, o cuando ha-
es profesor y director del Programa sobre Innovación, Desarrollo y blamos de Bolivia, es posible empezar por cualquier tema, pe-
Multiculturalismo en la Universidad Nacional de San Martín, Buenos Aires. Ha ro este tema deriva en otro, y en otro, y todo parece enredo, no
sido profesor de las universidades de Chile y Católica en Valparaíso; San Andrés en hay armonía. Nuestras sociedades no han podido organizarse
La Paz y San Simón en Cochabamba; de la Facultad Latinoamericana de Ciencias bien. La consecuencia visible son nuestros Estados: débiles, au-
Sociales; de las universidades de Chicago, Texas-Austin, Cornell y California- toritarios, corruptos e ineptos. Esta realidad empobrece la vi-
Berkeley. Conferencista y profesor invitado en varias universidades de América da... ¿Cuáles son los impedimentos con los que siempre hemos
Latina y diversas partes del mundo. tropezado?
También ha sido secretario ejecutivo de Clacso, y ha trabajado por 20 años en
NNUU como asesor en Políticas Sociales de la Cepal y asesor especial regional Fernando Calderón (FC): Con las formas que adquirió el poder.
en Desarrollo Humano y Gobernabilidad del PNUD para América Latina. Ha Ellas se reproducen en sociedades porosas, chenkosas, abigar-
coordinado y asesorado más de 10 informes de desarrollo humano a nivel radas, es decir, con culturas, en el más sentido amplio del térmi-
nacional, regional y mundial y ha dirigido el Proyecto de Análisis Político y no, entremezcladas, que muy difícilmente las puede gestionar la
Prospectiva para América latina (Papep), en el que coordinó los estudios sobre política, la economía o las instituciones. El atavismo está ligado a
los cambios políticos en Latinoamérica. Recientemente fue profesor de la Flacso la multiplicidad de las jerarquías culturales que coexisten desde
Argentina y de la Universidad de Córdoba, de la Universitat Oberta de Catalunya y siempre: con la naturaleza que es nuestro sello primigenio (Am-
de la Universidad Alberto Hurtado en Santiago de Chile. azonía, cordillera andina, costas diversas con dos océanos, Pata-
Ha sido investigador invitado en el Instituto de Estudios Globales de la Maison de gonia), con poderes intrínsecamente multiculturales desde sus
Sciences de l’Homme, París, y en la Escuela de Comunicación de la Universidad orígenes que se han hecho más diversos y complejos con la diver-
del Sur de California. Ha publicado 24 libros sobre movimientos sociales, política, sidad española, africana, asiática, etc., etc. En síntesis: con rela-
cultura y desarrollo, y realizado 35 compilaciones sobre los mismos temas. ciones de poder barrocas que se redefinen, cambian y perman-
ecen al mismo tiempo. Entender esto es difícil, pues además un
“El muchacho saldrá del país, pero el país no saldrá nunca del muchacho”. pensamiento religioso faccioso y predominante lo dificulta.
Jorge Zabala
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
versidad es de acceso democrático, pero apenas titularizadora. en general las relaciones de género como las propuestas del mov-
Faltaría decir algo de la vivienda... pero en general así estamos, imiento LGBTQ. Pero también de los ecologistas, donde las cul-
¿verdad? Se han dado grandes pasos (no contundentes) en estos turas originarias y de afro descendientes de América tienen mu-
temas esenciales... cho que aportar y de manera transversal. El movimiento por una
FC: La historia no es lineal ni ascendente. Está llena de idas y ve- ética política en la vida impulsada en “redes de indignación y es-
nidas. Y en política no hay nada irreversible. En política lo único peranza” de jóvenes en gran parte del mundo, como la denominó
absoluto es lo relativo. Con la caída del 52 en medio de una brutal Castells, es otra fuerza de cambio. Es necesario reinstalar un nue-
descomposición del MNR vino un periodo largo de restauración vo horizonte de vida lo más intercultural posible. Pasar de lo mul-
(a medias). En la época de Allende se decía que la reforma agrar- ticultural a lo intercultural. Aquí fortalecer la alteridad es un tema
ia era irreversible y con Pinochet volvió un poder agrario renova- crucial, porque también aumentan nuevas y viejas fuerzas ultrar-
do. Aunque también es verdad que hay logros que se instalan en racistas y conservadoras. ¿Es posible una utopía de lo posible? Por
la vida de manera sustantiva como los valores de autonomía, al- otro lado, las éticas religiosas son diferentes y sus usos y resulta-
teridad, igualdad, dignidad, etc. Creo que es fundamental valorar dos también. Personalmente, creo que lo que hay que valorar es
nuestras propias capacidades y potencialidades centradas en las la ética de la creatividad, la innovación de los valores centrados en
personas y no en los recursos naturales. Hace años Ul Haq, jun- la dignidad y la alteridad de las personas y sus comunidades. En
to con Sen, fundador del paradigma de desarrollo humano, vino a suma, igualdad entre diferentes. Una democracia, hoy también
Bolivia y me pidió que lo lleve a conocer El Alto y pasamos un par en crisis en todas partes, pero sueño que esta vez descanse en una
de días conversando con la gente en talleres, cooperativas, mer- genuina comunidad de ciudadanos. No es fácil, pero hay fuerzas
cados, etc. En esos días el presidente lo invitó a almorzar y le pre- que ya caminan.
guntó lo mismo que tú sobre pasos esenciales. Ul Haq respondió
que el gas o las minas o los granos eran sólo medios, que lo fun-
damental eran las personas y sus capacidades y que él había en-
contrado en El Alto lo mismo que halló en Corea del Sur en los 50
8. GL: ¿Cómo es el joven latinoamericano actual? Él viene de
la mano firme del internet. Diríamos, en tus palabras, de
la cultura de la “tecnosociabilidad” centrada en una autonomía
cuando colaboró con la estrategia de desarrollo de ese país. Hab- individual, núcleo de una cultura emergente. Qué lejos está del
ilidades y potencialidades únicas, con potencialidades informa- joven de la Colonia y del joven de la República, da escalofrío. La
cionales, y que lo mejor que Bolivia podía hacer era invertir en el tecnología actúa como garrocha, brinca limitaciones y lo deposi-
desarrollo de esas habilidades y en la vocación de trabajo de esas ta... ¿en el mundo moderno? ¿Qué contradicciones acompañan
personas. su desplazamiento?
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
reclamos por la contaminación del fraking en sus territorios. Los stituciones con pluralismo y alteridad, por otro. O somos pro-
jóvenes revalorizan la familia y hacen un pacto familiar con sus ductivistas, extractivistas y creemos en el goteo o somos distri-
padres y no reniegan de su pasado. Una parte significativa busca bucionistas, justicieros y, al final, las dos orientaciones fracasa-
más igualdad, otra es profundamente individualista y consumis- ron. Creo, por otro lado, que el Estado de lo público, con mucha
ta. Son más prácticos y piensan sobre todo en el corto plazo. En- fuerza en lo local, es un factor fundamental. No olvidemos que
frentan el tiempo atemporal del instante eterno y la redefinición hay una relación integrada entre sociedad, economía y Estado.
del espacio, buscan nuevas formas de seguridad humana forta- Y eso sólo lo pueden lograr los propios actores con altas capaci-
leciendo la convivencia pública, tienen una nueva cultura para dades de transformar metas en realidades. En un estudio del
gestionar los conflictos en la red. Y, sobre todo, manejan los códi- Mercosur descubrimos que las mujeres jóvenes tenían, en to-
gos de la información. Ya no basta leer y escribir. Son culturas es- dos los estratos, mayor capacidad de agencia que los hombres. Y
pontáneas, virales, policéntricas, rizomáticas, etc., etc. En fin, son claro, todo esto supone además que se cumpla la ley…
la nueva generación.
FC: Claro. Habría que pensar en un complejo proceso de legal- FC: Es cierto: el Estado en Latinoamérica ha fracasado, pero
ización, pero en lo real lo encuentro muy pero muy difícil, pues como decimos en el libro se ha alejado de la nación para inte-
la economía criminal sobre todo descansa en el poder del merca- grarse a la globalización, si no corría riesgo de perecer. Como ya
do comercial y financiero global y en una lógica del consumo que afirmé, la cuestión es la construcción del Estado de lo público
compensa frustraciones y aspiraciones y la ausencia de sentido de en función de la sociedad y como regulador del mercado. Pero
la vida de mucha gente. Como tú sabes, se lavan por cocaína entre es fundamental decir que por ahora no hay respuestas en nin-
300 a 500 billones de dólares por año en Europa. Es impensable guna parte que además sean adecuadas para nosotros, de ahí la
el capitalismo global, particularmente financiero, sin esa forma imperiosa necesidad de promover la cultura de la creatividad.
de acumulación. Junto con el tráfico de armas y personas son las No habrá desarrollo ni democracia si no sabemos navegar con-
economías más rentables. El cambio no puede ser sólo nacional, tra el viento, si no se promueve las habilidades y autonomía de
sino de la política y la ética global, y no de la miserable rentabili- los jóvenes y su capacidad de acción informacional, ecológica
dad de los ultramercantilistas. Es una cuestión de poder de pocos en función de la dignidad de las personas. Además, creo funda-
y no de racionalidad humana. Ojalá se pueda hacer cambios in- mental revitalizar una mentalidad latinoamericanista ecológi-
stitucionales en esos marcos, pero creo que son muy difíciles de ca, informacional, científico-tecnológica y práctica para poder
lograr. Nuevamente esto tiene que ver con la cultura de las elites, tener una palabra más fuerte en el mundo global, y eso nos toca
esta vez globales. El libro “Cero Cero” del periodista Roberto Sa- hacerlo sólo a nosotros. Nadie te regala poder.
biano o el de “Mc Mafia” de Glenny son buenas referencias. Tú
conoces como escritor esos relatos. La literatura policial fue y es
una contribución fundamental para entender el narcotráfico
global, ha contribuido para entender esa realidad tanto como los
12. GL: Por último, querido Fernando, quisiera saber qué
opinas de lo dicho por Santiago Blanco, expolicía, pero
investigador de raza en palabras de César Luis Menotti: “Es enor-
informes de NNUU. me el poder de destrucción que impera en el mundo”.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
Eduardo Trigo
O’Connor d’Arlach:
“La guerra de la Independencia
en lo que hoy es Bolivia, comenzó en Tarija”
A
bogado, diplomático, historiador y
periodista. Realizó estudios en las
universidades Juan Misael Saracho de
1. Gonzalo Lema (GL): Aprovecho la amistad que nos
tenemos, querido Lalo, para dialogar sin reparos.
Inclusive para quejarme de tanto descuido que aún go-
Tarija y San Andrés de La Paz, posteriormente
bierna nuestra instrucción escolar. ¿Qué sabemos los bo-
se especializó en la University College
livianos de la participación de Tarija en la guerra de In-
de Londres y en la Academia de Derecho
dependencia? Más aún: ¿acaso no va quedando en el ol-
Internacional de La Haya.
vido que Tarija perteneció a la Intendencia de Salta, hoy
Ha desempeñado cargos en la Cancillería.
Argentina, y que luego, por voluntad propia, se anexó a
Fue vicecanciller y representó al país en Gran
Bolivia?
Bretaña y Argentina, donde fue embajador.
También se ha dedicado a la docencia y es
Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach (ET): Es preocu-
autor de los libros “Conversaciones con Víctor
pante ver el poco espacio que dedican los historiadores
Paz Estenssoro”, “Tarija en la Independencia
nacionales, excepto los tarijeños, a la participación de
del Virreinato del Río de la Plata” y “Crónicas
Tarija en la Guerra de la Independencia, su incorporación
de Tarija”. Tiene decenas de publicaciones,
a la República de Bolivia por voluntad propia de sus hab-
principalmente sobre Historia, en diarios de
itantes y al aporte que ha dado a la economía nacional a
Bolivia y Argentina.
través de su riqueza sobre todo petrolífera. Tarija se anexó
Es miembro de las Academias Boliviana
a Bolivia y constituyó el departamento más grande del
y Argentina de la Historia, de la Sociedad
país, ahora ha quedado reducido geográficamente a ser el
Boliviana de la Historia y miembro
más pequeño, debido a cesiones que se han hecho a países
correspondiente de la Real Academia de la
vecinos y a otros departamentos.
Historia de España. Ha sido condecorado por
Se debe indicar que el movimiento emancipador en
varios países de América y Europa.
Tarija nació el 18 de agosto de 1810, cuando el Cabildo el-
Está casado con Silvia Moscoso, tiene tres
igió un diputado para el Congreso de Buenos Aires a pet-
hijos y seis nietos.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
ición del Gobierno que presidía Cornelio Saavedra. El di- co Burdett O’Connor, que publicó bajo el título de “Re-
putado electo fue José Julián Pérez de Echalar, un joven cuerdos”. En archivos de Buenos Aires hay mucha doc-
abogado tarijeño que tuvo una destacadísima actuación umentación porque como Tarija pasó a depender de Sal-
en el Gobierno del Rio de la Plata. Él se incorporó a la Jun- ta, gran parte de las actividades fueron registradas por las
ta Grande que se formó en Buenos Aires y tuvo activa par- autoridades rioplatenses. También hay documentos en
ticipación diplomática y política. Fue designado negoci- Sucre, sobre todo desde el final de la Guerra de la Inde-
ador frente al virrey Elío para el tratado de pacificación pendencia y el inicio de la vida republicana.
que fue firmado en Montevideo por el diputado tarijeño,
lo cual hizo crecer enormemente su prestigio.
Posteriormente fue elegido miembro del Triunvirato
que gobernó la actual República Argentina, juntamente
4. GL: Yo creo, querido Lalo, que tienes que ayudar-
nos a imaginar el cabildo mediante el cual los tari-
jeños decidieron pertenecer a Bolivia. ¿Cuáles fueron las
con Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte. Fi- circunstancias? ¿Qué ideas e intereses primaron? ¿Cómo
nalmente concluyó su carrera política como diputado por se recibió esta noticia en Chuquisaca?
Buenos Aires.
ET: Cuando se creó la nueva Ley de Intendencias, Tari-
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
al fortín Vanguardia por tropas paraguayas (1928). Bue- ET: Esto me obliga a evocar cierto recuerdo personal.
no, Tarija se convulsionó a la llegada de un héroe cumpli- Yo trabajaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores,
do el objetivo. ¿Cómo vivió Tarija a partir de ese momen- donde comencé las actividades diplomáticas muy joven.
to? La guerra acechaba y luego se desató. ¿Qué ciudad En el tercer periodo del Dr. Paz, yo estaba en la Dirección
acogía a nuestros soldados? Necesitamos de tu pequeña de Protocolo, eso me permitió cierta cercanía a él y apre-
crónica para imaginar todo... ciar sus condiciones de gobernante, se lo conceptúa ac-
tualmente como el estadista del siglo XX. Yo creo que era
ET: Hubo el gran aporte de hombres y mujeres que or- un hombre excepcional.
ganizaron instituciones para apoyar a los soldados, so- Cuando asumió la cuarta Presidencia, me invitó a ser
bre todo la Cruz Roja Departamental que velaba por los embajador de Bolivia en Argentina. Debo aclarar que yo
heridos, enfermos y prisioneros de guerra. Hubo una vida nunca estuve inscrito en el MNR, me ligaba al Dr. Paz mi
sacrificada en Tarija, era una ciudad muy pequeña que sentido de admiración por su labor de estadista y por sus
tuvo que recibir casi a la totalidad del Ejército boliviano. condiciones humanas.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
Como recuerdas muy bien, Gonzalo, cuando él dejó la dictara la primera Ley de Regalías Departamentales, esa
política y se radicó en Tarija, yo lo visitaba con mucha fre- brigada estaba integrada por Octavio O’Connor d’Arlach,
cuencia en su casa, era un hombre extraordinariamente Julio Pantoja Estenssoro, Óscar Trigo Pizarro, Delfín
grato para conversar. Recordaba desde su niñez, las cos- Pino y Arcil Oliva Dalence. Fue una campaña parlamen-
tumbres tarijeñas, las familias. Entonces yo empecé a es- taria muy interesante porque Tarija era el único distrito
cribir una nota de prensa sobre su niñez y luego le pro- productor de petróleo, entonces el apoyo que recibía era
puse que hiciéramos algo más ordenado sobre su vida, él muy escaso.
acepto y yo me sentí muy honrado, porque él nunca quiso En 1936 fue creado Yacimientos Petrolíferos Fiscales
escribir sus memorias ni hablar sobre sí mismo. Las con- Bolivianos para hacerse cargo de la producción hidro-
versaciones fueron transcritas en la prensa por un tiempo carburífera y despareció el concepto de regalías. Fue en
limitado y luego se comprimieron en un libro que se llama 1938 cuando hubo una campaña parlamentaria, a cargo
“Conversaciones con Víctor Paz Estenssoro”, que abarca de Víctor Paz Estensoro, gracias a la que se logró la ley de
desde su niñez hasta el ocaso de su vida. regalías del 11%, pero para hacerse efectivo el pago hubo
Al principio Víctor Paz Estenssoro tuvo resistencia muchos movimientos cívicos en Tarija y Santa Cruz.
en Tarija porque entre las medidas que adoptó estaba la En Santa Cruz fue la base del desarrollo departamental,
Reforma Agraria, que se aplicó igual que en el altiplano, en Tarija influyó, pero en escasa medida. En los años re-
donde las comunidades campesinas fueron desposeí- cientes, Tarija fue uno de los centros productores de gas
das de sus tierras y éstas vendidas a políticos liberales, más importantes de América del Sur, pero desgraciada-
además había el pongueaje que era una verdadera es- mente los ingresos departamentales no se sintieron. En
clavitud. En Tarija no había pongueaje y los campesinos los últimos años, una mala administración de los recur-
tenían buena relación con los propietarios de la tierra, sos públicos hizo que el desarrollo de este departamento
quienes se sintieron afectados por la reforma agraria. fuera mínimo, casi insignificante, cuando se contaba con
Después, Tarija fue un lugar privilegiado para el MNR. una extraordinaria riqueza.
El Dr. Paz nació aquí, el departamento participó de la fun-
dación del partido y fue uno de los distritos más antigu-
os de esta organización política, entonces tenía una gran
fuerza, era la fuerza mayoritaria durante ese tiempo.
10 .GL: Un departamento tan poco poblado como es
Tarija tiene, sin embargo, numerosos destacados
en todas las áreas. Desde la Independencia, como nos
Muchos adversos a él dicen que hizo muy poco por Tari- cuentas, hasta los días actuales. Sé que estás trabajando
ja, yo creo que la obra más grande que hizo por la región un libro recordando a toda esa gente valiosa. ¿Podrías
fue concretar la instalación del Ingenio Azucarero Ber- nombrar a algunos? ¿Cómo se desarrolla tu proyecto?
mejo, ningún gobierno lo había pensado y esta industria
ha transformado la economía departamental. ET: El proyecto todavía no ha caminado mucho. Hay
antecedentes, como el libro de Tomás O’Connor d’Arlach,
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
Antonio Mitre:
“La minería es parte constitutiva de nuestro
ser histórico, pero no es todo
lo que somos como país”
A
ntonio Mitre nació en Oruro, Bolivia,
cursó estudios en la Normal Nacional de
Cochabamba y obtuvo el doctorado en el 1. Gonzalo Lema (GL): Parece preocupación reciente para
los bolivianos el siglo XIX. Por supuesto que en este siglo
se fundó la patria, que sucesivamente numerosos presiden-
Departamento de Historia de la Universidad de
tes, caudillos y audaces la gobernaron, y que perdió su con-
Columbia, en Nueva York. De 1978 a 2013, fue
dición marítima. ¿Por qué la historia que aprendimos en la
profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la
escuela y el colegio se concentró tanto en la narración de esos
Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil. Es autor
procesos políticos y tan poco en la dimensión económica? ¿Y
de obras sobre minería y economía boliviana como:
cuáles fueron las consecuencias de esa falta de equilibrio?
Los patriarcas de la plata (Lima,1981); El monedero
de los Andes (La Paz, 1986; México, 2004); Bajo un
Antonio Mitre (AM): Para responder a tu pregunta que
cielo de estaño (La Paz, 1993) y El enigma de los
alude al relativo olvido en que, durante mucho tiempo, cayó
hornos (La Paz, 1993); y, sobre política boliviana:
la historia económica del siglo XIX, creo que sería conven-
Nosotros que nos queremos tanto (Santa Cruz de
iente retomar la clásica distinción entre los términos “histo-
la Sierra, 2008; Santiago de Chile, 2010). Varios de
ria”, entendida como todo lo vivido por los hombres, vale de-
sus ensayos sobre pensamiento social y político
cir, el río insondable del cual hablaba Heráclito y la “historio-
latinoamericano fueron reunidos en el título El
grafía” como la labor que encauza una parte de esas aguas, la
dilema del centauro (Santiago de Chile: 2002).
represa y allí pesca ciertos hechos, los analiza, interpreta y ar-
Recientemente publicó un libro sobre el cine en
ticula en una narrativa que se construye siempre desde un pre-
Bolivia: La pantalla indiscreta (Plural, 2019), además
sente, permeado de ideas e ideologías, prejuicios e intenciones
de varios relatos breves y crónicas literarias como: El
de las cuales no está libre el historiador. Sobre esa base, puede
profesor de historia (La Razón, La Paz, 26 de octubre
afirmarse, con seguridad, que los historiadores del siglo XIX y
de 2014); Kafka o la incertidumbre de ser en la llajta
hasta muy entrado el siglo XX estuvieron más interesados en
y Las cuatro estaciones del cine (INTI. Revista de
“pescar” –recordar– acontecimientos políticos sin preocu-
Literatura Hispánica, Providence, 2015 y 2020).
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
parse por elucidar el asidero material en que se sustentaban, latinoamericano, el cambio de orientación se produjo en los
aunque siempre hubo excepciones importantes. Esa propen- años 50 y 60 bajo el influjo del marxismo, de la escuela franc-
sión deriva, en gran parte, de los fundamentos teóricos o ide- esa de los Annales, de la New Economic History y de las teor-
ológicos en que se apoya ese tipo de historiografía, inspirada en ías del desarrollo y de la dependencia. Sin embargo, la crisis
su mayor parte en la “escuela científica”, fundada por Mom- de los llamados paradigmas clásicos, que se instaló alrededor
sen, Niebuhr y von Ranke, y como, en muchos casos, nace de de los años 80, transformó el panorama en menoscabo de las
las exigencias del proceso de formación de los Estados-na- concepciones sistémicas y totalizadoras. Respecto a la histori-
ción, se dedica a la penosa tarea de crear ídolos que serán lue- ografía boliviana, no sabría decir si la enorme fragmentación y
go descabezados. Ella confiere supremacía a los hechos singu- especialización de la producción actual representa una barre-
lares, carece de pretensiones nomológicas, es decir, no busca ra insuperable a las pretensiones de elaborar síntesis o inter-
regularidades, sino que, al contrario, relieva lo individual an- pretaciones “holísticas”, al estilo de las que plasman en obras
tes que lo social, se concentra en los sucesos políticos y suele clásicas como las de Alcides Arguedas, Sergio Almaraz o René
establecer sus marcos cronológicos a partir de la vigencia de Zavaleta Mercado. En todo caso, subsiste el desafío de incor-
reinados o mandatos presidenciales. Predomina en ella el porar ese rico bagaje no sólo en el debate sobre los rumbos del
afán de descubrir y describir hechos en menoscabo de la ex- quehacer historiográfico, sino también en la elaboración de los
plicación de sus causas, albergando la esperanza de que, una textos escolares.
vez desenterradas “todas” las piezas, el rompecabezas se ar-
mará solito. Bajo esa óptica, la historia del siglo XIX fue con-
tada en Bolivia, al igual que en otras partes, como una sucesión
de acontecimientos, unas veces heroicos, otras veces sórdidos,
2. GL: Retomando el tema de la economía minera, ¿qué
papel tuvieron en el auge argentífero del siglo XIX el ca-
pital extranjero y la introducción de nuevas tecnologías? ¿Y
pero casi siempre rocambolescos, hilvanados bajo la trama de cuál fue el impacto de ese proceso sobre el espacio articula-
revoluciones, asonadas palaciegas y guerras civiles, desata- do en torno a Potosí? ¿Es posible, estimado Antonio, que tú
das por caudillos militares y civiles, más o menos moderniza- nos narres lo que sucedió y en qué condiciones llegamos al
dores, en tanto el estudio de la dinámica social y económica era siglo XX?
relegado a un segundo plano. Sucede así, por ejemplo, con la
minería boliviana –columna vertebral del sistema económico AM: Las cuestiones que propones son complejas. Trataré
decimonónico– que brilla por su ausencia o aparece en la pe- de identificar algunas coordenadas importantes que permitan
numbra en la historiografía de la época, lo cual no deja de sor- esbozar, si no respuestas, al menos un camino para alcanzarlas.
prender habida cuenta de que durante la segunda mitad del En primer lugar, cabe apuntar que la recuperación de la min-
siglo XIX la producción argentífera de Bolivia llegó a ocupar ería boliviana en el siglo XIX fue financiada inicialmente con
el segundo lugar en el mercado mundial y fue responsable del capitales nacionales y que la primera fase de la modernización
70% de las exportaciones del país. Aún más, hechos cruciales de la industria, sobre todo en el sector metalúrgico, contó con
de la historia nacional, como la Guerra del Pacífico, tuvieron el concurso de ingenieros y técnicos extranjeros contratados
que ver, no sólo con la trama del guano y del salitre, sino tam- por la nueva élite minera del país. Sin embargo, esos recursos
bién con la explotación argentífera en Atacama, donde sobre- no fueron suficientes para enfrentar los desafíos derivados del
sale el auge fugaz, pero decisivo de Caracoles, cuyos yacimien- empobrecimiento de los minerales y de un mercado crecien-
tos fueron explotados mayormente por chilenos en una espi- temente competitivo. Era necesario inyectar nuevos capitales
ral de agio y especulación bursátil que tuvo como escenario las para profundizar la modernización del sector. Fue, entonces,
bolsas de Santiago y Valparaíso. De hecho, el avance económ- que algunos mineros, que ya mantenían vínculos comerciales
ico que precedió a la conquista militar del territorio donde se y sociales con empresarios chilenos, salieron en campaña para
hallaba ese y otros yacimientos representó el inicio de un ciclo captar recursos del espacio regional organizado por las bolsas
de expansión de los intereses del Mapocho que continuó muy de Santiago y Valparaíso. Los capitales, reunidos a través de
luego en Corocoro, luego en Huanchaca hasta alcanzar, en las la venta de acciones o de préstamos, fueron aplicados funda-
primeras décadas del siglo XX, el corazón mismo de la minería mentalmente en la infraestructura de transporte y en la ex-
estañífera –malgré la academia de la lengua que no reconoce pansión de la capacidad extractiva de algunas empresas como,
el adjetivo y exige que se diga estannífero. La ausencia de esa por ejemplo, la Compañía Huanchaca –la más importante en
plataforma económica, indisociable de la esfera política, dejó aquella época. Esa corriente de inversiones (chilenas, franc-
sin asidero la comprensión de la dinámica social del periodo. esas y británicas, sobre todo) fue precedida por una larga lu-
Afortunadamente, la historiografía tradicional, dominante cha política cuyo corolario fue la abolición del monopolio fis-
hasta hace poco y que dejó una huella profunda en los man- cal y la eliminación y conversión de la moneda feble, en 1872
uales escolares y, por ende, en la memoria colectiva de varias –vale decir dos sustentáculos del espacio mercantil tradicion-
generaciones, ha sido cuestionada y sus vacíos han sido miti- al– y por la implementación de políticas liberales en los ramos
gados. Hoy la producción historiográfica relativa al siglo XIX, fiscal, comercial y financiero. La conclusión del ferrocarril de
en sus distintas facetas económicas (financiera, fiscal, agrar- Antofagasta al interior minero (1889), además de reducir los
ia, comercial y minera), es abundante gracias a la labor de his- gastos del transporte, posibilitó la exportación masiva de min-
toriadores tanto nacionales como extranjeros. En el ámbito eral bruto, responsable por el auge argentífero de las últimas
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
décadas del siglo, pero, al mismo tiempo, desestimuló las op- de la dinámica social a sus designios. En suma, la minería es,
eraciones en las plantas de beneficio. El comercio ultramari- sin duda, parte constitutiva de nuestro ser histórico, pero no
no, que tradicionalmente se canalizaba por el puerto de Arica es todo lo que somos como país. Tanto es así que, a lo largo de
y secundariamente por el de Buenos Aires, se trasladó al puer- la historia republicana, la tesis de país minero fue enfrentada
to de Antofagasta y una variada gama de productos agrícolas e intermitentemente por concepciones que veían en la agricul-
industriales importados consiguió competir con ventaja sobre tura un destino más promisorio para la nación. El objetivo de
la producción local, la cual, sin incentivos fiscales, se vio grave- esas contrapropuestas era librar al país de su histórica depend-
mente afectada en varios rubros. Las consecuencias de ese encia de la actividad minera y, al mismo tiempo, cambiar la im-
proceso fueron profundas y ambivalentes. Cualitativamente, agen cultural de Bolivia asociada a la ancestral plataforma que
se fortaleció el circuito mina-puerto de exportación, provo- había relegado a la condición de periferia a las provincias ale-
cando la crisis del antiguo sistema regional y de los grupos so- jadas del núcleo andino. Bajo el influjo de esas concepciones,
ciales vinculados al mismo. La especialización del sector mine- el mito de El Dorado, de viejas raíces, se revistió de “orientalis-
ro ocasionó la decadencia de la industria metalúrgica y quebró mo”, vale decir, la idea de que el futuro del país yacía en los ar-
la antigua unidad del complejo mina/establecimiento de ben- canos de la selva y de los llanos. La travesía republicana hacia
eficio. Al desatarse la crisis de los precios internacionales de la la tierra prometida se inició en las primeras décadas del siglo
plata, una parte importante de los capitales acumulados por la con las expediciones y proyectos de navegación de los ríos que
oligarquía minera del país durante la fase de auge, lejos de di- se dirigen al Atlántico, pero fue, paradójicamente, la Revolu-
namizar algún ramo de la industria nacional. revirtió a la tier- ción de 1952 que, con la reforma agraria, abrió las puertas de
ra, alentando la expansión latifundista y reforzando el patrón Canaán para la migración de capitales y de personas originari-
feudal de la economía boliviana. Distinta fue la suerte de los as de las tierras altas, las cuales, junto con las poblaciones del
capitalistas chilenos que, apuntalados por el brazo político lugar y las que llegaron del Japón y de otras partes, promovi-
del Estado y por la pujanza de sus instituciones comerciales y eron el desarrollo de la región. Sin embargo, en los niveles cul-
financieras, consiguió expandirse, de modo que, cuando la cri- tural y político, el clivaje regional (oriente/occidente), reves-
sis del metal noble parecía haber decretado el fin de una era, tido de conflicto étnico (kollas/ cambas), no desapareció del
el interés por el “metal del diablo” revitalizó las bolsas del país horizonte y volvió a sacar sus uñas en la época en que el país se
vecino y promovió la formación de nuevas compañías, prolon- dividió entre los departamentos de la altura y los que conform-
gando el influjo económico del Pacífico sobre la minería bolivi- aban la llamada media luna, aunque esa dicotomía no dejaba
ana por lo menos hasta la década de 1920. de ser la expresión de un mismo sistema de dominación social
sobre las poblaciones indígenas de ambas regiones.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
tas: ¿Cuáles fueron los factores que explican la transición de vista arriba del horizonte y tratar de establecer jerarquías en-
la plata al estaño? Al mismo tiempo, el desarrollo de esta úl- tre los distintos elementos, concentrándose en aquellos cuya
tima industria ¿tropezó con la calidad del mineral? Más aún: combinación sea capaz de dar cuenta del mayor número de sit-
¿Las condiciones de transporte del área minera a puertos fue uaciones. Es decir, puede inspirarse en la navaja de Ockham
favorecida por el ferrocarril? a modo de identificar pocas variables que consigan explicar
un gran número de casos, un peldaño en la ascensión hacia el
AM: La pregunta no es tan elemental, mi querido Gonza- ideal nomológico del que hablamos antes. Huelga decir que la
lo, ni siquiera para el especialista que, si bien cuenta con más transición se dio en todas las regiones sobre la base tecnológi-
huellas que Santiago Blanco para resolver sus casos, le falta, ca heredada del auge argentífero en los sectores extractivo y
muchas veces, la imaginación de que hace gala el famoso de- metalúrgico, y cuando los precios internacionales del estaño
tective a la hora de juntar los pedazos y elucidar lo sucedido. registraban niveles bajos debido a la depresión económica
Tal vez por eso mismo, cualquier respuesta sobre la transición por la que atravesaban los países industrializados, vale de-
de la plata al estaño (1889-1905) tendrá que resignarse a ser cir, los grandes consumidores de dicho metal. Bajo esos pre-
tentativa porque, pese a lo mucho que ya se conoce, todavía ex- supuestos, y después de recorrer un vasto territorio de datos
isten grandes espacios inexplorados. Con relación a la variable empíricos, me aventuré a proponer dos factores que, conjuga-
externa, no hay duda de que la fuerte baja del precio internac- dos, explican la dinámica de la transición (1889-1905): la ley
ional de la plata, a fines del siglo XIX, tendió a desestimular la promedio del mineral y las condiciones de acceso al transporte
producción y exportación argentífera, al mismo tiempo que la ferroviario. A partir de esa estructura mínima me fue posible
expansión de la demanda de estaño por parte de los países in- explicar, no sólo el comportamiento global de la curva de pro-
dustriales aún no se reflejaba en las cotizaciones que perman- ducción de ambos metales y sus oscilaciones, sino también las
ecieron deprimidas. Fue, bajo esa coyuntura de signos cruza- diferencias que se verifican entre los distritos mineros. Y, al
dos, que el metal del diablo comenzó a levantar vuelo, agarrado hacerlo, elucidar paradojas tales como la de las empresas “So-
a las faldas de la plata. El impacto del maridaje fue complejo y, cavón de la Virgen” y “San José”, de Oruro, las cuales, con el
en cierta medida, paradójico. Ya dijimos antes que el ferrocar- ferrocarril a sus puertas (1892) y considerables volúmenes de
ril fue crucial en el auge argentífero porque permitió la com- desmontes o llampus de estaño en sus canchas, no consiguier-
ercialización masiva de minerales de plata y, en consecuencia, on incrementar sus exportaciones de ese metal y continuaron
la reducción de las tarifas del transporte. La existencia de esa sujetos, por mucho más tiempo, a las vicisitudes de la plata. En
infraestructura explica, en parte, el súbito impulso de las ex- cambio, otros distritos argentíferos, como Chorolque y Cerro
portaciones de estaño boliviano sin que mediara ningún cam- Rico de Potosí, con minerales de ley relativamente baja y cuya
bio importante a nivel de la estructura productiva. Sin embar- comercialización exigía que se recorriese enormes distancias
go, las empresas mineras no se beneficiaron por igual ni reac- en animales de carga hasta alcanzar la estación más próxima
cionaron de la misma manera ante esa situación que, por un de la línea férrea, se dispararon y fueron responsables de 36%
lado, amenazaba liquidarlas y, por otro, les ofrecía una sobrev- del total de las exportaciones de estaño en la fase de transición.
ida. Las estrategias desarrolladas para enfrentar el desafío var- A mediano plazo, el crecimiento de la industria estañífera de-
iaron según las condiciones de los distritos mineros. Los testi- pendió de la capacidad de transformar las técnicas de extrac-
monios finiseculares nos permiten vislumbrar la complejidad ción y procesamiento de modo de obtener los beneficios de
del escenario minero e identificar contrastes significativos. Si las economías de escala. Entonces, la capacidad de inyectar
bien el panorama se mostraba desolador por el número de mi- nuevos capitales en las distintas fases del proceso producti-
nas abandonadas o a punto de serlo, hubo algunos centros que vo pasó a ser la variable decisiva. Desde un punto de vista es-
no sólo consiguieron mitigar los efectos de la crisis argentífera, tructural, el tránsito de la plata al estaño prolongó tendencias
sino que crecieron, combinando la producción y comercial- seculares, pero también propició cambios significativos. Con
ización de ambos metales, otros yacimientos, prácticamente relación al primer aspecto, la industria del estaño continuó de-
olvidados durante el apogeo del siglo XIX, cobraron nueva vida sempeñando el papel de vínculo fundamental con el sistema
y se convirtieron en importantes productores de estaño; tam- capitalista mundial, pero esta vez, trascendiendo el espacio re-
poco faltaron distritos que experimentaron una suerte de re- gional del Pacífico y conectándose directamente con las matri-
nacimiento argentífero y hasta la economía de la Villa Imperi- ces metropolitanas. Bajo esa orientación, Bolivia se incorporó
al, deprimida durante el auge de la plata, llegó a repuntar, gra- a la órbita de influencia de Estados Unidos que pasó a tener un
cias, sobre todo, al empuje de la actividad metalúrgica, ahora peso enorme en la trayectoria económica, política y cultur-
puesta al servicio también de la producción estañífera. En fin, al del país, sobre todo a partir de la Primera Guerra Mundial.
¿cómo dar cuenta de situaciones tan diversas? Al llegar a esa Otro aspecto que se intensificó fue la dependencia económi-
encrucijada, el historiador puede bajar la mirada aduciendo ca del país de la exportación de un único producto, comercial-
que cada caso es un caso, y detallar cómo se combinaron en un izado bajo la forma de mineral bruto o semiprocesado, mien-
distrito específico, o en una determinada empresa minera, la tras que los proyectos de establecer una planta de fundición,
multitud de factores que inciden en las operaciones mineras dentro del país –segundo productor de estaño en el mundo en
(precios, tipo y calidad de los minerales, costos del transporte, aquella época– se quedaron en el tintero hasta la segunda mit-
capital, fuerza de trabajo, política fiscal), o puede levantar la ad del siglo XX. La concentración de la estructura productiva
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
en pocas empresas fue una característica común a ambos sis- Pero vamos al contenido de tus indagaciones. Es cierto
temas mineros. Pese a todo, los efectos en cadena, tanto retro- que en el período al cual te refieres se produjo una nueva cor-
spectivos como prospectivos, desencadenados por la minería riente de inversiones en la minería boliviana, motivada por
estañífera fueron mucho más amplios que los propiciados por la elevación de los precios internacionales del estaño y la ex-
la explotación argentífera. En el campo social, la industria del pectativa de lucros a corto plazo. El capital que fluyó entonces
estaño sentó las bases para el surgimiento del proletariado que provenía de la misma matriz financiera y comercial que había
rápidamente se convirtió en un actor político de primer orden. impulsado, en Chile, la expansión al norte –la conquista del
desierto– con el objeto de explotar y comercializar varios pro-
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
mo de esa expansión reiteraba una pauta de antiguas raíces: gentina. Sin embargo, su importancia se extendió, al parecer,
el dominio del capital comercial y financiero sobre el sector a otros países, inclusive al Brasil... Cedo a la tentación de ci-
productivo, especialmente con relación a los mineros chicos tarte: “El reconocimiento de la historia regional que duran-
que, en los momentos de crisis, sin condiciones de pagar sus te el siglo XIX discurre sobre un espacio que no se agota en la
deudas a habilitadores, bancos o casas comerciales. Se veían trama de los estados nacionales y por donde circula un per-
obligados a transferir sus propiedades. En otros casos, la ini- sonaje importante: la moneda boliviana”. La delimitación de
ciativa partió de ingenieros o catadores dedicados a localizar las repúblicas terminó por aniquilar esta región económica
yacimientos que sirviesen de base para la formación de com- que, en sí misma, parecía un país...
pañías cuyas acciones serían luego negociadas en las bolsas de
Santiago y Valparaíso. Sin embargo, no todo el capital reunido AM: Me referiré a esas indagaciones recalcando dos con-
y declarado por esas operaciones correspondía al valor real de ceptos esenciales de la propuesta teórica y metodológica sub-
las propiedades y, en varios casos, la valorización extraordinar- yacente al libro citado. Primero, la hipótesis de que la unidad
ia de sus acciones era fruto de maquinaciones especulativas en Estado-Nación, usada como encuadre exclusivo en el análisis
la esfera bursátil. Aunque hubo sí un puñado de firmas que, de de la dinámica económica de la primera mitad del siglo XIX,
hecho, inyectaron capitales y modernizaron las operaciones lejos de aclararla, la obnubila. En segundo lugar, ese recorte
extractivas en minas e ingenios, dotándolos de energía eléctri- no sólo determina o restringe el espacio donde los histori-
ca, máquinas perforadoras de aire comprimido, tranvías, cable adores buscan las huellas de los procesos que investigan, sino
aéreo para el transporte de los minerales que aumentaron sen- que los lleva a entender las relaciones entre las esferas políti-
siblemente la capacidad de empresas como la “Compañía Es- ca y económica a partir de los presupuestos de las teorías rel-
tañífera de Llallagua”. Poco antes de que Patiño diera el golpe ativas a la formación del Estado-Nación dentro del sistema
maestro que lo llevaría a controlar esa empresa, las compañías capitalista. Eso sucede tanto en los trabajos que adoptan una
chilenas, organizadas en aquel país, representaban 38% de la visión marxista, como en los de inspiración liberal. El desafío
producción nacional de estaño y cerca de 26% del capital ex- era, entonces, romper con la camisa de fuerza representada
tranjero invertido en dicha actividad. Pero no se piense que el por el marco convencional para dar cuenta de una situación
triunfo de Patiño significó el avance de los intereses nacion- singular: la dinámica del espacio mercantil de origen coloni-
ales. No, Patiño, como Arce, guardadas las debidas propor- al que, a partir de la creación de las nuevas repúblicas, estuvo
ciones y circunstancias históricas, fueron ante todo empresa- sujeta a las determinaciones de las políticas económicas em-
rios capitalistas y su lógica fue la de sustentar sus negocios, el anadas de los distintos Estados que se atribuían jurisdicción
uno, apoyándose en la plataforma financiera y mercantil del sobre una parte de la región. Munido de esas ideas, analicé el
espacio regional del Pacífico, y el otro, trascendiéndolo para papel que cumplió la política monetaria boliviana –apunta-
conectarse directamente con la matriz del capitalismo central. lada durante una larga fase por el monopolio fiscal sobre la
En 1925, cuando el “rey del estaño ya había conseguido desalo- compra de pastas y minerales de plata y la emisión de mone-
jar a los intereses chilenos del sector, las empresas registradas da feble (1830-1872)– en el enlace de los circuitos comercial-
en el extranjero, incluida la “Patiño Mines”, poseían 74% del es entre varios puntos del sur peruano (Moquegua, Puno,
capital de giro y eran responsables del 84% del estaño produci- Cuzco, Tacna y Arequipa), norte argentino (Tucumán, Sal-
do en Bolivia. Esa configuración responde, sustantivamente, a ta y Jujuy), y de lugares tan distantes del núcleo altoperuano
la segunda parte de tu pregunta: una enorme proporción de la como Cuiabá, en Brasil. Bajo esa óptica, fue posible elucidar
riqueza generada por las exportaciones de estaño salió del país las razones y el sentido de la lucha política entre los adep-
como remuneración a accionistas extranjeros y , en cuanto, el tos al librecambio y los que defendían el proteccionismo,
“rey del estaño”, por un golpe de suerte (La Salvadora), suma- así como la permanencia de algunos institutos de raigam-
do a mucho olfato y talento empresarial, consiguió erguir un bre colonial. Finalmente, cabe señalar que las tensiones
imperio diversificando sus intereses en el exterior, el conjun- derivadas de las políticas adoptadas por los gobiernos de la
to de la economía boliviana, dependiente excesivamente de la región y la vigencia del espacio económico supranacional se
exportación de un producto, quedó expuesta a las oscilaciones resolvieron, a mediados de siglo XIX, a favor de los intere-
de los precios y, en última instancia, a los ciclos económicos de ses conectados a los mercados ultramarinos. Las reformas
los países industriales que son los grandes consumidores del liberales, decretadas e implementadas en todos los Estados
metal. por aquella época, aceleraron el colapso del antiguo siste-
ma mercantil. Cabe señalar, finalmente, que la adopción
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
E
conomista, UNAM México.
Maestría Economía,
UNAM-México. Exprofesor 1. Gonzalo Lema (GL): Mis impulsos me llevan de Bolivia
a América Latina y también viceversa, te ruego me dis-
culpes, querido Carlos. Bueno: nos hemos hecho mirando
Universidades de Chile, Católica
Europa desde el tiempo colonial, pero también desarrolla-
de Chile, UNAM, UAM-Xochimilco.
mos desde entonces la conciencia y el sentimiento de que
Profesor Visitante Saint Antony’s
somos distintos. Europa no nos ha mirado con interés y ha
College, The Latin American
terminado empobreciendo una vida común que es fácil ima-
Centre, Oxford, Inglaterra. Fue
ginar muy rica en ideas y sentimientos. ¿Qué piensas de es-
investigador asociado del IPPG
ta verdad tan triste?
Program, London School of
Economics y de la Universidad
Carlos Toranzo Roca (CTR): Me alegra el tipo de cues-
de Manchester. Fue investigador
tionario que me envías, pues en su integridad trata de hac-
Asociado de la Universidad de
ernos pensar en Bolivia, pero conectada, primero, a América
Manchester. Columnista de
Latina, después, al mundo; por supuesto a España y a las mu-
Página Siete.
chas influencias internacionales que hemos tenido para de-
sarrollarnos como Estado, República y sociedad. La costum-
bre de buena parte de la ciencia social en Bolivia es mirarse
el ombligo nacional; algo de provincianos tenemos los boli-
vianos al razonar el país. Para pensar una sociedad hay que
conectarla al mundo, lo cual no nos exime de penetrar en
nuestras especificidades, pues si bien recibimos influencias
externas, no por ello somos calco de nadie. Tenemos pareci-
dos con otros, es cierto, pero, a la par, poseemos muchas dif-
19
“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
erencias. Ninguna sociedad se desarrolla sin contacto, sin in- tro Continente hizo historia en la política. Y más lejos aún, la
fluencias de otras geografías y de otros pensamientos, pero, Revolución Mexicana de 1910, con su profundo sentido so-
simultáneamente, también hay que tener certeza —con cial, es anterior a la Revolución Rusa; la Revolución bolivia-
modestia, sin poner demasiadas mayúsculas— que nuestros na de abril de 1952, después de cuatro décadas de los sucesos
países en algo pueden influir sobre otras realidades. Nada en de México, tuvo una impronta social muy, pero muy fuerte;
el centro ni en las periferias se desarrolla de manera impolu- por su lado, Cuba hizo su experimento socialista. Todo esto
ta, sino que todos reciben influencias de los demás. quiere decir que hubo profundidad en la política de algunos
Es evidente que nos hicimos mirando a Europa, inicial- países de América Latina, pero con diferenciaciones nacion-
mente observando a España, luego a Francia, pero cuando ales muy marcadas; por ejemplo, Chile tempranamente con-
Inglaterra se convirtió en el imperio del capitalismo también struyó Estado, en tanto que Bolivia no lo hizo, esa es una de las
observamos a ese país, no olvidemos que The Strongest, Al- explicaciones para la victoria chilena en la Guerra del Pacífi-
ways Ready, White Star, llevan la huella de ese influjo. Pero co. Bolivia que no tiene Estado, sin embargo, posee una socie-
en toda la Colonia el mundo indígena estuvo presente, el im- dad muy intensa, por ello, los cambios se hacen vía “política
puesto indigenal es parte nodal de nuestra historia, luego, las en las calles” y no en las instituciones.
sublevaciones indígenas construyen la República. La Guer- Pero, si América latina tuvo fuerte intensidad en la políti-
ra Federal, la irrupción del Temible Willka, la entrada al nue- ca, en la economía no sucedió algo similar o de la misma talla.
vo siglo, habla de la fusión de elementos republicanos e indí-
genas, es decir, siempre la mezcla estuvo presente. Si a Eu-
ropa no le interesamos tanto como nosotros querríamos, es
su problema, pero hay que recordar que la plata era un fuerte
3. GL: América Latina, Latinoamérica, es una comuni-
dad cultural maravillosa. Es curioso que este siglo XXI
no nos encuentre más convencidos de esto que es nuestra
interés de ese Continente, con el capitalismo inglés, también riqueza principal. ¿Cuáles son nuestros errores? Zavaleta
el estaño fue parte de una historia compartida. Nuestra visión Mercado bromeaba diciendo: “Bolívar era un político tan
de Bolivia debe construirse sin mucho lamento, sin entrar a grande, tan grande, que de sus errores nacieron cinco na-
la lógica de la victimización, sino más bien abriendo los ojos a ciones”. El arte y la cultura nos integran, pero no la política.
describir nuestros avances y retrocesos. ¿Qué sucede? ¿Esta situación se puede superar?
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
ja es que los argentinos, la mayoría de ellos, hoy no conocen a erencias entre los países de nuestra América Latina.
Borges ni a Cortazar y su único héroe es Maradona. Cada país
no es un error, es simplemente distinto a los demás, con sus
méritos y deméritos 5. GL: La riqueza cultural, perdón que insista con tanto
énfasis, nos marca hoy la necesidad de encontrar un
nuevo derrotero ético de vida frente a la codicia del poder
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
José Vasconcelos, en México, también. Desde las diversas ernidad, pero sin negar las grietas sociales de su país.
tradiciones hasta la modernización de nuestros países. La Chile con Pinochet o con los gobiernos de la Concertac-
utopía posible, hoy más que nunca debido a la revolución co- ión de la Izquierda que le sucedieron hicieron un modelo de
municacional y otras de verdad extraordinarias. ¿Qué opi- desarrollo donde primó el individualismo posesivo, quizás
nión tienes tú, querido Carlos? ellos compartían la idea de “modernidad”, entendida sólo
como lógica de mercado. Si bien bajó la pobreza, creció en
CTR: Otra vez aparece el tema del mestizaje, ahora desde tu exceso la inequidad y la marginalidad social; recién hace un
pregunta dirigida hacia la modernidad, este concepto tiene año la sociedad chilena despertó de manera violenta con-
sus peros, muchos lo han identificado con el intento de con- tra la concentración del ingreso y la inequidad. Pero Chile
strucciones sociales homogéneas que olvidan la diversi- tempranamente creó un Estado fuerte, mientras que Bo-
dad o que, a veces, ocultan los fondos indígenas. Por ello, es livia sólo desarrolló sociedad, y la deficiencia boliviana es
bueno recurrir al auxilio de la historia para observar cómo no haber creado un Estado y una institucionalidad consoli-
se construyó el camino, sino a la modernidad, pero sí a lo dada. La historia chilena marca su camino a la modernidad,
contemporáneo. pero sin los contactos andino amazónicos de otros países.
Perú es un país de un fondo indígena tan fuerte como el
de Bolivia o México, por ello Ciro Alegría en su El Mun-
do es Ancho y Ajeno miraba a los indígenas y campesinos,
otro tanto lo hizo, José María Arguedas, pero, curiosa-
mente Perú (Lima) se construyó como nación olvidando
7. GL: ¿Cómo plantear el tema del desarrollo en un país,
el nuestro, con densa historicidad, con culturas yux-
tapuestas de tiempos inconclusos, amputados y transfi-
a los campesinos, con un sello muy señorial, muy Chabuca gurados de pre-modernidad y modernidad? Quizás reco-
Granda, por eso quizás ahí caló Sendero Luminoso, mezcla nociendo los traumas podríamos empezar a visualizar una
de indigenismo y de “modernidad” marxista maoísta. Pero modernidad genuina...
también Lima se desarrolló con intensidad, articulada cul-
turalmente al mundo, por eso surgió alguien como Mario- CTR: No sé qué sea la modernidad genuina, si eso lleva a
Vargas Llosa con una mirada más universal. Pero, en los úl- creer en la existencia de un modelo único de desarrollo, en-
timos años quién puede negar que tiendo que se va por un camino equivocado, creo más bien
Gastón Acurio, sin entrar a las grandes reflexiones epis- en la heterodoxia, en las mezclas, en los mestizajes cultur-
temológicas o de construcción de las identidades, hizo lo ales y tecnológicos.
que tú reclamas, la articulación de lo andino amazónico China, Corea, Japón, han llegado a niveles extraordinar-
con la modernidad, o más bien, con la globalización; amal- ios de modernidad tecnológica, pero no por ello han aban-
gamó las culturas china, japonesa, indígena aymara, que- donado sus culturas tradicionales, al contrario, ellas son in-
chua y amazónica con un Perú mestizo para lograr un salto sumos para lograr altos niveles de desarrollo. En varios de
en la gastronomía, para modelar una nueva cultura chicha esos países ya hay una gran robotización de la producción
que desarrolla una pujante economía de exportación. Perú industrial, pero ¿eso elimina en Japón la existencia del ki-
tiene un alto desarrollo en Lima, pero con una gran carga de mono, del sushi? ¿El kimono es premoderno? No, no lo es,
inequidad social, con demasiados pueblos jóvenes que viven es símbolo de pasado y de presente. En Bolivia, ¿las bur-
en la miseria, todo esto agravado por una cultura cercana al guesías emergentes, las burguesías cholas de origen ayma-
racismo que no acepta de buen agrado a sus mestizajes, a sus ra o quechua que están plenamente globalizadas, con nego-
cholos. El Sur peruano parece no existir para el Perú, pero cios en China, que aman más al mercado que a la lógica de
sí está presente a través de las innovaciones culturales que reciprocidad, que miran más al mundo y no a la comunidad,
empujó Gastón Acurio. son premodernas o, al contrario, expresan a la modernidad
Chile es muy distinto a Perú, el tema indígena y la presen- actual del país? ¿Los empresarios privados, la burguesía
cia de éstos en la historia no es intenso como el de la realidad agropecuaria de oriente, que innovan tecnología, pero que
peruana, Chile aisló a los indígenas o los reprimió, recién siempre han vivido del subsidio estatal son premodernas o
hace 20 años descubrieron al mundo indígena vía las mo- modernas?
vilizaciones de los Mapuches. Tal vez por todo eso, los Qui- Ni en Bolivia, ni en ningún país, existirá eso que se de-
lapayun, Violeta Parra o Víctor Jara desarrollaron un men- nomina como modernidad genuina, lo único que existe
saje, ante todo social para una sociedad que fue atormenta- son mezclas, culturas yuxtapuestas, eso es la Alemania, de
da por la inequidad, por el no reconocimiento a los rotos , a los germanos de origen mezclados con turcos, españoles y
sus mestizos populares; su música y su canto después sub- gente de otras geografías. España no es sólo combinación
ió el tono de la canción protesta al sufrir por la dictadura. de vascos, catalanes, árabes, sino que a ese cóctel social se
Chile no hizo una revolución social profunda, como Bolivia suman los africanos y latinoamericanos, cada uno con sus
o México, por eso tal vez, el gran desprecio de las elites sobre culturas, con sus historias y amputaciones, Pero, entre to-
los rotos o todos los sectores populares. Pero ese Chile parió dos generan algo distinto, que probablemente nunca sea ho-
a un militante comunista como Neruda que llegó a la uni- mogéneo. No basta reconocer nuestros traumas para con-
versalidad de las letras, siendo parte del ingreso a la mod- struir algo genuino, ni la modernidad genuina; reconocer
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
nuestros traumas más bien debe llevarnos a valorar la dif- superada cada vez más, en especial, desde que los distintos
erencia, la diversidad, junto a la probabilidad de construir katarismos posicionaron el tema indígena en la discusión
futuro común entre todos. política del país.
No hay que olvidar que en la historia de Bolivia se pasó de
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
trario, se ha intensificado, pues se lo ha agudizado desde el tendiendo que para cada cultura el desarrollo tiene significa-
poder durante catorce años de gobierno del MAS. dos distintos.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
N
ació en Cochabamba.
Estudió derecho en Sucre y
La Paz y trabajó con Gunnar 1. Gonzalo Lema (GL): Me gustaría comenzar hablando
acerca de tu hermano para beneficio de nuestros lec-
tores. La carta firmada por Henri Depage como presidente
Mendoza en la Biblioteca Nacional.
del comité de productores de estaño (1956), destaca la ca-
Ministro de Educación y Cultura en
pacidad de Fernando y del servicio valiosísimo que prestó
los gobiernos de Ovando, Guevara
a nuestro país. Yo apenas conversé una vez con él, pero leí
y Paz Zamora. Director de Última
muy interesado “Estrategia del estaño”. ¿Es posible que
Hora por 14 años y director del
nos hables de su vida y obra?
programa “Identidad y magia
de Bolivia” en Cadena A por 19
Mariano Baptista Gumucio (MPG): Te agradezco esta
años hasta el día de hoy. Es autor
pregunta porque me traes el recuerdo de Fernando. Fuimos
de numerosos libros de ensayo,
cinco hermanos muy unidos, ya se fueron él, Miriam y Ber-
biografía, historia y periodismo.
nardo. Tengo a mi hermana Emma, apresada en el infierno
de Maduro en Venezuela de donde han huido por hambre 4
millones de personas, el mayor éxodo de la historia de Lati-
noamérica. Antes de Chávez era el país más rico del con-
tinente. Imagínate qué apuros pasará con su marido para
poder sobrevivir. Mi hermano Fernando es autor de varios
libros de economía, fue ministro de Hacienda del Dr. Siles
Suazo y tiene una obra importantísima sobre “Las mone-
das de la Independencia” que con muy bellas imágenes de
monedas sigue el curso de la historia de Potosí y de otras ca-
sas de acuñación. Hay una imagen que no puedo olvidar. El
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
tacados. Esta labor es extraordinaria. Pero además has MBG: Sigo apreciando su obra de novelista y crítico
acompañado “en cuerpo presente” hechos políticos. Re- y lamentando la vida que le tocó vivir. En la dedicatoria a
cuerdo, por ejemplo, que contaste la carrera de niño, de la tercera edición de mi libro dedicado a él, he puesto esta
tu escuela a la plaza Murillo, durante el colgamiento de Vi- dedicatoria que me gustaría reproducir aquí: “En recuer-
llarroel y sus edecanes. ¿Cómo fue eso? ¿Qué pensaste por do de Carlos Medinaceli, el mejor crítico literario del siglo
entonces? ¿Qué pensaba la gente? XX, connotado novelista y acucioso observador de nuestra
vida social, quien vivió pobre de solemnidad, soterrado en
MBG: En realidad, yo recordé más de una vez, el colgam- nuestros burgos y villorrios, ansioso de conocer el legado de
iento de los jefes policiales Escobar y Uría porque, dada la Occidente, incrédulo de todos los fundamentalismos y cre-
convulsión que vivía la ciudad de La Paz, los hermanos del tinismos y de la superioridad de los “blancos por la torpeza
colegio La Salle interrumpieron labores y los muchachos y abyección de los indios”, admirador de la chola, matriz vi-
nos dirigimos directamente a la plaza Murillo, fuimos em- tal de la patria mestiza boliviana”.
pujados a unos pasos de Uría (con mi amigo Javier Lorini
que murió de un balazo en la revolución de 1952), testigos de
su lenta agonía que se prolongó por más de una hora mien-
tras él suplicaba por su vida. Un pequeño grupo de forajidos
5. GL: También te tocó jugar con Orlando Busch, hijo
de Germán, en la placita Isabel La Católica, de niños.
Creo que Germán Busch, con luces propias de rayo, y som-
dirigía este juicio macabro y la multitud guardaba un silen- bras de noche, interpela a los bolivianos desde la tonta
cio medroso. Nosotros hubiésemos querido intervenir, pero Guerra del Chaco. Una guerra que debió (y pudo) evitarse.
habríamos sido objeto de insultos y de golpes. Desde entonc- En tu libro “Busch, la flecha incendiaria” se destaca la opi-
es, y sin conocer a Thoreau ni a Gandhi, en política y en la vida nión de numerosos intelectuales bolivianos, con el resul-
personal, soy partidario de la no violencia. El colgamiento de tado de admiración crítica por tan inusual personaje. ¿Qué
Villarroel lo seguí por radio rodeado por mi familia. Nunca te motivó a escribir el libro y reunir la opinión de tantos
me expliqué tanta vesania, pero años después supe que el destacados pensadores?
ejemplo había sido tomado de un noticiario que difundió el
colgamiento de Mussolini y su amante en Italia. MBG: En mi relación con la figura de Busch ha influido,
sin duda, lo que de él pensaba Augusto Céspedes, a quien
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
MBG: Efectivamente tomé la frase de Sánchez de Lo- ra con el Ministerio? ¿Cuál ha sido su labor? ¿Con qué cri-
zada, pero sin creer que él lo decía sinceramente, puesto terios se ha nombrado a sus titulares?
que en el plano de la cultura hizo muy poco por Bolivia. Yo
tuve amistad con él, pero siempre he lamentado que habi- MBG: En mis varias pasantías por el Ministerio de Edu-
endo hecho una fortuna tan grande con la venta de sus mi- cación y Cultura tuve la impresión de que la relación de ese
nas (más de 300 millones de dólares) no le haya dejado al despacho con los maestros se limitaba a la disputa por sus
país un lápiz para no hablar de computadoras. Pudo, como salarios. Tuve que afrontar incluso varias huelgas de ham-
Patiño, haber creado una fundación, pagado una suma a bre. La parte creativa de mis gestiones ha estado en Cultu-
cada familiar de las víctimas de El Alto y habría quedado ra empezando por la sede misma del Ministerio que creó
todavía mucho dinero para tantas necesidades que tiene el Morales que es el llamado Palacio Chico en la calle Potosí.
país en educación y cultura. Pienso, por ejemplo, que con Yo soñaba con un Ministerio como el que creó de Gaulle en
una cuarta parte de lo que se gastó en el programa “Evo Francia para André Malraux, que hizo cosas maravillosas
cumple” se habría podido transformar la educación y la en su gestión, pero el nuestro ha quedado a la medida de sus
salud en nuestras áreas rurales. titulares. No he perdido sin embargo el optimismo y creo
En cuanto a la segunda parte de tu pregunta, merecería que la Fundación Cultural del Banco Central, de cuyo Con-
una elaboración muy puntual y que abarque varios cam- sejo formo parte, podrá realizar una labor de la que todos
pos. En el Gobierno de Morales se produjo el mayor ingre- los bolivianos nos sintamos orgullosos. Por cierto, Coch-
so de recursos que ha tenido la república en toda su histo- abamba merece, como parte del eje central, tener una filial
ria (cinco veces más que todos los gobiernos anteriores), de esa Fundación.
pero ahora hemos vuelto a la pobreza, y salir de esta situ-
ación ahondada por la pandemia va a ser muy difícil. Pero
no imposible. Hay países que han salido de la pobreza en
una generación como el Japón, Corea del Sur, Vietnam, Sin-
8. GL: Qué sorpresa más grata significó para mí la pu-
blicación de tu breve libro “Pensando en Bolivia”.
Poetas e intelectuales chilenos pensando en nuestro país
gapur. Para consuelo de necios, te diré que varios países de con lucidez y generosidad propia de gente con alta calidad
América Latina, en su conjunto, pueden considerarse como humana. Que lo hayan hecho, que aún lo hagan, renueva
“fallidos”. la ilusión de integración para total beneficio de nuestros
pueblos. ¿Cómo lo recibió la opinión pública chilena? Y, si
tirá que los creadores de cultura deambulen librados a su MBG: Yo publiqué en Chile, en una editorial de gran
suerte o azar. ¿Qué ha pasado desde entonces hasta aho- prestigio, el libro “La agenda inconclusa” que recoge medio
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
centenar de opiniones de personalidades chilenas, entre el- Las crónicas de Potosí escritas por Bartolomé Arzán de Or-
las varios presidentes de la república en favor de un aven- zúa y Vela son el documento probatorio. Estamos hablan-
imiento de ese país con el nuestro. La Cancillería a cargo de do de casi cinco siglos, por lo tanto, y no es poco. ¿Se ha
Insulza se quejó a las autoridades bolivianos que decidier- modificado nuestra mentalidad? ¿Qué le hemos añadido
on mi suspensión. o quitado? ¿Cuánto nos parecemos a quienes fundaron la
Guardo una carpeta con respuestas de lectores chilenos república, a quienes pelearon las guerras del Pacífico, del
que aplaudieron esta iniciativa. El libro que tú mencionas Acre y del Chaco, a quienes hicieron la revolución del 52 y a
se publicó en La Paz. Es en realidad una continuación del quienes instalaron la democracia en 1982?
primero, “La agenda inconclusa”. Hay toda suerte de textos
y poesía de estos cuatro autores, incluso una carta de Neru- MBG: Has mencionado a la figura más importante de
da a Marcelo Quiroga Santa Cruz y lo que dice sobre Bolivia nuestro imaginario como nación que es Bartolomé Arzáns,
en su “Canto general”. También un poema precioso de su li- que tuvo que esperar más de dos siglos para que se difunda
bro “Navegaciones y regresos” referido a tres niñas bolivia- su obra a través de una universidad norteamericana. En la
nas, Juana Pachacutanga, María Sandoval Chacuya y Rosita historia de Potosí está la imagen viva de lo que sería el país
Flor Punapuna, donde dice “Palomas de Bolivia, / hijas de y sus habitantes, las rencillas, la guerra civil permanente,
greda/ doradas de la altura/ cántaros de aire/ ahora, senté- las envidias, los prejuicios y los mitos, etc. Ese libro, en una
monos en el camino” (….) Silenciosas hermanas ahora/ versión sencilla, debía ser conocido por nuestros escolares
despidámonos de esta tarde/ color de sangre y de azufre:/ como el “Martín Fierro” en la Argentina.
Yo por aquí me voy a Chile, / ustedes suban al planeta./ Ya
volveré, ya nos veremos./ Ya podremos andar un día/ y con-
tar bienes más extensos:/ repartiremos la verdad, / vivire-
mos en una estrella”.
11 GL. En los últimos años te has dedicado a la mu-
seografía. ¿Qué has logrado en este campo?
MBG. Como vi que la pelea por la reforma del sistema
escolar estaba perdida, pensé que una de las formas de res-
Mayo, 2020.
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
H.C.F. Mansilla:
“Yo siempre he vivido de espaldas a la realidad
social y política”
H
.C.F. Mansilla, nacido
en 1942 en Buenos
Aires. Nacionalidades 1. Gonzalo Lema (GL): Si atendemos la poesía social la-
tinoamericana vemos y sentimos al indio andino co-
mo prójimo próximo: al lado nuestro o, mucho más, dentro
boliviana y argentina de origen.
nuestro. Casi se diría que como el niño del poema “Farewe-
Estudió Ciencias Políticas y
ll” de Pablo Neruda (“Desde el fondo de ti, y arrodillado,/ un
Filosofía en universidades
niño triste, como yo, nos mira”). La izquierda boliviana ha
alemanas. Licenciatura en 1968,
profesado la necesidad de hermanar al blanco con el indio.
doctorado en 1973, habilitación
Sin embargo, y ya transcurrido el largo gobierno de Evo Mo-
alemana (posdoctorado) en
rales Ayma, la sensación es que no está al lado, ni dentro, si-
1976. Catedrático invitado en
no al frente, y que interpela al blanco con acritud. ¿Estamos
universidades de Brasil, España y
lejos de construir juntos una identidad colectiva? O es posi-
Suiza. Numerosas publicaciones
ble hacerlo, a pesar de todo, apostando al sabio tiempo...
sobre filosofía política y
mentalidades colectivas. Es
catedrático de la Universidad H.C.F. Mansilla (H.C.F.M.): No entiendo muy bien la parte
introductoria, que se refiere a asuntos literarios, tema que pa-
Mayor de San Andrés.
ra mí siempre ha sido oscuro y distante. Mi opinión personal
sobre este asunto no es ni representativa ni importante, pues
yo siempre he vivido —por suerte— de espaldas a la realidad so-
cial y política. Además: tengo una marcada alergia ante todas
las expresiones con un trasfondo étnico-clasificatorio, por más
inocentes que sean. Me formé culturalmente en la Alemania
de la postguerra, donde aún estaba fresco el recuerdo del rég-
imen hitleriano con sus excesos racistas bien conocidos. Si es
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
que juzgo a las personas, cosa que también evito, lo hago exclu- sponsabilidad reside en los otros, en los explotadores. Aquel-
sivamente de acuerdo a las cualidades éticas y estéticas de las los que nos muestran el sendero correcto son una especie
mismas. de mártires, a quienes corresponde nuestra admiración y
Con todo me atrevería a afirmar que ya no existe “el in- gratitud, y de ninguna manera nuestra distancia analítica o
dio” como una categoría unitaria, claramente discernible, nuestra desconfianza ética. Por ello los redentores políticos
contrapuesta a otros grupos étnicos del país. Entre aquellas están a menudo por encima de toda crítica.
personas que podríamos calificar provisionalmente de indí-
genas hay una enorme variedad de proyectos de vida, men-
talidades, niveles educativos y financieros, lo que dificulta
toda aseveración englobante.
3. GL: Hasta ahora sólo nos es posible ambicionar una
mejor democracia para vivir en paz y, quizás, en ar-
monía. Las diversas y diferenciadas culturas que viven en
Para no defraudar a usted, quien tiene la bondad de entre- Bolivia, no han de encontrar ninguna solución en el autori-
vistar a un ser marginal, le diré que yo, personalmente, no tarismo, tampoco en el egoísmo. El perfeccionamiento es un
percibo la “acritud” que usted menciona. Lo que sí noto es imperativo. ¿Qué deben hacer los pueblos originarios para
la enorme voluntad de todo el pueblo boliviano, independ- construir país? ¿Cómo debería actuar y pensar el boliviano
ientemente de su origen geográfico, étnico o social, de mod- citadino para alcanzar este propósito? ¿Cuán inteligentes
ernizarse a marchas forzadas. El “sabio tiempo”, como ust- debemos ser para crear espacios comunes fértiles para el
ed se expresa, tiende a reducir la relevancia de las diferencias diálogo y la acción conjunta?
étnicas. En el seno del proceso de modernización lo que es
imprescindible es contar con las calificaciones educativas H.C.F.M.: Haríamos bien en practicar una reflexión crítica en
y profesionales que son requeridas en el mundo de hoy. En torno a nuestras metas normativas últimas. Deberíamos esta-
mi ingenuidad creo, por ejemplo, que casi todos los jóvenes blecer una vinculación razonable entre la esfera de la teoría y el
se preocupan por adquirir una formación acorde con los terreno de la praxis diaria, lo que ha sido uno de los impulsos y
tiempos modernos. Otra cosa muy distinta es que nuestras designios más antiguos del pensamiento filosófico y científico,
instituciones de formación profesional sean relativamente pero hoy en día se puede observar que nuevamente las doctri-
deficientes. nas reputadas como izquierdistas se consagran con un nota-
ble ímpetu intelectual y moral a celebrar las bondades de los
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
de brillantes negocios y para dilatados grupos indígenas con- término: una discusión meramente formal, aunque sea agu-
stituye una muestra de los saberes y prácticas ancestrales (el da, dramática y a veces divertida, pero en la cual casi todos los
“chaqueo”). participantes tienen a priori una opinión convencional sobre
el tema: todos los problemas de la nación y las insuficiencias
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
Luis H. Antezana:
“En la novela negra hay poca felicidad”
L
uis H. Antezana J., Oruro
1943. Es licenciado y doctor
en letras por la Universidad 1. Gonzalo Lema (GL): Pese a tu advertencia en “Retorno
y dispersión de La Chaskañawi” (“es novela, no docu-
mento sico-sociológico”), yo la releo como estampa del país
Católica de Lovaina en 1971 y 1974,
en las primeras décadas del s. XX. Me subyuga su narración
respectivamente. En ambas lo
tan de aquel tiempo (“Tarde de sol, paz de aldea”), me atra-
hizo con “la más alta distinción”.
pa la nostalgia de paisajes que, pienso, ya no existen, y me
En 2013 fue declarado profesor
conduele el amor (imposible, a priori) de la chola con el joven
honorario por la Universidad
pueblerino educado en Charcas. Pienso que así era Bolivia. ¿A
Mayor de San Simón (UMSS) y en
qué obedece mi obstinación? ¿A la magia de la novela, quizás,
2015 fue distinguido como doctor
que cierra sus puertas conmigo adentro?
honoris causa por la Universidad
Mayor de San Andrés (UMSA).
Luis Antezana (LH): En última instancia, toda lectura es un acto
Entre otros, es autor de los libros
de participación –o apropiación– personal. Así, quizá, tu man-
Elementos de semiótica literaria
era de disfrutar La Chaskañawi respondería, por lo que indi-
(1971), Álgebra y fuego. Lectura de
cas, a una tendencia (algo) romántica, de ahí esa nostalgia por el
Borges (1978), Ensayos y lecturas
pasado -y sus paisajes-, y, por otro lado, respondería a una ten-
(1986), La diversidad social en
dencia simbólica o representativa en tu manera de leer, de ahí
Zavaleta (1991), Un pajarillo
esa sensación de pensar que “así era Bolivia”, como si la novela
llamado Mané (1998) y Ensayos
simbolizaría o representaría la “esencia” de Bolivia, allá, a prin-
escogidos (2011).
cipios del siglo XX. Todo esto es, por supuesto, hipotético. Segu-
ramente, hay mucho de personal ahí, pero, también, no faltarían
factores o hábitos literarios en esa lectura, es decir, también se
podrían reconocer ecos o remanentes de tus lecturas previas o
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
de tus hábitos de lectura. Históricamente, por ejemplo, el ro- de las calles de Buenos Aires. Si a Sábato le puede ocurrir algo así,
manticismo es algo del pasado, algo que pertenecía al siglo XVI- por qué no a nosotros…
II o XIX, digamos, pero, su perspectiva dominante, la de mirar
con nostalgia al pasado, es una herencia que sigue presente en
casi todo horizonte cultural. Todo tipo o medio de comunicación
ha cultivado y aún cultiva esa perspectiva. “Todo tiempo pasado
3. GL: Hace años que no releo Raza de bronce, de Arguedas.
Tengo muy buen recuerdo de esta novela. Su lectura es
distinta, sin embargo. Se sueña, se imagina, pero se conser-
fue mejor”, como dice el célebre adagio. (Y, recordando el amor va la distancia libro-lector. Sin embargo, la novela genera in-
de Adolfo por Claudina, basta pensar en tangos o boleros para dignación y solidaridad con el indio y sus condiciones de vida
saber que su celebración o lamento es algo fundamentalmente por entonces. Interpela de forma contundente. ¿Qué sucede
romántico.) Por el otro lado, el uso (cotidiano) del lenguaje nos con esta novela? ¿Se la lee, o leyó, de manera parecida a La
tiene acostumbrados a prestar mucha atención al carácter refer- Chaskañawi?
encial (representativo) de las palabras y, de ahí, es casi automáti-
co, para todos, el leer realísticamente, representativamente, es LH: Supongo que no faltaría alguien que leería La Chaskañawi
decir, asumir que las palabras –orales o escritas- reflejan, de una como obra de denuncia, pro o contra el encholamiento. Sería
u otra manera, la realidad –o, en el mejor de los casos, su “esen- algo quizá exagerado, pero, podría suceder. En cambio, Raza de
cia”. Debido a ese hábito, todo buen narrador nos vende su mun- bronce, casi de partida, se la lee como una obra de denuncia so-
do como si fuera absolutamente real, fantasmas y lugares imag- cial. Hasta se la considera el punto de partida del indigenismo
inarios incluidos. en la novela andina, en particular, y hasta en la narrativa latino-
americana, en general. Pero, cuando se considera su horizonte
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
todo, porque la novela negra propiamente dicha, aquella que dan en ese tipo de temas (guerras, golpes de estado, actos de ter-
abunda en crímenes y hasta en series de crímenes, muchas veces rorismo, crímenes, desastres naturales, pandemias, etcétera), y,
horrendos, permite apuntar, entre otros, hacia el lado oscuro del eso, sin contar con internet o, más directamente, con la llamada
fútbol, el de la violencia que también acompaña a este deporte “prensa amarilla” que, por principio, se ocupa de actos crimina-
y cuyo actor más evidente son las llamadas “barras bravas”, las les y afines. Toda esa atención mediática algo debe tener que ver
que no escatiman formas de violencia dentro y fuera de los es- con lo que se podría llamar, copiando a Unamuno, el (perverso)
tadios. Los medios de comunicación suelen maquillar — y has- “senti”miento trágico de la vida¨. Jugando un poco, la diferencia
ta ignorar— esta otra dimensión del juego, pero, ahí están, parte, entre las noticias “amarillas” y las series policiales sería el fin, el
quizá, de la articulación del juego con el resto de la sociedad y sus desenlace: normalmente, en las series policiales, tarde o tem-
más negras pulsiones. prano, se encuentra al culpable y, a menudo se lo castiga –hasta
lo liquidan directamente. No sucede lo mismo con las noticias:
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“La Bolivia posible. Entrevistas a intelectuales bolivianos”
jula¨!), por ejemplo, quien no sólo se dedicó a difundir el géne- LH: Aunque podemos encontrarle precursores, con el tiempo,
ro sino, entre otros, junto a Bioy Casares escribieron las aven- esta novela marca, sin duda, el giro hacia la narrativa urbana af-
turas carcelarias de don Isidro Parodi. En esa vena, últimamente incada, sobre todo, en La Paz, aunque también presente en otras
(2018), como obra póstuma, se ha publicado el libro de cuentos ciudades del eje: hay novela urbana en Cochabamba (Río fugi-
policiales Los casos del comisario Croce de Piglia –donde no fal- tivo, por ejemplo, o la Saga de Santiago Blanco) y en Santa Cruz
ta un cuento homenaje a, precisamente, Borges. Tu observación (El otro gallo o Jonás y la ballena rosada). Pero, las más evidentes
es correcta, por estos lares, la literatura es literatura y, ¿por qué huellas de Felipe Delgado están, sin duda, en La Paz. Sin grandes
no?, el tema puede ser policial. problemas, podemos asociar el marginal mundo paceño de Sae-
nz con, por ejemplo, Periférica Blvd. de Cárdenas o con Cuando
Mayo, 2020.
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