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V I R U S
COMITÉ DE SELECCIÓN:
EDICIONES
PRÓLOGO
I. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA AL
ESTUDIO
...DE LOS VIRUS
II. LA ESTRUCTURA DE LOS VIRUS
III. EL PROCESO DE INFECCIÓN
VIRAL
IV. LISOGENIA
V. INTERACCIONES ENTRE VIRUS Y
...CÉLULAS EUCARIÓTICAS
VI. INTERFERÓN E INMUNIDAD A
LAS
...INFECCIONES VIRALES
VII. INTERACCIONES ENTRE EL
VIRUS Y EL
...ORGANISMO HOSPEDERO
VIII. VIRUS Y TUMORES
IX. LOS RETROVIRUS: LA CLAVE
DE LA
...ONCOGÉNESIS VIRAL
X. PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS INFECCIONES
VIRALES
XI. VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA
XII. LA EVOLUCIÓN DE LOS VIRUS
XIII. LOS VIRUS Y LA INGENIERÍA GENÉTICA
XIV. EL ORIGEN DE LOS VIRUS
XV. LOS VIRUS: PROBLEMAS DE UN CONCEPTO EN EVOLUCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
CONTRAPORTADA
C O M I T É D E S E L E C C I Ó N :
Coordinadora Fundadora:
Coordinadora:
E D I C I O N E S
Impreso en México
P R Ó L O G O
A LA SEGUNDA EDICIÓN
I . I N T R O D U C C I Ó N H I S T Ó R I C A A L
E S T U D I O D E L O S V I R U S
[Nota ]
[Nota ]
c) EL BACTERIÓFAGO
Al igual que todos los organismos, los virus pueden generar mutantes
en el transcurso de su ciclo de crecimiento; estas mutaciones pueden
afectar el tipo de placa formada por la infección viral en los cultivos
infectados, el rango de hospederos susceptibles de ser infectados por el
virus e incluso las propiedades fisicoquímicas del virus. Un problema
asociado con las mutaciones consiste en que varias de éstas pueden ser
de tipo letal, o sea, bloquean totalmente la capacidad de replicación del
virus y por lo tanto no pueden ser detectadas. Sin embargo, en 1963
Epstein y Edgar descubrieron un tipo muy particular de mutantes virales
que ahora son conocidos como "mutantes letales condicionales". Una
clase de estos mutantes está constituida por los mutantes sensibles a la
temperatura. Estos virus mutantes son capaces de crecer a una cierta
temperatura, la temperatura permisiva, pero no pueden hacerlo a una
más alta, la temperatura restrictiva misma temperatura que no afecta
el crecimiento de virus normales. Otra clase de mutantes condicionales
está constituida por los mutantes ámbar, los cuales no pueden crecer en
ciertas cepas celulares llamadas no permisivas, mientras que sí pueden
hacerlo en cepas celulares permisivas. También se han descrito otros
tipos de mutantes condicionales sensibles al frío, los cuales se
comportan a la inversa de los mutantes termosensibles anteriormente
descritos.
Figura I.3. El experimento de Frankel-Conrat y Singer que demostró que
el ARN es el material genético del virus del mosaico del tabaco (VMT).
Figura I.4. Diagrama que muestra el tamaño relativo y las formas de diferentes
tipos de virus. (a) Poxvirus (vacuna). (b) Poxvirus (dermatitis pustular). (c)
Rabdovirus. (d) Virus de la parainfluenza (parotiditis). (e) Bacteriófago. (g)
Herpesvirus. (h) Adenovirus. (i) Virus de la influenza. (j) Virus de la papa. (k)
Virus del mosaico del tabaco. (l) Polioma/papiloma virus. (m) Virus del
mosaico de la alfalfa. (n) Virus de la polio. (o) Fago ØX174.
Figura I.5. Diagrama que ilustra la terminología utilizada para describir los
virus con simetría helicoidal (izquierda) y con simetría icosaédrica (derecha).
I I . L A E S T R U C T U R A D E L O S V I R U S
a) ÁCIDOS NUCLEICOS
Figura II.1b. Formas de representación esquemática del ADN. (a) Esquema que
muestra la polaridad de las cadenas de desoxirribonucleótidos y el
apareamiento de bases. (b) Esquema que muestra la estructura en doble hélice
y los parámetros helicoidales de la molécula.
Cuando las macromoléculas del tipo del ARN y el ADN son sometidas a
centrifugación en presencia de una solución concentrada de sales
pesadas como el cloruro de cesio (CsCl), las fuerzas opuestas de
sedimentación y difusión producen un gradiente de concentración de la
sal, generando un aumento continuo de la densidad en dirección de la
fuerza centrífuga. Las macromoléculas presentes en semejante
gradiente son impulsadas por la fuerza centrífuga hasta la región donde
la densidad de la solución salina es igual a la densidad de flotación
característica de cada tipo de macromolécula.Cuando existen varias
especies de macromoléculas dentro del gradiente, cada especie formará
una estrecha banda en la posición donde la densidad del CsCl es igual a
la densidad de flotación de la especie molecular en cuestión. Las cinco
posibles clases de ácido nucleico: ADN de cadena doble, ADN de cadena
sencilla, ARN de cadena sencilla, ARN de cadena doble, híbridos ADN-ARN,
pueden ser separadas por medio de centrifugación en gradientes de
CsCI. Por otra parte, es posible introducir marcadores de densidad en
los ácidos nucleicos, haciendo crecer la fuente del ácido nucleico (virus,
bacteria, célula, etc.) en un medio que contenga isótopos pesados de
algún elemento que puede ser incorporado en la estructura de los ácidos
nucleicos (15N, 18O, 2H), o análogos de las bases nitrogenadas como el
5.bromouracilo, cuyo peso molecular es mayor que el de la timina
normalmente presente en el ADN. De esta manera, el nuevo ácido
nucleico tiene una densidad de flotación mayor que la del ácido nucleico
normal equivalente, y esta característica puede ser de gran utilidad
cuando se desea establecer el destino final de una macromécula en
particular.
Figura II.2. Formación de dímeros y círculos de ADN del fago después de una
incubación bajo condiciones que favorecen la circulación del ADN. En la figura
se muestran las secuencias de bases que constituyen los extremos o términos
pegajosos.
En el caso del virus del mosaico del tabaco (VMT), una proteína
compuesta por 158 aminoácidos constituye la subunidad básica a partir
de la cual se construye la cápside del virus. En dicha proteína cuando
menos la mitad de los aminoácidos presentes en el interior de la
macromolécula son de tipo hidrofóbico, mientras que en la superficie de
la misma hay tan sólo cuatro grupos hidrofóbicos en un segmento
constituido por 24 residuos de aminoácidos. Por lo tanto, se puede decir
que los mismos principios fisicoquímicos que rigen el desarrollo de la
estructura terciaria y cuaternaria de las proteínas son causa de la
organización de las cápsides virales. Las múltiples uniones formadas
durante la agregación de las subunidades de proteína contribuyen al
enmascaramiento de sitios potencialmente susceptibles a la acción de
enzimas capaces de degradar proteínas; de esta manera las proteínas
de la cápside viral adquieren también mayor resistencia al calor y otros
agentes físicos.
c) VIRUS FILAMENTOSOS
d) VIRUS ESFÉRICOS
h) EL PRINCIPIO DE AUTOENSAMBLE
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V I R A L
a) ADSORCIÓN
Algunos fagos con cola, como el fago PBSl, se adsorben a los flagelos
bacterianos en lugar de a la pared celular. La punta de la cola de este
fago tiene una fibra flexible que se adhiere alrededor del filamento del
flagelo y entonces el fago se desliza por el filamento hasta alcanzar la
base del flagelo. Otros fagos con cola se adsorben a la cápsula de la
bacteria. Finalmente, algunos fagos se adhieren a los llamados pili o
vellosidades sexuales de las bacterias que contienen el factor sexual "F"
o ciertas colicinas (factores de resistencia contra agentes
antimicrobianos). Los fagos filamentosos que contienen ADN de cadena
sencilla se adsorben a las puntas de estos pili mientras que los fagos
esféricos de ARN se adsorben a los costados de estos pili.
Las células animales carecen de pared celular y sólo están rodeadas por
la membrana plasmática que es muy flexible y cambiante en sus
componentes estructurales. Las células animales continuamente
introducen elementos del medio externo por medio del proceso
de pinocitosis y a través de un procedimiento similar, pero inverso,
exportan al medio diversas substancias como enzimas, hormonas y
neurotransmisores. Los virus animales solamente pueden infectar
células que poseen receptores específicos para el virus en particular. Por
lo tanto, se requieren diferentes receptores para diferentes tipos de
virus. Se conoce con poco detalle el mecanismo preciso por medio del
cual los virus penetran en las células animales. Buena parte del
problema radica en que la mayoría de las partículas virales que infectan
a una célula son incapaces de iniciar con éxito la multiplicación del virus.
Usualmente, estas partículas no infecciosas superan a las partículas
infecciosas en proporción de 1000:1, y no existen métodos bioquímicos
o microscópicos que puedan distinguir entre ambos tipos de partículas
virales antes de que haya ocurrido la infección propiamente dicha. Todos
los virus ARN y ADN producen estas partículas defectuosas conocidas
como interferentes-defectuosas (ID), las cuales son el resultado de
errores en la síntesis de ácido nucleico viral. Estas partículas ID son
mutantes que carecen de segmentos de ácido nucleico y por lo tanto son
incapaces de reproducirse sin la ayuda de partículas virales normales
capaces de suplir la información genética ausente en el genoma de las
partículas ID. Por esta razón, la propagación de las partículas ID es
óptima cuando las células son infectadas en altas multiplicidades de
infección. Las partículas ID deprimen el rendimiento de la progenie viral
infecciosa debido a que compiten por ciertos productos sintetizados en
cantidades limitadas por las partículas virales infecciosas.
Los virus con envoltura pueden penetrar a la célula hospedera por medio
de la fusión entre las envolturas virales y la membrana de la célula.
Tanto los virus con envoltura como los virus que carecen de ésta pueden
ser introducidos a la célula por medio del proceso de pinocitosis (figura
III.3.). La fusión de membranas ocasiona la liberación del genoma viral
en el citoplasma de la célula, pero en el caso de la pinocitosis el virus
entero es contenido en una vesícula formada a partir de la membrana
plasmática. Es probable que esta vesícula se fusione a su vez con alguna
de las membranas internas de la célula y la cubierta viral es modificada
a consecuencia de esta fusión, lo que da lugar a la liberación del ácido
nucleico viral. Es importante hacer notar que la penetración del virus y
la subsecuente eliminación de las envolturas virales no implican
forzosamente la presencia intracelular de ácido nucleico viral desnudo.
El ácido nucleico viral puede permanecer unido a las proteínas internas
del virus, las cuales pueden incluir enzimas necesarias para la
replicación del virus. En el caso de cierto tipo de virus ARN en los cuales
el genoma viral sirve directamente como ARN mensajero (el ácido
nucleico a partir del cual se sintetizan las proteínas), el ARN viral se
asocia con los ribosomas de la célula. Esto ejemplifica el hecho de que
el ácido nucleico viral nunca permanece extendido como un verdadero
filamento dentro de la célúla, sino que se enrolla y asocia con proteínas
de manera que alcanza un estado favorable de mínima energía libre.
FIGURA III.3. Esquema de la penetración y desnudamiento de los virus en
células animales. (a) Penetración y desnudamiento por medio de la fusión de
las membranas viral y plasmática. (b) Penetración y desnudamiento por
pinocitosis seguida por fusión con la membrana citoplasmática interna.
Clase 1: está constituida por todos los virus que tienen un genoma
formado por ADN de cadena doble. En esta clase no se aplica la
designación +/-, pues diferentes especies de ARN>m se originan a partir
de diferentes segmentos de ambas cadenas del ADN viral.
Clase II: consta de virus cuyo genoma está constituido por ADN de
cadena sencilla, cuya secuencia es exactamente la misma presente en
el ARNm. En esta clase de virus, el ADN del genoma debe ser
temporalmente convertido a la forma de cadena doble antes de que
ocurra la transcripción del ADN en ARNm.
Clase III: está compuesta por virus cuyo genoma es ARN de cadena
doble. Todos los virus conocidos que forman parte de este grupo tienen
genomas segmentados, pero el ARNm es sintetizado solamente a partir
de una de las cadenas de ARN presentes en cada fragmento.
Clase IV: está representada por los virus con ARN de cadena sencilla
cuya secuencia es la misma del ARNm. En estos virus la síntesis de una
cadena complementaria al ARN original precede la síntesis del ARN viral.
Clase V: está formada por los virus que poseen un genoma de ARN de
cadena sencilla, el cual es complementario en su secuencia de bases
al ARNm.
Clase VI: consta de virus que poseen un genoma de ARN de cadena
sencilla y que producen un ADN intermediario durante el proceso de
replicación. En algunos miembros de esta clase el ARN del genoma y
el ARNm tienen la misma secuencia.
Figura III.4. Esquema de la síntesis discontinua del ADN ambas cadenas son
sintetizadas en la dirección 5---3, pero solamente una de las cadenas es
sintetizada en forma continua.
Figura III.5 Participación de un primer de ARN o fragmento iniciador en la
síntesis de los fragmentos de Okazaki.
La síntesis del ARN por parte de los virus ARN involucra la replicación, que
puede ser definida como la producción de una progenie de genomas
virales (ARN en este caso), y la transcripción que consiste en la
producción de ARN cuya secuencia de nucleótidos es complementaria a
la del genoma. Debido a que los genomas de los virus ARN pueden ser
de sentido positivo (+) o sentido negativo (-) [véase la clasificación de
Baltimore], la transcripción en estos virus, a diferencia de lo que ocurre
en el caso de los virus ADN, no es siempre sinónimo de la síntesis
de ARN mensajero.
Cuando una célula es infectada por un virus, no todos los genes virales
son expresados a un mismo tiempo y, por lo tanto, no todas las
proteínas virales son sintetizadas al mismo tiempo. La mayoría de estas
proteínas virales no son sintetizadas en forma continua. Algunas
proteínas virales son sintetizadas durante unos cuantos minutos al
principio de la infección, otras son sintetizadas en las etapas tardías de
la infección y otras más son sintetizadas durante periodos que equivalen
a la mitad del ciclo infeccioso.
Los ortomixovirus son únicos entre los virus ARN debido a que parte de
su ciclo de multiplicación se lleva a cabo dentro del núcleo celular.
Inmediatamente después de la infección, la partícula viral desnuda es
transportada al interior del núcleo celular y en etapas más avanzadas
de la infección, algunas proteínas virales recién sintetizadas migran del
citoplasma (su lugar de síntesis) hacia el núcleo. El paso de moléculas a
través de la membrana nuclear es un proceso altamente selectivo y
constituye un nivel de control presente únicamente en las células
eucarióticas.
Todos los virus ADN, con excepción de los poxvirus, sintetizan su ARNm a
partir de una molécula de ADN de cadena doble, la cual se ubica en el
núcleo de la célula infectada y, por lo tanto, representa el modelo más
cercano para el estudio de la síntesis de ARNm en las células eucarióticas.
Las histonas constituyen el principal tipo de proteínas que normalmente
se encuentran asociadas con el ADN celular; estas histonas se
encuentran también asociadas con el genoma de algunos virus ADN como
los papovavirus, lo que subraya la similitud estructural entre la
cromatina celular y la cromatina viral. El tamaño de los genomas de los
virus ADN animales varía dos órdenes de magnitud, desde los parvovirus,
cuyo ADN tiene un peso molecular promedio de 1.5 x 106 daltones,
hasta el virus de la vacuna cuyo ADN tiene un peso molecular de 160 x
l06daltones. Los virus más grandes son menos dependientes de las
funciones de la célula hospedera para multiplicarse y por lo tanto pueden
hacerlo aun cuando las células hospederas se encuentran fuera de la
fase S del ciclo celular, misma que constituye el periodo normal de
duplicación del ADN celular. Los virus pequeños solamente pueden
replicarse durante la fase S del ciclo celular; y los virus de tamaño
intermedio tienen la capacidad de inducir a la célula para que entre en
la fase S. Casi todos los virus ADN tienen la capacidad de transformar
células en cultivo, volviéndolas de tipo tumoral (canceroso). Este
fenómeno será discutido con detalle más adelante. Sin embargo, es
posible especular que la transformación celular puede resultar a
consecuencia de una aberración en el mecanismo normal por medio del
cual el virus interacciona con los factores celulares que regulan la
división celular. También es importante mencionar que gran parte de la
información genética contenida en el genoma de los virus ADN más
grandes parece duplicar información ya presente y expresada en las
células que se encuentran en la fase S del ciclo celular.
Los adenovirus poseen una cantidad de ADN seis veces mayor que la de
los papovavirus. Sin embargo, son muy similares sus estrategias de
control genético: síntesis temprana de proteínas virales, replicación
del ADN viral, síntesis de proteínas virales tardías. En el caso de los
adenovirus, tanto la ARN polimerasa celular tipo II como la tipo III
participan en la transcripción de ARNm viral temprano y tardío. El estudio
de la replicación de los adenovirus ha contribuido a establecer que
el ARNm de ciertos virus es codificado, al igual que el ARNm de las células
eucarióticas, por regiones no contiguas del ADN. Esto implica que el
transcrito inicial del ARN viral es fragmentado en forma específica y los
fragmentos adecuados son unidos por una enzima ARN ligasa (figura
III.11). En el núcleo de la célula infectada por el adenovirus ocurren
mecanismos de control genético altamente complejos. Además de la
fragmentación y ligado del ARNm, existen otros procesos como la
poliadenilación, que consiste en la adición de un polímero constituido
por 150 a 200 nucleótidos de adenina, al extremo 3' del ARNm. Este
fenómeno incrementa la estabilidad del ARNm. Otro proceso es
el capping del ARNm viral, el cual consiste en la adición de un nucleótido
especial: 7-metil guanosina, al extremo 5' del ARNm. Este nucleótido
puede ser hipermetilado posteriormente. El cap protege el extremo 5'
del ARNm evitando que sea degradado por enzimas nucleasas o
fosfatasas o por ambas, lo cual incrementa la estabilidad del mensaje.
También se observa un transporte diferencial del ARNm viral en el nivel
de la membrana nuclear; la permeabilidad de esta membrana al ARNm
recién sintetizado cambia continuamente durante el proceso de
infección, de manera que el espectro de proteínas virales al ser
sintetizadas también cambia en forma continua.
En las células infectadas por virus tanto las proteínas como los ácidos
nucleicos virales son sintetizados por separado y posteriormente
ensamblados para formar nuevas partículas virales. Los virus pueden
autoensamblarse en un proceso similar a la cristalización, ya que las
partículas virales, al igual que los cristales, constituyen estructuras que
se encuentran en un estado mínimo de energía libre. Sin embargo, el
genoma viral también puede especificar ciertos factores
"morfogenéticos" que no contribuyen directamente a formar la
estructura del virión, pero son necesarios para el proceso de
ensamblaje.
I V . L I S O G E N I A
El genoma del fago está constituido por una molécula lineal de ADN de
cadena doble; esta molécula posee extremos cohesivos o "pegajosos"
debidos a la secuencia de nucleótidos presentes en esa región del
genoma viral. Al penetrar en la bacteria, el ADN del fago l se circulariza
por la interacción entre los extremos cohesivos de la molécula.
Ocasionalmente, este anillo de ADN puede ser integrado en el
cromosoma de la bacteria. La integración ocurre en un sitio específico
del genoma bacteriano; en ese sitio existe una secuencia de nucleótidos
que resulta homóloga a la de una región del genoma del fago
denominada att . Cuando en forma espontánea se alinean
paralelamente estas secuencias homólogas, el círculo del genoma del
fago se rompe y la integración se lleva a cabo por medio del
entrecruzamiento entre el ADN del fago y el ADN de la bacteria; este
entrecruzamiento es mediado por un factor proteico codificado por un
gene del fago (int). El fago, una vez integrado, se encuentra como
profago y solamente unos cuantos de sus genes son expresados (figura
IV.1). Un gene en particular produce una proteína que se comporta
como un represor que inactiva la expresión de los otros genes virales.
Este represor también actúa como un factor de inmunidad que im pide
la superinfección de la misma bacteria por otro fago .
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Las IgM e IgG pueden activar el sistema del complemento que consiste
en una cascada de enzimas que liberan componentes capaces de atraer
diversos tipos de células del sistema inmune al sitio donde se localiza el
anúgeno; estas enzimas también expresan una actividad de fosfolipasa
capaz de lisar las células infectadas por el virus.
Esta representación esquemática de una molécula de IgG muestra las cadenas
pesadas (H) y las cadenas ligeras(L). Los extremos N de los fragmentos Fab
corresponden a las regiones de unión del anticuerpo con su antígeno específico.
El fragmento Fc es común a todas las moléculas de IgG independientemente de
su especificidad antigénica. Se indican las regiones con secuencias variables
(V) y con secuencias constantes de aminoácidos (C). La sigla CHO indica la
posición de moléculas de carbohidratos asociados con la proteína IgG; estos
puentes disulfuro estabilizan la estructura de la IgG.
INTERFERÓN
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Virus como los descritos en los párrafos anteriores son conocidos como
virus oncogénicos, pero se utiliza una terminología más cautelosa para
describir otro grupo de virus que también han sido asociados con la
producción de cáncer. Estos virus están representados principalm ente
por los herpesvirus asociados a tumores que, como el nombre sugiere,
han sido encontrados en asociación con varios tipos de tumores tanto
en humanos como en una gran variedad de animales. En 1907, Marek
describió una enfermedad de pollos y gallinas que afectaba el sistema
nervioso de estos animales. En 1929, Pappenheimer y colaboradores
encontraron una alta incidencia de tumores linfoides en los ovarios de
aves afectadas por la enfermedad de Marek. Después de la segunda
Guerra Mundial, la cría de aves de corral alcanzó proporciones masivas
y a consecuencia de esto la enfermedad de Marek pareció ganar en
virulencia y modificar su curso natural de manera que la aparición rápida
de tumores de tipo linfoide en las vísceras de las aves afectadas pasó a
ser el principal signo de esta enfermedad. En 1967, Biggs y Churchill
fueron capaces de propagar el agente causal de la enfermedad de Marek
en cultivos de células y posteriormente lograron aislar el virus que
resultó pertenecer al grupo de los herpesvirus. Los efectos citopáticos
del virus de Marek son parecidos a los producidos por otros herpesvirus,
como el varicela-zoster. En 1969, Churchill y colaboradores produjeron
una vacuna a partir de virus de Marek atenuados por medio de la
repetida propagación de los mismos en cultivos celulares; esta vacuna
fue capaz de proteger a los pollosinoculados, evitando la aparición de
los tumores linfoides asociados con la enfermedad de Marek.
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Figura IX.1. Hipótesis del protovirus para el origen de los genes cancerosos y
la generación de virus ARN oncogénicos. En el ejemplo ilustrado, el virus del
sarcoma de Rous (RSV) es visualizado como si se originara a partir de un virus
con bajo potencial oncogénico como el virus de la leucosis aviaria ( AVL). Las
líneas zigzagueantes anchas indican ADN involucrado en la transferencia de
información desde el ADN y de nuevo hacia ADN por medio de la enzima
transcriptasa inversa. El ARN del ALV incorpora el ARN transcrito a partir
del ADN anormal propio de una célula cancerosa y de esta manera se convierte
en el virus oncogénico RSV.
Temin propuso una extensión de la hipótesis del ADN proviral. Esta nueva
idea, conocida como la teoría del "protovirus", postula que cuando
menos una parte del genoma de los virus oncogénicos ha surgido como
consecuencia del proceso evolutivo a partir del ADN de células normales
que han sido alteradas por algún agente carcinogénico. La
recombinación genética entre el ADN viral y el ADN celular puede resultar
en carcinogénesis debido a la inserción del híbrido de ADN viral y celular
en un sitio inadecuado dentro del genoma de una céla hasta entonces
normal; esto puede propiciar la activación de genes normalmente
inactivos en las células adultas. Por su parte, Huebner y Todaro
propusieron en 1969 la hipótesis del oncogene. Según esta hipótesis,
las células de la mayoría de los vertebrados contienen genomas
correspondientes a virus ARN oncogénicos, incluyendo las secuencias
que codifican las actividades que pueden transformar a una célula
normal en célula tumoral (oncogenes). De acuerdo con esta hipótesis,
las secuencias correspondientes a los oncogenes son transmitidas en
forma vertical de los progenitores a la progenie y, por lo tanto, la
aparición del cáncer será determinada por la reactivación de esos
oncogenes endógenos cuya expresión está normalmente reprimida.
Dicha reactivación puede ser inducida por carcinógenos químicos,
irradiación, envejecimiento celular o una combinación de todos estos
factores. Esta teoría ofrece una explicación para la frecuentemente
observada transmisión vertical de ciertos virus animales y la interacción
cooperativa entre irradiación, carcinógenos químicos, infecciones
crónicas y los virus oncogénicos en la producción de transformación
celular.
Los retrovirus han sido definidos como virus ARN que en forma
obligatoria se propagan a través de un intermediario intracelular
constituido por una molécula de ADN de cadena doble sintetizada por la
enzima transcriptasa inversa característica de estos virus, a partir
del ARN que constituye el genoma viral.
El virus de la hepatitis B
Cabe subrayar que los hepatocitos infectados por HBV producen viriones
infectantes completos (partículas de Dane), pero también producen
partículas virales defectuosas, tanto esféricas como cilíndricas, que
carecen del genoma viral pero que presentan en su superficie el antígeno
principal del HBV (HBsAg), en sus tres versiones: grande, mediana y
corta o principal. De hecho, en toda infección por HBV la producción de
partículas defectuosas supera a la de viriones completos por varios
órdenes de magnitud. Lo anterior indica en forma indirecta que los
viriones completos tienen una gran capacidad infectiva y son suficientes
para propagar la infección.
El genoma del agente delta consta de 1678 nucleótidos que forman una
cadena de ARN circular. Las características moleculares del HDV se
parecen mucho a las de los viroides que son moléculas
de ARN desprovistas de cápside y que, sin embargo, son capaces de
producir diversas enfermedades en las plantas. Hasta el momento, todo
parece indicar que el genoma del agente delta sólo codifica una proteína
conocida como antígeno delta (HDAg), la cual tiene una gran afinidad
por el propio ARN de este viroide y también por el antígeno principal del
HBV (HBsAg). Estas propiedades del HDAg permiten que el genoma del
viroide sea empacado dentro de envolturas compuestas por lípidos de la
célula infectada y múltiples copias del HBsAg; es decir, este viroide
utiliza al antígeno principal del HBV para conformar su propia envoltura
y así poder propagarse como un agente infeccioso. Por lo anterior, la
infección por el agente delta sólo puede prosperar en individuos que han
sido coinfectados con HBV y HDV al mismo tiempo, o que padecen de
hepatitis B crónica o son portadores crónicos del HBsAg. En todos estos
casos, el HBV puede actuar como virus auxiliar al proporcionar el
material necesario (HBsAg) para el empacamiento de nuevas partículas
infecciosas del agente delta.
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Las vacunas pueden ser administradas por vía oral, vía parenteral
(inyectadas) o por simple escarificación de la piel con una aguja. La vía
de administración depende del tipo de preparación y de la estabilidad
física de la misma. Cuando se prepara una nueva vacuna, además de
los factores biológicos que determinan la elección entre una preparación
muerta o una preparación atenuada, deben considerarse factores
socioeconómicos relacionados con el costo, estabilidad a largo plazo de
los lotes de vacuna, facilidad en el modo de administrarse de la vacuna
y el número de dosis a ser administradas. También debe considerarse el
efecto psicológico asociado con las incomodidades y reacciones
secundarias (como fiebre, erupciones en la piel, etc.) derivadas de la
administración de la vacuna.
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Figura XI.3. Estructura del virión de HIV.(E) envoltura formada por una
bicapa de lípidos derivada de la membrana de la célula hospedera. (gp120)
glicoproteína mayor de superficie con peso molecular de 120 000 daltones.
(gp120s) forma soluble de la gp120. (gp41) glicoproteína transmembranal
con peso molecular de 41 000 daltones. (HLA) antígeno de
histocompatibilidad derivado de la membrana de la célula hospedera. (NC)
subunidades de la nucleocápside viral formada por la proteína viral con peso
de 17 000 daltones. (RT) moléculas de la enzima transcriptasa inversa viral.
(ARN + p24) ARN genómico viral rodeado de múltiples copias de la proteína
mayor del centro viral que pesa 24 000 daltones. ( ARN + p 7) ARN genómico
viral cubierto por moléculas de la proteína menor del centro viral con peso de
7 000 daltones.
Las principales vías de contagio por este virus son la sangre (y productos
derivados de la sangre) y el contacto sexual. La eficacia del contagio por
vía sanguínea depende de varios factores como son el número de
partículas virales presentes en la sangre contaminada, el volumen de
sangre aplicado y el estado inmunológico del individuo receptor. Hoy en
día, la transmisión por vía sexual es la principal forma de contagio por
HIV. Desafortunadamente, es frecuente la transmisión del HIV de la
madre al producto, durante el embarazo o durante el periodo inmediato
al nacimiento.
EL HIV Y EL SIDA
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LOS VIRUS sufren cambios evolutivos al igual que los seres vivos. Los
genomas virales están sujetos a la mutación con la misma frecuencia
común a todos los ácidos nucleicos, y cuando las condiciones favorecen
a un mutante en particular, éste es seleccionado, dando origen a una
nueva cepa que paulatinamente substituye a la anterior. Hoy día existen
dos opiniones predominantes en relación con el origen de los virus. La
primera opinión considera que los virus se originaron a partir de células
degeneradas que perdieron la capacidad para hacer vida libre. De
acuerdo con la segunda opinión, los virus se originaron a partir de
fragmentos de ácido nucleico celular que escaparon de la célula original.
La biología molecular de los fagos y bacterias difiere en forma
considerable de la de los virus de eucariotes y sus respectivas células
hospederas, al grado de que no es posible propagar bacteriófagos en
células eucarióticas o virus animales en bacterias. Esto sugiere que los
fagos y los virus de eucariotes se originaron en forma independiente.
Existe una teoría cíclica para explicar el cambio antigénico; esta teoría
se basa en la observación de anticuerpos contra la influenza en el suero
de personas que estaban vivas antes de 1932, año en que fueron
aisladas las primeras cepas del virus. Suero humano obtenido en 1957,
el año en que apareció el virus subtipo H2N2, fue mantenido en
congelación y posteriormente probado para establecer si contenía
anticuerpos contra las cepas contemporáneas H2N2 y H3N2. El suero de
individuos que ya estaban vivos en 1889, pero no, en 1888, mostró la
presencia de anticuerpos contra el subtipo H2N2; esto sugiere que estos
individuos habían sido infectados por una cepa H2N2 en 1889.
Experimentos similares demostraron que la cepa H3N2 ya estaba
presente alrededor de 1900. Por lo tanto, la teoría cíclica supone que las
cepas virales se "ocultan" con cierta periodicidad, permaneciendo quizá
en otra especie que actúa como hospedera hasta que la población de la
especie hospedera natural, que manifiesta inmunidad contra el virus, es
substituida paulatinamente por un número suficiente de nuevos
individuos susceptibles que no han estado expuestos al contagio por el
virus. Bajo estas condiciones, el virus puede resurgir e infectar una vez
más una proporción considerable de la especie hospedera natural.
X I I I . L O S V I R U S Y L A I N G E N I E R Í A
G E N É T I C A
FIGURA XIII.2. Esquema que muestra cómo puede ser utilizado un mutante del
fago 1 como vector de clonación. La reacción de empacamiento selecciona las
moléculas de ADN recombinante.
X I V . E L O R I G E N D E L O S V I R U S
EXISTEN dos principales teorías con respecto al origen de los virus. Una
teoría propone que los virus son consecuencia de la degeneración de
microorganismos (bacterias, protozoarios y hongos) que alguna vez
fueron parásitos obligatorios de otras células, a tal grado que se
convirtieron en parásitos intracelulares y perdieron paulatinamente
todos los componentes necesarios para desarrollar un ciclo de vida libre
independiente de la célula hospedera. Sin embargo, el hecho de que la
organización de los virus es de tipo no celular, es un importante
argumento en contra de esta teoría, ya que las cápsides virales son
análogas, desde el punto de vista morfogenético, a los organelos
celulares constituidos por subunidades de proteína, tales como flagelos
y filamentos que forman el citoesqueleto, y no son parecidas a las
membranas celulares. Por otra parte, las envolturas de los virus no
muestran similitudes arquitectónicas con las membranas celulares o en
caso de poseer dicha arquitectura es debido a que la envoltura viral fue
adquirida como consecuencia de la protrusión o brote de la partícula
viral a través de la membrana celular.
Es poco probable que todos los virus conocidos hayan derivado del
mismo progenitor ancestral. Es más probable que diferentes tipos de
virus hayan surgido en diferentes ocasiones por medio de cualquiera de
los mecanismos invocados por las teorías mencionadas. Sin embargo,
una vez que se ha formado un virus en particular, éste estará sujeto a
presiones evolutivas al igual que los organismos procarióticos y
encarióticos. Un proceso que contribuye a la evolución viral es la
recombinación entre dos diferentes tipos de virus. Por ejemplo, el fago
P22, que afecta la Salmonella, puede recombinarse con otros fagos cuya
morfología es diferente (por ej.: fagos Fels1 y Fels-2) e incluso con el
fago que infecta la E. coli, pero no a la Salmonella. Casos similares de
recombinación "ilegítima", la cual ocurre entre moléculas de ADN que
muestran poca homología entre sus respectivas secuencias de bases,
han sido observados en diferentes tipos de virus animales.