Clase #3 18/05/2020

EDUCACIÓN SEXUAL EN LAS ETAPAS DEL DESARROLLO HUMANO

1. Nacimiento y vinculación (0-2 años)
- En los primeros momentos y meses de la vida de una persona, la realidad de su
existencia la componen puramente sensoriales.
- Los bebés reaccionan y experimentan a través de sus órganos sensoriales.
- Emiten conductas destinadas a cubrir sus necesidades básicas, el mundo es un
cúmulo de experimentación y percepción de sensaciones provenientes de los
cinco sentidos.
- Los padres o cuidadores pueden favorecer el desarrollo de los bebés aportando
estímulos que fomenten sus necesidades primordiales: abrazándolos, jugando
con ellos, no sólo estimularemos un crecimiento apropiado con respecto a su
sexualidad, si no que favoreceremos su desarrollo integral en esta etapa.
- Además de la estimulación física y de la valoración del cuerpo es importante que
durante los primeros años de vida el bebé desarrolle una sensación de confianza.

2. Los primeros años (3-5 años)

- Sobre los tres años los niños comienzan a establecer distinciones en función del
sexo de las personas.
En estos primeros años y de acuerdo a los mensajes que recibe de su entorno, se
van moldeando las características emocionales de su género, así como los rasgos
de su futura personalidad.
- El niño explora su cuerpo y descubre su autonomía, acompañada por las
sensaciones que su exploración le despierta.
- Importante comenzar a hablar clara y positivamente sobre este tema, aunque esto
no tenga que implicar que demos unas explicaciones pormenorizadoras.
Cuando aparece el lenguaje comienza a pedirse las primeras explicaciones sobre
el mundo.
3. Entre los 6 y 10 años
- Cerca de los 6 años y a lo largo de todo el proceso de escolaridad comienzan a
aparecer las primeras manifestaciones sexuales, conductas espontáneas de los
niños que reproducen entre sus iguales situaciones que observan y detectan en
los adultos.
- Evitar siempre transmitir mensajes que muestren la sexualidad como algo
rechazable o repugnante, fomentar de forma saludable es la experimentación de
sensaciones corporales agradables.
- Un crecimiento sexual sano es la existencia de canales fluidos de comunicación
entre padres y sus hijos, cuanto mayor sea el grado de libertad que presida la
 comunicación en estos temas, mayor será el grado de influencia que podremos
ejercer.
- Durante la infancia es muy importante aprender a reconocer las conductas de
abuso y violencia.
- Es importante que los niños entrene en la pubertad con unos conocimientos y
actitudes positivas hacia los cambios que les sucederán para que puedan valorar
correctamente la experiencia y en ningún caso ésta pueda resultarles frustrante.

4. Pubertad
- Comienza en las niñas entre los 9-12 años, y concluye entre los 11 y 14 años.
- Es el momento de ahondar en los condicionantes sociales, religiosos y culturales
de la sexualidad individual.
- La masturbación es un instrumento insustituible de autoconocimiento y de
exploración de la sexualidad individual.
- (Cambios físicos – pre adolescente. La conducta de los adultos
influenciarán(actitudes de aprobación)+ comunicación)
5. Adolescencia
- La pubertad y la adolescencia son etapas especialmente idóneas para aprender
sobre las implicaciones que la sexualidad adulta supone en el bienestar y la
salud.
- Si se ha transitado sanamente la etapa previa y los adolescentes están en un
entorno donde reciben mensajes saludables respecto de su valor como personas,
buenos ejemplos de los vínculos de las personas que los rodean y valores sólidos
que contribuyen a reforzar su autoestima y a darle a su vida un sentido
constructivo y elevado, la sexualidad se conforma saludablemente, como parte
de su todo.
- Las restricciones y las responsabilidades impuestas a adolescentes deben
modificarse a medida que pasan los años. No debemos olvidar que se trata de un
período de continuo crecimiento hacia la madurez personal.
- Generalmente durante la adolescencia se va consolidando la identidad de género,
por eso es muy importante para la autoestima, las referencias positivas o
negativas que pueda recibir en relación al hecho de ser hombre o mujer ya que si
existen juicios de valor negativos respecto a su género, podría llegar a aparecer
un conflicto muy serio que repercutiría en su sexualidad adulta.