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Arte neolítico

Introducción
El neolítico es el periodo en el que sucedió un cambio fundamental en el sistema de subsistencia del
hombre: se produjo el traslado de una economía depredadora a una economía de producción.
Mientras que el hombre del paleolítico vivía de la caza y de la recolección, en el neolítico comenzó a
producir y acumular sus alimentos con el desarrollo de la agricultura y la ganadería.

El proceso de domesticación de plantas y animales (en principio trigo, cebada, ovejas y cabras, entre
otras variedades y especies silvestres que existían en la zona) se realizó a través de la manipulación
genética y la selección artificial. La producción de alimentos involucró un proceso complejo de
intervención de la naturaleza que implicó una economía planificada y que permitió una previsión a
largo plazo.

Paralelamente, y como consecuencia de estos procesos, en el neol ítico se observa una paulatina
sedentarización, razón por la cual encontramos las primeras manifestaciones de arquitectura, tanto
viviendas como aquellas destinada al culto de los muertos (enterramientos). Asimismo, en este
periodo se desarrollan utensilios y armas en piedra pulimentada, el tejido y la cerámica, tanto con
fines rituales como para cocinar y almacenar alimentos.

Asimismo, en el neolítico se asiste a la aparición de formas de organización social: comunidades


cerradas con diferenciación de estratos y clases, asociadas a la división del trabajo.

La periodización del neolítico es algo compleja y no se desarrolló de forma pareja en todas las zonas.
Se reconoce un horizonte de desarrollo que comienza hacia el 8.000 a. C., identificándose las
primeras sociedades con marcadores neolíticos en la zona conocida como “Creciente fértil” en el
área suroriental del Asia (es decir, Oriente Próximo). La difusión de las nuevas tecnologías hacia
Europa se halló:

• En la zona central-oriental de Grecia hacia el 6.500 a. C.

• En la Península Ibérica hacia el 5.500 a. C.

• En Francia y Alemania hacia el 5.300 a. C.

• En las islas británicas y el sur de Escandinavia hacia el 4.000 a.C.

Indicamos nuevamente que esta periodización es solo válida para Europa y parte de Asia, mientras
que para otras zonas geográficas existen otras periodizaciones relacionadas con los desarrollos
específicos de cada espacio.
1 - Expansión del neolítico

El arte en el neolítico
En el horizonte neolítico se observa la aparición de nuevas manifestaciones artísticas, donde se
destacan las cerámicas y las construcciones en piedra. En general, se manifiesta una tendencia hacia
la geometrización y estilización de las formas, alejándose de los motivos más naturalistas que se
encuentran en la pintura de animales en las cuevas del paleol ítico.

Mientras que en la cerámica se hacen presentes motivos decorativos geométricos, en la pintura


rupestre adquiere más presencia el hombre, protagonizando escenas de caza, guerra o rituales.

Las construcciones arquitectónicas se destinan tanto para la vivienda como para los enterramientos.
Entre estos últimos se destacan las construcciones megalíticas (del griego "mega": grande y "lithos":
piedra) que tuvieron amplia distribución en Europa.

Cerámica
La cerámica gozó de un desarrollo muy importante durante el neolítico, asociado a la fabricación de
recipientes para la acumulación del excedente de cosechas. Asimismo, se produjeron figurillas y lajas
o placas con decoración impresa o con incisiones. Las piezas se modelaban y se dejaban secar al aire
libre o cerca de fuentes calóricas.

Las cerámicas más antiguas, cercanas al séptimo mileno a. C., están decoradas profusamente con la
impresión de los bordes dentados y sinuosos de la concha del berberecho o cardium edule, por lo
que se denomina a este tipo de vasos como cerámicas cardiales. Se han encontrado los ejemplos
más antiguos de cerámica cardial en Siria y Líbano, difundiéndose luego por la costa del
Mediterráneo, la Península Ibérica y el centro de Italia.
2 - Cuenco de cerámica cardial de la cueva de Tajos de Cacín (Granada, España).

3 - Pequeño vaso geminado con decoración impresa cardial. Museo de Prehistoria de Valencia.

4 - Valva del berberecho que se utilizaba para decorar la cerámica.

Progresivamente, este tipo de decoración es sustituida por otra realizada con instrumentos de
extremos dentados, denominada cerámica epicardial. Hacia el neolítico medio, pierden
protagonismo las impresiones para ser reemplazadas por incisiones y acanaladuras, denominadas
cerámica de bandas. Tuvo su mayor desarrollo en el centro de Europa, en las llanuras de Danubio, el
Elba superior y el Rin. Son cuencos, vasijas y tazas de confecci ón sencilla, sin asas. Están decoradas
por motivos geométricos diversos y angulosos, así como también volutas y motivos curvos.

5 - Cuenco de cerámica de bandas. Hallado en la región central de Alemania.

Hacia la última fase de desarrollo, desaparecen las decoraciones y se encuentran las formas lisas.

Escultura
La producción de escultura de los primeros campesinos europeos presenta abundantes figurillas de
personas y animales en piedra y arcilla. La mayor parte de las figurillas humanas presenta rasgos
femeninos, con caderas, vientre y senos abultados. Durante mucho tiempo se las denominó “diosas
madres”, abonando la teoría de una sociedad matriarcal durante el neolítico. Sin embargo, aunque
muchas fueron encontradas en tumbas, una buena parte de estas imágenes se hallaron rotas en
basureros, mostrando una finalidad no exclusivamente ritual. Asimismo, son comunes en este
periodo las figuras masculinas o sin un sexo definido. Entre las distintas culturas del neol ítico se
manifiestan diferentes resoluciones formales, desde imágenes más sintéticas y esquemáticas hasta
otras más naturalistas.
6 - Figura humana en yeso (diosa de la fertilidad), Tappeh Sarab, Kermanshah c. 7000 - 6100 a. C., Museo Nacional de Irán.

7 - Figura femenina, sentada y pariendo un niño. Se observa la cabeza del niño naciendo entre sus piernas, con dos panteras
o leopardos a sus lados. Museo de la Civilización de Anatolia, Ankara.
Pintura rupestre
El estilo identificado como el más antiguo es el denominado arte macroesquemático, que se
encontró en una veintena de abrigos de la zona del noroeste de la provincia de Alicante y el sur de la
de Valencia en España.

Son inherentes a este estilo las representaciones en un formato de mayor tamaño que el habitual,
utilizando para su plasmación el recurso gráfico de la esquematización. Los temas son acotados y
muy estereotipados, centrándose sobre todo en la figura humana. En general, está ubicada en
abrigos rocosos, a la luz natural y a la vista. Se caracteriza por la utilizaci ón de una pintura de
tonalidad roja oscura. Los trazos son anchos, de alrededor de 10 cm, probablemente realizados con
una muñequilla.

Las figuras humanas, en general representadas de frente, no exhiben ningún elemento que permita
la distinción de géneros. El cuerpo está representado por una línea gruesa a la que se adosa un
círculo en el extremo para representar la cabeza. En algunos casos representan extremidades, en
general los brazos hacia arriba en actitud de oración.

8 - Arte Macroesquemático. Conjunto de Pla de Petracos.

Las figuras humanas tienden a estar acompañadas por los temas serpentiformes, caracterizados por
trazos continuos que ascienden ondulantes por la pared y están terminados en líneas más finas a la
manera de dedos. Se observa que ambos temas están regularmente acompañados por puntos y
barras.
9 - Arte Macroesquemático. Conjunto de Pla de Petracos.

Las investigaciones sobre el arte macroesquemático coinciden en proponer que las figuras
antropomorfas podrían ser entendidas como “ídolos”, pintados en el seno de sociedades
productoras que desarrollaron cosmogonías enraizadas con la fertilidad de los campos y la ganadería.

El estilo más reciente del neolítico es el denominado arte levantino, que a pesar de su nombre no se
limita a la zona de Levante en España sino que abarca la zona este de la Península Ibérica, sobre el
mar Mediterráneo. Por lo tanto, es un nombre absolutamente convencional y se utiliza para
denominar la pintura rupestre realizada en abrigos rocosos al aire libre, que se caracteriza por sus
imágenes naturalistas y sus escenas narrativas.

Las imágenes están impresas en la piedra de forma directa y los colores más utilizados son el rojo, el
negro y, en una proporción mucho menor, el blanco. Se caracteriza por su formato chico (entre unos
25 a 15 cm de alto) y por sus trazos muy finos (que supone la utilización de plumas de aves como
pinceles) y tintas planas uniformes que rellenan el interior de las figuras.

Entre los temas más comunes en este estilo se encuentran las escenas de caza donde se conjugan
herbívoros y humanos representados con un llamativo dinamismo. Entre los animales que
conforman el bestiario levantino encontramos cabras, ciervos, bovinos, jabalíes y caballos. En
algunos casos se han identificado perros, aves, conejos e insectos. Los animales siempre son el
centro de las composiciones, donde se los muestra como víctimas de los personajes humanos que
los persiguen, acosan o derriban. Por lo tanto, las imágenes de los zoomorfos son muy expresivas,
mostrando distintas posturas y actitudes.

Las figuras humanas llevan marcados sus rasgos sexuales, sobre todo los masculinos, quienes
además en su mayoría portan arcos (arqueros). Sus cuerpos están representados de forma muy
sintética, en las que se pueden identificar el torso y las extremidades representadas por l íneas
simples. Al igual que los animales, la variedad de posturas y movimientos es muy amplia. Por su
parte, las figuras femeninas se identifican por las siluetas sinuosas, las caderas redondeadas, por
llevar faldas largas y, en algunos casos, por estar provistas de senos. La mayor parte de las mujeres
está representada en actitudes pasivas, de pie y estáticas, inclinadas o sentadas con las piernas
cruzadas o de rodillas.

En algunos casos se observó la representación de temas vegetales como árboles y ramas sueltas, y
también huellas de animales.
En el arte levantino es muy importante el componente escénico y narrativo de las representaciones
que muestran actividades muy concretas de caza y guerra, así como bailes de mujeres. Muchas
escenas son de compleja interpretación, no solo porque no se puede identificar qué están haciendo
los personajes sino porque las escenas están pintadas todas juntas en un panel y se dificulta la
individualización de cada una.

10 - Roca dels Moros o Cueva de El Cogul, Catalunia, España.

11 - Roca dels Moros o Cueva de El Cogul, Catalunia, España.

12 - El baile. Cueva de El Cogul, dibujo por Henri Breuil.


13 - Escena de caza de ciervas. Pintura mural de la Cueva de los Caballos del Barranco de Valltorta, provincia de Castell ón,
en el este de España.

Megalitos
Quizás los fósiles más reconocidos y llamativos del neolítico sean los megalitos: monumentos hechos
con grandes piedras. Este tipo de construcciones tuvo una difusi ón muy amplia en toda Europa y
siguió construyéndose después del neolítico.

La característica fundamental de los megalitos es la arquitectura arquitrabada, es decir, se hincan en


el suelo losas de piedra (ortostatos) y se colocan otras encima de estas como dinteles.

14 - Megalito - Alquitrabe.
Es cierto que existen construcciones hechas con grandes piedras fuera del horizonte neol ítico y que
muchas tienen características comunes, pero es un error interpretar a todas bajo la misma forma. El
resultado de aplicar el término megalito a todos los monumentos hechos en diferentes regiones
geográficas y con diferentes contextos culturales dio lugar a un absurdo: pensar que hay una
conexión genética entre todos o que fueron fruto de una “raza megalítica”, o incluso ¡obra de
extraterrestres!

Centrándonos en los edificios megalíticos de Europa en el horizonte neolítico, encontramos cuatro


categorías fundamentales:

• Menhir: piedra aislada erecta. El nombre proviene del gales "maen": piedra e "hir": largo. Su
longitud oscila entre uno a seis metros. Se encuentran distribuidos por toda Europa, siendo
muy populares en la región de bretona francesa.

15 - "La Grande Pierre Levée", menhir en Saint-Macaire-En-Maugesr, Pays de la Loire, Francia.

El Grand Menhir Brisé es una piedra de 22 metros de largo, que se encuentra rota en cuatro partes y
acostada. No se sabe si estuvo de pie alguna vez, aunque las descripciones más antiguas hablan de
ella tal como está ahora.
16 - Grand Menhir Brisé, Locmariaquer. c. 4500 a. C.

• Alineamientos: son piedras erectas agrupadas, dispuestas en filas o en círculos de piedras


que se denominan cromlech. Algunos también forman una elipse o una elipse aplanada.
Algunos están aislados y otros rodean un túmulo funerario.

17 - Alineamientos de Carnac. Francia. c. milenios V al II a. C.

Los alineamientos de Carnac, cercanos a la ciudad del mismo nombre en la región bretona francesa,
son más de 3000 menhires que se alzan en líneas paralelas que se extienden por un trecho de 6 km.

• Cámaras de enterramiento: es la forma más generalizada de monumento de piedra europeo.


Se encontraron entre 40.000 y 50.000 de estas cámaras. La mayor parte se encuentran en
España, Portugal, Francia, Gran Bretaña, Irlanda y norte de Alemania.

Cuando son exentas y construidas a partir del sistema del arquitrabe, se las denomina dolmen.
Algunas funcionaron como túmulos sepulcrales, con una pequeña cámara cubierta por una falsa
bóveda hemisférica de lajas o mampostería en seco que se denomina tholos.
18 - Dolmen de Ballykeel, Irlanda del Norte.

19 - Anta de S. Geraldo, Portugal.

• Hences: grandes túmulos de piedra sin estructura funeraria y recintos circulares con fosos. El
ejemplo más reconocido de este tipo es Stonehenge en Inglaterra, aunque su construcci ón
fue muy prolongada en el tiempo y buena parte fue realizada fuera del periodo neolítico.

20 - Stonehenge, 29.500 a.C., 110 m de diámetro. Salisbury, Inglaterra.

El destino y el universo de creencias que sostenían la creación de este tipo de monumentos


megalíticos se ha perdido, y con ella su interpretación final. Estuvo muy de moda la interpretación
astrológica de estos monumentos, llegando a hablar de “astroarqueología” y “arqueoastronomía”,
pero estas teorías ya han sido completamente descartadas.

Muchos de estos monumentos están asociados a enterramientos, pudiendo funcionar como


monumentos fúnebres. Entre estos, los más comunes son las cámaras de enterramiento, donde se
encontraron hasta 200 tumbas, ya que eran usados colectivamente por una comunidad o por una
familia durante cierto periodo de tiempo.

Los menhires aislados, que no tienen un enterramiento adosado, se cree que funcionaban como
marcadores territoriales, o quizás como un cenotafio.

Por su parte, los alineamientos no presentan restos de enterramientos ni restos de vida dom éstica,
por lo que se supone que podrían funcionar como lugar de reunión, quizás donde se celebraran ritos
sagrados, ceremonias sociales, o quizás hasta un mercado.

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