FCB 17681-2014 Desestima Alos Archivo

Poder Judicial de la Nación
JUZGADO FEDERAL DE CORDOBA 1
//doba, a los 30 días de julio del año dos mil veinte.-
Y VISTOS:
Estos autos caratulados: “Investigación Muerte de
Etiología Dudosa-Víctima Juan Antonio Alos” (FCB 17681/2014)”,
llegados a despacho a los fines de resolver la desestimación de las
presentes actuaciones en relación a la muerte de etiologia dudosa de
Juan Antonio Alos, requerida por el Sr. Fiscal Federal, Dr. Carlos
Casas Noblega.
DE LOS QUE RESULTA :
Que la presente investigación se inicia
el día 07 de septiembre de 2013, con motivo del hallazgo sin vida de
Juan Antonio Alos, quien fuera Oficial de la Ex División de Drogas
Peligrosas de la Policía de la Provincia de Córdoba.
Que ya el día 06 de septiembre del
mismo año se había formulado la denuncia ante la Unidad Judicial
Nro. 1 de la ciudad de Córdoba, bajo el número de sumario 5333/13,
en donde la denunciante manifestó que no había regresado el nombrado
a su domicilio, y que se conducía en un automóvil marca Renault Clio,
color bordó, dominio JKW 448 (móvil policial no identificable nro.
6003).
Que avocados luego de ello a su
búsqueda, siendo las 03:00 hs del día 07 de septiembre del año 2013,
el Cabo Primero Contreras junto con el chofer Cabo Fernando Paz,
ambos de la Patrulla Rural 3 de la localidad de Falda Del Carmen,
constataron en el km 4 de la ruta S-271 (doble sentido de circulación
con dirección norte a sur), precisamente en la banquina derecha, a un
metro aproximadamente de la carpeta asfáltica, con su frente orientado
hacia punto cardinal sur, se encontraba el vehículo en cuestión, con las
luces encendidas y en marcha, encontrándose en su interior en el
Fecha de firma: 30/07/2020

Firmado por: RICARDO BUSTOS FIERRO, JUEZ FEDERAL
Firmado(ante mi) por: FACUNDO TRONCOSO, SECRETARIO DE JUZGADO
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asiento delantero, un sujeto de sexo masculino sentado con su cabeza
mirando hacia abajo, con una remera blanca manchada de sangre, y
entre sus piernas, sostenida con su mano derecha, una pistola,
pudiendo observer también, en el piso del automóvil frente al asiento
del acompañante, una vaina servida aparentemente de una pistola de
nueve milimetros.
Asimismo, a un costado del cuerpo, fue
hallada una fotografía de quien fuera su padre y una carta con
apariencia de haber sido escrita por Juan Antonio Alos, dirigida a su
esposa y que daba cuenta que su muerte se había tratado de un hecho
auto inflingido y que el disparador del mismo, entre otros factores,
había sido la información periodística emitida en el programa ADN
que lo involucraban en actividades ilícitas.
Que en virtud de lo ocurrido, se dio
incio a una investigación, la que en un principio fue tramitada ante la
Fiscalía de Instrucción de la ciudad de Alta Gracia, a cargo del Dr.
Emilio Andrés Drazile, siendo luego remitidas las actuaciones al fuero
federal por resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
con fecha 20 de mayo de 2014 (fs. 1231), atento haber requerido el
Fiscal Federal, Dr. Enrique Senestrari, quien en ese momento se
encontraba instruyendo la causa conocida como “Narcoescandalo”, la
inhibición del fuero ordinario en la investigación por la muerte de
Alos, ya que una de las hipótesis que consideraba el mencionado
Fiscal Federal, era la de un homicidio ocasionado por parte de
integrantes de la Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico
(ver fs. 384).
Que el Sr. Fiscal, Dr. Senestrari estuvo
a cargo de la instrucción de la presente causa desde el día en que fue
recibida la misma proveniente de la justicia provincial, esto es 20 de
mayo de 2014 hasta el día 24 de octubre de 2016, fecha en la cual fue

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confirmada la recusación al Dr. Senestrari, siendo remitida la

investigación a la Fiscalía Federal Nro 2 a cargo, por ese entonces, del
Dr. Gustavo Vidal Lascano, quien asume la investigación y se
resuelven una serie de cuestiones como ser la situación procesal del
Fiscal Emilio Andrés Drazile, imputado en las presentes actuaciones
por incumplimiento de los deberes de funcionario público, siendo
sobreseído por el suscripto y confirmado por la Cámara Federal de
Apelaciones con fecha 22-12-2017, las actuaciones bajan de la Cámara
Federal con fecha 15-02-2018 siendo remitidas el día 16-02-2018 a la
Fiscalía Federal Nro 2, con la finalidad de que el Sr. Fiscal emita un
pronunciameinto en lo que respecta a la causa de muerte de Juan
Antonio Alos, Fiscalía esta en la que asume recientemente como Fiscal
el Dr. Carlos Casas Noblega, siendo éste quien presenta el pedido de
desestimación luego de efectuar un pormenorizado análisis de toda la
prueba existente en autos.
Y CONSIDERANDO:
Que, luego de analizadas las pruebas reunidas en la
causa conforme la sana critica racional, el nuevo Fiscal Federal
interviniente, Dr. Carlos Casas Noblega, arriba a la conclusión de que
dicha hipótesis planteada en un primer momento de la investigación
por el Dr. Enrique Senestrari, como representante del Ministerio
Público Fiscal, carece de sustento científico y fáctico, y que el plexo
probatorio incorporado en autos, conduce a la conclusión de que Juan
Antonio Alos provocó voluntariamente su propia muerte, sin haber
sido instigado a realizarlo ni haber recibido ayuda alguna de terceros.
Que a esta conclusión arriba la fiscalía luego de
analizar, en primer lugar, la descripción efectuada por la Dra. Sandra
Vera a fs. 173/174, médica de la Policía Judicial, a cargo del
procedimiento esa madrugada, quien detalló las circunstancias en que
fue hallado sin vida el cuerpo de Juan Antonio Alos. A tal fin sostuvo

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que el cadáver se encontraba en el interior del vehículo Renault Clio,
dominio JKW 448, de color bordó, sentado en el asiento del conductor
levemente lateralizado a la izquierda con sangrando de boca y nasal,
son un orificio aparentemente de salida de proyectil, el cual habría
impactado sobre el techo del lado izquierdo. Que ambas manos estaban
sobre las piernas, y la mano derecha sostenía un arma marca Taurus PT
24/7 Pro, con 12 cartuchos en el cargador y uno en la recámara.
Debajo del arma se encontró un celular y debajo de éste una foto de un
adulto mayor, En el asiento del acompañante una carta dirigida a su
esposa, una lapicera de color negro, una agenda personal de color
negro con el número 2012 en el frente y un celular negro marca Nokia.
Asimismo en el asiento trasero se encontraron camperas y u bolso con
una computadora. En el piso de la parte trasera del vehículo una
mancha localizada de sangre fresca y una mancha en la puerta trasera,
justo por arriba del parante de la puerta izquierda. Sobre la alfombra
del asiento del acompañante una vaina del proyectil y a metros del
vehículo se encontró un cassete y en el baúl efectos personales y de
trabajo de Alos.
Otra prueba valorada de importancia fue la autopsia
practicada por los médicos forenses Federico De Uriarte y Julio Jorge
Maguna (fs. 167), completada con la testimonial de Maguna a fs.
213/214, en la que son contestes al considerar que Juan Antonio Alos
se quitó voluntariamente la vida. El profesional mencionado al
momento de prestar declaración testimonial manifestó que tenía la
certeza de que había sido una autodeterminación la muerte de Alos,
realizando una serie de consideraciones como ser: a) la ausencia de
signos de defensa y de violencias externas, b) el rigor mortis
específico de la mano derecha, c) la dirección del proyectil
dinámicamente dentro de la caja craneana de adelante-atrás y de abajo
hacia arriba y la gran cantidad de ahumamiento localizado en la

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lengua; como así también la posición del cuerpo de la víctima apoyado

entre el parante izquierdo del auto, lo cual surge de la posición final
del cuerpo. Aclarando el profesional que en caso de que hubiera
intervenido un tercero, la dirección del proyectil del arma de fuego
habría sido de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo y en un
mismo plano sagital, es decir todo lo contrario a lo observado.
Una de las cuestiones que podrían haber planteado
duda respecto a si se trataba de una muerte auto provocada o no es la
prueba del Dermotest (fs. 163) la cual arrojo resultado negativo, atento
no haberse encontrado residuos de deflagración por disparo de arma de
fuego en las muestras levantadas en ambas manos de Alos. Que esta
duda fue ampliamente despejada a través de otros elementos
probatorios incorporados posteriormente en la causa que explicitaron
las razones por las cuales se encontraba ausente la presencia de plomo,
bario y antimonio en las muestras levantadas. Entre esos elementos de
prueba incorporados con posterioridad tenemos al protocolo de
autopsia (fs. 167), que concluyó que el arma de fuego se encontraba
introducida en la cavidad bucal con presencia de ahumamiento en
lengua y región periorificial, razón por la cual y tal como lo expresara
el Dr. Maguna en su declaración testimonial (fs. 213/214), los restos
de pólvora quedaron depositados en la mencionada cavidad y no
egresaron hacia fuera.
En igual sentido, el informe técnico balístico
obrante a fs. 226, explica que luego de haberse efectuado disparos con
el arma de fuego de la causa, se procedió al levantamiento de las
muestras, explicándose así, que dadas las características del arma que
por su diseño y tipo posee cierta hermeticidad, es posible que al
producirse el disparo no se encuentren rastros o restos de la
deflagración. Concluyendo con el análisis del informe
interdisciplinario de fs. 1028/1080, en el que se dice: “Respecto de la

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prueba llamada Dermotest efectuada a la víctima, que consiste en
determinar residuales de deflagración por disparo de arma de fuego,
para lo cual se investiga la presencia de residuos de plomo, bario y
antimonio en ambas manos, arrojó resultado negativo. Aunque, como
indica el informe químico, “la no detección de los residuos no
descarta la ejecución de uno o más disparos”, ya que entre otras
posibilidades, el arma utilizada puede proyectar escasa cantidad de
residuos hacia el operador, en virtud de lo cual un resultado negativo,
no descarta la ejecución de uno o más disparos de un arma de fuego.”
(fs. 1049).
A su vez el Sr. Fiscal en el pedido de desestimación
que antecede, analiza las pruebas en lo que se refiere a la carta
póstuma dejada por Alos, dirigida a su mujer, donde se reconoce su
letra (fs. 322/332), carta esta que textualmente decía, entre otras
cosas: “…este es un año muy difícil ya que no puedo superar la
muerte de mi padre, lo amo y lo extraño mucho…que un Mendez que
según él hace una investigación periodística, sin una sola prueba me
tildó de NARCOPOLICÍA, sabes vos y todos los que me conocían que
no es así, espero la justicia pueda demostrar que jamás le di un gramo
de droga a ese señor Viarnes, ni un dólar, y que pueda limpiarse
nuestro apellido ante la sociedad (porfavor se lo pido como hombre y
padre Sr. Senestrari que lo haga por mi familia) pero más allá de todo
seguro la decisión que tome va a ser el chivo expiatorio de todo.”
Esta carta como también los testimonios de
personas que conocían mucho al Oficial Alos, siendo una de ellas su
compañera Patricia del Carmen Banegas (fs. 250/251), Eduardo
Marshall (fs. 190/191); Jorge Córdoba (fs. 720/723), y varios
testimonios mas de gente cercana al difunto son contestes en cuanto al
estado de ánimo que observaban en Alos días previos a su muerte.
Permitiendo estas pruebas a los peritos arribar a la conclusión de que

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en el caso de Alos se encontraban con “un psiquismo vulnerabilizado

por estrés cansancio y un duelo en curso (por la muerte de padre),
sobre el que se instala una vivencia traumática que afecta de
sobremanera un valor central y constitutivo de su identidad, cuyas
acciones desplegadas para afrontarla y superarla se iban frustrando.”
En cuanto a esta carta y la fotografía de un adulto
mayor encontradas en el vehículo donde se halló el cuerpo de Alos, se
pudo determinar que la fotografía correspondía a Juan Carlos Alos,
padre de Juan Antonio. Por su parte, en relación a la carta póstuma,
conforme surge del acta de exhibición a su esposa Roxana Luna (fs.
26), ésta reconoció la letra como perteneciente a su marido.
En igual sentido, el informe pericial grafocrítico
nro. 1.502.778 realizado por el Jefe de gabinete físico mecánico
Ernesto S. Fernández, de la Dirección General de Policía Judicial
realizó las siguientes consideraciones: “…la carta póstuma se adjunta
a diagramaciones presentadas en su agenda personal y cuaderno de
notas (escrituras rápidas); no se advierten en cambio indicadores de
sometimiento como serían: escritura presionada, más reducida en su
calibre, letras yuxtapuestas o inconclusas, temblores, atrofia, entre
otros. Se advierte dentro de la ejecución de la Carta Póstuma que las
líneas bases del renglón o caja de la escritura presenta un aleve
dirección descendente (lo que nos habla de cansancio, depresión),
ello en disonancia con los escritos de la hoja blanca “C” aportada
para cotejo, donde la escritura tiende a la horizontal. Analizando los
escritos en hoja pautada (agenda y cuaderno) su caja escritural es
irregular”, concluyendo que: “I. Los textos manuscritos, firma
aclaración y fecha obrantes en la carta póstuma sostenida a estudio,
PERTENECEN AL PUÑO ESCRITOR DEL EXTINTO JUAN
ANTONIO ALOS. II. Los textos y firma de la carta póstuma con su
aclaración y fecha, al igual que los textos del cuerpo de escritura

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obtenido con el útil escritor detallado en el apartado H presentan
características símiles respecto del instrumento escritor y tinta
empleada. III. Del estudio no surgen elementos indicadores de
sometimiento al momento de la confección de la Carta Póstuma la
misma se ajusta a la diagramaciones presentadas en la agenda personal
y cuaderno de notas (escrituras rápidas) del Sr. Juan Alos” (fs.
322/332)
Del análisis a la carta puede soslayarse que de
la misma surge la voluntad manifiesta de Alos en donde explica los
motivos que lo llevaron a tomar la autodeterminación de quitarse la
vida, explicando que fueron la muerte de su padre y el descrédito por
la investigación periodística del programa ADN de Tomás Méndez.
Que el material probatorio analizado por la fiscalía le permitió afirmar
que la situación de angustia, decepción y depresión que le generó a
Alos el contenido del programa televisivo conducido por Tomas
Méndez (tal como lo manifiesta en su carta) que lo involucraba con
actividades ilícita, días previos a su muerte, sumado al hecho de que
se encontraba muy apenado por la muerte de su padre con quien
mantenía una relación estrecha, fueron las causas que desencadenaron
en el nombrado la decisión de quitarse la vida conforme surge de los
informes periciales psicológicos agregados en autos y la misma misiva
que dejo a su mujer, en la que textualmente le pide al Sr. Senestrari,
en esos momentos Fiscal a cargo de la investigación públicamente
conocida como ¨Narcopolicías¨, que por favor limpie su apellido.
Todo ello se empezó a ver reflejado apenas transcurridas unas horas de
la emisión del programa televisivo que lo involucraba como miembro
de una asociación ilícita, extremo este que a criterio de los
profesionales intervinientes y de la fiscalía, permite por un lado
descartar que alguien haya podido influir en tan corto periodo de
tiempo sobre la psiquis de Alos induciéndolo o motivándolo a tomar

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tal trágica decisión, y por otro lado, suponer lógicamente que la misma
obedeció a la difícil situación personal, familiar y laboral que se
encontraba atravesando y al temor de ser utilizado como “chivo
expiatorio” en la causa del Narcoescándalo en la cual se vio
involucrada la cúpula de la Ex Dirección de Drogas Peligrosas, y a
quienes se los condenó a penas de prisión.
De la causa surgen una serie de testimonios de
personas allegadas al difunto, tal como fueran mencionadas en
párrafos precedentes, que acreditan el estado de cansancio, depresión
que Alos se encontraba transitando en esos momentos, tal es el
testimonio de Patricia del Carmen Banegas, compañera de Alos y a
quien dejó en la terminal de ómnibus de Córdoba momentos antes del
hecho, la nombrada declaró: “…Ese día habíamos estado trabajando
con una causa durante todo el día haciendo un descanso cerca de las
13 o 13:30 horas aproximadamente almorzando en un comedor…Que
en las oportunidades que teníamos un espacio de tiempo, durante ese
día Juan se dormía estaba muy cansado, triste, me comentó que su
madre Norme lo había llamado la noche anterior llorando por lo
informado en un canal de Bs. As que lo involucraba al igual que a su
mujer Roxana que le había afectado la noticia ya que se le había
subido la presión manifestándome “LO QUE PRIMA ES LA CONDENA
SOCIAL”. Juan estaba como muy decepcionado, triste ya que era un
hombre que trabajaba mucho. Ese día lo noté muy mal estaba como
ido, al 20% de su rendimiento normal, distraído, muy cansado es más
me había manifestado que hacía dos noches que no dormía que estaba
agotado. Que cada treinta minutos llamaba a Palaver para preguntar
si había novedades al igual que a la base, en un momento pensé que
podía haberse pegado un tiro al recordar el momento previo al
almuerzo, a las 13 hs, ya que al descender del móvil Juan me dijo que
teníamos que bajar las armas a lo que le respondí que las

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colocáramos a todas en mi mochila contestándome “NO, NO PORQUE
VOS TE VAS A IR Y TE VAS A LLEVAR MI POSTOLA”, sonriéndose,
lo que me dejó intranquila…Que creo que ya tenía la decisión tomada,
porque lo vi todo el día mal, hasta creo que tenía la carta escrita por
es más, ese día andaba con el maletín y no lo soltaba y generalmente
andaba sin lapiceras. Pienso que el quiebre fue el sentirse
decepcionado porque una persona, Viarnes puso en tela de juicio su
trabajo el que hacía con tanta dedicación y responsabilidad sumado a
la muerte de su padre con el que era tan unido y lo había afectado
mucho” (fs. 250/251).
Otra testimonial valorada fue la de Eduardo
Marshall quien manifestó que Juan Antonio Alos tenía una relación
estrecha con su padre por ser único hijo y que había quedado muy
afectado por eso y por la repercusión del programa ADN (fs. 190/191);
de Jorge Córdoba que trabajaba en la brigada de delitos complejos
junto con Alos, con quien estaba investigando la causa de la avioneta
quien manifestó que: “…el día miércoles 4-9-13 conjuntamente con el
principal Martínez Cabo 1ro Fernández Martín, Cabo Primero Osorio
Mario y Juna Alos vimos el programa ADN en una estación de servicio
sita en Av. Valparaíso y Circunvalación. Que luego del programa
tanto Juan como Osorio estaban preocupados porque habían sido
difamados en sus nombres, manifestando Alos “COMO ME VA A
NOMBRAR TOMA MENDEZ” ya que él estaba a punto de ascender a
fin de año, sin hacer otra manifestación, retirándose luego. …Al día
siguiente jueves 5-9-13 me fue a buscar a mi casa para ir a la base,
allí estuvimos con actitud positiva, tratando de levantar el ánimo de
los demás …Que Juan por su parte recibía muchas llamadas en las
que le preguntaban por el programa, a lo que me dijo “ME TIENEN
CANSADO PREGUNTANDOME”, luego de recibir el llamado de su
madre, quien lloraba y el comentó POBRECITA, sin hacer otra

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mención. Que Alos estaba triste supongo porque hizo una carrera
tremenda y de repente lo escracharon…” (fs. 720/723). El testimonio
de su amigo Guillermo Mañez quien expuso: “…Que lo notaba
bajoneado con la muerte del padre, estaba afectado según los dichos
de sus compañeros, que el jueves 5-9-13 Alos le dijo: Mirá, como
querés que ande, me han ensuciado, han ensuciado mi nombre ahora
que hago, tengo que tratar de limpiar mi nombre mira con lo años que
tengo acá. Observándolo muy angustiado” (fs. 626). Todos los
testimonios de sus allegados, amigos, compañeros de trabajo esto es
Carlos del Valle Palaver (fs. 639); Cristian Damián Ingas, Francisco
Omar Naranjo (fs. 688) son contestes en afirmar que Alos había
quedado muy afectado por la muerte de su padre y deprimido luego del
programa de ADN emitido el día 5-9-13, dos días antes de haber
tomado la decisión de quitarse la vida.
En este sentido, en el informe psicológico nro
1153/1329/13 y nro 286/287/288/13 obrante a fs. 1103/1112, luego de
realizar un análisis de la historia vital de Juan Alos, sus relaciones en
el ámbito familiar, formación de pareja, ámbito económico, laboral y
social, un análisis de su personalidad y la descripción y análisis
psicodinámico de los últimos días de su vida, y fundamentalmente,
luego de verificar que las razones expuestas por Alos en la carta
efectivamente existieron, siendo ratificadas y profundizadas, se
concluyó que “Los hallazgos realizados en el proceso de esta autopsia
psicosocial, nos permiten inferir que a una personalidad de base
omnipotente, con rasgos obsesivos, vulnerabilidad por el estado de
duelo, estrés y agotamiento, se agregaron factores cuya significación
era crucial en la configuración de los valores vitales de Alos y a los
cuales se encontraba profundamente identificado. En este estado se
produjo una suerte de conjugación y combinación de variables, cuya
abrupta precipitación podría haber desencadenado una reacción de

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significación y tendencia tanática en Alos. Para que una experiencia
posea la entidad necesaria para desencadenar una conducta autolesiva
extrema debe asentar sobre un contexto en el que se conjuguen los
factores detonantes precisos. En este caso, consideramos que
confluyeron variables de distinta índole que aisladamente quizás no
hubieran tenido la entidad necesaria para activar un comportamiento
disruptivo de este tipo. Descartamos en base a lo recabado, que la
ideación tanática haya estado presente con anterioridad a todos estos
últimos acontecimientos ya que, por una parte, su personalidad no
presentaba las características típicas compatibles con un sujeto pasible
de desarrollar proclividad a conductas autolesivas. Por otra parte y de
acuerdo a su perfil de personalidad obsesivo, controlador y protector,
estimamos que de haber concebido previamente la idea de muerte, muy
probablemente habría previsto y ordenado los asuntos concernientes a
las consecuencias de su ausencia. Estamos, entonces, presentes ante un
sujeto que no disponía constitutivamente de tendencia suicida, sin
embargo las identificaciones a valores y preceptos que delinearon y
cimentaron su modo de posicionarse ante el mundo resultaron
arrasados por los eventos de los últimos días. El efecto psicoemocional
de ello podría haber desencadenado un “riesgo letal” importante.
Cuando los ejes constitutivos sobre los que se asientan las creencias
básicas de un sujeto que configuran su “ser en el mundo” se
derrumban, en su caída pueden arrasar hasta el sentido mismo de la
vida. La necesidad de escapar de esa situación tan dolorosa y la
percepción de la falta de futuro que habría adquirido en las últimas
horas, posiblemente le hicieron valorar la muerte como la única
salida.”
A fin de arribar a esta conclusión los especialistas
remarcaron el estrecho vínculo que mantenía Alos con su padre
fallecido, afirmado que la muerte de su progenitor constituyó el primer

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hito que deja vulnerabilizado el psiquismo de Juan Alos, y que sobre

este hechos se asentaron los acontecimientos posteriores como ser el
programa de ADN emitido el día miércoles 4-9-13, el fracaso de una
causa que estaban investigando de droga. Asimismo hicieron
referencia a otros factores sobre agregados, como la falta de sueño y el
cansancio acumulado, los que repercutieron negativamente en su
claridad habitual para resolver conflictos. Acostumbrado a acudir a su
padre frente a situaciones críticas y no tanto, encontrarse solo y
socialmente cuestionado adquirió una resonancia emocional mucho
más grave para este sujeto.
Otra aspecto que valoraron los peritos fue su
relación con su arma reglamentaria, varios entrevistados habían
señalado que Alos solía estar poco pendiente de su arma, siendo
relevante este dato a luz de su comportamiento horas previas a quitarse
la vida, ya que estuvo inusualmente atento a mantenerla en su poder.
Cabe agregar que varias pericias fueron repetidas
por la justicia federal y personal designado a tal efecto, arribando a
idéntica conclusión que las pruebas analizadas precedentemente,
permitiendo de esta manera a la fiscalía concluir que no hubo
intervención de un tercero en la muerte de Alos, y por ende no existió
connivencia por parte del Magistrado interviniente en ese momento,
Dr. Emilio Drazile quien fuera sobreseído oportunamente por el
suscripto, con posibles implicados en dicha hipótesis delictual
conforme se planteara en un principio en las presentes actuaciones.
Que el material probatoria analizado permite afirmar
que Alos se encontraba angustiado, decepcionado y depresivo esos
días, atribuible a la muerte de su padre por un lado y el contenido del
programa televisivo ADN, lo que en definitiva terminó siendo el
desencadenante de la decisión de quitarse la vida. Esta actitud por
parte del fallecido se empezó a ver reflejada minutos después a la

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emisión del programa televisivo, extremo éste que permite, por un lado
descartar que alguien haya podido influir en tan corto período de
tiempo sobre la psiquis de Alos induciéndolo o motivándolo a tomar
tal trágica decisión, y por el otro, suponer lógicamente que la misma
obedeció a la difícil situación personal, familiar y laboral que el
mismo se encontraba atravesando y al temor de ser utilizado como
“chivo expiatorio” tal como lo manifestó en su carta.
En cuanto al lapso temporal, cabe resaltar que el
programa televisivo se emitió el día 4 de septiembre de 2013 en
horario nocturno y conforme el testimonio de su dupla, Patricia del
Carmen Banegas, el día 6 de septiembre antes de las 13:00 hs, Alos ya
habría tenido tomada la decisión de quitarse la vida.
Por otro lado no pueden obviarse los testimonios de
Francisco Omar Naranjo, padrino de Alos quien manifestó que Juan no
hubiera soportado un proceso por los principios y valores que tenía
(fs. 688); y su mujer Roxana del Carmen Luna, quien, tras afirmar un
encuentro personal que había tenido con Osorio después del
fallecimiento de su marido, refirió que “ le dio la sensación que Osorio
ya sabía que le iban a allanar e ir preso. Que pienso le dijeron algo a
Juan para que haya tomado la decisión”.
Otro elemento de prueba que acredita que Juan
Antonio Alos se quitó la vida voluntariamente, es el Informe de
Análisis Interdisciplinario y Reconstrucción virtual obrante a fs.
1028/1080, que contó con la participación de todos los profesionales
que intervinieron en la investigación de la causa con conocimiento
propios de cada materia y que dieron respuesta a cada uno de los
posibles interrogantes. También se realizó una ampliación de pericia
con la participación de peritos de todas las partes a los fines de
analizar el daño que presenta la chapa subyacente del vehículo en que
fue encontrado Alos y el proyectil que se encontraba en su interior,

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resultando como conclusión que el proyectil ofrecido para estudio

evidenciaba deformaciones compatibles con el impacto en el parante
medio izquierdo del automóvil Ranault Clio, y las alteraciones
morfológicas
Del proyectil de causa resultan compatibles
con la afectación previa de una cavidad craneana antes de impactar en
el parante medio izquierdo del referido rodado (informe nro 52/15 de
fs, 3325/3335), pericia esta que fue firmada por la perito balística
perteneciente al Gabinete científico Córdoba de la Policía Federal
Argentina, Principal Madeira, junto con lo peritos de control Juan
Marcelo Lovrich, Daniel Italo Farias, por parte de la defensa del Dr.
Drazile, y Edgardo Ariel Río por parte del MPF, con la disidencia del
perito de la querella Licenciado Enrique Prueguer )ver informes fs.
3325/3335 y 3342/3351).
Como otra prueba a valorar de importancia para
arribar a la conclusión de que Alos se quitó la vida voluntariamente,
es el informe efectuado por el Sgto. Gerardo Cuesta de la División
Homicidios de la Policía Federal Argentina (fs. 3536/3548) en relación
a todas las comunicaciones que activaron antenas durante el recorrido
que Alos probablemente realizó previo a quitarse la vida, en el cual
categóricamente se afirma que “ no surgen elementos que indiquen la
presencia de ninguno de los abonado pertenecientes al personal
policial y/o entorno en las zonas anteriormente detalladas” . Cabe
aclarar que del informe surge que de la hoja de ruta perteneciente al
abonado 351’5136034, utilizado por Gregorio Daniel Nis, surge su
presencia en cercanías del lugar, sin embargo ello resulta coincidente
con la testimonial receptada al nombrado a fs. 3493/3497, en la que
dio cuenta de la búsqueda que emprendió junto al Crio. Inspector
Delgado, una vez que la mujer de Alos les manifestó su preocupación
debido a que no había llegado a su domicilio.

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Finalmente, luego de analizar el Sr. Fiscal Federal,
todos y cada uno de los elementos de prueba incorporados a la
presente causa, arriba a la conclusión de que no existe elemento de
convicción alguno que permita establecer la intervención de terceras
personas en la determinación de Juan Antonio Alos de quitarse la vida,
habiendo podido acreditarse que los motivos explicitados en la carta
encontrada en el vehículo en que se quitó la vida, efectivamente
existieron.
Razón por la cual, en concordancia con el criterio
del representante del Ministerio Público Fiscal, Dr. Carlos María
Casas Noblega, considero que corresponde desestimar las presentes
actuaciones por no constituir delito el hecho investigado, conforme
art. 180 último párrafo del CPPN, y oportunamente proceder a su
archivo.
Por ello;
RESUELVO:
I. Desestimar las presentes actuaciones, conforme al
art. 180, 3er párrafo, 1er supuesto del Código de Forma.-
II. Protocolícese, hágase saber y oportunamente

archívese.-
Ante mi:

#19771949#262656208#20200730110004638

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JUZGADO FEDERAL DE CORDOBA 1

//doba, a los 30 días de julio del año dos mil veinte.-

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confirmada la recusación al Dr. Senestrari, siendo remitida la

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lengua; como así también la posición del cuerpo de la víctima apoyado

Fecha de firma: 30/07/2020

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en el caso de Alos se encontraban con “un psiquismo vulnerabilizado

Fecha de firma: 30/07/2020

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hito que deja vulnerabilizado el psiquismo de Juan Alos, y que sobre

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resultando como conclusión que el proyectil ofrecido para estudio

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II. Protocolícese, hágase saber y oportunamente

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