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Introducción
a la
lingüística
del texto
/ española
/!Versión y estudio preliminar de
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SEBASTIAN BONILLA
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EditorialAriel, S.A
Barcelona
-
[1] NIÑOS
JUGANDO
DESPACIO
[4] En una zona del desierto de N uevo México se alzaba un enorme cohe
te V-2 de color amarillo y negro de 1 4 metros de altura. Vacío pesa
ba cinco toneladas. Llevaba como combustible ocho toneladas de al
cohol y oxígeno líquido. Todo estaba preparado para el lanzamiento.
Los militares y los científicos se habían parapetado detrás de unos
Los ejemplos [ 1 ] y [2] son de dominio público. El ejemplo [3] se extrajo del número publicado
el 22 de enero de 1 979 de la revista Time. El ejemplo [4] aparece en McCall y Crabbs ( 1 96 1 ); este ejem·
plo ha sido muy utilizado después en otros trabajos (véase la nota 10 en el capítulo V, Beaugrande,
1 980a y e, 1 9 8 l b , y Simon y Chester, 1 979). El ejemplo [5] procede de House at Poolz Conzer de Mil
ne ( 1 928: 44 y ss.). El poema [6] es un soneto del amor oscuro de Federico García Lorca. Estos ejem
plos serán tratados a lo largo del libro: [ 1 ] en L4-6 y 1 9-2 1 ; [2] en 1.1 1 ; [3] en VII .Z J -28; [4] en Ill.26,
IV.7- 1 0 , 24, 29, V.29-39; [5] en VL29-3 1 ; y [6] en VIL29-42
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nen tes que integran la superficie textual dependen unos de otros con explica� cómo es posible que s e produzcan AMBIGÜEDADES d e este tipo
forme a unas convenciones y a unas formalidades gramaticales deter en la superficie textual , sino que también ha de aclarar cómo los ha
minadas, de manera que la cohesión descansa sobre DEPENDENCIAS blantes resuelven, de hecho, la mayor parte de estas ambigüedades sin
GRAi\IATICALES. Tal como han señalado con frecuencia los lingüistas, las ninguna dificultad. En la interpretación de un texto, como puede ver
secuencias superficiales de un texto no se pueden reorganiza¡ de un se, la superficie textual no es decisiva en sí misma; para conseguir que
modo 1adicalmente distinto al originario sin que ello cause al teracio la comunicación sea eficaz ha de existir INTERACCióN entre la cohesión
nes significativas en ese texto. Por ejemplo, sería absurdo modificar el y las otras normas de textualidad (véase III.4).
ejemplo [ 1 ] de la manera siguiente 6. La segunda norma de textualidad es la COHERENCIA. La cohe
rencia regula la posibilidad de que sean accesibles entre sí e interac
[ ] a] JUGANDO túen de un modo relevm1te 5 los componentes del MUNDO TEXTUAL, es de
DESPACIO cit; la configuración de los CONCEPTOS y de las RELACIONES que sub_va
NIÑOS
cen bajo la superficie del texto. Un CONCEPTO es una estructuración de
conocimientos (o contenidos cognitivos) que el hablante puede activar
y pedir luego a las autoridades pertinentes que lo adopten como texto o recuperar en su mente con mayor o menor unidad y congruencia
en una señal de tráfico. La serie de palabras [ l a] es tan inconexa que (véase V.4 y ss.). Las RELACIONES son los VÍNCULOS que se establecen en
los conductores apenas entenderían una señal con esas características, tre los conceptos que aparecen reunidos en un mundo textual deter
debido, obviamente, a que se han deteriorado las dependencias gra minado : cada vínculo recibe una denominación según los conceptos
maticales inscritas en su superficie textual, y éstas son las principales que conecte. Por ejemplo, en 'niños jugando', 'niños' es un concepto
indicaciones que permiten entender el significado y el uso de las pa objeto y 'jugando' es un concepto acción. Que se pueda establecer una
labras que aparecen en el texto. Todos los procedimientos que sirven relación mental entre ambos conceptos se debe a que los 'niños' son
para marcar relaciones entre los elementos superficiales de un texto los agentes de la acción 'jugar' (véase V. 26[b ]). En ocasiones, aunque
se incluyen en el concepto de COHESióN} no siempre, las relaciones no se establecen en el texto de un modo EX
5. Adviértase que el ejemplo original PLÍCITO, esto es, no se ACTIVAN directamente a través de las expresiones
que aparecen en la superficie textual (véase V.4). Para suplir esta ca
[J] NIÑOS rencia de indicaciones explícitas los hablantes suelen aventurar hipó
JUGANDO
tesis acerca de la existencia latente de tantas relaciones como sean ne
DESPACIO
cesarias para dar sentido al texto desde el inicio. Así, por ejemplo, en
ausencia de otras pistas, en la señal de tráfico [ 1 ], 'despacio' tiene más
podría in terpretarse de diversas maneras. Del hecho de que los 'niños' sentido si se entiende como « Cantidad de movimiento>> que como un
estén 'jugando despacio'-+ podrían derivarse algunas conclusiones nada «atributo>> asociado con 'niños'.
favorables sobre la capacidad física o la i nteligencia de esos niños. Sin 7. El tipo de relaciones que se incluyen bajo la denominación de
embargo, la interpretación más natural aconseja segmentar el texto en CAUSALIDAD6 ejemplifican de un modo particularmente claro en qué
dos partes ('niños jugando', por un lado, y 'despacio', por otro), dedu consiste la coherencia. Las relaciones de causalidad regulan la mane
ciendo a continuación que los conductores han de aminorar la veloci ra en que una situación o un acontecimiento influye en las condicio
dad de sus vehículos para evitar poner en peligro la vida de los niños nes que han de darse para que ocurra otro acontecimiento. En un
que juegan en las i nmediaciones. Una ciencia del texto no sólo ha de ejemplo como el siguiente:
3 . El término «cohesión" fue divulgado p o r Halliday y m á s tarde p o r su esposa Hasan (véase Ha 5 . Sobre la coherencia, véase Harwcg ( 1 968), Km1tunen ( 1 968), Bellert ( 1 970), Van Dijk ( 1 972a,
lliday, 1 964, Hasan, 1 968, y Halliday y Hasan, 1 976). Cotéjese también con el uso de esta noción en 1 977a ), Kintsch ( 1 974) y Beaugrande ( 1 980a) La «coherencia» se ha confundido o mezclado a menu
Crymes ( 1 968), Harweg ( 1 968), Palek ( 1 968), Hobbs ( 1 976) y Webber ( 1 978). Advié11ase que la utili do con la «cohesión"; no obstante, parece indispensable establecer una distinción entre la conectivi
zación que se hace en este manual del término «cohesión» es extremadamente amplia, puesto que in dad superficial y la conectividad del contenido subyacente (véase \Viddowson, 1 973, Coulthard, 1 977,
cluye todos los medios de señalización de dependencias textuales superficiales (confróntese con Halli y Beaugrancle, 1 980a)
dav, 1 964: 303) . 6. Pueden encontrarse desc1ipciones sobre la causalidad diferentes pero compatibles con la nues
.
4. Los ejemplos lingüísticos se enmarcarán entre comillas simples. Para otros tipos de ejemplos tra en Schank ( 1 975) y \Vilks ( 1 977b). En IV.46 se mencionan algunos «marcadores" que señalan la
se usarán las comillas angulares" causalidad.
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en virtud de la configuración verbal, es probable que cualquier re pecífica dentro de u n PLAN ) . 9 Bien es verdad que -en algún grado al
ceptor textual suponga que las acciones descritas intentan ser una pis menos- puede considerarse que, en sí mismas, la cohesión y la co
ta de la CARACTERIZACIÓN de los agentes (aunque no se dice en ningún herencia son metas operativas que si no se alcanzan podrían bloquear
momento que el niño no quiere dormir y que el coco se come a los la consecución de otras metas discursivas. No obstante, como sucede
niños que no duermen) . Esta operación de enriquecimiento del mun de maneJa notoria en la conversación espontánea, los receptores prac
do textual mediante la aportación del propio conocimiento del mundo tican habitualmente cierta TOLERANCIA hacia producciones lingüísticas
que realiza el receptor se denomina H A C E R INFERENCIAS (véase V. 3 2 de sus interlocutores que difícilmente pueden considerar;e como
y ss .). cohesionadas y coherentes (véase VI.2 y ss.). Una estructura relati
1 2 . El fenómeno de la coherencia puede ser también útil para vamente confusa como la siguiente (documentada en Coulthard,
perfilar mejor algunas características que debería reunir una ciencia 1 977 : 72) :
del texto sólidamente fundamentada sobre la idea de que el texto es
una forma de actividad humana. Un texto no tiene sentido por sí mis [ 1 2] Bien, ¿dónde . . . en qué parte de la ciudad vives?
mo, sino gracias a la interacción que se establece entre el CONOCI
M IENTO PRESENTADO EN E L TEXTO y el CONOCIM IENTO D E L MUNDO ALMACE·
no provoca trastornos en la comunicación, pues aunque la meta se
NADO EN LA M E M ORIA de los i nterlocutores (véase Petofi, 1 974, y IX.24-
cundaria de mantener la cohesión no se cumpla por completo, el ha
40) . De este planteamiento se deduce que los lingüistas textuales han blante consigue alcanzar su meta principal: enterarse de la dirección
de cooperar con los psicólogos cognitivistas en la exploración de cues de su i nterlocutor. Ahora bien, también es cierto que si el hablante se
tiones básicas para ambas disciplinas, como por ejemplo el problema obstina tercamente en producir un texto sin cohesión ni coherencia
del sentidoS de un texto. O tra conclusión que puede derivarse de lo ex entonces ese texto puede perder buena parte de su interés (véase IX. l S
puesto hasta aquí es que las teorías y los métodos que se u tilicen en y ss.), por lo que la relación comunicativa con el receptor también
la investigación no han de ser DETERMINísncos sino, por el contrario, puede deteriorarse completamente.
PROBABI LÍSTICOS, es decir, deberán aclarar no lo que sucede siempre
14. La cuarta norma de textualidad es la ACEPTABILIDAD. La acep
sino, por el contrario, lo que sucede 11ormalme11te. Bien es verdad que tabilidad se refiere a la actitud del receptor: una serie de secuencias
hablantes diferentes pueden inferir sentidos ligeramente distintos en que consti � uyan un texto cohesionado y coherente es aceptable para
la interpretación de un mismo texto. No obstante, no cabe la menor un determmado receptor si éste percibe que tiene alguna relevancia
duda de que el «Sentido del texto» es una propiedad bastante estable: por ejemplo, porque le sirve para adquirir conocimientos nuevos �
la mayor parte de los hablantes pueden ponerse de acuerdo sin pro porque le permite cooperar con su interlocutor en la consecución de
blemas en cuál es el contenido de un texto, puesto que normalmente una meta discursiva determinada. 1 0 Esta actitud receptora es, en últi
realizan unas operaciones de interpretación similares (véase V. l ) . ma i nstancia, la responsable de factores tales como el tipo de texto, la
1 3 . Tanto l a cohesión como l a coherencia son nociones centra
situación social o cultural y la deseabilidad de las metas que preten
den alcanzar los hablantes. En este sentido, podría interpretarse que
das en el texto que designan operaciones enfocadas hacia los mate·
una de las metas propias del receptor textual es el mantenimiento de
riales textuales. Además de éstas, se necesitan otro tipo de nociones
la cohesión y la coherencia, puesto que tiene la potestad de tolerar las
centradas en el usuario que expliquen con mayor amplitud el fun
imperfecciones formales que presenta el material textual hasta donde
cionamiento de la actividad comunicativa en la que están implicados
tanto los productores como los receptores de textos. Un ejemplo de ese
tipo de nociones es la tercera norma de textualidad: la INTENCIONALI 9. Se ha discutido mucho acerca de la <dntencionalidad•, pero no se ha llegado a nin<>una con
DAD . La i ntencionalidad se refiere a la actitud del productor textual: �
clusión definitiva. No obstante, pueden consultarse las publicaciones siguientes, � n las que e trabaja
que una serie de secuencias oracionales constituya un texto cohesio con este concepto: Wünderlich ( 1 97 1 ), Héirmann ( 1 976), Bruce ( 1 977), Van Dijk ( 1 977a), Schlesinger
sus propios intereses se lo aconsejen. En este mismo sentido, la ope Parece ser que al receptor se le persuade con mayor facilidad si se
ración de HACER INFERENCIAS mencionada en L 1 1 demuestra de un le obliga a que realice un esfuerzo aportando conocimiento adicional
modo contundente cómo los receptor es apoyan el mantenimiento de para entender el contenido del texto: de esa manera se crea la ilusión
la coherencia mediante la realización de sus propias contribuciones al subj etiva de que el propio receptor; en alguna medida al menos, ha
sentid o del texto. enunciado el texto. El ejemplo [1 4] es más informativo que el ejem
15. Si el receptor minimiza su grado de aceptabilidad, el proce plo [ 1 4a] debido a un factor que constituye la norma de textualidad
so comunicativo puede deteriorarse. Si el receptor cuestiona la acep que se tratará a continuación.
tabilidad de lo que dice el hablante, cuando la intención de éste ha 1 7 . La quinta norma de textualidad es la INFORMATIVIDAD. La in
sido en realidad ser claro y comprensible, el hablante puede conside formatividad sirve para evaluar hasta qué punto las secuencias de un
rarlo como una señal de que el receptor no quiere cooperar en el man texto son predecibles o inesperadas, 1 1 si transmiten información co
tenimiento de la conversación o en que ésta transcurra de un modo nocida o novedosa. La afirmación 'probablemente no pueda telefo
habitual. Véase el ejemplo siguiente (Dickens, 1 947: 774): neamos' es mucho más sorprendente en el escueto ejemplo [ 1 4] que
en el [ 1 4a], donde se presenta, después de una prolija argumentación,
[ 1 3] -Lo que necesitamos, señor, es pruebar esto. como una conclusión lógica. Procesar secuencias con un alto nivel de
-Se dice probar, señor Weller, probar -dijo Pe!! . informatiyidad requiere realizar un esfuerzo mayor que procesar se
-Bueno, señor -replicó bruscamente el señor Weller-, pruebar cuencias con un baj o nivel de informatividad, pero por el contrario
y probar es lo mismo, poco más o menos; si usted no entiende lo que
también suele ser una actividad mucho más interesante. No obstan te,
quiero decir, señor, estoy seguro de que ya encontraré quien me en
tienda. el productor textual ha de ser cuidadoso y evitar que la tarea de pro
-No se enfade, por favor, señor Weller -dijo Pell mansamente. cesamiento que ha de realizar el receptor no sea tan ardua como para
que se ponga en peligro la comunicación.
1 6. En ocasiones, el productor textual especula con la actitud de 1 8. Cualquier texto es, en alguna medida al menos, informativo .
aceptabilidad de sus receptores, presentando textos que exigen que El problema no radica en qué medida la forma y el contenido de un
éste se esfuerce si quiere dotarlos de sentido. Por ejemplo, la Compa texto sean predecibles, puesto que, en cualquier caso, siempre habrá
ñía Telefónica Bell advierte a sus abonados: alguna serie de secuencias que no puedan preverse. Con toda proba
bilidad, un nivel especialmente bajo de informatividad puede pertur
[ 1 4] Llámenos antes de cavar una zanja. Probablemente no pueda tele bar� causar fastidio e incluso provocar el rechazo del texto. Tómese en
foneamos después consideración la secuencia que abre un típico manual científico: 12
La Compañía Telefónica Bell i nvita a que sus abonados i nfieran [ 1 5] El mar es agua
que cuando se excava una zanja se corre el peligro de cortar un cable
telefónico soterrado y, en consecuencia, puede averiarse la instalación El hecho que se afirma aquí es tan conocido por todos que no vale
para llamar por teléfono no sólo a la Compañía Telefónica para que la pena enunciarlo en un libro científico. Nadie duda de que [ 1 5 ] sea
arregle la avería, sino i ncluso para insultar a quienes pusieron ahí ese un texto cohesionado y coherente, y que, como tal, indudablemente in
cable o para recibir la llamada del jefe e n la que nos despide por co tente ser un texto aceptable. Sin embargo, se trata en realidad de un
meter una negligencia profesionaL Resulta curioso que [ 1 4] sea una texto con muy poco i nterés para sus receptores puesto que es míni
versión más efectiva del mensaje que cualquier otra que, como [ 1 4a], mamen te informativo. Ahora bien, cuando se accede a su continua
sea más explícita (en el sentido que se expone en 1.6) : ción, el texto va adquiriendo una mayor entidad:
[ l Sa] El mar es agua únicamente en el sentido de que el agua es la sus [ 1 b] Los conductores deberían conducir despacio, porque los niños que
tancia predominante en su composición .. En realidad, el agua es juegan en las inmediaciones podrían cruzar la calzada sin miraL Los
una mezcla de sales y gases que, además, contiene una cantidad vehículos pueden detenerse con mayor facilidad si circulan despacio
enorme de organismos vivos . . .
podría aclarar cualquier posible duda acerca del sentido, el uso y el
La afirmación de u n hecho obvio e n el ejemplo [ 1 5] funciona como grupo de receptores a quien va dirigido el texto. Ahora bien, en una
punto de partida a partir del cual se pueden realizar a continuación ;ituación como la circulación de tráfico en la que los receptores tie
afirmaciones con un grado más elevado de informatividad. La expre nen limi tada su capacidad y su tiempo de atención, no parece que sea
sión 'en realidad' que aparece en la superficie textual de [ 1 5a] señala lo más apropiado señalizar todas y cada una de las circunstancias que
que la relación entre 'mar' y 'agua' (véase V. 26[l]) no es, en absoluto, puedan concurrir en una situación determinada. Esta consideración
rigurosa. La refutación de una creencia estereotipada eleva el nivel de f·uerza al productor textual a emplear un máximo de economía en su
informatividad del fragmento en que aparece (véase VII. l 6 ) . actividad comunicativa. La si tuacionalidad constriñe con tanta fuerza
1 9. L a sexta norma d e textualidad e s l a SITUACIONALIDAD. L a si el intercambio comunicativo que la versión minimizada [ 1 ] es mucho
tuacionalidad se refiere a los factores que hacen que un texto sea RE más apropiada que [ 1 b], aunque ésta sea más clara y proporcione una
LEVANTE en la SITUACióN en la que aparece; l 3 ya se vio anteriormente mayor cantidad de información (véase I.23).
que la señal de tráfico 2 1 . La séptima norma de textualidad es la INTERTEXTUALIDAD. La
intertextualidad se refiere a los factores que hacen depender la utili
[1] NIÑOS zación adecuada de un texto del conocimiento que se tenga de otros
JUGANDO textos anteriores. 1 -l Un conductor que ha visto la señal de tráfico [ 1 ]
DESPACIO probablemente se encontrará más adelante con otra señal del tipo:
podía i nterpretarse de diversas maneras, pero la i nterpretación más [ 1 6] FIN DE LA LIMITACIÓN DE VELOCIDAD
probable era bastante obvia. La facilidad con que los hablantes pue
den decidir semejantes cuestiones se debe a la influencia de la situa No se puede anular el límite de velocidad a menos que anterior
ción en la que se presenta el texto. En el caso del ejemplo [ 1 ], la señal mente se hubiese establecido una limitación previa. Parece claro que
está emplazada en una localización en la que cierta clase de recepto el sentido y la relevancia de [ 1 6] depende del conocimiento que se ten
res, llamados conductores, probablemente esperan que la señal se re ga de [ 1 ] y de la aplicación de su contenido a la situación en curso.
fiera a un determinado tipo de acción, cuyo cumplimiento o desobe 22. La intertextualidad es, en un sentido general, la responsable
diencia puede afectarles. Parece razonable suponer que 'despacio' ha de la evolución de los TIPOS DE TEXTOS, entendiendo por 'tipo' una cla
de entenderse como un requerimiento para reducir la velocidad, más se de texto que presenta ciertos patrones característicos (véase IX. l
que como un anuncio acerca de las capacidades físicas o mentales de y ss.). Cada tipo de texto en particular posee un grado diferente de de
los niños. En ese mismo contexto, los peatones entenderán que el tex pendencia de la intertextualidad. En ciertos tipos de textos como la
to de la señal no es relevante para ellos, porque su velocidad de mar parodia, las reseñas críticas, las contraargumentaciones o los i nfor
cha no puede poner en peligro a nadie. Todo ello demuestra que el mes, el productor textual ha de consultar continuamente el texto prin
sentido y el uso de ese texto se ha decidido por medio de la situación cipal para construir su discurso paródico, crítico, contraargumentati
en la que aparece. vo o informativo, y, con toda seguridad, los receptores textuales nece
20. La situacionalidad puede afectar i ncluso a los medios de co sitarán conocer el texto previo para entender el texto actual. Como
hesión. Por un lado, una versión del texto similar a la siguiente: ejemplificación de este planteamiento, recuérdese que hace algunos
años apareció un anuncio en varias revistas con la fotografía de un jo
ven que imploraba:
1 3.La "situacionalidad» ha recibido un tratamiento más adecuado en disciplinas como la socio
lingüística y la etnometodología que en la propia lingüística. Pueden consultarse los artículos reuni
dos en Gumperz y Hymes (eds.) ( 1 972) y Bauman y Scherzer (eds ) ( 1 974). Dittmar ( 1 976) ofrece un 1-l.. Puede encontrarse un uso más I estringido de la noción de « intertextualidad" en Klisteva
panorama global de la sociolingüística 0 968); Quirk ( 1 978) presenta una concepción más parecida a la nuestra.
46 r :--; TRODl)CCIÓ'\ A LA L I '\ G C Í ST ICA '\OCIO:\ES B.i.SICAS 47
[ 1 7] Tú que estás en las alturas, concédeme un DON 's 24. A lo largo de este manual analizaremos los principios consti
tutivos y regulativos de la comunicación textual . En cuanto a los prin
Cierto profeso!� que estaba esperando a que el Ministerio fi nancia ci pios constitu tivos, nos ocuparemos de la problemática que plantea
ra su proyecto de investigación, rec01tó el texto del anuncio y, reto cada una de las siete normas de textualidad. En cuanto a los princi
cándalo ligeramente, lo pegó en la pue1ta de su despacho.: pi os regulativos, intentaremos demostrar de qué manera la eficacia, la
efectividad y la adecuación controlan la constitución y el uso de los
[ 1 7a] Tú que estás en las alturas, concédeme un DON text os. No ha de sorprender a nadie que la propia naturaleza de los te
mas a tratar nos aleje a veces ele las fronteras conocidas de la linaüís
"'
En su contexto original, [ 1 7] era una incitación para que el públi tica. Más en concreto, en algunos momentos ele nuestro estudio nos
co adquir iera una determinada marca de pantalones vaqueros (ooN's). veremos obligados a confiar en los resultados obtenidos por otras dis
En el nuevo con texto, [ 1 7a ] parece en principio fuera de lugar: la co ciplinas, especialmente la CIENCIA COGNITIVA, un campo en el que se en
locación de un recorte de revista en la puerta de un despacho difícil trecruzan la lingüística, la psicología y la inteligencia artificial (véase
mente ayudará a conseguir la financiación de un proyecto de investi X.3 y X .26 y ss. ) . Téngase en cuenta que para poder explicar ele un
gación . Sin duda alguna, para acceder a una interpretación compe modo competente algo en apariencia sencillo, como qué es un texto,
tente ele [ 1 7a ] se ha de recurrir al conocimiento del texto anterior [ 1 7] hemos de recurrir a la interrelación de factores que afectan tanto a la
y ele la intención que lo produjo. Una vez que se tiene en cuenta esta cognición como a la planificación y al entorno social en que se en
información, puede entenderse mejor que lo inesperado de la nueva marcan los acontecimientos comunicativos. Quizá no sea demasiado
versión incremen ta el interés y la informatividad del texto reutilizado ilusorio esperar que el con torno excesivamente amplio de la ciencia
(véase 1. 1 7) . Este efecto de sorpresa suple la falta de relevancia situa del texto que hemos intentado bosquejar en este manual se vaya lle
cional inmediata y revela, además, la intención humorística que ha nando gradualmente de contenido gracias al trabajo de los investiga
movido al nuevo usuario textual. dores ele diversas disciplinas que compartan nuestro m ismo compro
23. En este capítulo se ha hecho una primera presentación de las miso por el estudio del uso del lenguaje entendido como la actividad
siete normas de textualidad: cohesión (1.4-5), coherencia (1.6- 1 2), i n humana más importante.
tencionalidad (I. 1 3 ) , aceptabilidad (!. 1 4- 1 6 ), informatividad, s ituacio
nalidad (!. 1 9-20) e intertextualidad (1. 2 1 -22). Estas normas funcionan
como los PRINCIPIOS CONSTITUTIVOS (en el sentido en que emplea este
término Searle, 1 969: 3 3 y ss.) de la comunicación textual: estas siete
normas crean y definen la forma de comportamiento identificable
como « comunicación textual» . No puede quebrantarse ese conjun to ele
normas sin atentar contra el proceso comunicativo mismo. Existen
también PRINCIPIOS REGULATIVOS (ele nuevo siguiendo a Searle) que, más
que definirla, controlan la comunicación textual. En nuestro modelo
prevemos la existencia de al menos tres principios regulativos. La EFI
CACIA de un texto depende de que los participantes empleen o no un
mínimo de esfuerzo e n su utilización comunicativa. La EFECTIVIDAD de
un texto depende de si genera o no una fuerte impresión en el recep
tor y si crea o no las condiciones más favorables para que el produc
tor pueda alcanzar la meta comunicativa que se había propuesto. La
ADECUACIÓN de un texto depende de si se establece o no un equilibrio
entre el uso que se hace de un texto en una situación determinada y
el modo en que se respetan las normas de textualiclad. I S
1 5. Más adelante se apela a este concepto en IL6, III.9, IV. ! ! , 28, 37, VIL28, VIII 1 1 , IX. ! ! y XJ6.