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Profesor Aaron Hernández

Licenciado en Fisioterapia
04143269773
Redes: Centro Terfimic
centroterfimic@gmail.com
CONCEPTOS

Las enzimas son proteínas altamente especializadas que tienen


como función la catálisis o regulación de la velocidad de las
reacciones químicas que se llevan a cabo en los seres vivos.

Casi todas las reacciones químicas de las células son catalizadas


por enzimas, con la particularidad de que cada enzima solo cataliza
una reacción, por lo que existirían tantas enzimas como reacciones,
y no se consumen en el proceso.
Son moléculas orgánicas que actúan como catalizadores de reacciones
químicas, es decir, aceleran la velocidad de reacción. Comúnmente son de
naturaleza proteica, pero también de ARN. Las enzimas modifican la
velocidad de reacción, sin afectar el equilibrio de la misma, ya que una
enzima hace que una reacción química transcurra a mayor velocidad,
siempre y cuando sea energéticamente posible. En estas reacciones, las
enzimas actúan sobre unas moléculas denominadas sustratos, las cuales
se convierten en moléculas diferentes denominadas productos. Casi todos
los procesos en las células necesitan enzimas para que ocurran a unas
tasas significativas. A las reacciones mediadas por enzimas se las
denomina reacciones enzimáticas.
Debido a que las enzimas son extremadamente selectivas con
sus sustratos y su velocidad crece solo con algunas reacciones, el
conjunto (set) de enzimas presentes en una célula determina el tipo
de metabolismo que tiene esa célula. A su vez, esta presencia depende de
la regulación de la expresión génica correspondiente a la enzima.
Como todos los catalizadores, las enzimas funcionan disminuyendo
la energía de activación de una reacción, de forma que la presencia de la
enzima acelera sustancialmente la tasa de reacción. Las enzimas no
alteran el balance energético de las reacciones en que intervienen, ni
modifican, pero consiguen acelerar el proceso incluso en escalas de
millones de veces. Una reacción que se produce bajo el control de una
enzima, o de un catalizador en general, alcanza el equilibrio mucho más
deprisa que la correspondiente reacción no catalizada.
La actividad de las enzimas puede ser afectada por otras
moléculas. Los inhibidores enzimáticos son moléculas que
disminuyen o impiden la actividad de las enzimas, mientras que
los activadores son moléculas que incrementan dicha actividad.
Asimismo, gran cantidad de enzimas requieren de cofactores para
su actividad. Muchas drogas o fármacos son moléculas
inhibidoras. Igualmente, la actividad es afectada por
la temperatura, el pH, la concentración de la propia enzima y del
sustrato, y otros factores físico-químicos.
Muchas enzimas son usadas comercialmente, por ejemplo, en la
síntesis de antibióticos o de productos domésticos de limpieza.
Además, son ampliamente utilizadas en diversos procesos
industriales, como son la fabricación de alimentos, producción
de biocombustibles.
Las enzimas son generalmente proteínas globulares que pueden
presentar tamaños muy variables, desde 62 aminoácidos como en el
caso del monómero de la 4-oxalocrotonato tautomerasa hasta los
2500 presentes en la sintasa de ácidos grasos.
Casi todas las enzimas son mucho más grandes que los sustratos
sobre los que actúan, y solo una pequeña parte de la enzima
(alrededor de 3 a 4 aminoácidos) está directamente involucrada en la
catálisis. La región que contiene estos residuos encargados de
catalizar la reacción es denominada centro activo. Las enzimas
también pueden contener sitios con la capacidad de unir cofactores,
necesarios a veces en el proceso de catálisis, o de unir pequeñas
moléculas, como los sustratos o productos (directos o indirectos) de
la reacción catalizada. Estas uniones de la enzima con sus propios
sustratos o productos pueden incrementar o disminuir la actividad
enzimática, dando lugar así a una regulación por retroalimentación
positiva o negativa, según el caso.
El nombre de una enzima suele derivarse del sustrato o de la
reacción química que cataliza, con la palabra terminada en -asa.
Por ejemplo, lactasa proviene de su sustrato lactosa; alcoho
deshidrogenasa proviene de la reacción que cataliza que consiste
en "deshidrogenar" el alcohol; ADN polimerasa proviene también
de la reacción que cataliza que consiste en polimerizar el ADN.
La Unión Internacional de Bioquímica y Biología Molecular ha
desarrollado una nomenclatura para identificar a las enzimas
basada en los denominados Números EC. De este modo, cada
enzima queda registrada por una secuencia de cuatro números
precedidos por las letras "EC". El primer número clasifica a la
enzima según su mecanismo de acción. A continuación se indican
las seis grandes clases de enzimas existentes en la actualidad:
EC1 Oxidorreductasas: catalizan reacciones de oxidorreducción
o redox. Precisan la colaboración de las coenzimas de
oxidorreducción (NAD+, NADP+, FAD) que aceptan o ceden
los electrones correspondientes. Tras la acción catalítica, estas
coenzimas quedan modificadas en su grado de oxidación, por lo que
deben ser recicladas antes de volver a efectuar una nueva reacción
catalítica. Ejemplos: deshidrogenasas, peroxidasas.

EC2 Transferasas transfieren grupos activos (obtenidos de la ruptura


de ciertas moléculas) a otras sustancias receptoras. Suelen actuar en
procesos de interconversión de monosacáridos, aminoácidos,
etc. Ejemplos: transaminasas, quinasas.

EC3 Hidrolasas: catalizan reacciones de hidrólisis con la consiguiente


obtención de monómeros a partir de polímeros. Actúan en la
digestión de los alimentos, previamente a otras fases de su
degradación. La palabra hidrólisis se deriva de hidro → 'agua'
y lisis → 'disolución'. Ejemplos: glucosidasas, lipasas, esterasas.
EC4 Liasas: catalizan reacciones en las que se eliminan grupos
H2O, CO2 y NH3 para formar un doble enlace o añadirse a un
doble enlace. Ejemplos: descarboxilasas, liasas.
EC5 Isomerasas: actúan sobre determinadas moléculas
obteniendo o cambiando de ellas sus isómeros funcionales o
de posición, es decir, catalizan la racemización y cambios de
posición de un grupo en determinada molécula obteniendo
formas isoméricas. Suelen actuar en procesos de
interconversión. Ejemplo: epimerasas (mutasa).
EC6 Ligasas: catalizan la degradación o síntesis de los enlaces
denominados "fuertes" mediante el acoplamiento a moléculas
de alto valor energético como
el ATP. Ejemplos: sintetasas, carboxilasas.
El metabolismo consiste en una serie de reacciones catalizadas
por enzimas, donde los productos de una reacción se convierten
en los reactivos de la siguiente, lo que se conoce como VÍAS
METABÓLICAS. Las células deben poder regular estas vías
metabólicas y lo hacen a través de reguladores enzimáticos.

Los inhibidores naturales regulan el metabolismo mientras que


los artificiales son utilizados por la medicina, para destruir
plagas, entre otros.
Inhibición reversible: Son inhibidores competitivos, los que se
unen a la enzima ingresando en el sitio activo, impidiendo así su
enlace con el sustrato. Los inhibidores no competitivos se unen a la
enzima en un lugar diferente al sitio activo cambiando la forma de la
proteína y por lo tanto la forma del sitio activo. Sus efectos son
reversibles.

Inhibición irreversible: Hay inhibidores que se unen


covalentemente al sitio activo de una enzima, esta unión es
permanente e inactiva a la enzima destruyendo su capacidad de
unirse al sustrato. Ej.: el DIPF reacciona con el aminoácido serina del
sitio activo de la enzima acetilcolinesterasa, inhibiéndola
irreversiblemente. Esta enzima participa en el mecanismo de
propagación de los impulsos nerviosos. El DIPF es conocido como
gas nervioso, algunos ej. son la SARINA (usado en el ataque
terrorista en Tokio en 1995) y el MALATION (insecticida)
El gas nervioso ejerce su efecto letal al unirse con la enzima
ACETILCOLINESTERASA, que es la encargada de disociar la molécula de
ACETILCOLINA para su posterior síntesis.
Este proceso no se puede llevar a cabo sin la primera disociación y sus
consecuencias son trágicas. Al no poder ser sintetizada, la Acetilcolina
comienza a acumularse en los centros de transmisión, como entre
neuronas, ganglios, uniones neuromusculares, impidiendo la transmisión
de órdenes a los músculos tanto de acción voluntaria como de acción
involuntaria.
Así, todos los músculos quedan bloqueados. Los primeros síntomas son
un sudor copioso, dificultad en la respiración, presión en el pecho, fallos
respiratorios, mareos, pérdida de visión...
Al aumentar la dosis de gas nervioso los efectos son cada vez mayores,
llegando a producir espasmos y la perdida de la conciencia casi en el acto.
Finalmente la muerte se produce tras pocos minutos por asfixia. Entre los
antídotos, con el fin de reactivar el proceso de síntesis a cargo de la
encima acetilcolina, el más usado es el basado en la ATROPINA, dado que
es el único eficaz si se aplica con extrema rapidez.
La célula es la unidad mínima de un organismo capaz de actuar de
manera autónoma. Todos los organismos vivos están formados por
células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo si
no consta al menos de una célula.
Algunos organismos microscópicos, como bacterias y protozoos, son
células únicas, mientras que los animales y plantas están formados por
muchos millones de células organizadas en tejidos y órganos. Aunque
los virus y los extractos acelulares realizan muchas de las funciones
propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de
crecimiento y reproducción propios de las células y, por tanto, no se
consideran seres vivos
La biología estudia las células en función de su constitución molecular
y la forma en que cooperan entre sí para constituir organismos muy
complejos, como el ser humano. Para poder comprender cómo
funciona el cuerpo humano sano, cómo se desarrolla y envejece y qué
falla en caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células que
lo constituyen.
La célula está envuelta en una membrana llamada membrana plasmática
que encierra una sustancia rica en agua llamada citoplasma, en la que, a
menudo, es posible diferenciar la presencia de orgánulos celulares entre
ellos el núcleo celular y, son frecuentes, otros envoltorios exteriores. En
el interior de las células tienen lugar numerosas reacciones químicas que
les permiten crecer, producir energía y eliminar residuos.
El conjunto de estas reacciones se llama metabolismo (término que
proviene de una palabra griega que significa cambio). En los animales y en
las plantas superiores presentan especializaciones y se diferencian en
tejidos, con tipos celulares de forma y función diferente: tejidos
epidérmicos y epiteliales, muscular, nervioso.
Hay células de formas y tamaños muy variados. Algunas de las células
bacterianas más pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una micra
o µm (1 µm es igual a una millonésima de metro) de longitud. En el
extremo opuesto se encuentran las células nerviosas, corpúsculos de
forma compleja con numerosas prolongaciones delgadas que pueden
alcanzar varios metros de longitud.
Pese a las muchas diferencias de aspecto y función. Todas las células contienen
información hereditaria codificada en moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN); esta
información dirige la actividad de la célula y asegura la reproducción y el paso de los
caracteres a la descendencia. Estas y otras numerosas similitudes (entre ellas muchas
moléculas idénticas o casi idénticas) demuestran que hay una relación evolutiva entre las
células actuales y las primeras que aparecieron sobre la Tierra.
En los organismos vivos no hay nada que contradiga las leyes de la
química y la física. La química de los seres vivos, objeto de estudio de
la bioquímica, está dominada por compuestos de carbono y se
caracteriza por reacciones acaecidas en solución acuosa y en un
intervalo de temperaturas pequeño. La química de los organismos
vivientes es muy compleja, más que la de cualquier otro sistema
químico conocido. Está dominada y coordinada por polímeros de gran
tamaño, moléculas formadas por encadenamiento de subunidades
químicas; las propiedades únicas de estos compuestos permiten a
células y organismos crecer y reproducirse.
Entre las células procarióticas y eucarióticas hay diferencias
fundamentales en cuanto a tamaño y organización interna.

Las células procarióticas, que comprenden bacterias y cianobacterias


(antes llamadas algas verdeazuladas), son células pequeñas, entre 1 y 5
µm de diámetro, y de estructura sencilla; el material genético (ADN) está
concentrado en una región, pero no hay ninguna membrana que separe
esta región del resto de la célula.

Las células eucarióticas, que forman todos los demás organismos vivos,
incluidos protozoos, plantas, hongos y animales, son mucho mayores
(entre 10 y 50 µm de longitud) y tienen el material genético envuelto por
una membrana que forma un órgano esférico llamado núcleo. De hecho,
el término eucariótico deriva del griego ‘núcleo verdadero’, mientras que
procariótico significa ‘antes del núcleo’
Las tres partes fundamentales de la célula eucariota son la membrana,
el citoplasma y el núcleo celular.

Superficie Celular

El contenido de todas las células vivas está rodeado por una membrana
delgada llamada membrana plasmática, o celular, que marca el límite
entre el contenido celular y el medio externo. La membrana plasmática
es una película continua formada por moléculas de lípidos y proteínas,
entre 8 y 10 nanómetros (nm) de espesor y actúa como barrera
selectiva reguladora de la composición química de la célula.
Casi todas las células bacterianas y vegetales están además
encapsuladas en una pared celular gruesa y sólida compuesta de
polisacáridos (el mayoritario en las plantas superiores es la
celulosa). La pared celular, que es externa a la membrana
plasmática, mantiene la forma de la célula y la protege de daños
mecánicos, pero también limita el movimiento celular y la entrada y
salida de materiales.
El citoplasma comprende todo el volumen de la célula, salvo el
núcleo. Engloba numerosas estructuras especializadas y orgánulos.
La solución acuosa concentrada en la que están suspendidos los
orgánulos se llama citosol. Es un gel de base acuosa que contiene
gran cantidad de moléculas grandes y pequeñas, y en la mayor parte
de las células es, con diferencia, el compartimiento más voluminoso
(en las bacterias es el único compartimiento intracelular).

En el citosol se producen muchas de las funciones más importantes


de mantenimiento celular, como las primeras etapas de
descomposición de moléculas nutritivas y la síntesis de muchas de
las grandes moléculas que constituyen la célula. Aunque muchas
moléculas del citosol se encuentran en estado de solución verdadera
y se desplazan con rapidez de un lugar a otro por difusión libre,
otras están ordenadas de forma rigurosa.
El órgano más conspicuo en casi todas las células animales y vegetales
es el núcleo; está rodeado de forma característica por una membrana, es
esférico y mide unas 5 µm de diámetro. Dentro del núcleo, las moléculas
de ADN y proteínas están organizadas en cromosomas que suelen
aparecer dispuestos en pares idénticos.

Los cromosomas están muy retorcidos y enmarañados y es difícil


identificarlos por separado. Pero justo antes de que la célula se divida,
se condensan y adquieren grosor suficiente para ser detectables como
estructuras independientes.

El ADN del interior de cada cromosoma es una molécula única muy larga
y arrollada que contiene secuencias lineales de genes. Éstos encierran a
su vez instrucciones codificadas para la construcción de las moléculas de
proteínas y ARN necesarias para producir una copia funcional de la
célula.
El núcleo está rodeado por una membrana doble, y la interacción con el
resto de la célula (es decir, con el citoplasma) tiene lugar a través de
unos orificios llamados poros nucleares. El nucléolo es una región
especial en la que se sintetizan partículas que contienen ARN y proteína
que migran al citoplasma a través de los poros nucleares y a
continuación se modifican para transformarse en ribosomas.

El núcleo controla la síntesis de proteínas en el citoplasma enviando


mensajeros moleculares. El ARN mensajero (ARNm) se sintetiza de
acuerdo con las instrucciones contenidas en el ADN y abandona el
núcleo a través de los poros. Una vez en el citoplasma, el ARNm se
acopla a los ribosomas y codifica la estructura primaria de una proteína
específica.
MITOCONDRIAS son uno de los orgánulos más conspicuos del
citoplasma y se encuentran en casi todas las células eucarióticas.
Observadas al microscopio, presentan una estructura característica: la
mitocondria tiene forma alargada u oval de varias micras de longitud y
está envuelta por dos membranas distintas, una externa y otra interna,
muy replegada.
Las mitocondrias son los orgánulos productores de energía. La célula
necesita energía para crecer y multiplicarse, y las mitocondrias aportan
casi toda esta energía realizando las últimas etapas de la
descomposición de las moléculas de los alimentos.
Estas etapas finales consisten en el consumo de oxígeno y la producción
de dióxido de carbono, proceso llamado respiración, por su similitud
con la respiración pulmonar. Sin mitocondrias, los animales y hongos no
serían capaces de utilizar oxígeno para extraer toda la energía de los
alimentos y mantener con ella el crecimiento y la capacidad de
reproducirse. Los organismos llamados anaerobios viven en medios sin
oxígeno, y todos ellos carecen de mitocondrias.
CLOROPLASTOS son orgánulos aún mayores y se encuentran en las
células de plantas y algas, pero no en las de animales y hongos. Su
estructura es aún más compleja que la mitocondrial: además de las
dos membranas de la envoltura, tienen numerosos sacos internos
formados por membrana que encierran el pigmento verde llamado
clorofila.
Desde el punto de vista de la vida terrestre, los cloroplastos
desempeñan una función aún más esencial que la de las
mitocondrias: en ellos ocurre la fotosíntesis; esta función consiste
en utilizar la energía de la luz solar para activar la síntesis de
moléculas de carbono pequeñas y ricas en energía, y va
acompañado de liberación de oxígeno. Los cloroplastos producen
tanto las moléculas nutritivas como el oxígeno que utilizan las
mitocondrias.
El citoplasma contiene muchos orgánulos envueltos por una
membrana única que desempeñan funciones diversas. Casi todas
guardan relación con la introducción de materias primas y la
expulsión de sustancias elaboradas y productos de desecho por
parte de la célula. Por ello, en las células especializadas en la
secreción de proteínas, por ejemplo, determinados orgánulos están
muy atrofiados; en cambio, los orgánulos son muy numerosos en las
células de los vertebrados superiores especializadas en capturar y
digerir los virus y bacterias que invaden el organismo.
La mayor parte de los componentes de la membrana celular se
forman en una red tridimensional irregular de espacios rodeada a su
vez por una membrana y llamada retículo endoplasmático (RE), en el
cual se forman también los materiales que son expulsados por la
célula.
EL APARATO DE GOLGI está formado por pilas de sacos aplanados
envueltos en membrana; este aparato recibe las moléculas formadas en
el retículo endoplasmático, las transforma y las dirige hacia distintos
lugares de la célula.

LOS LISOSOMAS son pequeños orgánulos de forma irregular que


contienen reservas de enzimas necesarias para la digestión celular de
numerosas moléculas indeseables.

LOS PEROXISOMAS son vesículas pequeñas envueltas en membrana que


proporcionan un sustrato delimitado para reacciones en las cuales se
genera y degrada peróxido de hidrogeno, un compuesto reactivo que
puede ser peligroso para la célula. Las membranas forman muchas otras
vesículas pequeñas encargadas de transportar materiales entre
orgánulos. En una célula animal típica, los orgánulos limitados por
membrana pueden ocupar hasta la mitad del volumen celular total.

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