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ISSN: 1134-7937
M. Carmen Martínez-Monteagudo*, Cándido J. Inglés*, Antonio Cano-Vindel**
y José M. García-Fernández***
La teoría de los tres sistemas de res- tor, fisiológico y cognitivo. Desde que fue
puesta propuesta por Lang (1968) se ha propuesta por Lang, ha sido ampliamente
convertido, con el paso de los años, en una aceptada no sólo como un modo de objeti-
de las corrientes más populares respecto a var el estudio empírico de las respuestas de
la conceptualización, evaluación y trata- ansiedad, sino también como una forma de
miento de la ansiedad (Lawyer & entender teóricamente la naturaleza de la
Smitherman, 2004). Esta teoría mantiene ansiedad y sus trastornos.
que la ansiedad se manifiesta según un tri- La propuesta de Lang sobre el triple sis-
ple sistema de respuesta: conductual o mo- tema de respuesta de la ansiedad se basó en
observaciones realizadas durante sus inves-
*Dirigir la correspondencia a: tigaciones sobre la técnica de desensibili-
Dr. Cándido J. Inglés. Departamento de Psicología de la Salud.
Universidad Miguel Hernández de Elche. Avda. de la Univer-
zación sistemática como tratamiento de la
sidad, s/n. 03202 Elche, Alicante, España. Teléf: +34 96 665 ansiedad fóbica. Sus primeras observacio-
86 00; ext.: 90 46. Fax: +34 96 665 89 04. nes contradecían el modelo unitario de la
E-mail: cjingles@umh.es
emoción, constatando bajas correlaciones
© Copyright 2012: de los Editores de Ansiedad y Estrés
202 M.C. Martínez-Monteagudo, C.J. Inglés, A. Cano-Vindel y J.M. García-Fernández
entre las diferentes medidas del miedo o la músculo-esqueletal y/o la frecuencia respi-
ansiedad (cognitivas, conductuales y fisio- ratoria.
lógicas). Según el modelo unidimensional, c. Respuestas motoras: debido a los au-
las diferentes medidas deben correlacionar mentos en las respuestas fisiológicas y
entre sí en un momento determinado del cognitivas se producen cambios importan-
tiempo, y si se producen cambios, por tes en la respuesta motora, los cuales han
ejemplo, como resultado de un tratamiento, sido divididos, habitualmente, en cambios
deben modificarse simultáneamente todas en las respuestas directas e indirectas (Mi-
ellas. Sin embargo, los datos de Lang indi- guel-Tobal & Cano-Vindel, 2002). Las res-
caban que lo habitual era la discordancia puestas directas incluyen: tics, temblores,
entre los tres sistemas de respuesta. Esta inquietud motora, tartamudeo, gesticula-
teoría, por tanto, modifica la idea de que la ciones innecesarias, etc. Además, pueden
ansiedad es un concepto unitario y propone incluir una reducción de la precisión moto-
que este constructo se manifiesta en un tri- ra y del tiempo de reacción, de aprendizaje
ple sistema de respuesta, es decir, que la y ejecución de tareas complejas; también
respuesta de ansiedad tiene componentes una disminución de la destreza para la dis-
cognitivos, fisiológicos y motores (Miguel- criminación perceptiva y de la memoria a
Tobal & Cano-Vindel, 2002). Además, se- corto plazo. Las respuestas indirectas se re-
gún Lang, el modelo también es extensible fieren a las conductas de escape o evitación
o válido para el resto de emociones. producto de la ansiedad y que, usualmente,
Tradicionalmente (Barlow, 2002; Be- no están bajo un total control voluntario
llack & Lombardo, 1984), estos tres com- por parte de la persona. Las respuestas de
ponentes (cognitivo, fisiológico y motor), ansiedad en los otros dos componentes
han sido conceptualizados como: (cognitivo y fisiológico) cumplen un papel
a. Respuesta cognitiva: la ansiedad de estímulos discriminativos, siendo la ba-
normal se manifiesta en pensamientos o se para la posterior aparición de otras res-
sentimientos de miedo, preocupación, te- puestas, como la evitación o la huída. En
mor o amenaza; mientras que la ansiedad esta línea, Méndez, Olivares y Bermejo
psicopatológica se vivencia como una ca- (2001) realizan una distinción con respecto
tástrofe inminente (amenaza magnificada) a las conductas motoras (véase Tabla 1).
y se puede experimentar como “desórdenes Los trabajos y la teoría descritos por
de pánico” generalizados. Comprende pen- Lang van a ser confirmados y apoyados
samientos o imágenes muy específicos, posteriormente por los trabajos de investi-
como anticipaciones catastrofistas de un gación de distintos autores (Barlow, 2002;
problema. Barlow, Allen, & Choate, 2004; Eysenck,
b. Respuestas fisiológicas: se asocian a 1976; Gross, 1988; Hodgson & Rachman,
un incremento en la actividad de dos siste- 1974; Rachman, 1974, 1976, 1977; Rach-
mas principalmente, el Sistema Nervioso man & Hodgson, 1974).
Autónomo y el Sistema Nervioso Somáti- A partir de esta teoría se derivan una se-
co, pero también como parte de la activa- rie de implicaciones que habrá que tener en
ción de la actividad neuroendocrina del cuenta, tanto para la conceptualización y la
Sistema Nervioso Central. Como conse- evaluación como para las técnicas de inter-
cuencia de este incremento se pueden pro- vención aplicadas a los trastornos de ansie-
ducir aumentos en la actividad cardiovas- dad. Así, la ansiedad se debería conceptua-
cular, la actividad electrodérmica, el tono lizar como un fenómeno formado por un
conjunto de respuestas que se clasifican en
Estado actual de la investigación sobre la teoría tridimensional de la ansiedad de Lang 203
Tabla 1. Clasificación de las respuestas motoras según Méndez, Olivares y Bermejo (2001).
§ Respuestas de evitación activa: la persona lleva a cabo una acción que obvia la apa-
rición de los estímulos que provocan las respuestas de ansiedad.
§ Respuestas de evitación pasiva: la persona deja de realizar una acción logrando que
los estímulos evocadores de las respuestas de ansiedad no se presenten.
§ Respuestas de escape: la persona se aleja del objeto temido cuando se encuentra de
forma inesperada con él o por presión social.
§ Respuestas motoras alteradas: si las condiciones fuerzan a la persona a mantenerse
en la situación temida, aparecen perturbaciones de la conducta motora verbal (voz
temblorosa, bloqueos, repeticiones, etc.) y no verbal (tics, temblores, muecas facia-
les, etc.).
los tres sistemas dando lugar a perfiles de ciones significativas entre las respuestas fi-
respuesta diferenciales y, además, habría siológicas y conductuales en pacientes
que evaluar cada uno de estos tres sistemas adultos con fobia a las arañas. En la misma
por separado para, posteriormente, elegir el línea, Mühlberger, Sperber, Wieser y Pauli
método de tratamiento más adecuado. A (2008) no encontraron correlaciones entre
continuación, se desarrollan estos aspectos. las respuestas cognitivas, fisiológicas y
Discordancia y Desincronía: Perfiles conductuales en una muestra de personas
de respuesta diferenciales con fobia a las arañas, aunque sí encontra-
Las diferentes investigaciones que han ron concordancia dentro de las diferentes
evaluado los tres sistemas de respuesta de medidas utilizadas para evaluar las respues-
la ansiedad tienden a confirmar la falta de tas fisiológicas, cognitivas y conductuales.
concordancia entre ellos, es decir, pueden Sin embargo, recientemente, Ollendick et
no covariar entre sí. Este fenómeno es co- al. (2011) utilizando una muestra de niños
nocido como discordancia o fracciona- y adolescentes de 7 a 16 años con fobias
miento de la respuesta. Así, si evaluamos a específicas, encontraron tanto patrones
una persona sometida a una situación an- concordantes como discordantes en la
siosa encontraremos que cada sistema de muestra analizada. Concretamente, estos
respuesta presenta una intensidad diferente, autores encontraron dos grupos con res-
existiendo, por tanto, cierta independencia puestas cognitivas y fisiológicas concor-
entre los sistemas. Además, puede existir dantes: (a) alta reactividad cognitiva y fi-
falta de covariación entre respuestas de un siológica y (b) baja reactividad cognitiva y
mismo sistema (Wilhelm & Roth, 2001). fisiológica, así como dos grupos con res-
De este modo, se pueden obtener correla- puestas discordantes: (a) alta reactividad fi-
ciones bajas e incluso nulas o negativas en- siológica y baja reactividad cognitiva y (b)
tre las medidas de respuestas pertenecientes baja reactividad fisiológica y alta reactivi-
a distintos sistemas e incluso entre medidas dad cognitiva. Además, fueron comparadas
de respuestas de una misma modalidad. las conductas de evitación en todos los
Así, por ejemplo, distintas respuestas fisio- grupos, encontrando que las personas con
lógicas pueden no covariar entre sí en una baja reactividad cognitiva y fisiológica pre-
misma persona (Schwartz, 1977; Lewis & sentaban menos conductas de evitación que
Drewett, 2006; Ollendick, Allen, Benoit & aquellas con alta reactividad cognitiva y fi-
Cowart, 2011). En este sentido, Côté y siológica. Sin embargo, este último grupo
Bouchard (2005) no encontraron correla-
204 M.C. Martínez-Monteagudo, C.J. Inglés, A. Cano-Vindel y J.M. García-Fernández
Perfiles de respuesta
90
80
70
60
Puntuación
Perfil A
50
Perfil B
40
Perfil C
30
20
10
0
Cognitivo Conductual Psicofisiológico
Nivel de respuesta
Por un lado, es importante destacar que, ción incompleta del constructo. De la mis-
tradicionalmente, la mayoría de cuestiona- ma forma, no se puede tomar como criterio
rios, inventarios y escalas de ansiedad no de la eficacia de un tratamiento, porque ca-
evalúan, de forma sistemática y diferencia- da tratamiento afecta de manera diferente a
da, los tres sistemas de respuesta. La mayo- cada sistema de respuesta (Davis & Ollen-
ría de estos instrumentos contienen una dick, 2005).
amplia proporción de ítems dirigidos a ex- Lawyer y Smitherman (2004) analiza-
plorar las respuestas cognitivas, algo menor ron las tendencias sobre evaluación de la
para las respuestas motoras y mínima para ansiedad a partir de la revisión de artículos
las fisiológicas (Muris, 2005). Por tanto, la publicados entre 1970 y 2002 (década 1 =
evaluación de la ansiedad se ha caracteri- 1970-80; década 2 = 1982-92; década 3 =
zado por un predominio de la dimensión 1994-2004) en tres revistas: Behavior The-
cognitiva o subjetiva, es decir, por un ma- rapy, Journal of Behavior Therapy and Ex-
yor interés y atención sobre este sistema de perimental Psychiatry y Behaviour Re-
respuesta en detrimento de los sistemas search and Therapy. Los métodos de eva-
conductual y fisiológico. Consecuentemen- luación de la ansiedad fueron categorizados
te, la mayor parte de autoinformes de an- usando la teoría de los tres sistemas de res-
siedad proporcionan una única puntuación, puesta de Lang (1968). Los resultados re-
sin especificar información sobre cada uno velaron que, efectivamente, la evaluación
de los sistemas de respuesta. En este senti- de los tres componentes (cognitivo, con-
do, Miguel-Tobal (1985) presenta un in- ductual y fisiológico) disminuyó durante
teresante estudio sobre la evaluación de la los últimos años en comparación con los
ansiedad en la práctica clínica, al igual que años previos, mientras que la evaluación de
poco antes lo hicieron Jacob y Rapport una única respuesta (fundamentalmente, la
(1984) y Sturgis y Scout (1984). Verifican- cognitiva) se incrementó. Algunos autores
do de nuevo los resultados obtenidos por consideran que este cambio podría deberse
los autores anteriores, Miguel-Tobal revisó a que no está suficientemente demostrado
64 estudios, donde claramente el sistema de que el enfoque de evaluación tripartita de la
respuesta más evaluado fue el cognitivo (en ansiedad ofrezca, en comparación con la
el 85,2% de los estudios se llevó a cabo al- evaluación de un sistema de respuesta úni-
guna medida cognitivo-subjetiva, general- co de manera aislada, información incre-
mente cuestionarios y escalas), seguido del mentalmente significativa para la evalua-
conductual (un 77% de los estudios utiliza- ción (Johnston & Murray, 2003). Sin em-
ron medida de evitación o aproximación al bargo, los resultados de Lawyer y
estímulo temido) y, en último lugar, del fi- Smitherman (2004) también revelaron que
siológico (el 21,3% de los estudios utiliza- la evaluación de dos sistemas de respuesta
ron medidas fisiológicas como la tasa car- (cognitivo y conductual) ha sido relativa-
díaca o la conductancia electrodérmica). El mente estable entre 1970 y 2002. En este
hecho de que el sistema conductual obtu- sentido, Davis y Ollendick (2005) argu-
viera más medidas que el fisiológico res- mentaron que la terapia cognitivo-
ponde claramente a la mayor dificultad que conductual es un tratamiento eficaz en la
supone este último método de evaluación. que cognición y conducta son tratadas con
La principal conclusión es que, rara vez, se una alta prioridad, mientras que la fisiolo-
medían simultáneamente los tres sistemas. gía es tratada con una prioridad moderada.
De acuerdo con Miguel-Tobal (1985), no A su vez, la evaluación del tratamiento se
se debe evaluar un único sistema de res- suele hacer con un cuestionario que evalúa
puesta ya que esto resultaría en una evalua- la ansiedad de forma unidimensional. En
Estado actual de la investigación sobre la teoría tridimensional de la ansiedad de Lang 207
fisiológicos, siendo, por tanto, el autoin- sulta más difícil de contrastar por otro mé-
forme un método indirecto para la medida todo. Un claro ejemplo de este tipo de
de estas respuestas, aunque sumamente útil cuestionarios sería el Inventario de Situa-
para la recogida de una primera informa- ciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA;
ción. Las respuestas cognitivas, sin embar- Miguel-Tobal & Cano-Vindel, 2002). Este
go, no pueden ser medidas de otra forma. instrumento evalúa las respuestas de ansie-
Por tanto, el autoinforme es el único méto- dad en tres sistemas de respuesta ante cua-
do que permite obtener, a la vez, informa- tro tipo de situaciones: situaciones de eva-
ción directa o indirecta de los tres sistemas luación, interpersonales, fóbicas y de la vi-
de respuesta (Miguel-Tobal, 1993). De da cotidiana. Facilita una evaluación preci-
acuerdo con la clasificación de Fernández- sa de las respuestas cognitivas y un primer
Ballesteros (1992, p. 219) los autoinformes acercamiento a la evaluación de las res-
son el único tipo de instrumento de evalua- puestas fisiológicas y motoras (Fernández-
ción que pueden proporcionar información Ballesteros, 2004).
sobre la subjetividad del individuo, por lo Por otro lado, diferentes investigaciones
que se puede considerar que el método de han señalado diferentes variables que pue-
autoinforme nos proporciona una medida den estar influyendo en las diferencias en-
directa de este tipo de datos. También pue- contradas en los tres sistemas de respuesta.
den proporcionar información sobre activa- Entre estas variables se encuentra la inten-
ción fisiológica, pero sólo de aquellas res- sidad de la activación emocional, el nivel
puestas sobre las que tiene información de demanda o las estrategias de autorregu-
(conciencia), mientras que los instrumentos lación emocional empleadas por el indivi-
de registro fisiológico pueden dar una me- duo (Cano-Vindel, Miguel-Tobal, Gonzá-
dida directa de los parámetros de cada res- lez-Ordi, & Iruarrizaga, 2007, 2009; Gross,
puesta fisiológica (e.g., intensidad), por lo 1988; Hodgson & Rachman, 1974). Así, en
que el autoinforme puede ser considerado las situaciones de alta intensidad emocional
como una medida indirecta del sistema fi- los sistemas de respuesta presentan menor
siológico, mientras que el método de regis- discordancia que en las situaciones de baja
tro fisiológico sería una medida directa pa- intensidad emocional (Sartory et al., 1977),
ra las respuestas fisiológicas. Por último, el ya que si exponemos a una persona a una
autoinforme puede darnos la versión de la situación altamente temida o ansiosa para
persona (de nuevo, mediada por la con- él, aumenta la probabilidad de que los tres
ciencia) sobre sus propias respuestas moto- sistemas de respuesta alcancen los valores
ras, lo que el observador puede detectar y más altos y, por tanto, se equiparen dichas
cuantificar (e.g., frecuencia) directamente, respuestas. Del mismo modo, el nivel de la
por lo que esta autora considera que para demanda también puede afectar a una ma-
las respuestas motoras el autoinforme es yor o menor discordancia entre los sistemas
una medida indirecta y el método de obser- (Grey, Sartory, & Rachman, 1979). Algu-
vación una medida directa. En resumen, los nas investigaciones han comprobado cómo
autoinformes nos pueden dar información cuando se le solicita al paciente que dismi-
sobre contenidos de los tres sistemas de nuya sus emociones ante un estímulo fóbi-
respuesta, los cuales pueden ser corrobora- co (situación de alta demanda) los sistemas
dos con información obtenida por el méto- de respuesta presentan una mayor discor-
do de registro fisiológico o el método de dancia, ya que la persona no tiene la misma
observación, para las respuestas fisiológi- capacidad para disminuir la frecuencia, du-
cas y motoras, respectivamente, pero la in- ración o intensidad de sus respuestas con
formación sobre contenidos subjetivos re- independencia del sistema en el que éstas
Estado actual de la investigación sobre la teoría tridimensional de la ansiedad de Lang 209
los tratamientos (e.g., desensibilización sis- mostrar, y los indicios apuntan en la direc-
temática, práctica reforzada, modelado par- ción contraria. Por ejemplo, si existe dis-
ticipante, terapia cognitivo-conductual, cordancia entre sistemas por qué evaluar
etc.) han otorgado una prioridad distinta las ganancias terapéuticas sobre la ansiedad
para modificar los tres componentes de la de manera unidimensional.
respuesta patológica de miedo (fobia). Así, Las conclusiones obtenidas a partir de
algunos tratamientos han puesto mayor én- los estudios de Davis y Ollendick (2005)
fasis en el cambio de la conducta, otros so- fueron replicadas por Muris (2005) quien
bre el cambio de cogniciones y otros sobre indicó que no todos los componentes de la
el cambio del componente fisiológico. Da- respuesta fóbica son objetivos igualmente
vis y Ollendick (2005) concluyeron que, importantes para el tratamiento. Según este
hasta la fecha, muchos tratamientos han si- autor, en las fobias siempre está presente la
do considerados como eficaces (mediante respuesta de evitación, por lo que la inter-
las directrices de la Task Force) con el vención de una fobia específica debe foca-
apoyo de sólo uno de los tres sistemas de lizarse siempre en el componente o sistema
respuesta, lo que ningunea la configuración conductual. Sin embargo, el propio autor
compleja de la respuesta de ansiedad y indica que esto no significa que los otros
cuestiona las conclusiones sobre la eficacia dos componentes deban ser ignorados en el
de distintos tratamientos. Ante esta situa- tratamiento. Así, cuando los otros sistemas
ción, estos autores proponen que “los in- de respuesta sean muy prominentes, éstos
vestigadores deben atender y evaluar los también deben ser objeto de tratamiento.
tres sistemas de respuesta y planificar su Nosotros nos preguntamos, ¿los otros sis-
cambio a través del tratamiento, lo que su- temas deben ser objeto de tratamiento, pero
pone realizar una evaluación integral de la no de evaluación? En cualquier caso, Muris
eficacia de un tratamiento teniendo en (2005) concluye que es necesaria más in-
cuenta, siempre que sea posible, los com- vestigación sobre el modelo de los tres sis-
ponentes cognitivo, fisiológico y conduc- temas de respuesta en niños.
tual de la ansiedad” (p. 156). Desgracia- De acuerdo con las conclusiones extraí-
damente, todavía la investigación sobre das por Davis y Ollendick (2005), Bergman
eficacia de los tratamientos psicológicos y Piacentini (2005) afirmaron que la eva-
tiene poco en cuenta estas recomendacio- luación de los tres componentes de la res-
nes, que son esenciales para mejorar nues- puesta de ansiedad era importante para de-
tro conocimiento sobre dicha eficacia. Así, terminar la eficacia del tratamiento y la ne-
por ejemplo, la gran mayoría de los artícu- cesidad, por tanto, de disponer de herra-
los publicados, incluso aquellos con un mientas de evaluación fiables y válidas pa-
gran control metodológico, como los ensa- ra evaluar los tres sistemas de respuesta de
yos controlados aleatorizados, dejan mucho la ansiedad. En la misma línea, Hudson
que desear en cuanto a la evaluación de la (2005) concluyó afirmando que un próximo
ansiedad, decantándose mayoritariamente paso importante es que se desarrollen me-
por una única medida de autoinforme que didas de los tres sistemas de respuesta de la
ni siquiera considera los tres sistemas de ansiedad psicométricamente robustas para
respuesta de la ansiedad. Para poder fiarnos determinar la eficacia de los tratamientos
de este tipo de evaluación tan simple debe- dirigidos a reducir la ansiedad.
ría probarse con investigación que evaluar
En este sentido, diversos autores esta-
los tres sistemas de respuesta es redundan-
blecieron diferentes tratamientos en fun-
te, más costoso y no incrementa el conoci-
ción de la respuesta a tratar y del compo-
miento, algo que hoy por hoy está por de-
Estado actual de la investigación sobre la teoría tridimensional de la ansiedad de Lang 211
nente ansioso que predomine en el paciente propia conducta. Además, estas técnicas
(cognitivo, fisiológico o conductual) (véase tenían efectos sobre el resto de respuestas,
Miguel-Tobal & Cano-Vindel, 1990). Por si bien para reducir más la activación fisio-
ejemplo, Lang, Melamed y Hart (1970) lógica se incluyó relajación y para mejorar
comprobaron que los pacientes con mayor la conducta social se fueron introduciendo
reactividad fisiológica mejoraban más con tareas para casa que implicaban una pro-
técnicas de desensibilización sistemática. gresiva exposición para involucrarse en si-
Wolpe (1977) apoyó dicha afirmación, se- tuaciones y actividades sociales. Otros es-
ñalando la desensibilización sistemática tudios también han encontrado que las dis-
como la técnica más efectiva si predomina tintas técnicas utilizadas van a mostrar ma-
el componente fisiológico frente al compo- yor eficacia sobre un tipo de respuesta por
nente cognitivo. Öst et al. (1981) encontra- lo que, si se utilizan de forma concordante
ron que los pacientes con ansiedad social, con el perfil de mayor reactividad que pre-
en donde predominaba el componente fi- sente el paciente, mejora la eficacia del tra-
siológico, se beneficiaban más con técnicas tamiento en el trastorno de ansiedad gene-
de relajación que con el entrenamiento en ralizada (Gil-Andino & Cano-Vindel,
habilidades sociales, mientras que en los 2001; Ramos & Cano-Vindel, 2008), en el
pacientes con más reactividad motora la trastorno obsesivo compulsivo (Leal &
eficacia se invertía, siendo más eficaz el Cano-Vindel, 2008), en el trastorno adapta-
entrenamiento en habilidades sociales que tivo (Herrero & Cano-Vindel, 2010), en la
la relajación. agorafobia (Michelson, 1987), en la ansie-
Recientemente, Vidal, Ramos-Cejudo y dad interpersonal (McCann, Woolfolk, &
Cano-Vindel (2008) comprobaron, en un Lehrer, 1987) o ante el miedo a volar
estudio clínico, cómo las técnicas cogniti- (Hayg et al., 1987). En este sentido, Mi-
vas debían predominar en el tratamiento de guel-Tobal & Cano-Vindel (2002) nos
la fobia social, en consonancia con la natu- orientan a la hora de seleccionar la técnica
raleza del trastorno que, hoy en día, se ex- de reducción de ansiedad más adecuada,
plica por abundantes sesgos cognitivos de atendiendo al componente ansioso que pre-
atención e interpretación centrados en la domine (véase Tabla 2).
Componente cognitivo:
§ Técnicas de autoinstrucciones.
§ Reestructuración cognitiva.
Componente fisiológico:
§ Entrenamiento en relajación.
§ Desensibilización sistemática.
§ Técnicas de biofeedback.
Componente motor o conductual:
§ Entrenamiento en habilidades sociales.
§ Práctica reforzada.
§ Exposición.
212 M.C. Martínez-Monteagudo, C.J. Inglés, A. Cano-Vindel y J.M. García-Fernández
última década, en España, destaca el ISRA tual. Las investigaciones sugieren que las
(en 5ª edición, 2002), publicado en TEA y tres modalidades pueden estar disociadas,
construido por Miguel-Tobal y Cano- es decir, pueden no covariar entre sí, lle-
Vindel (1986, 2002), y el Inventario de An- vando a una falta de uniformidad entre di-
siedad Escolar (IAES; García-Fernández, chos sistemas. A este fenómeno se le cono-
Inglés, Martínez-Monteagudo, Estévez & ce como discordancia o fraccionamiento de
Marzo, 2011). También, en 2003, la revista respuesta. Además los niveles de activa-
Ansiedad y Estrés, publicó un artículo so- ción de los tres sistemas pueden modificar-
bre el Cuestionario Tridimensional de De- se en distinto grado a lo largo del tiempo
presión (CTD; Jiménez & Miguel-Tobal, ante un tratamiento, fenómeno conocido
2003). En la Tabla 3 se presentan, además, como desincronía (Cano-Vindel, 2003).
algunos datos relativos al número de inves- Todo ello hizo pensar en normas de fun-
tigaciones derivadas de cada uno de ellos, cionamiento diferentes para los distintos
comprobándose cómo la comunidad cientí- sistemas, lo que ha dado lugar a varias lí-
fica nacional e internacional ha aplicado neas de investigación, como el estudio de
profusamente estos instrumentos desde su las estrategias de regulación emocional, la
construcción hasta la actualidad. De la re- creación de nuevos instrumentos de medida
visión se desprende, además, cómo el ám- o la mejora de los estudios sobre eficacia
bito de aplicación de la teoría más frecuen- de los tratamientos.
te ha sido el ámbito clínico con aproxima- La multidimensionalidad de la respuesta
damente un 62% de las investigaciones de ansiedad y los fenómenos de discordan-
aplicadas, seguido del ámbito de la salud cia y desincronía permiten obtener diferen-
(23%) y del escolar (15%). tes perfiles o patrones de respuesta diferen-
En resumen, aunque la teoría de los tres ciales en los individuos ante determinadas
sistemas de respuesta de ansiedad de Lang situaciones ansiógenas. Así, diferentes in-
(1968) ha sido cuestionada por algunos au- vestigaciones han tratado de establecer per-
tores (e.g., Johnston & Murray, 2003), los files de respuesta característicos en trastor-
resultados de estudios teóricos y empíricos nos de ansiedad (Miguel-Tobal & Cano-
ponen de manifiesto que este marco teórico Vindel, 1995), trastornos psicosomáticos
ha sido utilizado y discutido por investiga- (Cano-Vindel & Miguel-Tobal, 1990b),
dores y profesionales aplicados desde su trastorno de pánico con agorafobia y ansie-
formulación hasta el día de hoy. Así, tal y dad generalizada (Espada et al., 1994), pa-
como indicaron diversos autores, en este cientes hipertensos y con úlcera péptica
momento y hasta que no contemos con más (Casado, 1994), pacientes con hipertensión
hallazgos empíricos que demuestren que no e infarto de miocardio (Miguel-Tobal,
es necesario, es mejor evaluar, siempre que 1994), pacientes drogodependientes (Ro-
sea posible, cada uno de los tres sistemas dríguez-López et al., 2007) y pacientes con
de respuesta de la ansiedad (Hudson, 2005; problemas dermatológicos (Amorim et al.,
Silverman & Ollendick, 2005). 1996).
A partir de esta teoría se derivan una se-
Conclusiones rie de implicaciones que habrá que tener en
cuenta, tanto para la conceptualización, la
La teoría tridimensional de la ansiedad
autorregulación, la evaluación, así como
propuesta por Lang (1988) mantiene que la
para las técnicas de intervención aplicadas
ansiedad se manifiesta en tres sistemas de
a los trastornos de ansiedad. Así, la ansie-
respuesta relativamente independientes:
dad se conceptualiza como un fenómeno
cognitivo, fisiológico y motor o conduc-
formado por un conjunto de respuestas que
Estado actual de la investigación sobre la teoría tridimensional de la ansiedad de Lang 215
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