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INTRODUCCION:
Este pasaje nos narra la historia de una mujer viuda que estaba pasando por un tiempo de crisis en su
vida causada por la escasez y las deudas, su esposo había muerto y los acreedores habían llegado para
cobrar una deuda, en esa época las deudas podían ser canceladas entregando a los hijos de la familia
como pago ya sea para trabajar como siervos de los acreedores o para ser vendidos como esclavos para
saldar la deuda. Y de esta historia vamos a extraer algunos consejos muy importantes y de mucha
sabiduría para enfrentar los tiempos de crisis que todos en algún momento pasamos en nuestra vida.
Reflexionemos en estos textos y tomemos lo consejos para nuestra vida (vs 1): Esta mujer
viuda cuando llegaron los acreedores a cobrar la deuda fue a buscar al profeta Eliseo, pues los profetas
eran los que hablaban en nombre de Dios al pueblo, es decir que esta mujer atribulada fue a buscar una
palabra que viniera de parte de Dios para su dificultad.
De esto que hizo esa mujer viuda vamos a tomar los primeros consejos para nuestra vida:
1. No busco alguna forma de empeñar o vender su casa o sus bienes pues era lo único que tenía.
2. No trato de huir del problema como muchos hacen emigrando a otro lugar.
3. Aunque hubiera podido buscar un pariente que la redimiera a ella y a sus hijos, así como muchas veces
lamentablemente podemos ver como hay mujeres que para resolver sus problemas económicos se
enredan en relaciones pecaminosas que traen más destrucción a sus vidas, pero esa viuda decidió buscar
la ayuda de Dios
4. No se siguió hundiendo, haciendo más préstamos de dinero, lo cual en lugar de ayudar a salir del
problema lo vuelve aún más grave.
2.- Las crisis de nuestra vida siempre producen en nosotros mucha incertidumbre, y muchas preguntas
que nos agobian, es por eso por lo que tenemos que buscar a alguien que tiene todas las respuestas para
nuestra vida: nuestro Dios.
3.- Tenemos que comprender que acercarnos a Dios y buscarlo ya es parte de la solución de nuestra
crisis, pues uno de los grandes propósitos de Dios en la crisis es que lo busquemos a el de todo corazón.
4.- No nos conformemos con buscar salidas a nuestros problemas, pues las salidas generalmente son
soluciones incompletas, son puertas para huir de la dificultad no para resolverla, comprendamos que Dios
no tiene una salida para nuestra crisis, él tiene la solución completa.
Ahora veamos en el texto cual fue la respuesta de Eliseo en nombre de Dios para esta viuda,
para poder enfrentar esta crisis y tener victoria (2ª. Reyes 4:2-7)
Eliseo mando a esta mujer viuda a hacer algo que seguramente para ella fue incomprensible, pues él le
dijo que pidiera vasijas vacías no pocas a todas sus vecinas y que se encerrara en su casa y llenara todas
las vasijas con el poco aceite que ella tenía, y así lo hizo y fue tanta la cantidad de aceite que pudo
venderlo y pagar sus deudas y le quedo suficiente dinero para vivir ella y sus hijos.
De la respuesta de Eliseo y la acción de la viuda vamos a tomar los otros consejos para nuestra vida:
Introducción:
Cuando estamos frente a situaciones que representan grandes responsabilidades o en aquellas donde
enfrentamos grandes problemas personales, tendemos a atemorizarnos, a dudar, a angustiarnos; muchos
se sienten pequeños, hasta incapaces de poder hacer algo, ven lo que enfrentan como un gran gigante
que no pueden vencer, de derrotar, de igual manera pueden creer y sentir que no son capaces, no tienen
las habilidades ni los talentos para asumir una gran responsabilidad.
Tanto en nuestras responsabilidades espirituales, como las de nuestra vida secular, olvidamos o nos
descuidamos en comprender que no estamos solos en nuestras batallas, en nuestras luchas, en las
responsabilidades que debemos enfrentar, Dios está con nosotros, atrás, adelante, a los lados, en
nuestro hogar, en el trabajo, en la calle, con nuestra familia, en nuestros corazones, en todas partes esta
Dios, él está pendiente y cuida de sus hijos y no solo eso, sino que también los ayuda, les bendice, les
ayuda a vencer las dificultades, a cumplir sus responsabilidades, a que le vaya bien.
Moisés un hombre con una excelente preparación en la familia del faraón, se sintió incapaz de cumplir con
las responsabilidades que Dios le estaba mandando, puso muchas excusas para no cumplir con lo que
Dios le estaba mandando, a pesar que Dios le había dicho: “ve, porque yo estaré contigo”. Éxodo
3:12
Así como Moisés, muchos cristianos siempre tienen excusas para no cumplir sus responsabilidades,
muchos no se sienten capaces, pero olvidan que Dios esta con ellos.
Como él, muchas personas se sienten así ante los problemas, ante los retos que nos impone la vida y
también en las responsabilidades en el reino de Dios. Siente que son poca cosa, que no saben hacerlo,
que no pueden hacerlo por sus propias limitaciones.
¿Cuántos cristianos son como Moisés? Dudando en sus corazones, olvidando quien esta con ellos,
vagando en sus corazones. Buscando excusas para no cumplir con sus responsabilidades o dejándose
derrotar por los problemas, por los retos que nos presenta la vida. Esta pregunta se parece a la que
utilizan muchos hermanos para predicar el evangelio al perdido: “es que no me creen, la gente es muy
dura, no voy a perder mi tiempo.”
Excusarnos por nuestras pocas habilidades o capacidades es la manera más fácil para evitar hacer lo
correcto, para salir adelante, para emprender algo nuevo. Éxodo 4:10
Dios Padre y Cristo nuestro Señor, son nuestra esperanza, en ellos confiamos, en ellos esperamos, ellos
nos fortalecen, nos ayudan, nos abren caminos, oportunidades, nos ayudan en nuestras debilidades. Si
Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros? Pero debemos aprender a vivir, a obrar y a esforzarnos
creyendo realmente en esto. Muchos pueden recitar estas palabras de memoria y continuamente, pero
realmente ¿viven de acuerdo a ellas? Romanos 8:31-32
Debemos actuar, vivir, emprender con diligencia, con esfuerzo, con dedicación tanto en nuestra vida
secular y mucho más en nuestra vida espiritual y en el reino de Dios. El Espíritu Santo nos dice que somos
más que vencedores. ¿Lo creemos y vivimos de acuerdo a ello? Romanos 8:37
Conclusión:
Confiemos en que Dios está con nosotros, que Él nos ayuda en todo momento y en toda situación, solo
debemos ser obedientes a sus mandamientos.
No busquemos y ni pongamos excusas, cumplamos con las responsabilidades que Dios nos ha dado y
también enfrentemos con valentía los retos y problemas que se presenten en nuestras vidas.
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE
Filipenses 4:11-13
Introducción:
Saulo de Tarso, después de convertirse, fue conocido como Pablo. La historia de Pablo, nos enseña que
Jesús cumplió su promesa, Pablo padeció mucho por causa de predicar a Cristo; fue apedreado, azotado,
recibió golpizas, desprecios, hambre, necesidades, enfermedad, persecución de los judíos y finalmente
sufrió la muerte, sin embargo, fue un apóstol diligente, esforzado, totalmente dedicado a predicar el
evangelio de nuestro señor Jesucristo.
Pero a pesar de sus dificultades, fue un hombre de una fe inquebrantable, firme y que influyo en muchas
personas para que recibieran la verdad. Pablo fue y es un ejemplo que todo cristiano debe imitar. En
todas sus dificultades se mantuvo firme, no desanimado sino animando y fortaleciendo a otros. Su ánimo
nunca cayó hasta desmayar.
En cualquier circunstancia que estuviera viviendo, Pablo sabía que era capaz de soportarlo y de vivir
gozoso porque él todo lo podía en Cristo Jesús que le fortalecía. Filipenses 4:13
La fe de Pablo debe ser imitada por los cristianos, en cualquier circunstancia que esté viviendo, sea buena
o mala, y mayormente en las malas, creer que todo lo puede en Cristo Jesús que le fortalece.
1.- LAS DIFICULTADES.
Estas siempre habrán de existir en la vida de todo cristiano, como Pablo podemos tener tiempos normales
en los cuales estemos bien o difíciles en los cuales las enfermedades, la escasez, problemas económicos,
familiares o matrimoniales nos alcancen.
El asunto es los pensamientos, las reacciones y conducta que cada cristiano manifieste cuando está en
problemas.
Pablo no le daba poder en su mente y corazón a sus problemas, como lo hacen muchos cristianos, en su
mente prevalecía su confianza en Dios, en lo capaz que Él era para ayudarlo, fuese para resolver el
problema, librarlo del peligro como para ayudarlo a soportar el sufrimiento. Filipenses 4:11-12
Pablo aprendió a contentarse cualquiera que fuera su situación, satisfecho con lo que tenía o lo que
tuviese viviendo. Sabía vivir humildemente o con abundancia. NVI Filipenses 4:11 No digo esto porque
esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre.
Para Pablo lo más importante, no era su situación, aunque podemos ver que le rogaba a Dios para que le
ayudará, le quitará lo que estaba sufriendo, lo más importante era perseverar en la fe, seguir a la meta,
alcanzar la corona de vida. 2ª. Timoteo 4:7-8 Pablo estaba convencido de que había peleado la buena
batalla, había acabado la carrera, había guardado la fe.
Con este pensamiento, el cristiano debe llenarse, animarse, entender que esta es una batalla que es
necesario vencer, una carrera en cual debemos llegar hasta el final y en toda nuestra vida cuidar la fe, no
retroceder ni desmayar, no abandonar, no permitir que el desánimo, el miedo, la angustia nos gane la
batalla, nos impida terminar la carrera.
Todo lo podemos vencer, lo podemos arreglar, lo podemos superar en Cristo Jesús, en su poder, en su
misericordia, en su amor por nosotros, en su dedicación por nosotros . No debemos perder de nuestra
atención que Dios y Cristo nos ayudan en nuestras debilidades, a sobrellevar nuestras cargas porque
tienen cuidado de nosotros, conocen nuestras necesidades y nos dice que no nos preocupemos por ellas y
muchas más promesas que nos confortan y nos fortalecen. 1ª. Pedro 5:6-7
Mantener nuestra atención, confianza y esperanza en Dios, en Jesucristo, es vital para poder vencer, para
poder seguir adelante, para poder soportar y no desmayar. El Padre Dios y Cristo nos fortalece, nos dan
nuevas fuerzas, nos levantan cuando caemos, nos animan con su amor y su palabra. Efesios 6:10
Pablo siempre le agradecía a Dios por su misericordia, por su ayuda, por fortalecerlo a través de
Jesús. 1ª. Timoteo 1:12
Tener la total confianza de Jesús está a nuestro lado, como lo estuvo con Pablo y que nos librará de ser
devorados por el diablo o por los problemas. 2ª. Timoteo 4:17
Es necesario que mantengamos nuestra confianza, nuestra fe sin desmayar, porque por la fe los antiguos
sacaron fuerzas de la debilidad, se hicieron fuertes en batalla. Esperar en Dios como lo hicieron ellos
y saber que Dios nos dará la victoria . Confiar en Dios, en Cristo, en su palabra, en sus promesas, en su
poder.
No debemos permitir que los problemas nos abatan, no lleven a desagradar a Dios.
CONCLUSIÓN:
Recordemos la confianza de Pablo en Dios y su poder. El no confiaba en sus propias fuerzas, pero si en las
de Dios, las de Cristo. Digamos como él, con confianza: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
LOS QUE AMAN A DIOS, TODAS LAS COSAS LES AYUDAN A BIEN.
Romanos 8:28
Introducción:
Algunas veces cuesta entender por qué pasan situaciones negativas, que causan inconvenientes y
dificultades en la vida del cristiano, las enfermedades, los problemas económicos, familiares,
matrimoniales y de diferentes índoles son comunes. Comprender lo que Dios hace por sus hijos, en esos
momentos, no es fácil, cuando se tiene la creencia de que, por ser hijos de Dios, no se tendrán
tribulaciones.
Todo lo que Dios ha hecho y hace por nosotros, es para nuestro bien, para que podamos participar de su
santidad. Las buenas experiencias tanto como las malas, nos ayudan para nuestro bien. Las tribulaciones,
aunque nos cueste entender, nos favorecen para crecer espiritualmente, madurar en la fe. Nos ayuda a
cultivar la paciencia, el dominio propio, la esperanza en Dios y en sus promesas, fortalece nuestra fe para
seguir avanzando en este camino de salvación, que Cristo nos ha dado.
En la vida del cristiano algunas veces son necesarias las pruebas. Esta afirmación pareciera como
si fuese una necesidad, un requerimiento vivir dificultades en ciertos momentos de nuestras vidas, lo cual
parece una locura, pero es así. El apóstol Pedro nos lo dice claramente en su carta:” si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas” 1ª. Pedro 1:6
La expresión “si es necesario” da entender que alguien toma la decisión de la necesidad de ser afligidos, si
dependiera de nosotros nunca voluntariamente aceptaríamos pasar por dificultades o pruebas, sin
embargo, Dios permite que pasemos por dificultades, esto lo hace con un propósito espiritual. Si es
necesario, si es conveniente, si es preciso, aun siendo hijos de Dios, pasaremos por dificultades. 1ª.
Pedro 4:19
Pablo nos revela que los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, él viene hablando de las
diferencia de los que viven según el Espíritu y los que viven según la carne, y la necesidad de que vivamos
conforme al Espíritu, nos habla de que somos coherederos junto con Cristo de las bendiciones venideras y
menciona que las aflicciones del tiempo presente no son comparables a la gloria venidera que ha de
manifestarse en los hijos de Dios.
Las aflicciones, la lucha contra la carne, contra nuestras debilidades, todo esto nos ayuda para
bien. Romanos 8:28.
Las dificultades, las pruebas le ayudan a creer, a tener esperanza, a confiar, a tener paciencia, a soportar,
nos ayudan a tener dominio propio para no caer en el desánimo, en la angustia, en el miedo.
El salmista nos declara que las dificultades le ayudaron. Todas las cosas que suceden en la vida del
cristiano cooperan, ayudan para su crecimiento espiritual, ayudan para hallar gracia a los ojos de Dios.
Dios se agrada de aquellos que se mantienen firmes a pesar de las dificultades.
El Espíritu santo nos revela en esta porción de la palabra, que Dios es quien está actuando en la vida de
sus hijos, Dios está en control. Dios dispone todas las cosas para el bien de sus hijos.
NVI Romanos 8:28 Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo
aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
NVI Salmo 33:18 Pero el SEÑOR cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor.
Dios conoce nuestra condición, nuestras dificultades, nuestras necesidades, Dios lo sabe todo. Aunque el
permite que suframos aflicciones para nuestro bien, nunca nos abandona, nos ayuda, nos fortalece, nos
da soluciones, salidas, oportunidades, nos bendice. Nuevamente el salmista nos enseña, lo que ha
aprendido de su experiencia con Dios Salmo 103:13-18
Dios aplica su justicia, su misericordia, su bondad, su providencia sobre los que le obedecen. No nos
abandona, no nos desampara y nos ayuda constantemente. Hebreos 13:5-6
La confianza es necesaria para mantener una fe sana, firme. Nuestros ojos, oídos pueden estar
percibiendo los problemas que nos afectan, no obstante, nuestra fe nos da la confianza para esperar que
Dios nos ayudará y que nos dará más grandes bendiciones, que las bendiciones materiales.
Dios es nuestro escudo, nuestro protector, nuestro ayudador aun en las dificultades, esto nunca debemos
olvidarlo. Salmo 33:19-22
El cristiano debe tener la fortaleza, la confianza y la esperanza para no apartarse, para no desfallecer,
para no retroceder cuando está viviendo tribulaciones, en esos momentos debe mantenerse firme,
confiado, aprendiendo y orando más, luchando contra la carne, el desánimo y las dudas, esforzándose por
agradar más a Dios.
No podemos creer que recibiremos algo de Dios, si somos de los que se desaniman constantemente,
desfallecen con facilidad, dudan de la palabra, dudan de los hermanos, etc. Santiago habla de pedir
sabiduría, sin embargo, esta norma también podemos aplicarla para otras cosas. Santiago 1:6-7
CONCLUSIÓN:
Podemos estar completamente seguros de que todas las cosas que suceden en la vida del cristiano,
ayudan para bien, incluyendo las tribulaciones y es gracias a que Dios está en nuestras vidas
ayudándonos, favoreciéndonos, fortaleciéndonos a vencer las dificultades y a mantenernos firmes en la fe,
con el propósito de que alcancemos la vida eterna. 1ª. Pedro 5:7
UN POCO DE LEVADURA LEUDA TODA LA MASA
1ª.Corintios 5:6
Introducción:
El pecado, la desobediencia ha sido el gran enemigo del hombre para acercarse a Dios, El pecado es el
gran problema que ha impedido que los hombres puedan tener comunión con Dios, ha traído grandes
calamidades a la humanidad y llevará finalmente a muchos a la condenación eterna, el infierno.
El pecado es un gran problema que afecta no solo a los impíos, sino también a los hijos de Dios. La
carnalidad impide muchas veces ver con claridad el pecado. Cuando nos percatamos que hemos pecado
podemos arrepentirnos y obtener el perdón de Dios, pero el mayor peligro es cuando estamos pecando,
estamos en desobediencia y no nos percatamos o no le damos importancia a nuestras malas obras.
El engaño del pecado hace que muchos estemos llevando una vida cristiana infiel,
desobediente. Y al mismo tiempo pensar que estamos bien. El corazón, la conciencia esta endurecida
por el pecado. Hebreos 3:12-14
Nos engañamos, cuando andamos practicando el pecado y creemos que estamos bien con Dios. El engaño
es peor cuando creemos que tenemos justificación para pecar porque estamos pasando por dificultades.
No solo debemos luchar contra nuestros propios pecados, sino que Dios nos advierte en contra de los
pecados de otros miembros de la iglesia. Todos estos casos pueden perjudicar a la iglesia del Señor,
porque producen contaminación, pueden influenciar a otros miembros, por esta razón Dios nos advierte y
nos manda a actuar en contra de estos casos.
La influencia que producen estas personas produce una contaminación espiritual, que es representada en
la palabra de Dios como levadura. Los que conocemos el proceso para hacer pan y masas sabemos que la
levadura es agregada a la masa, en muy pocas cantidades, pero que pasado cierto tiempo a leudado, ha
cambiado las características de toda la masa.
Ese es el ejemplo que nos enseña que una falsa doctrina permitida en la iglesia, un hermano que anda
practicando el pecado y no se le corrige terminará influenciando con sus actitudes y sus acciones a toda la
iglesia.
A esta levadura es que se refiere Pablo en libro de Gálatas. Hermanos que querían obligar a los cristianos
a circuncidarse y a guardar toda la ley, Pablo les advierte que esto está mal, que los que por la ley se
justifican, de cristo se separan, se desligan. Gálatas 5:3-11.
Basta que toleremos un poco de levadura, que toleremos a uno o varios hermanos tratando
de enseñar una errada doctrina para que en poco tiempo sea contaminada la iglesia y muchos
crean el error.
Pablo pregunta ¿Quién os estorbo para no obedecer a la verdad?, porque estos hermanos que esparcen la
mentira estorban a los que quieren obedecer y los confunde para que obedezcan a la mentira. Este tipo de
levadura a existido en la iglesia de sus inicios y hoy en día la siga perjudicando.
Tolerar el pecado público en la hermandad es un problema que terminará afectando a toda la iglesia.
Pablo regaña a la iglesia en Corinto porque estaban envanecidos, no corregían el pecado de cierto
hermano que estaba en fornicación con la mujer de su padre. Ellos debían quitar de en medio de ellos al
que estaba en semejante situación y no estaban haciendo nada, no estaban corrigiendo, estaban dejando
pasar por alto esta levadura. 1ª. Corintios 5:1-2
Pablo había juzgado a este hermano pecador y ameritaba que también la iglesia lo hiciera. Muchos creen
que no debemos juzgar, pero se nos manda a juzgar con justo juicio y la única manera de determinar que
un hermano está haciendo algo malo es juzgando sus malas acciones. 1ª. Corintios 5:3-5
Pablo les advierte que un poco de levadura leuda toda la masa, tolerar el pecado en la iglesia es permitir
que este contamine a toda la iglesia. Pablo los regaña duramente. No era buena su jactancia, ellos
pensaban que está bien, que lo que estaban haciendo era correcto, pero no lo era. Pablo los exhorta a ser
una nueva masa sin levadura, llena de sinceridad y verdad. 1ª. Corintios 5: 7-13 Pablo enseña como
limpiarse de la levadura: no juntándose con el hermano y rompiendo comunión, quitando del medio al
pecador no arrepentido
Siempre debemos dar la oportunidad al hermano pecador de arrepentirse y corregir, como paso con el
ejemplo de corintos, que vemos a pablo animando a los hermanos a perdonar al arrepentido. 2ª.
Corintios 2:5-7
El propósito es cuidar a la iglesia, para que no vayan a ser influenciados los miembros por
hermanos pecadores, desordenados y apostatas.
CONCLUSIÓN:
Permitir un poco de levadura en la iglesia es peligroso puede contaminar a todos. Corrijamos con
misericordia y amor, pero con firmeza.
NO TIENEN LOS SENTIDOS EJERCITADOS EN EL DISCERNIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL.
Hebreos 5:11-14
Introducción:
Muchas enseñanzas bíblicas se han dado con relación al temor a Dios, el respeto y obediencia a la palabra,
la madurez espiritual, despojarse del viejo hombre lleno de vicios y pecados, la lucha contra la carne y el
pecado, el error del amor al mundo, las enemistades, pleitos y contiendas entre cristianos, la falta de
paciencia, tolerancia y perdón, y muchos temas más, donde se ha enseñado lo que un verdadero discípulo
de Cristo debería hacer con su vida y acciones.
Sin embargo, cuanto más se enseña sobre estos temas, algunos cristianos se esfuerzan más por seguir
fallando en estos pecados, siguen cometiendo los pecados que siempre se señalan y se
enseñan, pareciera que la palabra no hiciera nada en sus corazones ni en sus
entendimientos, sus obras demuestran desobediencia, en cuanto más se les señala el error, más
rápidamente lo cometen.
Muestran una total falta de respeto a Dios y a su palabra, sus acciones indican que no les importa,
parecen hijos rebeldes, aquellos que entre más se le señala sus errores más rápidamente los practican.
¿Por qué lo hacen?
¿Por qué no les importa la palabra? ¿Por qué no les importa la voluntad de Dios?
¿Por qué son tan obstinados?
Anteriormente hablamos de aquellos que tienen el corazón malo de incredulidad, como nos lo es mostrado
en Hebreos 3:12-19, aquellos que la dureza de su corazón, de su mente les impide creer en lo que dice
la palabra, estos son cristianos que se comportan como incrédulos, porque creen en una parte de la
palabra, pero no en la otra parte. Aceptan algunas doctrinas y otras no.
La palabra nos habla de aquellos que no crecen espiritualmente, no maduran espiritualmente hablando,
pueden ser personas mayores de edad y con varios años en el evangelio, pero no maduran, no crecen.
Estos hermanos no han logrado discernir entre lo correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal. Por lo
general son buenos para evaluar los pecados de otros, pero no lo son para autoevaluarse a ellos mismos.
Siendo un grave error porque antes de aplicar la palabra para otros debemos aplicarla primero en nosotros
mismos. Son aquellos que ven la paja en el ojo de su hermano, pero no ven el enorme tronco que tienen
en su propio ojo.
¿Por qué les cuesta discernir entre lo que están haciendo bien y lo que están haciendo mal?
El escritor a los hebreos nos enseña porque no crecen, porque día tras día y año tras año, siguen
cometiendo los mismos pecados. Hebreos 5:11-14
2.- LA RAZÓN: LES ENTRA POR UN OÍDO Y LES SALE POR OTRO. SON TARDOS PARA OÍR.
Aun siendo difícil de explicar, el Espíritu nos indica la razón por la cual no crecen, no maduran, no
cambian. Son tardos para oír. Les cuesta escuchar, les cuesta pensar sobre la palabra y sus propias
acciones. La palabra tardo suena suave, pero su significado es profundo y determinante del porque
muchos no maduran, ni obedecen.
Esta palabra es usada en otras partes, por ejemplo, después de resucitar, Jesús la uso para reprender a
sus discípulos por su incredulidad y dureza de corazón. Lucas 24:25.
Básicamente los tardos para oír son aquellos que son indolentes, perezosos, necios, insensatos para
estudiar, retener y comprender la palabra de Dios. Esto se observa más en aquellos que no
permiten que la palabra de Dios los transforme.
La salvación no solo es para los que creen, sino para aquellos que obedecen la palabra de Dios, de
Jesucristo. Hebreos 5:8-9
4.- SIEMPRE ESTÁN TOMANDO LECHE, ACTÚAN Y VIVEN COMO RECIÉN NACIDOS.
Estos cristianos necesitan que continuamente le estén enseñando y recordando lo básico, constantemente
se les tienen que explicar lo del pecado, lo del viejo hombre, del amor al mundo, de las obras de la carne,
sobre el valor del bautismo y la responsabilidad que asumimos cuando lo obedecimos, pasan los años y
siempre debe estar enseñándoles los primeros rudimentos de la doctrina de Cristo. Necesitan que
continuamente se les esté recordando las verdades elementales de la palabra. Hebreos 5:12-13
NVI hebreos 5:12-13 En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan
que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la palabra de Dios. Dicho de otro modo,
necesitan leche en vez de alimento sólido.13 El que sólo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje
de justicia; es como un niño de pecho.
No cumplen la voluntad de Dios, que es el crecimiento espiritual que debe tener todo cristiano. Ese
crecimiento lo manifestaremos por nuestras obras, por nuestra manera de vivir, por la madurez, por el
amor, por la paciencia, por la tolerancia, por la capacidad de perdonar, por la capacidad de dejar lo malo
atrás. Colosenses 1:9-10 El que no es tardo para oír, andará como es el digno del señor, agradándole
en todo y llevando fruto en toda buena obra. No hará como hacen muchos obedecen lo quieren y lo que
no les gusta no lo hacen.
NVI hebreos 5:14 En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de
distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.
La palabra de Dios y su obediencia a ella, le ha dado la capacidad, la facultad de poseer una percepción
espiritual, que les permite ver, entender lo que están haciendo mal ellos mismos, como también para
ayudar a otros a corregir,
Estos se esfuerzan por sacar la viga que tienen en su propio ojo, antes de sacar la pajita que tiene su
hermano. Estos hermanos se han esforzado por ser adultos espirituales, han batallado y siguen batallando
contra su propia carnalidad. Santiago 3:13-18.
CONCLUSIÓN:
Crecer hasta llegar a ser maduros espiritualmente hablando, es nuestro deber, desarrollando nuestros
sentidos para saber lo que está bien de lo que no lo es. No podemos seguir siendo tardos para oír.
¿NO SOPORTARSE UNOS A OTROS, NI PERDONARSE UNOS A OTROS? SI ALGUNO TUVIERE
QUEJA CONTRA OTRO
Introducción:
Sabemos que de muchas maneras y en varias partes de la palabra se nos manda a perdonarnos los unos a
los otros, a tenernos paciencia y soportarnos, sin embargo, a algunos cristianos no les interesa ni quieren
obedecer estos mandamientos; por muchas razones, que tal vez para ellos son válidas y les permite tener
la excusa necesaria para no hacerlo.
El título del estudio es contrario a lo que dice el versículo que apoya este estudio, básicamente porque eso
es lo que hacen muchos cristianos, sus obras en cuanto al perdón, la paciencia y el amor, son totalmente
contrarias al mandamiento. Colosenses 3:13
¿Por qué un hijo de Dios no quiere perdonar? ¿Qué razones tiene para no hacerlo? ¿Son estas razones
bíblicas?
¿Pueden estar enemistados dos o más cristianos y estar bien con Dios? No. Creer que sí, es tener un
corazón incrédulo. Su mente le hace creer que puede hacer lo contrario a lo que dice la palabra y estar
bien con Dios. Se cometen varios pecados, además de los mencionados, incredulidad, obstinación,
carnalidad o conducta terrenal, entre otros.
Es nuestro deber entender que Dios no se contradice, ni dará por inocente al culpable de desobediencia,
cuando su obstinación le lleve a oponerse a Dios. Israel es un buen ejemplo de eso. Hebreos 4:6-11
¿Por qué no se soportan? ¿Por qué no se perdonan? ¿Por qué se atreven a tentar a Dios?
El cristiano desobediente es: Rebelde a Dios, obstinado para aceptar el mandamiento, por tanto, rechaza
la voluntad de Dios.
Ellos tientan a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel en el desierto y atraen su ira. Hebreos 3:8-11
Son hijos de ira. Efesios 5:6
Esto se aplica no solo para los que no perdonan, sino para todos aquellos que pecan
deliberadamente contra Dios, y no se arrepienten.
2. No perdonan porque lo terrenal gobierna sus corazones.
La vida del cristiano es una lucha entre el espíritu y la carne, donde la carne es el enemigo que debemos
derrotar. Romanos 8:7-9
El cristiano obediente debe cambiar, debe limpiar su corazón, su mente y esforzarse porque su vida sea
gobernada por la palabra de Dios y no por su propia carne. Aun cuando todos nosotros estamos luchando
en contra de la carne, no se justifica que no queramos obedecer, ni ceder, ni cambiar. Colosenses 3:5-9
La obediencia a la carne los lleva a hacer las obras de la carne. Si la carne gobierna en nuestros
corazones ¿vive Cristo en nosotros? NO. ¿Realmente hemos crucificado la carne con sus
pasiones y deseos? NO Gálatas 5:24-25
¿Podemos estar bien con Dios o somos dirigidos por el Espíritu de Dios, Si hay: enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones entre cristianos? De ninguna manera.
¿Podemos estar enemistados con otros cristianos y estar bien? No
¿Podemos tener pleitos, contiendas con otros cristianos y estar bien? No
¿Quién gobierna nuestra mente, nuestro corazón?
Si estamos haciendo todas estas obras de la carne, es obvio que Dios no gobierna en nuestros corazones.
Cuando nos lastiman o nos ofenden se produce en nosotros rabia, amargura, rencor, ira, a veces deseo de
lastimar, estos sentimientos crean los pleitos, las enemistades, los gritos, las ofensas. Todos hemos lidiado
con estas situaciones. El problema se presenta cuando queremos obedecer a Dios, tener comunión con él,
pero no queremos soportar ni perdonar a alguien que ha sido lavado por la sangre de Cristo, esto es a
otro hijo de Dios.
Es contradictorio, querer que Dios nos perdone, pero no queremos perdonar, querer que Dios nos tenga
paciencia, pero no la tenemos para los demás. Dios nos soporta, pero nosotros no estamos dispuestos a
soportar. Mateo 18:34-35.
Por estas razones no quieren perdonar: Son carnales, no han abandonado su viejo hombre y no tienen
temor de Dios.
3. Escogidos de Dios, santos y amados.
Si queremos estar bien con Dios, es necesario dejar el rencor, las enemistades, los pleitos, la amargura
hacia otro hermano en la fe. Es nuestra elección ser santos y amados, y logramos el éxito en esto siendo
obedientes al mandamiento. Colosenses 3:12
Es nuestra decisión si nos vestimos o no con estas cualidades divinas.
Entrañablemente misericordiosos: una profunda compasión hacia nuestros hermanos.
Benignos: Llenos de bondad hacia nuestros hermanos, haciendo lo que es justo y recto con ellos.
Humildes: No creernos más que los demás, más santos, más puros, no pensar que somos mejores que
nuestros hermanos. Verlos a ellos como superiores a nosotros.
Mansos: El cristiano debe ser gentil, amable y no peleón o conflictivo.
Pacientes: aguantar y soportar a nuestros hermanos, ser tolerantes.
Si podemos cultivar estas cualidades divinas, espirituales podremos cumplir con el mandato de
soportarnos, perdonarnos. Aprenderemos a resolver los problemas entre nosotros, venceremos la
carnalidad, las enemistades, los pleitos, etc. Colosenses 3:13
Lo mejor será que agradaremos a Dios. Es nuestra obligación soportar a nuestro hermano y a perdonarlo.
Resolver los conflictos como lo establece la palabra. A pedir perdón cuando le faltamos a otro hermano y
perdonar a quienes nos ofenden.
Conclusión:
Siendo hijos del Altísimo, soportemos y perdonemos a nuestros hermanos, seamos pacientes, mansos,
benignos, misericordiosos con ellos. Y si hemos ofendido, pidámosle perdón y no le demos lugar al diablo.
¿Hemos entendido que estamos en peligro de perdición si hay enemistades entre cristianos?
HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE, QUE ES EL PRIMER MANDAMIENTO CON PROMESA
Efesios 6:2
Introducción:
Deberes y derechos son palabras que son enseñadas desde muy pequeños a todas las personas,
aprendemos las responsabilidades que debemos cumplir con las demás personas, instituciones,
autoridades, familiares, vecinos, etc., como también los derechos o beneficios que podemos exigir o
esperar a nuestro favor. Las personas conocen muy bien sus derechos y suelen ser exigentes para quienes
deben cumplirlo. También conocen sus deberes, pero muchos prefieren obviarlos, olvidarlos, no
cumplirlos. Este problema ha perjudicado a las sociedades, las personas no cumplen sus deberes o
responsabilidades hacia los gobiernos, la sociedad, el prójimo. Por ejemplo: Las personas exigen
beneficios económicos a los gobiernos, pero no pagan los impuestos, los hijos exigen a sus padres
libertades, beneficios, pero no quieren respetarlos, obedecerles y honrarlos, otros quieren seguridad,
respeto, oportunidades, pero no quieren respetar, no quieren obedecer, no quieren sujetarse a las leyes.
Su comportamiento es el mismo que tienen para con Dios, quieren las bendiciones, las promesas que Dios
ofrece, pero no quieren obedecer sus mandamientos.
Dentro de la sociedad, los cristianos tenemos derechos y deberes, que debemos exigir y también
esforzarnos por cumplir, Dentro del reino de Dios, podemos decir que tenemos más deberes que cumplir
que derechos que exigir. Tenemos muchas responsabilidades por hacer, tenemos derechos que en su
mayoría Dios nos concede por gracia, por misericordia, más que por obligación. Uno de los tantos deberes
que son descuidados tanto en la sociedad, como por los cristianos, es el deber de honrar a padre y madre.
La mayoría de las personas creen que los padres que les procrearon, les cuidaron, alimentaron y ayudaron
porque era su obligación, sin embargo, no comprenden o no quieren entender, que todo hijo tiene
responsabilidades con sus padres, y mayormente cuando estos llegan a una edad, donde ya no pueden
valerse por sí mismos. Efesios 6:2-3
Muchos han perdido la gran bendición de honrar a sus padres y algunos cristianos perderán la vida eterna
por no respetar la voluntad de Dios, de honrar a sus padres.
1. El significado de la palabra honrar.
Algunos de nosotros podemos mal interpretar esta palabra, pensando que honrar a nuestros padres, es
alabarlos. Pero definitivamente es muchos más que esas simples cosas. Honrar significa valorar, apreciar,
dar el justo precio que representa una ellos para uno. A través de la palabra comprendemos que
demostramos ese aprecio, lo que ellos representan y valen para nosotros, por lo que hacemos a favor de
sus vidas.
2. Jesucristo honró a su Padre.
Jesucristo honro a su Padre, demostrando el aprecio, el valor que Dios representaba para él. Fue
obediente hasta la muerte.
Respondiendo Jesús a los judíos que le acusaban de tener demonio, les dijo que él honraba a su Padre y
ellos le despreciaban a él. Juan 8:49
La oración que Jesús elevo a Dios, por sus discípulos, describe claramente la honra, el valor que Jesús le
dio a su Padre. Juan 17:1-8 Juan 17:25-26
3. Honrar a padre y madre.
El mundo cada vez más se aleja, de este mandamiento, y algunos cristianos también. Las personas no
valoran, no aprecian, no honran a sus padres. Los padres vienen a ser para ellos, un familiar lejano con el
cual no tienen ninguna obligación o responsabilidad.
Este mandamiento fue dado al pueblo de Israel y también le ha sido dado a los cristianos. Deuteronomio
5:16 Valorar, apreciar a sus padres.
Muchos sueltan con sus bocas “yo amo a mis padres”, pero sus obras no lo demuestran, son como
aquellos que dicen que aman a Dios, pero no le respetan. Amar y honrar a nuestros padres, es una
obligación que la demostramos por lo que hacemos por ellos. Es como el amor al prójimo, se puede
decir que amamos a nuestros prójimos cuando actuamos, obramos a su favor.
El ejemplo del buen samaritano, nos enseña quien actuó como prójimo, aquel que fue movido a
misericordia y socorrió al que estaba en necesidad. Lucas 10:36-37
¿Cómo podríamos decir que amamos a nuestro prójimo, y especialmente a aquellos que nos
concibieron, nos criaron, nos cuidaron y nos ayudaron ha ser lo que hoy somos, si no estamos
dispuestos a ayudarlos en sus necesidades?
¿Qué clase de amor es ese?
Los judíos comieron este error y Jesús los reprendió duramente. Les llamó hipócritas. Mateo 15:3-
7 Jesús nos enseña que parte de honrar a los padres, era económicamente. Los judíos se equivocaron en
apreciar y honrar a sus padres, así como también lo hicieron con Dios. Ellos despreciaron las cosas de
Dios, sus mandamientos. Malaquías 1:6-7 Ellos no le daban lo mejor a Dios, sino buscaban darle lo
peor, y con sus padres se excusaban para no darles nada.
Es la misma actitud que la mayoría demuestran para con sus padres, en estos tiempos, hipocresía.
Todos los seres humanos tienen una gran responsabilidad con sus padres en su vejez, y especialmente
cuando ya no pueden cuidarse a sí mismos. Todos los que somos padres entendemos que llegará un
momento en que dependeremos de nuestros hijos y es deber de ellos cuidarnos, sustentarnos y
ayudarnos. Esto ha sido así desde el principio.
El ejemplo de Ruth, Booz y Noemi, nos ayuda a comprender esto, sus allegados le decían a Noemi que la
descendencia de Ruth sustentaría su vejez. Ruth 4:13-15
El mandamiento dado para las viudas, aprendan sus hijos, sus nietos a ser piadosos con su madre o
abuela, su deber es recompensar a sus padres. 1Timoteo 5:3-7 Podemos notar que el mandamiento no
es para un solo hijo, sino para todos sus hijos. Debemos recompensar, retribuir a nuestros
padres lo que ellos han hecho por nosotros.
NVI 1Timoteo 5:4 Pero si una viuda tiene hijos o nietos, que éstos aprendan primero a cumplir sus
obligaciones con su propia familia y correspondan así a sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.
4. Las bendiciones que nos trae cuidar, ayudar y recompensar a nuestros padres.
Lo primero es que agradamos a Dios, porque le estamos obedeciendo, aunque en nuestro interior no
queramos honrar a nuestros padres, o tengamos rencores hacia ellos o que sencillamente nunca le dimos
importancia. Obedecer este mandamiento nos ayudará a seguir avanzando hacia la vida eterna, no
obedecerlo nos puede llevar a la perdición.
Lo segundo es para que nos vaya bien. En este mundo, en nuestra vida en este cuerpo nos puede ir bien,
porque honramos a nuestros padres, ¿y por qué? Porque Dios nos lo esta prometiendo en su palabra.
Tercero Dios nos dará una larga vida.
Es una gran bendición tener a Dios, nos va ir bien en la vida y tendremos una larga vida.
Conclusión:
Como cristianos tenemos deberes que cumplir, obligaciones morales para con nuestros padres, aunque no
fuésemos cristianos, moralmente deberíamos honrar y recompensar a nuestros padres por amor y por
agradecimiento, pero como cristianos adicionalmente tenemos mandamientos de Dios de honrar, apreciar,
valorar, recompensar y ayudar a nuestros padres.
Descuidar este mandamiento nos traerá graves consecuencias.
Jeremías 17:5
Introducción:
Dios nos ha dado su palabra, con el propósito de que conociéramos, entendiéramos y
decidiéramos obedecerle. A través de los siglos Dios utilizo hombres a quienes inspiro y les
trasmitió sus mandamientos, propósitos, metas, etc. Utilizo hombres inspirados para que su
voluntad fuese escrita y también los uso para que esta fuera transmitida, enseñada y
explicada. Por ejemplo, el hablo con Moisés y le dio la ley y a través de él fuese transmitida
a su pueblo Israel. También sabemos que ha usado a hombres no inspirados que
estudien, escrudiñen su palabra para enseñarle a otros. Muchos hombres se han esforzado
por estudiar y comprender la palabra de Dios y por transmitirla y enseñarla a otros
hombres.
Ha habido y hay hombres de Dios que estudian la palabra y la enseñan correctamente a
otros, pero son muchos más los que estudian la palabra, la interpretan erradamente y
transmiten sus falsas enseñanzas. Los que se preocupan por enseñar correctamente la
palabra ayudan a otros a comprender correctamente la voluntad de Dios, les ayuda a tener
una fe correcta, una creencia sana, a entender la sana doctrina. Por otro lado, son muchos
más los que no se esfuerzan por estudiar correctamente la palabra, muchos han creído a
falsas doctrinas, lo que la palabra llama doctrina de demonios, estos hombres pervierten la
fe de muchos, tuercen la fe de todos los que le escuchan y le siguen. Estos hombres darán
cuenta ante Dios por sus falsas enseñanzas, pero aquellos que confían en estos maestros
más que en la palabra de Dios, también sufrirán las consecuencias de su desobediencia.
No creer en lo que la palabra enseña, mal interpretarla y darle más importancia a los que
hombres dicen que a la palabra de Dios es un pecado grave. Todos los hombres pecan,
pero uno de los pecados más grave es no creer en lo que palabra de Dios enseña en algún
punto de la fe. Este pecado aparta al hereje de Dios. 2 tesalonicenses 2:12
La mayoría de las personas que quieren seguir a Cristo, realmente están siguiendo a
hombres y a sus falsas enseñanzas. Las personas tienden a darle más importancia a lo que
dice un hombre que a lo que dice la palabra de Dios. Estos confían más en lo que dice tal
hermano, o lo que dice mi pastor, o el predicador. Es un grave error porque no podemos
confiar más en lo que dicen los hombres a lo que dice la palabra, sin embargo, muchos
religiosos cometen este error. Jeremías 17:5.
En el tiempo de Jeremías el pueblo de Israel quería estar bien con Dios, pero también
querían seguir falsas creencias, falsos ídolos. No querían escuchar y obedecer a
Dios. Jeremías 16:11-12.
1. Maldito el varón.
Es una maldición que Dios dirige a la persona, representa enojo, ira, desagrado, es
contrario a bendito. Esto significa que la persona no tiene el favor de Dios, Dios se ha
apartado de esta persona, no tiene comunión. La mayor maldición que puede tener
cualquier persona, es no tener a Dios.
2. Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, , y su
corazón se aparta de Jehová.
Confiar no es más que creer en alguien o algo, creer en quien es, en lo que dice, en lo que
hará. Confiar en los hombres no es incorrecto. Confiamos en nuestros padres, hijos,
familia, en nuestros hermanos en la fe, podemos confiar en algunos amigos. Pablo confiaba
en Dios y en su palabra, y también confiaba en sus hermanos. Confiaba en que Filemón
haría lo correcto. Filemón 1:21 Confiaba en los hermanos en tesalónica que obedecerían
a Dios. 2 tesalonicenses 3:4 Confiaba en Timoteo, en Tito, en muchos hermanos y
hermanas. 2 corintios 8:22-23 Confiaba en los hermanos en Corintios. 2 corintios 7:16
El problema es cuando las personas confían más en los hombres, en sus obras, en su
poder y en sus enseñanzas, que en Dios. Y de estos esta lleno el mundo entero. El pueblo
de Israel en varias oportunidades confió más en otros pueblos para que los ayudará que en
Dios, confió más en los hombres o ídolos que en Dios, confió más en ellos mismos y en sus
caminos que en lo que Dios les mostraba. El pueblo de Israel peco en muchas
oportunidades y fue Jerusalén destruida, el pueblo de Israel sufrió de gran mortandad y
fueron esparcidos por todos lados. Jeremías 13:23-25 Este error lo comenten muchas
personas que quieren seguir a Cristo, pero prefieren creer en lo que enseña su pastor, o de
algún hermano errado, creen a la mentira y no le creen a la palabra que es lo mismo que
no creerle a Dios.
Muchos prefieren confiar en los hombres y creer a la mentira, muchos se van a perder por
no creer lo que dice la palabra, prefieren creer a hombres y a sus mentiras o falsas
enseñanzas. 2 tesalonicenses 2:10-12.
Muchos en el primer siglo permitieron que su fe fuera trastornada. Por ejemplo, aquellos
que confiaron en Himeneo y Fileto. 2 Timoteo 2:15-18.
Cuantas personas a quienes le enseñamos, le explicamos la palabra, le demostramos la
sana doctrina, sin torcer las escrituras, y terminan creyéndole a hombres, a un hermano, a
un pastor, solo porque ellos dicen que nos es así, y muchos ni siquiera les exige que les
explique con la palabra en la mano, sino “que mi pastor dijo”, “el hermano tal dijo".
” Pasamos horas y hasta días estudiando y explicándoles y llega otro y le dice
que no es así, y con eso se conforman.”
La pregunta sería ¿quién nos va salvar, el hermano tal o el pastor tal? Ningún hombre solo
Cristo y a él es a quien debemos creerles, tanto esfuerzo de Dios, de Jesús y del
Espíritu santo por darnos su palabra y la mayoría terminan siguiendo a hombres
que enseñan lo contrario a lo que Dios dice.
Dios no tendrá misericordia de estas personas. ¿Por qué? Confían más en hombres que en
Dios.
DHH Jeremías 17:5 El Señor dice: "Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone
su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo.
Debemos confiar en nuestros hermanos y en aquellos que nos enseñan, siempre y cuando
sus enseñanzas sean conforme a lo que nos enseña la palabra. Si enseñan contrario a la
palabra ya no podemos confiar en ellos ni en sus enseñanzas. Estos cristianos o pastores
se convierten en falsos maestros y se condenan y llevan a otros a la perdición.
Dios nos advirtió en su palabra que habría falsos profetas, falsos maestros, falsos
apóstoles, etc. 2 Pedro 2:1-3.
Conclusión:
Confiar en los hombres no esta mal, siempre y cuando pongamos nuestra confianza en
Dios y su palabra, por encima de ellos. En el momento que confiemos más en lo que dice
los hombres que lo que nos dice Dios estaremos en el camino a la perdición eterna.
LA TIBIEZA ESPIRITUAL
Conclusión:
La tibieza espiritual es un pecado difícil de detectar. Debemos evaluar nuestras obras por la
palabra y corregir lo que este malo.
LOS QUE CONFÍAN EN JEHOVA
Salmo 125
Introducción:
Mantener la confianza en Dios y en su palabra, es la responsabilidad que todo cristiano
debe preservar. Es un reto, que no es fácil mantener. Es más fácil confiar en Dios cuando
todo está bien en nuestra vida, cuando tenemos trabajo, ganamos dinero, tenemos salud,
con esfuerzo todas nuestras metas las vamos alcanzando, nuestra familia va por buen
camino y les va bien, en general cuando todo nos está saliendo bien es muy fácil mantener
nuestra confianza en Dios.
Es diferente cuando estamos siendo probados, cuando estamos pasando por dificultades,
cuando nuestra vida no va tan bien y algunas cosas o muchas no nos salen bien, mantener
la confianza en Dios y principalmente en su palabra no es tan fácil. La duda, el desánimo,
la incredulidad son alimentadas por los problemas. Mantener la confianza en la
palabra de Dios, durante las tribulaciones, es la mayor dificultad que experimentan todos
los que han querido seguir a Cristo. Son pocos los que siguen confiando en Dios y en su
palabra. Pocos son los que entienden que querer confiar en Dios y no creer o dudar en su
palabra, es lo mismo que no creer o dudar de Dios. Dudar de Dios, dudando de su palabra,
es insensatez y este problema lo sufre la mayoría de los que han querido seguir a Jesús y
se apartan o andan saltando de iglesia en iglesia o de secta en secta.
El salmo 125 nos habla de las grandes bendiciones de aquellos que confían en Dios, pero
lamentablemente estas bendiciones no son para todo el que cree, estas promesas son para
aquellos que se mantienen firmes en la fe, confiando en Dios y en su palabra, son como las
montañas que no se mueven, no se derrumban y permanecen a través de los siglos.
1. La importancia en confiar en toda la palabra de Dios.
Querer confiar en Dios y dudar de su palabra, no funciona, es una contradicción, realmente
cuando creemos y confiamos en la palabra, estamos demostrando nuestra confianza en
Dios. Jesús dijo: “el que es de Dios las palabras de Dios oye”, y acuso a los judíos de no
ser de Dios porque ellos no querían creer en la palabra.
Aprender a ser sabios, buscando entender la palabra de Dios Efesios 5:17. En ella está la
posibilidad de vivir agradando a Dios y que él nos de la vida eterna.
Jesús murió para darnos salvación, pero esa salvación nos es concedida cuando
obedecemos a la palabra, cuando decidimos purificar nuestras almas. 1Pedro 1:22-25
Recibir la palabra con mansedumbre, creer en ella, es importante para que la misma
palabra y Dios a través de ella puedan actuar en nosotros. 1Tesalonisenses 2:13
2. Los que confían en Jehová.
Muchos creen que confían en Dios, y que agradan a Dios, pero no es así, confiar y agradar
a Dios, pasa primero por confiar y obedecer a su palabra. Sin embargo, si hay algunos que
han entendido esta gran verdad y con esfuerzo viven confiando en Dios y en su palabra,
sin dudar de ella. A estos son a los que se refiere el salmo 125, desde los inicios de la
creación siempre han existido sobre la tierra quienes han confiado en Dios y en su palabra.
Abel, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, etc.
a) Permanecen para siempre.
Se les compara a las montañas, que pasan miles de años y siguen inmovibles, firmes. Así
son los que confían en Dios, permanecen para siempre. Algún día Dios destruirá la tierra y
ya las montañas no existirán sin embargo los que confían en Dios, seguirán
viviendo. Salmo 125:1
El salmista los compara al monte de Sion, que esta alrededor de Jerusalén. Esta ciudad fue
destruida en varias oportunidades, sin embargo, el monte permaneció firme. Muchos
murieron, la ciudad fue destruida hasta sus cimientos, pero el monte allí permaneció, no
pudo ser destruido. La característica de este monte, es que no se mueve, no cambia, allí
permanece. Esto es una exhortación a todo el que quiere seguir a Dios, debe ser inmovible
en su fe para con Dios y en su palabra. Estas bendiciones son para aquellos que no se
dejan mover de esta confianza, para aquellos que confían completamente en la palabra de
Dios.
b) Dios esta alrededor de los que confían en Él.
La palabra nos enseña lo que somos aquellos que confiamos en Dios, Él permanece
alrededor de nosotros y no por algún tiempo sino para siempre. Salmo 125:2
Dios esta alrededor de aquellos que confiamos en Él, no solo mañana, no solo cuando
estamos bien, no solo cuando todas las cosas nos salen bien, sino hoy y para siempre,
estemos bien o no lo estemos. Lo importante es mantener nuestra confianza.
David tenía una confianza inquebrantable en Dios y a pesar de sus errores, se levantó y
vivió agradando a Dios. Salmo 3:3-6.
De la misma manera podemos caer muchas veces, pero debemos levantarnos y
seguir adelante. Venciendo los obstáculos que la vida nos presenta. Dios esta
alrededor de nosotros, es nuestro escudo, nuestra fortaleza, nuestro salvador,
nuestro proveedor, nuestro sustentador.
Dios no nos falla, podemos tener la total seguridad de que está con nosotros, aun en las
más duras dificultades. Y también sus ángeles están alrededor nuestro.
c) El mal no permanecerá para siempre.
Dios permite que los hombres vivan según sus propios pasos, por esta razón hay tanta
maldad en el mundo, pero llega el tiempo cuando Dios pone un poco de orden. Desde los
inicios de la historia de la humanidad así ha actuado y Dios no ha cambiado. Los hombres
se reunieron para hacer una torre y Dios los confundió y los esparció, Dios castigo a su
pueblo por desobediente, pero también infringió castigo sobre los que no eran su pueblo:
Egipto, babilonia, los caldeos, los amorreos, los persas, los romanos, los griegos, etc., Esto
nos enseña que el mundo puede estar descontrolado, pareciera que los malos prevalecen,
sin embargo, Dios tiene control sobre su pueblo y el utiliza su poder para cambiar las
circunstancias a favor de este. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo. Salmo 125:3
Los malos tendrán el pago de sus pecados y su desobediencia, pero Dios siempre le hará
bien a su pueblo. Dios nunca nos fallará. Salmo 125:4-5 Paz sea sobre el pueblo de
Dios, de estos tiempos, su iglesia.
Conclusión:
Dios tiene el control, Él esta alrededor de nosotros, ayudándonos a vencer, nuestro deber
es permanecer firmes, confiando siempre en Él.
2 corintios 6:1
Introducción:
Millones de personas han creído en Cristo y lo reconocen como su salvador. Cuando
comienzan en la fe, una gran parte inician con ánimo, pasión, con muchas ganas de
obedecer a Dios y servirle. Oran constantemente, leen mucho la palabra, quieren ser útiles
dentro de la iglesia, visitan a los enfermos, quieren estar estudiando con otros hermanos
cuantas veces puedan, etc., muchos comienzan muy animados y motivados.
Algunos esa motivación le dura apenas unos días, pronto se desaniman y hasta llegan a
apartarse. Otros empiezan a saltar de iglesia en iglesia buscando alguna que se adapte a
sus creencias, otros se apartan y se van tras otras religiones y doctrinas llenas de errores.
Su lealtad, compromiso, amor y obediencia a Dios solo duro días. Otros duran un poco
más, tal vez meses y hasta años, hasta que caen en el desánimo y también terminan
apartándose.
Otros adaptan su fe, obediencia y compromiso a su conveniencia, son inconstantes,
siempre parecen visitantes posiblemente nunca se aparten, creen que lo poco que hacen u
obedecen está bien para Dios.
Otros comienzan como mucho ánimo y dedicación, perseveran en la fe, son constantes, sin
embargo, con los años comienzan adecuar su obediencia a su conveniencia, ya no tienen
los mismos deseos e intenciones de agradar a Dios. Sus obras dentro del reino de Dios,
son cada vez menos, ya no tienen el mismo interés, la misma motivación, se adaptan a ser
cristianos que cumplen todos los domingos, pero no van más allá de esto.
En todos estos casos, algunos de nosotros nos vemos representados, porque de alguna
manera u otra hemos llegado a esta situación. El apóstol Pablo, exhorta a los hermanos en
Corinto como a todo cristiano en todo lugar; que no recibamos en vano la gracia de Dios. 2
corintios 6:1
Esto es una exhortación de Dios, para todo cristiano de no descuidarse y desaprovechar,
desperdiciar la gracia que Dios nos ha concedido.
1. Los que se apartan.
Estos son aquellos que creen y obedecen por un tiempo, pero las tribulaciones o la
incredulidad, los lleva a no perseverar en la fe. Estos andan saltando de secta en secta.
Desprecian y rechazan las enseñanzas bíblicas, los mandamientos de Dios. Hebreos 12:
25
Muchos se apartan por los problemas y las tribulaciones, creen por algún tiempo, pero
cuando vienen las pruebas abandonan la fe. Lucas 8:13
Estos están condenados a la perdición eterna, si no se arrepienten. Hebreos 6:4-6
De estos hay muchos
2. Los inconstantes
Muchos son de doble ánimo, por algún tiempo quieren ser fieles, obedientes, constantes, y
en otros momentos andan desanimados, decaídos. Estos son los cristianos que perseveran,
pero lo hacen a su manera. No son muy comprometidos, no se esfuerzan por servir,
algunos de estos van saltando de iglesia en iglesia. Estar en esta condición es peligrosa
para su salvación. Santiago 1:8 Algunos se van porque no les agrada los hermanos,
porque quieren que les hablen de bendiciones, pero no quieren saber toda la verdad,
muchos buscan una iglesia más animada. Algunos andan buscando un grupo que les
agrade.
Son como las olas del mar van y vienen, están siempre en la misma situación épocas
animados, épocas desanimados. Tiempo en que creen firmemente y tiempo en que los
posee las dudas. Santiago 1:5-7 Santiago habla de pedir sabiduría sin embargo termina
diciendo que el que duda, no piense que recibirá cosa alguna. Estos están recibiendo en
vano la gracia de Dios.
Dentro de los inconstantes están aquellos que acomodan su fe y su vida espiritual a su
conveniencia, no es que dudan, sino que por su propia conveniencia deciden no creer lo
que la palabra nos enseña, interpretan la palabra según sus conveniencias. Como los judíos
han desarrollado su propio sistema de justificación. Romanos 10:2-3
Estos toman en vano la gracia de Dios, no aprovechan la bondad de Dios.
3. Los que perdieron el primer amor.
Este es el grupo donde muchos de nosotros podemos estar.
Y no es fácil de detectar, porque hemos ido dejando de hacer muchas cosas, pero como ha
sido poco a poco a través de los años no nos hemos percatado de como hemos ido
perdiendo el amor que teníamos al principio por las cosas de Dios y la iglesia.
La manera como podemos evaluar si hemos perdido el primer amor, es
comparando las obras que hacíamos al principio de nuestra vida espiritual con
las obras que estamos haciendo actualmente.
Estamos haciendo las mismas obras que al principio, con la misma dedicación y esfuerzo, e
incluso estamos haciendo más obras, entonces no hemos perdido el primer amor. Si
actualmente estamos haciendo menos obras que las que hacíamos al principio, si le
dedicamos menos tiempo, es muy posible que hayamos perdido el primer amor. Esto
significa que perdimos el entusiasmo que teníamos al principio, la pasión, las ganas de
hacer por Dios y sus hijos.
Estamos en la misma condición que la iglesia en Éfeso. Apocalipsis 2:1-5 Jesús le
advierte a esta iglesia, a los hermanos, que tenía algo contra ellos, de igual manera lo debe
tener con aquellos que han perdido su primer amor y están tomando en vano la gracia de
Dios. La exhortación de Jesús arrepiéntanse y hagan las primeras obras. Si no se hacen las
primeras obras, pues no hay arrepentimiento.
Esta es la condición más difícil de detectar, porque nos hemos acostumbrados, estamos
adaptados, sentimos que estamos haciendo algo por Dios, y no nos damos cuenta que ya
no somos los mismos que al principio, ya no tenemos el mismo amor por la iglesia, por los
hermanos, por el perdido y esto se demuestra porque no hacemos ni dedicamos el mismo
esfuerzo, tiempo, recursos, obras que en otros tiempos.
Muchos ya no le predican al perdido como al principio, ya no se preocupan por los
hermanos, ya no visita al enfermo, al desanimado, tampoco tienen tiempo para compartir
con sus hermanos, ya no estudia ni lee la palabra como antes, etc. Sus obras postreras son
menos que las primeras. Eso solo significa que Dios ya no es el primero en su vida,
ya su amor no es el mismo.
4. Los que viven para sí mismos.
Dentro de este grupo, están incluidos los 3 casos anteriores, los que se apartan, los
inconstantes y los que han perdido el primer amor. Están más preocupados y dedicados a
sus propias vidas que por el reino y su justicia. Muchos ni siquiera les preocupa estar en
iglesias que no obedecen la palabra de Dios.
Todos ellos no han entendido que nuestras vidas ya no nos pertenecen, le pertenece a
aquel que murió por nosotros. 1 corintios 6:19 Cuando empezaron querían vivir para
Cristo, pero con el tiempo cambiaron sus prioridades.
Cuando obedecemos la fe, ya le pertenecemos a Dios, a Cristo, esto significa que no
debemos vivir solo para nosotros. Esto es algo que muchos de nosotros no hemos logrado
comprender plenamente. 2 corintios 5:14-17
Conclusión:
Todos los que hoy estamos en el reino del señor, debemos cuidarnos de no tomar en vano
la gracia de Dios, no podemos descuidarnos, no podemos desmayar o desanimarnos o caer
en nuestro servicio a Dios.
Como mujeres que profesan ser cristianas, deben esforzarse por tener una conducta
ejemplar en sus hogares y fuera de él, mostrando un carácter y comportamiento afable,
apacible, piadoso, respetuoso.
Podemos vencer las dificultades, y permanecer firmes, pero es necesario resistir cuando
estamos pasando por tribulaciones, Dios nos dará la victoria.
Hubo falsos maestros en el pasado y hoy también existen falsos maestros, no nos dejemos
engañar por el error, por las falsas doctrinas, por las religiones que practican estas Falsas
enseñanzas, porque las consecuencias serían terribles para nosotros.
HERMANOS, NO MURMURÉIS LOS UNOS DE LOS OTROS.
Santiago 4:11-12
Introducción:
Uno de los pecados más peligrosos que afecta nuestra santidad, es la murmuración. Este
pecado es condenado en la palabra de Dios y muchos cristianos practicamos regularmente
este pecado.
La murmuración ha afectado al pueblo de Dios siempre y por lo general los
murmuradores no se sienten culpables por hacerlo y piensan que hacerlo es
correcto.
Pero creer esto es engañarnos, la murmuración es pecado y cuando la practicamos
cometemos otros pecado.
La murmuración involucra juzgar incorrectamente, hipocresía, chisme, difamación, etc.
Es un pecado dañino que perjudica y daña a otra persona pero que afecta la salvación de
quien lo practica. Santiago 4:11-12
1. La murmuración.
La murmuración según Dios es un poco diferente a la definición que les dan los hombres,
la definición según los hombres es:
Diccionario Rae
- Hablar entre dientes, manifestando queja o disgusto por algo.
- Conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones.
Entonces murmurar es hablar a espaldas de una persona quejándose o disgustado por las
acciones que esa persona ha hecho, esto a sabiendas de que esto le causa un daño o
perjuicio a dicha persona.
Muchas veces esta murmuración puede tener buenos fundamentos, razones solidas por las
cuales se murmura, pero el problema está en que se hace a espaldas y no se le dice
directamente a la persona y segundo en que se le causa un daño intencional o no a la
reputación de dicha persona.
La murmuración definida por Dios es muy similar, pero más clara y profunda.
La biblia latinoamericana ofrece una buena traducción de los versículos de Santiago.
BL95 Santiago 4:11-12 Hermanos, no se critiquen unos a otros. El que habla mal de un
hermano o se hace su juez, habla contra la Ley y se hace juez de la Ley. Pero a ti, que
juzgas a la Ley, ¿te corresponde juzgar a la Ley o cumplirla? 12 Uno solo es juez: Aquel
que hizo la Ley y que puede salvar y condenar. Pero, ¿quién eres tú para juzgar al
prójimo?
Dios extiende, amplía la definición de murmuración:
La palabra griega katalaléo significa difamador, calumniador, ser traidor. El murmurador
según la biblia es aquel que difama, levanta calumnia en contra de su hermano.
El que murmura en contra de su hermano: lo critica, lo difama, levanta calumnia
en su contra con el deseo de perjudicarlo.
2. El murmurador se convierte en Juez.
El murmurador se convierte en juez, y el juez es quien absuelve o condena, y los
murmuradores no absuelven sino siempre condenan.
La maledicencia que es hablar mal es igual a la murmuración.
Cuando nos hacemos jueces de nuestros hermanos, tenemos un gran problema con Dios.
Primero debemos esforzarnos por llevar una vida obediente a la palabra, debemos ser
ejemplos. Porque si nos convertimos en jueces y llevamos una vida desordenada, con
malos testimonios, cada vez que juzgamos nos condenamos más. Mateo 7:1-4
La advertencia que nos da Jesús es que con el juicio conque juzguemos, seremos
juzgados.
¿Somos pacientes con nuestros hermanos a la hora de juzgarlos?
¿Somos inmisericordes, duros? ¿Somos de los que condenamos?
La medida que usemos será usada en nuestra contra. Santiago 2:13
Antes de juzgar a otro hay que quitarse las grandes fallas que tenemos cada uno de
nosotros. Condenamos hermanos por errores pequeños que cometen pero no nos damos
cuenta de los grandes errores que cometemos. Sus pecados son gigantescos, los nuestros
son pequeños.
Pero Jesús dice lo contrario los nuestros son tan grandes como un enorme tronco en
nuestro ojo comparados con la pequeñez de una paja en el ojo del hermano.
Algunos hermanos se dan a la tarea de buscar, detectar y evaluar los errores o
fallas en los hermanos para luego cuando murmuran engrandecerlos.
Algunos hermanos traicionan la confianza de los hermanos, son invitados a nuestras casas,
y luego salen murmurando de las cosas que vio en nuestra casa y que a su juicio están
mal.
Esto es un pecado grave, porque no son murmuradores o difamadores compulsivos sino
que deliberadamente buscan las fallas en los hermanos para luego criticarlos. Y no se da
cuenta que ellos tienen más fallas que aquellos a quienes critican.
Son jueces implacables y condenan, porque ellos mismos se separan del hermano. Pero les
aplica los que dice Pablo en romanos. Romanos 2:1-3 Cuando andamos pecando y
hacemos el papel de jueces, al juzgar a otro nos estamos condenando nosotros mismos.
3. El murmurador es un hipócrita.
El murmurador practica el pecado de la hipocresía. Y esta es pecado.1 Pedro 2:1
El hipócrita es un engañador, un mentiroso. El hipócrita no es sincero, siempre trabaja en
las sombras, a espaldas de aquellos que confían en él.
La hipocresía es pretender demostrar cualidades o sentimientos que realmente
no se tienen, por lo cual estas personas caen en la simulación o fingimiento.
Jesús condeno la hipocresía. Lucas 12:1
El hipócrita viola varios mandamientos, tales como.
Finge sentir amor, pero no es verdad. Romanos 12:9
Posee sentimientos negativos hacia sus hermanos. Proverbios 26:24 Mateo 15:19
El murmurador es cobarde
4. El murmurador se convierte en calumniador y chismoso.
El diablo siempre ha sido difamador, chismosos, un acusador de los santos. Muchos actúan
como si fueran discípulos del diablo, difamadores, calumniadores.
La palabra griega diabolos es utilizada para referirse al enemigo de Dios y de sus santos.
Es traducida como diablo y significa acusador, calumniador.
Esta palabra es relacionada con Satanás, porque él a usado su posición ante Dios y su
lengua para acusar, difamar al pueblo de Dios.
El busca los defectos de las personas que tienen una relación cercana a Dios y engrandecía
el defecto acusándolos delante de Dios.
El diablo siempre buscaba calumniar a los santos de Dios, haciendo ver sus defectos o
errores como inmensos delante de Dios.
Por ejemplo el acuso a Job, diciéndole a Dios que Job le era fiel por las bendiciones
materiales que le había dado. Job 1:8-10
El diablo siempre ha buscado las fallas o pecados de los santos y si no la tienen la inventa,
para acusarnos ante Dios, algunos hermanos actúan igual.
5. El murmurador genera contiendas.
El propósito del murmurador o chismoso es perjudicar a la persona de quien
habla. Levíticos 19:16
Y algunas otras veces lo que quiere es separar a los hermanos, como el diablo quiere
separar al santo de Dios. Provoca contiendas entre hermanos. Proverbios
26:20 Proverbios 6:16-19
6. El cristiano murmurador saldrá perjudicado.
Los hermanos que siempre andan criticando a los hermanos, buscando sus defectos, están
buscando su propia perdición y ruina. Proverbios 17:20
Conclusión:
Debemos evitar la murmuración, siempre hablar directamente con el hermano lo que
hemos visto incorrecto en él.
Hemos aprendido que la unión de un hombre y una mujer en casamiento, es aprobado por
Dios, siendo el mismo Dios testigo de esa unión. Que el matrimonio fue establecido por
Dios desde la creación de Adán y Eva y que en ese momento no existía gobierno, ni iglesia,
ni registro civil, sólo estaban ellos con su creador quien dio testimonio de que ellos eran
esposos. Por esta razón Cristo enseño que quien une o separa es sólo Dios y no los
hombres y sus leyes. Marcos 10:9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre.
Esto nos enseña que cuando los matrimonios se separan sin cumplir las normas de Dios,
pues realmente no están separados, siguen casados para Dios.
Hoy veremos una manera de torcer las escrituras. Muchos creen que Dios aprueba que
dejemos de cumplir con un mandamiento por cumplir con otro. Lo utilizan como excusa y
para justificarse.
Por ejemplo: “No asisto a congregarme porque voy a visitar un enfermo que requiere
nuestra atención y Dios nos dice que Él quiere misericordia y sacrificio no.”
“Las hermanas pueden enseñar porque Dios le ha dado talentos y ante los ojos de Dios
todos, hombres y mujeres somos iguales.”
“Como mi cuerpo es el templo de Dios y no puedo dañarlo, si va a llover no voy porque
tengo gripe y me puedo enfermar mucho más, etc.”
La biblia no aprueba que dejemos de cumplir un mandamiento por hacer otro. Jesucristo
señalo y reprendió severamente a los judíos por hacer esto. Mateo 23:23
Cristo les dice que era necesario cumplir con todos los mandamientos, los diezmos como lo
más importante de la ley. Los llamo hipócritas, querían aparentar obediencia pero en
realidad eran desobedientes. Mateo 15:4-9
Dios espera que sus hijos cumplan sus mandamientos y no da aprobación a desobedecerle
en nada. Santiago 2:10-11
2. Divorcio o repudio.
Esto significa dejar ir, poner en libertad, soltar. Divorciarse o repudiar es quedar libre de la
unión matrimonial, el pacto matrimonial se ha roto. Para Dios el matrimonio es una
institución que creo y que le impuso mandamiento para que no fuese fácil separarse.
La otra causa por la cual permite que una de las partes se separe es por causa de
fornicación. Mateo 19:9
Dios aborrece el repudio o el divorcio. No quiere que las personas se unan en matrimonio
para después separarse. Malaquías 2:16
Cuando se está casado con alguien que no es creyente, no es cristiano, y esta persona está
de acuerdo de vivir con el cristiano, no puede abandonarle. 1 Corintios 7:12-14
La biblia Dios habla hoy, traduce mal la palabra separación y la pone como divorcio, pero
es una manipulación que ellos hacen para hacer ver que el divorcio está permitido por
otras razones fuera de la fornicación. En el siguiente versículo se les enseña a los cristianos
que si el incrédulo se separa que lo haga, pero no dice lo mismo de cristiano, el cristiano
con el conocimiento de la voluntad de Dios no debe separarse de su cónyuge. 1 Corintios
7:15
Es posible que al seguir viviendo con el incrédulo, el cristiano logre hacer que se salve. 1
Corintios 7:16
Conclusión:
El cristiano casado con un incrédulo difícil, quien no le da una buena vida si no se la hace
triste y amarga, debe buscar todas las soluciones posibles para lograr que su matrimonio
funcione correctamente. Si tiene un esposo o esposa abusiva debe buscarle ayuda , pero
debe entender que Dios no aprueba que se separe y menos que se divorcie.
LA SOBERBIA
Proverbios 8:13
Introducción:
Cristo enseño que de dentro de los hombres salen los malos pensamientos, la envidia, los
hurtos, las avaricias, los engaños, las envidias, la insensatez y también la soberbia. Esta
última está en los seres humano en mayor o menor grado, pero es un pecado que afecta al
ser humano y los cristianos no están exentos de este.
La soberbia, la arrogancia, la altivez y el orgullo están estrechamente relacionados entre sí
y afectan la vida de los seres humanos y en el caso de los cristianos, pueden afectar su
salvación. Lo que nos enseña la palabra de Dios es que los soberbios, los arrogantes, los
altivos no están bien con Dios, porque Dios resiste a este tipo de personas. Proverbios
8:13
El ser humano no muestra soberbia en todo tiempo, pero por momentos y bajo ciertas
circunstancias demuestra soberbia, orgullo e inclusive altivez. La soberbia, así como la
envidia, el egoísmo y la hipocresía, es una de las causas que producen problemas dentro
de la iglesia y en muchos casos impide que el siervo de Dios haga lo correcto
1. Soberbia.
En el hebreo como en griego, son usadas varias palabras refiriéndose a la soberbia, que al
final nos da una definición amplia de esta palabra. La soberbia va en contra de la
humildad.
Según el diccionario Rae, soberbia significa: 1. f. Altivez y apetito desordenado de
ser preferido a otros.
2. f. Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con
menosprecio de los demás.
El soberbio se cree, piensa y trata de aparentar que está por encima de los demás. Esto
puede ser en obras, en conocimiento, en belleza, en santidad, etc. 2 Timoteo 3:2
El diccionario Vine lo define: “denota a uno que, dominado por el propio interés, y
sin consideración alguna hacia los demás, afirma arrogantemente su propia
voluntad”. El soberbio trata de imponer su voluntad sin importarle la de los demás. Esto
lleva esta persona a ser contumaz, esto es contenciosa. El contencioso es una persona
soberbia, que trata de imponer su propia voluntad.
Vine sigue describiendo el significado de esta palabra como: uno que sobrevalora de tal
manera cualquier determinación a la que él mismo ha llegado en el pasado que
no permitirá ser sacado de ella. Esto nos ayuda a entender porque algunas personas
son tan tercas, y saben que lo que creen y piensan puede estar mal, pero su soberbia no
les permite abandonar su posición y reconocer que están equivocados. Estos son personas
contumaces, arrogantes. 2 Pedro 2:10 2 Pedro 2:10
El pueblo de Israel fue y es arrogante, contumaz y soberbio y eso hizo que desobedecieran
a Dios y que al final tampoco aceptaran a Jesús como el Mesías. Su soberbia no les
permitió arrepentirse de su desobediencia. Oseas 7:10
La soberbia es una de las causas de que las personas no se arrepientan de sus pecados. Y
esto le aconteció a Israel, a pesar de las grades señales, prodigios que Dios había hecho
delante de ellos, su soberbia, arrogancia y altivez les impidió arrepentirse y humillarse para
ser perdonados, sino que se obstinaron en sus corazones.
Nehemías describe muy bien la soberbia de Israel y las consecuencias que sufrieron por
ella. Nehemías 9:16 Nehemías 9:28-30 Lo mismo sucede con los que desobedecen a
Dios, la soberbia les impide arrepentirse y volverse de sus malos pasos. Este tipo de
soberbia es una de las más peligrosas, porque cuando las personas tienen este
tipo de soberbia, al final creen, hacen, obran según su propia voluntad y no de
acuerdo a la de Dios.
La soberbia impide que los hombres se sometan unos a otros y algunas veces esto también
sucede en el reino de Dios, algunos hermanos le cuesta sujetarse a otros e inclusive al
mismo Dios. Efesios 5:21
La soberbia, la arrogancia y la altivez están relacionadas unas con otras. La diferencia tal
vez es que la altivez y la arrogancia no pueden ser tan disimuladas como la soberbia. Las
personas pueden demostrar su altivez, arrogancia y soberbia hasta en la manera de
caminar. Hoy se nota mucho en la calle, se nota mucho en algunas mujeres. No es muy
diferente al pasado. Isaías 3:16-17
Conclusión:
Cuando se habla de pecado, nosotros los cristianos sabemos que significa desobediencia a
la voluntad de Dios y a medida que vamos aprendiendo, vamos entendiendo y conociendo
las obras, pensamientos y sentimientos que son pecaminosos. Aprendemos que robar,
murmurar, adulterar, fornicar, mentir y muchas más obras similares a estas son
aborrecidas por Dios. También sabemos que debemos aprender a controlar nuestros
pensamientos y sentimientos para que no caigamos en pecados como el odio, el rencor, la
acepción de personas, etc. Sin embargo aún sabiendo lo que es pecado, hay pecados que
los conocemos y entendemos que no están bien, pero aún así los practicamos, sabiendo
que quien practica el pecado no es de Dios.
Hay pecados que son difíciles de reconocer en nosotros mismos, pero que si existen y se
manifiestan por las conductas que demostramos hacia otros hermanos o hacia el prójimo
en general. Estos pecados son tales como la hipocresía, la envidia, el egoísmo, la soberbia,
el desamor. Estos pecados persisten en muchos de nosotros porque fuimos así antes de
ser cristianos y siendo cristianos no hemos entendido que no podemos seguir siendo los
mismos carnales.
Hoy estudiaremos la hipocresía y la envidia, posteriormente estudiaremos los otros
pecados, pero es importante entender que la hipocresía es producto de permitir en
nosotros la envidia, el egoísmo y la soberbia.
La hipocresía es un mal que afecta a todos los seres humanos, muy pocas personas son lo
suficientemente sinceras para mostrar los sentimientos o pensamientos adversos hacia
otras personas y en algunos casos también pasa con los cristianos. El cristiano debe
entender que no debe ser hipócrita y evitar los sentimientos como la envidia, el egoísmo y
la soberbia. 1 Pedro 2:1 El hipócrita es un engañador, un mentiroso.
1. ¿Qué es la hipocresía?
Según el diccionario rae es: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que
verdaderamente se tienen o experimentan.
Ahora bien la palabra usada originalmente en griego es: jupokrisis Diccionario Vine;
actuación dramática, referido al hablar de los actores en diálogo; de ahí pretensión,
hipocresía. Principalmente, réplica, vino a significar la actuación de un actor de teatro,
porque los tales se respondían unos a otros en el diálogo; de ahí el significado de engaño o
de falsa pretensión.
Los fariseos así como otros judíos actuaban hipócritamente con Jesús, con la intención de
que se equivocará y tener argumentos para acusarlo. Trataron de hacerle caer con la
cuestión de los tributos. Marcos 12:13-15
La hipocresía era uno de los pecados más comunes dentro del pueblo judío y
especialmente en la secta de los fariseos. Era una levadura dentro del pueblo de
Dios. Lucas 12:1
Pedro junto con otros hermanos, cayeron en la hipocresía y fue reprendido por Pablo,
porque no es correcto que un cristiano sea hipócrita. Gálatas 2:11-13
Aprendemos de aquí que la hipocresía es condenable, no sólo por Dios sino por todo
cristiano fiel. Las falsas doctrinas son introducidas en la iglesia, por hipócritas, que están,
escuchan pero no quieren aceptar la verdad, simulan que la aceptan pero no es verdad, en
cuanto pueden comienzan a trabajar encubiertamente. 1 Timoteo 4:1-2
El hipócrita es mentiroso. Santiago nos advierte en contra de ella y también nos enseña
algunas de las causas por las cuales se produce. Santiago 3:13-17
Por ello nos mandan a que desechemos la hipocresía y el engaño. No es correcto ser
hipócrita, intentar engañar, simular o disimular. Proverbios 26:24
3. La envidia.
Estas actitudes pueden llevar a tratar de hacerles daño a otros. Como le hicieron a José sus
hermanos. Génesis 37:11 Génesis 37:19-27
Lo peor de la envidia no sólo es el daño que se le puede hacer a otro sino que las obras
que se hacen por influencia de la envidia puede traer consecuencias negativas sobre el
envidioso. Por ejemplo Coré y Datán que por envidia murmuraron y formaron una rebelión
en contra de Moisés, nos le fue nada bien ni a ellos ni a sus familias. Salmo 106:16-17
Esta historia la podemos leer en Números 16:1-35 Donde Coré y Datán se los trago la
tierra junto con sus familias, ganado y tiendas. Números 16:32-34
Por ejemplo los principales judíos entregaron a Jesús a Pilatos y buscaron su muerte por
envidia. Mateo 27:17-18
Como hijos de Dios debemos combatir con nuestras bajas pasiones, de las cuales es la
envidia, no podemos conformaros en seguir satisfaciendo nuestros deseos
mundanos. Santiago 4:1-2
Debemos mostrar que hemos aprendido, que hemos cambiado combatiendo contra estas
bajas pasiones. Santiago 3:13-17
Conclusión:
Como hijos de Dios no debemos ser hipócritas sino sinceros y honestos y no dejaremos
que la envidia influya en nuestro amor a los hermanos.
PASOS QUE LLEVAN A LA MUERTE ESPIRITUAL.
Santiago 1:12-15
Introducción:
La palabra nos enseña que antes estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. El
pecado nos separa de Dios y estando separados de Dios, estábamos muertos
espiritualmente como aún siguen todo aquellas personas que no han obedecido o siguen
doctrinas erradas. Efesios 2:1
El significado real de muerte es separación, separación del espíritu del cuerpo y también
separación del pecador de Dios. Cuando éramos del mundo estábamos muertos, separados
de Dios. Pero al creer en el evangelio, obedecer y bautizarnos, resucitamos
espiritualmente, Jesús nos dio vida. Pero esta vida espiritual que nos da Dios, la podemos
perder y después de estar en vida, volveríamos a estar muertos espiritualmente. Santiago
1:12-15
Para que un cristiano llegue a caer en el pecado la biblia describe las etapas que van
pasando hasta que se llega al pecado.
1. La tentación.
La palabra tentación se refiere básicamente poner a prueba, ser probado. También tiene
significado de examinar mediante poner a prueba a alguien para evaluar su carácter o su
fe o su fortaleza espiritual. Santiago 1:12
La biblia nos enseña que Dios no puede ser tentado por el mal y él no tienta nadie. Las
tentaciones no vienen de Dios algunas provienen del diablo y otras provienen de nuestra
propia carnalidad. Santiago 1:13
Dios permite que seamos probados, porque es una manera de fortalecer nuestra fe y
también una manera de ayudarnos a vencer nuestra propia carnalidad. 1 Pedro 1:5-7
El diablo es el tentador, es quien estudia nuestras debilidades para luego tentarnos, su
objetivo es hacernos caer. Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo para que
Satanás lo tentara. Mateo 4:1
Dios permitió que el diablo perjudicara a Job y pusiera a prueba su fidelidad. El diablo nos
puede tentar, nos puede poner a prueba, pero no nos puede obligar a caer en la tentación.
Ese deseo mundano de satisfacer nuestra carne, nuestra vanidad, nuestro ego nos atrae al
pecado. Nos arrastra al mal. 1 Pedro 2:11
Es una batalla entre nuestra carne y el deseo de satisfacerla y nuestro deseo de obedecer
a Dios. El chismoso siempre desea, busca y cae en el chisme. Eso es algo que está en él.
Lo mismo pasa para el iracundo, contencioso, divisionista, para el que es atraído por el
sexo, al idolatra, al conflictivo, al desordenado, al perezoso, etc. Ese deseo mundano esta
en nuestro corazón, en nuestra mente, haciendo que pensemos en satisfacer nuestra
carne. Cuando permitimos que ese pensamiento o deseo continúe actuando en nuestra
mente, termina seduciéndonos.
Seducir es entrampar o permitir ser engañados por nuestros deseos mundanos. Caemos en
el engaño del pecado.
Comenzamos a pensar Dios es bueno, el no se va a molestar por que haga esto o aquello,
Dios es misericordioso, el me perdonará. Ya el pecado fue concebido, ya fue creado en
nuestra mente, ya estamos dispuestos a actuar y satisfacer nuestro deseo. La incredulidad
entra en nuestra mente. Dejamos de creer en lo que dice la palabra y creamos en nuestro
propio razonamiento. Hebreos 3:12-13
Conclusión:
Nuestros deseos mundanos, así como el diablo trataran de tentarnos llevándonos a pecar,
pero no debemos darle cabida. No demos darle chance a que el pecado sea concebido en
nosotros, Cuando vengan a nosotros pensamientos que sabemos que nos llevaran al
pecado rechacémoslos. Romanos 6:11-13
CRIADLOS EN DISCIPLINA Y AMONESTACIÓN DEL SEÑOR.
Efesios 6:4
Introducción:
Hoy en la sociedad se habla de la diferencia que hay entre los niños o jóvenes de estos
tiempos y los niños o jóvenes del pasado. Desde hace algunos años se dice que los niños
ahora nacen con los ojos abiertos y casi caminando y también dicen que hace muchos años
atrás los recién nacidos abrían los ojos días después de su nacimiento. Con esto lo que se
quiere decir es que hay una diferencia entre los muchachos de estos tiempos a los de hace
50 años atrás.
Esto también ha llevado a pensar que también son difíciles de controlar por sus propias
características.
Pero Dios quien creó al hombre y a tratado de instruir a la humanidad de que es lo mejor
para el ser humano, nos ha dado instrucciones de cómo educar a nuestros hijos y esos
mandatos aplican para los que nacieron hace 2000 años, como para los que nacen en
estos tiempos y los que vendrán en el futuro.
Los muchachos son así es porque los hombres de estos tiempos han abandonado las
instrucciones de Dios y han establecido las suyas propias. La sociedad ha ido cambiando la
relación que debe haber entre padres e hijos, la ha desvirtuado y hoy más que una relación
padres-hijos existe una relación de iguales, y esto no está bien.
Hoy tenemos una sociedad débil, corrompida, consentidora, queriendo proteger los
derechos del niño, ha hecho que estos sean fuertes, indisciplinados ha logrado que los
padres sean débiles y alcahuetas. Como cristianos sabemos que debemos sujetarnos a la
ley de Dios y también a la de los hombres, siempre y cuando las leyes de los hombres no
nos lleven a irrespetar las normas de Dios. Efesios 6:4
1. Dios responsabiliza a los padres por la manera que instruyen a sus hijos.
Seamos padres con carácter fuerte o carácter débil, de cualquier manera debemos instruir
a nuestros hijos como Dios lo determina. Dios nos ha dado mandamiento de criar a
nuestros hijos en disciplina y instrucción del señor, no hacerlo es fallarle a Dios.
Nosotros los cristianos pecamos constantemente porque no cumplimos el rol que Dios nos
ha dado con nuestros hijos. Dios nos va a pedir cuentas por la forma que criamos a
nuestros hijos. Es el deber de los padres instruir a sus hijos y no es responsabilidad de la
escuela o del estado educar y enseñar valores a nuestros hijos. Proverbios 22:6
Esta es una labor que debemos retomar con nuestros hijos. Mientras ellos estén bajo
nuestra responsabilidad debemos instruirles y corregirles. Y aún después de que se hayan
independizado cuando veamos que hacen cosas incorrectas que van en contra de las
enseñanzas que recibieron en el hogar, debemos corregirlos y mayormente si van en
contra de la voluntad de Dios.
Elí fue un sacerdote del pueblo de Israel y tenía dos hijos impíos que no obedecían la
voluntad de Dios. Y él oyendo de la maldad de sus hijos nos los corrigió como debía ser,
sino que hacía lo que muchos padres hacen, le dicen las cosas erradas que hacen sus hijos
pero no les exige ni los corrige. 1 Samuel 2:22-25
El problema de muchos padres es que prefieren complacer a sus hijos antes que hacer lo
correcto y corregirlos. Este fue el caso de Elí. 1 Samuel 2:27-29
El fin de los hijos de Elí fue la muerte, pero también la de Elí. 1 Samuel 4:11 1 Samuel
4:14-18
Y todo esto ocurrió porque los hijos de Elí hicieron lo malo y su padre no les estorbo, no los
corrigió. 1 Samuel 3:12-13
Muchos padres son así, dejan que los hijos hagan cosas incorrectas delante de ellos y no
les corrigen. Son consentidos, rebeldes, desobedientes y no se les estorba. No son firmes
para detener lo incorrecto.
2. Criarlos
La mayoría se conforman con decir no hagas esto, actúa de esta manera, esta es la parte
que representa una mirada y unas palabras, pero de allí no pasan. El muchacho sabe que
puede hacer lo que le da la gana y nada pasará. Otros se preocupan por enseñar. Pero los
padres responsables entienden que deben instruir a sus hijos, y esto abarca desde decirles
las cosas como también enseñarles y luego llega a la parte donde se obliga al muchacho a
obedecer.
3. Disciplina
Esta es la mayor negligencia de los padres y allí es donde se toman las medidas para
corregir al niño. Proverbios 29:15
Cuando el muchacho ha sido malcriado, consentido trae vergüenza a los padres. Hoy a
muchos padres no le importa esto, pero deberían importarles.
Los padres de antes no permitían que un hijo los avergonzara, los hijos dentro
del hogar y en la calle debían comportarse de acuerdo a las normas que se le
había enseñado en el hogar.
- Respetar a los mayores.
- No meterse en las conversaciones ajenas.
- No tocar.
- No saltar.
- Tenían que ser educados, etc.
Cuando los padres aprenden a ser firmes con los hijos desde pequeños, lo más seguro será
que no necesitaran recurrir al castigo físico. Proverbios 23:13
Dios no es como la mayoría de los padres, que ven que los hijos están haciendo algo
incorrecto y no los disciplina, Dios nos disciplina. Hebreos 12:6-8
Corregir, disciplinar es parte del amor que debemos tener por nuestros hijos, para que
lleguen a ser hombres y mujeres de bien. Proverbios 13:24
La corrección, la disciplina traerá bendición a los padres y a los hijos, pero hay que hacerlo
desde pequeños, porque una vez que se acostumbraron a hace lo incorrecto, difícilmente
podrán corregirlo. Proverbios 19:18 Proverbios 29:17
Cuando criamos a nuestros hijos debemos enseñarle la voluntad de Dios pero también
debemos exigirles que la respeten. Mientras nuestros hijos están bajo nuestra dependencia
debemos educarlos bajo las normas de Dios y no permitir que ellos hagan lo que mejor les
parece.
Hoy es terrible lo alcahuetes, débiles que son los padres, pareciera que los hijos son los
que mandan. Los hijos no respetan a los padres, se dirigen a ellos de una manera grosera.
Eso es culpa de los padres. Hasta hace unos años era tal el respeto de los hijos por los
padres que no se atrevían contradecirlos. Hoy ni lo escuchan.
Como padres tenemos que ser firmes, cuando le decimos a un niño que no haga
tal cosa o le mandamos hacer algo no debemos permitir que nos falte el respeto,
tienen que obedecernos. Colosenses 3:20
Este mandamiento para los hijos, deben ser enseñados y exigidos por las padres. Los
padres tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos a honrarnos. Debemos
exigírselo desde pequeños. Efesios 6:1-3
Conclusión:
Nuestros hijos son bendiciones que Dios nos ha otorgado, pero tendremos que darle
cuentas por la manera en que los criamos. Salmo 127:3
Introducción:
Hoy muchas religiones enseñan que por ser cristianos, no se tendrá aflicción y ni
problemas, no es así, la palabra nos advierte lo contrario. Jesús les dijo a sus discípulos,
que tendrían aflicción. Juan 16:33
El ser hijos de Dios no nos asegura que no tendremos problemas, sino todo lo contrario
tendremos problemas. Pero estos nos traerán bendiciones espirituales si resistimos. 1
Pedro 1:6-7,
2. El desanimo.
Las pruebas o dificultades lo que deben lograr en nosotros es fortaleza, firmeza espiritual y
no desanimo y enfriamiento. Hay hermanos que tienen problemas graves y sin embargo su
ánimo no desmaya, están firmes confiando en Dios, otros por cualquier tontería se
desaniman y piensan en apartarse o en no cumplir con Dios. Su ánimo es fluctuante a
veces están muy animados y poco tiempo después están desanimados, decaídos,
cabizbajos.
Cada uno de nosotros debemos actuar como la buena tierra donde fue sembrada la
semilla. Lucas 8:15
La palabra perseverancia nos enseña constancia, firmeza. Tienen dificultades pero son
firmes, fieles. Pero otros no son buena tierra. Lucas 8:13
La palabra desmayar tiene un significado como dejar ir, soltar, relajarse, debilitarse.
Cuando nos desanimamos debilitamos nuestra fe, dejamos ir nuestra firmeza, y pensamos
en abandonar, dejar de hacer la voluntad de Dios.
Aún en las dificultades no debemos darnos el lujo de permitir que nuestra fe sea
vapuleada, disminuida. Cuando logremos entender quien es Dios y todo lo que Él hace por
nosotros, comprenderemos que los obstáculos son solo eso obstáculos que hay
que vencer.
El apóstol Pablo sufrió mucho, sin embargo veía sus tribulaciones leves, sin importancia
cuando se compara con las grandes bendiciones que recibiremos en el cielo. 2 Corintios
4:16-18
Entendiendo lo que Dios nos ofrece, siempre estaremos animados, firmes disfrutando del
amor y la confianza en Dios. 1 Pedro 1:3-5
Dios espera que estemos en todo momento gozosos, animados, alegres. Santiago 1:2-4
1 Tesalonicenses 5:16
Dios está con nosotros en todo momento cuando estamos bien y cuando estamos mal y él
nos ayudara a resolver los problemas, pero no debemos perder al ánimo, sino confiar en
Dios y no permitir que nada, absolutamente nada nos robe el gozo, el ánimo, nuestra
confianza.
Dios nunca nos desamparara ni nos abandonara, sólo si nos desanimamos y le
abandonamos o pecamos. Hebreos 13:5-6
Conclusión:
H
ermanos no nos desanimemos ni decaigamos en nuestra fe, sino que siempre estemos
firmes y constantes con buen ánimo, sabiendo a quien le hemos creídos, de quien somos
hijos y en donde viviremos por la eternidad. ¿Quién o qué nos puede separar de
Dios? Romanos 8:28-39