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ORACIONES DE ABJURACIÓN

Se reza de forma verbal, a fin de que los demonios conozcan nuestra decisión
de cortar toda relación con ellos y nuestra petición a Dios para que destruya
cualesquiera ataduras que ellos hayan dejado en nosotros.

ABJURACIÓN DEL RACIONALISMO

Con esta oración se pretende combatir las diversas formas de soberbia en


nuestras relaciones con Dios. Se toma el crucifijo y, trazando la señal de la
cruz sobre uno mismo al comienzo de cada apartado, se recita durante 30
días, al menos 3 veces al día.

En el nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.

✓ Te ALABO y te BENDIGO, Señor, porque me has dado razón e


inteligencia. TE DOY GRACIAS, Señor, por las difíciles pruebas que he vivido,
y me arrepiento de haber pensado a veces que me has enviado para causarme
sufrimiento y porque te he culpado por ello: Perdón, Señor, por esos reproches
y rebeldías.

Acudo a la intercesión de la Santísima Virgen María, y TE PIDO


PERDÓN, Señor mío y Dios mío, por toda mancha y contaminación que haya
en mi mente por ese racionalismo, por la vanidad espiritual y por todo pecado
cometido desde mi inteligencia. También te pido perdón por haber vivido la fe
de mi Iglesia Católica no desde el corazón, como tú deseas, sino desde el
racionalismo y con tu Gracia, Señor, me perdono también a mí mismo. Pido
Perdón, Señor a todas las personas a quienes he hecho daño con esta
mentalidad: Dales, Señor, la Gracia de que me perdonen.

Por mi parte, PERDONO, Señor a toda persona e institución que me


hayan dañado empujándome a vivir así (cuando se sabe cuáles son las fuentes
de las malas influencias, nombrarlas ahora en concreto).

Te quiero entregar, Señor, todo el racionalismo que haya quedado en mí


y RENUNCIO a toda rutina, esquema, condicionamiento o hábito de vida que
he heredado o adquirido en el transcurso de mi existencia y renuncio también
a toda norma, estructura, costumbre y comportamientos como causa los
estudios que he realizado por mí mismo o bien en instituciones, grupos, sectas
y todo tipo de comunidades a los que he pertenecido, que no sean de tu
agrado.

✓ DECLARO que Jesucristo es el Señor de la Paz y que solo Él me la puede


dar. ¡Señor Jesús, Te pido que tu paz venga a mi corazón! Igualmente, declaro
que Jesucristo es el Señor de la Sabiduría y del conocimiento, y que yo no
quiero más conocimiento que el que venga de su persona.

RENUNCIO a querer saberlo todo, a comprenderlo todo, a controlarlo


todo, Renuncio a entender y controlar a Dios sólo desde mi pensar, y a buscar
la paz y a mirar mi existencia sólo desde mis razonamientos. Señor, te pido
perdón por todas las veces en las que he pretendido controlarte y abarcar tu
Revelación y tu Providencia conmigo desde mi razón.

Padre Eterno, te ruego que CORTES todas las ataduras de mi ser a esos
hábitos racionalistas, que me mantienen a la defensiva ante ti y me impidan
abrir mi corazón a la acción del Espíritu Santo. Ángel de mu guarda, pon esas
ataduras a los pies de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, a quien pido que
DESTRUYA todo obstáculo, impedimento, barrera, resistencia que consciente
o inconscientemente, haya interpuesto con mi razonara la acción de tu Santo
Espíritu.

✓ DECLARO que Jesucristo es el Señor de mi razón e inteligencia y de


todas las áreas de mi vida. BAÑA, Señor Jesús, mi mente, con tu Sangre
Preciosa, y cúbrela con tu Amor. Llena con tu Amor los vacíos de mi corazón.
Señor Jesús, RECIBSTRÚYEME por dentro y SANA por los méritos de
tu Preciosa Sangre, todo daño que haya quedado en mi mente, imaginación y
pensamientos, en mu creatividad y en mi inteligencia, en mis razonamientos,
como consecuencia del espíritu maligno del racionalismo.

AUTORIZO a que tu Santo Espíritu irrumpa sin trabas en mi razón, en mi


inteligencia y en mi corazón, con eterna libertad, sin oposición, ni resistencia,
pues abro mi espíritu a su luz, que deseo, anhelo y necesito.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


ABJURACIÓN DEL OCULTISMO

Oración vocal para romper las ataduras maléficas surgidas de los contactos
que se hayan tenido con el mundo del ocultismo en general, de los que se ha
hablado al tratar de la 2a Puerta y que cada uno ha de incluir en las líneas de
puntos que aparecen en esta oración. Se toma el crucifijo y con él se traza la
señal de la cruz sobre uno mismo al comienzo de cada apartado. El recitado
habrá de hacerse durante 30 días, al menos 3 veces al día.

En el nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.

✓ Te ruego, Padre que, por los méritos infinitos de la Preciosísima Sangre


de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, derramada en la Pasión, CORTES toda
atadura oculta existente entre las fuerzas del mal y mi persona. Te pido que
estas ataduras queden a los pies de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo y que
LLENES los vacíos que hayan quedado en mi corazón con nuestro Espíritu,
que es Amor.

✓ Para ello, RENUNCIO con todas mis fuerzas a Satanás y al pecado, así
como a toda influencia o contaminación del poder de las tinieblas, que haya
quedado en mí por causa de (nombrar aquí de forma muy concreta los
amuletos, hechizos padecidos o prácticas de adivinación, magia o espiritismo
con las que se ha contactado con el mundo
oscuro):………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………
…………………………
Renuncio también a los espíritus de (citar aquí expresamente, uno tras
otro, el nombre de la ciencia oculta, secta, mago o demonio al que nos hemos
dirigido):
…………………………………………………………………………………………
……………………………………………….así como a todo espíritu maléfico que
me acose o ronde a mi alrededor.

TE PIDO PERDÓN, Señor, por estos nefandos pecados de idolatría y te


ruego que, con la fuerza de tu gracia, sanes mi corazón y me perdone a mí
mismo y a cuantas personas me han llevado a estas acciones, porque sé que
me hicieron un mal cierto.

✓ DECLARO que Jesucristo es el Señor de mi vida, de mi cuerpo y de mi


espíritu, y le ruego que sane y reconstruya todo daño que haya quedado en mí
como consecuencia de estas acciones; y que reconstruya mi cuerpo y mi
espíritu colmando mis vacíos con su Amor, Báñame, Señor, con tu Sangre y
cúbreme con tu amor.

Imploro la intercesión de la Santísima Virgen María, de su virginal esposo


San José, la poderosa protección del Arcángel San Miguel y de mi Ángel
custodio, para abrirme a la acción del Espíritu Santo en mi vida, a fin de que,
libre de toda contaminación y atadura maligna, pueda glorificar al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo, ahora y por los siglos de los siglos.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


ORACIONES DE PROTECCIÓN

ORACIÓN A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO

Esta oración se recita para sellarse y protegerse con la Sangre de Cristo,


recordando la revelación de San Juan: “Estos son los que vienen de la gran
tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero”
(Ap 7, 14). Se toma el crucifijo y con él se traza la señal de la cruz sobre uno
mismo al comienzo de cada apartado.

En el nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.

✓ Señor Jesús, por tu nombre y con el Poder de tu Preciosísima Sangre,


SELLA a toda persona, hechos, situaciones o acontecimientos a través de los
cuales el enemigo busque hacerme daño. Sella, Jesús, TODA MALIGNA
POTESTAD destructora en las fuerzas de la naturaleza: en el aire, en la tierra,
en el agua, en el fuego, debajo de la tierra. Sella en sus límites, Señor los
volcanes, los cráteres, las montañas, los lagos y lagunas, los ríos, los océanos
y los mares, y el universo entero. Y sella también los abismos de las fuerzas
satánicas que desde el infierno actúan sobre la naturaleza y en el mundo en
que hoy vivimos.

Te suplico, Señor, que selles con tu Preciosa Sangre MI VIDA personal


con todas mis cosas materiales y espirituales: mis sentimientos, para que todos
mis afectos sean en Ti; mis inquietudes, para creer que escuchas mi oración;
mi corazón, para que no se asiente jamás en él ningún espíritu de amargura,
rencor u odio; de soberbia, orgullo, vanidad o jactancia; de culpa, tristeza o
depresión; de duda, inseguridad o miedo. Sella mi voluntad para que este
preste a hacer el bien; mi mente, para que en ella broten sólo los pensamientos
que llevan al gozo y a la paz en tu Espíritu; mis palabras, para que sólo sean
de alabanza a Dios y bendición para todos y mi cuerpo, para que reciba la
salud y sea protegido de accidentes y enfermedades y, sobre todo, sea
preservado del pecado. Sella mi pasado, mi presente y mi futuro, para que todo
quede liberado, sanado y preservado de las influencias maléficas.

✓ Con el poder de tu Preciosísima Sangre sella, Jesús, nuestra casa a


todos los que habitan en ella (nombrarlos a todos por su nombre), y también a
quienes la visitan. Sella los alimentos y los bienes que nos das como sustento.
Sella los alimentos, los bienes que nos das como sustento. Sella la tierra, las
puertas, ventanas, paredes, techo y pisos, su fontanería y tendido eléctrico, los
objetos, la ropa y hasta el aire que respiramos. Y coloca un círculo de tu Sangre
alrededor de toda nuestra familia, de mis SERES QUERIDOS, amigos,
vecinos, compañeros de trabajo (mencionar a quienes más lo necesiten), para
que todos quedemos bajo tu protección y amparo.

Te suplico, Señor, que selles con el Poder de tu Sangre los lugares que
visitemos este día, las personas o instituciones con quienes tratemos (nombrar
cada una de ellas), los vehículos, las carreteras y las vías, los medios de
transporte que usemos, todo nuestro TRABAJO material y espiritual. Sella
también mi economía y los negocios de la familia, para que tu prosperidad se
derrame en abundancia y tu Providencia ahuyente todo espíritu de ruina y
deudas en mi vida. Y derrama, en fin, de todos los habitantes y dirigentes de
nuestra patria a fin de que tu Paz y tu Corazón reinen en ella.

✓ Señor, Jesús, que con tu Sangre Preciosa nos haga invisibles cuando se
nos acerque el maligno. Sella todo mi ser y GUÁRDAME bajo tu protección
para quedar libre de sus asechanzas. Permíteme reconocerlas y vencerlas por
la invocación de tu santo Nombre. Y prohíbe a los demonios toda su potestad
de interferir en nuestras vidas, destruyendo toda comunicación e interacción
entre ellos.

Te suplico, Señor que envíes a tu Santísima Madre del Perpetuo Socorro,


para que se haga presente en mi hogar y en mi trabajo y me acompañe con
San Miguel Arcángel y sus nueve coros angélicos, con San Gabriel, San Rafael
y mi Ángel de la Guarda. Y gracias, Señor porque tú eres el guardián que nunca
duermes; gracias por tu Preciosa Sangre que nos preserva de todo mal.
Bendito y alabado seas por siempre, Señor.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.

ORACIÓN DE LIBERACIÓN CONTRA RUINA Y MISERIA

Conviene realizar esta oración cuando se detecta una concatenación de


desgracias en la salud, en lo matrimonial, en el trabajo, en las relaciones
humanas o en los propios bienes. Se toma el crucifijo y con él se traza la señal
de la cruz sobre uno mismo al comienzo de cada apartado. Conviene rezarla
a diario mientras perdure la situación.

En el nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.

✓ En el nombre de Jesús de Nazaret y por su Preciosísima Sangre, te


ruego, Padre Celestial, que ates, LIGUES Y ENCADENES ahora mismo el
poder de toda potestad y principado maligno que Satanás me haya asignado
para impedir que alcance mi potencial como hijo de Dios y recibir las
bendiciones en mi ser integral y los bienes materiales que Tú Santo. Ordena
que esos espíritus maléficos se retiren y queden sin poder alguno sobre mí,
desde este momento, atados, ligados y encadenados.

✓ Señor Jesús, Señor, por el poder redentor de tu Preciosísima Sangre,


ordena a Satanás quitar sus sucias manos de mis bienes, mis negocios, mi
dinero, mis trabajos y estudios, de mi hogar, de mi familia y de mi vida. Y
ordena también que todo espíritu maligno de enfermedad, ruina, pobreza,
miseria, escasez y deuda queden desarraigados y destruidos. Jesús,
expúlsalos y ARRÓJALOS LEJOS de mí al lugar que les corresponde y
ordénales que nunca más regresen porque sólo Tú eres el dueño de mi vida,
y quien me cuidas y proteges.

✓ Padre Celestial, por la Preciosa Sangre derramada de tu Hijo Jesucristo,


te ruego que envíes a tus Santos Ángeles para que definitivamente arrojen
lejos de mí esas fuerzas malignas. Y te suplico que envíes tu Espíritu Santo
para que, abriendo las ventanas del Cielo, derrame ahora PROSPERIDAD Y
BENDICIONES sobre mí, mis tareas, trabajos, negocios y estudios, y mi
familia. Lo pido en el Santo Nombre de Jesús acudiendo a la intercesión de la
Virgen María Auxiliadora y de San José, de los Santos Arcángeles y Ángeles,
y de todos los Santos.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


ORACIÓN PARA ROMPER TODO MALEFICIO Y DEBILITAR
LAS FUERZAS SATÁNICAS

Esta oración puede ser recitada por quienes padecen los efectos de algún
maleficio o hechizo. “El es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré, porque mi
fuerza y mi poder es el Señor, Él fue mi salvación” (Is 12,2). También está
indicada para cuantos han realizado algún maleficio o han estado en contacto
con magos, magnetizadores o videntes y/o con el mundo del ocultismo y, en
especial, con el espiritismo. Hágase siempre la señal de la Cruz donde se
indica expresamente. Y después de renovar los compromisos bautismales con
la recitación del Credo, se añade.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

✓ Padre nuestro que estás en el Cielo, te amo, te alabo, te adoro. Te doy


GRACIAS por haber enviado a tu Hijo Jesucristo para salvarme: Él, que es el
vencedor del pecado y de la muerte. Te doy gracias por María, mi Madre del
Cielo, que intercede por mí con los Ángeles y los Santos.

Padre Nuestro del Cielo, que el agua que me lavó en el Bautismo remonte
el curso del tiempo a través de las generaciones de mi padre y de mi madre
para que MI FAMILIA ENTERA SEA PURIFICADA de todos sus pecados y de
las maléficas influencias de Satanás y de los espíritus malignos.

Por mí, por mis padres y por mis antepasados hoy te pido perdón, y
también por todas las INVOCACIONES A LOS PODERES OCULTOS hechas
en ofensa del santo Nombre de Jesús. Por el poder de este Nombre, declaro
hoy que pongo bajo la soberanía del Señor Jesús cuanto me pertenece,
material y espiritual, y haya estado infestado o sometido a la acción de Satanás
y sus secuaces.

¡Oh, Padre Eterno!, infunde tu Santo Espíritu en mi corazón e ILUMINA


las oscuridades de mi ser donde todavía no alcanza tu luz: muéstrame a toda
persona que necesite mi perdón y todo pecado que yo no haya confesado,
descubre cuanto en mi vida te ha desagrado y las torpezas que dieron a
Satanás la posibilidad de manejar mi espíritu. Te entrego hoy todas las puertas
abiertas que permitieron al maligno introducirse en mi existencia. A tus pies
pongo todas las ocasiones en que he rehusado perdonar. Te entrego todos
mis pecados. Y te doy gracias por tu perdón y por tu amor.

✓ Señor Jesús, al pie de tu Santa Cruz me arrodillo, y te ruego que LAVES


mi corazón con tu Preciosísima Sangre, la que brotó de tu Sagrado Corazón y
de tus Santas Llagas.
Purifícame con esa agua viva y envuélveme en tu luz.

Señor Jesús, por tu santo Nombre: + ATA a todos los espíritus malignos
del aire. Del agua, de la tierra, de los abismos y del mundo infernal; + pon
también ataduras a todos los emisarios de Satanás que buscan pervertir la
belleza y el bien de tu creación; + ordena a todos esos espíritus maléficos que
se arrojen inmediatamente a tus pies, sin hacerme daño, para que Tú puedas
disponer de mí según tu santa Voluntad.

Señor Jesús, con tu santa Cruz + rompe, + quiebra, + ANULA toda


maldición, traición, desviación e influencia de los malos espíritus, toda
maldición, bloqueo hereditario, conocido o desconocido, todo encantamiento,
sortilegio, trampa, mentira, atadura, obstáculo. Predicción y deseo diabólico,
así como todo desorden y enfermedad, incluidos los provocados por mis
propios pecados y faltas.
Señor Jesús, con tu Santa Cruz + rompe la transmisión de todo
compromiso satánico, de toda promesa, de toda atadura, de todo vínculo de
orden espiritual urdido por el infierno.

Con tu santa Cruz + CORTA y cercena toda posible atadura y sus


consecuencias con astrólogos, adivinos, videntes, médiums, curanderos,
quiromantes, jeques, adeptos a la macrobiótica, a la meditación trascendental
o a las sectas de Nueva Era, y con cuantos practican el ocultismo o adivinación
en bolas de cristal, hojas de té, posos de café, líneas de la mano, cartas, tarot,
y toda atadura con espíritus guías, magos, brujos, y todos aquellos que se
entregan a cualquier forma de magia, vudú, macumba y similares.

En tu Nombre, Señor Jesús, rechazo todas estas prácticas y ruego al


Padre que DESTRUYA todas las consecuencias cuyo origen sea la
participación en sesiones espiritistas o mediúmnicas, consultas de
horóscopos, radiestesia (o péndulo), escritura automática y todo tipo de
recetas o preparados ocultos (rá, wé, kitab, hijab o maleficio), así como toda
clase de superstición que no rinda a Jesucristo el honor y la gloria que le son
debidos.

✓ ¡Ven, Espíritu Santo! ¡Que el fuego de tu Amor inunde mi corazón! SANA


las heridas de mi desamor y purifica mi ser de toda mancha maligna. Haz libre
mi corazón, regenerado en la intimidad de la Santa y Omnipotente Trinidad.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


ORACIONES DE SANACIÓN INTERIOR

ORACIÓN BREVE DE SANACIÓN POR EL PERDÓN

Conviene recitar esta oración por cada una de las personas que se vaya
descubriendo con la ayuda del Espíritu Santo, que han influenciado
negativamente en la propia vida, desde el momento de la concepción. Puede
ser que ya se las haya perdonado conscientemente, pero es recomendable
hacerla también para pedir a Dios que sane las posibles heridas que hayan
podido quedar en el inconsciente o en el subconsciente.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

✓ TE ALABO y te BENDIGO, Señor, por tu criatura N………………..

PERDONO, Señor, a N……………….por todo cuanto me ha ocasionado


queja, distancia o rechazo hacia su persona.

Con tu gracia, Señor, ACEPTO a N……………… Lo bendigo y declaro


libre e inocente de toda deuda conmigo.

✓ Dale a N, Señor, la gracia eficaz para que ME PERDONE por todos los
motivos de rechazo o de queja que haya encontrado en mí.

PERDÓNAME, Señor, por cuanto en mí no ha sido hacia esta persona


según tu amor, y ayúdame a PERDONARME A MÍ mismo por todo ello.
✓ Pido a nuestro Señor Jesucristo que corte cualquier ATADURA que el
maligno haya dejado en N…………… y en mí como consecuencia de estas
acciones y pongo esa atadura a los pies de la Cruz de Cristo. Gracias, Señor.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.

ORACIÓN DE SANACIÓN INTERIOR DESDE EL SENO


MATERNO

Esta oración tiene como objeto pedir a Dios que, por la intercesión de la Madre
de su Hijo, sane con la fuerza de su Espíritu las heridas afectivas que se hayan
producido en el inconsciente durante la gestación y los primeros meses de vida
extrauterina, y aquellas otras que hayan quedado en el subconsciente por los
traumas del resto de la vida. Mientras la persona siga padeciendo los efectos
de sus heridas interiores, conviene que la repita periódicamente, por ejemplo,
semanalmente.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

✓ Santísima Trinidad, os alabo, os adoro y os amo, y os declaro mi único


Dios y Señor, renunciando a toda servidumbre a los espíritus malignos.

Señor Jesús, TE RUEGO que manifiestes tu amor misericordioso y


vengas a curar cuanto necesita ser sanado en mi existencia actual y pasada.
Tú me conoces mejor que yo mismo, porque eres más íntimo a mí que yo
mismo y, mucho antes de mi concepción, me has amado con un amor único.
Mi vida está en tus manos. A tus manos encomiendo, Señor, el instante de mi
concepción. Si no fue en un clima de amor, con el deseo de darme la vida, sino
en la coacción, en el miedo o la violencia, ven a sanarme, Dios de ternura y de
bondad.

Que la Virgen Santísima me geste de nuevo en el Espíritu y me libere de


toda influencia negativa que produzca en mí desgana de la vida o tendencias
autolesivas hasta la muerte. Virgen María, bendíceme en cada etapa de mi
crecimiento de embrión y de feto. Pon tus manos en los primeros quince días
de gestación, cuando aún no había signos de embarazo y pude sentirme
abandonado o inseguro. Expande tu amor en cada repliegue de mi corazón.
Cura las heridas que mis padres pudieron causar en mí al conocer mi
existencia: sobre todo, la herida del rechazo y sus consecuencias de angustia,
inseguridad, opresión, falta de autoestima, y opción de rechazo a la vida.

✓ Señor Jesús, TE RUEGO que cures las heridas del segundo mes de
gestación. Hazme sentir, ¡Oh Dios mío!, cuánto valgo para ti, sobre todo si mi
madre experimentó miedos, angustias o traumas cuando me esperaba, si me
he sentido no deseado o rechazado por ella o si mi padre tampoco me deseó,
Dame la gracia de perdonar a mis padres sabiendo que tú me has cuidado
siempre como a la niña de tus ojos.

Virgen Santísima, sana las heridas del tercer mes de mi gestación,


cuando se manifestó mi condición masculina/femenina y se configuró mi
sexualidad cerebral, para que con gozo pueda aceptarla y pueda alabar y
bendecir a la Trinidad por sus dones, rechazando toda atadura del maligno, si
es que mis padres desearon otra condición sexual para mí. Ven a sanar,
Madre, las heridas del rechazo de mi identidad.
Madre de Dios, intercede ante el Padre para sanar las heridas que se
hayan producido durante el cuarto mes de mi gestación. Sana en mí toda
inseguridad, zozobra, miedo o rechazo a una vida extrauterina que puede
presentir como dolorosa, si es que hubo desavenencias conyugales entre mis
padres, disgustos profesionales, o si en ese tiempo mi madre padeció alguna
enfermedad, accidente, o sufrió en exceso por el fallecimiento de un ser
querido. Líbrame, Madre Santa, de todo espíritu de muerte o influencias
malignas que buscaron que fuese una persona pesimista, negativa, apagada
o enfermiza.

✓ Señor Jesús, te alabo, te bendigo y te proclamo como mi único Dios y


rechazo toda forma de idolatría. Líbrame, Señor, de toda contaminación
maléfica si es que, en el quinto mes de mi gestación o en otros, los míos
tuvieron algún contacto con la brujería, ya fuese porque mi madre acudiera a
adivinos o curanderos, o bien porque alguien le hubiera hecho algún maléfico.
Madre de la Vida intercede ante tu Hijo para librarme de toda mediumnidad, si
en mi vida hubiera alguna conexión con los muertos por causa de anteriores
embarazos de mi madre malogrados o sucesos relacionados con la muerte.

Sana, Señor, las heridas del sexto y séptimo mes de mi gestación,


cuando el embarazo se hizo más pesaroso a mi madre. ¡Que tu Madre
Santísima venga a sanarme y me haga vibrar de alegría en el Espíritu Santo,
como hizo con Juan Bautista en el vientre de Isabel!, sobre todo si en ese
tiempo me hubiera sentido angustiado o rechazado porque mi madre o no se
cuidó o no recibió la ayuda que entonces necesitaba.

✓ Madre de Dios, líbrame de mis miedos ante el nacimiento. En tus manos


pongo los últimos meses de mi gestación y ruego que sabes toda herida de
opresión, angustia y rechazo, si todo esto me impulsó a huir de la vida, a
provocar el parto antes de tiempo o bien retrasarlo, o bien a no querer nacer.
Del Señor y Dador de Vida alcánzame un amor grande a la existencia, ¡Oh
Madre Santa!

Señor Jesús, TE RUEGO que sanes las heridas de mi alumbramiento:


los traumas físicos y afectivos que me pudieron perjudicar al nacer, cuando
hice irrupción en el mundo de los hombres. Por el poder de tu amor y de tu
gracia, dame un gran deseo de nacer y renacer en todo instante, sobre todo si
el miedo me llevó a ahorcarme con el cordón umbilical o bien a ponerme en
mala posición al nacer. Madre de bondad, borra de mí toda contaminación
visual, auditiva o sinestésica, y todas las escuelas físicas y psicológicas de las
heridas y traumas de aquel momento.

✓ Santísima Trinidad, me recojo ahora unos instantes para recoger y


agradeceros la sanación y liberación de las heridas habidas en mi gestación y
nacimiento. Gracias, Madre, por haber estado allí para recibirme en tus brazos
tranquilizadores. Gracias por ponerme en los brazos de tu divino Hijo, que me
acogió al igual que abrazaba a los niños cuando a Él se le acercaban. Gracias
por presentarme al Padre, haciéndome saber que soy hijo de Dios muy amado
y también deseado, sobre quien se ha derramado el Don de tu Espíritu.

Ahora os presento también los primeros años de mi infancia: ¡que tu Luz


los ilumine! Si por la frialdad de mi padre o de mi madre he sufrido, si no me
dieron el amor y la seguridad que debieran, si he padecido carencias de afecto
o de caricias tranquilizadoras, ¡Oh Señor!, envía tu Espíritu de Amor y haz que
tu Madre María me envuelva en sus brazos, me arrulle y me llene de su ternura.
Que Ella me acoja tal como soy, con mis debilidades de niño pequeño, y que
Jesús venga a besarme, a bendecirme y a imponerme las manos como hizo
durante su vida terrena (cf. Mc 10,13-16).

Señor Jesús, si me he sentido agobiado por un amor demasiado posesivo


de mi madre, o bien aplastado por la autoridad de mi padre, sana los recuerdos
dolorosos que anidan en mí. Borra también las secuelas de las disputas y
tensiones entre ellos que perturbaron mi inocencia de niño y me provocaron el
miedo a que se separaran y me abandonaran. De todo corazón, Señor,
perdono a mis padres las heridas que sus actos, palabras y obras hayan
podido provocar en mí. Y te doy gracias, Señor, por haberme dado la seguridad
de que tú me habrías acogido (Sal 27,10) y nunca me habrías olvidado (Is
49,15), si mi padre y mi madre me hubieran abandonado.

✓ Señor Jesús, haz que el Espíritu Santo me colme de amor, me haga


dichoso y libre clamando ¡Abba, papá!, con todo mi ser. Si me he sentido solo,
abandonado y rechazado por los míos o por aquellos con los que contaba, por
tu amor sanador dame un sentido nuevo de mi dignidad y una sabia estima de
mí mismo (Rom 12, 13). Sé tú mi consuelo allí donde he sentido el desamor
de otros.

Sana las heridas de los combates que me han traumatizado o que han
provocado que me encierre en mí mismo, levantando barreras frente a los
demás. Sáname de las heridas profundas, reprimidas, que han endurecido mi
corazón: las envidias a quienes eran preferidos a mí en la familia, o en el
colegio, las rebeldías, las humillaciones, las injusticias, la soledad, la amargura
de ser marginado, las burlas, los insultos o las calumnias.

Señor Dios omnipotente, líbrame de la carga de toda maldición familiar,


ancestral o maléfica que pueda esconderse en mis fracasos, enfermedades o
frustraciones. Dame una confianza y un valor renovados, para hacer frente a
las pruebas de este mundo. Sé que tu amor me sostendrá en los tropiezos y
las caídas.

✓ Señor Jesús, dame la gracia de perdonar a aquellos que no me han


amado, de liberarlos de toda deuda hacia mí. Sáname de todos los traumas de
mi infancia, de los trastornos de la sexualidad, de la iniquidad angustiosa, la
vergüenza y la culpabilidad. Lava todas las manchas de mi cuerpo y de mi alma
y sana las heridas causadas por quienes abusaron de mí, al violar mi integridad
física, encadenándome a desviaciones sexuales que hoy me impiden tener
relaciones sinceras según tu Voluntad. Ayúdame a afirmarme en mi
personalidad de hombre o de mujer. ¡Que la Virgen María, Madre Purísima,
Inmaculada Concepción, interceda por mí y me sane de todo este tipo de
trastornos!

Señor mío y Dios mío, TE RUEGO también que sanes las heridas de mi
afectividad que están ligadas a experiencias amorosas imposibles o que, por
cualquier causa, no podían tener buen fin. Haz que entregue mis aspiraciones
y mis fracasos y que en tus manos ponga mis relaciones con los demás.
Enséñame a abandonarme el corazón en tu Amor, porque sólo tu colmas mi
deseo de amar y ser amado.

✓ Gracias, Señor, por haberme acompañado durante mi infancia y mi


adolescencia, por tu Amor, por tu Luz, por tu Verdad. Perdóname si he llegado
a pensar que Tú no me querías o que no estabas presente en mis sufrimientos.
Perdona también mis olvidos. Sana mis sentimientos de culpabilidad ante Ti
pero que no brotan del amor sino del miedo al castigo por mis rebeldías. Y
perdona mis rebeliones contra tu Providencia al ver que permitías o tolerabas
que murieran, me abandonaran o me engañaran las personas a las que yo
más quería.

Perdóname las experiencias destructivas a las que me he entregado


mediante la bebida, las drogas o la pornografía. Sáname de las ataduras
contraídas a través de las técnicas de concentración mental, búsqueda de
soluciones a mis propios problemas en el ocultismo, el espiritismo o el
esoterismo.
Invoco tu Preciosa Sangre derramada en la Cruz por mí, para ser perdonado
y limpiado de mis pecados. ¡Señor Jesús, que tus Santas Llagas sean el
refugio para mi sanación!

✓ ¡Ten misericordia de mí, Señor! Te doy gracias por tu inmenso Amor


hacia mí. Restáurame y concédeme una gracia renovada para amar y crecer
en tu amor. Que tu Preciosísima Sangre alimente mi corazón, circule por todo
mi ser y recorra mi sistema nervioso simpático, parasimpático, consciente,
subconsciente, inconsciente, infra consciente y supra consciente, mi sistema
respiratorio, digestivo, linfático, endocrino, afectivo sexual, inmunológico,
epidérmico, óseo, muscular, mis extremidades y órganos internos, para que Tú
los purifiques, restaures, sanes y liberes de toda mancha maléfica.

Señor Jesús, me entrego enteramente a Ti: en cuerpo y alma, memoria,


inteligencia y voluntad. Pongo en tus Manos mis ideas, mis sentimientos, mis
palabras y obras, mis heridas y fragilidades, mis límites, mis tibiezas, mis
durezas de corazón y también los odios y malquerencias que me habitan, y
todas mis riquezas. ¡Que el fuego de tu mirada y su luz hagan de mi existencia
un continuo acto de amor hacia Ti con obras de ternura y de paz para todos!

Desde ahora mi pasado y mi futuro quedan en tu Corazón Misericordioso


y bajo la llama del Amor del Corazón Inmaculado de María. Mis heridas no
serán experiencias para edificar mi futuro temporal y eterno contigo. Acojo esta
sanación y liberación que has obrado en mí. ¡Gracias, Jesús, por haberme
hecho como soy y por haberme salvado! ¡Aleluya!

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


ORACIÓN DE SANACIÓN DE ATADURAS ANCESTRALES

A continuación, se presentan dos oraciones que se ordenan a cortar las


ataduras que se tengan con los antepasados por pecados graves con los que
dañaron a su descendencia (cf, Ex 20,6). La primera oración es un proceso
más exhaustivo. La segunda es una oración breve.

Proceso de Sanación Intergeneracional 1

Esta oración forma parte de un proceso que se ha de realizar durante al menos


diez días: cinco para orar por las generaciones paternas anteriores, y otros
cinco por las maternas. Las personas adoptadas deben hacerlo tanto por sus
antecedentes adoptivos como biológicos. En la medida de lo posible, se ofrece
en días consecutivos, junto con la Santa Misa y una parte del rosario, por cada
una de las cinco generaciones paternas y maternas anteriores. Se comienza
por la 5a generación paterna, luego la 4a y hasta acabar con la 1a generación
materna. En el día corresponde a cada generación se ofrece la Santa Misa, el
Rosario y la oración intergeneracional pidiendo al Señor que lave, limpie,
purifique, exorcice, libere, desate y sane esa generación.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
➢ ORACIÓN DE PROTECCIÓN

✓ Me pongo en presencia de Jesucristo y me someto a su Señorío, ME


REVISTO DE “Las armas de Dios, para poder afrontar las asechanzas del
diablo” (Ef 6, 10-11). Me mantengo firme, en pie “Ceñida mi cintura con la
1
Cf. JHON H. HAMPSCH, Sanar tu árbol genealógico. Una solución diseñada por Dios para problemas difíciles (Goleta, 2005).
Ed. Queenship Publishing Company (CA – U.S.A.). Vid. También las publicaciones de ROBERT GRANDIS, Sanación
intergeneracional: un viaje a la profundidad del perdón (Madrid 1992) y Sanando el corazón herido: testimonios de perdón y
sanación (Madrid 1992 – 1993), ambos editados por Ed. SERECA (=Servicio de Publicaciones de la Renovación Carismática
Católica).
verdad, y revestido de la coraza de la justicia” (Ef 6,14), “Embarazando el
escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del maligno” (Ef
6,16). Y me embozo “El casco de la salvación y empuño la espada del Espíritu
que es la palabra de Dios” (Ef 6,17).

Pido a Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, que SOMETA Y ATE


todos los espíritus del aire; la atmósfera, el agua, el fuego, el viento, la tierra,
los abismos y el infierno.

Que someta y ate también la influencia de cualquier alma errante o


perdida que pueda estar presente, y de cualquier emisario del poder satánico
o de cualquier reunión de brujas, brujos o adoradores de Satán, que puedan
estar presentes de alguna forma preternatural. Que su Sangre impregne al
aire, la atmósfera, el agua, el fuego, el viento, la tierra y sus frutos, el universo
entero, los abismos y hasta el infierno. Y le ruego que prohíba a los adversarios
malignos que se comuniquen o se ayuden entre sí de cualquier manera, y les
mande no hacer nada que no les sea ordenado en el nombre de Jesús.

✓ Señor Jesús, SELLA con tu Sangre este lugar y a todos los presentes,
sus familias y amistades, sus hogares, posesiones y fuentes de sustento, y
prohíbe a todo espíritu perdido, brujos, grupos satánicos, emisarios o
cualquiera de sus asociados, inferiores, o superiores, que me hagan daño o se
venguen en mí, en mi familia o mis amistades, o causen deterioro o dañen a
las cosas que poseemos.

Ruego al Dios Omnipotente que ROMPA Y DISUELVA cada maldición,


embrujo, sello, hechizo, brujería, vínculo, trampa, lazo, ardid, mentira, escollo,
obstáculo, decepción, desviación o distracción, influencia o cadena espiritual;
y también cada enfermedad de nuestro cuerpo, alma, mente y memoria, que
pueda alcanzarnos, sea en este lugar o en cualquiera de los lugares, personas
y cosas anteriormente mencionadas, por causa de los espíritus maléficos que
aún puedan hacerse presentes en nosotros por nuestros propios pecados o
errores.

✓ Cristo Jesús, IMPLANTA ahora TU CRUZ entre mi persona y todas las


generaciones de mi árbol genealógico y, por tu Santo Nombre, te pido que no
haya comunicación directa entre ninguna de estas generaciones y que, entre
ellas, toda comunicación sea filtrada por tu Preciosa Sangre. María
Inmaculada, revísteme de poder, la luz y energía de tu fe, e intercede para que
los Ángeles y los Santos me asistan también en esta hora.

Gracias, Jesús, por ser Tú mi sabiduría, mi justicia, mi santificación, mi


redención. De corazón me someto a la acción de tu Santo Espíritu y, con la fe
y el amor de tu Gracia, acojo el don de la sanación intergeneracional. Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.

➢ CONSAGRACIÓN A MARÍA

Oh, María, Madre de Dios, en presencia de


toda la corte celestial hoy te elijo como Madre y
Reina mía. En total obediencia de amor, te
consagro y entrego mi cuerpo, mi alma, mis
bienes interiores y exteriores, y todos los méritos
de mis buenas acciones pasadas, presentes y
futuras. En tus manos dejo el pleno derecho, sin
reservas, a disponer de mí y de cuanto poseo,
según tu voluntad, para mayor gloria de Dios, en
el tiempo y por toda la eternidad. Amén.
➢ ORACIÓN A SAN MIGUEL

San Miguel, Primado entre los


Príncipes del Cielo, me uno a tu acción de
gracias a Dios porque te ha creado tan
excelente y perfecto, y con un celo tan
inmenso por su Gloria como manifiesta tu
admirable sumisión a sus divinos decretos.
Arcángel San Miguel, defiéndenos en la
lucha. Sé nuestro amparo contra la
perversidad y las asechanzas de los diablos.
Mi humilde súplica es que Dios manifieste su
Poder sobre ellos. Y tú, ¡Oh Príncipe de la
Milicia Celestial!, con el poder que Dios te ha
conferido, arroja al infierno a Satanás y la
perdición de las almas. Amén.

➢ ORACIÓN INTERGENERACIONAL

Bajo el fuego de tu mirada (Ap 1,14), Señor Jesús, en este momento hago
memoria de mi persona y de todas mis generaciones a fin de que la gracia de
tu Santo Espíritu realice nuestra purificación y liberación de toda atadura
maléfica intergeneracional;

✓ Señor Jesús, gracias por tu presencia hoy aquí. Sé que me amas y me


llamas por mi nombre. Viniste a liberar a los cautivos. Gracias por tu Amor y tu
Piedad que constantemente me liberan de vínculos malignos y me colman de
tu Vida abundante. Te alabo, te bendigo y te adoro. Me pongo bajo tu
protección, Señor, y la de tu Preciosa Sangre, y pido a tu Madre bendita y a
los Santos Ángeles que intercedan por mí porque: Él te librará de la red del
cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te
refugiarás: Su verdad es escudo y armadura (Sal 91, 3-4).

Aunque haya sentido tu Amor en mí como herida, Señor, deseo que mi


alma se empape de las disposiciones del perdón que elimina toda raíz de
amargura o resentimiento.

Mi oración piensa ahora en las personas que mayor daño me han


causado. Las PERDONO desde lo más hondo de mi corazón y las bendigo.
Absuelvo de toda culpabilidad a cada persona que haya herido, Jesús, porque
te amo. Y digo a esas personas que, aunque me hayan herido, yo no las
dañaré.

Las perdono, las acepto y las amo tal como son, y las entrego a Jesús para
que Él las bendiga.

Deseo seguir tus Pasos, Señor, y tu Enseñanza: “Sobrellevaos


mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga queja contra el otro” (Col 3,13).
“Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda
maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os
perdonó en Cristo” (Ef 4, 31-32). Por eso te ruego ahora, Señor, por quienes
más me hayan herido y todavía son causa de mi dolor. Para esas personas
pido tu bendición.

Y también te pido la gracia de saber perdonarme a mí mismo, de verdad,


por la pobreza de mi fe en la relación contigo. Sé que Tú me perdonas siempre.
Imploro, pues, la gracia de saber acoger tu perdón con humildad y olvido de
mí, para que “La paz de Cristo reine en nuestro corazón” (Col 3,15).

✓ Señor Jesús, te ruego ahora por todos AQUELLOS QUE LLEVAN MI


SANGRE, que aún no están perfectamente unidos a TI y te pido perdón por
sus culpas. Por todos ellos, mis parientes y antepasados, hago mía la oración
de Daniel por su pueblo: “Ay, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la
alianza y es leal con los que lo aman y cumplen sus mandamientos. Hemos
pecado, hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos
rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos” (Dan 9,4-5). “Señor, nos
abruma la vergüenza (….) porque hemos pecado contra ti. Pero mi Señor,
nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra Él”
(Dan 9, 8-9). “Escucha ahora, Dios nuestro, la oración de tu siervo y sus
súplicas, y por tu honor haz brillar tu rostro sobre tu santuario asolado, mi
Señor. Ay, mi Señor, inclina tu oído y escúchame; abre los ojos y mira nuestra
desolación y la ciudad que lleva; pues, al presentar ante ti nuestras súplicas,
no confiamos en nuestra justicia, sino en tu gran compasión. Escucha, Señor;
perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, Señor mío, por tu honor,
pues tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo” (Dan 9, 17-19).

✓ Señor Jesús, ante ti Confieso la culpa de mis antepasados que hayan


realizado prácticas de OCULTISMO, espiritismo, brujería o cualquier modo de
buscar información de ultratumba con poderes ocultos. Señor, perdónanos.
Jesús con tu Sangre y el Poder del Espíritu Santo, toma autoridad sobre estos
malos espíritus y rompe el poder del mal sobre mis antepasados con esa
autoridad; acaba con todas las maldiciones, bujerías, hechizos, malos deseos,
vudú, magia negra, secretos hereditarios, conocidos y desconocidos.
Deshaz todos los votos satánicos, pactos, ataduras y vínculos a través de mis
antepasados. Rompe los efectos de todos los vínculos mentales que haya
habido con clarividentes, astrólogos, médiums, videntes ocultos y adivinos. Por
mi parte, renuncio a cualquier participación en sesiones de adivinación y
cualquier actividad con las cartas de tarot o table Ouija, astrología y juegos
ocultos de todo tipo, y a todos los medios con los que Satanás me puede tener
atrapado. Rompe, Señor, la transmisión de todas las obras satánicas que me
hayan pasado a través de las generaciones.
Te ruego, Señor, que con tu Palabra remuevas de mis antepasados todos
los defectos derivados de haber participado en actos oscuros y ocultos del
poder de las tinieblas.

Y, por tu misericordia, recupera para mí todos los campos que hayan sido
entregados a Satanás por mis antepasados, para que, desde ahora, queden
bajo tu Poder, Señor Jesucristo. Señor mío y Dios mío, da a mi familia hombres
y mujeres sanos que se comprometan profundamente con tu Verdad, de modo
que en ellos se cumpla que “Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el
cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre” (Fil 2, 9-11).

Por mi parte, RECHAZO todas estas idolatrías de mis ancestros, Corta,


Jesús, los vínculos que me atan a las idolatrías habidas en mi genealogía.
Rechazo toda clase de ídolos en mi hogar: Comida, bebida, títulos, tierras,
joyas, medios de transporte, animales y toda clase de posesiones.
Conscientemente hago hoy una santa elección para mi árbol genealógico:
Servir sólo al Dios vivo, porque “Yo y mi casa serviremos al Señor” (Jos 24,15).

Así pues, te ruego ahora que las aguas de mi Bautismo fluyan a través
de todas las generaciones pasadas, a través de mi árbol genealógico. Deja
que cada generación fluya tu Preciosa Sangre, limpiando, sanando y dando
vida.

Que tu Sangre, Jesús, derramada en la Cruz, fluya a través de padres e


hijos hasta la duodécima generación, tocando y sanando íntegramente porque
“Es mi Sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de
los pecados” (Mt 26,28). Pon tu Cruz entre mi persona y cada generación de
mis antepasados y rompe la transferencia de las fuerzas maléficas opresoras
de la vida que obran contra mí, en mí o a través de mí.
✓ Señor Jesucristo, rompe también todos los patrones de INFELICIDAD
MATRIMONIAL de mi árbol genealógico.

Rechaza en mi familia todo maltrato conyugal y todas las expresiones de


desamor en el matrimonio. Pon fin a toda transmisión codificada que impida
las relaciones duraderas. Para, Señor, todo odio, deseo de muerte, intenciones
o deseos malos en las relaciones matrimoniales. Acaba con toda transmisión
de violencia, venganza y rencor, con todo comportamiento negativo, infidelidad
y decepción. En el Nombre Santo de Jesús renuncio a toda tensión familiar,
separación, divorcio y falta de sensibilidad. Rompe, Jesús, las ataduras que
conducen al fracaso matrimonial y todo sentimiento vacío y frustración.

Señor mío y Dios mío, perdona a mis familiares por todas las formas en
que han deshonrado el sacramento del Matrimonio. Haz que en mi familia haya
muchos matrimonios bien avenidos, llenos de fe, fidelidad y cariño, y un amor
que “Las aguas caudalosas no podrán apagar, ni anegarlo los ríos” (Cant 8,7).

Por fin ahora, Señor, a todos los caminos que en mi familia hayan estado
surcados de pecado sexual, desórdenes de la personalidad y traumas y
desviaciones sexuales.

Sana cualesquiera tendencias de exhibición indecente, de violación,


fornicación, acoso y agresión, incesto, sodomía, onanismo, lesbianismo y
perversión, y aleja de nosotros toda prostitución, bestialidad, masoquismo,
sadismo, ninfomanía, y toda clase de actos lujuriosos. Ordena a cada demonio
que esté ligado a tales actos que marche lejos de mí y de los míos para nunca
más volver. Envíanos a tu Espíritu Santo para romper las cadenas de estos
vínculos malignos.

Perdona, Señor, nuestros pecados y trae salud sexual e integridad donde


había enfermedad. Haz que todo mi linaje tenga una sexualidad sana, “que
cada uno trate su cuerpo con santidad y respeto” (1 Tes 4,4) y que cada
expresión sexual sea en ellos siempre pura, recta y agradable a ti.
Mi Señor y mi Dios, te bendigo, te adoro, te alabo. Gracias por mostrarnos tu
Luz, tu Pureza y tus Bendiciones en esta dimensión de mi genealogía.

✓ Señor Jesús, rompe y disuelve ahora todos los lazos que en mi linaje
hirieron a los NIÑOS, en las formas más variadas; embarazos perdidos,
embarazos no deseados, abortos voluntarios, bebés no bienvenidos ni
agradecidos o la concepción fuera del matrimonio. Tú amas, Señor, la
ingenuidad de la infancia: “Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a Mí;
de los que son como ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 19,14). Por eso
rechazo todo lo que no es valorar la vida como un don y un regalo de tu Amor.

Digo “No” a las gestaciones contra el orden natural de tu creación y a los


partos anormales y repudio todas las manipulaciones satánicas en este campo.
RENUNCIO a los hábitos de destrucción, de abandono y secuestro de niños,
físico o emocional. Señor mío y Dios mío, te pido perdón por todas las formas
en que mis antepasados dañaron a los niños, y te ruego que sanes sus heridas.
Haz que las personas de mi linaje amen a sus hijos, los eduquen en el amor
hacia ti y de ti aprendan qué es ser amado profundamente.

✓ Jesús, con el poder de tu Preciosísima Sangre rompe todos los lazos de


ENFERMEDAD MENTAL y locura que puedan estar codificados en mi
genealogía ancestral. Rompe todo obrar anormal o antisocial de paranoias,
patrones pasivos o agresivos, esquizofrenias, desórdenes de la personalidad,
tics nerviosos y rarezas. Rompe toda la rigidez e inflexibilidad del
perfeccionismo obsesivo y los patrones maniaco – depresivos. Interrumpe,
Señor, toda herida y represión de la masculinidad y acaba con las formas
generacionales de opresión y daño al espíritu femenino. Sella, además los
caminos escondidos de autodestrucción que se hayan dado en mis ancestros,
y llena estos campos con tu perdón y tu paz.
Mi Señor y mi Dios, te ruego que en mi linaje imprimas la salud mental en
su integridad. Haz que cada uno ponga su corazón en Cristo transformándose
“Por la renovación de su mente” (Rom 12,2). Dales también equilibrio
emocional e inteligencia clara. Destruye todas las efigies y modelos oscuros
de pesadez emotiva y espiritual, de incapacidad para jugar y expresar alegría
al experimentar la dimensión lúdica de tu creación. Para todo mi linaje te pido,
Jesús, un espíritu risueño y alegre. Gracias, Señor, por tu Amor.

✓ Señor Jesús, disuelve y acaba con toda clase de MIEDOS en mi árbol


genealógico, miedos de rechazo y miedos de fracaso. Digo “No” a los miedos
al agua, a las alturas, a salir del hogar, a los viajes, a los lugares cerrados y a
espacios abiertos, a hablar en público, a los éxitos y a los fracasos, a la gente,
hombres y mujeres, al dolor y a la muerte, a Dios. Instruye a los míos de todas
las generaciones, Señor, en esta verdad: En el amor no hay temor, pues el
amor perfecto arroja fuera el temor (I Jn 4,18). Deja, pues, que tu amor perfecto
abrace mi genealogía familiar y que todo recuerdo de temor desaparezca.

Toma, Señor, la espada del Espíritu Santo y anula los efectos de hábitos
incorregibles. Pon fin a todas las formas de ADICCIÓN a la bebida, al juego, a
la comida, al abuso de fármacos, a comprar compulsivamente y a hablar de
manera inmoderada. Rompe todas las tendencias al derroche y a la
acumulación de talentos y recursos, así como a la mezquindad y al robo. Pon
tu Piedad, Gracia y Generosidad, Señor Jesús, perdona y libera a mi familia
de todos estos hábitos incorregibles, ya que has sido enviado “Para curar los
corazones desgarrados, proclamar la amnistía a los cautivos, y a los
prisioneros la libertad” (Is 61,1).

✓ Señor Jesús, ordena que cese todo género de ENFERMEDADES de mi


código genético. Toma la espada del Espíritu Santo y corta los vínculos donde
existan raíces maléficas en enfermedades del corazón, de la sangre, los
riñones, el hígado, páncreas, sistema digestivo, úlceras y tendencias a la
formación de tumores y cáncer; también en las enfermedades relacionadas
con la comida, como anorexia, bulimia, obesidad o peso muy bajo. Neutraliza
todos los tipos de enfermedades propias de la mujer: Alteraciones
menstruales, hormonales, esterilidad, y frigidez sexual. Rompe los vínculos
maléficos con todos los problemas sexuales masculinos: Impotencia,
problemas de próstata y enfermedades de transmisión sexual. Acaba también
con las deformidades físicas, las enfermedades raras, las inmunodeficiencias,
los problemas de oído, los ojos delicados, la mala dentadura y los pies planos.
Sana toda clase de migrañas, retraso mental, convulsiones, problemas
pulmonares y respiratorios, alergias, artritis, neumatismo, enfermedades de la
piel o de los huesos. Extirpa toda clase de traumas físicos transmitidos en las
generaciones de mis ancestros y corta su conexión con las raíces maléficas
de todas las enfermedades físicas y debilidades inexplicables, donde las
hubiera.

Señor Jesús, líbrame de los efectos de esta clase de enfermedades, si


han quedado grabadas en el linaje de mis antepasados, y pon fin a su
propagación. Perdona a quienes en mi familia eligieron la autocompasión y la
enfermedad para evitar los retos de la vida porque, cuantos se acercaron a ti
en esta tierra, “Los que tocaban al menos la orla de su manto se curaban” (Mc
6,53). Haz, Señor, que el entusiasmo por “elegir la vida” en tus Manos fluya
como un río a través de mi genealogía.

✓ Señor Jesús, con la fuerza de tu Poder me enfrento ahora al maligno y


rechazo todo el DAÑO HECHO mediante estafas, chantajes, explotaciones,
torturas y extorsiones, obrados en mi árbol genealógico. Y cierro la puerta al
daño hecho mediante toda clase de crímenes, corrupciones y brutalidades. Por
el Nombre Santo de Jesús cesen ahora todos ellos y sus efectos, cortando
además las ligaduras de venganza, violencias y perjuicios causados por la
malicia, pues es verdad que deseamos actuar bien en todo (Heb 13,18).
Con el poder del Espíritu Santo pongo fin a todas las respuestas de ODIO
enraizadas en mis ancestros: odio a otros, odio racial, odio a uno mismo, odio
a Dios, y todo fanatismo pseudorreligioso. ¡Señor Jesús, perdona nuestros
pecados! Haz que mi árbol genealógico esté poblado por hombres y mujeres
llenos de amor y haz que en ellos sea fecunda tu vida de gracia para que sean
sanadores y donantes de vida al cumplir tu Voluntad: Mi Mandamiento en éste:
que os améis unos a otros como Yo os he amado (Jn 15,12).

✓ Ahora te ruego, Señor, por todos aquellos que en mi genealogía han


MUERTO en edad temprana, por quienes no fueron amados, o no tuvieron
funerales adecuados, ni oraciones, ni un entierro propio del amor cristiano. A
tus manos entrego a los que padecieron muertes muy dolorosas de larga y
dura agonía, muertes violentas por arma blanca o de fuego, por
envenenamiento, por animales o en acciones de guerra, por explosiones,
accidentes o suicidios y a los que perecieron ahogados o ahorcados. Pongo
ante ti, Señor, a todos mis antepasados que murieron de forma inexplicable y
misteriosa. Haz que cese ahora la transmisión de esas tendencias a muertes
horribles y fuera de lo ordinario.

Señor Jesús, haz que la ternura de tu Amor Misericordioso, que perdona,


sana y consuela, les alcance a todos ellos. Y desde ahora, Señor, haz que mi
linaje tenga sólo muertes dulces y amables: ¡Que nadie muera sin haberte
conocido personalmente! Haz que experimenten un tránsito cristiano de la
muerte a la vida porque “Él que está vivo y cree en Mí, no morirá para siempre”
(Jn 11, 26)

Ahora te pido, Señor Jesús, que pongas fin a toda clase de RUPTURAS
en mi genealogía. “Qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos” (Sal
133,1). Con tu autoridad cierra y rompe las rutas de separación en la familia y
de alejamiento de la religión verdadera. Pon barreras a aquellos, niños,
jóvenes, padres y adultos, que intenten o intentaron abandonar el hogar, y a
cuantos escapan para casarse a escondidas, o huyen para alistarse en grupos
armados, bandas asociaciones nefandas, o para unirse a sectas
pseudorreligiosas. Disuelve las raíces maléficas de todo aislamiento familiar,
de las fugas o huidas que rompen la unidad familiar. Y por eso te ruego, Señor,
que abraces mi árbol genealógico con tu Corazón que perdona y ama, Haz que
todos estemos unidos. Permite que seamos personas abiertas y capaces de
tratarnos con cariño entrañable.

✓ Señor Jesús, cura ahora todas las INJUSTICIAS de mis antepasados. Y,


con la fuerza de tu Preciosa Sangre, sella todos los canales genéticos de
depravación, de sometimiento, pobreza, estrechez económica, esclavitud,
crimen, y represión de cualquier clase, asentados en los míos por las fuerzas
maléficas. Remedia toda injusticia social y política, todo rechazo social. Corta
todos los vínculos con la brutalidad y el rechazo de personas, con la
marginación de los desamparados y sin hogar. Ayúdanos a oponernos a los
sufrimientos por las condiciones de vida infrahumanas, a los climas e inviernos
duros de origen maléfico y a sus patrones de hambres, abandonos, traiciones
y vergüenzas públicas.

Señor mío y Dios mío, con el óleo suave de tu Espíritu Santo sana todo
recuerdo de dolor infrahumano en mis antepasados y perdona cuantos fueron
causa de sus daños.
Haz que todo mi linaje conozca tu santa ley de justicia y amor porque tu deseo
es que seamos felices en este mundo, abandonados en las manos de tu
amorosa Providencia, y por toda la eternidad. Conozco, Señor, lo que Tú
exiges de nosotros: “Practicar el derecho, amar la bondad y caminar
humildemente con tu Dios” (Miq 6,8).

✓ Mi Señor y mi Dios, “me has tejido en el seno materno. Te doy gracias


porque me has plasmado portentosamente, porque son admirables tus obras:
Mi alma reconoce agradecida” (Sal 139, 13-14). Por eso renuncio a toda queja
por las DIFERENCIAS grabadas en mi herencia genealógica y te pido que
asumas la autoridad sobre todos sus efectos: Color de los ojos, de la piel,
tamaño del cuerpo, talentos naturales, raza, idioma, cultura. Corta así la
transmisión del sufrimiento generado en mis ancestros por las diferencias: Por
aquellos que se sintieron feos, raros o se lamentaron por sus defectos físicos
visibles, deformidades y retrasos, si éstos fueron el lazo para la acción
insidiosa de los espíritus malignos.

Anula, Señor, todos los patrones de sufrimiento interminable, incluidas


las tendencias de sufrir sin porqués y el deseo inconsciente de fracasos.
Rompe los lazos con el sentimiento de inutilidad, de indignidad y de
desesperanza, así como el desarraigo y aislamiento. Corta todas las raíces de
la desesperación e indignidad, de los traumas emocionales y las parálisis. Digo
“No” al rechazo, al desamor, a la amargura, al resentimiento, a la negatividad,
a las omisiones de perdón y a los caminos del mal, cuando éstos fueron
transitados por los míos. “Mi boca contará tu justicia, y todo el día de tu
salvación” (Sal 71,15). Y por eso, en tu Santo Nombre y con tu Poder, levanto
mi voz para pedirte que cortes la transmisión de los lazos que dificultan o
impiden la comunicación, potencian el tartamudeo o los defectos en el habla.
Y me opongo a todos los modos de herir a otros verbalmente, a la mentira, la
calumnia, la injuria, el rumor, el chisme, y a toda blasfema, maldad y traición
con la lengua.

Señor Jesús, te ruego que quites de mi mente todo pensamiento obsesivo


sanando toda clase de vergüenza, dolor o pena, por todos los pecados en mi
genealogía. Y te pido que cese hoy la transmisión generacional de defectos y
lesiones maléficos. Perdona a cuantos fueron causa de nuestros daños. ¡Que
tu Amor a todos mis ancestros nos sane plenamente! Y, como ahora “Ya toca
el hacha la raíz de los árboles” (Lc 3,9), te ruego que el soplo de tu Santo
Espíritu perdone los pecados en todas mis generaciones. Gracias, Señor, por
tu bondad. Gracias por tocar, sanar y hacerme nuevo, en tu Nombre, Señor
Jesús.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.

ORACIÓN DE SANACIÓN INTERGENERACIONAL

Esta oración es recomendable una vez por semana, tanto a aquellos que han
realizado el anterior proceso de sanación intergeneracional, como para la
protección de las personas que colaboran o ayudan en el ministerio de
sanación o liberación, a fin de que su acción resulte eficaz y no les sucedan
daños maléficos a ellos mismos.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

✓ Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios único, inmenso,


eterno y omnipotente, que inhabitáis en nosotros, os alabo, bendigo y proclamo
como el único Dios y Señor de mi familia, y os DOY GRACIAS por todos los
dones que han llegado hasta mí a través de mis ancestros.

Padre Eterno, me abandono a tu Poder, a tu Misericordia, a tu Amor, y


pongo en tus Manos amorosas a todos mis antepasados, para que derrames
sobre ellos y sobre mí la gracia de tu Paz. Te PIDO PERDÓN por sus pecados
y por los míos propios. Renuncio a las malas obras a las que se apegaron las
generaciones de mi origen. Te ruego y te pido perdón por cuántos de ellos aún
penan en el purgatorio. Y, acogiendo tu perdón, te ruego que rompas las
cadenas y ataduras tejidas por el maligno en ellos y en mí, para que mis hijos
no las hereden.
Señor Jesús, por tu Preciosísima Sangre derramada en la Cruz te ruego,
Señor, que ROMPAS todas las ataduras causadas por nuestras omisiones de
perdón a otros, por las obras injustas, robos, atracos, estafas, suicidios,
muertes violentas, trágicas y en las guerras. PERDONA los pecados de
desviaciones sexuales, lesbianismo, sodomía, bestialidad y masoquismo,
onanismo, violaciones y todo género de abusos en este campo. Perdona los
pecados de aborto, de las heridas a los hijos, de los divorcios y separaciones,
de la infidelidad y del engendramiento fuera del matrimonio. Perdona los
pecados del abandono de los padres en la vejez y la necesidad, y de haber
impedido a nuestros moribundos el acceso a los sacramentos y a las exequias
cristianas. Perdona, en fin, a todos mis antepasados los pecados de
satanismo, brujería, espiritismo, magia, masonería, tabla Ouija, y acciones de
las sectas de Nueva Era, y toda convivencia con las prácticas del espiritismo o
del ocultismo.

✓ Espíritu de luz y de sabiduría, danos el DISCERNIMIENTO y el don de


ciencia que nos permite conocer las situaciones de nuestras generaciones
pasadas que aún pueden afectar o siguen afectando a nuestra vida personal.
Y, en nombre de toda mi estirpe genealógica, te ruego que SANES toda herida
que abre puertas a la acción de los espíritus maléficos por las que buscan
hacernos daño material o espiritualmente. ¡Que tu Gracia fluya en nosotros de
continúo vivificando nuestro existir en la Trinidad Santísima por toda la
eternidad!

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


CASTELLANO

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

LETANÍAS de TODOS los SANTOS

Señor, ten piedad de nosotros.


Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos,
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros,
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros,
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santa María,
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
San Miguel Arcángel ruega por nosotros.
San Gabriel Arcángel
San Rafael Arcángel

Todos los santos ángeles de Dios rogad por nosotros.


Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados

San Juan Bautista,


San José, ruega por nosotros.

Todos los santos patriarcas y profetas, rogad por nosotros.

San Pedro, ruega por nosotros.


San Pablo,
San Andrés,
San Juan,
Santo Tomás,
Santiago, ruega por nosotros.
San Felipe,
San Bartolomé,
San Mateo,
San Simón,
San Matías,
San Bernabé,
San Lucas, ruega por nosotros.
San Marcos,

Todos los Santos y apóstoles y evangelistas,


Todos los Santos discípulos del Señor, rogad por nosotros.
Todos los Santos inocentes,

San Estéban,
San Lorenzo, ruega por nosotros.
San Vicente,

San Fabián y San Sebastián, rogad por nosotros.


San Juan y San Pablo,
San Cosme y San Damián,
San Gervasio y San Protasio,
Todos los santos mártires

San Silvestre, ruega por nosotros.


San Gregorio,
San Ambrosio,
San Agustín,
San Jerónimo,
San Martín, ruega por nosotros.
San Nicolás,

Todos los santos obispos y confesores, rogad por nosotros.


Todos los santos doctores,

San Antonio, ruega por nosotros.


San Benito,
San Bernardo,
Santo Domingo,
San Francisco,

Todos los santos sacerdotes y levitas, rogad por nosotros.


Todos los santos monjes y ermitaños,

Santa María Magdalena, ruega por nosotros.


Santa Águeda,
Santa Lucía,
Santa Inés,
Santa Cecilia,
Santa Catalina,
Santa Anastasia,

Todas las santas vírgenes y viudas, rogad por nosotros.


Todos los santos y santas de Dios,

Muéstratenos propicio Perdónanos, Señor.


Muéstratenos propicio Escúchanos, Señor.

De todo mal, Líbranos, Señor.


De todo pecado,
De tu ira,
De la muerte súbita e imprevista,
De las asechanzas del demonio,
De la cólera, del odio y de toda mala intención,
Del espíritu de fornicación,
Del rayo y de la tempestad, Líbranos, Señor.
Del azote de los terremotos,
De la peste, del hambre y de la guerra,
De la muerte eterna,
Por el misterio de tu santa encarnación,
Por tu venida,
Por tu natividad, Líbranos, Señor.
Por tu bautismo y santo ayuno,
Por tu cruz y tu pasión,
Por tu muerte y sepultura,
Por tu santa resurrección, Líbranos, Señor.
Por tu admirable ascensión,
Por la venida del Espíritu Santo, nuestro Consolador,
En el día del juicio,
Nosotros, pecadores, te rogamos
Que nos oigas,
Que nos perdones,
Que nos seas indulgente,
Que te dignes conducirnos a verdadera penitencia,
Que te dignes regir y gobernar tu santa Iglesia,
Que te dignes conservar en tu santa religión a la jerarquía,
Que te dignes abatir a los enemigos de la santa Iglesia,
Que te dignes conceder a los reyes y príncipes cristianos la paz y
la verdadera concordia.
Que te dignes conceder la paz y la unión a todo el pueblo cristiano,
Que te dignes devolver la unidad de la Iglesia a los que viven en
el error, y traer la luz del Evangelio a todos los infieles,
Que te dignes fortalecernos y conservarnos en tu santo servicio,
Que levantes nuestro espíritu al deseo de las cosas celestiales,
Que concedas a todos nuestros bienhechores la recompensa de
los bienes eternos,
Que libres nuestras almas, las de nuestros hermanos, parientes y
bienhechores, de la condenación eterna,
Que te dignes darnos y conservar las cosechas de la tierra,
Que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles
difuntos,
Que te dignes escucharnos, Hijo de Dios

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,


Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos,
Cristo, escúchanos,
Cristo, ten piedad de nosotros,
Señor, ten piedad de nosotros.

Padrenuestro.

No recuerdes, Señor, nuestros delitos o los de nuestros padres, y


no tomes venganza de nuestros pecados.

Padrenuestro en secreto hasta…


V. “Y no nos dejes caer en la tentación. R. Y líbranos del mal.

Salmo 53

Sálvame, ¡oh Dios!, por tu nombre, y con tu poderío aboga por


mi causa. Escucha, ¡oh Dios!, mi plegaria, da oído a las palabras de
mi boca.
Pues soberbios contra mí se han alzado y gentes violentas
atentan a mi vida, sin que tengan presente ante sí a Dios.
He aquí que Dios es mi auxiliador; el Señor está entre quienes
me sostienen. Vuelve el mal hacia mis adversarios, por tu fidelidad
destrúyelos. Te ofreceré espontáneo sacrificio, celebraré tu nombre,
oh Yahveh, porque es bueno; porque de toda angustia me ha librado,
y en mis enemigos se han fijado gozosos mis ojos.
(han contemplado su derrota)

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,


como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.

Salva a tu siervo … Dios mío, que espera en Ti.


Sé para él, Señor, fortaleza contra el enemigo.
Que el enemigo no obtenga nada en él (ella), y que el hijo de la
iniquidad no consiga dañarlo.
Envíale, Señor, auxilio desde tu santa morada. Y protégelo (la)
desde Sión.
Señor, escucha mi oración. Y llegue hasta ti mi clamor.
El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu.
Oración. Or1

Oremos. Oh Dios que te complaces en la misericordia y el perdón:


acoge nuestras peticiones y que tu infinita misericordia libere por tu
piedad a este hijo tuyo (tuya) que está apresado (a) por los pecados.

Oración. Or2

Señor Santo, Padre omnipotente, eterno Dios, Padre de nuestro


Señor Jesucristo, que arrojaste a las llamas de la gehena a aquel tirano
rebelde y apóstata, y que enviaste a tu Unigénito a este mundo, para
destruir al león rugiente: atiende presto, apresúrate, para arrebatar al
hombre creado a tu imagen y semejanza, de la ruina y del demonio
meridiano. Señor, infunde tu terror sobre la bestia que extermina tu
viña. Da confianza a tus siervos para luchar enérgicamente contra el
funestísimo dragón, a fin de que no desprecie a los que esperan en Ti;
y para que no diga, como en el Faraón, quien entonces dijo: no
conozco a Dios, ni dejo marchar a Israel. Tu diestra potente le urja a
salir de tu hijo (a) N. +, para que no presuma tener cautivo (a) más
tiempo a quien dignaste hacer a tu imagen, y a quien redimiste en tu
Hijo; que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.

Después ordena al demonio de este modo:


OrP

Te ordeno, cualquiera que seas, espíritu inmundo, y a todos tus


compañeros que asedian a este (a) hijo (a) de Dios, que por los
misterios de la Encarnación, Pasión, Resurrección, y Ascensión de
nuestro Señor Jesucristo, por el envío del Espíritu Santo, y por la
venida del mismo Señor nuestro para juzgarnos, me digas tu nombre,
día y hora de tu salida, con alguna señal; y que me obedezcas
enteramente en todo a mí, ministro de Dios, aunque indigno; y que no
dañes en modo alguno a esta criatura de Dios, o a los presentes, ni a
los bienes suyos.

Después se lee sobre el poseído estos Evangelios, o al menos


uno:

Lectura del santo Evangelio según San Juan (Marcos, Lucas)


Diciendo esto, se signa él y al poseído en la frente, boca y pecho.
(Jn 1, 1-14; Mc 16, 15-18; Lc 10, 17-20; Lc 11, 14-22)

Prólogo del Evangelio según san Juan 1- 14

Al principio existía la Palabra, y la Palabra existía con Dios, y la


palabra era Dios. Ella existía al principio con Dios. Todo se hizo por
medio de ella, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En ella
estaba la Vida, y la Vida era la Luz de los hombres. Y la Luz brilla en
la oscuridad, y la oscuridad no la ha sofocado.

Hubo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. Este
llegó para dar testimonio, para testificar en favor de la Luz, para que
todos creyesen por medio de él. Este no era la Luz, sino para testificar
en favor de la Luz.

Existía la Luz verdadera, que ilumina a todo hombre al venir al


mundo. En el mundo estaba, y el mundo se hizo por medio de ella, pero
el mundo no la conoció. Llegó a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la aceptaron, a los que creen en su nombre, les dio
poder ser hijo de Dios, que no nacieron de la sangre, ni de deseo de la
carne, ni de deseo del varón, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros; y vimos su esplendor, un esplendor como de
Hijo Único que procede del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

Señor, escucha mi oración. Y llegue hasta ti mi clamor.


El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu.

Or 3

Oremos. Omnipotente Señor Jesucristo, Palabra de Dios Padre,


Dios y Señor de toda criatura, que diste a tus santos Apóstoles poder
de pisotear serpientes y escorpiones: Tú que entre tus diversas obras
admirables te has dignado ordenar: Ahuyentad los demonios. Tú por
cuyo poder, expulsado Satanás, cayó desde el cielo como un
relámpago: con temor y temblor humildemente suplico a tu santo
nombre, que a mí, muy indigno siervo tuyo, perdonado de todos mis
pecados, me concedas fe constante y poder para que fortalecido por
el poder de tu Santo brazo, me enfrente con seguridad a este cruel
demonio. Por medio de ti, Jesucristo, Señor Dios nuestro, que has de
venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo mediante el fuego.
Amén.

Después, protegiéndose él y el poseído con la señal de la cruz,


impone la parte extrema de la estola en su cuello, y puesta su mano
derecha en su cabeza, con firmeza y con gran fe dice éstas (oraciones)
que siguen.
Esta es la cruz del Señor, huid cuantos os oponéis a ella.
Venció el león de la tribu de Judá, de la estirpe de David.
Señor, escucha mi oración. Y llegue hasta ti mi clamor.
El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu.

Oración (Or A)

Oremos. Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, invoco tu


santo nombre, y pido humildemente tu clemencia, para que te dignes
darme auxilio contra éste y contra todo espíritu inmundo, que
atormenta a esta hechura tuya. Por el mismo Señor. Amén.

Exorcismo (Ex A)

Te exorcizo, espíritu inmundísimo, toda incursión del adversario,


toda imagen, toda legión, en nombre de nuestro Señor Jesu + cristo,
que te desarraigues y apartes de esta criatura de Dios. + te lo ordena
el mismo Cristo, que desde lo alto del cielo te arrojó a las profundidades
de la tierra. Te lo ordena el mismo Cristo, que ordenó al mar, al viento
y a las tempestades. Escucha, pues, y teme, Satanás, enemigo de la
fe, adversario del género humano, que produces la muerte, ladrón de
la vida, pervertidor de la justicia, raíz del mal, fermento de los vicios,
seductor de los hombres, traidor de los pueblos, incitador a la envidia,
origen de la avaricia, causa de la discordia, causante del dolor: ¿por
qué permaneces y resistes, sabiendo que Cristo, el Señor, arruina tus
caminos? Teme a Aquél, que fue inmolado en Isaac, vendido como
esclavo en José, sacrificado en el cordero, crucificado en el hombre y,
finalmente vencedor del infierno.

Las siguientes cruces se hacen en la frente del obseso.

Aléjate, pues, en el nombre del Padre +, y del Hijo +, y del Espíritu


+ Santo: cede el puesto al Espíritu Santo, por esta señal de la santa +
Cruz de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con el Padre en la
unidad del mismo Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

Señor, escucha mi oración. Y llegue hasta ti mi clamor.


El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu.

Oración (Or B)

Oh Dios, creador y defensor del género humano, vuelve tu mirada


sobre este hijo tuyo (esta hija tuya) que creaste a tu imagen N.: los
espíritus inmundos lo asaltan con engaños, el antiguo adversario, el
antiguo enemigo de la Tierra, lo (la) envuelve con un horror de espanto,
y engaña las facultades de su mente humana; lo turba con terror, y lo
atormenta con el miedo de un agitado temor. Aparta, Señor, el poder
del diablo, y aleja sus falaces asechanzas; huya lejos el impío tentador;
sea protegido (a) tu hijo (a) con la señal + (en la frente) de tu Nombre,
y defendido en el alma y en el cuerpo. (Las tres cruces siguientes se
hacen en el pecho del poseso). Guarda tú el interior de este pecho +.
Guía sus deseos +. Confirma + su corazón. Que desaparezcan en el
alma las tentaciones del poder enemigo. Concede, Señor, la gracia,
por la invocación de tu santísimo Nombre, para que, el que hasta ahora
aterraba, huya espantado, y se aleje vencido; y para que este (a) hijo
(a) tuyo (a) pueda ofrecerte la servidumbre debida, fortalecido en el
corazón y puro de espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo que
contigo vive y reina y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Exorcismo (Ex B)

Te conjuro, serpiente antigua, por el juez de vivos y muertos, por


tu Creador, por el Creador del mundo, por Aquél que tiene poder de
arrojarte a la gehena, que te apartes pronto con temor, y con el ejército
de tu furor de este hijo (a) de Dios N., que recurre al seno de la Iglesia.
Te conjuro de nuevo + (en la frente), no con mi debilidad, sino con el
poder del Espíritu Santo, que salgas de este hijo (a) de Dios N., que
Dios omnipotente creó a su imagen. Ríndete, pues, ríndete no a mí,
sino al ministro de Cristo. Porque te urge el poder de Aquél que te puso
bajo el yugo de su Cruz. Teme al brazo de Aquél, que vencidos los
gemidos del Infierno, condujo las almas a la luz. El cuerpo del hombre
sea para ti terror + (en el pecho), y la imagen de Dios sea para ti
espanto + (en la frente). No resistas, ni retrases salir del hombre donde
estás, ya que Cristo se ha complacido en habitar en el hombre. Y no
me consideres insignificante, en tanto que conoces que soy demasiado
pecador. Te lo ordena Dios. + Te lo ordena la majestad de Cristo +. Te
lo ordena Dios Padre +, te lo ordena Dios Hijo +, te lo ordena Dios
Espíritu + Santo. Te lo ordena la fe de los santos Apóstoles Pedro y
Pablo, y la de los demás Santos +. Te lo ordena la sangre de los
Mártires +. Te lo ordena la continencia de los Confesores +. Te lo
ordena la piadosa intercesión de todos los Santos y Santas +.

Te lo ordena el poder de los sacramentos de la fe cristiana. + Vete


transgresor. Vete, embustero, rebosante de todo tipo de mentira y
maldad, enemigo de la virtud, perseguidor de los inocentes. Deja lugar,
cruelísimo; deja lugar, impiísimo: deja lugar a Cristo, en quien nada
encontraste de tus obras; que te desarmó, que destruyó tu reino; que
te encadenó vencido, y se llevó tu ajuar; que te arrojó a las tinieblas
exteriores, donde estará preparada la muerte para ti con tus ministros.
¿Pero por qué resistes cruelmente? ¿Por qué temerariamente
rehúyes? Eres reo para Dios omnipotente, cuyos decretos has
transgredido. Eres reo para su Hijo Jesucristo nuestro Señor, al que te
atreviste a tentar, y presumiste crucificar. Eres reo para el género
humano, al que ofreciste veneno de muerte con tus persuasiones. Te
conjuro, pues, dragón funestísimo, en el nombre del Cordero + sin
mancha, que caminó sobre el áspid y la víbora, que pisoteó al león y al
dragón, que te alejes de esta persona + (se hace la señal de la cruz en
la frente), que te apartes de la Iglesia de Dios + (se hace la señal de la
cruz sobre los presentes) estremécete, y huye, habiendo sido invocado
el nombre del Señor, ante quien tiemblan los infiernos; al que están
sometidos los ejércitos celestiales, las Potestades y Dominaciones; a
quien los Querubines y Serafines alaban diciendo sin cesar: Santo,
Santo, Santo, Señor Dios del Universo.

Te lo ordena el Verbo + hecho carne. Te lo ordena el nacido + de


la Virgen. Te lo ordena Jesús + Nazareno, que, como menospreciaras
a los discípulos suyos, te ordenó salir triturado y humillado del hombre;
donde estabas presente; al haberte separado del hombre, no
presumías entrar en la piara de cerdos. Apártate, pues, ahora
conjurado en su nombre + de esta persona, que Él mismo modeló. Es
duro para ti querer resistir. + Duro es para ti dar coces contra el aguijón.
+ Porque cuanto más tardes en salir, tanto más aumenta para ti el
suplicio, porque no desprecias a los hombres, sino a Aquél que es
Señor de vivos y muertos, que ha de venir a juzgar a vivos y muertos,
y al mundo mediante el fuego. Amén.

Señor, escucha mi oración. Y llegue hasta ti mi clamor.


El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu.

Oración (Or C)

Oremos. Dios del Cielo, Dios de la Tierra, Dios de los Ángeles,


Dios de los Arcángeles, Dios de los profetas, Dios de los Apóstoles,
Dios de los Mártires, Dios de las Vírgenes. Oh Dios, que tienes el poder
de dar la vida después de la muerte, descanso tras la fatiga, porque no
existe otro Dios fuera de Ti, ni puede haberlo si no eres Tú, Creador
del Cielo y la Tierra, que eres verdadero Rey, y cuyo Reino no tendrá
fin: humildemente de tu divina Majestad suplico, que libres a este hijo
(a) tuyo (a) de los espíritus inmundos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Exorcismo (Ex C)

Te conjuro, pues, todo espíritu inmundísimo, toda imagen, toda


incursión de Satanás, en el nombre de Jesucristo + Nazareno, el cual
después del bautismo de Juan fue llevado al desierto, y te venció en
tus moradas, para que dejes de atacar a quien Él formó del polvo del
suelo para honor de su gloria, y para que temas, no la humana
fragilidad en el hombre miserable, sino la imagen de Dios omnipotente.
Aléjate por el Dios + que te sumergió en el abismo, a ti y tu malicia, en
el Faraón y en el ejército suyo, por medio de Moisés su siervo. Aléjate
por el Dios +, que por su fidelísimo siervo David maltratado del rey Saúl
te ahuyentó con cánticos espirituales. Aléjate por el Dios +, que te
declaró culpable en Judas Iscariote el traidor. Porque Él te hiere con
divinos + azotes, en cuya presencia con tus legiones dijiste temblando
y clamando: ¿Qué hay entre nosotros y tú, Jesús, Hijo de Dios
altísimo? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes de tiempo?

Te lo ordena Aquél que por las perpetuas llamas ha de decir a los


impíos al fin de los tiempos: apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno
preparado para el Diablo y sus ángeles. En efecto, para ti, impío, y para
tus ángeles existirán gusanos, que nunca morirán. Para ti y tus ángeles
está preparado un fuego inextinguible, porque tú eres el príncipe de la
maldición del homicidio, tú el autor del incesto, tú la cabeza de los
sacrilegios, tú el maestro de las acciones pésimas, tú el doctor de los
herejes, tú el inventor de todas las osbcenidades. Sal, pues +, impío,
sal +, criminal, sal con toda tu maldad, porque Dios ha querido que el
hombre sea su templo. Pero, ¿para qué moras aquí más tiempo?
Honra a Dios Padre +, omnipotente, ante quien se dobla toda rodilla.
Deja lugar al Señor Jesucristo +, el cual derramó en favor del hombre
su sacratísima sangre. Cede el puesto al Espíritu + Santo, que por
medio de su bienaventurado Apóstol Pedro te hizo caer
manifiestamente en Simón el mago; que condenó tu engaño en
Ananías y Safira; que te hirió en el rey Herodes, el cual no adoró a
Dios; que te arruinó en el mago Elimas por medio del Apóstol San
Pablo con las tinieblas de la ceguera, y por él te ordenó salir de la
Pitonisa ejerciendo la autoridad con la palabra. Aléjate, pues, ahora +,
aléjate +, embustero. El desierto es lugar para ti. Para ti la serpiente es
tu sede; humíllate y échate por tierra. Ya no hay tiempo, pues se
aproxima pronto el Señor dominador, y el fuego arderá ante él mismo,
y tanto precederá como incendiará alrededor a los enemigos suyos. Si
en verdad engañas al hombre, no podrás reírte de Dios. Te expulsa
Aquél ante cuyos ojos nada está oculto. Te arroja Aquél bajo cuya
potestad están sometidas todas las cosas. Te aleja Aquél que ha
preparado para ti y tus ángeles la eterna gehenna; de cuya boca saldrá
una espada afilada, que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, y al
mundo mediante el fuego. Amén.
Dichas todas estas oraciones, en la medida que haya sido
necesario, pueden ser repetidas, hasta que el poseído sea liberado
completamente.

Ayudará muchísimo repetir a menudo sobre el poseído


Padrenuestro, Avemaría y Credo, y decir devotamente estas cosas,
que más abajo se señalan:

Cántico Magnificat, al final Gloria al Padre…


Cántico Benedictus, al final Gloria al Padre…
Símbolo Atanasiano.
Salmos 90, 67, 69, 53, 117, 34, 30, 21, 3, 10, 12.

Oración después de la Liberación

Te rogamos, Dios omnipotente, que el espíritu del mal no vuelva


nunca a tener poder sobre este (a) hijo (a) Tuyo (a), sino que huya y
no regrese; Señor, ordena que entre en él (ella), la bondad y la paz de
nuestro Señor Jesucristo, por quien fuimos redimidos, y no temamos
al mal, porque el Señor están con nosotros. Él que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
LATÍN

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

LITANIA OMNIUM SANCTORUM

Kyrie, eleison, kyrie, eleison


Christe, eleison Christe,eleison
Kyrie, eleison Kyrie, eleison

Pater de caelis, Deus miserere nobis.


Filii, Redemptor mundi, Deus miserere nobis.
Spíritus Sancte, Deus, miserere nobis.
Sancta Trinitas, unus Deus, miserere nobis.

Sancta Maria, ora pro nobis.


Sancta Dei Genetrix,
Sancta Virgo virginum,

Sancte Michael, Gabriel et Raphael, orate pro nobis.


Omnes sancti Angeli,

Sancte Abraham, ora pro nobis.


Sancte Ioannes Baptista,
Sancte Ioseph,

Omnes sancti Patriarchae et Prophetae, orate pro nobis.


Sancte Petre et Paule, orate pro nobis.

Sancte Andrea, ora pro nobis.


Sancte Ioannes et Iacobe, orate pro nobis.
Sancte Matthaee, ora pro nobis.
Omnes sancti Apostoli, orate pro nobis.

Sancte Marce, ora pro nobis.


Sancta Maria Magdalena,
Omnes sancti discipuli Domini, orate pro nobis.

Sancte Stephane, ora pro nobis.


Sancte Ignati,
Sancte Polycarpe,
Sancte Iustine,
Sancte Laurenti,
Sancta Agnes,
Omnes sancti martyres, orate pro nobis.
Sancti Leo et Gregori,

Sancte Ambrosi, ora pro nobis.


Sancte Auguste, ora pro nobis,

Sancti Basili et Gregori, orate pro nobis.

Sancte Benedicte, ora pro nobis.


Sancte Ioannes Maria,
Sancte Teresia,
Sancta Elisabeth,
Sancta Gemma Galgani,
Sancte P. Pío,
Sancta Faustina Kowalska,
Omnes Sancti et Sanctae Dei, orate pro nobis.

Propitius esto, libera nos Domine.


Ab omni malo, libera nos Domine.
A morte perpetua,
Per Incarnationis tuae, libera nos Domine.
Per sanctam resurrectionem tuam,
Per refusionem Spiritus Sancti,

Christe Filii Dei vivi, miserere nobis.


Qui in hunc mundum venisti,
Qui in mortem propter nos accepisti,
Qui Spiritum Sanctum in Apostolos misisti
Qui venturus est iudicare vivos et mortuos.

Ut nobis parcas, te rogamus, audi nos.


Ut ecclesiam tuam sanctam regere et conservare digneris,
Ut omnes homines ad Evangelii lumen perducere digneris,

Christe audi nos, Christe audi nos.


Christe exaudi nos, Christe exaudi nos.

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis.


Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,

Christe audi nos, Christe audi nos.


Christe exaudi nos, Christe exaudi nos.

Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison.

Ne reminiscáris, Dómine, delicta nostra, vel paréntum nostrórum:


neque vindíctam sumas de peccátis nostris.
Pater noster en secreto hasta…
Et ne nos indúcas in tentatiónem sed líbera nos a malo.

Salmo 53

Deus, in nomine tuo salvum me fac: et in virtúte túa júdica me.


Advérsum me: Deus exáudi oratiónem méam: áuribus pércipe vérba
óris méi. Quóniam aliéni insurrexérunt advérsum me, + et fórtes
quaesiérunt ániman méam: et non proposuérunt Déum ante
conspéctum súum.
Ecce enim Déus ádjuvat me: et Dóminus suscéptor est ánimae
méae. Avérte mala inimícis méis: et in veritáte túa dispérde íllos.
Voluntárie sacrificábo tíbi, et confitébor nómini túo Dómine: quóniam
bónum est: Quóniam ex ómni tribulatióne erípuísti me: et super
inimícos méos despéxit óculus méus.

Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto. Sicut erat in princípio, et


nunc, et semper: et in sáecula saeculorum. Amén

Salvum fac servum tuum (ancíllam tuam). Deus meus, sperántem


in te.
Esto ei, Domine, turris fortitúdinis. A fácie inimíci.
Nihil profíciat inimícus in eo (ea). Et fílius iniquitátis non appónat
nocére ei.
Mitte ei, Domine, auxílium de sancto. Et de Sion tuére eum (eam).

Dómine, exaudi oratiónem meam. Et clamor meus ad te véniat.


Dominus vobíscum. Et cum spíritu tuo.

Orémus. Or1

Deus, cui próprium est miseréri Semper et párcere: súscipe


deprecatiónem nostram; ut hunc fámulum tuum, quem (hanc fámulam
tuam, quam) delictórum caténea constríngit, miserátio tuae pietátis
cleménter absólvat.
Or2

Domine sancte, Pater omnípotens, aetérne Deus, Pater Dómini


nostri Jesu Christi, qui illum réfugam tyránnum et apóstatam gehénnae
ígnibus deputásti, quique Unigénitum tuum in hunc mundum misísti, ut
illum rugiéntem contéreret: velóciter atténde, acceléra, ut erípias
hóminem ad imáginem et similitúdinem tuam creátum, a ruína et
daemónio meridiáno. Dómine, terrórem tuum super béstiam, quae
extérminat víneam tuam. Da fidúciam servís tuis contra nequíssimum
dracónem pugnáre fortíssime, ne contémnat sperántes in te, et ne
dicat, sicut in Pharaóne, qui jam dixit: Deum non novi, nec Israël
dimítto. Urgeat illum déxtera tua potens discédere a fámulo tuo N. (a
fámula tua N.) +, ne diútius praesúmat captívum tenére, quem tu ad
inmáginem tuam fácere dignátus es, et in Fílio tuo redemísti: Qui tecum
vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia saécula
saeculórum. Amén.

Orden al demonio (Or)

Praecípio tibi, quicúmque es, spíritus immúnde, et ómnibus sóciis


tuis hunc Dei fámulum (hanc Dei fámulam) obsidéntibus: ut per
mystéria incarnatiónis, passiónis, resurrectiónis et ascensiónis Dómini
nostri Jesu Christi, per missiónem Spíritus Sancti, et per advéntum
ejúsdem Dómini nostri ad judícium, dicas mihi nomen tuum, diem et
horam éxitus tui, cum áliquo signo: et ut mihi dei ministro licet indígno,
prorsus in ómnibus obédias: neque hanc creatúram Dei, vel
circumstántes, aut eórum bona ullo modo offéndas.

Se lee sobre el poseído el santo Evangelio (Or)

Léctio sancti Evangélii secúndum Joánnem (Marcum, Lucam)


Diciendo esto, se signa al poseído en la frente, boca y pecho
.
(Jn 1, 1-14; Mc 16, 15-18; Lc 10, 17-20; Lc 11, 14-22)

Prólogo del Santo Evangelio según San Juan 1, 1-14:

In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat


Verbum. Hoc erat in principio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt,
et sine ipso factum est nihil, quod factum est, in ipso vita erat et vita
erat lux hominum, et lux in tenebris lucet, et tenebrae eam non
comprehenderunt.

Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Ioannes: hic venit in
testimonium, ut testimonium perhiberet de lumine, ut omnes crederent
per illum. Non erat ille lux, sed ut testimonium perhiberet de lumine.
Erat lux vera, quae illuminat omnem hominem, veniens in
mundum. In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus
eum non cognovit. In propia venit, et sui eum non receperunt. Quotquot
autem receperunt eum, dedit eis potestatem filios De fieri, his qui
credunt in nomine eius, qui non ex sanguinibus, neque ex voluntate
carnis, neque ex voluntate viri, sed ex Deo nati sunt.

Et Verbum caro factum est, et habitavit in nobis, et vidimus gloriam


eius, gloriam quasi Unigeniti a Patre, plenum gratiae et veritatis.

Verbum Dei. Laus tibi Christe.

Dómine, exáudi oratiónem meam. Et clamor meus ad te


véniat. Dóminus vobíscum. Et cum spíritu tuo.

Or 3

Orémus. Omnípotens Dómine, Verbum Dei Patris, Christe Iesu,


Deus et Dóminus univérsae creatúrae: qui sanctis Apóstolis tuis dedísti
potestátem calcándi super serpéntes et scorpiónes: qui inter cétera
mirabílium tuórum praecépta dignátus es dícere: Daémones effugáte:
cujus virtúte motus tamquam fulgur de caelo sátanas cécidit: tuum
sanctum nomen cum timóre et tremóre supplíciter déprecor, ut
indignísimo mihi servo tuo, data vénia ómnium delictórum meórum,
constántem fidem, et potestátem donáre dignéris, ut hunc crudelem
daémonem, brácchi tui sancti munítus poténtia, fidéliter et secúrus
aggrédiar: per te, Iesu christe, Dómine Deus noster, qui ventúrus et
judicáre vivos et mórtuos, et saéculum per ignem. Amén.

Después protegiéndose él y el poseído con la señal de la cruz,


impone la parte extrema de la estola en su cuello, y puesta su mano
derecha en su cabeza, con firmeza y con gran fe dice estas oraciones
que siguen.

Ecce Crucem Dómini, fúgite, partes advérsae. Vicit Leo de tribu


Juda, radix David. Dómine, exaúdi oratiónem meam. Et clamor meus
ad te véniat. Dóminus vobíscum. Et cum spíritu tuo.

Or A

Orémus. Deus, et Pater Dómini nostri Jesu Christi, ínvoco nomen


sanctum tuum, et cleméntiam tuam supplex expósco: ut advérsus
hunc, et omnem immúndum spíritum, qui vexat hoc plasma tuum, mihi
auxílium praestáre dignéris. Per eúmden Dóminum. Amén.
Exorcismus A

Exorcízo te, immundíssime spíritus, omnis incúrsio adversárii,


omne phantásma, omnis légio, in nómine Dómini nostri Jesu + Christi
eradicáre, et effugáre ab hoc plásmate Dei. + Ipse tibi ímperat, qui te
de supérnis caelórum in inferióra terrae demérgi praecépit. Ipse tibi
ímperat, qui mari, ventis et tempestátibus imperávit.

Audi ergo, et time, sátana, inimíce fídei, hostis géneris humáni,


mortis addúctor, vitae raptor, justítiae declinátor, malórum radix, fomes
vitiórum, sedúctor hóminum, próditor géntium, incitátor invídiae, orígo
avarítiae, causa discórdiae, excitátor dolórum: quid stas, et resístis,
cum scias, Christum Dóminum vias tuas pérdere? Illum métue, qui in
Isaac immolátus est, in Joseph venúmdatus, in agno occísus, in hómine
crucifíxus, deínde inférni triumphátor fuit.

Las siguientes cruces se hacen en la frente del poseído.

Recéde ergo in nómine Pa + tris, el Fí + lii, et Spíritus + Sancti: da


locum Spirítui Sancto, per hoc signum sanctae + Crucis Jesu Christi
Dómini nostri: Qui cum Patre et eódem Spíritu Sancto vivit et regnat
Deus, per ómnia sáecula saeculórum. Amén.
Dómine, exáudi oratiónem meam. Et clamor meus ad te véniat.
Dóminus vobíscum. Et cum spíritu tuo.

Or B

Orémus. Deus, cónditor et defensor géneris humáni, qui hóminem


ad imáginem tuam formásti: réspice super hunc fámulum tuum N., qui
(hanc fámulam tuam N., quae) dolis immúndi spíritus appétitur, quem
vetus adversárius, antíquus hostis terrae, formídinis horróre
cimcúmvolat, et sensum mentis humánae stupóre defigit, terróre
contúrbat, et metu trépidi timóris exágitat. Repélle, Dómine, virtútem
diáboli, fallacésque ejus insídias ámove: procul ímpius tentátor
aufúgiat: sit nóminis tui signo + (in fronte) fámulus tuus munítus (fámula
tua muníta) et in ánimo tutus (a) et córpore. (las tres cruces siguientes
se hacen en el pecho del poseso) Tu péctoris + hujus intérna custódias.
Tu víscera + regas. Tu + cor confírmes. In ánima adversatrícis
potestátis tentaménta evanéscant. Da, Dómine, ad hanc invocatiónem
sanctísissimi nóminis tui grátiam, ut, qui hucúsque terrébat, térritus
aufúgiat, et victus abscédat, tibíque possit hic fámulus tuus (haec
fámula tua) et corde firmátus (a) et mente sincérus (a), débitum
praebére famulátum. Per Dóminum… Amén.
Exorcismus B

Adjúro te, serpens antíque, per júdicem vivórum et mortuórum, per


factórem tuum, per factórem mundi, per eum, qui habet potestátem
mitténdi te in gehénnam, ut ab hoc fámulo Dei N. qui (ab hac fámula
Dei N., quiae) ad Ecclésiae sinum recúrrit, cum metu, et exércitu furóris
tui festínus discédas. Adjúro te íterum + (in fronte), non mea infirmitáte,
sed virtúte Spíritus Sancti, ut éxeas ab hoc fámulo Dei N., quem (ab
hac fámula Dei N., quam) omnípotens Deus ad imáginem suam fecit.
Cede ígitur, cede non mihi, sed minístro Christi. Illíus enim te urget
potéstas, qui te Cruci suae subjugávit. Illíus brácchium contremísce,
qui, devíctis, gemítibus inférni, ánimas ad lucem perdúxit. Sit tibi terror
corpus hóminis + (in pectore), sit tibi formído imágo Dei + (in fronte).
Non resístas nec moréris discédere ab hómine isto, quóniam
complácuit Christo in hómine habitáre. Et ne contemnéndum putes,
dum me peccatórem nimis esse cognóscis. Imperat tibi Deus +. Imperat
tibi majéstas Christi +. Imperat tibi Deus Pater +, ímperat tibi Fíllius +,
ímperat tibi Deus Spíritus Sanctus +. Imperat tibi sacraméntum crucis
+. Imperat tibi fides sanctórum Apostolórum Petri et Pauli, et ceterórum
sanctórum +. Imperat tibi Mártyrum sanguis +. Imperat tibi continéntia
Confessórum +. Imperat tibi pia Sanctórum et Sanctárum ómnium
intercéssio +. Imperat tibi christiánae fídei mysteriórum virtus +. Exi
ergo, transgréssor. Exi, sedúctor, plene omni dolo et fallácia, virtútis
inimíce,innocéntium persecútor. Da locum, diríssime, da locum,
impiíssime, da locum Christo, in quo nihil invenísti de opéribus tuis: qui
te spoliávit, qui regnum tuum destrúxit, qui te victum ligávit, et vasa tua
dirípuit: qui te projécit in ténebras exteriores, ubi tibi cum minístris tuis
erit praeparátus intéritus. Sed quid truculénte reníteris? Quid temerárie
detréctas? Reus es omnipoténti Deo, cuus statúa transgréssus es.
Reus es Fílio ejus Jesu Christo Dómino nostro, quem tentáre ausus es,
et crucifígere praesumpsísti. Reus es humano géneri, cui tuis
persuasiónibus mortis venénum propinásti.

Adjuro ergo te, draco nequíssime, in nómine Agni + immaculáti,


qui ambulávit super áspidem et basilíscum, qui conculcávit leónem et
darcónem, ut discédas ab hoc hómine + (se hace las señal de la cruz
en la frente) discédas ab Ecclésia Dei + (se hace la señal de la cruz
sobre los presentes): contremísce, et éffuge, invocáto nomine Dómini
illíus, quem ínferi tremunt: cui Virtútes caelórum, et Potestátes, et
Dominatiónes subjéctae sunt: quem Chérubim et Seraphim indeféssis
vócibus laudant, dicéntes: Sanctus, sanctus, sanctus Dóminus Deus
Sabaoth.

Imperat tibi Verbum + caro factum. Imperat tibi natus + ex Vírgine.


Imperat tibi Jesus + Nazarénus, qui te, cum discípulos ejus
contémneres, elísum atque prostrátum exíre praecépit ab hómine: quo
praesénte, cum te ab hómine separásset, nec porcórum gregem
íngredi praesumébas. Recéde ergo nunc adjurátus in nómine ejus + ab
hómine, quem ipse plasmávit. Durum est tibi velle resístere +. Durum
est tibi contra stímulum calcitráre +. Quia quanto tárdius exis, tanto
magis tibi supplícium crescit, quia non hómines contémnis, sed illum
qui dominátus vivórum et mortuórum: Qui ventúrus est judicáre vivos
et mórtuos, et saeculum per ignem. Amén.

Dómine, exáudi oratiónem meam. Et clamor meus ad te véniat.


Dóminus vobíscum. Et cum spíritu tuo.

Or C

Orémus. Deus caeli, Deus terrae, Deus Angelórum, Deus


Archangelórum, Deus Prophetárum, Deus Apostolórum Deus
Mártyrum, Deus Vírginum, Deus, qui potestátem habes donáre vitam
post mortem, réquiem post laborem: quia non est álius Deus praeter te,
nec esse póterit verus, nisi tu, Creátor caeli et terae, qui verus Rex es,
et cujus regni non erit finis; humíliter majestáti glóriae tuae súpplico, ut
hunc fámulum tuum (hanc fámulam tuam) de immúndis spirítibus
liberáre dignéris. Per Christum Dóminum nostrum. Amén.

Exorcismus C

Adjúro ergo te, omnis immundíssime spíritus, omne phantásma,


ominis incúrsio sátanae, in nómine Jesu Christi + Nazaréni, qui post
lavácrum Joánnis in desértum ductus est, et te in tuis sédibus vicit: ut,
quem ille de limo terae ad honórem glóriae suae formávit, tu désinas
impugnáre: et in hómine miserábili non humánam fragilitátem, sed
imáginem omnipoténtis Dei contremíscas.

Cede ergo Deo +, qui te, et malítiam tuam in Pharaóne, et in


exércitu ejus per Móysen servum suum in abýssum demérsit.

Cede Deo +, qui te in Juda Iscarióte proditóre damnávit. Ille enim


te divínis + verbéribus tangit, in cujus conspéctu cum tuis legiónibus
tremens et clamans dixísti: Quid nobis et tibi, Jesu, Fili Dei altíssimi?
Venísti huc ante tempus torquére nos?

Ille te perpétuis flammis urget, qui in fine témporum dictúrus est


ímpiis: Discédite a me, maledícti, in ignem aetenum, qui parátus est
diábolo et ángelis ejus, Tibi enim, ímpie, et ángelis tuis vermes erunt,
qui nunquam moriéntur. Tibi, et ángelis tuis inexstinguíbile praeparátur
incéndium: quia tu es princpes maledícti homicídii, tu auctor incéstus,
tu sacrilegórum caput, tu actiónum pessimárum magíster, tu
haereticórum doctor, tu totíus obscoenitátis inventor.

Exi ergo +, ímpie, exi +, sceleráte, exi cum omni fallácia tua: quia
hóminem templum suum esse vóluit Deus. Sed quid diútius moráris
hic?
Da honórem Deo Patri + ominipoténti, cui omne genu fléctitur. Da
locum Dómino Jesu + Christo, qui pro hómine sánguinem suum
sacratíssimum fudit. Da locum Spirítui + Sancto, qui per beátum
Apóstolum suum Petrum te maniféste stravit in Simóne mago; qui
falláciam tuam in Ananía et Saphíra condemnávit; qui te in Heróde rege
honórem Deo non dante percússit; qui te in mago Elyma per Apóstolum
suum Paulum caecitátis calígine pérdidit, et per eúmdem de
Pythoníssa verbo ímperans exíre praecépit.

Discéde ergo nunc +, discéde +, sedúctor. Tibi erémus sedes est.


Tibi habitátio serpens est: humiliáre, et prostérnere. Jam non est
différendi tempus.

Ecce enim dominátor Dóminus próximat cito, et ignis ardébit ante


ipsum, et praecédet, et inflammábit in circúitu inimícus ejus. Si enim
hóminem fefélleris, Deum non póteris irridére. Ille te éjicit, cujus óculis
nihil occúltum est. Ille te expéllit, cujus virtúti inivérsa subjécta sunt. Ille
te exclúdit, qui tibi, et ángelis tuis praeparávit aetérnam gehénnam; de
cujus ore exíbit gládius ácutus: Qui ventúrus est judicáre vivos et
mórtuos et saéculum per ignem. Amén.
Dichas todas estas oraciones, en la medida que haya sido
necesario, pueden ser repetidas, hasta que el poseído sea liberado
completamente.

Ayudará muchísimo repetir a menudo sobre el poseído


Padrenuestro, Avemaría y Credo, y decir devotamente estas cosas,
que más abajo se señalan:

Cántico Magnificat, al final Gloria al Padre…


Cántico Benedictus, al final Gloria al Padre…
Símbolo Atanasiano.
Salmos 90, 67, 69, 53, 117, 34, 30, 21, 3, 10, 12.

Oración después de la Liberación

Orámus te, Deus omnípotens, ut spíritus iniquitátis ámplius non


hábeat potestátem in hoc fámulo tuo N. (hac fámula tua N.), sed ut
fúgiat, et non revertátur: ingrediátur in eum (eam), Dómine, te jubénte,
bonitas et pax Dómini nostri Jesu Christi, per quem redémpti sumus, et
ab omni malo non timeámus, quia Dóminus nobíscum est: Qui tecum
vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia saécula
saeculórum. Amén.

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