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Artículo / Article 359

SALUD COLECTIVA. 2017;13(3):359-373. doi: 10.18294/sc.2017.1104


Sobre las posiciones etnográficas en la
antropología de la salud en el sur de las Américas

On ethnographic positions in the anthropology of


health in South America

María Epele1

1
Antropóloga, doctora RESUMEN Las etnografías sobre problemas de salud en poblaciones que viven bajo
en Ciencias Naturales.
Investigadora principal,
condiciones de desigualdad, pobreza y segregación han proliferado en Sudamérica du-
Consejo Nacional de rante las últimas décadas. El objetivo de este trabajo consiste en problematizar, de forma
Investigaciones Científicas preliminar, ciertos patrones en las relaciones y posiciones de los etnógrafos respecto de
y Técnicas (CONICET).
Profesora, Universidad de los sujetos y de las poblaciones, tanto en el trabajo de campo como en la escritura de
Buenos Aires, Argentina. los resultados. Analizando dichas posiciones, este artículo examina su relación con las
*
orientaciones teóricas dominantes en la región. Además, explora, brevemente, los po-
deres de resolución, las sensibilidades, los mapas teóricos y de los sentidos de algunas
posiciones a la luz de los desafíos de las lógicas de poder, las economías simbólicas y
las diversas variantes de acumulación por desposesión dominantes en esta geográfica.
PALABRAS CLAVES Etnografías; Relaciones Investigador-Sujeto; América del Sur.

ABSTRACT Ethnographies on health issues in populations that live in conditions of poverty,


inequality and segregation have proliferated over the last decades in South America. The
aim of this article is to problematize – preliminarily – certain patterns in the positions
and relations of ethnographers with respect to study subjects and populations during
their fieldwork and in the writing of study results. This paper examines the relationships
between these ethnographic positions and the dominant theoretical perspectives in
the region. In addition, this article explores briefly the resolution power as well as the
sensibilities, theoretical maps, and meanings of such positions in light of power logics,
symbolic economies, and diverse manners of accumulation by dispossession in this
geographical area.
KEY WORDS Ethnographies; Researcher-Subject Relations; South America.

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INTRODUCCIÓN malestares y dolencias, a la luz de ciertos po-


sicionamientos de los modos expertos y legos
de tratarlos en sectores sociales segregados.
El método etnográfico ha sido un objeto Lejos de ser una secuela –tardía– de las
privilegiado de análisis críticos, revisiones críticas académicas del método etnográfico
genealógicas, desarrollos teóricos, indaga- de los años ochenta y noventa, este artículo
ciones epistémicas, interpelaciones políticas se focaliza en las posiciones del trabajo et-
y cartografías estéticas(1,2,3,4,5). Como parte nográfico y su relevancia en los poderes
inherente a estos desarrollos, se han ana- de resolución, en las sensibilidades, en los
lizado también los modos de vincularse, po- mapas teóricos y de sentidos respecto de los
sicionarse y simbolizar las relaciones de los desafíos ante las lógicas de poder, las eco-
etnógrafos con los sujetos individuales y co- nomías simbólicas y las diversas variantes de
lectivos con los que se realiza el trabajo de acumulación por desposesión dominantes
campo y la escritura de sus resultados(6,7,8,9). en la región. De algún modo, busca definir
Las investigaciones etnográficas sobre un contorno y un espacio de interrogación
problemas de salud en poblaciones que viven en el dominio del trabajo de campo antro-
bajo condiciones de desigualdad, pobreza, y pológico sobre los malestares y sufrimientos,
segregación han proliferado en Sudamérica los cuales cuentan con diversos autores y
durante las últimas décadas(10,11,12,13,14,15,16). antecedentes(17,18,19,20,21).
Dicha proliferación de etnografías sobre ma- Sin considerar una secuencia histórica
lestares, sufrimientos, dolencias, enferme- temporal y lineal, ni una estructura estrati-
dades, bienestar y salud, en general llevadas gráfica de estadios o etapas, la presentación
a cabo por antropólogos de Latinoamérica, de dichos posicionamientos se organiza en
Europa o EE.UU. han generado ya un campo este trabajo de acuerdo con orientaciones
de estudios más o menos complejo. teóricas dominantes en antropología de la
El objetivo de este trabajo consiste en salud y que están en ejercicio en la región.
problematizar, de forma preliminar, ciertos Categorizadas a través de la noción de giro,
patrones en las relaciones y posiciones et- las posiciones se incluyen en ecuaciones
nográficas respecto de los sujetos y las po- teóricas en las que se anudan dimensiones
blaciones con los que se llevan a cabo las experienciales, epistemológicas, ontológicas
investigaciones sobre problemas de salud en y políticas. Mientras algunas posiciones se
Sudamérica. El argumento que fundamenta presentan congeladas, fijas y deterministas,
esta exploración es doble. Por un lado, la otras adquieren relevancia por su comple-
acumulación de etnografías ya hace posible jidad y flexibilidad para abordar el problema
reconocer cierta diversidad en las posiciones específico bajo estudio. En estos casos, las
etnográficas y sus vínculos con las orienta- posiciones son susceptibles de combinarse
ciones teórico-metodológicas dominantes. y/o sucederse en la dinámica del trabajo
Sin embargo, si bien hay cierta articulación de campo o en la escritura etnográfica. Su
entre posiciones etnográficas y perspectivas propio diseño contiene, además, la inde-
teórico-políticas, no existe correspondencia terminación y el devenir incierto, que deja
necesaria entre ambas. Por otro lado, el abierta una salida para los propios actores
examen de esta temática no es un ejercicio nativos, por fuera de los modelos de enten-
académico, genealógico o escolástico en dimiento que los ubica también de modo
abstracto ni una documentación exhaustiva establecido. El repertorio de posiciones que
de todas las investigaciones disponibles en se incluyen en este trabajo, y que no busca
esta región geográfica. Principalmente, busca ser exhaustivo, incluye las siguientes ecua-
abrir la interrogación sobre las condiciones ciones: el giro cultural, el giro económico-
de emergencia y de escritura de modos de político, el giro epistémico-político, el giro
existencia y experiencia, de vida y de las político-cultural, el giro ontológico y el giro
voces nativas sobre problemas de salud, decolonial.

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Finalmente, el desarrollo de esta argu- del desarrollo del trabajo de campo y la es-
mentación y de su análisis busca ampliar critura. En la escritura etnográfica clásica no
–y precisar– el poder de resolución de la solo predomina el género masculino neutro,
producción etnográfica y despejar algunas sino que el repertorio simbólico para abordar
cajas negras del proceso de investigación, las diferencias es sumamente restringido. Por
que no solo tienen consecuencias para los lo tanto, en la escritura de este trabajo pre-
resultados y orientaciones de este campo de domina el genérico neutro masculino, ya que
estudios, sino que también tienen amplias busca señalar la orientación de estos discursos
implicancias para las políticas, acciones e etnográficos, que se corresponden con los
intervenciones de diferente orden, escala y términos que ellos mismos utilizan. Sin em-
sentido, en aquellas poblaciones del sur de bargo, también se incluye la “x” en aquellos
las Américas que las tienen por objeto. casos en los que el análisis crítico exige una
complejidad de géneros y categorías, con el
fin de señalar las restricciones del masculino
PROBLEMATIZANDO LAS neutro para el abordaje de la otredad. Este re-
POSICIONES ETNOGRÁFICAS curso de combinar los géneros gramaticales
para abordar ciertos temas expresa la discor-
dancia entre la diversidad de experiencias
La multiplicación de perspectivas, aná- y categorizaciones de los seres humanos,
lisis y desarrollos teóricos sobre el método sus posibilidades de transformación en el
etnográfico durante las últimas décadas ha tiempo, y señala también la multiplicidad de
generado un campo fértil para la determi- géneros (literarios) de discursos etnográficos
nación de genealogías, la revisión de los y lenguajes académicos. En segundo lugar,
fundamentos epistémico-políticos y su inte- y de forma más sutil, las posiciones etnográ-
gración a regímenes económicos, lógicas de ficas integran otros aspectos materiales como
poder, y formas de escribir y experimentar las posturas corporales, el estar a la altura, la
la escritura. A diferencia de otras nociones mirada desde algún lugar, los sentires y las
y conceptos del análisis del método etno- apreciaciones, es decir, no solo las asime-
gráfico, las nociones de posición y posicio- trías, sino las parcialidades e imposibilidades
nalidad han sido marginales en este campo inherentes al trabajo de campo y, por lo
de estudios(1,2,3,5,6,7,8). tanto, a la radical incompletud de la escritura
Las posiciones etnográficas –y su si- etnográfica.
nónimo en términos de posicionamientos–, En la problematización de las posiciones
entendidas como versiones materiales y di- y la posicionalidad etnográfica converge algo
versas dentro de un repertorio que la posicio- más que una serie de oposiciones que atravie-
nalidad aglutina como sustantivo abstracto, no san el análisis etnográfico (sujeto-objeto, pro-
pueden analizarse de forma aislada. Las posi- pio-ajeno, uno-múltiple, lo familiar-extraño,
ciones etnográficas se incluyen en ecuaciones lo mismo-lo otro, nosotros-los otros, autoría
teóricas sistematizadas y categorizadas en la colectiva-individual, monológico-dialógico).
noción de giro. Esta noción anuda y refiere a Además, esa problematización interroga los
dimensiones tanto experienciales, epistemo- procesos que las producen, identifican y, en
lógicas, ontológicas, de poder, geopolíticas algunos casos, las esencializan, flexibilizan
y territoriales como también corporales, de y las transforman (traducción, mixtura, con-
género, éticas y estéticas. En primer lugar, las gelamiento, malentendido, subalternización,
posiciones etnográficas se corresponden en devenir, delegación, atribución, transmuta-
cuerpos diversos y sexuados, atravesados y ción, legitimación, diálogo, interlocución).
categorizados por diversos nombres y sím- La importancia de incluir el problema
bolos y abiertos también a modificaciones de las posiciones en particular y de la posi-
no solo en la vida cotidiana, sino también cionalidad en general de los etnógrafos con
en los diversos tipos de encuentros propios los otros, y de los actores-nativos no solo con

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los etnógrafos, sino con su propio nosotros locales e internacionales y crisis económicas
y otredades, se vincula con las condiciones y políticas).
de acceso tanto al conocimiento de los otros El repertorio de posiciones etnográficas
modos de vida y mundos vividos como incluye: hablar por otrxs; traducir las rea-
también, y principalmente, con la emergencia lidades de otrxs en términos propios; decir
de las voces nativas, sus modos de existencia y escribir lo que otrxs no pueden ver y
y su radical diversidad. Los vínculos entre decir –como si hubiera un lugar de transpa-
las posiciones y las voces de otros, en otros rencia, libre de ilusión y error–; desvalorizar
modos de ser y vivir, se corporizan en los y silenciar los saberes y prácticas locales y
modos de escuchar, observar, entender y subalternas del sur global a través de la colo-
también regular, en el trabajo de campo y en nialidad de los modelos occidentales; revisar
la escritura, los estatutos de verdad y legiti- las bases epistémico-políticas de la autoridad
midad de las palabras, acciones, modos de sobre el decir etnográfico acerca del sufri-
vida y sentidos de las propias poblaciones. miento de otrxs; sustituir por modelos ciertos
Tanto en la descripción en detalle como y correctos modos de des-conocer o de mal-
en su problematización teórica, el tema entender las realidades vividas por determi-
del posicionamiento queda en evidencia a nadas poblaciones; darle y delegarle estatuto
simple vista en la escritura etnográfica, es- ontológico a lxs otrxs y a realidades-otras;
pecíficamente, a través de ciertas ecuaciones hablar y escribir como autorxs en contextos
gramaticales con diferente nivel de explici- dialógicos o colectivos de producción del co-
tación y análisis. Estas fórmulas de escritura nocimiento con otrxs, entre las principales.
se expresan en los modos en que se teorizan Aunque en este trabajo el análisis de
y se escriben ciertas pre-posiciones: de, ciertas posiciones dominantes se estructura
sobre, con, en (representación o en lugar de), en términos de ecuaciones teóricas categori-
por (los otros), entre las principales. Hablar zadas en las nociones de giro, no existe una
de pre-posiciones en este trabajo refiere, en- correspondencia necesaria vis a vis entre
tonces, a dos sentidos interconectados: a) la ambas. Es decir, las posiciones presentan va-
aproximación teórico-metodológica previa, o riaciones dentro de una misma orientación
sea, orientaciones ya disponibles, predeter- teórica y se da el caso de posiciones domi-
minadas y atravesadas por la certidumbre; b) nantes dentro de diferentes perspectivas y
las preposiciones en sentido literal, es decir, genealogías teóricas, que se asemejan entre
como un articulador gramatical. sí. A su vez, esta posicionalidad se expresa
La existencia de un repertorio de posi- en fórmulas teórico-literarias, en las que estas
ciones ya disponibles, y que cuentan con di- posiciones adquieren consistencia, materia-
versos grados de flexibilidad y posibilidad de lidad, coherencia y, generalmente, se con-
transformación en el tiempo, se hace visible gelan en la escritura etnográfica, que resta
por medio de la revisión crítica del trabajo niveles de realidad, incertidumbre e indeter-
de campo, la reflexividad metodológica, la minación a los propios sujetos colectivos e
reflexión teórica y la recursividad de las et- individuales sobre los que se habla y sobre
nografías y de los discursos en los modos do- los que se escribe. Sin embargo, el análisis
minantes de inteligibilidad en las etnografías de los posicionamientos abre la posibilidad
contemporáneas. Además, la confrontación de registrar y analizar lógicas de poder, eco-
con esta heterogeneidad se hace ineludible nomías simbólicas y posibles transforma-
en determinados eventos y períodos histó- ciones y múltiples devenires de unxs y otrxs,
ricos en los que el trabajo etnográfico tiene de etnógrafxs con respecto a otrxs y de lxs na-
lugar (montaje del aparato colonial, desco- tivxs, dirigidos hacia sus propias otredades,
lonización, guerras, movimientos sociales que no siempre se corresponden o están en
y políticos de resistencia, rápidas modifi- diálogo con el nosotrxs de lxs propixs etnó-
caciones en los procesos de acumulación, grafxs (devenir de otrxs en ellxs; de otrxs en
(re)distribución y desposesión, migraciones nosotrxs; de otrxs en otrxs para ellxs; de ellxs

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en no-nosotrxs ni-ellxs; de otrxs de otrxs sin otredad es “representada o inventada”, es
ser nosotrxs, etc.). decir, es una “ficción de la imaginación y de
La importancia de esta exploración para los intereses occidentales”, sin voz propia(4).
el campo complejo de las etnografías de Teniendo como trasfondo algunos tra-
salud, específicamente en aquellas pobla- bajos de antropólogos subsidiarios de pro-
ciones marginalizadas, segregadas y des- yectos biomédicos puntuales en las primeras
poseídas de la región, es susceptible de ser décadas del siglo XX, el surgimiento de di-
resumida en tres dimensiones principales. ferentes organizaciones (Organización de
En primer lugar, las posiciones etnográficas las Naciones Unidas, Organización Mundial
están atravesadas por los modos de escuchar, de la Salud, Organización Panamericana
observar, poner en palabras, entender, es- de la Salud, Unicef, etc.), en sintonía con
cribir y regular los estatutos de verdad y le- el nuevo paradigma de desarrollo generado
gitimidad de las experiencias de padecer y después de la Segunda Guerra Mundial, mo-
sufrir, por las perspectivas locales sobre los dificó por completo el escenario de las polí-
sistemas expertos y los modos de tratarlas por ticas de salud. Específicamente, emergió un
los propios conjuntos sociales. En segundo amplio repertorio de discursos, instituciones
lugar, el repertorio de posiciones de los etnó- e intervenciones orientadas a modificar la
grafos no solo está en diálogo con las orien- morbimortalidad de aquellas regiones y
taciones teóricas dominantes en antropología países incluidos en el –recientemente cate-
de la salud, sino con las lógicas de poder y gorizado– “tercer mundo”, que persiste en
las economías simbólicas expertas y legas diferentes programas y planes hasta hoy en
dominantes de abordaje de las dolencias en día(23). Incluyendo las fronteras como rasgo
la región. Por último, y debido al carácter ar- inherente a este tipo de intervenciones, las
tesanal y a escala real de la etnografía, sus fricciones entre los modelos biomédicos oc-
resultados aportan un gran nivel de detalle cidentales y nativos adoptan características
y de complejidad sobre la cotidianeidad de epistemológicas y políticas particulares. Así,
poblaciones segregadas, con amplias conse- el saber biomédico es considerado conoci-
cuencias en el diseño de políticas, programas miento legitimado por la ciencia y estruc-
y tratamientos de los problemas de salud. turado en la lengua universal de la biología
que representa de modo transparente la rea-
lidad –y verdad– del cuerpo humano.
El giro cultural Uno de los esquemas dominantes de
intervención durante esta etapa fue el de-
Las primeras antropologías y etnografías nominado modelo de creencias de la salud.
acerca de los procesos, prácticas y expe- Como variante de educación preventiva para
riencias sobre dolencias y salud fueron rea- la salud, este modelo está basado en una asi-
lizadas bajo el régimen denominado exotista metría entre conocimiento (científico, real,
y primitivista, y expresaban la ecuación con- verdadero, etc.) y creencia (saberes erróneos,
ceptual “ciencia, magia y religión”. Centrado falsos, pero que se consideran verdaderos),
principalmente en México, Colombia y Perú, que se corresponden en determinados con-
y llevado a cabo por antropólogos estadou- textos con la biomedicina y otras medicinas
nidenses, el repertorio de temáticas inves- tradicionales y locales. Las intervenciones
tigadas ha sido: terapias nativas, dolencias basadas en esta orientación buscan trans-
tradicionales, salud mental, relaciones mé- formar las creencias locales “erróneas” sobre
dico-pacientes en poblaciones indígenas, la salud y la enfermedad en conocimiento
campesinas y, en menor medida, pobres ur- cierto basado en la ciencia, saber que se con-
banas(2,22). La crítica dominante, y ya clásica, sideraba la base de la modificación de las
de esta etnografía, empirista y primitivista, acciones y prácticas de poblaciones segre-
elaborada al ritmo del régimen colonial gadas. Entre las diferentes dolencias y enfer-
y/o de colonialidad, ha establecido que la medades incluidas en esta aproximación, el

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caso más representativo de este modelo de todavía– con el dualismo entre biología
intervención ha sido la tuberculosis en pobla- universal de la enfermedad y explicaciones
ciones indígenas(24). nativas de las dolencias particulares. De
De acuerdo a Good(24), los otros, los su- acuerdo a esta perspectiva, los otros, los na-
jetos colectivos e individuales, blanco de tivos, aunque alejados de los cánones cientí-
estas intervenciones, se corresponden o se ficos, tienen prácticas que se corresponden
ajustan a las coordenadas del utilitarismo con ciertas racionalidades, lógicas e incluso
subjetivista. Desde esta perspectiva, los otros saberes empíricos rubricados como etno-
son modelizados en términos del homo eco- medicina. Traduciendo las desigualdades y
nomicus occidental, es decir, sujetos que diversidades extranjeras en dualismos fami-
deberían buscar voluntaria y racionalmente liares, desde los otros –aunque con cierto
maximizar la ganancia, en este caso, en tér- déficit o falla en el saber– en un nosotros, los
minos de salud. Siguiendo estas coordenadas, etnógrafos no solo quedan posicionados en
los actores que disponen de la “información una suerte de árbitros que delegan y otorgan
cierta”, deberían calcular –y cuantificar– diferentes niveles de legitimidad, raciona-
costos y beneficios de cada una de las op- lidad y estatutos de verdad a los diferentes
ciones. Este modelo tiene una concepción de saberes y prácticas nativas, sino que también
cultura simplista y estrecha: un conjunto de incluyen un repertorio de miradas sobre y
creencias individualistas, utilitarias y raciona- de otros, desde romantizadas a normativas,
listas, que son la respuesta adaptativa a estos que hacen de la predicación, evaluación ca-
problemas. lificadora de sus creencias, saberes, prácticas
El desarrollo de estas intervenciones que y eficacias, su principal actividad modelada
reproducen el modelo lineal conocimiento-in- con relación a la antropología de la salud.
formación-acciones-bienestar-salud si bien fue La garantía –y legitimidad– de este arbi-
cuestionado desde las perspectivas teóricas, traje etnográfico, que se esconde a través del
ideológicas y metodológicas, ha conformado velo especular que traduce los saberes y los
una orientación de bajo costo y a corto plazo otros en términos familiares, viene dada en
que, eludiendo las condiciones estructurales la implícita universalidad transcultural de la
económicas, políticas y sociales, ha pro- biología científica, patrimonio alineado con
ducido –incluso hasta hoy en día– un nuevo la ciencia occidental, aunque compartida
repertorio de problemas mal formulados, que por la humanidad. Esta es la clave de lectura,
terminan concentrando la atención y la inves- que tiene anclaje en cierta realidad y verdad,
tigación en salud sobre ciertas temáticas. cuyo desconocimiento por parte de otras so-
El fracaso sistemático de estas interven- ciedades la ubica en el desnivel-otro, que ha-
ciones, basadas en la transformación de las bilita la predicación objetivante de “ellos” y
creencias en conocimientos en los otros, de sus “otras-medicinas”.
produjo la demanda e integración de los antro-
pólogos en la mejora de ellas. De este modo,
y bajo estas demandas –primero puntuales y El giro económico-político
luego sistemáticas a partir de la posguerra–,
se desarrolla la antropología médica estadou- Otras de las aproximaciones dominantes
nidense como disciplina contemporánea con sobre los problemas de salud de los países
anclaje en Latinoamérica. Estas perspectivas y regiones de América del Sur son aquellas
aportan bases empíricas para esclarecer los sa- elaboradas en el marco de la economía-po-
beres nativos, categorizados como creencias lítica en sus diferentes versiones (marxista,
culturales tradicionales. Por lo tanto, la antro- postmarxista, gramsciana, teoría de la de-
pología médica se consolida cuestionando el pendencia, sistema mundial)(10,25,26,27,28). Los
modelo de salud pública y de intervención procesos históricos, coloniales, políticos y
internacional, a través de las nociones re- económicos del capitalismo contemporáneo
novadas de cultura, aunque –continuando dan forma a los patrones de las relaciones,

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las experiencias y sus sentidos. A diferencia los patrones de morbimortalidad de estas
de los modelos de creencias culturales sobre poblaciones. Además, la reificación de estos
los procesos de salud-enfermedad-atención, procesos, relaciones y experiencias sociales
estas aproximaciones trabajan a través de un –en términos de anatomías y enfermedades
proceso de modelización de las experiencias biológicas– disfraza y desdibuja las fuentes
y realidades, a un nivel y escala que hace de sociales y agrega nuevos malestares y do-
los contextos particulares casos deducibles lencias. La hegemonía biomédica produce
o subsumibles en su lectura a los procesos tanto un des-conocimiento sobre los orígenes
estructurales, macrosociales e incluso a los sociales de la enfermedad como una ad-
sistemas mundiales. hesión “forzada” a sus modelos explicativos
Una de las modalidades que ha tenido y a sus modos de tratarlos.
la mayor relevancia en los estudios de salud El repertorio de posiciones etnográficas
en Latinoamérica ha sido aquella elaborada con los otros y sus modos de entender, tratar
a través de la noción de hegemonía. En sus y simbolizar las dolencias y el sufrimiento in-
diferentes versiones, la hegemonía hace cluye, como algo inherente a la relación, el
posible incluir el análisis de las representa- velo ideológico que distancia a los mismos
ciones, ya no como producciones de redes conjuntos sociales de sus propias expe-
de símbolos, signos y sentidos culturalmente riencias, prácticas y realidades. Es decir, los
particulares, sino como constitución de ideo- etnógrafos también se encuentran en una po-
logías, que disfrazan las lógicas de poder y sición de privilegio respecto de las ideologías
económicas dominantes, naturalizan y garan- y naturalizaciones, ya que son los que loca-
tizan el orden establecido. En el caso de la an- lizan experiencias y saberes en sus estatutos
tropología médica, la noción de hegemonía sociales de legitimidad y de verdad (hege-
hace posible reconocer, al mismo tiempo, la mónico, subalterno, de resistencia, etc.). Los
desigualdad, la segregación y la vulneración otros, sus saberes y prácticas están sumer-
de derechos, por un lado, y los modos en gidos en una red hegemónica de discursos y
que los mismos sujetos individuales y colec- saberes, que tienen como objetivo el control,
tivos, sin saberlo, adhieren a las representa- la dominación y la medicalización. Para que
ciones, prácticas y emociones que producen las voces nativas y subalternas emerjan, se
su misma opresión y sujeción. A su vez, las hace necesario un largo proceso de confron-
representaciones y prácticas hegemónicas tación: develar e iluminar las reales condi-
son apropiadas por prácticas y saberes de ciones materiales y sociales de vida.
conjuntos subalternos en movimientos de Esta orientación, en sus diferentes va-
resistencia. Desde esta perspectiva, los sa- riantes, convierte a las etnografías y a sus
beres y los lenguajes biomédicos y expertos resultados en casos particulares en los que
sobre las dolencias y las enfermedades son se expresan los procesos macrosociales ge-
representaciones engañosas utilizadas para nerales. Así, las experiencias, las palabras y
distorsionar los orígenes sociales de la en- las voces de los propios sujetos colectivos e
fermedad. La ahistoricidad, el biologismo, la individuales quedan diluidas y desdibujadas
medicalización, la naturalización y la psico- frente a la contundencia de los procesos es-
logización son los procesos por medio de los tructurales económicos y políticos, a la natu-
cuales estos modos expertos de entender y ralización ideológica y a la somatización bajo
categorizar pasan a integrar el sentido común la forma de malestares y dolencias, como una
de determinadas poblaciones, desdibujando suerte de resistencia corporal y silenciosa en
la mercantilización, la privatización y la in- condiciones de opresión. En ocasiones, se
dividuación que el capitalismo impone a buscan modelos clásicos, como la falsa con-
sus malestares y dolencias. La desigualdad, ciencia, falsas creencias, mala fe, que ten-
la pobreza, la explotación y el desempleo sionan los saberes y confunden a los sujetos
crónico producidos por el capitalismo neo- sobre sus reales condiciones de opresión y
liberal y globalizado son los productores de sujeción.

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En la escritura, las pre-posiciones sobre otros, y en su transformación en diferentes


y de se convierten en los articuladores que versiones de lo mismo, lo familiar. Esta em-
hacen posible indagar y caracterizar los pro- presa, entonces, integra la exotización de
cesos macrosociales que hacen de los otros Occidente, el extrañamiento de lo familiar y
y de sus modos de vida lugares de re-pro- la búsqueda de des-esencializar a los otros
ducción hegemónica, y que marginan saberes (no occidentales), nosotros, los saberes y las
y prácticas subalternos que están a la escala realidades en el desarrollo etnográfico.
de las reales condiciones de vida y de los orí- Por otro lado, estas condiciones se dan
genes sociales de sus malestares y dolencias. bajo los regímenes coloniales, poscoloniales
Entre los principales casos paradigmáticos se o neocoloniales del capitalismo global. Sin
encuentran el hambre y la malnutrición, los embargo, los problemas de género y de per-
consumos problemáticos de sustancias y las tenencia a la propia cultura que se investiga
distribuciones diferenciales de la mortalidad quedaron –relativamente– relegados al desa-
por regiones, países y clases sociales. rrollo de las políticas etnográficas. Es decir, los
procesos de deconstrucción de la autoridad et-
nográfica tuvieron que experimentar, a su vez,
El giro epistémico-político un conjunto de cuestionamientos y revisiones
que llegan incluso hasta hoy en día.
Con la denominada crisis de la repre- A diferencia de las perspectivas ante-
sentación de la autoridad etnográfica, el riores, problematizar los modos de vincu-
cuestionamiento se centró no solo en las re- larse, hacer inteligible y escribir sobre y de
laciones sujeto-objeto, sino también en las los otros se convierte en el centro neurálgico
relaciones lenguaje-realidad, cultura-natu- de las diferentes perspectivas que incluye esta
raleza y en otros dualismos residuales de la aproximación. Además, ciertas nociones se
epistemología occidental(4,8). A diferencia de convirtieron en el centro de esta ecuación:
la perspectiva económica y política, este giro unos, nosotras, los otros, los nativos, lo fa-
supone el cuestionamiento de la noción de miliar, lo extraño, la alteridad, la proyección,
ideología. De acuerdo a algunos autores, la los imaginarios especulares, las otredades de
ideología propone por su misma definición occidente, las condiciones y los presupuestos
la existencia de un saber transparente, libre epistemológicos y políticos de estas opera-
de ilusión y error(29). ciones, las dificultades para acceder a los
Los diferentes argumentos que atraviesan otros y a sus saberes, la experimentación lite-
la crisis de la etnografía clásica giran entre raria, la ruptura de los cánones monológicos
dos polos: uno epistémico y el otro político. hacia los dialógicos o multilógicos, la revisión
Por un lado, está la crítica de la etno- y crítica de la comparación y traducción cul-
grafía clásica vinculada al privilegio de la tural, entre las principales. Por lo tanto, el uso
visión y la descripción escópica, la domi- de pre-posiciones en la escritura etnográfica
nancia de ciertos perfiles dominantes de los se convierte no solo en un problema teórico
otros culturales, que excluye lo incongruente sino de problematización y experimentación
y lo diverso en el contexto etnográfico. Para en la escritura: con, en diálogo, en lugar de,
lograr este efecto se traduce lo relacional y incluso con otros medios de expresión (imá-
dialógico en un texto monológico, cuya re- genes, foto-etnografías, etc.)(18).
visión crítica promovió la experimentación En las investigaciones antropológicas
en la escritura etnográfica. El énfasis en la y etnográficas de la salud en los países de
epistemología también se corresponde con América del Sur se han registrado una mul-
la interrogación sobre las condiciones de tiplicidad de orientaciones y grupos de in-
posibilidad del conocimiento de los otros. vestigación que integran o se basan en estas
La historia crítica de la antropología muestra perspectivas. Diversas temáticas han sido in-
la tendencia a la proyección cultural de di- cluidas dentro de esta orientación: la revisión
ferentes versiones del nosotros sobre los de los fundamentos epistemológicos de la

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biomedicina, de otras medicinas que no se romper con los dualismos y las dicotomías
ajustan a las coordenadas de la cientificidad de la epistemología tradicional, su aproxi-
occidental, y sus vínculos con los modos de mación relacional hizo posible determinar
producción de los sufrimientos en la vida co- las tensiones, desigualdades, contradicciones
tidiana de ciertas poblaciones(29,30,31,32). La re- y parcialidades en el campo social y sus re-
visión epistemológica de los fundamentos de laciones con las lógicas de la violencia y los
la biomedicina cuestiona la biología como modos de producción del sufrimiento social.
realidad verdadera y empírica, accesible por Además, las nociones de mal-entendido y
el lenguaje transparente y técnico, que se des-conocimiento aportan inteligibilidad a la
expresa en la aproximación de la anatomía complejidad de los procesos de dominación
como única verdad universal del cuerpo y de producción de la violencia simbólica.
humano. Dentro de un amplio repertorio de Específicamente, Bourdieu ha señalado la
orientaciones teóricas (desde hermenéuticas participación de los propios actores sociales
hasta más claramente posestructuralistas), los en la dominación que los sujeta, a través de
procesos de medicalización, somatización, una adecuación de las estructuras cognitivas
corporización, psicologización y sociali- y de la realidad social que favorece su des-
zación han iluminado los presupuestos epis- conocimiento y su naturalización. A su vez,
temológicos de la biomedicina, y han dado el malentendido –colectivo– estructura las
lugar no solo a las investigaciones categori- economías morales bajo una apariencia de
zadas como estudios sociales de la ciencia, intercambio libre y desinteresado que son,
sino también a nuevas versiones de la an- fundamentalmente, formas sociales de obli-
tropología médica crítica que incluyen el gación y sujeción(36).
análisis de narrativas(31,33). Uno de los casos Este giro hacia las entrañas del conoci-
paradigmáticos de este tipo de análisis es el miento dentro de las lógicas de poder y do-
estudio crítico sobre el cuidado experto, lego, minación, sin embargo, ubica a los etnógrafos
institucional e informal en la región(34,35). en una posición compleja: los devuelve a una
suerte de arbitraje sobre los niveles de des-co-
nocimiento, del estatuto del saber y del grado
El giro político-cultural de entendimiento de los propios actores so-
ciales sobre sus propias experiencias y prác-
Una de las secuelas del giro epistémico- ticas. Las estructuras cognitivas y su captura
político, además de la salida en estampida por parte de los procesos de dominación
hacia la innovación en el trabajo de campo y hacen del malentendido y la confusión una
en los estilos de escritura, fue tratar de eludir consecuencia de las lógicas de poder, que
hacer de la antropología tanto un quehacer gozan de un estatuto de realidad que solo el
teórico, literario, como una subdisciplina de- etnógrafo puede ver y esclarecer, ya que, de
pendiente de la sociología. Una de las formas algún modo, puede estar por fuera de estas.
de resolución de esta encrucijada fue buscar En síntesis, el andamiaje teórico de
cierta continuidad con las investigaciones Bourdieu no solo ofrece una ecuación sim-
etnográficas en zonas urbanas bajo la pers- bólica lista para usar, para develar este modelo
pectiva relacional y procesual de lo social de de la dominación en diferentes áreas de la
Pierre Bourdieu(36,37). vida cotidiana y regiones, sino que, además,
Lejos de centrar la discusión –y la las estructuras cognitivas y el habitus sirven
crítica– en la noción de cultura, las nociones de anclaje real para resolver las tensiones y
centrales del andamiaje teórico de Bourdieu contradicciones que promueve hablar de lo
(práctica, habitus, discurso, estrategias, etc.) que los otros des-conocen. Es decir, los otros
hicieron posible la documentación y el aná- desconocen y este desconocimiento tiene an-
lisis de complejas problemáticas urbanas, sin clajes en estructuras cognitivas y corporales.
subsumirlas por completo a las coordenadas No obstante, al buscar entender cómo
de la sociología y de la historia. Buscando los otros mal-entienden y des-conocen los

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procesos en los que participan y que los sociedades occidentales, el análisis ontológico
oprimen, las posiciones etnográficas ingresan revisa los modos de lectura de los objetos de
y reproducen este patrón de conocimiento. estudio etnográficos (cultura, cosmologías,
Desde esta perspectiva, de algún modo, las etc.) y sus modos de traducción en otros len-
experiencias y categorizaciones nativas del guajes (relaciones de producción, desigualdad
sufrimiento y los malestares se ven compro- de poder, etc.).
metidas por estos procesos del des-conocer El perspectivismo incluye una formación
y mal-entender que enturbian y hacen, de híbrida, resultado del proceso recursivo de
algún modo, necesaria la presencia de otros, la orientación etnoantropológica occidental
en este caso, los etnógrafos, para develarlos. y de las orientaciones amerindias. Propone
Respecto a la escritura, las pre-posiciones se la noción de equivocación controlada como
focalizan en aquellas como sobre y de, que aquella aproximación del perspectivismo que
predican sobre otras prácticas y saberes, y es- supone una epistemología constante, y una
tablecen así una distancia entre los resultados ontología variable. Por esta razón, la versión
de la observación participante y aquellas des- de la traducción que adquiere relevancia
cripciones, narrativas y perspectivas de los busca evitar poner atención en aquellos ho-
propios actores sociales, siempre teñidas y mónimos que no refieren a las mismas cosas.
desfiguradas por los procesos que el anda- En lugar de hablar de error en los modos
miaje teórico hace inteligibles. de ver similares cosas diferentes, Viveiros
Uno de los casos paradigmáticos de esta habla de equivocación, que es susceptible
perspectiva es el sufrimiento asociado a la(s) de ser controlada con las coordenadas del
violencia(s)(38). perspectivismo.
Por lo tanto, el vínculo entre el etnógrafo
y las poblaciones está atravesado por un des-
El giro ontológico encuentro, ya que los otros, la otredad de los
nativos, no se corresponde ni con los etnó-
Al confrontar la orientación epistémico- grafos ni con las otredades de estos últimos. La
política, como una salida paternalista y economía simbólica del perspectivismo pone
narcisista, es decir, más centrada en los antro- a los otros antes que el yo, y en la traducción
pólogos que en los sujetos y sociedades con debe primar el pensamiento de los otros
los que se trabaja, el giro ontológico sostiene sobre el nuestro. Lejos de ser un problema
que las antropologías son versiones de las comunicacional empírico y contingente, para
prácticas y saberes indígenas. Siguiendo otras Viveiros la equivocidad es una categoría inhe-
tradiciones antropológicas, específicamente, rente al proyecto antropológico de traducción
el (pos)estructuralismo francés deleuziano, cultural, que hace de los malentendidos su
la antropología británica y los estudios ame- contenido central. El giro ontológico supone
rindios en Brasil, el perspectivismo obliga a una visión de la política como inherente a la
orientarse hacia la determinación ontológica descolonización del pensamiento, a los “fu-
de la alteridad del otro: la autodeterminación turos virtuales que podrían ser”(41).
ontológica del otro(39,40,41). Además, con el fin de romper los dua-
La delegación ontológica, es decir, ubicar lismos, el perspectivismo asume un reper-
en los otros la fuente y agencia de las repre- torio complejo de transformaciones y de
sentaciones y definir la autodeterminación traducciones. Por un lado, el perspectivismo
ontológica del otro, ha dejado abandonada interespecífico, que multiplica los puntos
la crítica de la autoridad etnográfica. Las di- de vista y, por el otro, el multinaturalismo,
visiones epistemológicas se convierten en on- en el que se diversifican las naturalezas y
tológicas, las fronteras se convierten en más no las culturas. Estas otras ontologías –en el
permeables y se multiplican las transiciones caso que nos ocupa, la amerindia– no solo
entre mundos. Basados en ciertos y particu- difieren de la occidental, sino que, dentro
lares otros, relativamente sin contacto con las de ellas, el Otro del otro no se corresponde

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con el Otro del mismo. Esta tecnología de la tercer mundo y de desarrollo, sino la misma
alteridad hace de la diferencia etnográfica el noción de Latinoamérica(43,44).
centro de su interés, específicamente, se in- Con el viraje realizado en las perspec-
teresa en la diferencia dentro de las personas tivas tradicionales acerca de los modos de
y las cosas, más que entre ellas. producción y legitimación de los saberes
Antes que la naturaleza, en términos de de otras perspectivas subalternas, e incluso
su estatus de referencia universal y fija para la al cuestionar la noción de “tercer mundo” y
comparación, haya sido cuestionada a través los modos coloniales de producción del co-
del giro ontológico, la antropología médica nocimiento sobre los otros, sobre sus saberes
había ya desactivado, cuestionado y aban- y prácticas, este posicionamiento cuestiona,
donado la biología occidental como única además, la aproximación posestructural
referencia para el análisis transcultural de las que hace de este conocimiento algo trans-
dolencias y las enfermedades. Además, al parente y de acceso inmediato (sin barreras
centrarse en las etnografías de la Amazonia ideológicas) para aquellos subalternos y
–y de los Andes– esta aproximación vuelve oprimidos(45).
las etnografías a sus contextos indígenas y A diferencia de la perspectiva económico-
con un repertorio de nociones revisadas y política, el giro decolonial cuenta con un
sofisticadas en la genealogía de los abordajes andamiaje conceptual específico sobre los
clásicos. modos en que la distribución geopolítica
El etnógrafo, en este caso, se presenta global incluye en su agenda el cuestiona-
como un negociador y diplomático onto- miento epistemológico, cognitivo y de tra-
lógico entre diversos mundos y perspectivas ducción del régimen colonial, el capitalismo,
reales. Frente a estas formulaciones gene- la modernidad y la colonialidad. Este pro-
rales, sin embargo, la delegación ontológica grama incluye la decolonización de la epis-
constitutiva de estas etnografías incluye pre- temología, los conocimientos y procesos
posiciones características no solo sobre los cognitivos dominantes y del patriarcado,
otros, sino como modos de ser y estar de los claves para la constitución de la hegemonía
otros, en los otros. Además, y tomando como del proyecto modernidad/colonialidad en
eje la descolonización del pensamiento, el Atlántico Sur. Desde esta perspectiva, la
las posiciones teórico-políticas respecto de epistemología no solo no es universal, sino
los pueblos originarios y los nuevos extrac- geográficamente marcada en su historia y en
tivismos se consideran paternalistas y que sus características(42,45).
transforman las agencias en seres bajo el ré- Por lo tanto, el giro decolonial participa
gimen del multinaturalismo(42). El caso para- de las denominadas epistemologías del sur,
digmático de esta orientación y del complejo que se corresponden con la elaboración de
ejercicio de la traducción es el chamanismo. críticas del capitalismo global, el colonialismo
y las estructuras patriarcales. Esta perspectiva
promueve la multiplicidad de epistemologías
El giro decolonial y el reconocimiento de la diversidad de sa-
beres. No solo la ciencia occidental es re-
En continuidad y coordinación con los visada en su universalidad y legitimidad, sino
estudios subalternos, poscoloniales y del incluso las teorías críticas occidentales (mar-
sur global, encontramos los desarrollos teó- xismo, posmarxismo, etc.). Desde esta pers-
ricos y críticos denominados decoloniales. pectiva, las epistemologías están marcadas
Articulando argumentos de diferentes autores geopolíticamente, en su historicidad. La co-
y disciplinas (filosofía, historia, sociología y lonialidad consiste en la subalternización del
antropología), el proyecto modernidad/colo- conocimiento y de la cultura de grupos opri-
nialidad vino a proponer una historicidad par- midos y excluidos que necesariamente acom-
ticular del sur del Atlántico y de las Américas, pañan al colonialismo y a la modernidad, lo
que pudiera revisitar no solo las nociones de que continúa hoy en día con la globalización.

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En el sur global, las teorías y la inteligi- Del mismo modo, la perspectiva inter-
bilidad son parte intrínseca de la vida coti- cultural clásica, con relación a la salud, in-
diana. Teorizar participa, entonces, en los cluye una estructuración dialógica que, en
modos de vivir y de sobrevivir por parte de ocasiones, reproduce un conjunto de dua-
las poblaciones de estas regiones. Al incluir, lismos: biomedicina y saberes tradicionales
generalmente, la noción de hegemonía –y con- locales, occidentales y nativos, etc. También
trahegemonía– la diversidad de orientaciones ubicaban estas otras medicinas en un lugar
y autores dentro del paradigma decolonial subalterno y complementario de la biome-
integra las articulaciones y la desigualdad de dicina, como las tradiciones empiristas de la
poder dentro de su mismo desarrollo. Retorna etnomedicina(49).
a una variación del culturalismo, que en- Dentro de la perspectiva intercultural
tiende la ecología de los diversos saberes que decolonial existe una revisión explícita de la
incluyen la necesidad de la traducción inter- dominante tentación de “hablar por otros”,
cultural y dialógica. Este lugar central de la tra- “decir en lugar de otros”, de parte de otros,
ducción se corresponde con la búsqueda de ya que esta es una situación contingente y
la mutua y dialógica inteligibilidad entre las relacional porque nosotros somos los otros
culturas en un proyecto denominado contra- de los “otros”. De acuerdo con Mignolo(43),
hegemónico, ecológico, indigenista, feminista las condiciones de posibilidad del diálogo
y de otros movimientos sociales(43). intercultural incluyen no solo los modos co-
El caso paradigmático que asumen estas lectivos de producción de saberes, sino la
perspectivas es la orientación de salud inter- posibilidad de considerarnos nosotros como
cultural(46,47). La aproximación intercultural otros de los otros. De acuerdo a los autores
en diferentes áreas (educación, seguridad, principales de esta orientación, en vez de in-
etc.) tiene una larga y compleja genealogía vestigar a otros, o estudiar ciertos problemas
en los países sudamericanos. Al promover de otros, la aproximación decolonial dice
un paradigma dialógico, sin embargo, al- consistir en estudiar problemas con los otros,
gunas de sus primeras versiones tenían una que supone una modificación en los modos
estructura dualista y oposicional y adolecían de relacionarse con los sujetos individuales y
de cierta ingenuidad en su formulación. colectivos de las investigaciones.
Esta primera versión de la interculturalidad
ha sido sometida a múltiples críticas y revi-
siones, incluso entre aquellos que teórica e PALABRAS FINALES
ideológicamente han adherido y reproducido
esta perspectiva en sus primeros desarrollos.
Específicamente, la noción –ambigua y vaga– Este breve recorrido a través de algunos
de cultura ha servido tradicionalmente más de los posicionamientos etnográficos en el do-
para dominar que para liberar y, al no con- minio de la antropología de la salud en el sur
siderar las dinámicas económicas y geopolí- de las Américas no solo incluye su sistemati-
ticas, ha sido un atractor de la mayoría de zación a través de las grandes orientaciones
las críticas. Por lo tanto, la interculturalidad teóricas sobre este campo de investigación,
crítica cuestiona el carácter dualista, cultu- sino también integra las complejas relaciones
ralista, voluntarista y reproductor del orden entre orientaciones y posiciones. Es decir,
establecido por la perspectiva intercultural mientras que ciertas posiciones dominan en
relacional y funcionalista clásica. A diferencia determinadas orientaciones, algunas son co-
de esta, la interculturalidad crítica incluye las munes a diferentes perspectivas y, dentro de
desigualdades de poder y económicas, y la una misma orientación, se da el caso de in-
estructuración dialógica es llevada a cabo cluir más de una posición alternativa.
por los grupos subalternos en su diversidad, Con respecto al repertorio de las po-
que incluyen las dimensiones étnicas, episté- siciones de los etnógrafos en el trabajo de
micas, territoriales y de género(48). campo y en la escritura etnográfica, podemos

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destacar: a) experiencias, prácticas y perspec- con la cartografía teórica, económica, política,
tivas cuya extrañeza se localiza en un des- epistemológica y ontológica, abre múltiples
nivel inferior de lo ya conocido, lo propio, interrogantes sobre algunas condiciones del
lo mismo y la inteligibilidad se logra a través trabajo etnográfico que, de otro modo, que-
de la traducción de lo extraño en familiar, darían inadvertidos y solo reproducidos. Entre
que opera como medida, escala y referencia estos interrogantes se pueden destacar tres
universal; b) experiencias modeladas por principales. En primer lugar, el análisis de las
la desigualdad y la pobreza, y cuestionadas etnografías y, específicamente, de las posi-
en su estatuto de verdad y legitimidad, que ciones etnográficas hace imposible eludir las
los propios sujetos no pueden esclarecer por condiciones de emergencia de las relaciones
completo por la naturalización ideológica, con otros, otras, otrxs en el desarrollo del
debido a la hegemonía de la biomedicina trabajo de campo. Lejos de la naturalización
occidental y los procesos económicos y polí- de estos vínculos, del permanente esfuerzo en
ticos del capitalismo; c) gatillos que disparan la presentación de estos como un desarrollo
–principal o exclusivamente– proyecciones, de aceptación e integración creciente y lineal
imágenes, e interrogaciones propias y/o es- en la vida cotidiana de los otros, al categorizar
peculares, en clave de las tradiciones episte- en términos de obstáculos las dificultades en-
mológicas y políticas de occidente; d) parte contradas en la investigación, la mirada crítica
implicada en los procesos de dominación sobre las posiciones etnográficas hace nece-
que los sujetan y sumergen en un des-conoci- sario problematizarlas en su complejidad,
miento o mal entendido de sus propias con- incluyendo además los forzamientos, artifi-
diciones de vida, debido a su naturalización cialidades y asimetrías que las atraviesan. En
en el sentido común; e) seres y territorios a los segundo lugar, con esta exploración se abre
que se les delega y otorga ontológicamente su la pregunta sobre cuáles son las expectativas
existencia y agencia ontológica, que buscan y modelos de relación etnográfica –más o
devolver a los otros (humanos, animales, e in- menos implícitas– en el medio académico,
cluso lugares) la otredad sin reducirla ni sub- que imponen ciertos posicionamientos en
sumirla en lo familiar y lo mismo; f) sujetos el trabajo de campo y en la escritura, que
colectivos, individuales y territorios a los que demuestren haber logrado, por ejemplo, in-
se les ha saqueado, denegado y silenciado timidad, profundidad y conocimiento de los
sus saberes y subjetividades por una suerte de otros. En tercer lugar, aunque no en el último,
epistemicidio basado en la hegemonía de la cuáles son los modos en que las posiciones
episteme y el pensamiento occidental, lo que etnográficas se corresponden con ciertas sen-
demanda la transformación de esta estructura sibilidades respecto de la desigualdad, el su-
de colonialidad hacia un diálogo intercultural frimiento y el dolor de otros, los procesos por
en condiciones de mayor bienestar e igualdad los que se reproducen, amplifican y cristalizan
económica y social. en los vínculos en el trabajo de campo y en los
Finalmente, el repertorio de posiciones textos etnográficos.
etnográficas, brevemente examinado en clave

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FORMA DE CITAR
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Recibido: 20 de agosto de 2016 | Versión final: 8 de diciembre de 2016 | Aprobado: 30 de diciembre de 2016

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Salud Colectiva | Universidad Nacional de Lanús | ISSN 1669-2381 | EISSN 1851-8265 | doi: 10.18294/sc.2017.1104

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