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El duelo en la enfermedad crónica

http://www.psico.org/articulos/el-duelo-en-la-enfermedad-cronica/
de Mayela Padron 

La Organización Mundial de la Salud refiere que la salud es un estado completo de


bienestar físico mental y social, no solo la ausencia de afecciones o enfermedades.
Es importante señalar que el cuerpo y la mente son unidad es por eso que aunque la
enfermedad afecte al cuerpo indudablemente la mente también se verá afectada.

Quienes han sido diagnosticados con alguna enfermedad crónica (diabetes, cáncer,
artritis, insuficiencia renal, etc.) experimentan diversos problemas, uno de ellos
relacionado directamente con la enfermedad: como el dolor físico, cansancio,
disminución o pérdida en las capacidades motrices, cambios metabólicos, cambios
en el aspecto físico, entre otros. Algunos aspectos psicológicos son: incertidumbre
hacia el futuro, “amenaza de muerte”, deterioro en la calidad de vida, ansiedad y
depresión.

Ante el diagnóstico de una enfermedad crónica el paciente entra en un proceso


llamado duelo, del latín dolus que significa dolor y duelum que significa
desafío.  El duelo es un proceso psíquico necesario y adaptativo para afrontar una
pérdida significativa como la muerte de un ser querido, ruptura con la pareja o en este
caso la pérdida de la salud, se caracteriza por una sensación de pérdida y mucha
tristeza con poco o nulo interés en el mundo externo. Consta de cinco etapas:

1. Negación: sirve para amortiguar el dolor ante una noticia inesperada, es


temporal y se caracteriza por la palabra no, “no estoy enfermo, no me puede
estar pasando esto a mí”. Cuando alguien ha sido diagnosticado es probable
que evada la realidad ignorando los síntomas de su enfermedad para alimentar
la creencia de que se encuentra “sano”; otra conducta incluye el visitar
diferentes médicos o realizarse repetidamente pruebas de laboratorio para
“comprobar” que el diagnostico anterior es erróneo y no posee enfermedad
alguna. A pesar de que la negación es una etapa necesaria puede poner en
riesgo la vida del paciente si su duración es larga ya que retrasa el inicio del
tratamiento médico requerido y por lo tanto la probabilidad de controlar la
enfermedad y los síntomas se reduce.

La primera etapa de adaptación a una enfermedad crónica es la de negación.


Una vez que ha sido diagnosticado/a, inicialmente siente alivio, porque ha
pasado años tratando de saber qué era lo que le pasaba. Al mismo
tiempo,puede estar en estado de shock o de incredulidad, porque tiene una
enfermedad que no tiene cura, y no tiene ningún tratamiento que sea efectivo.
Durante la etapa de negación, puede intentar seguir viviendo su vida como
lo hacía antes, pensando que si sólo continua esforzándose, de algún modo la
enfermedad no estará más allí. Pensará que si sigue y sigue adelante, de
algún modo hará que todo desaparezca. Pensará que mostrando rebeldía,
le demostrará a su enfermedad quees usted quien manda. Bueno, eso no
funciona. Aún si usted es capaz de sobreexigirse durante unos pocos meses,
o unos pocos años, la enfermedad siempre gana, el cuerpo deja de funcionar, y
entonces usted se culpa porque en su momento pensó que podría
continuar haciendo de todo

2. Ira: en esta etapa se piensa que la pérdida fue injusta y se caracteriza por
quejas, lágrimas y en especial por un gran enojo que en ocasiones puede ser
dirigido hacia la pareja, familia o personal médico, es común la presencia de
sentimientos de odio y envidia hacia quienes gozan de salud también culparse
por haberse enfermado. Suelen preguntarse “¿por qué a mí? ¿por qué me he
enfermado?”.
3. Negociación: la intensidad del enojo va disminuyendo progresivamente y
ante la dificultad de poder asimilar la enfermedad comienza una lucha por
hacer un pacto con Dios, el doctor, la vida u objetos en los que se tenga fe
para mejorar o revertir el estado de salud. “si me curo, prometo ir cada
domingo a la iglesia; si cumplo con todas las indicaciones médicas ¿volveré a
estar sano?”.
4. Depresión: la persona se da cuenta que no puede negar su realidad ni
revertirla, esta etapa es la antesala de la aceptación donde predomina un
profundo sentimiento de tristeza y los recuerdos de cuando gozaba de
salud. Aunque en todas las etapas es necesario escuchar y acompañar al
paciente, en esta es indispensable ya que hay mucho dolor psíquico que
necesita ser descargado, si la persona no cuenta con un espacio de expresión
donde pueda hablar sobre sus miedos y emociones se corre el riesgo de pasar
de un estado de tristeza a un estado de depresión más profundo, en el cual el
camino para llegar a la aceptación de la enfermedad será más largo y difícil.
5. Aceptación: de forma gradual se ira “haciendo las paces” con la
enfermedad. No es una etapa feliz, sino una etapa en la que el paciente está
plenamente consciente de su condición médica y buscará la forma más
adaptativa para sobrellevarla en todos los aspectos: a nivel físico,
psicológico y social.

El duelo es un proceso dinámico que se experimenta de forma diferente en cada


persona, las etapas no necesariamente son consecutivas y existe la posibilidad de
retroceder a etapas anteriores o no presentar alguna de las cinco. Es importante
mencionar que la familia del paciente también puede experimentar un proceso de
duelo y que a pesar de las implicaciones emocionales que conlleva no es
considerado como un trastorno depresivo sin embargo esto no implica que quien lo
experimenta no requiera ayuda profesional.

“Parte de la curación está en la voluntad de sanar”

Seneca (Filósofo, político, orador y escritor romano)

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