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Aportaciones a la Educación
Eugenio María de Hostos fundó una Escuela Normal para señoritas, creó un plan de estudio que
abarcaba dos ciclos de asignaturas donde se debía estudiar geometría, aritmética, lectura razonada,
ejercicios geográficos y cosmográficos, geografía patria, manejo de globos y mapas, lenguaje,
historia, metodología, higiene escolar, organización escolar, psicología, trabajo manual, gimnasia y
arte. Fundó un Instituto Profesional formado por las Escuelas de Derecho, Medicina, Farmacia e
Ingeniería en Santo Domingo. En Chile, fundó el Instituto Pedagógico y dirigió el Liceo de Chillán
donde ofreció famosas conferencias dirigidas a la educación científica de la mujer. Fundó Escuelas
para Padres, la Escuela Nocturna para la clase obrera y diseñó planes de estudios que incluían la
música y el canto como proceso formativo.
Hostos soñó con una confederación antillana libre como base de una América
libre y unida, y a ello se dedicó con ahínco desde sus tiempos de estudiante en
España; vio en la mejora de la educación popular el fundamento de un futuro de
libertad y justicia, y, a lo largo de una vida itinerante que lo llevó a recorrer
toda el continente, prodigó por doquier su labor de renovación pedagógica.
Biografía
Tras haber cursado estudios primarios en la capital de su país natal, Eugenio
María de Hostos viajó en 1852 a España para completar su formación
académica. Estudió en Bilbao y en Madrid, donde se licenció en leyes y tomó
contacto con los diversos grupos de discípulos de Karl Krause que en la segunda
mitad del siglo XIX animaban la vida cultural madrileña.
El krausismo determinó, a partir de entonces, los derroteros filosóficos,
pedagógicos y políticos por los que habría de discurrir su actividad intelectual; y
así, partidario de la independencia de las colonias antillanas, creyó posible una
gran federación ultramarina que instaurase la república en aquellos lares.
Convertido en adalid del independentismo antillano, Eugenio María de Hostos
pronunció en el Ateneo de Madrid varias sonadas conferencias que quedarían
plasmadas por Benito Pérez Galdós en la novela histórica Prim (1906),
perteneciente a la cuarta serie de sus Episodios nacionales. Confió en que la
Primera República española (1873-1874) daría la libertad a su país, y abandonó
España cuando vio frustradas sus esperanzas.
Empezó entonces para el ilustre puertorriqueño una vida de peregrinación, de
propaganda, de lucha por sus ideales. Vuelto a Hispanoamérica, formó parte de
la Junta Revolucionaria Cubana creada en Nueva York y dirigió su órgano
periodístico, La Revolución. Posteriormente, Eugenio María de Hostos recorrió
América del Sur propagando sus ideas liberales, dirigió en Venezuela el Colegio
Nacional de Asunción y fundó en Santo Domingo la llamada Escuela Normal,
para volcarse de lleno en una incesante actividad pedagógica (1879-1888) que
luego extendió por Chile entre los años 1889 y 1899.
Fruto, en parte, de esta abnegada labor, fueron los dos tratados de sociología
que publicó en 1883 y 1901. Hostos proponía una educación liberal que llevara
a un progreso moral e hiciera posible el desarrollo de la democracia y las
instituciones representativas en Hispanoamérica. De regreso a su patria, fue
nombrado jefe de la comisión encargada de reclamar en Estados Unidos la
independencia de Puerto Rico dentro de una confederación de las tres grandes
islas antillanas. Pero la dominación española había sido sustituida por la
norteamericana, y, rota la ilusión de ver a su país libre, emigró de nuevo a
Santo Domingo, donde consagró el resto de sus días a su obra pedagógica y
cultural.
Eugenio de Hostos
Introduccion
desarrollo
conclusión
opinión personal
bibliografía