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1.

Hechos del caso

En febrero del 1992. Stella Liebeck, de 79 años, compró un café en una de las
cadenas de McAuto , el servicio de compra por ventanilla de la cadena de comida
rápida McDonalds en Alburquerque, en el Estado de Nuevo Méjico. Liebeck iba de
copiloto en el coche de su nieto/nieto, que aparcó el vehículo para que su abuela
pudiera añadir la nata y el azúcar en el café. Stella coloco el vaso entre sus rodillas y
durante el proceso de extracción de la tapa, derramó todo el líquido sobre sus
pantalones de algodón, que absorbieron rápidamente el café. Lo que le provoco
quemaduras de tercer grado en muslos, nalgas e ingle. El hospital que la trató
determinó que Stella sufrió quemaduras de tercer grado en el 6% de su cuerpo y
quemaduras menores en el 16%, por lo que tuvo que someterse a un injerto de piel lo
que se conoce como desbridamiento o aseo quirúrgico. Además, perdió 9 kilos (casi el
20% de su masa corporal) durante los ocho días que estuvo ingresada llegando a
pesar tan solo 40 kilos, Las quemaduras también la dejaron con cicatrices
significativas y parcialmente discapacitada durante dos años.

La primera vez que Liebeck se puso en contacto con McDonald’s para que llegar
un acuerdo en 20.000 dólares para cubrir sus gastos actuales y anticipados, donde
sus gastos médicos pasados fueron de $ 10,500; sus gastos médicos futuros
previstos eran de aproximadamente $ 2,500; y la pérdida de ingresos de su hija fue
de aproximadamente $ 5,000 por un total de aproximadamente $ 18,000 -, pero
McDonalds sólo ofreció 800 y se negó a aumentar la oferta. Es por ello, que
Liebeck decide contratar un abogado llamado Reed Morgan. Este presento una
demanda en el Tribunal de Distrito de Nuevo México acusando a McDonald's de
"negligencia grave" por vender café que era "irrazonablemente peligroso" y
"defectuosamente". Reed argumentó que McDonalds servía el café a una
temperatura que oscilaba entre los 180 y 190 grados. A esos niveles, el
líquido puede causar quemaduras de tercer grado en menos de diez
segundos. Durante el proceso, el abogado desveló que, entre 1982 y 1992,
McDonalds había recibido unas 700 quejas de clientes por quemaduras con
el café y que hasta el momento había desembolsado más de 500.000
dólares en dichos casos.A pesar de estas afirmaciones anteriores mostraron que
McDonalds sabía, o debería haber sabido, sobre el peligro asociado con las altas
temperaturas del café .Ademas que en el interrogatorio de Morgan a señor
Appleton, un gerente de control de calidad de McDonald’s

2. Argumento de las partes

Reed Morgan abogado de Liebeck argumentó que McDonalds servía el café a una
temperatura que oscilaba entre los 180 y 190 grados. A esos niveles, el líquido puede
causar quemaduras de tercer grado en menos de diez segundos. Durante el proceso,
el abogado desveló que, entre 1982 y 1992, McDonalds había recibido unas 700
quejas de clientes por quemaduras con el café y que hasta el momento había
desembolsado más de 500.000 dólares en dichos casos.A pesar de estas
afirmaciones anteriores mostraron que McDonalds sabía, o debería haber sabido,
sobre el peligro asociado con las altas temperaturas del café .Ademas que a señor
Appleton, un gerente de control de calidad de McDonald’s admitio queel café de
McDonald's le quemará la boca y la garganta si se consume cuando se sirve y que la
que la compañía no tenía ninguna intención de cambiar sus políticas de temperatura
del café, a pesar de lo que le sucedió a Liebeck , ya que consideraba que había
problemas más grande en los restaurantes

Por otro lado el equipo legal de McDonald’s argumentó que, en primer lugar, Liebeck
no hizo bien sosteniendo el café entre sus muslos, y que ella debería haberse quitado
los pantalones inmediatamente tras derramar el café. También declararon que
tendrían que bajar la temperatura del café a niveles desagradables para eliminar por
completo el riesgo de tales quemaduras por derrame. Además, sacó al estrado a un
testigo, un ingeniero, que señaló que el número de lesiones era estadísticamente
insignificante cuando se comparaba con la venta anual de miles de millones de tazas
de café.
3. Decisión del caso

El juicio se llevó a cabo del 8 al 17 de agosto de 1994 ante el juez de la corte de


distrito de Nuevo México, Robert H. Scott. Un jurado de doce personas llegó a un
veredicto el 18 de agosto de 1994. Aplicando los principios de negligencia
comparativa, el jurado encontró que McDonald's era 80% responsable incidente y
Liebeck tuvo un 20% de culpa. Aunque hubo una advertencia en la taza de café, el
jurado decidió que la advertencia no era lo suficientemente grande . Le otorgaron a
Liebeck $ 200,000 en daños compensatorios, que luego se redujeron en un 20% a $
160,000. Además, le otorgaron $ 2.7 millones en daños punitivos. Al parecer, los
miembros del jurado llegaron a esta cifra por la sugerencia de Morgan de penalizar a
McDonald's por los ingresos de café de uno o dos días, que eran de aproximadamente
$ 1.35 millones . El juez redujo los daños punitivos a $ 480,000, tres veces el monto
compensatorio, por un total de $ 640,000. La decisión fue apelada tanto por
McDonald's como por Liebeck en diciembre de 1994, pero las partes llegaron a un
acuerdo extrajudicial por un monto no revelado de menos de $ 600,000.

4. Opinión del grupo

La Sra. Liebeck demanda a McDonald’s por el concepto de negligencia a la hora


de preparar un producto que era peligroso para sus consumidores.

Se supone que un café debe estar a una temperatura aceptable, la cual no


pueda generar quemaduras de tercer grado al momento de su consumo.

Hubo culpa por parte de la Sra. Al haber puesto el café entre sus piernas, ya que
de por sí un café es caliente además el mecanismo usado para abrir el vaso no era
el correcto ya que causó un derrame del líquido contenido.

McDonald’s es una empresa de comida rápida, por lo tanto, gran parte de sus
clientes consumen los productos en el menor tiempo posible y al paso, lo que nos
lleva a deducir que sus productos tienen esa orientación, sin embargo, de ser así el
café que compró la Sra. Liebeck no hubiese estado a tan altas temperaturas
entonces las quemaduras causadas hubiesen sido menores e incapaces de poner
en riesgo su vida.

Éste fallo debe ser dirigido a todas las empresas de comida rápida, no debe
poner en riesgo la salud de la población, todas deben seguir un régimen para un
correcto servicio a la sociedad.

El jurado no tuvo en cuenta, a la hora de fallar, la imprudencia de la


anciana que, cuando se le derramó el café, estaba conduciendo su
coche, tras dejar el restaurante, con el vaso de café entre las piernas y,
con una sola mano, iba a quitarle la tapa de plástico que lo cerraba.
Liebeck tuvo que ser tratada y pagó por cuidados médicos una factura de
10.000 dólares.
La mayor parte del dinero de la indemnización, sin embargo, no lo
pagará McDonald's en concepto de compensación por las heridas, sino
que 2,7 millones de dólares son daños punitivos contra. la citada firma
por tener la costumbre de servir el café a una temperatura media de 80
grados centígrados. En EE UU se están tramitando actualmente
numerosas demandas contra restaurantes por quemaduras de café.
Y sí, quizás lo más importante de todo es que gracias a la señora
Liebeck, tanto McDonald’s como la mayoría de las grandes compañías,
pasaron a añadir grandes etiquetas de advertencia en sus bebidas calientes.
La ironía es que las etiquetas advierten que esas bebidas calientes, están
muy calientes.
El jurado que condenó a McDonald's actuó principalmente con la intención de
dar una lección a los restaurantes de comida rápida que, por lo general, sirven
café demasiado caliente. "McDonald's sólo tuvo la mala suerte de que les tocó a
ellos, pero la sentencia es una advertencia para todos" dijo Richard Anglada, uno
de los miembros del jurado.

Así quedó constancia, sobre todo después de las entrevistas que se le realizaron a
algunos de los miembros del jurado después del juicio. Uno de ellos vino a decir que
si al comienzo lo veía como un juicio “tonto” donde no “entendía muy bien si todo
se debía a un derrame de café”, con el paso de los días todos cambiaron de opinión.

Esto ocurrió, no tanto por lo que le sucedió a Liebeck o las circunstancias del caso
específico, sino, como uno de los miembros del jurado señaló, por la aparentemente
“insensibilidad y desprecio por la seguridad de la gente que McDonald’s exhibió en
el caso”. Otro jurado señaló que, “había una persona detrás de cada número, y no
creo que la compañía estuviera atribuyendo suficiente importancia a eso”

5. Bibliografía

https://news.aitkenlaw.com/espanol/noticias/verdadera-historia-detras-del-
caso-de-cafe-de-mcdonalds/

https://elpais.com/diario/1994/08/19/sociedad/777247209_850215.html

http://www.chicagoabogadodelesion.com/blog/caso-de-derrame-de-cafe-en-
mcdonalds-por-james-h-lawlor-iii/

https://mx.hola.com/actualidad/20111202478/abuela-mcdonalds/

https://es.gizmodo.com/la-verdad-sobre-la-anciana-que-se-hizo-millonaria-
deman-1818903059
https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/riesgo-moral-estupidez-alfredo-
bullard-435252

http://abnormaluse.com/2011/01/stella-liebeck-mcdonalds-hot-coffee.html

https://en.wikipedia.org/wiki/Liebeck_v._McDonald's_Restaurants

https://es.gizmodo.com/la-verdad-sobre-la-anciana-que-se-hizo-millonaria-
deman-1818903059

https://www.huffingtonpost.com/darryl-s-weiman-md-jd/the-mcdonalds-
coffee-case_b_14002362.html

http://www.jtexconsumerlaw.com/V11N1/Coffee.pdf

https://www.morancom.com/?p=116

https://www.businessinsider.com/the-ten-dumbest-lawsuits-against-big-
business-2009-11#mcdonalds-coffee-case-1

https://www.citizen.org/article/legal-myths-mcdonalds-hot-coffee-case-0

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