Sei sulla pagina 1di 1

"4¯1"4´ #PHPUÁ

WJFSOFTEFKVMJPEF 
$POP[DBMBIJTUPSJBEFFTUFQBESFZTVIJKPRVFIPZMMFOBOEFPSHVMMPBM)PTQJUBMEF,FOOFEZ
1VKBTQPSBVYJMJPT
FDPOÑNJDPT
-PTQBSUJEPTEFPQPTJ
DJÑOSBEJDBSPOFMQSP
ZFDUPEFA-FZEFSFOUB
&MEØPGBNJMJBSRVFMBMVDIB
FOUJFNQPTEFDPSPOBWJSVT
CÁTJDB DPOFMDVBMCVT
DBOBTFHVSBSVOJOHSFTP
CÁTJDPQPSTFJTNFTFT
QBSBOVFWFNJMMPOFTEF
GBNJMJBTFODPOEJDJÑO
EFQPCSF[BFYUSFNB&M .*(6&-7*7"4530$)&; día. Esa misma vocación se la transmitió a su hijo de Kennedy de Bogotá dando lo mejor de cada
QBSUJEPMJCFSBMQSPQVTP NJHVFMWJWBT!RIVCPDPN Camilo, quien creció viendo a su padre desarrollar uno para que este emblemático centro asistencial

)
MBA3FOUB7JEB EJSJHJEB an pasado 35 largos años desde que Freddy su labor en los hospitales con tal admiración, que no caiga en las garras del temido coranvirus, en-
BVOBSFEJTUSJCVDJÑOEF entró a trabajar por primera vez al Hospital no dudó ni un instante en estudiar Medicina para fermerdad que tiene en contra de las cuerdas al sis-
TVCTJEJPTFOMPTEFQBS de Kennedy. Hoy, a sus 58 años, él sigue tan dedicarse al mismo oficio de su padre: salvar vidas. tema de salud de nuestro país y a quienes traba-
UBNFOUPTNÁTQPCSFT Z optimista y vigoroso con su trabajo como el primer En la actualidad ambos trabajan en el Hospital jan en él. Conozca a los dos héroes Rodríguez.
FM$FOUSP%FNPDSÁUJDP
SBEJDÑTVQSPZFDUPQBSB Luego de lavar sus manos, fijar el gorro blanco antifluido en su cabeza y apretar La última gota de agua cae sobre el lavamanos, Freddy Rodríguez sacu-
RVFFM*OHSFTP4PMJEBSJP con firmeza los lentes protectores en sus ojos, el doctor Camilo Rodríguez visita a de levemente sus manos para secarse y comenzar un nuevo día.
TFBVOBQPMÌUJDBEF sus pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de El amor por su profesión salta a la vista con cada gesto de
&TUBEP Kennedy para corroborar, con sus propios ojos, lo que ha leído cariño y atención que tiene con sus pacientes. Cuando decidió
en los informes. estudiar para convertirse en Auxiliar de Enfermería, no fueron
“Yo conocí el Hospital de Kennedy desde pequeño porque pocos los prejucios a los que tuvo que enfrentarse. “Todos
mi papá me llevaba a los turnos y ahí me fui enamorando decían que era una carrera para mujeres; de hecho, cuando
de la Medicina. Ya en mi carrera pude volver como estu- entré a trabajar en el año 1985 solo habíamos dos hombres en
diante y hacer mi internado, para luego volver como pro- mi puesto de trabajo”, nos contó.
fesional y esto fue como volver a mi casa”, nos cuenta Freddy ha pasado por casi todas las áreas del hospital, siendo
este profesional de la salud con el poco tiempo disponi- la Salud Mental en donde más duró. También pasó un tiempo
ble que le queda para concedernos unas palabras. por Urgencias, en donde todos los días se libra una carrera
Apenas tiene 27 años, dos de ellos los lleva trabajando contrarreloj para salvar la vida de muchos enfermos de grave-
en la UCI de su amada localidad, en donde sus jornadas dad. Pero debido a una hernia discal, tuvo que ser trasladado al
de trabajo pasaron de 8 a 18 horas. área de recuperación para los pacientes de cirugías, en donde
“Los pacientes pasaron a tener una cara diferente”, atiende, en su mayoría, a mujeres que acaban de salir de
nos cuenta al preguntarle por una de las localida- cesárea, una labor alentadora al saber que ayuda a traer
des más afectadas en Bogotá, “yo he tenido que vida a este mundo en tiempos donde solo se habla de
entubar a familiares y hasta amigos de mis muerte por cuenta del temido coronavirus.
'JTDBM#BSCPTB  compañeros”. Él y su padre dan lo mejor A pesar de que por su oficio ha tenido que
zEFTBMJEB de sus conocimientos, y con amor y ver a muchas personas morir, él nunca se
paciencia ofrecen tranquilidad a ha acostumbrado a ello y siempre le
&M$POTFKPEF&TUBEP sus pacientes con palabras tan afecta cuando se entera del falleci-
BENJUJÑFTUVEJBSVOB simples y positivas como miento de alguien, así no sea un
EFNBOEBQSFTFOUBEBQPS “¡yo la veo más tranquila!”. paciente suyo, sobre todo cuando
MBFMFDDJÑOEFMGJTDBM sabe que eran personas jóvenes.
'SBODJTDP#BSCPTB4FH×O
MPTEFNBOEBOUFT TV Nunca me he
QFSJPEPGJOBMJ[BSÌBFM sentido un Estoy agradecido
EFKVMJP ZBRVFMMFHÑUSBT héroe. Solo hago porque la vida me dio
MBSFOVODJBEF/ÈTUPS lo humanamente la oportunidad de
)VNCFSUP.BSUÌOF[ posible”. servir a los demás”.
-B$POTUJUVDJÑOEJDF
RVFMPTGVODJPOBSJPTFO $".*-030%3¯(6&; '3&%%:30%3¯(6&;
DBMJEBEEFSFFNQMB[P Doctor Auxiliar de Enfermería
hMPIBSÁOQPSFMSFTUP
EFMQFSÌPEPQBSBFM
DVBMGVFFMFHJEPv
`'JOEFMBKPSOBEB
Freddy y Camilo Rodríguez se vuelven a encontrar en las anécdotas de su padre, a quien considera
su casa. Debido a la pandemia, Camilo ha tenido que todo un héroe.
incrementar su turno a 18 extenuantes horas. Freddy Mientras caminan hacia su hogar en el barrio
aún continúa con las 12: entra a las 7 a. m. y sale a las Bosques de Castilla (Kennedy), no dejan de ver a las
7 p. m. todos los días, salvo cuando descansa. En personas sin el tapabocas, pegadas unas a otras,
cambio, Camilo sale hasta la 1 de la tarde del día pasándose por la faja la cuarentena y sin el más míni-
siguiente. Cuando tienen la oportunidad, comparten mo cuidado por su salud. Esto los decepciona, respi-
sus experiencias en el hospital. ran profundo y procuran pensar en otra cosa; no obs-
A Camilo le gusta más escuchar que hablar, tante, estos indicios los hace prever que día a día las
pues para él sigue siendo un honor escuchar cosas se pondrán más duras en su lugar de trabajo.

Potrebbero piacerti anche