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INTRODUCCION

La incorporación de los derechos humanos a la Constitución mexicana hace mucho


más que modificar el lenguaje normativo. La nueva redacción trae consigo el
reconocimiento de un abundante cuerpo jurídico de origen internacional y,
principalmente, una forma de concebir la relación entre el Estado y las personas y
grupos, orientada a ampliar su ámbito de protección. En particular, el artículo 1o.
diseña un orden constitucional fundado en la dinámica propia de los derechos
humanos, al incluir la interpretación conforme, que trae consigo no sólo el desarrollo
jurisprudencial de los derechos, sino también criterios de aplicación e interpretación
propios del derecho internacional de los derechos humanos (DIDH), como el principio
pro persona. Asimismo, explicita las obligaciones del Estado en su conjunto para
desarrollar las condiciones estructurales necesarias para la realización,
mantenimiento y avance de los derechos humanos. En este sentido, la reforma
constitucional en materia de derechos humanos revaloriza a los tratados
internacionales en la materia dentro del * Ambos son profesores-investigadores en la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México, pertenecientes a las
líneas de investigación “Estado de derecho, derechos humanos y democracia” y
“Democracia, procesos políticos y representación”. Los dos son tutores de la
Maestría en Derechos Humanos y Democracia, que tiene a bien impartir dicha
institución. Correos de contacto: sandra.serrano@flacso.edu.mx y
lvazquez@flacso.edu.mx. 136 LUIS DANIEL Vázquez / SANDRA Serrano orden
jurídico mexicano, y con ello introduce implícitamente las sentencias, resoluciones,
informes, observaciones generales, opiniones consultivas y demás insumos
provenientes de los comités pertenecientes a las Naciones Unidas,1 de los diversos
órganos jurisdiccionales de defensa de los derechos humanos,2 así como de los
relatores temáticos o por país que también pertenecen al sistema de la ONU, que
conforman lo que se conoce como corpus iuris del DIDH.3 Este amplio cuerpo de
documentos permite enumerar los derechos humanos, y, en especial, identificar la
forma en que esos derechos operan al relacionarse con las obligaciones
internacionales a cargo de un país. En efecto, los instrumentos internacionales
establecen, a la par que derechos, obligaciones particulares y generales a la luz de
las cuales deben ser y han sido leídos los derechos. El párrafo tercero del mismo
artículo 1o. constitucional establece que: “Todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad ...”. La Constitución se refiere a lo
que podemos llamar los derechos en acción. Es decir, la constante construcción de
los derechos humanos, donde éstos no son vistos como meros postulados o límites
estáticos, sino como una compleja red de interacciones hacia su interior y entre ellos.
Es de la lógica del funcionamiento de esta red, expresada en los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, de la que nos
ocuparemos en las siguientes páginas. Mientras que el desenvolvimiento de los
derechos 1 Los tratados internacionales en materia de derechos humanos que
pertenecen a las Naciones Unidas tienen un comité, que se encarga de velar por el
cumplimiento de las obligaciones internacionales establecidas en los tratados
mencionados. En su mayoría lo hacen a través de dos mecanismos: la revisión de
los informes que presentan los países y la resolución de quejas individuales
presentadas por presuntas víctimas de la violación de derechos humanos de algún
país en particular. En el cumplimiento de sus obligaciones estos órganos emiten
resoluciones, que sirven como insumos para identificar los extremos de las
obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. 2 Actualmente hay
tres órganos internacionales y jurisdiccionales en materia de derechos humanos: el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos y la Corte Africana de Derechos Humanos. Estos órganos emiten tanto
sentencias provenientes de controversias jurisdiccionales como observaciones
consultivas provenientes de solicitudes de algunos países en torno a la interpretación
y alcances de las obligaciones de derechos humanos. 3 La Corte Interamericana de
Derechos Humanos señaló que el corpus juris “está formado por un conjunto de
instrumentos internacionales de contenido y efectos jurídicos variados (tratados,
convenios, resoluciones y declaraciones)”. Véase Corte IDH, El derecho a la
información sobre la asistencia consular en el marco de las garantías del debido
proceso legal, opinión consultiva OC-16/99, del 1 de octubre de 1999, párr. 115. Los
principios de universalidad 137 y sus interacciones con las obligaciones se analiza a
partir de los criterios de aplicación e interpretación, los principios de los derechos
humanos que aquí examinaremos se ocupan de regular al sistema de derechos
humanos en su conjunto. De esta forma, la reforma constitucional en materia de
derechos humanos tiene múltiples consecuencias en varios niveles. Los derechos y
sus obligaciones no están dirigidas sólo a los jueces, magistrados o ministros del
Poder Judicial, sino a todos los integrantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial a nivel federal, local o municipal. Éste es un hecho muy claro desde el
derecho internacional de los derechos humanos, que incluye la generación de
responsabilidad de derechos humanos, incluso en los Estados federales, por actos
realizados por cualquier autoridad a nivel local o municipal.4 En lo que sigue nos
interesa analizar los cuatro principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad, a partir de dos movimientos: la explicación conceptual
del principio y su aplicación práctica (en general y/o en materia de justiciabilidad).
Nos responderemos ¿para qué sirven y cómo se usan los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad? II. El principio de universalidad
Partamos de un lugar común: los derechos humanos son derechos subjetivos. De
acuerdo con Luigi Ferrajoli, un derecho subjetivo es “toda expectativa jurídica positiva
(de prestación) o negativa (de no lesión)”;5 es una expectativa formada en una
persona con respecto a la acción u omisión de otra. Esta concepción inicial nos lleva
a dos conceptos básicos del derecho: derecho y deber. Los derechos humanos son
derechos subjetivos, son expectativas formadas en todas las personas con relación a
la acción u omisión de los Estados, las empresas, los poderes fácticos y del resto de
las personas 4 Véanse Dulitzky, Ariel, “Implementación del derecho internacional de
los derechos humanos en los sistemas federales. El caso de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y la República Argentina”, en Abramovich,
Víctor et al. (comps.), La aplicación de los tratados sobre derechos humanos en el
ámbito local. La experiencia de una década, Del Puerto-CELS, 2007, y Dulitzky, Ariel,
“Alcance de las obligaciones internacionales de los derechos humanos”, en Martín,
Claudia (comp.), Derecho internacional de los derechos humanos, México, Academia
de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Washington Collage of
Law, American University-Fontamara-Universidad Iberoamericana, 2004, pp. 79-117.
5 Ferrajoli, Luigi, Sobre los derechos fundamentales y sus garantías, México,
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 2006, p. 33. 138 LUIS DANIEL
Vázquez / SANDRA Serrano respecto a ciertos bienes primarios constitutivos de lo
que se considera dignidad humana.6 Hay muchos derechos subjetivos, pero no
todos ellos califican como derechos humanos; los derechos fundamentales7 son
“aquellos derechos universales y, por ello, indispensables e inalienables, que
resultan atribuidos directamente por las normas jurídicas a todos en cuanto
personas, ciudadanos capaces de obrar”.8 No se trata de cualquier tipo de
pretensión, sino de aquellas constitutivas de los bienes primarios socialmente
reconocidos como elementos básicos de la dignidad humana. Nos referimos al
conjunto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y
ambientales. Desde la filosofía política, sin embargo, no hay un acuerdo sobre estos
bienes primarios; son determinados bienes primarios para Rawls, principios para
Dworkin, capacidades para Amartya Sen y Martha Naussbaun, e incluso elementos
constitutivos de la agencia y la ciudadanía de alta intensidad, para Guillermo
O’Donnell.9 Para tomar la ruta más corta (que no la más sencilla), diremos que las
pretensiones constitutivas de los derechos humanos son las que se encuentran
fundamentadas por el didh. 6 La idea de dignidad humana está estrechamente
vinculada a la construcción del sujeto de derechos proveniente de la Ilustración, y
elaborada desde el liberalismo político. En la medida en que la persona se reconoce
dueña de su propio cuerpo, también se reconoce dueña de su destino, aspecto que
da forma a la libertad como autodeterminación que echa por tierra las concepciones
que legitimaban a la monarquía absoluta. La libertad como autodeterminación se
complementa con los derechos naturales, el contrato social y el derecho a la
resistencia como tetralogía principal del liberalismo político. 7 Hay un debate en torno
a si la mejor forma de nombrar a este tipo de derechos es como humanos o
fundamentales. Incluso la posición depende desde el lugar de enunciación: la teoría
jurídica o la dogmática jurídica. Por ejemplo, para Miguel Carbonell (Los derechos
fundamentales en México, México, Comisión Nacional de Derechos Humanos-
UNAM, 2004), desde la dogmática jurídica, debiera llamárseles “derechos
fundamentales”, porque provienen de documentos fundamentales, como las
Constituciones o la Declaración Universal de Derechos Humanos. En cambio, desde
la teoría jurídica, Eusebio Fernández (“El problema del fundamento de los derechos
humanos”, Anuario de Derechos Humanos, Madrid, Universidad Complutense de
Madrid, 1982) coincide en que la mejor nominación es “derechos fundamentales”,
pero a partir de la trascendencia de los bienes primarios que estos derechos
protegen (libertad, integridad personal, salud, alimentación, etcétera). Sin embargo,
en este documento utilizaremos “derechos humanos” y “derechos fundamentales”
como sinónimos. 8 Ferrajoli, Luigi, Sobre los derechos fundamentales…, cit., p. 30. 9
O’Donnell, Guillermo, “Democracia, desarrollo humano y derechos humanos”, en
O’Donnell, Guillermo (comp.), Democracia, desarrollo humano y ciudadanía, Buenos
Aires, Homosapiens Ediciones-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
2003, pp. 25-149, y O’Donnell, Guillermo, La democracia en América Latina. Hacia
una democracia de ciudadanas y ciudadanos. El debate conceptual sobre la
democracia, Buenos Aires, PNUD, 2004.

PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO

En virtud a lo expuesto los principios constituyen fundamentos del derecho que


delimitan al poder del estado ; su clasificación su clasificación atiende a dos ámbitos
constitucionales y legales los primero contenidos en la CPE en cuyo artículo 323
parágrafo l indica ; la política fiscal se basa en los principios de:

- Principio de legalidad o reserva de ley


- Principio
- principio de proporcionalidad
- Principio de razonabilidad
- Principio de capacidad Económica
- Principio de igualdad
- Principio de progresividad
- Principio de transparencia
- Principio de control
- Principio de universalidad
- Principio de sencillez administrativa
- Principio de capacidad recaudoria
- Principio de buena fe
Principio de verdad material
Principio de neutralidad impositiva
-
CONCEPTO DE PRINCIPIO

Un principio, es un concepto más amplio es una base de ideales, fundamentos,


reglas y /o políticas de la cual nacen ideologías, teorías, doctrinas, religiones y
ciencias.

Para saber cuáles son los principios del derecho tributario es importante que sepas
qué es el derecho tributario y para qué sirve. En principio, podríamos contarte que es
una rama del derecho público. Este último constituye una representación del
ordenamiento jurídico, el cual se encarga de intermediar entre las personas naturales
y jurídicas, y las instituciones estatales. Mediante su conjunto legal, esta
ramificación del derecho público se encarga de garantizar el funcionamiento
óptimo de recolección de pagos y tributos al Estado. En resumen, el derecho
tributario proviene del derecho público, y proyecta soluciones para un mayor
bienestar social, no siempre, pero sí en muchos casos, mediante el recaudo de
tributos.

PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA.

El principio de transparencia parte con la combinación de la doctrina de los gobiernos


locales, nacionales e internacionales, así, como la información que se da entre el
gobierno y los ciudadanos. Se espera que el gobierno actué bajo0 las normas y leyes
vigentes que rige en el país.

El presente principio tiene destacado en la transparencia que tiene el estado en


actuar y tomar decisiones ya que deben ser de libre acceso a esta información

Al aplicar este principio emite muchas consecuencias en el ámbito administrativo en


general ya que la gestión administrativa se rige por medio del servicio de la
comunidad y esto permite reconocer las necesidades de los controles y por ende la
importancia del principio de transparencia para generar garantías a toda la población.

La transparencia se encuentra definida en el artículo 5, numeral 5 de la ley N. 974,


del 4 de septiembre de 2017 que comprende: Administración de recursos del estado
visible y limpia, por parte de las servidoras y servidores públicos, personas naturales
y jurídicas nacionales y extranjeras que presenten servicios o comprometan recursos
del estado.

Según lo dispuesto por ley, la transparencia implica un manejo visible, dialogo


autentico y responsabilidad entre gobierno y sociedad, que se desarrolla en un
ambiente ético y de con fianza, para establecer compromisos orientados al logro
bienestar común; así mismo se cuenta con componentes para impulsar la
transparencia en la gestión pública referidos a: el acceso a la información, el control
social (Articulo 241 CPE), la ética y la rendición publica de cuentas.

Por tanto, la transparencia es el manejo honesto y adecuado de los recursos


públicos, así como el acceso a la información pública desde los Órganos del Estado
y las entidades privadas que administran recursos fiscales y / o recursos naturales,
de forma veraz, oportuna, comprensible y confiable.

La transparencia se configura como principio esencial para la obtención de


información con regularidad suficiente que permita el seguimiento de las cuentas u
del cumplimiento de los objetivos de todos los subsectores.

Por lo tanto, el principio corresponde al correcto manejo público de los recursos


recaudados por la Administración tributaria, aspecto que debe ser plasmado en
documentos que sean de libre acceso u obtención no solo, de los contribuyentes,
sino de todos los sectores sociales.

La transparencia, desde la perspectiva de la administración hacia el contribuyente, se


concreta en los siguientes criterios: (i) claridad regulatoria que facilite al contribuyente
el cumplimiento de sus obligaciones fiscales; (ii) estabilidad regulatoria que permita al
contribuyente conocer de manera estable la ley aplicable y, de esta manera,
proyectar adecuadamente sus inversiones y los efectos fiscales de sus operaciones;
(iii) consistencia doctrinal de la autoridad tributaria que facilite a los contribuyentes
conocer de manera clara un criterio uniforme y permanente de la aplicación de la
norma fiscal; (iv) fiscalización equitativa que elimine los procesos de auditoría fiscal
con ánimo exclusivamente recaudatorio; (v) eliminación de sanciones
desproporcionadas por incumplimiento de obligaciones formales; y en definitiva, el
respeto del principio de buena fe en las actuaciones administrativas.

Desde el punto de vista del contribuyente, la transparencia supone la aplicación de


los siguientes criterios fundamentales: (i) manejo adecuado de su información
financiera; (ii) adecuada determinación de sus bases tributarias; (iii) cumplimiento de
sus obligaciones formales; (iv) suministro confiable y oportuno de información
solicitada por la autoridad y; (v) en síntesis, aplicación y respeto del principio de
buena fe en la determinación de sus obligaciones tributarias.

Así las cosas, la transparencia fiscal debe fundarse en una mayor claridad normativa.
Esto facilita no solo el adecuado cumplimiento de las obligaciones fiscales y el
imparcial ejercicio de la fiscalización, sino particularmente la función judicial para
aquellos eventos en los cuales surgen controversias en cuanto a la aplicación
normativa entre la administración y los contribuyentes.

 PRINCIPIO DE CONTROL

Se refiere a que el control existe en función de los objetivos, es decir, el control no es


un fin, si un medio para alcanzar  los objetivos  preestablecidos. Ningún control será
valido si no se fundamenta en los objetivos y si, a través de el, no se evalúa el logro
de los mismos.
La efectividad del control esta en la relación directa con la precisión de los
estándares.
El control, para que sea eficaz, necesita ser oportuno, es decir , debe aplicarse antes
de que se efectué el error, de tal manera que sea posible tomar medidas correctivas,
con anticipación.

Inicialmente corresponde señalar que el artículo 4, Incisos b) e i) de la ley N.2341; el


primero referido al principio de auto tutela, donde la administración publica ejecutara
los actos emitidos, sin perjuicio que sean sometidos al control judicial posterior; el
segundo efectúa énfasis en dicho control, siendo el órgano judicial (anterior al poder
judicial el que controle la actividad de la citada administración conforme a la CPE y
las normas aplicables.

En consecuencia de este principio permite el sometimiento de los actos


administrativos definitivos emitidos por la administración tributaria al control de la
legalidad por medio de jueces y tribunales, que en el ordenamiento jurídico boliviano
se cuenta con dos vías de impugnación; la demanda contencioso tributaria y el
Recurso de Alzada.

El control de la actividad administrativa por los jueces y tribunales es la expresión


procesal del sostenimiento de la administración a la legalidad. Este concepto de
legalidad enlaza con la idea de juricidad de la actuación del poder público o, lo que
es el mismo como sujeción de todos los poderes públicos al derecho, en el sentido
de que este sea el límite y cauce del ejercicio del poder, solo en un estado
constitucional la legalidad es juridicidad y se garantiza que la ley se ajuste a las
normas y principios establecidos expresa o implícitamente en la constitución.

PRINCIPIO DE UNIVERSALIDAD

Con las reformas constitucionales realizadas en el año de 2011, se incluyó el famoso


principio de universalidad, que no es otro que el principio que busca que las
autoridades federales y del fuero común, promuevan, respeten y garanticen los
derechos humanos en beneficio del gobernado sin aplicar actos regresivos que los
afecten. ¿Cómo lo llevarán a cabo? Entendiendo que los gobernados cuentan con la
titularidad de los derechos humanos, es decir, por el simple hecho de ser humano
inalienablemente cuentan con derechos de personas, que deben evitar la
discriminación, exigiéndose a las autoridades a cumplir la protección de sus
derechos en cualquier ámbito, ya sea jurídico, político, social y cultural.
Se definen al principio de universalidad como los principios que “son inherentes a
todos y conciernen a la comunidad internacional en su totalidad; en esta medida, son
inviolables, lo que no quiere decir que sean absolutos, sino que son protegidos
porque no puede infringirse la dignidad humana, pues lo razonable es pensar que se
adecuan a las circunstancias; por ello, en razón de esta flexibilidad es que son
universales, ya que su naturaleza permite que, al amoldarse a las contingencias,
siempre estén con la persona. En relación con lo anterior, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Caso de la “Masacre de Mapiripán vs Colombia) ha señalado
que los tratados de derechos humanos son instrumentos vivos, cuya interpretación
tiene que acompañar la evolución de los tiempos y las condiciones de vida actuales,
interpretación evolutiva que es consecuente con las reglas generales de
interpretación consagradas en el artículo 29 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, así como las establecidas por la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados. De ahí que dichos derechos, dentro de sus límites, son
inalterables, es decir, que su núcleo esencial es intangible; por ello, la Norma
Fundamental señala que ni aun en los estados de excepción se “suspenden”, pues
en todo caso, siempre se estará de conformidad con los principios del derecho
internacional humanitario.”

El principio de universalidad supone la ausencia de privilegios y discriminaciones en


materia tributaria; considerando que la carga tributaria afecta a todos los que tengan
o manifiesten capacidad económica sujeta a cada tributo; no obstante, la concesión
de beneficios tributarios puede estar materialmente justificada y ser
constitucionalmente legitima, siempre que la misma cuente con respaldo
constitucional.

Corresponde indicar además que este principio implica que la política fiscal recae a
todos los bolivianos sin distinción alguna. Igualmente tiene la relación con el principio
de imparcialidad regulado en el Articulo 4, Inciso f) de la ley N.2341 por cuanto las
autoridades administrativas actuaran en defensa del interés general, evitando todo
género de discriminación o diferencia entre los administrado.

Tomando en cuenta todo lo recaudado por las administraciones Tributarias


nacionales van a formar parte del tesoro General de la Nación, este aspecto forma
parte de la estructura y organización económica del Estado, el cual cuenta como
máximo valor al ser humano, teniendo en consecuencia la obligación de retribuir los
ingresos a todos los bolivianos sin distinción alguna; esto implica el acceso universal
a la educación, salud, servicios básicos, entre otros

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