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Alegato de Clasura

Que es un alegato de clausura.

Es el primer y único ejercicio argumentativo en un juicio oral. Es el


momento en que los litigantes sugieren conclusiones al tribunal, de manera tal
que se muestra al tribunal de que manera cada pedazo de prueba y cada trozo
de información se conjuga para probar nuestras proposiciones fácticas y hacer
creíble nuestra teoría del caso. Es en el alegato final donde los abogados le
darán unidad y coherencia al relato que han venido construyendo y harán su
lectura integra por primera vez en el juicio.

El alegato de clausura debe basarse en prueba efectivamente producida


en el juicio, es aquí donde se provee a un juez de luz acerca de cómo debe
entenderse este cúmulo de información y por que esa información y por que
esa interpretación es superior a otras. El juez no necesita disertaciones en
derecho, declaraciones poéticas, opiniones generales ni referencias vagas.
Necesita iluminación acerca de lo que el conjunto de la prueba dice y de donde
se puede extraer que diga eso. Eso es lo que el litigante debe ser capaz de
hacer en el alegato de clausura ….iluminar al juzgador. El litigante desde su
conocimiento debe proveer al juez de lo que requiere para fundamentar su
fallo.

La mera síntesis de un testimonio para, acto seguido, darlo entero por


una historia acreditada o creíble, es simplemente renunciar al análisis de dicha
prueba.
A su vez, es un ejercicio concreto en el sentido de que debe hacerse
cargo de la prueba tal cual y como ella se produjo en el juicio: nombres,
direcciones, dimensiones, medidas, pesos, distancias, frases textuales de los
testigos, gestos que hicieron durante el juicio, preguntas especificas con sus
especificas respuestas, todo ello representa la concretitud del alegato final.

La pregunta es ¿que más se les puede dar a los jueces que no sepan
ya? Y esto es un análisis acerca de lo que es lo que la prueba concreta y
específicamente dice, acompañada de un ejercicio argumentativo (razones
igualmente concretas y especificas) para creer que dicha interpretación de
cada prueba es más creíble que la de mi contraparte.

El alegato final se comienza a construir desde el más temprano


momento, y los exámenes de los testigos y demás presentación de evidencia
están siempre al servicio de ponernos en condiciones de construir en él estas
argumentaciones especificas y concretas.

Cada abogado tiene su propio estilo en el arte de persuadir, sin perjuicio


de esto se debe ser claro y directo, esto no es esencial tocar la emocionalidad
del juzgador, ni las frases de cortesía, las tergiversaciones de la prueba ni las
exageraciones, Durante los primeros momentos de nuestro alegato es donde
se concentra la mayor atención de los jueces y se debe aprovechar esa
oportunidad para poner sobre la mesa de manera breve, fuerte y rápida una
introducción que les diga lo que uno está a punto de argumentar y que merece
ser oído. El alegato final es acerca de la prueba y el análisis especifico de esta
que la parte quiere poner en la cabeza de los jueces.

Contenido del alegato de clausura.

El alegato en cada caso dependerá de la prueba especifica rendida en el juicio,


pero hay temas relevantes a tener en cuenta en su elaboración:

1) Teoría del caso. El alegato final debe comunicar nuestra teoría del caso.
Algunos testigo pueden no ser invocados, algunos detalles no invocados,
algunas debilidades explicadas y otras pasadas por alto, y algunos argumentos
legales obviados, y la razón de esas decisiones será tener presente que el
alegato final debe dar cuenta cómoda y creíblemente de nuestra teoría del
caso. Debemos persuadir a los jueces de que las cosas efectivamente
ocurrieron como decimos
2.- Credibilidad y Argumentatividad; El alegato final es el único debate
explicito de los litigantes por la credibilidad de sus respectivas teorías del caso.
A diferencia del resto del juicio, el escenario de esta lucha en el Alegato Final
es uno esencialmente argumentativo.. Mientras las demás etapas del juicio se
limitan sólo a anunciar lo que en la visión de la parte, debería ocurrir en el juicio
(alegato de apertura) o bien a extraer información de la prueba (examen de
testigos), el alegato final es la etapa genuinamente discusional para hacerse
cargo del análisis de credibilidad de cada prueba de manera específica y
concreta.

La credibilidad de nuestra teoría del caso se expresa y depende del


argumentativo del alegato final, algunos elementos que componen este
ejercicio argumentativo son:

a.- Conclusiones: Una conclusión es una específica visión acerca de que


proposición fáctica resulta acreditada por la prueba presentada en juicio y del
modo en que esta debe ser valorada. Estas conclusiones deben expresar que
prueba acredita qué proposiciones o cuales proposiciones fácticas; y de que
manera dichas proposiciones fácticas satisfacen exactamente cual elemento de
la teoría jurídica. Además se deben ofrecer razones acerca de por qué las
conclusiones sugeridas deben ser preferidas a las otras versiones en
competencia.

Estas razones deben hacerse cargo de las fortalezas y debilidades de las


proposiciones fácticas y de la prueba ( credibilidad ).

En resumen el uso de colusiones en el alegato en el sentido ya explicado


aumenta favorece la credibilidad.

b.- Coherencia Lógica : Una teoría del caso expuesta en el alegato final debe
ser lógicamente coherente en el sentido de que las proposiciones fácticas que
la componen deben hacer lógicamente plausible el relato que nuestra teoría del
caso contiene.
Es poco frecuente que las proposiciones fácticas que acreditamos hagan
lógicamente necesaria la conclusión de nuestra teoría del caso ( que dicha
conclusión sea el único relato posible ), basta entonces con la plausibilidad
lógica de las conclusiones a la luz de la prueba rendida y de las proposiciones
fácticas acreditadas.
Cuando estemos preparando el alegato final resulta aconsejable comenzar
nuestro proceso de razonamiento desde las conclusiones hacia la prueba. De
esta forma, resulta más claro cuales son las conclusiones que debemos
sostener en la prueba y, desde allí, podremos buscar los hechos establecidos
por ella.
En resumen mientras mayor sea la coherencia lógica de nuestro alegato, o sea,
mientras nuestras proposiciones fácticas hagan más plausible nuestra teoría
del caso mayor credibilidad tendrá esta.

c.- Prueba indiciaria y prueba directa:


i) La prueba directa no exige proceso de razonamiento alguno para concluir la
proposición fáctica, si el juzgador cree en la autenticidad de la prueba la
proposición resulta probada sin más. Respecto de la prueba directa, no
tenemos que sugerir al juzgador ningún razonamiento a través del cual llegar a
la conclusión que proponemos, pero sí tendremos que preocuparnos de
asentar la autenticidad y credibilidad de dicha prueba.
ii) La prueba indiciaria es aquella que para demostrar una proposición fáctica,
no le basta dar por auténtica la pieza probatoria, sino que requiere la mediación
de razonamiento judicial. Ej.: cuando acreditamos que la huella dactilar del
acusado está en el arma homicida el juez todavía requiere inferir la conclusión
de que “entonces el acusado lo hizo”, y justificar dicha inferencia. El carácter
persuasivo de la prueba indiciaria depende no sólo de su credibilidad, sino
también de la fuerza de la inferencia. Una inmensa porción de los casos
penales se determina por prueba puramente indiciaria o indirecta. Ej.: cuando
llegamos a nuestra casa y vemos la ropa de nuestra señora desparramada por
el suelo, y un traje de hombre que no reconocemos, y ella durmiendo desnuda
en la cama y una voz de hombre se escucha desde la ducha, ¿acaso
estaríamos dispuestos a qué alguien nos dijera “no puedes sacar conclusiones,
tienes prueba puramente indiciaria ...”?

En síntesis, la prueba directa y la prueba indiciaria imponen exigencias distintas


a la argumentación en el alegato final, mientras la prueba directa permite
concluir desde ella la proposición fáctica sin proceso de razonamiento, la
prueba indiciaria (o circunstancial o indirecta)para demostrar una proposición
fáctica requiere la mediación de un razonamiento judicial. Por ej. Si no existen
testigos oculares del homicidio y otro testigo señala haber visto en la escena
del crimen el auto del acusado estacionado y otro testifica haber oído al
acusado amenazar de muerte a la víctima el día anterior. Ninguno de estos
testimonios prueba por sí mismo y de manera directa, la culpabilidad del
acusado, pero puestos en relación pueden dar lugar a procesos deductivos o
inductivos a través de los cuales generar convicción en el tribunal.

Valor probatorio:

El alegato final debe hacerse cargo de como cada una de esas proposiciones
fácticas debe estimarse acreditada, lo cual nos lleva al tema del valor o peso
probatorio. El valor probatorio tiene tres aristas:
1.- La cobertura: Esta es la idea de que la proposición fáctica que se propone
acreditada de manera directa esté efectivamente cubierta por la prueba. Ej.:
inimputable versus esquizofrénico.
2.- Idoneidad: así mismo el alegato final debe hacerse cargo de cuánto la
prueba que se ofrece para acreditar una proposición fáctica es realmente
idónea para probarla.
3.- Credibilidad: por último en relación con el peso probatorio el alegato final
debe hacerse cargo de las cuestiones asociadas a la credibilidad de la prueba.
El alegato final debe poder relacionar la información y construir desde estos
factores argumentos que nos permitan fortalecer o debilitar la prueba producida
en juicio. El alegato final debe ir sobre el análisis concreto y específico de los
factores de credibilidad.

La suficiencia Jurídica y el derecho:


Finalmente por muy coherente y creíble que sea nuestra teoría del caso ella no
servirá de mucho sino satisface la o las teorías jurídicas que estamos
invocando. Por un lado se debe argumentar la idoneidad de las proposiciones
fácticas acreditadas para satisfacer cada uno de los elementos de la teoría
jurídica que estamos invocando y además se debe hacer cargo del derecho de
fondo.

Estructura:

a.- Temática.
Es eficaz para organizar el alegato final. Existen ocasiones incluso en que
existe un hecho tan poderoso que por si solo resulta determinante. Identificado
este hecho de ahí podremos construir el resto del caso. EJ: prueba de ADN
b.- Cronológica.
La organización cronológica es ventajosa para organizar la historia en la
cabeza del juzgador pero a veces los hechos no ocurren en la secuencia en
que confieren mayor verosimilitud.
c.- El alegato relación de expediente o lista de testigos.
Según han aparecido en el juicio, no se ven muchos aportes en esta estructura
no resulta persuasiva ni clara por lo general.

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