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Horizonte radio 108 Fm y Programa Cultural Tierra Adentro WERKE ADENTRO PRESENTAN LAS IMAGENES SONORAS DE LA LITERATURA VIERNES, 21 HORAS LA VERSION EN RADIO DE LA REVISTA TIERRA ADENTRO “SF fe Oy ae, Participa con nosotros enviandonos tu ma- 33, we tig terial musical o sonoro (radio arte, disefio “e Sed rs sonoro, radio teatro) via MP3 por e mail: we, pada: producciontierra@gmail.com o correo postal ia", ec aReforma 175, tercer piso, colonia Cuauh- ings i & 3 témoc, Ciudad de México, CP. 06500 aN i 2 a a 2 i ? é 1 % - oa, Consejo Nacional > joa en, para la Ss’ % = Cultura ylas Ares x Ge n a 3 Presentacién 4 La consagracién del instante en José Gorostiza y Octavio Paz. luis Alberto Aelaro 10 Octavio Paz 6 el mito de la historia 18 Titos al blanco (anotaciones sobre Blanco, de Octavio Paz) gn Plascencia Rol 22 Cuarteto para acerearse a Octa Paz 23 Notas sobre Blanco (Perspectivas de ensamblaje) Sexgo Loo 23 Aproximacién al Blanco 25 Enearar Blanco 26 Vicente Rojo. Testimonio de una colaboracién Vicente Rojo 30 Nuevas imagenes del fol de Paz ior Ort Paria 32 Blanco (Fragmento) (Octavio Paz 33 Sin altoids casa blanca © vestido azul sin Ailary | est sin clitoris en la campanilla Stocher 34 Fl ensayo: degradacién | y vigencia de un género inagowable 36 Siete habitos del ‘ritico altamente eficaz. Héctor Vital 39 Condiicenos ‘41 Bxeéntricos. Peripecias de seis editoiales 71 Las promesas del alba independientes Romain Gary en el interior del pais ‘Yaza Santos 77 Les sobran nidos 447 Eres ti dettis de la colina | donde poner din evr Marl ara Ags 48 esperar sin wopias 78 Bambi re eae pe a eel a 57 Itinerario para el vuelo 807 #/ Dos poemas | conc etn ‘Manoa 61 Desde el aleazar Uiises mira las sirenas ELS Boeorce 82 Traducin a lengua erate, 63 ramos la amenaza de Luis Jorge Boone al puro estilo de fa costa io Hubard 83 Los hermanos Almada 66 Anillo de promesa siempre ganan (César Gandara ‘Amando Ovied | TO Mar negro 85 Las Noches de Raia Lounge Refugio Amando Salgado Morales. Gabriet Barron Pérez Zacatecas, 2007 y Crew en o> $6 La antologia que va dando nombres Silda Pcs 7 La retériea sonora pop del amor David Melénder stan este nero: Porat: Diego Aguire. Foto vga de Ai Amico ea 1965) Colee> ‘in Centra Mexicana de Fotogra fa © Centro dela Imagen. Repro duccin:Aarén Ratz (2008). Diego Agulre Guadalajara, alco, 1980). studi deo integral y cine experimental Forma parte dt pro- ecto Raoglbal or. ‘Oswaldo Rivera (San Ls Ptos San Luis Poto, 1877). Eslcenciado en ‘tes laticas. Soba ha so x puesta de manera cectvae nd ‘dual destacando la moesra De fos Dintores del desir a uloRueas, Galeri del tuseo Franeso Got, ‘inteto, usc dela dad de Ve- ‘acm, 2006 Ha Seo Becar den APrograma Sovenes readores 2006 Presentaci6n ropiciar la reflexi6n y el didlogo es una de las labores principa- les de Tierra Adentro. En esta ocasién hemos buscado que ese dilogo adquiera un cardcter multidisciplinario asf como intergencracional, y el tema que ha contribuido a lograr este cometido ¢s la figura y la obra de Octavio Paz. A diez afios de su muerte, a manera de homenaje y memoria, Tierra Adentro invit6 a un amplio ntimero de autores jvenes asi como a ros artistas a abordar, desde distintos asideros, la obra del poeta. Luis Alberto Arellano y Jorge Solis Arenazas revisan la obra ensay tores del catdlogo del Fondo Editorial Tierra Adentro comparten su lectura de Blanco, poema que también es interpretado por seis artis pafs; Leén Plascencia Nol explica la composicién visual de este poema es- ctito por Paz en 1966 y el artista Vicente Rojo nos oftece un testimonio de Ia labor en conjunto con el poeta en la década de los afios sesenta, * Recientemente Tierra Adentro organizé el 1V Encuentro de Ensayistas en la ciudad de Guanajuato, otra plataforma que propicia este intercambio de ideas intergeneracional. En esta ocasién, publicamos la conferencia inau- gural a cargo de Leonardo Da Jandra asi como uno de los textos més aplau- didos del Encuentro cuyo autor es Héctor Villarreal. Desde Oaxaca, Jorge Pech, con visi6n aguda, aborda el tema de las artes visuales en una regi6n del pais ampliamente conocida por la calidad de sus pintores, Para finalizar, Guillermo Le6n, autor ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2006, conversa sobre el proceso de escritura de su obra Ei Parting Place del deseo. | de Paz; cuatro au- de todo el Luis Alberto Arellano LA CONSAGRACION DEL INSTANTE en José Gorostiza y Octavio Paz Luis Alberto Arellano, joven escritor queretano, nos acerca a través de una lectu- ra orttica y reflexiva a dos discursos potticos en los que forma y ritmo comparten acuerdos, pero a su vex posturas opuestas: el clasicismo en José Gorostiza versus el surrealismo en el autor de Los hijos del limo. ‘tas sobre poesta (1955), el tinico ensayo que realizé José Gorostiza (1901- 1973)a modo de una poética coincide en temporalidad con el otro gran libro sobre el tema de un poeta joven, en ese entonees, y que en mucho ‘se apropiaba de las ideas del grupo de Los Contemporancos: Octavio Paz (1914-1998). £/ arco y la ira es publicado también en 1955. Mas alld de Jas coincidencias historiogrificas me interesa destacar las coincidencias ideol6gicas, anal zar su marco de referencia y la destacada importancia que ambos escritos tienen para las «generaciones posteriores, tanto en la escritura de poesfa, como en la reflexién sobre la mis- ma. Las diferencias entre un texto y otro son notables: amén de la extensidn (la brevedad siempre estuvo del lado de Gorostiza, incluso en Muerte sin fin, comparado con Piedra de so), las intenciones son distintas. Paz buscaba respuestas ala pregunta sobre la relacién centre Poesia € Historia. Gorostiza hacia una reflexién sobre su pasado poético, evalua- ba su época (las vanguardias hist6ricas en Latinoamérica), y sefialaba una preceptiva. Gorostiza no escribiri mas sobre el tema. Para Paz es el inicio de una serie de textos que reflexionan el asunto (Las hijas del limo, Las signos en rotacién, La otra vos, y Sor Juana Inés dela Gruso las trampas de la fe), sin contar que sus poemas van a constatar su interés en conciliar tanto Historia e impulso estético, como mirada erftica y mirada creativa. Sin embargo, en ambos textos es central un problema con doble faz: el problema de la representacién en poesia. Por problema de la representacién entenderé aquella mane- ra.en que la obra de arte, a partir de su autonomfa de las précticas sociales, tiene que conceptualizarse a si misma, frente a una tradicién que es cuestionada o convalidada. Es decir, en un momento determinado de la Historia (sefialado por Walter Benjamin) el arte como préctica social se ve separado de los discursos que lo insertaban, de mane- ra organica, en un relato co- min a una sociedad (la re- ligién, el estado, la utopia) y es. partir de este momento que toda pieza tiene que manifestar su relaci6n con las obras precedentes, y for- mular su manera de repre- sentar el discurso del que da- réccuenta. Es poreso que las Vanguardias literarias van a buscar exp! tamente la consecucién de este programa’ Sin embargo, no sélo el arte de vanguardia tendré que delimitar su campo de interven cin. También seré un problema (enel sen- tido de tensién no resuelta) para el arte que se pretenda clésico o tradicional. Estas son las dos caras del problema de la represen- tacién: la forma discursiva en que el poema (para atertizar en nuestra discusién) se postu- la frente a los poemas precedentes (y futu- ros); y la manera (formal)! en que esa postu- laci6n toma lugar como un objeto verbal significante, ‘Notas sobre poesia es un proyecto que tiene mucho de inacabado, Eserito como el discur- so de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, Gorostiza deja en claro su caricter de tentativa, de aproximacién condenada al fracaso: El poeta tiene ideas acerea de la poesta [..] Estas ideas [...] son tan precisas, cada una en su aislamiento, como las que se forma el arve- sano sobre la calidad de sus materiales [...I; pero, faltas de articulacién y de método, no serfa posible ensartarlas en un cuerpo de doc- trina sino, nada mis, ofrecerlas en estado de naturaleza, como impresiones personales que no aleanzan a penetrar el enigma de la post Ya partir de esta reticencia, de esta serena humildad, Gorostiza lanza tres ideas a moda de verdades: a) Primero, que la poesia es una investi- gacién, cuya herramienta principal son las palabras, Pero que esta investigacién pasa por el sometimiento de la herramienta en funcién de lo que se logra vera través de ella: las esencias, casi en una transfiguracién del arquetipo plat6nico, que rigen al mundo. b) La segunda es la estrechisima relacién que hay entre poesfa y canto y cémo el entor no humano afecta esta relacion, es decir, - "El sentido dl problema de la representacin, ye pax pelde Benjamin en la identificacin de este problema exth cexplicido ampliamente en Burger, Peter, ora de la var. garda, Peninsula, Espata: 197, *En este punto me inceresa destacar sobre todo la relacién con el lenguaje y las maneras formales de pre sentacién del poema: pocma en pros, vessfcacin libre, cetcérera * Gorostiza, José, “Notas sobre posta", en Cauee de a poesia mexicana y otros ets, UNAM, Mésico: 1988, orostiza tiene ‘como intencién explicar qué solucién ha conferido &! al problema de la representacion: aunque no distingue dlaramente entre poema y poesia (objeto verbal y categoria estética), es dro que la Poesia es para él una categoria de cardcter platénico, I poema es histérico, pero no en su detrimento como lo concibe Gorostiza, sino en una tensi6n no resuelta que Paz propone como paradéji- ca. El poema afirma y niega al tiempo en que es concebi- do. El poema niega y afirma al tiempo como elemento trascendente a la creacién pottica. mo es que la estrechez o la dilatacién de la uni6n poema-musicalidad es una determi nante hist6rica, que refleja distintas versiones de la realidad experimentada por el poeta. | Gorostiza advierte esta correspondencia y apuesta por ceffir a esta dupla en una sola ‘manifestaci6n, aunque reconoce que la época que él padece aleja, al menos en su vertiente formal estréfica, a esta musicalidad en la construccién del poema. c) La tercera es la necesidad de que el | poema se construya de acuerdo a una corres- pondencia necesaria y precisa entre la parte yel todo. Que el verso sea tan pogtico como lo es el poema. No sin amargura dispara la denuncia con- trasus afios por vivir bajo el imperio de lal rica, Describe la situacién de su época donde los j6venes evitan voluntariamente la musi- calidad estréfica en el poema, sustiruyendo esta por la novedad de los vocablos tecnol6gi cos: “La afinidad entre poesfa y canto es una afinidad congénita. En un momento dado po- rd relajarse 0 en otro hacerse mds intima, pero hhabré de durar para siempre (...)"*. Mas ade- lante afirma Estamos ante el imperio de la lirica. La poesfa hha abandonado una gran parte del territorio que domin6 en otros tiempos como suyo. El dislogo, la descripeién, el relato, asi como ‘otras muchas maneras de poesf,(..) se han ido a engrosar los recursos del teatro y de la novela, Dentro de la lirica, af menos como ta conce- bimos en Ia actualidad, parece que la tinica causa capaz, de desatar un poema es el dato autobiogrifico.* En el sentido arriba postulado, el texto de Gorostiza tiene como intencién explicar qué solucién ha conferido él al problema de la representacién: aunque no distingue clara- ‘mente entre poema y poesi (objeto verbal yeategoria estética), es claro que la Poesia es para él una categoria de caricter platéni co. Un arquetipo que es susceptible de ser encontrado en cualquier objeto, en cualquier experiencia. Es decir, de ser recordado en. tanto arquetipo. ¥ que el objeto verbal, a fuerza de violentara las palabras, posibilita ese acceso a la Idea. De abt la relacién entre divinidad y oficio del poeta con que cierra Gorostiza su ensayo. Es por todos recorda- dala formula “un hombre de Dios” para re- ferirse al poeta. ¥ distingue el primero de sus asertos en contra de la Vanguardia: exis- te una relacién indisoluble entre sonido (can- to) y poema, que aunque tenga una corre- lacién temporal, estard siempre presente. El siguiente postulado dejaré en claro su op- ci6n porel clasicismo en la vieja disputa en- tre éste y el romanticismo (para decirlo con términos de la época): la apariencia de mo- dernidad en el poema, expresada en los términos usados por el poeta, no son sino un Op Git 0p. Git, cestorbo, una adicién superflua que nada apor- taa la Esencia de la poesta, Para Gorostiza cl poema tiene futuro porque tiene un pasa- do que lo sustenta en lo formal, que le ase~ gura una condicién trascendente. Para Paz las cosas no son muy diferentes. Inicia distinguiendo entre poesia y poema, pero con el fin de sefalar que la poesfa es posible se encuentre en cualquier objeto pro~ ducto de lo humano. ¥ que el poema ¢s una de las manifestaciones de acceso ala misma. El ritmo seré el distingo fundamental entre verso y prosa, entre poema y razén: 1 ritmo es condicién del poema, en tanto que es inesencial para la prosa: Por la viole cia de la ra26n las palabras se desprenden del ritmo; esa violenci laprosa, impidiéndole caer en la corriente del hhabla en donde no rigen las leyes del diseur- so sino las de la atraccién y repulsién.* racional sostiene en vilo Esta va a ser la caracterfstica que separa el discurso de Gorostiza del de Paz: para Go- rostiza el poema ¢s el garante de la raz6n, Ja violencia la ejerce el poeta sobre la ambi- glledad de las palabras, sobre su indetermi naci6n discursiva, Para Paz es la violencia *Paz, Octavio, EV ae la ira, Obras complets, Tomo I, Gireulo de lectores | Fondo de Cultura Eeon6mica, México: 1994, a apariencia de moder- riidad en el poema, expresada en los términos usados por el poeta, no son sino un estorbo, una adicién superflua que nada aporta a la Esencia de la poesia. Para Gorostiza el poema tiene futuro porque tiene un pasado que lo sustenta en lo formal, que le asegura una'condicién trascendente. z Ipoema moderno es producto de maltiples tradiciones, no sélo de las condiciones formales de lalengua espafiola. Yeseneste sentido donde larelacién con otros modelos formales es posible por razén del en quecimiento de la lengua a donde se incorporan. racional la que se ejerce en la prosa, mien- tras el poema se vale de la indeterminaci6n del verbo, en amplia relacién con el ritmo. En este punto reivindican ambos posturas opuestas: la postura clasicista de Gorostiza se ve en contradiccién con el romanticismo (urrealistay, por tanto, iracionalista) de Paz. Este distingo en cuanto al método de elabo- raci6n del poema ser cosa menor frente ala representacién propuesta por ambos. Tanto Gorostiza como Paz conceden al problema | de la motivacién de la eseritura del poema un antecedente trascendental: Gorostiza en tanto que la Poesfa, arquetipo y vehfculo de ‘otros arquetipos, se asienta inexplicablemen- teen el poema, y Paz, en tanto que la Otra Vor, venida de la Otra orilla, dard presencia al discurso estético como par incémodo a la vor.de la Historia. En ambos casos la tension | de la creacién poética frente asus condicio- | nes de produccin estéresuelt por una en- | tidad trascendente al poeta, ya la comunidad donde éste tiene cabida. De abf la figura divi- na del poeta en Gorostiza, y el sentido de Otredad manifiesto en las categorias desa- rrolladas por Paz’. Para Gorostiza el poema en su carficter hist6rico se encuentra sitiado por los otros géneros literarios y por cierto descuido de sus practicantes. Para Paz.este conflicto de Historia versus Poesfa tiene una solucién ingeniosa: El conflicto no esté en la historia sino en la entraiia del pocma y consiste en el doble movimiento de la operacién poética: trans- mutaciGn del tiempo hist6rico en arquetipi co y encamacién de un arquetipo en una hora determinado ¢ histérico, Este doble movi- miento constituye la manera propia y para- déjica de ser de la poesfa. Su modo de ser histérico es polémico. Afirmacién de aquello mismo que niega: el tiempo y la sucesi6n.* El poems es histérico, pero no en su det ‘mento como lo concibe Gorostiza, sino en una tensién no resuelta que Paz. propone co- ‘mo parad6jica. El poema afirma y niega al tiempo en que es concebido. El poems nie~ ay afirma al tempo como elemento trascen- dente a la creacién poética. Sin embargo, dado su modelo de origen del poema, resuel- to porla inspiracién venida de la Otra Voz, esta doble condicién de tiempo negado y afirmado es puesta en entredicho, Esta histo- rizacién del poema no afecta al lenguaje, al ‘menos no se menciona como problema.’ "La diferencia en la expresiGn esl laicidad de Paz, ‘quien no reeonoce el papel dela divinidad en la inspracion ‘o-en a interpretacign de la realidad, pero cl sentido de Otredad presente en sus categoria tiene todo el compo nente del Gran Otro lacaniano. *Paz, Oceavie, Op. Git * Esta dstincin es percinemte en evanto que uno de Jos principales logros de las vanguardiashiserica fue po- nren dudacl precepto de a trascendentaldad de! lengua- je, colocando la historizacin dela pieza ensurelaci6n con el lengusje que lt consttuye, Asi se pone en criss siden de que existe un lengusie lterari, estétco en su natura- leas frente a ouos lenguajes: un lenguaje de habla cot nao usado ena comunicacién oa: un lenguae de a poss (que sfcontrapone Paz frente al del poems; un lenguaje dela ciencia, entre ores. Existe otro punto de desacuerdo entre Paz y Gorostiza, el sentido de lo moderno en poesia. Es decir, su postura frente a los mo- imientos de Vanguardia y las relaciones de crisis que establecian estos con la tradicién. Para Gorostiza no hay discusién, el aban- dono de los modelos formales de la tradicién ha desatado a la lirica como tinico compo- nente de creacién del poema, Ademés de la vanalidad de las expresiones que buscan do- taral poema de actualidad, frente al lengu: je literaria que es esencial, es decir, ahisto- rizado. En Paz las lecturas de los propios Contemporineos, y la influencia de Breton son manifiestas. El poema modemo es pro+ ducto de miltiples tradiciones, no s6lo de las condiciones formales de la lengua espatio- la. Yes eneste sentido donde la relacién con ‘otros modelos formales es posible por razdn del enriquecimiento de la lenguaa donde se incorporan, Esto es evidente en la manera ‘en que Paz construye su obra poética, donde toca diversas tradiciones: prehispanica, espa fiola del siglo de oro, de Ia generacién del 27; oriental en sus diversas manifestaciones y €pocas; norteamericana (modernism), brasi- leffa de vanguardia; francesa, portuguesa © italiana. Y es que mientras para Gorostiza las Notas sobre poesta son, de alggin modo, un ajuste de cuentas con su labor poética y sus ideas so- bre la Poesia; para Paz. E/ arco y la lira es el principio del camino acerca de la reflexiGn sobre la poesia, Este movimiento dialéctico de creacién reflexién ser4 permanente en la obra de Paz. Malva Flores distingue este tiltimo rasgo como el componente esencial de la moder- nidad en poesia mexicana: el impulso de continuidad esté mediado por un impulso de critica. La poesfa: “dialoga con la tradicin sin reproducirla indiscriminadamente hasta cel punto de instituirla como un canon inamo- vible”®. La critica del poema, yertiente de andlisis y ca especfficas frente a la tradici todo en su caricter de reflexién sobre el poc- ma, sobre la poesfa y sobre la tradi en esta posibilidad que las obras de Gorostiza y de Paz encuentran un horizonte, actual, donde inserearse para la discusi6n. 5% én. Es * Flores, Mala, “La poesia mexicana contemporinea poesia moderna?" en Tet critica #77, julio-diciembre de 2005, Universidad Veracnuzana, México. Luis Alberto Aino (Queretaro, Cera, 1976. Autor de os Roos Eacumbre 2003) y De pars rales el deseo/ oiseaux ‘acne eds Q006). Coat dela antolgl de oes Eos que no alan per estén (2003). st induido en laniologia deen ‘ayo El hacha puesta en la ralz Fondo Edt Terra Adent, 2006) Pas Gorostiza el poema esel garante dela razén, la violencia la ejerce el poeta sobre la ambigedad de las palabras, sobre su indetermina- cién discursiva Para Paz esa violencia racional la que se ejerce en la prosa, mientras el poema se vale dela indetermina- cién del verbo, en amplia relacién con el ritmo. Jorge Solis Arenazas OGTAVIO:-PAZ o el mito de la historia Jorge Solis Arenaxas, Premio Nacional de Poesta Joven Elias Nandino 2006 y autor del Fondo Editorial Tierra Adentro, nos invita a hacer una relectura y una reflexién acerca de Ls hijos del limo, en donde la idea dehistoria para Octavio Pax es una metdfora sin rostro ni espesor. ue el lenguaje hunde sus rafces en la temporalidad, aun cuando se es- ‘mera por ser reftactario a ella, ¢s una nocién que atraviesa la obra poéti- cay reflexiva de Octavio Paz. Escrito entre 1949 y 1950, gAguila o sol? 5 sintomatico en este sentido: “Cuando la Historia duerme, habla en ‘suefios”, “Cuando la Historia despierta, la imagen se hace acto, aconte- ce el poema: la poesfa entra en acci6n.” 'Tal interés por construir un diflogo entre la li- teratura y el mundo no es un hallazgo tardio, Desde diciembre de 1981, en las paginas de la revista Barandal—ta primera publicacién en la que participé—, dio a conocer un ensayo llamado “Etica del artista”. Este texto juvenil aborda la disyuntiva experimenta- da en aquel tiempo por la cultura latinoamericana entre el arte puro y la literatura de te- sis. Segan su opinién, modificada de manera contundente con el paso de los aos, el “nuevo artista” debfa comprometer su obra con la realidad social. Esta preocupacién por relacionar la palabra poética con los acontecimientos hist6ricos es algo que rastrea inclu- so en su genealogia familiar: Mi abuelo, al romarcafé, me hablaba de Judrez-y Porfirio, Jos zuavos y los plateados. Yel mantel olia a pélvora. Mi padre, al tomar la copa, me hablaba de Zapata y de Villa, Soto y Gama y los Flores Magén. Y el mantel olia a pélvora. Yo me quedo callado: ade quién podria hablar? Este poema de Ladera este no es, en modo alguno, una excepcién, Habla de algo que €s menos un interés esporidico que una ob- sesién fecunda, “Nacf el 31 de marzo de 1914 —dice en una entrevista de 1994—, el afio en que estalla la primera gran guerra, yen México, el afio de la ocupacién norteamerica~ na de Veracruz, la caida de Huerta y la gran division de los revolucionarios triunfantes. Desde la época de Ia intervenci6n francesa yel imperio hasta los aiios de la revolucién, lavida privada de mi familia pacerna se con- fundié con la vida piblica de México [...] Mi familia era liberal y as divinidades tute~ lares de la casa eran los héroes del liberalis- mo y los grandes revolucionarios franceses.. Yo nacf entre libros. [...] Nuestros juegos infantiles eran mojigangas heroicas. [...] La historia es también accién y por esto los juegos infantiles, sin excluir a los juegos erdticos, son el comienzo, el prologo de la historia.” Dela lainclinacién de Paz hacia la historia se en- cuentra marcada por los sedimentos del tiempo, Nose agora al tematizar problemas sociales 0 politicos de manera directa (por ejemplo, en Tiempo nublado, El laberinto de Jasoledad 0 El ogra filantr6pico), Significa algo mas decisivo: la historia constituyc la con cién primera —el “horizonte de compren- sién”— de esta obra en su totalidad (poe- mas, ensayos,articulos, traducciones, resevias y discursos'. Ain més: en gran medida, el sentido de este corpus textual est4 supedi- tadoa la tensién que propone frente ala his- toria, a veces con un talante que germina en lo prog pues- ta.en juego que se reivindica como una sién independiente de todo discurso previo (Io cual es de suyo discutible, dicho sea de aso). Ningtin otto titulo define mejor esto que Los hijos del limo (editado en 1974 escrito a partir de las conferencias dictadas en las Charles Eliot Norton Lectures, en Harvard, durante 1972). Bste libro, cuyo subtitulo es “del romantic anguardia”, se em- ita anterior se puede colegir que o,a vecesa partir de um smo a la pefia en “describir, desde la perspectiva de un poeta hispanoamericano, el movimiento poético modemno y sus relaciones contradic- torias con lo que llamamos ‘modernidad”. ntecedente més importante lo constitu- ‘arco'y la lira, donde ya existe una preo- "Bast recordar emo se expresa de sus dos obras mis conccidas en una entrevista de 1967. En corno a Piva de saladviere que “podria decrse que es un poema noveles coxenel sentido ue cuenta cou simboles na ora”, mien tras que de Flaberinao del soledad dice lo siguiente: “Yo nome propuse una desripedn solamente de tio psicolgi- co sino psicoligicaehistce.[..] Procuré insertar cits estructura psfquias del mexicano dentro dela historia de ‘Meésicoy después ver cémo esa historia de México er parte dea historia universal.” FURET TOTES ainclinaci6n de Paz hacia la historia se encuentra marcada por los sedimentos del tiempo. No se agota al tematizar problemas sociales 0 politicos de manera directa. cupaci6n por trazar nexos entre el poema y el tiempo histérico. No obstante la gracia de su prosa, este primer libro es més vago y ob- ‘uso; sus paginas se encuentran transidas por indigestiones de la ontologia, la fenome- nologia y la eclosién experimentada en aque- Ila €poca, particularmente en Francia, con Jas Ilamadas “ciencias humanas” (en espe- cial a partir de Jakobson, Trubetzkoy, Dumé- zil, Lévi-Strauss y Lacan, entre ot10s). Entre ambos libros suceden poco menos de dos décadas de eseritura y transformaci nes sociales que se translucen en el mayor peso reflexivo de Los hijos del limo. En éstc, Paz formula un tropo para s¢gmentar la poe- sia modema: “Ia tradici6n de la ruptura’’. Se- fiala que la poesta escrita desde el romanti- cismo alemén ¢ inglés, el simbolismo francés yelmodernismo vanguardias de la primera mitad del siglo xx constituye una unidad histérica (“A despe~ cho de las diferencias de lenguas y culturas nacionales, la poesfa moderna de oceidente cs. una”), A dicha unidad le subyace una ima gen del tiempo y la sociedad cuyas nociones fundamentales son el “cambio” y la “dife- rencia”, y la forma privilegiada del cambio se da mediante la negaci6n de lo precedente, ya sea a partir de la innovacién estétiea, la revolucién social o la fractura en determina- da concepcién del mundo, En consecuen- Cia, la poesfa se liga con la riqueza de lo hete- rogénco (no hay que olvidar, en este punto, a Antonio Machado y sus ideas sobre la he- terogencidad esencial del ser). Gracias a esto tiltimo, la unidad hist6ri- ca de la poesia moderna est condenada a una pluralidad que es tanto cultural y politi- a, como idiomstica. Mientras que el roman- ticismo alemén volvié a formas métricas tra- dicionales, la literatura espafiola de los siglos XVIILy XIX necesit6 liberarse de los excesos de la versificaci6n silébica regular para mar- cchar, de manera paulatina, a una concepeién del ritmo que, sin desconocer las unidades isosilabicas, persiguié la variedad acentual. Alhablar del poema en prosa en Prancia, Paz asume que se trata de “una forma que sélo pudo inventarse en una lengua en la que la pobreza de los acentos ténicos limita conside- rablemente los recursos del verso libre”. La nocién no es accidental. Paz se interesa por Jas estructurasrftmicas de la literatura porque revelan una nota esencial de la poesfa mo- derna: la analogta’, la “religién secreta de oc- cidente”. Perseguida a rafz de la asuncién del cristianismo como religién del imperio romano y condenada, ulteriormente, por la patristica y la escoléstica medieval, esta creencia del universo como un sistema de correspondencias fue conservada porel neo- platonismo, la gnosis, la cabala, las sectas her- méticas y ocultistas de los siglos xvi y xvi hasta desembocar en la literatura de los fun- dadores de la poesia moderna: Blake, Hol- derlin, Nerval, Goethe, Novalis, Jean P: Coleridge, Wordsworth y Hugo, entre otros. El otro polo que conforma la poesia mo- derma es Ia ironfa, entendida como un fruto directo de la conciencia histérica, la per- cepcién de la muerte, la asimilacién de la disgregacién y el vacfo final del “universo” (la pareja de la Nada y la Obra, como Mallar- mé lo comunieé a Cazalis hacia 1866). Este elemento irdnico es antitético de la vision analdgica, pero el ser de la poesfa moderna no sélo es miiltiple, sino contradictorio. La tensi6n entre extremos irreconciliables no es un rasgo mas de la tradicién de la ruptura, sino una de sus consecuencias esenciales. De ahf que, en la modernidad, la literatura sea un desgatramiento y una escisién tanto como una reconciliacién. Comunién y frac- tura, “Ironia y analogia son irreconciliables —recuerda Paz—. La primera es la hija del tiempo lineal, sucesivo c irrepetible; la se~ gunda és la manifestacién del tiempo cfcli- Bl etotismo, oro aspecto cardinal para entender la postura de Paz ante la histori, depende también de este punto. u coneepei6n del eroismo no es contemplativa ni hedonista —precisamente por esto se liga con las estruc- ‘ura sociales— sno analgica:los euerpos se araen como Js astos, come les ec0s que conforman el ejido de cores: pondenciasuniverales. Esta idea, que presenta mayor in- Nucncia de Chats Fourier y Nenida que de Andé Breton, ‘raza. un cosmos ride por pasionesy deseos que son anc riores ala sociedad misma, pero que ala vez son la cul nacidn de tno proceso hisérco. La analogia cobra dimen siones eins, musiales, matemitens, socials... teeter Vhablar del poema ‘en prosa en Francia, Paz asume que se trata de “una forma que sélo pudo inventarse en una lengua enla que la pobreza de los acentos ténicos limita consi- derablemente los recursos del verso libre” 13 atensién L entre extremos irreconciliables no es un rasgo mas de la tradici6n de la ruptura, sino una de sus consecuencias esenciales. De ahi que, en la modemidad, laliteratura sea un desga- rramiento y una escision tanto como una reconciliacién. 44 co: el futuro esta en el pasado y ambos en el presente. La analogfa se inserta en el tiem- po del mito, y mas: es su fundamento; nfa pertenece al tiempo hist6rico, es la con- secuencia (y la conciencia) de Ia historia.” La condicién que comparten tanto la analogia como la ironfa al cristalizar en una diversidad de lenguajes y obras es la tempo- ralidad. La ironfa ¢s, en sf misma, un reco- nocimiento hist6rico: la forma en que la pala- bra poética da cuenta de la contingencia, la dispersin de la mirada ciclica y el acento en un devenir que, por necesidad, conduce ala muerte, a la ausencia yal fin. Pero la analogia posee, asimismo, un signo hist6rico. La ten- taci6n por retomara un tiempo original ante- rior al curso hist6rico, o capaz de trascender- lo, esta teifida por la misma conciencia hist6rica de la cual se pretende escapar: la invencién del pasado mitico, la creacién de las a iro- sociedades y culturas antiguas, lasegmentacin del paganismo, la reconstruccién de la circula- ridad de las civilizaciones precolombinas, de Ja etemnidad o el estado de -vacio de las ercen- ccias orientales es un rasgo tipico de la mo- demidad. No es de extrafarse: la moderni- dad no inicia con la revolucién tecnolégica, Jas revoluciones burguesas ni la reforma de Jas instituciones hacia la democracia; su pun- to de partida es Ja acumulaci6n originaria de capital y la transferencia de valor, que s6lo fueron posibles cuando Europa cred al otro histéricamente, con la guerra de conquista en América. Desde su inicio, la modernidad fue no sdlo la conquista y destruccién de la historia del otro. Antes fue preciso inventar dicha historia que terminarfa rota entre rui- nas, sangre y humo. Noes de extraiiar, entonces, que la poesia establezca vinculos de signo dispar con dos experiencias definitivas: la religion y la revo- lucién, Tampoco sorprende que, para Paz, es- tas relaciones sean de naturaleza ambigua: simpatiay distanciamiento, afirmacién y er a. Al hablar de los inicios de la mentada tra- dici6n de la ruptura se expresa en los térmi- nos siguientes: “Angu tiempo futuro de la raz6n critica y de la revo- lucién, la poesfa afirma el tiempo sin fechas de la sensibilidad y la imaginacién, el tiem- po original; ante la eternidad cristiana, afir- ma la muerte de dios, la cafda en la contin- gencia y la pluralidad de dioses y mitos. Pero cada una de estas negaciones se vuelve con- traf misma: el tiempo sin fechas de la imagi- naci6n no es un tiempo revolucionario sino mitico; la muerte de dios es un mito vacto. La poesia roméintica es revolucionaria no com, sino frente a las revoluciones del siglo; y su religiosidad es una transgresi6n de las reli- giones.” tia e ironfa: ante el use encuentra obsedi- do por una dialéetica donde toda palabra es y ala ver se funda por la historia, funda a la historia, El poema, de acuerdo con esta concepcién, no deja de ser un produc- to social fechado, pero también engendra un tiempo distinto al de la cronolog{a histérica, Se trata de la posibilidad de construecién del sentidlo poético y, paralelamente, es el limite liltimo que el poema debe afrontar y supe rar, En este punto coincide de forma sorpren- dente con Borges y Lezama Lima quienes, pocos afios antes que él, unicron de manera indefectible su idea del universo—a partit de la imagen de “la biblioteca” y sus resonan- cias del Liore mallarmeano—con la relacién entre literatura ¢ historia, una relacién en‘la que, a fin de cuentas, la primera subsume a ésta ultima. A pesar de lo anterior, en la obra de Oc tavio Paz la historia es una metifora sin ro tro ni espesor. Mas que una idea precisa de Ia historia, existe una tentacién —podria de- irse: una yocacién— y una voluntad por con- siderar la esfera hist6rica como el escenario pe la poesia, Puede resultar cu- to de un eseritor que ha brinda- do una cantidad considerable de juicios y opiniones sobre diferentes aspectos hist6ri- cos*, Pero afirmar ésto no quiere decir que sus aseveraciones particulares carezean de puntualidad, De hecho, la pretensién de te- visar su discurso hist6rico a partir de su lectu- rade la poesfa moderna y no mediante los articulos y ensayos sobre temas de historia y politica se debe a la necesidad de entender cOmo opera discursivamente esta construc- cién de la historia en su obra. Lo que cobra mayor interés es que la imagen de la poesfa moderna descansa en una serie de presu- puestos que jamés se fundamentan. Acude una serie de enunciados asumidos de ante- mano sobre los que se erige toda la construc- ci6n posterior. E'sta es guiada por una pasién mds que por el rigor historiogrifico. La refle- xién de Paz en torno a la historia es, a la vez, un encubrimiento de la historia. El punto ma ble al respecto es su idea de la historia a partir de grandes blo- ques cronolégicos (Ia antigiiedad greco-lati- na, el mundo cristiano medieval, la civiliza- cién occidental moderna), La articulacién de sus enunciados implica la asimilaci6n de periodizaciones supeditadas a una interpre- tacién lineal, por mas que ésta se pluralice. Por ejemplo, en un texto publicado en 1970, basado en su discurso de ingreso a El Colegio Nacional en 1967, sefiala lo siguiente: “La alegoria fue el modo predominante que asu- miG la comunicacién poética durante el apo- ‘geo del cristianismo, La novela ha sido la for- ma de predileccién de la edad moderna.” Ms allé del tono categérico de estos enun- ciados, lo cierto es que s6lo son inteligibles "Por compromisoo lncidez, por incontinencia 6 rigor, porimesiaismo diseusiveo apasionamiento ance la reali dhs rata de un eritor queaventuré opiniones nosem- pte aortunsdas Sobre temas econémicos,politinsehisén cde muy divers fndole. Extra simetiainvertids: Ia aecitud que tanto juzg6 en poctss camo Neruda o Pound ‘también fue asumida por, si bien sus anhelos no giraron «en torno Stalin o Mussolini, sino a "la democracia mode ru, otofeiche menos aleada de lo que pretence a “los poder eurbios de a historia y el estado”, pai lo \obvio: Paz se encuentra obsedido por una dialéctica donde toda palabra es historica y a la ver se funda por la historia, fundaala historia, El poema, de acuerdo con esta concepcién, no deja de ser un producto social fechado, pero también engendra un tiempo distinto al dela cronologia historica 45 azse interesa por las estructuras ritmicas de la literatura porque revelan una nota esencial de la poesfa moderna: la analogia, la “religion secreta de occidente” a6 a fuerza de dar por sentada la validez de t1o- pos como “edad modema” o “cristianismo” (asentir ante un tropo significa validar un posicionamiento discursivo especffico). Lo que ‘més sorprende es que esta concepeién de la historia (que cualquier mexicano con educa- cin de clase media se apresuraria a juzgar ‘como un pensamiento avant la lettre) se pre~ senta en un momento en que la historiografia experimenta hondas transformaciones, al menos desde la fundacién de la revista Anna ses d'histoire teonomique et sucialy a través de las investigaciones de un grupo conformado por Mare Bloch, Lucien Febvre, Fernand Braudel, Jaques LeGoff, Pierre Nora, etc. Uno de los méritos de estos historiadores franceses ¢s su estimulante critica de la linea lidad temporal, su escepticismo frente a las cronologias globales como ejes rectores de la interpretacion histérica; el cuestionamien- to de la conciencia en torno a los “epifend- menos”, asi como su tentativa por pensar los ‘cortes” y “desplazamientos” historiogrifi- cos a partit de |a ronltiplicidad de modos de concebir Ii duracién. Con estas investiga ciones se introduce ka noci6n de discontinui- dad en franca oposicién a los metarrelatos y las leoturas hist6ricas basadas en la unidad, Ja totalidad y la continuidad. La concepcién de la poesfa moderna cesgrimida por Paz depende, hasta cierto pun- to, de dicha postura enunciativa. Esto se traduce de forma sustantiva en su idea de “tradicién”. Aquf resulta iluminador com- parar sus ideas con las de Eliot, en particu- lar con las paginas de Tradition and the indi- vidual ralent, En ambos casos, cl sentido hist6rico de una obra poética se expresa.a partir de una concepcién de largo plazo. Es de sobra conocido el planteamiento de Eliot, de acuerdo con el cual el pocta debe tener un sentido historico “que es un sentido de Jointemporal y de lo temporal, asf como de lo temporal unido a lo intemporal”; gracias a ‘esto, el escritor responde a su tradicién. Toda obra individual cobra valor inicamente en relacién con ésta, “Los monumentos exis- tentes forman un orden ideal entre sf, modi: ficado por la introducci6n de la obra de arte nueva (sies realmente nueva). Blorden exis- tente est completo antes de la ieupcién de a nueva obra; pero para seguir existiendo, lo nuevo debe modificarfado el conjunto |..." La idea de fondo que esta contenida en estos planteamientos también hace pensar ‘en Wallace Seevens, quien afirmé que la lite- ratura necesita de un orden. AGn més; am- bos términos son equivalentes. El mismo Par, en un ensayo de La otra vos, ha dicho que en laera moderna, la critica funda la lite- ratura, es decir, erea una sintaxis, describe un orden, Este se liga de manera directa con la tradicién que, més allé de operar a través de distintas rupturas, representa un conti- uum de nacuraleza hist6rica: una unidad, como lo describe lacita de Eliot. De ahf que Paz otorgue mas valora las vias en que esta, tradicién se resuelve y afirma, antes que aque- Ilos textos que la suspenden. Resulta cla- rificador emprender una breve lista de nom- bres ante los que nada dice, pasa de largo 0 ‘apenas menciona de paso, con premura: H.D., Celan, Perse, Montale, Ashbery, Seferis, Benn, Char, Michaux, Oswald de Andrade, cl grupo Nojgandres o Nicanor Patra, pot si tuar algunos... ZResultarfan vilidos sus enun- ciados a partir de estos nombres? Nome propongo dar respuesta a esta ti- tima interrogante, Me interesa mas insistir en que laobra de Octavio Paz apela de mane- ra constante a la historia como su referente ‘ltimo, el horizonte donde se erige toda posi- ble significacién. Sin embargo, dicho refe- rente se encuentra soterrado, indetermina- doen su relacién con la poesfa, “la otra voz” Este es leido—vale decir: edificado— a par- tir de un modelo dialéctico, mucho mas univoco de lo que se pretende, Tal antino- ‘mia ha generado un discurso conservador, * Sorprende eonfontar esta formulacin de Eliot, que tiende al unitaio con el carpus de Te Waste amd, urim- bbe basis en Ia fragmentariedad, el montaje de citasre- fractarias an cenzo 0 una identidad textual tia, De forma andloga.a ls “mecanismos de defensa, en senti- do psicoigieo del eérmino, los concenidos del discurso no son del todoaceesibles para la conciencia que os foxmuls, como el de Las hijos del limo, Bs necesario puntualizar: el caricter conservador de esta segmentacién no quiere decir que Paz. de- fienda o valide cierto estado de cosas en el sentido politico, estético o social —aunque quiza lo haga, ese no es el asunto central su discurso es conservador ya que constituye una interpretacién cerrada sobre si misma. Es cierto que acepta la ruptura, pero silo co- mo un momento que, por fuerza, afirma la tradicién, y atin més: la acepta como su di- nimica privilegiada. De esta forma, subsume en el senode la tradicién toda posible inte rrupcién a la misma. Sea cual sea la anoma- lia que proponga una nueva obra, uno se en- frenta a ella, de acuerdo con Paz, a partir de los valores, los perfiles y la naturaleza de la tradicién, que sélo se cuestiona para mejor afirmarse. Todo momento posterior se ve ‘como un caso particular de ella, en un sen= tido no del todo ajeno a.una de las formas de Jo que Harold Bloom llama misreading. alos textos en la que su significado se supe- dita al punto desde donde se lee, es decir, al metarrelato que anima la interpretaci6n de Ja poesia moderna. He ahi lo que me intere~ sa sefialar, para concluir. Asumir el concep- tode tradiciGn y su correlato —la continuidad historica— entrafia otro riesgo més fuerte: anquilosar le percepeién de los textos, bo- rar toda percepcién de los mismos que no resulte funcional para leer aquella. Origen, posibilidad, clave fundacional, la tradicién también es una negaci6n de la alteridad; pie~ ‘dra de toque que deviene piedra de los sa- crificios. Mas alld de establecer una suerte de “canon alternativo”, tentacién demas do ingenua, lo que vale preguntarse es si una interpretacién hist6rica como la de Paz.no ha terminado por cegarnos ante otras posi- bles aproximaciones ya noa la poesia moder- na, sino a obras que, a la vez, la encarnan y lninvierten. 7% ‘Alcentrar la lectura de Ia poesia en cier- Jorge Sls Arenas (Ciudad de Mio, 1981. Ato det ro ta continuidad hist6rica que nunca se cues- | deensayos Ente a iguana yal coi (1990), y de Cuadero de agua (Fondo Editorial Tira Adento, 2006) con el cual obtivo tiona a sf misma, se funda una relaciGn frente Premio Naciona de Poesia Joven Glas Nendino 2006, mismo Paz, fen un ensayo de La otra voz, hha dicho que en aera moderna, lacritca funda laliteratura, es decir, crea una sintaxis, describe un orden. Este seligade manera directa con la tradicion que, mas alla de operar a través de distintas rupturas, representa un continuum de naturaleza historia: una FET ADETES Leén Plascencia Nol TIROS AL BLANCO (anotaciones sobre Blanco, de Octavio Paz) Ecos de concretismo brasileno, poesta visual italiana, referencias a John Cage, rollos tdntricos, entre otros, son elementos que acompaiian la construcciOn del poema Blanco. Leén Plascencia Nol, autor del Fondo Editorial Tierra Adentro, ‘nos explica el planteamiento del diagrama que Octevio Pax elaboré para hacer de cuerpo y lenguaje: Mundo. Catalina Gualquier experiencia vivida en Oriente tiene algo de construccién en el vacio (sunyata), algo que para el budismo téntrico es o significa realidad. Vacfo=Reali- dad. Otra concepcién, otca mirada; Una realidad que es otra realidad. Otredad. 2. La experiencia, dice Perogrullo, transforma. Cierto, pero la experiencia que puede tener un occidental en esa otra parte del mundo radicaliza la concepcién de todo, Se abren distintos cauces de éntendimiento y comprensién. 3. Mejor: en algiin ‘momento, sin esperarlo, sin saberlo, alguien llega al safori, Alli, en esailuminaci6n, esti Iarealidad (sunyara) y el vacio que se prodtujo: lo blanco, la pureza del instante aconteci-~ do, la nada absoluta. 4. Durante dos meses, “del 23 de julio al 25 de septiembre” de 1966, en Delhi, Octavio Paz escribe el poema Rlanco. Vive desde 1962 en India y se esta gestando en él una nueva forma de escritura poética. Hay signos en rotacién. Todo se transforma, todo empieza. 5. “Escritura en un espacio cambiante, la palabra en el aire en la pagina, ceremonia: el poema es un conjunto de signos que busean un significa- do, un ideograma que gira sobre si mismo y alrededor de un sol que todavia no nace”, cescribe el poeta. 6. A partir de esta carta de ereencia, surge un ciclo que formarian, en- tre otros, Ladera este, Topoemas, Rengay El mono gramdtico. 7. Signos en busca de un sentido, experimentacién visual, sonora, plistica: aparecen las coincidencias, las ecturas del concretismo brasilefo, la poesfa visual italiana, las referencias a John Cage, Pierre Boulez: todo estd en todo, todo esti vacto porque esté en completud, dice el budismo. 8. :Pero qué se buscaba en Blancr?, qué pretendfa Paz con la escricura de este poema que queria ser una “obra abierta”? 9. *..yo quise encontrar en este poema una especie de correspondencia entre lo temporal y lo espacial. La escritura esté en la pagina y el es- pacio. La palabra es auditiva, se da en el tiempo: cada palabra viene detris de otra. 13 Entonces yo quise combinar esto pensan- do sobre todo en aquellos experimentos si- multaneistas que habia hecho afios antes. Mis modelos fueron los rollos de pintura tal [...]-.1os rollos tntricos —de Ne~ pal, Bengala y el Tibet. En estos rollos, a me- dida que se desenrollan, se despliega ante ‘nuestros ojos una sucesién de figuras, pero estas imigenes son, mas que nada, signos. .JAl final de los rollos tantricos hay un es- pacio en blanco, Bs la vacuidad”, escribe Paz cen “Cuarenta afios de escribir poesia”. 10. La vacuidad. El silencio, El texto inicia en el co- ‘mienzo, cn “el decir originario”, la luz que std antes de la luz, en lo que esté antes de todo, en la “antepalabra” mencionada por dé de Mallarmé? 16. Es obvio que Paz hace un homenaje al gran poema con el que se inicia la poesia contemporéinea de Occidente. Pero lejos de hacer un simple homenaje, va més allé: une Oriente y Occidente. 17. ¢Y Couiles serfan las similitudes entre ambos poe ‘mas? Ellas serian: la utilizacion de ls diferen- tes tipografias para crear cuerpos auténomos ydiferenciados, yel recurso de una hoje lar- ga, dispuesta como acorde6n, slo que en. Blanco es horizontal y en Un coup de dés es vertical. Hasta aqui los parecidos, ya que Ma- armé buseé abolir el mundo a través del lenguaje y Paz producitlo, o re-producirlo ntras es nombrado. Una nota: Haroldo de Campos, el gran poeta y traductor brasi- José Angel Valente, 11. Blanco va del silen- io y vuelve a él. El tiltimo verso dice: Da realidad a la mirada. Dos palabras claves: realidad=sunyata=vacio=blanco=nada- cio, y mirada (para los mfsticos la mirada es la salida hacia lo otro, el otro que se vuelve uno, La unicidad). 12. Se crea entonces un grado de ritualizacién: todo el poema es la ritualizacién del otro. Los signos que apare- | cen en la pagina lo corporizan. El poeta se | vuelve un demiurgo: nombra y aparece el mundo. El poema es la mujer amada, es el amor y el deseo, la simiente y el cimien- to, los contrarios, el lenguaje y el silencio. 413. Eduardo Milin escribe: “Ser que nace el mundo o lo que nace es el poema, una cosa en el mundo?”. 14. :Pero cémo se construye Blanco? 15. {Tiene relacién con Un coup de | Iefio, escribe Galaxias, poema largo que para Sanchez Robayna es “prosa minada”, y que también crea un didlogo con la obra mallar- meana, pero lo que en el francés es plenicud del vacfo, en De Campos se da la completud de lo lleno (cubre toda la pégina de signos, barroquiza, astilla el lenguaje, lo trastoca para mimetizarlo en una falsa narraci6n: no i porta lo que se cuenta, sino los juegos pa- ronomisicos, el ritmo que surge de una palabra para continuarse en la otra). 18. Si el silencio ¢s el referente que antecede y fina~ liza Blanco, el corpus del mismo en un en- frentamiento o un didlogo del cuerpo y el amor, pero también es un poema que proble- matizael acto de la escritura. Metalenguaje: escritura sobre la escritura misma. Norte y sur. Este y Oeste. Un poema que se abre HERETO miiltiple para volverse muchos. 19. Enrico Mario Santi menciona sobre cual era la posi ble lectura del texto, que para Octavio Paz serfa la “fundamental”, y es la siguiente: “a) En su totalidad, como un solo texto; b) laco- lumna del centro, con exclusién de las de Ia izquierda y derecha, es un poema cuyo temas el trénsito de la palabra, del silencio al silencio (de lo ‘en blanco’ —a lo blanco— al blanco), pasando por cuatro estados: ama- rillo, rojo, verde y azul c)lacolumna de la iz- quierda es un poema dividido en cuatro ‘momentos que corresponden a los cuatro ele ‘mentos tradicionales; d) la columna de la derecha es otro poema, contrapunto del an- terior y compuesto de cuatro variaciones sobre la sensacién, la percepeién, la imagi- nacién y el entendimiento; e) cada una de las cuatro partes formadas por dos columnas puede leerse sin tener en cuenta esa divisiGn, ‘como un solo texto; cuatro poemas indepen- dientes; f) la columna del centro puede Ieerse como seis poemas sucltos y las de la izquierda y detecha como ocho”. Entonces, de acuerdo a esta permutaci6n, tendrfamos de acuer- doala propuesta de una “obra abierta”, y la abolicién del poeta como autor, el lector puede encontrar otras miltiples lecturas y convertirse en el propio autor. 20. Si obser- vamos el Archivo blanco, edicién preparada por Enrico Mario Santi, notaremos, de entra- da, el facsimil del manuserito del poeta. Es interesante descubrir c6mo Paz va elaboran- do el discurso, c6mo plantea un diagrama pa- ra entender la construccién arquitect6nica del poema, y cémo tacha y reescribe buscan- do la palabra precisa. Usaa veces el color azul de la pluma fuente, a veces el negro, veces el rojo. El trazo ripido y tembloroso de la mano del poeta se combina con la tipografia de una miquina que podemos imaginar ‘como Smith-Corona. Luego vienen las car- tas alos editores (Diez-Canedo, Rodrfguez Monegal, Vicente Rojo y James Laughlin), Jos textos de presentacién, las carta alos tra ductores (Tomlinson, Claude Esteban, Wei berger, De Campos) en diversas lenguas, y finaliza con un largo ensayo del propio Sant 21. Resalta la leotura que hace Haroldo de Campos, quiz de todos los traductores, quien mejor entiende el proceso y eseritura FEE TOOTTS de Blanco, En febrero de 1981, el brasileiio Je comenta al mexicano que pas6 toda una noche trascribiendo y traduciendo el poema Y que como resultado aparece, asu ver, otro texto que finaliza de la siguiente manera: “tomei mescalina de mim mesmof e passei cesta noite em claro/ traduzindo Blanco de Oc- tavio Paz”, luego vendran cartas entre am- bos poetas, en donde las dudas por ciertas palabras, versos, recursos estilisticos (alite- raciones, paronomasias) legan a buen térmi- no, yen muchas ocasiones, la sranscreacién “operacién semidtica” (rescata y reconfigu- ra los intracédigos del poems original) de De Campos mejora visiblemente 0 da més con- tundencia a ciertas partes del texto originario. Se da una amorosa duplicidad arriesgiindose ‘enun juego desde la raiz, para decirlo con el brasilefio y produce Transblanco, mimesis y creacién, 22. Ritualizacion, lo escribi antes, pero también una ofrenda, desde los cuatro puntos cardinales, a la amada. Blanco es la lectura de una pasién y de un rigor critico. Ellenguaje es mundo, el cuerpo es mun- do, los signos son mundo: realidad: sunyata. Blanco. 5% Len Plasencia lol (Guadalara, lace, 1968), Autor dos bos Enjambres (1998), £ldcbo la ora (2003), Apuntes de un anatomist de cudades (2006) y Zoor C06) Ene sus preios fe encuentran el Nacional de Liteatra Gilberto Owen 2005! ‘Avro Muts (Mésico-Colombia) 1996 Real co Rocio Cerny dul Herbert lt antbogia decry vig, Panorama de poesia Hispancamirica 19651979 0008). 24 CUARTETO PARA ACERCARSE A OCTAVIO PAZ Con motivo de los diex aftos del fallecimiento de Octavio Paz, elegimos el poema Blanco como punto de partida de este ejercicio, en el que cuatro jévenes poetas He- van acabo—partiendo del titulo de otro de sus poemas—un homenaje a lavex que una profanacion. Cuatro poetas (todos ellos autores de la mds reciente promocién de libros publica- dos pore! Fondo Editorial Tierra Adentro) reescriben Blanco y transfiguran, como Jo hizo Paz con el soneto de Quevedo, las ideas que dan origen al poema paciano. Dali Corona opta por la experiencia y el conocimiento; Sergio Loo hace gala de jue- gos sintdcticos; Oscar David Lépex nos invita a reflexionar a través de un ejer- cicio ltidico expresado a manera de ficcién, y Julio César Toledo nos guta por los espacios tdntricos del texto. Dejemos que los jOvenes poetas nos muestren los caminos ‘por los cuales legaron a Blanco, y sean ustedes, lectores, quienes den Ia palabra fi- nal a este ejercicio. : ee as Notas sobre Blanco (Perspectivas de ensamblaje) Sise lee de arriba abajo el silencio grafico el silencio rodea y desampara la pa- a labra queda ajena a su engranaje: sobre blanco. ) Si se lee sélo la coltumna derecha siniestra trata de un claro (difuminado) peregrinaje ala semilla del érbol de los nombres: la mascara: la distancia: la paribola del significante: estoesloquenoes loque veo noes lo que digo no loquepiensono que escucho ¢s (no) lo que escribo Jo que pienso no percibo noveoloque —_piensoen lo que digo no pienso en queesno Jo que enuncio els elno Ja disyuncién: lo escrito ©) Sise lee desde la primera persona del Octavio Paz no tiene centro nif ‘cuerpo ni cara ni alma. Si se busca su cuerpo en el rfo de cuerpos donde veo lo que escucho lo que siento, Si desde la perspectiva de la elimi naci6n del Yo. Si desde la suposicién que su cuerpo dejara su sombra dejara su huella dejara su rastro dejarareflejo 0 polucién. 4d) Si se lee un verso sf y un verso no y en la reconstruccién de elemen- 108 el lector traza un centro abierto a los cinco sentidos cardinals: vera- 10, ojo amarillo, otofio azul y verde invierno, Si el embone libre de ele- ‘mentos forma esquivo el mensaje. Sila (de)construccién es el mensaje. Si la reunién de elementos forman el circulo cromético y el eirculo cechara a girar, entonces, los sentidos (origen de las dudas) se disiparfan junto con la vor y la reunién de colores luz daria un solo tono: blanco. Dali Corona Aproximacién al Blanco sidero que lo poético es quiza una de las materias més indefinibles, por ello resulta relativamente més ficil para nosotros, poetas j6venes, escribir poesta, La naturalidad con la que enfrentamos un poema nos ayudaa, si se esti leyendo, poder ‘entender bajo qué términos esté escrito y si se esté escribiendo, a formular las pregun- tas correctas: aquellas que son ineludibles. El poema Blanco de Octavio Paz, es jus- tamente eso: un poema con preguntas ineludibles. Puede leerse bajo lecturas distintas: M € parece que no hay nada mis terrible que intentar explicarse un poema; con- SVOIEAEIG NN 2 Comoun solo texto. 2) Fragmentadoyconsiderindo cada uno de pital los fragmentos como un poema aparte con su respectiva funcién es- tética y, 3) en un caso ms profundo, tomando en cuenta al espacio de 1a hoja, “lo blanco”, como un elemento mis del campo de ejercicio. Me parece que esta tiltima forma de abordar el poema seria la mejor: considerar a la hoja como un espacio en que el poem fluye, en el que convergen distintos signos con su respectivo cauce, ayudaria acom- prender no sobre qué es de lo que habla, sino a poder vislumbrar su intencionalidad. Esta disposici6n de los versos, pienso, es el resultado de la expe- riencia y el conocimiento. Lo que para algunos (si accualmente se pre- sencara un trabajo asi de experimental o surrealista) podria ser tomado —— como un falso arriesgue, en Blanco de Paz, resulta una maravilla y no tun acto de adoro. Ast, pues, propondria acercarnos con ojos nuevos a este poema, adentramos en su “oleaje de sflabas htimedas” y cuestionarnos la intencién de su lenguaje. Por supuesto que ponemnos a meditar sobre la intencionalidad del poema de Paz-en estos tiempos en que casi nada confluye, mucho menos en la poesia, ayudarfa a encon- trar formas més cercanas para entender la construccién de un poema; y no es que no lo hayamos comprendido, s6lo que me pareve que de vez-en cuando perdemos de vista el objetivo principal de este oficio: la dispersién de la poesia en mil formas que confluyen; que se tocan, que construyen un mundo irrepetible. Oscar David Lopez Concordia multicolor gendra un texto, lo disipa, no reconoce los caracteres que lo forman hasta que locutre el efecto espejo: sensacién de claridad sobre la armonfa de los dados lan- zados en la simiente. Ahora que hablar es sinénimo de conocimiento: yo debo confe- sarme dnima, bengala de fauces abiertas contra el experimento. Matiana releeré Blanco y de repente yo seré cl interlineado, la falsa vida que hasta ese instan- te llevaba la mujer que la ciencia condena estéril con tal de no pronun- bang ciar “hermafrodita”, “testiculos por ovarios”, “jeroglificos pulidos hasta re el hueso”, Blanco porque ancestralmente la genealogia marca que rojo, azul y verde engendran cian, magenta y amarillo. RGB, explica el modelo ra- bioso sobre su tridngulo sexual, Mujer tendida. Hombre inm6vil. Falo el pensar y vulva la palabra, escucho a través de una adivinanza desde mi posicién de lengua. No se tratar de sintesis sino de engendrar desa- rrollo, Cuando la mujer escuché la teorfa sobre su cuerpo no prefitié amanecer dentro de un mono, enamorada del resplandor del géneto y su goce, antes que el vecino fuera una multicud de pasos sobre su techo. La ciencia le explic6 que no tendrfa hijos pero que podria vivir una sexvalidad con plenitud. S: dice que una advertencia posibilita la disposicién del golpe. El espacio fluye, en- Anoche la mujer releia, con Blanco abierto entre las piernas, su cuerpo compuesto por varias lecturas,a saber: ella I, ello. Desde el comienzo, como ficcién total, se desti- naba al canto sobre su propia construccién, La mujer constituia el simbolo lunar. Artificial, sentenciaba. La irtealidad de lo mirado en el presente espejo, da realidad a la mirada, La mujer golpearé, su reflejo antes que la esencia sea consumida por la maleza del color lla en el firmamento es macho y hembra, Julio César Toledo Encarar Blanco progresién del texto, con su estar en este tiempo tan presente: a poesfa se siente en el espacio que ha dejado en su trénsito hacia aqu{, es el hueco vacio entre lo que fue y lo que es ahora y donde esti, Este dificil poema es todos los poemas : idea tintrica : Blanco tuvo siempre la vocacién de ser muiltiplo y residuo, por eso aspira a ser todas las palabras sabiéndose finito. Alardea de su condicién de palabra que aspira a ser silencio significante. Consecnencia y origen: Blanco es la mezcla de todos los sonidos; consecusién de signos que dejan la forma de poema y alcanzan cierta luz mediante el golpe, y es (sin dejar de ser semintica) grado cero del pensamiento. Es un fragmento de Blanco y ¢s la historia de la poesia que como mandala integra vértices en un solo espacio, que es espacio s6lo en su condicién de transitable. Encaja en el presente por dudar de s{ mismo y tratar de ser génesis. Idea tntrica: el poema inaugura una tradicién para si mismo, negindose. Lo veo y lo cigo y parece bajar como espiral por mi columna. Sigo convencido de que encaja en el presente porque se ha movido. Se siente su andar cuando se encara, palabras dispuestas para significar repartidamente, Palabra pura, no por inmaculada sino por conservar su sentido: multiplicidad de sentidos, incluyendo aquél metafisico y pro- fundo sentido del silencio. Este fragmento me inquieta; hay que verlo, oirlo, no leerlo sino encararlo, Suspenso en s{ mismo recorre el significado hasta ponerlo a uno a medias, tiene uno ‘que salirse de los limites y hallarse en medio del poema, empezar por la mitad que es el principio, Idea téntrica: en medio siempre es el fin, y en el silencio anterior ala palabra ‘sti siempre contenido el silencio final, el blanco al que se aspira en la poesfa.j% O= No leo, veo un fragmento de Blanco. Me encara primero la ‘erg 120 (Ciudad de mésic, 1982) Es utr de os os Claveles utomsticos (2008) y de Ss brazs labios en mi boca ‘radar Fondo Editi Tera Ade, 2007 Dal corona (Cidade Meo, 198). s autor dt Ibo Votaio Fondo Etonia Tevra Aden, 2007) Se ercunta ince a ent Anu de poeta mesicana 206. ‘scar David Liper (Monterey, Nuevo Ltn, 1982). autor deo bres Nestle do/La nose de ove (2005) y Gangbang Fondo Ett Tea Ader, 2007. Jule tsar Teledo(cicontepec Vac, 1977 utr de osbre el sferco QO) y de Quid Fond ator Tea ‘dent, 2007, Testimonio VICENTE ROJO ‘Testimonio de una colaboracién Entre 1966 y 1968 Octavio Paz, quien entonces vivta en la India, comenzé una serie de proyectos en los que taco una importante calaboracién con Vicente Rojo. Obsesionado con la poesta en movimiento y los signos en rotacién, Pax concibié tres ideas en las que estrech6 de forma activa los lazos entre la poesia y lo visual. El primero de ello fue Blanco, ww poema que se desplega espacialmente y que es descrito can precision y detalle en una carta dirigida a su editor Joaguin Diex-Canedo, Octavio Pax supo, y lo expresé textualmente, que Vicente Rojo, artista y disetador, era el interlocutor ideal de sus proyectos. Asif comenzé una aventura cuyo didlogo se establecié a través de cartas, dibujos, palabras e imagen que documentan esta labor en conjunto, Ofrecemos a nuestros lectores un testimonio de Vicente Rojo acerca de su colaboracién con Octarvio Pass, BLANCO Desde un principio Blanco estuvo en manos de Joaquin Diez-Canedo, en aquel entonces yo co- laboraba muy cereanamente con él en Joaquin Mortz, asf que me llamé para trabajar en el li bro, Nos llevé mucho tiempo estudiar cl proyecto para que quedara tal cual como lo peda Paz, pues era especialmente cuidadoso con sus ediciones, sabfa perfectamente lo que queri ‘tenfamos los lineamientos muy elaros en una carta que le habfa enviado a Joaquin. Asi que hici- ‘mos la versin tipogrifica y mi aportaci6n fue la eleccién del Bodoni. Las pruebas para que el libro se desplegara como Octavio lo habia concebido y para que todo funcionara, las hizo Joaquin; llegado el momento de pensar en los eréditos nos miramos preguntindonos: en Veracruz. Dice el maestro Luis De Tavira que somos todo deseo, geudl ese deseo de Guillermo Leén? jWow! {Qué buena pregunta! Deseo. poder sentirel perfume de todas las cosas. cada ven FY ‘Conc Ln (ia, cat, 1973). Autor de as bras ears "Mesa Power” y de “Créneadeunprsentinionto" estat ‘ase esrené en enero de 2007 en ell Festival nieracional de la Gud de Meda En overbe de 2002 els alta de ‘bea Las Creents” ene Renién dela WPL, Manda Filipinas. Antonio Leal Desde el alcdzar Ulises mira las sirenas 2A. que loco no lo atan? Bien hacis. Escila hermosa, suave ‘Carib, sagradassirenas del negro golf, altos montes de ‘Trinaeria decid a voces que Ulises, dndol el viento sus als, centre Carbdis y Escila, atado y vendado escapa de vuestto resgos, porque le quede al mundo ensesanza, que ast se huyen los extremos, dela hermosuray la gracia. Pedro Calderéin de Ia Barca ‘Ala fami el to Pepe Beutelspacher, dletoe hace mis de un siglo del leant sto inglés, ene al puerto de Salina Gru, Oaxaca, en el Ooéano Pacifico. Desde el aledzar hecho en el remate de Ia estribacién de uno de los cerros, unos tres mil metros del mar distante, ya varios de ellos sobre el terraplén de la calle en esta hora desierta, un zureo de palomas despierta cl trajin de la ciudad, Clap, clap, clap, clap, lanzan su vuelo en picada como una bandada de pafiuelos muertos A babor, casi a un tiro de piedra de nuestra almadia mecida apenas por una tenue racha de aire fresco, como pedazos de un carbén lustroso beben los zanates la luz del dia, Leva anclas la mirada entre tanto revuelo de alas. Mogotes de plumas Ilenan el pentagrama de los techos de liminas de zine, Currucuti, clap, clap, clap, clap: ahora, desde las tejas ‘ocre-malvas de los techos contiguos de la casa que data més de un siglo. En la suave piragua, a sotavento, que es la hamaca en que hemos dormido, cautiva todavia ver Ia luna colgada como una medalla antigua, como un fruto del arbol prohibido de los suefios, pilida en el cielo de esta maftana ambigua que comienza. En la prosodia de este poema escrito entre las hojas de un cuaderno que sdlo puede hojearse cara al viento, desde el alcdzar donde Ulises mide el lontanar esta mafiana insomne, vahida y rasante, también se atreve Ja mirada lanzarse al vuelo sobre el caserio que avanza hacia el mas Aqui, desde el escatpe arrebatado a.una de las laderas del cerro, desde este lipiz semejante a un mastil que cabecea en intrincadas olas, canoras sirenas laudan: (Thalassa! | {Thalassal, que en este verso relumbra como un gran animal azul dormido. ‘Antonio Lea (Chetursl, Quintana Roo, 1952). Rea estudio de socoogen lun, Es autor de os bros Dura (1981), Canto

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