Trabajo práctico número 2

Montero (1994) sostiene que el análisis de las necesidades tendra dos protagonistas: los
investigadores o técnicos externos, y los investigadores internos (los miembros de la comunidad).
(...) Es imprescindible la familiarización con la comunidad a través de un proceso de aproximación
y dialogo. El conocimiento de la comunidad, de su espacio físico, sus costumbres y su vida
cotidicana, facilitara la inserción y el dialogo para el relevamiento de las neceidades y otorgara la
apertura necesaria para que estas puedan ser analizadas con rigor critico y libertad.

Necesidad percibida por el grupo

Descuido y falta de atención por parte del personal hacia los internos.

Diagnostico participativo

El diagnostico se efectivizo en el trabajo conjunto con los internos, en una construcción continua
con los actores sociales involucrados, se pudo detectar la necesidad sentida, teniendo en cuenta
los aportes de Montero (1994) según la cual una comunidad puede percibir pero no sentir una
necesidad por estar naturalizada, siendo estas mas subjetivas ya que incluyen sentimientos,
preocupaciones y percepciones. A partir de allí se constituyó el diagnostico, el cual consiste en la
ausencia de lazo social entre los internos . Ya que la falta de construcción y mantenimiento de
vínculos entre compañeros imposibilita a los mismos en la realización de actividades en conjunto,
el reclamo u el empoderamiento que propicie la enunciación de la queja y la demanda a nivel
grupal, en relación a el malestar que ellos perciben y como grupo lo verbalizan hacia nosotros (“no
nos escuchan”, “a las personas que trabajan aquí les falta humanidad”). La construcción de estos
vínculos facilitaría que el grupo alcance el empoderamiento deseado, para poder gestionarse
individualmente sin necesidad de que agentes externos intervengan. Según la autora “una
necesidad existe para un grupo, cuando sus miembros sienten que les falta alguna cosa, o cuando
ciertas situaciones en sus vidas producen efectos que los perturban, porque la manera de actuar
sobre ellas es ineficiente”(Montero, 1994, p. 8).

Siguiendo en esta misma línea Sarriera (2008), propone que al analizar las necesidades se deben
tener en cuenta tres dimensiones:

1. las necesidades sentidas, percibidas e inferidas. Es oportuno mencionar que la detección

adecuada de las necesidades sentidas en el proceso de intervvencion es la llave que
motiva la movilización comunitaria.
2. Los problemas mas acusiantes y las formas de resolución de los mismos que la comunidad
propone.
3. Relvevamiento de los recursos que esta comunidad posee o a los que puede tener acceso.