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ETNIAS AMAZÓNICAS EN LA REGIÓN HUÁNUCO

Concepto:

Huánuco es uno de los departamentos de la parte central y occidental del Perú; se


encuentra ubicado entre la cordillera occidental y el río Ucayali. Su geografía
comprende nevados, cordilleras, valles y selva; donde viven cinco pueblos indígenas u
originarios.

¿Quiénes son?

Huánuco alberga a cinco indígenas u originarios: Ashaninka, Kakataibo, Arahuaca


-Amuesha, Shipibo – Konibo y Yanesha. Así mismo en el departamento de Huánuco se
hablan cinco lenguas indígenas u originarias.

¿Cuántos son?

Se estima que la población que vive en el ámbito de localidades pertenecientes a


pueblos indígenas u originarios es de 147, 971 personas, que representa el 20,5% del
total de habitantes de Huánuco. Se trata de ciudadanos y ciudadanas pertenecientes a
pueblos indígenas u originarios que viven en localidades de pueblos indígenas u
originarios.

Localidades en Huánuco:

 199 localidades pertenecientes a pueblos indígenas.


 13 comunidades nativas.
 176 comunidades campesinas.
 10 localidades sin tipo identificado por la Dirección Regional de Agricultura.

En Huánuco, la población que tiene como lengua materna una lengua indígena u
originaria asciende a 192, 338 personas aproximadamente, es decir 28,2%.

Se trata de población que vive dentro o fuera del ámbito de localidades pertenecientes a
pueblos indígenas u originarios, en zonas rurales y urbanas.

Los distritos que concentran la mayor cantidad de población de lengua materna indígena
u originaria en Huánuco, son Cochabamba (95,9%) y Pinra (94,4), ambos en la
provincia de Huacaybamba.
Pueblos indígenas en Huánuco:

Shipibo - Konibo:

El pueblo Shipibo - Konibo Este pueblo tiene su origen en una serie de fusiones
culturales entre tres grupos que anteriormente eran distintos entre sí: los Shipibos, los
Konibos y los Shetebos. El nombre de este pueblo estaría relacionado con los términos
“mono” y “pez”, en el idioma originario. Según la tradición oral de este pueblo, los
Shipibo - Konibo recibieron esta denominación porque en el pasado se ennegrecían la
frente, el mentón y toda la boca con un tinte natural de color negro, lo que los hacía
parecerse a un mono que llamaban shipi. Hoy, los ciudadanos de este pueblo han
aceptado esta denominación sin considerarla como peyorativa y reivindicándola.

Los Shipibo - Konibo han sido conocidos por su gran movilidad y su capacidad para
organizar conglomerados de población indígena en zonas urbanas, siendo un ejemplo la
Comunidad de Cantagallo, el asentamiento indígena amazónico más conocido y
numeroso en Lima Metropolitana, ubicado en el distrito del Rímac.

Por otro lado, la producción artesanal y textil del pueblo Shipibo - Konibo es una de las
más famosas de la Amazonía peruana debido a sus típicos diseños. El famoso sistema
de diseño kené tiene un valor fundamental en la cultura Shipibo - Konibo, ya que
expresa su cosmovisión. En el año 2008, el kené fue declarado Patrimonio Cultural de la
Nación con la Resolución Directoral RD N 540/INC-2008.
Este pueblo ribereño se encontraba tradicionalmente asentado en las costas del río
Ucayali y sus afluentes. Actualmente, las comunidades Shipibo-Konibo se ubican en los
departamentos de Ucayali, Madre de Dios, Loreto y Huánuco. Según datos obtenidos
por el Ministerio de Cultura, la población en las comunidades de este pueblo se estima
en 32,964 habitantes, siendo uno de los pueblos más numerosos de la Amazonía
peruana.

Lengua

La lengua Shipibo-Konibo pertenece a la familia pano y es hablada por el pueblo


autodenominado con el mismo nombre en las cuencas de los ríos Ucayali, Pisqui, Madre
de Dios y la quebrada Genepanshea, en las regiones de Huánuco, Loreto, Madre de Dios
y Ucayali. Desde hace algunas décadas, existen importantes asentamientos de este
pueblo en la ciudad de Lima. Tradicionalmente, ha sido conocida también como
shipibo, joni, chioeo - conivo, aunque hoy los propios hablantes prefieren llamarla
Shipibo-Konibo. Los resultados de los censos nacionales 2017 indican que 34152
personas han manifestado que su lengua materna es la lengua Shipibo-Konibo y 25,232
personas se han auto - identificado como parte del pueblo indígena Shipibo-Konibo a
nivel nacional.

El Shipibo - Konibo es una lengua vital según el Ministerio de Educación (2013) y


desde el año 2007 cuenta con un alfabeto oficial normalizado con la participación de
representantes del pueblo (Resolución Directoral N.° 0337-2007-ED del 13 de
setiembre de 2007 y la Resolución Ministerial N.° 303-2015 MINEDU del 12 de junio
de 2015). Actualmente funcionan 282 escuelas de educación intercultural bilingüe y se
cuenta con 14 traductores e intérpretes registrados por el Ministerio de Cultura.
Cashibo - Cacataibo:

Población censada: 1.879 habitantes

Nº de CCNN: 8 (Reconocidas: 7)

Ubicación Regiones: Huánuco y Ucayali

Ríos: Aguaytía, San Alejandro, Shamboyacu, Sungaroyacu y afluentes del Pachitea

Auto denominación: Uni

Otras nominaciones: Cashibo, Managua, Cacataibo

Idioma: Cashibo

Familia Lingüística: Pano

Economía: Agricultura doméstica, caza y pesca, crianza de aves, ganadería, extracción


de oro, sangre de grado.

Servicios Centros Educativos: 8 (100.0%)

Establecimientos de Salud: 5 (62.5%)

Organizaciones:

FENACOCA (Federación Nativa de Comunidades Cacataibo)

FENACASAA (Federación de Nacionalidades Cacataibo de San Alejandro)


Síntesis histórica:

Los llamados cashibos o uni descienden de los llamados "carapachos", contactados por
primera vez por los misioneros franciscanos entre 1727 y 1736 en la Pampa del
Sacramento, como resultado de un proceso de endogénesis muy tardío, producto de las
relaciones de dichos misioneros con los grupos Pano de la región.

A lo largo del siglo XVIII, los grupos shipibo, conibo y setebo se unen en un solo grupo
para tener acceso a bienes metálicos. La persecución de los cashibos por los otros
grupos Pano se desarrolló desde fines del siglo XVIII hasta la segunda década de este
siglo, manteniéndose éstos como un grupo aislado. El único cambio a esta situación es
que durante el "boom" del caucho los agresores no fueron únicamente indígenas de los
grupos shipibo y conibo sino también los esclavizadores blancos y mestizos, ávidos de
mano de obra barata.

En 1930, los cashibos trabajaban para un patrón en la producción de oro. En 1946


llegaron los primeros misioneros del ILV a la zona, y entre las décadas quinta y sexta,
este grupo misionero abrió varias escuelas y capacitó a maestros bilingües.

Entre los decenios sétimo y octavo, los asentamientos cashibos se acogieron a la Ley de
Comunidades Nativas. En estas últimas décadas el cultivo ilegal de la coca y la
presencia activa de elementos subversivos ha significado un riesgo muy alto para la
estabilidad de las comunidades ubicadas en las cuencas de los ríos Aguaytía y San
Alejandro.
Ashaninka:

El pueblo Ashaninka ha sido también conocido con el término campa, denominación


que muchos Ashaninka han rechazado por asociarla a connotaciones peyorativas. En su
lugar, prefieren denominarse Ashaninka, que puede traducirse como ‘gente’, ‘paisano’ o
‘familiar’.

Por su gran extensión geográfica, es posible encontrar dentro del pueblo Ashaninka
grupos con particularidades culturales. Weiss refiere a una clasificación de los
Ashaninka según criterios ecológicos: los ribereños que viven cerca de los grandes ríos
de la cuenca amazónica, y los Ashaninka de altura, llamados por los ribereños kanoja
Sati (altureños) cuyo estilo de vida maneja los territorios accidentados y montañosos de
altura. Asimismo, en base a criterios culturales, geográficos y lingüísticos, podemos
definir los siguientes grupos: los Ashaninka de los valles del río Pichis y Perené, los
Ashaninka de los valles de los ríos Apurímac-Tambo Ene, y los Ashaninka del Gran
Pajonal, que también se autodenominan asheninka.

El pueblo Ashaninka vive principalmente en el área que se extiende entre las laderas
orientales de la Cordillera de los Andes y el alto Yurúa, que abarca zonas de los pisos
ecológicos de selva alta y de selva baja de los departamentos de Junín, Ucayali,
Huánuco, Cusco, Pasco y Ayacucho; y constituyen el pueblo indígena amazónico
demográficamente más numeroso del Perú. Según los resultados de los censos nacional
2017, por sus costumbres y sus antepasados han sido 55,493 personas que se han auto
identificado como parte del pueblo Ashaninka a nivel nacional; y por el idioma o lengua
materna con el que aprendió a hablar en su niñez han sido 73,567 personas que han
manifestado que hablan la lengua Ashaninka que corresponde al 1,64% del total de
lenguas originarias a nivel nacional. Además, los datos obtenidos por el Ministerio de
Cultura, la población de las comunidades del pueblo Ashaninka se estima en 112,492
personas.

Lengua

La lengua Ashaninka pertenece a la familia lingüística Arawak y es hablada en la


cuenca de los ríos, Ucayali, Tambo, Cohengua, Perené, Pachitea, Yura, Chinchihuani,
Ene, y Apurímac, en las regiones de Junín, Cusco, Lima, Ayacucho, Apurímac, Pasco,
Ucayali y Huánuco por los pueblos Ashaninka y asheninka. Los resultados de los censos
nacionales 2017 indican que por el idioma o lengua materna con el que aprendió a
hablar en su niñez han sido 73,567 personas han manifestado que su lengua materna es
la lengua Ashaninka.

Según el Ministerio de Educación (2013), existen siete variedades geográficas de esta


lengua: Ashaninka del Ene, Tambo y Satipo (bajo Perené); asheninka del Apurucayali;
asheninka del Pajonal; Ashaninka del alto Perené; asheninka del Pichis; asheninka del
sur de Ucayali; y asheninka del Ucayali-Yurúa. También se reporta población
Ashaninka en Brasil. La mayoría de las variedades son vitales, a excepción de la
variedad del Alto Perené que se encuentra seriamente en peligro (Ministerio de
Educación, 2013).

Desde el año 2008, la lengua Ashaninka cuenta con un alfabeto oficial normalizado por
el Ministerio de Educación con la participación de representantes de los pueblos
hablantes de esta lengua (con la Resolución Directoral N° 0606-2008-ED del 4 de
noviembre de 2008 y la Resolución Ministerial N° 303-2015-MINEDU del 12 de junio
de 2015). Actualmente hay 28 traductores e intérpretes registrados por el Ministerio de
Cultura que hablan Ashaninka y provienen de diferentes zonas geográficas.
Yanesha:

Al pueblo Yanesha se le conoce también bajo el nombre de amuesha. El término


Yanesha significa, en su propia lengua, ‘nosotros la gente’ y, a diferencia de los otros
nombres bajo los cuales se ha conocido a este pueblo, ésta es una denominación propia.

Antiguamente, el pueblo Yanesha se asentó en los valles del río Huancabamba,


Chorobamba, Paucartambo y Perené. El mítico Cerro de la Sal, que ocupó parte de este
territorio, fue escenario del intercambio comercial y ritual que permitió el encuentro
entre varios pueblos amazónicos. La cercanía del territorio ocupado por los Yanesha a
los Andes centrales, permitió, además, que este pueblo tuviera contacto con poblaciones
andinas desde antes de la llegada de los españoles.

Actualmente, las comunidades nativas Yanesha se ubican principalmente en la zona


amazónica de los departamentos de Huánuco, Pasco y Junín. Según los resultados de los
censos nacional 2017, por sus costumbres y sus antepasados han sido 4,730 personas
que se han auto identificado como parte del pueblo Yanesha a nivel nacional; y por el
idioma o lengua materna con el que aprendió a hablar en su niñez han sido 1,142
personas que han manifestado que hablan la lengua Yanesha que corresponde al 0,02%
del total de lenguas originarias a nivel nacional. Además, los datos obtenidos por el
Ministerio de Cultura, la población de las comunidades del pueblo Yanesha se estima en
12,931 personas.

Lengua

La lengua Yanesha (ISO: ame) pertenece a la familia lingüística Arawak y es hablada


por principalmente en las provincias de Puerto Inca en la región Huánuco, Oxapampa en
la región Pasco, y Chanchamayo en Junín. Tradicionalmente ha sido conocida con la
denominación Amuesha, la cual no es aceptada actualmente por el pueblo Yanesha. Los
resultados de los censos nacionales 2017 indican que por el idioma o lengua materna
con el que aprendió a hablar en su niñez han sido 1,142 personas que han manifestado
que hablan la lengua Yanesha que corresponde al 0,02% del total de lenguas originarias
a nivel nacional.

Esta lengua presenta divergencia respecto de las demás lenguas de su familia debido a
que su estructura gramatical se ha alterado parcialmente por el contacto lingüístico con
el quechua.

Según el Ministerio de Educación (2013) la lengua Yanesha se encuentra en peligro de


extinción porque no se está transmitiendo a generaciones más jóvenes. Desde el año
2011, la lengua cuenta con un alfabeto oficial normalizado consensuado con
representantes de su pueblo (Resolución Directoral N° 1493-2011-ED del 16 de junio
de 2011 y la Resolución Ministerial N° 303-2015-MINEDU del 12 de junio de 2015).
Actualmente hay ocho traductores e intérpretes registrados por el Ministerio de Cultura.

Creencias y prácticas ancestrales

Como muchos otros pueblos de la Amazonía peruana, los Yanesha tienen una estrecha
relación con la naturaleza. En este contexto, Santos Granero (2004) señala que este
pueblo considera que el éxito de las actividades productivas depende en gran medida de
un conjunto de saberes basados en la observación y la experiencia, pero, además, en
cuestiones “mágicas”. Así, por ejemplo, la selección de un sitio para la chacra requiere,
según la tradición Yanesha, que se observe y palpe la tierra, y que además se realice un
acto adivinatorio para confirmar si el sitio elegido es una buena elección. La adivinación
con hojas de coca puede confirmar esta decisión, o, por el contrario, indicar que se trata
de un mal sitio para sembrar, ya que en él rondan “sombras errantes” o es un lugar
donde habita un espíritu.

Siendo esta una cultura oral, el papel que juegan los mitos para la preservación de la
memoria colectiva es muy importante. Según Santos Granero (1994), para el pueblo
Yanesha el conocimiento de los mitos realza el prestigio de una persona. Por esta razón,
no cualquiera puede contar un mito, sino tiene que ser una persona que posee el
conocimiento suficiente para narrarlo en público. La mitología Yanesha está divida en
dos tipos de narrativas: la primera hace referencia a sus dioses y los principales sucesos
históricos; y la segunda, hace referencia a un gran número de relatos donde los
personajes son animales o personajes míticos secundarios, los cuales suelen tener una
moraleja escondida.

Los estudios realizados por Richard Chase Smith (1982) entre los Yanesha, demuestran
que la música juega un papel bien importante en su cultura. Tal es así que, uno de sus
mitos relata que antes que conocieran la música vivían en guerra y sin vínculos sociales
entre ellos.
Arahuaca – Amuesha:

Ubicación: Huánuco, Junín, Pasco

Provincias: Puertoinca (distrito: Yuyapichis) (Huánuco), Chanchamayo (distrito:


Perene) (Junín), Oxapampa (distritos: Palcazo, Villa Rica) (Pasco). Ríos: Palcazú,
Pichis, Pachitea, Huancabamba, Cacazú, Chorobamba, Yurinaqui

Perú riqueza etnocultural: Perú se caracteriza por albergar una de las mayores
riquezas etnoculturales del continente americano y del mundo

Información

La Etnia Arahuaca Amuesha cuenta aproximadamente con 7,000 habitantes, distribuida


en 48 comunidades, los Amuesha fueron contactados por el fraile Diego de Torres de la
Orden Religiosa Militar de La Merced, entre 1553 y 1576. A principios del siglo XVIII
la administración colonial apoyó con hombres y dinero a los franciscanos, a fin de tener
un mejor control. Así en 1715 el Padre Francisco de San Joseph funda cinco misiones
en la zona de los Amuesha en Huánuco. Sin embargo, numerosas epidemias mermaron
considerablemente la población, dando pie a la rebelión de Juan Santos Atahualpa en
1742.
A la par con este suceso hubo mucha demanda nacional e internacional de productos
tropicales como la zarzaparrilla, la quinina, el tabaco, el café, el aguardiente y la coca.
Con el objeto de afianzar el control y la integración de la zona del nuevo Estado, se
fundó la Sociedad de Inmigración y Colonización, organización que asentó en el norte
del territorio de los Amuesha, superficie del Pozuzo, alemanes, todos campesinos.

Esta etnia también se vio afectada con el “boom” del caucho; los indígenas fueron
reunidos en las misiones de Quillazú, San Luis y Sogormo. Para colmo de males, el
gobierno le entrego 500,000 hectáreas de territorio Amueshas y Ashánincas a la
empresa británica Peurvian Corporation.

En la primera mistad del siglo XX las cosas no cambiaron, los colonos se apropiaron de
su territorio y lo fragmentaron. Recién en 1974, con la ley de Comunidades Nativas,
partes del territorio fueron otorgadas a las comunidades existentes.

Posteriormente aparecería la Federación Yanesha. En los ochenta la violencia política


afectará a los Amuesha, pero en menor proporción que los Ashánincas. Por otro lado, el
narcotráfico desempeña un papel nefasto en la región.

Los pobladores de la Etnia Arahuaca Amuesha están organizados por familias extensas,
sobre la base de la corresidencia de un grupo de hermanos. La descendencia es de orden
bilateral y el tipo de parentesco es dravidio, siendo el matrimonio preferencial con el
primo cruzado del sexo opuesto. Económicamente los pobladores de la Etnia Arahuaca
Amuesha se dedican a la agricultura, cultivando la yuca, el plátano, la pituca, la
sachapapa, el camote, el maíz, el arroz y los frutales. En Oxapampa y Villa Rica,
comercializan con el café y el achiote. La caza se practica en menor medida, en cambio
crían gallinas y animales menores. También se dedican a la ganadería, sobre todo en las
comunidades de Palcazu. Asimismo, a la explotación maderera para fines comerciales.
Algunas comunidades han optado por la extracción y comercialización de este producto.
Situación de los derechos individuales y colectivos de los pueblos originarios:

La población que pertenece a algún pueblo indígena u originario cuenta con una serie de
derechos individuales y colectivos tales como la protección de tierras comunales, la
salud con pertinencia cultural, la Educación Intercultural Bilingüe y el derecho a la
consulta previa.

En Huánuco, diversos sectores del Estado han realizado avances importantes para
implementar estrategias destinadas al ejercicio de estos derechos.

Derecho a la educación intercultural bilingüe:

Política educativa que se orienta a formar niños y niñas, de pueblos indígenas u


originarios, para el ejercicio de su ciudadanía como personas protagónicas que
participan en la construcción de una sociedad democrática y plural.

a) Escuelas interculturales bilingües:


 1582 en total
 1534 Quechua Huánuco
 21 Ashaninka
 11 Yanesha
 16 de otras lenguas

Así mismo representan 37,3% de las escuelas de Huánuco.

Autoidentificación étnica:

Hace referencia a como una persona se reconoce a sí misma, tomando en cuenta sus
costumbres, antepasados o cualquier elemento que prefiera resaltar para definir su
propia identidad cultural.

En Huánuco, 43,6% se autoidentificó como parte de la población indígena u originaria,


es decir, 240, 297 personas. Así mismo, 28,2% tiene como lengua materna una lengua
indígena u originaria, es decir, 192, 338 personas.

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