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Intervención en crisis

Las crisis circunstanciales (enfermedad infantil, secuestro, terremoto, etc) no tienen ninguna
relación con la edad del individuo (a diferencia de la crisis de desarrollo) y pueden sobrevenir
en cualquier momento de la vida y a cualquiera.

La crisis circunstancial tiene cinco características:

1) Es repentina: aparece de golpe.

2) Es inesperada: no puede ser anticipada.

3) Es urgente: pues amenazan el bienestar físico o psicológico.

4) Masiva: muchas crisis circunstanciales afectan a muchas personas al mismo tiempo (por
ejemplo desastres naturales).

5) Peligro y oportunidad: la crisis puede desembocar en un mejoramiento o empeoramiento


de la situación de la persona.

Ejemplos de crisis circunstanciales son enfermedades físicas o lesiones no debidas a una


avanzada edad (pues estas son predecibles), muerte súbitas, crímenes, desastres naturales y
guerras, etc.

El primer paso en la intervención en crisis circunstanciales es centrarse en el aquí y ahora. En


un desastre natural por ejemplo, salvar víctimas, o moderar los ánimos en una pelea conyugal.

¿Objetivos? Es el restablecimiento inmediato: dar apoyo, reducir la mortalidad, vincular a


recursos de ayuda, etc.

¿Procedimiento? La estrategia pasa por los cinco componentes de la primera ayuda


psicológica.

Tiene cinco componentes básicos, que son:

1) Hacer contacto psicológico: hacer sentir al paciente que es escuchado, comprendido,


aceptado y apoyado. Comunicar interés, simpatía, invitar a dialogar, resumir y reflejar hechos y
sentimientos.

2) Examinar las dimensiones del problema: centrarse en el pasado, presente y futuro


inmediatos a la crisis. En el pasado ver el suceso precipitante, así como la fuerza y debilidad en
las 5 áreas CASIC en la pre-crisis. En cuanto al presente, también indagar como estaban en el
momento de la crisis las 5 áreas CASIC, los recursos personales (internos) y sociales (externos),
y la mortalidad. En el futuro inmediato considerar las decisiones inminentes que se tomarán
(qué se hará esta noche, este fin de semana, próximos días o semanas, etc).

3) Examinar las soluciones posibles: El objetivo aquí es identificar una o más soluciones o
necesidades inmediatas y posteriores. Los medios son preguntar al paciente lo que ha
intentado hasta ahora; explorar lo que puede o pudo hacer ahora; proponer otras alternativas:
nueva conducta del paciente, redefinición del problema, ayuda externa, cambio ambiental.

4) Ayudar a tomar una acción concreta: el objetivo es implementar soluciones inmediatas


intentadas al encontrar necesidades inmediatas. Si la mortalidad (peligro de morir) es baja y el
paciente es capaz de actuar en su propio beneficio, entonces aquí se lo estimulará a actuar, se
lo instará a dialogar y se lo aconsejará. En una palabra se toma una actitud facilitadora. En
cambio se toma una actitud directiva para controlar la situación cuando hay mortalidad alta y
la persona no es capaz de actuar en su propio beneficio (un intento de suicidio, por ejemplo).

5) Seguimiento: O registrar la evolución posterior del paciente. Hay que asegurarse aquí que
seguirá con el apoyo recibido, que la mortalidad se mantendrá baja, y que hay un enlace con
recursos consumados, o sea puede seguir aplicando las soluciones ensayadas antes. El
seguimiento concluye cuando nos aseguramos que el paciente hizo un enlace con necesidades
posteriores. Si no, debe volverse a la etapa 2 (examen de las dimensiones del problema).

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