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La educación es lo que queda, una vez olvidamos todo lo que se aprendió en la escuela.
Albert Einstein
¿Cómo describir caracteri
sticas de cuerpos
voluminosos y planos a
partir de conocimientos
geométricos específicos?
APRENDE PROPONIÉNDOTE RETOS
Identificar y aplicar las características de las figuras cónicas, representando sus propiedades a
través de la resolución de problemas, trabajando con autonomía y proactividad en cada una de
las actividades propuestas.
SABERES
APRENDE A TRAVÉS DE LA
INTERDISCIPLINARIEDAD Y LA
TRANSVERSALIDAD
PEDAGOGÍA DE LA
VIGILANCIA:
“Conservad la presencia
de Dios en todas vuestras
acciones”
EL SENTIDO DE HABITAR
Como fomentar el cuidado por el otro y lo otro, teniendo un consumo responsable y una
relación adecuada con el entorno.
LA PRÁCTICA DEL AUTOCUIDADO
Cuidarse, cuidar y ser cuidado son funciones naturales indispensables para la vida, en
tanto son inherentes a la supervivencia. Al cuidarnos contribuimos a promover y
desarrollar aquello que nos hace vivir y, por tanto, representa un conjunto de actos de
vida que hacen que ésta continúe y se desarrolle.
Desde hace tiempo este concepto ya era considerado, al menos para los griegos
refiriéndose al autocuidado como el cultivo de sí; lo que significaba hacer énfasis y
valorizar la importancia de las relaciones del individuo consigo mismo, es decir: hay que
cuidarse y respetarse a sí mismo, en tanto que, al intensificar la relación con uno mismo,
se constituye sujeto de sus actos (Focault, 1987)
Además de esto, los griegos también tenían una visión integral de lo que debía ser el
cuidado de sí, pues enfatizaban la necesidad de cuidar no sólo el cuerpo sino también el
alma. Para ellos, el cuidado de sí incluía los cuidados del cuerpo, los regímenes de salud,
los ejercicios físicos sin excesos y la satisfacción mesurada de las necesidades. Además,
incluía las meditaciones, las lecturas, las notas que se tomaban de los libros o de las
conversaciones escuchadas y la reflexión de las verdades que se sabían pero que había
que apropiarse de ellas aún mejor. (Focault, 1987)
Para los griegos el cuidado del cuerpo se realizaba mediante el temor al exceso,
la escucha de las perturbaciones, la atención detallada al no adecuado funcionamiento,
el tener en cuenta elementos como la estación, el clima, la alimentación y el modo de
vida, en tanto estos podían perturbar al cuerpo y, a través de éste, el alma. (Focault,
1987). Desde aquellos tiempos ya se comenzaba a dar importancia al autocontrol como
una forma de autocuidado.
Por otro lado, los avances científicos y tecnológicos, especialmente los relacionados con
la medicina, influyeron en el concepto y en las formas de fomentar el autocuidado. Se
comenzó a hablar de dos tipos de autocuidado de naturaleza diferente: aquellos
relacionados con las funciones de conservación y de continuidad de la vida llamados
“care”, y los cuidados de curación “cure”, a los relacionados con la necesidad de curar
todo aquello que obstaculizaba la vida. Los cuidados de “care”, representan los cuidados
permanentes y cotidianos de tipo biopsicosocial necesarios para mantener la vida. Estos
cuidados son proporcionados y aprendidos en el proceso de convivencia y socialización,
y deben ser asumidos por cada persona a medida que adquiera mayores niveles de
autonomía frente a la vida. Los cuidados de “cure” son los utilizados para el tratamiento
de la enfermedad además de los cuidados habituales para promover la salud. (Colliere,
1993).
La mayoría de las veces los propios comportamientos nocivos que hacemos, aun
teniendo conocimientos que promuevan nuestra salud, evidencia las prioridades que
tenemos al momento de cuidarla, ya sea física y/o emocional. Desafortunadamente
estamos acostumbrados a actuar cuando ya nos sentimos enfermos; ante esto seguimos
viendo que no tenemos una cultura de prevención ante cualquier malestar ya sea físico
y/o emocional (De Roux, 1994).
Otro elemento cultural que incide en la práctica del autocuidado son los estereotipos de
género que se presentan actualmente. De acuerdo con Colliere (1993) estos estereotipos
de género hacen que, en los hombres, por ejemplo, dado que se les ha impedido
culturalmente la expresión de afectos y fomentado conductas dominantes y autocráticas,
generen un mayor cuidado y atención para sí mismos. En tanto, en la mujer, dado que
se les ha impuesto culturalmente el rol de cuidadora de otros, es decir concebir la
creencia de que deber ser para otros versus ser para sí (al ser madre); influye
significativamente en la forma de asumir el autocuidado de su vida, su cuerpo y su
salud.
Si bien la cultura ha ido dejando una serie de consecuencias nocivas para la asunción del
autocuidado y ha condicionado todo un conjunto de comportamientos, prácticas,
creencias y saberes con relación al cuerpo, a la enfermedad y a la salud; practicar el
autocuidado también comprende una serie de acciones y actividades diarias que poco a
poco podemos convertir en hábito para así reaprender y reinterpretar nuestro
conocimiento e importancia del cuidado de nuestra salud emocional, física y mental.
Hoy en día sabemos, por ejemplo, de la importancia que tiene una buena alimentación
para la salud, pero no por ello nos alimentamos correctamente. La salud ya no se
considera simplemente como la ausencia de enfermedad, sino que se entiende que una
persona está sana cuando goza de un estado de bienestar general y es consciente de ello
(OMS, 2014).
Lo anterior significa que una persona es considerada sana si: es físicamente saludable,
mentalmente “estable”, de adapta y se relaciona pacíficamente en sociedad, puede
realizar funciones diarias tanto domésticas como laborales, ser social y económicamente
productiva; reafirmando que ser sano no significa solamente no padecer una
enfermedad sino que, como en muchas culturas asiáticas se menciona, es creer que ser
“sano” es mantener un equilibrio entre mente, cuerpo, relaciones familiares-sociales, y
en sintonía con el ambiente.
El cuerpo humano, por sí solo, posee mecanismos maravillosos para mantener una
buena salud. Si nosotros como individuos nos apropiáramos de nuestras acciones,
seríamos menos propensos a enfermarnos. Sin embargo, si la enfermedad llegara a
aparecer, un adecuado autocuidado, además médico necesario, ayudaría a que el cuerpo
sanara por sí mismo. (WHO, 2013).
La Salud Emocional
Las emociones y la salud están muy conectadas. Las personas que llegan a estar muy
enfermas (crónicamente incluso) o por ejemplo aquellas que tienen mucho estrés
laboral, deberían de prestar mucha mayor atención a su salud emocional, en general
todas las personas debemos.
La vida a veces parece una ola de ocupaciones laborales y/o familiares y llevar a cabo
acciones para sobre llevarla es muy estresante y a veces parece imposible. En un
esfuerzo por mantener tus horarios bajo control, a veces hacemos cosas que impactan
negativamente en nuestra salud como: saltarnos comidas, no tener tiempo para ir al
gimnasio, e incluso cancelar planes con los amigos y familia. Cuando la vida parece
ocupada y difícil, el autocuidado es la primera cosa que tendemos a sacrificar; solemos
pensar que tomar tiempo para nosotros parece egoísta y nos ponemos la mayoría de las
veces en último lugar. Sin embargo, esto no es así.
El autocuidado nos hace ser más eficaces: Cuando tomamos tiempo para nosotros
mismos y le damos a nuestro cuerpo, la comida, el descanso y actividades que necesita,
tendremos mayor energía que nos impulsará a cumplir con las demandas del día, esto
es, las actividades de autocuidado que realicemos reforzaran nuestra mente y cuerpo.
Examina tus propias estrategias pensando en que cosas ya has hecho y te han
funcionado para cubrir las demandas del día a día, e igualmente identificando en que
momentos necesitas un descanso y que te gusta hacer en esos momentos de des-
estres. Identifica aquellas habilidades y siendo honesto en cuales de ellas pueden ser
más negativas que positivas, ejemplo: Positivas (respirar, meditar, escuchar música,
hacer ejercicio, ira caminar, tomar una ducha), Negativas (gritar, actuar agresivamente,
sobre-reaccionar, tomar en exceso, fumar, morderte las uñas, saltar comidas, conducir
peligrosamente).
ACTIVIDADES
1. Realiza un mapa mental con la anterior información
Como saludablemente, Mejorar los habitos de
ejercicio 4 veces a la sueño bajarle a la
semana, chuqueo azúcar hacer mas cardio
bimestral en el medico
Realiza un Plan de
herramientas de
autocuidado de emergencia.