Sei sulla pagina 1di 4

Felicidad

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Para otros usos de este término, véase Felicidad (desambiguación).

La cara feliz, tal como muestra este emoticono, es un símbolo muy conocido de la felicidad.

La felicidad es una emoción que se produce en un ser vivo cuando cree haber alcanzado una
meta deseada.

Algunos psicólogos han tratado de caracterizar el grado de felicidad mediante diversos tests,
y han llegado a definir la felicidad como una medida de bienestar subjetivo (autopercibido)
que influye en las actitudes y el comportamiento de los individuos. Las personas que tienen
un alto grado de felicidad muestran generalmente un enfoque del medio positivo, al mismo
tiempo que se sienten motivadas a conquistar nuevas metas. Al contrario que las personas
que no sienten ningún grado de felicidad que muestran un enfoque del medio negativo,
sintiéndose frustradas con el desarrollo de su vida.

Índice

1 Aspectos generales

2 Felicidad en la reflexión filosófica

2.1 Según la filosofía occidental

2.2 Eudemonismo y hedonismo: la felicidad para Aristóteles y para Epicuro

2.2.1 Para Aristóteles

2.2.2 Otras escuelas filosóficas

2.3 Según filosofía oriental

3 Felicidad en psicología

3.1 Interacciones

3.2 La adaptación hedonista

3.3 Las decisiones conscientes

3.4 La diferencia entre el flujo y la polarización

3.5 La experiencia y la memoria

3.5.1 Trastornos de la felicidad


3.6 La pirámide de Maslow

3.7 La personalidad

4 Otros enfoques

4.1 Según la religión

4.2 La lucha interna

4.3 La lucha externa

4.4 Psicología como ayuda

4.5 Paradigma espiritual

4.6 Paradigma positivista

4.7 El efecto linterna

4.8 Iconología

4.9 Países felices

5 Véase también

6 Referencias

6.1 Bibliografía

7 Enlaces externos

Aspectos generales

La felicidad está sin duda presente en la cara de esta niña.

Se entiende en este contexto como un estado de ánimo positivo. Dicho estado de ánimo es
subjetivo y, por tanto, no se refiere a un hecho autopercibido. Esto implica que una misma
serie de hechos puede ser percibido de manera diferente por personas con diferentes
temperamentos, y por tanto lo que para una persona puede ser una situación feliz para otra
puede llevar aparejada insatisfacción e incluso frustración. Es por esa razón, que la felicidad
a diferencia de otros hechos relacionados con el bienestar se considera una situación
subjetiva y propia del individuo (en contraposición a hechos objetivos en los que diferentes
observadores concordarían).

La felicidad frecuentemente se considera positiva ya que permite a los individuos sacar


partido de las condiciones objetivas, favorece la actitud de abordar diferentes tareas
llevándola al término propuesto. La depresión y otros trastornos psicológicos, por ejemplo, se
caracterizan por una notoria falta de felicidad del individuo, lo cual frustra las posibilidades
de los individuos para acometer con éxito diversas tareas u obtener beneficios de situaciones
objetivamente favorables. Bajo un estado de felicidad los individuos son capaces de llevar a
cabo una actividad neutral constante en un entorno con variables ya experimentadas y
conocidas, los distintos aspectos de la actividad mental fluyen de forma armónica, siendo los
factores internos y externos interactuantes con el sistema límbico. En dicho proceso se
pueden experimentar emociones derivadas, que no tienen por qué ser placenteras, siendo
consecuencia de un aprendizaje ante un medio variable.

Actualmente se conoce que la variabilidad en los niveles de felicidad que experimentan los
individuos se ven influidos por tres grupos de factores (en orden de importancia):

Factores socioambientales.

Factores genéticos.

Factores asociados a la consecución de objetivos y deseos.

Igualmente es un hecho bien establecido, que el juicio sobre si uno mismo es feliz está
influido por razones culturales: en ciertas sociedades se desaprueba en mayor medida
expresar sentimientos negativos, mientras que en otras la sinceridad y la autoexpresión
fidedigna es valorada en mayor medida. Por eso las comparaciones internacionales entre
países con diferentes condiciones socioeconómicas deben corregir el sesgo cultural.12

La felicidad, en tanto que estado emocional y autopercibido, es un estado subjetivo que, sin
embargo, puede analizarse mediante procedimientos objetivos. Los siguientes son ejemplos
de disciplinas con aproximaciones objetivas:

La filosofía estudia su concepto y realidad.

La psicología positiva intenta determinar los factores endógenos que el individuo puede
manejar para alcanzar ese determinado estado de ánimo.3

La sociología se ocupa de analizar qué factores sociales determinan los objetivos que el sujeto
se marca como meta para alcanzar estados de felicidad.

La antropología muestra cómo distintas culturas han establecido cánones distintos al


respecto.

Felicidad en la reflexión filosófica

Según la filosofía occidental

Un anciano chileno sonriendo. La sonrisa es una de las expresiones faciales que denotan
felicidad.
Rebecca L. Felton feliz y sonriente.

La pregunta sobre la felicidad es esencial en el surgimiento de la ética en la antigua Grecia.


Los filósofos encontraron respuestas muy diferentes, lo cual demuestra que, como decía
Aristóteles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto
intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. En la filosofía griega
clásica hay tres posturas:

Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo),
postura defendida por Aristóteles. En cierto sentido, también Platón puede ser encuadrado
en esta postura, si bien el horizonte de la felicidad, según Platón, se abre a la vida después de
la muerte.

Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie
(cinismo y estoicismo).

Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental
y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro.

Eudemonismo y hedonismo: la felicidad para Aristóteles y para Epicuro

Entre eudemonismo y hedonismo existe un desacuerdo fundamental. Aristóteles considera


que ser feliz es ser humano en el más pleno sentido de la palabra. Epicuro, por el contrario,
se pregunta qué es lo que mueve a los humanos a obrar, porque la felicidad consistirá en
conseguirlo, y esa cosa es el placer.

Potrebbero piacerti anche