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EXP N° 06905-2015-PA/TC

Giancarlo Grández Ramírez interpone una demanda de amparo contra el Seguro


Social de Salud – Red Asistencial de Tarapoto (EsSalud), la cual solicita que se
deje sin efecto la carta 1600-D-RATAR-ESSALUD-2014, ya que este comunica el
terminó de su vínculo laboral, también que se le reintegre a sus labores y el nivel
que venía empeñando.
También afirma que viene desempeñando sus deberes desde el 01 de Marzo de
2010 hasta el 31 de Diciembre de 2014, a través de un contrato de suplencia.
También asegura que fue rotado a distintas áreas, lo que acredita que ha prestado
diferentes servicios y por ende sus contratos se desnaturalizaron en una relación a
plazo indeterminado.
Se alega la vulneración de los Derechos al trabajo y a la adecuada protección
contra el despido arbitrario.
Es ahí donde la entidad demandada argumenta que el demandante ingresa a
laborar a EsSalud a efectos de ejercer labores de técnico de servicios
administrativos y apoyo 1, nivel T-2, a través de un contrato a plazo determinado,
este para cumplir las funciones que se le designaron al trabajador David Zócimo
Meza Aguirre, este último siendo promovido, toda vez que no tenía relación laboral
de naturaleza determinada con la entidad y que su contrato haya vencido. En este
punto se sustenta la entidad demandada para que en la demanda interpuesta por
Giancarlo Grández Ramírez sea evaluada de igual manera.
El Juzgado Especializado en lo Civil de Tarapoto, con fecha 8 de junio de 2015,
declaró improcedente la demanda, por estimar que el demandante no ha
acreditado su ingreso vía concurso público de méritos al cargo o puesto respecto
al cual solicita su reposición, acreditándose en autos que el demandante ingresó a
laborar bajo la modalidad de suplencia, siendo rotado a diferentes áreas, no
siendo posible su reincorporación a la Administración Pública. La Sala revisora
confirmo la apelada por similar fundamento.
Lo que pretende la demanda es la reincorporación del demandante en sus labores
habituales, y que se declare la desnaturalización de su contrato como uno de
duración indeterminada, más el pago de costos y costas del proceso.
La Constitución Política del Perú en el artículo 22, establece que “El trabajo es un
deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de la
persona”.
Pero en este caso el problema radica en determinar si los contratos de trabajo de
suplencia suscritos entre el demandante y entidad demandada se desnaturalizaron
y se convirtieron en un contrato de plazo indeterminado y que este solo podía ser
despedido por causa de su conducta o capacidad laboral.
EXP N° 01789 2013-PA/TC
Doña Maritza Fernández Baca Salcedo interpuso una demanda de amparo contra
el Proyecto Especial Plan Copesco, para que este deje sin efecto el despido
arbitrario por el cual fue objeto.
También para que se disponga su reposición laboral como asistente administrativo
de la Coordinación de Estudios Pre-Inversión, con categoría T-2, con el abono de
los costos procesales.
Además este manifiesta que ha laborado desde el 01 de Febrero de 2007 hasta el
31 de diciembre de 2011, bajo un contrato laboral, que estuvo sujeto a un horario
de trabajo, bajo la subordinación y con la remuneración. Además refiere haber
prestado servicios suscribiendo contratos de trabajo, esto sin suscribir contrato a
uno, lo cual evidencia una desnaturalización de sus contratos a uno de plazo
indeterminado, también se alega una vulneración hacía sus derechos
constitucionales al trabajo, a la protección contra el despido arbitrario e defensa, al
debido proceso y de la estabilidad laboral.
El Procurador Público del Gobierno Regional de Cusco responde la demanda
alegando que la accionante realizó labores en forma interrumpida, con lo cual no
cumple el requisito de los 5 años de servicios conforme lo prevé el artículo 74 del
Decreto Legislativo 728.
Este también señala que su contrato era de naturaleza temporal, por lo que éste
concluyó en atención al vencimiento del plazo determinado.
Segundo el Juzgado Mixto, declaró fundada la demanda, por estimar que se ha
acreditado la existencia de un vínculo laboral a plazo indeterminado entre la
demandante y su empleador y que su despido carecía de causa justa.
Pero la Sala Superior revisora, revocó la apelada y declaró infundada la demanda,
por considerar que de lo actuado no se advierte acto lesivo en contra del derecho
constitucional al trabajo de la recurrente.
La parte demandada argumenta que la actora no fue despedida, pues su contrato
de trabajo era de naturaleza temporal, y se precisa que la demandante debe
acudir a la vía del proceso laboral para ventilar su pretensión, ya que el proceso
de amparo no tiene una naturaleza restitutiva de derechos.
La Constitución Política del Perú en el artículo 22, establece que “El trabajo es un
deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de realización de la
persona”.
También al derecho constitucional y a la protección adecuada contra el despido
arbitrario reconocido en el artículo 27 de la Constitución, y señalar que este
Tribunal en la STC 0976-2001-AA/TC delimitó su contenido e interpretó que debe
entenderse por protección adecuada contra el despido arbitrario.

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