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¿Qué es el riesgo financiero?

El riesgo financiero es un concepto que abarca distintas situaciones


relacionadas con la inseguridad ligada a las transacciones monetarias.
Puede repercutir de varias formas aunque se manifiesta especialmente en la
posibilidad de soportar, de forma directa o indirecta, una pérdida económica o una
disminución de un beneficio esperado.

Las operaciones más susceptibles de riesgo son:

 Inversiones: se centran en la dificultad de estimar la rentabilidad futura de un


proyecto, lo que puede ocasionar desviaciones importantes en relación al rendimiento
esperado.
 Financiación: lo más común es el coste para acceder a la financiación, cumplir las
obligaciones contractuales o, ya más serio, el no poder hacer frente a la devolución del
crédito por un endeudamiento excesivo.
 Actividad comercial: los retrasos en los cobros, la posible insolvencia de los
clientes o la falta de previsión para asegurar liquidez suficiente.

¿Qué es un factor de riesgo financiero?


Son factores de riesgo de un proyecto o actividad aquellos elementos de
inestabilidad que pueden perjudicar los resultados operativos y generar, como
consecuencia, una carga financiera más elevada. Los autónomos y pymes deben
gestionar lo mejor posible los componentes externos e internos para reducir su
exposición a las posibles contingencias.

¿Cuáles son los factores externos?


Los factores de riesgo externo se producen por condicionantes del entorno en el
que actúa una empresa. Pueden incidir de forma general o ser específicos de un
sector.

Son escenarios que escapan al control de la compañía aunque se podrían


anticipar manejando una información fiable. Los más destacados son:

De mercado

Suelen devenir por caídas en la demanda o en los precios. También por cambios
en el sector, la tecnología o el modelo de negocio que modifiquen las pautas de
consumo. Asimismo, las fluctuaciones del tipo de cambio son un componente
importante para las empresas exportadoras/importadoras fuera de la zona euro.
De crédito

Se centran en las dificultades para acceder a la financiación ante una restricción


del crédito o por los requisitos para acceder a él. Los cambios en los tipos de
interés o una subida de las comisiones también generan un impacto perjudicial.

Legales y normativos

Los cambios normativos son constantes. Cumplir las obligaciones contables,


fiscales o de protección de datos es lo más básico, y aparte cada actividad tiene
una regulación específica.

Los incumplimientos pueden acarrearte multas y no se puede alegar


desconocimiento. Como empresario, tienes la obligación de conocer todas las
normas y obligaciones que afectan a tu actividad.  No te despistes con nada.

Sistémicos

La crisis de la última década es un ejemplo perfecto del daño que puede producir
la inestabilidad del sistema y de las compañías que lo sostienen.

Imagen

Vivimos una época muy intensa en información y comunicación. Una gran


oportunidad para llegar a mucha gente pero también supone una alta exposición
pública. Un comentario desafortunado o una publicidad que resulte ofensiva
pueden causar un daño muy serio. Hay que tratar con mucho cuidado
la estrategia de comunicación.

¿Cuáles son los factores internos?


En el caso de factores de riesgo interno se habla de aspectos que forman parte
de la operativa general de una empresa y son consecuencia de las decisiones que
ésta toma.  Los más serios son:

Falta de liquidez

El control de la tesorería es una tarea clave. La falta de previsión en el equilibrio


presupuestario puede incidir en un descenso de liquidez que ponga en peligro la
solvencia de la empresa y su futuro.

Errores en la estrategia

Una mala planificación operativa mermaría la posición competitiva con incidencia


en el valor de los activos y recursos.
Gestión comercial

Asegurar clientes de calidad y gestionar con agilidad el cobro de las facturas es


una fórmula potente para reducir los riesgos comerciales y reforzar las ventas.

Riesgos operativos

Llegan por descuidos humanos, mala organización, equipos anticuados y


falta de eficiencia en general. Pueden ser errores administrativos
-como facturas incorrectas-, productos que se entregan sin la calidad adecuada,
falta de mantenimiento o fallos de logística. Derivan en pérdidas de tiempo, dinero
y capacidad de respuesta.

Riesgos laborales

Son múltiples: no encontrar el personal adecuado limita las posibilidades, las


bajas o accidentes reiterados generan gastos y son un mal síntoma, un trato al
público inadecuado hace perder clientes, un mal ambiente laboral perjudica la
productividad.

Todo esfuerzo para mejorar las condiciones de trabajo es positivo. Sigue el lema:
cuida a tus trabajadores y ellos cuidarán de ti.

Para no perder fortaleza financiera es necesario centrarse en tres objetivos:


evaluar bien los proyectos de inversión, disponer de buena información para
anticiparse al futuro y acceder a fuentes de financiación más diversificadas para
asegurar la mejor solución para cada necesidad.

https://circulantis.com/blog/factores-riesgo-financiero/
https://estrategafinanciero.com/como-se-mide-riesgo-financiero/
https://obsbusiness.school/es/blog-investigacion/finanzas/el-riesgo-financiero-en-el-negocio
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lad/soriano_a_j/capitulo6.pdf
 
Las circunstancias que afectan a la actividad financiera de una persona u
organización pueden derivar en algún tipo de perjuicio. El riesgo financiero está
presente en muchas operaciones y está asociado a la posibilidad de poder sufrir
un resultado negativo en relación a lo que estaba previsto.

Es esencial, en todos los ámbitos,  defender la estabilidad financiera. En este


sentido, la gestión de riesgos es fundamental para mantener la capacidad
operativa y la solvencia. Una buena muestra son las acciones destinadas
a obtener financiación, un procedimiento habitual que se resuelve con más
eficacia y seguridad cuando se buscan soluciones claras, transparentes y sin
sorpresas en el coste real.

APALANCAMIENTO FINANCIERO
Se deriva de utilizar endeudamiento para financiar una inversión. Esta deuda genera
un coste financiero en forma de intereses pero si la inversión genera un ingreso mayor
a los intereses a pagar la diferencia aumenta el beneficio de la empresa.
Una empresa con alto grado de apalancamiento financiero obtiene unos beneficios
muy superiores si la evolución del negocio es positiva pero si la tasa de rentabilidad
es inferior al tipo de interés perderán mucho más dinero que si no se hubiesen
apalancado.
El apalancamiento es un arma de dos filos ya que añade un riesgo adicional al del
negocio, que de no ser manejado correctamente y sobre una planeación bien
realizada puede conducir a resultados nefastos. Sin embargo si se utiliza
correctamente puede traer utilidades extraordinarias para los accionistas.
El apalancamiento de una empresa no es algo que se pueda calificar cualitativamente
como bueno o malo y dependerá del acierto en las previsiones a futuro el pasar de
“listo” a “tonto” o viceversa
La actividad de toda empresa gira entorno a factores y elementos de diversa índole: jurídicos,
económicos, ecológicos, sociales, etc. Pero, la finalidad de todo negocio siempre será la
misma, la de obtener el mayor número de ganancias.

Asimismo, el día a día empresarial está repleto de incertidumbres y riesgos, a los cuales las
empresas deben enfrentarse de la mejor manera posible. Por ello, la gestión de riesgos en la
empresa se hace así imprescindible para evitar el impacto de las amenazas existentes en la
organización, aportando solución de la manera más eficaz y rentable que puedan. .

Uno de los tipos de riesgos empresariales a los que tienen que hacer frente son los riesgos
financieros de una empresa.
https://app.mapfre.com/documentacion/publico/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?
path=1070205

Cinco consejos para minimizar el riesgo financiero


INVERSIONES

Voy a decidir dónde invertir dinero: ¿cuál es mi perfil de riesgo?

Antes de decidirnos por una inversión o la contratación de un producto de ahorro


(como un fondo de inversión o un plan de pensiones), lo más importante es
determinar cuál es nuestro perfil de riesgo.
1. Evaluar la rentabilidad de la inversión

Es la primera forma de minimizar el riesgo, teniendo en cuenta que, a mayor


información que se tenga sobre lo que se quiere invertir, menor será el riesgo.

2. Anticipar el futuro

La captación de información es un elemento importante, ya que si sabes manejar esa


información nos permitirá seguir una estrategia empresarial innovadora que nos
ayudará a decidir sobre nuestros productos y servicios, reaccionar ante nuestra
competencia, anticiparse a los cambios que se están produciendo en el mercado, en
la tecnología, etc.
3. Diversificar el riesgo

Se diversifica planeando un portafolio de inversiones que equilibre las operaciones de


alta peligrosidad con las de alta seguridad.

4. Evaluar los resultados obtenidos.

Contando con una administración profesionalizada, es decir, altamente


especializada en las nuevas tendencias del sistema financiero, podemos salir
adelante ante estos riesgos.

5. Utilizar herramientas para la gestión del riesgo financiero

Proteger determinados activos mediante la contratación de seguros.


https://www.bbva.com/es/finanzas-para-todos-el-riesgo-financiero-y-sus-tipos/

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