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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
INDICE
Prólogo ........................................................................................................................ 5
Introducción ................................................................................................................. 7
3. El teatro mesoamericano....................................................................................... 40
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Prólogo
El teatro es una de las formas más humanas de expresión del hombre, por el hecho de
reflejarlo en su integridad como ente pensante, como ser creador, como animal gregario
y, sobre todo, como persona humana, capaz de contemplar su propia imagen y
asustarse de su misma naturaleza. ¡Tan compleja le resulta ésta!
El teatro es todo esto y algo más. Y es este algo más el que siempre permanecerá
oculto a los ojos del hombre mismo. Por más que busque lo que se encuentra detrás
del ritualismo en el teatro esquiliano, de la majestuosidad en el de Sófocles, de las
truculentas pasiones en el de Eurípides y de la exquisita poesía en el de Shakespeare,
jamás podremos descubrir el rostro oculto del hombre; pues éste siempre encontrará
formas inéditas de expresión a través de culturas diversas, en paralelos y latitudes
diferentes. Este es el caso del hombre mesoamericano, que parece no encajar
plenamente en los paradigmas y arquetipos de la cultura occidental que conocemos.
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apéndice visceral de una cultura que a todos nos pertenece. Cara idea, sin duda, pero
que tiene su justificación en nuestra necesidad de conocer nuestras raíces para volver a
saborear esa savia que corre por nuestras venas.
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Introducción
Mediante esta afirmación pretendo, por otra parte, deslindar dos formas de conducta
del hombre en todas las civilizaciones del mundo: teatro y religión; tan unidas y
semejantes en sus orígenes, como separadas y diversas en cuanto a los fines que
persiguen por separado; aun cuando conserven paralelismos innegables en su diseño,
desarrollo y realización; pues a un sistema elaborado de sentimientos y pensamientos
(religión) corresponde otro de igual complejidad, capaz de contenerlo en un acto ritual
(teatro); y que, sin embargo, se independiza del primero para expresar situaciones
psicosociales que ofrecen nuevos modelos de identidad y coherencia a los miembros
de la comunidad que lo práctica.
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Pero, ¿cómo hablar de teatro –término acuñado en la antigua Ática– para referirme
a una noción geográfica y cronológica que en ningún momento puede relacionarse a
priorísticamente con él? Porque debe considerarse que el término teatro implica un
mundo de significados, como más tarde mostraré, que al parecer sólo podría aplicarse
a la realidad de la cultura occidental, cuyos pañales parece haber abandonado en
aquellos territorios agrestes de la antigua Grecia. Pero, considerando esta cuestión con
más detenimiento, el hecho de pertenecer yo mismo a la cultura occidental, me permite
concatenar este término con una realidad diferente y a la cual pretendo ver con las
luces que esta cultura me ha concedido. Así pues, tengo que echar mano de la
herencia cultural del occidente para estudiar un fenómeno que, si bien se sitúa fuera de
sus límites, su trascendencia atañe a nuestra realidad contemporánea.
Hago a un lado los posibles prejuicios que por este uso del concepto teatro pudiera
tener y acepto que el hombre, ayer, hoy y siempre, ha sido el hombre aquí y en todo
lugar, y me acojo a la universalidad de una terminología aceptada para referirme a un
conglomerado de artes, cuya ductilidad es suficiente para ser aplicada a fenómenos
artísticos y manifestaciones culturales dispares, en latitudes y paralelos indiferentes.
Aun así, creo conveniente hacer un recuento de conceptos que, para muchos
autores preocupados por los matices, resultan de vital importancia para el
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Por otra parte, y ahora refiriéndome a los griegos, dudo que pudiera decirse "este es
el glorioso teatro griego", si careciésemos de los testimonios que ofrece Aristóteles a
través de su Arte poética y sólo contáramos con las obras escritas de Esquilo,
Sófocles y Eurípides; pues estos autores sólo nos están entregando parte de todo lo
que pudo ser el teatro griego en su momento.
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Pero, he aquí que, como el hombre, el teatro cambia y evoluciona al paso mismo de
la cultura, pues ambos son partícipes de una misma aventura vital que los impulsa al
cambio por el propio dinamismo que caracteriza al hombre; pues, como dice
Duvignaud, cada obra está referida a una definición particular del teatro, a una
experiencia estética y, más ampliamente, a una imagen del hombre, todas ellas
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
1. El concepto de teatro
1.1. Definiciones
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comedia. Elemento sine cuan non puede hablarse de teatro. Posteriormente pasó a
significar toda clase de manifestación teatral. Sin embargo, aun cuando últimamente se
aplique a todo género teatral, su significado concreto y preciso hace referencia a la
"representación de una actividad interesante y llamativa de la vida humana, bellamente
concebida y expresada"; congruente, pues, con la finalidad estética que persigue todo
teatro dramático.8 Hoy su uso se ha extendido hasta designar esa actividad conocida
como arte dramático, sinónimo, a la vez, de arte teatral.
1.2. Orígenes
Cuando se pregunta por los orígenes del teatro, normalmente se corre el riesgo de
caer en varios errores. Primero, considerar como teatro únicamente las manifestaciones
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que se conocen y se dan en nuestro tiempo; segundo, recurrir a una tradicional Historia
del teatro cuyo enfoque será, por lo general, hacia los clásicos de nuestra cultura
occidental: los griegos; y, en tercer lugar, remontarnos a las épocas menos
documentadas y más remotas de la humanidad para especular con datos arqueológicos
y etnográficos sobre las costumbres rituales de los pueblos llamados primitivos. Sin
embargo, tal parece que no es posible escapar a las subjetividades en un terreno donde
señorea la especulación, a falta de pruebas contundentes que nos ofrezcan la verdad.
Hasta el momento, la mayoría de los autores coincide en señalar como remoto origen
de las manifestaciones teatrales a la religión. Sin embargo, no debemos ver en esta
palabra lo que se entiende comúnmente con ella –una serie de ideas o doctrinas que se
reúnen para dar como resultado un sistema de conducta– , sino acudir al significado de
sus raíces etimológicas. Religio significa vínculo, ecclesia significa asamblea. Con
apego a estos significados, bien puede decirse que el teatro es religioso y quizás
eclesiástico, "puesto que es una forma de arte que vive de la comunión de un alma
colectiva: el alma del público".10 En alguna forma, hablar de los orígenes del teatro es
como hablar del hombre. A través de muchos siglos, el hombre ha venido
preguntándose: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy? Y no ha podido
contestarse más que parcialmente.
No resulta extraño, pues, que los intentos por definir y explicar los orígenes del teatro
se queden, como en el caso del hombre, en meras especulaciones que, sin embargo,
tienen la virtud de arrojar un poco de luz sobre un objeto de suyo oscuro, complejo y
dinámico que parece tener vida propia y adquirir distintas personalidades en diversas
latitudes, paralelos y climas; crece y madura, nace y muere en determinados periodos y
sociedades históricas; y, como la primavera, siempre tiene ocasión de volver a hacer
brillar sus excelencias en el mundo.
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de una definición; mas, de pronto, se nos escurre y sólo nos deja la frustración en las
manos.
1.2.1. El Mito
Más aún, para los hombres arcaicos, el mito no era significativo en cuanto simple
relato de acontecimientos y acciones de los dioses, sino que tenia la función de "revelar
los modelos ejemplares de todos los ritos y actividades humanas significativas: tanto la
alimentación o el matrimonio como el trabajo, la educación, el arte o la sabiduría". 11 El
cambio de significación de esta palabra se da, extrañamente, entre los griegos, quienes
fueron vaciando progresivamente de todo valor religioso o metafísico a este término.
"Opuesto tanto a logos como más tarde a historia, mithos terminó por significar todo lo
que no puede existir en la realidad".12 Cambio de significación promovido, sin duda, a
partir de la época de los sofistas y radicalizado más tarde con la filosofía de Aristóteles
y sus seguidores.
Sin embargo, y según Mircea Eliade, los hombres arcaicos diferenciaban entre lo que
es una historia "verdadera" (mito) y una historia "falsa" (cuento o fábula), en virtud de
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que la primera tiene una relación estrecha con la existencia sobre el mundo, mientras
que la segunda carece de ella.
1.2.2. El ritual
Si bien el mito va a fundamentar toda una conducta religiosa -y social, por supuesto-,
es el ritual y sus diversas formas de darse, el que nos va a ofrecer, a través de su
elaboración, una de las manifestaciones artísticas más heterogéneas y complejas: el
teatro.
El ritual tiene como objetivo primordial hacer partícipe al pueblo de los grandes
acontecimientos religiosos de la nación, reunirlo en torno a la conmemoración de un
evento que alude a su pasado y le atañe en el presente; y mientras más espectacular
sea éste, más eficiente será su impacto en la multitud conglomerada.
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acción de las danzas, compuestas de gestos afectivos y emotivos que tienen, como las
palabras ininteligibles, una condición fascinante y teatral evidente en los actos rituales.
A estos elementos se agregarán después la música y la danza, el sonido y el ritmo que
apoyan el valor sugestivo de las palabras, las cuales adquieren, en el contexto del rito,
un valor emocional contundente que va más allá de sus simples significados. 14 El ritual
va a adquirir múltiples formas de expresión en sus manifestaciones; desde los himnos,
los bailes, los simulacros de caza y de guerra, juegos, mascaradas, hasta
representaciones teatrales en plena forma. Manifestaciones rituales todas en las que la
palabra, elemento teatral por excelencia, se construye para ser, en cierta forma, una
revelación dinámica de las fuerzas que mueven a esa sociedad en que se dan. Es por
esto, quizá, que la palabra, el lenguaje todo, expresión plena de la comunión de los
hombres, sea, más que un instrumento, una manifestación del ser propio de las culturas
que se esforzaron por hacerlo dúctil, materia prima de una manifestación del ser
metafísico con sus mejores categorías, entre las que destaca la belleza. 15 La poesía,
expresión plena del hombre, nace don el ritual. De ahí que la poesía de todas las
épocas primitivas se componga de fórmulas mágicas, de sentencias de oráculo, de
plegarias y oraciones, de canciones de guerra y de trabajo; formas todas que tienen en
común el ser parte de un ritual de masas en las que el autor se pierde en el anonimato
del pueblo.16
I.2.3. El drama
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paulatinamente para dar forma a un espectáculo que seria, más tarde, la tragedia y la
comedia griegas.
El mito de Dionisos, uno de los que tienen más variantes dentro de la mitología
griega, es el mito de la naturaleza fértil que muere y renace cada año. La fecundidad
eterna, reflejada en los símbolos fálicos que portaban los actores de la comedia antigua
nos da a entender, por otra parte, el carácter orgiástico de las danzas que le dieron
origen. Los ritos mediante los cuales se celebraba a Dionisos se desarrollaban en los
campos, con procesiones que presidía el sacerdote que representaba al dios de la vid.
El coro de cantores se dirigía al ara o timele del dios, donde se le ofrendaba el sacrificio
del macho cabrío (tragos), alrededor del cual se agrupaban cantando el ditirambo: canto
coral acompañado de danzas, que narraba y representaba un episodio de la vida del
dios, estableciendo un diálogo incipiente, a veces indirecto, entre el sacerdote y el coro.
Del ditirambo cantado en honor a Dionisos durante el sacrificio del macho cabrío
(tragos) nacerá la tragedia en su esencia primigenia: de tragos-oda, tragodia, tragedia.
La comedia, por su parte y según ciertos teóricos, nace a raíz de los cantos
populares (kommos) que se entonaban al terminar el ritual en honor a Dionisos; cantos
que en un principio pudieron ser simples bromas y chascarrillos que se hacían unos a
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otros con el fin de relajar la tensión psicológica que se producía con los cantos trágicos
y dolorosos del ditirambo. Después pudo estructurarse con mayor sentido de diversión y
de juego hasta terminar en un canto bien organizado, con un orden de realización y una
estructura interna que podía tener un argumento sobre un tema chusco que hiciera reír.
Finalmente, pudo ser representado por sólo un grupo de espectadores que tenía el don
de hacer reír a los demás con sus bromas, despojándose de su propia personalidad
para representar a otras gentes conocidas. Así, mientras la primera representación,
dada en los ditirambos, había sólo como personajes dioses, semidioses y héroes; en la
comedia había personajes populares, distinguidos por algún puesto político o una
actividad en la sociedad. Del canto popular kommos-oda deriva, pues, el nombre de
comedia.
Uno de los primeros pasos que se dieron para que el ritual pasara a ser el teatro
primigenio fue, pues, la conciencia de estar representando a otro personaje por parte de
los actores. Gracias a esta conciencia en los actores, los que se encargaban de
patrocinarlo se preocuparon porque el público allí reunido pudiera captar con mayor
nitidez las palabras que el solista o sacerdote y el coro decían para lograr un mayor
efecto en ellos. Para esto buscaron adecuar cada vez más el espacio de representación
para encontrar finalmente, la forma del teatro que conocemos como griego. Los acto res
mismos se educaban y aprendían a impostar la voz, a proyectarla de mejor manera y a
llevar ropajes, calzado y máscaras adecuadas a los personajes que representaban.
Todos estos elementos, tal parece, fueron incorporándose lentamente hasta irrumpir en
una marcha apresuradísima de evolución que dio como resultado un teatro pleno que
Aristóteles se encarga de rescatar y dar testimonio de ello; aun cuando no pierde la
funcionalidad primigenia del ditirambo que le dio origen.
La definición que Aristóteles nos ofrece de la tragedia guarda aún mucho de las
características primigenias del ditirambo. El define a la tragedia como "la imitación de
una acción esforzada y completa, de cierta extensíón, representada y no narrada, en
lenguaje elegante, y que por medio del terror y la compasión provoca la liberación de
las pasiones".17 Definición que nos da idea de los elementos que se fueron
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A través del estudio que de la tragedia griega hizo Aristóteles puede verse la idea
que dio origen a la tradición teatral de la cultura occidental, unas veces para someterse
tiránicamente a sus preceptos, otras para dotar de una libertad alada a dramaturgos
como Lope de Vega o Shakespeare.
MELOPEYA: Canto y música, formas primeras del espectáculo creado por los
hombres con fines mágicos y rituales.
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MITHOS
LEXIS
OXIS
MELOPEIA
DIANOIA
ETHOS
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Único ejemplo conocido que reconstruye con la crítica un espectáculo antiguo, Arte
poética de Aristóteles adquiere un valor incalculable para todas las especulaciones que
sobre el teatro pueden hacerse. Como herederos que somos de la cultura occidental, a
veces nos vemos forzados a someter a estas estructuras aristotélicas una sustancia
que pertenece a otras realidades, a otras latitudes, a otras culturas. No es el caso mío;
aun cuando tendré que referirme de vez en cuando a éstas a través de mi estudio del
teatro mesoamericano. Buscar paralelismos, coincidencias sistemáticas entre el teatro
griego y el teatro mesoamericano, ameritaría una abundantísima documentación
respecto de este último, cosa que no tenemos; o implicaría una falsa interpretación del
teatro mesoamericano y una traición al estudio de Aristóteles.
La estética dramática, dice Jean Duvignaud, implica una cierta manera de interrogar
al mundo y a la sociedad. Es a partir de estas dos interrogantes que va formándose un
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concepto del hombre, un concepto que expresa y resume la experiencia real y posible
de un grupo. Su origen, nacimiento y desarrollo paralelo al mito, lo convierte en un arte
comprometido con la trama viviente de la experiencia colectiva y, en esta medida, la
manifestación social por excelencia. Según este mismo autor, el arte en el teatro
alcanza un grado de generalidad que sale del marco de la literatura escrita y la estética
se convierte en una acción social".18 La creación dramática, como todo arte que
pretende ser captado en su totalidad, no se puede abarcar si en el mismo examen no
se incluyen todos los aspectos de la práctica teatral, que no se limita al estudio de un
texto; incluye la puesta en escena y las diferentes concepciones del episodio escénico,
el juego de los actores y las diversas formas de participación que manifiestan su
eficacia. Los múltiples aspectos de la práctica social del teatro, constituyen una
totalidad viviente; ya que pone en juego en algunos casos la totalidad de la sociedad y
de sus instituciones.19 Es sobre todo, continúa diciendo este mismo autor, en las formas
de teatralización que podrían llamarse espontáneas donde se representan los símbolos
que significan la coherencia de la sociedad. El hombre obtiene de esta representación
la repetida convicción de su existencia y la confirmación de su vida colectiva. Esto
puede llevar a pensar que la sociedad recurre al teatro cada vez que quiere afirmar su
existencia o realizar un acto decisivo que la consolide. De ahí que pueda decirse que la
existencia individual o colectiva llega a su cúspide cuando se hace teatral. Es en este
sentido que muchos autores piensan que las formas teatrales tienen como finalidad el
forjar el rostro de los pueblos al conferirles un concepto claro y preciso de la persona
humana; y, en muchas ocasiones, es precisamente la religión la que concibe en su
seno este concepto a través de sus mitos, leyendas y representaciones. Concepto de
hombre idéntico a la naturaleza de los valores morales, intelectuales, éticos, culturales,
etc., que ha forjado ese pueblo en cuestión.20 Inmerso en la vida, el teatro se explica
con muchos términos de aplicación análoga a acontecimientos sociales. Uno de estos
términos es "ceremonia", usado indistintamente para referirse tanto a manifestaciones
religiosas como sociales y artísticas. En el caso del teatro es común el uso de este
término al referirse a la solemnidad del lugar, pues implica siempre una delimitación de
dos espacios escénicos: el espacio del público profano y el del grupo de actores,
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...la situación dramática difiere de la situación social en cuanto ésta encarna los
roles sociales para firmar su dinamismo y modificar sus propias estructuras,
mientras que la primera representa la acción, no para realizarla, sino para adoptar
un carácter simbólico. la situación social conduce a la inversión de nuevas
situaciones; la situación dramática hace permanente una configuración que no
supera ningún obstáculo; sublimado, convierte en insoluble al conflicto. Los roles
sociales compro metidos con la trama de la vida real sufren la ley de la fuerza
irreprimible que hace de la vida una inexorable necesidad. Los límites entre el
teatro y la vida social pasan por la sublimación de los conflictos reales; la creación
dramática es, por definición, una ceremonia social diferida, suspendida, retenida.
El arte dramático sabe que se encuentra al margen de la realidad concreta.23
Es por esto que las ceremonias sociales se distinguen por el carácter de continuidad
y repercusión que tienen; mientras que las ceremonias teatrales se distinguen por la
acentuación decreciente en la práctica social y creciente en la estética. Mientras que la
primera se proyecta hacia la acción, la otra se encierra en la contemplación o
visualización virtual de la realidad externa.
Collingwood es otro de los teóricos que ilustra esta de limitación de las ceremonias
sociales y ceremonias teatrales en base a las diferentes finalidades que tienen,
utilizando para ambas el carácter de "representación". La representación, dice, es
siempre un medio para un fin. El fin es la re-evocación de ciertas emociones. Según se
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evoque estas emociones por su valor práctico o por ellas mismas, se le llamará magia o
diversión.24 La distinción entre los propósitos de la magia y los de la diversión la hace
residir Collingwood en el carácter de las emociones y en los fines que persiguen:
mientras que las emociones suscitadas por la magia son para la conducta cotidiana o
incluso ritual y son llevadas a la práctica, las emociones suscitadas por la diversión se
disipan en la diversión misma mediante la catarsis aristotélica. El paso de los
espectáculo mágico-rituales y los espectáculos de diversión exclusivamente lo
ejemplifica el autor a través de la crítica que hace en su momento Platón a la tragedia
griega y a los poetas de su época y la crítica que de la misma tragedia hace Aristóteles.
Mientras Platón ve en el teatro la posibilidad de una perversión para los hombres,
Aristóteles descubre en él la posibilidad de liberarlos del pasado oscuro y abrir el
camino a la evolución y el progreso a través de la crítica.
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2. Antecedentes generales
La Iglesia gestó y dio impulso al espectáculo dramático a través del culto y la misa,
ya en sí mismos con un cierto carácter dramático y teatral, de rememoración, de
representación. El deseo de embellecimiento y mayor eficacia didáctica fueron dando
cabida a las amplificaciones e interpolaciones cantadas en los textos litúrgicos (tropos);
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Sin embargo, España parece estar al margen del origen y progresión de estas
formas teatrales surgidas en esta época. No será sino hasta el siglo XV, a través del
testimonio de autores como Gómez Manrique, que la península ibérica nacerá al teatro,
directamente inmerso, como es de pensar, en la temática religiosa.
Sin embargo, esto no quiere decir que en la península no haya existido ninguna
forma teatral previa a las obras d e Gómez Manrique. Existía una tradición teatral previa
a este autor y a ella hacen referencia las Partidas de Alfonso el Sabio, quien ya en el
siglo XIII prohibe los llamados "juegos de escarnio" y demás formas lascivas y
licenciosas de representación para estimular, en cambio, la actividad dramática
encamina , da a representar escenas de la vida de Cristo, de su nacimiento, de la
adoración de los Reyes Magos, de su Pasión, etc. el "padre del teatro español", gracias
a que sienta en sus obras elementos esenciales de lo que será más tarde el teatro
clásico español.
No alcanzando, pues, a presenciar lo que será el gran teatro español, los misioneros
venidos a América no tienen posibilidad de recurrir a paralelismos más explícitos que
nos aclaren el nivel y la ubicación real de las formas teatrales que presenciaron aquí a
su llegada. Las referencias españolas a las que tienen que recurrir como cronistas en
los aspectos teatrales son bastante pobres; a lo que se aúna el carácter de su misión
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evangelizadora y que determinará que por todas partes no vean más que expresiones
idolátricas que se creen en la necesidad de destruir y erradicar de las mentes
indígenas, cuando no tratarán de incorporar diversos elementos a la propia liturgia
cristiana.. Al final de este trabajo se verá como es que se integran tales elementos
teatrales indígenas a las formas dramáticas traídas por los misioneros.
Jensen dice que para comprender los fenómenos culturales de los pueblos llamados
"primitivos" no debemos ver a estos como conocimientos intelectuales ni compararlos
con el pensamiento metódico del conocimiento occidental. Para comprender tales
plasmaciones culturales, dice, no existe medida objetiva alguna. Aquí, el único medio
de aproximarse a la comprensión es la capacidad de vivencia.27 Quizás la única
posibilidad de comprender un fenómeno cultural es en base al conocimiento, aunque
sea aproximado, de todo el sistema cultural que caracteriza a un pueblo, integrado sin
contradicciones. Intentar la historia de la evolución cultural de un pueblo significa
intentar la historia de su visión del mundo. En la medida en que logre esto con respecto
a las culturas mesoamericanas, podré hacer inteligible el fenómeno que me ocupa en
este trabajo: el teatro.
Remitiéndome a los orígenes de una cultura cualquiera, la primera cuestión que debo
considerar es la intima conexión entre el mito y el culto que prevaleció en ella durante
los primeros tiempos; ya que el conocimiento mítico del mundo influye en forma
decisiva en todas las formas de vida del hombre. Y aquí debo recordar lo que Mircea
Eliade nos dice con respecto a la funcionalidad del mito en las sociedades arcaicas
historia ejemplar de todas aquellas actividades importantes en la vida del hombre.
Jensen dice, con respecto a ese nexo íntimo entre mito y culto que:
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"En las religiones de los pueblos primitivos existen tantas pruebas de la Intima
conexión de las dos posibilidades de expresión(mito y culto), que no se puede
negar su existencia. En algunas ocasiones. los actos de culto no son más que
representaciones dramáticas de los acontecimientos descritos en los mitos
correspondientes".28
Esto se percibe claramente en los ditirambos que dieron origen a la tragedia griega,
tan imbuida en la temática religiosa en los tres grandes trágicos griegos. Mito y culto,
pues, nacen como una necesidad que tiene el hombre de buscar los medios de
comunicación más adecuados para transmitirse las cuestiones que le parecen más
importantes. De esta manera, en el terreno de las manifestaciones religiosas, los cultos
ocupan el primer plano. Fueron éstos el gran "lenguaje" religioso de los primeros
tiempos.29 Ubicándome dentro de las culturas mesoamericanas y siguiendo la
exposición que hace Westheim en torno a la creación artística en ellas, puede verse
que el mito desarrollado por los pueblos del México antiguo revela una aguda
observación de la naturaleza y una concepción de la misma que trata de averiguar
causas y efectos como nuestras ciencias naturales, pero que no busca una causa en lo
físico, sino en lo metafísico. El hombre del México antiguo no podía explicarse el
acaecer en la naturaleza el misterio de la naturaleza como el resultado de leyes que
actúan mecánicamente; veía en él el obrar de fuerzas sobrenaturales, a quienes
personificaba y deificaba; la naturaleza le ofrece el espectáculo ininterrumpido de un
nacer y perecer. El sol sale y se pone porque es devorado por el jaguar de la noche, el
animal nocturno. Muere y se hunde en el inframundo, y a la mañana siguiente vuelve a
resurgir. La vegetación perece; pero no perece su energía vital, que la devuelve en
primavera a la vida. Según el mito, la energía vital del hombre es igualmente
indestructible. Todo se halla sometido a un constante proceso de transformación. La
transformación es lo eterno: he aquí uno de los conceptos fundamentales que el
hombre precortesiano deriva de su observación de la naturaleza.
Por el mito, todo lo que es y todo lo que acaece cobra un sentido. Frente a una
realidad que parece caótica, él presenta un orden cósmico en el que el caos está
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En cuanto a las literaturas, es evidente su conexión con todo lo que rodea al hombre
que las concibe: religión, pensamiento cosmológico, pasado histórico, organización
social, etc. Más aún, puede decirse que dependen de la lengua que les brinda sus
secretos más íntimos para su realización.31 Si en la religión, dice Garibay K., ha de ir
todo el hombre y lo que lo rodea, va lo que es más humano, que no es por cierto la
inteligencia pura, ya angélica, sino la emoción, la pasión, el anhelo, el dolor y la
exaltación. Es decir, la poesía. Por esto en todos los rumbos hallamos la poesía en la
cuna de las religiones y en su pleno desarrollo, hallamos la fuente de muchos géneros
de la literatura.32 En las sociedades llamadas primitivas la creación poética es compleja,
dice este mismo autor; nunca anda sin sus hermanas, la música y el baile, primeros
elementos del espectáculo teatral, ya que el baile de necesidad es espectáculo teatral,
como lo es, si vale la palabra aquí para los oídos, la música. Y el espectáculo es
esencialmente colectivo. No puede haber espectáculo si no hay espectadores. Los que
son vistos se ha convenido en llamar actores.33 Los primeros poemas fueron, sin duda,
oraciones. Mas tarde, en la medida en que se organizaba la liturgia compleja, la oración
se convierte en himno, y la elaboración literaria viene a enriquecer las manifestaciones
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culturales.34 Y como la imaginación no puede estar ociosa sobre los hechos, elabora
sus propios conceptos y dora con la luz de la belleza la simple memoria de los hechos
históricos. Por eso es que nace la épica que la historia, como dice Vico, en las
literaturas del mundo entero. Y aun mas en aquellas que viven en los labios ante de
quedar aprisionadas en la escritura, como es el caso de la literatura mesoamericana.35
2.2.3. El teatro
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se dan en forma evidente y de ello nos hablan las fuentes lógico concluir que había una
forma de poesía dramática, a la que Garibay K., concibe aún en pañales, sin verdadero
desarrollo estético.39 Otro autor que deduce la existencia del teatro mesoamericano por
esta misma vía es Magaña Esquivel, diciendo que, de algún modo, la poesía de
carácter ritual, la heroica y la lírica, se conectan con la dramática cuando los poemas
atesorados en la memoria, las estrofas que venían de una generación a otra son
recitados o salmodiados o se les acompaña de música y danza para constituir una
forma de espectáculo sin perder su significado de rito.40 De cualquier manera, sigue
diciendo este mismo autor, ya fuesen danzas menores ejecutadas en los palacios para
recreo de los señores o en los templos durante las fiestas rituales, o ya fuesen danzas
mayores que se efectuaban en las plazas públicas o en el atrio del templo mayor, la
verdad es que venían a ser, con el recitado, una forma primitiva de re presentación
teatral. Se introdujeron en estos espectáculos o mitotes pequeños recursos cómicos,
diálogos sencillos, una acción elemental. Seguramente los intérpretes eran al mismo
tiempo los autores, e improvisaban sobre determinado asunto dado a propósito de la
ceremonia la escena que no presentaban.41 No es el momento de refutar estas
afirmaciones tan categóricas de Magaña-Esquivel y tampoco es propósito de este
trabajo la polémica que dejo para después, sólo diré, a este propósito, que la
improvisación no era bien vista por la estética mesoamericana y las mismas fuentes nos
mencionan el enorme trabajo de preparación que requería un buen espectáculo, con la
participación de un verdadero equipo de gentes especializadas en áreas bien
especificas de la creación y el montaje teatral.
Ciertamente, la poesía, como ficción y encantamiento, con todos los elementos que
le brinda el lenguaje, aparece como elemento fundamental en las celebraciones
litúrgicas. Incluso la elaboración poética debía estar, en muchos casos, ligada a las
necesidades del culto religioso, dicha y pensada, en gran parte para invocar a la
divinidad.42 Pero esto lo podemos percibir aún en las formas teatrales más acabadas,
en las que no puede prescindirse, de golpe, ni evitar se el tema religioso, aun cuando
sea en forma indirecta, con un supuesto rechazo o critica abierta.
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Razón demás tiene Justino Fernández al afirmar que raras veces los estudios sobre
el arte mexicano se han elevado más allá de la mera información. Es por ello que él
pugna por llevar hasta sus últimas consecuencias estos estudios, con el fin de dar
opiniones y visiones más comprensivas de la historia del arte. Ojalá, pues, que este
trabajo sea una de las muchas respuestas a su llamado de expresar opiniones en torno
al arte mesoamericano en todos sus terrenos y especialidades.
Como ya dije arriba, parece ser que la única manera de comprender a los hombres
del pasado es haciéndolos presentes, contemporáneos nuestros, para poder
interrogarlos por su sentido y trascendencia. Vale aquí, por otra parte, hacer referencia
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
a las tres preguntas que formula Goethe para interrogar una obra de arte, en este caso
el teatro: "¿Qué es lo que el artista trata de hacer? ¿Lo ha hecho bien? ¿Merece
hacerse?" Aun cuando resultaría ambicioso contestar a estas preguntas a lo largo de
este trabajo, si me interesa dar mi opinión y valorar en lo que es, su posibilidad de
mostrar un horizonte pleno de significación que haría inteligible todo un universo de
pensamientos y de conceptos estéticos que, hasta el momento, parecen aún dormir en
el olvido. Así pues, dar respuesta a estas tres preguntas es dar sentido a todo un
momento creador que sintetiza en si una multiplicidad de elementos que lo están
propiciando y determinando. Dar respuesta a estas tres preguntas en el contexto del
teatro mesoamericano es entender este fenómeno mutilado por la historia y
menospreciado o ignorado por muchos de nosotros en muchos de sus aspectos y
sentidos de genuina expresión humana. Hacer el intento se que vale la pena.45 Una
declaración que considero pertinente hacer en este punto de la estética mesoamericana
se refiere a mis propias experiencias estéticas con respecto al teatro. En este trabajo,
menos que revelar o hablar de mis experiencias estéticas, hablaré y me referiré
constantemente, a lo largo de este trabajo, a mis experiencias con la historia y los
testimonios de aquellos otros hombres más afortunados que yo cronistas e
historiadores, que tuvieron ante sí los espectáculos teatrales o de los cuales tuvieron
referencias directas, y que a través de sus obras me las han transmitido para hacerme
sentir la emoción que ellos sintieron. Así pues, mis experiencias son doblemente
indirectas, pasadas a través de un tamiz de prejuicios y deformaciones propias de todos
los hombres en todas las culturas.
Volviendo al tema central de este punto, quiero destacar una proposición que hace
Justino Fernández acerca del arte y que ayudará muchísimo a entender la esencia y la
naturaleza de esta expresión humana.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Ser en el arte es ser de algún modo este no ser que somos. Cuando el arte es
arte y la belleza es belleza, siempre son revelaciones de algo fundamental y
religación al misterio ...al mito necesario y último.46
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
nos revelan.50 Esto, como ya dije arriba, hace referencia a un universo mítico que da
coherencia al mundo indígena.
Las categorías estéticas aplicables al arte a secas deben ser también consideradas
para referirse al arte popular, sobre todo en aquellas culturas como las
mesoamericanas en las que la cuestión del anonimato no es un obstáculo para la
clasificación de sus expresiones artísticas dentro de la estética universal. En el arte
popular, aún cuando aparentemente esté ausente la conciencia histórica que tiene el
arte más elevado, existe una sabiduría. Y esto es evidente en el arte indígena antiguo
que no es, en sentido estricto, arte popular, en tanto que expresa las ciencias y las
creencias, los mitos pulidos y elabora dos por sacerdotes y dirigentes del pueblo; por
esto mismo llegan a significar una profunda conciencia de sentido histórico, dentro de la
esfera de las culturas antiguas mexicanas
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
3. El teatro mesoamericano
Una de las dificultades con las que se topa cualquiera que intente la reconstrucción
del drama precortesiano es la escasez de fuentes, la calidad y naturaleza de las pocas
que nos han llegado y que son en su mayor parte tangenciales, so meras y apenas
comprensibles, no estando los mismos autores en posibilidad de reseñarnos un
fenómeno cultural tan escasa mente desarrollado en España a principios del siglo XVI.
Ciertamente, España no estaba lejos de dar a luz su gran teatro a apenas unos
cincuenta años. El drama cristiano aún no alcanzaba los vuelos del auto sacramental y
los espectáculos carnavalescos no eran muy bien vistos por las instituciones católicas,
a punto de ser sacudidas por el Cisma de Occidente.
Gracias a su labor de inquisición, autores como Durán nos legan una serie de datos
que, no por someros, dejan de ofrecernos un amplio panorama de las diferentes
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
El objetivo principal de Durán y de otros cronistas no puede ser más claro: a través
del conocimiento de las fiestas y ceremonias de los antiguos mexicanos, estar en
posibilidad de extirparlas de sus mentes y de sus acciones cotidianas para implantar en
su lugar las fiestas y ceremonias de la nueva fe. Así nos lo hace saber constantemente
Durán en cada una de sus relaciones.51
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
los modos de religión en que vivían... que son tantos y tan enmarañados y muchos
de ellos frisan tanto en los nuestros, que están cubiertos con ellos...
Y así erraron mucho los que con buen celo (pero no con prudencia) quemaron y
destruyeron al principio todas las pinturas de antiguallas que tenían; pues nos
dejaron tan sin luz que delante de nuestros ojos idolatran y no los entendemos en
los mitotes, en los mercados, en los baños y en los cata res que cantan...53
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Quizá una de las razones más fuertes que impidió llegaran las obras dramáticas
mesoamericanas a nosotros a través de los cronistas fue, que los espectáculos que
ellos presenciaron nunca pudieron ser captados en su esencia y que los naturales
nunca estuvieron de acuerdo en darlos a los caracteres latinos por su mismo contenido,
perseguido por los frailes.
Uno de los de nuestra Compañía de Jesús, hombre muy práctico y diestro, juntó
en la provincia de México a los ancianos de Texcoco, de Tula y de México, y
confirió mucho con ellos, y les mostraron sus librerías, y sus historias y
calendarios, cosa mucho de ver; porque tenían sus figuras y jeroglíficas con que
pintaban las cosas en esta forma, que las cosas que tenían figuradas las ponían
en sus propias imágenes, y para las cosas que no había imagen propia, tenían
otros caracteres significativos de aquello, y con este modo figuraban lo que
querían; y para la memoria del tiempo en que acaecía cada cosa, tenían aquellas
ruedas pintadas, que cada una tenía un siglo, que era cincuenta y dos años. Pero
porque sus figuras y caracteres no eran tan suficientes como nuestra escritura y
letras, por eso no podían concordar tan puntualmente en las palabras, sino
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Así pues, resulta inadecuado exigir textos a una literatura dramática consignada en la
memoria y a la que sólo servía de guía la escritura jeroglífica de los códices. Gran
inconveniente para este estudio que intento, sin duda; pero ello no obsta, sin embargo,
para negar en forma apriorística la existencia de un teatro bien fundamentado en las
raíces culturales de los pueblos civilizados de América.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
De ahí, pues, que el teatro prehispánico haya tenido que pasar por este tamiz, por
este filtro que nos aleja y a la vez nos acerca a los fenómenos teatrales
contemporáneos a la conquista armada y religiosa de Mesoamérica en el siglo XVI.
Bien que mal, debemos aceptar esta influencia en la transliteración de todas las formas
culturales de las que nos hablan los cronistas para apegarnos, con todas las reservas, a
las opiniones que ellos expresan en referencia al teatro que conocieron a su llegada.
Pero este tipo de reservas no sólo debemos tenerlas con respecto a los testimonios
que nos llegan por parte de los europeos, sino que incluso debemos mantenerlas con
respecto a los testimonios de los mismos indígenas. Valorar y enjuiciar las fuentes tanto
españolas como indígenas son actitudes imprescindibles para llegar a una conclusión
equilibrada e imparcial con respecto al tema que me ocupa en este trabajo. Aun
cuando, desde luego, los testimonios indígenas con respecto a su propio teatro no
tienen esa nota de comparatividad que sí tienen los que nos ofrecen los españoles
debido a las referencias que hacen a lo que vieron en Europa. Buscar un equilibrio en el
uso de testimonios tanto españoles como indígenas es muy relativo, porque el tema
mismo no se presta para ello. El enfoque lo determina la naturaleza del objeto a
estudiar. Objeto complejo y dinámico que hace referencia a una universalidad de la que
se ufana la cultura de Occidente.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Desde luego, toda creación artística implica un bagaje cultural previo, conocido y
dominado por aquellos hombres preocupados en la continuidad de su cultura. Esto
puede presenciarse en todas las formas artísticas del mundo e implica la continuidad y
enriquecimiento de una cultura reconocida como propia. Esta continuidad cultural tiene
trazos nítidos en el caso de los pueblos mesoamericanos; pues, hasta en las formas
artísticas del Posclásico podemos percibir la herencia cultural de pueblos lejanos cuyos
vestigios arqueológicos se ubican cientos de años atrás.
principal, o por otra novedad alguna, los maestros componían nuevos cantares,
demás de los generales que tenían en las fiestas de los demonios y de las
hazañas antiguas y de los señores pasados.60
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
3.3.1. La palabra
Con este instrumento de comunicación, con esta manifestación del ser de los
pueblos mesoamericanos, las culturas precolombinas tuvieron la posibilidad de
desarrollar una infinidad de formas literarias con pleno sentido estético y con la expresa
funcionalidad autentica de servir al hombre para lograr sus máximas aspiraciones.
Idioma dúctil para la creación poética, el náhuatl se inscribe en una cultura donde la
danza, la música y la poesía son nociones inseparables. No podía concebirse la noción
poética más que como una síntesis de estos tres elementos. El nombre mismo que se
usaba en náhuatl para designar un poema: cuícatl, significa también canto, música o
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
No puede hablarse del idioma artístico de los antiguos mexicanos sin hacer
referencia al pensamiento filosófico que lo inspiraba. Un pensamiento preocupado por
encontrar al hombre un fundamento, una primera certeza, ante la angustia del carácter
efímero de todas las cosas. Fueron los sabios, los tlamatinime, quienes plantearon esta
necesidad previa del conocimiento "verdadero" es decir, la posibilidad humana de crear
una "palabra verdadera". La solución apareció en la utilización de la riqueza que ofrecía
el símbolo y la metáfora, la utilización de un lenguaje sumamente elaborado, resultado
de una delicada alquimia artística. De esta manera el idioma náhuatl concibió
ambiciones ontológicas a través de su ejercicio poético.63
La conclusión a la que llegaron los primeros pensadores mexicanos fue "la flor y el
canto" (in xóchitl in cuícatl), que significaba la creación artística y poética, la que
expresaba el esfuerzo del hombre por sobrepasar su condición mediante la utilización
de las infinitas posibilidades de la adquisición humana más preciosa: el lenguaje. Sólo
la creación poética, concebida así, podía pretender un acercamiento a la divinidad, y
considerándose incluso como parte de la esencia divina, única posibilidad de asegurar
la existencia para siempre.64
50
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En cuanto al poeta, si bien es cierto que debía ser un predestinado por su nacimiento
en una fecha favorable según el tonalámatl, el calendario adivinatorio (Ce xóchitl: "una
flor" por ejemplo, era una de esas fechas) inmediatamente se añadía que necesitaba
también "una cara y un corazón" y las enseñanzas recibidas en el calmecac y el
cuicacalli de nada servían si el futuro poeta no se esforzaba en primer lugar, con un
esfuerzo estrictamente personal, en hacerse un moyolnonotzani: "el que recurre a su
corazón con insistencia”, "el que dialoga con su corazón".66
Así pues, el arte implicaba una disciplina personal, una formación estética constante,
un parto doloroso, difícil, de esta virtud espiritual de la creación artística. Es en este
sentido que las obras del poeta podían ser profundamente personales. Entre los
géneros literarios en que la voluntad de engrandecer la función de la lengua y de la
literatura es evidente, está el xochicuicatl o icnocuícatl (poesía lírica), el cual en su
mayoría es resultado de una inspiración y una inquietud totalmente personales.
El lugar social que les correspondía a los sabios y poetas era privilegiado por la
función ejemplar que tenían ante el pueblo y ninguno de ellos parece haber dudado en
lo más mínimo de su función de educador popular, de su papel de acercar a todos sus
semejantes las verdades esenciales por medio de las sutiles alquiiaias verbales que
creaban.68
El texto en que se conserva la descripción del tlaquetzqui: "el que narra y repite las
tradiciones", deja entrever el aprecio que se tenla por lo que constituía su ocupación:
transmitir las leyendas, historias y toda clase de consejas:69
51
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Tlaquetzqui es el narrador, tiene gracia, dice las cosas con gracia, es como un
tolteca del labio y de la boca. El buen tlaquetzqui, de palabras gustosas, de
palabras alegres. Flores tiene en sus labios. En sus palabras las consejas
abundan. Su tlahtolli es gustoso y alegre como las flores. De él es el tecpillahtolli,
"el lenguaje noble", y la expresión cuidadosa.70
Es imposible no imaginar, con estas palabras que cita Ángel María Garibay del
cronista mestizo Juan Bautista Pomar, un cuadro de las competencias literarias griegas
en donde se rinde homenaje al poeta más exquisito, al mejor versificador o al más
logrado poema a la gloria nacional del pueblo. Como en Grecia, también en el México
Antiguo el cultivo de las letras, la alquimia en la palabra tuvo un cultivo extraordinario y
sus mejores exponentes eran premiados de acuerdo a la calidad de sus productos
estéticos. La palabra, elemento esencial, materia prima de la literatura, tuvo un cultivo
excepcional en las culturas mesoamericanas y rindió frutos en una gama extensísima
de géneros poéticos en los que no faltó el género dramático, aun cuando revestía
características especificas que no pueden compararse a las que revistió en la cultura
occidental.
Punto de partida de todas las literaturas del mundo, la palabra es el pilar más fuerte
en la cultura mexica o náhuatl en general y, como gran tronco común de diversas
formas lite rarias, fue capaz de sostener todo tipo de arquitecturas y filigranas que con
ella, se levantaron y trabajaron después.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
3.3.2. La música
Autores como el francés Georges Baudot llevan sus comentarios respecto a estas
notaciones a niveles más amplios e interdisciplinarios dentro de la música, la danza y el
teatro en general mesoamericanos. Este autor quiere ver en estas notaciones una
relación con la danza que acompaña el canto de un texto; ya que, como dice, no era
suficiente cantar bellos versos poniéndoles música, sino que era necesario bailar,
buscar traducir y amplificar su contenido con los movimientos rítmicos y bien ordenados
del cuerpo. Así, dice, la participación en el acto poético era total.
Mucha verdad puede haber en esta afirmación de Baudot, ya que los cronistas se
empeñan en destacar la gran capacidad dancística de los indígenas y en señalar su
maestría en la ejecución de una enorme diversidad de bailes, todos ellos con un orden
y concierto sorprendentes. Por su parte, y según el mismo Baudot, las danzas iban de
acuerdo con la naturaleza del poema y con su significado. Por lo mismo, servían
muchas veces para diferenciar los géneros, ya que toda la poesía, desde la épica y el
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En fin, la danza y la música tienen antecedentes bastante remotos en todas las cultu-
ras mesoamericanas y fueron diversiones y formas artísticas muy cultivada que
llegarían a tener cierto desarrollo respetable a lo largo de los diversos horizontes
culturales mesoamericanos. Ya en el Horizonte Clásico, las representaciones en
murales de músicos, cantores y danzantes abundan. Es en esta etapa en que se
acuñan dos glifos para representar la palabra y el canto, la palabra llana y la palabra
cantada; glifos que tomarán diversas formas para representarla palabra común y la
palabra metafórica; la palabra cantada, la palabra "florida".
Autores como José Luis Melgarejo, a quien siglo en esta parte de mi exposición, ve
en la diferenciación de estos dos glifos la representación de dos grandes temáticas: el
canto terrestre y el canto celestial o divino; la música humana y la música sacra. Lo
sagrado y lo profano, según nuestras dicotomías occidentales.74 La función de la
música, como en todas las culturas del mundo, está integrada a las formas del canto y
de la danza. A un cambio de música corresponde un cambio en el canto. Así lo afirma
Torquemada en su monumental Monarquía Indiana:
Cada verso o copla repiten tres o cuatro veces y van procediendo diciendo su
cantar bien entonado, que ni en el canto ni en los atabales, ni en el baile sale uno
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
de otro. Acabado de cantar, dado caso que los primeros parecen más largos por ir
más despacio, aunque todos no Durán más de una hora, apenas el atabal muda el
tono, cuando todos de jan de cantar; y hechos ciertos compases de intervalo(en el
canto, mas no en el baile) luego los -maestros comienzan otro cantar un poco más
alto y el compás más vivo, así van subiendo los cantos y mudando tonos y
sonadas, como quien de una baja, muda y pasa a una alta, y de una danza en un
contracompás.75
Las noticias que sobre la música prehispánica y los instrumentos que ella usaba son
abundantes y los encontramos en la mayoría de los cronistas e historiadores en todas
las latitudes y paralelos de Mesoamérica. Varios han sido los intentos que se han
realizado para estudiar la evolución musical de México desde sus formas prehispánicas,
rastreando los vestigios de danzas y composiciones musicales que han llegado a los
siglos XIX y XX a través de nuestro folklore. Uno de los autores que se han dedicado a
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
estos estudios musicales ha sido el señor Vicente T. Mendoza. Desde luego, aún falta
mucho por hacer en este y otros campos de nuestra cultura.
Fray Diego Durán no confía en la fidelidad del testimonio ofrecido por los informantes
indígenas cuando quiere saber de la belleza de la ciudad mexica y de la "hermosura de
sus templos" prefiriendo el testimonio admirado de otras personas auropeas.
56
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Hay que notar, y no quiero empezar con la relación que de los indios he tenido,
sino por la de un religioso que fue conquistador de los primeros que en tierra
entraron, el cual se decía fray Francisco de Aguilar, persona muy venerable y de
mucha autoridad en la orden del padre glorioso Santo Domingo, y de otros
conquistadores de mucha verdad y autoridad, los cuales me certificaron que, el día
que entraron en la ciudad de México y vieron la altura y hermosura de sus
templos, que entendieron ser algunas fortalezas torreadas para defensa de la
ciudad y ornato de ella o que fuesen algún alcázar o casas reales llenas de torres
y miradores, según era la hermosura y altura que desde lejos se demostraba.78
57
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
otro no habla media vara; los cuales agujeros llegaban hasta la cumbre de los
gruesos y altos palos...79
El tzompantli tuvo, sin duda, usos teatrales por ser el lugar donde se colocaban,
según las crónicas, los prisioneros de guerra que habían de ser sacrificados en el
templo mayor; mismo lugar donde los sacerdotes arengaban a los condenados a
muerte mostrándoles la efigie del Dios Huitzilopochtli, antes de pasar ellos, con su
propio pie, a la piedra de los sacrificios. El tzompantli reviste un inestimable valor al
tener ya incorporada una escenografía permanente, sin necesidad de más aderezos
como las enramadas que se hacían en el caso de los momoztli, de los cuales hablaré
en seguida.
...y llevose (el trabuco) a la plaza del mercado (de Tlatelolco) para lo asentar en
uno como teatro que está en medio de ella, fecha de cal y canto, cuadrado, de
altura de dos estadios y medio, de esquina a esquina habrá treinta pasos; el cual
tenían ellos para cuando hacían algunas fiestas y juegos que los representadores
de ellos se ponían allí porque toda la gente del mercado y los que estaban en bajo
y encima de los portales pudiesen ver lo que allí se hacía...80
Durán y Acosta son dos cronistas que también refieren sus propios testimonios
acerca de los momoztlis más típicos de las ciudades mesoamericanas: el dedicado a
las fiestas de Quetzalcóatl:
...Este templo tenía un patio mediano donde el día de la fiesta (de Quetzalcóatl)
se hacían grandes regocijos y bailes y muy graciosos entremeses, para lo cual
58
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Desde luego, no era privativo del templo a Quetzalcóatl contar con su momoztli al pie
suyo, aunque sí es un rasgo común de todos los templos con su advocación, como es
el caso en Teotihuacan, en Tula, en Cholula y en Chichen Itzá, que incluso tiene dos
grandes momoztlis en frente. Las manifestaciones teatrales, tal vez ya manifiestas
desde mucho antes, institucionalizan esta forma arquitectónica en su diseño casi
uniforme en todas las ciudades importantes y los dioses principales de cada ciudad
contarán con uno de ellos. El caso de Huitzilopochtli en TenochtitIan no podía ser la
excepción. Dice Durán:
El baile de que ellos más gustaban era el que con aderezos de rosas se hacía,
con las cuales se coronaban y cercaban. Para el cual baile en el momoztli principal
del templo de su gran dios Huitzilopóchtli hacían una casa de rosas y hacían unos
árboles a mano, muy llenos de flores olorosas, a don de hacían sentar a la diosa
Xochiquétzal...82
59
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
El problema de la acústica ha sido enfrentado por todos los teatros de la historia del
mundo. La solución que el teatro mesoamericano dio a la acústica tiene su paralelo en
el teatro clásico de la antigua Grecia. Citando a Bagenal, Fernando Horcasitas dice:
Los elementos esenciales del teatro griego fueron una pista, el muro de algún
templete o santuario, y finalmente, frente a éste, una especie de plataforma
elevada. Cada uno de estos elementos contribuye a la acústica. A un hombre que
habla al aire libre frente a un muro se le puede oír más lejos; y si el piso (la pista)
frente a él es duro, y si él se puede elevar un poco sobre el piso (en la plataforma),
su voz se reflejará hacia arriba y las reflexiones darán fuerza al sonido. También
entre más alta la posición del que habla, más amplio será el ángulo del impacto
del sonido sobre los oyentes. El piso, la plataforma y el muro son reflectores
rudimentarios. El eco, característico de lugares cerrados, no existe en
construcciones como el teatro griego. No se pierde la claridad de la voz.83
En el México precolombino, dice Horcasitas, el equipo esencial del teatro no era muy
diferente. Existía la pista lisa y estucada(como en la ciudadela de Teotihuacan o en la
plaza de Tula), el muro o escalera de una pirámide, y la plataforma elevada, por lo
general cercana al muro resonante. La acústica de la plaza de la Ciudadela es
extraordinaria: una persona puesta en el pie de la plataforma elevada puede ser oída, si
levanta la voz, por cualquier otra situada en los lados del enorme recinto. Es probable
que las plataformas y recintos descritos por Cortés, Sahagún, Durán, Acosta, Landa,
etc., hayan estado acondicionados de manera semejante y que los actores hubieran
recibido un entrenamiento especial para proyectar la voz.
Sin duda, cada una de las capitales de los reinos mesoamericanos contaba con más
de uno de los edificios dedicados especialmente a las representaciones escénicas,
como es el caso de Tenochtítlan, Tlatelolco, Cholula, Tlaxcala y Chichen Itzá entre los
mayas.
60
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
3.3.4. La coreografía
Sahagún, Durán, Acosta, Torquemada, Motolinía, Las Casas y tantos otros cronistas
que dedicaron buena parte de su vida al rescate de las manifestaciones teatrales, son
la base de este estudio y han fundamentado a otros muchos y mejores que preceden y
seguirán a este.
...de ser tan imperfecta su música, eran bellísimas sus danzas. Desde niños se
ejercitaban en ellas bajo la dirección de los sacerdotes. Eran de diversas suertes y
con diferentes nombres que expresaban la calidad de la danza o las
circunstancias de la fiesta en que se usaban...
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
...Queriendo comenzar a bailar tres o cuatro indios levantan unos silbos muy
vivos; luego, tocan los atabales en tono bajo, y poco a poco van sonando más; y
oyendo la gente bailadora que los atabales comienzan, por el tono de ellos
entienden el cantar y el baile, y luego lo comienzan. Los primeros cantos van en
tono bajo, como bemolados y despacio; y el primero es conforme a la fiesta, y
siempre le comienzan aquellos dos maestros, y luego todo el coro lo prosigue, y
juntamente con el baile. Toda esta multitud trae los pies tan concertados, como
unos muy diestros danzadores de España; y lo que es más, es que todo el cuerpo,
así la cabeza como los brazos y las manos, trae tan concertado, medido y
ordenado, que no discrepa ni sale uno de otro medio compás; mas lo que uno
hace con el pie derecho y también con el izquierdo, lo mismo hacen todos y en un
mismo tiempo y compás; y cuando uno baja el brazo izquierdo y levanta el
derecho, lo mismo y al mismo tiempo hacen todos. De manera que los atabales, el
canto y bailadores, todos llevan su compás concertado y todos son conformes,
que no discrepa . Uno de otro ni una jota; de lo cual, los buenos danzadores de
España que los ven, se espantan y tienen en mucho las danzas de estos naturales
y el gran acuerdo y sentimiento, que en ellos tienen...85
Las descripciones de este tipo de danzas abundan en los cronistas, quienes hacen
hincapié en el concierto de los pasos, ademanes y meneos con la naturaleza del canto,
de la música o del instrumento que se usaba. Sahagún es otro de los autores que
comenta: "todos los meneos iban según el son en que tañían los tañidores del atambor
y del teponaztli. Afirmando después que eran "Diversísimos meneos y diversísimos
tonos en el cantar". Afirmaciones, pues, a las que se debe atender y fundamentar con la
confirmacíón de otros autores y que ya en si cuentan con un crédito de confiabilidad
histórica a lo largo de su uso en el autor mismo.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
René Acuña, uno de los más grandes estudiosos del Rabinal Achí, al referirse a la
coreografía de esta obra teatral, comenta y lamenta la ausencia de observaciones o
estudios a este respecto, no sólo en lo referente a esta pieza dramática, sino a la danza
nativa de Mesoamérica en general, de la que es imposible hacer ninguna referencia o
establecer alguna comparación. De ahí que sea imposible decir que la danza del
Rabinal Achi ha cambiado en el transcurso del tiempo o en qué medida o si sus pasos
difieren o se asemejan a los de otras danzas nativas de México y Guatemala.86 El caso
que plantea René Acuña con respecto a la coreografía de esta obra es el mismo que se
plantea con respecto a las danzas de toda Mesoamérica, siendo apenas posible
establecer paralelismos a través de evoluciones hipotéticas de algunas danzas, como
las señaladas por Vicente T. Mendoza en sus estudios u otros autores que han llegado
a explorar este campo, tan lleno de obstáculo y tan escaso de relieves por el
desconocimiento mismo que de él tenemos.
En los estudios más recientes empieza a forjarse una notación para describir
fenomenológicamente las danzas indígenas. Desafortunadamente, no puede decirse
que se trate del mismo espíritu que animó a aquellas previas a la conquista armada y
espiritual. El sincretismo las afectó irrefutablemente y las fue privando de su sentido
estético para quedar, finalmente, como una expresión folklórica, después de perder su
sentido originario a través de un largo proceso de siglos de coloniaje, de olvido, de
desprecio.
Vestuario
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Los sacerdotes y dignidades de los templos, con todos los mozos y muchachos de
los recogimientos y colegios, vistiéndose de nuevos aderezos y haciendo muchas
diferencias de bailes y entremeses y juegos, y poniéndose diferentes disfraces como
fiesta principal suya, casi a la manera que los estudiantes celebran la fiesta de san
Nicolás. Todos estos juegos se hacían en un bosque que se hacía en el patio del
templo, delante de la imagen del ídolo Tlaloc...87
El uso de vestuarios dentro del teatro mesoamericano re basa los límites del
escenario convencional para alcanzar -las esferas más importantes de las culturas
autóctonas. Así, vemos gentes que se disfrazan para la guerra, para la danza, para las
representaciones, etc. El verismo y la capacidad mimética y de transformación a través
de la expresión corporal debió ser asombrosa en estos hombres que llegaron a tener
una maestría en estos menesteres espectaculares. Los códices y murales de diversas
ciudades como Teotihuacán y Bonampak nos ofrecen el testimonio de la riqueza y
64
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
variedad de los disfraces; esculturas y relieves son otras tantas fuentes de información
que confirman lo que se consigna en los murales.
Ángel María Garibay K., hace referencia a los murales de Bonampak con el fin de
acercarnos a la comprensión de cuadros escénicos descritos en los Mss de los
Cantares mexicanos:
Acaso el mejor modo de captar el contenido de una escena que refieren los
Mss. sea pasar los ojos por uno de los más interesantes cuadros de las pinturas
murales de Bonampak. Quiero decir, al que se halla en el primer cuarto, y que
parece ser una danza de los celebradores del dios de la lluvia. Vemos allí a
personajes con máscaras de animales acuáticos, con sus instrumentos músicos
como los mencionados en este canto, tales como trompetas y caparazones de
tortuga, y con ademanes de bailar o representar regocijadamente.88
Había otra sala que se llamaba mixcoacalli. En este lugar se juntaban los
cantores de México y Tlatilulco a lo que les mandase el señor, si quisiese bailar o
probar u oir algunos cantares de nuevo compuestos, y tenían a la mano
aparejados todos los atavíos del areito, atambor y tamboril, con sus instrumentos
para tañer y sus sonajas que se llaman ayacachtli, y tetzilácatl, y omichicahualiztlí,
65
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
y flautas con todos los maestros tañedores y cantores y bailadores, y los atavíos
del areito para cualquier cantar. Si mandaba el señor que cantasen los cantos de
Uexotzincáyotl, o Anahuacáyotl, y si el señor mandaba a los maestros y cantores
que cantasen y bailasen el cantar que se llama Cuextecáyotl, tomaban los atavíos
del areito conforme al cantar y se componían con cabelleras y máscaras pintadas,
con narices agujereadas y cabellos bermejos... De manera que los cantores tenían
muchas y diversas maneras de atavíos, de cualquier areito, para los cantares y
bailes...89
Por lo tanto, requerían de una disciplina y una preparación en las que bien cabria
este concepto de contar con obras de repertorio. Y, por lo que describe Sahagún, el
repertorio de cantos, danzas y representaciones, era bastísimo. Y es posible creerlo en
la medida en que esta actividad era subvencionada por el Estado, un estado pródigo en
el cultivo de todas las artes.
Este salón de que nos habla Sahagún, el mixcoacalli, era el lugar de la mise en
scéne de las artes mesoamericanas en el teatro. Allí se reunían todos los elementos
integrados en el drama: atabales, palos, percusores, tambores, sonajas, timbales,
flautas, tañedores, cantores, actores, directores, autores, etc. Todos y cuantos
participaban en la organización y realización de los espectáculos teatrales pre-
cortesianos.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
ellos. En este sentido, no es osado afirmar que los códices brindan al investigador la
posibilidad de admirar a los personajes representados en los juegos escénicos
prehispánicos en su integridad de vestuario y maquillaje, expresión corporal y danza
ejecutada.
Máscaras y maquillaje
Las máscaras y el maquillaje facial y corporal son elementos que el teatro hereda de
sus orígenes más primigenios; formas de ocultamiento y transformación del individuo
para hacer presente, representar, una realidad que está fuera de su alcance.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Elementos teatrales por excelencia esto es, utilizados con el firme propósito de
transformar a la persona que —representa la acción de otra persona—, la máscara y
los maquillajes están presentes en el teatro mesoamericano en toda una gama de usos
y fines, acordes siempre al objetivo de la representación, al género dramático, a la
temática, a la estructura de la pieza, etc. El esmero que ponían los hombres
precortesianos en la elaboración y aplicación de estos elementos nos habla de su
utilización en el marco de la acción teatral:
El teatro, las representaciones populares y oficiales eran propicias para lucir las
mejores galas de todas las clases sociales. Muñoz Camargo es otro de los cronistas
que narra los acontecimientos indígenas:
En estos bailes y cantares sacan divisas, insignias y libreas que quieren, con
mucha plumería, y ropa muy rica de extraños atavíos y composturas. Joyas de oro
y piedras preciosas puestas en los cuellos y muñecas de los brazos, los cuales vi,
y conocí a muchos caciques que los usaron: con ellos se ataviaban y componían,
así en los brazos como en las pantorrillas y cascabeles de oro en las gargantillas
de las piernas. Asimismo salían las mujeres en estas danzas, maravillosamente
ataviadas que no había más que ver, lo cual se ha vedado por la honestidad de
nuestra religión.92
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Bien se ve que, a pesar de "la honestidad de nuestra religión", como dice Muñoz
Camargo, estas prohibiciones no pudieron reprimir el gusto por las joyas y los buenos
vestidos de la nueva sociedad novohispana que llegó a ser envidia de las mismas
cortes europeas. El gusto por las ropas elegantes y los detalles fastuosos ha sido
característica del pueblo mexicano que viene desde tiempos precortesianos; aunque,
en aquel entonces, eran signo convencional de valor en la guerra, de nivel
socio-económico y de nobleza. Así lo refiere Torquemada al decir que "En estos bailes
sacan muchas divisas y señales, en que se conocen los que han sido valientes en la
guerra..."93 Cuestión que en la época colonial sólo tendrá significado de poderío
económico.
A esta fiesta llamaban ixnextiua, que quiere decir fiesta decían que buscar
ventura; en esta fiesta decían que bailaban todos los dioses y as! todos los que
bailaban (además de los dioses) se ataviaban con diversos personajes, unos
tomaban personajes de aves, otros de animales y así unos se transfiguraban
como tzantzontles, otros como mariposas, otros como abejones, otros como
moscas, otros como escarabajos; otros traían a cuestas un hombre durmiendo;
otros traían unos sartales de tamales que llaman xocotamalli; otros de otros
tamales que llaman nacatamalli.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Todo esto da idea del gusto y la facilidad que tenían los hombres precortesianos para
disfrazarse en una multiplicidad de formas humanas y animales; no quedándose en la
simple transfiguración, sino alcanzando una verdadera transformacionante los
espectadores en virtud de la expresión corporal, el gesto, los ademanes y la imitación
de gestos, sonidos y cualidades especificas del personaje representado. Acosta es otro
de los cronistas que habla de la capacidad de representación de los hombres
mesoamericanos, antes y después de la conquista:
Sirvan estos testimonios, pues, para confirmar la capacidad teatral de las culturas
mesoamericanas; elementos que nos están hablando de una actividad teatral
constante, popular y oficial a la vez, que tenía la doble función de todo arte: la de
enseñar y divertir al pueblo que lo produce y lo recibe a un mismo tiempo.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Entre las personas más destacadas en las labores teatra les están: el cuicani, cantor
o poeta por excelencia, que componía las obras y. las hacía conocer; el cuicapicqui o
cuicapicquini, especie de productor que suministraba el tema y hacía los primeros,
esbozos de la composición dramática; y el cuicaito, director general a quien se le
entregaba la obra terminada y quien juzgaba las posibilidades de audición de la obra,
ayudado por los jefes de coro y coreógrafos. Estos tres personajes son los homónimos
del dramaturgo, el productor y el director de escena del teatro moderno.96 Sin embargo,
tratándose de una actividad protegida y fomentada por el Estado, es obvio que todo
producto dramático debía pasar por una especie de censura oficial. Esta censura
estaba a cargo de un sacerdote que tenla el título de Epcohua Tepictoton: serpiente de
nácar, uno de los títulos de Tláloc y nombre con que se designaban unas figurillas pe-
queñas relacionadas, asimismo, con las deidades de la lluvia. Este personaje tenía por
oficio, pues, examinar, aprobar o sugerir cambios en los cantos nuevos que se
componían.97
Durán, uno de los cronistas que aportan los testimonios más valiosos para el estudio
de las diversas manifestaciones teatrales mesoamericanas, ofrece uno de los párrafos
más bellos al referirse a los artistas dedicados a la creación y representación de
dramas, en el que nos muestra el carácter netamente oficial de todas estas actividades:
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
cuicapicue, que quiere decir "componedores de cantos". Para los que quieren
abatir el modo de estos indios, si tienen en todo el concierto posible, pues no
discrepa de lo que se dice del Rey nuestro señor tiene en su capilla, y el arzobispo
de Toledo otra, y el otro señor otra. Lo mismo sabemos de esta tierra, y hoy en día
(¡aún hacia 1578!) los tienen los señores de los pueblos a su modo antiguo. Y no
lo tengo por inconveniente, pues ya no se hace sino a buen fin, para no decaer de
la autoridad de sus personas, pues también son hijos de reyes y se flores grandes,
como cuantos lo han sido.98
En este párrafo, Durán muestra dos cuadros costumbristas de las altas esferas
sociales, tanto de la sociedad mexicana como de la española: mantener buenos
cuadros de artistas a los que se les paga por cuidar el statu quo de sus mecenas;
quienes, además, tenían el cuidado de seleccionar a sus artistas protegidos, como lo
refiere Torquemada al decir:
"cada señor en su casa tenía capilla con sus cantores, componedores de danzas y
cantares, y éstos (los señores), buscaban que fuesen de buen genio para saber
componer los cantares en su modo de metro o coplas que ellos tenían".
Así pues, los señores mexicanos tenían un gusto estético educado y refinado capaz
de saber apreciar y seleccionar a los artistas de mayor calidad para sus propias
compañías particulares, como seguramente se hacía en varios países de Europa,
donde las compañías adoptaban el nombre de su mecenas. Este hecho en
Mesoamérica nos habla, por otra parte, del cuidado que se tenía en la preparación de
todo tipo de espectáculo teatral, buscando siempre satisfacer plenamente al público
formado por los invitados del señor o el pueblo en general que tenía ocasión de verlos y
escucharlos durante sus actuaciones. El mismo Torquemada continúa diciendo:
Proveían los cantores algunos días antes de la fiesta lo que habían de cantar.
En los grandes pueblos eran muchos los cantores; y si habla cantos o danzas
nuevas, ayuntábanse otros con ellos, porque no hubiese defecto en la fiesta.99
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Esto habla del cuidado que se tenía en los detalles de las puestas en escena y de la
gran cantidad de personas que intervenían en la preparación de todos los grandes
espectáculos que se estrenaban.
Como advertí anteriormente, el tamiz por el que tuvo que pasar toda manifestación
cultural mesoamericana a través de los cronistas es determinante para nuestro
conocimiento de esta cultura ya lejana a nosotros. Por más esfuerzos que hagamos por
despojarla de toda contaminación, siempre tendrá la huella de la cultura impuesta,
asimilada a la anterior en muchos aspectos esenciales a fuerza de años y siglos de
color.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
mitología. Contribuye a esta imagen suya que nos llegó al siglo XX el carácter
evangelizador de todos los recopiladores, quienes fueron destruyendo en su labor todo
aquello que oliera a religión diabólica.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
La temática teatral mesoamericana abarca una amplia gama de formas a lo largo del
territorio mesoamericano. El caso de las culturas mayas es otro buen ejemplo, puesto
que -las mismas pinturas murales nos hablan de diversas expresiones dramáticas que
no han sido estudiadas más que someramente y a las que René Acuña dedica un
estudio interesantísimo titulado: Farsas y representaciones escénicas de los mayas
antiguos. Tema al que regresa este mismo autor en otra monumental obra suya:
Introducción al estudio del Rabinal Achí.
Más adelante referiré los puntos más básicos respecto de esta zona cultural de
Mesoamérica en lo que se refiere al teatro.
Fernando Horcasitas hace una aclaración muy importante, con referencia al uso del
término "farsa" por parte de los cronistas cuando éstos se refieren a las
representaciones indígenas. En nuestro siglo XX, este término representaría a una mala
interpretación: se podría pensar que se trata de una mojiganga, dos o tres payasadas
para divertir al pueblo. La palabra, sin embargo, quería decir otra cosa en el siglo XVI:
significaba "drama". Es importante tener en cuenta esta aclaración en la medida en que
nos habla de limitaciones bien justificadas por parte de los cronistas que testimoniaron
la existencia de formas teatrales en Mesoamérica.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Dos son los grandes géneros que Motolinía descubre en la producción dramática
náhuatl y que pueden encontrarse en toda Mesoamérica: el netotiliztli: o "baile de
regocijo con que se solazan y toman placer los indios en sus fiestas, así como los
señores principales en sus casas y en sus casamientos"; y el macehualiztli:
"merecimiento", baile que se hacía en honor a los dioses en signo de penitencia, de
caridad, de virtud. Este último era el género religioso per se. Aunque también, como
aclara León-Portilla, "ni lo estrictamente religioso falta en las danzas descritas como
regocijo y placer (netotiliztli), ni tampoco dejaba de haber animación y contento en
aquellas de más directa connotación sagrada, las danzas de merecimiento
(macehualiztli)".102
Una advertencia quisiera hacer antes de pasar adelante en este punto. La precisión
deseable en la delimitación de los diversos subgéneros está lejos de ser alcanzada en
este estudio. No se cuenta, actualmente, con estudios profundos y especializados en
esta materia y aún falta mucho camino por recorrer en este campo como para alcanzar
a comprender, por ejemplo, fuentes como los Cantares mexicanos. En este trabajo
habrá, sin duda, errores que deben ser corregidos posteriormente con base en una
mayor documentación y una mejor contextualización de los fragmentos literarios que
nos legaron los antiguos mexicanos. Tal vez pueda hacerse después una clasificación
más apropiada a su naturaleza y a nuevas versiones de esa misma producción literaría
que, ojalá, no fuera ya tan literal como las existentes.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Para lograr una caracterización mucho más precisa de cada uno de los subgéneros,
dice León-Portilla, sería necesario poseer un adecuado conocimiento de las varias
formas de acompañamiento musical, así como de los distintos ritmos y actuaciones
propias de cada danza. Si bien existen algunos trabajos referentes a música y danza en
el México prehispánico, como los de Vicente T. Mendoza (1956), Samuel Martí (1961) y
Robert Stevenson (1965), muchas son las oscuridades que subsisten en esta materia.
Uno de los subgéneros típicos referidos a los instrumentos es el teponazcuícatl, canto
que exige el acompañamiento de tambores conocidos como teponatles; con uno, dos o
tres de ellos, según lo requiera la naturaleza del canto o lo solicite el autor en sus
acotaciones.
Fr. Diego Durán es uno de los autores que fundamentan la importancia de la música
en los géneros literarios mesoamericanos al concederles la jerarquía adecuada en su
composición y puesta en escena:
Preciábanse mucho los mozos de saber bien bailar y cantar, y de ser guías de
los demás en los bailes. Preciábanse de llevar los pies a son y acudir a tiempo con
el cuerpo a los meneos que ellos usan, y con la voz a tiempo. Porque el baile de
éstos no solamente se rige por el son; empero también por los altos y bajos que el
canto hace, cantando y bailando juntamente. Para los cuales cantares habla entre
ellos poetas que los componían, dando a cada canto Y baile diferente
sonada(tonada), como nosotros lo usamos con nuestros cantos, dando al soneto y
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
a la octava rima y al terceto muy diferentes sonadas para cantallos, y así de los
demás...104
Este tipo de cantares tiene un sinnúmero de correlatos, sobre todo por la enorme
variedad de sujetos que eran puestos en escena: desde animales hasta personas y
hombres de diferentes naciones. Así, por ejemplo, tenemos el tochcuícatl: canto de
conejos; el cuatacuícatl, canto en el qu e se imitaba a los cuacuates, sacerdotes
dedicados a la enseñanza en los calmecac (escuela de altos estudios); y el
Uexcitzincáyotl canto al modo de los de Huexotzingo.
Hay algunos poemas, dice Baudot, pertenecientes a un género bien definido, cuya
identidad genérica se oscurece por llevar un nombre coreográfico. En este caso, su
origen, real o supuesto, se antepone a su contenido o a su forma. Se trata de una serie
de cantos "a la manera de las gentes de..." como el ChalcáyotI, poemas que vienen de
Chalco o que se recitan al estilo de Chalco.
Aún cuando se daba una clara conciencia de la representación por parte de los
actores, es decir, por parte de "las personas que representan a otras personas", el
subgénero hace referencia a estas segundas, por las cuales adquirían los subgéneros
una denominación particular.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
criadas o de t.órtolas según Garibay K., y que era esceníficado por las ahuianíme,
mujeres públicas a dar solaz y placer a los guerreros en tiempos de paz; el
tochcococuícatl, también canto mujeril, corzo los llama Garibay K., y al que se antepone
el prefijo toch del dios de la embriaguez: Ometochtli, y que sin duda le da un carácter
orgiástico a este tipo de danzas. En esta misma línea de cantos orgiásticos está el
ixcuecuechcuícatl, nombre con el que se designaba a una serie de canta res traviesos y
lascivos, "bailes de mujeres deshonestas y hombres livianos", como dice Durán.105
Los testimonios que nos han llegado de la produccion erótica literaria de los antiguos
mexicanos, dice Baudot, es muy pobre, pero eso no quiere decir que el género no haya
sido apreciado. Más bien se debe a las circunstancias que gobernaron la "recuperación"
de la literatura náhuatl, obra esencialmente de los religiosos españoles. Se entiende,
pues, que no hayan querido conservar textos que no podían escuchar sin desagrado.
Casi todos ellos, sin embargo, consignan la existencia de este género de obras
dramáticas, fársicas, jocosas, lascivas y lúbricas; pero también con tales reservas que
hablan muy bien de su intención de extirparlas de las costumbres cotidianas de los
antiguos mexicanos.106
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
...por lo que toca a los bailes o juegos escénicos mismos, sin excluir la
posibilidad de que hubiera otras y sin perder de vista que todas al parecer se
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
El contexto semántico de los okot, continúa diciendo es te autor, parece indicar que
estos bailes o ritos escénicos tenían un carácter penitencial o decididamente
suplicatorio. Habría que recordar aquí la clasificación que hace Motolinía de los cantos
en general en el Altiplano: macehualiztli o canto de merecimiento, y netotiliztli o canto
de regocijo y de esparcimiento. De ahí que pueda inferirse que la función de los okot
era provocar, o bien el perdón de los pecados, o bien la fertilidad, la lluvia, y aquellas
cosas que constituían el bienestar de los hombres mayas.
Por su parte, los baldzamil tenían un tono más popular, decididamente vulgar a
veces, caracterizándose por el lenguaje retozón e informal de los bufones rituales,
llamados chic. Con temática más íntima, perteneciente a la lírica, se encuentran los
subgéneros denominados xochicuicatl: canto de flores; el icnocuícatl: canto de angustia;
el cuappitzcuícatl: canto arrogante; y el ahuilcuícatl: canto de placer.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
yah. De manera que, actualmente, lo único que sabemos por las fuentes de Yucatán es
que ez yah eran unos "juegos de pasa pasa" o escamoteo, y que el tal nombre
significaba "encantar, enhechizar y hacer juegos de mazorral (ilusionismo) o de pasa
pasa, y emvair, y los tales juegos y embaymientos". Ez quería decir "cosa que está
encantada o enhechizada". A los actores de estos juegos de ilusionismo o de mazorral
se les conocía como tel ez ha tel ez.
Según comenta el mismo Acuña, estos juegos eran bastante comunes en diversas
regiones de Mesoamérica, pues se encuentran mencionados incluso por el mismo
Sahagún, en el Altiplano Central.
La principal producción dramática que nos legaron los antiguos mexicanos está
compendiada en los Mss de los Cantares mexicanos, colección de poemas que han
sido estudiados por varios historiadores que han encontrado en ellos una de las
principales fuentes para el estudio de las letras mesoamericanas. Productos de una
labor de rescate y escritos ya en caracteres latinos, estos manuscritos adquieren un
valor incalculable para todas las investigaciones que en la línea teatral y poética se han
realizado y seguirán realizándose.
Ángel María Garibay K. hace una interesante clasificación y análisis de ellos en base
a sus características formales y estilísticas, percibiendo en ellos notaciones que indican
sus respectivas formas de ejecución y acompañamiento, como ya tuve oportunidad de
anotarlo en un apartado anterior; notaciones tales que, según Garibay K., haeen que se
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
distingan los poemas que deben ser representados de los que simple mente son
cantados.
Verdad es que en los manuscritos, dice Garibay K., no se halla la menor indicación
de los personajes, ni el trazo de las escenas, ni cosa alguna de lo que hoy en día
vemos usado en las transcripciones de composiciones teatrales. Pero fuera pueril
esperarlo, en una colección que se apresuró a poner pura y exclusivamente la letra de
lo que se cantaba, para no dejarla perecer. Por otra parte, es sabido que en Mss. de los
dramáticos griegos no se halla a veces indicación del personaje que habla, ni de la
situación de las escenas y situaciones.
El juicio estricto del padre Garibay K., fundamentado en el estudio directo de las
fuentes indígenas, lo hace negar la existencia de una trama en las producciones litera-
rias mesoamericanas dentro del género dramático, concediéndoles sólo la posibilidad
de construir "una serie de cuadros dramáticos de diversa calidad y de diversa materia" y
"una sucesión de tiempos dramáticos, más bien que de escenas" hiladas y coherentes,
para apenas poder percibir el esbozo de una obra teatral plena.
Sin embargo, considero que esta hipótesis es resultado del carácter fragmentario,
descontextualizado y descuidado de la recopilación de los textos, hecha tal vez sin un
método adecuado al carácter dramático de las piezas. A esto se une la serie de
licencias que se dieron cronistas y recopila dores en la recolección de estos textos, a
los que en muchas ocasiones corrigieron, mutilaron y enmendaron, según testimonios
suyos, justificados por su misión evangelizadora que pretendía extirpar las viejas
costumbres de los antiguos mexicanos.
A pesar de las limitaciones que percibe Garibay K. en estos Mss., hace una
concesión bastante sorprendente al afirmar la existencia en ellos de "una técnica que
nos sorprende por sus aires de modernidad, más comparables con ciertos cuadritos de
representación cinematográfica, en que se expone lo esencial de pensamientos y
emociones, en el menor número de palabras y con la mayor economía de acciones. Es
decir, dos veces representativos: por su agilidad técnica y por la emoción del hecho
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
mismo". Por otra parte y según el mismo Garibay K., "la falta de trama propiamente
dramática, tal como la concebimos aten¡ dos al teatro antiguo y al de los grandes siglos
literarios se debe no tanto a la impericia de los autores(en el caso del teatro de
evangelización que escribieron los frailes misioneros) sino a la calidad de los
espectadores y a los fines que se proponían aquellos(los frailes). No eran capaces los
indios de captar un nudo y su desenlace, ni siquiera con la sencillez de los esquilianos,
mucho menos si se les hubiera propuesto la forma en que el teatro español iba a
producir al caer el mismo siglo. Y en cuanto a los fines, eran solamente la instrucción y
la emoción religiosa de los neófitos, que no la delectación de los otros teatros". Estas
afirmaciones categóricas de Ángel María Garibay K. son radicales y no conceden
ninguna capacidad estética a los indígenas. No puede decirse que estas líneas las halla
escrito con plena conciencia y con la visión panorámica de la literatura náhuatl; mucho
menos tomando en consideración el trasfondo cultural de la producción dramática de
los frailes evangelizadores, quienes no estaban en posibilidad de producir un teatro a la
altura de un Lope de Vega que apenas nacía, y aún no pensaba en escribir sus grandes
comedias. El juicio resulta, pues, anacrónico. No es posible aplicar paradigmas de un
arte teatral plenamente constituido hasta cincuenta años después a una producción
desligada del mundo occidental —a pesar de los nexos de arraigo en la formación de
los frailes evangelizadores—, que se dio en Nueva España a principios del siglo XVI. Y
vuelvo a insistir en el enfoque propuesto al principio de este trabajo: analizar los fe-
nómenos culturales de un pueblo implica el conocimiento de un espacio y un tiempo
que los determinan y explican en su realidad concreta. No es posible aplicar esquemas
intelectuales que no se avengan a este contexto, so pena de caer en falsas opiniones y
conclusiones erróneas. Sería "pueril", como dice el mismo Garibay K., exigir una
perfección dramática y estética a la producción teatral de los frailes evangelizadores del
siglo XVI. Para su entendimiento, debemos ver esta producción en su momento,
funcionalidad y sentido y, hasta después, buscar su significación para nosotros a través
de todo el proceso de aculturización que se dio durante la Colonia.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Muchos han sido los autores que se han preocupado por entender la función y el
significado de los poemas contenidos en los Mss. de los Cantares mexicanos y de
otras piezas de la producción literaria en el México antiguo. Uno de estos autores fue
Antonio Peñafiel, quien dice de ellos:
Los cantares aztecas eran los libros vivos de su licenciatura: en los bailes se
cantaban las glorias del guerrero, en el templo las oraciones a los dioses; sin
alfabeto para escribir, el cantor enseñaba, acompañado del teponaztle y del
panhuéuetl la tradición histórica y religiosa a la juventud de los colegios y narraba
las conquistas y las glorias patrias de los pueblos.109
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En seguida comienzan, se hace la danza con canto, bailan los guerreros jóvenes.( *)
Otros vocablos de estructuración afín son los siguientes: cuicanocoa, "bailar al son del
canto", cuicomana, "hacer ofrenda de un canto", cuicoyanca, "concertar un canto con la
danza, etc.111 Un autor más, amante también de las antiguas culturas de Mesoamérica,
Francisco Javier Clavijero, en su Historia antigua de México hace referencia a la
producción literaria de los antiguos mexicanos diciendo:
En sus versos observan el metro y la cadencia. Entre los pocos fragmentos que
nos han quedado de su poesía se ven algunos versos en los cuales, entre las
vocales significativas, hay algunas interjecciones o sílabas de ninguna
significación, empleadas únicamente, a lo que parece, para ajustarse al metro.
Pero seria un abuso de sus malos poetas. El lenguaje de su poesía era puro,
ameno, brillante, figurado y adornado de frecuentes símiles toma dos de las cosas
naturales. En los versos era en donde más usaban de la composición de voces
que eran a veces tan largas que una sola llenaba un gran verso.112
1. Las más antiguas formas de representación en las fiestas religiosas náhuas. Como
por ejemplo, el autor da un himno entonado en la fiesta de Tlaloc, dialogado entre
varios personajes entre los cuales está el dios mismo y el coro.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En lo que respecta a la producción dramática del pueblo maya, la única obra que nos
ha llegado es el Rabinal Achí. Muchos han sido los autores que la han analizado y
comentado, entre quienes destaca René Acuña, mayista especializado en esta obra y
quien se ha encargado de difundirla en el contexto de las literaturas mesoamericanas.
Con respecto a la naturaleza de esta pieza, René Acuña dice:
Partiendo de esta pregunta, Acuña hace una serie de consideraciones para delimitar
ambos campos propuestos, concluyendo que:
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Sea que se considere la obra como una pieza de teatro o como un rito
dramatizado, es necesario tener en cuenta la complejidad de todos sus elementos.
A su lado existen la música, los instrumentos, las máscaras, los disfraces y objetos
ceremoniales, la danza, etc.115
Analizando los diversos elementos de la obra en sí, Acuña dice respecto al tiempo
que se maneja en ella a través de sus diálogos, que, en lugar de ser progresivo, se
proyecta hacia el pasado. Al estructurarse en forma de juicio, acusado y acusador
tienen la coyuntura de revisar el pasado. Sin embargo, las sucesivas revelaciones del
diálogo, en caso de declarar algo, no es el pasado de las personas en cuanto tales, sino
en el pasado del grupo político o étnico al que ellos pertenecen.
El autor establece una serie de paralelos entre la obra dramática maya con las obras
teatrales de la cultura occidental diciendo que, si hubiera que compararla con el teatro
europeo, su diálogo retrospectivo podría parangonarse remotamente con los coros de la
tragedia griega, en cuanto que éstos proporcionan una información necesaria, pero
marginal a la acción dramática. Por otra parte, el Rabinal Achí, como las
representaciones griegas antiguas, no tiene cambios de escena ni de vestuarios,
desarrollándose su acción linealmente, en un flujo continuo, integrada con las partes
líricas de la música y la danza.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
la única que se representaba, ni entre los mayas ni entre los demás pueblos
mesoamericanos; pues las crónicas y los mismos edictos prohibitivos nos hablan de
muchas otras piezas similares que siguieron representándose aun después de la
conquista. El mismo Landa y otros cronistas del área maya nos hablan de la existencia
de otros géneros teatrales que los mayas representaban para solaz y esparcimiento de
los habitantes de ciudades como Chichen Itzá, donde aún se perciben los testimonios
arqueológicos de los teatros mesoamericanos o momoztli. Arriba también di cita a los
tres géneros teatrales que menciona René Acuña y que, en alguna forma, seguían
siendo cultivados en los primeros años de la Colonia. Es una lástima, pues, que de toda
aquella producción presumiblemente abundante de toda Mesoamérica, tengamos sólo
noticia, sin tener posibilidad de verla y analizarla como debiéramos.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Los caudillos y jefes guerreros, dice Ángel María Garibay K., el tiempo que no
dedicaban a la guerray sus preparativos, lo empleaban en cantos y bailes, recitdciones
melopéyicas que eran como un rudimiento de concurso de poesía. Tal es el sentido de
la serie de cantos en el sitio que llamaban Huehuetitlan, tanto en México como en
Texcoco. (68) Bien puede decirse que este tipo de concursos poéticos tenían como
propósito el cultivo de las letras y el de ser fuente de inspiración para los poetas y
dramaturgos que se encargaban de "escribir" las nuevas obras que se representarían
ante el emperador el día 1 flor, día en que se iniciaba el gran festival poético en la
ciudad de Tenochtitlán y que era presidido por el mismo Moctezuma, como lo refiere
Sahagún:
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Resulta interesante este tipo de información que transmite Sahagún porque refuerza
la idea de un teatro y de una infinidad de formas artísticas que tenían un carácter
institucional en los regímenes de gobiernos prehispánicos. Por otra parte, da pie a que
se vislumbre una tradición recogida de pueblos anteriores que forjaron estas
costumbres festivas, presididas por la autoridad máxima. Costumbres que bien podrían
remontarse a la época arqueológica de Cuiculco: lugar donde se danza y se canta,
según su misma significación.
Las representaciones no pueden concebirse sin un cierto orden interno entre los
diversos elementos que participan en ellas. Elementos imprescindibles en las
manifestaciones teatrales mesoamericanas eran, por ejemplo, la música y el canto Las
capillas de cantores y ministriles (músicos de viento), dice Garibay K., se colocaban a
los lados del lugar donde iba a realizarse la fiesta o representación teatral. Citando al
Conquistador Anónimo, Garibay continúa diciendo:
(los cantores se colocaban) "unos a un lado y otros a otro, y van por su orden,
entonando unos los himnos y respondiendo los otros, como si rezacen visperas o
completas". (69).
Otros elementos son los actores y el espacio escénico; este último diseñado con las
características ya mencionadas por el ingenio y la gracia propia de una cultura jubilosa
y trágica a la vez. Durán es uno de los cronistas que describe los cuadros más bellos en
referencia a las festividades que se desarrollaban en los pueblos de la cultura náhuatl.
Al hablar de las festividades en honor a Xochiquétzal dice:
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Este simple párrafo, en que Durán describe una ceremonia introductoria al gran
festival en honor de Xochiquétzal, ofrece material suficiente para percibir la riqueza de
elementos teatrales que manejaban los artistas mesoamericanos. Cada personaje
descrito por Durán está representado por hombres, mujeres y niños; y cada uno de
ellos no muestra otra cosa más que la conciencia cierta de estar "representando". Por
otra parte, aclara que el vestuario de todos ellos es rico y diferenciado del cotidiano;
destacando que, el de los dioses, corresponde al que lucen los mismos en sus altares y
que segura mente es el mismo que muestran los códices que los representan. Todo
esto, pues, responde a un realismo dictado por los mitos forjados por las clases
dominantes. Un mito que forjó la personalidad histórica de un pueblo que apenas, un
siglo antes, nadie conocía en su rostro, pues carecía de una cultura propia.
El cuidado que se tenía durante las representaciones por todos los detalles, nos
habla de la preocupación que tenían por la credibilidad que debía conceder el público
espectador.
Lograr incidir en la sensibilidad del Público, inculcarle las ideas que convenían al
Estado, eran seguramente las premisas que guiaban el montaje de este tipo de
representaciones.
La escena descrita por Durán no era mas que un introito, una especie de loa o
representación inicial de una serie de espectáculos que le seguían, los cuales eran
presididos por las deidades colocadas en su sitial de honor, en el momoztli de
Huitzilopochtli, representando una especie de cuadro plástico. Los verdaderos
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
El tema que propone Horcasitas: "la ruta del hombre que va de la vida placentera
hacia la muerte" es exacto y corresponde a la índole del personaje trágico por
excelencia, representa la cúspide de una doctrina humanista que alcanza su apogeo en
el imperio tolteca y cuya influencia se deja sentir en el culto a Kukulkan entre los mayas
de Chichen Itzá. Por otra parte, Quetzalcóatl viene a ser el receptáculo ideal para el
concepto de "ritmo trágico" acuñado por Susanne K. Langer en su libro Sentimiento y
forma: el paso de un estado a otro, el transcurrir de la vida desde su origen hasta su
fin, desde su esplendor más brillante hasta su completa opacidad y extinción.
Son varios los cronistas que nos hablan de estas festividades en honor de
Quetzalcóatl, no todos con este carácter oficial y trágico diseñado por las clases
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Para completar el cuadro que describe Durán, Acosta y otros historiadores que
comentan estas mismas festividades en honor de Quetzalcóatl, hacen una
extraordinaria enumeración de los distintos personajes que en ellas participaban:
pájaros de muy diversos colores, sacando vestidos a los muchachitos del templo
en estas formas, los cuales subiéndose a una arboleda que allí plantaban, los
sacerdotes del templo les tiraban con sus cerbatanas, donde había en defensa de
unos y ofensa de otros, graciosos dichos, con que se entretenían los circundantes.
Lo cual concluido, hacían su mitote o baile con todos estos personajes, y se
concluía la fiesta, y esto acostumbraban hacer en las más principales fiestas...
(73)
Este tipo de festivales populares, como lo refiere Acosta en el final del párrafo citado,
se daba en todas las festividades en honor a los otros dioses. No puede objetarse,
pues, que el teatro abarcaba tanto las formas elitistas y de Estado como las formas
populares.
95
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Sería ocioso y cansado seguir citando las múltiples formas de representación teatral
que se daban en Mesoamérica. Basta con señalar su existencia, los elementos que
intervenían en ellas, los personajes y sus diversas formas de actuación y la coherencia
orgánica de todos estos elementos que se iban concatenando para ir construyendo un
todo espectacular, susceptible de ser imaginado a través de la lectura de crónicas que
llegaron hasta nosotros.
Uno de los cronistas más caros para este estudio, Diego Durán, ofrece una de las
mejores descripciones de los múltiples espectáculos que en honor de Huitzilopochtli
organizaba el pueblo mexica:
Al pie de esta empalizada (el tzompantli), en lo alto de las gradas, puesto allí
acompañado de gente de guardia que lo cercaba, salía un sacerdote ...y
descendía de allá de lo alto del templo con un ídolo de masa... y bajaba a toda
prisa como podría por las gradas del templo abajo y subía por encima de una gran
piedra que estaba fija en el menlidero alto (sic) que estaba en medio del patio a la
cual piedra llamaban cuauhxicalli... subiendo este sacerdote por una escalera y
bajando por otra que estaba de la otra parte. Abrazado con su ídolo, subía hasta
donde estaban los que hablan de sacrificar, y desde un canto a otro iba
96
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
La parquedad de las líneas con que Durán traza la escena basta para poder imaginar
un cuadro teatral en donde, sin duda, el papel dramático del sacerdote no podía estar
reducido a una sola frase dicha a todos los actores que habían de morir después. Una
gran arenga y otras respuestas de cada uno de los protagonistas de la escena debieron
darse en esos momentos. Lamentablemente, esta hipótesis argumentativa se que da en
el aire por falta de pruebas escritas que la comprueben. Dada la multiplicidad de
escenarios que los espectáculos teatrales mesoamericanos usaban, el caso de las
fiestas en honor de Huitzilopochtli es el más típico, pues rebasa los mismos confines de
la ciudad. Después de las varias ceremonias que se realizaban en el templo mayor con
su figura hecha de bledos, se realizaba una larga procesión que partía del centro de la
ciudad, se dirigía a Tacuba, de Tacuba marchaba a Chapultepec, de Chapultepec a
Coyoacán y de allí, nuevamente enfilaba hacia la ciudad de México Tenoclititlan. Todo
esto en un recorrido rapidísimo, según las mismas crónicas. La llegada del ídolo al
templo mayor era, sin duda, uno de los momentos mas espectaculares y solemnes por
la cantidad de elementos teatrales que refiere el mismo Durán en su Relación:
Acabado de llegar al pie de las gradas del templo, ponían allí las andas y
tomaban luego unas sogas gruesas y atábanlas a los asideros de las andas; con
mucho tiento y reverencia, unos estirando de arriba, otros ayudando de abajo,
subían las andas con el ídolo a la cumbre del templo con mucho ruido de bocinas
y flautas y clamor de caracoles y atambores. Al tiempo que subían, estaba todo el
pueblo en el patio con mucha reverencia y temor... (75)
97
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Nada puede resultar mas significativo que esa aclaración que hacer el mismo
cronista respecto a los actores que representaban a los dioses. Por otra parte, la simple
enumeración de los espectáculos y la naturaleza de los mismos que se daba a lo largo
de la fiesta en honor de Huitzilopochtli es sugerente y no puede pensarse más que en la
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
¿Que eran formas teatrales desarrolladas con fines pura mente políticos y religiosos?
No cabe la menor duda. ¿Qué se trataba de un teatro netamente institucional en la
mayoría de sus manifestaciones? Tampoco puede dudarse. Sin embargo, estas
características, y otras que lo determinan y en marcan dentro de un tiempo y un espacio
determinados, no obstan para ser sólo objeto de estudios curiosos, intelectualizantes y
eruditos. Considero, más bien, que es digno de estudio por su significación actual y por
su posibilidad de rescatar para nosotros elementos dignos de ser retomados con el fin
de revitalizar nuestro teatro mexicano y latinoamericano, tan preocupado por copiar
formas ajenas a nuestra identidad, ya de por si en peligro por nuestros afanes
cosmopolitas.
3.4.5. El espectador
Autor, actor y espectador son los tres grandes pilares, las tres grandes fuerzas que
constituyen el teatro universal. A lo largo de la historia del teatro, estas tres fuerzas han
venido jugando papeles diferentes, acordes siempre a la naturaleza de las
manifestaciones teatrales y al carácter mismo de las culturas en que estas se inscriben.
En la actualidad, cuando se asiste al teatro, la participación del espectadores
circunscribe a ser esto: espectador; sin participar verdaderamente en el drama que se
representa, sin sentirse verdaderamente involucrado en la trama de la obra ni en el
drama del personaje protagonista (agonista) representado en ella. El drama, pues, no
esta integrado a su vida más que de manera muy superficial.
99
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Por supuesto, esta actitud de distanciamiento no puede pedírsele a gentes del siglo
XVI hacia atrás, cuando el teatro aún no adquiría el carácter analítico y sociológico que
vendría a manifestarse más tarde. Ciertamente se cuidaban los aspectos estéticos que
resultaban de los lineamientos dictados por las clases dirigentes y la ideología
dominante; pero, en este caso, el drama involucra la vida de todos los espectadores y
ellos participan en el misterio, que se representa, puesto que simboliza un aspecto de
su vida, de sus costumbres, de sus anhelos, mitos y leyendas que les dicen algo de
ellos mismos y les presentan arquetipos de actuación y reacción ante la vida y el
entorno social y religioso en que viven.
Los temas del realismo y de la integración y participación del público en el drama han
venido a ser una preocupación reciente, sobre todo en las mentes de dramaturgos y
críticos de nuestro tiempo.
Este realismo, por otra parte, no sólo se encuentra entre los pueblos
mesoamericanos, tanto náhuas como mayas; incluso puede observarse en el teatro
medieval español, manifiesto en el fervor de los hombres del pueblo que tienen el
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
De esto resulta, pues, uno de los aspectos más importantes del teatro, tanto en la
España medieval como en Mesoamérica: la participación del pueblo en el drama y la
integración del drama representado a la vida real de los protagonistas: la identificación
del actor con su papel. En el drama mesoamericano se da este fenómeno. Los actores
se posesionaban a, tal grado de sus papeles, que llegaban a creerse dioses verdaderos
y los espectadores los consideraban de naturaleza divina. Esta identificación, por otra
parte, parece prolongarse fuertemente a través de la colonia. (79) Un cronista inglés del
siglo XVIII que tuvo oportunidad de vivir en el seno de una comunidad indígena en
Chiapas ofrece un testimonio de la identificación de los actores con los personajes que
representan en un drama cristiano:
La mayoría de los indios que bailan esta danza son supersticiosos en cuanto a
lo que hacen, creyendo que es acto lo que sólo es una representación danzada.
Cuando viví entre ellos era común que el que iba a representar a San Pedro o a
Juan Bautista viniera primero a confesarse, diciendo que tenían que ser santos y
puros como los santos a los que representaban e igualmente preparados para la
muerte. De igual modo, el que hacia el papel de Herodes, o el de Herodías, o el de
alguno de los soldados que habían de acusar a los santos en la danza, venía
después a confesar su pecado y a pedir absolución, como si hubiera sido culpable
de haber derramado sangre. (80)
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En este fragmento del sacerdote Gage, traducido y citado por Fernando Horcasitas,
puede observarse dos niveles de comprensión del fenómeno teatro: el desacralizado o
desmitificado del sacerdote; y el ritual y mítico de los indígenas de Chiapas. Mientras
que el primero ve una simple representación teatral, artística, danzada; los segundos
participan de un juego mítico-ritual que involucra todos los aspectos más importantes de
su vida, tanto temporales como teleológicos. Para éstos, la representación tiene un
carácter trascendental que incide en la vida cotidiana. Para ellos, la función del teatro,
del drama representado, va más allá de la simple representación escénica, para adquirir
un significado vital en la integridad y plenitud del hombre. En este sentido, el teatro
viene a ser, más que una simple representación escénica, un acto existencial en el que
se pone en juego el mismo destino del hombre. El acto teatral atañe a la vida y es en la
vi da donde debe responderse por ello.
actor y espectador, van a estar integrados a una manifestación estética que va mas allá
de una representación simple y llana. Van a participar en la realización de un festival
mítico-religioso que los integrará y dará coherencia en el sentido artístico-religioso de
su actividad estética. Este carácter del espectáculo teatral mesoamericano lo va a
definir y explicar ante la critica que pueda hacerse en nuestros días.
102
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
"la repetición continua hace inevitable que los actos de culto, lo mismo que la
plegaria o también el mito, pierdan algo de su expresión vital. Sin embargo, la
repetición del culto, una vez creado no determina, por sí sola, que la acción pierda
su sentido. En efecto, mientras la concepción del mundo plasmada en ella
conserva su validez mientras su realidad y su orden no han sido desplazados o
completados por otra realidad y otra orden, subsiste incluso en la repetición más
tardía un elemento del proceso creador originario, y se mantiene con ello el
carácter sagrado. El proceso propiamente decisivo que conduce a la pérdida del
sentido es la transformación del concepto del mundo, la orientación del individuo
hacia otros contenidos de la realidad y hacia otras posibilidades de expresarlos".
(81)
Aún cuando la educación aborigen, como dice José Luis Melgarejo, si pudo
conservar en el pueblo los más caros elementos de la cultura mesoamericana, y en el
momento trágico del choque con la cultura occidental, a lo largo de trescientos años,
resultó victoriosa, porque supo sacar ventaja de la interacción, fue muy ágil en el
cambio cultural y tuvo siempre, como acicate a los hijares del pueblo, una incontenible
103
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
ansia de progreso. (82) Un testimonio del otro campo, continúa diciendo este mismo
autor, lo da Motolinía, reconociéndole "a esos indios naturales grande ingenio y
habilidad para aprender todas las ciencias, artes y oficios que les han enseñado...
Tienen el entendimiento vivo, recogido y sosegado, no orgulloso y derramado como
otras naciones". Pero en el campo educativo, los indígenas principiaron a ganar su
pelea en el siglo XVI. Por eso un clamor ahogó el Colegio de Tlatelolco para naturales;
en el Código Franciscano, sus defensores dejan traslucir la verdad: "Lo que a estos
religiosos ha movido a tratar en disfavor de este negocio, es lo uno decir que el latín en
los indios sirve de que conozcan en el decir las misas y oficios divinos cuáles
sacerdotes son indoctos, y se rían de ellos y no los tengan en tanta reputación"; y, en
resumen, los indígenas principiaron superando a sus amos en ciencias, artes y moral;
no convenía esto al régimen colonial, cerrando la última escuela para indígenas,
creyendo haber apagado la última luz. (83) Muchos son los testimonios en favor de esta
tesis que sostiene el historiador José Luis Melgarejo, como aquel que nos habla de un
fraile al que, en una visita que hace al Colegio, abruman los discípulos con preguntas
en torno al Evangelio y a las cuales el pobre fraile no pudo dar respuesta y contra las
que dice que son preguntas del diablo.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Fray Pedro de Gante, uno de los primeros misioneros llegados a México, tiene la
intuición de la manera más adecuada de evangelizar a los pueblos indígenas a través
de las observaciones que hace de sus costumbres teatrales. En un informe dirigido al
emperador Carlos V, dice:
Grandes frutos habría de proporcionar esta genial intuición de fr. Pedro de Gante;
pues, más tarde, otros misioneros como fr. Toribio de Benavente(Motolinía), uno de los
doce franciscanos que llegaron después, se darían a la tarea de transformar el areito
pagano en ópera religiosa. Y es é1 mismo quien refiere los primeros frutos cosechados
por la labor evangelizadora de frailes como Pedro de Gante: "Los indios señores y
principales...bailan y dicen cantares en su lengua, de las fiestas que celebran, que los
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
frailes que los han traducido y los maestros de sus cantares los han puesto a su modo,
a manera de metro, que son muy graciosos y muy bien entonados, y estos bailes y
cantos comienzan a media noche en muchas partes ...” (86) Lo que evidencia ya el
sincretismo artístico que daría como resultado el teatro de evangelización.
En cuanto al teatro indígena, percibido por los mismos misioneros, aun cuando en su
producción nos parezca ahora rudimentario, tiene la fuerza suficiente de llamar la
atención de estos personajes para ser visto como una forma de comunicación ideal
para implantar su doctrina. En cada aspecto de la producción literaria en lengua nahuatl
durante la introducción de la cultura europea, dice Garibay K., puede percibirse la
supervivencia de los géneros literarios del pasado mesoamericano, en tanto que la
poesía elaborada para el canto y la danza se mantienen y evolucionan. Los
pensamientos, las directrices, algunas modalidades de la expresión son nuevas; pero el
sistema general, la estilística, la métrica misma se conservan idénticas. Ciertamente, ya
no se aclama ni venera a Huitzilopochtli o a Tlaloc, sino a Cristo o a la Virgen María; ya
no se habla de la santa alegría de la guerra sagrada, sino de la dulce paz del
nacimiento en Belén; pero las estrofas están cortadas en la misma forma y las
imágenes de flores y aves siguen siendo las mismas. La poesía fluye por los antiguos
106
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
senderos y se ajusta a los viejos moldes; lo único que ha cambiado son los
pensamientos y las fuentes de inspiración. (88)
No era posible, comenta este mismo autor, que los mexicanos al caer bajo el peso de
la conquista perdieran su natural. Pueblo que vivía hacia fuera, necesitaba la constante
exhibición de espectaculares demostraciones. De los 365 días del año, las dos terceras
partes, para hablar en cifras generales, estaban llenas de cuadros y de acciones
verdaderamente dramáticas. Las innumerables procesiones de las fiestas, que pasaba
n del centenar a través del año. Los sacrificios simbólicos y variados, que tenían una
raíz secular en la sociedad de México; la gala de los colores y la gama de los cantares,
si monótona acaso, no menos dominadora de las mentes; la algarabía popular que
acompañaba aquellos desfiles, o con respetuosa atención se callaba ante aquellos
espectáculos; la participación misma de la multitud, que actor se volvía muchas veces,
en lugar de limitarse a ser espectador, todo ello, tan hondamente adherido a mente y
corazón, cesó de improviso. (90) Pero no definitivamente, ya que todo ello facilitó la
buena acogida que de inmediato tuvieron los misterios, los autos sacramentales, las
loas que fueron su reemplazo impuesto por los misioneros y frailes en su tarea de
catequización. (91)
107
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En cuanto a los escenarios montados por los indígenas para las representaciones del
teatro evangelizador en Tlaxcala, México, Cholula y Tlatelolco, no cabe la menor duda
de que eran una continuación de los escenarios que ellos mismos elaboraban para sus
representaciones antiguas; pues comparados con la sobriedad de los escenarios del
arte teatral de España del siglo XVI no cuenta con los medios sensitivos y pintorescos
con los que contaba el escenario teatral mesoamericano. Ciertamente, pudiera ser que
los frailes dirigieran, proyectaran, ordenaran e incluso escribieran las obras a
representar; pero los encargados de disponer los cuadros en que el teatro ha de
ejecutarse eran los indígenas, quienes siguen gustosos sus propios procedimientos.
Una nota más que hay que destacar en cuanto a los escenarios, es la riqueza
didáctica incorporada a los mismos. En estos escenarios tan minuciosamente
preparados, ya va la enseñanza que se intentaba y que a veces las palabras no hacían
falta para transmitir el mensaje simbólico cifrado en cada uno de sus detalles.
Acostumbrados a leer a través de símbolos, los más preparados, y saber transmitirlos
en la misma forma a la masa del publico mediante los espectáculos, los hacedores del
teatro tenían una experiencia extraordinaria en lo tocante a la enseñanza audiovisual
sin paralelo.
En cuanto a estos especialistas, hacedores del teatro, pasaron también bajo la nueva
sociedad que se constituía. Cantores, actores, danzantes y bufones, poetas y oradores,
voces entrenadas para la declamación, gente experta en la memorización, ya que no
dependía de las letras, floristas y escenificadores, artesanos de la confección de
vestidos ceremonia les, de joyas, plumería, telas, etc. En fin, toda una sociedad de
especialistas que, para 1524 estaban ociosos, después de haber gozado de la
aclamación de las multitudes en las plazas públicas, después de haber servido a la
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
clase dirigente antes del cataclismo, pasan ahora a servir a la nueva clase dirigente: los
franciscanos; desde luego, pagados de lo que sobraba del tributo y de los bienes de la
comunidad, marcando con esto la continuidad institucional del teatro y de los
especialistas que se encargaban de hacerlo antes de la conquista. (93) Los españoles,
dice Qthón Arroniz, siempre quedaron impresionados por la inteligencia y memoria en
particular de sus discípulos indígenas; afirmación que encuentra su fundamento en lo
que el mismo autor cita de Torquemada, quien dice que: "tenían tanta memoria que un
sermón o una historia de un santo, de una o dos veces oída, se les quedaba de
memoria, y después la decian con mucha gracia, osadía y eficacia..." (94) Digno es de
citar un largo párrafo en donde Torquemada explica el motivo de su sorpresa:
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
La habilidad que tenían los mexicanos para improvisar, acorde siempre a un texto base, a
la manera en que lo hacían los actores de la Comedia del Arte en Europa, es evidente
en este párrafo de Torquemada. Esta habilidad, como bien lo explica el cronista, no se
debía a la casualidad ni que había sido estudiante del Colegio de la Cruz, en Tlatelolco.
Seguramente, este hombre de pequeño había asistido a las escuelas prehispánicas, al
calmecac y al cuicacalli, donde había aprendido las técnicas de memorización e
improvisación propias de los niños y jóvenes actores que participaban en los
espectáculos teatrales que se organizaban entonces. Es esta misma capacidad la que
va a salir a la luz nuevamente en la Colonia con las labores teatrales que emprendió
Motolinía en Tlaxcala, y a las que refiere en estos términos:
Porque se vea la habilidad desta gente diré lo que hicieron y actos que
representaron luego en día de San Juan Bautista, que fue el lunes siguiente, y
fueron cuatro actos que sólo para sacar los dichos (que no es menos devota la
historia, aunque en verso es más curiosa) fue menester todo el viernes, y en sólo
dos días, que fueron sábado y domingo, deprendieron de coro y tomaron en
memoria y la representaron harto devotamente la anunciación de San Juan
Baptista hecha a su padre Zacarías, que tardó en ella obra de una hora, acabando
con aquel motete cantado por canto de órgano: Descendit angelus ad Zacharíam,
y luego adelante, en otro tablado, representaron la anunciación de nuestra Señora,
y fue mucho de ver bajar con San Gabriel otros seis o siete ángeles diciendo con
canto de órgano Ave María. En el cual acto se tardó en el patio de la iglesia otro
tanto como en el primero. Después, en el patio de la iglesia de San Juan, a donde
iba la procesión, luego en allegando antes de la misa, en cadahnso que estaba en
el dicho patio (que no era poco de ver los cadahnsos cuan graciosamente estaban
ataviados y cubiertos de rosas y flores) representaron la visitación de nuestra
Señora a Sancta Isabel y acabaron muy devotamente cantando la Magnificat por
canto de órgano. Después de misa, se representó la Natividad del precursor y en
lugar de la circuncisión fue baptismo de un niño de ocho días de nacido, que se
llamó Juan, y aun antes que diesen al mudo, Zacarlas las escribanlas que pedía
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
por señas, fue hecha con harta gracia y alegría de todos los que le daban por
darle las dichas escribanlas haciendo como que no, lo entendían. Acabose este
acto con el cántico Bénedictúm Dóminus Deus Israel, graciosamente cantado por
canto de órgano, y los parientes y vecinos de Zacarías, regocijados por la
natividad del hijo y de la habla por milagro restituida al padre, llevaron presentes y
comida de muchas maneras, y puesta la mesa, comieron luego porque era ya
hora. (96)
111
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Conclusiones
Para hacer evidente la existencia del teatro mesoamericano, por otra parte, tuve
necesidad de recurrir a la terminología universal que se maneja en esta materia. Sin
embargo, tampoco era propósito de este trabajo transferirla en su totalidad al teatro
mesoamericano, sino sólo en los aspectos que me parecieron más oportunos y
relevantes; procurando, además, violentar lo menos posible la naturaleza de la
mencionada terminología y la del objeto de estudio.
En el capítulo primero hice una revisión conceptual de lo que fue y ha venido a ser el
fenómeno teatral desde sus orígenes más remotos. Ante la dificultad de
conceptualizarlo en strictu sensu, opto por describir esquemáticamente su origen,
nacimiento y desarrollo a un nivel macrocultural para ejemplificarlo, finalmente, con el
caso griego, en el cual pueden percibirse claramente los elementos del trinomio
evolutivo propuesto: mito-ritual-drama.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Algunos autores que se han ocupado del estudio del teatro prehispánico, los más,
sostienen que tal paso del ritual religioso al drama teatral jamás se dio en Mesoamérica.
Sin embargo, resulta difícil afirmar esto ante la evidente riqueza de elementos teatrales
de que hayamos testimonio en crónicas y relaciones de frailes evangelizadores.
114
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
caso mesoamericano son tantos los númenes a los que se les hacían fastuosos rituales
que devienen en otras tantas formas dramáticas, que resulta literalmente imposible este
intento.
En el último apartado del capítulo primero ubico el estudio del teatro mesoamericano
señalando la necesidad de esclarecer conceptos como el de hombre, mundo, arte y
artista, en relación a la función de éstos en el contexto de las culturas mesoamericanas.
Considero, como lo hace Jean Duvignaud, que la estética dramática implica una cierta
manera de interrogar al mundo y a la sociedad; y que, a partir de estas interrogantes, va
formándose una definición de hombre que expresa y resume la experiencia real y
posible de un grupo humano. (Duvignaud, J. Op. Cit. pp. 40 y ss).
Casualmente, Schiller, hablando de la función que tuvo el teatro entre los griegos,
afirmó que la tragedia tuvo como finalidad el forjar el rostro del pueblo griego. Este
mismo pensamiento lo encontramos expresado constantemente en muchos textos
precortesianos haciendo referencia a la función de las letras. Pero, básicamente, esta
función era un atributo de los poetas, quienes expresaron la suma de sus propósitos en
la formula in xóchitl in cuícatl: "flor y canto".
La estética teatral implica, por otra parte, la diferenciación entre lo que es una
ceremonia ritual y lo que es una representación dramática. Esta diferenciación radica en
el hecho de que, mientras en la primera se da una practica social concreta, en la
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
segunda se da una contemplación, una visualización del mismo evento pero abstraído,
sublimado, al margen ya de la realidad contingente.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
directas de las que puedo echar mano, su importancia es doble y se convierten en los
medios más eficaces con que cuento para comprender, dentro de esas limitaciones, las
mentalidad de los hombres precortesianos. Y, casualmente, en la medida en que la
comprendamos, podremos acercar a nosotros sus expresiones, interrogarlas por su
sentido y significación y percibir las posibles motivaciones que les dieron origen. En
este sentido, el arte mesoamericano es también otro de los instrumentos de revelación
mediante los cuales puede hurgarse la mentalidad, el pensamiento de los hombres
precortesianos.
Como el, respecto a su estudio del arte mexicano, en mi estudio del teatro
mesoamericano, no pretendo aplicar una metodología científica a un objeto que no
tiene porque sujetar se a ella. El teatro, como el arte en general, es producto de
sentimientos, emociones y pasiones que no pertenecen al campo de la razón mas que
en la medida en que la estética es "ciencia de la belleza como el mismo autor la
concibe".
Dada esta premisa, es posible ubicar el lugar que le corresponde a este trabajo si
acaso lo tiene entre las investigaciones que se han realizado en torno al teatro
mesoamericano. Hay una pasión, un deseo vehemente por entenderlo y comprenderlo
en este trabajo; y a la vez, una cautela este tica por analizarlo y contextualizarlo
adecuadamente, que la lucha entre lo racional y lo irracional juegan un papel
preponderante en la formulación de muchos de mis juicios que, espero, no resulten en
muchos casos infundados.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
música (melopeia), hasta terminar con el elemento mas importante del teatro según
Aristóteles (el mithos).
MITHOS
LEXIS
OXIS
MELOPEIA
DIANOIA
ETHOS
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
En el tercer esquema (Fig. 2) explicito esta misma triada complementándola con los
diversos momentos evolutivos de los dramas griego y mesoamericano, derivados
ambos de distintos rituales y mitos diversos.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Aún cuando la funcionalidad del mito puede concebirse como la misma en ambas
culturas la griega y la mesoamericanaes evidente la diferencia de estructuras internas
que presentan. Y lo mismo puede decirse respecto de los rituales, los cuales darán
formas diferentes de espectáculos, en virtud de los distintos contextos en que se
inscriben. Los griegos elaboran los ditirambos y en Mesoamérica aparecen los
teoculcati; y la expresión popular elabora el kommos en Grecia y el cuecuechcuicatl en
Mesoamérica. Y esto, sólo por referir dos espectáculos mesoamericanos que parecen
semejarse en muchos aspectos con lo que son la tragedia y la comedia en Grecia, en
sus aspectos primigenios.
El teatro griego tiene como fuente primordial para su estudio, aparte de la producción
literaria de sus dramaturgos, el Arte poética de Aristóteles. Este hecho le otorga una
indiscutible ventaja en cuanto a su estudio respecto del teatro mesoamericano, el cual
sólo cuenta con un escaso material literario y una pobrisima información crítica desde el
punto de vista estético por parte de crónicas y relaciones.
El teatro occidental moderno, a pesar de las muchas crisis por las que ha pasado y
toda crisis parece resultar saludable, después de todo, abreva una fuente abundante de
tradiciones culturales que viene de siglos. Pero, para fortuna del teatro mexicano actual,
podemos ver que cuenta con tres fuentes importantísimas –griega, occidental y
mesoamericana– dignas las tres de amalgamarse en un producto originalísimo que, sin
duda, cuenta con todas las potencialidades para hacer del teatro mexicano un producto
cultural único en el mundo.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
MITO
DITIRAMBOS
TEOCUICATL
Y KOMMOS
TRAGEDIA TRAGEDIA
COMEDIA COMEDIA
ARISTÓTELES CRONISTAS
“POETICA” “RELACIONES”
TEATRO
OCCIDENTAL
TEATRO
MEXICANO
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
El último esquema (Figura 3) trae a colación una triada más para explicar, un tanto
sociológicamente, la génesis de una obra teatral. Es un hecho que el dramaturgo es
consciente de su realidad, del contexto histórico-socio-cultural en que vive. Y, en la
medida en que descifra los mitos que la historia forja y la sociedad utiliza como
ideología, proyecta su propia reflexión filosófica y permea estos tres elementos en su
obra dramática para dar una nueva idea, una nueva noción de lo que es el hombre, el
mundo o dios. Y estas ideas, estas nociones se revierten al contexto
histórico-socio-cultural de su momento.
CONTEXTO
HISTÓRICO-SOCIO-CULTURAL
OBRA
TEATRAL
IDEA
HOMBRE-MUNDO-DIOS
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Los esquemas que propongo, insisto, no son más que auxiliares metodológicos que
tienen como finalidad completar el estudio del teatro mesoamericano y su
reactualización en el teatro mexicano contemporáneo. Su implementación deberá
hacerse con muchas reservas y bajo la condición de no violentar ni la materia de
estudio ni mal interpretar la terminología universal que surge con el Arte poética de
Aristóteles.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Bibliografía
Acosta, José de: Historia natural y moral de las Indias. Ed. preparada por Edmundo
O’Gorman. (Col. Biblioteca Americana, 38) Ed. Fondo de Cultura Económica.
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128
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
Notas de referencia
129
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
131
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
44 Fernández, Justino: Estética del arte mexicano: Coatlícue, El Retablo de los Re-
yes y El Hombre. México, UNAM. Instituto de Investigaciones Estéticas. 2a. ed. de
conjunto, 1972. p. 9.
45 Wright, Edward: Para comprender el teatro actual. Trad. Celia Raydée Paschero.
(Col. Popular, 28) México. Fondo de Cultura Económica 2a. ed. 1982. p. 24.
46 Fernández, Justino: Op. Cit. p. 10.
47 Ibidem. p. 12. (Subrayado mío).
48 Ibidem. p. 12.
49 Ibidem. p. 18.
50 Ibidem. p. 20.
51 En vista de la dificultad para leer la edición que consulto, me he permitido cambiar
algunos aspectos de la ortografía, conservando hasta donde me es posible la sono-
ridad y el ritmo del español del siglo XVI. La edición es la que cito en la siguiente
nota.
52 Durán, fr. Diego: Ritos y fiestas de los antiguos mexicanos. Introd. y vocabulario
por Cesar Macazaga Ordoño. México. Ed. Innovación. p. 79.
53 Ibidem. p. 71.
54 Acosta, José de: Historia natural y moral de las Indias. Ed. preparada por Edmun-
do O'Gorman. (Col. Biblioteca Americana, 38) México. Fondo de Cultura Económi-
ca. 1a. reimp. 1979. p. 289.
55 Magaña-Esquivel, Antonio: Op. Cit. p. 8.
56 Jensen, Ad. E.: Op. Cit. p. 60.
57 Baudot, Georges: Op. Cit. p. 53.
58 Magaña-Esquivel, Antonio: Op. Cit. p. 8.
59 Baudot, Georges: Op. Cit. p. 53.
132
Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
60 Torquemada, fr. Juan de: Monarquía Indiana. ed. Coord. por Miguel León-Portilla.
México. UNAM. Instituto de Investigaciones Históricas (Serie de Historiadores y
Cronistas de Indias: 5) 7 Vols. 3a. ed. 1977. Vol. IV. p. 340.
61 Baudot, Georges: Op. Cit. p. 21.
62 Ibidem. p. 49.
63 Ibidem. p. 53.
64 Ibidem. p. 53.
65 Ibidem. pp. 53 y 54.
66 Ibidem. p. 54.
67 Ibidem. p. 54.
68 Ibidem. p. 54.
69 Ibidem. pp. 82 y ss.
70 Baudot, Georges. Op. cit. pp. 82 y ss, citando el Códice Matritense de la Real Aca-
demia, fol. 122 r.
71 Garibay K., Angel María: Op. Cit. Vol. 1. p. 342, citando a Pomar.
72 Magaña-Esquivel, Antonio: Op. Cit. p. 8.
73 Baudot, Georges: Op. Cit. p. 50.
74 Melgarejo, José Luis: Antigua historia de México. 3 Vols. México, Secretaría de
Educación Pública. (SEP/Documentos). Vol. III pp. 247 y 248.
75 Torquemada, fr. Juan de: Op. Cit. Vol. IV. pp. 340 y ss.
76 Muñoz Camargo, Diego: Historia de Tlaxcala. Ed. Innovación. p. 135.
77 Duvignaud, Jean: Op. Cit. p. 24
78 Durán, fr. Diego: Op. Cit. p. 82.
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
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Teatro mesoamericano, fuentes y realizaciones Margarito Palacios Maldonado
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