Sei sulla pagina 1di 5

1

GRAMSCI
Una nota personal

Hace poco en la búsqueda de tema de investigación, retomaba una vieja preocupación, la


poca importancia que parece tener la educación para adultos, en el panorama general
social y en el propio de la educación en general; durante los primeros pasos, al preguntar
aquí y allá me di cuenta de que no solo no hay educación para adultos, sino de que no hay
adultos.

Si bien México tiene el mayor índice de concentración de la población en jóvenes,


próximos adultos, la sociedad carece de adultos, desde ya. La adultez es un término
relativo, tiene ambigüedades y depende desde donde se aborde, el derecho, la psicología,
la biología. Desde luego la discusión es válida y pertinente, pues de ser además
multifactorial, es cultural, por tanto el concepto se modifica, a través del tiempo.

Sin embargo, la anécdota, preguntando a una persona de 18 años, cree que es algo para
alguien de 25 en adelante, una de 25 para alguien de 30, alguien de 35 de 40, de 40 de 50,
de 50 de 65 y más. Total la educación para adultos, no es para nadie. Lo sé en carne
propia, cuando pensaba en un adulto de mi edad, con una serie de condiciones de vida,
que caracterizaban, el ser adulto… y no, no las tengo.

Entonces ¿Quién es el adulto responsable? Sé que están ahí, disfrazados, rezagados bajo
el apodo de los ninis, los fifís, los Godínez, los millennials.

"¿Cómo se deberá ejercer la presión educativa sobre los individuos, obteniendo de ellos
consentimiento y colaboración, convirtiendo así en libertad la necesidad y la coacción?
¿Cómo lograra el hombre individual incorporarse al hombre colectivo? “

Gramsci analiza los procesos de hegemonía que movilizan la sociedad, e identifica las
relaciones pedagógicas, como hegemonía, partiendo de ahí vale la pena preguntar ¿Por
qué la poca importancia social de la educación para adultos?, puede haber muchas
razones, pero podría adjuntarse la advertencia de que la educación para adultos no es

E. Gabriela Salazar 1921019 DOCENCIA 1


2

esta relación “ mediante las cuales las nuevas generaciones entran en contacto con las
viejas absorbiendo de ellas las experiencias y valores históricamente necesarios, y
madurando y desarrollando una propia personalidad histórica y culturalmente superior.”
Al menos no en teoría, no en concepción, ya que la educación para adultos trabaja con
este hombre que ya ha sido educado este “hombre colectivo” “que ya fue orientado,
purificado de todos los elementos extraños que pudieran contaminarlo para hacerlo
homogéneo” ya forma parte activa de este “conformismo social” por tanto al analizarlo
así, no constituye una prioridad para el Estado como instrumento de racionalización” cuya
función es crear y reproducir un tipo de civilización y ciudadano, por tanto resulta el de
menor utilidad para cumplir el objetivo como sociedad que “el individuo se incorpore al
modelo colectivo”.

Los millennials, son tal vez el caso más evidente, (aunque no todos, por supuesto) como
ejemplo de esta situación, los millennials generación nacida entre 1980-1993, han
alcanzado y rebasado, ya la mayoría de edad, son votables, votados y muchos tienen ya
hijos, sin embargo, no se les trata como adultos.

Como Gramsi, explicaba, cada relación pedagógica, cada madre, es un elemento del
estado, una relación de fuerza y consenso; coerción y persuasión. Anteriormente, la
sociedad, esperaba que sus miembros se convirtieran en adultos, los padres manifestaban
su gusto por que sus hijos crecieran, maduraran, pero los padres tampoco quieren
envejecer por tanto, sus hijos no pueden ser adultos, y se refleja en esta relación
hegemónica molecular.

Aunque la escuela, también contribuye a que el individuo, no asuma su papel como


adulto, no solo al no llamarlo como tal, pues es siempre es el niño, el joven, el alumno, etc
, y ante la clásica concepción de una persona de mayor experiencia-maestro y de menor
experiencia- más joven- alumno, sino también al no hacerlo responsable de su
aprendizaje, pues la educación tiende cada vez más a pasar por alto, las faltas de los
estudiantes en todo nivel, incluso al llegar a terreno laboral.

E. Gabriela Salazar 1921019 DOCENCIA 1


3

Sin embargo podemos ver esta relación de hegemonía, que encamina y prepara o no al
individuo a asumir su papel en la sociedad como adulto activo, que participa de las
decisiones de su comunidad, de su país. Lo persuade “transforma la libertad, la necesidad
de coerción” la libertad, de renunciar a la adultez, a sus responsabilidades pero también a
sus derechos, a la toma de decisiones activa, a la posibilidad, de ser una posibilidad.

“todo el complejo de actividades prácticas y teóricas con las clases la clase dirigente no
solo justifica y mantiene su dominio sino también logra obtener el consenso activo de los
gobernados”

Fuera de la escuela, la cultura del consumismo, pondera la producción de distractores


para adultos, música sin letra, cine de superhéroes tipo marvel, sagas fantásticas, juegos
de realidad virtual, ropa que regresa a la infancia, reencuentros de artistas del pasado,
productos de las caricaturas con las que crecieron, productos para mascotas, que van más
allá de lo necesario, créditos para personas sin ingresos, trabajos que se apoyan más en el
ambiente de trabajo y convivencias que en ofrecer salarios competitivos, etc.

Y es que ser adulto, no es una posición del todo cómoda, es complejo, hay muchas
responsabilidades, sociales, morales, hay que hacerse cargo de sí mismos.

Vivir en este limbo de la no adultez, permite en apariencia tener derechos sin la


responsabilidad, vivir en casa de los padres, no tener hijos, no tener que tener un trabajo
fijo, reconsiderar la elección de carrera, experimentar con la sexualidad, priorizar entre un
celular que bien podría ser enganche de un terreno, para construir el hogar.

Pero por no ser adultos, la actividad social se ve limitada, cada vez hay más
abstencionismo, en relación al voto, hay poca actividad para la preservación del planeta, y
el activismo social se ve reducido a likes en las redes sociales.

La relación de hegemonía como dirección y dominación, se cumple así puntualmente


desde la fórmula de Antonio Gramsci, el poder de decisión y actuación, de los no adultos
queda en manos de los grupos poderosos que dirigen el rumbo de la nación, con el
consenso de las mayorías.

E. Gabriela Salazar 1921019 DOCENCIA 1


4

Tal vez como dice escibe Gramsci a su esposa hace falta que “se les recuerde que han
crecido un año más, que cada vez son menos niños y más hombres”

M de Ibarrola, las dimensiones sociales de la educación: antología, SEP, cultura, 1985. Antonio Gramsci pp. 39-60

E. Gabriela Salazar 1921019 DOCENCIA 1


5

E. Gabriela Salazar 1921019 DOCENCIA 1

Potrebbero piacerti anche