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El artículo 344 del Código de procedimiento civil, establece que las causas de
interrupción de la instancia son dos:
La muerte de una de las partes, y dicha muerte es notificada a la otra parte por acto de
abogado. La muerte del abogado de una de las partes, o incapacidad de este para ejercer
la profesión de abogado, sea por una medida disciplinaria, una decisión del Colegio de
Abogados que lo prive de su exequátur, o la aceptación de un cargo judicial.
Cuando fallece una de las partes, el deceso debe notificarse. El acto de notificación
interrumpe la instancia, aun cuando no se anexe copia del acta de defunción. Aunque, la
parte contraria tiene derecho a exigir la prueba del fallecimiento.
En derecho común el mandato ordinario termina con los poderes del que lo confirió. Por
ejemplo, el mandato otorgado por el tutor cesa a la terminación de la tutela. Cuando se
trate del mandato ad litem, esta regla no se aplica. La cesación de funciones de quien lo
otorgó no pone fin al mandato del abogado puesto que este continúa ocupando por el ex
incapaz mientras no se le revoque el mandato, de acuerdo a lo que estipula el artículo
75.
2. Desistimiento
Es la renuncia por parte del demandante a los efectos del proceso, o por cualquiera de
las partes a los efectos de uno de los actos del proceso.
) - Desistimiento de acción, que es el abandono del derecho como tal. Extingue el proceso
pasado y lo hace imposible hacia el futuro.
b - Desistimiento de instancia, es una renuncia a la situación jurídica creada por la
instancia. Extingue el proceso actual, a partir de la demanda, pero el derecho de acción
en justicia subsiste. O sea, una nueva demanda puede intentarse después del
desistimiento. Se encuentra regulado por el Cód. de Procedimiento Civil (arts. 402 y
403).
c - Desistimiento de actos procesales determinados, es la renuncia a los efectos producidos
por dichos actos. Puede provenir de cualquiera de las partes, e interviene respecto a un
único acto, varios actos o una demanda incidental.
Otra clase de desistimiento es el implícito.
Las condiciones de capacidad y poder son las mismas para el desistimiento de instancia
y el de acción, porque se supone que el desistente tiene la capacidad o el poder para
disponer del derecho litigioso.
En otro orden, el desistimiento tiene que ser aceptado. Para que el desistimiento de
instancia surta efecto, debe ser aceptado por la parte demandada, por lo menos a partir
del momento en que la situación procesal ha alcanzado cierta etapa.
El desistimiento opera sin aceptación cuando se trata del abandono de un acto aislado
del procedimiento, a menos que el acto confiera algún derecho al adversario. Tampoco
es necesaria cuando el desistimiento interviene antes del momento en que la instancia
está ligada entre las partes.
El procedimiento del desistimiento consiste, en asuntos civiles por ante los juzgados de
primera instancia, por actos bajo la firma de las partes o de quienes las representen,
notificados de abogado a abogado, según el artículo 402. Puede ser propuesto por
cualquier otra forma: por acto de alguacil, cartas, etc. Puede ser ofrecido y aceptado en
audiencia, en materia comercial y por ante el Juzgado de Paz, especialmente.
Los principales efectos del desistimiento, aceptado o tenido por aceptado, son:
- Extinción de la instancia, haciendo que se tengan como no intervenidos todos los actos
del procedimiento
- Aniquila retroactivamente los efectos producidos por la citación
- La interrupción de la prescripción no tendrá lugar y continúa corriendo contra el
desistente
- Sumisión a pagar las costas, a cuyo pago se obligará a la parte que haya desistido en
virtud de auto del presidente, presentes las partes o de acto por abogado a abogado.
3. Aquiescencia
Es posible en todas las materias, salvo que implique violación a alguna norma de orden
público.
Quien consiente la aquiescencia, requiere de capacidad para disponer de este derecho,
por ej. Un tutor no puede dar aquiescencia en materia mobiliaria sin el consentimiento
del Consejo de Familia.
4. Perención de la instancia
¿Por quién y contra quién puede invocarse la perención? El demandado es el único que
puede invocar la perención. Puede ser invocada contra todo demandante, el Estado,
municipios, Distrito Nacional, establecimientos públicos, menores (art. 397).
La interrupción del plazo resulta de todo acto válido del procedimiento, emanado del
demandante o demandado, según el art. 399. Estos actos son: constitución de abogado,
notificación de conclusiones, comunicación de documentos, requerimiento de fijación
de audiencia. Cada vez que ocurre uno de estos actos comienza a correr nuevamente el
plazo de la perención.
La perención no opera de pleno derecho. Debe ser pedida por el demandado, en caso de
no ser así, queda cubierta por todo acto del procedimiento susceptible de interrumpirla.
Se requiere que el acto sea regular en cuanto a la forma, anterior a la demanda en
perención, y que forme parte de la instancia.
Efectos de la perención
- Extinción de la instancia a partir del momento de la citación, que la inicia, y aún cuando
la causa se halle en estado
- Pone a cargo del demandante las costas de la instancia perimida
- Aniquila únicamente el procedimiento de la instancia, dejando subsistir el derecho de
acción del demandante, quien podrá incoar una nueva demanda
- Los actos de la instancia perimida, a contar de la citación inclusive, se consideran como
no intervenidos
- El demandante principal es condenado en todas las costas del procedimiento fenecido
Cuando hay varios demandantes o demandados, la perención no puede ser pronunciada
contra uno solo de los demandados. Por otro lado, si el plazo de la perención ha
transcurrido en provecho de todos los demandados, la demanda en perención incoada
por uno de ellos beneficia a los demás.
Por ante el Juzgado de Paz, el plazo de perención es de cuatro meses, contados desde la
fecha del interlocutorio. No tiene que ser demandada, ni puede ser suspendida ni
cubierta, puesto que opera de pleno derecho.
Es una manera de extinción aplicable solamente a los derechos sustantivos de las partes,
no a las relaciones jurídicas envueltas en la instancia, como etapa del proceso. Sin
embargo, la instancia, al crear una serie de relaciones jurídicas entre las partes, es
susceptible de prescribir, por aplicación del artículo 2262 del C. C. que dice: “Todas las
acciones, tanto reales como personales, se prescriben por veinte años, sin que esté
obligado el que alega esta prescripción a presentar ningún título ni que pueda
oponérsele la excepción que se deduce de la mala fe”.