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COMO CONSOLIDABA LA IGLESIA PRIMITIVA

Texto: Hechos 2:37-42.

Cuando una persona hace su decisión por Cristo, el trabajo de la iglesia es


consolidar la fe de estos hermanos, recuerden ustedes que en la parábola del
sembrador se menciona a personas que escuchan la palabra y que Satanás quita
rápido la palabra de sus corazones, el nuevo creyente que comienza a asistir a la
iglesia necesita ayuda para que su fe se consolide.

Consolidar es afirmar la fe de las personas que comienzan a buscar una relación


con Dios y velar por ellos. Esto es nuestro trabajo una vez que alguien comienza
en la vida cristiana.

El propósito de la consolidación es que los que comienzan en el cristianismo


permanezcan, que el nuevo creyente no desista, sino que siga firme en su
decisión de ser fieles cristianos.

La consolidación de su fe no se da por ofrecer un curso, ni por que asistan solos


a los cultos, la consolidación se da por la relación de amor de la iglesia hacia la
persona que comienza a asistir. Consolidar es una acción humana, cálida, que
nace del amor.

La persona que inicia en el cristianismo es un recién nacido que necesita los


cuidados cálidos de la iglesia, un niño puede vivir por los tiernos cuidados de su
madre, una madre que no ama a su hijo lo descuida y este muere, una iglesia en
la que se mueren los nuevos creyentes dice de esa iglesia que no ama como Dios
quiere que ame.

La iglesia si tiene el corazón de Dios, tendrá el mismo sentir del


Padre, y el deseo de Dios es: Que todos sean salvos (1 Timoteo 2:3-4),
Dios ama a cada ser humano, pues es su creación, Dios les dio vida, los trajo a la
existencia, y el deseo de Dios es que estos sean salvos, no quiere que nadie
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento, Dios está muy interesado
en la salvación de las personas y esa es la razón por la que existe la iglesia, para
que por medio de los que creemos la gente venga a Dios, la iglesia que tiene el
mismo sentir de Dios debe de procurar la salvación de las personas, la
evangelización no es un plan, no es una estrategia, la evangelización es un estilo
de vida, es compartir lo bueno que Dios es con nosotros, de cómo nos ha
cambiado, y la paz y la felicidad que nos ha dado.

En el dialogo cotidiano con las personas sale a la luz sus necesidades, sus
problemas de salud, sus problemas económicos, sus problemas familiares, ellos
nos comparten sus problemas porque buscan ayuda, porque quieren oración y
escuchar consuelo, cuando la gente nos comparte sus luchas es la oportunidad
para hablarles que Dios él puede ayudarles, debemos orar para que Dios nos dé
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oportunidad de hablar del evangelio, no debería pasar una semana sin


compartir nuestra fe, si a usted de manera natural le sale compartir su fe cuando
la gente le cuanta sus luchas, sus vivencias, tiene el sentir del padre, usted como
Dios aman a las personas y están en el mismo sentir de desear la salvación de
todos.

La iglesia si tiene el corazón de Dios, tendrá el mismo sentir del


Padre, y el deseo de Dios es: que de los salvos ninguno se pierda
(Mateo 18:14), nuestro trabajo es cuidar al nuevo convertido, velar por ellos,
estar al pendiente, para que si algo está debilitando su fe, les ayudamos a
permanecer.

El método de los doce fue para que Jesús cuidara de los discípulos, y les ayudara
a desarrollar su fe guiándoles a alcanzar la madurez, Jesús dio cuentas (Juan
17:12), en este pasaje encontramos verdades interesantes, Jesús testifica que
su trabajo consistía en cuidar a los doce, Jesús cuando creyeron los
discípulos no los dejo solos, estuvo al pendiente, Jesús dice que el padre les
dio a los discípulos, y esto es una verdad muy hermosa, porque los nuevos
creyentes Dios nos lo confía ¿Usted confiaría a un bebe a cualquier persona? No,
nos cercioraríamos que sean personas responsables, cada nuevo creyente es una
gran responsabilidad para la iglesia, y una gran confianza que Dios nos está
teniendo, y es muy posible que en una iglesia donde no se cuidara de los recién
convertidos la gente no se convierta, tenemos que cuidar a los nuevos
convertidos, amarlos, para que Dios pueda confiarnos a muchos. El cuidado
consiste en estar al pendiente del nuevo creyente, si su coprazón esta bien o algo
lo esta contaminando, motivarle a leer su biblia, a orar, a que se congregue,
advertiles de malas compañías y consejos de personas que dicen ser cristianas,
hasta que lleguen a la madures y puedan ellos cuidar su relación con Dios.

Cada nuevo creyente, Dios nos los confía para cuidar de ellos y hay si no
hacemos bien el trabajo, pues si los hacemos tropezar, dice Jesús sería mejor,
que sería más favorable que lo castigaran hombres arrojándolo al mar atado al
cuello una piedra, pues esto no se compara con lo que le espera, que es la
condenación eterna. (Marcos 9:42).

La iglesia primitiva nos da ejemplo de cómo consolidaban la fe de los


nuevos, el que creía, se quedaba en la iglesia, no regresaba al mundo, porque la
labor era muy buena, de este ejemplo hay que aprender.

La iglesia predicaba la palabra. Cuando vino el espíritu santo sobre los


discípulos, la gente se preguntaba que pasaba, y Pedro inspirado compartió la
palabra, y se convirtieron en la primera predicación como tres mil personas
(Hechos 2:37-41), en ese día Dios les confió muchísimos bebes, a los que tenían
que cuidar.

Fueron bautizados. El bautismo es un testimonio público que él creyente


renuncia al mundo y que ahora pertenece a la familia de la fe, la iglesia primitiva
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estaba aceptando a esta multitud como su familia, los estaba acogiendo, les
resabian como parte de ellos.

A los nuevos creyentes les enseñaban la doctrina, la iglesia comenzó a


enseñarles las escrituras a los nuevos creyentes, para que ellos conocieran la
voluntad de Dios y vivieran de acuerdo a esta, le dieron seguimiento, se
interesaron en que cada convertido conociera su fe.

Desarrollaron relaciones, perseveraban en la comunión unos con otros,


desarrollaron lasos de amistas, los hermanos se amaban mucho, sus relaciones
no eran frías, en ellos creció el afecto, esto era un testimonio al mundo, al
mundo frio, desinteresado, donde se ve al otro en problemas y no se hace nada
por él, los creyentes tenían afecto profundo entre ellos.

Partían el pan, compartían las bendiciones, el amor entre ellos les lleva a
compartir también la mesa, en oriente invitar a alguien a comer significaba
aceptarles, los hermanos se aceptaban.

Hacían oraciones. Pero eran reuniones que edificaban, no se reunían a


hablar mal de los hermanos, o a contaminarse con lo que decían, también
después de convivir podían orar, pues sus reuniones eran sanas. Se edificaban,
se fortalecían, oraban por sus necesidades.

No hay nada más frustrante que una iglesia que no evangeliza, una iglesia que
no habla de su fe, no desea la salvación de las personas, la iglesia evangeliza
cuando se llena de la pación de Dios, es decir se llena de él amor de Dios y
hablar de Cristo resulta muy natural.

Pero el trabajo no termina ahí, una vez que la persona acepta a Cristo, el
esfuerzo es mucho mayor para cuidar de ellos. Una vez que la persona se
congrega debemos cuidar, en primer lugar con nuestra conducta, debemos ser
ejemplo, dos personas discutieron estando presente una hermana nueva en la
fe, lo que aleja a las personas son los malos testimonios, entonces nos
comprometamos a ser ejemplos, modelos de fe, cuidemos nuestra conducta, que
esta agrade a Dios.

Necesitamos comenzar relaciones con los nuevos, si usted no tiene relaciones


con los cristianos, no está siguiendo el ejemplo de Jesús que cuido de los doce y
la de sus discípulos que cuidaron a los convertidos, en la comunión las personas
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se edifican, se apoyan, se sostienen, no tener relaciones dice que es apática, que


es conflictiva.

Existe un árbol que es muy alto pero al mismo tiempo muy débil, cuando un
árbol crese solo el viento lo derriba, pero cuando crese con los demás, las raíces
se cruzan y se vuelven muy fuertes, Dios quiere que sus hijos tengan comunión,
pues ahí somos fortalecidos, si dejamos solos a los nuevos creyentes, van a caer.
Necesitamos que todo esto este envuelto en un espíritu de oración, esto es lo que
vuelve a las relaciones cristianas un espacio de crecimiento, de fortalecimiento.

Yo les animo a que pongan de su parte, a que se interesen en los nuevos


creyentes, a que creen relaciones con ellos, y que les ayuden a permanecer en el
señor.

Recuerden que Dios pone a los recién convertidos a nuestro cuidado y Jesús
desea que no perdamos a ni uno.

Es un fracaso nuestra iglesia, si Dios nos evalúa como iglesia y nos dice, están
cuidando de los nuevos y las cuenta que entregamos es la verdad somos fríos, no
nos interesamos por los demás y por lo mismo ninguno se queda.

Entreguemos buenas cuentas, si la iglesia sigue el ejemplo de la iglesia


primitiva, el que venga se queda y la iglesia va a irse para riba hasta que también
nosotros seamos contados por miles como creció la iglesia primitiva.

La iglesias mas chicas del distrito son las que tienen treinta o menos miembros,
el segundo nivel son las que tiene 100 a 150 miembros. y nosotros queremos
salir de ese bache y llegar al siguiente nivel, estas iglesias les cuesta salir y el
siguiente nivel son las que tienen 200 a trescientos miembros y las más grandes
más de 400 miembros, pero nos pongamos como meta salir del bache de los
treinta y llegar a los de 100 miembros, a estrategia que quien venga lo cuidemos
para que permanezca, pero eso lo necesita hacer toda la iglesia, todos debemos
edificar.

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