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LAS NORMAS JURIDICAS

El Derecho intenta establecer un orden social, siendo el criterio


de ordenación, precisamente, el fijado por las normas jurídicas;
este criterio ordenador puede variar según cuáles sean los fines
que se quieran alcanzar. Así, en ocasiones, las normas prohíben
la realización de determinadas conductas (normas como las que
castigan el homicidio, la violencia de género, etc.), en cambio, en
otras ocasiones, las normas estimulan determinados
comportamientos (por ejemplo, las bonificaciones en las cuotas a
la seguridad social de las empresas que contratan a personas con
especial dificultad para entrar en el mercado laboral). Es decir,
puesto que los fines sociales pueden ser diversos, también el
contenido de las normas jurídicas puede variar, tanto por el
momento histórico, como por el país para el que se dictan. Si
pretendemos una definición de las normas jurídicas, podríamos
decir que son un medio de regulación de conductas humanas, ya
que prescriben o establecen qué comportamientos deben o
pueden ser realizados y cuáles han de ser omitidos.

Hemos dicho que las normas jurídicas regulan conductas


humanas, pero no todas las actuaciones humanas son reguladas
por normas jurídicas, sino solamente aquellas que tienen una
trascendencia jurídica para el conjunto social. Así, una pareja de
novios que rompe no es una conducta que merezca la atención
del mundo jurídico, independientemente del dolor que puedan
sentir los miembros de aquella pareja; sin embargo, si los que
rompen son un matrimonio, sí que afecta al conjunto social y se
encarga de regular esa situación por medio de normas jurídicas,
ya que esta ruptura afecta a aspectos como relaciones con
terceros, posibles hijos, adjudicación de bienes, etc.; aspectos
que sí le importan a la colectividad.
Las normas jurídicas pueden ser imperativas, que ordenan una
determinada conducta o prohíben algo, y cuyo cumplimiento ha
de seguirse estrictamente, o bien normas dispositivas, es decir,
que establecen posibilidades de actuación en las que el sujeto
puede elegir libremente.
Cuando las normas jurídicas están vigentes producen plenos
efectos, independientemente de que los destinatarios de las
normas las conozcan o no, ya que, si las personas pudiesen
escudarse en el desconocimiento para no cumplir con las
normas, el Derecho no cumpliría con sus fines de organización de
la vida social.
En cuanto a la estructura de las normas, según Hans Kelsen
podría formularse siguiendo el siguiente esquema: “Si se
produce un determinado supuesto de hecho (H) debe darse una
concreta consecuencia jurídica (C). Donde el supuesto de hecho
es la hipótesis establecida por la norma cuyo cumplimiento o
incumplimiento generará unas consecuencias jurídicas previstas,
Es decir, que el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica se
relacionan a través de un nexo de “deber ser”.
Las normas se pueden clasificar de muy diversos modos, si
atendemos al criterio del órgano del emanan puede distinguirse
entre:
Leyes: entendiendo por tales, en sentido amplio, a cualquier tipo
de norma jurídica dictada por los órganos legislativos o
administrativos competentes en cada caso.
Normas consuetudinarias: las que se originan a través de la
costumbre jurídica Podemos incluir otros tipos de normas con
fuerza de obligar
Normas jurisprudenciales: que proceden de la actividad judicial,
realizada por los Juzgados y Tribunales por medio de sus
resoluciones de obligado cumplimiento.
Normas contractuales: son las disposiciones contenidas en las
estipulaciones establecidas por las partes en los contratos, que
tienen fuerza para obligar a los contratantes.
Todas las normas jurídicas, independientemente del tipo o clase
de que tratemos, se elaboran para regular las conductas de las
personas en un espacio y tiempo determinados.

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