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ESTUDIO DE JOVENES SÁBADO, 30 DE MAYO DEL 2020

Buenas noches jóvenes, en esta oportunidad vamos hablar de un tema muy importante,
que es una realidad en el tiempo que nos encontramos: LOS CONFLICTOS EN LA
RELACION FAMILIAR.
Por lo que surge una pregunta: ¿Qué ocasiona los conflictos en las familias?
1. Necesidad Económica (por falta de trabajo, pagos retrasados, deudas que se
acumulan por nuestra falta de ingresos).
2. Pésima relaciona padres a hijos.
3. Pésima relación entre hermanos.
4. Pésima relación entre miembros de la familia
5. Angustia y Ansiedad, sobre todo por el momento en que nos encontramos.
Todos los puntos antes mencionados que afectan nuestra relación como familia ¿Desde
cuándo empezó? podríamos hacernos esa pregunta, siempre hubo esas dificultades, la
verdad es que, no siempre fue así. Actualmente podemos observar que el hombre ha
perdido a Dios entre las maravillas de su mundo, sus proyectos, sus deseos, por lo que ha
olvidado lo más primordial, lo más necesario e importante en su vida, lo cual podríamos
describir con dos textos de la biblia:
El primero se encuentra e:
Mat 6:33. “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas”. Vemos el orden de prioridad de las cosas, pero a veces nos olvidamos de
Dios y su palabra y surgen las dificultades a nuestras vidas.
Dios no nos da las cosas que caprichosamente le pedimos, sino las que verdaderamente
necesitamos. Y cuando nos ocupamos primeramente del reino de Dios, él toma a su cargo
todas nuestras necesidades materiales. Así que debemos ocuparnos de las cosas del Señor
que él se ocupará de las nuestras.
También vemos en el texto una La promesa que Dios nos da (y todas estas cosas os serán
añadidas, v. 33) es el antídoto para eliminar y evitar la ansiedad. Nosotros debemos
someternos incondicionalmente a Dios y buscar su voluntad. Entonces nuestro padre
Celestial va proveer todo lo que sea esencial para que nosotros cumplamos su voluntad.
Un hombre que confía en Dios, puede gozarse de provisiones abundantes, o soportar
provisiones mínimas, pero serán en todo momento suficientes. (ver Fil. 4:10–13).
Veamos que dice Filipenses 4: 10-13
Flp 4:11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera
que sea mi situación.
Flp 4:12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado,
así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para
padecer necesidad.
Flp 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Tenemos que aprender algo muy importante acerca de Dios, Dios no promete proveer
“todas las cosas”, ni “todo lo que deseamos”, sino “todas estas cosas”. Y que son “Estas
cosas” se refiere concretamente a las cosas que tiene que ver con la Necesidad primordial
que tenemos como seres humanos la comida y ropa. También es necesario observar el
cuidado de Dios para aquellos que confían en el permítanme citarles una ilustración: “Se
oyó en un huerto una conversación entre dos gorriones, descansando sobre una rama en
un árbol alto. Mientras observaban a la gente que caminaba apurada y nerviosa por el
huerto, uno dijo al otro: — dime, ¿por qué piensas que la gente camina así, nerviosa y
preocupada? El otro le respondió: —No lo sé con certeza, pero debe ser porque no tienen
a un Padre Celestial que los cuida, como a nosotros”.
Segunda frase:
Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si
Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”, que observamos en estos
versículos, vemos la frase En vano trabajan… una advertencia importante para los que no
conocen a Dios, que quieren construir grandes negocios o casas lujosas, pero también se
aplica a los cristianos que tratan de construir grandes obras de Dios sin ser guiados por
Dios y sin ser llenos del Espíritu Santo. Los resultados del esfuerzo humano siempre
tendrán resultados limitados, pero lo que se hace por Dios y en el poder de él tendrá
abundante fruto de valor eterno.
De todo lo mencionado surge otra pregunta ¿Cómo solucionar los confitos en la relación
familiar?, ¿Qué debemos hacer?, erróneamente las personas buscan soluciones
equivocadas en costumbres que no agradan a Dios y se olvidan de quien creo al hombre,
quien estableció la primera familia en el mundo y que responsabilidades se les asigno a
cada miembro de la familia.
Veamos que dice Dios acerca de la familia, según Deuteronomio, específicamente en el
capítulo 11, en los versículos 18 al 21.
Introducción:
Primeramente, vemos que la familia es primordial en el plan de Dios. No es sorprendente
que la responsabilidad para la educación de la fe de Israel, en ese entonces, fue dada a los
padres de familias.
Que dice en el versículo 18: “Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y
en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre
vuestros ojos”
Dios quiere que su Palabra esté en el corazón del hombre. El no desea una fe fingida
sino auténtica.
v. 19: “Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa,
cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,”
Dios quiere que los padres enseñen la Palabra de Dios en el ambiente y los hábitos de la
familia.
Implícito en esta descripción está un ambiente de paz y amor, que debe haber en toda
familia. "Sentado en tu casa o andando por el camino." La descripción nos sugiere una
relación estrecha entre los padres y los hijos. Otra vez repetimos, ha de existir un
ambiente de amor.
Además del amor, la honestidad, y la fe debe existir hábitos para impartir la palabra del
Señor. Cuando te acuestes, y cuando te levantes, y sentado en casa, nos sugiere la
enseñanza planeada y específica además de las charlas no planeadas. La familia debe dar
gracias antes de comer. Deben leer juntos la Palabra del Señor y orar.
El v. 19 nos dice que debemos hablar de la Palabra de Dios. Debemos recordar que esto
ocurrió aun antes de que la gente tuviera la ley escrita, los mandamientos.
En el versículo 20, dice: “y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” se
habla de maneras de escribir la palabra divina. Hoy día no empleamos precisamente los
mismos métodos mencionados. Sin embargo, la música, el arte y la literatura en la familia
deben enseñar la fe cristiana.
La familia debe ser fortalecida por y para la obra de la iglesia. La iglesia y la familia deben
colaborar estrechamente en la enseñanza espiritual, aquí estamos incluidos todos no
solamente nuestros padres, aun mas si somos los únicos que conocemos a Dios.
Vemos que, El pueblo de Israel tenía el reto de culturas paganas a su alrededor que
desafiaron el nombre de Dios. Nosotros actualmente tenemos a nuestro alrededor
sociedad que permiten el nombre de Dios. Sin embargo, nuestra vida diaria está dominada
por secularismo y materialismo. Debemos establecer de nuevo la prioridad de la familia y
que Cristo sea Señor de la casa.
Por ultimo para resumir mencionaremos los puntos más importantes:
- Un hombre que confía en Dios, puede gozarse de provisiones abundantes, o soportar
provisiones mínimas, pero serán en todo momento suficientes.

- Los resultados del esfuerzo humano siempre tendrán resultados limitados, pero lo que
se hace por Dios y en el poder de él tendrá abundante fruto de valor eterno.

- Dios quiere que su Palabra esté en el corazón del hombre. El no desea una fe fingida
sino auténtica.

- Debemos examinar nuestra vida familiar. La televisión a veces es el centro de la familia.


No podemos vivir en el pasado. Sin embargo, debemos cuidar la calidad de lo que entra
a nuestras casas por la televisión y otros medios masivos de comunicación.

- Debemos establecer y mantener costumbres cristianas para la familia. Estas deben


incluir la lectura de la Biblia, la oración y la adoración con otros cristianos.
- Debemos mantener la familia como un lugar de confianza. Como padres debemos
exponer y practicar las enseñanzas de la Biblia. Sin embargo, cuando nuestros hijos
fracasan deben saber que el hogar es un lugar donde hay perdón.

Y termino con una historia y a la espera de sus aportes al tema expuesto.

 Me acuerdo muy bien del servicio militar de mi hermano mayor en Europa durante
la Segunda Guerra Mundial. Aunque era niño sabía que la nación pasaba por una
crisis. Hasta la fecha puedo oír en mi memoria las oraciones de mi padre en el
culto familiar orando fervorosamente por la nación y por mi hermano. Muchas
veces encontré a mi madre llorando a solas. La lectura de los periódicos no ayudó a
la crisis familiar. Mi hermano estuvo en lugares peligrosos donde muchos jóvenes
perdieron sus vidas. Un día llegó una carta que fue motivo de consuelo para mis
padres. La carta de mi hermano decía: "Quiero que sepan que cuando voy a la
batalla llevo conmigo los recuerdos de una familia cristiana. Recuerdo a mi padre
dirigiendo y orando en el culto familiar. Llevo conmigo las historias de la Biblia que
aprendí de mi madre." Gracias a Dios que regresó después de la guerra sin heridas
físicas. Toda su vida ha sido un fiel cristiano en su hogar e iglesia. El consuelo de la
carta para mis padres fue la seguridad de que él estaba listo para vivir o para
morir. No hay herencia más preciosa que un hogar cristiano.

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