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Fallo : 899-2010.

-
veintisiete de mayo de dos mil diez.
Cuarta Sala
MATERIAS:

- PLAZO PARA REQUERIR INSCRIPCIÓN DE PERTENENCIA MINERA DEBE


CONTARSE DESDE FECHA DE DICTACIÓN DE SENTENCIA
RECTIFICATORIA.-
- INSCRIPCIÓN DE SENTENCIA DEBE SER ÍNTEGRA, DEBE CONTENER
TANTO SENTENCIA CONSTITUTIVA COMO AQUÉLLA QUE LA RECTIFICÓ.-
- SENTENCIADORES DEL GRADO DECLARARON CADUCIDAD DE
PERTENENCIA MINERA DE DEMANDADO, NO OBSTANTE QUE SE REQUIRIÓ
INSCRIPCIÓN DENTRO DEL PLAZO LEGAL.-
- FALTA DE CONCURRENCIA DE PRESUPUESTOS LEGALES PARA DECLARAR
CADUCIDAD DE CONCESIÓN DE PERTENENCIA MINERA.-
- PETICIÓN DE INSCRIPCIÓN DE PERTENENCIA MINERA SE LLEVÓ A
EFECTO DENTRO DEL PLAZO LEGAL.-
- IMPOSIBILIDAD DE CONSIDERAR FECHA DE DICTACIÓN DE SENTENCIA
CONSTITUTIVA COMO DE INICIO DEL PLAZO.-
- DICTACIÓN DE SENTENCIA CONSTITUTIVA DEBIÓ NOTIFICARSE POR
ESTADO DIARIO, LO QUE NO SE REALIZÓ.-
- NINGÚN PLAZO PUDO INICIARSE SI NO SE PRACTICÓ NOTIFICACIÓN
QUE DETERMINABA LEY, MÁXIME SI LUEGO FUE OBJETO DE
RECTIFICACIÓN.-

RECURSOS:

RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO CIVIL (ACOGIDO).-

TEXTOS LEGALES:

CÓDIGO CIVIL, ARTÍCULO 49.-


CÓDIGO DE MINERÍA, ARTÍCULOS 86 INCISO 4º, 88, 89 Y 160.-
LEY Nº 18.097, LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL SOBRE CONCESIONES
MINERAS, ARTÍCULO 18 LETRA B).-
REGLAMENTO DE MINERÍA, ARTÍCULO 103 INCISOS 2º Y 3º.-

JURISPRUDENCIA:

"Que, en este caso, el demandado para cumplir con la


obligación impuesta en el inciso primero del artículo 89 del
Código de Minería, el plazo debe necesariamente contarse
desde la fecha de dictación de la sentencia rectificatoria,
es decir, el día 6 de enero de 2003; y, habiéndose requerido
la pertinente inscripción, el día 6 de mayo de 2003, debe
necesariamente concluirse que se llevó a efecto dentro del
plazo legal." (Corte Suprema. Considerando 16º).
"Que no es posible considerar como fecha de inicio del
plazo en estudio, la de la dictación de la sentencia
constitutiva como lo hicieron los jueces del fondo, porque,
por expresa disposición del inciso cuarto del artículo 86 del
Código de Minería, ésta debió notificarse por el estado
diario, lo que no se realizó, de modo que ningún plazo pudo
iniciarse si no se practicó la notificación que determinaba
la ley, máxime si como se ha dicho, aquélla luego fue objeto
de rectificación." (Corte Suprema. Considerando 17º).

"Que por último, es necesario considerar lo que


previenen los incisos segundo y tercero del artículo 103 del
Reglamento de Minería, que al efecto señalan:

"La sentencia constitutiva y el acta de mensura de la


respectiva pertenencia minera serán objeto de una misma
inscripción.

Cuando la sentencia constitutiva y el acta comprendan


varias pertenencias, se hará de todos modos una
inscripción"." (Corte Suprema. Considerando 18º).

"Que del tenor de esta normativa se desprende que el


legislador sólo contempla que se efectúe una sólo
inscripción, sin posibilidad de modificación o alteración, de
modo que es de toda lógica que la inscripción que en este
caso se lleve a efecto de la sentencia, debe ser íntegra, es
decir, que no sólo esté referida a la constitutiva sino
también a aquélla que la rectificó." (Corte Suprema.
Considerando 19º).

"Que de acuerdo con todo lo anteriormente razonado se


concluye que los sentenciadores del grado, al declarar la
caducidad de la pertenencia minera del demandado, no obstante
que requirió la inscripción dentro del plazo legal,
incurrieron en error de derecho al aplicar falsamente el
artículo 89 del Código de Minería, lo que tuvo influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo ya que condujo, a
acoger una demanda que era del todo improcedente." (Corte
Suprema. Considerando 20º).

"Que, en el caso en estudio, el plazo a que se refiere


el inciso primero del artículo 89 del Código de Minería, se
inició el día 6 de enero de 2003, fecha en que el Tribunal a
quo, dictó la resolución que procedió a rectificar la
sentencia constitutiva, de modo que al requerirse la
inscripción el día 6 de mayo de ese mismo año, no concurrían
los presupuestos legales para declarar la caducidad de la
concesión de la pertenencia minera del demandado como lo
pretendió el actor." (Sentencia de reemplazo. Considerando
3º).

MINISTROS:

Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada


por los Ministros señores Urbano Marín V., Patricio Valdés
A., señoras Gabriela Pérez P., Rosa María Maggi D., y el
Abogado Integrante señor Patricio Figueroa S.

TEXTOS COMPLETOS:

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

Rancagua, diecisiete de diciembre de dos mil ocho.

VISTOS:

A fojas 12 y siguientes, comparece don Jorge Carlos


Beseler Valdivia, casado, abogado, domiciliado en calle
Huérfanos Nº 1160, oficina 611, de la ciudad de Santiago,
interponiendo, en procedimiento sumario, demanda de caducidad
de la concesión minera de explotación denominada "Arcilla
Siete 1 al 10", que tiene como titular a la Sociedad Minera
Copiapó S.A., sociedad del rubro de su denominación,
representada por don Raúl Berrios Villarroel, abogado, ambos
domiciliados en Amunátegui Nº 178, 5o Piso, Santiago,
acogerla a tramitación y en definitiva dar lugar a ella
declarando dicha caducidad y como consecuencia de ello,
ordenar la cancelación de la inscripción que rola a fojas 19
vuelta Nº 7, del Registro de Propiedad del Conservador de
Minas de Rancagua, correspondiente al año 2003, con costas.

Alega, que con fecha 31 de octubre de 2002, el señor


Juez del Tercer Juzgado de Letras de Rancagua, dictó la
sentencia que declaró constituida la concesión minera de
explotación "Arcilla Siete 1 al 10", y aprobó el plano y acta
de mesura, teniendo como titular la sociedad Cominor
Ingeniería y Proyectos S.A., ordenándose en ella su
publicación en extracto en la forma indicada en el artículo
90 del Código de Minería y su inscripción en registro que
lleva el Conservador de Minas de Rancagua. Agrega que con
fecha 23 de diciembre de 2002, el representante de la
sociedad. Cominor Ingeniería y Proyectos S.A., presentó un
escrito por medio del cual alegó, ante el mismo juez del
Tercer Juzgado de Letras de Rancagua, que la referida
sentencia constitutiva de la concesión minera "Arcilla Siete
1 al 10", no habla podido cumplirse, por lo que solicitó
rectificación de la misma sentencia, en el sentido de
enmendar en ella el nombre de la calle que corresponde al
domicilio de la sociedad, rectificar el nombre de la sociedad
y también el de la comuna en que está situado el punto de
interés. Que con fecha 23 de diciembre de 2003, el tribunal,
proveyendo la solicitud de rectificación de la sentencia
presentada por Cominor S.A., resuelve "Como se pide, autos",
señala que con fecha 6 de enero de 2003, el Señor Juez, dictó
una resolución complementa y rectifica la sentencia de fecha
31 de octubre de 2002, que rola a fojas 54, en el sentido de
indicar que el domicilio de la peticionaria es calle
Amunátegui, el nombre de la peticionaria es Cominor
Ingeniería y proyectos S.A., y el punto de interés se sitúa
en la comuna de Machali, y no como erróneamente se indicó.
"Téngase como parte integrante de la que se rectifica". Que
con fecha 6 de mayo de 2003, el representante de la sociedad
Cominor Ingeniería y proyectos S.A. presentó para su
inscripción en el Registro de Propiedad del Conservador de
Minas de Rancagua tanto la sentencia constitutiva de la
concesión minera de explotación "Arcilla Siete 1 al 10" de
fecha 31 de octubre de 2002 como asimismo la resolución
"complementaria" de fecha 6 de enero de 2003, y asimismo, el
acta y plano de mesura; inscribiéndose finalmente en dicho
registro con esa misma fecha a fojas 19 vuelta Nº 7 del
mencionado Registro y Conservador.

Agrega, que la Sociedad Cominor Ingeniería y Proyectos


S.A. infringió con su actuar las normas legales, tal
infracción consiste en no haber requerido la inscripción de
la sentencia constitutiva de la concesión minera de que era
titular (Arcilla siete 1 al 10), en el registro de propiedad
del Conservador de Minas de Rancagua dentro del plazo fatal
de 120 días que tenía para ello, contados desde la fecha de
la sentencia constitutiva; incurriendo así en un vicio que
expresamente acarrea la caducidad de la concesión minera.
Señala que habiéndose dictado sentencia con fecha 31 de
octubre de 2002, se debió requerir su inscripción dentro del
plazo que terminó el 28 de febrero de 2003, lo cual no
ocurrió, sólo una vez transcurridos 186 días desde que fuera
dictada aquella sentencia y 66 días de haber vencido el plazo
legal de 120 días que tenía para ello, se requirió dicha
inscripción, estando fuera de tal plazo fatal.
A fojas 41, tiene lugar la audiencia de rigor, con la
asistencia de la parte demandante y en rebeldía de la parte
demandada. La demandante ratifica la demanda en todas sus
partes, solicitando en definitiva se acoja con expresa
condenación en costas. El Tribunal tiene por contestada la
demanda en rebeldía de la parte demandada. Llamadas las
partes a conciliación, esta no se produce, atendida 1a.
rebeldía de la demandada.

A fojas 43, se recibe la causa a prueba.

A fojas 94, se cita a las partes para oír sentencia.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que a fojas 12 y siguientes, comparece don


Jorge Carlos Beseler Valdivia, ya individualizada,
interponiendo demanda en procedimiento sumario de caducidad
de la concesión minera de explotación denominada "Arcilla
Siete 1 al 10", que tiene como titular a las Sociedad Minera
Copiapó S.A., ya individualizada; acogerla a tramitación y en
definitiva dar lugar a ella, declarando dicha caducidad y,
como consecuencia de ellos, ordenar la cancelación de la
inscripción que rola a fojas 19 vuelta, Nº 7, del Registro de
Propiedad del Conservador de Minas de Rancagua, de acuerdo a
los hechos reseñados en los expositivo del fallo.

SEGUNDO: Que, la parte demandante en apoyo a su


pretensiones rinde la siguiente prueba documental, no
objetada, a fojas 1 y siguientes, consistentes en: 1.- Copia
de la inscripción de la sentencia constitutiva de la
concesión minera de explotación "Arcilla Siete 1 al 10", de
fecha 31 de octubre de 2002; 2.- Copia de la sentencia
rectificatoria y complementaria de fecha 6 de enero de 2003.

TERCERO: A fojas 41 tiene por contestada la demanda en


rebeldía de la parte demandada.

CUARTO: Que, la demandada no ha rendido prueba alguna.

QUINTO: Que, para resolver la pretensión del


demandante, es necesario determinar si el plazo de 120 días,
que establece el artículo 89 del Código de Minería, para
inscribir, se cuenta desde la dictación de la sentencia
primitiva, lo que sucedió el 31 de octubre de 2002, o desde
el 06 de enero de 2003, fecha en que se dictó sentencia
complementaria y rectificatoria.
SEXTO: Que, el ya mencionado artículo, establece que la
inscripción de la sentencia debe requerirse dentro del plazo
fatal de 120 días, el que se cuenta desde la fecha de primera
instancia o desde el cúmplase cuando hay fallo de segunda
instancia, sin colocarse en ninguna otra situación fáctica.

SÉPTIMO: Que, en este orden de ideas, y conforme lo ha


resuelto la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Rancagua en
falle de fecha 7 de diciembre de 2007, "la forma de
contabilizar el plazo de 120 días, se refiere a la situación
normal del procedimiento de constitución de la propiedad
minera, pero cuando ocurren situación diversas que impiden
que se pueda contar el plazo de la manera indicada en la
disposición legal, es deber de la judicatura establecer la
correcta interpretación, a fin de darle sentido a la
existencia de una sentencia rectificatoria y a la intención
del legislador minero, que no ha sido otra que se constituya
el dominio de manera sana".

OCTAVO: Que, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo


89 del en atención a que la inscripción de la sentencia debe
requerirse dentro de plazo fatal de 120 días, el que, se
cuenta desde fecha de primera instancia o desde el cúmplase,
cuando haya fallo se segunda instancia. Pero la realidad
procesal, de acuerdo a la prueba documental llegada a fojas 1
y siguientes y pormenorizada en el motivo segundo, nos indica
que el interesado en constituir la propiedad minera pidió
rectificación de la sentencia constitutiva a fin de corregir
los errores que se precisan en la solicitud pertinente, lo
que en la especie, fue enmendar el nombre de la calle que
corresponde al domicilio de la sociedad, rectificar el nombre
de la sociedad y también de la comuna en que está situado el
punto de interés,, todos aspectos relevante, tratándose de
las propiedades mineras, razón por la cual, en su momento tal
rectificación y complementación se tuvo como parte integrante
del que se rectifica, lo que en consecuencia hace nacer
nuevamente el plazo de 120 días, lo que impide la ocurrencia
del vicio invocado como fundamento de la caducidad.

NOVENO: Que atendido a lo razonado en el motivo


precedente, y antecedentes expuestos, deberá rechazarse la
demanda de caducidad de concesión minera.

Y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 82 y


siguientes, 144, 171, 341 y siguientes, 426, 697 del Código
de Procedimiento Civil; 1698, 1712 del Código Civil, 89 del
Código de Minería, se declara:

Que, no ha lugar, a la demanda deducida en lo principal


de fojas 12 y siguientes, sin costas, por existir motivo
plausible para litigar.

Regístrese, notifíquese personalmente o por cédula si


no se, apelare.

Dictada por doña NATALIA RENCORET OLIVA, Juez Titular;


Autoriza doña CAROLYN MEDINA DUARTE, Secretaria Titular.

SENTENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES:

Rancagua, once de diciembre de dos mil nueve.

VISTOS:

Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de


los motivos séptimo, octavo, noveno y décimo que se suprimen
y se tiene en su lugar, y, además presente:

PRIMERO: Que los alcances de la controversia en estos


autos, tienen estricta relación con la manera de contar el
plazo señalado en el artículo 89 del Código de Minería, y no
se discute que la sentencia constitutiva de la concesión
minera de explotación denominada "Arcilla Siete 1 al 10" de
fecha 31 de octubre de 2002, fue presentada para requerir la
inscripción correspondiente el día 6 de mayo de 2003 ante el
Conservador de la ciudad de Rancagua.

SEGUNDO: Que de esta manera lo plantearon ambas partes


durante los alegatos respectivos, y en definitiva, lo que
corresponde a esta Corte es determinar si la existencia de
una sentencia complementaria de la señalada precedentemente,
nacida a consecuencia de una solicitud de rectificación
amparada en el artículo 182 del Código de Procedimiento
Civil, altera en alguna forma el transcurso del plazo de
ciento veinte días para requerir la inscripción, que ordena
el inciso primero del artículo 89 del Código de Minería y
hace posible o no la sanción contemplada en el artículo 160
del mismo texto legal.

TERCERO: La parte demandada ha hecho suyo el argumento


esgrimido por la señora juez de primer grado -invocando
jurisprudencia también- de que debe distinguirse si es
posible el cumplimiento de la sentencia a requerir con los
antecedentes contenidos en ella, si existen errores
relevantes que impidan que se constituya el dominio de manera
sana, debe entonces, rectificarse y nace un nuevo plazo de
ciento veinte días a contar de la fecha de la sentencia
complementada, pues esta última se tiene como parte
integrante de la primera.

La demandada argumentó -en estrados- que cuando existen


situaciones diversas que impidan contar el plazo, debe
existir una interpretación correcta de la norma que permita
el cumplimiento del fallo.

CUARTO: Que si bien resultan razonables los argumentos


esgrimidos por la demandada, deben estos necesariamente
aplicarse al caso concreto, sin perjuicio de que esos errores
-aparte de ser esenciales o relevantes- sean o no imputables
a la actuación del juez o de la propia solicitante.

En el caso que se analiza, y como se desprende de los


autos rol Nº 32062, traídos a la vista, donde se dictó la
sentencia de fecha 31 de octubre de 2002, el día 20 de
diciembre del mismo año, la solicitante "Cominor Ingeniería y
Proyectos S.A." pidió que se rectificara la sentencia, de
acuerdo al artículo 182 del Código de Procedimiento Civil, a
fin de cambiar el nombre, y la dirección de la sociedad,
además el nombre de la comuna donde se ubica la manifestación
solicitada.

El día seis de enero de 2003, el tribunal de primer


grado dicta la sentencia solicitada a la que le otorga la
naturaleza de complementaria y rectificatoria de la anterior,
y ordena se le tenga como parte integrante de la que se
rectifica, ordenando además, dar la copia respectiva.

Recién con fecha 15 de enero del mismo año, la parte


interesada se dio por notificada, pidió "se certifique la
ejecutoria de la sentencia" y copias autorizadas, luego el 28
de enero de 2003 cumple con dejar el dinero necesario para la
confección de las compulsas respectivas según se desprende
del certificado de fojas 57 vuelta.

QUINTO: Sin perjuicio de calificar o no como demorosa


la actividad de la parte interesada en requerir la
inscripción respectiva, el plazo de ciento veinte días
contado desde la fecha de la sentencia vencía el 28 de
febrero de 2003, y en consecuencia, tuvo un mes -ya con todos
los antecedentes en su poder- para requerir la respectiva
inscripción ante el Conservador correspondiente.

De esta manera, los argumentos esgrimidos por la


demandada para justificar la tardanza en requerir la
inscripción, como la necesidad de rectificar el nombre de la
sociedad, la dirección y el nombre de la comuna en que se
encontraba el yacimiento, aspecto, según ella relevante,
fueron solucionados a tiempo y no impedían de modo alguno la
actividad, más aún cuando sólo basta el requerimiento ante el
Conservador y no la inscripción en definitiva.

SEXTO: Que, el fundamento de la caducidad descansa


precisamente en el cumplimento de esta obligación de requerir
y el inciso final del artículo 89 del Código de Minería dice
que la sentencia dejará de surtir efectos y la concesión o
concesiones caducarán y lo reafirma el artículo 160 del mismo
texto legal.

SÉPTIMO: Establecido lo anterior, aún queda por


dilucidar, en un aspecto ya netamente procesal, y al margen
de la existencia de errores sustanciales o importantes en el
contenido de la sentencia, si corresponde dar lugar a una
interpretación del cómputo de los plazos distinta a la
contemplada en el artículo 89 del Código del Ramo
considerando la fecha de la sentencia complementaria.

Que el recurso interpuesto por la peticionaria en los


autos traídos a la vista -fundado en el artículo 182 del
Código de Procedimiento Civil- y cuyo objetivo fue rectificar
el nombre de la comuna, fue aceptado por el tribunal, quién
procedió a dictar una sentencia complementaria y tuvo a esta
como parte integrante de la primera, sin que se ordenara la
notificación conjunta de ambas decisiones, de manera tal, que
no puede producir el efecto de modificar el plazo que ya se
encontraba corriendo, pues debe entenderse que queda
comprendida dentro de la primera.

De esta forma, corresponde rechazar el argumento de la


demandada de que le nació un nuevo plazo con la dictación de
la sentencia, complementaria, pues la jurisprudencia que
invocó se refiere a una situación distinta a la analizada en
esta causa, ya que en ese caso se ordenó notificar nuevamente
la primera sentencia con la complementaria que la modificaba,
y es válido considerar esa nueva notificación para los
efectos del cómputo del plazo.
Por estos fundamentos y de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 186 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, se declara:

Que se revoca la sentencia apelada de diecisiete de


diciembre de dos mil ocho, escrita a fojas 95 y siguientes,
que rechazó la acción deducida en autos y en cambio, se
resuelve, que se hace lugar a la caducidad de la
manifestación minera de explotación "Arcilla Siete 1 al 10" y
que tiene actualmente como titular a la demandada "Minera
Copiapó S.A." y como consecuencia de ello se cancela la
inscripción rolante a fojas 19 vta. Nº 7 del Registro de
Propiedad del Conservador de Minas de Rancagua
correspondiente al año 2003, inscripción a la que dio origen
la sentencia constitutiva dictada en los autos rol Nº 32.062
del Ex Tercer Juzgado Civil de Rancagua.

No se condena en costas a la demandada, por haber


tenido motivo plausible para litigar.

Devuélvanse, conjuntamente con los autos agregados y


documentos guardados en custodia.

Redacción del Ministro Carlos Moreno Vega.

Rol Nº 321-2009.-

Pronunciada por la Tercera Sala de esta Corte de


Apelaciones integrada por los señores ministros titulares don
Ricardo Pairicán García, don Carlos Moreno Vega y el señor
Fiscal Judicial don Raúl Trincado Dreyse.

SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA:

Santiago, veintisiete de mayo de dos mil diez.

Vistos:

En estos autos, Rol Nº 1049-2007, sobre juicio sumario,


caratulados "Beseler Valdivia Jorge Carlos con Minera
Copiapó", por sentencia de diecisiete de diciembre del año
dos mil ocho, escrita a fojas 95 y siguientes, el juez de
primer grado rechazó, sin costas, la demanda.

La parte demandante apeló y una de las salas de la


Corte de Apelaciones de Rancagua, mediante fallo de once de
diciembre de dos mil nueve, que se lee a fojas 153, revocó el
de primera instancia que rechazó la demanda y, en su lugar,
la acogió, sin costas, declaró la caducidad de la
manifestación minera de explotación "Arcilla Siete 1 al 10"
cuyo actual titular es la demandada Minera Copiapó S.A., y
como consecuencia de ello, ordenó cancelar la inscripción
rolante a fojas 19 vta. Nº 7 del Registro de Propiedad del
Conservador de Minas de Rancagua correspondiente al año 2003.

En contra de esta última decisión, la demandada dedujo


recurso de casación en el fondo.

Se ordenó traer los autos en relación.

Considerando:

Primero: Que el recurrente expresa que la sentencia que


acogió la demanda y declaró la caducidad de la pertenencia
minera, incurrió en tres errores de derecho. El primero
consiste en haberse vulnerado los artículos 182 del Código de
Procedimiento Civil, 19 y 22 del Código Civil, 88 y 89 del
Código de Minería y 6, 7, 19 Nº 3 y 7 de la Constitución
Política de la República, al declararse la caducidad de la
pertenencia minera, porque la inscripción de la sentencia
constitutiva y del acta de mensura, se ejecutó dentro del
plazo legal, como lo ordena el inciso tercero del artículo 89
del Código de Minería, según el cual debe inscribirse copia
íntegra de la sentencia y del acta de mensura, en este caso,
el fallo dictado el 31 de octubre de 2002 y su
complementación y rectificación de 6 de enero de 2003, a la
que el mismo Tribunal, le dio la naturaleza complementaria y
rectificatoria del fallo original. La aplicación correcta de
estas normas debió llevar a los sentenciadores a concluir que
la inscripción realizada el 6 de mayo de 2003 contada desde
el 6 de enero de ese año, se realizó dentro del plazo
establecido en el inciso primero del artículo 89 del Código
de Minería. El error del derecho se ha producido al no
aplicar las disposiciones sobre interpretación de la ley
contenidas en los artículos 19 y 22 del Código Civil, la
primera, que dispone que en caso de expresión oscura de la
ley puede recurrirse a su espíritu y la segunda, que el
contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada
una de sus partes, de manera que haya entre ellas la debida
correspondencia. Por último, tampoco es posible imponer a una
de las partes una sanción procesal tan grave como lo es la
caducidad de sus derechos mineros respecto de una propiedad
inscrita cuatro años antes, sin que esa pena pueda aplicarse
por analogía o en casos distintos a los referidos por el
legislador, de acuerdo con el principio de legalidad a que se
refieren los artículos 6, 7, 19 Nº 3 y 7 de la Constitución
Política de la República, que se extiende a las sentencias
judiciales, porque no hay una norma concreta que así lo
disponga a la situación de hecho del caso en estudio, esto
es, cual es el plazo para requerir las inscripciones cuando
la sentencia constitutiva se encuentra viciada y debe ser
corregida o aclarada antes de proceder a dicho acto. El
segundo error de derecho se ha producido porque se ha omitido
aplicar los incisos cuarto y quinto del artículo 86 del
Código de Minería y 38 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el inciso primero del artículo 89 del Código
citado, aplicando indebidamente su inciso cuarto. Fundamenta
su alegación en que se hizo lugar a la caducidad de la
manifestación minera disponiendo la cancelación de la
inscripción porque no se ejecutó dentro de plazo en
circunstancias que la sentencia constitutiva y su
complementación, nunca antes fueron notificada por el estado
diario, tal como lo exige el inciso cuarto del artículo 86
del Código de Minería, sino sólo legalmente el día 15 de
enero de 2003. En consecuencia, el fallo y su complemento,
sólo a contar de esa fecha, produjeron efectos legales y
desde ella pudo contarse el plazo de 120 días. El tercer
error de derecho se ha producido, porque se omitió aplicar
los incisos 4º y 5º del artículo 86 del Código de Minería,
los artículos 38 y 174 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el 57 del Reglamento del Conservador de Bienes
Raíces, aplicable en virtud del artículo 99 del Código de
Minería en relación con el inciso primero del artículo 89 del
mismo cuerpo leyes y se aplicó indebidamente el inciso cuarto
del mismo artículo y Código. Argumenta que si la sentencia y
su complemento se notificaron legalmente el 15 de enero de
2003 a la concesionaria y ésta renunció a los términos y
recursos legales y solicitó el certificado de ejecutoria;
sólo a contar de esa fecha, comenzaron a surtir efectos
legales y adquirieron el carácter de ejecutoriadas, al
insertarse copia íntegra del certificado de ejecutoria que
exigen los artículos 38 y 174 del Código de Procedimiento
Civil y 57 del Reglamento del Conservador de Bienes Raíces,
que rige en la especie. En consecuencia, el cómputo de plazo
sólo se inició a partir de esa fecha y el requerimiento
efectuado por su representada ha tenido lugar dentro del
plazo legal, siendo improcedente imponerla sanción del inciso
cuarto del artículo 89 del Código de Minería.

Indica, por último, la influencia que los errores de


derecho han tenido en lo dispositivo del fallo y solicita se
acoja el recurso se dicte una nueva sentencia que confirma el
fallo de primer grado.

Segundo: Que son hechos establecidos en la sentencia,


los siguientes:

a) La sentencia constitutiva de la concesión minera de


explotación denominada "Arcilla Siete 1 al 10" se dictó con
fecha 31 de octubre de 2002.

b) La inscripción fue requerida al Conservador de Minas


de Rancagua, el día 6 de mayo de 2003.

c) El día 20 de diciembre de 2002, la solicitante de


los autos Rol Nº 32.062 pide se rectifique el fallo, a fin de
cambiar el nombre, la dirección de la sociedad, además del
nombre de la comuna donde se ubica la manifestación pedida.

d) El día 6 de enero de 2003, el tribunal de primer


grado accediendo a la petición anterior, dictó sentencia
complementaria y rectificatoria de la anterior, ordenando que
se la tenga como parte integrante de la misma.

e) El día 15 de enero de 2003, la parte interesada se


dio por notificada y pidió se certificara la ejecutoria de la
sentencia y el día 28 de ese mismo mes y año, dejó el dinero
necesario para la confección de compulsas.

Tercero: Que sobre la base de los hechos señalados


precedentemente, los jueces del grado estimaron que el plazo
debía contarse desde la fecha en que se dictó la sentencia
constitutiva, ya que los tropiezos que el demandado arguyó
para justificar su tardanza en requerir la inscripción,
fueron solucionados a tiempo y nada impedía que pudiera
cumplir con la obligación que le imponía la ley. Por lo
anterior, decidieron que el requerimiento para inscribir la
sentencia constitutiva, no se efectuó dentro del plazo legal,
motivo por el cual acogieron la demanda, declararon la
caducidad de la pertenencia del demandado y dispusieron la
cancelación de la inscripción de la sentencia constitutiva de
la concesión minera realizada en su favor.

Cuarto: Que, como se advierte del motivo primero de


esta resolución, el primer error de derecho denunciado por el
recurrente se ha fundado en la supuestamente errónea
aplicación de diversas normas legales, porque no correspondía
declarar la caducidad de las pertenencias mineras de su
representada, en atención a que la inscripción se había
verificado dentro del plazo legal.

Primeramente se analizará la pretendida infracción al


artículo 89 del Código de Minería.

Quinto: Que la regla antes señalada dispone que: "La


inscripción ordenada en el inciso final del artículo 87
deberá requerirse dentro del plazo de ciento veinte días
contados desde la fecha de la sentencia de primera instancia
o desde la fecha del decreto que ordena el cumplimiento de la
de segunda instancia, en su caso.

El portador de las copias autorizadas de los


instrumentos a que se refiere el inciso siguiente, estará
facultado para requerir la inscripción.

La inscripción transcribirá íntegramente la sentencia y


el acta de mensura, en su caso, y deberá dejar constancia de
la fecha en que se haya publicado el extracto.

Si la inscripción no se requiere dentro del plazo


señalado en el inciso primero, la sentencia dejará de surtir
efectos y la concesión o concesiones caducarán. En tal caso,
cualquier persona podrá solicitar al juez que ordene cancelar
las inscripciones que se hayan practicado."

Sexto: Que la norma antes transcrita impone al titular


de la concesión minera la carga procesal de cumplir ciertos
actos en determinados plazos, y sanciona su inobservancia con
la caducidad de las concesiones mineras. Además, permite que
cualquier persona ejerza la acción tendiente a las
cancelaciones de las inscripciones que se hubieren
practicado.

Séptimo: Que, en el mismo sentido, el artículo 160 del


Código ya citado, dispone que: "Caducará la concesión minera
si la inscripción de la sentencia constitutiva no es
requerida dentro del plazo establecido en el artículo 89".

Octavo: Que los preceptos referidos anteriormente


aparecen refrendados por el artículo 18 letra b) de la Ley
Orgánica sobre Concesiones Mineras, el que dispone: "Las
Concesiones Mineras caducan, extinguiéndose el dominio de los
titulares sobre ellas: b) Por no requerir el concesionario la
inscripción de su concesión en el plazo que señale el Código
de Minería."
Noveno: Que del conjunto de normas antes transcritas,
debe concluirse que se ha establecido una sanción al titular
de una concesión minera -la más grave que contempla el Código
de Minería- que no requiere la inscripción de la sentencia
constitutiva dentro del plazo fijado por la ley, que se
denomina "caducidad" y que extingue su derecho.

Décimo: Que corrobora el aserto anterior el hecho que


el legislador en la norma en estudio utiliza la expresión
"dentro de"; lo que, conforme lo previsto en los artículos 49
del Código Civil y 64, inciso primero, del de Enjuiciamiento
Civil, constituye un plazo fatal, que produce de pleno
derecho la extinción de las pertenencias mineras en carácter
de irrevocable. Undécimo: Que, entonces, la situación que
debe dilucidarse es si, como lo señala la recurrente, la
inscripción se requirió dentro del plazo que fija el inciso
primero del artículo 89 del Código de Minería; y, si la
caducidad ha sido correctamente declarada.

Duodécimo: Que, en primer término, la ley le señala al


solicitante un plazo para efectuar el requerimiento, que es
de ciento veinte días contados desde la fecha de la sentencia
de primera instancia o desde la fecha del decreto que ordena
el cumplimiento de la de segunda instancia, según se haya
impugnado o no la sentencia constitutiva por el solicitante,
acorde con lo preceptuado en el artículo 88 del Código de
Minería. No contempla la situación que se haya deducido y
acogido, como ocurrió en el caso en estudio, un recurso de
aclaración, rectificación o enmienda, porque la sentencia
constitutiva contenía errores, entre otros, en relación con
la comuna donde se ubicaba la pertenencia minera.

Décimo tercero: Que, en segundo lugar, en el inciso


tercero del artículo 89 del Código de Minería se ha
determinado qué debe contener la inscripción: copia íntegra
de la sentencia y del acta de mensura y la constancia de la
fecha en que se publicó el extracto en el Boletín Oficial de
Minería.

Décimo cuarto: Que como el legislador no ha definido el


concepto de "íntegro o íntegra" debe recurrirse a lo que
indica al efecto el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española en su 21º Edición, que en su primera acepción
señala: "que no carece de ninguna de sus partes".
Décimo quinto: Que, por consiguiente, al haberse
rectificado la sentencia constitutiva y formar esas
rectificaciones o complementos parte de la misma, sólo puede
considerarse "íntegra" esa sentencia no sólo en su forma
primitiva sino que también con su rectificatoria, pues con su
dictación pasó a formar parte de la misma y sólo con ella
puede ser objeto de cumplimiento.

Décimo sexto: Que, en este caso, el demandado para


cumplir con la obligación impuesta en el inciso primero del
artículo 89 del Código de Minería, el plazo debe
necesariamente contarse desde la fecha de dictación de la
sentencia rectificatoria, es decir, el día 6 de enero de
2003; y, habiéndose requerido la pertinente inscripción, el
día 6 de mayo de 2003, debe necesariamente concluirse que se
llevó a efecto dentro del plazo legal.

Décimo séptimo: Que no es posible considerar como fecha


de inicio del plazo en estudio, la de la dictación de la
sentencia constitutiva como lo hicieron los jueces del fondo,
porque, por expresa disposición del inciso cuarto del
artículo 86 del Código de Minería, ésta debió notificarse por
el estado diario, lo que no se realizó, de modo que ningún
plazo pudo iniciarse si no se practicó la notificación que
determinaba la ley, máxime si como se ha dicho, aquélla luego
fue objeto de rectificación.

Décimo octavo: Que por último, es necesario considerar


lo que previenen los incisos segundo y tercero del artículo
103 del Reglamento de Minería, que al efecto señalan:

"La sentencia constitutiva y el acta de mensura de la


respectiva pertenencia minera serán objeto de una misma
inscripción.

Cuando la sentencia constitutiva y el acta comprendan


varias pertenencias, se hará de todos modos una inscripción".

Décimo noveno: Que del tenor de esta normativa se


desprende que el legislador sólo contempla que se efectúe una
sólo inscripción, sin posibilidad de modificación o
alteración, de modo que es de toda lógica que la inscripción
que en este caso se lleve a efecto de la sentencia, debe ser
íntegra, es decir, que no sólo esté referida a la
constitutiva sino también a aquélla que la rectificó.
Vigésimo: Que de acuerdo con todo lo anteriormente
razonado se concluye que los sentenciadores del grado, al
declarar la caducidad de la pertenencia minera del demandado,
no obstante que requirió la inscripción dentro del plazo
legal, incurrieron en error de derecho al aplicar falsamente
el artículo 89 del Código de Minería, lo que tuvo influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo ya que condujo, a
acoger una demanda que era del todo improcedente.

Vigésimo primero: Que, por lo expuesto, el recurso de


casación en estudio será acogido de modo que resulta
innecesario emitir pronunciamiento sobre los demás errores de
derecho que se invocan.

Por estos fundamentos y de acuerdo con lo previsto en


los artículos 764, 767 y 785 del Código de Procedimiento
Civil, se acoge sin costas, el recurso de casación en el
fondo deducido por el demandado en lo principal de fojas 159,
respecto de la sentencia de once de diciembre del año dos mil
nueve, que se lee a fojas 153, la que en consecuencia se
invalida y se la reemplaza por la que se dicta a
continuación, separadamente y sin nueva vista.

Redacción a cargo de la Ministra señora Gabriela Pérez


Paredes.

Regístrese.

Nº 899-10.-

Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema


integrada por los Ministros señores Urbano Marín V., Patricio
Valdés A., señoras Gabriela Pérez P., Rosa María Maggi D., y
el Abogado Integrante señor Patricio Figueroa S.

SENTENCIA DE REEMPLAZO:

Santiago, veintisiete de mayo de dos mil diez.

En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 785 del


Código de Procedimiento Civil, se dicta la sentencia de
reemplazo que sigue:

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada, pero se eliminan


los fundamentos séptimo, octavo y décimo.
Y teniendo además presente:

Primero: Los motivos primero al cuarto del fallo


anulado, no afectados por el vicio de nulidad.

Segundo: Los considerandos quinto al décimo noveno, de


la sentencia de casación que antecede, los que se dan por
expresamente reproducidos.

Tercero: Que, en el caso en estudio, el plazo a que se


refiere el inciso primero del artículo 89 del Código de
Minería, se inició el día 6 de enero de 2003, fecha en que el
Tribunal a quo, dictó la resolución que procedió a rectificar
la sentencia constitutiva, de modo que al requerirse la
inscripción el día 6 de mayo de ese mismo año, no concurrían
los presupuestos legales para declarar la caducidad de la
concesión de la pertenencia minera del demandado como lo
pretendió el actor.

Cuarto: Que, por lo anteriormente expuesto, fuerza es


rechazar la demanda, como lo decidió el juez a quo.

Por estos fundamentos y lo dispuesto en los artículos


144, 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se
confirma, sin costas, la sentencia apelada de diecisiete de
diciembre del año dos mil ocho, escrita a fojas 95 y
siguientes.

Redacción a cargo de la Ministra señora Gabriela Pérez


Paredes.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Rol Nº 899-2010.-

Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema


integrada por los Ministros señores Urbano Marín V., Patricio
Valdés A., señoras Gabriela Pérez P., Rosa María Maggi D., y
el Abogado Integrante señor Patricio Figueroa S.

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