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Cultura y Arte Gutiérrez Flores, Jhan

EL ARTE
Los animales si tenían la capacidad de producir arte y que esto no podría ser exclusividad  de
los bípedos humanos. Y para ello ponía como ejemplo a este hermoso caballo llamado
Napoleón que pintaba cuadros  de la mano de sus entrenadores y dueños quienes le proveían
de todos los insumos necesarios. Incluso, el novelista contaba que había tenido  la oportunidad
de visitar una de esas muestras donde se exponían los cuadros del “artista”. Así puestas las
cosas, Vargas Llosa afirmaba que, tal vez, ya era la hora de abrir   los espacios, galerías y
museos a monos, equinos, delfines y otros  más porque merecían tanto como los humanos tal
privilegio de considerados artistas. Palabras más  palabras menos. (Antes de continuar debo
decir que los animales de mi hogar son parte de mi familia y no mascotas).

Una tesis lanzada así, resulta temeraria, un salto desafortunado en alberca ajena de parte de
MVLL. Porque, aunque el laureado escritor no desconozca el tema (sabido es su gran bagaje
cultural) es más bien  un gran literato que  decide invadir  un terreno,  que a juzgar  por el
artículo referido, desconoce. Y esto ya lo veremos a continuación gracias  a este aporte  de
Martin Harris que confirma y reafirma mi convicción sobre el tema.

Pretender responder a la pregunta ¿Qué es el Arte?  O mejor  ¿Qué es esto, el arte? Resultaría
sin duda  complejo y   seria pretencioso así mismo querer darle  una validez universal en
cuanto sea una sola esta definición. Es el arte tan vasto e irreductible como antiguo podría ser
su origen.

Marvin Harris cita la definición de  Alexander Alland  sobre el arte  y  esta involucra los
ingredientes fundamentales que la conforman (juego, forma, transformación-
representación,estética).  A continuación desarrolla brevemente y con claridad cada uno de
esos ingredientes. Y aun cuando reconoce  que muchos animales puedan tener un uso y
manejo de estos  ingredientes; estos son utilizados  por dichos animales a un nivel  muy
rudimentario como  su lenguaje gramatical. Llegando de esta manera a  la conclusión de que
solo el Homo Sapiens puede ser calificado  como animal artístico. Es decir es el único con la
potestad y capacidad de producir arte tanto como de su valoración y disfrute.

Habiéndose hecho esta necesaria aclaración, Harris indaga, reflexiona y profundiza en el


fenómeno artístico como categoría cultural, aunque tal vez se podría ir más lejos y discutir el
papel del arte en el proceso de hominización y consolidación del hombre como el Homo
Sapiens.

Procurar entender el fenómeno artístico conlleva explorar sus componentes y el contexto en


cual se desarrolla. Esta exploración nos guiara por un camino extenso y variado de
posibilidades que el arte como manifestación cultural nos  provee y que seguramente tampoco
tendrá validez universal en tanto que el entendimiento y valoración del arte variara de cultura
en cultura. Harris nos manifiesta así, que la apreciación del arte en nuestra cultura occidental
variara de la que le den otras culturas, aunque lo que sí es común en todas las culturas es la  
distinción de las  experiencias  estéticas satisfactorias de aquellas que no lo son. Hay cosas
particulares a la hora de ver el tema y  efectivamente hoy en día en nuestra cultura la
valoración del arte esta muchas veces supeditado  a lo que puedan decir o no  aquellos que se
supone conocen el tema, es decir los críticos de arte. Sin embargo esto puede  ser el resultado
de una crisis en la manera de concebir y entender el arte que conlleva muchas veces a
confusiones. Sin embargo, sabemos que en arte nada es absoluto, todo es relativo.

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Cultura y Arte Gutiérrez Flores, Jhan

El arte desde su aparición con el Homo Sapiens ha seguido un proceso no siempre lineal sino
accidentado a veces  que nos puede dar un panorama sobre la naturaleza de su existencia. Así
tenemos que el arte desde siempre está ligado  a formas mágicas religiosas, pasando desde los
ritos de los primeros hombres hasta la función evangelizadora y de reafirmación de la fe en el
cristianismo  con el  Barroco. Así mismo el arte ha estado inevitablemente ligado  con  la
política y ha respondido a lo que requerían  los grupos de poder político. Ahí tenemos la edad
media y la supeditación, nuevamente del arte  a la exigencia de la iglesia. Igual el Estado se
servía del arte en cuanto a las necesidades de propaganda y concientización política, sobre
todo en los regímenes totalitarios.  Hoy en día el artista tiene mayor libertad para la
exploración y la expresión artística sin que esta esté supeditada a cuestiones ajenas que no sea
la propia voluntad  u genio creativo del artista. Pero esta libertad para el artista ha devenido 
en una, para muchos, banalización de la actividad artística. Esto se sostiene y se promueve con
el movimiento mercantil y económico en el cual las obras de arte se han convertido en una
gran inversión.  Y esto ciertamente es incentivado por el mercado donde mecenas particulares
lo aprovechan en función de ser recompensados con la venta millonaria de las obras  de
aquellos artistas que forman parte del establishment y que ellos auspician.

Esta distorsión del arte en nuestro tiempo ha dejado de lado aquellas formas que algunos
consideran caducas, fuera de este tiempo y que tal vez convendría reponer en valor. Y así
mismo revalorizar y darle su lugar a aquellas formas artísticas que por no ser producto y
manifestación occidental tengan que ser ignoradas  y  menospreciadas por  el establishment.
Más si comprobamos como explica Harris, que el arte “primitivo” de algunos pueblos, antes
como ahora, pueden ser tan complejos como lo podría haber sido con los griegos o lo es hoy
en día. No en vano el Arte Rupestre es constantemente recreado por nuestros artistas
modernos.  Como lo hizo en su momento Pablo Picasso.

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