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5.

Haga un análisis de las implicaciones éticas (por lo menos explique 5) del reino de Dios
en las enseñanzas de Jesús.

En este ensayo se presentarán cinco asuntos éticos que expuso el señor Jesús de acuerdo con
la naturaleza espiritual y eterna de su reino. Los cinco puntos para desarrollar serán de acuerdo
con la clasificación presentada en la guía de clases del Dr. Goff, basada en el libro de Talbert: El
ser un ejemplo, la obediencia verdadera, la compasión sincera, el valor de la oración sincera y la
internalización del ayuno.
En Mateo 5:13-16 el señor Jesús presenta una afirmación contundente sobre el rol de todo
cristiano en la tierra, ser sal. Esta declaración no solo conlleva la idea de ser instrumento
transformador de la humanidad con el evangelio, sino que también implica el detener la
corrupción y la descomposición que el pecado ejerce en el tejido social. Burt explica que Cristo
ve en este puñado de hombres comunes a aquellos que le darán a la humanidad un verdadero
significado y detendrán el avance del pecado (Burt, p. 113). Esta declaratoria de Jesús no deja de
ser un desafío para todo creyente el cual debe ser una vida radiante que ilumine al mundo en
tinieblas (v.14-15). Esta iluminación que debe reflejar la vida del discípulo será percibida por el
mundo a través de las buenas obras (v.16).
En el evangelio de Mateo 5:17-20 el señor Jesús enseña que en el cristiano debe haber
una completa coherencia entre lo que enseña respecto a las escrituras y su praxis diaria. Era
común en aquel tiempo encontrar mucha incongruencia entre la enseñanza y la obra de los
líderes religiosos, lo cual Jesús condena y exhorta a sus seguidores a presentar mayor obra de
justicia y obediencia (v.20). como lo aduce Felicísimo: esta justicia es mucho más exigente que
la justicia de los fariseos ya que no comulga con las artimañas de la ley que siempre tenía un
modo de eludir las obras de justicia y amor demandadas por Dios (Felicísimo, p. 824).
El manifiesto de compasión sincera de Jesús se encuentra registrado en Mateo 6:1-4. El
señor exhorta a los discípulos a mantener en su corazón una motivación correcta para ejercer las
buenas obras de caridad para con el prójimo, cuidándose de no pretender adjudicarse la gloria
para su propio beneficio. Jesús aclara que el Padre celestial observa cuidadosamente no solo la
obra manifiesta en público, sino mucho más el motivo del corazón. Las obras de misericordia
que hacemos en secreto hacen que las personas se enfoquen en Dios, de tal modo que somos
como especie de agentes secretos de Dios (Castro, p. 24).
El asunto del orar no se trata del uso vano de muchas palabras y oraciones sofisticadas,
sino que más bien se refiere a la comunicación sincera y de corazón ante Dios. Esta es la
enseñanza cumbre de Jesús y la oración registrada en Mateo 6:5-15. Era práctica común de
algunos judíos el orar en público para buscar reconocimiento de los demás, pero Jesús enseña
que la oración es un asunto de encuentro privado con Dios. El desafío mayor para el discípulo de
Jesús se encuentra en perdonar las ofensas a aquellos que les ofenden para poder ser perdonados
por Dios. Hemphil explica que el discípulo de Cristo valora tanto su relación con su Padre que no
se puede permitir que el rencor y falta de perdón la obstaculice, por eso debe perdonar (Hemphil,
p. 180).
El tema de la verdadera motivación del corazón y la sinceridad de la vida del cristiano es
planteado por Jesús en Mateo 6:16-18 donde resalta la honestidad en el ayuno. Todo creyente
debe anhelar que su vida íntima de relación con Dios sea aprobada por él y no hacer de la vida
cristiana un sistema de rituales externos que buscan la satisfacción personal por medio del
aplauso de las personas pero que no es bendecido por Dios.

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