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El pueblo de Dios y la Pascua del nuevo pacto

Introducción
Esta vez, a través del sermón titulado “El pueblo de Dios y la Pascua del nuevo pacto”, entenderemos que solo
quienes guardan la Pascua del nuevo pacto son el verdadero pueblo de Dios y son bendecidos por Jesús quien
vino como Melquisedec.
Existen numerosas iglesias y cada una con doctrinas diferentes en este mundo. Y todas aseguran que son el pueblo
de Dios. Entonces, ¿A quién reconoce la Biblia como el pueblo de Dios?

Tema
1. Encontremos la respuesta a través de la profecía de la Biblia con respecto a la época del Nuevo
Testamento.

Jer. 31:31-33 “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la
casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de
Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto
que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”

Ya que Dios ha dicho que haría un nuevo pacto, esta es la profecía acerca de la época del Nuevo Testamento. En
realidad, los discípulos testificaron que esta profecía había sido cumplida por Jesús. (He. 8:6-10)
En esta profecía, ¿qué clase de personas debían ser el pueblo de Dios en los tiempos del Nuevo Testamento? Son
las personas que tienen la ley de Dios escrita en sus corazones. Aquí, la ley de Dios significa el nuevo pacto el cual
fue mencionado en el versículo anterior. Por lo tanto, aquellos que son reconocidos por Dios como “el pueblo de
Dios” en los tiempos del Nuevo Testamento son quienes guardan la ley del nuevo pacto. Si alguno asegura ser el
pueblo de Dios y aun no guarda la ley del nuevo pacto, nuca puede ser el pueblo de Dios.

2. Entonces, ¿cuál es la verdad fundamental del nuevo pacto? Confirmémoslo a través de las palabras de Jesús
quién cumplió la profecía de Jeremías 31:31-33.

Lc. 22:15, 19-20  “Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! […] Y tomó
el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en
memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo
pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.”

¿A qué llamó Jesús el nuevo pacto? Él llamó a la copa, el vino de la Pascua que simboliza la sangre de Jesús, el
nuevo pacto. Y Jesús también dijo que deseaba ansiosamente comer esta Pascua. Estas palabras significan que la
verdad fundamental del nuevo pacto que Jesús estableció es la Pascua del nuevo pacto.
Por lo tanto, aquellos que guarden la Pascua del nuevo pacto son el verdadero pueblo de Dios en los tiempos del
Nuevo Testamento. En otras palabras, aquellos que abandonan y no guardan la Pascua la cual es la verdad
fundamental del nuevo pacto nunca pueden ser el verdadero pueblo de Dios.

3. Entonces, ¿por qué Jesús estableció la Pascua como la enseñanza básica del nuevo pacto? Es porque el
amor y sacrificio de Cristo quien quería concedernos el perdón de nuestros pecados están contenidos en la Pascua.
Jesús llamó al pan de la Pascua su carne la cual sería rasgada en la cruz, y prometió que el vino de la Pascua sería
su sangre la cual iba a ser derramada en la cruz. En otras palabras, Jesús nos hizo recordar el amor y sacrificio de
Cristo quien soportó el dolor de la muerte debido a nuestro pecado a través de la Pascua. Fue por eso que los
discípulos dijeron que ellos proclamaban la muerte del Señor cada vez que guardaban la Pascua del nuevo pacto.

1 Co. 11:23-26 “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue
entregado [Pascua], tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que
por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de
mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que
él venga.”

“La muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” significa predicar el amor y sacrificio de Cristo quien soportó el
dolor de la muerte mientras su carne era rasgada en pedazos y su sangre era derramada en la cruz solo para el
perdón de nuestros pecados. Por eso, debemos grabar en nuestros corazones el amor y sacrificio de Cristo
guardando la Pascua del nuevo pacto. Al hacerlo podemos convertirnos en el pueblo de Dios que tiene el nuevo
pacto escrito en sus “corazones” como profetizaba la Biblia. (Jer. 31:33)

4. Aunque la verdad del nuevo pacto es una verdad tan significativa, numerosos cristianos de este mundo
insisten que pueden ser salvos solo creyendo en Cristo y consideran que la Pascua no es relevante para su
salvación. Sin embargo, eso es porque no conocen qué clase de sacerdote es Jesucristo.

He. 5:6-10 “Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. Y
Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la
muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y
habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado
por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.”

¿Quién sufrió como Hijo de Dios y llegó a ser autor de eterna salvación? Jesús. Por lo tanto, el sumo sacerdote
según el orden de Melquisedec es Jesús. Entonces ¿por qué está escrito en la Biblia que Jesús es el sumo sacerdote
según el orden de Melquisedec? Porque Jesús es el sacerdote que bendice a las personas de la misma manera que
Melquisedec. Confirmemos qué utilizó Melquisedec para bendecir a las personas.

Gn. 14:17-20  “Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de
Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del
Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y
de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de
todo.”

¿Con qué bendijo Melquisedec, el sumo sacerdote del Dios Altísimo, a Abraham? Con el pan y el vino. En aquellos
días, ofrecían sacrificios a Dios derramando la sangre de animales tales como corderos o machos cabríos. Pero,
extrañamente, Melquisedec bendijo a Abraham con pan y vino. Entonces, ¿con qué debe bendecirnos Jesús? Con el
pan y vino. Por eso Jesús, el sumo sacerdote según el orden de Melquisedec, nos bendijo con el perdón de
nuestros pecados con el pan y el vino de la Pascua (Mt. 26:17-28, Lc. 22:15, 19-20). Por eso la Biblia llama a Jesús el
sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Melquisedec era una sombra y su realidad fue Jesús quien vino a
esta tierra para salvar a la humanidad.
De esta manera, la Pascua del nuevo pacto es la verdad que no puede ser separada de Jesús quien es la realidad
de Melquisedec. Por lo tanto, quienquiera recibir la bendición del perdón de pecados por Jesús debe guardar la
Pascua. No guardar la Pascua o decir que no necesitamos guardarla es igual que negar a Jesús quien es la realidad
de Melquisedec. ¿Cómo podrían llegar a ser el pueblo de Dios?
Debemos guardar la Pascua del nuevo pacto sin importar qué. Solo entonces podemos convertirnos en el
verdadero pueblo de Dios quienes han grabado el nuevo pacto en sus corazones y recibir la bendición del perdón
de nuestros pecados por Jesús quien es la realidad de Melquisedec.

Conclusión
Convirtámonos en el verdadero pueblo de Dios guardando la Pascua del nuevo pacto y grabando el amor y
sacrificio de Cristo en nuestros corazones de acuerdo con la profecía. También, proclamemos valientemente esta
preciosa Pascua del nuevo pacto a las numerosas personas que aún no la han escuchado para que podamos
acelerar el establecimiento de 7000 Siones en todo el mundo.