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La Transformación Bainitica en Aceros

por H. K. D. H. Bhadeshia
traducido por Francisca García Caballero
Tratamientos Térmicos
Prof. Sandra J. Garcia

Introducción

El diagrama tiempo-temperatura-transformación (TTT) de un acero típico revela un amplio rango de


temperaturas intermedias en las cuales la austenita no transforma ni a perlita, ni a martensita. En su lugar se
forma una microestructura compuesta por placas (o agujas) de ferrita y partículas de cementita. Esta estructura
intermedia es comúnmente conocida como bainita. Davenport y Edgar Bain descubrieron esta microestructura
cuando estudiaban la descomposición isotérmica de la austenita. La bainita tambien se puede obtener apartir de
tratamientos anisotérmicos a velocidades demasiado rápidas para formar perlita, y muy lentas para producir
martensita. Por otro lado, dependiendo de la temperatura de formación, se pueden distinguir dos morfologías
diferentes de bainita, bainita superior y bainita inferior.

Bainita Superior
La microestructura de la bainita superior está formada por placas finas de ferrita de 0.2 micras de espesor y 10
micras de longitud, aproximadamente. Las placas crecen en grupos denominados plumas. En cada pluma las
placas de ferrita son paralelas y de idéntica orientación cristalográfica, y cada una presenta un plano de hábito
bien definido. Las placas individuales en una pluma son generalmente denominadas 'sub-unidades' de bainita, y
aparecen separadas por fronteras ligeramente desorientadas o partículas de cementita.

Microestructura de bainita superior en un acero rico en silicio. El silicio impide


la precipitación de cementita, en su lugar se forman películas de austenita entre
las placas de ferrita bainítica. (a) Micrografía optica; (b) micrografía de campo
claro de trasmisión de electrones; imagen de campo oscuro de austenita
retenida; micrografía de trasmisión de electrones, montaje de una pluma de
bainita (esta pluma se veria como una única placa oscura en microscopía
optica). Bhadeshia y Edmonds, Acta Metallurgica, volumen 28 (1980) 1265-
1273.

La bainita superior se desarrolla en distintas etapas. El proceso se inicia con la nucleación de las placas de
ferrita en las fronteras de grano austenítico. El crecimiento de cada placa es acompañado por un cambio en la
forma de la región transformada (Figura), el cual puede ser descrito exactamente como una deformación del
plano invariante con una gran componente de cizalla, muy similar a la observada durante la transformación
martensítica. Sin embargo, la bainita crece a relativamente altas temperaturas, comparadas con las de formación
de martensita, por lo que la austenita, cuya resistencia decrece cuando la temperatura de formación aumenta, no
puede soportar las grandes deformaciones asociadas al cambio de forma. Estas deformaciones son relajadas por
la deformación plástica de la austenita adyacente. El local incremento en la densidad de dislocaciones causado
por la deformación plástica de la austenita, bloquea el movimiento de la intercara de transformación (Figura) y
detiene, por tanto, el crecimiento de las placas de ferrita, de tal forma que el tamaño alcanzado por cada sub-
unidad es menor que el del grano austenítico.
Intensa maraña de dislocaciones formada en la intercara bainita (claros) austenita (oscuros),
debida a la deformación inducida por el cambio de forma que tiene lugar en la transformación.
La maraña de dislocaciones provoca la inmovilidad de la intercara por `éndurecimiento por
trabajado', dando lugar a una pérdida de coherencia y al bloqueo del proceso de crecimiento.
Este es la causa de la limitación del tamaño de cada placa de ferrita en una pluma bainítica.
Bhadeshia y Edmonds, Metallurgical Transactions A, 10A (1979) 895-907.

Al igual que en la martensita, el cambio de forma hace que el mecanismo de crecimiento de la ferrita bainítica
sea adifusional. La bainita crece en forma de placas delgadas con el fin de minimizar la deformación asociada a
los desplazamientos. Si la bainita es una estructura cristalina generada por un movimiento coordinado de
átomos, debe existir una relación de orientación entre la austenita y la bainita. Esta relación, experimentálmente,
se ha comprobado que es del tipo en las que un par de planos de los mas compactos de ambas celdas son
aproximádamente paralelos, asi como las correspondientes direcciones compactas en dichos planos. Esta es a
grandes rasgos la descripción de una relación de orientación del tipo Kurdjumov-Sachs.

La bainita se forma en determinados planos cristalográficos, sin embargo, los índices del plano de hábito
muestran una dispersión considerable ( Figura). Esto es debido a que muchas de las medidas son realizadas
usando microscopía óptica, en tal caso, el plano de hábito determinado no es el de una sub-unidad individual,
sino que corresponde a algún valor medio que depende del número, tamaño y distribución de las sub-unidades
en la pluma bainítica. Todos estos factores pueden variar con la temperatura de transformación, el tiempo y la
composición química.

Planos cristalográficos irracionales de las plumas bainíticas y de las placas de martensita


[Greninger y Troiano, Trans. AIMME, 140 (1940) 307-336]. Notar el énfasis en el
término plumas, pues las medidas son realizadas mediante microscopía óptica y por tanto
se refieren a la pluma de bainita como un todo, en lugar de a una sub-unidad individual.

Como ya se ha mencionado anteriormente, la bainita superior se forma en dos etapas, la primera supone la
formación de ferrita bainítica, ésta presenta una muy baja solubilidad de carbono en la ferrita (<0.02 % en peso)
por lo que el crecimiento de ferrita enriquece en carbono la austenita residual. Por último, la cementita precipita
desde las láminas de austenita entre las sub-unidades de ferrita. La cantidad de cementita precipitada depende
de la concentración de carbono de la aleación. Altas concentraciones de carbono dan lugar a una
microestructura en la cual, las placas de ferrita aparecen separadas por láminas continuas de cementita. Cuando
la concentración en carbono es baja en el acero, pequeñas y discretas partículas de cementita se forman entre las
placas de ferrita.

Las partículas de cementita presentan una relación de orientación con la austenita, apartir de la cual precipitan,
del tipo "Pitsch":

[0 0 1]Fe3C || [ -2 2 5]gamma

[1 0 0]Fe3C || [ 5 -5 4]gamma

[0 1 0]Fe3C || [ -1 -1 0]gamma

Diferentes formas de carburos pueden precipitar apartir de la austenita, y cada partícula estará indiréctamente
relacionada a la ferrita através de la relación de orientación ferrita/austenita.
Si el acero presenta una cantidad suficiente de elementos aleantes retardadores de la formación de cementita
(como silicio o aluminio), entonces la precipitación de carburos puede ser evitada por completo, de tal forma
que se obtendría una microestructura de bainita superior compuesta exclusivamente de ferrita bainítica y
austenita retenida y enriquecida en carbono. Esta microestructura también puede contener martensita, si la
austenita residual transformase a martensita durante un enfriamiento a temperatura ambiente.

Bainita Inferior
La microestructura y características cristalográficas de la bainita inferior son muy similares a las de la bainita
superior. Lo que las diferencia, principalmente, es que en la bainita inferior las partículas de cementita también
precipitan dentro de las placas de ferrita (Figura). Por tanto, se pueden distinguir dos clases de precipitados de
cementita: los que crecen apartir de la austenita enriquecida en carbono y separan las placas de ferrita, y los que
parecen precipitar apartir de ferrita sobresaturada. Estas últimas partículas presentan una relación de orientación
del tipo "revenido", análoga a la exhibida por los carburos precipitados durante el revenido de la martensita,
generalmente descrito como relación de orientación de Bagaryatski:

[0 0 1] Fe3C || [ -1 0 1]alfa
[1 0 0] Fe3C || [ 1 1 1]alfa
[0 1 0] Fe3C || [ -1 2 -1]alfa

Microestructura de una bainita inferior. Notar la precipitación de diferentes partículas


de carburos en la placa de ferrita bainítica inferior. La bainita inferior, por otro lado,
también está formada de finas placas organizadas en plumas y separadas por películas
de austenita retenida y enriquecida en carbono o carburos. Bhadeshia y Edmonds,
Metallurgical Transactions A, volumen 10A (1979) 895-907.

Los carburos precipitados en la ferrita no tienen que ser necesariamente cementita, dependiendo de la
composición química del acero y la temperatura de transformación, otros carburos pueden precipitar. Por
ejemplo, en aceros altos en carbono, con un contenido en silico mayor del 1% en peso (el silicio retarda la
formación de cementita), el carburo épsilon es generalmente el que precipita en la ferrita bainítica.

A diferencia de la martensita revenida donde los carburos tienden a precipitar en disposición Widmanstatten ,
las particulas de cementita en la bainita inferior precipitan con una sóla relación de orientación posible (Figura)
formando segmentos paralelos orientados aproximadamente 60 grados con el eje de la placa de bainita. Esta
peculiar forma de precipitar en la ferrita bainítica inferior, puede ser debiada a que los carburos nuclean en una
intercara ferrita/austenita, y por tanto intentan adoptar una única relación de orientación con la cual conseguir
conectar a ambas fases, austenita y ferrita, de la forma más óptima.

Micrografía de trasmisión de electrones. Muestra una única relación de orientación de las


partículas de carburos en cada placa. Cuando la fuerza motriz de la precipitación de cementita
es pequeña, se forman relaciones de orientación únicas. Este es el caso de aceros bajos en
carbono o temperaturas altas de transformación, donde el carbono puede escapar rápidamente
de la ferrita sobresaturada. Bhadeshia, Acta Metallurgica, volumen 28 (1980) 1103-1114.
Otra posible explicación a la peculiar forma de precipitación de los carburos en la bainita inferior sería la
influencia que ejercen las tensiones asociadas al crecimiento adifusional de la bainíta sobre la precipitación de
carburos. Este efecto sería menos pronunciado durante el revenido de la martensita, pues la fuerza motriz para
la precipitación es mayor.

Los carburos en la bainita inferior son extremádamente finos, unos pocos nanómetros de espesor y 500
nanómetros de longitud. Debido a su precipitación en la ferrita, una menor cantidad de carbono es rechazada en
la austenita residual desde la ferrita. Esto, en otras palabras, significa que menos partículas de cementita y más
finas precipitan entre las placas de ferrita bainítica inferior, si las comparamos con las de la bainita superior.
Como consecuencia de ésto, la bainita inferior tiende a ser más tenaz que la bainita superior, apesar de ser más
resistente. Las partículas groseras de cementita de la bainita superior actuan como puntos de nucleación de
grietas de clivage y asociación de vacantes.

Transición de bainita superior a bainita inferior

La bainita inferior se obtiene generalmente a temperaturas de transformación isotérmicas relativamente bajas.


Los carburos precipitan en la ferrita reduciendose así la cantidad de carbono disponible para precipitar entre la
austenita y la ferrita. La transición entre bainita superior e inferior puede explicarse como un proceso de
revenido rápido que ocurre en una placa de ferrita sobresaturada en carbono despues de su crecimiento. Este
exceso de carbono en la ferrita tiende a reducirse mediante la difusión del carbono hacia la austenita residual y
por precipitación en la misma ferrita.

El tiempo necesario para descarburar una placa de ferrita sobresaturada mediante la difusión del carbono en la
austenita es ilustrado en la Figura para el caso de un acero típico. A temperaturas elevadas, la difusión es tan
rápida que no hay posibilidad de precipitar carburos en la ferrita, obteniendose así una microestructura de
bainita superior. Finalmente, la cementita precipita desde la austenita residual enriquecida en carbono.

Tiempo requerido para la descarburación de una placa de bainita sobresaturada. Tiempos


pequeños dan lugar a una microestructura de bainita superior, pues no hay oportunidad para
la precipitación de carburos en la ferrita. Takahashi y Bhadeshia, Materials Science and
Technology, volumen 6 (1990) 592-603.

Cuando la temperatura de transformación se reduce y el tiempo necesario para la descarburación se incrementa,


parte del carbono puede precipitar como carburos finos en la ferrita, mientras que el resto difunde a la austenita
para finalmente precipitar entre las placas. Esta es la microestructura de bainita inferior. Debido a que sólo una
fracción del carbono ha difundido a la austenita, los carburos precipitados entre placas son mucho más
pequeños que los asociados a la bainita superior. Esta es la causa por la cual, la bainita inferior presenta una
estructura tan fina y es siempre más tenaz que la bainita superior, apesar de presentar generalmente una mayor
resistencia.

Una consecuencia del mecanismo de transición entre bainita superior e inferior es el hecho de que aceros con
una alta concentración en carbono solo transformen a bainita inferior. La gran cantidad de carbono atrapado en
la ferrita durante la transformación, no puede difundir suficientemente rápido a la austenita, por lo que precipita
inevitablemente en la ferrita. Por el contrario, en aceros muy bajos en carbono, el tiempo necesario para la
descarburación es tan pequeño que sólo es posible obtener por transformación, bainita superior a cualquier
temperatura entre el final de la transformación perlítica y el inicio de la transformación martensítica.
También es posible obtener una mezcla de bainita superior e inferior mediante transformación isotérmica. A
medida que se forma bainita superior, la austenita residual se enriquece en carbono de tal forma, que la
tendencia a formar bainita inferior aumenta cuando la transformación progresa.

Cambio de forma

Imagen de microscopía de fuerza atómica de una maravillosa superficie de relieve


producido en el crecimiento de la bainita en una muestra pulida antes de transformar.
Notar las puntas afiladas de las placas, las cuales permiten distinguir a la bainita de la
austenita, ésta última, deformada plásticamente durante la transformación. Swallow y
Bhadeshia, Materials Science and Technology, volume 12 (1996) 121-125. Debido a
que las placas de ferrita bainítica son demasiado finas para el uso del tradicional
microscopio óptico de interferencias (Por ejemplo. Tolansky), microscopía de fuerza
atómica es necesaria para su discriminación.

El relieve en la superficie del plano invariante de deformación (PID) causado durante el crecimiento de la ferrita
bainítica, presenta una deformación con una gran componente de cizalla (0.24) y una variación de volumen de
0.03 (Figura). Por tanto, la transformación tiene lugar por un movimiento coordinado de átomos. En
consonancia con este hecho, ha sido demostrado mediante técnicas de alta resolución que el Fe y elementos
sustitucionales como Mn, Si, Ni, Mo y Cr, permanecen inmóviles en sus posiciones cristalográficas durante la
transformación Figura. Luego, el cambio en la estructura cristalográfica es alcanzado por la deformación de la
austenita. Si la deformación es acomodada elásticamente, entonces la energia de deformación almacenada en la
ferrita bainítica es aproximadamente 400 J/mol, aunque algo de deformación puede ser relajada plásticamente
en la austenita adyacente.

Estas imágenes han sido tomadas con resolución atómica, aunque su reproducción aquí no
hace justicia al trabajo original. (a) Micrografía de campo iónico en una intercara vertical
entre la austenita y la ferrita bainítica. (b) Imagen con sólo átomos de hierro. (c) Imagen con
sólo átomos de silicio. (d) Imagen con sólo atomos de carbono. Claramente, los átomos
substitucionales no se mueven de sus posiciones durante la transformación. Bhadeshia y
Waugh, Acta Metallurgica, volumen 30 (1982) 993-998.

El movimiento de atomos intersticiales durante el cambio de estructura cristalográfica no influye en el


desarrollo de la superficie de relieve. En caso contrario, la presencia de un relieve no podría justificar la
existencia o ausencia de difusión de carbono durante la transformación.

El carbono en la bainita
Mediante medidas de composición local antes y después de la transformación, es fácil demostrar que la
transformación martensítica es una transformación adifusional. La bainita se forma a temperaturas algo más
altas que la martensita, por lo que el carbono puede escapar de la ferrita en una fracción de segundo. Su
composición original no puede ser por tanto medida directamente.

Tres son las diferentes formas posibles de actuar el carbono durante el crecimiento de la bainita. Primeramente,
puede difundir durante el crecimiento, de tal forma que la ferrita nunca podrá contener ningún exceso en
carbono. El crecimiento, por otro lado, puede ser adifusional, quedando el carbono atrapado por el avance de la
intercara. Finálmente, hay un caso intermedio en el cual parte del carbono puede difundir, y el resto quedar
atrapado dejando a la ferrita parcialmente sobresaturada en carbono. Por tanto, es mucho más difícil determinar
el papel que juega el carbono en el crecimiento de la bainita, que en el caso de la martensita.

Un crecimiento adifusional requiere que la transformación ocurra a temperaturas inferiores a la temperatura T0,
para la cual la energía libre de la bainita es menor que la de la austenita de la misma composición. La
representación de la temperatura T0 como una función de la concentración de carbono en la austenita es
conocida como la curva T0, un ejemplo es mostrado en el diagrama de fases Fe-C en la Figura. Un crecimiento
sin difusión sólo puede ocurrir si la concentración de carbono en la austenita queda a la izquierda de la curva T0.

Ilustración de la construcción de la curva T0 en el diagrama de fases Fe-C. Toda austenita con


una concentración menor que la dada por la curva T0 puede en un principio transformar sin
difusión. Sin embargo, la transformación adifusional no es posible si la austenita tiene una
concentración en carbono mayor que la dada por la curva T0. Alfa se refiere a ferrita y gamma a
austenita.

Supongamos que una placa de bainita se forma sin difusión, y que cualquier exceso en carbono es
inmediatamente difundido a la austenita residual. La siguiente placa de bainita debe crecer desde la austenita
enriquecida en carbono (Figura a). Este proceso debe acabar cuando la concentración en carbono de la austenita
alcance la curva T0. Se dice entonces que la reacción es incompleta, pues la austenita en el punto en el cual la
reacción se detiene, no ha alcanzado su composición de equilibrio (dada por la curva Ae3). Si por el contrario,
la ferrita creciera difusionalmente, la transformación cesaría cuando la austenita alcanzase la curva Ae3.

(a) Fenómeno de reacción incompleta. La bainita crece sin difusión, sin embargo cuando el
carbono escapa de la ferrita inmediátamente cesa el crecimiento, de tal forma que la siguiente
placa de ferrita debe crecer apartir de la austenita enriquecida. Por #233;ste mecanismo la
reacción debe detenerse en la curva T-cero.
(b) Datos experimentales que confirman la curva T-cero.

Experimentalmente se ha demostrado, que de hecho, la transformación se detiene en la frontera T0 (Figura b).


Luego, de la experiencia podemos concluir que el crecimiento de la bainita a temperaturas por debajo de BS
implica la sucesiva nucleación y crecimiento martensítico de sub-unidades, seguido, en el caso de bainita
superior, de la difusión de carbono en la autenita colindante. Sin embargo, no puede ser descartada la
posibilidad de que una pequeña fracción de carbono difunda durante el crecimiento, aunque hay pocas dudas de
que la bainita es sustancialmente sobresaturada en carbono al principio.

Cuando la energía de deformación de la transformación es incluida en el análisis, estas conclusiones no se


modifican sustancialmente.

Hay dos importantes características de la bainita, las cuales pueden ser demostradas por varias y diferentes
técnicas experimentales, por ejemplo, dilatometría, resistividad eléctrica, medidas magnéticas y metalografía.
En primer lugar, la temperatura BS por encima de la cual no se formaría bainita, está bien definida y ha sido
confirmado para un amplio rango de aceros aleados. Por otro lado, la cantidad de bainita formada aumenta a
medida que la temperatura de transformación se reduce por debajo de la temperatura BS. La fracción de
volumen formada varía sinusoidalmente con el tiempo para una temperatura de transformación dada,
alcanzando un límite asintótico invariable en tratamientos térmicos prolongados, aún en el caso de la presencia
de austenita residual sin transformar. De hecho, la transformación cesa antes de que la austenita alcance su
composición de equilibrio, y es por esto que a este fenómeno se le denominada "fenómeno de reacción
incompleta".

Estas observaciones son entendidas si se tiene en cuenta que el crecimiento debe cesar si la concentración de
carbono en la austenita alcanza la curva T0 del diagrama de fases. Si a ésto le añadimos el hecho de que la
concentración de carbono aumenta cuando la temperatura de transformación disminuye, entonces más bainita
puede formarse cuanto mayor sea el sub-enfriamiento por debajo de BS. Sin embargo, la restricción que supone
la curva T0 implica, que la concentración de equilibrio dada por la curva Ae3 no puede ser alcanzada, como ha
sido observado experimentalmente. En ocasiones, se define una temperatura final de transformación bainitica
BF, sin embargo, claramente su significado no es fundamental.

Cinética
La velocidad de la transformación bainítica debe ser considerada con un término caracterizador de las distintas
etapas en las que tiene lugar la reacción. En un primer estadio, una sub-unidad nuclea en un borde de grano
austenítico, y crece en longitud a una cierta velocidad hasta que su desarrollo se ve detenido por la deformación
plástica en la austenita. Entonces, nuevas sub-unidades nuclean en la punta de la sub-unidad primßramente
formada, desarrollándose así una estructura de pluma a medida que este proceso continua. Por tanto, la
velocidad de crecimiento total de una pluma bainítica es menor que la de una sub-unidad individual, pues existe
un intervalo de tiempo entre la formación de sucesivas sub-unidades. La fracción de volumen de bainita
formada dependerá del crecimiento total de las plumas en diferentes regiones de la muestra. Por otro lado, la
precipitación también influye en la cinética de la transformación, restando carbono, o bien a la austenita
residual, o bien a la ferrita sobresaturada en carbono.

Poco se conoce acerca de la nucleación de bainita, salvo que la energía de activación para la nucleación es
directamente proporcional a la fuerza conductora de la transformación. Este hecho es consistente con la teoría
de nucleación para la martensita. Sin embargo, a diferencia de la martensita, el carbono debe difundir en la
austenita durante la nucleación bainítica, aunque los nucleos posteriormente se desarrollen en sub-unidades que
crecen adifusionalmente.

El tamaño de las placas individuales de ferrita es demasiado pequeño para resolverlas adecuadamente mediante
microscopía óptica. Esta técnica sólo permite revelar grupos de placas de ferrita. Mediante el uso de técnicas de
más alta resolución, como la microscopía electrónica de emisión de fotones, ha sido posible estudiar
directamente el progreso de la reacción bainítica, y comprobar cómo el crecimiento longitudinal de una placa
bainítica ocurre a una velocidad más rápida que en el caso de tener lugar un proceso controlado por la difusión.
La velocidad de crecimiento, sin embargo, es mucho menor que la de la transformación martensítica, pues la
fuerza conductora de la formación de bainita es menor al transformar a temperaturas más altas que la
martensita. Las placas de ferrita crecen a velocidad constante, pero generalmente son detenidas en su desarrollo
antes de que puedan atravesar el grano austenítico.

La velocidad de crecimiento de una pluma bainítica es más pequeña, debido al retraso producido al nuclear
repetidamente nuevas sub-unidades. Sin embargo, la velocidad de crecimiento de una pluma es generálmente un
orden de magnitud mayor que en el caso de un crecimiento controlado por la difusión. En cuanto al crecimiento
en espesor de las plumas bainíticas, también ha sido medido, se trata de un proceso discontinuo, en el cual el
espesor aumenta en escalones discretos de 0.5 micras aproximadamente. La altura de estos escalones está
relacionada con el tamaño de las sub-unidades medido mediante microscopía electrónica de transmisión. Por
tanto, el proceso de engrosamiento de una pluma bainítica depende de la velocidad de nucleación de las sub-
unidades de bainita adyacentes.

Todas estas características de la transformación, es decir la variación de la fracción de volumen con el tiempo,
la temperatura, la estructura de grano austenítico y la composición química, son representadas en un diagrama
TTT. De una forma simplificada, un diagrama TTT podría decirse que está formado por dos curvas separadas en
forma de C. Una de ellas, localizada a altas temperaturas, describe la evolución de las fases formadas
difusionalmente, como ferrita y perlita, mientras que la otra curva, localizada a temperaturas más bajas,
representa transformaciones adifusionales como ferrita Widmanstatten y bainita. En aceros poco aleados que
transforman rápidamente, ambas curvas se solapan de tal forma que aparentemente el diagrama estaría formado
por una sóla curva combinación de todas las posibles reacciones. Cuando se incrementa la composición de la
aleación con el fin de retardar la descomposición de la austenita, ambas curvas empiezan a distinguirse entre sí
y aparece, entorno a la temperatura BS en el TTT diagrama, con una forma característica de "bahía". Esta bahía
es importante en el diseño de aceros de alta resistecia deformados en el estado austenítico a temperaturas bajas
antes del inicio de la transformación.

Bainita Granular
Bainita granular es el término con el que se denomina a la bainita obtenida mediante enfriamiento continuo.
Esta terminología es ampliamente usada en la industria, donde la mayoría de los aceros sufren tratamientos
anisotérmicos. Un buen ejemplo de ello son las industria generadoras de energía electrica, donde grandes
componentes de aceros aleados con Cr y Mo son enfriados desde el estado de austenización con el fin de
obtener una microestructura bainítica.

La bainita granular no se distingue fácilmente de la bainita ordinaria mediante microscopía electrónica de


transmisión, debido a que sus mecanismos de formación no son muy diferentes. Sin embargo, como la
microestructura se forma gradualmente durante el enfriamiento, las plumas de bainita pueden ser muy groseras
y dar en microscopía óptica la apariencia de bloques de bainita y austenita, de ahi el uso del adjetivo "granular"
para su denominación.

Una propiedad característica de la bainita granular (aunque no la única) es la ausencia de carburos en la


microestructura. En su lugar, austenita residual es estabilizada por el carbono difundido desde la ferrita, de tal
forma que la microestructura final está formada por austenita retenida y algunas martensitas ricas en carbono,
además de ferrita bainítica.

Revenido de la Bainita

La extensión y velocidad de cambio de la microestructura y las propiedades durante el revenido, dependen de


cómo de alejada del equilibrio se encuentre la muestra inicial. Por tanto el comportamiento de la bainita durante
el revenido se espera que sea diferente al de la martensita.

A diferencia de la martensita, la ferrita bainítica presenta un ligero exceso de carbono en solución. La mayoría
de ese carbono se encuentra en forma de partículas de cementita, las cuales suelen ser más groseras que las
asociadas a la martensita revenida. Por tanto, los efectos del revenido en la bainita son siempre menos severos
que los del recocido en la martensita del mismo acero.

La bainita se forma a temperaturas relativamente altas, donde algo de recuperación ocurre durante la
transformación. Consecuentemente, cuando aceros bainíticos bajos en carbono son recocidos a temperaturas tan
altas como 700°C durante una hora, los cambios en la recuperación, morfología o particulas de carburos son
mínimos. La relajación es apreciable sólo cuando la estructura de placas de ferrita cambia en ferrita equiaxial.
Asociado a este cambio se produce la esferoidización y engrosamiento de la cementita. Revenidos progresivos
no suponen un efecto apreciable.

En contraste con los aceros martensíticos, pequeñas variaciones en la concentración en carbono (0.06-0.14% en
peso) tienen un mínimo efecto en la bainita revenida. El carbono en solución sólida es un gran endurecedor, por
lo que la resistencia en la martensita decrece enormemente cuando el carbono precipita durante el revenido. En
el caso de la bainita, el carbono está presente principalmente como partículas de carburos groseras, las cuales
contribuyen a la resistencia del acero en poca medida. Luego no es sorprendente que la respuesta al revenido, no
sea muy sensible a la concentración media en carbono del acero.

Cuando la microestructura bainítica contiene cantidades apreciables de austenita retenida, un revenido a


temperaturas por encima de 400° centígrados provoca la descomposición de esta austenita en una mezcla de
ferrita y carburos.

Aceros bainíticos aleados con elementos fuertes formadores de carburos como Cr, V, Mo y Nb, sufren
endurecimiento secundario durante un recocido a altas temperaturas. Dicho endurecimiento ocurre cuando se
forman carburos finos (más estables) de elementos aleantes a expensas de la cementita. Debido a que la
cementita en la bainita es grosera, la reacción de endurecimiento secundario es más lenta, comparada con la
misma reacción en la martensita.

Hay un considerable interés en aceros bainíticos aleados con cobre, por su aplicación en la ingeniería pesada. El
revenido en estos aceros induce la formación de partículas finas de cobre, las cuales contribuyen a aumentar la
resistencia en el material sin poner en peligro la tenacidad.

Resumiendo, existen significativas diferencias en el comportamiento de la bainita y la martensita en el revenido,


la más importante de ellas es la mínima cantidad de carbono en solución sólida presente en la bainita. Esta es la
causa por la cual la microestructura bainítica es menos sensible al revenido, al detectarse raramente pérdidas de
resistencia en el material, cuando la pequeña cantidad de carbono disuelta en la ferrita precipita. En la
resistencia sólo se detectan grandes cambios, cuando la microestructura de placas de bainita recristaliza en una
microestructura formada por granos equiáxicos de ferrita. Por el contrario, la resistencia apenas varía cuando las
partículas de cementita engrosan y la recuperación de la subestructura de dislocaciones tiene lugar. Aceros
bainíticos aleados con elementos fuertes formadores de carburos sufren un fenómeno de endurecimiento
secundario, muy similar al observada en aceros martensíticos, el cual depende de la precipitación de carburos
finos de elementos aleantes.

El papel de los elementos aleantes


El carbono ejerce un gran efecto sobre el rango de temperaturas en el cual la transformación bainítica superior o
inferior tiene lugar. Como se puede deducir de la siguiente ecuación, los elementos aleantes reducen la
temperatura BS, pero es el carbono el que ejerce una mayor influencia:

BS (°C) = 830-270C -90Mn-37Ni-70Cr-83Mo

donde las concentraciones son dadas en % en peso. El carbono presenta mayor solubilidad en la austenita que
en la ferrita, y es un gran estabilizador de la austenita, lo cual se traduce en un retardo general de la cinética de
la reacción bainítica. Por otro lado, la cantidad de carburos presentes en la microestructura final aumenta
proporcionalmente con la concentración en carbono del acero. Conviene entonces mantener los niveles de
carbono por debajo del 0.4 % en peso, si se desea asegurar unas propiedades mecánicas adecuadas. De hecho, se
ha averiguado, que un incremento en la concentración de carbono favorece la formación de bainita inferior. Esto
es debido a que es mas difícil descarburar las placas de ferrita sobresaturada antes de que la precipitación de
carburos tenga lugar.

En aceros Fe-C, la transformación ferrita y perlita comienzan a temperaturas más altas y tiempos muy cortos, lo
que hace realmente difícil la posibilidad de obtener una microestructura bainítica mediante enfriamiento
continuo. Si la reacción ferrítica es particularmente rápida, la dificultad de obtener bainita isotérmicamente es
incluso mayor. La adición de elementos aleantes generalmente provoca un retraso en la transformación ferrítica
y perlítica y un desplazamiento de la reacción bainítica hacia temperaturas más bajas. Esto a menudo da lugar a
una separación de las transformaciones y a un TTT con un claro distanciamiento de las curvas C para la
transformación perlítica y bainítica. A pesar de todo, es aún difícil obtener un microestructura completamente
bainítica, debido a la proximidad de la transformación martensítica.

La adición de un 0.002% en peso de Boro a un acero bajo en carbono y aleado con un 0.5% en peso de Mo,
puede ser una forma efectiva de aislar la transformación bainítica. Miertras el molibdeno favorece la reacción
bainítica, el boro retarda la reacción ferrítica mediante su segregación en las fronteras de grano austenítico,
permitiendo así que la transformación bainítica tenga lugar a tiempos más cortos. Por otro lado, la curva C
bainítica no se ve afectada por la adición de boro, de tal forma que no se intensifica la transformación
martensítica. Consecuentemente, aceros completamente bainíticos, pueden obtenerse a un cierto rango de
velocidades de enfriamiento.

Aplicaciones en Aceros Bainíticos

Los aceros bainíticos podrían competir en el mercado de aceros con una resistencia menor de 1000 MPa y con
una concentración de aleación menor del 2% en peso. Sin embargo, hay que ser cuidadoso a la hora de diseñar
una aleación con el fin de obtener la microestructura adecuada. De hecho, aceros con una templabilidad
inadecuada transforman a ferrita alotriomórfica y a bainita. La formación de ferrita alotriomórfica puede ser
evitada añadiendo a aceros bajos en carbono y poco aleados, pequeñas cantidades de boro, el cual aumenta la
templabilidad de la bainita, y molibdeno. Por otro lado, en la presencia del boro, cualquier otro elemento aleante
debe ser mantenido en concentraciones suficientemente bajas para evitar la formación de martensita. La
composición típica de un acero que transforma a bainita con algunas trazas de martensita mediante un
tratamiento térmico de normalizado podria ser la siguiente: Fe-0.1C-0.25Si-0.50Mn-0.55Mo-0.003B % en peso.

Los aceros bainíticos más modernos son diseñados con muy bajas
concentraciones de carbono y elementos aleantes. Son procesados
mediante enfriamientos acelerados con el fin de obtener una
microestructura bainítica. Los bajos niveles de aleación, no sólo
proporcionan soldabilidad, sino tambien una mayor resistencia debida
al refinado de la microestructura bainítica.

La variedad de aceros bainíticos disponibles en el mercado, incluyen aceros bainíticos ultra-altos en carbono
con una alta soldabilidad, aceros de muy alta resistencia que compiten con los aceros martensíticos templados y
revenidos, aceros resistentes a altas temperaturas usados durantes décadas en las centrares nucleares, aceros
forjados mejores que los martensíticos, pues requieren mucho menos procesado, aceros inoculados en los
cuales, la bainita nuclea intraganularmente produciendose una microestructura caótica resistente a la
propogación de grietas, etc. Los aceros de muy alta resistencia están compuesto de una mezcla de ferrita
bainítica, martensita y austenita retenida. Su templabilidad puede ser mejorada añadiendo a su composición
manganeso, cromo y niquel. Generalmente presentan una gran concentración en silicio que evita la formación
de cementita (Figura). Los aceros de alta resistencia son producidos con una muy baja concentración de
impurezas e inclusiones, luego son muy subceptibles a la formación de partículas de cementita, las cuales deben
ser evitadas o reducidas en tamañó.
Aleación | C Si Mn Ni Mo Cr V B Nb Otros
Primeros aceros bainíticos | 0.10 0.25 0.5 - 0.55 - - 0.003 -
Ultra bajos en carbono | 0.02 0.20 2.0 0.3 0.30 - - 0.010 0.05
De muy alta resistencia | 0.20 2.00 3.00 - - - - - -
De resistencia a la |
deformación plástica a |
altas temperaturas | 0.15 0.25 0.50 - 1.00 2.3 - - -
Aceros forjados | 0.10 0.25 1.00 0.5 1.00 - - - 0.10
Inoculados | 0.08 0.20 1.40 - - - - - 0.10
0.012 Ti

Composición química en % en peso de aceros bainíticos típicos.

Aceros de resistencia media con la misma microestructura, pero algo reducido el contenido de la aleación, son
utilizados en la industria del automóvil como barras de protección lateral. Otro avance importante en dicha
industria ha sido la aplicación de aceros bainíticos forjados en la fabricación de componentes, tales como los
ejes de dirección. Estos eran fabricados hasta ahora con aceros martensíticos forjados, endurecidos, revenidos y
finalmente bonificados. Todos estos procesos son ahora sustituidos por un enfriamiento controlado desde la
temperatura final de forjado para generar la microestructura bainítica, ahorrando así grandes costes, los cuales
en ocasiones marcan la diferencia entre ganancias y pérdidas para la unidad completa de producción.

Aceros bainíticos resistentes a altas temperaturas son usados, y con gran éxito, en centrales nucleares desde los
años cuarenta. Su templabilidad ha de ser tal, que mediante enfriamiento continuo debe poder generarse bainita
en toda la sección de un componente de 1 m de diámetro. Estos aceros presentan cromo y molibdeno, los cuales
facilitan la templabilidad y dan lugar por precipitación a carburos que aumentan la resistencia a la deformación
plástica a altas temperaturas.

La bainita puede ser inducida a nuclear intragranularmente en inclusiones, en lugar de en el borde de grano
austenitico, mediante la inoculación de aceros bainiticos en estado fundido con adiciones controladas de
partículas no metálicas. La bainita que nuclea intragranularmente se denomina "ferrita acicular". Es una
microestructura mucho más desorganizada con una gran abilidad para evitar la propagación de grietas. Aceros
inoculados están ahora disponibles en el mercado y son usados en aplicaciones estructurales, como la
construcción de torres de perforación petrolíferas en medios hostiles.

Los últimos avances en la tecnología del laminado permiten el enfriamiento rápido de placas de acero sin causar
distorsiones indebidas. Esto ha dado lugar al desarrollo de "aceros de enfriamiento acelerado", los cuales
presentan una microestructura bainítica, alta formabilidad y compiten con los aceros laminados convencionales.

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