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,

Margarita Suárez

Desafíos transatlánticos
Mercaderes, banqueros y el estado
en el Perú virreinal, 1600 - 1700
blemas en Tierra Firme

ción desde Lima a Tierra Firme estaba favorecida por


a naveg a . ,
los vientos, de tal modo que en catorce o vemte dias se llegaba a
. un puerto acogedor y seguro distante tan sólo dos leguas de
::n~~igua ciudad de Panamá. La ci.udad viej~, fun~ada ~n 1519
por Pedrarias Dávila, era el asentarruento espanol mas antiguo de
Iíerra Firme, y su importancia inicial como núcleo de apoyo de Ia
coIonización de América fue seguida por Ia ventaja de ser Ia ruta
más corta al virreinato peruano y por Ia decisión metropolitana de
realizar periódicamente ferias comerciales en su costa atlántica. EI
istmo estaba formado por una franja de tierra que separaba el Mar
deINorte (océano Atlántico) del Mar del Sur (océano Pacífico) de tal
manera que, virtualmente, el tráfico entre Sevilla y el Callao se
realizaba por vía marítima, si exceptuamos Ias escasas 18 25 legúas ó

que separaban ambos mares.


, . Pero al convertirse en el paso terrestre obligado de Ia ruta
I~ntic~ ~:ruana, este pequeno cruce adquirió una gran importan-
. defmlO el carácter terciario de Ia economía de Ia rezión y a Ia
'ez, coloc ' I' . ., , . ?'
o a Istmo en una posicion estratézica tanto a nivel comer-
Como TI. b
cedo mlltar . Con el tiernpo, Ias ventajas dei istmo panamefio
leron ante Ia I' , . .
:te pob acurnu acion de dificultades que transformaron a
'Ill.er. re, pero medular territorio, en un verdadero obstáculo dei
CIO coIoni I
nsi\' .a y en uno de los puntos más vulnerables dei sistema
o amencano E ' T' .
serios .. s aSI que ierra FIrme fue uno de 10s problemas
cOlller .que hubleron de enfrentar Ia administración virreinal y
Clantes
peruanos a 10 largo del siglo XVII.
Alfredo C .
Panamá' INAasctillero Calvo, Economia terciaria y sociedad. PanamtÍ, siglos XVI 1/
. ,1980). .

317
••
318 Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 319

Un camino difícil ciertamente, esta ruta presentaba ciertas dificultades.


. pero,
a de ellas era su CIma1" tropica 1, am bilente Iid eal para el
La pruJlllerde rnicrobios Y virus que llegaban junto con Ias personas
No cabe duda de que Ia ruta panameüa contaba con cierta ..
tf I circuito má id s condi, desarro oas Para colmo, a Ias a d versidades. naturales se sumaban
que 1a conver ian en e circur O mas rapl o, más seguro y Ias carg . .
' 1 P' E menos c' Y diciones caóticas de los emplazarruentos urbanos espafioles".
que h a b Ia para conectar e eru con spafia. La vía marítima
I~ ~~: un lugar de tránsito y sin una buena infraestructura sanitaria
por el estrecho de Magallanes o el cabo de Hornos resultab '
1 · L bi d ., 1 a rnas Sle. t o era, pues, el lugar ideal para el brote de enfermedades
y muy pe 19rosa. os cam lOS e presion, as corrientes y Ia a id el1s rn
dérnicas eu tivo para aque '11
Y un caldo dee culti as traiídas por mar desde
geogra fíIa conver tíian es t a TI'.avesia en un .1ab ennto
. mortal paraCQ
Ios enl
b,
~vi1la, Ias costas africanas, Lima o.Acapulco. EI sarampión, Ia fiebre
de vela. Inc 1uso cuan do se superaron ciertas lirnitaciones técníc
arnarilla, Ia malaria, el tabar dil lo, Ia vi ruela y Ias pestes se
navegación hacia fines del XVII, el cruce por esta ruta nunca ~
intercarnbiaban junto con los terciopelos, los herrajes, los esclavos y
ser una aventura riesgosa y aleatoria. Por estas razones, por ml
Ia plata. EI paso marítimo de Ia peste podía tener lugar en cualquier
tiempo se consideró Ia zona del estrecho como una barrera na'
mornento y llegar con un pasajero infectado o ratas con pulgas
entre los océanos y Ia información cartográfica del Pacífico -d
portadoras de Ia enfermedad. La viruela también era fácilmente
Acapulco hasta Magallanes- permaneció como un secreto militar,
transportable, ya sea por personas enfermas como por Ias costras
compartido por un pequeno grupo de especialistas vinculados al
ocultas en el cargamento, que era protegido de Ia excesiva radiación
y al cosmógrafo mayor del reino". La ruta por el puerto de B
o del calor" .
Aires ofrecía una doble dificultado Tenía un tramo terrestre largo.o
y desprotegido entre Charcas, Tucumán y Buenos Aires, y un tr,
marítimo demasiado cercano a Ias costas brasilefias, frecuente
4 María deI Carmen Mena García, La ciudad en 1m cruce de caminos. Panamá y
visitadas u ocupadas por holandeses. Por último, el otro camino susorígelles urbanos (Sevilla: EEHA, CSIC, 1992),61-85,240-241.
que era Ia ruta por Nicaragua, no ofrecía ninguna ventaja comp 5 Mucha gente optaba por mudarse de este malsano lugar. En)600, el cabildo
con respecto a Ia vía panamefia. de Panamá declaraba que habían aparecido nuevas enfermedades como Ia
En consecuencia, de Ias posibles alternativas ninguna H.esquinencia", viruelas, sarampión, "dolo r de costado", tabardillo, "posternas" y
granos" y "aviendose por los médicos buscado Ias causas destas enfermedades
mayores beneficios que Ia ruta elegida. Era más fácil de controlar
",all~roncausarsede el vino que se ha traido de Ias probincias deI Pirú", Los médicos,
el punto de vista administrativo y militar; era más corta y, a S~gu~endo Ia teoría humoral, dictaminaron que el vino peruano causaba los danos
brindaba -por 10 menos en teoría- Ia posibilidad de Ia nav ~guJentes:"Muchas calenturas ardientes e podridas, muchos dolores de costado,
conjunta de Ias flotas de Nueva Espana y del Perú, de tal maneta tiemarasde sangre, romadizo y otras indisposiciones de calor y humedad por ser esta
eventualmente, podría significar un ahorro sustancial de Ias g, hú~a ;uy caliente y húmeda ...e por serlo tanbién el vino deI Pirú muy caliente y
caUs:[ ~ por cuya raçón hierbe dentro de Ias venas humedeciendo el cerebro
defensa". saramn to] baguldos y Ias dichas enfermedades arriba referidas y granos e vi ruelas y
10n
,25" Pp 1 ronchas". AGI, Panamá 30. "Expediente sobre los vinos deI Perú, 1620-
I d e I M01
'dei 511r d, Sob anam'a, 11d e abril de 1600.
.
2 Véase [orge
o Ortiz Sotelo ' ed. r Derrotem Genera • -mâo eu eI re los me .
Pedra Hurtado de Mendoza, hecho por el aunuin Manuel Joseph H/li ta ..·.OrtiZ'· W. Ceor L cantsmos de transmisión de Ias enfermedades cf. Noble David Cook
I'!_- ge owell "U . .
Callao. Afio de 1730 (Lima: Dirección de Intereses MarítimoS, 1993), XU~~de -orge Low eII ' nravelmg the Web of Disease", en Noble David Cook y W.
"Gabriel de Castilla y Ia expedición de 1603", Revista de Marina, DH~:I~e 1'" ~CQ (No , eds., Secret ludgments of God. Old World Disease in Colonial Spanisti
l\'id éOOk r~an, & London: University of Oklahoma Press, 1991): 213-242; Noble
Marítimos, (Enero-Febrero 1994): 14-27. Cf. también, Henry BaJlan e,
Hornier (Francia: Pen-Duik & Editions Ouest, 1989). . . [,11,171 !Qlide/[aF~co~s: Hernández Palomo, "Epidemias en Triana (Sevilla, 1660-1865)",
3 Christopher Ward, Imperial Pannma. C0111111crce
C
and conf/J ; II;S9_190 :CacucciE;a dz EconomIa e Commercio della Universitá di Bari, Nuova Série, XXXI,
1550-1800 (Albuquerque: University of New Mexico Press, 1993 r ltore, 1992):53-81, especialmente pp. 70-71.
Irl~

III11
320 Margarita Suârez Problemas en Tierra Firme 321

Así, el istmo no era un lugar bien visto por los v' . 10tando Ias pesquerías de perlas y había una modesta
Cieza de León, en Panamá "el sol es tan enfermo que l~Jeros. Se ,
slgU I' eron exp
"de maíz Panama , d epen diIa cronicamente
,. d e otras
'1 ' SI un ho ducClon '. .
acostum bra an dar por e , aunque no sea sino pocas h pro su abastecirruento, sobre todo de Nicarágua, Cartagena,
, oras, le gt 'onespara
tales enfermedades que muera; que asi ha acontescido r~ S villaJl• Por tanto, I""a opclOn mas mme dilata dee los
os veci
vecmos
.
L os registros b 1 a rnu Lima Y _e s fue vivir de los recursos derivados de su estratégica
so re muertes en a zona son elocuentes U
. n re
hablaba de 45 mil muertos -sólo en Nombre de Dios- entr 1 ' Panameno ., dentro de Ia ruta at 1'ántica, . esto es, del comerci
e comercio. e1
situaClon ..
15887. Según Alsedo y Herrera, Ia viruela y otras enferr: d51 rte o el serVlClO al estado.
azota b an P orto bel,e o ca daa si -"
síete anos con 1a entrada de Ias rop ea, transpo La mayor parte de Ia escasa población de Ia audiencia vivía
de Ias mercadenas, que encerradas por el curso de su transporte en Panamá, ciudad cuyo número de ve~inos osci~~ entre l.os 200 y
Ias arr:illeras de Io~ fardos ...s~ penetr~n del calor en Ias bodegas 105 550 espafí.oles entre 1570 y 1676. Sin población abongen, los
los bajeles, y despiden al abnrse malignos vapores que engen spanoles debieron reemplazarla por esclavos que, ya en 1607,
Ias tintas de los colores, de cuyo principio han sucedido ...las fune: ~onstituían el grueso de Ia población panamefia!". Portobelo, célebre
ruinas de armadas enteras'"'. Por ello, Ia estadía en Portobelo por Ias ferias era, sin embargo, un lugar de tránsito cuyos habitantes
efímera. Según Jorge Juan y Antonio de Ulloa, hasta Ios ingleses vivían en construcciones burdas o en plazas militares. Cuando se
abstuvieron, en el XVIII, de mantener ocupado el puerto por te mudó Nombre de Dios a Portobelo había 52 vecinos, sin contar
a quedar sepultados allí, de tal modo que el clima era su "ma tratantes ni pulperos. En 1618 el número de vecinos era de 26, de los
defensa ...contra los enemigos'". cuales siete tenían casas y barcos, nueve sólo tenían casa y diez no
Además de ser una trampa mortal, otro de 10s problemas Ia tenían. A éstos habría que agregar 14 duefí.os de casas que vivían
Panamá era Ia precariedad de su economía. AI botín, Ia encomie en Panamá, algunos de 10s cuales también poseían barcos. En 1630
Ias explotaciones de oro y perlas 10s habían acompafí.ado el cola; se reportaron 88 "vecinos" en Portobelo sin especificar más detalles
de Ia población indígena y Ia destrucción de 10s patrones sobre su situación!",
producción, de tal modo que hacia mediados del siglo XVI. El istmo era, pues, un territorio casi desíerto, cuyos habitantes
geografía panamefí.a se hallaba completamente alterada. Se despob entraban en un nuevo ritmo cuando llegaban Ias flotas. De Lima
desaparecieron Ias rutas locales y Ia selva devoró los aspa lIegaban a Panamá 10s cajones de pla ta, que eran 1uego transportados
productivos conquistados con mucho esfuerzo por Ias tres d a Portobelo. DeI mismo modo, una vez celebrada Ia feria, Ias
de tribus que habitaban Ia reglOn . , antes dI'e a conqUls ta 10 . Si bi mercaderías debían ser trasladadas a Panamá y de allí eran llevadas
por mar aí P 'D .
il ., eru. os carrunos conectaban Panamá y Portobelo (ver
ustraclOn 6) . U no d e ellos se conocía como el camino real, que era
6 Pedra de Cieza de León, La crónica dei Perú [1' parte] (Buenos Aires: Es'
Calpe. 1945), 36.
7 EnWard, Imperial Panama, 29. " "[1 PQIlQma,36-47' , , .
8 Dionisio de Alsedo y Herrera, "Aviso histórico, político, geogr~flcO .SeVill. E ' Mana dei Carmen Mena García, La sociedad de Panama eJl el Sigla XVI
'.' .' E Ia Amerlca a. Xc ma D' t ., P
en P li aterias y agreslOlles de 105 ingleses y otros pueblos de uropa en 11 M . lPU acion ravincial de Sevilla, 1984).
ena
desde el siglo XVI ai XVIII, J. Zaragoza,
ed., (Madrid. 1883), 107-1O,~'
ca
1747) 12 W García, ibid., 148 Y ss.; Chaunu, Séville el /'Atlal1tique, VIII, 1,1: 952-958.
9 Jorge [uan y Antonio de Ulloa, Noticias secretas de Amell [ I García Ln:rd, Imperial Punama, 32 y 55.; Castillero Calvo, Ecollomía ierciaria, 35; Mena
Ramos Gómez, ed., (Madrid: Historia 16, 1991),627-628. '1 . 13' A~~ledad de :ana711á, 313 y S5.
10 Un cálculo conservador estima Ia población de 1510 en 350 ~'CO ,1618)."Me ,Panama 32. "Memoria de 105 vecinos que de presente ay en Portobelo"
r
hacia 1603 sólo se contaba con 70 aborígenes. Sobre Panamá . . pre-hisWPanId
9 10' ar 11 I
I>ios". "Me mo :a de 105 vecinos que tuvo Puertobelo cuando se mudó de Nombre de
mona y li t d .
primera mitad dei XVI cf. Castillero Calvo, Economia tercwna, - , 15 a e vecmos de Portobelo" (1630).
322 Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 323

un tedioso tramo terrestre de 18 leguas con "muchos I


a gunas cuestas y muc os nos ,cuyos costos de rn os .p
1 h '''14 ma
. antenuni
eran sufragados por un impuesto, Ia avería de cam]
protegiid o natura 1mente dee Ias i
as mcursions., piratas por no. 'AI e '
-- -- ----- --

, aquI se IWSTRACIÓN 6
el traslado de Ia plata y los cargamentos valiosos, a pesar d
Rutas comerciales en Panamá
ciénagas, Ias sierras, los mosquitos y los cimarrones 10 conve 'l.ue
un cammo . caro y nesgoso,
. so'Io t ransita
. bl ertían
e en invierno. En los ,ft'

de lluvia era preferible usar el otro camino, aquél que iba de P \IA'R I)HI \"0 H.TI:

a Cruces por tierra; una vez en Cruces, se hacía el trasIad !'()ÚQ/flJ V!/ÍlW,:v
&
embarcaciones (bongos o chatas) por el río Chagres hasta Ia cc
atlántica. Esta ruta era más larga. pero, a Ia vez, más rápida,
barata y menos agreste que el camino real. Su gran desventaja es
en su vulnerabilidad ante un eventual ataque enemigo, ya sea err
mismo río o en el trayecto entre Ia desembocadura deI Chagrea
Portobelo. Por este motivo, ambos caminos fueron mantenid
simultánearnente'", hasta que con el cierre de Ias ferias el ca .
terrestre se abandonó completamente".
En el trayecto había una serie de hospedajes o ventas p,
los viajeros. Las ventas más importantes estaban en Pequení, Che
y Boquerón que, de acuerdo con los registros de Ia época, eran lu;
caros, incómodos y desabastecidos. En teoría, los precios se fija,
de acuerdo con un arancel que debía ser renovado anualmen

14 León Portocarrero, Descrípciôn, 118, .v(( R. [) ci s r!(


15 Según una probanza de 105 duefios de recuas, en Ia década de 1640 Ia !J(á~:i:; Paqfk~'i

parte del tránsito se hacía por Ia ruta terrestre debido a que Ias flotas llegal

~-l
verano y por el miedo a los piratas, "Luisa de Torres, duefia de Ia venta de P,
con los arrieros y duefios de requas" (1649). AGI Escribanía de Cámara 452-B,f
(.Aw';O::'F. C~UC€S Cl-loU.:o Rt;,
526r. ,;"~".-,,,~~.,f' _
. H "Spanish COI ·:::',,:a.'iU,_! _
16 So b re Ias rutas transístmicas cf. Roland Denms ussey. 39) M .•.." ••
'~~'~iI

Trails in Panamá", Revista de Historia de América (México), , 6, (agosto, 19 I'


I . ocaCOI
Manuel Moreyra Paz Soldán, "Portobelo y Ia travesía del istmo en a ep , Fuente: tvard, IlIIjlt'ri!!! flnJ1nllln, r,y
Estuâios Históricos, I, 121-145; Mena García, La ciudad en un Crllce de cal/mlOS, Concepto: ~1~r~rlT1ti\Suárez
Cartllhraii,,: Marco i\lill\lIh~~
Haring, Comercio y navegaciól1 , 227 y ss .,'Ward , Imperial, Panam". 55-60.
"aba Ios SI' ,
17 Un arancel para Ia ventas dei Boquerón (circo 1647) fíj 'I otra ----------------------------------------
precios: "Primeramente 1 almud de maíz en 8 reales; 1 medida de mre de toda
a real cada una; 1 gallina asada, 24 reales; 1 pollo asado, 12 reales; 1ta; real; 1
que pese 8 onzas, 1 real; 2 bollos de maíz de a 12 onças cada ~n, rnanl
bi I 16 celtunas
izcocho blanco, 4 reales; 12 aceitunas gordales, 1 rea ; a
324 Margariia Suárez Problemas en Tierra Firme 325

No obstante, los duefios de Ias ventas especulaban al 1 . o 10s nego cios en el Perú" . Otros ya se habían indepen-
' . . ser os ú . Ia S fenas . 1 proplO. como interme
. diiarios entre
que podían ofrecer alojamiento y comida en luO"ares i h' . nlCI eJl ctuaban con capIta
ganaban "mucha suma de plata y [quedaban l;s Viaje~ °rr1tos diZ~d~ Y aLima22. A esta fuente de ingresos -sin duda, Ia más
gastados por Ia variedad de viajes"!". En los períodos d os .:.. ll\u: se v1ll Y -, se le agregaban Ia propiedad
te de recuas, el acapara-
. , e achVlda~ ; i~porta;e Ias cargos municipales y Ia participación en Ias actividades
Ias ganancias podían ser muy altas. En 1647, por ejempIo los due- ~
de recuas calculaban Ias ganancias de Ias ventas del ca:nill ln08 ~~nto de Ia administración. El resultado fue Ia creación de una
500°//0, por trajinar oy mas d e, 1 500 mu 1as de cavallería y do rea en.
1/ •• ,
lbcltals. da red de amistades y favoritismos que vincularon a Ia élite
. - e carga omp rca
que hacen 13 a 14 carrunos al ano por conducir por tierra Ias fi tas c efta con Ia esfera gubernamental, de tal modo que -ya desde
Panam
. Ia XVI- Ia corrupclOn . , sena, uno de Ios rasgos diístíntívos
.. de 1a
de verano ... o por temor deI enemigo que infesta el mar deI nort ~'19
I
e sig
El trajín por tierra se hacía en recuas de mulas conduc~d iedad panamena- co loni orua 123.
por esclavos negros y su mantenimiento implicaba un verdade: sOC Sin embargo, varios factores distorsionaron algunas de Ias
despliegue de recursos dentro y fuera del istmo. Las bestias debían vías mediante Ias cuales se había sostenido Ia élite y toda Ia sociedad
ser alimentadas, avitualladas y mantenidas en estancias panamenas panamefta. Desde fines del XV~ se modificaror: Ias pautas mercantil~s
durante todo el ano para brindar un servicio estacional. Además y Ias panamen~s fueron mar?mados p.r~~resIVamente.d.el come~clO
no había criaderos de mulas en Panamá, de tal modo que éstas debí~ atlántico, quedandoles tan solo Ia posibilidad de participar de el a
ser importadas de Centroamérica, especialmente de Ias estancias través del transporte y / o de los impuestos. Pero, al mismo tiempo,
situadas alrededor de Ia bahía de Fonseca y, sobre todo, de Granada Iairregularidad y espaciamiento de Ias flotas en el siglo XVII afectaron
(Nicaragua). Las mulas debían recorrer un accidentado trayecto de seriamente al trajín. Y, por si fuera poco, los ingresos fiscales sufrieron
casi dos mil kilómetros antes de llegar a su destino y, como es fácil Ias consecuencias de 10s impases de Ia economía panamefia, Ia
suponer, Ia mortandad era alta y Ias ganancias pequefias'". corrupción administrativa y Ia evasión tributaria. Fue entonces que
Los vecinos de Panamá no sintieron demasiado los vaivenes comenzaron 10s problemas.
del negocio del transporte pues combinaban Ia propiedad de .r~cuas
y barcos con Ia actividad comercial y el manejo de ciertas decisiones
políticas. Los vecinos más ricos se desempefiaban como factor~s de La guerra de Ias cargas
Ias casas sevillanas que supervisaban, desde el istmo, Ias transaccíones
En 1599, el cabildo de Panamá declaró que los mercaderes estaban
confeccionando sus fardos, cajones y baúles con un peso excesivo,
real; 1 libra de queso de Panamá, 4 reales: 8 plátanos, 1 real; 1 manojo de tavaco tomando como pretexto Ia escasez de mulas y negros para el trajín.
Nicaragua,2 reales: 2 velas que tengan 8 onças de sebo, 1 real; cavalleriza cubiert~~ Los mercaderes, a entender del municipio, habían aumentado el
pesebre y candil, cada mula 1 real, de cada persona 1 real; de 1 cama con col tam - d
sábanas y almohadas, 8 reales; 1 pl;to de carne o pesc~do pequeno a l persona, 1 rei
ano e Ias cargas para ahorrar en el costo de los fletes y el resul-
Yten avéis de tener agua caliente para lavar los pies aios pasajeros "\ten lener I tado era que I/se avían muerto muchas mulas y otras se quedaban
... I". AGI Escribanía de Cámara 452-B, f. 561v-562v. . tab
'I a comi ·'da rnu ycara , ahmenban .
18
. L·os pasajeros se quep. b an de que vendían
e maiz 1 se 10 corruo., e I raton," y, encima r cobra
ma I a I gana d o "diicien d o que [I' PQ/)~~Ilí ~~;enzo Sanz, Comercio de Espaiui, l: 289-423; Mena García, La sociedad de
real por cada mula que pasaba. Ibid., f. 512v-514r. 22' y ss.
19 Ibid., f. 516r-v. I EcO cornercioToMdaVíaen 1607 se afirmaba que Ia principal ocupación de los vecinos era el
· C t'lIero Ca \'0, . . ena G ' L
20 M acLeod, Spanisli Central America, 218, 227 Y 274; as I 23 lb'd areia. a socieâaa de Panamá, 242.
I .,242-245.
terciaria, 24.
326 Margarita Suárez 327
Problemas en Tierra Firme

encalmadas y los negros molidos">. Por tanto de llí uando podía mucho ... De todo se ha seguido que Ia
cabildo fijaba en ocho arrobas y media el peso 'ma'x~ I en adelante tal como q
1· .. h' d lí
, Imo de I hOsP tiene de tercio en veZInOS, ru en azien as que so Ia y en
que debían trasportar Ias mulas. Esta medida as car ciudad na d dí "26
Lserí '. , aparentelll decrece ca a Ia .
coyuntura ,.sena, en realidad, Ia pnmera de una serie de dis '. e todo lamentos de Panamá no cesaron durante el siglo XVII.
que cond ucirían a los mercaderes de Lima a un ásper POSlCIO: . Los
de lado Ia posi bl e exageraclOn
. 'd e estos m. formes, no ca b e
con fliICtO con los veci
os veCInOS -
y duenos o Y prolong
de recuas de Pan ' a, DeJan~o ue, efectivamente, Ia situación del istmo había cambiado.
solución sólo llegaría con el abandono mismo de Ia rut atma, y cu: dud~ te qque Panamá nunca fue precisamente un lugar atractivo
a ransís •••.•:_
en el siglo XVIII. •••~
Es CIr :ercaderes, cuyas pretensiones de ascenso sociallos llevaban
La situación de Panamá a fines del siglo XVI no pa:ab~sn a lugares como México, Lima o de regreso a Sevilla. Pero Ia
b uena y, SI. h emos d e d ar cre'doito a ciertos
. informes de Ia épera m mas te
.
.,.
ión de Panamá, en lugar de mejorar, empeoro con el tiempo y
,.
f rancamente patética. L . d d oca, sltuaCl
a cita a or enanza de 1599 afirmaba Ia vocó Ia huída de aquellos que buscaban mejores oportunidades
audiencia de Panamá se sustentaba del trajín de Ias mulas que. ~:ovida. A Ia pobreza de su economía se le sumó el malestar social:
. ,~
propiedad estaba en manos de hombres ricos puesto que era precisq abundancia de negros, presencia de aventureros fugados del Perú,
contar con mucho caudal para poderlo sustentar y administrar. Sin disturbios provocados por marineros y, sobre todo, el asentamiento
embargo, en los últimos anos los duefios de recuas se habí de piratas en el Caribe". Así, Panamá terminó siendo una ciudad
empobrecido debido a "Ia tardanza de Ias flotas, guerras e yncendios modesta y sin muchas pretensiones, en donde los mercaderes se
que ha avido" y debido al exceso de Ias carg as!". En 1600, quedaban el tiempo necesario para hacerse ricos y se marchabarr".
gobernador Alonso de Sotomayor explicaba que Ia tierra estaba Incluso un testimonio de 1663 decía que hasta los duefios de recuas
ruinas porque los mercaderes ya no residían en el istmo y só1, eran chapetones y que por este motivo hacían "ganancia sin tiempo e
llegaban a Panamá en época de flotas. Pocos anos después, en 1606, ynmoderadamente'?", para luego mudarse a otro lugar.
le informaban al rey que Ia situación había empeorado. De los 30 Pero, adernás, Ias ferias comenzaron a adquirir una nueva
40 factores de compafiías sevillanas y limefias que había en Panamá ~unción en donde no había mucho lugar para una eventual
ya no quedaba ninguno, sobre todo desde que los mercaderes d
Perú enviaban a sus propios factores a Espana. Según un exte
mtermediación panamefia. La estrategia perulera de enviar agentes
a Espana desplazó también a aquellos panameüos que solían realizar
I",
informe de Ia audiencia (1607), Ia ciudad se encontraba en una operaciones en Ias ferias de Portobelo. La mercancías que cruzaban
situación crítica. EI comercio había quebrado, el Perú era aut el ist
, mo 1ib an acompanadas por los factores peruanos y, cuando se
suficiente el tráfico con Filipinas desviaba los recursos y, paral traían de Espana géneros a crédito, Ias deudas se pagaban en Lima,
, p tara
mente, se habían azotado el oro de Veragua y Ias perlas. or una vez que Ias mercaderías habían llegado a Ia capital?". De tal
se había, Ilezado al bpunto en el que los os imgresos fIsca les ya no .al,
b . . A' "Ia CIU'
zaban para paaar los sueldos de los funCIonanos. SI, .
b . nastenOS Y
con fuerças tanto menores, a de sustentar CinCOmo V1II2~1 Vila Vilar, "Las ferias de Portobelo",
, ,947.
276-278; Chaunu, Sévil/e et I'AtIantiqlte,
27 Cf M .
28 S·. ena Garcla, La sociedaâ de Panamá, 300-309.
en ella ,egun Cieza, "105 vecinos que agora ay son contratantes y no piensan estar
., pérez de Ali< POcosornas hempo de cuanto puedan hacerse ricos; y así, idos unos, vienen otros, y
24 AGI, Escribanía de Cámara 454-A. "DeclaraciOn de [uan 02r' Tras1ad' 29 ~~1~nosmir~n por el bien público", i»
crónica del Pení, 36.
nombre dei Consulado dei Perú". Madrid, 25 de mayo de 1662, f. 2 , cOll1.isarios"P scnba.ma de Cámara 454-A. "Petición de don Pablo de Lucen y demás
ordenanza de 1599, f.272r-v. 30 AGI E:n~ma, .febrero de 1663, f. 22-r-v.
25 AGI, Escribanía de Cámara 454-A, f. 272r-v. cnbama de Cámara 454-A, pZ. 2, f. 341r-v.
328 Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 329

modo que, a 10 sumo, los panamenos se podían en aron los plazos de retorno de Ias ganancias. De ahí
o se a 1arg d . I ,. t E
transacciones secundarias relacionadas con el abastec~ar?ar sólo cUand . os trataran de re UCIr a rrurumo sus gas os. n
1 5 arrIer . . ,
viajeros y de Ia ciudad" y con el transporte. Así el tra·I,mIento de que o . siempre, o casi siempre, el numero de mulas se
, . ' JIn se Con- .
en Ia uruca fuente segura y continua de ingresos para 1 . con SecuenCla, debajo de Ias deman d as dA" e transporte. SImISmO, a I
P'anama, y se con fiIguro una economia, básicamente os vectnos
te . . IIlant~V~ P~~olumen de Ias flotas en el siglo XVII, también hubo de
. . . ~~~
Istm032. En el siglo XVII era evidente que fiel mayor t t disrru~Ulr ~ número de mulas y barcos, con 10 cual bajaron también
requas y barcos
arcos nara
para el
el trai
trajín de Ia ropa de Puerto Veloraa o es' .. reduClrse
. es por conceptos de fl etes. C orno es I"OgICO,1"a uruca f arma
105 lllgreso . . , era aumentar los nreci
embarcalla en Ias naves para Lima, y desembarcar y l1e~~~ 1 tir favorablemente esta situacion os preclOs.
Puerto Velo para Espana'?". a de rever ue efectivamente, suce 10. os etes mas caros d e
d" L fi '
yesto fu e 10 q ,
Pero dedicarse únicamente al transporte ofrecía una se . " eran aquellos que se pagaban en el cruce dei istmo. Se
Amenca . , .
problemas. Significaba hacer una inversión grande en mulas nezr ba 13 veces más por kilómetro que en Ia ruta Huancavelica-
. . ' gr,
apare)os y alimentos, para luego sacar todas Ias ganancias posíb ~~f;sí; de 11 a 16 veces más que en Ia ruta Mendo~a-Santiago de
en los 20 a 40 días que podía durar el trajín de Ias flotas ... y esperi Chile',14 veces más que en Punta Arenas-Cartago y, finalmente, era
hasta Ia siguiente. En el siglo XVII, Ia frecuencia de Ias flotas se hi2IQ 44 veces más caro que el flete de Acapu Ico a Veracruz" -7 . A Igunos
cada vez más larga, de tal modo que el llamado iiempo muerto (I contemporáneos afirmaban que salía más caro este paso por tierra,
decir, el tiempo que había entre Ia llegada de una flota y Ia siguiente que toda Ia travesía por mar desde Sevilla a Lima".
se hizo cada vez más grande. Después de 1580-1628 -Ia "época Pero mantener una política de precios altos implicaba una
oro" del comercio en el istmo-, los galeones de Tierra Firme acción coordinada por parte de Ias vecinos panamefios. Es así que
distanciaron progresivamente hasta llegar, en Ia segunda mitad durante el sigla XVII Ias habitantes del istmo trataron
siglo, a un promedio de una flota cada tres anos y a "vacíos' sistemáticamente de mantener el contrai de los medias de transporte,
especialmente prolongados, sobre todo después de 16803-1.Esto quiere a Ia vez que los mercaderes de Lima intentaron quebraria por todos
decir que los duefios de recuas debían hacer fuertes desembol Iosmedias. EI resultado fue Ia creación de un clima de extrema tensión
para mantener o comprar una cantidad determinada de mulas entre los usuarios de Ias mulas y el "mundo temido y ternible de Ias
negros, con el fin de extraer luego el grueso de Ias utilidades d~~anl a.rrieros", un mundo -en palabras de Chaunu- "rudo, extraordina-
sólo un mes cada cierta cantidad de anos. Es cierto que el trapn namente inculto y brutal, seguro de su fuerza y duefio de Ia situación,
quedaba totalmente paralizado entre feria y feria, puesto q' a pesar, incluso, de su escaso número":". De este modo, Ias relaciones
igualmente debían trasladarse los tesoros en Ias armadas. Pero, entre los mercaderes de Lima y Ias vecinos de Panamá, en el sigla
duda, los ingresos más sustanciosos eran percibidos cuando llega XVII, se resumieron en el intento de Ias primeros de quebrar el
los navíos mercantes". I di monopolio dei transporte y en el afán de Ias sezundos po mantenerio.
ar l a pUO'na e t .
Ias cosas, los costos fI)OS - en ug .
o
Para empeorar hi .o n re estas dos grupos ha SIdo resaltada por aquellos
stonador .
disminuir- subierorr", de tal modo que aumentaron los costos J finales de es .-como Dilg y Walker- que han estudiado Ias décadas
I SIstema de flotas, entre 1700 y 1740.0. Sin embargo, el
31 Chaunu, Sevilla y América, 146.
32 Castillero Calvo, Economia terciaria.
33 Citado en Chaunu, Séville et l'Atlontique, VIII 1,1, 948. . I P lama 106- ~~ ~;s~ill:ro Calvo, Economia terciaria, 29-31, especialmente el cuadro 7.
34 Gama, Fuentes, EI comemo. espaíioi,- 164 y ss; War,d lmpena ai ' 39 C· uarez, Comercio y [mude, 71.
35 Castillero Calvo, EconomÍa terciaria, 27. 'O Dhaunu, Sevilla lf América 144.
.• 11 "T . r

36 Ibid., 31-32. g, he Collapse of the Portobelo Fairs": Walker, Política espaiiola.


.11

330 Margaríta Suárez Problemas en Tierra Firme 331 I

conflicto nació con bastante anterioridad y se prolon ' d oraría unos dos meses, "de 10 qual se seguiría no yr
una centuna:. T·ierra Piirme se convirtíó . ., en uno de Ias
go por n..(_
débiles de Ia ruta atlántica y, más aún, en una de Ias ra puntos
"1QlS 105 fardoS 1
f\osotrOSa
;:;ú a tiempo que pudiésemos hallarnos al de~pacho de
o vendiéndose en ella esta ropa no vendna Ia plata
cuales esta ruta hubo de ser reemplazada. zones po r a
Ia Arrn.: lel~a a este reyno para yr a Castilla"45 . Mientras que para
Luego de que el cabildo promulgara Ia ordenan d proced~ onsiderar los bultos de menos de seis arrobas como
arrterOS, c .
'
esta h u b o d e ser con fIr ma d a vanas
difi~ult~des ~~: surgieron p~ra ponerla en práctica41.
audiencia emitió un auto mediante el cual se estipulaba el pr ..
E:~~
. veces en vista de Iasza e'1'15' 105
un
q
a sola carg
ue en rea
a era virtualmente, considerar como una carga aquella
, . . .
r dad era una carga y media: con 10 cual, se perjudicaban
1
e defraudaba Ia avena .
, 46

Ias 500 primeras cargas en siete pesos de a ocho reales, sie:;'~e ellos Y ~n 1624 Ias autoridades panamefias dispusieron, nueva-
cuando éstas pesasen Ias ocho arrobas y media de Ia ordena t que Ias cargas no debían exceder Ias ocho arrobas y media y
Según los arrieros, como Ias cargas pesaban más, entonces decidier, menele,terdo debía ser d e cuatro arro b as y lib
I ras bai
aJo severas penas.
desconocer el auto y fijar el precio librementev . Pero los mercad que , lvi
Los mercaderes del Peru vo vieron a protestar y sostuvieron . que 1a
de Lima acusaron a éstos de haber hecho "liga y monopolios" y di confirmación de Ia ordenanza se había basado en una relación
haber puesto en manos de dos personas todos los contratos di "siniestra", que suponía que el aumento del peso de Ias cargas
fletamiento, y elevaron sus quejas ante el Consejov. Por su parte, implicaba una disminución de los derechos reales, de Ia avería de
los duefios de recuas protestaron porque los mercaderes, después camino y de los ingresos para Ia fortificación de Portobelo. Sin
de haber aceptado sus condiciones, habían exigido el descuento deI embargo, los limefios afirmaban que jamás se habían pagado
peso de Ias arpilleras que se colocaban para proteger Ia ropa de derechos para el rey por el paso desde Ia Casa de Cruces a Panamá,
lluvia'". mientras que Ia avería sólo Ia pagaba Ia plata que venía de Lima.
En 1619 se dispus o que todas Ias cargas que iban de CrUI Además, el camino entre Portobelo y Panamá ya había sido arreglado
a Panamá debían ser pesadas por su alcalde, considerando a aquellas por 105 mercaderes'" y en otras partes más accidentadas -como en
que pesasen seis arrobas como carga entera y Ias de menos de s Ia ruta de México-Acapulco, Quito-Guayaquil o Lima-Cuzco- se
como media carga. Pero esta medida no satisfizo ni a los mercaderet trajinaba con cargas de más de 14 arrobas sin poner ningún obstáculo.
ni a los duefios de recuas. Según los mercaderes deI Perú, pesar todol Tam~oco había escasez de mulas, puesto que entre todos los arrieros
habna 600 mulas mansas, a Ias que se les podría agregar otras mil

41 Hasta 1662 Ia ordenanza había sido confirmada, ya sea por Ias autoríde
panamenas o peninsulares, en 105 anos 1614, 1622, 1624, 1630, 1634, 1636, 1647,1 (1 45" AGI Escribanía de Câmara 454-A, pz. 2, "Petición de 105 mercaderes dei Perú
Y 1652. AGI Escribanía de Cárnara, 454-A, pz. 1, Declaración de Juan Pérez de J 622) , f. 341r-v. Firman como "mercaderes cargadores dei Perú": Jacinto de Obregón,
Madrid, 25 de mayo de 1662, f. 202r y 55.; CODIAO, 17: 267-269. B~~nAlarcón de Herrera, [uan de Guevara, [uan López de Arguinizan, Diego de
42 AGI Panamá 74, pz. 2. "Expediente promovido por 105 duenos de recuas G rdazal'Francisco dei Castillo, Gaspar de Ubera. Martín de Tobalina, Nicolás de
ua a upe O· M '
Panamá sobre cumplimiento de ordenanza, ano de 1647", s/foI. ., rca di 46 ,lego artín, [uan Ortiz, Baltazar Maio de Molina y Domingo de Olea.
43 EI rey envió luego una real cédula exigiendo una a\'erig~ac!On a~e de 6· 47 íi G1 Escnbanía de Cámara 454-A, pz. 2, f. 3331', 350\'-351 v.
exceso de 105 fletes en Panamá, pues había sido informado que "el ano P~s:b~eron el carni n 1621105 duenos de recuas de Panamá habían pedido arreglar ellos mismos
se confederaron y hicieron monipodio 105 duefios de barcos y requas, ).s cibi, siete u ~oh pues se hallaba muy maltratado y se mojaban Ias mercaderías "por tener
. d fi d . raadores re Cárnara 46~~a;,cos en que !lega el agua encima de Ias enxalmas". AGI Escribanía de
preclO e sus etes excesivamente en que 105 merca eres I ca o
notable agravio", COOIAO, 17: 299-300. media. A' aberías di' Autos sobre Ia toma de cuentas a Simón de Ia Torre, receptor de Ias
44 EI peso de Ia arpillera era de aproximadamente una arroba y R oqUe Ch'e os ca mmos .
de 105 anos de 621 hasta el de 625 por el gobernador don
Escribanía de Cámara 454-A, pz. 2, f. 278r., 289r. aVez y Osorio", f. 429r. y 711r.
332 Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 333

que habían en los ejidos. Si los mercaderes se VI'e es habían bajado aún más los precios'", a pesar de que I
ran obl' rca d er II
deshacer sus fardos para que su peso se ajuste a Ia 19ad, íos rne id fiJ'ados en seis pesos ensayados por carga!".
tendrían tiempo de bajar a Lima. Por 10 tanto, Ia orde ordenanza hab1'an E 51 o
1630 se volVlO . , a repehr . 1a or d enanza y 1os mercaderes I

. . ifi ., dí nanza no . n tomar Ias mísmas medidas contra los duefios de recuas.
mnguna justi icacion y pe ian que se fijara el peso en dí
media Ia carga". n aI'
rez arrob '10 lVlero deres afirmaban os arneros, " so'1o h an preten did 1 o vernos

Pero Ias noticias sobre Ia presencia de piratas J ''''


I,NS
JJlerca '
_ dos haciendo costa y. ..que les traygamos Ias cargas a precios
obligaron a tomar medidas de emergencia, dejando de ~~ a :~~;s que ven~amos aquedar perdi?os" 52;E~gob~~~ador A~varo
a
vez más-Ia ordenanza. El gobernador don Rodrigo de VI'V 0-1 de Quiií.oneS dieto, entonces, una medida ene:glca. FIJO el preClo en
. eroord<
que se cargara Ia ropa sm pesar y que en dos días los d _ esoS y medio de a ocho reales y ordeno que Ias recuas fueran
. . uenos ve P
recuas tuviesen Ias mulas Iistas en Cruces para traslad . ediatamente a Cruces a cargar, y SI. " no se 1as d ieren los dichos
nue
mercaderías. Esta vez fueron los arrieros los que protestaron. ~evi ::;caderes ...se les pagará el flete de vacío, como si verdaderamente
Ias mulas a Cruces suponía gastar en su mantenimiento hasta trUjeren Ia dícha ropa"53 . No obsta~t~" los d~e~os de recuas tampoco
fueran fletadas y, si los mercaderes dilataban Ia decisión, se ve acogieron favorablemente esta decisión. Insistían en que los precios
obligados a bajar los precioso En consecuencia, si los arrieros lleva habían de fíjarse sin intervención del gobernador y antes de enviar
Ias recuas a Cruces sin haber fijado el precio previamente, "en b Ias mulas a Cruces. El estado de los propietarios era crítico por los
tiempo ... vendremos a perder, 10 qual es muy probable y conting grandes costos que debían afrontar, tanto por Ia muerte de mulas y
pues los mercaderes no quieren fletar ni hacer precio"49 . Para resol esclavos, como por el hecho de tener que traerlos "de más de 500
Ias diferencias se propuso nombrar a una tercera persona eu leguas. y por nueve pesos y medio en que Vuestra Seftoría ha tasado
opinión fuera acatada por ambas partes, pero no dio resultado: una carga se arriesga una mula que vale cien pesos'?". AI final, ni
mercaderes se negaron a proponer algún nombre. Los duefios
recuas explicaron que no sorprendía Ia conducta de los mereade:
porque era frecuente que se unieran "sólo a fin de sus aprove
mientos particulares, y fletan barcos, navíos y requas a su modo ...
el precio que han querido". Y como los duefios de mulas era~ ti 50 Según 105 arrieros, "aviendo conocido 105 dichos mercaderes Ia poca sustançia
Pobres tenían que acomodarse a Ia situación, así termmar, yhaçienda de algunos de los dichos duefios de requa, jamás se han querido juntar a
, d~ tratar remedio, ni a abrir plaza como se suele y acostumbra haçer en Ias dichas
endeudados o quebrados. Los mercaderes abusaban tanto e
requas, barcos y navios, antes con alzunas raçones dan a entender que pagaran a
arrieros, que esta vez habían hecho cargas de más de doce arrobas
comoIa dicha plaza se abriere y a color de esto han traydo algunos y luego se haçen
por ello, una vez hecho el traslado, habían muerto mas, d e 300m ~fueraprometiendo menos precios dei concertado". Destacan también Ia arrogancia
de Ias 850 que se habían empleado. Asimismo, una vez en C e.loscargadores, "que públicamente se ja[cJtan y alavan que ha de ser 10 que ellos
qUlslerencomo ha sido siempre y que han de traer Ias cargas a como ellos les pareçiere
~~e 10 han de rogar y traerlos de qualquier peso que tengan". AGI Escribanía de
16;~a;a 4S4-A,pz. 2, Petición de Ias duefios de recuas. Panamá, 3 de diciembre de
5'1. 378\1-381r;sobre el nombramiento de un tercero, f. 3741'-375\1.
52 AGI Escnbanía de Cámara 454-A, pz. 2, f. 391\1-392\1.
Panamá~GI Escribanía de Cámara 454-A, pz. 2. Petición de 105 duefios de recuas.
48 AGI Escribanía de Cámara 454-A, pz. 2. Petición de Francisc? de ~~~~ 53 'A~f~ septiembre, 1630, f. 396\1.
Miguel de Oxirando, Jerónimo de Cisneros y Domingo de Cortavarna en 54 AGI Escr~ban~ade Cámara 454-A, pz. 2, f. 398 1',402\1.
105 mercaderes dei Perú (1624), f. 354v-357v. de OCtubre scnbama de Cámara 454-A, pz. 2. Petición de Ias duefios de recuas, 8
49 AGI Escribanía de Cámara 454-A, pz. 2, f. 373r. , 1630Y 11 de octubre, 1630, f. 416r-419r; 410r-411r.
334 Margarita Suárez 335
Problemas en Tierra Firme

los arrieros ni el gobernador lograron sus obJ'etiv G enazar a Bartolomé Tello y a Juana Baptista, morena
os. reg
Ybarra, en nombre de los mercaderes peruanos log , I
. ,. ' ro a SUs
,o que lleg aron a arn les Ias piernas sí. Ilegaban a algunm acuerd acuer o. Era, pues,
de Ia orden y el libre transito de Ias cargas sin pesa 55 }ibr ,e con cortar
1 dueÍÍ.oS de recuas h a ian ec o monopo l'10 " contra
b' h h "
r .
Los mismos problemas se presentaron en 1635 . que OS
ObVIO 59
1os merca d eres enta bl aron pleito . . ' pero esta
ante Ia justicia coni I 105 cargadoresl'e'ros fueron puestos en prisión el 10 de octubre de
ra os dUI Los arr . ..
de recuas y contra el alcalde de Cruces, quien prete dí , tos Ias declaraclOnes de los testigos eran interesadas,
. 1 d
camaraJe en os epósitos.
,. A
penas
11 n Ia c
egaron los mercaderes d 1 63 5 Para es , -, .
1· e Ia mayoría eran duenos de navios -o sus amigos y
con Ia plata, los arrieros pretendieron limitar el peso de I e.~ pue~;ou~~os-, hombres por demás "odiosos y sospechosos". Los
os caJ
de cuatro a tres barra~ por carga, de tal modo que era pr pa~ g a tenían hechos sus contratos con los mercaderes y, por
deshacer todas Ias cajas de plata para ajustarIas a Ias n navleros Y .
tívo querían apresurar el despacho de Ias cargas. Los arneros
exigencias. Los comerciantes aIegaron que Ia real cédula de Ias U este
idi monIsalir,
de Ia cárcel y gozar dee los privilezi
os pnvI eglOs rea 1es que tenían'
afectaba sólo a Ias mercaderías que pasaban de Portobelo a P pl lero , .
I duenos de recuas de otras partes (como POtOSI y Anca), cuyas
pero no a Ia plata que iba de Panamá a Portobelo. Además, picH ;~Ias no podían ser confiscadas "por ser tan útiles al real servicio".
que no se cumpla una disposición de Ia audiencia que exigía Finalmente, alegaron que Ias medidas tomadas los estaban afectando
una licencia especial para poder conducir Ia plata a Ia ce seriamente: sus acreedores tenían Ia costumbre de cobrar Ias deudas
atlântica". Después de Ia feria se reanudaron los problemas, eu en época de trajín y, estando en Ia cárcel, no podrían cumplir con
los arrieros se negaron a llevar Ias bestias al puerto de Chagres. sus obligaciones'". Buscando una salida, Ia audiencia instó a ambas
los comerciantes, Ias razones esgrimidas por los panameüos partes a ponerse de acuerdo bajo Ia amenaza de enviar un informe
no acudir a Cruces eran "frívolas" pues, en realidad, 10 priori negativo al Consejo y a Ias Consulados. Fue así que, por fin, los
era no descoordinar Ias flotas'". Los testigos presentados por mercaderes nombraron como terceros a Francisco de Ávila y a Pedro
comerciantes aseguraron que los mercaderes habían estado en de Soria y se comprometieron a aceptar sus condiciones y a
Casa de Cruces durante varios días tratando de fletar Ia ropa transportar Ias 1,400 cargas que tenían manifestadas en Cruces.
iba al Perú y los arrieros se habían negado y habían conspirado e: En 1636, los carga dores del Perú y de Esparia'" residentes en
hato de campo de Juan Pérez de Guadamuz "para hac~r e Panamá presentaron una petición ante Ia audiencia. La real cédula
consulta y conçierto de no querer trabajar"?". El acuerdo había -deda el papel- tenía muchos inconvenientes y era anacrónica.
no fletar si no se fletaban todas Ias cargas a Ia vez, pidiendo pr l
La ordenanza de 1599 fue hecha pensando en Ia conservación de
verdaderamente desmesurados. Incluso habían impedido que Ias mulas, efectivamente agobiadas en aquella época porque Ias flotas
"arrieros pobres" y los negros pudiesen fletar por su cuenta, eran grandes y venían carga das de vino, aceite, jabón, panos baratos

55 AGI Escribanía de Cámara 454-A pz. 2. Petición de Gregorio d~ Yb 59


60
AGIE ibaní ,
scn ama de Camara 454-A,pz. 2, f. 423r-436v.
406 Y ss. En esta ocasión los d uenos de recuas vtllvieron a protestar por e ex 1635) f A48GI
Escribaníade Cámara 454-A,pz. 2. Petición de los duenos de recuas
peso. ,. Sv-486r
56 AGI Escribaníade Câmara 454-A pz. 2, f. 447r-478r. To' lirn~\uLosprobl~mascon los arrieros de Panamá hicieron que los mercaderes de
57 AGI Escribanía de Cámara 454-Á,pz. 2. Poder de mercaderesa ' autoridaSdcaranapoyo en el Consulado de Sevilla, que se hallaba más próximo a Ias
es o-ube
Puelles,8 de octubre, 1635,f. 423r-427v. . . 9 de COrnercio
aM b rnamentales. Fue así que se enviaron dos representantes deI
.
58 AGIEscribaníade Cámara 454-A,pz. 2.Informaciónde testJgo~, adnd, Pedra de Villarroely [uan de Ybarra. AGI Consulados 313.Carta
dei COnsul d
1635,f. 428r-436\1. a o de L'
una ai de Sevilla.30 de junio, 1637.
336 Problemas en Tierra Firme 337
Margaríta Suárez

y otras cosas voluminosas. Pero ahora, -que sólo se t .do noticia de una incursión holandesa en Chiloé.
1·ienzos, se d as, panos
- fmos y cosas poco vo1urninosas ( ranspo e h a bía teM
do Ia emergenCla,. 1os d uenos
- d e recuas "1' .
ma içiosarnente
tan sólo cinco o seis naos)-, había poca carga e1 tr ue oCUpal .9 AprO\'echa~odas Ias mulas çesando e1 trajín que ya había
. " apn se h • largarond /166 t.uezo hicieron "monopolio" y nombraron como
un tíempo muy breve y no había necesidad alguna d acta nza o· o
peso, sencillamente porque Ias mulas hacían pocoe m?~erar come de vando" a Nico1ás de Navarro, Alonso Tolosano, Martín
rea lid
I a d.Ja úní mtención
, a uruca ., d e 1os d uenos
- de recuas er s bli
VIajes . "cab:~;ez Tristán y al veinticuatro Pedra de Segura, de tal modo
, ,
cargadores a pagar mas por 10s fletes. ASI, pedían que no s
a o Igar a
. Ferna. e ún "pobre" se aventurá a fletar por su cuenta. Dada Ia
1a rea 1 ceêd u 1a y que 1a au diiencia. fiijara 1as cargas en diez e eplí que mngd de Ia situaclOn, . '1 os merca d eres pe díian consi .d erar 1a
grave da - .. , 1
P ero 1a au diencí . contra d ecir. ru. Ias
iencia no qUISO as di
dlSposiciones r arrob
al d cta de 10s duenos de recuas como tr ai ci óri a rey,
n
a los arrieros. Mediante un auto de noviembre de 1636 se c~n~ co usabilizándo10s de todos 10s danos que se pudiesen ocasionar" .
respon . .
Ia cédula, que no fue acatada por 10s mercaderes a pesar de Ias Las autoridades se vieron forzadas a dictar un decreto para
que les fueron impuestas=. ~ que Ias arrieros alistasen sus recuas y 10s mercaderes ofrecieron p~gar,
Dos an~s.rr:ás tarde, en 1638., e1 Consulado de Lima se dirigi6 tan sólo, cinco rea1es por arroba'". Como era de esperar, 10s arneros
al rey y le solicitó poner punto final a Ios agravios que estab protestaron. Ellos no estaban haciendo ningún monopolio;
sufriendo 10s comerciantes en el istmo por 10s "monipodios que alH simplemente habían llevado sus mulas a alimentarse pues estaban
hacían 10s duefios de recuas y barcos">". Los panamenos estaban exhaustas de tanto trabajo. En cuanto al precio por e1 otro camino,
limitando el número de mulas y barcos, deteniendo el tránsito aseguraban que había estado entre 10s 26 y 10s 21 pesos por carga y
obligando a los mercaderes a pagar precios exorbitantes. Si Ias COSQ no menos, como aseguraban 10s mercaderes. Finalmente, reclamaron
seguían así, 10s mercaderes no iban a poder cumplir con su. su derecho a nombrar representantes para acordar 10s términos de
obligaciones y terminarían completamente destruidos; más aÚl\ Ias fletamientos. En última instancia, argumentaban 10s arrieros, 10s
considerando que Ias autoridades panamefias -como el oidor don verdaderos abusos en Tierra Firme Ias cometían 10s comerciantes:
Sebastián de Sandova1- eran poco afectas al comercio'" , En 163' no abrían precios en Ia feria para comprar más barato, no 1es querían
volvieron a insistir y aseguraron que Ia pérdida de tiempo y los gastos vender herrajes, no había negros porque no 10s querían traer, no
que ocasionaban Ias maniobras de los arrieros estaban arriesgand ~u~rían "aviar" arpilleras ni hilo para e1 alca1de de Cruces y, por
sus créditos: no estaban llegando a tiempo para embarcarse en Ias último, 10s u1trajaban tratándolos "como a moros y cristianos" o
navíos, y 10s estaban obligando a postergar Ias ventas'". como "esclavos, siendo personas líbres'?",
A pesar de Ias continuas quejas, Ia administracián no 10,
. .
encontrar una salida y, ya en 1643, 1as posiciones d e a mbos band .
se habían radicalizado aún más. En noviembre de ese ano, el vírrey
M ancera P!idi10 a 1as comerciantes
. ... inme d'atamenteaLimapues
VIajar I
~~ AGI Escribanía de Cámara -167-A, pz. 2, f. 500 Y 55.
Ibld.
68 C 'd
ca"" onsi erando que por Ias 2 mil cargas de ropa que habían pasado por el
·..mo real h bi
estaría a ian pagado entre 14 y 21 pesos, ca\culaban que el precio por Cruces
62 AGI Escribanía de Cámara 467-A, pz. 2, f. 490v--196r. 38 pZ.2 feSnOelorden de 105 -.l pesos y medio Ia carga. AGI Escribanía de Cámara 467-A,
,. O Y 55
63 AGI Lima 107. Carta deI Consulado aI rey. Lima, 28 de mayo. 16 . 69 .
64 interés e~~~a 105 duefi.os de recuas era evidente que 105 mercaderes no tenían ningún
~. HL~
65 AGI Lima 107. Carta deI Consulado aI rey. 10 de junio, 1639; A r 505\,-511. egar a un arreglo. AGI Escribanía de Cámara 467-A, pz. 2, f. 500 Y 55., f.
v, SIS\'.
206.
338 Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 339
l
Una vez más, se promulgó un decreto que oblí . d con puntualidad Ia dicha ordenanza an obligado a
partes a cargar inmediatamente, fijando el precio de 19~ba a alllb; [g]Oblerna o nticipación de pagos a que por salir de algún a[h]ogo
OS con a "76
r0-fa de caja en seis reales (10 que indignó a los arrie~:s~ arroha de algun pasado Ias cargas de muy grande peso . Para colmo,
caJa de cera y papel en cinco reales y medi070 L y ~e cada y corner adyaneshabían llegado ai extremo de averiguar los nombres
. . os arner erca er
quepron: Ia mayor parte de los mercaderes de _ os se 105 rn dores de los arrieros y usar testaferros para controlar sus
5 acree
"chapetones
.
[e] hiçieron Ia ropa tan desacomodada
se
dee ano eran.
peso que
dei
° 105 obligaron luego a pagar o a aceptar baratas con un
se han podido pasar dos fardos en una caxa"7I . no deudas, y d 1 25 al 30%77.
d scuento e .
Por su parte, los comerciantes de Lima y Sevilla pr e Según los duefios de recuas, el precio de Ias cargas no era
síntomas de hastío. EI Consulado de Lima instó ai de SevI'llesentaron .. sino que fluctuaba según el tamafio de Ia flota o el volumen de
. . a a tomar
alguna medida sena para defenderse de Ias extorsiones d 1 fIlIO, En 1645 el precio de Ias cargas se había elevado de cuatro
b arqueros . 72 L d e os pata.
y arneros . os merca eres de Sevilla estuvier d 5 de acho reales a nueve pesos el fardo porque Ias cargas habían
d los accid t T' F'"
acuer o en que os acci en es en ierra irme recreçen cada día ... on e pe~~dido Ias diez arrobas y, además, Ia flota había sido bastante
por donde somos defraudados así los que estamos en esta ciudad ;ande, y "es tanta verdad que el tiempo es que da o quita el balor o
como los carga dores de Ia ciudad de Lima"?" . Fue así que extendieron flete de Ias cargas como a Ias demás cosas que por aver baxado este
un poder conjunto ai procurador de Ia audiencia de Panamá, don ano poca plata en Ia armada dei Pirú y haver tenido mucho espacio
Francisco Enríquez de Castro, para que vaya ai Consejo de Indias a 105 carga dores para enviarla a Portobelo por Ia tardanza de Ia flota
ver Ia causa?". an fletado a 14 pesos carga, siendo muy hordinario precio el de 25 a
A estas alturas, el conflicto ya se había prolongado a Ia esfera 35"78 • Los grandes especuladores en Tierra Firme eran los mercaderes
gubernamental, en Ia que se formaron dos bandos. Por un lad quienes, aprovechando Ia tardanza de Ias flotas, pasaban Ias cargas
estaban los duefios de recuas apoyados por el gobernador don Juut de plata a los precios que querían. Además, -sugiriendo Ia existencia /.,
de Vega Bazán; por el otro, los mercaderes de Lima respaldados por de un verdadero complot contra ellos-, en Ias minas dei Perú se I

el virrey dei Perú, quien escribió un informe sobre Ia situación de estaban fabricando Ias barras muy grandes, perjudicando aios
Panamá favorable aios intereses mercantíles". Los arrieros ínsístíe- arrieros y a Ia real hacienda" .
ron en que los mercaderes hacían sus cargamentos con "malicia" Pero los arrieros no pudieron conseguir ese afio Ia aplicación
se aprovechaban de su pobreza. Casi todos estaban endeudados de Ia cédula. La pérdida de Ia nave capitana dei Mar dei Sur forzó
Ias pocas ganancias y los altos costos, de tal mo d o que por "averse
no ai gobernador a ser benigno con los mercaderes, a pesar que muchos
de los cajones de plata habían llegado con un peso de 16 arrobas 80.

70 AGI Escribanía de Cárnara 467-A, pz. 2, f. 500 Y ss., f, 515r, 518v.


71 AGI Escribanía de Cámara 467-A, pz. 2, f. 500 Y ss.. f. 524r. . 2 Pa 76 . AGI Panamá 74, pz. 1. "Expediente promovido por Ias duenos de recuas de
'U LIma I
72 AGI Consulados 313. Carta dei Consulado de Lima ai de Sevi a. recnama(sobre cumplimiento de ordenanza afio de 1647". Petición de Ias duerios de
~s 1646), s/tol. '
junio, 1644.
73 AGI Escribanía de Cámara 454-A, f. 521+-545v. '. 105 recuas d A~I Pan~má 74, pz. 1. Información de testigos presentada por Ias dueii.os de
en
74 Los comerciantes exigieron además, que los arrieros cubnes ·b--'· 78 ~G~nama. D:claración de Esteban de Basurto, escribano, s/foI.
r fi AGIE ScO il1-
con una manta y que su peso no estuviese sujeto a Ia paga de ete. na\'Íos t bi .Panama 74, pz. 1. Los arrieros afirrnaron que ese ano Ias fletes de Ias
arn ien s bi
Cámara 454-A, f. 52lr-545v. d de que 79 AGI P li l~ron de siete u ocho tomines a 17 y 18 tornines Ia arroba, s/ foI.
. . " id d I s merca eres
75 Este informe SIIVIO de sustento para el pedi o e. o AGI Escri COD/AO 17. 2anama 74, pz. 1. Carta dei conde de Chinchón. 5 de abril, 1631, s/foi;
8Q , . 67-268.
revocara Ia real cédula que confirmaba Ia ordenanza mUnICIpal.
AGI Pana . 7
Cámara 454-A, f. 552r-v. ma 4, pz. 2, f. 592v-598v.
340 Margarita Suárez 341
Problemas en Tierra Firme

Fue entonces que los arrieros, aliados con el gobernad . amente crítica. Todos los vecinos estaban pobres o
una contribución de cuatro mil pesos para que se c .ol ofreCleron , era su m .
ump a Ia 'd panaJIla b do y Ia única forma de conservarlos era protegiendo
real, Ia cual fue nuevamente confirmada en septiemb d ce ula ' n que ra "
re e 16481 habIa _ de recuas, "pues es el genero de haçienda de que se
s
No obstante, los mercaderes no acataron Ia disposición r 1 E a Ios dueno do este Reyno sin tener OITOgenero, d e aprovec h'arruento "86 .
los duefios de recuas elevaron Ia suma a ocho mil peso ea. n 1654, JIlpone to , d 1 d' . di
.. fI otas, cuyas condicíons-,
. . CO Pese a Ias quejas, un ano ~as tar e a au le~c.I~ l~pUSO que
en 1as tres síguíentes fueron rás pagaderos
id ., e hiciese libremente, dejando que Ia decisión final fuese
aprobadas por Ia audiencia de Panamá el 13 de octubre ~~1a~ente el tra~n s or el Consejo'". En 1660 10s arrieros decidieron no fletar
ano. Los transportistas pidieron el fiel cumplimiento de Ia ~~ t~JIla aa~arga de plata a menos que se cumpliese Ia real cédula y se
tener Ia facultad de nombrar a cuatro re~resentantes para pesar ~ rongu ne un precio fíjo. Incluso algunos duefios de mulas temieron
cargas y cobrar Ias penas en caso necesano. Además, no podría sa1ir acep ast . .
fletar con sobrepeso por miedo a Ias represalias, a pesar de que los
ninguna carga sin el sello de los arrieros y, finalmente, se habrían de recios habían subido tanto que estaban alrededor de los 21 reales
imponer dos reales por carga para cubrir este servici082. fa carga. Pero Ia audiencia volvió a conceder libertad en el peso de
Los mercaderes mantuvieron su posición y esta vez adujeron Ias cargas e insistió en que era el Consejo de Indias el que debía
Ia "libertad natural de los contratos" y que Ias decisiones de 108 pronunciar Ia última palabra" .
duefios de recuas habían sido tomadas sin tener en consideración Ia Pasaron algunos anos hasta que llegó Ia esperada respuesta
opinión de los comerciantes'". En 1656, los d uefios de recuas de Madrid: Ia audiencia debería decidir Ias medidas a tomar. Así, en
declararon que por Ias continuas concesiones dadas a los mercaderes enero de 1663, el gobernador de Panamá, don Fernando de Ia Riva
"no ay duefio de requa que guarde ni cumpla ninguna de Ias Agüero, volvió a confirmar Ia cédula en favor de los duefios de recuas
condiciones", y que Ias medidas fueron tomadas en presencia de e instá a Ias partes a acordar un precio en 24 horas. Como no se
mercaderes, quienes fueron "vencidos en contradictorio juicio pusieron de acuerdo, el gobernador 10 ajustó en 29 pesos y medio Ia
además que si "se diera lugar a que cada vez que hubiese nuevos carga, controló también el precio del maíz, herrajes y mantas y, por
comerciantes se innovasen los institutos de Ia ciudad nunca tuvieran último, amenazó con severas penas aIos infr actor es'". Los
cumplimiento ni firrneça"?". A entender de los arrieros, Ias mer~ad~res -por intermediación de don Pablo de Lucen y los
condiciones del istmo confirmaban Ia necesidad de mantener Ia com~sanos encargados de representar al Perú en el nuevo asiento de
ordenanza. Los precios se habían disparado" y Ia situación av~na- declararon que Ias condiciones del asiento los obligaban a
eVItar gastos innecesarios en Ia Armada del Mar del Norte y, por
tanto no podí . '. .
d')' . ian permitir que el pasaJe de Ia plata por e1 Istmo se
81 EI rey dio cédulas en favor dei 105 dueíi.os de recuas en 1614, 1636YI, 1 atase slmplemente por Ia "d ureça de los d uefios de requas". Ellos
CODIAO, 17: 267-269. Pera luego enviaba otras favoreciendo aI comercio, AHL, [.;
1. R.c. dei 24 V 1650.
82 Este nuevo reparto r en teoría , debían ser paaado por 105 mism oS arrier~,
to . . de Ia vi
nornbraron como cornisarios a Alonso Hernández Toledano, Tonblo 4A .POrqueIasq b ' , .
, '. ía d C ra45- AGIE· . ue costa an 25 o 30 eran Ias "chúcaras" que solo cornpraban los criadores).
Lope Sanchez dei Saz y Alonso Muíi.oz Callado. AGI Escnbanla e ama scnban' d C'
86 AG Ia e amara 454-A, pz. 2, f. 62] \'-622\'.
2, f. 573r-581v. 87 AGIE I Escnbanía
. de Cámara 454-A , pz .,.2 f 621\'-622\'.
83 AGI Escribanía de Cámara 454-A, pz. 2, f. 614r, 619v. 88 AGI scnbanía de Câmara 454-A, pz. 2, f. 626v-627r.
84 AGI Escribanía de Cámara 454-A, pz. 2, f. 609v, 619v. , b'do de 89 AGI ~scnban~a de Cámara 454-A, pz. 2, f. 650\'-665v.
85 Según 105 arrieros, el precio aI contado de 105 negros habla ~ I1herra de requas de ;cnbama de Cãrnara 454-B, "Los comisarios deI Perú con 105 dueíi.os
700 pesos; el deI maíz de dos a doce pesos Ia fanega; el preClO e60y 70 'rtobelo(1 ~~amá sobre 10 que se les debe pagar por carga desde Panamá a
elevadísimo por Ia falta de fIotas v. por último, Ias mulas costaban entre 663) , f. 1020r-1022r.
342
Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 343

estaban dispuestos a pagar los fletes, asf fueran regul d declararon que habían estado tolerando los abusivos
que se fijaran a precios más justos. Era evidente que el a ~s,. COn tfler~ad~:~os arrieros para no ?escoordinar Ias flotas. Pero esta vez
.
arneros se dilngla
., a b uscar ganancía,. exor b itantes puesmovtl de prectos aos se habían excedldo. Cuando 10s mercaderes llegaron
no h.abían subido y, de hecho, cuando en Ia flota ;asada s~s b~' anarnen
105 p. 1 s fletes estaban alrededor de 10s 14 y 10s 17 pesos por
precio de 29 pesos a 22 y 24 pesos Ia carga, ninguno hab'
' .
pérdidas'". .
Pero para los arneros
fri'
nunca se podia,Ia "sujetar a' su ".
de um;., ~rnbargo, apenas llegá Ia flota del general don Enrique
car~a~e~nhabían puesto obstáculos y dilatado 10s contratos; incluso
rui inferi
in enr consequen~las . d e o t r.os anos
- p~es b ariados los e,enp
pr Enrtq enviaron Ias mulas de regreso a sus estancias o cobraron
sujetos a Ia abundancía o penuna de los generos es preçiso se b ~gunos .
. que alcanzaron 10s 50 pesos por carga. Evidentemente, 10s
de una m reclO S . .
este efecto" 91. Según és tos, el costo de mantenimiento P . ros estaban especulando y dando inforrnaciones falsas sobre
en cada viaje era de 42 pesos que, sumados a los 15 pesos del"jo arrie .' d d . "93
castos para "vestir sus mmo era as pretençiones .
de cada mula" que es 10 que queda en poder de los duenos", el predi sus Luego de a 1gunos anos,
- 1os arneros
. 1ograron co 1ocar -con
justo por cada carga resultaba en 57 pesos, por muy excesivo q' el apoyo de Ias autoridades panamefias-s-, unos "cornisarios" en
pareciera.
Portobel0, Pequení y Cruces con el fin de fijar precios y pesar Ias
Cuando se promulgá el auto que fijaba el precio en 26 real~ cargas. Como 10s vientos no eran muy favorables, el virrey del Perú
Ia arroba, los duefios de recuas protestaron, se negaron a cargar y sugirió a Ias comerciantes no excederse de Ias nueve arrobas por
exigieron que se les pague, por 10 menos, 27 pesos cinco reales lá
carga (suma que se hallaba muy por debajo del supuesto precio justo),
Una vez más, los panarnerios terminaron en Ia cárcel"?". LoS
mozo a 15 pesos que es 10 que gana y a los segundos que lleban el maiz Ia mitad y
cuatro pesos y medio para sustento; y aios segundos ...por averse se volver en el
carnino, 58 pesos.
90 AGI Escribanía de Cámara 454-B. Petición de don Pablo de Lucen y demú - De pasadas tienen de costo dicha piara y mulas de rnaíz, 9 [pesos].
comisarios dei comercio dei Pirú. 19 de enero, 1663, f. 1025r-1026r. - De herrar estas 12 mulas y clavo y herraje para el camino ... 48.
91 AGI Escribanía de Cámara 454-B, f. 1029r y ss. - Yten un peso de vela ...
92 Los duefios de recuas presentaron una memoria de costas y una informaci6n - Yten de 10 que toca a Ia dicha piara ...prorrata de 10 que gana el mandador, a
en donde atestiguaron, entre otros, donJorge Antonio de Prado, el alguacil mayordé quien se [e da 1 mula en que vaia y el flete de otra que ai precio corriente de Ia flota
Ia audiencia, y el capitán don [uan Cortés de Ia Serna, depositario general y alcald pasad de 40 pesos montan Ias dichas dos mulas 80 pesos, y de és tos a cada piara ...15
pesos.
ordinario. En Ia "memoria de costas" (ano 1663) presentada se explicaba que ~ad
recua se componía de 45 piaras de mulas gobernadas por un mandador; cada plari - Yten de costo de atos y menoscabos de ellos se le debe cargar a cada mula dos
a su vez, estaba compuesta por seis mulas y dos negros. EI cálculo sobre el costo de pesos cada viaje ... 12 pesos.
piara era el siguiente: d - Yten de 10que toca a Ias dichas seis mulas de lizençia y dei derecho de camino dos
reales a cad íd I
-: Las dichas 6 mulas ... an menester para su sustento cada viaje 6 {anegadas ' a una aSI e as que van cargadas de plata por Ia buelta de vacío como Ias
que llevan el ' . ,
maíz que ai precio corriente de 12 pesos faneza montan 72 pesos. II de' rnaiz que se modera en 18 reales, dos pesos dos reales." AGI Escribanía
- Estas diIC Itas mu Ias que van carzadas de plata
o es f orçoso que para que les ev, a e al11ara454-B, f. 1029r y ss.
P 93 S ' I
estas 6 fanegas de maiz' se ocupen otras b. t
seis que Ias lleven y oras tres fanegasllev dl'ez egun os mercaderes, Ias negros valían 550 pesos, Ias mulas 45, el herraje
pesos 'd'
que és tas coman siendo igual el casto de los que llevan Ia plata corr~o Ias que ter 12 reale I a cre ito y acho ai contado, el clava 13 pesos, Ia lona y Ia jerga dos y cinco
. s a vara .
comida y aunque estas 12 mulas según Ias quentas de arn ib a I1,arian menes f e b "10"'" vai'respectIvamente;
.,,151110 I - el maíz, en efecto, estaba a 12 pesos por fanega, pero
. o con orm
fanegas no se ponen Ias de nueve que van dejando en e I carrun '. fanegas el (Ont . 10e ano pasado conduciéndose Ias cargas de plata a 23 y 24 pesos". Por
rano sevlln I d - ,
gastando y aquellas mulas se buelben conque ai costa de Ias pn 'meras seis el herra'16 b os uenos de recuas los negros valían 800, Ias mulas 55-60 pesos,
se le afiaden tres a Ias dichos 12 pesos montan 36 pesos. egros ...Y "ara. E~~ ',Ios clavas 16 pesos, Ia lona cinco reales Ia vara y Ia jerga cuatro reales Ia
- Estas dichas seis mulas de piara necesitan de dos moZOS o dos n rga a ca' Cál11ara4~~;nlco que había coincidencia era en el precio dei maíz. AGI Escribanía de
.
rrusmo Ias que son cargadas con el maíz conque aios pnmero . s se Ies ca J - ,f. 1038v Y ss.
344 Margarita Suârez Problemas en Tierra Firme 345

carga. En una junta del Consulado de 31 de marzo d de Ia armada en Tierra ~,irme, ~obre todo .después de l~
merca d eres d eci'd'ieron tomar precauclOnes:
. moderar el e 1678 ' despa.choen 1675. La única solución sena que el vurey del Peru
cargas para evitar se e Impute a comercio que por su cpeso de
• 1
1/ . 1
oCurrIdo or ellos ante el gobernador de Panamá y ante el rey. A
cargas se deti
etiene e 1 traifico"
lCO y, a d emas,
' evitar el envío ausa
de "de iJ\tercedadP los diputados, los arrieros deberían acomodar Ias cargas
blanca" (a pesar de que muchos aseguraron que por estar ro.JI~. entender e pues en ninguna parte dee Amé menca. existia
., un " cuerpo,
nunca 10 habían hecho)?". p bl' librernent~ibunal" de duefios de recuas. Lo que estaba sucediendo
Pero, ciertamente, los duefios de recuas estaban ab cabeza o á es que se había formado un monopolio "entre aquella
· USéU\,
del respaldo metropo 1itano y el rey tuvo que enviar un duro freno en panamcontra el comercio "bl', que o Iga b a a 1os comerciantes . a
gobernador don Alonso Mercado y Villacorta. Los arrieros gente Y ai Perú a distribuir los caudales y dilataba Ia permanencia
gobernador estaban cometiendo gravísimos excesos. Los "COmisJos' volverse ,. 97
de los gaIeones en Centroamenca . .. . .
se habían convertido en una suerte de burócratas informales que Pero para 10s duefios de recuas Ia histeria era distinta. Los
actuaban como jueces y parte, y extorsionaban aios mercaderea ercaderes de Lima habían tergiversado los sucesos de 1675 98. El
con pagos indebidos y cohechos en cuatro lugares distintos dei ~ombramiento de 10s comisarios se hiz o con Ia finalidad de
istmo?". En Ia armada pasada de 1675, Ia resistencia de los arrieros representar aios arrieros frente al gobernador y para pesar Ias cargas
a cargar había tenido como resultado el haber estado paralizada Ia pues, de otra manera, jamás se cumpliría con Ia disposición de Ias
plata en Panamá durante 22 días, habiendo más de ocho mil mulas ochoarrobas y media. Ninguno de los comisarios era d uefio de mulas
y habiéndose fijado un precio razonable de 26 reales Ia arroba; y era imposible probar que recibieron dinero para "disimular el
cuando decidieron empezar a cargar, 10 hicieron tan lentamente qu~ excesode Ias cargas". Los arrieros, pues, retaban a los comerciantes
pasaron tres meses entre Ia llegada de Ia plata de Lima y Ia partida a decir lia quién se detubo, quién le detubo y qué dano recibió con Ia
de 10s galeones a Espana. Y 10s mismos problemas se repitieron con detenzión". Y en cuanto al supuesto tributo de un real por carga
el transporte de Ias mercaderías de Portobelo a Panamá, sin que 108 que se le había impuesto al comercio, "es cosa tan extrafia que no es
oficiales pusiesen remedio a Ia "conspiración que se hace en posible aya avido quién tal pagase por su quenta" porque, en
semejantes ocasiones"?". . reaIidad, eran 10s arrieros los que voluntariamente 10 pagaban aios
Los diputados del comercio de Lima, en un extenso.mforme pesadores para garantizar el peso justo?".
al Consulado, expresaron que el pasaje de Ia plata por el ístmo se A entender de 10s arrieros, quitar aios comisarios y
había convertido en uno de los más graves inconvenientes para pesa?ores sería destruir 10 que había costado imponer 79 anos. Y
voIvlan a afiorar los tiempos pasados. Antes habían hombres ri-
cos, con 70 u 80 recuas y cuantiosas ganancias. Pero entre 1675
94 AGI Panamá 80, "Expediente sobre el precio y el peso de Ias cargas queseCClR" y 1678 habí di . íd '
Ia isrrunuí o el numero de recuas de 48 a 30 por Ia
ducen de Panamá a Portobelo en tiempo de Armada y derechos que solicita el ConsuIa, extrema p b d
de Lima (1677-1688)". Junta deI Consulado de Lima. 31 de marzo, 1678, f. 6\'-7~ 1
pobr o reza e sus duefios, "unos por averse muerto ... tan
95 EI rey había sido informado que "pesando todas Ias cargas Y hallan o q v ot es. que sus herederos no han podido componerlas ni aviarias;
· e
a Igunas excedían de Ias ocho arrobas y media,." no se les permitia e I p,aso aunqureciBO , ros porque sus acreedores se Ias han vendido por no tener
arrieros no se quejasen; y como no es posible el peso sea tan ajustado, erha Peua
re dimi .r:
rrrur con omero I'a molestia de Ia detención,
., que se repe t'Ia en Ias. dlc oda
. . . d d hazlan en ca 97 AGIP , .
sitios, pues aunque 105 arrieros Ilevasen pasaporte de esa cru a , . 80 C 1678,. f 12v-17ranama 80. Los diputados deI comercio aI Consulado. Lima, 5 de agosto,
de ellos que se descargasen 105 fardos para volverlos a pesar". AGI Pan~ma .
98 AGI p' ,
deI rey a don Alonso Mercado y Villacorta. 8 de marzo, 1678, f. 10r y ss. 99 AG anama 80. Mernorial de 105 duefios de recuas, f.20v-21v.
96 AGI Panamá 80, f. lOr y 55. I Panamá 80. Petición de 105 duefios de recuas (1678), f. 22r-29r.
346 Margarita Suárez Problemas en Tierra Firme 347

con qué pagarles 100. Estimaban que Ia deuda total de Ias d _ 1 unos mercaderes Ia mitad en ropa por precios muy
de mulas ascendía a 300 rru'1 pesos y sus acreedores eran IasUen, pag.aron a l~ otra rnitad en rea1es y otros se hicieron fiados a pagar
dedores de mulas, negros, marz, 'h errajes,
. c 1avos Y aparejosloven- subidos, Y tener que hazer, en que tubo el duefio de requa grande
Lirna por . di "103
en. ra reduCIdo a mero .
CUADR06.1 pérdldasPa ún los arrieros, los dos comercios debían ser Ias más
Situación de Ias duefios de recuas entre 1675 y 1678 eg en Ia conservaCIOn ., dI"e as recuas, pues no h ayo t ro me di10
(en pesos de acho) . teres a d os d ' . 1
1Jl ducir y trajinar su p1ata y merca enas ... y porque SI no as
par~ con cesarían todos sus empleos""?' . Así, ofreciendo una visión
hublese .., , . .
ano 1675 ano 1678 r rica los arrieros pedían a Ias comerciantes ser conscientes
- Número de recuas apoca IPestaban pobres y endeudados "por Ia tardanza de Ias flotas,
61 (70)* de que, .
- Número de mulas 28 (30) ·, dose para sus avios de Ias personas que les fian ... para poder
890 n~. 1 . .
- Mulas rematadas abajar y pagarles al tíempo de Ias armadas, conque SI no equivalen
- Mulas muertas 531
~s fletes para conseguir este fin se acavarán del todo, pues faltando
- Mulas "no aviadas" 42+
185
Ia correspondencia no abrá quién Ias preste respecto de estar tan
- Arrieros quebrados, huidos o muertos obres"los.
22
- Monto de deudas p El comisario del Consulado de Lima, Francisco de Velaocha-
(300000)
• Los datos entre paréntesis son de Ia Peticitm,
ga, propuso entonces Ias condiciones de Ias comerciantes. Que los
FUENTE: AGI Panamá 80, "Petición de los dueúos de recuas (1678)" f. 22r·29r; "Memoria de Ias recuas queae comisarios panamerios, Ia imposición de un real y el peso público se
han consumido desde el trajín de Ia flota de 1675", f. 61r·6~r.
quitasen y quedaran Ias arrieros libres de pesar Ias cargas en sus
propias casas; que e1 precio se fije por arrobas y que sea el mismo
para Ia plata y Ias mercaderías, "con advertencia de que sólo en Ia
La situación descrita por los panameftos era, en verdad
piata les puede ser lícito a los dichos duefios de requas el exceder del
conmovedora (ver cuadro 6.1). Ante el colapso, varias arrieros habían
peso de Ias ocho arrobas y media por Ia imposibilidad que tiene e1
muerto y otros, huyendo de sus acreedores, se habían "ido aI monte";
poder ajustar en barras o caxones e1 dicho peso"; finalmente, pedían
los demás habían salido del reino "mendigando" y alguno que otro
que el precio se deje al arbitrio de los contrayentes y se mantenga
había tenido que entrar a trabajar como "mandador" en Ia recua de durante un período razonable de tiempo'"?".
aIgún sobreviviente'?", Los arrieros consideraban que responsabili-
Con este fin, se ce1ebraron tres juntas entre 10s comerciantes
zarlos por Ia demora en eI cruce era incorrecto, pues el origen deI
y Ias 23 duefios de recuas de Panamá, 10s días 9, 10 Y 11 de octubre
problema se hallaba en el desembarco de Ia plata, en 10 cual ellos no
de 1678, en Ias que se decidió por e1 libre precio entre 10s
estaban involucrados. Los duefios de recuas no habían levantado Contrayent 107 P 1 '
fi . es. ero e 13 de octubre se habían hecho muy pocos
conspiración alguna en 1675. Por el contrario, éste había sido uno
etamlentos, 10 que obligó aI presidente de Panamá a fijar el precio
de los peores afios del negocio, "de que resultó no ganar con q~'
pagar a sus acreedores y llezaron a valer 20 18 Y 15 pesos, quan} o
o 'b "éstos o:
cada mula había tenido de costo 24 ...para su avio / .../ y 103 AGI Panamá 80. Petición de Ias duefios de recuas, f. 22r-29\'.
10-1 [bid.
105 [bid.
100 Ibid.
101 Ibid. ~~~ AGI Panamá 80. Propuesta dei camisa rio, f. 32r y 55.
102 AGI Panamá 80, f. 61r-64r. AGI Panamá 80, f. 35r-43r.
348 Margariia Suárez Problemas en Tierra Firme 349

en 26 reales por arroba. Los arrieros se negaron a _ d recuas sería Ia quiebra de Ia ciudad!": Finalmente, el 19
condiciones del presidente, quien encarceló a los más r ~C~Ptar Ias e
e duenos b 10s arrieros salieron de Ia cárcel '!", quedando 10s
amenazó con enviar a sus mandones a cargar. Cuando e des.y Ioa d e octu. re l oreci 1
tes contentos con e preClo y os uenos d - d e recuas " muy
soldados a averiguar dónde estaban Ias recuas, se llev se envlaron ornerClan
c 11114
sorpresa de que habían sido soltadas en el prado, 10 qu:~~n ~on Ia quejOSO;ara 'asegurar su posición, el comercio del Perú ofreció un
.d d ,. evo a Ias
auton a es a apresar a mas arneros. Y los que ya habí h . o de 150mil pesos; 80 mil se pagarían en Portobelo inmediata-
. ran echo
contratos, como el arnero Jorge Antonio de Prado se n donatlV 105 70 mil restantes en 1a proxlma ,. arma d a. A cam bi10, se
. ' egaron a
cumplirlo hasta que se llegara a un acuerdo con todos los d - rnente y
bí espetar una sene
. d e con iciones, entre 1as que fIgura b a que
d' .
108 uenos de de Ia r . ,
mu 1as . 1 onarca escribiera al presidente de Panama y le ordenra hacer
Para los arrieros el precio fijado era inaceptable, por 10 ue e rnplir aIos arrieros Ias formas acordadas para el alivio de los
exigieron el aumento a cuatro pesos por arroba o, en su defecto q cU:erciantes. Conmovido por el generoso donativo, el 11 de marzo
sea fijado libremente. Aseguraban que los comerciantes est~~~e de 1680, el rey envió una real cédula al presidente de Panamá, en
ganando a su costa "por no ser excesivos los fletes, por cuya causa que le recordaba Ia ordenanza que había en favor de 10s mercaderes!".
se experimenta concurren más personas en estas últimas flotas, y Pero no siempre Ias disposiciones reales coincidían con Ias
principalmente a Ia presente con Ia esperanza del lucro", y estaban decisiones tomadas en los consejos. Dando un excelente ejemplo de
armando Ias cargas de plata con un peso de diez arrobas y media'?", caos administrativo, cuatro meses después -ell7 de julio de 1680-
El costo de Ias mulas era de 29 pesos, sin contar el sustento de 10s se enviá otra real cédula mediante Ia cual se informaba que los duefios
propietarios ni 10s gastos en Ia "fábrica de caballerizas=P": estaban de recuas habían ganado el pleito que sostenían contra los mercaderes
en Ia cárcel y con muchas pérdidas. Como no veían ninguna solución, ante el Consejo. Cuando el obispo-gobernador don Lucas Fernández
los panamefios ofrecieron todas sus recuas aparejadas al comercio de Piedra Hita decidió ponerla en práctica, los mercaderes intentaron
del Perú, para que ellos Ia administrasen, "corriendo por su quenta ... impedir su ejecución. El gobernador entonces intervino y ajustó el
10s gastos, danos y pérdidas como los aprobechamientos que de ellos precio en 27 reales Ia carga, aunque -en palabras del mismo
resultaren ... sin que nosotros tengamos ... aprovechamiento alguno obispo- quedaran "quexosos unos y otros, los del comercio por
porque sólo pretendemos librarnos de Ias moles tias y prisio~es .qu~ costumbre y los duefios de requas por necesidad"!" .
padecemos y quedar libres de todos los peligros, gastos y pe~dldas . Para el gobernador de Panamá Ia situación estaba muy clara:
que consigo traen necesariamente Ia administración de haclendas aphcar Ia real cédula no iba a resolver 10 esencial del problema por
tan ruinosas y costosas"!". ., d
El depositario de Panamá pidió, entonces, Ia li?eraClOn e
los arrieros por ser un asunto vital para el istmo: Ia qUlebra de loS
91 112 AGI Panamá 80. Petición de don Diego Carcelén Fernández de Guevara, f.
r y 55.

113 AGI Panamá 80 f 991'


114 ,. .
,. dr d Zumárraga, d, diciemb AGI Panamá 80. Carta deI presidente de Panamá ai Rey. Portobelo, 14 de
108 A G I Panama 80: Men;onal de los cargadores Pe IO e 72r-\'. 115r~~r8, S/fo,1. AHL, LTC-3, f. 32, 64, 98,108.
Matheo de Uriarte, Francisco Sanchez de Tagle y Phelípe dei Castlllo, f. 116 AGI Panam~ 80. R.c. ai presidente de Panamá. 11 de marzo, 1680, s/foI.
109 AGI Panamá 80, f. 44r-58v. I 5 que Panamá 80, s ~an:ma 80.Carta dei obispo de Panamá. 10 de diciembre, 1681; AGI
110 AGI Panamá 80. "Memoria de los costos que tiene cada mula de a Panamá P / 01. Expediente sobre el precio y el peso de Ias cargas que conducen de
de cargar plata a Portobelo en este trajín de 678", f. 79r-80r. Lima (16;7_ ~~~~~,;10en tiempo de Armada y derechos que solicita el Consulado de
111 AGI Panamá 80. Petición de los duefios de recuas, f. 76,,-77r.
)
350 Margarita Suârez Problemas en Tierra Firme 351

Ia dependencia financiera de los arrieros con respecto a 1 pero los problemas en Tierra Firme, en realidad, no tenían
deres. Según don Lucas Fernández, "por mucho que se tOsbmerca- . , Los fletes caros eran producto de Ia particular situación
. ~~~ SoluClon.nomía panamena,- po b re d e recursos y aVI
' 'd a d e participar
..
que el preclO de Ias arrobas resulte en alguna conveniencia d di
de Ia ecoalquier manera- dee laa economí
economia at 1"ántíca. S'ien d o un paso
duefios de requas, ha de ser imposible el que se consiga re e lchos
'
que estan d o estos por e tiempo
1 . d f . specto de
e ena carga dos de deudas d I
-de . CU do de Ia ruta comercia en t re e 1 P eru, y E-I
. 1
spana, os veCInOS .
a
cump lido.rio f
1 o, no tíenen . 1a vexación de los a e p azo
recurso para re d'IID1r d obhg eftos no podían dejar de intentar participar de los ríos de
. . cree 0-
res, SInO el de valerse de los comerciantes rebaxando en secreto
Panam
lata que circulaban f~~ su mo desto
e~to terri
tern.t~no.. A'SI, ap:ovec h'a.nd ~se
público los precios asignados porque les den los pagos adel;~ ~e su estratégica pOSIC1~ncomercial y IDlhta~, Panama extorsionó a
d os "117 . D e ~s t a ~anera: e 1 go b erna dor oroooní para evitar más pro-
or pr?porua, a I comerciantes de vanas maneras. Sus veCInOS lograron controlar
blemas y mas danos, dejar que Ias partes ajustasen el precio libremente. l~soferta de transporte, de tal modo que tenían en sus manos los
Sin embargo, los problemas no cesaron. En 168310s miembros medios para especular en su propio beneficio. No obstante, Ia
del Consejo recibían una carta de los comerciantes en donde les situación empeoró cada vez más en el istmo. Los cambios en los
recordaban que en 1678 se había despachado una cédula para que circuitos comerciales, Ia nueva función de Ias ferias y el espaciamiento
no se detuviese a los mercaderes limefios en Tierra Firme y que no se de Ias flotas deterioró gravemente Ia situación de Panamá. El
había cumplido "sólo a fin de aflixir y destruir [a] los comercian- enfrentamiento con los comerciantes no fue fácil y, a pesar del apoyo
tes"!"'. Cuando se hizo Ia ordenanza de 1599 Ia situación era distinta. metropolitano, los arrieros cayeron, finalmente, en Ias redes del
Ahora el camino de Panamá a Portobelo estaba reparado y con Ia endeudarniento crónico. El transporte transístmico entró en un espiral
edificación de Ia nueva ciudad había dos leguas menos de trayecto, de deudas que 10 ató progresivamente a los créditos del comercio
asimismo, antes había pocas mulas que costaban 150 pesos y hoyen peruano. Y, en estas circunstancias, Ia batalla estaba virtualmente
día entraban por tierra seis mil mulas cada ano que se vendían entre perdida.
30 y 40 pesos Ias más caras. De modo que había más de 3,500 mulas Sin embargo, Panamá contaba con más herramientas para
disponibles para el trajín y ocho mil en Ias caballerizas, por 10 q e.xtraer frutos de este comercio que pasaba, desafiante, cada cierto
en sólo dos viajes los arrieros podían recuperar sus gastos. Además, hempo delante suyo: Ia autoridad. La aparición de enemigos de
entre armadas se cargaban por mula entre 16 y 18 arrobas a 14 Ó Espana en el Caribe, su asentamiento y sus escasos pero certeros
pesos, "y 10 solicitan con empeno para tene: qué trabaj~r" ..p:~ ataques, convirtieron a Ia región en un punto particularmente
época de armada no aceptaban estos preclOs con Ia finalid ~ulnerable de Ias posesiones americanas espaüolas. Panamá debía
cobrar derechos duplicados a costa de los comerciantes, con ~o i~ efenderse, armarse y fortificarse,
conservación
_e de Amé . 1
menca y a segun a 'd d
pues de ello dependía
de Ias remi . '1'
e as rerrusiones meta icas
Ia
se hacía más penosa y dilatada Ia conducción. Una vez mas:
a Espana . Par a eu brinr l'os crecientes gastos, claro esta,,. se necesitaban
re
comerciantes pedían que los arrieros no :e excedieran en el preClO
cursos con 1os cua 1es, o bvi
par ..
viamente, Tierra FIrme, no contaba. Pero
a eso estaba el virreinato del Perú.

117 Ibid. R 'b'da ene ic'


118 AGI Panamá 80. Carta dei Consulado de Lima al rey eci I d 1 co
el24 de septiembre, 1683; y AGI Panamá 80. Memorial de los comrsanoS e
deI Perú. Portobelo, 19 de febrero, 1682, si fol. .. en el consei'
119 AGI Panamá 80. Carta del Consulado de Lima. Recrbrda
de septiembre, 1683, si fol,
CApíTVLO SlETE

EIprecio dei indulto: hacia el comercio directo

No hay ley ni estatuto que no admita moderación y reforma


con el tiempo; deroga Ia abundancia Ias que estableció Ia
necesidad; Ia paz Ias que introdujo Ia guerra; Ias
circunstancias del tiempo los derechos que por no haverse
prevenido los accidentes que sobrevienen se dispusieron 1.

E l aumento de Ia presión bélica europea ~n América en. el sigla


XVII, ya sea a través de Ias ataques de piratas y corsanos, ya a
través del asentamiento permanente de holandeses, ingleses y
franceses en el Caribe, obligó a Ias americanos a emprender medidas
para defender el territorio. Proteger un área tan vasta que era atacada
esporádicamente creaba una serie de problemas. Si bien Ias ataques
no eran tan frecuentes como uno se podría imaginar, una sola
victoria podía tener consecuencias nefastas. Por 10 tanto, -y, sin
duda, esto estaba considerado dentro de Ia estrategia de desgaste de
10senemigos de Espana-, había que hacer un verdadero despliegue
de recursos para defenderse de estas esporádicos pero certeros
ataques: había que fortalecer Ias puestos militares, ampliar Ia
prote "
c CC10nnaval, aumentar el número de soldados y armas y, en
o
pas de alguna desgracia, era preciso enviar "socorros" especiales.
e~r :~es .razones, Ia presencia europea en Ias costas del Pacífico y
e anbe generó un fuerte aumento de Ias gastos de defensa.

AGI L'
trria 281. Informe del Consulado aI virrey. Lima 24 de noviembre, 1682.

353
354 Margarita Suárez
J EI precio del indulto 355

Gran parte del peso de estos gastos hubo de Se d Santisteban- no había otra manera de asegurar Ias rentas
por el virreinato del Perú. La escasez de recursos r sOfortado conde e deIeaar en el comercio Ia administración de los derechos
en reaIes que su c~operación6. La contrapartida de Ia dependencia de
estratégicos para Ia defensa, como Valdivia, Cartagena pugare~
esperar .
(y por un tiempo también Buenos Aires), forzó a Ia caja ~ ~~aIná Y . da a Ia buena voluntad de los mercaderes fue Ia soberbia
e Ia ~acdle~e éstos en sus relaciones con los miembros deI gobierno
asumir estos gastos. EI examen de los gastos de Ia caja de L. lma a
. . ., lma entre acutu
1607 y 1690 arroja que Ia defensa implicó un desembolso dei 16 o . . I Incluso dejaron ya las conversaci
as conversaciones exc lusi
usrvas con e 1
vlrretna.
del presupuesto en los anos 1607-10, mientras que en 1681-90 :SYo . y decidieron tratar directamente sus problemas en el Consejo
había ascendido al 43%2. EI tener que afrontar Ia protecció edste vlrrey
d I dias por medio de un procura d or, d on D'lego d e Vill I atoro.
7 L
a
.. . . E . n el
terntono tuvo vanas consecuencias, n pnmer lugar, se produto . ete~vención deI Consulado llegó a ser tan decisiva que logró,
d·isrrunucion
. ., d 1 E -
e as ~emesas a spana: entre 1607-10 se envió e1S1%
J una in ediante donativos, mantener Ia presencia de determinadas
de los egresos hacia Europa; en 1661-70 representó el 14.9% :toridades y permisos para traficar con plata labrada". DeI mismo
finalmente, en 1681-90 sólo se remitió el 5% de los egresos>. ~ modo, también logró Ia destitución de un virrey, el conde de Castellar,
segundo lugar, y ya que en Ia segunda mitad del XVII Ia crisis de Ias cuando éste se atrevió a tomar medidas que atentaron contra los
cajas mineras era evidente, Ia real hacienda tuvo que recurrir aios intereses de los mercaderes.
mercaderes de Lima para el pago de situados, socorros, Pero a pesar de que ahora sí eran escuchados, el rey no tuvo
mantenimiento de Ia armada y fortificaciones. una posición incondicional y, sin duda, habían problemas que no se
La real hacienda no podía hacer mucho para remediar su podían manejar tan fácilmente en favor de los mercaderes de Lima.
dramática situación. En 1661-62 Ia caja de Lima estaba endeudada EI monarca le negó al Consulado Ia posibilidad de rehusar Ia
en un millón 200 mil pesos por el aumento de los gastos de guerra y renovación de los asientos. Los mercaderes protestaron repetidas
Ia caída de los derechos mineres". Las propuestas para aumentar veces, pues estaban manteniendo dos armadas, Ia del Mar del Norte
impuestos (se quería, por ejemplo, poner impuestos a Ia chicha, ai y Ia dei Mar del Sur. A esto habría que agregar Ia poca frecuencia de
jabón y al tabaco en polvo) fueron rechazados por los miembros dei Ias flotas, Ia evasión deI pago de Ia contribución en el Boquerón y Ia
Consejo: debido a Ia variedad y "mezcla de humores" que habían permisividad de navíos de registro por el puerto de Buenos Aires.
en Ias lndias, concluyó Ia junta, "no convenía hacer experienci~ deI Para colmo de males, Ias urgencias militares forzarían al estado a
amor ni del respeto de los vasallos, así no era de parecer s~,pusl.esen recurrir al confiscamiento de caudales o a pedir pesados donativos.
en ejecución los medios propuestos'" .Así, --como reconoclO el virrey Las autoridades panamefias tomaron alzuna que otra vez vez el
d' b
mero de Ia armada del Mar del Sur y de Ia avería -recolectado

2 Andrien, Crisis and Decline, 67, tabla 7. Según Rodríguez Vicente, entre 1651
y 1739 e130% de los ingresos de Ia real hacienda se destinaron a gastos mlht~res, Y
sólo e120% fue remi tido a Espana, "Los caudales remitidos desde el Perú a Espana por I .6 AGI Lima 281. Carta deI virrey al rey. Lima 5 de abril, 1664. En 1626, cuando
reso
cuenta de Ia real hacienda. Series estadísticas (1651-1739)", Actas dei XXXVI Cong a juez :rancisco Manso y Zúii.iga visitó el despacho de Ia plata de Tierra Firme,
lnternacionaí de Americanistas, vaI IV, (Sevilla, 1966), 329. dí g seguro que a Ias 20 días que llezó a Panamá quedaron "tan amigos [con los
rnercadere 1 . b , .
3 Andrien, Crisis and Decline 67 tabla 7' Peter Bradle)r, "The Cost of Defen m s elIos s que pareCiese haverrne ellos ganado a rru con su poder y yo rendido a
. " , . eruano
a Viceroyalty". Para una visión completa de Ia entrada de europeos a mare~ P 8-1701 de T' COnel de S.M.". AGI Panamá 1. Relación de los registros de los galeones y flota
terra Fi S·
d. Peter Bradley, The Lure of Peru. lvuiritime Inirusion inio lhe S01llh seo, 159 7 . rrne. evilla, 28 de diciembre, 1626.
(Londres: Macmillan, 1989). Indias RVlllatoro aparece mencionado varias veces en relación a nombramientos en
4 AGI Contaduría 1780-A, libro #3. 8 ' ~ardo Magdaleno, ed., Títlllos de indías, (Valladolid: 1954).
5 Junta del Consejo, 1677. CODIAO, 19, 254-256. f. Caracuel, "Los mercaderes dei Perú", 338.
356 Margarita Suârez
~
El precio del indulto 357

por el Consulado- para cubrir sus necesidades; pero, sobre tod La ofensiva de Ia piratería en el Caribe a mediados del siglo
dedicaron sistemáticamente a extorsionar a los mercaderes peruao, se uso una reformulación de Ias estrategias bélicas en el istmo.
quienes consideraron que el problema de Panamá era una c nos, XV~ s~feron remodelar Ias fortalezas y ampliar Ia dotación de
per did
I a que d e bíIa ser so luci
uciona d a drá .
rasticamente. Y, por último ausa
I seldaedos. por este motivo, en enero de 1664 se aprobó Ia creación de
mercaderes tuvieron que organizar y costear Ia defensa maríti~ OS 50 ituado para Panamá de 105,150 pesos que debería ser paga do
adaptar sus navíos a Ias necesidades bélicas". Lo cual quiere dea .y un S Ia caja de Lima. Según Castillero, esta medida convirtió
que el costo de los asientos y de Ia defensa del virreinato er~r ~O:initiVamente a Panamá en el istmo del Perú'! . Poco después,
demasiado altos en un momento en que, precisamente, el comerci~ eando Morgan destruyó Portobelo (1668), Chagres (1668) yarrasó
directo en territorio americano se estaba haciendo viable. El eun Ia ciudad de Panamá (1670), el situado hubo de ser aumentado
entusiamo inicial con el cual el Consulado asumió Ias funciones ~0275,314pesos para mudar Ia ciudad a un nuevo emplazamiento y
estatales pronto se convirtió en un pesado lastre. Así, los mercaderes reconstruir Ias fortalezas. Incluso en 1684 los gastos ascendieron a
se negaron a pagar Ias contribuciones de los asientos, dejaron aios más de 400 mil pesos. Pero Ia caja de Lima no estuvo dispuesta a
galeones de Tierra Firme plantados en Cartagena y, finalmente, enviar estas cantidades, como se puede ver claramente en el cuadro
decidieron sostener relaciones directas en América con los mismos 7.1. Así, Panamá osciló entre el endeudamiento, Ia confiscación de I
distribuidores que los abastecían en Cádiz. Así, en Ia práctica, el Ias remesas del rey --€n 1708 tomaron 400 mil pesos del monarca-
régimen de flotas y galeones había colapsado. y Ia extorsión a los comerciantes de Lima. Los soldados, a su vez, se
hallaron endeudados, desprotegidos, sin armamento y siempre I
dispuestos al motín y Ia deserción!".
Panamá: Ia "espina" deI comercio
CUADR07.1
La defensa de Panamá no sólo era un problema militar y burocrático,
Situado de Panamá en Ia caja de Lima, 1664-1730
sino también un problema económico. El modesto aparato defensivo
del siglo XVI -dos castillos en Portobelo con 200 hombres, un fuerte Ano Situado nominal Situado efectivo
en Ia boca del río Chagres con 28 hombres, otro en el río Gatún con % del Cargo de Lima % del Cargo de Lima
25 soldados y unos treinta soldados más en Panamá- debía ser
mantenido con los ingresos de almojarifazgos de Ias ferias. Pero ~a 1664-72 4.42 5.08
desde el siglo XVI Ia precaria fiscalización había empujado a Ia caja 1673-84 9.76 7.49
1685-90 13.23 8.02
panamefia al endeudamiento. En 1599 Ia caja debía 216 mil pe~os a 1700-08 13.23 12.13
mercaderes y prestamistas particulares, y Ias deudas permanec~eron 1709-23
27.36 4.47
al punto de obligar repetidas veces a los funcionarios panamenos a 1730
15.97 4.41
tomar el dinero procedente de Ia caja de Lima para cubrir los gastos
FL[~TE: Castillero Calvo, "Estructuras funcionales", 380.
de guerra 10.

9 ..,
5 obre este último punto cf, Clayton, "Local Initiative d Finance". 11 Ibid. 364.
an a defensi\'o deI
10 Alfredo CastilJero Calvo, "Estructuras funcionales dei sístern V ezola/lod, deI ~~ Ibid. 368-369; cf. también Guillermo Céspedes deI Castillo, "La defensa militar
istmo de Panamá durante el período colonial", Mel1loria deI /II Congreso e/l 275. mo de Panamá a fines deI siglo XVII y comienzos dei XVIII", AEA, 9 (1952): 235-
Historia (1977), tomo 1, (Caracas, 1979),349-384.

~
358 Margarita Suárez
)
EI precio del indulto 359

Las fricciones entre el Consulado y Ias autoridad


uerte de Bazán exacerbá los problemas jurisdiccio-
nas fueron tan frecuentes como Ias quejas contra los es'p
. / d e 1os furtei . se conocía ampliamente en arneros La mel virrey deI Perú y Ia audiencia de Panamá. La au-
corrupcion ncionarios el C ',
n~les .aentre
_liderada por dos 01idores
ores Ymovid
mOVI os por 1a am biIClOn / de
repetidas veces se habló de Ia necesidad de hacer una visita 0I1Sej() Cl
dlen mandar" - se opuso a que el virrey Mancera nombrara
or d en 13 . En 1646 , por e]emp
. 1o, e 1C ensejo. reeiibi10/ amargas qupara. POI vernar y .
go adoro Los oidores fueron acusados de haber SIdo cegados
audiencia de Panamá contra el presidente don Iuan de Ve ~~ d~.Ia
aI g~~e~~atural ambicián" de criollos" y de permitir Ia evasión del
Este había colocado en los puestos públicos a sus parientes ygC. da~
. / / na os por. para 10 cual cobraba 2% a los reales y 4% a los barretones y
no aplicaba ur:a sola de Ias. cedulas .que enviaba eI monarca; habíe regIstro, . d S . f
._ través del pnor del convento e anto Dommgo, ray
otorgado perrruso para que mgrese vino del Perú, para 10 cual hab{a P lnas a .
ingo de Cabrera. Cuando, fmalmente, fue nombrado
cobrado cohechos, so prete~to de que eran para eI sustento de Ia gente Doml. / /
bernador don Diego de Orozco, Ias cosas empeoraron aun mas.
de guerra. Ademas, se había enfrentado a Ios comerciantes, les hab{a
r~s comerciantes del Perú expresaron públicamente que no llevarían
impuesto limitaciones en el peso de Ias cargas y en el operativo había
su plata a Tierra Firme ni a Espana hasta que el gobernador no cesara
logrado extraer ganancias que ascendían a más de 30 mil pesos.
de entrar a sus casas y abrir sus cargamentos"'. Lo acusaron de
La visita a Panamá (1645-1655) confirmá que el istmo era tierra
haber llegado al extremo de pegar un papel en Ia plaza pública, en
de nadie. Toda Ia burocracia estaba implicada en el fraude; Ios oficiales
el que se leía que aquél que quisiera pasar "plata por alto" debía
reales ganaban alrededor de 30 a 40 mil pesos "por 10 que llaman buen
buscar al fraile Domingo de Cabrera, cómplice del gobernador".
pasaje deI Mar deI Sur al del Norte". El fiscal informá que, incluso, don
La corrupcián de los funcionarios en Tierra Firme resultaba
Antonio de Toledo -hijo del virrey Mancera y general de Ia armada
verdaderamente alarmante. Don Juan Méndez aseguraba que en
del Mar deI Sur- había introducido vinos peruanos en complicidad
Ias lndias se violaba Ia correspondencia dirigida al rey y se abrían
con el presidente Vega Bazán. Los agravios que recibían los mercaderes
los cajones "porque Ia censuras no obran efecto en Ias Yndias y
eran "tantos y tan continuados con extorsiones que a ninguna parte se
aseguro a V.M. que tienen anchas Ias coriciencias"!". Según un
volverán Ios ojos en que no se descubran". EI presidente acusá al obispo
informe deI doctor Matías Guerra de Latras, los "primeros
yaI fiscal de querer destituirIo y, en eI caso de Ios pagos deI com:rcio, se
descaminos obligaron a que el discurso malicioso se animase más, y
justificá alegando que Ios mercaderes habían aceptado voluntanamente
como Ia sagrada hambre del oro no ay pecho de diamante que no
hacer Ias contribuciones, como Ia del pago de nueve reales po~
ablande, ni roca que no mueva, el remedio único a sido el interés para
romaneaje de Ias cargas. En 1644, los mercaderes pagaron 100
que los ministros enriquezcan y vuestro real haber disminuya"!". En
pesos de "composición" por Ias mercaderías que habían llegado en ~
galeones. Sezún eI presidente, se había cobrado medio real a cada far} O
para refaccionar b los almacenes en don d e se d esca rcaban
b as
mercaderías'! . 15 " Incluso de sugirió que se mandasen a todos los letrados criollos a Espana,
~o~el gran escándalo de semejante resolución por dos oidores licenciados criollos
e ~ yndias". AGI Panamá 70. Carta dei licenciado don [uan Méndez de Ia Vega ai
re\6anamá, 28 de d:ciembre, 1647.
. '1 1630. En esta Pa . AGI Panama 70. Carta dei licenciado don [uan Méndez de Ia Vega ai rey.
13 AGI Panamá 2. Relación dei Consejo. Madnd, 22 de abn ,
n;;na, 28 de diciembre, 1647.
ocasión se nombró ai licenciado Fernando de Liermo como visitador. AGI panatni
14 AGI Panamá 2. ReIación dei Consejo. Madrid, 31 de julío. 1646. Coronado Y 18 AGI Panamá 70. Carta de Diego de Soldevilla ai rey. Panamá, 12 de enero, 1648.
2. Consulta ai rey, 2 de mayo, 1651. AGI Panamá 70. Carta de do~ J~a~arta de vega enero 16AGI Panamá 21. Carta de don Juan Méndez de Ia Vega ai rey. Panamá, 1 de
r 48.
Ulloa ai rey. Panamá, 9 de noviembre, 1645, y pássim. AGI Panama 7 . 19 AGI P
Bazán ai rey. Panamá, 6 de diciembre, 1646. diciemb anamá 70. Carta dei doctor Matías Guerra aI rey. Panamá, 17 de
re, 1647. Hay que tener en cuenta que 105 ingresos de Ia ciudad de Panamá
360 Margarita Suárez EI precio deI indulto 361

una junta del Consejo se supo que, en 1654, habían llegado a P de sus empleos hasta el Perú", porque se quedan sin efectivo al
s:is millones de pe~~s sin regi.strar y fuera de Ia época de arm:~:~á ropa de Espana o Portobelo-". No obstante, el fraude había llegado
O
solo en esta operacion el presidente don Pedro Carrillo de Gu Y regres . el tal que ni siquiera se podía confiar en Ias escrituras
un nIV , .'
había ganado alrededor de 400 mil pesos por sobornos20. zmán a . les pues éstas se fraguaban para evitar que Ias operaclOnes
notana, 24
Según ellicenciado Jerónimo de Viga, a mediados de Ia década asen derechos .
de 1650 pasaban millones de pesos en Panamá que remitían I pag La falta de recursos obligó aios gobernadores de Tierra Firme
peruanos fuera de época de armada y flota, "que se vieron algun os ar reiteradas veces el dinero perteneciente al rey que se enviaba
veces fragatas cargadas della y echándola en tierra se volvían s: ~ t~~rú a Espana. En 1656, el presidente Carrillo de Guzmán explicó
tomar punto y Ia gente que venía en ellos estaba escondida"21. EI ue habían llegado en Ia nave Capitana un millón 200 mil pesos del
relator del Consejo, doctor Paniagua, instó a Ias autoridades paname- ;ey y que había tenido que valerse de. parte de este dinero para pagar
nas a no permitir que con el pretexto del comercio con el Peru se astos de defensa en Santo Dommgo, Punta de Araya, Santa
llevase plata sin registro a Tierra Firme". Desesperados por Ia evasi6n ~atalina y Cartagena. Hacía dos anos que se les pagaba Ia mitad de
del registro se intentó obligar, no sólo aios mercaderes del Perú, sino Ias sueldos a los soldados y, además de Ias deudas usuales, el propio
también aios vecinos de Panamá, a registrar todos sus caudales y gobernador había tenido que buscar "a su crédito" 97 mil pesos. Por
envia rlos a Portobelo. Obviamente, Ia medida generó airadas esta razón se habían quedado "sin un real" y sólo le habían podido
protestas y el Consejo hubo de retroceder. Se reconoció que habían remitir al monarca medio millón de pesos". En 1657, el Consulado
muchos inconvenientes porque, ciertamente, parte del metal era de Lima aprovechó Ia coyuntura para acusar aI presidente de
aquel que se usaba para Ias transacciones locales e, incluso, algunos Panamá y al general de Ia flota de no respetar Ia ley y obviar Ias
10 prestaban aios mercaderes de Lima "con el interés ordinario y directrices del virrey del Perú". De modo que se hizo una inves-
corri ente de ocho o diez más o menos por ciento ... que forzosamente tigación sobre Ia retención de caudales del rey en Panamá en los
tienen que tomarlo para pagar los fletes de mar y tierra y costear Ia afias 1656, 1659 Y 1660. Los resultados no sorprendieron a muchos:
Ias oficiales reales habían defraudado descaradamente a Ia hacienda
y Ias cuentas de los salarios de soldados, precios de bastimentos y
eran muy reducidos: 28 mil y tantos pesos de aduanas en seis anos (1645-50), casi tres otras cosas habían sido colocadas a su antojo. En 1656, por ejemplo,
mil de Ia correduría de lonja y siete mil por Ia renta de Ia casa de Cruces. AGI Panamá Ias oficiales habían pagado 538,824 pesos por empréstitos hechos a
21. Relación de los propios que tiene esta ciudad de Panamá, 1645-1650.
20 AGI Panamá 71. Relación dei Consejo. 2 de mayo, 1656. Ellicenciado Diego
de Valverde se opuso firmemente a Carrillo, quien los destituyó de su cargo. Valverde 23 AGI Panamá 21. Expediente sobre el registro de dinero deI Perú en Portobelo.
acusó ai presidente de negligencia y corrupción; a pesar de que habían "grandes Carta de Ia audiencia ai rey. 19 de octubre, 1652. EI cabildo envió sendas cartas
contrataciones" Ia real hacienda no recolectaba nada, "y hoy apenas vale algo lo~ protestando por Ia medida: Ia mayoría de los panameüos tenían negocios con el Perú,
navios dei puerto de Panamá para el Pirú y los que vienen de aliá casi no traen m pues no había otro "modo de vivir ni otro comercio ... y para ello 10 buscan y toman
lIevan registro ... y comunmente se dice que se les hecha un repartimiento que Ila~aln adaiio con grandes yntereses obligándose a Ia paga como es costumbre en aquella
.. , que se diIVI id e entre cuatro o CInCOpersonas
d e b uena negociacion . "AGIPanama7
. C1udada buelta de armada". AGI Panamá 21. Carta dei cabildo ai rey. 8 de mayo. 1649,
S de U .
Carta dei licenciado Valverde ai rey. Nata, 20 de agosto, 1656. EI presidente fue luefgo j 11l0, 1649 Y 20 de noviembre, 1651.
d estit. uído
, o.
dei cargo, mas no por Ias acusaciones de Valverde qUlen,
a su vez, ue
e vino d 24 AGI Panamá 21. Carta de don Pedra Carrillo de Guzmán ai rey. Panamá, 1
e octubre, 1654.
acusado por el Consejo por adulterio oposición ai zobernador, contrabando d
dei Peru , y cohechos. AGI Panamá 71.'0"1 Relación dei Consejo, 13 de abri, 1656.. 17 de n 25 AGI Panamá 21. Carta de Pedra Carrillo de Guzmán a! rey. Panamá, 8 de
O\'lembre, 1656.
21 AGI Panamá 21. Carta dei licenciado Jerónimo de Viga al rey. Panama, 6
abril, 1655. 165i AGI Consulados 313. Carta deI Consulado de Lima ai de Sevilla. 12 de julio,
22 AGI Panama 21. Resolución dei Consejo. 10 de junio, 1655.
362 Margarita Suárez
El precio del indulto 363

Ia caja: pero no había manera de comprobar a quiénes I


. nte de escribano mayor de minas y registros de Panamá, don
. '.
hecho los pagos porque los ofIc1ales, mtencionalment se es hha bí~an.
eliminado Ia información27. e, abUUt eI tente ysasi, en razón de los derechos que debía cobrar por su
JU~~d~l escribano se había visto afectado por el "indulto" -es decir,
Cuando los mercaderes firmaron los asientos se enf OfICIO. asiento de avería- y no tenía forma de recuperar todo 10
con mas ' firmeza a 1as auton 'd a d es panamefias Y comenz rentaron
aron. los eI nU::~a invertido en Ia compra de su ofi~io. Incluso no dudó, en
p 1eítos
'· . bl es re lati
mternuna ativos a 1 mcump
. 1imiento de Ias cond'
. 1 en Ios asi E que que si hubiese colocado los 23 mil pesos que le costo el
das
estipu a as en os asientos. n 1660, por ejemplo, Riva-A lClones
.. declarar,
.' en e1 comercio, ha b na ía extraíd
extra! o una gananCla. d e 1 30°/
. /0 anua 1...
gobernador de Panamá, había publicado un auto que obligab~uero OfIClO d b ía
era 10 mínimo que e ena o tener ob d e gananClas d e 1 o flCIO,
. .
mercaderes de Lima a desembarcar únicamente en Ia "Tos " ~ : y esO , SI.d o costum b re. A'SI, pues, e I escn
escri b ano se
ca o siempre había
ciudad, bajo pena de confiscamiento. Según el gobernador ~
con:ideraba estafado por Ia nueva situaciórr". Ese mismo afio, y
mercaderes del Perú solían desembarcar en Lancón, Paitilla y ~tr: conra evitar Ia inter ferenci
erencia panamena,- e 1C onsu 1a d o d e L'ima intento
. ,
caletas "de noche y de día, con cuidado y secreto para llevarlas
r:mar en asiento Ias alcaba1as de Tierra Firme, pretensión que fue
ocultas a estancias o entrar a Panamá"28. Esta medida fue
rechazada enfáticamente por el Consejo y el Consulado de Sevilla ".
interpretada por el Consulado como una interferencia aI libre
En 1674, 10s diputados del comercio del Perú sostuvieron un nuevo
movimiento del comercio y, en consecuencia, como una medida
pleito con 10s oficia1es reales y el fiscal sobre el cobro de derechos de
contraria al espíritu de los asientos. En 1665, el Consulado sostuvo
almojarifazgo para Ia lana de vicufia y el afiil y, en 1682, los
un nuevo juicio, esta vez contra los oficiales reales de Panamá,
comerciantes de Lima lograron que el Consejo los exonerara de pagar
quienes no habían paga do los fletes deI traslado de los 350 mil
almojarifazgo y Unión de Armas sobre e1 cacao que entraba a Tierra
ducados de Panamá a Portobelo-". Poco después entablaron otro
Pirme ".
pleito con los mismos funcionarios cuando és tos intentaron seguir
La actuación del presidente don Juan Pérez de Guzmán
cobrando Ia avería de camino -que se descontaba de Ia plata que
constituye un buen ejemplo del grado al que habían llegado Ias
antes iba registrada-, pues cobrar el impuesto, decían 10s
fricciones con 10s mercaderes y hasta qué punto éstas también
mercaderes, implicaba volver aI sistema de registro:". Un afio
alcanzaron a los virreyes del Perú. Guzmán era conocido por su
después, en 1666, Ias autoridades panamefias intentaron nomb:ar
mal carácter y su conducta arbitraria, que 10 llevó a un abierto
sus propios comisarios para Ia cobranza de dinero en el Boqueron,
enfrentamiento con Ia audiencia, el clero, los comerciantes de Lima
con 10 cual desafiaron, una vez más, aI Consulado y provocaron un
y los oficiales reales de Panamá. Anteriormente había servido como
contencioso adicional". .' E
gobernador de Cartagena y se le había puesto carzos en su residencia
Los enfrentamientos continuaron en los afies SlgUlentes. n
por permitir Ia llegada de navíos holandeses e ü~gleses35. En cuanto
1668, los comisarios deI Consulado tuvieron un enconado pleito con
llego a Panamá, Guzmán se enfrentó a Ios funcionarios, acusó a

27 AGI Panamá 76, pz. 1, f Ir Y ss: pz. 2, f. 3r.


;; AGI Escribanía de Cámara ,155-B. f. 4r-6v.
28 AGI Escribanía de Cárnara 516-A, ano 1667, f. 2r-4r. . I s de
7d AGI Consulados 53. Carta deI Consulado de Sevilla a Ia Casa de Contratación.
29 AGI Escribanía de Cámara 515-B. EI Consulado contra Ias caJas rea e e marzo 1668
3 ' .
Panamá, 1665. I dos 313
almo-l . Según los comerciantes de Lima, estos géneros no deberían pagar
30 AGI Escribanía de Cámara 454-B, f. 1384r-85r, 1388r-v;AGI Consu a
CámJanfazgo en Panamá. AGI Escribanía de Cámara 455-B, ano 1674; y Escribanía de
30 de julio, 1663. . f 51r y SS
35ara 456-B. AHL ,-:J,
LTC " f. 19, 20, 21, 35, 37,45,52,4 6 ,4 8 ,54.
31 AGI Escribanía de Cámara 455-B. Junta deI Consulado de Lima, .
AGI Escribanía de Cámara 467-A, pz. 6, f. 28r, 311'.
366 Margarita Suárez 367
EI precio del indulto

tensión llegó a tal extremo que el gobernador mandó lleva I . emp1eaban barras en e1 comercio de ultramar. El pago
de artillería a su casa y Ias dirigió contra Ia población" r hc pie cargadoreS o afectaba a Ia real hacienda porque 10s oficiales pagaban
en descrédito y deshonor de [Ia] antigua lealtad" de lmu~ os dias;
. " a cIudad ~_ en barras n
''l'branzistas en laa rrusma
rni espeCIe., sin reparo a 1" guno. Y,
estas CIrcunstancIas incluso hubo una revelación divina' u 1': l:oQ a Ias rte se había convenido que los comisarios debían transportar
escuchó a Dios decir que en 20 ó 30 días se acabaría l~ tI.nre,lglOso f'f\almen
1 ta1es, deI asiento a Portobelo, siempre
. y cuando los fletes fuesen
. ranla.
En efecto, mediante un auto del conde de Lemos p' Ias m~os por Ia caja de Panamá, cosa que el presidente no estaba
G uzmanin f ue suspen d'Id o como presi .d ente y gobernador de' Perez de
, "anall\á paga liend043. Los oficia1es rea1es justificaron Ia exigencia de Ia
y debía ser llevado preso al Callao. Perez huyo al castillo de Port be . cutrmpa en rea1es "porque Ias barras no es moneda igual y corriente,
y se llevó algunas compafiías de soldados y el dinero de Ias o . 10 en. oegespecie de mercancra '1 que en os contratos de ventas de
con e 1 que pago '1a a m . f antenaía d e 1 puerto; luego amenazó concaJas t . sinercaderes les dan e 1 va loror oue
que ai .
ajusta a sus converuencias . "44 . El rey
Pan~má "con 200 infantes a echar al sefior conde de Lemo~ : :cidiÓ apoyar al comercio, no a sus oficiales. Envió una cédula que
cuchilladas y hacerlo embarcar a todo correr". El conde de Lemos ordenaba que e1 Consulado se encargaría de trasladar el dinero de
por su parte, llamó a más soldados y les ofreció doble salario: Ia real hacienda a Portobelo -a costa de Ia caja de Panamá- para
Finalmente, viendo Ia causa perdida, Pérez se rindió. El fin de Ia evitar, aSÍ, que 10s oficiales cometieran "fraude de este contracto" y
aventura se festejó con vítores, misas y música, y el conde de Lemos pasasen gruesas cantidades de plata del Perú, invitando a los comer-
fue nombrado "restaurador de Ia República". Sin embargo, y no ciantes de Lima a abandonar el asiento. De manera que los funcio-
obstante Ia euforia popular, el Consejo dictaminó poco después que narios debieron entregar todo el dinero a los comisarios de Lima" .
el conde de Lemos había actuado sin tener jurisdicción, pues todavía Hacia 1680 ya se había llegado a un punto de saturación.
no había entrado a Ia ciudad de Lima y, por 10 tanto, no tenía Según los oficiales del istmo, cada vez que llegaba una armada había
prerrogativas contenciosas cuando llegó a Panamá. ASÍ, ante el problemas con el comercio del Perú, quienes se consideraban
estupor de Ia opinión pública, Pérez de Guzmán fue restituido en el "ministros reales" sin serlo y denominaban "real administración" a
cargo y Lemos obligado a pagarle todos los gastos de viaje de su Ia cobranza del indulto:". En 1682, el Consulado de Lima explicó
propio bolsillo? .
Los conflictos en Panamá no terminaron aquí. En Ia armada
de 1675, 10s oficia1es reales de Panamá y 10s comisarios del Consulado 43 AGI Panamá 80. Carta de Diego de Villatoro al rey. Revisada en el Consejo el
del Perú entablaron pleito ante e1 presidente de Panamá debi?o a 10 de octubre, 1677.
que los primeros no querían recibir el dinero del asiento de avena en 44 AGI Panamá 80. Informe de los oficiales reales. Porto belo, 11 de septiembre,
1675. Según el Consulado, el pago en barras (que es "espécie permitida") no les
barras ni en pesos de columnas, sino tan sólo en discos acuftado~ de
afectaba en nada porque aI "tiernpo presente estan pagando dichos oficiales reales en
ocho reales. El presidente apoyó a los oficiales, obligó al comercIO ~ barras al mismo precio que el comisario entrega el indulto y de Ia misma suerte
.
entregar el dinero en Portobelo (y no en Panama i) y, por uíltímoI , ordeno d reClben los pagos de galeones Ias barras por el precio que es corriente en Ia caja real".
a los comisarios tomar razón de Ia plata que se estaba transportan o. A~I Panamá 80. Respuesta deI Santiago de Alcedo, comisario dei comercio deI Perú,
a os oficiales reales.
Las quejas de Lima fueron inmediatas: estas medidas at:n~:~:,
45 AGI Panamá 80. R.c. a Ia audiencia de Panamá. 9 de junio. 1668. En 1678 el
directamente contra los asientos. El Consulado no s Ias rey envi' t ' .
dif o o ra cédula permitiendo que los mercaderes entregaran el indulto en
comprometido a entregar el dinero en pesos de ocho reales, pues I erentes
46
id
um ades monetarias. AGI Panamá 80. RC. Madrid, 28 de enero, 1678.
287 - AGI Panamá 80. Carta de los oficiales reales aI rey. 10 de enero, 1679. AGI Lima
. . H rán. 1948),50- de Lin-. 1678. En 1681 Ia audiencia de Panamá informá sobre Ia pretensián deI comercio
42 Cf. Jorge Basadre, EI conde de Lemos y S1l tiempo, (Lima: uasca IC 1946). Con -ula de bajar los derechos en un 50%, tal como se había hecho en México. AGI
53; Guillermo Lohrnann, EI COlide de Lemos, virrey dei Perú, (Madnd: CS t
su ados 62. Sevilla, 7 de noviernbre, 1681. Las quejas adquirieron dimensiones
El precio dei indulto 369
368 Margarita Suárer

1 s eornisarios del Consulado, quebrantaban Ias capitula-


muy bien de q,ué modo Tierra Firme se había convertido en
c~ón d~ ~os asientos Y sólo obedecían Ias cédulas si eon ellas podían
verdadero obstaculo para el normal desenvolvimiento del un
" . ClO~e~. :r a los peruanos. Los arrieros habían fijado el precio y peso
Los comerciantes habían esperado pacIentemente con "Ia ecomercio '
. . speranza peI')u ~~rgas sobre Ia base en una vieja cédula e inventaban derechos
del remedio, y como nunca llega teme el Tnbunal que pase a I I'
dee irmposiibl e y '" reconocien . d'o quanto sirve el comercio a S Ma Inea de Ias Habían prohibido Ia entrada de pequenas embarcaciones
nuevos. ientes de Cartagena por no pertenecer .
a Ios vecmos y
traiflCO d e T'ierra F'irrne y que no tiene . en aquel reyno asísr . .enel.
n
rOve. narios - .'
P panamenos. Los peruleros eran mirados con odio, que
a 1guna, arrancara ' las as esni .
espmas que cierran y h acen horrible su carrencla funclÜ
mandando al sefior presidente y dernás ministros traten a ~ra,
les causaba horror, que aún el nombre sólo del viaje se tiene
comerciantes como vasallos de S.M.". En efecto, los comerciantes os por ominoso, y así tiene el Tribunal justos recelos de que se
quejaban de que el paso por Tierra Firme era un verdadero martiri: interrumpa Y pause ... Pues no es verosímil que ninguno
Los mercaderes del Perú eran mal acogidos, "ya sea por Ia natural medianamente cuerdo aventure Ia vida y el caudal con tanto
constelación y destemple de aquel reyno o, 10 que es más cierto, afán adquirido, repitiendo Ia tormenta de que salió
porque sus vecinos y ministros que 10 gobiernan tienen cifradas todo lastimado sino perdido. EI despacho de Ia armada pasada
el ano Ias esperanzas de su convalecencia en Ias pensiones de los fue difícil hallar quién quisiese ir por comisario y se vio
forasteros". Los ministros fomentaban el abuso a los peruleros, por que muchos abandonaron Ias esperanzas de sus
10 que el Tribunal consideraba que, en estas condiciones, sería casi conveniencias quedándose en esta ciudad.J8.
imposible que se repita un viaje más a Panamá. Los cargadores
estaban optando por quedarse con sus caudales en Ia "quietud de En 1684, don Diego de Villatoro presentaba un memorial en
sus casas que exponerlos a Ia contingencia del viaje y a Ia certidumbre el Consejo mediante el cual reafirmaba los danos que sufrían los
de perderlos deI todo, con más el costo de Ias molestias y vejaciones peruleros en Panamá. Debían contribuir para el "navio de comboi"
que les causan en Tierra Firme"?". de Ias costas de Portobelo" y con una serie de gabelas creadas por
Apenas llegaban a Panamá -alegaba el Consulado- se los oficiales; habían inventado un estanco para Ias embarcaciones y
convocaba una junta de hacendados y regatones para subir los se les cobraba derechos por Ia exportación de cacao; en Chagres se
precios de los alimentos y hospedajes, de modo que los trataban había impuesto un gravamen por el uso de bodegas, incluso si no se
como "extranjeros o enemigos de su Católica Monarquía". Como almacenaban allí Ias mercaderías; se les estaba cobrando una" avería
los mercaderes se encargaban de Ia recolección de los impuestos de de camino" en Panamá, que estaba arrendada a particulares que
avería del Mar del Norte, los funcionarios habían perdido parte .de habían dejado de reparar Ia ruta; los duefios de recuas seguían
sus "zranzerías" y. en orden a reponerlas, no perdona b an dili 1 1gen elas presionando con el peso de Ias cargas y, además, debían pagar los
b b '
ni pleitos para engrosar sus derechos; obstaeuhza . b an a a rru.nistra-
1 d
costo~ de conducción de Ia plata del rey a Portobelo injustamente.
~slImsmo, el presidente de Panamá, don Alonso de Mercado, había
ridículas. En 1677 el Consulado se quejó ante el Consejo porque con Ia presencia de IdOS
~~traducida una nueva licencia para salir de Ia ciudad que debía
piratas se había formado una compaii.ía de mercaderes, y como era Ia mas , "I UCl ida"
a e evar su firma, previa pag050; igualmente, se había aliado con el
d I . . . tos públicos,
to a a ciudad se Ia Ilamaba para todos los festejos, proceslOnes y ac f '0
obligándoles a hacer todos Ias alardes dei caso y desviándolos de su verdadero ° I~e 48 Ibid.
que era el de atender SLlStiendas y negocios. Así, pedía que sólo actLlaran en ca;~ de 49 AGI P anarna , 75. Expediente
(1651-1682). sobre el convoy de Ias costas de Portobelo
ataque enemigo. AGI Panamá 80. Relación de Diego de Villatoro ai Consejo.
diciembre, 1677. . b 1682. 50 AGI P anarna , 80, lOr y 55.
47 AGI Lima 281. Informe dei Consulado ai virrey. Lima, 24 de nO\!lern re,
370
r
Margarita Suárez EI precio dei indulto 371

corregidor de Guayaquil para pasar m~tale~ ?or "Ia otra Costa", de ando de "privilegios e indulgencias": los puestos de prior
modo que éstos no pagaban Ia contnbuclOn que recolectaba I Z
est~ba gt se rotaban entre los "diez y doce más ricos y poderosos, III
Consulado. Por últim~, Ias céd~las que envia~a el rey para perdtr y consu e~án Ias mayores y más gruesas contrataciones del reyno,
algún servicio o donativo a traves de Ias autondades panamenas ~~ . . 1
enq un mismo tiempo Jueces para repartir y partes para a
.
utilizaban para extorsionar 1os 51 . A SI,' pues, laa situa-: , en el istmo
SI uacioi, se . do a
Slen ib ción. con que el que debe diez se reparte uno, gravando
era insostenible. contrl u tero del arren dami arruento a 1os grerruos
. que d e or d'mano. se
ara eI en
p rn one de ... gente pobre y miserable ... que teme el gastar en el
co ~rru'ento de Ia causa y recelan como pleitean los poderosos el
Problemas en casa seguI
"52
subceso .
Según los oficiales, el fraude a Ia hacienda se demostraba
Los asientos del Consulado también causaron un gran malestar entr orque en un ano de flota se negociaba en Lima, por 10 menos, diez
los oficiales reales y los demás miembros de Ia administración en el ~i1lones de pesos, que deberían arrojar unos 400 mil pesos por
Perú. En cuanto se firmaron los asientos, los oficiales reales de Lima alcabala de Ia primera venta. De manera que Ia diferencia iba
-don Francisco Guerra y don Francisco Colmenares- entablaron directamente al bolsillo de los hombres poderosos del Consulado.
pleito ante el Consejo para que se anulen. Se quejaban de haber Algo similar sucedía con los almojarifazgos y Ias averías. Sumando
quedado desacreditados con sus fiadores porque no habían 105 tres derechos, el Consulado estaba pagando 561,250 pesos, cuando
terminado el período de cuatro anos en que se les había dado los sólo Ia avería del Mar del Sur reportaba unos 200 mil; y en Ia avería
oficioso No había habido competencia en el remate de los asientos, del Mar del Norte se estaban entregando de menos 367 mil pesos al
de modo que el virrey Alba de Liste había decidido arbitrariamente ano. Considerando que los problemas habían sido originados por el
otorgar los asientos al Consulado. Las condiciones tenían "cautela y mismo comercio -que había evadido el registro y provocado el
fraude", como el de no dar cuentas y tenerlo en arrendamiento por colapso del regimen impositivo-, resultaba inadmisible que se
diez anos. El famoso empréstito de 150 mil pesos no 10 había hallara libre y sin ninguna entidad superior que 10 pudiese fiscalizar.
desembolsado, en realidad, el Consulado, porque 10 habían sacado Por último, los oficiales habían caído en descrédito general en todo
de diferentes depósitos que estaban en su poder (como el de Ia alca- el reino, pues habían quedado expuestos "a Ia nota y censura"?".
bala del viento), de modo que era dinero que estaban prestando ai Lo~~ercaderes respondieron que Ia petición de los oficiales no era
rey procedente del dinero sobrante de 10 recolectado por los asientos. legItIma y, 10 que es peor, que con sus cálculos se descubría que éstos
En cuanto a Ias alcabalas resultaba claro el fraude. El hab'ian estado lucrando a costa de Ia hacienda, cuando les estaba
Consulado estaba pagando 139,500 'pesos, mientras que los oficiales prohibido cualquier trato y comercio" .
habían ofrecido entregar 160 mil, dar cuentas detalladas y respe~ar
Ia equidad en el pago entre 10svecinos. EI Consulado, por el contrartO
52 AGI Escribanía de Cámara 515-A, pz, 1. Petición de Juan Pérez de AlIer en
nombre
_ de Ios o ficia Ies reales, 12 de noviembre, 1665, f. 3r-4v.
1684 En 1693 se no J~ AGI Escribanía de Cárnara 515-A, pz. 1. Petición de [uan Pérez de AlIer en
51 AGI Lima 281. Memorial de don Diego de Villatoro ai rey, I' do sostuVO
Dom, re de los oficiales reales, 12 de noviembre, 1665, La viuda deI juez de descaminos,
volvía a enviar un memorial en protesta, AGI Lima 281. En 1690 el Consu a , que se
hic:U1g~ de Arvizu, también reclamó parte de los decomisos de plata sin quintar que se
otro contenciosos con los oficiales reales por un taller que usa b a el comercIO. derechos n
.ste tema "mar::f uego de los asientos dei Consulado, Pero se le respondió que Ia plata había sido
hallaba en Ias mura lias de Ia ciudad nueva. Según el Consu Ia d o,,: Ias rnuraU
5-1 eS~da", no decomisada, AGI Escribanía de Cámara 515-C. Ano 1666, f. 48v.
sobre aquél porque había financiado con su dinero Ia construcClon_ de .
1690 dei vir GI Escnbanía de Cámara 515-A, pz. 1, f. 12lr-122r. Se incluyó un informe
pero el oficial real alegaba que pertenecía ai rey, AGI Lima 1626, Ano
rey Alba de Liste en donde justificaba el porqué de entregar ai Consulado Ias
372
Margarita Suárez EI precio deI indulto 373

Los ataques posteriores al Consulado se centra 'bado muchos mercaderes desde Espana y habían
ausencia de fiscalización y rendición de cuentas55. El22 dron en abían arrI 58
h do el mercado .
de 1663 se celebró una junta de hacienda encabezada por ee~c~~ satura El virrey Santisteban no se conrnovió con el dramático relato
conde de Santisteban en Ia que se resolvió pedir al Consul dV1rrl merciantes. Insistió en que el Consulado aumente los
exhiba sus libros y que aumente Ias alcabalas a 240 mil o qUe de 105h COY ensene sus lib / /.
1 ros, pero este se nego reiteran
doo al
a mi
rrusmo
anuales=. EI Consulado convocó a Ios recolectores de alcabate;o: ~erec o:u fidelidad al rey" . En Ia junta de hacienda del 18 de febrero
dec~dier?~ que no podían paga:- ~ás de l?s 124 mil pesos estipuI:~o:. be~r:4 el virrey volvió a insistir en que el Consulado cobre 4% de
Ia situación del mercado era difícil, habían demasiadas mercade _ de bal;s y aumente Ia partida, pues los libros -que finalmente el
en Lima, incluso traídas desde Buenos Aires ... así que, si querí: alca ado exhi .bi10- / mos t ra b an c 1aramen t e que SI/ se po d/ian
podían rematar Ias alcabalas en otras personas. Se hicieron 30 Cons ul .
entar los derechos. El Consulado propuso un Incremento de 50
pregones y nadie se presentó, ni siquiera los oficiales reales. Luego :~pesos de Ia alc~bala, pero ~on l~ condición de qu~ se le .diesen
de este suceso, los mercaderes intentaron, incluso, reducir Ia todos los demás asientos por diez afios'". Ante esta altiva actitud, el
cantidad: nadie se había presentado a hacer postura por Ia mala fiscal Nicolás de Polanco decidió, entonces, amenazar al comercio.
situación económica; el decreto del virrey Suponía que el comercio Era "verdad sin disputa" que los derechos valían mucho más de 10
había aumentado en los últimos anos, pero -y se remitían hasta Ia que los comerciantes estaban pagando y deberían tener en cuenta Ia
década de 1630- no tenía en consideración ni Ias prisiones deI Santo benignidad con Ia cual se les estaba tratando. Si no subían Ias
Oficio de 1636, ni Ias quiebras de los bancos, ni Ias pérdidas en el contribuciones, sus fraudes se les descubrirían, se permitiría abrir
mar, ni el fraude de Ia moneda. Además, muchos cargadores estaban sus fardos, baúles y cajones, tendrían que descargar en un aduana
enviando directamente sus mercaderías a Charcas -y, por tanto, especial, Ias arrieros serían fiscalizados, ningún escribano podría
no pasaban por Lima- y en el Alto Perú los negocios no andaban esconder sus transacciones y, finalmente, se volvería al sistema de
bien debido al comercio de los navíos de permiso de Buenos Aires, registro en Panamá. Aquel escribano que simulase una venta como
Por último, el tráfico con Espana se había reducido, al punto que si fuera una escritura de préstamo sería perseguido y, por último, se
aceptarían Ias denuncias públicas.

asientos: luego de hacer Ias cuentas, sólo quedaba que se podía remitir a Espana
58 AGI Escribanía de Cámara 515-A, pz. 2. f. 49r-54r. AI drama externo, el
medio millón de pesos; además, habían casi tres millones de pesos de empenas por
Consulado agregaba el interno: 105 oficios de sederos y gorreros estaban aniquilados
censos, sala rios y sueldos atrasados; y que se había hecho esfuerzos inim~gi~ables
Yf en manos de indios que no pagaban alcabalas. Los zurradores también estaban
para cobrar Ias deudas de Ia hacienda. Así, Ia única solución viable había Sido el
a ectados, y 10 que se hacía ahora era traer de Chile 105 zurrones y venderlos aI por
celebrar los asientos. yor
;:a "con que faltan Ias segundas ventas de que se causaba considerable alcabala".
55 AGI Escribanía de Cámara 515-A, pz. 2. Consulta ai virrey sobre Ia forma en
q ues pasamaneros también se habían extinguido porque ahora eran tan sólo oficiales
que han corrido Ias alcabalas, f. 11r-15r. trabaJ'ab' .
"h I an por un Jornal para 105 mercaderes, qUlenes eran 105 que daban a
56 AGI Escribanía de Câmara 515-A, f. 28r-32v. lle de acer a ob "S'II
sonas ra . I eros y zapateros también eran indios. Los pulperos no eran per-
57 En el reparto se incluían aios siguientes grupos: cargadores, c~ode
+-el d:~ta~}es y no se podía hacer una composición fija. EI gremio más considerable
Mercaderes, gremio de chácaras, calle de Ias Mantas, cajoneros, cajonClIIOs, gre ,
neros e indios ~ chacareros"_ estaba en un "miserabilísimo estado" por Ia falta de negros
" vecinos
. " , rastros, matanza d e ganado de cerda, gremlO. d e c ereros Y con deros. I
pagab e rruta y por Ia grandes posesiones que había adquirido Ia Iglesia, que no
gremio de veleros, herreos, obrajeros, carpinteros, olleros, ropera~~:r:dores. S9an Impuestos.
zurradores, pesadores de carneros, "toqueros", curtidores, zapateros,
60 AGI Escribanía de Cámara 515-A f 65v Y ss
carroceros y pulperos, AGI Escribanía de Cámara 515-A, f. 34v-41r. AGIE . ' . .
scnbanía de Cárnara 515-A, f. 65v Y ss, 8] v-85r.
374 375
Margarita Suárez El precio del indulto

Las amenazas siguieron con eI nuevo fiscal, don F . fue un hombre que llegó al Perú con Ia mira puesta en
Antonio Mansolo. Se mandarían ministros a Ias tiendas y ranhclSCO castellar tar su patrimonio personal y en calmar Ias exigencias
.
mventarío io d e sus existencías,
.. con 1o cual se COnseguiría u seaf incren:enias metropolitanas, por 10 que desde un inicio tuvo
contr,ibución, pues. entr~ Ia call~, de Mercaderes, Mantas y el~al~~rte pecUnIar .entos serios con Ia élite virreinal, incluyendo a Ia iglesia.
habna cerca de cien tieridas y que no será fuera de ca . e.Jón enfrentarr:só al arzobispo Melchor de Lifián y Cisneros de disminuir
ac
Incluso íos .. .
suponer que una con otra bendera , en cada ano 250 mil pesos mIno el a Espana para cubnr Ias necesidades de monastenos,
v
habran' de pagar de alcabala cada una mil pesos y luego los ,Conque ca.o 10s edn hospitales Y para reconstruir Ia ciudad que había sido
áte ras. .
almacenes y chácaras y otras heredades será en mucha Canti~~~' c ada por un fuerte terremoto. Estas medidas, para Castellar,
troZ
des . concebibles. Por e 1·contrano, su po I'ítica . fiIsca I fue drásti
Mansolo calculaba que para aumentar Ia contribución era "menest . rástica.
eran 1D ..
que se contraten tres millones y 500 mil pesos así de primeras co:..r iguiÓ aIos deudores de Ia real hacienda en todas Ias cajas del
Pers
de segundas ventas, y siendo el trato de esta ciudad tan grandeO . reinato Y ordenó tomar cuentas a Ia caja . d e L·ima, que resu Ito'
opulento y rico como es notorio a todos", el Consulado ya no podí~ :~deudada en tres millones 534,792 pesos. La caja de Potosí
negarse a aceptarlo». El licenciado Josephe Suárez de Figueroa mantenía el déficit generado por Ia venta de azogue a crédito, así
propuso que Ia administración recayese nuevamente sobre que volvió a prohibir Ia entrega fiada deI insumo. Además, muchos
funcionarios reales. En medio del debate, los oficiales reales, apoyados compradores de cargos no habían pagado Ia media anata y fueron
por el virrey Santisteban, decidieron ir al Callao para abrir los cajones perseguidos hasta que pagasen. En Ia caja de Lima, el virrey supervisó
de plata e inspeccionar los almacenes62• La respuesta del Consulado personalmente los pagos de modo que ninguna operación podría
fue decir que si Ia administración recaía sobre los oficiales, el comercio pasar sin su firma. Así, no es de sorprender que esta férrea "fiscaliza-
se destruiría y el gobierno se llenaría de quejas. Dispuestos a poner ción" haya causado un profundo malestar entre Ios propios funcio-
en jaque a los mercaderes, mediante un acuerdo de hacienda deI 2 narios de Ia administración.
de octubre de 1664, se decidió entregar Ia administración a Ios No obstante su aparente probidad, el virrey era un hombre
oficiales reales 63. AI poco tiempo, sin embargo, llegó una cédula del ambicioso y cometió un error de cálculo al no buscar el consenso de
monarca que instaba al virrey a pactar con los mercaderes, de modo Ia élite de poder. Además de enfrentar se con Ia iglesia y Ia
que, finalmente, éstos retuvieron Ia recolección, con 10 que quedó administración, Ias relaciones con los comerciantes fueron tirantes
demostrado que Ia política interna era ajena a Ia imperial. desde un primer momento. Los deudas pendientes de los asientos
Pero tal vez el enfrentamiento más grave en este período fue les fueron exigidas con severidad en un momento en que Ios
aquéI que se produjo con el virrey conde de Castellar, quien fuera mercaderes ya se habían acostumbrado a tomar decisiones. El nuevo
destituido debido a Ias presiones internas, encabezadas por 105 ~irrey ordenó a los comisarios limefios en Panamá que restituyan el
mercaderes de Lima. Los conflictos políticos que generaron Ias Impuesto que habían cobrado en el Boquerón (el 7% del asiento) a
medidas que tomó Castellar en eI Perú son todavía un tema p~:a los salarios de los funcionarios deI Consejo y Ios penó con una multa.
profundizar, más aún considerando Ia gigantesca docum~ntaclO: Además, intentó restrinzir Ia participación del Consulado en Ios
que generó su controversial gobierno. Todo parece indIcar qu decomisos6 .j • t»

61 AGI Escribanía de Cámara 515-A, pz.2, f.127r-v, 386v-387r.. d eneral


62 AGI Lima 281. Carta dei capitán [uan de Urdanegui, administre ar g
de Ias almajarifazgas, ai rey. Lima, 8 de diciernbre, 1664. 64
Y ss. Mendiburu, Diccionario, IV, 302 Y 55.; Hanke, ed., Los virreyes espaitoles, V, 37
63 AGI Escribanía de Cámara 515-A, pz. 2, f. 132v, 461 r-v.
376
Margarita Suárez
EI precio del indulto 377

Pero eI enfrentamiento aIcanzó tonos más graves. A es a


deI Consulado -y favoreciendo a sus propias empresas_ IP .ld, Don Baltazar Bueno le confirmó al rey que Castellar pedía
autonzo. , eI desembarco en eI CaIlao de navIOS " procedentes deeM' VIrrey
. . estada para sus negocios. So pretexto de dar aviso de
cargados con mercaderías asiáticas, hecho que desató Ia indI'g e~~o plata. ~~s o de enviar azogue legal, había mandado dos navíos a
deI grerruo. aI punto que CasteIlar Ios consIderase,
. ~a~
de allí en adeI eneItllí'co con su plata y más de tres millones en azogues sin pagar
como enemIgos . " . I"
capIta rsnnos'. "F ue entonces que comenzar ante ' AcapuhOS de entrada ni salida; había estancado los navíos de
Ilegar reportes negativos sobre el virrey a Espana. EI COnsejo ~n ~ der~~rnala y sólo llegaban Ias mercaderías que él enviaba a esa plaza;
Cuaba vendiendo 1"icencias para sa líII a 1os puertos a precios . muy
un informe en donde se afirmaba que Ia condesa recibía consta::
esta ,
bidos; todos los generos que eran ven didI os a 1a rea 1h acien
. d a para
regalos par~ colocar a Ia~ personas e~ Ios oficios que proveía el virre~
Los comercIantes sosteman que eI virrey había dado un "buen golpe s~e'ército del Callao, Valdivia y Chile eran suyos. subiéndolos a 50 y
de plata" en Panamá, a pesar de que fue advertido de abstenerse de hasta el 60%; había colocado en diferentes plazas a sus criados; tenía
contratar por su condición de autoridad. CasteIlar había hecho monopolizada Ia venta de Ia carne y había impedido a los criadores
"estanco" de Ias harinas en eI CalIao y en todos Ios puertos deI valle vender por su cuenta bajo amenazas de destierro; no había enviado
por intermediación deI juez Alvaro de Ibarra, por 10 que no había dinero a Huancavelica para pagar a los mineras y mitayos, por 10
dejado salir ningún navío deI Perú a Panamá que no fuese aquel que eI asiento se hallaba más endeudado que nunca; no se les estaban
que transportaba sus propias harínas. Había pedido prestado dinero pagando los sueldos a los ministros; había anulado Ias votaciones
"para pagar Ios empenos que traía crecidos a Ia medida de su que no habían sido de su agrado; había pedido a Ios tribunales
vanidad" y, adernás, había conseguido 300 mil pesos a crédito para inforrnaciones fraguadas mediante amenazas; y, por último, pedía
negociar en Ia feria de Portobelo. Esto último dafiaba a los financistas una parte de Ias ganancias de los corregimientos que repartía entre
porque era usual conseguir plata para Ia feria con un interés deI sus criados'".
16%, y el virrey Ia quería "a vaIde o con premio muy tenue", así que La presión que ejerció el comercio ante el Consejo fue eficaz,
Ios "pobres" prestamistas quedaban en "miserabIe" estado. Además, probablemente por Ias amenazas de dejar los asientos y por el
Ia pIata que enviaba eI virrey no pagaba eI indulto, de modo que aumento de 10s donativos. Sin siquiera ser escuchado, el virrey fue
usurpaba Ios derechos que el comercio estaba obligado a pagar ~I destituido de su cargo, que fue tomado por el arzobispo de Lima,
rey. Antes de Ilegar Ia noticia del arribo de Ia armada, CastelIar había don Melchor de Lifián y Cisneras, el 7 de julio de 1778. Según
enviado una fragata a GuayaquiI con gran cantidad de plata y aIgunos, Ia resolución fue injusta. La orden de San Francisco defendió
azogues (en complicidad con eI gobernador de Huancaveliva), cuya aI. d~puesto virrey, alegando que había sido el gran ceIo de este
carga traspasó a otro navío en Ia isla de Puná para navegar hasta mInistro en poner en "orden a este comercio [10 que] ha ocasionado
AcapuIco. Esta operación Ia había efectuado a través de su testafe~ro, el desafecto y Ia pasión que no ha acabado hasta conseguir una nove-
eI cosmoarafo, deI remo. '.
Francisco RUlZ Lozano -un "mestízo dad de tan gran Iástima'". Pero Ia destitución tenía causas más
estrellero" b allegado a Ia corte-, con Ia escusa d e em "Ia r socorros a trOfundas relacionadas a Ia cruda política colonial implantada por
México='. astellar, a su falta de sensibilidad frente a los problemas locales y
~~r ~ltimo, a su poco discreta afición por el dinero. Todo esto fu~
nSIderado una afrenta y generó una amplia gama de odioso Incluso

65
AGI Lima 284. Expedientes de Ia residencia dei conde de Castellar. 1682, s ~; AGI Lima 284. Carta de don Baltazar Bueno aI rey. Lima, 15 de mayo,1678.
foI.
1678. AGI Lima 284. Carta de Ia orden de San Francisco ai rey. Lima 21 de agosto,
378
Margarita Suárez EIprecio del indulto 379

hubo intentos de asesinarlo, como cuando eI ex-oficiaI real Juan d


Villegas, desterrado por Castellar, r~gresó al Perú disfrazado
clérigo para matarlo. No obstante eI escandalo que desató, y siguiend
d: La inestabilidad condujo aIos mercaderes a i~crementar sus

vigenCla
. s Era cierto que no se estaba cumphendo
. P' H bí h bid
con Ias
.
e" .' es del asiento en anama. a ia a I o graves lmpases
Ia tradición, cuando llegó Castellar a Espana fue absuelto de tOdo~ dlctOn
zon I autoridades peruanas. Las leyes de los metales estaban
Ios cargos y quedó como miembro deI Consejo de Indias hasta 1686 • eon as do por 10 que Ias inversiones de capital en Ias minas ya no
68 d~~n , . .
mpensadas con Ias gananClas71• Los mercaderes de LIma
eran co ., d d d b
ban financiando el manterumiento e os arma as y esta an
EI fin de Ia "justicia deI pacto": sabotaje a Ias ferias esta 'buyendo con donativos, .,. d 1 Y 1
prestamos e in u tos. ,para co mo,
con tn , . .,
I Y permitía el tráfico por Buenos Aires yel asiento de negros, que
Si Ia delegación de poder a través de Ios asientos creó un fuert e ~ados al asentamiento de holandeses, franceses e ingleses en el
malestar entre los funcionarios y eI Consulado, Ios efectos de 1: ~ribe, habían sentado Ias bases del comercio directo. En estas
presencia extranjera en territorio americano terminó de colocar en circunstancias, intentar mantener el régimen de galeones no sólo
manos privadas Ias decisiones más importantes, como Ia defensa era demasiado costoso, sino absurdo, por 10 menos para los intereses
del territorio y Ia frecuencia de Ias flotas. Desde 1680 Ia ofensiva de del Consulado de Lima.
piratas y bucaneros se intensificó en América y Ia falta de ingresos En el momento en que estos factores confluyeron, el sistema
fiscales condujo al estado a una gradual parálisis que sólo pudo ser de flotas o, más bien, 10 que quedaba de él, entró en un deterioro
compensada por Ia intervención privada. Entre 1684 y 1686 dos irreversible. Si los peruleros habían combatido exitosamente el
tercios de los navíos mercantes fueron capturados por Ios bucaneros monopolio comercial espafiol dentro de Ia ruta comercial establecida
y, por 10 menos, media docena de ciudades fue atacada'". Cansados desde finales del siglo XVI, ahora había llegado el momento de buscar
de Ia inoperancia de Ia armada, se organizó una companía privada una ruta alternativa. Así, el comercio directo se presentó como Ia
para defender Ias costas -"Nuestra Sefiora de Ia Guía" -, que fue mejor solución y, poco a poco, se irá produciendo el abandono de Ia
financiada por capitales pertenecientes a Ios magnates deI comercio ruta tradicional y su reemplazo por Ia ruta del Cabo de Hornos. La
limeüo. La iniciativa estatal, cuando Ia hubo, fue rechazada. ASÍ, estrategia seguida para socavar Ias flotas y galeones fue muy simple:
cuando el monarca quiso aumentar un 2% más eI impuesto deI 1. argumentar que Ias condiciones del asiento no se estaban
Boquerón para cubrir los gastos de defensa, Ios comerciantes de Lima cumpliendo y, por tanto, no tenían por qué pagar Ias contribuciones;
se negaron pues sospechaban que eI dinero iría a parar, no a Ia 2. no ir a Ias ferias o dejarlas invernando; y 3. abastecerse mediante
defensa de Ias Indias, sino a Espana. Por esta razón, ofrecieron, en canales directos de comercio.
cambio, Ia construcción de tres navíos y una fragata por un valor de Desde que se firmaron los asientos, el Consulado se había
300 mil pesos": reservado el derecho a exigir Ia modificación de ciertos puntos y de
no. pagar si es que no se cumplía con todas Ias condiciones
68 AGI Lima 285. Testimonio de sentencia absolutoria. 15 de mayo. 1680. . esttpul~das. Los comerciantes atribuyeron al terror que les había
c,
69 Cf . espedes deI Castillo, "La defensa militar;" Clayton, "L o cal Initiatl\'e ~fundldo el virrey Santisteban -de que si no pagaban Ia avería del
and Finance", 295. I
Ortese les consideraría como traidores de Ia monarquía- el haber
-, e5tU\'O
70 Clayton, "Local Initiative and Finance", 298 y 55. La comp ama. A 5tín a
aceptado algunas condiciones, como, por ejemplo, Ia de mantener
mando de Nicolás de Igarza y Dionisio de Artundiaga; participaron tambJen gtU ci.
de CauzuegUl, . Bernardo de Gurmendi, Francisco Paredes y D orrungo . de C ue
C7
nvoo, cf.
AIsedo y Herrera, "Aviso histórico, político, geográfico", 165. Sobre el dona ,
Caracuel, "Los mercaderes deI Perú", 341. 71 ReI '.
acion deI duque de Ia Palata, Hanke, ed., Los uirreues espaiioles, VI, 206.
380 Margarita Suârez El precio del indulto 381

sobre sus hombros los costos de dos armadas. Según el C . o declarar a cuánto ascendían sus remesas. Así, el rey había
d e L·ima, esta contn ·bucion . , d e b erra' ser tratada con 10s com onsulado
. reglst~~do "su fe y palabra real de no levantar el homenaje, ni dar
"particulares del Mar del Norte, los quales aI mismo paso gerClantes e!!lpen ara Ia manifestación, teniendo presentes, no sólo los danos
..
1a converuencia d d ozan de orden
e que ar excemptos de pagar Ias averías y d ' ibli Ps sino los particu. 1ares dee laa negoClaclOn
nezociaci , y comercio. d e sus
u lCO ...
derechos que llegarán a más del 12%, [y] sin necesidad ya de ~rnas P llos que contratan muchas veces más con el crédito que con el
.
registro es preClso . que sean los oue umcamente hayan de satisf azer
os que ú •
vasadal yatravesándose
, 1a b uena fe d e 1as con fiianzas partícu
. 1ares "74.
1~ contn ibuci
uClO.n, d este nuevo ajuste.. sm h a b er causa para que recai acera cau , Los comerClantes
. d e L·ima, d emostran d o su pro fun d"o amor "
nmguna cantidad en el Consulado del comercio del Perú"72. Pa~e a Ia monarquía, habían aceptado pagar Ia avería del Mar del Norte
del argumento era que en Tierra Firme Ia plata y mercaderí _que, en realidad, debían pagaria los mercaderes de Espana- y
cambiaban de manos. Sin embargo, como era evidente que 1~: cumplir con el pago a~r: en el caso de q.ue no se rec~lectara en Tierra
peruanos viajaban también a Espana, propusieron una salida Firme Ia cantidad suficiente para cubnr los 350 rrul ducados. Todo
intermedia: se pidió que dentro de Ia contribución de los 350 mil ello siempre y cuando se respetase el "secreto y libre paso" de sus
ducados se incluyese también Ia avería del Mar del Sur73. caudales. Incluso en 1667 se agregó una cláusula que decía que los
Durante dos décadas los pasillos del Consejo de Indias fueron comisarisos podrían destruir los papeles, sin que nadie les pudiese
transitados repetidas veces por don Diego de Villatoro, procurador tomar cuenta de ello"'. El comercio consideraba que su actuación
del Consulado de Lima, para pedir al rey Ia autorización para había sido impecable. En ocho armadas, el comercio del Perú había
abandonar los asientos. Los mercaderes del Perú presentaron Ias paga do cuatro millones 331,250 pesos de avería del Mar del Norte
dificultades desde muy diversos ángulos en los interminables (que no debía pagar); 820 mil por averías del Mar del Sur; un millón
memoriales y cartas que enviaron al Consejo en este período. Según 855,091 por almojarifazgos; y dos millones 621,500 pesos por
el Consulado de Lima, el viejo sistema de registro se había suprimido alcabalas. Es decir, había contribuido con un total de nueve millones
debido al fraude generalizado y a Ia forma en que había recaído 627,841 pesos. Además, había servido con 75 mil pesos para Ia
sobre el rey el mantenimiento de Ia armada, cuando Ias arcas fiscales fortificación de Panamá y había pagado ocho mil para Ia construcción
debieron asumir entre e131 al 99% del costo de mantenimiento de Ia de Ia aduana. En 1681 había prestado 150 mil pesos al monarca y
flota. Habiendo reconocido el rey que uno de los principales en 1682 había colaborado con 40 mil para los gastos d el
problemas de este sistema había sido Ia obligatoriedad de ~~seii.ar "casamiento". El permiso para conseguir ellibre tráfico de Ia plata
los caudales transportados -porque, así, el rey los tomaba por Ia la~rada había costado 50 mil pesos y desembolsaron 150 mil pesos
necesidad urgente de los tiempos" -, se propuso una reforma general mas para Ia reconstrucción de Portobelo. Es resumen, habían
del sistema impositivo, el"indulto", en Ia cual el monarca.ase~~raba otorgado donativos por un valor de 423 mil pesos.
que por ningún motivo los mercaderes tendrían Ia obhgaclOn de . Asimismo, el Consulado había prestado 960 mil pesos, sin
lntereses
p , para aumentar 1as remesas del rey y pagar los situados. .
ara cumplir con estos compromisos, el Consulado se había
. ' L· 17 de J·unio 1664
72 AGI LIma 281. Carta dei Consulado dei Peru ai rey. ima. r te a
73 EI fiscal declará que el comercio dei Perú no debía ser oído; "en IOdtocanque
a
Ias averías dei Norte el mesmo comercio debe pagarias pues es el interes o -ría dei
vaian Ias armadas y Ia misma plata que baja dei Perú y géneros que causa Ia aver~e no 74 AGI L"
Lirna ?O irna 281. Memorial dei Tribunal dei Consulado dei Perú. Impreso.
Sur causa y debe nueva avería dei Norte, por ser distinta Ia una de Ia otradco~21 rerú
u1a
75 - de enero, 1684, f. Iv
tiene fundamento todo Ia que se alega", AGI Lima 281. Carta dei Cons o Lirna 20AGI Lima 281. Memorial dei Tribunal deI Consulado dei Perú. Impreso.
ai rey. Lima, 17 de junio, 1664. , de enero, 1684, f. 2r.
382
Margarita Suárez EI precio del indulto 383

endeudado en más de medio millón de pesos, debiendo h I plata que llegaba era deI Perú, "aunque sea parte tan
momento 270 mil incluyendo intereses. Además de tod asta eJ rto.to?a Ia arque se compone el todo de Ias demás partes que
Consulado habfa' sostenido. Ia defensa del reino pagando o esto
I ' ",Iq
portC.1pa p el grueso deI caudal para llegar a Espana" 78 •
'.
d~l comerem y mantemen~o Ia guarda de Ias costas deI CalIao. e O;;
terei
con
stltuyen . 1 . '1
El Perú, según Ias cifr as de _ os qUl~tOS, so o esta ,a
b
rrusmo modo, con sus propios caudales muchos comerciantes h bí . do cinco millones de plata al ano. Considerando que había
pagado Ia leva y los situados de Chile, habían comprado arma a lan duClen ,
pro. vala de tres anos entre armada, se podna suponer que
para Tierra Firme y habían pagado los sueldos de los sOldad~:nto n lDter ,
U es habría 15 millones para exportar. Pero Ia plata fluia por
Pero, desgraciadamente, no se estaba cumpliendo Con i erttonc s canales y, obviamente,
h
. - Una
no to d a I'b a a parar a E spana.
condiciones de los asientos. Siendo Ia "piedra angular destos asient as IllUCt ose iba para Buenos A'Ires, pues Iasas cai
cajas d e P OtOSIpaga
, b an e 1
y Ia más capital e irritante condición" que no se les pueda exigir ~s
declaración de sus caudales, "ni publicar acá ni allá Ia plata que
envía", se estaba intentando revisar Ias cuentas de los mercaderes
s: ;i~~:dO y no estaba de más decir que allí también llegaba navíos de
rmiso. Por más que se había intentado colocar aduanas secas y
~:stringir el comercio con extranjeros, este comercio estaba desviando
en Panamá y en Espana, so pretexto de que se estaba defraudando plata que antes pasaba por Lima; Ia reciente ocupación portuguesa
a Ia real hacienda aI traficar con metales sin quintar. Según el de Ia isla San Gabriel había intensificado el tráfico y Ia orden de que
Consulado, el extravío de metales no se podía controlar. Pero si ellos Ias oficiales reales de Buenos Aires cobrasen derechos para incluirIas
habían estado cumpliendo con sus contribuciones, el extravío no dentro de Ia avería deI Mar deI Norte habían sido infructuosos 79. Y
podía ser usado como pretexto para revisar sus petacas y baúles77 • el Consulado tenía razón. Entre 1648 y 1702 entraron aI puerto de
En resumen, el Consulado consideraba que se había alterado "Ia Buenos Aires 124 navíos extrajeros y espaüoles, de Ias cuales sólo el
justicia deI pacto".
21% era Ias navíos de permiso; del resto, 50% eran naos holandesas,
AIgunos ministros habían declarado que Ias comerciantes el 24% portuguesas, un 9% inglesas y 5% francesas".
deI Perú estaba interesados en Ia administración deI indulto porque Además de Buenos Aires, había un tráfico regular en Ias
había Ia sospecha de que llegaban veinte millones a Espana desde eI costas del Pacífico que llegaba a Centroamérica y, muchas veces,
Perú; de modo que el impuesto deI Boquerón tendría que dar de hasta Acapulco. Las prohibiciones habían invitado al fraude y, por
ingresos un millón 400 mil pesos y no Ias escasos 350 mil ducados tanto, por aquí circulaba plata que no pagaba ningún derecho. Por
que estaba pagando el Perú. Así, Ias peruanos estaban defraudando esta ruta también circulaban mercaderías europeas que venían de
a Ia hacienda. Según el Consulado, afirmar que Ias veinte millo~es Centroamérica y luego eran introducidas por tierra desde Paita hasta
venían sólo de Lima era incorrecto. Luego de pasar por el Boquero~, Lima, bajo el disfraz de proceder de Ia feria de Portobelo. Tampoco
Ias comerciantes iban a Cartagena en donde se celebraba otr~ f~na pagaba contribución alguna el gran comercio de mulas que había
con comerciantes de Nueva Granada en Ia que se negocianan desde Nicaragua hasta Panamá, que estaba directamente vinculado
alrededor de cuatro millones más; además, a Cartagena también ai tráfico atlántico. Por otra parte, el tráfico de panos y bayetas con
llegaba el patache de Ia isla Margarita y Ias navíos procedentes ?e QUito también consumía metales, y Ia mayor parte de esta plata se
Venezuela y, luego de esta, viajaban a Ia Habana. En consecuenCla,

~~ AGI Lima 281. Memorial deI Tribunal, f. 6r.


80 AGI Lima 281. Memorial deI Tribunal, f.6r-7r. .
76 AGI Lima 281. Memorial deI Tribunal, f. 2v-3r.
Sobre
COlltraba d el comercio por Buenos Aires en este período d. Moutoukias,
77 AGI Lima 281. Memorial deI Tribunal, f. 4v-5r.
li o y contrai colonial, especialmente capo IV.
384 Margarita Suárez
EIprecio del indulto 385

estaba exportando directamente, a través del río Magdale h.


ue habían recibido noticias de piratas; y después, que en
Cartagena, de modo que ésta tampoco entraba al pago de de~a, h aCla ero, q
A'·sirrusrno, e 1 asentamento
. d'e extranjeros en el Caribe habreCOSill P id d s us caudales eran muy pequenos-
r irn y que una d e I as
d .
realdi. ~ nes dei asiento de avería dei Mar del Norte debía ser
origen a un activo comercio. Así, por los ríos Choque, Chepo /~haado n ICiO
CO d'ficada. Como resultado, Ia flota tuvo que invernar dos afios en
llegaban mercaderías procedentes de Curazao Y Jamaica. En 16gre
~o I Firme hasta que, por fin, los mercaderes decidieron enviar
cuando se hizo el ~siento de negros con Grillo y Lomelin, Ia comp~ rlerra 85
se estaba abasteciendo de negros, no en el Africa, sino en [arn . sus caudales .
No es casualidad, entonces, que desde Ias últimas décadas
Barbados, Virginia o en Ia isla Dorniníca, en donde ingleses, franc:~~
d 1 siglo XVII aparecieran en el Pacífico los mercaderes de Saint
y holandeses los abastecían'". Así, entre armadas, había un intens
~aló, y que Ias compafiías envueltas en esta aventura fueran,
tráfico que aprovechaba Ia ausencia de custodia83. o
recisamente, Ias mismas que abastecían aios limefios en Cádiz.
Por último, era muy difícil desarraigar Ia antigua costumbre
~ntre 1695 Y 1726 navegaron en Ias costas del Perú 148 barcos
de los ministros y oficiales panamefios de involucrarse en el fraude,
rnercantes franceses, que abastecían directamente a los grandes del
pues ésta era Ia única manera que tenían de poder amasar alguna
comercio limefio en el Callao o en PiSC086. Lo que sucedió después
fortuna. Así, había mucha plata que "pasaba por alto" y sobre Ia
de esta experiencia de comercio directo fueron los últimos intentos
cual, afirmaba el Consulado, no tenía ningún controI. En consecuen-
por mantener un régimen que ya no se ajustaba a Ias nuevas
cia, los Iimeüos no estaban obligados a pagar ninguna suma adicional
condiciones comerciales'" . Si algunos defendieron el sistema de flotas,
por concepto de avería del Mar del Norte, ni pagar ningún otro
no fue tanto porque les proporcionara buenas ganancias, sino porque
indulto a su llegada a Espana. Todos los informes divulgados en
-pensaban ellos- de alguna manera se frenaba así Ia intrusión
contra el Consulado eran inciertos y, a pesar de que éste había tratado
francesa en mares peruanos. Pero el sistema, finalmente, colapsó.
de cumplir, se hallaba ahora imposibilitado por Ia cantidad de
En 1739, luego de Ia toma de Portobelo por el almirante Vernon, se
obstáculos que encontraban en el camino. Así, pedían dejar los
aboliría el régimen de flotas y galeones para el Perú y se instauraría
asientos mediante el pago de cien mil pesos al rey'":
una nueva época, Ia de los registros suel tos, y con ella nuevos
No obstante, el rey se negó a colocar nuevamente en manos problemas.
de oficiales Ia recolección de derechos. Fue entonces que comenzó el
sabotaje. En 1678, los mercaderes se negaron a despachar los navíos
mercantes hacia Tierra Firme y luego trataron de pagar 150 mil pesos
para aplazar su partida. En 1681, Ia flota del marqués de Brenes
tuvo que invernar porque los mercaderes de Lima no habían llegado
al istmo; Ia feria se celebró recién ... al afio siguiente. En 16~4, se 85 AGI Lima 281. Testimonio dei comercio dei Perú sobre Ia imposibilidad de
embarcarse en esta ocasión de armada. Lima, 3 de mayo, 1685; Respuesta dei virrey,
negaron igualmente a enviar sus caudales a Panamá y adujeron- 12de marzo, 1685. Cf. también Caracuel, "Los mercaderes dei Perú", 336. EI virrey
Palata relata muybien los pormenores de Ia armada de 1686, Hanke, ed., Los virreyes
espanoles, VI, 268-285.
81 86 Cf. Carlos Malamud, "Espana, Francia y el comercio directo con el espacio
AGI Lima 281. Memorial dei Tribunal, f.8v. . r de
82 AGI Consulados 313. Carta dei Consulado de Lima ai de Sevilla. Lima, JU iO ~e~uano (1685-1730),J. Fontana, ed. La economia espaiiola ai final dei Aniiguo Régimen,
1663. o .;1I, (Madrid: Alianza, 1982); y Cádiz y Saint Maló, especialmente capo VI.
POI/ Para un análisis de Ias últimas décadas dei régimen de flotas, cf. Walker,
83 AGI Lima 281. Memorial dei Tribunal, f. 8r. . b '1 1684,en llca
V· espanola, y Ia excelente tesis de Dilg, "The Collapse of the Portobelo Fairs".
84 Ibid. Cf. tarnbién AGI Lima 281, Memorial impreso. Lima, 2 de a ru. ~~~.. ien Manuel Moreyra Paz-Soldán, EI tribunal dei Consulado de LIma.
Cltad
.
donde se hacía una sustentación jurídica dei abandono de los asientoS.
ernos de Juntas (1706-1720), (1721-1726), 2 tomos, (Lima: Lumen, 1956-1957).

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