Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Municipio
Coordenadas 8°55′38″N 75°01′35″OCoordenadas:
8°55′38″N 75°01′35″O (mapa)
Capital San Benito Abad
Entidad Municipio
• País Colombia
• Departament Sucre
o
• Subregión San Jorge
Eventos
históricos
• Fundación 23 de julio de 16771
• Erección 18281
Superficie
• Total 1592 km²1
Altitud
• Media 20 m s. n. m.
Población ()
• Total 26 595 hab.2
• Densidad 18,62 hab/km²
• Urbana 5314 hab.
Gentilicio Sanbenitino, -a
Email: estudios@escuelabiblica.com
VOTAR
Resultado:
Votos: 249
Visitas: 668447
Comentarios: 78
Comentar
El paralítico de Betesda - Juan 5:1-16
(Jn 5:1-16) "Después de estas cosas había una fiesta de los
judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, cerca
de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo
Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una
multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que
esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel
descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el
agua; y el que primero descendía al estanque después del
movimiento del agua, quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía
treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio
acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo:
¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo
quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y
entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús
le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel
hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de
reposo aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que
había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu
lecho. El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo:
Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quién es
el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido
sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había
apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Después le
halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no
peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El
hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que
le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a
Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el
día de reposo."
Introducción
El Señor pasó un periodo de tiempo indeterminado en
Galilea del que Juan sólo nos ha contado el milagro de la
sanidad del hijo de un noble en Capernaum. Esto es así,
porque como ya hemos señalado en otras ocasiones, Juan
no pretende contarnos una historia completa de todas las
obras de Jesús (Jn 21:25), sino que escoge determinados
incidentes que sirven para demostrar que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, y de esta forma las personas lleguen a creer
en él y tengan vida eterna (Jn 20:30-31). Si queremos saber
qué es lo que ocupó al Señor en este tiempo del que Juan
guarda silencio, debemos leer los otros tres evangelios, en
los que encontraremos muchos detalles del intenso
ministerio que Jesús llevó a cabo por toda Galilea.
Pero entre todos los enfermos había uno por el que Jesús se
interesó de manera especial. Se trataba de un hombre que
hacía treinta y ocho años que estaba sufriendo mientras
esperaba una sanidad que nunca llegaba. Bien podríamos
decir que era un caso extremo entre toda aquella multitud. Y
como vamos a ver a continuación, después de tanto esperar,
y viéndose cada vez más viejo e incapacitado, el hombre
había llegado a perder toda esperanza de ser sanado.
Aun así, el paralítico tenía que hacer algo para ser sanado.
Básicamente tenía que confiar en Jesús. Fijémonos que en
una sola frase el Señor le mandó tres cosas que eran
completamente imposibles para un paralítico: "Levántate,
toma tu lecho y anda". ¿Haría caso a este forastero, que
además de ser un desconocido para él, le pretendía sanar de
una forma que él no esperaba? ¡Qué desafío para un hombre
que acababa de confesar su completa incapacidad!
Preguntas
1. Razone en qué sentido el estado en el que se encontraba
este paralítico es un ejemplo de la situación espiritual en la
que se encuentra todo hombre. Justifique su respuesta con
otras citas bíblicas.
Yacían allí por meses y meses esperando una oportunidad para ser
sanados. Nos cuenta el versículo 4 que una vez al año, un ángel movía
las aguas y el primero que descendía al estanque quedaba sano de
cualquier enfermedad. El lugar llamado Betesda, en el idioma original
significa “Casa de Misericordia” y hoy, con bastante certeza, se le
relaciona con el estanque doble que está ubicado en la Iglesia de Santa
Ana en el actual Jerusalén.
Un paciente diferente
5
Y había allí un hombre que hacía 38 años que estaba enfermo.
Estamos hablando prácticamente de la mitad de una vida. Enfermo, no
paralítico, simplemente enfermo. No se nos dice la naturaleza de su
enfermedad pero si podemos hacer un análisis a través de ciertos
eventos que acontecen.
6
Cuando Jesús lo vio acostado y supo que llevaba ya mucho tiempo así,
le preguntó si quería ser sano.
Se inicia el proceso
8
Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho y anda. Esta misma frase Jesús
usó en casos similares en Mateo 9:6, Marcos 2:11, y Lucas 5:24, pero en
las tres agregó: “Y VETE A TU CASA”. No lo hizo así con este hombre, lo
cual nos permite pensar que algo tenía que hacer antes de volver a casa
con su familia. En términos hebreos la palabra casa se usa también para
referirse a familia.
9
Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho y anduvo.
Hay un principio no bíblico, pero espiritual que dice que los espíritus similares o
afines se buscan. Es por ello, que usted siempre verá gente deprimida al lado de
otras personas deprimidas; gente triste con otros que están en igual condición y
gente amargada con otros que también están amargados. Sin embargo, a las
personas de fe usted las encontrará al alado de otras personas de fe, o en última
instancia, los encontrará solos.
La prueba de esto está en que las personas se reúnen a discutir sus problemas y
comparar sus situaciones. No caigas en ese error, pues aunque tu situación
pareciera similar a la que tienen otros, sin embargo, Dios tiene un propósito que va
a lograr en tu vida y por ello, te permite pasar por la prueba porque desea
prepararte para usarte más ampliamente.
Este paralítico es tipo del pecador que es impotente para poder salir de su
condición. Rodeado de personas que están en la misma condición (todas
enfermas), como almas sin salvación; paralítico (sin la posibilidad de moverse) y
poder salir por sus propios medios de su condición. Las personas que están
en pecado les es imposible por sí mismas romper las cadenas que las atan.
Quisieran escapar de su actual condición, pero no pueden, les falta poder. Tienen
sus esperanzas cifradas en un estanque. En un estanque el agua no es limpia, por
lo general es maloliente y de seguro no sirve para el uso de los seres humanos;
pero eso es lo que tiene el mundo. Es necesario dejar el estanque y dirigirse a la
fuente de agua viva que salta para vida eterna. En este caso, la fuente vino al
estanque.
IV.- Betesda.
Su propia mente estaba paralizada, creía que su sanidad dependía de que
alguien lo llevara primero al estanque, pero no se daba cuenta que ante él tenía La
Fuente. A Dios no le toma por sorpresa ninguno de nuestros problemas. Él de
antemano sabe lo que va a hacer y sabe por qué Él lo permite. No obstante,
muchas veces nuestro problema es que no le creemos a Dios o no creemos que
Él es suficientemente capaz para resolver nuestra situación, cualquiera que sea.
Jesús no tenía ningún problema para sanar a este paralítico. La pregunta que
le hace en el versículo 6 es sencilla y es directa ¿Quieres ser sano? Muchas
veces nuestro problema es que queremos solucionar en nuestras mentes los
problemas, pero la fe nos indica que debemos confiar en Dios. No te preocupes
por cómo Dios va a resolver tu situación; lo único que tienes que hacer es serle fiel
y confiar en Él. Si en ocasiones te dan ganas de rendirte, en esta noche te digo,
descansa en el Señor, renueva tus fuerzas y sigue adelante, pues Dios te dará la
victoria.
Cuando Jesús viene a la vida de una persona, no viene para dejarla en igual
situación. Él viene para levantarte, para limpiarte, para afirmar tus pies, para
romper tus cadenas, para llevar tu carga, para poner un cántico nuevo en tus
labios, para enderezar tus pasos. No concibo cómo puede haber creyentes que
por una parte dicen que están en el Señor, pero usted no ve al Señor gobernando
sus vidas. Nunca más pude ser el mismo desde el día que Él vino a mi vida. Mis
valores cambiaron, mis prioridades cambiaron, mis intereses cambiaron. Me
aconteció lo del mercader que halló una perla de gran precio. Cambié lo que tenía
con el único propósito de vivir para Él.
Cuando Jesús viene a la vida de una persona, cambia su estilo de vida. De
nada vale mencionar varios versículos bíblicos, cantar algunos coritos o vestirse
como un cristiano; usted quiere saber si Jesús está en la vida de una persona,
préstele atención a la forma como vive. Hay un cambio y eso se nota, lo demás es
religión.
Hermano, Dios tiene propósitos contigo, Él no te salvó para dejarte a medio
camino. Nuestro Dios tiene propósitos firmes y determinados, pero sé fiel, vive en
obediencia a Su Palabra, y por más dura que sea la prueba, no desmayes, pues Él
te levanta y te da la Victoria.
En solo un instante, Jesús hace con tu vida lo que nadie más, ni alguna
otra cosa puede hacer. “ Y al instante quedó sano, y tomó su camilla y
echo a andar”.
NO vivas de excusas, vive la realidad.
No es por tu hijo. Ni por tu mujer, ni por tu esposo, ni por tu suegra, ni por
el gobierno. Es tu responsabilidad. Jesús está cerca de ti para que
comiences a andar en un nuevo sendero. Sendero de plenitud
La Dependencia en otro te Paraliza.
Cierto día Pedro y Juan subían al templo a la hora novena, la de la
oración.
Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían
diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera
limosna a los que entraban al templo. Este, viendo a Pedro y a Juan que
iban a entrar al templo, les pedía limosna. Entonces Pedro, junto con
Juan, fijando su vista en él, le dijo: ¡Míranos!
Y él los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos. Pero Pedro
dijo: No tengo plata ni oro, más lo que tengo, te doy: en el nombre de
Jesucristo el Nazareno, ¡anda! Y asiéndolo de la mano derecha, lo
levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza, y de un salto se
puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y
alabando a Dios.
Hechos 1:1-8
Muchos viven de limosnas en la vida, cuando tienen la posibilidad de vivir
en plenitud.
Vivir dependiendo de otro te puede paralizar de flojera:
Haz oido los 10 dichos del flojo? Bueno, acá están para que no caigas en
ellos.
Dios no te hizo para estar sentado en la acera, sino para que entres al
Templo, caminando, saltando y alabando a Dios.
Como este paralítico, hay muchos sentados a la puerta del Templo, pero
eso no cambia nada.
REFLEXION.
El Paralitico de Betesda
Predicas Cristianas | Mensajes Cristianos
Texto Biblico: Juan 5
Mientras estemos en esta tierra hay una sola realidad y es que el hombre siempre
tendrá necesidades, de una o de otra forma.
Hay personas que tienen mucha plata pero están enfermos, hay otros que están
sanos pero no tienen plata, y lo que es peor otros están enfermos y no tienen plata.
La única forma de poder vivir bien, es con Jesús, pero vivir bien no necesariamente
es no tener problemas, vivir bien con Jesús es tener la capacidad de sobrellevar los
problemas.
La biblia nos habla de un personaje en especial que tenía un grave problema era
paralítico, y por muchos años había lidiado con ese impedimento. V 5 “Y había allí
un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.”
Pero algo de especial sucedió ese día un paralítico tuvo un encuentro con Jesús.
Alguien que no podía moverse por sí solo. V 7 “Señor, le respondió el enfermo, no
tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo
voy, otro desciende antes que yo.”
Jesús le pregunta ¿quieres ser sano? Muchos dirían que pregunta tan ilógica, si el
estaba en ese lugar y estaba enfermo. Claro que quería ser sano. Pero Jesús lo que
quería saber es cuán dispuesto esta a hacer y a obedecer para ser sano. Hay gente
que quiere ser millonario pero no está dispuesto a trabajar. Hay muchos que
quieren engordar pero no quieren comer.
El paralítico no se dejó vencer por sus limitaciones, a pesar de que era una multitud
la que estaba con él, y que humanamente él no tenía ninguna posibilidad de
adelantarse a los demás él siempre espero el momento, y nunca se desanimó, la
prueba es que siempre estaba en ese lugar.
Cuando Jesús le dijo levántate, todavía no estaba sano el pudo haberse opuesto,
pero obedeció y pudo recibir el milagro. V 9 “Y al instante aquel hombre fue
sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.”
El paralítico no conocía a Jesús pero le obedeció. V 13 “Y el que había sido sanado
no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en
aquel lugar.”
Isaías 3:24
Isaías 66:24
“…Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí;
porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo
hombre…”
Gálatas 6:7
“…No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará…”
Mateo 10:28
“…Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más
bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno…”
Mateo 5:29
“…Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado
al infierno…”
Mateo 5:30
“…Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te
es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al
infierno…”
Hace unos años atrás tuve mi propia experiencia, y no fue nada agradable; y
aunque no vi nada me basto oír para creer, y no sé qué da más miedo oír y no ver, o
ver y no oír.
Una madrugada unos meses antes de que el Señor nos llamara a pastorear, me
levante fui a la cocina y al volver de la cocina a mi recamara, la luz se fue. Quede en
oscuridad total, no recuerdo haberme acostado solo recuerdo verme de pie, y ver
que la luz se iba, escuche un grito de una mujer, y luego unas cadenas después
escuché el gruñido de algo.
Inmediatamente me di cuenta que algo estaba pasando, el grito volvió, luego las
cadenas enseguida el gruñido de ese ser, en ese momento sentí detrás de mi miles y
miles de voces de gente, llorando, gritando, clamando fue algo indescriptible. En
ese momento puse mis manos en mi rostro, pues la oscuridad era mucha y le dije
Señor no me digas que es lo que yo pienso por favor, dime que no me trajiste a
escuchar el infierno, ¡por favor no!
Sentí mi corazón latir a mil, sentí que ya no podía que me desmayaría o algo,
cuando de repente la luz volvió, y me vi ahí parada; volví a ver el reloj pues cuando
la luz se va el reloj queda en 12:00. Pero no fue así el reloj marcaba la hora normal
creo como 3:20 o algo así, no recuerdo muy bien estaba en shock.
El Señor me dijo, dile a la gente que el infierno es real pero que soy más real, yo le
dije pero sé, o decimos y la gente no quiere saber, no sé ya cómo predicar de ti la
gente es cada vez más dura. El Señor me dijo, tu solo diles que yo les amo el resto lo
haré yo.
Como por dos o tres semanas dormí con la luz prendida, temía que volviera a pasar,
yo no quería, incluso le dije al Señor no me lleves ahí, yo creo que existe, lleva a los
que no creen para que crean.
Hay personas que tienen mucha plata pero están enfermos, hay otros que están sanos pero no tienen plata, y lo
que es peor otros están enfermos y no tienen plata.
Anuncios
La única forma de poder vivir bien, es con Jesús, pero vivir bien no necesariamente es no tener problemas,
vivir bien con Jesús es tener la capacidad de sobrellevar los problemas.
La biblia nos habla de un personaje en especial que tenía un grave problema era paralítico, y por muchos años
había lidiado con ese impedimento. Vers. 5 “…Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que
estaba enfermo….”
Betesda significa casa de misericordia. La gente enferma tenía la esperanza que en ese lugar recibirían
sanidad, solo que tenían que esperar, es mas esa situación les producía tensión, angustia, ansiedad, tenían que
estar pendientes de que el agua se moviera, y en el momento en que esto sucedía tenían que luchar por ganarle
a los demás, empujar, tirar. Etc. imagínate era un caos total. Y si el agua se movió por otro motivo, una piedra
que cayó, un animal que pasó, muchos se tirarían y saldrían decepcionados. O hasta enojados.
Pero algo de especial sucedió ese día un paralítico tuvo un encuentro con Jesús. Alguien que no podía
moverse por sí solo. Vers. 7 “…Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque
cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo…”
Anuncios
¿Que hizo que Jesús se fijara en él y no en cualquiera de los otros enfermos? El paralítico no podía moverse
del lugar en el que estaba para entrar en el agua, entonces cómo hizo para llegar hasta ese lugar llamado casa
de gracia.
El tenía tanto anhelo por llegar a ese lugar que me imagino rogó mucho, o se esforzó demasiado para llegar,
este esfuerzo posiblemente movió a Jesús a misericordia. Vers. 6 “...Cuando Jesús lo vio acostado, y supo
que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?..” que tanto anhelo tienes para llegar hasta la
casa de gracia que es el templo, el hacer el esfuerzo de congregarnos demuestra cuánto en realidad queremos
ser sanos. Pero hay muchos que tienen muchas excusas para no hacerlo: Dios me escucha en cualquier lugar,
esta mucho frio, no tengo para el transporte en fin.
Jesús le pregunta ¿quieres ser sano? Muchos dirían que pregunta tan ilógica, si el estaba en ese lugar y estaba
enfermo. Claro que quería ser sano. Pero Jesús lo que quería saber es cuán dispuesto esta a hacer y a obedecer
para ser sano. Hay gente que quiere ser millonario pero no está dispuesto a trabajar. Hay muchos que quieren
engordar pero no quieren comer.
El paralítico no se dejó vencer por sus limitaciones, a pesar de que era una multitud la que estaba con él, y que
humanamente él no tenía ninguna posibilidad de adelantarse a los demás él siempre espero el momento, y
nunca se desanimó, la prueba es que siempre estaba en ese lugar.
El milagro que recibió el paralítico fue producto de la obediencia. Vers. 8 “….Jesús le dijo: Levántate, toma
tu lecho, y anda…”
Anuncios
Cuando Jesús le dijo levántate, todavía no estaba sano el pudo haberse opuesto, pero obedeció y pudo recibir
el milagro. Vers. 9 “…Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo
aquel día…”
El paralítico no conocía a Jesús pero le obedeció. Vers. 13 “…Y el que había sido sanado no sabía quién
fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar...”
No mires cuán grande es tu problema, mira cuán grande es tu fe y tu disposición a obedecer.
No te estanques, es tiempo que te
levantes!
Pastores Raymond y Monica Jaquez
Palabras de Vida
Juan 5:4
“Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que
primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviese.”
En Jerusalén había un estanque que se llamaba "Betesda" que en griego significa "casa de
misericordia". Ahí habían ciegos, cojos, paraliticos y muchos que estaban enfermos, ellos
esperaban el movimiento del agua para ser sanados.
La Biblia habla específicamente de un hombre que estaba paralitico por 38 años, Jesús lo ve
acostado y se dio cuenta que llevaba mucho tiempo así. Jesús se le acerca y le pregunta
"quieres ser sano?" Y el paralitico no les responde la pregunta a Jesus sino que le responde
con un mecanismo de defensa de La Racionalizacion que consiste en elaborar una
justificacion, aparentemente logica, que le permite autoexplicarse y aprobarse así mismo en
determinados casos. El se justifica de esa manera porque en realidad era su mente la que
estaba estancada y paralizada. Amados como tú piensas vas actuar, Jesús quería derribar
toda excusa, todo argumento que se había creado como la auto compasión y ser una
víctima. Por eso la pregunta de Jesús, QUIERES SER SANO?
Te sientes estacado, que no puedes avanzar, y piensas cosas como: nadie me quiere, nadie
me ayuda, nadie me entiende y sientes que has perdido el Gozo, la Paz y te preguntas: las
cosas fueran diferentes si no me tuvieran hecho esto o aquello?
Hoy Jesus TE dice que ser sano? y libre de todo esos pensamientos que te están reteniendo
el avance en tu vida? Lo primero de debes hacer es:
1. Saber que tu no eres una víctima, que tu vales y que tú tienes los beneficios de ser hijo
De Dios, aférrate a sus promesas.
2. No te justifiques más, no más excusas, no le arrojes la culpa a nadie del estado donde te
encuentras, cada uno es dueño de sus actos. No puedes permitir que las cosas externas te
estanquen, como las aguas de Betesda que estaban estancadas.
3. Renueva tu mente, cambia el pesimismo por la esperanza y esto se logra a través de la
búsqueda diaria De Dios.
hoy cambia tu manera de pensar, ya la aguas se están moviendo, a través del Espíritu Santo,
levántate de ese lugar de dolor, de esa parálisis espiritual y camina hacia tu bendición.
LA ORACION DE HOY!
Señor, te doy gracias por cada día nuevo que tus nos regalas, porque tu misericordia nos
acompaña. Hoy me levanto como un vencedor, no seré más una víctima, tú me has hecho
nueva criatura, desechó todo pensamiento negativo, rechazó todo estancamiento en mi
vida,me deshago de toda excusa y prosigo hacia la meta, el tiempo de la parálisis se acabo!
En el nombre de Jesus. Amen
Recuerda!!
No te limites por qué Dios quiere que te extiendas.
Comparte este mensaje con tus amigos!
Atte: Pastores Raymond y Monica Jaquez
Betesda, según un diccionario bíblico puede significar "casa de las olivas (del manantial)",
"casa de la gracia (misericordia)" ó "casa del derramamiento" (Tomado
de http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/1138/betesda/ ). De acuerdo a la lectura,
creo que puede entenderse como la casa donde hay abundancia de gracia, el lugar donde
Dios derrama de su gracia, donde la gracia brota cual manantial y esta consideración se
ajusta perfectamente a la iglesia, la casa de Dios, allí donde Dios ha puesto su nombre y
donde Él manifiesta su caracter.
Betesda era un estanque al que muchos enfermos acudían en procura de obtener salud en
el momento en que hubiera movimiento del agua, pues el primero que entrara después de
ese evento sería sanado de cualquier enfermedad, de tal manera que los pórticos que se
encontraban alrededor del estanque, estaban llenos de personas enfermas. Esto me hace
pensar en la iglesia local como aquel lugar donde los van necesitados y por tanto, me hace
pensar también en que la glesia debe tener las puertas abiertas a todo aquel que conciente
de su necesidad va en busca de sanidad espiritual, no para ver si talves ocurre algo
extraordinario sino para que por la predicación del evangelio, por el movimiento del agua
de la Palabra, los perdidos sean salvos.
En los pórticos de Betesda había multitud de personas con enfermedades bien identificadas,
mismas que eran conocidas y notorias para ellos; enfermedades de las que sus dolientes no
podían escapar. Muy seguramente habría en medio del pueblo más personas enfermas que
permanecían en sus casas o en lugares donde pudieran obtener alguna ayuda, en lugares
diferentes a este estanque. Sin embargo, de los que estaban allí se dice claramente que
esperaban ser sanados. Así debería suceder en la iglesia, que aquellos que acudan vayan
concientes de su necesidad, habiendo agotado sus recursos, cansados de sus males en
busca de Aquel que puede sanar a los enfemos, dar vista a los ciegos, hacer derechos los
pasos de los cojos y que puede hacer caminar al paralítico. Pecador, ¿te das cuenta de tu
necesidad? ¿eres conciente de la enfermedad mortal del pecado? ¿puedes darte cuenta que
estás ciego, que andas en las tinieblas y no puedes ver la luz? ¿reconoces que tus caminos
no son rectos? ¿te das cuenta que no puedes caminar en los caminos de Dios? Acude a
Cristo, búscale allí donde él ha prometido estar, en medio de dos o tres que se congregan a
su nombre y ve procurando tu salud; de seguro que sucederá contigo como al paralítico de
la historia que conoció a Jesús, respecto a lo cual hay tres aspectos que cabe resaltar:
2. Jesús que supo que el paralítico llevaba mucho tiempo en esa condición, 38 años
exactamente. No se dice cuánto tiempo llevaba en el estanque esperando, pero si dice el
tiempo que estaba enfermo. Al pensar en el tipo de enfermedad que padecía, y al
considerar lo que produce la inactividad en las extremidades de una persona, uno podría
razonar que aunque este hombre recuperara la facultad de mover sus piernas, llevaría
mucho tiempo antes que pudiese caminar puesto que sus piernas no tendrían fuerza
suficiente para sostener el peso del cuerpo y mucho menos la habilidad para caminar. Sin
embargo Jesús le sanó en un instante. Al meditar en estas cosas y en su aplicación
espiritual se puede decir sin temor que no importa cuánto tiempo haya pasado una persona
en sus pecados, ni cuán terribles sean las consecuencias de la persistencia en esos mismos
pecados en la vida de un hombre o mujer, puesto que en el mismo momento en que alguno
se acerca a Cristo por la fe, es inmediatamente perdonado, salvado y habilitado para vivir
para Dios. 2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
3. Jesús preguntó al paralítico ¿quieres ser sano? Ya en un versículo anterior se dice que
quienes estaban allí esperaban que el agua se moviera para descender al estanque y ser
sanados. A simple vista, la pregunta del Señor parece no tener sentido; es como uno que
va a una panadería grande y entrando mira los estantes llenos de pan para la venta y se
acerca a quien atiende el establecimiento y le pregunta ¿tiene pan? Sin embargo, la
pregunta no es vana sino llena de significado y trae a la memoria la pregunta que Dios hizo
al primer hombre en Edén después que hubo pecado al comer del fruto del árbol ¿dónde
estás tú? (Gen 3.9) ¿Es que acaso el Omnisciente ignoraba el lugar donde se escondía
Adán? ¿es que acaso Jesucristo no sabía el anhelo del corazón del paralítico? ¡Por supuesto
que lo sabía! Pero es la voluntad del Salvador que quien vaya a recibir favores reconozca su
necesidad. La respuesta del paralítico fue acertada: reconoció delante de su interlocutor
que no le era posible ser libre de su enfermedad porque por mucho que se esforzara en ir a
la fuente de salud, otro llegaba antes que él y perdía la oportunidad. Cuánto desconsuelo
no habrá sentido este hombre cada vez que el agua se movía y procuraba en vano llegar de
primero; cuánto esfuerzo malogrado, cuántas estrategias, planes o pensamientos
frustrados porque nunca le había sido posible llegar antes que otro. Finalmente este
hombre ha concluido que debe haber alguno que lo meta en el estanque. Amado pecador,
esa es tu condición y esa debe ser también tu conclusión. Talves has estado intentando
alcanzar la paz para tu alma, sanar esa culpa que atormenta a quien está en sus delitos y
pecados y vez tras vez, intento tras intento no hay sino fracaso, desconsuelo y frustración
porque la carne no puede sujetarse a la ley del Dios santo. Pero oh gracia sin igual, en el
momento en que las fuerzas del hombre terminan es donde se manifiesta el poder de Dios,
poder para salvar. Hay Uno que puede salvarte, que puede sanar tu llaga de pecado. No
fue necesario que el paralítico fuera cargado por Jesús hasta el estanque sino que con su
palabra Cristo levantó a ese hombre impedido. Así lo hace hoy también, Jesucristo quiere
darte vida pero debes escuchar Su voz y reconociendo que no puedes alcanzar el favor de
Dios por tí mismo, aceptarle como tu salvador, como el único que fue Justo ante Dios que
murió cargando tus pecados en la cruz y resucitó para darte de su justicia.