NORESTE SEXOLOGIA

14A VIERNES 30 MAR · 2012 www.noreste.net

¿ Derecho
(TERCERA PARTE)

HACIENDO UN RECUENTO
DE LO EXPUESTO EN
al
clóset?
LA PRIMERA Y SEGUNDA
PARTE DE ESTE
ARTÍCULO, HA QUEDADO
ESTABLECIDO QUE
«EL CLÓSET ES UN
DERECHO» QUE TUTELA
EL BIEN JURÍDICO DE
LA PRIVACIDAD DE LAS
PERSONAS LGBTTTI [Q],
LAS CUALES ATENDIENDO
A SUS CIRCUNSTANCIAS
PERSONALES DE VIDA
PUEDEN EN RAZÓN
DE SU EJERCICIO,
PRACTICARLO DE
MANERA TEMPORAL
O PERMANENTE.
VÍCTOR HUGO
FLORES RAMÍREZ
ABOGADO POSTULANTE

ESTE «DERECHO AL CLÓSET»

se ha arraigado en el
imaginario del colectivo
LGBTTI [Q], e introducido
en vía de argumento
–por algunos activistas
[me incluyo]– dentro
del discurso de la lucha
por la reivindicación de
las libertades sexo-políticas,
en especial, por cuanto hace
al derecho de privacidad
de las personas transexuales
y transgenéricas mediante
las reformas publicadas
en la Gaceta Oficial del
Gobierno del DF. el 10
de octubre de 2008, a través
de las cuales las personas
trans pueden obtener una
nueva acta de nacimiento
sin que se revele la condición,
esto es, obtener una nueva
acta de nacimiento con
el nombre y género que
reivindican como propios
sin hacer mención a su
sexo biológico y nombre
de asignación legal
primigenio.
Esta reforma legislativa
es a mi parecer un paradigma
de la institucionalización estar enclosetadas? hacia los «disidentes LBGTTTI [ Q]
sobre la conquista un documento (nueva
del closet por parte del ¿El ejercicio del derecho sexuales» por parte de de un derecho? ¿La reforma acta de nacimiento) a través
Estado en ejercicio del a la privacidad por parte los «bugas(heterosexuales])»? jurídica a favor de las del cual pueden acreditar
derecho de un particular de las personas trans ¿El «derecho al clóset» personas trans es en realidad su personalidad en la vida
y el cual fue reivindicado adquiere la tipología es un derecho fundamental un avance en la lógica cotidiana y ejercer con
por el colectivo LBGTTTI de modus vivendi del clóset? y humano consagrado de un discurso globalizado mayor laxitud sus derechos
[Q] en nuestra lucha ¿La nueva acta de nacimiento en nuestra Constitución? que enarbola actualmente civiles, políticos, económicos
social a la luz de una es la apología jurídica [Postura que asumo] los llamados derechos y sociales, y que en voz
libertad sexual. del sistema hegemónico ¿Las personas trans al haber humanos? de las propias personas
Así pues, por medio heteronormativo? ¿Las luchado socialmente por Estas líneas son sólo beneficiarias de la norma
de una sentencia judicial que personas trans reivindican las reformas del Distrito una primera aproximación «han dejado de ser
ordena el levantamiento de una institución creada por Federal generaron teórica a un tema que indocumentadas en su
una nueva acta de nacimiento el sistema heterosexista mecanismos de supervivencia no ha sido [creo] explorado propia tierra» -a pesar de
para el caso de las persona en su beneficio? ¿la reforma institucionalizados (derecho académicamente, y que que personalmente, en honor
transexuales o transgenéricas jurídica aprobada a favor al closet) en una sociedad considero, merece un abordaje a la verdad, tengo mis dudas
a través de la cual no de las personas trans es transfóbica? ¿La transfobia científico que nos permita sobre la validez y eficacia
revela su condición, se está el clóset institucionalizado? orilló a las personas trans generar hipótesis en la de la reforma a la luz
legitimando el «derecho ¿Todas las personas trans a arrebatar la institución construcción de nuestras de otras disciplinas diferentes
al clóset» institucionalizado en realidad quieren una del «clóset» creada por libertades sexuales, a la jurídica, pero que
bajo un modelo jurídico nueva acta de nacimiento? los heterosexuales para y que más allá de poder profesionalmente estoy
creado por el Estado ¿Cuáles serían las diferencias reconstruirla e imprimirle dar una respuesta a cada convencido sobre su
y al amparo de l@s sujet@s sustantivas entre el ejercicio un nuevo significado una de estas interrogantes, pertinencia, y más aún,
de una lucha social que del derecho al clóset en beneficio propio lo cual rebasaría en mucho la necesidad de generar
reivindicaron para sí una de una persona transexual con un lenguaje diverso? la extensión y propósito mayores avances en
nueva acta de nacimiento o transgenérica y una persona ¿La ciencia «biomédico- del presente artículo; lo que esta materia, y que por
en ejercicio de su libertad gay, lesbiana y/o bisexual, siquíatrica» ha encontrado sí puedo afirmar sin temor cuanto hace a mi humilde
sexual. Sé que esta atendiendo a que el sector un mecanismo más de control a equivocarme en ejercicio contribución dentro del
afirmación puede contener LGB no reivindica una sobre nuestros cuerpos de mi profesión, es que activismo: la formación
equívocos; sin embargo, nueva acta de nacimiento para refrendar el sistema actualmente en el Distrito de un mayor número de
puede llevarnos a varios en términos de privacidad? del binarismo de género Federal existe una reforma precedentes dentro del
cuestionamientos: ¿La nueva acta de nacimiento a la luz del reconocimiento legal que posibilita a las poder judicial en pro
¿Las personas trans es el proceso de de un derecho? ¿Podemos personas transexuales de los derechos de las
desean, quieren y/o necesitan «normalización social» hablar desde el colectivo y transgenéricas obtener personas trans.
 NORESTE
6A VIERNES 23 MAR · 2012
¿Derecho
al clóset?
VÍCTOR HUGO FLORES RAMÍREZ
ABOGADO POSTULANTE
ESPUÉS DE ESTABLECER
ESTABLECER
D en la primera parte
de este artículo la
premisa de que «el
clóset es un derecho»
en virtud de tutelar el bien
jurídico de la «privacidad»,
atendiendo a las circunstancias
de vida de cada individuo,
lo siguiente es abordar la
tempor alidad de éste
temporalidad éste,, esto
esto
es, el estado permanente
o transitorio (temporal)
que guarda en razón
de su ejercicio.
Las personas que formamos
parte de la llamada «disidencia
sexual» hemos construido en
torno a nuestra sexualidad
un discurso sexo-político que
legitima la reivindicación de
las libertades erótico-afectivas
invisibilizadas por el discurso
hegemónico heterosexista,
en la inteligencia de que la
única orientación (y/o
preferencia) sexual aceptada
socialmente en el contexto
occidental es la heterosexual,
y la única construcción de
identidad sexo-genérica
avalada, es el binarismo de
género hombre/mujer[género],
macho/hembra [biológicos].
Ahora bien, parte del
discurso de la reivindicación de
las libertades erótico-afectivas
del colectiv
colectivoo LGBTTTI [Q] se
LGBTTTI
traduce de manera inicial en lo
que se conoce coloquialmente
con el nombre de «salir del
clóset»
clóset».. Sin embargo, «salir del
clóset» es un concepto equívoco
que puede ser interpretado
a la luz de un proceso, el cual
en razón de su ejercicio puede
ser: tr ansit
transitorio o permanente
ansitorio permanente..
Es transitorio cuando se ejerce
como mecanismo de
superviviencia, el cual, es el
más socorrido (y por much@s
el más conocido); pero
también, adopta la modalidad
de ser un estado permanente
de vida (no muy bien aceptado
por algun@s miembros
del colectivo).
Así pues, «salir del clóset»
es un proceso transitorio por
el cual atraviesa una persona
en la autoaceptación de su
orientación (y/o preferencia)
sexual diversa a la
heterosexual [para consigo] y a
posteriori para con los demás;
como también, el proceso
transitorio de autoaceptación
de tener un cuerpo biológico
diverso a la identidad de
género que se asume como
propia para reivindicar una
corporalidad diversa a la de
nacimiento. En ambos casos,
sea orientación (preferencia)
sexual y/o identidad de género,
la persona atraviesa por un
proceso temporal de
autoaceptación, para
posteriormente asumirse de
forma pública como la persona
sabe,, siente y es en
que se sabe
razón de su orientación
y/o identidad de género.
SEXOLOGÍA
www.noreste.net
¿ES UN ESTADO
TRANSITORIO
O PERMANENTE?
¿MECANISMO DE
SUPERVIVENCIA
O FORMA DE VIDA?
Sin embargo, también circunstancias personales que asumir por convicción
puede ser ejercido el «derecho
al cl
clóóset» de forma
permanente por una persona
hasta convertirlo en un modus
de vida. Es, en esta modalidad,
donde existe disenso al
interior [y exterior] del
colectivo en el ejercicio del
propia el estar «enclosetad@»,
es a mi parecer también
válido, máxime cuando la
persona estima en el ejercicio
vivendi en virtud de las «derecho al cl óset
cló », toda vez
set», de un derecho que la toma de
su decisión es la más viable en
su contexto de vida. Retomo
el ejemplo dado en la primer
parte de este artículo:
un activista hablando en
tercera persona defendiendo
los derechos de sus pares.
Hago hincapié en este ejemplo,
por que
que,, por rregla
porque egla gener al,
general,
un activista es una persona
que está en mayor medida
empoderada que una persona
que no se suma a esta tarea.
Así pues, si el activista decide
contando con las herramientas
(sicológicas, sociales,
familiares, económicas, etc….)
–necesarias
–necesarias— — para establecer
permanentemente a modus
«Salir del vivendi el «derecho al cl óset»,
cló
considero que está totalmente
legitimad@ para actuar en
clóset»
closet» es esos términos en su contexto
de vida, sin que pueda existir
un concepto pronunciamiento externo
a título de juicio de valor
parte de los demás miembros
equívoco del colectivo.
No aceptar el ejercicio del
que puede ser derecho al cl óset bajo la
cló
óptica de un modus vivendi en
interpretado la lucha por el reconocimiento
de las libertades erótico-
afectivas distintas a la
a la luz de heterosexual, es conculcar
derechos fundamentales, y
un proceso, más aún, mostrar síntomas de
intolerancia en el ejercicio de
los derechos ( y agregaría, por
el cual en los que parte del sector del
colectivo también ha luchado),
razón de su toda vez que el «cl óset» es
«cló
«un derecho» mas no una
ejercicio puede obligación (con independencia
de ser una institución
del sistema hegemónico
ser transitorio heterosexista), y en
consecuencia, no es una
o permanente obligación ni para consigo
ni para con los demás el «salir
del cl óset», so pretexto de la
cló
sacrosanta congruencia que
debe existir en nuestros actos
en el ánimo de mantener una
línea discursiva acorde al
referente de la lucha social
del colectivo que reivindica el
«placer por el placer mismo».
Quitar el calificativo
de «derecho» al cl óset es
cló
«desnaturalizar» a la norma
jurídica y atribuirle en
consecuencia, una naturaleza
diversa que no permite incluir
en término de libertades,
la lucha por el derecho
a la privacidad a riesgo de
desplazar la facultad volitiva
del individuo en la toma
con
conssciente de decisiones que
legitiman su libre albedrío.
 NORESTE
6A VIERNES 16 MAR · 2012
¿ Derecho
al clóset
VÍCTOR HUGO
FLORES RAMÍREZ*
SÉ QUE LAS SIGUIENTES PALABRAS VAN A GENERAR
un debate que enriquezca nuestras ideas
como sujetos políticos y sexuales, lo cual
en honor a la verdad, es uno de mis
propósitos; pero también lo es, poner sobre
la mesa un tema que nació en una tarde
de café en compañía de preciados amig@s
hace ya algunos años. Posiblemente algun@s
compartan mi parecer; otr@s, pensarán
por momentos que a más de diez años de
defender la causa trans a la cual he dedicado
gran parte de mi vida, empiezo a enloquecer,
y que en consecuencia, sería más conveniente
retirarme de las filas del activismo desde
el ejercicio de mi profesión para dedicarme
a otra cosa. Mas estas palabras son
sólo una sinergia de ideas que me permito
compartir con ustedes en voz alta a riesgo
de que puedan ser mal interpretadas.
Como algun@s de ustedes saben,
hace más de tres años salieron publicadas
unas reformas al Código Civil y Código de
Procedimientos Civiles en el Distrito Federal
sobre la llamada «ley trans»(sic). Gracias
a ésta, se logró que las personas
transexuales y transgenéricas tuvieran una
nueva acta de nacimiento con el nombre y
género deseados, sin que aparezca el nombre
y sexo con el que fueron registradas al
momento del nacimiento. Sin embargo,
más allá de los aspectos legales, esta
situación ha despertado en mí una inquietud
personal que se traduce en la siguiente
interrogante: ¿es acaso la expedición de una
nueva acta de nacimiento de una persona
trans el ejercicio de su derecho al closet?
Para poder dar contestación a esta pregunta
será menester primero desentrañar la
naturaleza del llamado «derecho al clóset»
a efecto de estar en posibilidad de contar con
los elementos de análisis necesarios que nos
permitan afirmar que las personas trans
ejercen el derecho al clóset institucionalizado
a través de una nueva acta de nacimiento
reconocida por el Estado mediante una
sentencia judicial.
¿EL CLÓSET: ES UN
DERECHO O NO?
LA AFIRMACIÓN EL «DERECHO AL CLÓSET» ES A CRITERIO
de algunos activistas un sofisma, toda vez
que no es posible referirse «al clóset» en
términos de un derecho en virtud de que el
estado [temporal o permanente] que mantiene
una persona de no revelar una condición
determinada –sea orientación [preferencia]
sexual, y/o identidad de género– no le
permite gozar, disfrutar y ejercer el cúmulo de
derechos en la vida de quienes decimos estar
fuera de él. En palabras del maestro Jesús
Calzada: «El derecho al clóset: es el derecho
a no tener derechos». Esta declaración puede
ser seductora a nuestro intelecto para
aquellos que nos ostentamos públicamente
como gays, lesbianas, bisexuales, y trans;
sin embargo, también lo es que el factor
costo-beneficio en el orden de lo social,
sexual, político, económico, familiar,
y cultural de la toma de nuestra decisión
de «salir del clóset» es un elemento
de ponderación por aquéllos que se
*ABOGADO POSTULANTE, ESPECIALIZADO
EN DIVERSIDAD SEXUAL
SEXÓLOGIA
www.noreste.net
?
mantienen dentro de él, ya que el factor
costo-beneficio en razón de cada
circunstancia personal de vida puede
ser muy diferente.
Para mí el «derecho al clóset» no es
un sofisma, toda vez que a éste se le conoce
en el mundo jurídico como derecho a la
privacidad y/o intimidad, siendo un derecho
ancestral elevado a rango de derecho
humano y derecho fundamental.
Sin embargo, lo que hace a éste un derecho
no es el elemento de antigüedad, de lo
contrario, mi argumento carecería de
sustento, sino la facultad que le confiere
al individuo de poder tomar [acto volitivo]
una decisión que a su parecer puede ser la
idónea, viable y/o legítima, atendiendo a su
circunstancia personal de vida. Es éste el
elemento principal –que por momentos –
olvidamos gran parte de los activistas hoy en
día y que hace que una persona se mantenga
en el clóset: «su circunstancia personal
de vida».
Si bien es cierto que el ser humano
evoluciona (pero también involuciona)
y gracias a más de 30 años de la lucha del
movimiento LGBTTTI [Q] hemos alcanzado logros
que nos permiten gozar de mayores
libertades (a discusión), y las nuevas
generaciones del mundo contemporáneo
con menor desasosiego vivencian su proceso
de «salir del clóset», también lo es que he
percibido una suerte, por parte de algunos
miembros del colectivo, de presión real
y simbólica hacia las personas que ejercen
el «derecho al clóset» para salir de éste,
la cual puede tener diversos matices hasta
llegar a lo que se conoce como el «outing»
a suerte de estrategia política, y que
por momentos puede caer en actos de
intolerancia, discriminación, y peor aún, en
homofobia, transfobia y bifobia interiorizada.
Más aún, si desde el interior del colectivo
hablamos de «respeto» como argumento en
pro de nuestros derechos frente a los demás
[bugas-heterosexuales], en mayor medida
debemos respetar a l@s compañe@s que
ejercen el «derecho al clóset», sin presionar
su proceso de salir de éste ni discriminar
a quienes deciden ejercerlo de forma
permanente.
Por ejemplo, disiento personalmente
de los compañer@s que se suman a las
filas del activismo hablando en tercera
persona defendiendo los derechos de sus
pares sin haber salido del clóset, lo que a mi
parecer puede ser un acto de incongruencia;
sin embargo, profesionalmente defiendo
el derecho del activista que asume esta
posición, porque estoy convencido que sus
circunstancias personales de vida le permiten
generar mecanismos de supervivencia y de
vivencia para obtener o estar –según sea
el caso, en un (mayor) su mayor estado
de bienestar.
Así pues, la prescripción de la razón
plasmada en la voluntad (acto volitivo)
en razón de la circunstancia es el argumento
toral de defensa del «derecho al clóset»,
porque gracias a que en nuestros actos
van impresas nuestras decisiones y aún
la coactas voluntas, nuestras circunstancias
de vida legitiman el ejercicio del «derecho
al clóset» al tutelar el bien jurídico
de la privacidad.