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Tipos de carbohidratos
A los carbohidratos los podemos clasificar de dos formas: Estructurales y no estructurales. Los
estructurales son los que forman parte de la pared celular de las plantas, y los no estructurales son
los que se encuentran en el citoplasma de la célula vegetal. La fibra viene a ser un carbohidrato
estructural compuesto por celulosa, lignina, pectina y hemicelulosa. En el otro lado están los
almidones, azucares simples y fructanos.
Ahora bien, los carbohidratos representan la principal fuente de energía en la dieta de los bovinos.
Hay que tener en cuenta que los diversos carbohidratos se localizan en la pared celular y el contenido
celular de los tejidos vegetales. Los polisacáridos celulosa y hemicelulosa, se denominan
carbohidratos estructurales, y están localizados en la pared celular, mientras los presentes en el
contenido celular, como por ejemplo el almidón, se conocen como carbohidratos no estructurales. A
su vez, los pastos y forrajes se caracterizan por tener una alta proporción de pared celular, mientras
que los granos de cereales presentan un contenido alto de almidón.
Los carbohidratos estructurales constituyen la porción fibrosa de los alimentos y no pueden ser
degradados por enzimas producidas por los animales mamíferos. En conjunto con otros componentes
también presentes en la pared celular como lignina, minerales y sílice, se cuantifican en la fracción
analítica denominada fibra detergente neutro (FDN).
En rumiantes es esencial el consumo de carbohidratos estructurales, para que ocurra el desarrollo
anatómico ruminal y el proceso de la rumia. La degradabilidad de la fracción FDN y sus componentes
(i.e. celulosa y hemicelulosa), se ve influenciada por diversos factores que incluyen la especie forrajera
y su estado de madurez, año, área geográfica, condiciones climáticas y prácticas agronómicas.
Es necesario que en los sistemas de alimentación que utilizan raciones completas o dietas
combinadas de forrajes y concentrados, los animales consuman una cantidad mínima de fibra que
estimula la rumia y la salivación. Para definir el aporte de FDN óptimo en la dieta, no sólo hay que
considerar la composición química de la fibra, sino también, el tamaño y la forma de partícula, concepto
este que se define como fibra efectiva (FDNef). El tamaño de la FDNef se ha fijado entre 2,38 y 3,87
cm pero puede verse afectado por la especie forrajera y su estado de madurez.
Los concentrados son alimentos que tienen una alta densidad de nutrimentos digeribles (i.e.
carbohidratos, grasas, aceites) por unidad de peso. Para la elaboración de mezclas de concentrados
convencionales se utilizan mayormente granos de cereales y sus subproductos de molienda (grano
de maíz, afrecho de trigo).
En el sistema digestivo vacuno ambos tipos de carbohidratos referidos son degradados por
microrganismos (i.e. bacteria, protozoarios, levaduras) presentes en el complejo retículo-rumen. Hay
que destacar que como parte de su metabolismo, los microorganismos utilizan los azucares simples
que forman los carbohidratos y generan como productos de fermentación, ácidos grasos volátiles
(AGV) (acético, propiónico y butírico), ácido láctico y gases (CO2 y CH4). Los AGV constituyen la
principal fuente de energía absorbido por el vacuno. Su metabolismo a nivel celular aporta una gran
parte de la energía neta que requiere el animal para su mantenimiento corporal y producción. (Fondo
Nacional del Ganado, 2016)
Retículo:
Situado en la parte anterior de la cavidad abdominal.
Separado del rumen por el pliegue retículo-ruminal. Comunicación internamente por la parte
superior.
Rumen:
Compartimiento más voluminoso. Su volumen es aproximadamente el 75% de los cuatro
compartimentos.
Situado en el flanco izquierdo de la cavidad abdominal.
Está dividido en un saco dorsal y otro ventral por una serie de proyecciones musculares.
Omaso:
Situado en la parte derecha de la cavidad abdominal
Conectado con el retículo (orificio retículo-omasal) y con el abomaso.
Abomaso:
Situado en la parte derecha de la cavidad abdominal.
Forma
Por otra parte, desde el punto de vista fisiológico, existe una división de las funciones de aparato
digestivo del rumiante en dos compartimentos:
Sector anterior (retículo y rumen) que se encarga de:
Preparación del alimento para la digestión química en el abomaso e intestino delgado.
Mezcla del alimento y degradación de la celulosa por bacterias y protozoos
Regurgitación y remasticación del alimento en la boca
Distribución del alimento remasticado en el rumen-retículo y paso al omaso
Eliminación de los gases que se acumulen por la actividad bacteriana
Sector posterior
El omaso, asume funciones preparatorias del alimento y retiene agua
En el abomaso se realiza la verdadera digestión gástrica.
Por último en relación a la evolución y desarrollo de los estómagos de los rumiantes, señalar que el
abomaso es el compartimiento inicialmente más importante en el animal después del
nacimiento, representando el 75% del volumen de los estómagos.
El desarrollo posterior de los preestómagos depende de la posibilidad de acceso a una dieta más
fibrosa, que estimula:
Si se suministra heno al lactante a partir de la 2ª semana de vida, se considera que a las 12 semanas
ya se ha completado la evolución a un animal rumiante. En la actualidad se logra un desarrollo más
precoz de los estómagos del rumiante con la administración de piensos que con forrajes,
especialmente si son de mala calidad. (Redondo, 2003)
Fondo Nacional del Ganado. (2016). Ganadería: Accion sobre la nutrición de bovinos. Bogotá D.C:
Fedegan Edición virtual .
Redondo, P. (20 de 04 de 2003). Escuela Universitaria Ingeniería Técnica Agrícola. Obtenido de
Anatomía del aparato digestivo de los rumiantes:
http://lan.inea.org:8010/web/zootecnia/Zootecnia/Anatomia_dig_rum.htm
Ureña, F. (20 de 04 de 2010). Universidad de Cordoba . Obtenido de Producción animal y gestón de
empresas: https://www.uco.es/zootecniaygestion/menu.php?tema=153