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“EFECTOS DE LA CORRUPCIÓN EN SOCIEDAD”

EDUARDO FRANCISCO ELÍAS, FLORES QUISPE

DIEGO ALONSO MARCIAL, MORALES CONDORI

KEVIN TONY, COLQUE HUAYTA

JESSICA ALEXANDRA, CHOQUECOTA MAMANI

TEREZA BALVINA, VELARDE GAONA

Estudiantes de X ciclo de la Facultad de Derecho

Universidad Privada de Tacna

“La corrupción, un término antagónico opuesto a todo lo moral y ético de un individuo


que se desenvuelve en sociedad, un fenómeno que cambia la mentalidad de muchas
personas creando desconfianza e inestabilidad, probablemente algo inevitable que ha
generado a su paso consecuencias que nos transmitió un sentimiento de odio, repudio,
decepción y desilusión, hoy analizamos tales efectos que diluciden esta realidad”.

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Si bien es cierto, la corrupción se ha vuelto un enemigo en el ámbito social, político y


económico al que muchas personas buscan contraer, rechazando todo acto injusto que
vulnere derechos; pero aquí no estamos para hablar únicamente de derechos, sino para
hablar de las personas, el cómo algunas ingresan a un nuevo mundo, con esto nos
referimos al mercado laboral, consiguiendo un cargo al que hubieran aspirado por
muchísimo tiempo inician con una proyección ética que crear paz teniendo presente el
interés colectivo, ante esto nos preguntamos, ¿Qué llega a cambiar la perspectiva de
estos individuos? Pues, el hombre a pesar de ser un humano, no deja de ser un individuo
influenciable que piensa en su bienestar propio, en ocasiones pueden hallarse con la
difícil tarea de tomar decisiones que beneficiaran a unos pero perjudicaran a otros, un
dilema que marca nuestra conducta como profesionales, unos adoptan seguir los
principios inculcados porque mantienen firme su ética, mientras que el otro grupo opta
por el camino sencillo producto del interés personal, naciendo así la corrupción.

Los actos de corrupción son nocivos y merecen un estudio adecuado de los problemas
que generan. No podemos, dejar de lado que en nuestro país, la corrupción es percibida
como una anomalía cotidiana, un quebrantamiento del funcionamiento normal de las
instituciones, incluso como hechos propios de la idiosincrasia nacional. Esto
evidentemente afecta la confianza del ciudadano en sus instituciones; además, que
pervierte la ética pública, promoviéndose una moral relajada y una actitud pasiva.
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La corrupción genera un impacto negativo en diversos aspectos de la vida de un Estado


y su sociedad, además que subvierte las garantías de los ciudadanos, evadiendo el
respeto a los derechos humanos y en la ética ciudadana. Por ello, es que se quiere
identificar aquellos efectos negativos que a la larga conducen a una actitud perniciosa
que se halla caracterizada por la resignación, el escepticismo e incluso ante la idea de la
honradez como valor baladí para el ejercicio de la función pública.

EFECTOS EN EL ÁMBITO POLÍTICO

En nuestro país, diariamente se toman decisiones que si bien pueden originar una
productividad, también una desaceleración de la misma; para el ámbito político es un
claro ejemplo donde la malversación de fondos o robo al propio Estado por parte de sus
representantes ha sido prueba que ratifica la existencia de este fenómeno llamado
corrupción. Los efectos en este primer ámbito han creado un desequilibrio como
inestabilidad en el correcto sistema de gobierno, y a esto nos referimos en el primer
párrafo, cuando hicimos mención de como algunas personas aspirantes a un
determinado cargo tienen un cambio radical teniendo una proyección diferente guiada
por intereses propios, olvidando o ignorando sus orígenes en ciertas ocasiones como
verdaderos objetivos que debería perseguir; simultáneamente también se da un estado
de desconfianza como inseguridad por parte de la ciudadanía que brinda apoyo
incondicional a aquellos que demagógicamente llegan al poder y no corresponden a su
palabra haciendo de la profesión o la candidatura solo un puesto para ganar dinero o
administrarlo, según el argentino Michel Rowland1 “el impacto político puede medirse
en diversos elementos, entre ellos la corrupción como desigualdad social, la clase
política como canales ilegales de control y el aparato administrativo como ineficiencia
de intermediación”; esta noción minuciosa esclarece la existencia de un sistema
corrupto, realidad que no es muy ajena a la nuestra, sea cual sea la legislación que se
mencione.

Haciendo un paréntesis, para Marina Guillen 2, reconoce factores que hacen de la


corrupción un hecho ilícito existente señalando que “Las sociedades ven a la
corrupción como parte de su cultura; Impunidad o falta de legislación anticorrupción
adecuada; Desigualdad; Mal funcionamiento de las instituciones públicas; y la falta de
valores Éticos”, basándonos en estas posturas ameritan que los valores son
imprescindibles para todo actuar en nuestra vida cotidiana y eso va de mano con la
educación que recibimos desde una temprana edad, ello solo explicaría lo volubles
como poco éticos que se puede llegar a ser en toda sociedad seas o no profesional.

1
Michel Rowland. “La hora de Transparencia en América Latina: Manual de anticorrupción de la función
pública”. Visión contemporánea de la corrupción. Buenos Aires, Argentina. Granica/Ciedla 1998. Pág.
31-42
2
Marina Guillen. Abogada penalista experta en Compliance y Anticorrupción. Artículo “Corrupción:
causas y consecuencias sociales”. España. 2016.
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Ante lo expuesto, un dicho muy común y popular de este aspecto, infiere que los
políticos son corruptos en su mayoría, pero a pesar de saberlo la ciudadanía ofrece aún
su voto de confianza a esos partidarios, entonces ¿una fe ciega o un voto informado?,
interrogante que nos desplaza de nuestro objetivo pero nos ayuda a conocer el “ser” en
nuestra sociedad, asimismo como el “deber ser” opta por un cambio positivo donde
individuos integrantes no cedan a la influencia de este fenómeno social. En ocasiones
los sentimientos de muchos ciudadanos pueden ser tan afectados, que en efecto nos ha
vuelto un país desunido, desconfiado, y hasta egoísta los unos a los otros, por ello se
podría afirmar que la corrupción es una enfermedad que se propaga afectando a todos,
convirtiendo a la democracia en solo un sistema que no abarca cambios, pero esos
cambios inician por uno mismo como el buen ejemplo que difundamos, para así no
convertirnos en aquello que nos oponemos.

EFECTOS EN EL ÁMBITO ECONÓMICO

La economía como tal se ha convertido en una fuente de intereses, un medio necesario


para países como ciudadanos, un ámbito también afectado por la corrupción la cual ha
creado un desequilibrio como un retroceso en el desarrollo del Estado con la figura del
soborno, pero ¿Cómo es posible? Sencillamente por el egoísmo y ambición de personas
encargadas de administrar tal financiación, como parte de esta interrogante es prudente
tener que mencionar lo que nos compete en esta temática, ¿se trata de un caso relativo a
los intereses propios sobre los colectivos? De hecho que sí, porque el interés es lo que
mueve al mundo y no es una excusa decir que el fin justifica los medios, dicho anti-
ético que pone en todo lo alto el interés personal, por ejemplo: las inversiones del
gobierno en tiempos de COVID-19 para la ciudadanía materializada en bonos para
familias “en estado de necesidad”, un proyecto económico de apoyo que resulta ser
contraproducente en algunos casos cuando una familia que no lo necesita lo adquiere y
quienes sí lo necesitan no figuran entre los beneficiados, en casos así la ciudadanía ya
actúa como corrupta no haciendo lo correcto sin sensibilizarse de las condiciones en que
otros puedan estar.

Sin duda la economía se ha vuelto en un anzuelo que muchos pican a fin de satisfacer
sus necesidades, inicialmente una persona que no ha incurrido en estos actos le puede
parecer una irregularidad pero suele ser una tentación que induce a olvidar que alguna
vez tuvimos principios o escrúpulos una vez aceptada y se vuelve una práctica corriente
que es transmitida paulatinamente, es aquí donde se trazan dos direcciones que ya
mencionamos con anterioridad, el camino sencillo pero injusto (interés personal) o el
camino difícil pero justo (interés colectivo). El estudio de la corrupción cuenta con
diferentes dificultades, pero sin duda una de las más importantes y difíciles de superar
es que, debido a la complejidad del fenómeno, su carácter transversal y su naturaleza
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clandestina, la medición de su magnitud y de su impacto económico en la sociedad se


antoja prácticamente imposible3.

En este ámbito podemos también mencionar y deducir el concepto de profesión desde el


punto de vista de Max Weber4: “actividad especializada y permanente de un hombre
que, normalmente, constituye para él una fuente de ingresos y, por tanto, un
fundamento económico seguro de existencia”; el autor refleja un concepto económico
lucrativo, el cual tiene relación con este efecto económico de la corrupción, porque todo
inicia en el ámbito laboral cuando existe la competitividad que beneficia a quién destaca
por su esfuerzo o en casos evidentes por su influencia, pero que se vela solamente por
las ganancias de brindar un servicio, omitiendo el verdadero objetivo que tiene el
profesional que será obrar en beneficio de la sociedad, algunos discrepan con este
concepto por ser materialista e individualista pero cada día notamos que la balanza se
inclina por lo económico, dando pase a este fenómeno social adoptado por la sociedad
consciente e inconscientemente.

Recapitulando lo mencionado con respecto al aspecto de la productividad en el país,


existen ciertas irregularidades influenciadas por este fenómeno que inclusive algunos
individuos justifican su valía como una estrategia de negocios para tener beneficios
sobre otros, esta perspectiva tiene consecuencias que agravan las relaciones entre los
Estados intervinientes con conductas deshonestas que se especula son un reflejo de la
sociedad, a lo que queremos llegar con esto, es que la corrupción se extiende no solo a
nivel nacional sino internacionalmente.

Dejándonos de asuntos subjetivos, la ética en este ámbito se deteriora ya sea por una
mala gestión o administración de funcionarios, ¿la desigualdad o desconfianza se deberá
a un latente y desesperado estado de necesidad?, Sinceramente los hechos dicen más
que mil palabras y es aquí donde el estado de necesidad cumple un rol esencial para el
futuro de todo gobierno, por ejemplo: egresados postulan para ocupar un puesto
importante de trabajo en una empresa del Estado, donde el empleador de manera nada
imparcial contrata a quienes tengan mejores contactos pero carecen de escrúpulos y
deshecha a quienes son verdaderamente eficientes como profesionales.

EFECTOS EN EL ÁMBITO SOCIAL

El hecho de decepcionarse frente a una persona o institución corrupta es lamentable,


pero no lo es tanto la normalización de la misma. No es muy difícil darnos cuenta que el
nivel de satisfacción se encuentra marcado por el resultado y también las expectativas.
En consecuencia, si las diversas instituciones funcionan por debajo de como nosotros
esperábamos, la desaprobación es más que segura. Lo cierto es que la normalización de
la corrupción nos lleva a perder el asombro e indignación. Se llegó a tal punto que el

3
Javier Miranzo Díaz. “Causas y efectos de la corrupción de las sociedades democráticas”. Revista de la
Escuela Jacobea de Posgrado. España. 2018. Pág. 21
4
Max Weber. “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. 1985. Pág. 82
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48% de los peruanos cree que no se debe condenar a los funcionarios corruptos mientras
realicen obras (Fuente: Décima Encuesta Nacional sobre Percepción de las Corrupción
– Proética). Resumiendo, esto en un “claro, si al final todos roban”.

Entendemos que, se suele asociar la corrupción a los funcionarios públicos y en un


marco de gran escala, la corrupción es un mal enquistado, presente en el día a día de
nuestra sociedad. Nos resignamos a su indecencia, vivimos con ella y buscamos la
forma de adecuarnos a esta dinámica, tanto así que con ella tenemos la capacidad de
pagar una propina en lugar una multa, nos permite agilizar trámites o incluso conseguir
algún puesto de trabajo en el Estado.

Para el historiador Daniel Parodi, en el Perú la sociedad se relacionó con el Estado a


través de la corrupción como hábito, cultura o costumbre de las que todos o casi todos
participaban y que nadie se cuestionaba.

El normalizar la corrupción, volvemos algo cotidiano su perjuicio. La corrupción es un


problema muy profundo, un gran muro que impide el desarrollo y un alimentador de la
pobreza.

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